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REVISIÓN

Tumores del sistema nervioso central en la infancia:


aspectos clinicopatológicos
A. Ortega-Aznar a, F.J. Romero-Vidal b

CENTRAL NERVOUS SYSTEM TUMOURS IN CHILDHOOD: THEIR CLINICAL-PATHOLOGICAL ASPECTS


Summary. Aims. Paediatric tumours affecting the central nervous system (CNS) constitute the second most frequent group
of tumours at this age. Taking the WHO 2000 classification as our starting point, our intention was to describe the more
important clinical and pathological features in the differential diagnosis of the different tumourous entities with the highest
incidence in childhood. We highlight, above all, the characteristics that justify the need for a smooth flow of information
between neurologists, neurosurgeons, neuroradiologists, neuropathologists and oncologists. We do not deal with familial
tumourous syndromes, genetic aspects or clinical information derived from analyses of molecular alterations. Development.
Among CNS tumours, enough age-related differences exist to be able to consider those appearing during childhood in their
own right. Their topographic specificity is very characteristic and while 50% of them are infratentorial, 90% of those that
occur in adults are supratentorial. Embryonic tumours are very frequent in childhood, but rare in adults, and the opposite
happens with meningiomas. They are also different as regards their histological features, clinical characteristics, the early
tendency to spread throughout the nervous system in the course of the disease and their biological behaviour. These data
make us think that, in the pathogenesis of brain tumours in children, the molecular and epigenetic factors involved are
different from those at play in the case of adults. Conclusions. A correct diagnosis requires a multidisciplinary approach and
an understanding of the histological criteria and nomenclature by the health professionals involved in treating these
patients. [REV NEUROL 2004; 38: 554-64]
Key words. Children. CNS. CNS tumours. Paediatric tumours.

INTRODUCCIÓN clasificación que también los gradúa de acuerdo con su com-


Los tumores del SNC suponen el 22% de las enfermedades tu- portamiento biológico [1].
morales en los menores de 14 años y el 10% entre los 15 y los Los tumores pediátricos aparecen en un cerebro en desarro-
19 años. Además, son la principal causa de muerte por cáncer llo y se localizan en sitios específicos. Además, es importante
en la infancia. Entre los pacientes que sobreviven, el 50% resaltar la selectividad existente entre los tipos de tumores y la
requiere educación especial, el 50% presenta discapacidades topografía del SNC, punto de vista que da lugar a un abordaje
motoras, el 37% dolor de cabeza, el 28% convulsiones y la clínico de clasificación de los mismos (Tabla I) [2].
incidencia de segundos tumores cerebrales es creciente. Está Cuando lo que relacionamos es máxima incidencia, edad y
formado por un conjunto muy amplio y diverso de entidades, localización, obtenemos otra clasificación (Tabla II).
sobre cuyas características moleculares y citogenéticas hemos
ido acumulando conocimientos. Esto último nos permite iden-
tificarlas mejor y sentar las bases para una clasificación más TUMORES ASTROCITARIOS
correcta. Es probable que en la próxima década los análisis de Son los tumores primarios del SNC más frecuentes en niños y
genética molecular demuestren su utilidad en la evaluación de representan el 30-40% de los mismos. Constituyen un grupo
muchos tumores del SNC. Estas técnicas llegarán a ser de uso con un amplio espectro de neoplasias que son diferentes en su
rutinario en neurooncología y contribuirán al desarrollo de un topografía, rasgos radiológicos, histopatología, comportamien-
sistema de clasificación integrado que incluya los rasgos his- to biológico, alteraciones genéticas y curso clínico. El principal
tológicos, moleculares, neurobiológicos y neurorradiológicos. reto es la distinción entre los tumores astrocitarios difusos de
A pesar de estos progresos, los tumores cerebrales todavía se carácter infiltrante y aquellos que constituyen lesiones localiza-
caracterizan fundamentalmente por sus rasgos histológicos, das. Estos últimos (astrocitoma pilocítico, xantoastrocitoma
con una frecuente presunción acerca del origen celular de la pleomórfico, astrocitoma desmoplásico cerebral de la infancia y
neoplasia. Desde el punto de vista del entendimiento histoló- astrocitoma subependimario de células gigantes) son más fre-
gico y como entidades clinicopatológicas, utilizamos la clasi- cuentes en niños y pacientes jóvenes y constituyen verdaderas
ficación más ampliamente aceptada y cuyos criterios vienen entidades clinicopatológicas diferenciadas con un bajo grado de
definidos en la monografía WHO Pathology and Genetics: malignidad. Asimismo, los tumores difusos resultan en un
Tumors of the Nervous System –o, simplemente, WHO 2000–, espectro de tumores de diferentes fenotipos y grados de malig-
nidad, pero con una inherente tendencia a la progresión maligna
que refleja el tipo de alteraciones genéticas adquiridas durante
Recibido: 16.09.03. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: 23.12.03.
a
el proceso de transformación [3-14]. De máxima incidencia en
Servicio de Anatomía Patológica (Neuropatología). b Servicio de Neuro-
rradiología. Hospital Vall d’Hebron. Barcelona, España.
hemisferios cerebrales y el tronco cerebral, pero poco frecuen-
tes en la infancia, estos últimos representan el 14% de los tumo-
Correspondencia: Dra. Arantxa Ortega-Aznar. Servicio de Anatomía Pato-
lógica (Neuropatología). Hospital Vall d’Hebron. Passeig de la Vall d’Hebron, res del SNC. Característicamente, están mal delimitados y son
119-129. E-08035 Barcelona. Fax: + 34 932 746 818. E-mail: aortega@ microscópicamente infiltrantes. Su grado de malignidad oscila
cs.vhebron.es del II al IV, aunque la mayoría son de bajo grado y muestran una
 2004, REVISTA DE NEUROLOGÍA menor tendencia a progresar a la malignidad que en los adultos

