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G. K. Chesterton Ensayos SOBRE EL HOMBRE Y LA MUJER, EL AMOR Y LA FAMILIA Seleccién, traduccién e introduccién de: Alvaro de Silva Bunducidn Pace PILACHS PLANETA DSAGOSTINI cts Se i080 cig rr eo” Gee fee Ot en atte SA wo) sa NH aS. A 98 ek ee as A se ot: Alvaro ie (195) Prefaco ala edicin espaol 13 Introduccién. El amor ola fuerza 7 1. La aventura de la familia. 8 Elmatrimonio y el pensamiento modern0 wwe 51 Ta falls come ingiecion en el mundo modemo 58 El eardcter indémito de la vida doméstica 0 ‘Una defensa de las promesas temerarias % Dioses y duendes del hogar 81 La auténtica hipocresia de la época victorian’ wow 87 La desaparicién del hogar 8 106 Si, quiero» on TL, La guerra de los sexos El dia de laereacin ‘Ala mujer que amo ‘De repente en medio Madonna mia Sobre el amor a sia del nifio ..... spoons ip ino que mo ba nacido 159 wed FA ii +. 4 tPirenalsmo del dvorcio ~ BL seripes sobre el divorcio Cote mpatibilidad de temperamentos 230 it pedias del matrimonio nnn 235 ase que esta jo mn 23 BA abr n0 psa om 245 esis de a fala MLM xen . _— de la familia. orem ‘ie risa yellibro de eurmpleais ~ Efe social o control de lz natalidad Page {Quin es el asceta? La casa completa .. 18 La familia por supuesto no ha muerto. Medio enterrada en el polvo de la frivolidad y en ef barro de la insensatez y el egofamo, que parecen ser congénitos a la humanidad y que rnunca dejan de acompafarla en su caminar, la familia, en términos de célculo estadistco, languidece en las sociedades teonoldgicamente mis avanzadas del globo. Y ademas, como todas las cosa grandes de verdad, las realidades que de verdad importan, la familia esté siempre muriendo y siempre resuci- tando 0, por lo menos, deberia estarlo, Semper reformanda, como se dice de otra antigua y venerable familia, Frente a ella parece alzarse también una fuerza del sino. ‘Sin embargo, a postura més optimista, aunque de ninguna manera apodictca, lleva a pensar que asi como la enfermedad nos hace afiorar con més deseo una salud que dsbamos por sentada, la crisis de ls familia podria llevarnos a una nueva cediciOn, corregida y aumentada, de lo que desea ser la realidad social, y la considerable pérdida de humanismo producida por su decaimiento bien podrian terminar en una nueva y més profunda apreciacién de su formidable relevancia. Como ha dicho un elocuente defensor de la dignidad personal que debe estar en a misma fundacién de las relaciones sociales y, mas atin, del amor y del matrimonios el grto de hoy no debe ser «Famili: vuelve alo que erase, sino «Familia llega a ser lo que cess, Tal ver. nunca ellegue 4 ser lo que es, pero merece la ia convertido en was verdad eontroveria. El auror del acelo rene que recutrir ala evdeaca clentifia para soporte esta verdad que uno pensar ts de sentido comin y wef pateionio dela humanidad Y acaba diiendo: Que oe mien Pu ur ilo oa pode fms preficen Juan Pablo, Familias comortor El papel de le fami crsiana ex 1 muondo moderno (Roms, 1961, 18 Bae documento subraya a vial Aigidad responsabilidad de los hombres y mujeres (x22) ax{ como tnerilo deo misma que implican el or, el matcimono y Ia fami, Sp autor ya habia publiado, como Karl Wojtyla, una seri de conference el smor y Ie responsabiidads (iow T Odpowiedsalos, Cracovi, 1960) que lumina extoe temas con la fuerza del persoalismo cisiano y 19 pena intentarlo a pesar de los fracasos que experiments gene- raci6n tras generacién, La alternativa es inhumana: sucumbir a la fuerza del sino y al cinismo trigico que le acompaiia, Che terton confiaba en esta fuerza del amor auténtico del sentido comin de ana humanidad sana, en contra de toda la furia del sino o de los embustes y la embestidas del eretino, y por eso «scribié con su acostumbrada clocuencia: «Cuando todas las promesas de meros traficantes hayan sido rotas por fuerza, cuando todas las alabanzas del mero negocio hayan sido a la fuerza transformadas en una broma, cuando todo lo que se llamaba préctico haya acabado en una broma y todo lo que te lamaba modemo esté en ruinas més indtiles que las de Stone- henge, entonces habré tna auténtica posiilidad psicol6gica de que los hombres piensen en las cosas olvidadis: la propiedad, la vida privada, la piedad en su antiguo significado de reveren- cia por las sancdades humanas; por la familia, desde el hogar hasta Ia muerte’. [Lo que nos deber‘a inquictar es que este texto estéfechado en 1933, no en 1993. La «posibilidad