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La propuesta pedagógica
Me interesa particularmente destacar cuáles son los criterios a partir de los cuales
elaboramos nuestra propuesta didáctica. Esta es producto del trabajo de investigación y de
reflexión conjunta que venimos llevando a cabo con M. C. Pereira, quien coordina los
talleres de lectura y escritura en otra de las sedes del CBC, bajo la dirección de Elvira
Arnoux, que es la titular de la materia en la que se dictan los talleres.
El eje de nuestra propuesta –cuyo enfoque es el mismo para los talleres de las dos
instituciones a las que me refiero- está en considerar a la lectura y a la escritura como
prácticas muy complejas en las que confluyen fenómenos de distinta índole, cada uno de
los cuales genera obstáculos y requiere adecuaciones específicas. Considerar a la lectura y a
la escritura en su complejidad significó para nosotros buscar los aportes que desde
disciplinas muy diversas se hicieron sobre el tema (Psicología Cognitiva, Psicología Social,
Ciencias del Lenguaje, Historia Social de la Lectura y la Escritura, abordajes sociológicos,
etc.). Los tres aspectos principales que consideramos son los siguientes: en primer lugar,
consideramos el proceso cognitivo que desencadenan el leer y el escribir. En segundo lugar,
consideramos el fenómeno discursivo involucrado en estas prácticas. Y en tercer lugar,
atendemos en especial al hecho de que la lectura y la escritura son precisamente prácticas
histórico-sociales. A continuación voy a explicar brevemente cómo incide cada uno de
estos aspectos en las prácticas de lectura y escritura que demanda la vida académica, y en
general un nivel de educación superior, y los problemas que manifiestan nuestros alumnos
en relación con cada uno. Pero quiero destacar que es a partir de la consideración de estos
tres niveles que hemos podido no solo describir los problemas sino intentar explicar a qué
se deben, para proponer así estrategias didácticas adecuadas.
Con respecto al proceso cognitivo involucrado en la lectura y la escritura, nosotros
trabajamos con la consideración de los subprocesos descriptos por la Sicología Cognitiva,
que indica la presencia, por ejemplo, en la escritura de los momentos de planificación,
puesta en texto y revisión como momentos que requieren habilidades específicas. Nosotros
trabajamos en el taller con estas tres etapas como parte de la metodología de producción de
escritos. Y creemos que es realmente muy útil introducir este método, en particular porque
favorece la asociación entre la idea de escritura y trabajo (idea que en general no está
instalada en los alumnos), aleja la idea de que la escritura es obra de un acto de inspiración
espontánea, y porque favorece el desarrollo de habilidades metacognitivas, a partir de las
cuales el alumno tiene una herramienta para intervenir y controlar su propio proceso de
producción escrita o interpretativo (aspecto sobre el cual también percibimos escasa
reflexión). También trabajamos con los aportes sobre operaciones cognitivas básicas como
definir, jerarquizar, clasificar, comparar, entre otras. Y con la descripción de subprocesos
de lectura (activación de conocimientos previos, construcción de hipótesis de lectura,
jerarquización de información, comprobación o reformulación de las hipótesis iniciales).
Ahora, si bien el modelo cognitivo ha sido el que más incidió en la implementación
de experiencias pedagógicas de lectura y escritura en nuestro país, a nosotros nos ha
resultado insuficiente y reduccionista.
Pensemos en cuáles son las competencias lectoras y de escritura que nosotros
esperamos en los alumnos del primer año de estudios superiores. Podemos sintetizarlas
del siguiente modo:
a) en cuanto a la lectura, esperamos que el alumno sea capaz de leer e interpretar
textos propios del ámbito académico, predominantemente expositivos y argumentativos, y
que a través de su lectura no solamente acceda a un conjunto de información, sino que
además pueda tomar cierta distancia crítica respecto del texto para evaluar el abordaje que
este propone del tema y el marco teórico que lo orienta. Es decir, el alumno debe poder
relacionar al texto con sus condiciones de producción. Además de este tipo de relaciones,
en este nivel educativo, el estudiante debe poder encarar la lectura de corpus, es decir, debe
tener habilidades para establecer relaciones entre textos, para confrontar posturas
provenientes de diferentes fuentes, y para ampliar y complementar la información que lee
en un texto a partir de la consulta de otros.
b) En cuanto a la escritura, esperamos que el estudiante posea habilidades para
comunicar los resultados de esta actividad interpretativa, fundamentalmente a través de
escritos predominantemente expositivos (como exámenes escritos, orales, trabajos
prácticos, monografías, entre otros), ya que la escritura académica siempre tiene una
apoyatura en lecturas previas, de las cuales hay que dar cuenta en la mayoría de los casos.
Esperamos además que tanto en lectura como en escritura el alumno logre ubicarse
a sí mismo (como lector/productor) y ubicar los textos que produce y lee en un campo
específico, como el académico, que como todo campo genera reglas propias de producción
y recepción, que el alumno debe empezar a conocer. En cuanto a las competencias
metacognitivas, nos proponemos que el alumno intervenga en forma conciente en sus
procesos lectores y de escritura para poder orientarlos a los fines que cada actividad le
plantea.
Volvamos entonces a las estrategias didácticas. Pensemos que más de un 80 por
ciento de los alumnos tiene serios problemas para alcanzar estas competencias, aún en el
caso del Profesorado, en el que los alumnos rinden un examen de ingreso. No podemos
suponer que la mayoría de nuestros alumnos tiene problemas cognitivos, de ahí que trabajar
solo en este nivel no sería suficiente. Lo que hemos identificado en nuestras
investigaciones, que creemos explican parte de los problemas, son dos cuestiones, que son
precisamente las que orientan los otros dos ejes de nuestra propuesta didáctica:
1.Una es que los alumnos no leen ni escriben del modo que acabamos de describir
como esperable, en primer lugar, porque no saben que es eso lo que se espera de ellos. Las
representaciones acerca de lo que es leer y escribir con las que los alumnos llegan a este
nivel educativo no incluye ninguno de los rasgos mencionados, y por el contrario incluyen
rasgos que inciden negativamente en sus nuevas prácticas académicas (como suponer que
leer es hacer un acopio de datos, buscar y encontrar la verdad sobre el fenómeno en estudio,
y que no supone el establecimiento de relaciones contextuales, históricas, etc.). Por eso
decíamos que uno de los ejes de nuestra propuesta pedagógica parte de considerar a la
lectura y a la escritura como prácticas histórico-sociales, es decir como prácticas que no se
llevan a cabo del mismo modo en los distintos espacios sociales ni en los distintos
momentos históricos, sino que adquieren características específicas de acuerdo al contexto
en que se realizan. Cuando hablamos de práctica pensamos no solo en la materialidad a
través de la cual se lleva a cabo la lectura o la escritura sino también en las representaciones
que orientan a los diferentes grupos sociales a atribuir fines, formas y características
determinadas al leer y al escribir.
