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INTRODUCCIÓN GENERAL A LA PROPIEDAD INTELECTUAL

¿Qué es la propiedad intelectual?

La historia de la humanidad es la historia de cómo se ha aplicado la


imaginación, o la innovación y la creatividad a los conocimientos
existentes a fin de resolver problemas o expresar ideas. Desde los
primeros escritos de Mesopotamia, pasando por el ábaco chino, el
astrolabio sirio, los antiguos observatorios de la India, la imprenta de
Gutenberg, el motor de combustión interna, la penicilina, las medicinas
y curas basadas en plantas del África meridional, el transistor, la
nanotecnología en el sector de los semiconductores, los fármacos de
ADN recombinado y un sinnúmero de descubrimientos e innovaciones,
la imaginación de los creadores de todo el mundo ha sido lo que ha
hecho posible que la humanidad alcance el actual nivel de progreso
tecnológico.

Hoy en día se vela por la protección de la propiedad intelectual no sólo


en el plano nacional sino en el plano internacional. La Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) administra más de 20
tratados en ese campo.

¿Qué tipo de creaciones intelectuales pueden protegerse mediante el


sistema
de P.I.?

Se entiende por lo general que la P.I. abarca derechos relacionados


con lo siguiente:

a) Obras literarias, artísticas y científicas (derecho de autor)


b) Interpretaciones y ejecuciones, fonogramas y emisiones (derechos
conexos)
c) Invenciones en todos los ámbitos de la actividad humana (propiedad
industrial)
d) Descubrimientos científicos (propiedad industrial)
e) Diseños industriales (propiedad industrial)
f) Marcas y nombres y designaciones comerciales (propiedad
industrial)
g) Protección contra la competencia desleal (propiedad industrial)
h) Derechos derivados de la actividad intelectual en las esferas
industrial,
científica, literaria y artística.

La propiedad intelectual puede dividirse en ramas. Las esferas


mencionadas en el apartado a) forman parte de la rama “derecho de
autor” y las que figuran en el apartado b), de la rama “derechos
conexos”. Los apartados c), d), e), f) y g) constituyen la rama
“propiedad industrial” de la P.I.

Módulo 2: DERECHO DE AUTOR

¿Qué es el derecho de autor?

El derecho de autor tiene por finalidad ofrecer protección a los autores


(escritores, artistas, compositores musicales, etc.) de creaciones. Esas
creaciones
se conocen por lo general con el nombre de “obras”.

¿Qué abarca el derecho de autor?

Las obras que se prestan a la protección por derecho de autor son,


entre otras, las obras literarias como las novelas, los poemas y las
obras de teatro; el material de referencia como las enciclopedias y los
diccionarios; las bases de datos; los artículos de periódico; las películas
y los programas de televisión; las composiciones musicales; las obras
coreográficas; las obras artísticas como las pinturas, los dibujos, las
fotografías y las esculturas; las obras arquitectónicas; y los anuncios
publicitarios, mapas y dibujos técnicos. Mediante el derecho de autor
pueden también protegerse los programas informáticos.

Ahora bien, el derecho de autor no protege las ideas sino la expresión


concreta de pensamientos e ideas. Por ejemplo, la idea de hacer una
foto de una puesta de sol no puede protegerse mediante derecho de
autor. Por consiguiente, cualquiera puede hacer una foto de este tipo.
Pero la foto específica de una puesta de sol tomada por un fotógrafo
puede protegerse por derecho de autor. En ese caso, quien haga
copias de esa fotografía y la venda sin el consentimiento del fotógrafo
estará violando los derechos del autor.

¿Qué formalidades son necesarias para obtener protección?

La protección por derecho de autor es automática, sin necesidad de


registro ni de otros trámites. Una obra empieza a gozar de protección
por derecho de autor desde su creación.

Ahora bien, numerosos países han adoptado un sistema de registro y


depósito facultativos de las obras. Ese sistema contribuye, por
ejemplo, a resolver litigios sobre la paternidad de la creación,
transacciones financieras, ventas, y cesiones y transferencias de
derechos.
¿Qué derechos confiere el derecho de autor?

En el derecho de autor están comprendidos dos tipos de derechos:

a) los derechos patrimoniales, que permiten que el titular obtenga


compensación financiera por el uso y la explotación de la obra; y
b) los derechos morales, cuya finalidad es velar por que se
reconozca el vínculo personal que existe entre el autor y la obra.

¿Qué derechos patrimoniales confiere el derecho de autor?

Por derechos patrimoniales se entiende la facultad que tiene el creador


de una obra para utilizar sus obras de la manera que estime
conveniente. Se entiende también la facultad de autorizar o prohibir
los siguientes actos en relación con una obra:

– reproducción bajo distintas formas, por ejemplo, la publicación


impresa o la grabación de la obra en casetes, discos compactos, y
videodiscos, o el almacenamiento en la memoria de computadoras;
– distribución, por ejemplo, mediante la venta al público de ejemplares
de la obra;
– interpretación o ejecución públicas, por ejemplo, la interpretación
musical durante un concierto o en una obra de teatro;
– radiodifusión y comunicación al público, por radio o televisión, por
cable o por satélite;
- traducción a otros idiomas;
– adaptación, por ejemplo, la adaptación de una novela o una obra de
teatro a un guión cinematográfico.
En los últimos tiempos se han tomado medidas en el plano
internacional para
proteger las obras en Internet. El Tratado de la OMPI sobre Derecho de
Autor
(WCT), adoptado en 1996, responde a los problemas que plantea la
actual
tecnología digital, velando por que los titulares de obras protegidas por
derecho de autor gocen de una protección adecuada y eficaz si sus
obras se divulgan mediante nuevos sistemas de tecnología y
comunicaciones como Internet.

¿Qué derechos confieren los derechos morales?

- el derecho a reivindicar la paternidad de la obra. Dicho de otro modo,


el derecho de que goza el creador a que se mencione su nombre en
calidad de autor, en particular, en todo uso que se haga de su obra.
– el derecho de integridad, es decir, el derecho a oponerse a la
modificación de la obra o a la utilización de la misma en contextos que
puedan perjudicar la buena reputación del autor.

¿De qué forma pueden explotarse los derechos patrimoniales?

Un gran número de obras creativas protegidas por derecho de autor


exige inversiones financieras además de competencia profesional para
su producción, divulgación y distribución a gran escala. De la edición,
grabación y producción
cinematográfica no suelen ocuparse directamente los autores, sino
organizaciones y entidades especialistas en el sector. Por lo general,
los autores y creadores ceden sus derechos a esas entidades mediante
contratos y a cambio de una retribución financiera, como puede ser el
pago de una suma global o de regalías basadas en un porcentaje de
los ingresos que se generen con la obra.

Muchos autores no tienen ni posibilidades ni medios para gestionar sus


derechos por sí mismos. De ahí que se recurra con frecuencia a
organismos o
sociedades de gestión colectiva que, con arreglo a su competencia
administrativa y jurídica, se ocupan de la recaudación, la gestión y la
distribución de regalías en
nombre de sus miembros. La utilización a gran escala de una obra en
los planos
nacional e internacional, por ejemplo, por organismos de radiodifusión,
discotecas, restaurantes, bibliotecas, universidades y escuelas,
entraña el pago de regalías.

¿Cuánto dura la protección por derecho de autor?

El derecho de autor está sujeto a un plazo: por lo general, la protección


se extiende durante la vida del autor y 50 años después de su muerte.
Esa norma, aplicada por la mayor parte de los países, se estipula en el
Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y
Artísticas. Una vez que expira el plazo en protección, la obra pasa al
“dominio público”, lo que significa que a partir de esa fecha cualquier
persona tiene la facultad de utilizar la obra sin tener que obtener
autorización específica del titular del derecho de autor.

