You are on page 1of 15
& Paolo Sica Historia del urbanismo El siglo XIX (Volumen 1.°) Traduccién de: Joaquin Hernandez Orozco INSTITUTO DE ESTUDIOS DE ADMINISTRACION LOCAL Madrid, 1981 La evolucién del urbanisma en las demas naciones europeas 37 Sur se enlazan mediante un imponente tra- nido de avenidas arboladas (avenue d'Italie, avenue de France, avenue d'Amérique), que son posibles’ gracias al desmantelamiento del viejo cinturén defensivo de Carlos V, cuya construccién se remonta al siglo xvr; a lo largo de las avenidas y en cl nuevo baitio trazado en torno a Ja place du Peuple (fi- ura 515) se organizan los modernos equipa- mientos civicos (Théfitre Flamand, Parc, Banque Nationale, Palais de Justicie, Musée des Beaux-Arts) y las residencias burguesas. La estructura interior, salvo por lo que se tefiere a la cubricién de algunos canales, se mantiene sustancialmente inalterada, La ampliacién de las darsenas portuarias a partir de 1840, después de la apertura del Petit Bassin y del Grand Bassin previstos por Napoledn 1 y construidos entre 1804 y 1813, asegura a la ciudad una superficie portuaria navegable de 89 hectéreas, ademés de otras 100 destinadas a zonas de descarga y depésito. Entre 1870 y 1910 el tanelaje de entrada en el puerto se multiplica por 14, monopolizando Amberes las cuatro quintas partes del tréfico comercial del pais, Cabe recordar, en los afios inmediatamen- te anteriores a la primera guerra mundial, el concurso internacional de ideas convocado en 1910 para la utilizacién de los terrenos del cinturdn fortificado y de las extensas ins- talaciones militares de la periferia (poligono de Ingenicros de Berchem), muy aptos para desbloquear el paso de la ciudad hacia el exterior, La convocatoria del concurso, que afecta también al vecino municipio de Bor- gethout, prevé una limitacién de edificabili- dad, estableciendo que solamente podré cons: truirse el 40 por 100 de la superficie total de los terrenos. Entre los 27 proyectos pre- sentados obtiene el primer puesto el de Henry Prost (seguido por J, M. Aubartin), que basa su aportaci6a en una aplicacién a gran escala de las reglas del art urbain, en una fusién de las experiencias académicas francesas y de los principios de la escuela alemana (fig. 516). El esquema propuesto por Prost solo se utilizaré parcialmente en las soluciones adoptadas posteriormente ", 3. Holanda en el curso del sigle XIX 4) EL CUADRO GENERAL POLITICO-ECON MICO A partir de 1840 se inicia en Holanda un perfoda de prospetidad y de reformas insti- tucionales, inspiadas en un cauto liberalis- mo y apoyadas por una marcada interyen- cién estatal en algunos sectores de la onga- nizacién de la vida publica. La polftica del tercer cuarto de siglo aparece dominada por a figura del jefe del partido liberal, J. R. Thorbecke, cuyos periodos ministeriales se caracterizan por la puesta en prictica de una politica administrativa bastante avanzada, de construceién de la red ferroviaria y de im- portantes obras de infraestructura, y de co- lonizacién interior mediante la desecacién de terrenos, En esos mismos afios se produce un aumento de la actividad colonial, con la or- ganizacién de numerosas expediciones. mili tares y la conquista de nuevas escalas y terri- torios en ultramar. ™ Chr. A. Demangeon: Arers, cn «Annales de Géographien, jalioseptiembre de 1918 (desde el punto de vista territorial), F, Marien: Antwerpen, Brusclas, 1950; F. Prims: Antwerpen door de eeawen been, Amberes, 1951 Fip, 914 (cn la pdgine opuesta). Amberes, estructura y principales transformaciones del siglo xrx: 1, Niicleo viejo de Amberes; 2, Barrio de Borgerhout; 3. Barrio Berchm; 4, Schelde (tio Escalda); 5. Area portuatia; 6 Gran bulevar construide sobre les terrenos del viejo cinturén dofensivo; 7. Estacién comercial; 8, Estacién central del Este; 9, Estacién Sur; 10, Place de ta Victoi 11, Batrio nuevo; 12. Parque. Fig. 515. Planimetrin del barrio nuevo meridional (hacia 1890), Fig. 516. EI proyecto de H. Prost para el ensanche