En este sentido, gran parte de nuestro trabajo en los talleres consiste en explicitar –
como diría Pierre Bourdieu- las reglas del juego que animan al campo académico. Es decir,
nos proponemos intervenir en las representaciones de los alumnos, para transformarlas.
Específicamente en las representaciones acerca de su rol como lectores y como productores
de textos académicos, y también en sus representaciones acerca de las instituciones de
educación superior y acerca del saber científico, que cabe destacar, es dominantemente
pensado como un espacio sin conflicto, como un saber absoluto y no relativo a una mirada,
a un enfoque. Esta representación, por ejemplo, obstaculiza el acceso a determinada
información que está en los textos.
Es por ello que en nuestros talleres mucha de la ejercitación está destinada a hacer
emerger y explicitar el sistema de representaciones sobre todas estas cuestiones que es
dominante entre los estudiantes, y a generar el conflicto entre estas y lo que efectivamente
las prácticas universitarias demandan.
2. El otro aspecto que hemos identificado en nuestras investigaciones, y que
constituye el tercer eje de la propuesta pedagógica, es que los alumnos carecen de una
reflexión sobre el lenguaje que les permita encarar este trabajo que implica leer y escribir
discursos académicos. (Tengamos en cuenta que los discursos académicos son considerados
discursos de gran complejidad, sobre todo el tipo de discurso que puede ser de lectura
frecuente para un alumno de este nivel: como ensayos, artículos de especialidad, proyectos
de investigación, ponencias en congresos. Se trata de textos en los que se despliegan
razonamientos, en los que el enunciador oscila entre exhibir explícitamente su valoración
del tema en cuestión y ocultar su postura construyendo un efecto de objetividad y
amparándose en citas de autoridad; textos en los que además el enunciador debe ir
asumiendo distintos roles: el del lector experto que puede decir sintéticamente todo lo que
ha sido dicho sobre el tema hasta el momento, el del científico que demuestra una hipótesis
a través de un repertorio de pruebas, saca conclusiones, polemiza –a veces muy
implícitamente- con otras miradas sobre la cuestión.) Es decir, lo que percibimos es que la
mayor parte de los alumnos carece de herramientas teóricas que les permitan percibir el
carácter constitutivamente opaco y valorativo del lenguaje y en general la puesta en escena
discursiva que opera en todo texto. Sin esta información es muy difícil avanzar, no hay
manera de describir en qué consiste escribir correctamente un texto académico o leerlo
críticamente. Es por ello que gran parte de nuestras actividades en el taller están orientadas
a proveer al alumno de conceptos teóricos –que han aportado las Ciencias del Lenguaje-
que le permitan identificar regularidades en el uso del lenguaje(como la pertenencia
genérica de un discurso y su organización secuencial), los rasgos propios de los discursos
razonados, como el explicativo y el argumentativo, las características que adopta la
inserción de otras voces en el propio discurso, hasta la adecuación a la normativa
gramatical, ortográfica y a las convenciones gráficas que los escritos académicos requieren.
En este sentido, nos preocupa abordar los problemas globales y locales que plantea la
resolución de un escrito.
Esto es a grandes rasgos lo que trabajamos en nuestros talleres. Como trabajo final,
integrador, los alumnos realizan una monografía de alrededor de cuatro carillas, que
describimos como un escrito expositivo-argumentativo en el que deben analizar un
problema que se les plantea a partir de tres textos bibliográficos (por lo menos) que desde
distintas perspectivas abordan el tema en cuestión. Además de explicar y comparar las
posturas sostenidas por los autores, el alumno debe tomar postura ante el problema
planteado y fundamentarla. Debe además estructurar el escrito a partir de un plan textual
convencional para este género, y debe producir correctamente todos los elementos
paratextuales involucrados: títulos, subtítulos, notas al pie y listado bibliográfico,
fundamentalmente.
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cuando leen los mismos textos. Sus hallazgos mostraron que, mien-
tras los historiadores calificaron el libro de texto escolar como el do-
cumento menos confiable, los estudiantes lo evaluaron como el más
confiable. Esto en sí es revelador porque, como señala Wineburg,
los libros de texto utilizados en las escuelas pasan por un cuidadoso
proceso de edición que oculta las marcas discursivas de persuasión
y la toma de postura que caracteriza a los textos históricos. En su
lugar, los estudiantes encontraron un discurso aparentemente neu-
tral que únicamente describía los acontecimientos históricos como
verdades absolutas. Wineburg explica la postura de los estudiantes
como el resultado de la simplificación de los textos escolares, cuyo
objetivo principal es lograr que los estudiantes retengan (y repitan)
mayor información, pero no el cuestionar lo que leen.
Las investigaciones de Wineburg demostraron que los historia-
dores, en cambio, interpelan a los textos como si deliberaran con-
sigo mismos y fue posible escuchar al menos dos voces mientras
leían en voz alta: una voz que monitoreaba los significados que se
construyen durante la lectura, y otra de un lector que registraba
los recursos retóricos y persuasivos. De esta manera, los historia-
dores no sólo encontraban los significados literales y realizaban
inferencias, sino que buscaban los significados que subyacían en
el texto como marcas retóricas que les permitían identificar la in-
tención del autor, su visión del mundo, sus propósitos y sus mo-
tivaciones. Otro recurso evidente en las lecturas de los historia-
dores fue la búsqueda de atribución en los textos (quién escribe),
algo que para los estudiantes fue solamente un dato más sin ma-
yor peso.
Ante las enormes diferencias que el autor encontró entre las for-
mas de leer de los estudiantes y las de los historiadores, Wineburg
planteó una interrogante cuya respuesta revela la distancia abismal
entre las prácticas escolares y las prácticas disciplinares, y que en-
traña lo que él llamó “una epistemología del texto”. ¿Qué significa
saber historia? Los estudiantes que participaron en la investigación
de Wineburg “sabían” datos sobre los acontecimientos históricos a
los que aludían los textos y confiaban ciegamente en su autoridad,
sobre todo en el texto escolar, frente al cual lo importante para
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REFERENCIAS
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en D. Barton, M. Hamilton y R. Ivanic (eds.) Situated
literacies. Reading and writing in context (pp. 7-15).