Ahora bien, en el Convenio de Berna se prevé la posibilidad de plazos


de protección más largos. Para saber qué plazo de protección se aplica
a una obra concreta en un país determinado, conviene remitirse a la
legislación de derecho de autor de ese país.

¿En qué medida puede utilizarse una obra sin pedir autorización?
En el campo del derecho de autor existen también limitaciones y
excepciones a fin de tener en cuenta consideraciones de índole social,
educativa y de orden público. En los tratados internacionales y en las
leyes nacionales se contempla la
posibilidad de libre utilización de ciertas partes de una obra y con fines
concretos, como la información periodística y las citas, a condición de
que esa utilización sea conforme a las prácticas honestas o se haga
con fines pedagógicos.

Los casos en los que se autoriza la libre utilización varían de un país a


otro por
lo que se recomienda remitirse a la legislación del país de que se trate
a fin de
verificar si se ofrece esa posibilidad.

¿Conviene proteger el derecho de autor?

La protección del derecho de autor fomenta la creatividad humana al


ofrecer
incentivos a los creadores, a saber, reconocimiento y retribución
económica justa.
Este sistema de derechos ofrece a los creadores la garantía de poder
divulgar sus obras sin temor a que se realicen copias no autorizadas o
actos de piratería. A su vez, eso contribuye a facilitar el acceso a las
obras y aumenta el enriquecimiento por medio de la cultura, los
conocimientos y el espectáculo.

Módulo 4: DERECHOS CONEXOS

¿Qué son los derechos conexos?

Los derechos conexos confieren protección a las siguientes categorías


de
personas y organizaciones:

– artistas intérpretes y ejecutantes (actores, músicos, cantantes,


bailarines, es decir, artistas en general), respecto de sus
interpretaciones
y ejecuciones;
– productores de grabaciones sonoras (por ejemplo, grabaciones en
casete y discos compactos), respecto de sus grabaciones; y
– organismos de radiodifusión, respecto de sus programas de radio y
de
televisión.
Estos derechos son también conocidos con el nombre de derechos
afines.

¿Qué diferencia hay entre el derecho de autor y los derechos conexos?

El derecho de autor y los derechos conexos protegen cosas distintas. El


derecho de autor protege a los autores de obras. Por ejemplo, en el
caso de una
canción, el derecho de autor protege al compositor de la música y al
autor de la letra.

Tomando ese mismo ejemplo, los derechos conexos serían aplicables


a:

– los músicos y el cantante que interpreten la canción;


– el productor de la grabación sonora (también llamada fonograma) en
la que se incorpore la canción; y
– el organismo que radiodifunda un programa que contenga la
canción.

¿De qué prerrogativas gozan los beneficiarios de derechos conexos?

La legislación varía de un país a otro en cuanto al alcance de los


derechos
concedidos a los artistas intérpretes y ejecutantes, los productores de
grabaciones sonoras y los organismos de radiodifusión.

De esa cuestión se ocupan varios tratados internacionales, como el


Convenio
de Roma, el Acuerdo sobre los ADPIC y el Tratado de la OMPI sobre
Interpretación o Ejecución y Fonogramas (WPPT).

Por norma general, los artistas intérpretes y ejecutantes gozan de


derechos
patrimoniales para impedir la fijación, la radiodifusión y la
comunicación al público de sus ejecuciones e interpretaciones en
directo. En varias leyes nacionales y en el Tratado de la OMPI sobre
Interpretación o Ejecución y Fonogramas (WPPT) se conceden también
a esos artistas derechos de reproducción, distribución y alquiler de sus
interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas, así como
derechos morales a impedir una omisión infundada de su nombre, o a
oponerse a modificaciones de sus interpretaciones o ejecuciones
incorporadas en una grabación sonora, en la medida en que dichas
modificaciones puedan dañar su reputación.
Los productores de grabaciones sonoras (también llamadas
fonogramas)
gozan principalmente del derecho a autorizar o prohibir la
reproducción y distribución por terceros de sus grabaciones.

En el Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y


Fonogramas
(WPPT) se contemplan disposiciones encaminadas a velar por que los
productores de fonogramas así como los artistas intérpretes y
ejecutantes de obras contenidas en los mismos gocen de una
protección adecuada cuando dichas grabaciones sonoras se difundan
por nuevos medios tecnológicos y sistemas de comunicaciones, por
ejemplo, Internet.

A su vez, los organismos de radiodifusión gozan del derecho a


autorizar o
prohibir la retransmisión, la fijación y la reproducción de sus
emisiones.

Los derechos conexos están sujetos a las mismas excepciones


aplicables al derecho de autor, que permiten la libre utilización de
interpretaciones y ejecuciones, grabaciones sonoras y emisiones para
ciertos fines específicos, como las citas y la información periodística.

¿Conviene proteger los derechos conexos?

Los artistas intérpretes y ejecutantes gozan de protección habida


cuenta de su
creatividad. Los productores de grabaciones sonoras merecen gozar de
protección por la contribución creativa que aportan y los recursos
técnicos y financieros que invierten para poner la grabación a
disposición del público. Análogamente, la competencia técnica y
organizativa que requiere la elaboración de programas justifica que se
ofrezca protección a los organismos de radiodifusión.

Módulo 4: MARCAS

¿Qué es una marca?

Una marca es un signo que permite identificar ciertos productos y


servicios con los que fabrica o suministra una persona o empresa. Por
consiguiente, contribuye a diferenciar los productos y servicios de los
de la competencia.
Por ejemplo, “DELL” es una marca que identifica productos
(computadoras y objetos informáticos). A su vez, “CITY BANK” es una
marca de servicio (servicios bancarios y financieros).

¿Qué tipo de signos pueden utilizarse como marcas?

Las marcas pueden consistir en una palabra (por ejemplo, Kodak) o en


una
combinación de palabras (Coca-Cola), letras y siglas (por ejemplo, EMI,
MGM, AOL, BMW, IBM), cifras (por ejemplo, 7/11) y nombres (Ford y
Dior) o abreviaturas de nombres (por ejemplo, YSL para Yves Saint
Laurent). Pueden también consistir en dibujos (como el logotipo de la
compañía petrolera Shell o el dibujo de un pingüino para los libros
Penguin) o en signos tridimensionales como la forma y el embalaje de
productos (por ejemplo, la forma de la botella de Coca-Cola o el
embalaje del chocolate Toblerone). Pueden también consistir en una
combinación de colores o en un único color (por ejemplo, el color
naranja que utiliza la compañía telefónica ORANGE). Los signos no
visibles, como la música y los olores, también pueden constituir
marcas.

Ahora bien, en todos esos casos, la marca debe ser distintiva, a saber,
debe poder diferenciar los productos y servicios a los que se aplique.
Los nombres meramente descriptivos del tipo de productos y servicios
que se ofrecen no siempre constituyen marcas válidas. Por ejemplo, la
marca Apple (manzana) sirve para computadoras pero no para las
manzanas. No obstante, puede que una marca no sea distintiva al
principio pero a la larga, y a medida que aumente su utilización,
adquiera ese carácter o “significado secundario”.

¿Qué tipos de marca existen?

Existen otras categorías de marcas además de las marcas que


identifican la
fuente comercial de los productos y servicios.

Las marcas colectivas son marcas que se utilizan para indicar que los
productos o servicios han sido fabricados o son suministrados por los
miembros de una asociación. Se utilizan también para identificar los
servicios suministrados por los miembros de una organización o
entidad (por ejemplo, VISA).