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TUMORES CEREBRALES INFANTILES

Tabla I. Tumores cerebrales y localización.

Hemisferios cerebrales Región sellar

Astrocitoma difuso Craneofaringioma

Astrocitoma pilocítico Tumores germinales

Astrocitoma anaplásico Astrocitoma pilocítico

Glioblastoma multiforme Hamartoma

Xantoastrocitoma pleomórfico Tronco cerebral

Tumor neuroectodérmico primitivo Astrocitoma difuso

Tumores ganglionares Astrocitoma pilocítico

Ependimoma Astrocitoma anaplásico

Tumores oligodendrogliales Glioblastoma multiforme

Tumor rabdoide atípico Cuarto ventrículo

Ventrículos laterales Ependimoma

Ependimoma Meduloblastoma

Papiloma de plexos coroideos Astrocitoma pilocítico

Astrocitoma subependimario de células gigantes Papiloma de plexos coroideos

Tumor neuroectodérmico primitivo Cerebelo

Tercer ventrículo Meduloblastoma

Ependimoma Astrocitoma pilocítico

Astrocitoma Tumor rabdoide atípico

Papiloma de plexos coroideos Ángulo pontocerebeloso

Región pineal Ependimoma

Tumores de células pineales Papiloma de plexos coroideos

Tumores germinales Astrocitoma

(Fig. 1). La evolución natural es poco conocida debido a que, Astrocitoma pilocítico
junto a su baja incidencia, existe una falta de series bien estudia- Es el tumor astrocitario más frecuente en la infancia y el 70% de
das [15-18]. El extremo maligno de este espectro de tumores los casos ocurre en pacientes menores de 20 años. Su distribu-
astrocitarios corresponde al glioblastoma multiforme, que, aun ción topográfica, las características radiológicas, los patrones
siendo el tumor cerebral más frecuente en el adulto, resulta muy tisulares, los rasgos histológicos, el patrón de crecimiento y los
infrecuente en la infancia y muestra una gran disparidad en la factores pronósticos conforman una entidad clinicopatológica
incidencia aportada por las distintas series. En alguna de ellas se bien definida que corresponde a un grado I de malignidad (WHO
refiere que el 8% de los glioblastomas se presenta en niños, e 2000) [19-23]. Los marcadores citológicos e histológicos de ma-
incluso se han descrito casos con diagnóstico prenatal [1]. Se lignidad en otros tumores, sobre todo astrocitarios, incluso la
trata de un tumor de máxima heterogeneidad intratumoral e infiltración tumoral del espacio subaracnoideo, carecen de valor
intertumoral y con gran polimorfismo celular, como en su con- pronóstico en éste [24-28]. Las implicaciones clínicas de estos
trapartida en adultos. hechos son frecuentemente infravaloradas por clínicos, radiólo-
Vemos con excesiva frecuencia que para este grupo de tumo- gos y patólogos.
res prolifera el uso de una terminología oscura e inespecífica. Su localización cerebelosa es la más frecuente, y en la pobla-
Con el diagnóstico de astrocitoma de bajo grado se interpretan o ción infantil los astrocitomas de cerebelo son casi exclusivamente
engloban como iguales entidades de diferente biología e implica- pilocíticos (97%) [1]. En esta localización, la cirugía frecuente-
ciones pronósticas. Debe vigilarse, también, la utilización del tér- mente comporta una extirpación completa, mientras que en su
mino ‘astrocitoma’, sin un subtipo o calificativo, para el diagnós- característica localización cerebral en el tálamo, en las paredes del
tico de tumores astrocitarios de bajo grado, porque suele sobreen- III ventrículo o en su localización parcialmente intraventricular, la
tenderse como astrocitoma difuso. No son raras las situaciones de resección completa es difícil y el pronóstico está muy condiciona-
dificultad diagnóstica, escasez del material o pobre representati- do por la opción que se tome ante las ventajas y desventajas de un
vidad del mismo, y en ellas resulta imprescindible completar el tratamiento quirúrgico agresivo. Su localización en el nervio ópti-
diagnóstico histológico con los datos radiológicos y clínicos. co es típicamente infantil; un pequeño porcentaje de los mismos

