&
Paolo Sica
Historia del urbanismo
El siglo XIX (Volumen 1.°)
Traduccién de:
Joaquin Hernandez Orozco
INSTITUTO DE ESTUDIOS DE ADMINISTRACION LOCAL
Madrid, 1981La evolucién del urbanisma en las demas naciones europeas 37
Sur se enlazan mediante un imponente tra-
nido de avenidas arboladas (avenue d'Italie,
avenue de France, avenue d'Amérique), que
son posibles’ gracias al desmantelamiento del
viejo cinturén defensivo de Carlos V, cuya
construccién se remonta al siglo xvr; a lo
largo de las avenidas y en cl nuevo baitio
trazado en torno a Ja place du Peuple (fi-
ura 515) se organizan los modernos equipa-
mientos civicos (Théfitre Flamand, Parc,
Banque Nationale, Palais de Justicie, Musée
des Beaux-Arts) y las residencias burguesas.
La estructura interior, salvo por lo que se
tefiere a la cubricién de algunos canales, se
mantiene sustancialmente inalterada,
La ampliacién de las darsenas portuarias
a partir de 1840, después de la apertura del
Petit Bassin y del Grand Bassin previstos
por Napoledn 1 y construidos entre 1804
y 1813, asegura a la ciudad una superficie
portuaria navegable de 89 hectéreas, ademés
de otras 100 destinadas a zonas de descarga
y depésito. Entre 1870 y 1910 el tanelaje
de entrada en el puerto se multiplica por 14,
monopolizando Amberes las cuatro quintas
partes del tréfico comercial del pais,
Cabe recordar, en los afios inmediatamen-
te anteriores a la primera guerra mundial,
el concurso internacional de ideas convocado
en 1910 para la utilizacién de los terrenos
del cinturdn fortificado y de las extensas ins-
talaciones militares de la periferia (poligono
de Ingenicros de Berchem), muy aptos para
desbloquear el paso de la ciudad hacia el
exterior, La convocatoria del concurso, que
afecta también al vecino municipio de Bor-
gethout, prevé una limitacién de edificabili-
dad, estableciendo que solamente podré cons:
truirse el 40 por 100 de la superficie total
de los terrenos. Entre los 27 proyectos pre-
sentados obtiene el primer puesto el de
Henry Prost (seguido por J, M. Aubartin),
que basa su aportaci6a en una aplicacién a
gran escala de las reglas del art urbain, en
una fusién de las experiencias académicas
francesas y de los principios de la escuela
alemana (fig. 516). El esquema propuesto
por Prost solo se utilizaré parcialmente en
las soluciones adoptadas posteriormente ",
3. Holanda en el curso del sigle XIX
4) EL CUADRO GENERAL POLITICO-ECON
MICO
A partir de 1840 se inicia en Holanda un
perfoda de prospetidad y de reformas insti-
tucionales, inspiadas en un cauto liberalis-
mo y apoyadas por una marcada interyen-
cién estatal en algunos sectores de la onga-
nizacién de la vida publica. La polftica del
tercer cuarto de siglo aparece dominada por
a figura del jefe del partido liberal, J. R.
Thorbecke, cuyos periodos ministeriales se
caracterizan por la puesta en prictica de una
politica administrativa bastante avanzada, de
construceién de la red ferroviaria y de im-
portantes obras de infraestructura, y de co-
lonizacién interior mediante la desecacién de
terrenos, En esos mismos afios se produce un
aumento de la actividad colonial, con la or-
ganizacién de numerosas expediciones. mili
tares y la conquista de nuevas escalas y terri-
torios en ultramar.