psicol6gica» de la que hablaba un Chesterton esperanzado se ha quedado en mera posiblidad, Los artculos recogidos en este libro fueron todos escritos en as primeras décadas del siglo veinte, lo que lleva de inmediato a una doble reflexién, porque, como vers quien los lea con Ia atencién que se mereven, ni constituyen tun museo nil son piezas de anticuario. En primer lugar, muchas de las ‘cosas debatidas en nuestros tiempos sobre el amor y los usos © abusos de la sexualidad, sobre la mujer y su igualdad y liberacién, sobre el matrimonio o el divorcio, no son nuevas, sino viejas. No son viejas de primeros de siglo. Son tan viejas como la humanidad. La manipulacin del lengua ha adquiri- on un anlsis rao mis importante cuando rena en Ia calle el eneivsmo ‘mis bara en Ia historia del mor. GK, Chesterton, The Day of the Londen GA's Weekly, 14 de enero 193, p29, do en nuestros tiempos formas mis sofisticadas, pero el truco sigue siendo el mismo. Y en segundo lugar, al empezar este nuevo siglo y milenio la situacidn no ha cambiado en lo que se refiere a la recuperacin de la familia como ideal, aunque se ‘pueda decir hablo del pafs en donde vivo) que la familia se ha convertdo otra vez en el verdadero campo de batalla en donde se decidird el futuro de la sociedad. La fuerza del sino parece avanzar impertérrita y haber aniquilado esa posiilidad de sentido comin e inteligencia a la que se referia Chesterton. ‘Quizé un dia veamos aun con mayor evidencia que Leon Bloy tenia raz6n cuando definié el destino como sla providencia de los imbéciles» En efecto, al doblar la pigina de otro siglo nos acercamos peligrosamente ~en esta realidad intima y central al ser huma- zo como es el amor y la familia— a las condiciones pintadas por Husley en su novela de horror futurista Brave New World No hay duda de que hemos dejado 1984 muy atrés, Nuestro mundo y el del Futuro ~si los dioses no alteran el curso de las cosas— no es el de George Orwell, sino el de Aldous Huxley. El mundo orwelliano pintado en su famosa novela 1984, aun- que por desgracia y para nuestra vergienza tal vez nunca deje de atormentar 2 millones de seres humanos, es una pesadilla del pasado de la que ya hemos despertado. La promesa del araiso de la humanidad segsin el mesianismo marxista se ha Eecko sicos ante la fucren de la'ealidad, que en todo lo hhumano acta siempre, tarde 0 temprano, como tan sino impe- Fioso pero de signo inteligente y bondadoso Vivimos ahora en el mundo de Huxley. Muchos de nuestros comtemporineos y de los hechos que contemplamos parecen Ihabersalido de las péginas de esa novela brutal, copia eruel- mente exactas y mis deprimentes, pus al horror desu existen- cia en papel afiaden ahora una realidad encarnada y desbordan- te de energia destructora, Lenina, la joven protagonista del relato, siente, por mencionar algiin ejemplo, que la palabra ‘padre es una indecencia escatol a madre ha pasado de ser un chiste a una obscenidad, y los dos vocablos'serefieren a cosas que ninguna persona educada men- ciona eon seriedad, y mucho menos con intencidn laudatora, ‘Asi describe Huxley estas precisiones del lenguaje en ese «mun- do feliz»: codos s0m0s hijs), a saber, la sociedad de consumo, tan aeripuesta por fuera como vacta por dentro. «El peligros,escr- Pip ya Chestercon en los aos veins, eno esté en Mose sino be Manhattan. El enemigo de la familia no ha sido sso el erectivismo soe también y sobre todo el individus- omo, la obsesin enfermiza con uno mismo aceptando y fo- Sando un egofsmo infantil que no ve més ali de sus pro- fins arces que acaba naurlmente en la detucsién moral of i 0 x espiritual de uno mismo: «¥ sib ‘die més que ser comunista, es Por otra parte, el colectivismo viene inicamente de ideologias politcas cultural, sino tam bign de actitudes y précticas domésticas que de manera sutil 0 lenta penetran la atmésfera del matrimonio y del hogar y la destruyen. En su biografia del pocta Robert Browning, al ha bla de! matrimonio con la poetisa Elizabeth Barrett, Chester ton describe la casa del padre de esta mujer como aia casa de tun locos que trataba a su hija «como si fuera uno de los imucbles de Ia casa y del universo». Porgue como aiadia en el rismo libro, «el peor tirano no es el hombre que desgobierna por terror; el peor de los tiranos es el que desgobicrna por amor y maneja a los demés como si tocara sencillamente el arpa>". En algunas familias el reclamo y uso de la autoridad por de los padres puede hacer del