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Capfruto If PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL, ESTADO Y DERECHO PYNE EI marco histérico, socioecondémico, cultural y patiticn Premisas, factores, procesos . 7 . Naturaleza, rasgos, efectos Revolucién Industrial, economfa mundial, sistema politico” internacional 72 73 88 96 CAPITULO II PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL, ESTADO Y DERECHO Revolucién Industrial es concepto que, desde el siglo XIX en adelante, comienza a ser referido al conjunto de mutaciones (técnicas, econémi- cas, sociales, culturales, politicas) que, entre mediados del siglo XVIII y mediados del XIX, producen el despegue industrial de Gran Breta- fia, y le aseguran décadas de preponderancia mundial, antes de sufrir la rivalidad y competencia y los esfuerzos de desplazamiento y relevo por parte de las nuevas potencias en ascenso, y los éxitos en su logro. La denominaci6n es polisémica, abarca contenidos y significados diversos. Es un proceso econémico y tecnoldégico, pero en interrelacién con aspectos, niveles y procesos de tipo social, cultural, polftico-estatal, militar, a la vez nacionales e internacionales. En su origen y desarrollo, en sus proyecciones y prolongaciones en el resto de Europa y del mundo, la Revolucién Industrial nunca Hega a ser un fenémeno netamente definible, sino m4s bien una combinacién de problemas y procesos usados, en un espacio y tiempo dados. Es una totalidad que abarca e integra revoluciones sectoriales en la agricultura, la demograffa, el transporte, el comercio, la industria, la tecnologia, 1a ciencia, la cultura, la opinién publica, la polftica, la guerra, el Estado, el derecho. La Revolucién Industrial, a la vez que presupone y requiere, se identifica e integra con una constelacién de dos parejas de fenémenos- procesos de gran amplitud, profundidad y trascendencia, como dos esferas interactuantes. Por una parte, el desarrollo del capitalismo en una serie creciente de pafses centrales, y el ascenso de una economfa cada vez mds mundial. Por la otra, el desarrollo del Estado moderno y del sistema interestatal © internacional. nR REVOLUCION TECNOLOGICA, ESTADO Y DERECHO 1, EL MARCO HISTORICO, SOCIOECONOMICO, CULTURAL Y POL{TICO La Revoluci6n Industrial (inglesa primero) en tanto fené6meno-proce- so econémico-tecnolégico tiene su correlato polftico en la Revolucién Francesa. Ambas se producen en un mundo caracterizado por una cons- telaci6n de problemas y procesos respecto a los cuales aquéllas son a la vez reflejos, productos, factores, e intentos de solucién, especialmente Jos siguientes: a) Cuestién agraria: relaciones entre propietarios y cultivadores de la tierra, y entre productividad y poblaci6n, y soluciones nacio- nales especfficas. b) Cuestién demogrdfica: expansién por aumento de nacimientos respecto a defunciones, excedente poblacional, ruptura del equi- librio precario entre subsistencias y habitantes. c) Vasto redespliegue del comercio vinculado a la explotacién co- lonial, y avance del dominio europeo sobre el resto del mundo. d) Florecimiento de la manufactura, en vias de transformarse en gran industria. e) Aplicacién de la técnica y la ciencia a la producci6n, y aumento de su influencia en la cultura, la sociedad y la politica. J) Contradicciones y conflictos entre aristocracias y burguesfas. g) Clima de fermentacién social, cultural e ideolégica, polftica, y demandas de renovacién y reforma, bajo presiones internas y ex- ternas (rebeli6n colonial, rivalidad internacional). h) Demandas de modernizacién del Estado, en cuanto a los princi- pios y prdécticas de libertad politica, de conciencia y unidad nacio- nales, y de eficacia aplicada al crecimiento y la modernizacién, a la competencia y supremacfa internacionales. La Primera Revolucién Industrial tiene su comienzo y paradigma en la Inglaterra de mediados del siglo XVII, a partir y a través de ante- cedentes y bases que se van dando y acumulando desde la época isabelina y el siglo XVII. Es la primera de una serie que sigue desple- gandose hoy y proyectandose hacia el futuro. Es una ruptura histérica, una mutacién comparable a la Revolucién Urbana del Neolitico. Sus prin- cipales indicadores se refieren a un stibito y agudo ascenso de las principales dimensiones econémicas: productividad, produccién, en una serie de industrias y servicios estratégicos (transporte); paso a la pro- ducci6n en masa; renovacién completa de actividades industriales; rup- tura de los Ifmites a la capacidad productiva, para la multiplicacién PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL, ESTADO Y DERECHO BB constante e ilimitada de personas, bienes, servicios, riqueza, empleos; por ende, afirmaci6n de la preponderancia de la industria en el conjunto de la economia. Se van dando las condiciones y rasgos de] llamado “despegue hacia el crecimiento autosostenido”. Se van modificando radicalmente las relaciones de fuerzas en el escenario mundial.’ 2. PREMISAS, FACTORES, PROCESOS La Primera Revolucién Industrial resulta de una combinacién de circunstancias especfficas en Inglaterra, excepcionalmente favorables e interconectadas, sin que pueda hablarse de un “primer motor”, ni de causalidades linear-mecdnicas. Aquéllas son sobre todo las siguientes: a) Previo enriquecimiento de la nacién inglesa. b) Reajuste polftico secular. c) Revoluci6n demogréfica. d) Solucién especffica al problema agrario. e) Papel de los “hombres nuevos”’. Sf) Condiciones generales favorables: hierro, carbén, capital general, mercados, sistema financiero y banca, relaciones ciencia-técnica- empresa productiva, fondo de inversién. g) Disponibilidad de un proletariado. h) Existencia de una industria motriz (textiles) y de una cadena de in- novaciones técnicas entrelazadas con aquélla (textil, bienes de capital, m4quina de vapor, metalurgia y siderurgia, ferrocarril, transporte fluvial y marftimo). 