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i 220 enca contribuyen de diverso modo a la realacign dele moral cortex pocden a lr tes planos fandamentales dela vida socal: con. mice, poltiosocil y exprnud, 3) La redaacin de ls toa! es no slo una empresa ind. iis i er, no io pon de moa de Individs, sno proceso de morlzacén en el que infuyen, teens odo las vers fone cessing eee tions todas. Carfro.o 10 FORMA Y JUSTIFICACION DE LOS JUICIOS MORALES 1. La FORMA Léctea DE Los JUICIOE MORALES Los enunciados acerca de Ia bondad o maldad de actos reali- zados, asf como respecto ala preferbilidad de una acién posible fon respecto a otis, 0 sobre el deber u cbligatoriedad de com portarse de certo modo, ajustindo la conducta « determinada rma o resla de accién, se expresan en forma de juicos. Estos juicios pueden esquematizase at 2) exer y, 5) aks prefrible x a y» ©) eDebes hacer x, 0 baz xo, [Ahora bien, las variables x e y pueden secibir valores distin tos en diferentes proposciones, de tal maneza que, conservando| Ia mama forma logics, engan en un caso un contenido moral, y Asl, por ejemplo, podei dectse indistintamente: 8) Pedro es justo 0 «Pedro ex alov. 1b) aE prefrible engaar a ux enformo a decile la verdad», («Es preferible este trabaio a quel otro. c) eDebes ayudar a tn compateros (e tyuda a tu compa m2 mica ro») 0 «Deber sentrte on Ias primera fas de la clasen (aSiéne tate en las primeras fas de le clase. En todos ettos ejemplos no hemos hecho sino lense las vse riables x e y con valores distintos dando lugar a dos tipos de juicios que, conservando intacta 1s forma lige, tienen en un ‘iso un contenido moral, yen el otto, un contenido —valga la ‘expesign— extramoral. Estas tes formas Idgicas comunes son respectivamente enunciativas, preferencales © imperativas, Vei moslss, con més detalles, volviendo de nuevo a los mismos jemplos 2, FORMAS ENUNCIATIVAS, PREFERENCIALES © IASPERATIVAS ‘Examinemos, en primer lugar, la forma enunciative que be- mos esquematizado asi: «x et yo. Teniendo presente los ejem plot anteriores, veremos que cn el juicio «Pedro es alton, se fenuncia de x (Pedro) una propiedad que le pertenece de por Si, sin que el enunciado exprese une atid hacia x de acuerdo con cierto interés, fnalidad 0 nacsided. De Pedro se dice pura {simplemente que es aio, como podtia decise de una mesa que baja o de una piedsa que es dura. O sea, la forma ligica es gui la de un juicio de existenca,o fetio. Se registra una pro- piedad objetiva; ex decir, se nos informa o descubre une propie Gad de x (su altuct), sin que el jucio implique su valoracién Guano se formula el jicio «Erte objeto es silo, también cenuncio de x (este objeto) tna propiedad: su utlidad. Pero se trata de una propiedad que sdlo le posee = en telacién con una Finalided o necesidad auestra. Del objeto se enuncia algo que tiene valor: una propiedad que sélo se da en relacién pare el hombre social, yno en i. Por ello, no se tata de un puro juicio fictio, como en el cs0 anterior, tino de un juiio de valor. Sa forma ldgica sige siendo enunciaiva, pero lo que ahora se enun- cia es una propiedad valiosa, o un valor. Lo mismo cabe decit on respecto al ici «Pedro et justo», en el que se enunca de Pedro una propiedad que no le pertenece en sf, como su altura, Rn Se Fonwa ¥ JUBTHFICACIG DE Los julcios «223 sino sélo en relacién con una necesdad o finalidad. Ahora bien, por el hecho de enuncarse aqui una propiedad valiosa de x, 20 slo se informa sobre ella, sino que valoramos o apreciamos el objeto. Pero tritese de un juicio féetico © de un juicio de valor, Ia forma légica es, en ambor cos, enunciativa ‘Veamos ahora los juiios que esquematizamos ast: «Es pre ferible x a yo. También agut las variables x e y, al ser lenadas con valores distinos, dan lugar —como ya sefiaamos— a jucios de contenido distinto: moral («Bs preferible engofar @ wn enfer- smo a decile la verdads) y n0 moral (Es proferible este trabajo 4 aguel 010. ‘Lo caracttistco de estos juiios de preerenca es su paren- tesco con Toe del grupo antetior, que enuncian una propiedad valosn, En verdad, se trata de una forma espeifica del juicio de valor, pero entendido te como un juico comparativo en virtud Gel cual ge estalece que x es mis