Las marcas de certificación son marcas que se utilizan para los


productos y
servicios que satisfacen ciertas normas y que han sido certificadas
como tales (por ejemplo, el símbolo Woolmark, que indica que los
productos están confeccionados con 100% de lana y que son
conformes a las especificaciones de utilización de la Woolmark
Company. Esa marca está registrada en 140 países y se han concedido
licencias de utilización a fabricantes de 67 países que están en
condiciones de cumplir esas normas de calidad).

¿Para qué sirven las marcas?

Las marcas desempeñan varias funciones, en particular:

Ayudan al consumidor a identificar y distinguir productos o servicios;


Permiten que las empresas diferencien sus productos;
Constituyen una herramienta de comercialización y de creación de
imagen
y reputación;
Pueden ser objeto de licencia y constituir una fuente directa de
ingresos
mediante el cobro de regalías;
Son un componente fundamental de los activos de las empresas;
Estimulan a las empresas a invertir en el mantenimiento y la mejora de
productos de calidad; y
Pueden ser útiles a la hora de obtener financiación.

La forma más común y eficaz de proteger una marca es el registro


(inscripción en el Registro). Las marcas son derechos territoriales, lo
que significa que deben ser registradas por separado en cada país en
el que se desee obtener protección.
Cabe señalar que, si no está protegida en una país, la marca puede ser
utilizada libremente por terceros. Además, la protección que confiere
la marca suele estar
limitada a productos y servicios específicos (a menos de que la marca
de que se
trate constituya una marca notoriamente conocida o famosa). Eso
significa que la misma marca puede ser utilizada por varias compañías
a la vez a condición de que se aplique para productos o servicios
distintos. Prácticamente todos los países del mundo tienen un Registro
de marcas administrado por la correspondiente oficina de marcas.

Ahora bien, el registro no es el único medio de proteger una marca; en


algunos
países, las marcas no registradas también están protegidas, pero dicha
protección no es tan sólida.
¿Qué tipo de protección confiere la marca?

El titular de una marca goza del derecho exclusivo a:

– utilizar la marca para identificar sus productos o servicios;


– impedir que terceros utilicen y comercialicen la misma marca o una
marca similar para los mismos productos y servicios o productos y
servicios similares;
– autorizar la utilización de la marca por terceros (por ejemplo,
mediante
acuerdos de franquicia o de licencia) a cambio de retribución
financiera.

¿Cómo se registra una marca?

En primer lugar, hay que presentar una solicitud de registro en la


debida oficina nacional o regional de marcas. La solicitud debe
contener una reproducción clara del signo que desea registrarse, con
indicación de colores, forma o características tridimensionales. La
solicitud debe ir acompañada también de una lista de los productos o
servicios a los que se tiene intención de aplicar el signo.

Para quedar protegido como marca de fábrica o de servicio u otro tipo


de marca, el signo debe satisfacer determinados requisitos, a saber:

Debe ser distintivo, de modo que los consumidores puedan


diferenciarlo e identificarlo con un producto particular, y distinguirlo de
otras marcas que identifican otros productos;
Do debe inducir a error, es decir, no debe ser susceptible de confundir
al consumidor en cuanto a la índole o la calidad del producto;
No debe ser contrario al orden público ni a la moral;
No debe ser idéntico o similar a una marca existente hasta el punto de
crear confusión. Esa condición puede ser verificada mediante un
proceso de búsqueda y examen por la oficina nacional. El
incumplimiento de ese requisito puede suscitar la oposición de
terceros que reivindiquen derechos similares o idénticos.

¿Durante cuánto tiempo queda protegida la marca registrada?

Si bien la duración de la protección puede variar (por lo general es de


10 años), el registro de la marca puede renovarse indefinidamente a
condición de pagar las tasas correspondientes.

¿Qué alcance tiene la protección de la marca?


Prácticamente todos los países del mundo registran y protegen las
marcas.
Las oficinas nacionales y regionales mantienen un Registro de marcas
en el que
figuran todos los datos relativos a la solicitud de registro y de
renovación, facilitando así los procesos de examen y búsqueda y de
eventual oposición por terceros. Ahora bien, los efectos del registro se
limitan al país (o en el caso del registro regional, a los países) de que
se trate.

Para no tener que efectuar un registro ante cada oficina nacional o


regional, la
OMPI administra un sistema de registro internacional de marcas. Dicho
sistema se rige por dos tratados, el Arreglo de Madrid relativo al
Registro Internacional de Marcas, y el Protocolo de Madrid. Las
personas que tienen vínculos (por conducto de la nacionalidad, el
domicilio o el establecimiento) con un Estado parte en uno o ambos de
esos instrumentos pueden, sobre la base de un registro o solicitud en
la oficina de marcas de dicho país, obtener un registro internacional
que surta efecto en varios o todos los países de la Unión de Madrid.

¿Qué son las marcas notoriamente conocidas y cómo se protegen?

Las marcas notoriamente conocidas son marcas que gozan de gran


notoriedad en el sector pertinente del público del país en el que se
solicita protección y suelen gozar de mayor protección que las marcas
en general, es decir:

Pueden estar protegidas aun cuando no se hayan registrado en el


territorio de que se trate, y pueden estar protegidas contra las marcas
que sean tan similares que puedan causar confusión aunque estas
últimas se utilicen en productos o servicios de otro tipo, mientras que
las marcas en general están protegidas contra las marcas que sean
similares hasta el punto de causar confusión sólo si estas últimas se
utilizan para productos idénticos o similares.

Tomemos, por ejemplo, la marca Mercedes Benz. Lo normal sería que


la
empresa propietaria de la marca esté protegida contra la utilización no
autorizada de la marca por terceros respecto de los productos para los
cuales se haya registrado la marca. En la medida en que Mercedes
Benz es una marca notoriamente conocida, dicha protección se
conferirá también para productos no relacionados con la industria del
automóvil. Por consiguiente, puede prohibirse que otra compañía
utilice la marca para otro tipo de productos, por ejemplo, la lencería
masculina.
¿Qué son los nombres de dominio y qué relación guardan con las
marcas?

Los nombres de dominio son direcciones de Internet que se usan por lo


general para localizar sitios Web. Por ejemplo, el nombre de dominio
“ompi.int” se utiliza para localizar el sitio Web de la OMPI en la
dirección www.ompi.int. En los nombres de dominio se utilizan a veces
los nombres de marcas.

En esos casos, y cuando la persona que haya registrado el nombre de


dominio no sea el titular de la marca cuyo nombre ha registrado como
nombre de dominio, cabe hablar de mala fe.

Esos actos son conocidos por “ocupación ilegal del ciberespacio” o


“ciberocupación”.

Cabe señalar que en un gran número de leyes y jurisdicciones, el


registro de la marca de otra compañía o persona como nombre de
dominio se considera una infracción de la marca. En ese caso, la
persona que haya elegido la marca de terceros como nombre de
dominio puede verse obligada no sólo a transferir o invalidar el nombre
de dominio sino a pagar una indemnización por daños y perjuicios o
una multa elevada.

Tome nota de que si la marca de su empresa está siendo utilizada


como
nombre de dominio por otro individuo o empresa, puede tomar
medidas para poner fin a tal uso ilegítimo de los derechos de su
empresa. Una de las opciones posibles en esos casos es recurrir al
procedimiento administrativo por Internet que ofrece la OMPI para la
solución de controversias en materia de nombres de dominio,
remitiéndose a la siguiente dirección: arbiter.wipo.int/domains/index-
es.html. En esa página figura un formulario tipo de demanda así como
un índice de los miles de casos relativos a nombres de dominio
resueltos por la OMPI hasta la fecha.