™ Chr. A. Demangeon: Arers, cn «Annales de
Géographien, jalioseptiembre de 1918 (desde el
punto de vista territorial), F, Marien: Antwerpen,
Brusclas, 1950; F. Prims: Antwerpen door de
eeawen been, Amberes, 1951
Fip, 914 (cn la pdgine opuesta). Amberes, estructura y principales transformaciones del siglo xrx: 1, Niicleo
viejo de Amberes; 2, Barrio de Borgerhout; 3. Barrio Berchm; 4, Schelde (tio Escalda); 5. Area portuatia;
6 Gran bulevar construide sobre les terrenos del viejo cinturén dofensivo; 7. Estacién comercial; 8, Estacién
central del Este; 9, Estacién Sur; 10, Place de ta Victoi
11, Batrio nuevo; 12. Parque.
Fig. 515. Planimetrin del barrio nuevo meridional (hacia 1890),
Fig. 516. EI proyecto de H. Prost para el ensanche de Amberesi
Fig. 917. Mepa de Holanda en
terdaha evolucion del urbanismo en tas demas naciones europeas 339
MARE DEL Noo
eee
zvioenzer
Lib) ,212., Des proyectos, no levados « la peictica, par la dedecacién del Zuiderzee: Van Diggelen
(1849) y Leemans (1877),
La industria, especialmente fuerte en el
sector de la claboracién de materias primas,
experimenta un auge rapido hacia finales de
Siglo, con la creacién de grandes complejos
fabriles, como la Philips, que establece en
la ciudad de Eindhoven el centro de sus ac-
tividades. Los tnéficos mercantiles siguen
siendo una de las fuentes principales de la
renta nacional, lo que se traduce en la con.
siguiente potenciacién de las obras portua-
tins y de Jas ciudades costeras, sobre todo de
Rotterdam, que se convierte en el mayor
Puerto europeo,
La actividad urbanistica, ante los efectos
de la revolucién industrial, insertindose en
el seno de una segura tradicién de control
del tettitorio, consigue transformar adecua-
damente sus propios instrumentos operativos,
evitande en parte las incertidumbres de ges.
tiéa que tan cortientes son en otras ciuda.
des curopeas. En este sentido, es particular.
mente importante una ley reguladora de las
cucstiones edificativas. y urbanisticas (Wo.
ningwet) aprobada en 1901, que obliga 4 to-
dos los municipios de mas ‘de 10.000 habi-
antes a dotarse de un plan regulador general
(los planes, una vex aprobados, han de ser
revisados y puestos al dfa cada diez aiios);
esta ley, ademas, precisa Ia distincién entre
planes generales y planes particularizados, a
los que debe someterse li expansién urha-
na; regula la expropiacién de los terrenos y
establece Tas normas para la concesiin de
eréditos a las cooperativas de edificacién; de
fine las obligaciones de los duefios de las
viviendas existentes en orden a las mejoras
que resulten necesarias para su adecuacién a
los standards mt imos admitides, Sin atener-
a Ia préctica habitual que tan sdlo admitia
le imervencién paiblica en los campos de la340
policia urbana y Ia educacién escolar, desde
los primeros afos del nuevo siglo los muni-
cipios se empenan en una politica activa que
supone la utbanizacién preventiva de los te-
rrenos de expansién por parte del propio
ente piiblico, la construccién de canales y
de sistemas de aleantarillado, calles, puentes,
parques y parterres. Se origina as{ una acti-
vidad regular de progcamacién urbanistica
de las ciudades, junto a la produccién de
complejos edificativos a bajo coste, que aun
manteniendo las formas vernéculas, tipicas de
Ja tradicién nacional, resultan ya bastante
avanzados desde el punto de vista organiza
tivo: producciGn edificativa y produccién de
la ciudad vuelven @ aparecer ligadas en cl
aspecto operative.