Estados Unidos: Routledge.
Bazerman, C. (1988), Shaping written knowledge. The genre
activity of the experimental article in science, Madison,
wi, us: The University of Wisconsin Press.
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Simposio temático “Experiencias colaborativas para la enseñanza de prácticas de
comunicación académica (lectura, escritura y oralidad)”
RESUMEN
Desde la Alfabetización Académica, se ha señalado la importancia de diseñar y poner en
práctica iniciativas institucionales en las universidades para llevar a cabo la enseñanza
explícita de las prácticas académicas de lectura, escritura y oralidad (Carlino, 2003,
2012; Moyano, 2007; Arnoux, 2009; Navarro, 2017). Dichas iniciativas adquieren la
forma de talleres extracurriculares, asignaturas obligatorias al inicio de la carrera o
programas de formación continua en los que se articulan las habilidades de lectura,
escritura y oralidad con las asignaturas de las carreras, entre otras modalidades. Estos
dispositivos contribuyen a la inclusión en las aulas universitarias de estudiantes de
sectores sociales que históricamente no accedían a la educación superior y que, en
consecuencia, no estaban familiarizados con las formas de hablar, de leer y de escribir
que se solicitan en la universidad. En contextos de encierro, los desafíos que implica
ingresar a la universidad se multiplican: por un lado, se trata de una población cuyas
trayectorias educativas previas se encuentran marcadas por discontinuidades y rupturas;
por otro lado, las características propias de las instituciones penales limitan el acceso a
materiales, espacios e intercambios educativos. En este marco, resulta importante
formular y poner en práctica mecanismos específicos para llevar a cabo prácticas de
alfabetización académica en esos contextos. Partiendo de nuestro trabajo en el marco
del Programa UBA XXII (programa de Educación en Cárceles de la Universidad de
Buenos Aires) y del Programa de Extensión en cárceles de la Facultad de Filosofía y
Letras de la UBA, presentaremos cuatro iniciativas de enseñanza de lectura y escritura
académicas que proyectamos y llevamos a cabo en contextos de encierro: en primer
lugar, el Grupo de Estudios de Letras, que comenzó a funcionar en 2016 en las cárceles
de Devoto y Ezeiza con estudiantes privados de su libertad y en el medio libre con
estudiantes liberados, a partir de las demandas estudiantiles de acompañamiento para
cursar las materias de Letras; en segundo lugar, el Taller de Lectura y Escritura
Académicas para Estudiantes Principiantes, dictado en 2017 en la cárcel de Devoto para
estudiantes del Ciclo Básico Común de carreras del área de Ciencias Sociales y
Humanidades; en tercer lugar, los Microtalleres para aprender a leer y a escribir en la
universidad, desarrollados durante 2019 en la cárcel de Ezeiza para las estudiantes de
Letras y de Sociología; por último, la intervención en un espacio de acompañamiento en
una materia de Letras dictada en Ezeiza durante 2019, en articulación con el docente a
cargo. La ponencia caracteriza la formulación de las cuatro iniciativas de enseñanza en
cárceles en el marco de las prácticas educativas de extensión. Para esto, se consideran
como ejes: la fundamentación de las propuestas a partir de las demandas del territorio;
el marco teórico interdisciplinario que se construyó para proyectar las iniciativas; los
objetivos que guiaron la planificación y la puesta en práctica; las modalidades de
planificación y trabajo en cada uno de los espacios; la articulación entre estos espacios
formativos de extensión y los espacios formativos curriculares; la conformación de los
grupos de participantes, incluyendo tanto a los docentes y tutores como los destinatarios
de las prácticas de enseñanza. En los cuatro casos, se trata de propuestas de enseñanza
elaboradas mediante la colaboración de distintos participantes (docentes, graduados,
estudiantes en contextos de encierro y fuera de ellos, tutores) para fomentar las prácticas
de alfabetización académica y con los propósitos de garantizar el derecho humano a la
educación, que en la cárcel se configura como puerta de entrada a otros derechos, y
facilitar el acceso a la educación superior de la población penal. En el desarrollo
cronológico de estas cuatro iniciativas, puede observarse un proceso desde un abordaje
general e intuitivo acerca de las problemáticas ligadas con la alfabetización a partir de
demandas puntuales de los estudiantes hacia una formulación más explícita de las
propuestas y un acercamiento a la lógica disciplinar para la enseñanza de las prácticas
de lectura, escritura y oralidad, a partir de la articulación de diferentes espacios y
actores institucionales. Para concluir la presentación, se evalúan fortalezas y problemas
de las iniciativas presentadas, en vistas a aportar algunas claves para planificar
dispositivos y mecanismos de alfabetización académica en contextos de encierro.
PALABRAS CLAVE
Alfabetización Académica, Educación en Contextos de Encierro.
Introducción
Este trabajo se fundamenta en dos pilares. En primer lugar, presupone que la enseñanza
y el aprendizaje de las prácticas letradas académicas resultan herramientas importantes
para facilitar el ingreso a la universidad. De hecho, es un consenso de las
investigaciones internacionales y locales en el área de la Alfabetización Académica que
la enseñanza explícita de esas prácticas resulta central para favorecer la inclusión
educativa y garantizar el derecho a la educación. En segundo lugar, se basa en la idea de
que, como han demostrado los desarrollos de la Educación en Contextos de Encierro, en
la cárcel, contexto marcado por la vulnerabilidad social y la exclusión, se vuelve
imprescindible acompañar las trayectorias educativas de los estudiantes.
Partiendo de estos dos supuestos, en este trabajo sostenemos la necesidad de generar
espacios y mecanismos de enseñanza explícita de las prácticas letradas académicas en la
universidad en la cárcel. Si bien este problema no ha sido estudiado en profundidad,
consideramos que la alfabetización académica cobra una relevancia particular en este
contexto y debe reorientarse para responder a sus características específicas.