¿Conviene proteger las marcas?

Dos son las razones principales que justifican la protección de las


marcas, ya sea mediante su registro o no. En primer lugar, la
protección de la marca ofrece a las empresas un medio para oponerse
a las prácticas desleales de la competencia que induzcan a error al
consumidor al incitarle a creer que está adquiriendo productos o
servicios del titular legítimo de la marca aunque de hecho esté
adquiriendo un producto de imitación que además puede ser de
calidad inferior.

Eso puede suponer una pérdida de clientes potenciales además de


dañar la reputación del titular legítimo.

La segunda razón deriva de la primera, a saber, proteger al


consumidor frente a las prácticas comerciales desleales y fraudulentas.

A esas dos razones viene a añadirse una tercera que cada vez se
considera
más importante, a saber, una marca registrada suele ser el único
activo tangible que refleja las inversiones efectuadas en el desarrollo
de la marca en cuestión. La evaluación de marcas puede ser
fundamental en los casos de venta o de fusión de empresas y el valor
de una empresa puede depender en gran medida del valor que se
atribuya a sus marcas.

Módulo 5: INDICACIONES GEOGRÁFICAS

¿Qué es una indicación geográfica?

Las indicaciones geográficas son signos utilizados para productos e


indican que dichos productos tienen un origen geográfico concreto y
que sus cualidades y reputación obedecen específicamente a su lugar
de origen.

Las indicaciones geográficas pueden ser utilizadas para una amplia


gama de productos, como los productos agrícolas, entre otros, el
queso (por ejemplo, “Roquefort”, para un queso elaborado en esa
región francesa), el aceite de oliva (por ejemplo, “Toscana”, para el
aceite de oliva producido en una región específica de Italia), o el té
(por ejemplo, “Darjeeling”, cultivado en la India). La indicación
geográfica se asocia a menudo con los vinos y las bebidas alcohólicas,
como el, “scotch whisky “, originario de Escocia.

Pero las indicaciones geográficas no se limitan a los productos


agrícolas y las bebidas alcohólicas. También se utilizan para poner en
evidencia cualidades específicas que se deben a factores humanos
característicos del lugar de origen de los productos, como los
conocimientos y técnicas tradicionales de fabricación. Por lugar de
origen se entiende un pueblo o una ciudad, una región o un país.
Ejemplo de ello es el término “Switzerland” (Suiza) o “Swiss” (suizo),
considerado una indicación geográfica en numerosos países para
productos fabricados en Suiza y, en particular, para los relojes.
¿Qué diferencia hay entre las indicaciones geográficas y las marcas?

La marca es un signo utilizado por una empresa para diferenciar sus


productos
y servicios de los de las demás empresas. La marca confiere a su
titular el derecho a impedir la utilización de la misma por terceros.

La indicación geográfica indica al consumidor que el producto en


cuestión ha
sido elaborado en determinado lugar y posee características concretas
que se
derivan de dicho lugar de producción. Puede ser utilizada por todos los
productores que fabriquen sus productos en el lugar designado por la
indicación geográfica y cuyos productos posean las cualidades típicas
de su lugar de origen. Por ejemplo,el término “Switzerland” puede ser
utilizado por todos los relojeros suizos que cumplan con las normas
oficiales de producción estipuladas para los relojes suizos, pero la
marca “ROLEX” es un derecho exclusivo del fabricante de relojes
Rolex.

¿Cómo se protegen las indicaciones geográficas?

Para proteger una indicación geográfica cabe remitirse a las leyes


nacionales,
a saber:

– leyes contra la competencia desleal;


– leyes de protección del consumidor;
– leyes de protección de las marcas de certificación y marcas
colectivas; y
– leyes especiales de protección de las indicaciones geográficas o las
denominaciones de origen.
En resumen, las partes no autorizadas no pueden utilizar las
indicaciones
geográficas si dicha utilización puede inducir a error al público en
relación con el
verdadero origen del producto. Las sanciones aplicables van desde
mandamientos judiciales que prohíben la utilización no autorizada, al
pago de indemnizaciones por
daños y perjuicios o, según la gravedad, penas de prisión.

¿Están protegidas las indicaciones geográficas en el plano


internacional?

Varios tratados administrados por la OMPI contemplan la protección de


las
indicaciones geográficas, en particular, el Convenio de París para la
Protección de la Propiedad Industrial, de 1883, y el Arreglo de Lisboa
relativo a la Protección de las Denominaciones de Origen y su Registro
Internacional, de 1958.

¿Conviene proteger las indicaciones geográficas?

Los consumidores perciben las indicaciones geográficas como prueba


del origen y la calidad de los productos. Muchas indicaciones
geográficas han adquirido una reputación que, de no ser
adecuadamente protegida, podría ser desvirtuada por empresas
deshonestas. La utilización desleal de una indicación geográfica por
terceros no autorizados, por ejemplo, el uso de “Darjeeling” para un té
no cultivado en las plantaciones de Darjeeling, va en detrimento de los
consumidores y de los productores legítimos. Esa situación induce a
engaño a los consumidores, que creen estar comprando un producto
genuino con cualidades y características específicas, mientras que en
realidad se trata de una imitación sin valor. Los productores resultan
perjudicados pues pierden una parte importante de sus ganancias y
ven mermada la reputación de sus productos.

Módulo 6: DISEÑOS INDUSTRIALES

¿Qué es un diseño industrial?

Por diseño industrial se entiende el aspecto ornamental o estético de


un artículo. El diseño industrial puede consistir en características
tridimensionales, como la forma de un artículo, o en características
bidimensionales, como la configuración, las líneas y el color.

Los diseños industriales se aplican a una amplia variedad de productos


de la industria y la artesanía, que van desde los instrumentos técnicos
y médicos a los
relojes, las joyas, los electrodomésticos y aparatos eléctricos, pasando
por los vehículos, las estructuras arquitectónicas, los estampados
textiles, los bienes recreativos y otros productos de lujo.

En la mayoría de las legislaciones nacionales se estipula que para que


el
diseño industrial goce de protección debe ser visualmente atractivo, lo
que significa que el diseño industrial tiene un carácter principalmente
estético y que no se protegen los rasgos técnicos del artículo al que se
aplique.

¿Cómo se protegen los diseños industriales?


1) En la mayoría de los países, el diseño industrial debe registrarse a
fin de
acogerse a la protección estipulada en la legislación de diseños
industriales .

Por norma general, para ser susceptible de registro, el diseño debe ser
“nuevo” u “original”. La definición de dichos términos varía de un país
a otro, como también varía el procedimiento de registro. Por lo
general, por “nuevo” se entiende que no se tiene conocimiento de que
haya existido anteriormente un diseño idéntico o muy similar. Una vez
registrado el diseño, se emite un certificado de registro.

2) Dependiendo de la legislación nacional de que se trate y del tipo de


diseño, los diseños industriales también pueden quedar protegidos
como obras de arte en virtud de la legislación de derecho de autor. En
ese caso no es preciso
efectuar un registro.

En algunos países es posible obtener una protección doble, es decir, en


virtud
de la legislación de diseños industriales y en virtud de la legislación de
derecho de autor. En otros países, las legislaciones se excluyen
mutuamente: si el titular
escoge un tipo de protección no puede acogerse a la otra.

3) En otros países, los diseños industriales pueden ser protegidos


contra la imitación en virtud de la legislación sobre competencia
desleal.