1. Inglaterra es ya a mediados del siglo XVIII una nacién enrique- cida, en la agricultura y el comercio, en beneficio de una nobleza y burguesfa que se involucran e identifican con lo mercantil, lo financiero y lo manufacturero y establecen crecientes interrelaciones. Las rentas y 1 Sobre la Primera Revolucién Industrial puede verse, dentro de una ya gigantesca literatura al respecto, Paul Manthoux, La Révolution Industrielle au XVIIle. siécle, Paris, 1959; David S. Landes, L’Europe technicienne, Révolution Technique et libre essor industriel en Europe Occi- dentale de 1750 & nos jours, Paris, Editions Gallimard, 1975; Cristopher Hill, Reformation to Industrial Revolution, Penguin Books, 1969; E. J. Hobsbawm, Indusiry and Empire, Penguin Books, 1976; Louis Bergeron y otros, La época de las revoluciones europeas, 1780-1848, tomo 26 de la Historia universal, siglo XI, México, Siglo XXI Editores, 1976; Guy Palmade, La época de la burguesfa, volumen 27 de la Historia universal, siglo XXI, México, Siglo XXI Editores, 1976. 74 REVOLUCION TECNOLOGICA, ESTADO Y DERECHO ganancias de aquéllas nutren un mercado de consumo en gran escala, una expandente demanda, y una masa disponible de recursos invertibles. 2. El capitalismo y la industrializacién de Inglaterra se benefician, ademés, de un reajuste politico secular. El mismo produce y se iden- tifica con la unificaci6n; la mercantilizacién de la sociedad; el compro- miso y el ensamblamiento entre aristocracia y burguesfa; la vinculacién de la propiedad y la ganancia al poder y al gobierno. Una burguesia relativamente liberal pero sobre todo antirreglamentaria contribuye a una Situaci6n de menor peso de la administracién y de su aparato, de mantenimiento del orden y el consenso a través del despotismo de las costumbres. Gran Bretafia tiende a ser, hasta cierto punto, un pafs que resulta menos administrado que autogobernado. Una sociedad difusa, estructurada por redes de grupos, adquiere hasta cierto punto una con- Siderable independencia de un Estado relativamente poco centralizado y autoritario, menos intervencionista en lo interno que en su papel de promotor y garante de la preponderancia imperial de Inglaterra en la economia y la politica mundiales. 3. Desde mediados del siglo XVIII se va dando en Gran Bretafia una revolucién demogrdfica que en el siglo XIX se extender4 por Europa y el mundo. Ella resulta de la baja en la tasa de mortalidad producida por la desaparicién de hambrunas y epidemias, por los progresos de la higiene y la medicina, y por una mayor producci6n y una distribucién y circulacién mejores de los medios de subsistencia. Resulta también del alza en la tasa de natalidad (matrimonios mds numerosos y tempra- nos). El crecimiento demogr4fico favorece la disponibilidad de mano de obra y de consumidores, la rentabilidad y acumulacién de las em- presas, la expansién de los mercados internos. 4. Gran Bretafia se va dando, en el siglo XVII, una solucién espe- cffica al problema agrario, como parte de una cadena de cambios. La expansién demogréfica, urbana, comercial y manufacturera requiere el mejoramiento de la producci6n agrfcola mercantil, y para ello una doble revoluci6n, social y técnica, en el agro. La revoluci6n social se identifica con la destruccién definitiva de la comunidad campesina medieval y de las formas de agricultura colectiva, y su remplazo por la explotaci6n individual moderna. Un segundo movimiento de cercamientos (enclosures), a partir y a través de nume- rosas leyes del Parlamento entre 1700 y 1810, prescribe el cierre de campos, praderas, tierras abiertas y comunes; arruina campesinos sin tierras y pequefios propietarios. La propiedad rural se concentra en grandes dominios, m4s adaptados y rentables; beneficia a la aristocracia tural; constituye un sistema de grandes arrendamientos, explotados por PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL, ESTADO Y DERECHO 78 granjeros capitalistas, pequefios y medianos propietarios, arrendatarios. Se incrementa la productividad agropecuaria; se libera para el trabajo industrial en las ciudades a una mano de obra agricola, artesanal y de industria doméstica; se contribuye a la constitucién de un proleta- riado industrial urbano.” La revoluci6n técnica supera la barrera milenaria a la productividad agricola, representada por la rotacién de cultivos bienal o trienal, que obliga a dejar tierra en barbecho un afio sobre 2 6 3, 0 un tercio de superficie cultivada cada afio. Se remplaza el sistema tradicional por la rotacién cuadrienal, que asocia dos afios de cereales a dos de rafces y/o plantas forrajeras. Ello permite la disponibilidad de alimento abundante para animales en invierno, el aumento del ntimero de cabezas de ganado y la ceria, los abonos naturales. Se desarrolla la cria sin extender cl barbecho en detrimento del cultivo; se mejora los suelos con abono de la crfa. Nuevos métodos de crfa racional usan la selecci6n, las cruzas y dosajes precisos de alimentos. La agricultura britanica se vuelve la més productiva del mundo. Los métodos de cultivo y cria se benefician con el progreso general de la agronomfa, y progresan también en otros dominios y con aporte de la tecnologfa y la ciencia: drenaje; aplicacién de la quimica, v. gr. con los abonos artificiales; aplicaci6n del maqui- nismo a la agricultura. La mayor productividad agricola permite: mejor alimento para una poblacién creciente; liberaci6n de mano de obra excedente para la industria; acumulacién de capitales para el financiamiento de sectores econémicos mds modernos. La Revolucién Agraria es condicién de la Industrial; alimenta una poblacién no agricola con medios de subsisten- cia mds baratos y salarios estables, liberando poder adquisitivo para compras de manufacturas. El aumento de la produccién agricola estimula industrias que usan materias primas agricolas (molinos, cervecerias, desti- lerfas); estimula también inversiones en herramientas, instalaciones, cons- trucciones, mantenimientos, industrias metaltirgicas y de implementos agropecuarios, construcciones navales, puertos, canales. 