valioso que y. La prefribilr {Sad no hace sino mostar este eser més valiosow de x con respecto| fy. Es inseparable del valor, pues en definitiva sélo surge entre dos actos 0 propiedades vaioss, es decir, no considerados en si, sino en rlacin con cierta necesidad 0 finalided humans, y to- tmando en cuenta unas condiciones o citcunstancias concrets "Asi, por ejemplo, la proposciéa «Es preferible engafiar @ un enfermo @ decile le verdad» no hace sino mostrar que, entre dos Alternatives valiose, una eengafar a un enfermo», es mis vs Tiosa que fa otra: desire Ia verdad. Y como le preferenca se fonda en una comparacién axiolégica, ba de responder a una necesdad o falda; en este caso, lade no eausar un suftimien- to indtl al enfermo y clevar su daimo. Pero esta preferencia ha ide tener presente también una serie de ctconstancas coneretis (cipo de enfermedad, proceso en que ésta se encuentra, et.) Si se trata de un enfermo no grave, y, por oto lado, no aprensivo, seria preferble tal vez que tomare concencia de su verdadero fstado para facilitr su cutacén. Pero, en este caso, de acuerdo fon la finalidad de cutaslo y las cltcunstancias coneets, el juicio de preferencia (el ya ctado «Bs preferible dectle Ia ver- ad a engatatlo») tendef también por base un jucio de valor. a so 224 rca refert segura significando tener a x por més vlioso que ay: EE juiio prefetencial tiene, en los casos anteriores, un con tenido mortl, Nolo tiene, en carmio, el juicio «Es preferible este twabajo a aquel oto», s la finalidad que e toma en venta es par ramente personal: recibir mayor salaio, cansare menos, ete Pero este mismo jucio preferencial recibind un contenido. mo- ral si la finalidad © ls necesided tiene presente a lor demis, © 4 Ia comunidad, Preferir un tabajo a otto sigaifica entonces ‘que ve tiene a x por més valioso que 9 ya que x aporta mis bien Ja comunidad, Examinemos, finalmente la forma normativa 0 imperaiva de los juicios que corresponden al esquema adebes hacer» 0 shaz sx. Esta forma Idea se distingue claramente de Je enunciativa y a preferencial. En efecto, mientras que en la primera se enoncia tuna cuslidad del ebjeto que tenemos por valots, en la segunda se establece una comparacién o gradacidn entre dos actos 0 cus: Tidades. Los juicios respectives —ficticos, o de valor— pueden refettse, por otta pate, tanto a actos 3a realizados 0 a objetos inexistentes como a actos que se realizan u objetos que exirten en Ie actuaide. Ja forma normativa o imperativa que encontrimos en Joe jnicios del tipo adebes hacer x» (0 «ha »), ay una exigencia de realizacin algo que no es 10 existe debe se realizado. Por Jo tanto, el jucio adopta la forma de un mandato 0 exhostacién con el fin de que se cumpla algo, La norma —o juicio impers tivo no es una expresién o registro de un hecho, de algo no camplido, y la exigencia de realzecién gue leva iplicta le ‘norma no plerde fuera 0 valdez por la circunstanca de que no se realiza lo que se exige © mands. «Debes ayudar ¢ tu comp Fiero» eotrafa una exigencia de realizacién diigida « aquel 0 aquellos que deben cumplila. Puede suceder que, en una coms. sided dada, no se campla esta norma; sin embargo, coneervard su raxén de se, ya que eu vider no depende del hecho de que se cumple, 0 del grado en que se efestée su cumplimiento, En este sentido, decimos que la norma no es expresisn, registro 0 representacién de beches, y, por ello, se diferencia radicalmente de los enunciados fétioos. FORMA ¥ JUSTIFICACION DE LOS yutcios. «225, Pero este tipo de juicios —normativos 0 impertives— no puede ser seperado de los juicios de valor, pues fo que se com sidera que debe ser realizado es sempre algo que se tiene por valioso. Ast, por ejemplo, el juicio normative o imperstive «De ber ayudar tu compaiero» (Ayuda a tu compateron) implica 4 jicio de valor eayudar a un compatero ex bueno; Io mismo cabe decir del juicio, con distinto contenigo, que también pusie sos de ejemplo: «Sidniate en les primeras fies de la elzem, que implica, a su vez, el jicio esentarse en las primers files de la clase es valioso». Claro esté que en este vltimo ejemplo hay que tener en cuenta —como en todo juicio de valor—: a) cera fin lided 0 necesidad con respecto a le cual una setivided