¿Qué alcance tiene la protección de un diseño industrial?

El titular de un diseño industrial protegido goza del derecho a impedir


la copia no autorizada o imitación del diseño por terceros. En ese
derecho está incluido el derecho a fabricar, ofrecer, importar, exportar
o vender todo producto en el que esté incorporado el diseño o al que
se haya aplicado el mismo. Tiene también derecho a conceder una
licencia o autorizar a terceros para utilizar el diseño sobre la base de
condiciones convenidas de mutuo acuerdo. Por último, goza también
de la prerrogativa de vender el derecho sobre el diseño industrial a
terceros.

¿Cuánto dura la protección?

Por lo general, en las legislaciones de diseños industriales se


contempla un plazo de protección de cinco años, con la posibilidad de
renovar ese plazo por un período máximo de 15 años.
¿Existen restricciones territoriales en la protección de los diseños
industriales?

Por lo general, la protección del diseño industrial se limita al país en el


que se haya concedido. En el Arreglo de La Haya relativo al depósito
internacional de dibujos y modelos industriales, administrado por la
OMPI, se contempla un procedimiento de registro internacional en cuya
virtud, el solicitante puede presentar una única solicitud internacional
ante la OMPI y el diseño quedará protegido en tantos Estados parte en
el Arreglo como el solicitante desee.

¿Conviene proteger los diseños industriales?

Los diseños industriales hacen que un producto sea atractivo y llame la


atención, por lo que aumentan el valor comercial del producto y sus
posibilidades de venta.

Proteger un diseño industrial:

– es una forma de rentabilizar las inversiones efectuadas;


– aumenta la competitividad de la empresa frente a la copia y la
imitación
del diseño por la competencia;
– contribuye a aumentar el valor comercial de la empresa como sólido
activo comercial;
– estimula la creatividad en los sectores industrial y manufacturero así
como
en las artes y artesanías tradicionales.

Módulo 7: PATENTES

¿Qué es una patente?

La patente es un derecho exclusivo que se concede sobre una


invención, es decir, sobre un producto o un proceso, que ofrece una
nueva manera de hacer algo o una solución nueva e inventiva a un
problema. Entre los ejemplos de patentes están las de la luz eléctrica
(patentes de Edison y Swan) y el plástico (patentes de Baekeland),
pasando por los bolígrafos (patentes de Biro), los microprocesadores
(patentes de Intel, por ejemplo), el teléfono (patentes de Bell) y los
discos compactos (patentes de Russell).

¿Qué invenciones pueden protegerse?


Por lo general, para ser protegida por patente la invención debe
satisfacer las
siguientes condiciones:

– debe ser nueva, es decir, presentar una característica que no se


conozca en el
cuerpo de conocimientos existente en su ámbito técnico (llamado
“estado de la
técnica”);
– no debe ser evidente, es decir, en ella debe apreciarse una actividad
inventiva
que no podría ser deducida por una persona con conocimientos
generales en el
ámbito técnico;
– debe tener uso práctico, es decir, ser susceptible de aplicación
industrial;
– por último, la invención debe constituir lo que se denomina “materia
patentable” en virtud de la legislación aplicable. En un gran número de
países,
las teorías científicas, los métodos matemáticos, las obtenciones
vegetales y
animales, los descubrimientos de sustancias naturales, los métodos
comerciales y los métodos de tratamiento médico (en oposición a
productos
médicos) no se consideran materia patentable.

¿Cómo se protege una invención?

La forma más común y eficaz de proteger una invención es obtener


una patente. Las patentes deben solicitarse en la oficina de patentes
del país en el que se desee proteger la invención. Las oficinas de
patentes otorgan derechos de patente a cambio de la plena
divulgación de la tecnología al público en la solicitud de patente.

Otra forma de obtener protección es mantener la tecnología en secreto


y acogerse a lo que se viene a llamar “secretos comerciales”. Esa
protección permite preservar la naturaleza confidencial de la
información frente a todo intento de revelación indebida y utilización
por terceros sin autorización.

¿Cómo se obtiene una patente?

El primer paso para obtener una patente es presentar una solicitud.


Por lo
general, la solicitud de patente contiene el título de la invención y una
indicación del ámbito técnico de la misma; debe incluir también los
antecedentes y una
descripción de la invención en un lenguaje suficientemente claro para
que una
persona con competencias normales en la técnica pueda evaluar o
realizar la
invención. Esas descripciones suelen ir acompañadas de material
visual como
dibujos, planos y diagramas que contribuyen a explicar con más
detalle la invención. La solicitud contiene también “reivindicaciones”,
es decir, información que determina el alcance de la protección
concedida por la patente.

Por lo general, incumbe a los tribunales imponer las medidas


necesarias para
hacer respetar los derechos en ese campo, y en la mayor parte de los
sistemas, los tribunales son la instancia que goza de autoridad para
sancionar las infracciones en ese campo. Del mismo modo, un tribunal
puede invalidar una patente si terceros impugnan la patente y se
resuelve a su favor.

¿Qué derechos confiere una patente?

En principio, el titular de una patente puede oponerse a la fabricación,


la utilización, la oferta en venta, la importación o la venta de la
invención sin su consentimiento en el territorio en el que se haya
concedido la protección.

Además, el titular de la patente puede conceder autorización o una


licencia a terceros para utilizar la invención sobre la base de
condiciones convenidas de mutuo acuerdo. El titular tiene también la
facultad de vender el derecho sobre la invención a terceros, que
pasarán a ser los nuevos titulares de la patente.

¿Qué alcance tiene la protección por patente?

Por lo general, las patentes son concedidas por las oficinas nacionales
de
patentes. Ahora bien, los efectos de dicha concesión se limitan al país
concernido.
Las patentes también pueden ser concedidas por una oficina regional
que actúe en nombre de varios países, como es el caso de la Oficina
Europea de Patentes (OEP) y de la Organización Regional Africana de
la Propiedad Industrial (ARIPO). En virtud de ese tipo de sistemas
regionales, las oficinas de patentes tramitan solicitudes de patente y
conceden patentes regionales que surten el mismo efecto que las
solicitudes presentadas o las patentes concedidas en cada uno de los
Estados miembros de la región. Ahora bien, para hacer valer los
derechos sobre esas patentes regionales hay que remitirse a los
tribunales del Estado miembro interesado.

El Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT), administrado


por la OMPI, es un acuerdo de cooperación internacional en el ámbito
de las patentes. Se trata en gran medida de un esfuerzo de
racionalización y cooperación en lo que respecta a la presentación de
solicitudes de patente y las búsquedas y el examen a ese respecto así
como a la divulgación de información técnica que contienen dichas
solicitudes. El PCT no contempla la concesión de “patentes
internacionales”. La concesión de patentes incumbe exclusivamente a
las oficinas anteriormente mencionadas.

¿Conviene proteger las invenciones por patente?

Las patentes constituyen un incentivo para los inventores pues son


una forma de reconocer su creatividad y ofrecen retribución material a
cambio de invenciones comercializables. A su vez, esos incentivos
estimulan la innovación, lo que constituye una garantía de mejora
constante de la calidad de la vida humana.

Por otro lado, a cambio de la protección por patente, los titulares


tienen la
obligación de divulgar al público toda información sobre la invención.
Ese creciente volumen de conocimientos públicos promueve a su vez
una mayor creatividad e innovación por parte de investigadores e
innovadores.

Módulo 8: OBTENCIONES VEGETALES

¿Conviene proteger las obtenciones vegetales?