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A. ORTEGA-AZNAR, ET AL

a b

Figura 1. a) Lesión expansiva tumoral del tronco cerebral que distorsiona la protuberancia, comprime y deforma el cuarto ventrículo; b) Infiltración
tumoral de baja densidad celular sobre un fondo fibrilar en un astrocitoma fibrilar difuso; los astrocitos neoplásicos presentan un amplio citoplasma y
prolongaciones gliales sin atipia nuclear; c) Mayor densidad celular en un astrocitoma difuso fibrilar anaplásico; algunos astrocitos muestran mayor ple-
omorfismo celular y atipia nuclear; obsérvese una mitosis en el centro; d) Gran densidad celular, pleomorfismo y atipia nuclear en un glioblastoma mul-
tiforme; en la parte superior es visible una célula gigante multinucleada tumoral.

se asocia a neurofibromatosis de tipo 1 (NF1), en cuyo caso sue- son menores de 18 años. Localizado generalmente en el cerebro,
len ser bilaterales [29-31] (Fig. 2). En esta localización, frecuente- se distingue por su carácter circunscrito y su localización super-
mente se someten a radiación por falta de biopsia o de un diagnós- ficial relacionada con las meninges (Fig. 3). La historia clínica
tico específico. Algunos casos publicados debido a su comporta- se asocia típicamente a convulsiones resistentes al tratamiento.
miento agresivo, mostraban en su historia el antecedente de haber- Los rasgos histológicos complejos de este tumor son especial-
se sometido a radioterapia por un astrocitoma pilocítico anterior, mente característicos e incluyen un patrón fascicular, trama reti-
con períodos de latencia que variaban desde 2 a 50 años [32]. culínica rica, células astrocitarias pleomórficas y astrocitos lipi-
dizados o xánticos como datos positivos más importantes y
Xantoastrocitoma pleomórfico constantes. Adquieren especial relevancia en el diagnóstico
Este tumor astrocitario supone el 1% de este grupo y afecta, so- correcto de este tumor los datos negativos, como la inexistencia
bre todo, a niños y adultos jóvenes. Dos tercios de los enfermos de mitosis, necrosis o hiperplasia endotelial [1,2,32]. Su carácter

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TUMORES CEREBRALES INFANTILES

a Tabla II. Tumores cerebrales infantiles según su incidencia y su topografía.

Tumores de la fosa posterior o infratentoriales

Astrocitoma pilocítico

Astrocitoma de tronco

Meduloblastoma

Tumores ependimarios

Tumores de plexos coroideos

Tumores cerebrales

Astrocitoma pilocítico

Astrocitoma fibrilar difuso

Xantoastrocitoma pleomórfico

Astrocitoma subependimario de células gigantes

Astrocitoma/ganglioglioma desmoplásico infantil

Tumores de plexos coroideos

Tumores ependimarios

b Ganglioglioma/gangliocitoma

Meduloepitelioma

Ependimoblastoma

Tumor neuroectodérmico primitivo

Tumor rabdoide/teratoide atípico

Tumores de la región pineal


c
Pineocitoma

Pineoblastoma

Teratoma

Germinoma

Carcinoma embrionario

Coriocarcinoma

Tumor del seno endodérmico

Tumores de la región sellar

Craniofaringioma

abigarrado y su celularidad pleomórfica, que podría calificarse


de atípica, dan pie a que frecuentemente se diagnostique como
tumor mesenquimal maligno o glioblastoma multiforme. Frente
a esta morfología de tumor pleomórfico, su pronóstico es favo-
rable y corresponde a un grado II de malignidad.

Astrocitoma subependimario de células gigantes


Es una neoplasia localizada en la pared de los ventrículos late-
rales, circunscrita, a menudo calcificada y benigna (grado I),
que se asocia al complejo de esclerosis tuberosa. Su inciden-
Figura 2. a) Astrocitoma pilocítico hipotalámico bien delimitado y con un
componente quístico, que produce desplazamiento de la línea media; b)
cia es del 6 al 16% en estos pacientes y puede iniciarse clíni-
Astrocitoma pilocítico infiltrando y ensanchando ambos nervios ópticos camente en niños o jóvenes. Histológicamente está formado
en un corte transversal; c) Abundantes fibras de Rosenthal; se trata de por células de aspecto ganglionar que muestran ambigüedad
estructuras muy eosinófilas, brillantes, irregulares y frecuentemente elon-
gadas, que son un marcador histológico característico de este tumor; ob- inmunofenotípica. El aumento de la actividad mitótica o la ati-
sérvense algunos cuerpos granulares eosinofílicos. pia celular, en alguno de estos casos, carecen de significado