de Amberes i Fig. 917. Mepa de Holanda en terda ha evolucion del urbanismo en tas demas naciones europeas 339 MARE DEL Noo eee zvioenzer Lib) ,212., Des proyectos, no levados « la peictica, par la dedecacién del Zuiderzee: Van Diggelen (1849) y Leemans (1877), La industria, especialmente fuerte en el sector de la claboracién de materias primas, experimenta un auge rapido hacia finales de Siglo, con la creacién de grandes complejos fabriles, como la Philips, que establece en la ciudad de Eindhoven el centro de sus ac- tividades. Los tnéficos mercantiles siguen siendo una de las fuentes principales de la renta nacional, lo que se traduce en la con. siguiente potenciacién de las obras portua- tins y de Jas ciudades costeras, sobre todo de Rotterdam, que se convierte en el mayor Puerto europeo, La actividad urbanistica, ante los efectos de la revolucién industrial, insertindose en el seno de una segura tradicién de control del tettitorio, consigue transformar adecua- damente sus propios instrumentos operativos, evitande en parte las incertidumbres de ges. tiéa que tan cortientes son en otras ciuda. des curopeas. En este sentido, es particular. mente importante una ley reguladora de las cucstiones edificativas. y urbanisticas (Wo. ningwet) aprobada en 1901, que obliga 4 to- dos los municipios de mas ‘de 10.000 habi- antes a dotarse de un plan regulador general (los planes, una vex aprobados, han de ser revisados y puestos al dfa cada diez aiios); esta ley, ademas, precisa Ia distincién entre planes generales y planes particularizados, a los que debe someterse li expansién urha- na; regula la expropiacién de los terrenos y establece Tas normas para la concesiin de eréditos a las cooperativas de edificacién; de fine las obligaciones de los duefios de las viviendas existentes en orden a las mejoras que resulten necesarias para su adecuacién a los standards mt imos admitides, Sin atener- a Ia préctica habitual que tan sdlo admitia le imervencién paiblica en los campos de la 340 policia urbana y Ia educacién escolar, desde los primeros afos del nuevo siglo los muni- cipios se empenan en una politica activa que supone la utbanizacién preventiva de los te- rrenos de expansién por parte del propio ente piiblico, la construccién de canales y de sistemas de aleantarillado, calles, puentes, parques y parterres. Se origina as{ una acti- vidad regular de progcamacién urbanistica de las ciudades, junto a la produccién de complejos edificativos a bajo coste, que aun manteniendo las formas vernéculas, tipicas de Ja tradicién nacional, resultan ya bastante avanzados desde el punto de vista organiza tivo: producciGn edificativa y produccién de la ciudad vuelven @ aparecer ligadas en cl aspecto operative. 5) LA PLANIFICACION DEL TERRITORIO Singular relieve tiene también, en el cur so del siglo xtx, In obra de planificacién del tetritorio y de las aguas, secular hilo conduc tor de la historia holandesa. La fundacién de las ciudades y la constraccién de esclusas, muelles y canales se basan en métodos de intervencién pablica puestos a punto a lo largo de siglos de experiencia ¢ instituciona- lizados a finales del xvi (cn 1779 se esta- blecen 1as contribuciones que deben aportar las provincias para hacer frente a los gastos de las obras de regulacién de las aguas, y en 1791 se promulga un reglamento genersl sobre diques; son disposiciones que sirven para coordinar la actuacién de los numeroses organismos empefiades en la defensa de las costas y en el drenaje de las tierras agrico- las), Las dimensiones de estas intervenciones “requieten Ia aplicacién de un esfuero colee- tivo, no individual, capaz de utilizar y modi- ficar las fuerzas naturales. Las nuevas tietras se ganan al mar mediante la «polderizacién» —el sistema tradicional de defensa y planiti- cacién de las amplias Hanuras holandesas—, conforme a un procedimiento organizado en una serie de operaciones sucesivas: seleceién de las areas de mar a rellenar, divisién en Historia del terbanismo. Sigio