Al establecer un sistema eficaz de protección de las obtenciones


vegetales se fomenta la creación de nuevas variedades, lo que
redunda en beneficio de la sociedad. Las actividades de
fitomejoramiento exigen importantes esfuerzos de inversión (técnicas,
trabajo, dinero, tiempo, etc.). Conceder derechos exclusivos a los
obtentores viene a ser un incentivo para la creación de obtenciones
vegetales en los ámbitos de la agricultura, la horticultura y la
silvicultura.

¿Cómo se protegen las obtenciones vegetales?


El Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones
Vegetales
(Convenio de la UPOV) estipula la protección de las obtenciones
vegetales por
medio del “derecho de obtentor”, que es una forma sui generis de
derecho de
propiedad intelectual específicamente adaptada a ese ámbito.

En virtud del Acuerdo sobre los ADPIC, los miembros de la


Organización
Mundial del Comercio (OMC) tienen la obligación de proteger las
obtenciones
vegetales, ya sea por patentes o mediante un sistema sui generis
(sistema especial para las obtenciones vegetales) o mediante una
combinación de ambos
instrumentos (Artículo 27.3.b)).

¿Qué obtenciones vegetales pueden protegerse?

En virtud del Convenio de la UPOV, para ser susceptible de protección,


la
obtención vegetal debe:

a) ser nueva, es decir, no haber sido objeto de explotación comercial


durante un período de tiempo determinado antes de la solicitud;

b) ser distinta, es decir, que pueda distinguirse claramente de


cualquier otra
variedad cuya existencia sea notoriamente conocida;

c) ser homogénea, es decir, que las plantas de la variedad sean


homogéneas en los caracteres pertinentes, a reserva de la variación
previsible
habida cuenta de las particularidades de su multiplicación o
reproducción;

d) ser estable, es decir, que la variedad permanezca inalterada en sus


caracteres pertinentes después de reproducciones o multiplicaciones
sucesivas;

e) tener una denominación adecuada, es decir, un nombre que sirva


para
designarla.

¿Qué protección se ofrece al obtentor?


En virtud del Acta de 1991 del Convenio de la UPOV, para los
siguientes actos
respecto del material de multiplicación o reproducción (la semilla o la
planta o la
parte de la planta que se utilice para la reproducción o multiplicación
de la variedad)
se exige la autorización previa del obtentor:

– la producción o la reproducción (multiplicación);


– la preparación a los fines de la reproducción o la multiplicación;
– la oferta en venta;
– la venta o cualquier otra forma de comercialización;
– la exportación;
– la importación;
– la posesión para cualquiera de los fines anteriormente mencionados.
Si el obtentor no tiene posibilidad de ejercer su derecho sobre el
material de
multiplicación o propagación y la variedad se multiplica o propaga sin
autorización,
dicho obtentor podrá ejercer sus derechos sobre el producto de la
cosecha.

¿Cómo puede el obtentor recuperar las inversiones efectuadas?

Al conceder autorización para los actos anteriormente mencionados a


terceros
que deseen explotar la variedad, el obtentor puede exigir el pago de
una regalía, que
se reflejará en el precio de la semilla.

¿En qué medida puede utilizarse sin autorización una obtención


vegetal
protegida?

Cabe señalar que NO es necesario solicitar autorización al obtentor en


los
casos siguientes:

– los actos realizados con fines no comerciales;


– los actos realizados a título experimental;
– los actos realizados a los fines de la creación y explotación de otras
variedades.
A reserva de limitaciones fundadas y teniendo en cuenta la necesidad
de
salvaguardar los intereses legítimos del obtentor, el Convenio de la
UPOV permite a
los miembros de la UPOV que concedan a los agricultores la posibilidad
de utilizar el
producto de su cosecha con fines de multiplicación o reproducción (por
ejemplo,
conservar parte del producto cosechado para utilizarlo como semilla en
la siguiente
estación y en su propia explotación agrícola).

¿Qué período de vigencia tiene el derecho de obtentor?

En el Acta de 1991 del Convenio de la UPOV se prevé que la duración


mínima
es de:

– 25 años para los árboles y las vides


– 20 años para otras plantas
¿Qué alcance tiene la protección de una obtención vegetal?

Por lo general, la protección es de alcance nacional y debe solicitarse


en cada
uno de los Estados en los que se desee obtener protección. Ahora bien,
en el
Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones
Vegetales (UPOV) se
contempla la protección supranacional, lo que puede suponer un gran
ahorro de
costos y esfuerzos a la hora de obtener protección en varios países.
Por ejemplo, la
Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales (Unión Europea) concede
derechos de
obtentor válidos en el territorio de todos sus Estados miembros.

Módulo 9: COMPETENCIA DESLEAL

¿Qué es la competencia desleal?


En términos generales, se entiende por competencia desleal todo acto
de competencia que sea contrario a las prácticas honestas en el
ámbito industrial y
comercial.

Definir con precisión lo que constituye una práctica fraudulenta no es


cosa fácil. El concepto de lealtad y honestidad puede variar de un país
a otro y evolucionar con el tiempo. Por consiguiente, es difícil englobar
en una sola definición todos los actos de competencia desleal. Por otro
lado, en el Convenio de París para la Protección de la Propiedad
Industrial se especifica que los siguientes actos y prácticas son
incompatibles con la noción de lealtad en la competencia:

– actos que puedan crear confusión por cualquier medio que sea
respecto del establecimiento, los productos o la actividad industrial o
comercial de un competidor (por ejemplo, la utilización de una marca
idéntica o similar a otra en productos de la misma categoría);
– actos que constituyan aseveraciones falsas que puedan desacreditar
o degradar el establecimiento, los productos o la actividad industrial o
comercial de un competidor (por ejemplo, si una empresa realiza
declaraciones falsas respecto de los productos o servicios de otra
empresa);
– indicaciones o aseveraciones que puedan inducir al público a error
sobre la naturaleza, el modo de fabricación, las características, la
aptitud en el empleo o la cantidad de los productos (por ejemplo, si
una compañía hace declaraciones falsas en relación con la calidad o la
seguridad de sus propios productos en el marco de campañas
publicitarias de promoción o venta);

Pero la competencia desleal no se limita a las tres categorías de actos


mencionadas. Hoy se conviene en general que ese concepto también
se aplica a
los siguientes actos:

actos que consistan en la divulgación o utilización por terceros de


información secreta o confidencial sin obtener el debido
consentimiento del titular legítimo de la información, y de forma
contraria a las prácticas comerciales honestas (por ejemplo, actos
encaminados a apropiarse de información secreta de terceros, como
un método de fabricación de productos, mediante espionaje industrial
o comercial); actos o prácticas que, en el marco de actividades
industriales o comerciales, perjudiquen la reputación de otra empresa,
independientemente de que dichos actos induzcan o no a confusión
(por ejemplo, cuando alguien que no es el titular de una marca
notoriamente conocida, como Cadillac, la utiliza para productos
totalmente diferentes, como los relojes. Esos actos pueden ir en
detrimento de la marca notoriamente conocida, es decir, perjudicar su
carácter distintivo o su valor publicitario. En este caso, el usuario de la
marca no compite con el titular pero el uso de la marca tiene no
obstante peso en la competencia puesto que ese usuario obtiene una
ventaja desleal sobre sus competidores que no usan la marca
notoriamente conocida y existe además la probabilidad de que ello
favorezca las ventas de los productos de dicho usuario).

¿Qué vínculos existen entre las leyes sobre competencia desleal y las
leyes de
propiedad intelectual?