5) LA PLANIFICACION DEL TERRITORIO
Singular relieve tiene también, en el cur
so del siglo xtx, In obra de planificacién del
tetritorio y de las aguas, secular hilo conduc
tor de la historia holandesa. La fundacién
de las ciudades y la constraccién de esclusas,
muelles y canales se basan en métodos de
intervencién pablica puestos a punto a lo
largo de siglos de experiencia ¢ instituciona-
lizados a finales del xvi (cn 1779 se esta-
blecen 1as contribuciones que deben aportar
las provincias para hacer frente a los gastos
de las obras de regulacién de las aguas, y
en 1791 se promulga un reglamento genersl
sobre diques; son disposiciones que sirven
para coordinar la actuacién de los numeroses
organismos empefiades en la defensa de las
costas y en el drenaje de las tierras agrico-
las), Las dimensiones de estas intervenciones
“requieten Ia aplicacién de un esfuero colee-
tivo, no individual, capaz de utilizar y modi-
ficar las fuerzas naturales. Las nuevas tietras
se ganan al mar mediante la «polderizacién»
—el sistema tradicional de defensa y planiti-
cacién de las amplias Hanuras holandesas—,
conforme a un procedimiento organizado en
una serie de operaciones sucesivas: seleceién
de las areas de mar a rellenar, divisién en
Historia del terbanismo. Sigio XIX
compartimentos de la misma y_ cierre peri-
metral mediante tetraplenes y diques, dese-
cacién de las lagunas asf formadas mediante
la elevacién de las aguas bajas por medios
mecanicos (tradicionalmente, los molinos de
viento, luego mediante estaciones eléciricas
de bombeo), dragado del fondo marino y de
Jos canales, fijacién del suelo por medio de
la introduccién de cultives y, por fin, even:
tualmente, construccién de asentamieatos hu-
manos,
En el curso del siglo xtx el catélogo de
las grandes obras de planificacién del terri-
torio holandés y de sus infraestructuras se
enriquece con nuevos episodios, El Ministe-
rio de Aguas, Caminos y Puentes (Rijkswa
terstaat Wegen an Bruggen) dispone del pre:
supuesto mds alto de todos los departamen-
tos ministeriales holandeses. Las obras de
los canales desde Amsterdam y Rotterdam
al mar, el cierre de Ymuiden, el canal Mer
wede, que enlaza el Rin con Amsterdam
(1896), notables obras de ingenierfa por sf
mismas, forman parte de un plan coordina
do de colonizacién del territorio (figs. 518-
519). El mas importante de los grandes: pro-
gramas realizados en el siglo pasado quizé
sea el de la desecacién de! Iamado mar de
Haarlem, ejecutado entre 1839 y 1850, con
medios tradicionales (dique periférica de cie
tre, molinos de viento, canales de desagiie):
se ganan al mar, para el cultivo agricola,
18,000 hectareas de tierras, ofreciéndose ast
posibilidades de crecimiento a los asenta-
mientos riberefios de Lisse, Hillegom, Aals-
meet y Haarlem. Sobre los terrenos ganados
al mar mediante Ja creacién de példers sur
gen nuevos pueblos, como Venneperdorf y
Haarlemmermeer, Una jurisprudencia espe-
cial reglamenta el aprovechamiento de las
nuevas tierras. En 1844 se emplea por vez
primera el vapor para el bombeo de las
aguas:
En los aiios que van entre las dos guetras
Holanda legara a tener, en conjunto, 480 ki-
lémetros de diques sobre un desarrollo natu:
ral de costas de 530 kilémetros; a pesar del
fuerte crecimiento de las Areas urbanas, ¢LTa evolucidn det urbanisme en las demds naciones europeas a
Fig, 520. Amsterdam en 1770,
tetritotio agricola holandés pasard de 1,9 mi:
llones de hect&reas en 1893 a 2,1 millones
en 1900 y 2 2,4 millones de hectdreas en
1950".
A la atencién dedicada al territorio desde
el punto de vista econdmico y de asentamien:
to de la poblacién se aiiade bien pronto la
preocupacién por silvaguardar las condicio-
nes ambientales, conforme a una actitud
pragmatica que tiene su origen en In historia
misma del pais. Hacia finales de siglo se
fundan
cién de Ja naturaleza que desempefian un
papel importante de salyaguardia del medio
indo. el_mu-
leno del
unas asociaciones part la protec
ambiente: asi, por ejemplo,
nicipio de Amsterdam propo!