En ese marco, presentamos aquí cuatro iniciativas de alfabetización académica que
llevamos a cabo desde la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos
Aires, a partir de la articulación de diferentes espacios curriculares y de extensión, en
las cárceles de Ezeiza y Devoto: 1) el Grupo de Estudios de la carrera de Letras, 2) el
“Taller de Lectura y Escritura Académicas para Estudiantes Principiantes”, 3) los
Microtalleres del curso “Leer, hablar y escribir en la universidad: una aproximación a
las prácticas letradas en las Ciencias Humanas y Sociales” y 4) el acompañamiento en
una materia disciplinar de Letras. Buscamos mostrar el recorrido de trabajo y reflexión
del equipo durante la elaboración y puesta en práctica de esas iniciativas. Esperamos
que estas experiencias puedan contribuir al desarrollo de las investigaciones en torno a
la lectura, la escritura y la oralidad académicas, particularmente a su abordaje en
contextos de encierro.
1
El Centro Universitario Devoto (CUD), situado en la cárcel de Devoto, es el establecimiento educativo
más grande del país dentro de una cárcel (SNEEP, 2016). Contiene diez aulas, una biblioteca, una
asesoría jurídica, la oficina del Sindicato Unido de Trabajadores Privados de su Libertad Ambulatoria,
más aulas para las coordinaciones de las carreras y del centro de estudiantes, una cocina y algunos patios
internos. En general, las facultades cuentan con coordinadores externos e internos que organizan y
difunden la oferta educativa.
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Además del trabajo en los centros, la primera iniciativa incluye estudiantes que recuperaron su libertad.
En muchos de estos casos, las dificultades para la subsistencia obstruyen su continuidad en los estudios.
práctica, que recoge lineamientos teóricos de la Alfabetización Académica, la
Educación en Contextos de Encierro y la Educación Popular.
En primer lugar, en relación con la Alfabetización Académica, las investigaciones
resaltan la importancia de llevar a cabo una enseñanza explícita de las prácticas
académicas de lectura, escritura y oralidad (Carlino, 2003, 2012; Moyano, 2007;
Arnoux, 2009; Navarro, 2017). Es un consenso extendido que, para ingresar en la
comunidad académica, los estudiantes deben aprender nuevos modos de leer y escribir,
distintos a los escolares, ya que exigen operaciones cognitivas más complejas y un
desempeño autónomo para el estudio (Bazerman, 2003; Fernández & Carlino, 2010).
Sumado a eso, la lectura y la escritura tienen un potencial epistémico insoslayable
(Carlino, 2003): forman parte del proceso de aprendizaje y de la producción de
conocimiento. Por un lado, la lectura implica reconocer posturas, contextualizarlas y
contrastarlas con otras fuentes; del mismo modo, la escritura académica requiere
reelaborar el conocimiento adquirido para producir nuevo, enmarcado en un campo
disciplinar y con un lenguaje especializado. Por ello, desde la perspectiva de la
Alfabetización Académica, es importante el desarrollo de iniciativas institucionales que
favorezcan el ingreso y la permanencia de los estudiantes, de modo general y
específicamente para aquellos sectores históricamente excluidos de los estudios
superiores. Siguiendo a Carlino (2012), la universidad debe “dar(les) la bienvenida” a
una nueva cultura a través de prácticas inclusivas.
En segundo lugar, la perspectiva de la Educación en Contextos de Encierro muestra la
tensión entre la lógica educativa, basada en el derecho a la educación, y la lógica
penitenciaria, basada en el castigo (Frejtman & Herrera, 2009, Gutiérrez 2012). La
cárcel multiplica las dificultades para educarse: limita el acceso a los materiales de
estudio, restringe el desplazamiento desde los pabellones hacia los centros
universitarios, dificulta los procesos burocráticos de inscripción. Si la formación
universitaria supone una autonomía por parte de los estudiantes, los contextos de
encierro promueven la infantilización y la despersonalización (Daroqui, 2000; Frejtman,
2008; Frejtman & Herrera, 2009), monopolizan la organización del tiempo y las rutinas
de la vida cotidiana (Alfonso, 1998). Además, la institución penal restringe la
socialización de los estudiantes en la comunidad académica, dado que no tienen
contacto con muchos de los actores y espacios institucionales del medio libre. Por
añadidura, las trayectorias educativas en estos contextos presentan, generalmente,
discontinuidades e interrupciones, y entrañan una serie de “fracasos” (repitencia,
deserción, calificaciones bajas en niveles previos, falta de acceso a la educación durante
la infancia y la adolescencia) que repercuten en el ingreso a la universidad, por lo que
resulta importante generar mecanismos de acompañamiento.
En tercer lugar, la Educación Popular, especialmente la mirada de Freire (1985, 2010,
2011) nos brindó claves epistemológicas, ideológicas y metodológicas para atender a las
funciones ligadas al reposicionamiento subjetivo, a la (re)construcción del vínculo
social, a la resistencia en un contexto de exclusión y al descubrimiento de la capacidad
transformadora de la acción colectiva que tiene la enseñanza universitaria en el encierro.
Incorporar este marco habilitó la reflexión y la producción de los estudiantes,
considerados como sujetos políticos y pedagógicos activos, junto con los cuales
llevamos a cabo, mediante una perspectiva crítica y dialógica, procesos de construcción
colectiva del conocimiento.
La construcción de este marco, no exento de tensiones, resultó en la constitución de un
herramental teórico adecuado que permitió generar iniciativas inclusivas, situadas en
contextos específicos y significativas para los participantes involucrados en ellas. A
partir de este marco se desarrolló una metodología centrada en la desnaturalización de
las prácticas sociales, para propiciar procesos de reflexión, crítica y autonomía por parte
de los estudiantes.
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El grupo fue coordinado desde abril de 2016 a julio de 2018 por María Lucía Molina y Sabrina Charaf,
y continuado por Sabrina Charaf y María Laura Navarro.
con el objetivo de acompañar en su formación a los estudiantes de la carrera de Letras,
privados de su libertad y liberados.
Los grupos de los penales funcionan a partir de la colaboración entre diferentes actores:
tienen coordinadores externos e internos del Programa UBA XXII y también participan
estudiantes avanzados y graduados recientes de la carrera de Letras convocados para
este proyecto; estos transitan espacios de formación sobre Educación en Contextos de
Encierro para luego integrarse al trabajo de los grupos junto con los estudiantes
privados de su libertad o liberados.