XIX compartimentos de la misma y_ cierre peri- metral mediante tetraplenes y diques, dese- cacién de las lagunas asf formadas mediante la elevacién de las aguas bajas por medios mecanicos (tradicionalmente, los molinos de viento, luego mediante estaciones eléciricas de bombeo), dragado del fondo marino y de Jos canales, fijacién del suelo por medio de la introduccién de cultives y, por fin, even: tualmente, construccién de asentamieatos hu- manos, En el curso del siglo xtx el catélogo de las grandes obras de planificacién del terri- torio holandés y de sus infraestructuras se enriquece con nuevos episodios, El Ministe- rio de Aguas, Caminos y Puentes (Rijkswa terstaat Wegen an Bruggen) dispone del pre: supuesto mds alto de todos los departamen- tos ministeriales holandeses. Las obras de los canales desde Amsterdam y Rotterdam al mar, el cierre de Ymuiden, el canal Mer wede, que enlaza el Rin con Amsterdam (1896), notables obras de ingenierfa por sf mismas, forman parte de un plan coordina do de colonizacién del territorio (figs. 518- 519). El mas importante de los grandes: pro- gramas realizados en el siglo pasado quizé sea el de la desecacién de! Iamado mar de Haarlem, ejecutado entre 1839 y 1850, con medios tradicionales (dique periférica de cie tre, molinos de viento, canales de desagiie): se ganan al mar, para el cultivo agricola, 18,000 hectareas de tierras, ofreciéndose ast posibilidades de crecimiento a los asenta- mientos riberefios de Lisse, Hillegom, Aals- meet y Haarlem. Sobre los terrenos ganados al mar mediante Ja creacién de példers sur gen nuevos pueblos, como Venneperdorf y Haarlemmermeer, Una jurisprudencia espe- cial reglamenta el aprovechamiento de las nuevas tierras. En 1844 se emplea por vez primera el vapor para el bombeo de las aguas: En los aiios que van entre las dos guetras Holanda legara a tener, en conjunto, 480 ki- lémetros de diques sobre un desarrollo natu: ral de costas de 530 kilémetros; a pesar del fuerte crecimiento de las Areas urbanas, ¢L Ta evolucidn det urbanisme en las demds naciones europeas a Fig, 520. Amsterdam en 1770, tetritotio agricola holandés pasard de 1,9 mi: llones de hect&reas en 1893 a 2,1 millones en 1900 y 2 2,4 millones de hectdreas en 1950". A la atencién dedicada al territorio desde el punto de vista econdmico y de asentamien: to de la poblacién se aiiade bien pronto la preocupacién por silvaguardar las condicio- nes ambientales, conforme a una actitud pragmatica que tiene su origen en In historia misma del pais. Hacia finales de siglo se fundan cién de Ja naturaleza que desempefian un papel importante de salyaguardia del medio indo. el_mu- leno del unas asociaciones part la protec ambiente: asi, por ejemplo, nicipio de Amsterdam propo! “Che. B, Verper: Les couquétes sur la mer du Nord de la Zélande au Jutland, en «Anales de Géo graphics, julio-agosio de 1956, lago arden, la Sociedad para la Pro- teccidn de Jos Valores Naturales, bajo la di- reccién de J. Th, Oudemans, procede a la ackquisicién undantes los terrenos del Jago mismo; otras operaciones tutelares afectan a dreas especialmente cualificadas por su fauna y sus cultivos. En 1899 se crea el cio de Bosques del Estado (Staatsbos- ) para la repoblacién forestal de Ins as nat Igunas de las cuales son declaradas seguidamente parques naturales gidos (Muy, en el Texel; Kootwijk Sand; Dunas de las Gaviotas, en el Viieland) Mas tarde, en 1928, se creara el ie na cional de Hoge Veluwe". Sery bel ales, prot * Cf, K, R. Symonds: Ni Recreation in the Nethorlan Reviews, julio de 1959. Protection and «Town Planning 342 c) LAS 'TRANSFORMACIONES DE AMSTERDAM ¥ DE LAS O'RAS CIUDADES H OLANDESAS La singular morfologia urbana de Amster: dam, fijada por las vicisitudes experimenta- das en el siglo xvit (fig. 520), permanece inalterada durante el xvitt bajo una norma- tiva administrativa muy conereta, que afirma la legitimidad del control publico sobre 1a edificacién y Jas actividades: privadas, En el siglo x1x, cuando la poblacién