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A. ORTEGA-AZNAR, ET AL

a b

Figura 3. Xantoastrocitoma pleomórfico: a) RM en secuencia T2 axial con nódulo tumoral (flecha blanca) y edema (flecha negra); b) RM en secuencia T1
axial con contraste, porción tumoral sólida (flecha gris) de localización periférica y zona quística (flecha negra).

pronóstico. Se ha discutido frecuentemente si se trata de un ha- TUMORES NEURONALES Y NEUROGLIALES


martoma o de un verdadero tumor. Son tumores poco frecuentes que tienen en común la presencia
de diferenciación neuronal más o menos extensa, entremezcla-
Algunos tumores astrocitarios, como el astrocitoma pilocítico, el da o no con un componente de diferenciación glial. Casi todos
xantoastrocitoma pleomórfico, el ganglioglioma desmoplásico los tipos que forman el grupo implican un buen pronóstico y
infantil o el astrocitoma subependimario de células gigantes, son corresponden a grados I o II de malignidad. De ellos, solamente
especialmente susceptibles de interpretarse erróneamente con un el ganglioglioma/astrocitoma desmoplásico infantil es casi ex-
mayor grado de malignidad al que les corresponde. Esto se debe clusivamente de niños menores de 2 años, mientras que el gan-
a sus características histológicas, entre las que frecuentemente gliocitoma, el ganglioglioma, el tumor disembrioplástico neu-
figura el pleomorfismo celular o un componente desmoplásico roepitelial y el neurocitoma central pueden verse a cualquier
prominente. Esta confusión diagnóstica es particularmente fre- edad, incluso en niños. Estos tumores causan frecuentemente
cuente en situaciones de resección incompleta. convulsiones parciales complejas, tienen predilección por el
En la práctica clínica, algunos escenarios pueden sugerir un lóbulo temporal, en el 5% de los casos se asocian a anormalida-
diagnóstico histológico incorrecto [2,33]: des displásicas congénitas y se relacionan con la cirugía de la
– Un astrocitoma difuso grado II ante una lesión que capta epilepsia resistente al tratamiento [1,2,34]. Muchas veces hay
contraste. serias dificultades diagnósticas para diferenciar los tumores de
– Un astrocitoma difuso grado II o III ante una masa que ra- células ganglionares de aquellas neoplasias gliales que están
diológicamente es homogéneamente captante. infiltrando la sustancia gris –y, por tanto, muestran neuronas
– Un astrocitoma difuso grado III o IV ante la imagen de un atrapadas–, así como para distinguirlos de otros tumores neuro-
nódulo superficial homogéneamente captante en la pared de epiteliales con grandes células cuyo evidente nucléolo les con-
un quiste. fiere aspecto ganglionar. Además, algunos rasgos histológicos
– Tumor maligno a la luz de una historia clínica prolongada, característicos de los tumores astrocitarios, como los cuerpos
frecuentemente de convulsiones o asociada al festoneado de granulares eosinofílicos –presentes en el astrocitoma pilocítico
la tabla interna ósea del cráneo. y el xantoastrocitoma pleomórfico–, pueden estar presentes
– Neoplasia maligna en ausencia de evidencia radiológica de también en los tumores de células ganglionares [2]. Desde el
edema peritumoral. punto de vista radiológico, algunas características son comunes
– Astrocitoma infiltrante o maligno en un tumor con fibras de a estos tumores neuronales y a los astrocitarios localizados, lo
Rosenthal o cuerpos granulares eosinofílicos. que obliga a considerarlos en el diagnóstico diferencial. Se in-

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TUMORES CEREBRALES INFANTILES

a b

Figura 4. a) Epedimoma supratentorial con hemorragia intratumoral en asta temporal derecha; b) Características pseudorrosetas perivasculares en un
ependimoma; c) Otro caso que muestra un patrón de túbulos o canales ependimarios.