Los grupos están planteados como espacios abiertos para trabajar de forma horizontal y
colectiva contenidos disciplinares de la carrera de Letras, y otros contenidos no
necesariamente vinculados a las prácticas letradas que se consideren relevantes durante
los encuentros, según las demandas espontáneas que emerjan. En cada sede se plantea
un horario con frecuencia semanal o quincenal y un espacio con las condiciones
necesarias para el estudio. En esos encuentros, el grupo decide qué actividad llevar a
cabo: por ejemplo, leer la bibliografía, repasar los temas para alguna evaluación,
planificar, escribir o revisar las producciones domiciliarias de los estudiantes. En
general son los estudiantes principiantes (en contextos de encierro o liberados) quienes
proponen los temas, según las actividades que estén realizando en las materias de Letras
que cursan al momento; los estudiantes avanzados aportan su visión desde su
experiencia y comparten materiales y técnicas, con el acompañamiento de los
coordinadores. El grupo cumple también otra función vinculada con la socialización de
los estudiantes y su integración a la comunidad académica, dado que pueden tomar
contacto con pares para dialogar sobre experiencias de cursada, materias, lecturas,
profesores, problemas compartidos en el tránsito por la universidad y estrategias para
sortearlos.
Consideramos que los aportes de esta iniciativa están dados fundamentalmente por la
creación de un nuevo espacio que habilita que los estudiantes adquieran un rol activo y
autónomo para discutir temas vinculados con su formación y con las problemáticas
propias del territorio. Además, permite la articulación entre distintos actores y crea
puentes para que los estudiantes liberados se inserten en la comunidad de pares
extramuros. El grupo de estudios, que surgió para generar un mecanismo de inclusión
de los estudiantes en la comunidad académica, fortalece el sentido de pertenencia al
espacio universitario y genera intercambios con otros actores de la comunidad que
previamente no accedían a estos contextos.
Sin embargo, la puesta en práctica de esta iniciativa nos presentó el desafío de formular
iniciativas más específicas para abordar algunas demandas concretas de los estudiantes
(cómo encarar las evaluaciones, cómo sistematizar el estudio) de manera más
organizada y de continuar en la formación específica en alfabetización académica del
equipo de participantes. Una primera respuesta a esta cuestión fue la iniciativa que
presentamos a continuación.
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Estos seminarios son espacios formativos de grado que articulan formación teórica e intervención en
territorio. Nuestro equipo estuvo integrado por los autores de este trabajo, Juan Moris, Nicolás Bermúdez
y Cynthia Bustelo.
oralidad propios de este ámbito; finalmente, se realizaron prácticas de producción, como
la toma de apuntes, la respuesta de parcial, la exposición oral. En cada uno de los
encuentros se propusieron trabajos grupales, intercambios colectivos y debates, que
incluyeron la participación de los estudiantes extramuros. La colaboración entre
estudiantes de distintos niveles (secundarios, universitarios principiantes y avanzados),
de distintas disciplinas (del CBC y de las carreras que se dictan en el CUD) y de
distintos espacios (de la sede extramuros y en contextos de encierro), con la guía de los
docentes del seminario y del taller, funcionó como un espacio de intercambio colectivo
para sistematizar los saberes sobre las prácticas académicas.
Consideramos que uno de los mayores logros de esta iniciativa estuvo dado por la
construcción de un marco teórico que permitiera articular diferentes perspectivas para
intervenir en contextos específico, y por la configuración de un equipo de trabajo
integrado y articulado. La formación de nuestro equipo se fortaleció en el dictado de los
talleres, y pudimos también formar estudiantes avanzados para que participaran con
mayor autonomía y bagaje teórico en otros espacios como el Grupo de Estudios. Esto
último, sin embargo, fue la contracara del desafío de sostener, simultáneamente, dos
espacios formativos: el Seminario en la sede extramuros y el Taller en Devoto. Otro
desafío fue la dificultad para los estudiantes del CUD de mantener la continuidad de las
clases, aspecto propio de los contextos de encierro. Finalmente, por la lógica general del
taller, no se pudo ahondar en la especificidad disciplinar de las prácticas: los estudiantes
solicitaron trabajar sobre textos de algunas materias que estaban cursando, pero al ser un
espacio para un grupo heterogéneo esto fue una dificultad a atender en las iniciativas
siguientes.
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Esta iniciativa y la siguiente fueron llevadas a cabo por los autores de este trabajo.
la Cátedra Libre de Lectura, Escritura y Oralidad Académicas y Profesionales. Como en
la propuesta anterior, fundamentamos nuestras prácticas en un marco compuesto por
aportes de la Educación en Contextos de Encierro, la Educación Popular y la
Alfabetización Académica. Dentro de la Alfabetización Académica, nuestra perspectiva
se volcó hacia una mirada basada en los géneros y en el enfoque disciplinar; es decir,
para elaborar la propuesta nos centramos en la noción de géneros como procesos
sociales organizados y orientados a metas (Martin & Rose, 2008) y en la
contextualización de las prácticas según los modos de pensamiento y comunicación de
cada campo o disciplina (Hyland, 2007).
En este caso, la iniciativa estuvo destinada a estudiantes del CBC, de la carreras de
Letras y Sociología, lo que permitió poner el foco en las prácticas letradas en las
Ciencias Sociales y Humanas. Se realizaron seis microtalleres de tres horas en los cuales
se abordaron prácticas específicas de lectura, escritura y oralidad académicas: cómo son
las prácticas letradas de la comunidad académica, cómo leer un texto académico, cómo
resumir o fichar un texto fuente, cómo preparar un examen parcial, cómo hacer una
monografía y cómo preparar un examen final oral. Planificamos el ciclo para que cada
encuentro pudiera cursarse de forma autónoma, teniendo en cuenta un contexto (el
complejo de mujeres de la cárcel de Ezeiza) donde el acceso a la universidad está
incluso más restringido que en otros establecimientos penales. La propuesta didáctica se
basó en la deconstrucción y edición conjunta (Moyano, 2011). Consistió en proponer
una actividad disparadora que permitiera ingresar en el tema mediante el diálogo
colectivo, para luego hacer la deconstrucción de textos de diferentes géneros, la
planificación de la producción y su producción autónoma.
Considerando las dificultades propias del contexto, creemos que la posibilidad de
concretar esta iniciativa fue un logro en sí mismo. Además, algunos de los materiales
utilizados en los encuentros fueron textos o consignas de las materias que las
estudiantes estaban cursando simultáneamente al Taller, por lo que pudieron integrar las
actividades propuestas a las prácticas concretas. Por otra parte, el compromiso y el
entusiasmo de las estudiantes con la propuesta de formación ofrecida abre la posibilidad
de proyectar intervenciones futuras orientadas a que ellas puedan ocupar un rol de
transmisión entre pares, muy importante en un contexto en el que el derecho a la
educación de las mujeres presas generalmente se encuentra limitado.