5. Uno de los principales protagonistas de la Revolucion Industrial es el grupo de hombres nuevos. Son estos exartesanos y exgranjeros, con empuje de pequefia burguesfa rural, conscientes de la importancia de la técnica, con pequefio capital, alto interés en el progreso tecnold- gico y de la inversién. Los favorecen las nuevas oportunidades econé- micas, el sistema social relativamente flexible y favorable a la movilidad 2 Ver E. P. Thompson, The Making of the English Working Class, New York, Vintage Books, 1966. 6 REVOLUCION TECNOLOGICA, ESTADO Y DERECHO social, un clima cultural y una actitud mental que estimulan la propen- sin a la iniciativa, a la innovacién y al riesgo. Nuevas oportunidades se identifican con la realidad y/o la esperanza de altos beneficios, mercados en expansi6n, financiamiento por asociacién con ricos comer- ciantes. El clima cultural tiene que ver con la creencia en la posibilidad de eliminar obstéculos a la produccién; con la difusi6n del espfritu newtoniano; con una mentalidad de empresa innovadora y capaz de asumir riesgos; con la nocién moderna de unir el lucro relativamente més reducido con la fabricacién masiva. La tradicién puritana contri- buye con una nueva actitud hacia el trabajo y el beneficio; 1a valoriza- cién del esfuerzo sin tregua, del éxito como confirmacién de la predestinaci6n divina; el ascetismo favorable a la acumulacién. 6. Gran Bretafia disfruta, adem4s, de condiciones generales favora- bles. Dispone de vastas reservas de carb6n y hierro, y de un capital general necesario a toda la economfa: buques, puertos, red de rfos y ca- nales navegables, infraestructura de mercados, sistema financiero y ban- cario. Su mercado y su comercio interiores no estén limitados por barreras aduaneras ni fronteras internas 0 externas. Gran Bretafia es una unidad econémica integrada, donde hombres, capitales y mercancfas se mueven libremente. El consumidor inglés se beneficia, desde el siglo XVII, con un aumento considerable de cantidades reales de productos vitales para el consumo y el nivel de vida. La producci6n industrial encuentra asf un mercado interno favorable por Ja vitalidad comercial y el precoz desarrollo de un consumo masivo. La combinaci6n de un mercado interno integrado y en expansi6n, y de la presi6n de un mercado exterior, europeo y atldntico, en plena expansién desde la segunda mitad del siglo XVII, estimula la fabrica- cién masiva de artfculos de gran consumo, cuya demanda aumenta a tal ritmo que los métodos tradicionales resultan incapaces de satisfacerla, induciéndose asf la revolucién tecnolégica. Otra condicién general favorable a 1a industrializacién y el crecimien- to fue la acumulacién de capital en el comercio y las finanzas, el desarrollo del sistema financiero y de la banca, la disponibilidad de fondos a baja tasa de interés (3%), la consiguiente reunién de condi- ciones para el salto de la inversién productiva en la industria. El éxito de las innovaciones técnicas y del incremento del capital fijo deriva ademas de la necesidad de inversiones iniciales modestas; del predomi- nio en las primeras décadas de la Revolucién del autofinanciamiento de los propios grupos industriales, favorecida por altos beneficios, y por el estilo de vida austero y ascético de aquéllos (poco gasto en consumo de beneficios, mucha reinversién). PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL, ESTADO Y DERECHO 7 Los considerables capitales acumulados por un comercio exterior con saldo positivo, como reservas metdlicas en las cajas del Banco de Inglaterra, intervienen en la Revolucién Industrial al proporcionar a las empresas industriales un capital circulante que predomina en el conjunto de los capitales necesarios a las empresas. Las casas de comercio maritimo, de importaci6n y exportacién, mayoristas del comercio inte- rior, los comerciantes-fabricantes, constituyen una sociedad mercantil rica y emprendedora, que acttia como auxiliar de la Revolucién Indus- trial, a través del creciente uso del crédito comercial, las cuentas co- trientes, los pagarés, los cheques, y de la excepcionalidad del pago al contado. Gracias a todo ello, pequefias empresas con capitales limitados se lanzan a la fabricacién de gran volumen. En el mismo sentido opera el avance mds 0 menos continuo de un sistema bancario dinémico y poderoso. Su principal centro y polo de desarrollo es el Bank of England, fundado en 1694, que adopta la forma de una sociedad anénima, con aportaciones de accionistas privados y la garantia de diversos impuestos sobre cl comercio maritimo y sobre la cerveza. El Banco de Inglaterra es a la vez de gobierno, con privilegios y responsabilidades, y privado, con accionistas e inversiones. Ademaés de hacer todas las operaciones de los bancos privados, se le encarga al Banco de Inglaterra, a cambio de distintos privilegios, el otorgamiento de préstamos al Estado, del que coloca bonos de tesorerfa. Asume la funcién de principal emisor de moneda, con uso general de sus billetes; depositario de la reserva monetaria Ifquida de la nacién; de banquero de banqueros, prestador de wltima instancia. Al Banco de Inglaterra, polo y eje de un s6lido sistema financiero, se va agregando una red cada vez mas extensa y densa de bancos privados, de Londres y de las provincias, que se vuelven bancos de depésito con creciente capacidad para recibir en depésito, incluso de pequefios ahorristas, un capital disponible para riesgos, para otorgar préstamos, para operar como ban- cos de descuento. Una ley de 1826 autoriza los bancos por acciones, que se multiplican para satisfacer las necesidades de expansi6n industrial y comercial. Se establece la Camara de Compensacién entre bancos, y la Bolsa de Valores que va cotizando un creciente ntimero de acciones. Satisfechas las necesidades de acumulacién para la expansién interna, el crecimiento del capital permite el comienzo de su exportacién para inversiones en el extranjero que, en fases ulteriores del desarrollo in- dustrial, alcanza niveles fantdsticos y se vuelve factor esencial de la prosperidad briténica.’ 