“Che. B, Verper: Les couquétes sur la mer du
Nord de la Zélande au Jutland, en «Anales de Géo
graphics, julio-agosio de 1956,
lago arden, la Sociedad para la Pro-
teccidn de Jos Valores Naturales, bajo la di-
reccién de J. Th, Oudemans, procede a la
ackquisicién undantes
los terrenos
del Jago mismo; otras operaciones tutelares
afectan a dreas especialmente cualificadas por
su fauna y sus cultivos. En 1899 se crea el
cio de Bosques del Estado (Staatsbos-
) para la repoblacién forestal de Ins
as nat Igunas de las cuales son
declaradas seguidamente parques naturales
gidos (Muy, en el Texel; Kootwijk
Sand; Dunas de las Gaviotas, en el Viieland)
Mas tarde, en 1928, se creara el ie na
cional de Hoge Veluwe".
Sery
bel
ales,
prot
* Cf, K, R. Symonds: Ni
Recreation in the Nethorlan
Reviews, julio de 1959.
Protection and
«Town Planning342
c) LAS 'TRANSFORMACIONES DE AMSTERDAM
¥ DE LAS O'RAS CIUDADES H OLANDESAS
La singular morfologia urbana de Amster:
dam, fijada por las vicisitudes experimenta-
das en el siglo xvit (fig. 520), permanece
inalterada durante el xvitt bajo una norma-
tiva administrativa muy conereta, que afirma
la legitimidad del control publico sobre 1a
edificacién y Jas actividades: privadas, En el
siglo x1x, cuando la poblacién empieza a cre-
cet y a las actividades mercantiles tradicio-
nales se afiaden los primeros cambios en la
produccién (industrias alimentarias y de
transformacién ¢n la zona industrial de Ams-
terdam y en el vecino burgo de Zundam),
aquellos controles parecen debilitarse duran-
te algiin tiempo, y los efectos del liberalismo
econémico y del laissez-faire urbanistico tien-
den a alterar el perfecto equilibrio anterior
de Ia mayor de las ciudades holandesas, Sin
embargo, Ja administracién municipal con-
sigue adecuar el aparato de control ¢ inter
vencién al nuevo momento del desarrollo
ndmico y urbano.
En el proceso de reestructuracién funcio
nal del tertitoria que carscteriza al siglo xix,
la iniciativa publica se aplica también al
rea de Amsterdam, Mevandose a cabo las
grandes obras para el acondicionamiento de!
golfo de Ij, las obras del canal del Norte
(1815), la desecacién del gran lago del Haar-
lommermeer (1848-52), las nuevas obras del
canal del Norte (1876), el cierre del Ymui
den y cl acondicionamiento de las vias de
agua del Zuiderzee. Con estos trabajos de
Fig. 521
Mar_dol_Norte,
El nivel de ta ciudad con respecto al Mar del Norte y el
nivel de ins casas de cuatro plantas
Historia del urbanism, Siglo XIX
acondicionamiento territorial se equipa el
hinterland agricola inmediatamente adyacen-
te a la ciudad y se refuerzan los enlaces de
éta con el resto del pafs. En 1893, con el
canal del Merwede (nombre del rio Mosa
después de su confluencia con el Waal),
Amsterdam se asegura también el enlace con
el Rin y con el sistema econdmico de la
Europa central.