En un gran número de países, las leyes sobre competencia desleal


complementan las leyes de propiedad intelectual. Por poner un
ejemplo, supongamos que la marca A ha sido utilizada para
determinados productos. Si esa marca u otra marca similar (B) es
utilizada por terceros para la misma categoría de productos y de modo
que pueda causar confusión con A, el usuario de la marca A tendría
razones justificadas para oponerse y fundamentos jurídicos para
demandar a esos terceros a fin de poner fin a las actividades que
causan el perjuicio. Dos situaciones pueden plantearse a ese respecto:

– Si el titular de la marca A había registrado ya la marca, tendrá


derecho a recurrir a los tribunales por violación o infracción de la
marca;
– Si el titular de la marca A todavía no ha registrado la marca, podrá
interponer una demanda sobre la base de la competencia desleal.
Ahora bien, los requisitos que hay que cumplir varían en función de la
demanda judicial que se interponga. Puede ser más eficaz entablar una
acción judicial basada en la infracción de una ley de propiedad
intelectual que una acción basada en la competencia desleal. Por
consiguiente, conviene registrar los derechos (sobre marcas, diseños
industriales, indicaciones geográficas, etc.) si las leyes nacionales o los
tratados internacionales contemplan esa posibilidad, en vez de
depender exclusivamente de la legislación sobre competencia desleal
como medio para poner fin a actos desleales que vayan en detrimento
de la empresa.

Módulo 10: OBSERVANCIA DE LOS


DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL

Infracción de los derechos de propiedad intelectual


Un editor puede ser titular del derecho de autor sobre un libro que se
esté reproduciendo y vendiendo sin su consentimiento y a precio
reducido.

Un productor de grabaciones sonoras puede haber invertido grandes


sumas de
dinero, talento y conocimientos técnicos para elaborar un disco, y sin
embargo,
puede que se estén vendiendo en el mercado copias de ese disco a
precios baratos y sin su autorización, poniendo así en peligro su
inversión.

Una empresa puede estar utilizando la marca de terceros para


productos similares o idénticos de menor calidad, perjudicando así la
reputación del titular legítimo, que puede sufrir graves pérdidas
financieras, para no hablar del potencial riesgo para la salud del
cliente.

No se excluye que alguien utilice la indicación geográfica “Roquefort”


para un
queso elaborado en otro lugar que en la región francesa de Roquefort,
induciendo así a engaño al consumidor y apropiándose así de una
parte de los negocios de los productores legítimos.

En todos esos casos, está claro que ha habido infracción de los


derechos de
propiedad intelectual (es decidir, del derecho de autor, los derechos
conexos, las
marcas y las indicaciones geográficas). En esos casos, es fundamental
aplicar
mecanismos de observancia que protejan los intereses legítimos de los
titulares de los derechos además de los del público en general.

Medidas de observancia

La observancia es un componente esencial de las leyes de propiedad


intelectual. Por evidente que parezca no está de más repetir que de
nada sirven las leyes si no se aplican ni se hacen valer. De ahí que en
el Acuerdo sobre los ADPIC y en las leyes nacionales se contemplen
varios métodos encaminados a velar por la
observancia de los derechos, a saber:

• Medidas provisionales, como el registro domiciliario y la confiscación


de
productos supuestamente infractores y del equipo que se haya
utilizado para su
producción;
• Recursos civiles, como la compensación monetaria y la destrucción
de productos infractores;
• Órdenes de los tribunales para poner fin a la infracción ocurrida o
impedir que se produzca;
• Sanciones penales, como la imposición de multas y de penas de
prisión; y
• Medidas en frontera, encaminadas a impedir la circulación de
productos de
importación supuestamente infractores.
Si se sospecha una infracción de los derechos de propiedad intelectual,
conviene
recurrir a un abogado o a las instancias especializadas en esa esfera
de su país.

Módulo 11: NUEVAS CUESTIONES DE


PROPIEDAD INTELECTUAL

La propiedad intelectual desempeña una importante función en un


número cada vez mayor de esferas, desde Internet a la atención de
salud, pasando por prácticamente todos los aspectos de las ciencias y
la tecnología, la literatura y las
artes.

Los dos temas que se abordan brevemente a continuación, la


biotecnología y los conocimientos tradicionales, son hoy objeto de
intensos debates en el plano internacional.

BIOTECNOLOGÍA

¿Qué es la biotecnología?

La biotecnología es un campo de la tecnología que reviste una


importancia cada vez mayor y en cuyo marco se realizan invenciones
que pueden repercutir de forma considerable en nuestro futuro, en
particular, en la medicina, la alimentación, la agricultura, la energía y
la protección del medio ambiente. Las ciencias de la biotecnología
tienen que ver con el estudio de organismos vivos como las plantas,
los animales, las semillas y los microorganismos así como de material
biológico como las encimas, las proteínas y los plásmidos (utilizados en
la “ingeniería genética”).
En los últimos tiempos, los científicos han concebido métodos que
permiten modificar la composición genética de organismos vivos
(ingeniería genética). Por
ejemplo, los microorganismos modificados por Chakrabarty (inventor
de los Estados Unidos de América) han hecho posible la
descomposición de elementos de la contaminación por hidrocarburos
en los océanos y ríos. La patente sobre dichos microorganismos fue
objeto de una sentencia dictada por la Corte Suprema de los Estados
Unidos que sentó jurisprudencia, pues se reconoció entonces que los
microorganismos modificados constituyen materia patentable. La Corte
señaló que las leyes naturales, los fenómenos físicos y las ideas
abstractas no eran patentables.
Ahora bien, la invención reivindicada no guardaba relación directa con
un fenómeno natural existente sino con nuevas bacterias que
presentan características muy distintas de las que se encuentran en la
naturaleza. Se consideró, por consiguiente, que la invención era el
resultado del ingenio y los esfuerzos desplegados por el inventor por lo
que podía ser objeto de patente.

Hoy son cada vez más las esferas en las que se utiliza la biotecnología,
entre
otras, la atención de salud, la agricultura, el procesado de alimentos, la
biodecontaminación, la silvicultura, las encimas, los productos
químicos, la
cosmética, la energía, la fabricación de papel, la electrónica, los
textiles y la minería.
El número cada vez mayor de aplicaciones de la tecnología es
consecuencia de las innovaciones que han inducido un aumento
significativo de las actividades y el desarrollo económico.

¿Conviene proteger las invenciones biotecnológicas?

Como otros ámbitos de la tecnología, las invenciones biotecnológicas


precisan protección jurídica. Esas invenciones son creaciones del
intelecto humano al igual
que otras invenciones y por lo general son el resultado de importantes
esfuerzos de investigación, ingenio e inversión en laboratorios de
vanguardia. Lo más normal es que las empresas que llevan a cabo
actividades de investigación sólo estén dispuestas a hacer inversiones
si pueden proteger los resultados de sus actividades.

Como sucede con otras invenciones y sectores, las inversiones en


actividades de investigación y desarrollo exigen obviamente una
protección de las invenciones biotecnológicas. Y esa necesidad no sólo
va en interés de los inventores y sus empleadores sino en interés del
público, que en definitiva viene a ser el progreso
tecnológico.

Las políticas y los sistemas modernos y flexibles de propiedad


intelectual han
contribuido a estimular las inversiones necesarias para crear industrias
de
biotecnología que a su vez creen productos tangibles. Fomentar
políticas flexibles
de propiedad intelectual puede ser decisivo para propiciar marcos
jurídicos estables que favorezcan la colaboración entre los sectores
público y privado, las inversiones y otras actividades económicas
necesarias para difundir las innovaciones biotecnológicas en un mayor
número de países.