empieza a cre- cet y a las actividades mercantiles tradicio- nales se afiaden los primeros cambios en la produccién (industrias alimentarias y de transformacién ¢n la zona industrial de Ams- terdam y en el vecino burgo de Zundam), aquellos controles parecen debilitarse duran- te algiin tiempo, y los efectos del liberalismo econémico y del laissez-faire urbanistico tien- den a alterar el perfecto equilibrio anterior de Ia mayor de las ciudades holandesas, Sin embargo, Ja administracién municipal con- sigue adecuar el aparato de control ¢ inter vencién al nuevo momento del desarrollo ndmico y urbano. En el proceso de reestructuracién funcio nal del tertitoria que carscteriza al siglo xix, la iniciativa publica se aplica también al rea de Amsterdam, Mevandose a cabo las grandes obras para el acondicionamiento de! golfo de Ij, las obras del canal del Norte (1815), la desecacién del gran lago del Haar- lommermeer (1848-52), las nuevas obras del canal del Norte (1876), el cierre del Ymui den y cl acondicionamiento de las vias de agua del Zuiderzee. Con estos trabajos de Fig. 521 Mar_dol_Norte, El nivel de ta ciudad con respecto al Mar del Norte y el nivel de ins casas de cuatro plantas Historia del urbanism, Siglo XIX acondicionamiento territorial se equipa el hinterland agricola inmediatamente adyacen- te a la ciudad y se refuerzan los enlaces de éta con el resto del pafs. En 1893, con el canal del Merwede (nombre del rio Mosa después de su confluencia con el Waal), Amsterdam se asegura también el enlace con el Rin y con el sistema econdmico de la Europa central. En cambio, hasta la mitad del siglo, y no abstante su estado de creciente congestion interior, Amsterdam permanece encerruda en su cinturdn tradicional, Las nuevas construc- ciones y la ordenacién de las lagunes meno- res se Hevan a cabo sin ningda plan pecesti- blecido: en 1840 se deseca una mitad de} ca nal Dam, hacia el Norte, para la construceién del edificio de la Bolsa; en 1865 se producen las primeras proliferaciones urbanas al cto lado de la puerta de Utrecht, Peto precisa- mente en estos aiies, con la ordenacién que es preciso dar a los trazados ferroviarios y con la demolicién de las fortificaciones, se impone un plan urbanistico, En 1866 se formula una propuesta de con- junto, redactade por el ingeniero municipal J. G. Van Niftrik, que parece no olvidar, a su manera, ef caso del ensanche vienés (fi gura 522). El plan afecta a todo el perime- tro de las defensas militares, que ahora se utilizan para las primeras expansiones y cu yos rasgos caracteristicos se conservan, ¢n parte, en forma de jardines publicos, en el trazado de los viales y en la forma de las manzanas. Hacia el exterior, el plan prevé la construccién del anillo ferroviario, una ex- iderzee, 1a evolucién del urbanismo en las demas naciones jones europeas lot uiibrei AMSTLRDAM 7 Fig. 522. El plan de ensanche de J. G. pansién por barrios radiales y un sistema de parques, dos de Jos cuales se sitéan uno en cada extremo de Ia ciudad y otros dos pe- netrando en cufia en Ja zona edificada. El plan es rechazado por el Consejo municipal, ya sea por la posicién que se asigna en él a la estacién central, que difiere de la que ya habfa sido acordada previa la oportuna deliberacién, ya sea porque se considere que el plan es demasiado ambicioso, en su alter- nancia de parques monumentales y @ la in- glesa. No obstante, se realiza conforme a las indicaciones del plan el Vondelpark (figu- ta 524); ulteriormente se abrirdn otros par ques en diversas zonas, el Ooster Park y el Beatrix Park, y después incluso en la expan- M3 ‘an Niftrik (1866) sin proyectada por Berlage, Entretanto, ha- cia 1875, se produce una primera interven- cién, aunque sea parcial, de control piblico de la expansién, al aprobar el gobierno na- cional la expropiacién de 25 hectireas de terrenos periféricos para la realizacién del complejo destinado a albergar, més tarde, el Museo Nacional (Rijksmuseum); a pesar de las controversias que suscita, dicha