hogar una atmésfera opresiva parecida a la que existe en una cércel en la que se cumple condena o en un campo de coneentracién, més 0 menos suave. ‘Naturalmente, no hay familia sin autoridad, pero la familia no se reduce a un gjerccio de autoridad 0 a una excusa para la autoridad, para tener mando sobre los demas. El que la desee juede encontrarla en abundancia en la legidn extranjera 0 en aternalismo es una enfermedad de 4a paternidad, un edncer opresor. Vale por un tiempo, por un tiempo muy breve. El otro extrem, laactitud permisiva, puede ser igualmente pernicioss, Las dos aticudes son perversas por- ‘que las dos van en contra de la libertad, y lo hacen precisamen- te en lo que debe de ser la cuna, la escuela y fa cima de la libertad, No todo era peefecto ni mucho menos en la familia sala antigua», Sila obra teatral de Ibsen Casa de mauiecas fue motivo de escindalo a finales del siglo pasado, hoy dia el espectador més conservador y religioso aplaude sin reparo, © F Whe Other Questions en G Acs Wooly, # octubre 1932.71 " Rober: Browning (Londses, 193), pp. 73 7% 3 porque sabe que el hogar no es una casa de muiieas, sino una asa de personas. Chesterton fue un escritor Heno de compasién por las imitaciones y debilidades de los hombres, empezando por las ropiay pero al mismo tempo leno de esperanra cn la Hiterea capacidad de bien, de amor y de sacrifcio que tienen ice Fombres y las mujeres. Chesterton es definiivamente un ‘ceritor del hogar y de la familia. Eseribié con generosidad sere um com moy pot eepioe epee en en ls initacionespropias desu tempo, lo que Fgmpre me ha atraido como algo slidamente fundado en el ‘sentido comin, enraizado en el rico suelo de la sabiduria hu- ‘ena repleto de sanidad ysantidad, y por tanto, lleno también de humor. «Tenia el ojo de un artistas, comentaria Ronald Knox en su panegiico con ocasién del funeral de Chesterton, “que puede de repente ve, en agin objeto bastante familiar, Te dior nuevo; tenia la intuicién del poeta que puede de Tepente detectar en las frases mis ondinaras, una abundancia ‘BPtnovos semidos y posblidades. Su cualidad ms sobresa ese, me parece, como escrtor es el don de iuninar lo sae do de enctatrar en algo trivial un tipo de fo eterno. ¥ ortiun don de vision que él mismo estimaba»®. La perspicacia de su visién y su intuicién brillante, la lucidez espléndida de Se eatilo, 50 asombrosa habilidad para ver ahi, donde préctica- Srsate todos los demas ve‘an oscuridades y dificultades, 0 no ‘Yan nada, el extraordinario cardcter positivo de su critica en Tleampo que fuera, y la abundancia de su produccién literaria cial ensayo, la novela, la ertica, la poesia, el teatro, el perio- ‘dismo, son una consecuencia de un hecho centrs ‘Chesterton se encontraba en el mundo como en su casa. Para él todo era ilar y todo eta extrafio y sorprendente al mismo tiempo. Weck 2 jbo 1936 9.285. 32 Releyendo su obra en la preparacisa de esta antologfa, me hha parecido entender que Ia familia es el hilo que tee Ia obra de Chesterton, el faro que guia el barco salvo hasta el puerto. En su conversiGn a la Iglesia Catdlica, se sintié como alguien aque finalmente vuelve a su cas, sla casa del hombres, como él mismo la lamaba. Se sorprendié al comprobar que la locura era la tnica cosa sana en ef mundo, «El manico- ido una casa a la que, siglo was siglo, los hombres regresan como si rogresaran a su hogar". Chesterton tenta el don de ver en colores espléndidos cosas que para otros sélo cxistian en blanco y negro o en un gis tristén y decadente. Y podia ver lo que nunca antes se habia visto, como sélo los miembros de la familia ven lo que nadie més puede ver. Un invitado puede mirar alrededor y admirar un ramo de flores apagias en a jon de aro sobre ln meta dela tl, 0 spreciar en silencio aquela vieja caja de madera barata en la slo alguien de la familia puede vera través de ls flores marchitas o de la madera picada. Tal vex as flores adornaron la casa en un aniversario de boda 0 en un cumpleaios reciente ‘Tal ver. Ia caja es la primera ristica creacién de la nia del hogar, como ella misma es la creacién amorosa de sus padres ‘Nuestra dficultad con el matrimonio y con la familia empieza en el momento en que los vemos como extraiios © meros visitantes; rechazamos la limitaciones de cuatro paredes para construir «castilos en el aire» en los que todo, por supuesto, es perfecto ¢ ideal, muy lejos del polvo sucio de la tierra y aun por encima de las nubes. El espiritu