require Ja propiedad de ser valiosa (en este caso, no esforear demasia- do la vista y asimilar mejor lo que se expone en clase), y 6) unas circunstancas dedas (Ia cortedad de vists) en les cuales el sujeto hha de saisiacer esn necesida, La forma légica normativa e imperetiva, propa de las norms rorals, rene por base un juieio de valor como ést, lo jucios ‘que poseen dicha forme, responden a una necesided p fnalide: fegular las celaciones entre los hombres en una sociedad dada Respondiendo a esta necesidad, dichos juicioe exigen que los hombres se comporten de certo modo, y esta exigencia de actuar fen determinada dreccidn los separa —como jucios normativoe— de un puro juicio de valor. Pero la forma imperativa o norma: tiva no es exclusive de las normas morales: «ayuda a ta amigo>, ‘esigntate on las primeras fils» o ciera la puerta, tienen evie entemente la misma forms Iépic (exhortativa 0 imperativa), pero distinto contenido, Slo en el primer ejemplo tenemos un contenido moral. Por consiguiente, no podkamos distingis los juicios morales de otros que no lo son sélo por su forma Iégica. ‘En suma, los juicios morales pueden ser por su forma Iiica cnunciatvos,preferenciales o normatvos. Pero, para distinguir Jo que hay en ellos de especifico —es decir, lo que los distingue de otros que tienen la misma forma Iépica— habed. que exami- nar so significado, naturaleza 0 funcin. 226 ‘rica 3, Stowtexcapo DEL jUICIO MORAL La valoracén de los actos y normas morales que adoptan, respectivamente la forma de jucios de valor 0 juicios normat- ‘yo 0 imperatives, zcumple una funcién cognosctva?, cresponde 1 hechos objetivos?, epuede ser verificada de algin modo? “Tal es el problema del significado de los jicios morales cuya rolucén condicions, a su vee, el de su jastificaién; es dese, ef Ge las razones de su valides. La metatica se ocupa de este tipo de problemas, y aunque —como ya sefalamos desde el primer ‘momento el contenido de la teoria de Ia moral no se puede reducir al examen de dichas cuestiones, es indudable que éstas revisten una gran importania, pues sin responder a elas queda cn el tire el problema de Ia justifiacién o validez de los juicios morales. A su vez, sin In solucién del problems de la justifiae ciéa de la variedad y diveisidad de jucios morales de una época 41 ots, de una a ott sociedad, e incloso dentro de una misma fociedad, nos amenaza un enemigo implacable de la teria y la prictca en el tereno de la moral: el relaivismo. Por ello, des pues de examinar los problemas del significado o dela natraleza de los juicoe morales, y de los criterios posibles de justifics ‘ién de dichos juiios, nuestro andlss desembocar finalmente fen el problema crucial del relativismo éco. 4. La renin Eworvasra Los pattidatios de la teorfaemotivist sostienen que en Tos jnicios morales no se firma o dice nada cera de bechos, pro- piedades o cuslidades abjetives, sino que se expresa una acitud ‘emocional eubjeiva (Ayer), 0 5 intenta inculear en ottos una fctived emocional nuestra, 0 produciren ellos cierto efecto emo- tivo (Stevenson). Gund do fol: cn each, lat va designa una propiedad objetiva de la call, y, en consecuen- a, se informa algo acerca de ella, pero si digo eayudar a un amigo c= bueno», no se informe nada cer de algo que exista 0 —_— FORMA Y JUSTIFICACION DE LOS sUncIOS «227 cesté sucediendo cbjesvamente; pura y simplemente se expresa una actted emosional nuestra, sin informar acerea de ning Ihecho, No ocutita lo mismo sien lugar de decir eayudar @ un amigo es bueno», se dijera «Pedro be ayudado a su amigo», en ayo caso sf se informarfa acerca de algo que existe y ha’ su- ceed, De ccuerdo con los partideios del emotiviemo —como A. J. Ayer, las proposiciones morales no se refiren a echos, no pue- ‘den ser comprobadas empfricamente y, par consent, catece de sentido habla de su verdad o falsedad. Los juicios morales slo ccumplen una funcidn expresiva. Peto otros emotivistss —como Stevenson— insisten més que en la funcién expresiva de los juicios morales, en su funcién efectiva o evocadors, ya que, se iin ellos los juicios morales tienden, sobre todo, a evoctr cet tas emociones en otros sujetes, 0 « product en ellos certo efecto cemocional. Sin embargo, unos y otros