medida ¢s aprobada con base en la motivacién de su interés public. En 1877 se aprucba un plan regulador, puesto a punto en cl 75 por el director de Obras Piblicas de Amsterdam, Kalff, que adapta las zonas de expansién a la parcela- cién agricola periférica, recalcando con los Fig, 523, Plan de ensanche aprobado en 1877. trwzados viarios los cauces y acequias preexis- tentes de los példers (fig. 523). Con el nie- vo plan oficial se enajena el terreno de las forti nes. de barrios de casas de alquiler que sirven 4 atenuar 1a congestién de la ciudad vie- ja (fig. 527). Los especuladores obtienen in- gentes beneficios, sobre todo entre los afios 70 y 80, como consecuencia de un aumento de poblacién que en los tres diltimos dece- ios del siglo supone la duplicacién del vo- Historia det urbanismo, Siglo XIX i lumen demogeifico de ta ciudad (que pase de los 255,000 a los 510,000 habitantes), En este intervalo el municipio urbaniza mis de 900 hectéreas extramuros de las antiguas fortificaciones. Bien pronto Ja actuacién pie blica se afiade a Ja de los promotores. ptiva dos: cn 1878 Ja municipalidad interviene para conceder tuna subvencién, al 4,5 pot 100 de interés, a una sociedad constructora para la edificacién de viviendas obreras, cedién- dole en arrendamiento los terrenos neces rios, conforme a una prictica que se gene- he La evolucidn del urbanismo en las demds nactones europeas 345 Fig, 524. Una vista actual del Vondelpark, Figs, 525 y 526, La Radhuisstraat, construida mediante el relleno def canal del Watmoesgracht en 1896, y vista aérea de In franja de expansién nacida con el plan de 1877, Historia det urbanismo, Siglo XIX raliza ya en 1896 con una disposicién basada en el principio de Ja conservacién para la co: munidad del incremento del valor del Estas disposiciones facilitan la presencia de la pequefia empresa en el mercado de la edi- ficacién El mismo afio en que, con la aprobacién onal (1901), se abre de la ley urbanistica n: la financiacién a los municipios y a las eoope- construccién de viviendas de tativas para | bajo coste, se crea en Amsterda cién Municipal de la Construccién y vienda: su primer director, J. W. C. 1 gen (mas tarde alcalde de la ciudad), un reglamento de la edificacién que entra en n 1905, imponiendo obligaciones pre- propiedad privada, En 1904 se de- lubres ¢ inhabitables mis de 8,000 alojamientos, y se inicia su saneamiento o vigor demolici 1930. tanto se Heyvan a cabo in , operaciones que prosig Ly portantes transformaciones en las dreas cent el riesgo de comprometer la admirable es teuctura urbanfstica de la ciudad: se trata de obtas de ordenacién y apertura de calles pre vio relleno de antiguos canales (Spuisstraat, 1867; Spui, 1882; Voorbug 1884; at, sobre el canal cegado del ht, 1896; fig. 526). De los 55 kilmetros de canales con que cuenta la ciudad en 1856, cerca de once son ce, por relleno, alegdndose pata ello motivos hic gigaicos, econémicos o de trifico. En 1889 se termina la construccién de la estacién cen: tral, que se alza sobre un grupo de dunas y de islotes artificiales dentro del puerto, fren te a la ciudad, en correspondencia con Ia an- y 4a evolucion del urbanismo en las demas naciones europeas M7 tigua_desembocadura del Amstel. Las vias piblicas importantes del centro se renuevan con Ia consiruecién de una serie de edificios piiblicos que Ievan la marca del eclecticismo romintico predominante, desde el palacio de Ja Velksvlijt, de 1855, al Rijksmuseum, de 1876-85 (P. J. H. Cuypers; fig. 528), y a las _numerosas iglesias del propio Cuype consirucciones a las que se unen en los ilti- mos afios del siglo las obras de Berlage (edi- ios de oficinas, la Bolsa; fig. 529), de K.P. C. de Bazel y de W. Kromhout En 1901 se encarga al arquitecto Berlage \ redaccién del proyecto del primer ensan- che importante planifieado, ef barrio de Ams- ‘erdam Zuid. Un primer proyecto, de 1902, evidencia, quizé, la influencia de las ideas de Camillo Sitte (fig. 530); seguidamente, 1 lo largo de un proceso