poético de Chesterton le leva a cantar la familia, pero no la familia que no existe (la familia perfecta es probablemente una maldicion y una pesadi la), sino una de verdad. Pero, de alguna manera, nadie es més objetivo ala large que el poeta: «Tenemos que ver as cosas objetivamente, como cuando vemos un drbol; y hemos de entender que eristen tanto si nos gustan como si no. No * G.K. Chesterton, The Eeerlasing Maw (Hodder & Stoughton, 1925) 3 debemos ir ¢ intentar transformarlas en algo diferente por el mero ejercicio de nuestras mentes, como si fuéramos brujase", San Agustin perdonaba la creencia de los romanos en la inidad de R6mulo diciendo que «no tenfa su origen en usi amor al error, sino en un error de amore {De civitate, Dei, XXII, 6) Tal vez el error de amor tenga algo que ver con la situacién de la familia en muchas sociedades de final de si- lo XX, aunque no sea can fécil de excusar como la creencia en Ja dvinidad del fundador romano. Ya a iniciars el siglo Ches- terton era consciente de que la decadencia de la familia y de lo doméstico no era debido meramente a una falta de moralidad tradicional o simple debilidad humana, sino al surgimiento de toda uns doctrina en contra de la familia. Luchaba contra una nueva metafisca, si se puede poner de esta manera. Sac6 su bandera y se lanz6 al contraataque sin dudar de que era la defensa de una gran causa, la mas grande de todas: pues en la visin de Chesterton sobre la familia estaba en juego la misma libertad del er humano frente al estado totalitaro y su propia realizacién como persona, sin decir nada del carfcter domésti- co que tiene la divinidad en fa revelacincristiana:«Luchamos por el gremio y la cita de dos amantes; por memorias que nunca mueren por el posible encuentro entre los hombres; por ello aquello que hace de la vida todo menos tna pesadilla incontrolable. Luchamos por el brazo largo del honor y del recuerdo; por todo lo que puede levantar aun ser humano por encima de las arenas movedizas de sus propios estados emot- ‘vos, y darle el dominio sobre el tiempo passjero»". Nunca he Jeido nada sobre la cuestién de los votos (el que intercambian, Jos novios en la boda o cualquier otro) tan profundo y sublime © G.K Chateroa, en an areal en Iatrated London News, 2 90 vierabre de 1913: The Colleted Works of GX. Chesterton, vol. 29 (San Fae lscorTgpatias Press, 1988, p.589. Co ests coleccign con las siglas CW. "The Appetite of Tyranny, en CW, vol, pp. 2523. come lo que ha escrito Chesterton, Lo auténticamente romdn fico no es el enamoramiento y sus lunas de miel, sino la idad a ese amor, aun por encima y mas alld de emociones y sentimientos. La familia fue un elemento central de la visién de Chester. tox, como lo es en el hombre o la mujer ordinarios, porque Sign ls dos dimensiones mas formidabls del set humane, aguellas en las que se encuentra a si mismo como persona: libertad y sacificio. Luché por el mundo porque se sinti6 a gusto en él y como en su casa. Es uno de es0s poetas que ain antes de creer en el Dios cristiano entendieron la Escriura que dice «Amé Dios tanto al mundos, una afirmacién central del eristianismo, Para Chesterton la familia es un reino compart do por el hombre y la mujer que se entregan como marido y esposa mutuamente. Un espacio fisico, psicolégico, moral, in- telectual y espiritual donde son majestuosamente soberanos y por consiguiente pueden ser lo que son, pero también donde pueden por la misma razén sactificase y acabar siendo mej: zes de lo que son. Un lugar en el que an ser humano puede entregarse a otro sin disminucién alguna de su persona o de su alegra, probando cientificamente de esta manera un viejo pro- vetbio y una paraddjica promesa evangélica. Fl Ginico lugar en el que uno puede ser de verdad libre, donde mandar es obede- cer, reinar servi y un gozo suftir. En verdad, el lugar que reruelve casita las paradojes de lo exstencia human in cluyendo las que Chesterton se invent gloriosamente. La fa nila soluciona la paradoja del ser humano, y la paradoja divina que los hizo hombre y mujer. Resuelve también la paradoja de Dios, pues el calor del hogar nos recuerda que tampoco a Dios le falta, Hay en todo lo que escribié sobre Ia familia una inoce y belleza que vienen del sentido comin y del respeto al hum: nismo, porque fa experiencia de Chesterton en su propia vida pudieran haberle convertido en un ser que mirara al matrimo- tio y a la familia con cierta amargura, Los hechos pertenecen 35 a la