terpretan como rasgos propios de tumores de bajo grado de ma- celular superior al 4%, mientras que la evaluación de la apoptosis
lignidad la presencia de lesión quística –especialmente si pre- de las células tumorales no ha aportado información pronóstica
senta un nódulo mural–, la localización superficial, la ausencia [39,40]. Además, no existe una relación clara entre las caracterís-
de efecto de masa, el edema escaso, la presencia de calcificacio- ticas histológicas y el comportamiento clínico de la neoplasia.
nes y la erosión ósea [35-37] (Fig. 3). Junto a la histopatología, la identificación de otros parámetros
con valor pronóstico es un asunto discutido y pendiente de resol-
ver. La supervivencia es significativamente menor en los niños
TUMORES EPENDIMARIOS menores de 3 años. La localización infratentorial comporta tam-
Son tumores neuroepiteliales derivados de células que expresan bién un peor pronóstico, así como la evidencia de extensión de la
diferenciación ependimaria. Suponen entre el 6 y el 12% de los enfermedad a través del líquido cefalorraquídeo y la amplitud de
tumores intracraneales infantiles y el 30% de aquellos que se dan la resección quirúrgica. Todos ellos son indicadores que influyen
en menores de 3 años. Pueden localizarse en cualquier región a lo en el curso clínico [1,41-45]. La incidencia referida del ependi-
largo del sistema ventricular y del canal espinal, pero el 70% de moma anaplásico (grado III) es muy variable, debido a la poca
los intracraneales lo hace en la fosa posterior y, de éstos, la mitad claridad en los criterios histológicos de malignidad.
se origina en el suelo del cuarto ventrículo. En los niños más
pequeños predomina claramente la localización infratentorial.
Patrones histológicos diferentes dan lugar a subtipos o variantes TUMORES DE PLEXOS COROIDEOS
de ependimoma que pueden plantear difíciles problemas de diag- Constituyen neoplasias intraventriculares derivadas del epitelio
nóstico diferencial con tumores de otros grupos. Histológicamen- de los plexos coroideos o sus células progenitoras específicas.
te corresponden a un grado II de malignidad (Fig. 4). Sin embar- Éstos, de origen neuroepitelial, están formados por un epitelio
go, uno de los aspectos más controvertidos de estos tumores es el muy especializado con funciones de secreción y absorción. Los
intento de establecer unos criterios histológicos de graduación tumores poseen muchas similitudes con los papilomas y los car-
[1,2,34]. No es raro encontrar variaciones intralesionales signifi- cinomas sistémicos. Representan el 2-4% de los tumores cere-
cativas en el grado de diferenciación tumoral que se expresan en brales en niños, pero constituyen el 10-20% de los que se mani-
forma de nódulos que muestran pleomorfismo citológico, activi- fiestan en el primer año de vida. Incluso pueden verse en la vida
dad proliferativa, necrosis y todos aquellos parámetros que con- fetal, porque son uno de los tumores cerebrales congénitos más
dicionan malignidad obligada en los tumores astrocitarios [2,38]. frecuentes [46]. Los ventrículos laterales se afectan en el 50%
Un marcador histológico de anaplasia que parece emerger como de los casos, el cuarto ventrículo en el 40%, y sólo el 5% se lo-
un criterio pronóstico independiente es un índice de proliferación calizan en el tercer ventrículo. Constituyen un espectro tumoral

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A. ORTEGA-AZNAR, ET AL

a b

c d

Figura 5. a) Carcinoma de plexos coroideos; RM T1 coronal con gadolinio; realce tumoral homogéneo. Nótese el realce ependimario (flecha izquierda) y la
diseminación subaracnoidea (flecha derecha); b) Tumor de plexos que mantiene el patrón papilar pero con gran pleomorfismo y atipia celular; c) Inmuno-
rreactividad celular a citoqueratinas como las células epiteliales; d) Elevado índice de proliferación celular, frecuentes núcleos inmunorreactivos con Ki-67.

que se extiende desde lesiones bien diferenciadas hasta otras dos por la proliferación de células redondas indiferenciadas,
muy agresivas. El papiloma es un tumor benigno, de crecimien- con abundantes mitosis y fenómenos de apoptosis que clásica-
to lento, que corresponde a un grado I de malignidad. La pérdi- mente se identificaban como tumores de células azules y con el
da de la arquitectura papilar, la poliestratificación, el pleomor- sufijo ‘blastoma’. Constituyen, por su incidencia, una fracción
fismo, las mitosis, un elevado índice de proliferación celular, la muy importante de los tumores pediátricos, pero su origen y
necrosis y la infiltración tumoral del tejido cerebral vecino son clasificación son temas muy discutidos. Particularmente, el tér-
criterios que indican malignidad y que el tumor corresponde a mino ‘tumor neuroectodérmico primitivo’ (TNEP) ha suscitado
un carcinoma de plexos (grado III de malignidad) (Fig. 5). Este largas controversias. Durante años se usó para incluir un sub-
último, además de diseminación meníngea, puede dar lugar a grupo de tumores embrionarios ampliamente distribuido a tra-
metástasis sistémicas. El 20-40% de los tumores de plexos son vés del SNC y caracterizado histológicamente por células muy
carcinomas y el 80% de los mismos se dan en niños (Fig. 4). indiferenciadas. La introducción de la inmunocitoquímica y de
los estudios genéticos moleculares ha realzado las diferencias
entre algunas de las entidades TNEP mejor conocidas. La con-
TUMORES EMBRIONARIOS secuencia ha sido que algunos tumores incluidos como TNEP
Se agrupan en este apartado aquellos tumores malignos, de con- en el pasado se han relocalizado en diferentes grupos tumorales
siderable heterogeneidad intratumoral e intertumoral, constitui- de la última clasificación WHO 2000, de modo que el uso de es-