3. Ver Fernand Braudel, Civilization and Capitalism 15th-18h Century, New York, Harper and Row, 1984, volume 3, The Perspective of the World, especialmente capitulo 6, pp. 601-609. 78 REVOLUCION TECNOLOGICA, ESTADO Y DERECHO 7. La Revoluci6n Industrial brit4nica establece particulares relaciones entre ciencia, técnica y empresa productiva. En primer lugar, debe tenerse en ‘cuenta que, en el precursor caso briténico, la tecnologfa ha sido condicién necesaria pero no suficiente de la Revoluci6n Industrial. Las invenciones ocurren antes que la capacidad industrial para conver- tirlas en innovaciones aplicables. La aplicacion de la tecnologfa se retrasa tras el movimiento general de la economfa; debe esperar la convocatoria de una demanda precisa y persistente, y el desarrollo de la propia capacidad para reducir precios. Pero la Revoluci6n Industrial ha sido —y debe ser— proceso continuo, que se va inventando a sf mismo sobre la marcha, multiplicador de aspectos, niveles y logros que se presuponen, entrelazan y refuerzan mutuamente. En segundo lugar, debe tenerse en cuenta la actitud dg Ja sociedad briténica para resolver dificultades técnicas y socioeconémicas mediante la innovacién. Esta ha sido, en Gran Bretafia, normalmente la obra de una sociedad de artesanos y pequefios empresarios, inteligentes y habi- les, en sus talleres. Ellos no disponen de conocimientos propiamente cientfficos como parte de su acervo personal, pero sf del empirismo de trabajadores manuales con prdctica cotidiana de su oficio, para la con- cepcién y ejecuci6én de nuevas técnicas. Semiindustrializada antes de 1760, Gran Bretafia es reservorio de especialidades en textiles y meta- les, y es sociedad donde se va difundiendo un interés general por la técnica y la ciencia. Esta actitud es compartida por, a la vez cientificos, técnicos y empresarios, y se manifiesta en relaciones fecundas para la invencién y la innovacién entre todos ellos. Los cientificos practican la experimentacién y se interesan por las aplicaciones industriales. Los empresarios se abren a los problemas de la ciencia y de la técnica. Precondicién y refuerzo de esta situaci6n favorable es 1a calidad de la for- maci6n impartida por las nuevas universidades calvinistas, y de la labor de las sociedades que articulan estudiosos académicos y empresarios industriales (Royal Society, Society for the Encouragement of Arts, Manufacture and Commerce, Lunar Society, Literary and Philosophica Society y College of Arts and Sciences). La Revolucién Industrial contribuye a la creaci6n de la ciencia que necesita, y ésta orienta algunas de sus investigaciones segtin problemas industriales.* Se ha destacado asf con justeza, entre otros por Paul Bairoch, que: 4 Ver J. Bronowski and Bruce Mazlish, The Western Intellectual Tradition, Penguin Books, especialmente capitulos 7, 10, 17, 18; Norman Hampson, The Enlightment, Penguin Books, 1976. PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL, ESTADO Y DERECHO 19 la gran mayorfa de los progresos técnicos que han acompafiado el co- mienzo de la revoluci6n agricola y [...] de la revoluci6n industrial fueron, no el hecho de cientfficos, sino de artesanos a veces iletrados que, empfricamente, pusieron a punto 0 mejoraron mAquinas y procesos téc- nicos [...] m4s que invenciones, pues en la mayorfa de los casos las méquinas empleadas en las primeras fases de la revoluci6n industrial fueron inventadas mucho antes que la fecha de su utilizacién prdctica. “La ciencia estaba poco presente en los desarrollos técnicos que acompafiaron el comienzo de este despegue econdmico. Y esto es valido en prdcticamente todos los sectores”. Esto no implica sin embargo la ausencia total de la ciencia. Las investigaciones recientes, por otra parte, han atenuado fuertemente la brecha que se ponfa en evidencia entre ciencia y técnica [...] Compa- rada con las otras grandes civilizaciones que debfa dominar con su revolucién industrial —dice Jacques Grinevald—, la cultura de la Europa Occidental no se distinguié tanto por su ciencia y/o su técnica, como por la alianza original y eficaz que logré establecer entre ciencia y técnica: desde la revoluci6n galilea, que instaura la ciencia instrumental modema, precedida ella misma por el renacimiento italiano de las ma- teméticas al cual fueron asociados los artistas-arquitectos-ingenieros del Renacimiento, ciencia y técnica mantienen, en Occidente y aparentemente en ninguna otra parte de este modo, un didlogo de més en més estrecho, en el cual nos es bien dificil discemir lo que corresponde exclusivamente a la teorfa (cientffica), y lo que corresponde a la prdctica (técnica). Este “‘carécter empirista de los innovadores que han jugado un papel muy importante en las técnicas utilizadas en las primeras fases de la revoluci6n industrial”, se ejemplifica significativamente en una diversi- dad de sectores, como el textil, el sidertrgico, el agricola. Inglaterra, “pafs cuna de la Revolucién Industrial, estaba lejos de ocupar, a prin- cipios del siglo XVIII, el primer lugar en Europa en materia cientffica e incluso técnica”.