enincden en negar que los juicios morales cumpian una funcién cognoscitiva y que —en virtad de su significado emotive— puedan ser justifcados 0 fan- dados racionalmente. El emotivismo subsaya, con razén, los aspectos expresivo y prescriptivo de los jucios morales. Ciertamente, como juido espeifco de valor, el juicio moral expresn la actind del sujeto que valor, 0 sea, del sujeto que etrbuye a certo aeto humana tuna propiedad que considera valiosa, Pero, como ya hemos sefe: Jado, quien valora no es exclusivamente un sujeto empitic, ia- dividual, que se deja evar por sus emociones, sino el hombre concrete que, como set social, vilors conforme a ciertss neces- aces y finaldades sociales en unas crcunstancas dadas, Tal es Ja situacin por lo que se refiere aun jucio moral de valor como ‘ayudar a un amigo es bueno». Por lo que toca al jicio moral ‘normativo, cabe decir que no se trata de un mandstoazbiteatio, 0 de una repla de eccién puramente subjetiva, sino de una noriaa caya exigencia de realizatin, o efecto pretco buscado, responde también en determinadas citconstanias a una necesidad social regular la conducta de los individvos, en una comenidad dade, en clerta direcidn. Asi sucede con juicos morales como «ayuda 228 ‘rica ‘ta amigos, sama a tx patian, erespeta los bienes plblicoe», exer, "Asi, pues, los jucios morales no pueden surgir de un estado cemogional del sueto, o movidos por el interés subjtivo de in. isis en otras persons, sino que tesponden a determinadas nece- sldades y finalidades, ya unas condiciones sociales dadss, al mar gen de las cuales no podtian darse 0 carecerin por completo de sentido. Asi, pot ejemplo, el juicio normativo «respets los bie nes de otro», que presupone la propiedad privads como una int acim social valisa, slo puede darse en cierta fase del des arzollo de la humanidad y en une comunidad donde aparece y te mantiene dicha insttucién, Una norma de ese géaero no exit tia ai podia exist —por ser innecesria 0 superfius— bajo el xéglmen de la comunidad primitiva, regida por el principio de la propiedad coletivao socal de bienes. La norma es, pues, expre- siva y efectiva, pero no en un sentido emocional subjetivo, sino fen un sentido social: expresa interests y necesidades sociales, y, a Ja vez, como repla de accién, busca un efecto préctico. Cample asf una funcén social regulative, ‘Toda norma presupone —como ya hemos sefiaado— un jul cio de valor (cama a tu patria» implica camar 2 la patria es ‘boeno®). Tanto en un julio como en oo, se expresa el interés (© necesidad de una comunidad dada (ye sea un grupo social ids 0 menos amplio, ola sociedad en su conjunto). Pero si com” paramos el jucio de valor antes citado con el jicio normative correspondiente, veremos que el segundo —o sex, la norma— cexpresa mds categérica 0 imperiosamente aquello que se presenta fauna comunidad dada como uns necesidad. En pocas palabras, ‘no se exge algo innecsario 0 superfluo desde el punto de vista socal, sno jestamente lo que tesponde vitalmente & una nece- sided de Ia comunidad. ‘Al redocr los juicios morales a Ja expresi6n de una acttud ‘emociona,o al efecto emativo que pueden prodvcir en otrs, las diferencias de juicos se convierten en diferencias emocionales yen tgor, no cabe hablar de diferencias o desncuerdos morales Porque nos juicios tengan valider y ottes, no. Cirtamente, el problema de Ta vider de un juicio moral frente a otro desape- FORMA ¥ JUSTIFICACION BE Los yuictos 229 rece, pues si el jicio ea» expresa una actitud emacional, y ab» expresn otra, ambos serén jgualmente vélidos. ive juiclo moral no es més que Ia expres de una emocién, cualguier emocién confiere vildes al jucio que la express. Los desacuerdos seria desacuerdos emotivos, ¥ no propiamente étcos. Pero si se aban- ddona el principio de que hen de exstirsezones para formular un juicio mozal, que son las que le dan vader frente's ottos, y se hace dela actitud subjetiva la eraxén dima, se cae por un lado cen el irzconalismo (20 bay tazones para formolat un juiclo ‘moral, y, por tanto, no puede ser justifcado), y, por otro en el ‘elatzismo (todos los juicios morales son igualmente vilidot, 0 todos pueden ser jgualmente justfiados). Pero si cada quien valora un mismo acto, o