biografia del escritor inglés, Después de un largo noviazgo, Chesterton contrajo matrimonio con Frances Blogg”. En su Iibro sobre los hermanos Chesterton, Ada Jones se refirié a la experiencia més 0 menos desastrosa que inicié el matrimonio de Gilbert y Frances. Ademas de una salud delicada y de otros problemas coa su espalda,exista en Frances una iificultad de tipo ginecolégico que le impedia el gozo fisico de la unién ‘matrimonial. Los jvenes exsposos deseaban tenet muchos hijos, ppero no pudieron tener ninguno. Sentfan adoraciin por los hifios y profunda admicacién por la inovencia infantil. No ‘menciono aqui esta contradiccién de Jos Chesterton en su matcimonio por eeder a la curiosidad, sino porque refuerza la perspectiva y solider de todo lo que Chesterton escribié sobre el matrimonio y a familia. No hay en sus papeles sobre el tema Ja més minima seal de amargura o resentimiento. Indudable- rente, tuvo que ser ocasiOn de tristeza y resignaciéa, levados primero cone eto comin gue ev a arpa a dfcatad implicta en cualquier aventura deparada por la vida; después, sas su conversion la Iglesia ca 6ny el gozo con la * Tas pests dl cop 2 fueron xr paras me. Alen Stone Dale dice eno biogela de Chesterton gus ln eros de sus novels ei Steady seqdn ances Mog son mje: stucts, lignes ae Tales (Te Online of San, Willa Berd, Grand Rapids Michigan To, p. 3) Chesterton ends gue sv mje tj ery le cts Pero Le ers que tuiron gue arpa no deuuyé v0 anor al su oxo feta #121 unio de 198 wa stan despues des nue, omer tr Cha enceno isis nse. me ec ‘Shope el sentir quc ya nome asceita. (CSmo wes [os ane i sae uote? Nedra Yaa Se fees une isa poral ca artes, ero me pee Sati que This pore! epowo del alla us por dela sya (ado cu Male Wad Tau to Cesean, NaeraVors15,p. 39) Pes aida de Cheseron, dems de su Awaba (Fathi, Londres 1936) bay gue er ‘Hic obra deals Watd (© K Chen, Nace York, 1943 comes tod eee loge del ports ingle Michal Fach a bio capa ton flied epee de Chenerton (@K. Chater, Harger & Row, ‘Noeva York, 1985 % que ofrece el misteio de la eruz. Para Chesterton el sentimen- talismo tiene siempre consecuencias fatales y nunca tan graves como las que se dan en el amor, el matsimonio y la fami Para Chesterton la familia es una de las cosas humanas santass, algo mis sagrado que el estado, Antes de recibir la cualidad sacramental, ya era algo santo. Solamente en esta visi6n sacramental del matrimonio, sobre el terreno firme de tun compromiso irrevocable, son posibles tanto la reforma como la rebelién. «La visidn ctistiana del matrimonio, esribié Chesterton, sconcibe el hogar como teniendo el gobierno de sf ‘mismo en tuna manera andloga a un estado independiente; es decir, de modo que pueda incluir reforma interna y aun rebe- lién interna, pero por causa de Ia unign, no en conta de ellos". La unin se convierte en cancidn y poema, en comedia di y humana, aun cuando insistamos en tener inicamente una tragedia: ea idea mitica de que el hombre y la mujer se han Frecho una tinica substancia sacramental", Cada nueva unin conyugal parece tener en sus manos el destino del mundo, Si el matrimonio cristiano es una de las grandes contribu- ciones ala eivilizacin del hombre (para el escrtor inglés D.H. Lawrence era ela més grandes), el divorcio es uno de los gran: des peligros para la civilizacin y el humanismo, Por eso regre- 6 disfrazado como progreso y libertad, Pero un autor como ‘Tertuliano, que no es del siglo pasado o de éste, escribié que en sus tiempos se exigia el divorcio «como si fuera la continus- ‘ign mas adecuada del matrimonios. Chesterton vio en esta sagy moderna le sepaacn de a misca del lta de una ceanciéno, y en una serie de artculos que luego publicé en un Tio iclado La supers de dvrco, explcaba poe qué es una supersticin sentimental. A mi me parece que su argumen- * Prefaco Divorce versus Democracy, ea CW, vol pA The Berlasing Man, e0 CW, vol 2, p 326, 7 10. tan vilido hoy como lo fue ayer y lo seré maiiana, aunque Taya gus eserara pido mafans prs coment Hoy po divorcio se ha convertido en Ia fundaci6n misma del matrimonio, y esto es algo que ni siquiera Chesterton pudo lamar parad6jico: es construir sobre la nada y andar sobre arenas movedizas. La negacién del lazo matrimonial se ha convertido en cemento de la unién. redoblamos el esfuerzo para abrir atin mis la boca de ese averno. El divorcio, y Ia evidencia es empitica, no ha syudado a la familia nia reflexionar més a la hora de escoger pareja y