® En definitiva, el desarrollo de la ciencia europea y el nacimiento de la revoluci6n industrial han tenido pocas relaciones directas. Se trata de dos fenédmenos que deben mucho al espfritu de apertura que ha carac- terizado 1a civilizaci6n europea desde el comienzo del Renacimiento, 5 Paul Bairoch, Le Tiers Monde dans !'impasse, Paris, Folio Actuel, Gallimard, 1992, pp. 31-35. 6 Bairoch, cit. 80 REVOLUCION TECNOLOGICA, ESTADO Y DERECHO “pero cuyas rutas se han encontrado verdaderamente s6lo més tarde, hacia mediados del siglo XIX’’. [...] El carécter empfrico de las invenciones que acompajfiaron y favore- cieron los comienzos de la revoluci6n industrial, asf como la poca in- fluencia de las ciencias sobre la técnica en estas primeras fases del desarrollo [...] han tenido como consecuencia esencial que la construccién de méquinas y de equipos ha podido realizarse con el concurso de artesanos que disponfan tnicamente de técnicas tradicionales [...] no habia prdcticamente obstdculos a la difusién regional, pero también —lo cual es muy importante— internacional de los progresos de los procedi- mientos técnicos, si no inventados, por lo menos utilizados primero cn Inglaterra. En definitiva la simple informacié6n era para ello suficiente [...] las posibilidades de una imitacién con ayuda de una mano de obra no especialmente formada, [...] compuesta de artesanos tradicionales, eran una de las caracterfsticas esenciales de la técnica de las primeras fases del desarrollo. Por otra parte, [...] la construccién de equipos fue de hecho, durante bastante tiempo, parte integrante de las empresas que las utilizaban para la produccién. E incluso més tarde, cuando la especiali- zacién seré ya mas avanzada y la técnica mds evolucionada, no habré todavia ruptura entre la técnica tradicional y la técnica moderna. Précti- camente hasta fines del siglo XIX no habré un foso profundo entre el obrero especializado que construye y Tepara los distintos instrumentales [...] y el herrero o el calderero tradicional. Esta simplicidad de la técnica en las primeras fases del desarrollo, subraya también Bairoch, “ha permitido una industrializaci6n sin au- mento significativo de la parte de los recursos dedicados a la educaci6n técnica y general. Y esto no s6lo en Inglaterra, [...] sino igualmente en los otros pafses occidentales”.* La simplicidad de la técnica ha jugado sobre todo un papel mayor en Ja difusi6n internacional de la revoluci6n industrial [...], por la posibilidad de formaci6n r4pida de los “no técnicos” [...] Y es quizés ain mds importante el hecho que la débil separacién entre el saber hacer tradi- cional y la nueva técnica posibilitaba la imitaci6n [...] Asf, en raz6n de la simplicidad de la técnica, la circulacién de la informacién era gene- ralmente una condicién suficiente para permitir la formacién de obreros y cuadros; suficiente también para permitir la imitacién de 1a técnica 7 Bairoch, Le tiers-monde dans l'impasse, cit. 8 Ibid., pp. 109-111. PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL, ESTADO Y DERECHO. 81 nueva [...] La simplicidad de la técnica facilitaba enormemente la trans- misién de la innovaciOn, la cual permitia acelerar el proceso del desa- rrollo econémico. [...] Pero insensiblemente, a medida que progresaba, la técnica se iba volviendo mds y m4s compleja y apelaba m4s y mds frecugntemente a una ciencia que, también ella, progresaba muy répidamente. Como en toda gran revoluci6n técnico-cientffica de 1a historia, en la Primera Revolucién Industrial, técnicas y ciencias tienen desarrollos concomitantes y paralelos, en parte y cada vez més entrelazados e interactuantes; forman subsistemas y sistemas, hasta configurar un sis- tema global. El historiador Bertrand Gille ha mostrado en su monumental Historia de las técnicas que, a un periodo dado, y en una cierta érea geogrdfica, la técnica constituye un sistema global. Este concepto se funda en la observacién de la interaccién entre las diferentes técnicas de una misma época y la interdependencia de los progresos: “cada uno de los componentes de un conjunto técnico tiene necesidad, para su propio funcionamiento, de un cierto nimero de pro- ductos del conjunto. Esta relacién es evidente en el dominio de los materiales: si la siderurgia utiliza la m4quina de vapor, ésta necesita un metal cada vez més resistente para soportar las altas presiones, y luego el sobrecalentamiento”’. Mas generalmente, muchos productos necesitan la cooperacién de varias tecnologfas y de varias ramas de actividades, sea sucesivamente (fases de elaboraci6n del bien), sea de manera concomitante. Es necesario que aquéllas estén adaptadas unas a las otras cualitativa y cuantitativa- mente. Todo progreso en una rama crea una demanda en las ramas complementarias y obra como un incitador a la innovacion. EI ejemplo més tfpico y cl4sico se encuentra en los progresos alter- nados del hilado y del tejido en Ja Inglaterra del siglo XVIII, cuando cada invencién desencadena un fenémeno de capacidad excedente en la rama en que se hizo, y de insuficiencia en la otra. A menudo, una innovacién s6lo se vuelve econémicamente posible si se da un paso en otra rama: asf, el acero por oxigenacién depend{fa del progreso en la Ticuacién del gas.'° 9 Ibid., pp. 490-493, 10 Bertrand Gille, Histoire des techniques, Paris, La Pléiade, 1978, p. 19, citado en Rapport sur VEtat de la technique. La Révolution de I'Intelligence, Paris, Ministtres du Redéploiement Industriel et du Commerce, et du Ministére de la Recherche et de la Technologie, Sciences et techniques, numéro spécial, mars 1985. 