NEOLIBERALISMO SEXUAL.
ELMITO DELA LIBRE ELECCION
Ana de Miguel
Catedra, Coleccién Feminismos, Madrid, 2015, 352 paginas
M. Lutsa BaLacuer CaLLEyon
Catedrética de Derecho Gonstitucional
Universidad de Malaga
EL feminismo no es solo una teoria politica de explicacién de la realidad social. Es
‘muchas cosas més, es un movimiento reivindicativo, una doctrina, una conducta social, un
sentimiento vital,y otro sinniimero de posiciones ante la vida. En todas ells, el feminismo
constituye una lucha por la igualdad. Y desde su origen, fue subversivo y militante. Era una
consecuencia de su propia naturaleza, lo que el feminismo pretendié desde su formulacién,
fue la inclusién de las mujeres en una sociedad de los hombres. Desde ese punto de vista, el
Feminismo se desautorvzo por el patniarcado, como cualquier grupo que pretende acceder
a compartir aquello de lo que los otros no quieren desprenderse.
Esos otros siguen hoy desprestigiando una de las luchas historicamente mas justas de
los movimientos politicos de la edad modesna, junto con el marxismo y otras doctrinas
politicas. Su legitimidad no puede sin embargo mermarse porque el feminismo se ha unido
ipa del sentido de todos los movimientos que
ala genérica lucha por la igualdad, y part
integran este derecho.
De ahi la importancia del Estado Social en la revitalizacién del feminismo del pasado
siglo. En la medida en que las Constituciones de los Estados Europeos posteriores a lz
II Guerra Mundial, incorporan el derecho a la igualdad y a la no discriminacién, abren
puertas al feminismo de Ia igualdad, para justificar la reivindicacién de los derechos de
las mujeres,
‘Todos estos derechos, acabaron siendo sin embargo un espejismo. Y aqui inicia Ana
de Miguel su recorrido por las corrientes que asolan el inicio del nuevo siglo, con un
neoliberalismo, ausentes ya las formas y las justficaciones, dando por sentada la igualdad,
yy pareciendo haber superado los viejos obsticulos que leven a las mujeres a su autorrea-
Tizacién,
En a primera parte del libro, Ana de Miguel estudia el neoliberalismo sexual, atribu-
yendo a esta revitalizacién del liberalismo, la creacién de la falsa percepcién de la igualdad,
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0 que ella llama el mito de la libre eleccién. ¥ lo hace sin coneesién alguna a argumentos
pretendidamente liberalizadores de este sistema politico amparado en las formalidades,
‘para adentrarse en el hueso mismo del problema: la verdadera igualdad de género no
esté Ilegando por parte de los poderes publicos, y sigue en el simbito reivindicativo del
movimiento feminista
De esta afirmacién de Ana de Miguel, cabe extracr importantes elementos de anili-
sis. El primero es la persistencia irrefutable del patriarcado como elemento central y por
tanto estructural del sistema. La intangibilidad del patriareado constituye la verdadera
rémora de la consecucién de la igualdad de género, el verdadero obsticulo de la igualdad,
cn In medida en que se reproduce ideolégicamente creando las condiciones necesarias
para contrarrestar los avances que permiten Ia legislacién y las posiciones ideolégicas
feministas. Este rearme es tanto més eficaz, cuanto tiene su actuacién en sectores de edad
que reproducen las condiciones ideol6gicas de mantenimiento del statu quo. ¥ los aparatos
reproductivos operan a veces sin posibilidad de amortiguacién, como en los medios de
comunicacién, publicidad, y orientacién de conductas sociales, a los que el movimiento
no tiene capacidad de contrarrestar ideolégicamente.
Describe Ana de Miguel un camino que es Ia evolucién misma del movimiento
feminista desde sus origenes histéricos, para detenerse en In década de los sesenta del
pasado siglo, en donde bajo el lema de «lo personal es politico», se inician los primeros
‘movimientos de autoorganizacion de grupos de mujeres, que desde la Universidad y otros
sectores sociales y politicos, fueron consolidando estructuras asociattvas que permitieron
hacer visible el feminismo. De estos grupos de trabajo en la Universidad, surgieron figuras
importantes que todavia pueblan el feminismo actual,y de kas que la autora, y otras muchas
‘mujeres, nos consideramos tributarias. M.A. Durin, Celia Amorés, y otras posteriores,
catalizaron las reivindieaciones feministas en la Universidad Espafiola, haciendo frente
cada dia a la incomprensién cuando no la banalizacién de los valores de igualdad que
representaban.