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TUMORES CEREBRALES INFANTILES

a b

c d

Figura 6. a) Masa tumoral grande, circuncrita y centrada en el vermix cerebeloso en un meduloblastoma que debutó con hemorragia intratumoral y que
comprime el tronco cerebral; b) Características rosetas de Homer-Wright, que son expresión histológica de diferenciación neuroblástica en un medulo-
blastoma; c) Patrón tumoral en sábana de células atípicas con escaso citoplasma, núcleos hipercromáticos, frecuentes mitosis y apoptosis; d) Ele-
vado índice de proliferación celular que se expresa a través del número de núcleos inmunorreactivos al anticuerpo Ki-67.

te acrónimo ha quedado restringido a un tumor del cerebro o su- do casos de afectación prenatal y neonatal [46,49]. El 75% de de
praselar formado por células neuroepiteliales poco o nada dife- estos tumores se localiza en el vérmix y muestra rasgos muy
renciadas y que muestran capacidad de adoptar rasgos divergen- característicos en la neuroimagen [35-37]. A pesar de su hetero-
tes de diferenciación. En la práctica, la mayoría de las lesiones geneidad intratumoral, la variedad de subtipos histológicos y la
muestran características de la línea neuronal. Otros miembros irregularidad y variedad de los resultados inmunohistoquímicos
del grupo constituyen entidades histológicamente identifica- para diferentes proteínas, el diagnóstico diferencial es sencillo si
bles, e incluso muestran afectación en diferentes vías genéticas. se dispone de la información clínica y radiológica adecuada,
Todos ellos tienden a la diseminación a través del espacio sub- incluso en el caso de una biopsia por congelación intraoperatoria
aracnoideo y corresponden a un grado IV de malignidad. Así o de resección parcial y recepción de escaso material. Una eleva-
pues, meduloepitelioma, ependimoblastoma, TNEP supratento- da densidad celular, abundantes mitosis y apoptosis, así como
rial, tumor teratoide rabdoide atípico y meduloblastoma consti- gran tendencia a la infiltración subaracnoidea, son rasgos comu-
tuyen los miembros de este grupo con algunas características nes a todas las variantes de meduloblastoma (Fig. 6). La identifi-
histológicas y biológicas comunes, pero que también presentan cación de estos subtipos tiene, a veces, implicaciones pronósticas
diferencias topográficas, radiológicas, de patrones histológicos o puede suponer grupos patogénicamente separados. Estas
y genéticas, lo que permite considerarlas como entidades clini- variantes reconocidas son: meduloblastoma clásico, meduloblas-
copatológicas diferenciadas [1,2,33,34,47,48]. toma desmoplásico, meduloblastoma con nodularidad y diferen-
ciación neuronal avanzada, meduloblastoma de células grandes,
Meduloblastoma medulomioblastoma y meduloblastoma melanótico [34,50-59].
Es el tumor embrionario del cerebelo y, a su vez, el tumor La supervivencia es notablemente superior en la actualidad
embrionario intracraneal más frecuente. Sin embargo, el resto de debido a la mejora de la quimioterapia y la radioterapia.
las entidades tumorales del grupo son extremadamente infrecuen-
tes. Supone el segundo tumor en incidencia durante la infancia, Tumor teratoide/rabdoide atípico
constituye el 20% de todos los tumores del SNC infantiles y el Se trata de una enfermedad que afecta a niños muy pequeños, fun-
70% de los mismos ocurren en pacientes menores de 16 años. Su damentalmente menores de 3 años, y que se localiza en la fosa
incidencia máxima es a los 7 años, pero también se han publica- posterior en el 52% de los casos y afecta con frecuencia al ángulo

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A. ORTEGA-AZNAR, ET AL

pontocerebeloso. Un tercio de los casos muestra ya diseminación Tabla III.Tipos y frecuencia relativa de los tumores de células germinales [34].
en el momento del diagnóstico. Algunas de sus características
biológicas e histológicas son similares a las de los tumores rabdoi- Germinoma 50%
des malignos de riñón. Clínicamente son muy agresivos y la su- Teratoma inmaduro 14%
pervivencia media, a pesar del tratamiento, es de dos años en
menos del 20% de los casos. Aunque las células rabdoides son un Teratoma maduro 6%
rasgo histológico característico, con frecuencia presentan compo- Teratoma con transformación maligna 4%
nentes de distintas líneas de diferenciación, por lo que dan lugar a
serios problemas de diagnóstico diferencial. Genéticamente, se Carcinoma embrionario 3%
caracteriza por monosomía del cromosoma 22 o deleción parcial Tumor del seno endodérmico 2%
del 22q11.2. En esta región se localiza el gen hSNF5/INI-1, cuya
Coriocarcinoma 1%
inactivación está implicada en la patogénesis de este tumor [60].
Recientemente, se ha descrito el hallazgo de la inactivación de Tumores mixtos de células germinales 20%
este mismo gen en tumores de plexos coroideos, lo que apunta
hacia una estrecha relación patogénica entre ambos tumores [61].