fundar un hogar. No ha hecho nada mas que quitar responsabilidad. "Nuestra nostalgia por la familia se agranda debido a nues- ‘ra desesperacién, Aunque muchas familias salgan de una for- ‘mau otra adelante, sentimos a veces que tal vez leven la razdn fos que predican que la familia es cosa del pasado, algo obso- leto, ¢ imposible después de los cambios operados en el si- 10x, en particular a revolucidn sexual y la revolucién de las ‘mujeres. Ahora se admite el divorcio como un elemento nece- sario en la vida moderna, sin el cual serfa poco menos que Intolerable cl matrimonio, tn sin gua non la beta ¥ progreso. Chesterton vio aqui una falta de pensamiento o:un pensar cabeza abajo que prevende entender Ia realidad con los pics. Era poner el carro delante de los bueyes, y no al revés. Una vez aceptado ese principio nada tiene arreglo. «La gente dice: “La vida de familia no se adecua a la vida de hoy dia.” Que es como deci: “Las cabezas no se adecuan al tipo de sombreros que estén ahora de moda’s". Y en lugar de cortar Tos sombreros, proceden estos médicos a cortar las cabezas. ‘Chesterton estaba convencido de que cualquier libertad y feli- cidad que pudiera encontrar el ser humano a encontraria pri- ‘mariamente en su propia casa y s6lo en segundo lugar afuera. Je gan arate y defer de aber cols a bandera lela en todas las puertas y ventanas de la casa, porque vio en el hogar fuente de ibertad pest acaba con un par de ensayos sobre la Navi- dad. En la familia de Nazaret Chesterton vio una fuente inex- ‘de inspiracién y fortaleza si hemos de amarnos unos "* Ilasrated London News, 1 dizer 1926, 39 SS ee 1 orros dentro de la familia. All estaba ni més ni menos el rnacimiento de la verdadera y definitiva familia del hombre. En quella noche dinica en I historia que celebramos cada diciem- bre en la Navidad, la humanidad entera recibié el Nibo y recibid también la Familia, 0 mejor dicho, el Creador se nos fofrecid a si mismo de una manera familiar y hogareBia, en el ruido y el silencio, el desorden y Ia disciplina, el gozo y el Ianto, a luminosidad y la basura y las cosas rotas de cualquier familia. La divinidad entré en la familia humana y la familia fhumana entré en la familia de Dios. En la cuevarestablo de Belén, en el primer hogar cristiano, habia que encontrar tam- bién el primer templo cristiano. Ese es exactamente el espiritu de Ia celebracion navideia y Chesterton no pas6 una navidad sin celebrarlo de una manera w otra, y muchas por escrito. «Alli donde no hay templo, no habré hogares»,cantan Tos coros en tuna obra del poeta T.S, Eliot, y no hace falta mucho comen- tario. Chesterton no era dado a inanes 0 insanas conspiracio- nes, pero en el ataque contra la familia vio un ataque contra la fe crstiana. Salvo raras excepciones, ya se sabe cudl es la evolucién del amor. Para Chesterton, la‘inspiraci6n cristiana de La familia radicaba en que el cristianismo no es una evoluciéa, sino una revolucién, Asi lo refleja una vez més en uno de sus personajes. La actitud ante el matrimonio y el hogar debecia ser similar a la de Innocent Smith con respecto a la mujer que ama en la novela de Chesterton Manalive «Por una especie de re-conquis- ta perpetua de su prometida, buscaba en serio mantener Vivo el sentido del valor perperuo que tenta, y los peligros que erecta la pena correr por ells, Chesterton creia.que «el hom- bre no et meramente una evolucién, sino una revoluciéne®. Después de leer casi todo lo que ha escrito y publicado Chesterton, scleceioné estos ensayos con el mismo espritu con Gu coer en su explndido libro sobre Chaucer «Lo que The Eerlasing Man, en CM, vol. 2, p. 158. “0 importa no son los libros sobre Chaucer, sino Chaucer», Ast deseo yo que conste agué lo que importa no son los libros sobre la familia, sino la familia, Si esta Hamada interior y taistencial que es el amor es escuchada, aunque sea sdlo devez, fn cuando, esa familia serd cada vez mis una auséatica comu- a de personas», donde la mujer y el hombre junto con los jos gozan de la misma dignidad, donde todos los miembros abrazan de coraz6n los formidables avances que la mujer ha hhecho en todos los aspectos, algunos revolucionaios. La fami- lia serd sencillamente familia, nunca perfect, pero siempre el lugar prvilegiado de la libertad y de la caridad, El lugar donde ros pueden dejar en paz y el sitio donde preferiiamos mosis. ALVARO DE SILVA Boston, 28 de diciembre 1992 “1 7 LA AVENTURA DE LA FAMILIA La aventura suprema es