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do. Corrigiento i6n ¥_afinando la teoria di tipo! maravillosamente puro de_pensamiento cerrado: no ir de él sin ract Bees Incluso respecto a la simple relacién numérica, uno se equivoca, creemos, cuando se ve en el sistema newtoniano una: primera aproximacién al sistema cinsteiniano, puesto que las finezas relativistas no se desprenden de una aplica~ cion afinada de los principios newtonianos. No se puede, por tanto, decir correctamente que el mundo newtoniano prefigura en grandes lfneas al mundo einsteiniano. Es des- pués, cuando uno se instala de pronto en el pensamiento relativista, que se rencuentran, en los cilculos,astronémi- cos de la Relatividad —por mutilacién y abandono~ los. resultados numéricos dados por la astronom{a newtoniana. No hay, por lo tanto, transicién entre el sistema de New- ton y el de Einstein. No se va del primero al segundo acu- mulando conocimientos, redoblando los cuidados en las medidas, rectificando ligeramente los principios. Hace fal- ta, por el contrario, un esfuerzo de novedad total. Al ir del pensamiento cldsico al pensamiento_relativista_se ‘sigue, entonces, una indueciOn trascendental y no una induccion amplificante. Naturalmente, de acuerdo a esta induccion, se puede, por reduccién, obtener la ciencia newtoniana. La astronomfa de Newton es, por ello, finalmente, un caso particular de la panastronom/a de Einstein, como la geo- , metria de Euclides es un caso particular de la pangeome- trfa de Lobatchewsky. : 2 2 yes Wigpicmarcts oo te YUBA. cabenpenwnee, Pero, como se sabe, no es a propésito de la figura del mun- ‘do. com: ¢ hd arrancado la relativi- dad. Nace de una reflexin sobre los conceptos iniciales, de un poner en duda de las ideas evidentes, de un desdobla- miento_ funcional de_las_ideas simples. Por ejemplo, ,qué habria de mds inmediato, de més evidente, de mas simple 44 ae que Ja idea de simultaneidad? Los vagones del:tren parten todos simultaneamente y los rieles son paralelos: jno es -ésta una doble verdad que ilustra; a la vez, las dos ideas primitivas de. paralelismo y. simultanéidad? ‘La relatividad atacard, no obstante, la primitividad de la idea de simulta- neidad, tal y como la geometria de Lobatchewsky atacé la primitividad de la idea de paralelismo. Por una sibita exi- gencia, el fisico contempordneo nos pedira asociar a la idea simultaneidad de dos acontecimientos. Es de esta exigencia inaudita que nacié la relatividad. ae EI relativista nos provoca: ,cémo e sirve usted de su idea simple? ,Cémo -prueba usted la simultancidad? ;Co- mio la conoce?. ,Cémo propone usted haoérnosla conocer @ nosotros que no pertenecemos a su sistema de referencia? En suma, ;cOmo hace usted funcionar su concepto? ;En | qué juicios experimentales lo involucra, puesto que en la -__ implicacién de los conceptos en el juicio-no esta el sentido mismo’ del experimento? Y cuando hayamos respondido, | >» Quando nos hayamos imaginado un sistema de sefiales opti- ‘cas para que diferentes obsetvadores puedan convenir so- ‘bee.la simultaneidad, el elativista nos constrifie a incorporar 2 en nuestra conceptualizacion. Nos reouerda que nuestra conceptualizacion es un experimento. El mundo es entonces menos nuestra representacién que nuestra verificacién. En lo sucesivo, un conocimiento dis- "_cursivo y experimental de la simultaneidad deberd ser ligado a la pretendida intuicién que nos darfa de golpe la coinci- dencia de dos fenémenos en el mismo tiempo. El carécter rimitivo de la idea pura no se sostiene; la idea simple no €5 conocida sino en composicion, por su papel en los com- puestos en que se integra. Esta idea, que se creer(a primera, no encuentra una base ni en Ja raz6n ni en la experiencia, Como Jo hace notar Brunschyicg:* ee