El patentamiento de innovaciones biotecnológicas no ha estado exento


de controversias, ni tampoco la utilización de varias de esas
innovaciones. Ahora bien, los encargados de la formulación de políticas
de todos los países han tomado las debidas precauciones para evitar la
concesión de derechos de patente en relación con elementos que
existen como tales en la naturaleza o con los fenómenos naturales. Por
ejemplo, una nueva especie vegetal descubierta en estado natural no
puede ser patentada como tampoco pueden serlo las leyes naturales.
Para determinar la posibilidad de obtener protección por patente y el
alcance de dicha protección es menester remitirse a las leyes de
patentabilidad de invenciones biotecnológicas del país de que se trate.
Al analizar esas cuestiones se observa que por lo general se recurre a
otros sistemas jurídicos que el sistema de patentes para solucionar
problemas de interés público como la seguridad ambiental y médica de
los productos, la eficacia de los productos y la competencia desleal,
que pueden plantearse al hacer valer los derechos de patente. Las
nuevas técnicas no pueden disociarse de los sistemas jurídicos y
regulatorios, por lo que la biotecnología ha pasado a ser un
componente dinámico de la legislación de propiedad intelectual.

LOS CONOCIMIENTOS TRADICIONALES

¿Qué vínculos existen entre los conocimientos tradicionales y la P.I.?

Los conocimientos tradicionales, término que se utiliza aquí en su


sentido más amplio para englobar las innovaciones y creaciones
basadas en la tradición y resultantes de la actividad intelectual en los
ámbitos industrial, científico, literario artístico, apenas han sido objeto
de interés por la comunidad de P.I. hasta los últimos tiempos. Hoy se
reconoce cada vez más que la utilización del sistema de P.I. podría
contribuir a aumentar el valor económico de los activos derivados de
los conocimientos tradicionales. A ese respecto, no faltan los que con
preocupación apuntan a que el sistema de propiedad intelectual no ha
reconocido debidamente la contribución de los sistemas de
conocimientos tradicionales al desarrollo humano ni los intereses de
los titulares de esos conocimientos.
Los titulares de los conocimientos tradicionales están estudiando la
forma de proteger sus intereses con arreglo al sistema de propiedad
intelectual, como forma de salvaguardar su creatividad frente a un uso
indebido de sus conocimientos, obras culturales y signos y símbolos
distintivos. Gran número de esos titulares aspira a poner los
conocimientos tradicionales y las expresiones culturales al servicio del
desarrollo económico y social sostenible, recurriendo para ello a varios
instrumentos de propiedad intelectual, entre otros, las legislaciones de
patentes, marcas y derecho de autor y las llamadas leyes sui generis o
leyes específicamente adaptadas a la protección de los conocimientos
tradicionales, las expresiones culturales tradicionales y el folclore. Con
frecuencia, el perfeccionamiento de una tecnología de antaño genera
nuevas y valiosas invenciones, y la adaptación de una vieja tradición
artística se traduce en nuevas obras creativas.

Esas cuestiones son objeto de debate específico en el Comité


Intergubernamental de la OMPI sobre Propiedad Intelectual y Recursos
Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore, que ha realizado
importantes progresos en el estudio de los vínculos normativos y
prácticos entre el sistema de P.I. y los intereses y necesidades de los
titulares de conocimientos tradicionales y custodios de culturas
tradicionales.

¿Qué vínculos existen entre los recursos genéticos y la P.I.?

Los recursos genéticos (material genético de valor real o potencial,


incluidos elementos de la diversidad biológica en su contexto natural y
cultivares y razas modernos o tradicionales utilizados en la agricultura
y estirpes genéticas especiales) son un importante factor que puede
contribuir a la investigación y el desarrollo de nuevos productos en un
número cada vez mayor de sectores tecnológicos e industriales. A ese
respecto se plantean varias cuestiones decisivas, a saber, las
condiciones de acceso a los recursos genéticos, la solicitud del
consentimiento fundamentado previo de los proveedores de recursos
genéticos y las disposiciones para la distribución de beneficios
derivados del uso y el desarrollo de dichos recursos.

En la legislación internacional vigente y en una serie de leyes y


normativas regionales, nacionales y subnacionales se estipula la
condición de solicitar el consentimiento fundamentado previo para
tener acceso a los recursos genéticos
determinar las condiciones de acceso, en particular, velar por que ese
material se utilice teniendo presente el objetivo de desarrollo
sostenible y que se distribuyan equitativamente los beneficios
derivados de su uso.

Entre los principales elementos de la normativa internacional en este


campo están el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y el
Tratado Internacional
sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura
(ITPGR), de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación (FAO).
En los acuerdos de acceso y distribución de beneficios y sistemas
legales de acceso a los recursos genéticos, los acuerdos específicos de
gestión de la propiedad intelectual pueden ser fundamentales en el
sentido de velar por extraer beneficios de dicho acceso y en particular,
que dichos beneficios se distribuyan de forma equitativa y se respeten
plenamente los intereses y objetivos de los proveedores de recursos.

Módulo 12: RESUMEN Y CONCLUSIONES

La finalidad de este cursillo de P.I. es informar sobre las esferas más


importantes de la propiedad intelectual, los tipos de derechos que se
conceden en función de la categoría de propiedad intelectual de que
se trate y el valor comercial de los activos de propiedad intelectual. El
objetivo es también hacerse una idea sobre la función que desempeña
la propiedad intelectual en un número cada vez mayor de esferas, que
van desde las ciencias y la tecnología a la literatura y las artes.

Una vez finalizada la lectura del cursillo, no está de más poner a


prueba los
conocimientos adquiridos sobre la materia. En la siguiente sección
figura una serie de preguntas de autoevaluación (PAE), sobre cada
uno de los temas del cursillo. Al responder a dichas preguntas será
quizás necesario remitirse al material del cursillo. Se aconseja
responder por escrito a las preguntas (en vez de contentarse con
pensar la respuesta) pues eso permite articular en su totalidad las
ideas sobre los elementos exigidos. Tras responder a las preguntas
pueden compararse las respuestas con las respuestas estándar que
han sido preparadas a fin de evaluar la exactitud de las respuestas.

página 2

Confiamos en que el cursillo DL-001 y los ejercicios les sean de


utilidad. Ahora que están más al tanto de los múltiples aspectos que
comporta la propiedad intelectual, puede que decidan profundizar sus
conocimientos en esa esfera. Con ese fin, la Academia Mundial de la
OMPI ofrece una serie de cursos de enseñanza a distancia.

Al considerar la posibilidad de inscribirse en uno de esos cursos,


conviene saber las diferencias pedagógicas que existen entre este
cursillo de autoaprendizaje y los cursos generales de enseñanza a
distancia. Mientras que en este cursillo el estudio depende
íntegramente del estudiante, en los cursos regulares de enseñanza a
distancia se cuenta con el apoyo de un tutor a lo largo del curso. Para
los cursos regulares de enseñanza a distancia se cuenta con
profesores especializados en propiedad intelectual, que están al
servicio de los estudiantes inscritos de todas las partes del mundo
mediante la plataforma de enseñanza a distancia de la Academia,
Internet y la comunicación por correo electrónico. El hecho de contar
con tutores enriquece en gran medida el proceso de aprendizaje y
ofrece al mismo tiempo al estudiante la flexibilidad necesaria para
seguir los cursos a su propio ritmo y sin tener que desplazarse.

Cabe señalar que al inscribirse en los cursos del Programa de


Enseñanza a Distancia, el estudiante se compromete a participar
activamente en las actividades bajo la supervisión de un tutor y a
hacer un examen final.

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