Existen algunos elementos a tener en cuenta para futuras implementaciones. Uno de
ellos es el factor tiempo, que en la mayoría de los casos resultó escaso por problemas de
traslado de docentes y estudiantes a las aulas, dejando inacabadas las actividades de
escritura. También afectaron la cursada las limitaciones de espacio e infraestructura que
redujeron el acceso de todas las estudiantes a los encuentros. Otro elemento para
mejorar es lograr una articulación con los equipos docentes del CBC, ya que muchas de
las estudiantes estaban aún en esa instancia de su formación.
BIBLIOGRAFÍA
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1 author:
Violeta Molina-Natera
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Coloquio 2: La lectura y la escritura en la educación superior
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RESUMEN
Las
tutorías
entre
pares
son
una
comprobada
estrategia
que
beneficia
tanto
al
que
recibe
tutoría
como
al
tutor,
debido
a
que
es
un
sistema
de
apoyo
recíproco
en
el
que
el
estudiante
que
asiste
se
siente
más
motivado
para
interactuar
que
con
un
profesor.
Aunque
actualmente
las
condiciones
de
enseñanza
han
privilegiado
un
aprendizaje
menos
interactivo,
las
tutorías
de
escritura
entre
pares
son
un
espacio
favorable
para
desarrollar
habilidades
de
escritura
académica,
por
tanto
están
mediadas
por
intereses
y
necesidades
reales
que
son
apoyadas
por
un
par.
Los
beneficios
se
dan
en
ambas
vías
porque
el
tutor
también
aprende
para
enseñar.
La
Pontificia
Universidad
Javeriana
Cali
ha
implementado
esta
estrategia
a
partir
de
los
writing
centers
de
universidades
norteamericanas,
con
un
éxito
creciente
en
toda
la
comunidad
académica.
El
Centro
de
escritura
javeriano
se
propone
mejorar
las
destrezas
de
escritura
de
todos
los
miembros
de
su
comunidad,
para
lo
cual
se
apoya
en
el
trabajo
de
los
tutores
de
escritura.
Cuenta
con
más
de
dos
años
de
experiencia
y
un
equipo
de
trabajo
conformado
por
talentosos
estudiantes
de
todas
las
disciplinas,
que
son
formados
para
desempeñar
esta
labor.
Esta
formación
comprende,
entre
otros,
el
proceso
de
escritura,
pues
las
tutorías
se
ofrecen
en
todas
las
etapas
del
proceso,
para
lo
cual
es
necesario
que
los
tutores
comprendan
a
cabalidad
lo
que
ocurre
en
su
propio
proceso
de
escritura.
Las
tutorías
entre
pares
son
un
espacio
amigable
y
tranquilo
en
el
que
los
estudiantes
se
sienten
en
confianza
para
contar
sus
dificultades
de
escritura,
y
a
partir
de
esto
los
tutores
les
ayudan
a
descubrir
y
desarrollar
sus
propias
estrategias,
en
lugar
de
hacer
clones
de
su
propio
proceso.
Una
sesión
de
tutoría
es
básicamente
una
conversación
sobre
escritura,
haciendo
notorios
los
aspectos
positivos
y
reforzando
aquellos
que
necesitan
más
elaboración.
INTRODUCCIÓN
La
escritura,
desde
sus
inicios,
ha
sido
considerada
como
una
manera
de
expresar
de
una
forma
organizada
y
definida
el
pensamiento
humano.
Aunque
se
trata
de
un
trabajo
individual,
la
escritura
por
lo
general
recibe
influencias
externas
por
la
1
Ponencia
presentada
en
el
VI
Congreso
Internacional
Cátedra
Unesco,
Barranquilla
1
Universidad del Norte, junio 15 al 17 de 2011. ISBN 978-‐958-‐741-‐143-‐0
mayo
de
2011
TUTORÍAS
ENTRE
PARES:
EL
CASO
DEL
CENTRO
DE
ESCRITURA
JAVERIANO
presencia
de
otras
voces
que
emergen
y
se
integran
en
el
proceso
de
su
producción.
En
ocasiones
estas
influencias
obedecen
a
la
polifonía
o
distintas
voces
de
los
autores
que
se
congregan
en
un
mismo
texto
(Bajtin,
2005);
igualmente
aparecen
por
la
intervención
de
terceros
que
entran
a
proponer,
cuestionar
y
retroalimentar
los
textos.
Cuando
se
erigieron
las
primeras
universidades
el
maestro
se
desempeñaba
como
un
tutor
que
acompañaba
a
sus
aprendices
“sobre
los
cuales
ejercía
una
especie
de
vigilancia
educativa,
con
el
fin
de
velar
por
su
fidelidad
a
las
verdades
enseñadas”
(Alzate
&
Peña,
2010:
124).
Por
ello
la
injerencia
del
maestro
tutor
no
sólo
era
académica,
sino
que
también
incidía
en
los
campos
morales
y
sociales
de
los
estudiantes.
En
las
universidades
inglesas
este
modelo
aparece
con
mayor
fuerza
que
en
las
alemanas,
que
se
caracterizaban
más
bien
por
las
clases
o
disertaciones
magistrales.
Es
así
como
en
las
universidades
de
Oxford
y
Cambridge
los
encuentros
maestro-‐estudiante
discurrían,
más
que
en
las
clases,
en
sesiones
personalizadas
en
las
que
se
discutía
acerca
de
los
ensayos
o
escritos
de
los
estudiantes
(Borrero,
2008).
Posteriormente
esta
metodología
fue
desapareciendo
y
el
maestro
se
limitó
a
la
enseñanza
de
contenidos
en
las
aulas;
en
algunos
casos
se
conservó
la
figura
del
tutor,
pero
ahora
como
un
auxiliar
que
se
encarga
de
la
atención
individual
a
los
estudiantes.
Las
tutorías
han
sido
estudiadas
desde
diferentes
perspectivas.
El
diccionario
de
la
RAE
(2009)
lo
define
como
una
tutela,
es
decir,
que
alguien
está
bajo
autoridad
de
un
tutor.
Esto
implica
que
el
tutor
es
quien
toma
las
decisiones
y
se
encarga
de
ejercer
las
acciones
que
sean
necesarias
para
lograr
el
beneficio
del
tutorado,
lo
que
podría
indicar
que
este
tutor
se
encuentra
en
una
posición
superior.
Recientemente
este
concepto
ha
sido
estudiado
por
diferentes
autores
que
han
propuesto
redescubrir
y
aprovechar
el
potencial
que
ofrecen
las
tutorías
(Durán
&
Vidal,
2004).
