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Rabi. fect vei, mead sus ensamblajesy excesos no codifcados. También natur ciertas manifestaciones emocionales al volver normativas a algunas de ellas yal rechazara otras como si fueran en si mis ‘mas inacepeables. Pero si estas natualizaciones se enienden ‘como producidas dentro de un régimen afetivo puede apa recer la normatividad y las codificaciones que lo rigen, ast como las economias afectivas que aquellas hacen emerger Pignsese, por ejemplo, en todas las codificaciones que hoy en alia imponen la manifestacin de entusiasmo, optimism, ener ia por parte del homo aconomicus contemporineo, que debe formarse y gestionarse como empresario de si, aunque sea para vivir siempre endeudado (Lazzataro, 2013 y 20153 Zam bana, 2021) ye6mo esta formacion trae consigo el desprecio por el desapego, las multiples eaurelas frente a ls formas de indignacién y enardecimienco, la predisposicin hacia cua: aquier expresin de desinimo. Porque el desinimo puede ame nazar la productividad, sembrar un deseo de inoperancia, ¥ las expresiones de ras identifcan facilmente con patologias psiquicas. Las marcas venden entonces empoderamiento os jefe lo esperan de sus equipos de trabajo, los establecimien tos ofrecen energia postiva como parte de sus servicios los clientes. Y al comprar tu café en Starbucks rece una linda sonrisa y un mensaje inspirador en ru taza de plstico. Emily Martin 2007) ha mostrado bien como,en el mundo de la flexbiizacin labora y a autorresponsabilizacibn que ‘aracterza tendencialmente al capitalismo contemporaaco, se espera que los sujetos estén motivados al punto de la euforia y la mania aurodirigida, y enconces que se vean positivos, alegees, optimista, entusiastas, lens de confianza, Aunque Ia otra cada de esta exctacin psguica sea tambien el cansan- io, la depresion, el desasosiego, De hecho, este énfais en el ‘optimismo supone que rod puede tener un sentido positivo, enalrecedor,y dicecvionarse hacia la productividad, tambien todo lo negativo que pudiera ocursit Pero esta misma posic 2 Captalomo, fects einmaidad tividad no deja de producie cansancio, estrés, depresin. Se probe asi el dessnimo, pero este evidentemente se da, porque el despiegue de energiaprecarizada cans Asi, al enrusiasmo Tesigite muchas voces Ia depresin, el opcimismo pude mos ‘at sus milples faceas de erueldad. ste régimen afectivo, que voy aqui caracterizando, parece generar asi, como uno de sus efectos mis freewente, agora ‘mento ¥ muchas veces la depresion de los sujetos. Esto ha Sido sefalado frecuentemente, entre otros, por renombrados best sellers como Byung-Chol Han y Mark Fisher, El primero, de hecho, se hizo muy famoso con su libro La sociedad del nsancio. Y el segundo, por subrayar los efectos de impor tencia y depresion que puede trace consigo el capitalism ‘como régimen sensible de cirsey fjacin del sentido, al que teansgresivo en su sistema de equivalencias, ya que todo ‘Objet ser y entidad se puede reducie a un valor monetaro,, y todo puede ser abstrato de sus mundos vitales, para trans= ormarse en objetos de consumo 0 en valores del mercado (fisher, 2009: 4). Esta Logica igualadora es algo que todos pa- Esto es, «el modo de produccion en el cual la acumlacion de capital se hace esencialmente por medio de una produccion y tuna acumulacién de signos», que actan wsobee la atencién, la imaginacion y el psiquismo social» (Berardi, 2008). Dada cesta compenetracin eate lo estéico-afetiva y fo econémico, ‘cuando pretendemios sr alternativoso transgresivos no po deiamos serlo realmente sno que solo terminariamos repro ‘duciendo y enmascarando «nuestra propia complicidad con Jas redesplanetarias de opresions (Fisher, 2009: 15} Ademas, el énfasis de los discursos neoliberales en el au togobierno ¥ la autorresponsabilizacién de los suet, atado cierto