En cambio, hasta la mitad del siglo, y no
abstante su estado de creciente congestion
interior, Amsterdam permanece encerruda en
su cinturdn tradicional, Las nuevas construc-
ciones y la ordenacién de las lagunes meno-
res se Hevan a cabo sin ningda plan pecesti-
blecido: en 1840 se deseca una mitad de} ca
nal Dam, hacia el Norte, para la construceién
del edificio de la Bolsa; en 1865 se producen
las primeras proliferaciones urbanas al cto
lado de la puerta de Utrecht, Peto precisa-
mente en estos aiies, con la ordenacién que
es preciso dar a los trazados ferroviarios y
con la demolicién de las fortificaciones, se
impone un plan urbanistico,
En 1866 se formula una propuesta de con-
junto, redactade por el ingeniero municipal
J. G. Van Niftrik, que parece no olvidar, a
su manera, ef caso del ensanche vienés (fi
gura 522). El plan afecta a todo el perime-
tro de las defensas militares, que ahora se
utilizan para las primeras expansiones y cu
yos rasgos caracteristicos se conservan, ¢n
parte, en forma de jardines publicos, en el
trazado de los viales y en la forma de las
manzanas. Hacia el exterior, el plan prevé
la construccién del anillo ferroviario, una ex-
iderzee,1a evolucién del urbanismo en las demas naciones
jones europeas
lot uiibrei
AMSTLRDAM 7
Fig. 522. El plan de ensanche de J. G.
pansién por barrios radiales y un sistema de
parques, dos de Jos cuales se sitéan uno en
cada extremo de Ia ciudad y otros dos pe-
netrando en cufia en Ja zona edificada. El
plan es rechazado por el Consejo municipal,
ya sea por la posicién que se asigna en él
a la estacién central, que difiere de la que
ya habfa sido acordada previa la oportuna
deliberacién, ya sea porque se considere que
el plan es demasiado ambicioso, en su alter-
nancia de parques monumentales y @ la in-
glesa. No obstante, se realiza conforme a las
indicaciones del plan el Vondelpark (figu-
ta 524); ulteriormente se abrirdn otros par
ques en diversas zonas, el Ooster Park y el
Beatrix Park, y después incluso en la expan-
M3
‘an Niftrik (1866)
sin proyectada por Berlage, Entretanto, ha-
cia 1875, se produce una primera interven-
cién, aunque sea parcial, de control piblico
de la expansién, al aprobar el gobierno na-
cional la expropiacién de 25 hectireas de
terrenos periféricos para la realizacién del
complejo destinado a albergar, més tarde, el
Museo Nacional (Rijksmuseum); a pesar de
las controversias que suscita, dicha medida
¢s aprobada con base en la motivacién de su
interés public.
En 1877 se aprucba un plan regulador,
puesto a punto en cl 75 por el director de
Obras Piblicas de Amsterdam, Kalff, que
adapta las zonas de expansién a la parcela-
cién agricola periférica, recalcando con losFig, 523, Plan de ensanche aprobado en 1877.
trwzados viarios los cauces y acequias preexis-
tentes de los példers (fig. 523). Con el nie-
vo plan oficial se enajena el terreno de las
forti
nes.
de barrios de casas de alquiler que sirven
4 atenuar 1a congestién de la ciudad vie-
ja (fig. 527). Los especuladores obtienen in-
gentes beneficios, sobre todo entre los afios
70 y 80, como consecuencia de un aumento
de poblacién que en los tres diltimos dece-
ios del siglo supone la duplicacién del vo-
Historia det urbanismo, Siglo XIX
i
lumen demogeifico de ta ciudad (que pase
de los 255,000 a los 510,000 habitantes),
En este intervalo el municipio urbaniza mis
de 900 hectéreas extramuros de las antiguas
fortificaciones. Bien pronto Ja actuacién pie
blica se afiade a Ja de los promotores. ptiva
dos: cn 1878 Ja municipalidad interviene
para conceder tuna subvencién, al 4,5 pot 100
de interés, a una sociedad constructora para
la edificacién de viviendas obreras, cedién-
dole en arrendamiento los terrenos neces
rios, conforme a una prictica que se gene-
heLa evolucidn del urbanismo en las demds nactones europeas 345
Fig, 524. Una vista actual del Vondelpark,
Figs, 525 y 526, La Radhuisstraat, construida mediante el relleno def canal del Watmoesgracht en 1896,
y vista aérea de In franja de expansién nacida con el plan de 1877,Historia det urbanismo, Siglo XIX
raliza ya en 1896 con una disposicién basada
en el principio de Ja conservacién para la co:
munidad del incremento del valor del
Estas disposiciones facilitan la presencia de
la pequefia empresa en el mercado de la edi-
ficacién
El mismo afio en que, con la aprobacién
onal (1901), se abre
de la ley urbanistica n:
la financiacién a los municipios y a las eoope-
construccién de viviendas de
tativas para |
bajo coste, se crea en Amsterda
cién Municipal de la Construccién y
vienda: su primer director, J. W. C. 1
gen (mas tarde alcalde de la ciudad),
un reglamento de la edificacién que entra en
n 1905, imponiendo obligaciones pre-
propiedad privada, En 1904 se de-
lubres ¢ inhabitables mis de 8,000
alojamientos, y se inicia su saneamiento o
vigor
demolici
1930.