82 REVOLUCION TECNOLOGICA, ESTADO Y DERECHO Como ocurrir4 cada vez m4s en las Revoluciones Industriales siguien- tes, observa David S. Landes, ‘en toda esta diversidad del progreso técnico, la unidad del movimiento es evidente, el cambio generaba el cambio." Desde la Primera Revoluci6n, sobre todo, cada tecnologia recurre a los conocimientos de varios dominios cientfficos. Las soluciones halla- das para un sector industrial pueden transponerse a otras ramas indus- triales. Progresos técnicos y cientfficos en la Primera Revoluci6n, y sus entrelazamientos e interacciones, pueden esquematizarse del modo si- guiente. A. Desarrollos tecnolégicos a) Recursos energéticos: carbén mineral; paso de la energfa hidréu- lica de los molinos a las m4quinas a vapor (1712, 1769, 1787), cada vez més potentes y moviles. Su aplicaci6n a fabricas, minas, barcos, ferrocarriles. b) Materiales: hierro: fusion al coque (1735); acero (1750); hierro pudelado y laminado (1783). Trabajo del metal. Paso a siderurgia en expansién constante, cualitativa y cuantita- tiva. c) Mdquinas-herramientas (1772-1799) d) Mdquinas textiles: Kay (1733), Hargreaves (1765), Arkwright (1767), Crompton (1782), Cartwright (1789). e) Construccién: puentes (1772), pilares (1780), armazones (1786). J) Transportes maritimos: a vapor, 1736-1772; en hierro, 1787. 8) Transportes terrestres. Cugnot (1769), Trwithick, locomotoras (1792), ferrocarril. h) Invencion de gran nimero de mdquinas agricolas, con el enorme aumento consiguiente en productividad. i) Dominio del fenémeno viviente: progresos de la agronomfa, las tecnologfas agropecuarias, la seleccién de especies, la medicina, la cirugfa, el dominio del dolor por los anestésicos, el conoci- miento y explotacién de los microorganismos (Pasteur). J) Estructuraci6n del tiempo: reloj mecénico, cronémetro. 11 David S. Landes, L’Europe technicienne..., cit. 12 Ver Landes, op. cit.; Gille, op. cit.; John D. Bernal, Historia social de la ciencia. 1: La ciencia en Ia historia, Barcelona, Ediciones Peninsula, 1967, quinta parte, VIII y [X. PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL, ESTADO Y DERECHO 33 B. Desarrollos cientificos, siglos XVIII y XIX @) Desarrollo de las principales ramas cientificas que Ilegan al pre- sente. En especial las siguientes: b) CaAlculo, inventado por Newton y Leibnitz, y desarrollado por Bernouillis, Euler, Lagrange, para uso en las mateméaticas mis- mas, en la fisica y la astronomfa. Invencién y difusién de 1a fisica newtoniana. Desarrollo de otras ramas de la fisica: electricidad y magnetismo, y bases para los avances tecnoldgicos en comunicaciones y en otros campos de utilizacién. Teorfas de la radiacién electromagnética, del calor y la termodi- ndmica, ley de conservacién de la energia. Mec§nica estadistica. Desarrollo de la quimica cuantitativa y experimental. Teorfa atémica. Tabla de elementos quimicos. Desarrollo de la espectroscopia como instrumento de anilisis quimico. Desarrollo de la quimica orgdnica. d) Progreso de la astronomia, teorfa y observaciones (astrofotogra- ffa). e) Geologia y paleontologia modernas. DJ) Embriologia. 8) Medicina: vacuna antivariGlica. Gérmenes y virus patégenos. Pastcurizacién de alimentos, cirugfa antiséptica. Anestesia. Desarrollo de medicamentos a partir de avances de la quimica y Ja farmacia. h) Nuevas fuentes de energia, y su aplicacién al transporte, las comunicaciones y la industria. ¢ 8. Otra condicién del despegue industrial es la disponibilidad de capital para el salto en la inversién productiva. El éxito de las innova- ciones técnicas se explica en parte por la necesaria modestia en las inversiones iniciales, hasta el momento en que las fuentes posibles de financiamiento para la industria se multiplican en némero, cuantfa y facilidad de acceso. El capital fijo necesario para impulsar las nuevas fabricas es proporcionado por los mismos circulos industriales, mediante autofinanciamiento 0 socios capitalistas, y luego por los capitales acu- mulados en el Banco de Inglaterra, que también comienzan a financiar 84 REVOLUCION TECNOLOGICA, ESTADO Y DERECHO el capital circulante. Las casas de comercio exterior e interior, en una sociedad cada vez més rica y emprendedora, los nuevos mecanismos ¢ instrumentos que ella va desarrollando, el avance y el perfeccionamiento creciente del sistema bancario, crediticio y monetario, tienen un papel crucial en el financiamiento de la Revolucién Industrial. A ello se iré agregando la exportacin de capitales para inversiones en el extranjero, factor esencial del crecimiento y prosperidad de Gran Bretafia. 9. La Revoluci6n Industrial briténica va logrando una disponibilidad adecuada de mano de obra, a través de un proceso de varios siglos que produce un proletariado. Este surge y se nutre de la disolucién del orden feudal, que libera mano de obra a partir de la liquidaci6n de cas- tillos, monasterios y corporaciones; de la acumulacién primitiva; de los cercamientos y la creciente competitividad de la gran propiedad rural. EI proletariado es constituido y se expande ademas a través de fend- menos y procesos tendentes a reducir los problemas de escasez de la fuerza de trabajo: el progreso técnico que multiplica invenciones mecd- nicas, la mayor atenci6n médico-sanitaria que contribuye al crecimiento demogrdfico y a la mayor robustez fisica de la poblacién. 