TUMORES MENÍNGEOS Teratomas intracraneales


Son muy infrecuentes en la infancia. Según publica recientemen- Son tumores raros que ocurren, predominantemente, en las dos
te el Central Brain Tumor Registry estadounidense, suponen el primeras décadas de la vida. Sin embargo, son uno de los tumo-
2,5% de los tumores pediátricos del SNC [62]. Suelen presentar res cerebrales congénitos más comunes y pueden alcanzar
una frecuencia más elevada de localizaciones no usuales y tama- tamaños enormes [46]. De acuerdo con el grado de diferencia-
ños mayores que en los adultos. Los meningiomas son un marca- ción de los tres componentes principales, se clasifican en madu-
dor de la neurofibromatosis de tipo 2 (NF2) y se sabe que son in- ros, inmaduros o malignos. El teratoma inmaduro constituye la
ducidos por bajas o altas dosis de radiación tras un período pro- mayoría de los que se originan en el SNC. El componente inma-
longado libre de ellas [34]. En el caso de la población infantil hay duro puede consistir en tejido embrionario mesenquimal o em-
una mayor probabilidad de existencia de estos factores predispo- brionario neuroectodérmico con patrón de rosetas o estructuras
nentes. El espectro de patrones histológicos que da lugar a las dis- canaliculares. En este último caso se puede plantear un serio
tintas variantes de meningiomas (grados I o II de malignidad) coin- problema de diagnóstico diferencial con los tumores embriona-
cide con los que se ven en adultos, pero la mayoría de las series rios, como el ependimoblastoma o el neuroblastoma [1,2,34].
reconocen una mayor tendencia en los niños a los tumores que En el estudio de estos tumores adquiere especial relevancia que
histológicamente son de alto grado (grado III de malignidad) y la muestra del material sea suficiente y representativa.
que biológicamente se comportan con gran agresividad [63-65].

TUMORES DE LA REGIÓN SELLAR


TUMORES DE CÉLULAS GERMINALES Varios tumores pueden originarse en esta región de la base del
Estos tumores son raros en el SNC, y en nuestro medio suponen cráneo y, desde allí, afectar seriamente el SNC, principalmente
el 0,5% de los intracraneales. Sus tipos y frecuencia relativa se por expansión. El más frecuente en niños es el craniofaringio-
reflejan en la tabla III [34]. Característicamente se localizan en ma, un tumor epitelial benigno y parcialmente quístico, presu-
la línea media, en especial en la región pineal. miblemente derivado de la bolsa de Rathke. Constituye el 2-5%
de todos los tumores intracraneales y el 10% de los intracranea-
Germinoma les no neuroepiteliales de la infancia. Aunque es extraordinario,
Se presenta en las dos primeras décadas de la vida, sobre todo existe algún ejemplo de forma congénita del tumor [46,66]. El
a los 10-12 años, y tiene una incidencia dos veces superior en tipo clinicopatológico más frecuente es el craniofaringioma ada-
los niños. Sus rasgos histológicos son característicos y no di- mantinomatoso, que, a su vez, afecta principalmente a niños y
fieren de los que muestran los localizados en el testículo o el tiene una histopatología muy característica que lo hace similar a
ovario. El componente citológico linfocitario característico, algunos tumores odontogénicos [1]. Los rasgos radiológicos
predominantemente T, que forma parte de estos tumores es de son también característicos [35,37]. Corresponde a un grado I
densidad variable de unos casos a otros y puede plantear en al- de malignidad, pero la evolución natural es impredecible, debi-
gunas situaciones el diagnóstico diferencial con enfermedad do a las dificultades para conseguir una resección completa y su
inflamatoria granulomatosa, de especial relevancia ante el he- sustancial tendencia a recurrir [67-70].
cho –muy frecuente en estos casos– de la escasez del tejido pa-
ra biopsia. El estudio citológico del líquido cefalorraquídeo y
el uso de marcadores inmunohistoquímicos de células germina- CONCLUSIONES
les en el mismo [34], así como los avances en neurorradiología Un diagnóstico patológico correcto debe ir precedido de infor-
–que ayudan, además, en la planificación de la intervención mación clínica relevante que incluya antecedentes familiares y
para la biopsia estereoatáxica–, han facilitado el diagnóstico y personales, junto a los datos clínicos de la enfermedad actual,
el abordaje terapéutico de los germinomas. El diagnóstico di- cuyo conocimiento es esencial. A ellos debe añadirse una preci-
ferencial más común y relevante es el que se puede plantear con sa descripción radiológica, con tomografía computarizada y
los tumores del parénquima pineal, como el pineocitoma, o los resonancia magnética, que incluya las características de las le-
de diferenciación intermedia. siones. El abordaje conjunto y la discusión de los casos permite