ideales de éxito y consumo, trae consigo no solo la ‘espolitizacion de ls problemas, sino multiples mecanismos de vigilanciaincenas, de autoevaluacin, y también formas pes- sistentes de culpabilizacion ¢ insatisfaccion consigo mismo, ante los milkipls «racasos~ que depara un mundo de compe ‘tencia constant, de informesy revisiones prsistentes que exa- cerban la ansiedad, en medio de unas posibilidades de ascenso cada ver mis perseguidas y cetradas,y endeudamientos que no acaban. E sujeto puede entrse asi rnuchas veces frustrado, incluso psiquicamente colapsado, pero solo y su contextura pricoldgica se hacen responsables del desfallecimiento (Fishes 2009: 36-42) Sin embargo, segin Fisher, estamos atrapados centre la ansiedad, el tedio y el eansancio. Y todo intento de rupeura nos deja dando vueltas, como en un carrusel infantil que no deja de girar sobre el mismo ee. En todo caso, este diagnéstico no pretende dejarnos sin salidas. De hecho, la skima parce de Realism capitalist tara 2. Capital, acto iad una serie de lineamientos de lo que deberiamos h encontrar altemativas, Por wna parte, podemos conti In labor critica, emprendida por voors como la del mismo Fisher de desenmascarar las «fabulaciones consensuales» del capitalism 109: 66). Y esto puede suponee com prender las causas reales que nos entristecen, para deciela, Uesde la particular interpretacin lacaniana de Spinoza que frece Fisher acionar(rattoning los deseos que el tapitalismo ha hecho sobrecrecer para haceenos consumin, prod suctarnos (Fisher, 2009: Bol ¥ poliiar las enferme= Udades mentales que el capitalism ha despoliizado, al psico- logizarlas ¢ individualizaras, un aspecto en el que coincide con Fisher. Pera tal politizacién, a st modo de ver, requeritia dela formacin de'un suieto politico que no esta dado, un sito politico nuevo, capaz de reconocer las dominaciones fsructuralesy «su nica caus sstémiea: ol Capital (Fisher, 2000 77) para poder as impolsar una transformacion general ava Entre tanto, nos quedara ir intentando desenmascs rar que nada es como se pretend, que las estraegias del capi talismo son inconsistents e insostenibles, al mostrar cémo pierden de vista lo Real; lo Rea! lacaniano que, paea Fisher, tambien puede asediar y contracrestar el abstracto reaismo éapitalista (Fisher, 2009: 16-18).Las enfermedades mentales, 1 su dfusion social innegable hoy, serfan expeesiones de este Real indomabe; sobre todo as catéstroles ambientales que demuestran los efectos destrctivos del capitalismo sobre la berry que deberian lamar una radical teansformacion. La ppandemia del Covid-19 podria lerse, de hecho, en estas coor ddenadas. Asi lo propuso Franco ~Bifon Bera, tetomando consideraciones de Baudrillad y Zick, que resuenan coa los plantearientos de Fisher: er para No hay sada politica de Ia axiomatic del capital, ya que ningin idioma puede dece lo que est fuera del idioma y Rata, Afeto, oer, eri no hay posibilidadl de destrui l sistema, ya que cada po- «cio lingistico se despliega dentro de un axiomstica que hhace que las enunciaciones extrasistémicas sean inviables, Como Baudrillard supuso, la nica salida e I muerte. La vida serd posible nuevamente solo después de la muerte, Dado que el capitalismo se asume como un sistema totalizante que a producienda el agotamiento y la muerte de todo, se Piensa que la nica salidaes su completa detencion ycolapso; tuna suspensin que lo deje inoperante en su productvismo ‘maniaco,en su logics de competencia constant Yel virus que hha echo colapsar a economia del mundo parecia verse coma una oportunidad tal; como la interrupcion imprevista del ansia del crecimiento, como el momento de delacin gue dete- tia el movimiento de nuestas fuerza y de todo aquello por lo cual seguimos alimentando el extractivism del capital. Y asi Bifo esperaba, en medio de los controles intensificados ‘que, en