tata de influ en los demis a través del prisma de su ectitud emocional pro- pia, cedmo se puede regula el comportamiento de los indviduos e una misma comunidad, y ofmo puede hablerse incluso de un omportamiento verdadero moral? Si todo es igualmente véido y todo se halla igualmente justificdo desde el punto de vista ‘moral, la consecuencia légica no puede ser més que ésta: todo csté permitdo, Nos hallamot as{ en pleno anoralisme, 3. Et mrutciomisuo rico A diferencia de los enor ten que en los jueios morales que incayen el téxmino «bueno», ‘que determinan deheres, se atibuyen propiedades a ecos, pet: fonas o cosas y que, en este sentido, dicen algo que puede set considerado verdadero 0 falso. Pero, al hablar de propiedades, procuran marcar claramente so distancia respecto de los natu. alist éticos que identifican lo «bueno», que es una propie- ad no natural, con elo deseados, por ejemplo, que e¢ una propiedad natural 0 fictics. (A este intento de definir una peor Piedad no natural —como «buenor— a base de propiedades ne- turds, le Thmna Moore la «flaca naturalista.) En contaposicin 4 los naturists étcos, Ios inwicionistas sostienen que Is bonded Ia obligaoriedad (la estimacién de que 230 trea algo constituye un deber) no son propiedades que puedin see dobservades emplticamente, sino propiedades no naturales que ro pueden ser aprehendidas por Ia observacign empirica ni tem ‘poco por un proceso raconal de anlsis y demostracin. Lo bue. ho es indefinibe, segin Moot y los deberes fundamenteles os imponen, de acverdo con los inuiconistas Prichard y Rose, sin necesidad de prueba, como algo evidente de suyo. Es deci, Se captan de un modo directo e inmediato;o sa, por la via de a Los juiios moles, por tanto, son inuitivos 0 autoevdenes 4, en consecuencia, podemos coniderarlos verdaderos sin nece ‘sided de recurrir & ninguna procba empitica 0 a razonemiento algono. Ahora bien, esta justfcacién del juieio moral por la via intuitiva tiene que acer frente a una serie de objciones Sefilemos, en primer Ingar, que el intuicionismo ico no cexplica satisfactoriamente lo que entiende por propiedad nati- zal, ala que pertenecen la bondad y la propiedad de ser un deber Si no son propiedades empitias,sensibles —y, en verdad, no lo fon, gante qué tipo de propiedad nos enconttamos? Se nos dice {que no son empiticas o fisicas, pero, a su vee, no se afima que sean propiedades fomanas o sociales (bueno u obligatorio slo pata el hombre). Los intuicionstas nos dicen que ron propied- des nica, simples e indefinibles con lo cual adquieten un este tuto un t2nto misteios0 o sobrenatora. Pero ls fallas del inuicionismo ético no se reducen ¢ Ia que scabamos de seflar, ya que ha de cargat también con las propias el intuicionismo en general. Veamos, en particlar, lo que suce de cuando surge una dscrepanca Supongamos que existen las propiedades no naturales del tipo de las sefsladas —como la propiedad de que algo cons taye un deber— y se formulan dos juicios acerce de esta prope: dad sobre a base de su aprehensidn direc e inmedata, Si dor personas (4 y B), en unt misma situacién, intuyen respective mente dos deberes que se contraponen (A intuye que ambos de- ben cumplit una promesa que ante hicieron, y B, que no deben cumplila), geudl de ls dos intuiiones serd vida? cO lo serdn amas? Pero las dos no pueden serlo —como sostendran los eme- 3 FORMA ¥ JUSTIFICACION DE Los yutctos 231 tivistas—, ya que para los intucionstas no se teata de acitudes| emocionales diferentes, sino de diferentes modos de sprchender tuna propiedad normativa, 0 algo que constituye un deber. En fonsecuencia, en unn misma situaldn, la aprehensiéa intitva eA en el sentido de que se debe cumplir la promesa ex correct, fn tanto que le de B que expresa justamente lo contatio es cerns. ero supongemos que A y B, conscients de que sus intucio es son contradicoras,reconocen que uno de los dos exté equi> ‘orade, ge6mo determinat evil de ellas es vilida?, y, a la vez, esto justficar —frente 2 la otra su validez? Si ambas son ‘evidentes de euyo y si, por otto ado, no se puede recurir a nin ‘pana prucha 0 demostracién que vaya més allé de la evidencia tnisma, et indudsble que A y B, ante esas custiones, se encon- tranin en un callején