Aunque
son
varios
los
enfoques
y
métodos
para
las
tutorías,
existen
abordajes
que
se
van
de
la
concepción
tradicional
de
la
tutoría
al
de
la
integralidad,
que
busca
volver
al
modelo
de
la
tradición
inglesa.
La
tutoría
integral
busca
ir
más
allá
de
la
solución
de
los
problemas
académicos
para
atender
el
desarrollo
personal
y
profesional
de
los
estudiantes
(Ferrer,
2003).
2
mayo
de
2011
TUTORÍAS
ENTRE
PARES:
EL
CASO
DEL
CENTRO
DE
ESCRITURA
JAVERIANO
Por
otra
parte,
la
tutoría
entre
pares
o
entre
iguales
(peer
tutoring)
es
un
concepto
anglosajón
que
“es
una
modalidad
de
aprendizaje
cooperativo,
en
la
que
los
estudiantes
más
aventajados
apoyan
el
aprendizaje
de
otros
menos
expertos,
mediante
un
trabajo
que
se
realiza
en
pequeños
grupos
o
parejas”
(Alzate
&
Peña,
2010:
125).
Hoy
en
día
las
condiciones
de
enseñanza
han
llevado
a
una
enseñanza
y
aprendizaje
menos
interactivo,
por
lo
tanto
los
maestros
se
ven
obligados
a
“hacer
más
con
menos”,
razón
por
la
cual
las
tutorías
entre
pares
se
han
convertido
en
una
estrategia
que
ya
no
solo
es
existosa
en
el
contexto
anglosajón.
Las
tutorías
entre
pares
son
una
estrategia
académica
que
no
solo
beneficia
al
que
la
está
recibiendo
sino
también
al
tutor,
pues
son
un
sistema
de
apoyo
recíproco
en
el
que
los
tutores
aprenden
para
enseñar
a
los
pares
y
con
esto
desarrollan
una
mayor
motivación
y
compromiso.
La
revisión
entre
pares
es
la
evaluación
de
una
propuesta
de
publicación,
presentación
o
proyecto
de
investigación
por
unos
pocos
(típicamente
de
dos
a
cuatro)
expertos
en
la
disciplina
(Starke-‐Meyerring,
2010).
Normalmente
es
la
estrategia
utilizada
por
las
revistas
científicas
arbitradas
para
seleccionar
los
textos
que
serán
publicados.
A
diferencia
de
la
revisión
entre
pares,
las
tutorías
de
escritura
son
una
conversación
personal
e
informal
acerca
de
un
escrito,
razón
por
la
cual
la
presencialidad
es
indispensable.
La
tutoría,
al
ser
orientada
por
un
par
académico
de
la
misma
edad,
logra
desenvolverse
en
un
ambiente
amigable
que
permite
el
desarrollo
de
una
mayor
confianza
y
empatía
entre
ambas
partes,
vitales
para
el
logro
del
objetivo
de
la
misma.
Las
tutorías
ocurren
en
cualquiera
de
las
etapas
del
proceso
de
escritura
(planeación,
textualización
y
revisión),
lo
que
hace
que
sea
necesaria
una
cuidadosa
preparación
de
las
personas
que
llevarán
a
cabo
esta
tarea.
Por
lo
general
los
estudiantes
acuden
cuando
tienen
un
texto
para
ser
revisado,
con
la
idea
de
que
los
tutores
“arreglarán”
los
errores
del
texto.
Ocasionalmente
algunos
estudiantes
asisten
por
voluntad
propia
para
emprender
un
proceso
de
desarrollo
de
habilidades,
que
dependerá
de
las
necesidades
manifestadas
y
detectadas
de
cada
usuario
(algunos
de
ellos
están
aprendiendo
español
como
segunda
lengua
y
reciben
un
reforzamiento
de
esta
habilidad
para
fines
específicos).
En
otros
casos,
los
estudiantes
están
al
frente
de
un
gran
proyecto
de
escritura,
como
un
proyecto
de
investigación,
un
artículo
o
un
3
trabajo de grado, y deciden solicitar un acompañamiento en todo el proceso.
mayo
de
2011
TUTORÍAS
ENTRE
PARES:
EL
CASO
DEL
CENTRO
DE
ESCRITURA
JAVERIANO
Sea
cual
sea
la
modalidad
por
la
cual
asistan,
las
tutorías
de
escritura
ofrecen
invaluables
beneficios
para
los
tutorados
y
para
los
tutores.
Para
los
primeros
la
principal
ganancia
es
el
desarrollo
de
habilidades
de
escritura,
despertar
conciencia
sobre
su
propio
proceso
de
escritura
y
sus
debilidades
más
significativas,
conocer
algunos
“tips”
útiles
para
mejorar
sus
escritos
y
en
muchos
casos
incluso
una
buena
calificación.
Para
los
tutores
los
beneficios
incluyen
una
mayor
confianza
y
experiencia
en
el
manejo
de
grupos,
pues
algunas
veces
asisten
en
parejas
o
pequeños
grupos;
mejoría
en
las
destrezas
de
comunicación
y
liderazgo;
sensibilidad
para
ayudar
a
los
demás;
aprendizaje
de
otras
temáticas
y
disciplinas,
pues
generalmente
deben
trabajar
con
personas
de
otras
carreras;
desarrollo
de
un
sentido
de
responsabilidad,
pues
deben
cumplir
horarios
y
realizar
actividades
adicionales;
conocimiento
sobre
enseñanza-‐aprendizaje;
fortalecimiento
de
las
destrezas
para
el
empleo:
liderazgo,
destrezas
de
facilitación,
trabajo
en
equipo,
comunicación
intercultural
y
resolución
de
conflictos;
adicionalmente,
aumentan
de
manera
notable
sus
redes
de
amigos.
• Solicitud
para
que
los
profesores
recomienden
estudiantes
con
habilidades
de
escritura
que
los
destaquen
como
compañeros
capaces
de
enseñar
a
sus
pares.
• Envío
de
carta
motivadora
a
los
posibles
tutores
para
convocarlos
al
programa.
• Reunión
informativa
para
explicar
el
contenido
y
metodología
del
curso
de
formación
de
tutores.
• Entrevista
personal
con
cada
uno
de
los
posibles
aspirantes
a
tutores.
• Escritura
de
un
ensayo
como
prueba
de
entrada
para
ingresar
al
programa.
• Curso
de
preparación
de
un
semestre.