tanto se Heyvan a cabo in
, operaciones que prosig
Ly
portantes
transformaciones en las dreas cent
el riesgo de comprometer la admirable es
teuctura urbanfstica de la ciudad: se trata de
obtas de ordenacién y apertura de calles pre
vio relleno de antiguos canales (Spuisstraat,
1867; Spui, 1882; Voorbug 1884;
at, sobre el canal cegado del
ht, 1896; fig. 526). De los
55 kilmetros de canales con que cuenta la
ciudad en 1856, cerca de once son ce,
por relleno, alegdndose pata ello motivos hic
gigaicos, econémicos o de trifico. En 1889
se termina la construccién de la estacién cen:
tral, que se alza sobre un grupo de dunas y
de islotes artificiales dentro del puerto, fren
te a la ciudad, en correspondencia con Ia an-y
4a evolucion del urbanismo en las demas naciones europeas M7
tigua_desembocadura del Amstel. Las vias
piblicas importantes del centro se renuevan
con Ia consiruecién de una serie de edificios
piiblicos que Ievan la marca del eclecticismo
romintico predominante, desde el palacio de
Ja Velksvlijt, de 1855, al Rijksmuseum, de
1876-85 (P. J. H. Cuypers; fig. 528), y a
las _numerosas iglesias del propio Cuype
consirucciones a las que se unen en los ilti-
mos afios del siglo las obras de Berlage (edi-
ios de oficinas, la Bolsa; fig. 529), de
K.P. C. de Bazel y de W. Kromhout
En 1901 se encarga al arquitecto Berlage
\ redaccién del proyecto del primer ensan-
che importante planifieado, ef barrio de Ams-
‘erdam Zuid. Un primer proyecto, de 1902,
evidencia, quizé, la influencia de las ideas
de Camillo Sitte (fig. 530); seguidamente,
1 lo largo de un proceso de reelaboracién
que pasa por diferentes redacciones hasta
concluir en la solucién definitiva de 1915
(figuta 531), Berlage acepta In costumbre de
la simetria y de la composicidn tradicionales.