sin salda, ye que ninguno de ellos puede justificar Ia valider dl juicio moral respctvo Rewlta asf que el intucionismo, al sostener que los juicios morales se refiezen « propiedades no naturales aprchendidas di- feeta e inmediatamente, no admite la poribilidad de que dichos juicie pueden justficarse raconal y objetivamente; es decir, ‘que puedan darse razones en favor de su valde, 6, LA JUSTIFICACION RACIONAL DE_LOS JUICIOS MORALES Con respecto al problems del significado o naturales de Tos juicios morales, as como de Ia jusifieacién de su valiez, las dos posicones que acabamos de examinar levan respectivamente a las siguientes conclusiones:) los jucios morales no pueden set cexplicados, ya que son solamente Ia expresiin de una acttud tmocional,o de la tendenca subjtiva a suscitar un efecto emo- tivo en otros ran por lz cual so se justifin emocionalmente, decix, de un modo itracional (emotivismo); 6) ls juicios mo- tales cumplen una funciéa cognosciiva, ya que en ellos se apre- Frende una propiedad valiosa, pero como esta eprehensidn es intuitva (0 se, ditecta e inmesdita), no se puede dar razones a 232 ‘rica en favor o en contra de ellos y, por consiguiente, no pueden set justfieados racionalmente (icuionismo). ‘bien, Ja naturaleea misma de Ja moral, y tanto més cuanto més se eleva y enriguece en el curso de su desenvol Imiento histérico-ocal, exge une justifiacinracionl y objet de los juicioe morales” Ya hemos sefalado que la moral cumple tuna funcién necessri, como medio de regula de la conducta de lot individuos, del que no puede prescindir ninguna comuni- ddad humana. Hemes vist, asimismo, que los principios, valores yy norms, conforme a los euales se establece socalmente esa re aulacién, han de pasar por la conciencia del individuo, quien de tte modo los hace suyos o interiorizs, conformando asi volun: tariamente sus propiasacciones, o exhortando a los otros @ que se sjusten a ellos, de un modo también voluntatio y conscinte ‘Pero, en las primeras fees del desarrollo socal, 0 en las sociedades primitivas« las que corresponde una moral primitiva tambiéa, los individvos se caracterizan, desde el punto de vista moral, por eu débil expacidad de intesiovizacién; se ajustan Ist ‘norms no tanto por un convenient fatimo como pot la fuer za de [a tradicgn y la costumbre: porque eas se ha echo siem- pre» o casi lo hacen los demo. La josificacién racional de lot juicios morales es muy pobre; el cédigo moral de Ia comunidad se acepta en general sin necesidad de que haya que justifcar en cada caso su splicacién, Abora bien, a medida que se recome ‘nuevos y largor tzamos en el desarrollo histéxico-social de la hhumanidad, y se eleva y enriguece su moral, y sobre todo, al ir aadquitiendo ésta —ya en los tiempos modernos— un contenido Inumenista, a justificacién vacional se hace cada vez més nece- sia para que pueda cumplit més firmemente su funcién social regulativa, El trdsito de una moral fundada en la costumbre y Ja tadicién a una moral reflexive; o también, de una moral he ternoma, tuprahomang, 2 otra, autGnoma, fumanista, se pone de manifiesto en la necesidad cada ver mayor de una justi ‘i6a sacional de las normas y Tos actos morales, EL verdadero comportimiento moral no se agots, pues, en el reconocimiento de determinado cédigo por los individvos, sino {que reclama, a su ver —y a esto tiende el progreso moral—, la _ FORMA Y JUSTIFICACION DE LOS juIcios. 253 justficacién racional de les normas que se aceptan y_aplican YY es aqui donde la ica, como teons,contibuye a despefar el car sino de uns moral més elevads, eselarecendo el problema de si, en primer logar,cabe una jusificacién racional de la morl, 5 paticularmente, de sus juicios de valor y notmes, y, en se ‘pundo, el problema de euiles seriin —si esta jusiicacién es posible— las razones o los criterios jusifieativas que podean sponarse, ‘Ya hemos rechazado dos respuestas negatives @ este. dos cuestiones: las del emotivismo y el intuicionismo, Pero el re chazo de sus argumentos no he hecho sino plantesr con més fuerza ain el problema de la necesidad y posiblidad de justiiot racionalmente los juicios morales. Abordemos, pues, directs: mente el problem. 