oe : 45 = no podria ser nj comstatada fisicamente bajo una forma positiva. Es, en el fondo, una negaciOn: viene a negar que.e8 nécesario un cierto ‘tiempo para la propagacién de und sefial. Percibimos entonces ue la nocién de tiempo absoluto.o, mai exactamente” Ja no- ion de ae sinica del tiempo, e3 decir, de simuitaneidad independiente del sistema de referenc ae pee eee ere de. Ses aS elit sing iin detectn e ‘dl Se encuentra, nuevamenté, el mismo principio critico en la base de Jos métodos mds recientes de Heisenberg. A pro- Fee net president’ la Tocalizacion de un-objeto en el espacio, se'nos. impone is satan gent et per imental Sent einen el derecho’a hablar del lugar del electron sino aportamos un experiinento para encontrar al elétr6n._ En. vano res: “ponderan, Jos realistas’ que se’ le encuentra ¢n donde ésta, Ja investigacion de un objeto mindsculo es un'experimento delicado y que este expérimento, cuando es preciso, des- plaza al objeto desde cl momento. mismo que es el objetivo. ee ecienmenia. ntonces, forma_parte de la Leet nilandal Leekbeaicn de te a ‘como para Einstein, de una especie de duplicacion &xperi- mental de-las nociones acionales. Estas nociones:cesan, _entonces, de ser absolutas puesto que estén en correlacion, incluso. noclones’ de eeentle eo) Ja simultaneidad, deben ser atrapadas en. cion 1 dctinida Jbgicatnente vor'le raz6n auficionte.- POsito de los conceptos mas ‘simples como aquellos que. -confiando en’el cardcter inmediato, claro y. simple de la idea de lugar; los partidatios de Heisenberg hardin notar qué. 6 ei funcional Se trata, tanto ‘para “Heisenberg una compo “experimental. La tellexiOn rigurosa retorna, entonces, hacia Tos, origenes experimentales de la geometria. La fisica deviene und ciencia‘veomeétrica y la geomettia.una ciencia fisiea. Naturalmente, las nociones comprometidas nids pro- fundamente “con Ja’ realidad’ material como. la’ masa, en 1a. cieneia relativista se presentaran bajo Unaspecto més com puesto, bajo tina piuralidad de especies. Hay ahf tina franca Oposicion del esprit. nuevo. al eépiritu’ antiguo. Intente- mos despreider su importancia filoséfica En ld ciencia de los ltitinos siglos, 1a unidad de Ja de masa, su caricter inmediato y evidente, provenian de Ia intuiciGn vaga de cantidad de materia. Se tenia una con fianza tal en la apropiacion concreta de la naturaleza por o espiritu, que las detiniciones ‘newtonianas parecfan la sin _ple precision de una idea’ vaga pero fundamentada: Asi, Gelinir Ja masa'newtoniana como el cocignte de una fuerz: ‘Viuina aceleracion, sé-creia leer, en esta definicién, 14 fun: én especsfica dela suistancia del movil que se oponfa tant aind§ 4 ld eficacia de una fuerza cuanto mis materia contu: iese. Cuando, en seguida, se definfa ld masa maupertusia “na como él cociente de un impulso y una velocidad, s encontraba, otr# vez, la ayuda poderosa del.mismo pensal) _Miento vazo, de la inisia intuicion turbada: ahi, todavia} ¥ iis Formulae dimensional parecia probar due se tfataba, en ambos casos, de la misma masa! del mismo coeficiente de resistencia y ho habfa duda alu. . Miaen cuanto a que-ahi no existia ninguna diferencia. Asi| la hocién primaria de masa, bien fundamentada, tanto e ~ Una teoria como en tin experimento, debia, aparentemen- ‘ley escapar a todo andlisis, Esta idea simple parecia corres “ponders una’ nahivaleza simple. En esta’ perspectiva, lal _ ciencia parecia una traduccion inmediata de la realidad.” Ahora bien, las’ formulas dimensionales que fijaban rela. clones’ de las! unidades: entre’ st; no deciden tan soberana- Mente, como se ha crefdo'a veces, sobre la naturaleza de Jas entidades que caracterizan, Por otra parte, la reivindica- cién de una apropiacién inmediata de lo concreto. es, a menudo, temeraria. La