Pero el Amstellaam, el eje que va del puente
al Amstel, tema central del planteamiento
urbantstico, se impone por la gencrosidad de
sus dimensiones, y el tramo vial pierde la
habitual funciéa de exaltacién de los valores
inmobiliarios, para transformarse en un ca-
pal arbolado, Las manzanas adquieren nue
vas posibilidades de utilivacién en los am
plios temas de los patios interiores unifica-
dos (Berlage adopta el bloque rectangular
certadlo de 50 metros de ancho y de 100 a
200 metros de largo, con casas de cuatro
plantas y jardin intetior de 25 metros de
anchura); Ia homogeneidad y la simplicidad
arquitecténica de los cuerpos de fibrica y
de las fachadas indican la tendencia a en
yar vias de solucién innovadoras respecto
del problema de la vivienda colectiva de
masa; las mismas simetrlas parece que no
se utilizan casualmente, sino conforme a in-
tenciones y perspectivas que nacen de la re-
lacién con los puntos de atticulacién con la
sludad. Con la aprobacién de! plan de Ams-
tetdam Sur, que se realizaré materialm
nate
en la posguerta, se abre el camino a la teno-
vacién cualitativa del urbanismo holandés
En Amsterdam las posibilidades de iniciativa
de la administracién se ven, entretanto, fuer-
temente potenciadas por la creacién en 1915
del Servicio Municipal de la Vivienda, gue
se encarga de la construccién de alojamientos
de alquiler subvencionados por el Estado y
el municipio, para responder a ia demanda
de los estratos mas pobres de la poblacién,
desalojades de las éreas centrales,
La actividad edificativa en el periodo a
caballo de la primera guerra mundial se ca-
racteriza por la obra de los arquitectos de la
«escuela de Amsterdam», Entre los afios 13
y 17 De Klerk realiza el complejo residen-
cial de las casas obreras de Figen Haard, en
las dreas de expansién, hacia el Noroeste;
como éste de De Klerk, otros barrios obreros
del mismo perfodo poseen auténticas cuali-
dades de frescura e invencién, en los acen-
tos verniculos y tradicionales en que se des-
lizan derivaciones evidentes del movimiento
de las Arts and Crafts, filtrados a través de
la obra de Cuypers y Berlage ”,
“ «Este plan muestra eémo, incluso en este cam:
Po, Berlage se abstiene de procedimientos radical.
mente innovadores y «imo parece preferir, en cam.
bie, la sacionalizacion de los datos que’le habla
proporcionade Ia experiencia de la. planificacién
tacdoncoclisica, dando lugar a una especie de re
vival urbanistico: el tema natutalista del boulenand,
y su empleo como Iinea de fuga apta para enfocar
un nudo monumental; ta ‘que dominaba una
red vintia ordenada jerirquicamente; las cortines ed
ficadas que flanquean. tas. calles, concebidgs i
como pantallas pari cubrir los espacios abiertos que
como paredes de la masa mural. Betlage habla ope-
tado sobre esta realidad, objetivindola: habie acep-
tado el exquema jerirquico, pero, vaciindolo de sx
imputso de s« acim, habla manteaido ts sime-
{ria como elemento normalizador, habla usedo pune
pero &t0% ya no ern las fuentes, Jos
obeliscns, los ensanches ajardinados: se hablan ‘con
yertide ahora en tiendas, almacenes, cines y_ meren
dos.» G. Canella: L'enopea horghese della Scuola
di Amsterdam, en «Casabellay, nim. 215, abril
mayo de 1957,
" Sobte la evolucién urbanistica » edificativa de
Amsterdam, pueden verse: H. Polak: Amstordant,
dte grote stad.... Anvsterdam, 1936; D, M. Hui.
ings: Der Stad der grachten, Nuarden, 1946: 1. GMs Historia del urbanismo. Siglo XIX
Figs. 530 y 591, EI plan de Amster
dam-Sur de Berlage, en su primera re-
daecién y en su versin definitivaLa evotucién det urbanismo en las demds naciores europeas 349
Figs. 532 y 533, El plano viario y de canales de has reas centrales de Rotterdam, en 1839 y en 1935,
Fig, 534, Vista aérea del centro de Rotterdam antes de Ia iitima guerra,380
Rotterdam, la ciudad de forma de trién-
gulo, definida por el delta del rio Rote y
encerrada en sus fortificaciones, presenta
hacia la mitad del xrx una densidad habite:
tiva bastante elevada: a partir de 1850 una
comisién encargada de estudiar Ia posibi
dad de una modemizacién y de una expan-
sin sugiere la conveniencia de cubrir los cur-
sos interiores de agua y de extender las dreas
edificadas de la ciudad a las franjas adyacen-
tes a las murallas. En estos mismos afios Ja
ciudad es atravesada por el ferrocarril, que
aprovecha para ello el cauce de un viejo ca
nal (figs. 932-534); con la presencia del fe-
rrocarril y con la apertura en 1865 del canal
maritimo del Mosa, se acelera la urbaniza-
cidn petiférica. En 1880 Rotterdam ha tras:
pasado ya la linea de las viejas fortificacio-
nes sobre la orilla derecha del Mosa y
comienza ahora a extenderse por la orilla i:
quicrda. En 1890 se organizan nuevos ba:
tris hacia el Noroeste y en 1900 queda ab.