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TUMORES CEREBRALES INFANTILES

planificar el tipo de biopsia, los estudios preoperatorios o la po- nóstico del tipo específico de tumor, así como que los patólogos,
sible conservación de material para estudios especiales. radiólogos, cirujanos y oncólogos entiendan la nomenclatura
Los sistemas numéricos de graduar los tumores son muy úti- tumoral y los criterios que se utilizan para su uso y para asignar-
les, sobre todo en el análisis de grandes series, pero deben usar- les un grado de malignidad. Los términos ‘benigno’ y ‘maligno’
se con precaución y no suplantar el necesario abordaje multidis- entrañan riesgos y deben usarse con cuidado en relación con los
ciplinar del hecho diagnóstico. Se hace necesario una compren- tumores neuroepiteliales, debido a que no tienen el mismo signi-
sión firme de los criterios histológicos que se usan para el diag- ficado que cuando se aplican a tumores en otros órganos.

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TUMORES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL TUMORES DO SISTEMA NERVOSO CENTRAL


EN LA INFANCIA: ASPECTOS CLINICOPATOLÓGICOS NA INFÂNCIA: ASPECTOS CLINICOPATOLÓGICOS
Resumen. Objetivo. Los tumores pediátricos del sistema nervioso Resumo. Objectivo. Os tumores pediátricos do sistema nervoso cen-
central (SNC) constituyen el segundo grupo de tumores más frecuen- tral (SNC) constituem o segundo grupo de tumores mais frequente
te en esta edad. Basándonos en la clasificación WHO 2000, nos pro- nesta idade. Baseando-nos na classificação WHO 2000, propomo-
ponemos describir los rasgos clínicos y patológicos de importancia nos descrever os aspectos clínicos e patológicos de importância no
en el diagnóstico diferencial de las distintas entidades tumorales de diagnóstico diferencial das distintas entidades tumorais de maior
mayor incidencia en la infancia. Señalamos, sobre todo, aquellas incidência na infância. Assinalamos, sobre tudo, aquelas caracterís-
características que justifican la necesidad de un intercambio de ticas que justificam a necessidade de um intercâmbio de informação
información fluido entre neurólogos, neurocirujanos, neurorradió- fluido entre neurologistas, neurocirurgiões, neurorradiologistas,
logos, neuropatólogos y oncólogos. No abordamos los síndromes neuropatologistas e oncologistas. Não abordamos as síndromas tu-
tumorales familiares, los aspectos genéticos o aquella información morais familiares, aspectos genéticos ou aquela informação clínica
clínica derivada de los análisis de las alteraciones moleculares. derivada das análises das alterações moleculares,. Desenvolvimen-
Desarrollo. Entre los tumores del SNC existen suficientes diferencias to. Entre os tumores do SNC, existem diferenças suficientes relacio-
relacionadas con la edad como para poder considerar aparte los nadas com a idade, como para poder considerar separadamente
propios de la infancia. Es muy característica su especificidad topo- aqueles próprios da infância. É muito característica a sua especifi-
gráfica: mientras que el 50% de los mismos son infratentoriales, el cidade topográfica e enquanto que 50% dos mesmos são infratento-
90% de los que se dan en adultos son supratentoriales. Los tumores riais, 90% dos que ocorrem em adultos são supratentoriais. Os tu-
embrionarios son muy frecuentes en la infancia, pero raros en adul- mores embrionários são muito frequentes na infância, mas raros
tos, y todo lo contrario ocurre con los meningiomas. Difieren, tam- no adulto, enquanto que com os meningiomas acontece o contrário.
bién, en sus rasgos histológicos, clínica, tendencia precoz a la dise- Também diferem, nos seus traços histológicos, clínica, tendência
minación a través del sistema nervioso en el curso de la enfermedad precoce para a disseminação através do sistema nervoso no decurso
y comportamiento biológico. Estos datos hacen pensar que, en la da doença e comportamento biológico. Estes dados levam a pensar
patogénesis de los tumores cerebrales en los niños, resultan afecta- que, na patogénese dos tumores cerebrais em crianças, são afecta-
dos factores moleculares y epigenéticos diferentes de los adultos. dos factores moleculares epigenéticos diferentes do que os dos adul-
Conclusiones. Se hace necesario el abordaje multidisciplinaro del tos. Conclusões. Torna-se necessária a abordagem multidisciplinar
hecho diagnóstico y la comprensión de los criterios histológicos y la do facto diagnóstico e a compreensão dos critérios histológicos e a
nomenclatura por parte de los profesionales implicados en el trata- nomenclatura por parte dos profissionais envolvidos no tratamento
miento de estos pacientes. [REV NEUROL 2004; 38: 554-64] destes doentes. [REV NEUROL 2004; 38: 554-64]
Palabras clave. Niños. SNC. Tumores del SNC. Tumores pediátricos. Palavras chave. Crianças. SNC. Tumores do SNC. Tumores pediátricos.

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