relatividad, sobre este punto, parti- cular, serd, a la vez, menos realista y més rica que la ciencia, precedente. Va a desdoblar una nocion simple, a dar una estructura matematica a una nocién concreta. En efecto, la relatividad proporcionaré la prueba de.que la masa de.un ‘en funcidn de su velocidad. Pero esta funcion no - 's la misma en el caso de fa masa maupertusiana que en el caso de la masa newtoniana. Estas dos masas no pueden ser identificadas mas que en una primera aproximaci6n. Estas dos nociones no son semejantes sino haciendo abstraccion de su estructura nocional fina, Las formulas dimensionales s6lo pueden discriminar funciones-homogéncas relativas a las velocidades y éste es, precisamente, el caso de los coe~ ficientes de rectificacion que hacen intervenir el cociente de la velocidad de! movil y la velocidad dela luz. La relatividad ha escindido atin més la nocién de masa tomada en su definicion puramente newtoniana, Ha condu- ‘ido, en efecto, a distinguir la masa calculada a lo largo de una trayectoria (masa longitudinal) de la masa calculada sobre una normal a la trayectoria, ‘como una especie de” coeficiente de resistencia a la deformacién de la trayectoria (masa transversal). Se podré objetar que estas tltimas dis- - tinciones son artificiales, que corresponden a una descom- posicién puramente vectorial. Pero es la posibilidad de este artificio y de esta descomposicion la que. es instructiva. Muestra cudn alejada estd la nueva fisica matematica de la mecénica clésica en Ja que la masa, tomada como unidad — fundamental, estaba colocada como un elemento necesaria- ‘mente simple. Naturalmente, sobre este punto especial, como en la organizacién general del pensamiento, seré muy facil ren- contrar la masa clésica como un caso particular de 1as ma- sas relativistas. Para ello bastard borrar las matematicas internas, suprimir todas Jas finezas tedricas que dan.un-ra- 48 cionalismo complejo. Se encontrard la realidad simplificada y el racionalismo simplista: Se deduciré de la mecdnica ¢insteiniana’ por anulacién, la mecdnica newtoniana, sin ue hunca se ‘pueda, tanto en el detalle como en el conjun- (9, establecer la deduccion inversa. : Asi, cuando a propésito. de conceptos particulares, se hace el balance de los conocimientos en el sistema del siglo XIX y en el del Xx, se debe concluir que estos conceptos se han extendido, precisindose y que, en adelante, no se les puede tomar’como simples sino en,la medida en que nos conformemos con simplificaciones. Antes uno imaginaba que era ‘en la aplicacién donde los.conceptos se complica ban; se crefa que se les aplicaba, siempre, mas 0. menos _ mal; considerados'en sf mismos, se les tenfa por simples.y puros. En el nuevo pensamiento, ‘el esfuerzo de precision no. se-hace en el’ momento de la aplicacion; se hace en- el origen, en ‘el nivel de los principios 'y de los conceptos. Como bien dice Federico Enriques:!* “La fisica, en lugar de ofrecer una verificacién’ mis precisa de la mecédnica clé- ica, conduce, més bien, a corregir los principios”. Hay aht una inversion de la perspectiva epistemol6gica de la’ que daremos todavia, al hacer camino, otros ejemplos. 4 La preocupacién por la complejidad no se presenta nunca tan claramente y existen conceptos que son todavia sim- ples de los ‘cuales se podrfa aventurar, tal vez, 1a prevision de su complicaciOn. Se hard sentir asf, en su origen, el pro- blema psicoldgico que aporta la duda sobre la objetividad de los conceptos bésicos, Tal es el caso, nos parece, del concepto de velocidad. ‘Este’ concepto ha salido mds 6 me- nos indemne de las manipulaciones relativistas, si bien el $5 Enriques, Les concepts fondamentaux de la science, p. 267. ! “49

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