nacer. Nos encontramos de repente en tana trampa espléndida y estremecedora. Ahi vemos de verdad algo ‘que jams habiamos sofado antes. Nuestro padre y nuestra madre tia al acecho, esperindonos, y satan sobre nosotros como si eran bandolers detris de un matorral. Nuestro to es una sorpresa. Nuestra tf es como un relpago en un cielo azul. Al ‘entrar en Ia familia por el nacimiento entramos, de verdad, en un mundo inealealable, en un mundo que tiene sus leyes propias y ‘extraas, en un mundo que podefa muy bien continuar su curso sin nosotros, en ua mundo que no hemos fabricado nosotros. En otras palabras cuando entramos en la familia entramos en un cuento de hadas Heres, 1905 EL hogar es una paradojs, porque es mis grande por dentro que por fuer ances versus Fads, 1923 Fin general estoy bastante menos interesado en To que la gente hhace queen por qué lo hace. Mastreted London Neus, 1 diciembre 1928 45 ‘A.mf todo este extra mundo se me hace hogareio, porque en su corzz6n hay un hogar La esfera y la cruz, 1909 Las cosas muertas pueden ser arrastradas por Ia corrient; aslo algo vivo puede ir coatra corriente, El hombre eterno, 1925 Si queremos presevar la familia debemos revolucionar la Lo que extd mal en el mundo, 910 La farnilia es la piedra de toque de la iberad porque la familia la tiniea cosa que el hombre libre hace para sf mismo y por si The New Witness, 17 enero 1919 No ay reglas de arqultectura para un easillo en as mabe EL bombre cern, 1925 EL mundo modemo (empefado en la anarqua en todo, hasta en «1 gobierno) no quiere darse cuenta del elemento permanente de tragica constancia que inhire en toda pasin y que es el origen del matrimonio, El matrimonio descansa sobre el hecho de que no es posible al mismo tiempo quedarse con ef pastel y comérselo: no puedes dar el corazén y quedarce con Introduccion a David Copperfield _De todas las instituciones humanas el matrimonio es la que més necestada est de un lento desarrollo, dela paciencia, de largos % plo de empo de compromisos magia, ds mada er de amabii Early Notebooks Cuando defendemos a familia no queremos decir que sempre sex una familia tranquil y en paz cuando manteemos la tsi del iuinoio megane dc qe spew masini To que queremos decir esque ese tentro del drama espsitua, te donde asco ecren de verdad a queso imaportantes, Noes tant el gar donde un hombre mata ase, ‘mujer como el luger donde puede decidir, de manera igualmente seasacional, ano matar a mujer ‘The New Witness, 17 enero 1919 El amor no es ciego de ninguna manera est eegado. El amor ‘est atado,y cuanto mis atado menos cegado est. Ortodoxia, 1998 La primera de todas las seiales del amor es la seriedad: el amor ro aceptafalsos boletineso la victoria vaca de las palabras. A Denmunciation of Patriatiom ‘Aun para la aventurs romsntica mis loca y libre ls resultados eben ser reales; los resultados deben sr ierevocabes. El ‘matrimonio cristiano es el gran ejemplo de un resultado real e irrevocable y por eso es el tema central de toda nuestra literatura Orrodoxia, 1908 {Una cosa cumplia el ideal del matrimonio y silo ék tomarse el mor en serio: exgia el pago de la promesa eterna de Ia juventud, ‘Aunque la tendencia de hoy dia es por entero contrat 2 este ‘sentimiento, nos parece que en esto aumentaba de manera a ee = LT Inexpresable la viveza, la poesia el herofsmo de le vida. La sociedad misma se asociaba con el culto del amante, pon sobre Ia cabeza de |i mujer un precio lo suficientementeclevado para satisfac su propia imaginacion. Decia: «No poseeris esta felicidad sereta y sobrehumana: ano set que entregues todo por ela ano set que traigas tu vida en tus manos Early Notebooks inglés de otros tiempos, como mi padre, vendia casas para vivir, pero leaaba su props casa con ss vida Aaobiografia, 1936 Ua pajaro que aunca hace un nido no es ua péjaro completo; tun hombre que to considera el hogar como més nativo aun que st sierra nativa no es un hombre tompleto. GK Weekly, June 30, 1928 I imagen sencilla de una cast qu es nuestro hogar, que es biesamade como nuetfo hogar, peo del qu apenas abemes lo incr pros el qu demos sempre err el oy vir Intoduceléa a George Mac Donald and His Wife (de GRIVILLE.M. MACDONALD) ‘Muchos de nosotros vivimos piblicamente como mufiecos -iblios sin rasgo alguno, imagenes de pequetias abstracciones piiblicas. Slo cuando atravesamos la puerta privada y abrimos ‘uesra puerta seerea entramos en tiera de gigantes, Charles Dickens, 1996 Es bueno y justo qu los