todo caso, se producen para asegurar el ajo ince sante del capital, que el virus allanaria el camino hacta una revolucin sin sujeto, una revolucién puramenteimplosiva ba sada en la pasividad y a rendicién» (Beraedi, 2020). Aunque cera conscience de que el capitalsmo se adapta a las «nuevas persisten en formas de sobrevivencia disidentes, Las altemativas pueden ser multiples y hay evidentemente abismios entre las resistencias que crean antagonismos poli- ‘cos, las fugas que se desvian sin confroncacién explicita, y las fricciones que emergen de negociaciones inestables pata, petsstren la vida, Ciertamenteconsidero deseable que entre tllas puedan surgr sujetos colectivos preocupados por cam: bios de envergadura local, nacional o incluso global Pero mes dirlas todas con el rasero de un sujeto unitari radicalmente Anricapitalista, que atin esté por ser consteuide y las hace ver insuficientes, no solo neutraliza los efectos que ellas ya pueden estar produciendo en diferentes formas de vida, sino ‘que puede ceproducie Ia sensacion de impotencia, al reite- rar que ellas no pueden hacer lo que pretenden, al negarles agenciay lerlas meramente como prictcas integrables por la méquina del capital. Mas avin, me parece clave intercogar agar desde el cual habla el eriico radical que miniiza los aleances de estos esfuerz0s: él habla, al parecer, con la vor del saber desencantado, de una mayor eapacidad de revono- ciimiento dela maquina y sus efectos, cespecto de la mayoria e los sujetos que «no saben lo que quieren («do not know what they want», Fisher, 2009: 76). ¥ desde aqui Ie dicta a los demas lo que hay que hacer. Asi termina instalando una logica jerquica entre la capacidad y la incapacidad, y unas fronteras entre quienes ven y pueden ms, os pocos ilumina- dos por la critica, y quienes no saben lo que quieren, viven ‘enredados en la matrix que absorbe sus deseos. De ahi que no se trate de anticipar el efecto dela catise tole, como lo hace el filésofo profesional, que vuela por encima de la contingenciay se trata de atender a Tos efectos que el desasre ya ha dejado, para moverselocalizadament 2 Copal, afeto emu i. Pr exo creo que resulta mis consecuente con la encia pensar que la vida puede emerger no de lac {atrofe, sino en ls ruinas que los desastesy el agotamiento {el muundo, por euenta del eapitalismo, van dejando. Porque (guia la humanidad, lo que ess ha devenido, 90 sea mis que “Tl material experimental, el tremendo excedence de fracasos tin campo de euinas» (Nietsche, FP IV, 713} Quiza enconces podriamnos hacer algo mas productivo Frente al desastre am- Fiental que vivimos, y toda la destruccién que el captalismo ha venido dejando en las formas de coexistencia y coperte- nencia de los seresvivos y sus habitats. Unos efectos que, SGertamente,llaman a resituarnos desde sus taz0s materiales t iradiaciones afectivas en los eruces ene lo humano y lo a1, Resquicis, feacturas,orsiones en medio del deshecho El sueito de la alienacién inspira Ia modificacion del pai- sajeen el que solo importa un activo independiente; todo To demas se converte en malezas o residuos [Cuando tun activo singular ya no se puede produci, se puede aban- ddonar ef lugar. La madera ha sido eortada; el aceite se ha ‘cabado; ¢l suelo de la plantacin ya no admite cultivos La bisqueda de activos se reanuda en otro lugar. Asi la simplificacion de Ia alienacién produce ruinas, espacios Ge abandono por la produccidn de activos. Los paises ilobales de hoy estan sembrados de este tipo de ruina ‘Ain asi estos lugares pucden see animmados a pesar de los Aanuncios de su muerte; los campos de actvos abandonados 8 veces producen nuevas especies y Vida plurcultural. En lun estado global de precariedad, no tenemos mais opciones que buscar vida en esta rua. (Tsing, 20152 5-6)

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