Analiza la autora cual es ef sentimiento feminista que se ha podido transmitir a las,
adolescentes y jévenes, en un mundo de amplia justificacién de los valores patriarcales,
de depredacién sextal en el que el romanticismo teje Ia misoginia en una tupida red de
subordinacion de las mujeres, so pretexto del amor que han de sentir por los hombres,
no bidireccional, en la medida en que a las mujeres se adscriben capacidades de sacrificio
distintas.
Enlaa inteligentemente este huevo de serpiente con la violencia de género, De las,
relaciones adolescentes pueden derivar futuras relaciones de dominio que finalicen en
violencia de género. Y junto a la educacién, socializacién y formacién necesarias para
afrontar el problema, oiro aspecto que relaciona la violencia de género con un problema
central, ¢ irresuelto todavia desde el feminismo, la prostitucién. Considerar, como hace
‘Ana de Miguel, la prostitucién como una forma de violencia de género, y posicionarse del
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lado del abolicionismo, sin concesiones al emanto de hipocresiay silencio» que encubse a
los clientes, es una apuesta de riesgo en un movimiento en el que las posiciones a favor de
la legalizacién son fuertes, aun entre sectores feministas radicales, y ella hace esta apuesta.
Cierto que su cobertura teérica es precisa y la profundidad teérica con que aborda el
neolibes ia natural la deriva del entendimiento de la
prostitucidn como una enganifa mas del sistema, como la apariencia de que las mujeres
son libres para elegir, y que algunas mujeres desean esa actividad a cualquier otra.
‘Aun asi, quizis la mayor originalidad del libro estribe en la constatacién de una ola
de reaccién ante la igualdad de género, que coincide justamente con la mayor abundancia
de mecanismos legales para la pretendida defensa de los derechos de igualdad. La escasa
utilizacién de la ley que modifica la prioridad del apellido del padre, la repeticién de los
estereotipos, la vuelta al biologismo justificativo de la desigualdad.
En a segunda parte, Ana de Miguel hace un recorrido por la evolucién de los movi-
‘mientos sociales, para instalar ahi el feminismo, Como movimiento social, el feminismo
saca fuerza de la vida privada a las mujeres para reivindicar antes que nada su visibilidad,
su integracién en la vida publica, su acceso a hs profesiones secuestradas por el patriarcado.
Este sera sin duda uno de los mayores éxitos del feminismo de la transicién politica
cen nuestra sociedad. La conquista de los derechos, divorcio, liberalizacién de los anti-
conceptivos, derechos sexuales y reproductivos, igualdad de hijos legitimos ¢ ilegitimos,
darn a las mujeres la precondicién de libertad de movimientos para salir de los hogares y
acceder a la vida publica, El bro adquiere fuerza en estas paginas, en las que se da cuenta
de la importante evolucién de las tres ultimas décadas para el movimiento feminista en el
Ambito de la egulacién legal de la igualdad en los diferentes ordenamientos, internacional,
comunitario, estatal y autonémico.
A.un cierto declive tedrico que la autora relaciona con la decadencia de la izquierda
cn el contexto europeo, sucede un feminism institucional, futo del abordaje legislativo
‘que crea todo tipo de instituciones de igualdad. El institucionismo en este sentido frena
el componente revi porque hace permanecer al movimiento feminista dentro
del sistema, lo que deja fuera de consideracion importantes aspectos de este movimiento,
todavia depositados en el feminismo de la diferencia, y en relacién con posiciones ecolo-
gistas, filos6ficas o politicas, que mantienen ese mensaje radical.
Y finaliza Ana de Miguel su magnifica obra, con una propuesta para hacer avanzar
el feminismo, buscando puntos de union entre los diferentes feminismos, unién impres
cindible para crear las estrategias que permitan desmontar el patriarcado, en permanente
rearme. Asi, neomachismo, que considera la superacién de la desigualdad entre mujeres
y hombres, al punto de hacer innecesarias medidas tendentes ala igualdad, y el repliegue
general de la igualdad, constituirian factores a contestar desde un feminismo consciente
de la verdadera realidad de la desigualdad.
mo facilita casi como consecue:
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