hombres tengan casas, es justo que tengan era, justo que tenga eyes ara protger las Uses 10 toda ests cosh no 308 ue la maguiava para dar Raga y oxo alsa trabsjadoa. La casa es solamente un bad teotado yor capneros pars representa lo que W-B. Yess ka ABedo vel dram del hogar Todas las cosas drumdcas curren Ua gan del maint la mace Lo que un homie piensa Sle qt os us ay soa co en boron de ‘Stirs lector lelacon es eres ee as mapas y goles cn lado egivoca de xenon de cats y qua i ‘Stren el drama Y ce drama una saramenaly on ‘ifaw wlagroes y voto vl Hombee Ordnara Irish Impressions, 1919 ‘odo lo que amamos moderne ya es anscuato. Todo lo yes lama faurista yes parte del pasado ¥ lo nuevo es todavia KCnasiado seo pare que we pues ver GAs Weekly, 24 julio 1928 Limpias, pues, sus armas, hecho del morsin celada, puesto nombre a su rociny confirmndose a s{ mismo, se dio a entender gee no le faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien ‘enamorarse: porque el cabllero andante sin amores era tbo sin bojasy sin fruto y everpo sin alma. (CuRVANTES, Dom Quijote de la Mancha El matrimonio y el pensamiento moderno Se me ha pedido que escriba algo sobre el matrimonio y el peasamiento moderno, Tal ver seria mds apropiado escribir sobre el matrimonio y la ausencia moderna de pensamiento. En buena parte de su comportamiento, los que se llaman 2 sf rismos «modernos» parccen haber abandonado ef uso de la razén; han vuelto 2 bundirse en su propio subconsciente, qui 2is bajo a influencia de la psicologia que esta ahora més de mods; y serfa poco afirmar que actian de manera més automs: tica que los animales. Fsposas y maridos dan la impresin de abandonar el hogar como si fueran sonémbulos. Si alguien piensa que exagero Ta insensatez del comentario, rmodemno sobre estas cuestiones, me coutento con referire a la inscripcién que hay bajo una foro grande de una linguida seiiora en cl periédico que ahora mismo tengo enfrente mio. Dice que la sefiora se ha cubierto de ploria como la inventora del s facetas para hacer frente a un mundo igualmente complejo; y lo antales, sobre todo lor inferior, no nessa de el cen que el arengue pone miles de huevos en un dia. Pero, pregue evidentemente no ha sido tocado por la campais de Souttol de la natalidad, en otros aspectos ef arengue es perfec- tamente moderno, La madre-arenque no necesita recordar a sus propioshijs,y por lo tanto, no necesita tampoco recordar su propia pareja, Claro, que los deberes de un joven arengue en el fromento de empezar la vida son muy sencillos y sobre todo {nstintivos; vienen, como las feligiones modernas, «de dentro». 'No hace falta enseiar a un arenque cémo baiarse, pues nunca se le ocurre hacer otra cosa. No hay por que instruirle sobre témo quitarse el sombrero al pasar una sefor-arenque, porque funea se pone tn sombrero ni ningin otro disfraz puriténico she extorbe la exbetex greg de sus movimiento. Por const riente, ni su padre ni su madre tienen una tarea o responst- ifidad en comén, y pueden afortunadamente modelar su ‘unin segin los mas atrevidos y avanzados ejemplares de las imuevas novelas y obras de teatro moderno, No hay duda alguna de que la hembra arenque dice al macho arenque: «El auténtico zh matrimonio debe estar libre de los dogmas de los curas; tiene ‘que ser cosa del momento exquistos. No hay duda alguna de que el macho arengue dice a ls hembra arenque: «Cuando el amor muere en el corazén, el matrimonio es una burla en el hogan. Esta filosofia, comin entre ls formas inferiores dela vida, no tiene obviamente ningtin uso entre las superiores. Por muy apta que sea esta manera de hablar para los arengues, 0 para fas rtas y para los congjos, que dicen son tan prolificos, no se yadecua al caso de la critura dotada de raz6n. Si los jévenes de Ia especie humana han de aleanzar todas las posbildades de la | cultura humana, tan variad, tan laboriosa, tan elaborada, de- | ben estar bajo la protecci6n de personas responsables y'por | largo periodos de crecimiento mental y moral. é que algunas Personas se impacientan y se vuelven itracionales al legar a ‘ste punto, y dicen que todo podria salir igualmente bien sin 83 atinguna educacién: Pero mienten; porque ni siquiera podrian cape opin sn his apne woes una lengua particular en la que poder decir desatinos. Ex euanto nos damos cuenta de esto, entendemos por qué las relaciones de los sexos son normalmente estéicas; yen muchos

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