10. Finalmente, la Revolucién Industrial britanica a la vez presupone e incluye, y crea o refuerza, una industria-nicleo y motriz, y una cadena o red de innovaciones técnicas en otras ramas industriales y sectores econémicos. Hacia 1760, existe una industria que ya ofrece recompensas excepcionalcs a los empresarios que expanden r4pidamente su produc- cin, mediante innovaciones sencillas y baratas, para un mercado mun- dial capturado por un Estado agresivo y monopolizado por una naci6n productora. La Revoluci6n Industrial se vuelve necesaria, a consecuen- cia de un aumento de la demanda de cierto tipo de productos manu- facturados, no satisfecho por la oferta todavia limnada por el sistema tradicional. Invenciones e innovaciones se van dando en la industria textil, en el vapor como nueva fuente de energfa, en la metalurgia, los ferrocarriles, el transporte marftimo. La industria-mticleo y motriz es la del algodén. Favorecida por la prohibicién de importaciones de textiles de algodén desde la India (1700, 1720), que a través del contrabando siguen siendo objeto de moda y uso generalizado, la industria briténica trata de producir telas de algodén de calidad y costo comparables, mediante la introducci6n de méquinas. La conquista sucesiva de mercados extranjeros permite a la industria britinica del algod6n combinar el espacio interno con el ex- terno, y aumentar cada vez més la producci6n a precios decrecientes compensados por el disfrute de mercados mundiales. La satisfaccién de la demanda de artfculos sencillos, que pueden ser uniformizados y PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL, ESTADO Y DERECHO 85 producidos mecdnicamente, incorpora una mano de obra inicialmente abundante, cuya escasez y carestfa posteriores ser4 neutralizada por continuos avances en la mecanizaci6n y la organizaci6n. El rapido ritmo de invencién, primero en el hilado y luego en el tejido, se traduce en innovaciones técnicas simples, baratas, autofinanciadas, logrables y or- ganizables por hombres medios, sin gran capital, que aprovechan los mercados, la inflacién de precios, la disponibilidad externa de materia prima barata (produccién con mano de obra esclava o servil, tierras nuevas). El avance precursor de la industria textil induce la adopcién de la forma fabril, la alta concentraci6n laboral, el surgimiento de ciudades industriales modernas (Manchester). Exhibe, ademas, una extraordinaria capacidad para transformar e inducir el cambio en el resto de la eco- nomia, y para lograr el despegue desde fines del siglo XVIII. Adquiere un peso predominante en el comercio exterior britdnico, orientado a Europa, la costa de Africa, la América colonial, Turquia y el Levante, India. El algodén no influye directamente en las revoluciones técnicas de la maquinaria y de la metalurgia pesada, pero sus beneficios pagan las primeras cuentas en el desarrollo de aquéllas, en un proceso general y continuo en el cual un ciclo propulsa a los otros. 11. Los bienes de capital \legan a tener una posici6n especial en el aumento de la productividad y en la especializacién, sobre todo en médquinas-herramientas (prensas, taladros, tornos). Gran Bretafia aumen- ta su caudal en bienes de capital, por la convergencia de recursos no utilizados, agricultura cientffica, nuevos inventos y bajos salarios (mayor ganancia, menor demanda de bienes de consumo). Existen de todos modos dificultades para crear una demanda sostenida de bienes de capital, por la falta de mercado y la necesidad de grandes inversiones a largo plazo (problemas a cuya soluci6n contribuird enormemente el desarrollo del ferrocarril). El carbdn es el energético de la Primera Revolucién Industrial. Ultilizado en China desde el primer milenario de la era cristiana, y por Roma en escala reducida, las primeras minas en Bélgica y en Inglaterra son mencionadas hacia el siglo XIII, pero para fines productivos. A partir del siglo XVI, la industria del carbén comienza a desarrollarse en toda Europa, aunque la demanda y la produccién son débiles hasta el siglo XVIII, siendo ya Inglaterra el primer productor. Decisivo avance en la historia del carb6n es la invencién (fines del siglo XVII, comien- zos del XVIII), por un duefio de forjas inglés, Abraham Darby, del procedimiento de fabricacién del coque. Mdquina de vapor y ferroca- 86 REVOLUCION TECNOLOGICA, ESTADO Y DERECHO triles van haciendo del carb6n la principal fuente de energfa de Europa en el siglo XIX. Si bien la maquina de vapor slo llega a desplegar toda su impor- tancia en el siglo XIX, desde 1785, las primeras se van instalando en Ja hilanderfa. La nueva fuente de energfa tiene un valor superior al viento y al agua; puede ser creada en cualquier lugar y en la cantidad que se necesite; permite la adopcién gradual de métodos mecdnicos (v. gr. corredera de torno como m4quina-herramienta). La necesidad de m4- quinas de vapor para el bombeo de las minas de carb6n, y de transporte de su producto, contribuye al surgimiento del ferrocarril. Metalurgia y siderurgia briténicas se benefician por el estimulo de las guerras napole6nicas y del desarrollo de los ferrocarriles. Desde la Edad Media existe una siderurgia artesanal, del hierro con carbén de lefia. Hasta principios del siglo XVIII, los progresos de la metalurgia son trabados por el uso del carbén de lefia para el tratamiento del mineral de hierro, que provoca en Gran Bretafia y Europa un peligro de agotamiento de los bosques. Desde 1750 se obtiene hierro de calidad por fusién con coque. En 1784 se inventa el puddlage, fabricacién directa del acero a partir de la fundicién recalentada con coque, des- carbonizada y pasada al laminado. Del hierro se pasa al acero —més ligero, duro y durable—, con los logros de Bessemer (1856) y de Thomas y Gilchrist (1878). 12. El salto representado por el ferrocarril debe colocarse en la perspectiva més amplia de los avances del comercio y los transportes. La Revolucién Industrial se identifica con la victoria del comercio a larga distancia. Aquélla tiene su eje en industrias de exportacién, y se entrelaza con la Revolucién Comercial. El centro de gravedad del co- mercio inglés se va desplazando cada vez mas lejos de Europa, hacia las m4rgenes exteriores del mundo, los pafses periféricos, como reserva a usar por una economfa mundial que Gran Bretafig hegemoniza. La mejor flota del mundo da el triunfo al comercio briténico sobre la distancia; presupone y coproduce los avances de la divisién del trabajo en el sector marftimo, con la diferenciaci6n entre la construccién y el manejo de los barcos, el financiamiento y el seguro. La Revolucién Comercial y de los Transportes no explica por s{ misma la