de reelaboracién que pasa por diferentes redacciones hasta concluir en la solucién definitiva de 1915 (figuta 531), Berlage acepta In costumbre de la simetria y de la composicidn tradicionales. Pero el Amstellaam, el eje que va del puente al Amstel, tema central del planteamiento urbantstico, se impone por la gencrosidad de sus dimensiones, y el tramo vial pierde la habitual funciéa de exaltacién de los valores inmobiliarios, para transformarse en un ca- pal arbolado, Las manzanas adquieren nue vas posibilidades de utilivacién en los am plios temas de los patios interiores unifica- dos (Berlage adopta el bloque rectangular certadlo de 50 metros de ancho y de 100 a 200 metros de largo, con casas de cuatro plantas y jardin intetior de 25 metros de anchura); Ia homogeneidad y la simplicidad arquitecténica de los cuerpos de fibrica y de las fachadas indican la tendencia a en yar vias de solucién innovadoras respecto del problema de la vivienda colectiva de masa; las mismas simetrlas parece que no se utilizan casualmente, sino conforme a in- tenciones y perspectivas que nacen de la re- lacién con los puntos de atticulacién con la sludad. Con la aprobacién de! plan de Ams- tetdam Sur, que se realizaré materialm nate en la posguerta, se abre el camino a la teno- vacién cualitativa del urbanismo holandés En Amsterdam las posibilidades de iniciativa de la administracién se ven, entretanto, fuer- temente potenciadas por la creacién en 1915 del Servicio Municipal de la Vivienda, gue se encarga de la construccién de alojamientos de alquiler subvencionados por el Estado y el municipio, para responder a ia demanda de los estratos mas pobres de la poblacién, desalojades de las éreas centrales, La actividad edificativa en el periodo a caballo de la primera guerra mundial se ca- racteriza por la obra de los arquitectos de la «escuela de Amsterdam», Entre los afios 13 y 17 De Klerk realiza el complejo residen- cial de las casas obreras de Figen Haard, en las dreas de expansién, hacia el Noroeste; como éste de De Klerk, otros barrios obreros del mismo perfodo poseen auténticas cuali- dades de frescura e invencién, en los acen- tos verniculos y tradicionales en que se des- lizan derivaciones evidentes del movimiento de las Arts and Crafts, filtrados a través de la obra de Cuypers y Berlage ”, “ «Este plan muestra eémo, incluso en este cam: Po, Berlage se abstiene de procedimientos radical. mente innovadores y «imo parece preferir, en cam. bie, la sacionalizacion de los datos que’le habla proporcionade Ia experiencia de la. planificacién tacdoncoclisica, dando lugar a una especie de re vival urbanistico: el tema natutalista del boulenand, y su empleo como Iinea de fuga apta para enfocar un nudo monumental; ta ‘que dominaba una red vintia ordenada jerirquicamente; las cortines ed ficadas que flanquean. tas. calles, concebidgs i como pantallas pari cubrir los espacios abiertos que como paredes de la masa mural. Betlage habla ope- tado sobre esta realidad, objetivindola: habie acep- tado el exquema jerirquico, pero, vaciindolo de sx imputso de s« acim, habla manteaido ts sime- {ria como elemento normalizador, habla usedo pune pero &t0% ya no ern las fuentes, Jos obeliscns, los ensanches ajardinados: se hablan ‘con yertide ahora en tiendas, almacenes, cines y_ meren dos.» G. Canella: L'enopea horghese della Scuola di Amsterdam, en «Casabellay, nim. 215, abril mayo de 1957, " Sobte la evolucién urbanistica » edificativa de Amsterdam, pueden verse: H. Polak: Amstordant, dte grote stad.... Anvsterdam, 1936; D, M. Hui. ings: Der Stad der grachten, Nuarden, 1946: 1. G Ms Historia del urbanismo. Siglo XIX Figs. 530 y 591, EI plan de Amster dam-Sur de Berlage, en su primera re- daecién y en su versin definitiva La evotucién det urbanismo en las demds naciores europeas 349 Figs. 532 y 533, El plano viario y de canales de has reas centrales de Rotterdam, en 1839 y en 1935, Fig, 534, Vista aérea del centro de Rotterdam antes de Ia iitima guerra, 380 Rotterdam, la