7. La ecuttona pe Hon» Desde hace ya tempo se proclame que noe estécetrado un ‘amino para justifies racionelmente Tos juicios morales: dedu- tir lgicamente de algo que es, lo que debe ser; 0 también: de- rivar de un jueio fétco un juicio normative. Con este motivo, se sule invocr el sigulente pasaje de Hume (de su Tretado del ‘rtendiniento humana): «En todos ls sistemas de motalidad que Jpemos examinado hasta abora se habsé observado siempre que cl autor, durante cierto tiempo, se expresa de un modo habi- tual, y establece Ia existencia de Dios, o hace observaciones so- bre los asuntos humanos; pero de pronto sorprende encontrarse con que —en ver de los verbos copulativos entre proposiciones "ser" y “no ser"— no hay ninguna proposicién que no. esté cnlasada por un “debiera” 0 un “no debiere”, Este cambio et imperceptible; sin embargo, tiene una gran importanca. Porque dado que ese "debiera” 0 "no debiera”expresa una nueva relaién © afirmacién, es necesario que se la observe y expligue; y al ‘nismo tiempo que se da una raada para algo que nos parece totalmente inconeebible, deberi explicésenos emo puede ser esta neva relacién una deducci6n de otras que son totalmen- te diferentes i —_—_—— 234 ‘erica Ente argumento es considerado tan demoledor que Max Black lo llama la egullosina de Humes. Todo el que intente pasar de tun ef « un debe ser, como se pasa de uns premisa a uns coneli- fiéa, habré de resignaree a eset bajo esa gulloting. Doscientos siios mis tae, G. E. Moore viene a reforzar el argumento de Hume con su famosa faacia natralista», de acuerdo con la cual no se puede definir una propiedad no natural como «lo bue- ro» a base de propiedades naturales; lo que quiere decir que no ‘© puede pasar Iigicamente de lo naturel (lo no étco) a To no natural (lo étio). Pero, volviendo a la «guilotina de Hume», tal como se nos presenta en el pasaje antes ctado, bay que re tonocer que lo que cae bajo ella es el intento de deducir una conelusién que contiene algo (un edebe ser») que no estaba con- tenido en a premisa (un aes»), Tal winsto, ciertamente, es ile- timo deide un punto de vista lépio, pero ello no significa que fl reino del deber ser no tenga ninguna rlacién, o incluso no Fhunda sus rales, en el mundo del ser; © que entre el hecho y cl lor (en exte caso la bondad, o el deber) exista un abismo Insalvabe, cosa que ya rechazamos anterormente al ocuparnos de los valores. Como no exsten los valores ens, sino pura y simple- mente hechos u objetosvaliosos, tal dicotomfa carece de sentido. ‘Pero volvendo al punto que nos interesa en este apartado, y teniendo presente sobre todo Tos juiios normativos, puede acep- tare que la norms moral —que implica un edeber ser»— no puede ser identfcado con el mero registro de un echo, es de- con un jucio fitio. Ast, por ejemplo, las normas eno hagas ‘otro To que no quieras que te hagan a ti, o «debes poner fos intereses de In patria por encima de la amistad, etc, no infor rman acetea de fos hechos y, por tanto, no pusden jutfiarse 4 base del comportamiento efectvo de los miembros de la comu- hidad, Las normas sefalan €l deber de que los individuos ajus- ten su condvcta a las normas en cuestin, Puede ocurtir que tal comportamiento preserito no se dé efectivamente y que, por el Contraio, los individuoe actéen en contradieciGn con ellis. Pero festa contradiceién que implica la inexistencia total 0 parcial de Ja condueta debida, no anule le valider dela norma, Mas, ineu- so aungue tal contadiccién no se diers, y el comportamiento ————_— FORMA Y JUSTIFICACION DE Los CIOS. «235, efectivo de los miembros de la comunided respondiera «lo que prescribe In norma, el juicio fdetico acerca del comportamiento predominante en la comunidad (todos hacen x, es dest, cum plen la norma haz x»), dicho juicio no podtialeitimar ojust- fica Ia norma, porque &ta nose deduce ldpicamente de . Antes pusimos el ejemplo de una norma que consideramos vélids, aun {que entre en contredizcién on Ia conducts efectiva de los mien bros de la comunidad, y cualquiera que sea el grado en que = dé esa conducta. Ahora podemos poner un ejemplo conteario pera corroborar lo mismo: en los Estados segregacionstas de Norteamévicn la mayorla de Ia poblacién no considera que sea reprobable moralmente humillar 0 maltatar a un negro