Revolu- cién Industrial, pero la impulsa y refuerza y se beneficia con ella. El crecimiento capitalista resulta de las virtudes y logros de la evolu- cién interna y de la creacién externa. Aquél acumula las ventajas y adquisiciones de la balanza comercial, los movimientos de capital, el tréfico de esclavos, los fletes mercantes, el dinero de plantadores y potentados coloniales, los beneficios del comercio local en el Extremo PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL, ESTADO Y DERECHO 87 Oriente. El mercado doméstico y el mercado externo se entrelazan y refuerzan mutuamente. El crecimiento interno y el externo asocian fuer- zas y efectos multiplicadores. La riqueza de afuera es aplicada dentro de Gran Bretafia, y sus consiguientes logros aumentan la capacidad de adquirir mds riqueza afuera. Una primera implicacién es la extensién del transporte interno. Un mercado interno, 2 0 3 veces mayor que el comercio exterior, propor- ciona enormes ganancias. Aquél se desarrolla tempranamente en Gran Bretafia, como lo prueban: la centralizacién en Londres; el creciente niimero de sus mercados; la difusién de la economfa monetaria en las islas; el volumen de las transacciones; las ferias, ciudades-mercados, mercados mayoristas especializados de Londres, como intermediarios, re- distribuidores de ingresos y beneficios; la sofisticacién y modernizacién de relaciones comerciales autodinamizadas. La proliferaci6n de nuevos medios de transporte precede las deman- das del comercio, y luego las expande. La navegacidn costera adquiere un enorme volumen, aprovechando las ventajas naturales de la insula- ridad, y tiene como indicadores de progreso la formaci6n de tripulacio- nes en escuclas de navegaci6n, y el uso de barcos de cabotaje para el transporte de granos y carb6n. A ello se agrega la red interna de rios y canales, que permite a los navfos marftimos y sus cargas llegar muy adentro. Los rfos son mejorados por la difusién de las esclusas. Avanza el aprendizaje en la construccién de canales, su extensién, y su explo- taci6n especulativa. Los rieles de madera, que llevan vagones, para el transporte de carbén del pozo al muelle, son reemplazados por rieles de hierro, La mdquina de vapor es utilizada para empujar vagones y sus cargas. Estén dadas las premisas técnicas y socioeconémicas para el salto hacia el transporte ferroviario. El ferrocarril adquiere temprano desarrollo y notable madurez técni- ca, para el incremento de la capacidad de carga y la velocidad, la envergadura espacial de la comunicaci6n terrestre, la apertura de zonas del mercado mundial hasta entonces aisladas por el alto costo del transporte. El ferrocarril se identifica con un inmenso apetito de hierro, accro, maquinaria pesada, inversién de capitales, como demanda masiva para Ja transformacién de Ja industria de bienes de capital. La inversi6n en ferrocarriles pega un salto no sélo en Gran Bretafia primero, y luego en Europa y Estados Unidos, por las razones indicadas, y por la acumulacién de ingresos que exceden las posibilidades inme- diatas de gasto e inversi6n. Los ferrocarriles solucionan de un golpe los problemas del crecimiento. Las minas de carb6n aumentan la pro- ducci6n; exigen un adecuado medio de transporte del combustible de 88 REVOLUCION TECNOLOGICA, ESTADO Y DERECHO la mina al puerto de embarque; han preparado y extendido la traccién por rieles que se combina con la maquina de vapor. El atascamiento del tr4fico por la produccién y exportacién de textiles de algodén estimula la construccién de ferrocarriles. La prosperidad ferroviaria da lugar a una especulaci6n financiera que atrae capitales acumulados en busqueda de inversi6n. La expansion ferroviaria repercute también sobre el mercado de trabajo. Se da una demanda suplementaria y masiva para las industrias mineras, metalirgicas y mec4nicas, en Gran Bretafia y en los otros pafses en proceso de industrializacién, que van tendiendo sus Ifneas ferroviarias. El progreso técnico responde a las nuevas necesida- des de la produccién y del comercio. El ferrocarril no s6lo produce una inmensa transformacién de las Telaciones comerciales. A la circulaci6n ampliada y acelerada de mer- cancifas se unen la difusién incrementada de informaciones, cartas, pe- riddicos; la ruptura del aislamiento de las provincias; la facilitacién de las migraciones internas ¢ internacionales; el creciente incremento de la potencia y eficacia militares; el nuevo salto en las capacidades centra- lizadoras y controladoras del Estado. Gran Bretafia va gozando asf de una red insular de transporte, cada vez més densa, que articula rios, canales, caminos, ferrocarriles y vias marftimas en un sistema de transporte a larga distancia, extenso e interconectado. La navegacién a vapor tiene, sin embargo, una aparicién y una aplicacién més lentas, en parte porque se da en esta época una revitalizaci6n y avance sorprendentes de la navegaci6n a vela. 3. NATURALEZA, RASGOS, EFECTOS La Primera Revolucién Industrial constituye una gigantesca mutacién de multiples facetas.'? Ella toma mucho tiempo para gestarse, nacer y desarrollarse; requiere destrucciones, adaptaciones y reestructuraciones; comienza a desplegarse cada vez més claramente a partir de mediados del siglo XVII. Gran Bretafia va dejando de ser ‘‘subdesarrollada’’, avanza en el “despegue’’, eleva los niveles de producci6n, de produc- tividad, de consumo. Se va creando una economfa de sectores interre- lacionados e interactuantes, m4s 0 menos armGnicos, que no constituyen cuellos de botella en los desajustes y crisis, se preparan para el avance 13 Sobre el concepto de mutacién, ver G. Balandier, Sens et puissance, Paris, Presses Uni- versitaires de France, 1971; M. Kaplan, Estado y sociedad, 4a. ed., México, UNAM, 1987. cap.

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