ciudad de forma de trién- gulo, definida por el delta del rio Rote y encerrada en sus fortificaciones, presenta hacia la mitad del xrx una densidad habite: tiva bastante elevada: a partir de 1850 una comisién encargada de estudiar Ia posibi dad de una modemizacién y de una expan- sin sugiere la conveniencia de cubrir los cur- sos interiores de agua y de extender las dreas edificadas de la ciudad a las franjas adyacen- tes a las murallas. En estos mismos afios Ja ciudad es atravesada por el ferrocarril, que aprovecha para ello el cauce de un viejo ca nal (figs. 932-534); con la presencia del fe- rrocarril y con la apertura en 1865 del canal maritimo del Mosa, se acelera la urbaniza- cidn petiférica. En 1880 Rotterdam ha tras: pasado ya la linea de las viejas fortificacio- nes sobre la orilla derecha del Mosa y comienza ahora a extenderse por la orilla i: quicrda. En 1890 se organizan nuevos ba: tris hacia el Noroeste y en 1900 queda ab. sorbida la localidad de Delfshaven, mientras se multiplican las obras portuarias en ta orilla izquierda, En 1903 se afronta por pri mera vez la redaccién de un plan regulador, aunque pronto se abandona el empeiio. Ber. lage estudia en 1914 algunas ordenaciones de conjunto ", En La Haya las primeras fases del creci- miento se pueden fechar en torno al 1841, cuando se inaugura la Iinea férrea de Voors. choten. Las caracterfsticas de la urbanizacién de Ja capital dependen de sus funciones de gran ciudad residencial de funcionarios y po- Iiticos, y de sede de otras actividades tercia- tias de alcance nacional ¢ internacional. Ha- Watties: Amsterdam bouwkunst en stadsschoon 42, Amsterdam, 1949; Gemeente-Archief, cerdam: Repertorium van de proficlen der sted Amsterdam... Amsterdam, 1953; FL, J. B, de Roy Van Zuyclewijn: Amsterdamse ' howwkunst 1815. 1840, Amsterdam, 1969 " Sobre Rotterdam, cfr. 1.. J.C. van Ravestayn: Rotierdam in de 19de cenw, Rotierdam, 19245 J. Ph, Backx: De Haven van Rotterdant, Rowerdam, 1924, Sobre otras ciudades. holandesas, para Haar Jem véase M. Eisler: Die Geschichte eines bollin- dischen Stadtbildes, 1a Haya, 1914 Ai Historia de! urbanismo, Siglo XIX cia finales de siglo se desarollan una serie de barrios externos, hacia el Sur (més alld de la estacién de Laakhaven), hacia el Oeste (suburbio de Woodburg, en los afios de la guerra) y hacia el Este, sobre todo en la pos- guerra (barrios hacia Scheveningen), En la nueva periferia se construyen también algu: nos edificios puiblicos (como la sede del Tri- bunal Permanente de Justicia Internacional de La Haya, construida en 1907 en el parque de Zorgvlict, segtin proyecto del arquitecto Cordonnier; fig. 535), ‘También trabaja aquf Berlage, que estudia el ensanche de la ciu- dad por nticleos autosuficientes, con plantea mientos simétricos de diverso tipo (1908; figura 536). 4, Espaita y Portugal 4) Ex cuapro GENzrat poxitico y Eco Némico, Con la pérdida de las colonias del sur de América en los primeros anos del x1x, Espa jia queda definitivamente borrada del ndme- ro de las grandes potencias mundiales, En el interior del pais la politica reaccionaia de Fernando VIL, que parece traer de nuevo a Ia nacién un régimen de despotismo abso- luto, y las luchas dinisticas, con frecuentes imetvenciones del ejército, parccen alejar también a Espaita de la vida politica europea. Las dificultades por que atraviesa la monar- quia, empefiada en una ardua mediacién en- tte las aspiraciones liberales y Ia poderosa reacciGn de los conservadores, Hevan en 1869 a la sustitucién del régimen; en un primer momento acepta la Corona Amadeo de $x boya, duque de Aosta, que dimite irrevocs- blemente en el 73, dejando en el poder (tras el_«paréntesis» de la Repiiblica y el golpe militar de Martinez Campos, claro) al prin- cipe de Asturias, Alfonso X11. Con Ia Res- tauracién se inicia un perfodo de reformas moderadas, mientras se acentéan las tenden- cias scparatistas y federalistas de algunas re- giones. Al terminar el siglo los restos de!

You might also like