sorbida la localidad de Delfshaven, mientras
se multiplican las obras portuarias en ta
orilla izquierda, En 1903 se afronta por pri
mera vez la redaccién de un plan regulador,
aunque pronto se abandona el empeiio. Ber.
lage estudia en 1914 algunas ordenaciones
de conjunto ",
En La Haya las primeras fases del creci-
miento se pueden fechar en torno al 1841,
cuando se inaugura la Iinea férrea de Voors.
choten. Las caracterfsticas de la urbanizacién
de Ja capital dependen de sus funciones de
gran ciudad residencial de funcionarios y po-
Iiticos, y de sede de otras actividades tercia-
tias de alcance nacional ¢ internacional. Ha-
Watties: Amsterdam bouwkunst en stadsschoon
42, Amsterdam, 1949; Gemeente-Archief,
cerdam: Repertorium van de proficlen der sted
Amsterdam... Amsterdam, 1953; FL, J. B, de Roy
Van Zuyclewijn: Amsterdamse ' howwkunst 1815.
1840, Amsterdam, 1969
" Sobre Rotterdam, cfr. 1.. J.C. van Ravestayn:
Rotierdam in de 19de cenw, Rotierdam, 19245
J. Ph, Backx: De Haven van Rotterdant, Rowerdam,
1924, Sobre otras ciudades. holandesas, para Haar
Jem véase M. Eisler: Die Geschichte eines bollin-
dischen Stadtbildes, 1a Haya, 1914
Ai
Historia de! urbanismo, Siglo XIX
cia finales de siglo se desarollan una serie de
barrios externos, hacia el Sur (més alld de
la estacién de Laakhaven), hacia el Oeste
(suburbio de Woodburg, en los afios de la
guerra) y hacia el Este, sobre todo en la pos-
guerra (barrios hacia Scheveningen), En la
nueva periferia se construyen también algu:
nos edificios puiblicos (como la sede del Tri-
bunal Permanente de Justicia Internacional
de La Haya, construida en 1907 en el parque
de Zorgvlict, segtin proyecto del arquitecto
Cordonnier; fig. 535), ‘También trabaja aquf
Berlage, que estudia el ensanche de la ciu-
dad por nticleos autosuficientes, con plantea
mientos simétricos de diverso tipo (1908;
figura 536).
4, Espaita y Portugal
4) Ex cuapro GENzrat poxitico y Eco
Némico,
Con la pérdida de las colonias del sur de
América en los primeros anos del x1x, Espa
jia queda definitivamente borrada del ndme-
ro de las grandes potencias mundiales, En
el interior del pais la politica reaccionaia
de Fernando VIL, que parece traer de nuevo
a Ia nacién un régimen de despotismo abso-
luto, y las luchas dinisticas, con frecuentes
imetvenciones del ejército, parccen alejar
también a Espaita de la vida politica europea.
Las dificultades por que atraviesa la monar-
quia, empefiada en una ardua mediacién en-
tte las aspiraciones liberales y Ia poderosa
reacciGn de los conservadores, Hevan en 1869
a la sustitucién del régimen; en un primer
momento acepta la Corona Amadeo de $x
boya, duque de Aosta, que dimite irrevocs-
blemente en el 73, dejando en el poder (tras
el_«paréntesis» de la Repiiblica y el golpe
militar de Martinez Campos, claro) al prin-
cipe de Asturias, Alfonso X11. Con Ia Res-
tauracién se inicia un perfodo de reformas
moderadas, mientras se acentéan las tenden-
cias scparatistas y federalistas de algunas re-
giones. Al terminar el siglo los restos de!