sin em bargo, no se podria aceptar en modo alguno que las normas que presciben ese comportamiento, y que la poblacién blanca hace suyas, son vids. “Vemos, pues, que lor jucis flcticos acerca del comporte- miento efectivo de los hombres de una comunidad dada no pue- den justfcar las normas que prescriben ese comportamiento. ‘A su vez, cuando se reprucha moralmente una conducts domi- rnante (como suctde en los puses ea que todavia se practca el racism), se hace conforme ¢ normas, 0 a un ebdigo moral, que contradic el eompoctamiento que predomina en le comunidad. ‘Asi, pues, lo que se debe hacer no puede justificatse en ess casos on lo que los individvos hacen realmente Por otro lado, silos jucios morales pudieranjustificaree re currendo a los hechos, a una situacién efetiva, se caecerla de criterios pata jestificar el comportamiento moral opuesto de dos comunidades distints, a menos que se adoptara con todas sus consecuencias est conclusin relativisa: se justifica el compor- tamiento de diferentes individuos o comunidades humanas por J sencille ra26n de que asf se comportan efectivamente. No hi- bia, por tanto, razén alguna pata condenar morslmente certs forma de condvcta predominante en le Alemania nazi o, en la actualdad, en los pases que sufren todavia las précticas del re tirmo 0 del colonialism. ‘Ahora bien, Iz imposibilidad Wgica de que un juiio moral rormativo (un adebe ser») se deduzca de un juicio féetio (un 236 rica ccm), 0 de qu lo fit se ete necesramente a Ta extegora $e theta os eure dc gue cl hecho tenga vale de ors af Shap gue el valor pues dare al margen del hecho, gut la eens sug fake al atgen de a readad humana Cen Ent dino signin, por consent, que ses Getto “xo so pr hemes subayado~ que It noma 90 puede deivase Tigeamente de un jis fit, no por ell pende en el aie ‘elo so eave nade ue ve on fo Becks, Al Pot een flo, ben es verdad que la ora «aos debe dsciningy a ic por motives suieoe no punde define Iiicamene dl Fico fur fntrma seca del ead efeevo en ge se eam Teien'un pls unn ara sopuestumente fro, Independiente ete de oe In drminain sen prcada por lr mayore “T itssmedild por une minor infin de ell a orm mi A Sfonde tuna ace de bso que relaman au formulae J spin: 2) i dcrimingciGn prodoce humilaciones y 50 Luks oy la dscrminein eo, 4 su Ye, usu tebe txplotaca evonénica ye, por el, fate de miei y dol See Stee) csc demacsts ue bay ans if [pts toler ets hechos reclaman In sbalcign de leds esha tach, © impale a el, y Ta noes responden 4 tse nce ‘Aa put, aunque les sormas no puedan derease Tyce smeate ots act de ot bacon lado, bay ue Te IP fos para comprender ov exerci so secesidd Schl © Fico a wld, apogee come habremos de yer ene apa ge tiene so bata poy en hs ecos ps jsf be de se “ ra sellin de Hue oo veda secu a julos faci pom coomcar en los stones en favor de unio Meese aan ranoes —jotanente por daar de Tos be Jae Wleden denputecr cn el tempo, 0 tambida sobs semiduad at ropersvanente sow alain oun ensigue Cfsieno del valde de la nota coespondiente. “Fa et gue man puesto de rive a vedanta ente lar bec ya nova, © ete Ts fucis Flsicos Tos FORMA ¥ JUSTIFICACION DE Los yumctos. 237 rormativos, podemos examinar los ctiterios fondementales de justfcacén de les normas morales 8. Cerrenios pr susrrrtcactén Monat. A nuestro juicio, pueden distinguirse cinco citeios funda: mentale de justiticacién de las normas morales, Como veremes, estos criterios exigen forzosamente que no coasideremos Ia nor: ‘ma moral como algo absoluto, supeahumeno @ intemporsl, que existe en si y por s, sino eomo un producto humano que sole- mente existe, vale ¥ se justifica como nudo de relaciones. La consideracién de la norma de estas diversas relaciones da lugat alos siguientes critesios de jusificaién —social, préctice, Lig , centificsy dilécica— de su vlide; eiterios que, a su vez, se huallan tambiéa en una mutua reac, 1. Le jusificaciow soil, —En evento que la moral cumple Js funcién socal de asegurar el comportamiento de los indie duos de una comunidad en certs dizecidn, toda norma rerponde 2 imcereses y necsidades sociales, Sélo le norma que erige la conducta adecoada,o sea: la que Se ajusta a esos intereses 7 ne-

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