• Selección
final.
en la cámara de Gessell para obtener retroalimentación que contribuya a mejorar las
mayo
de
2011
TUTORÍAS
ENTRE
PARES:
EL
CASO
DEL
CENTRO
DE
ESCRITURA
JAVERIANO
deficiencias
evidenciadas.
Al
final
del
semestre,
y
con
base
en
el
rendimiento
observado,
se
seleccionan
los
tutores
que
van
a
ser
parte
del
equipo
del
Centro
de
escritura.
Los
tutores
de
escritura
son
estudiantes
talentosos
y
escritores
destacados
de
todas
las
disciplinas
y
facultades,
que
se
caracterizan
porque
tienen
sensibilidad
y
deseos
de
ayudar
a
los
demás
a
mejorar
sus
destrezas
de
escritura.
Las
tutorías
les
permiten
conectar
sus
ideas
con
las
de
los
estudiantes,
con
sus
dificultades
para
construir
sentido
y
con
los
seres
humanos
que
se
sientan
a
su
lado.
Se
espera
que
los
estudiantes
tutorados
se
apropien
de
su
texto
porque
los
tutores
no
son
responsables
de
ellos,
por
esta
razón
no
“arreglan”
ni
“corrigen”
el
texto
sino
que
más
bien
enseñan
a
los
estudiantes
a
hacerlo.
Debido
a
esto
los
estudiantes
pueden
asumir
a
los
tutores,
sus
pares,
como
apoderados
o
cómplices
del
texto,
pero
no
los
responsables.
Una
tutoría
de
escritura
es
un
proceso
que
pasa
por
una
serie
de
etapas,
pero
también
tiene
unas
premisas
básicas.
Para
empezar,
todos
hemos
experimentado
la
soledad
del
escritor
al
no
saber
si
un
texto
logra
o
no
el
propósito
porque
la
visión
que
se
tiene
es
solo
la
del
autor,
es
decir:
“Todo
escritor
necesita
un
tutor”
(Harris,
1992).
De
igual
forma,
es
indispensable
hacer
ver
que
los
estudiantes
necesitan
hacer
el
texto
y
no
el
tutor,
por
eso
se
subraya
esta
idea
desde
el
comienzo
de
la
tutoría.
Durante
toda
la
sesión
quien
tiene
el
control
del
texto
es
el
estudiante,
no
el
tutor,
por
eso
lo
sostiene
y
hace
las
anotaciones
que
considere;
con
esto
se
los
hace
responsables
de
seguir
las
estrategias
o
recomendaciones.
Otra
premisa
básica
que
tienen
los
tutores
es
que,
con
el
fin
de
estimular
las
habilidades
de
los
estudiantes,
primero
se
debe
hacer
ver
lo
positivo
que
tenga
el
texto
y
evitar
la
tentación
de
señalar
de
entrada
los
errores
que
5
encuentre. Adicional a estas premisas, está el hacer que el estudiante sea quien más
mayo
de
2011
TUTORÍAS
ENTRE
PARES:
EL
CASO
DEL
CENTRO
DE
ESCRITURA
JAVERIANO
hable
durante
la
sesión,
estimulándolo
a
través
de
preguntas
que
lo
cuestionen
sobre
su
texto
y
su
proceso;
el
tutor
escucha
y
con
base
en
esto
va
orientando
las
necesidades
que
considera
deben
ser
resueltas.
Además,
en
una
tutoría
se
parte
de
asuntos
de
mayor
orden
a
los
de
menor
orden,
es
decir,
de
los
temas
de
logro
del
objetivo
propuesto,
coherencia,
organización,
contenido
a
argumentación,
cohesión,
referencias
y
fuentes,
gramática,
ortografía
y
uso
de
signos
de
puntuación,
por
mencionar
algunos
tópicos.
Uno
de
los
motivos
de
escepticismo
entre
los
que
no
han
asistido
a
tutorías
o
no
conocen
las
premisas
y
el
trabajo
de
las
tutorías
entre
pares
es
que
los
tutores
no
son
expertos
como
lo
serían
los
profesores
que
podrían
hacer
un
mejor
trabajo.
Sin
embargo,
los
tutores
no
tienen
que
ser
expertos
en
el
tema
del
que
se
trata
el
texto
para
actuar
como
un
lector
que
puede
encontrar
inconsistencias
o
ideas
redundantes
o
poco
claras.
De
igual
forma,
tampoco
tienen
que
ser
unos
expertos
lingüistas
o
correctores
de
estilo
que
detecten
absolutamente
todos
los
errores
para
llamar
la
atención
sobre
aspectos
de
forma
que
hacen
que
el
texto
no
logre
su
propósito
(Gillespie
&
Lerner,
2004).
Los
tutores
piden
ilustración
al
autor
del
texto
para
entender
de
qué
se
trata
y
qué
se
quiere
lograr,
y
tienen
conocimientos
suficientes
sobre
manejo
de
citas
y
referencias,
ortografía
y
gramática
para
hacer
ver
cuáles
son
los
errores
sistemáticos
de
manera
que
pueda
explicar
cómo
resolverlos,
mas
no
corregirlos.
Los
tutores
son
expertos
lectores
que
reaccionan
como
reaccionaría
el
lector
o
los
lectores
del
texto
y
en
ese
sentido
brindan
la
retroalimentación
específica
que
requiere
el
tutorado.
Igualmente,
son
expertos
en
establecer
un
buen
ambiente
para
la
tutoría,
saber
qué
asuntos
se
deben
atender
primero,
escuchar
atentamente
todo
el
texto,
hacer
preguntas
abiertas,
dejar
que
el
escritor
tome
sus
decisiones
y
saber
cuándo
se
necesitan
más
sesiones
de
trabajo.
Las
estrategias
que
se
siguen
en
un
proceso
de
tutoría
incluyen,
entre
otras,
las
siguientes:
Lectura
en
voz
alta:
Siendo
el
estudiante
el
responsable
de
su
texto,
se
le
solicita
que
lea
en
voz
alta
la
parte
que
se
va
a
trabajar
en
la
tutoría,
mientras
el
tutor
toma
algunas
notas.
Esto
hace
que
el
estudiante
sea
consciente
de
que
él
es
quien
tiene
el
control
sobre
el
texto,
a
la
vez
que
el
tutor
se
hace
una
imagen
mental
de
dicho
texto
6
para decidir en qué asuntos se debe centrar su atención. Esta lectura también tiene la
mayo
de
2011
TUTORÍAS
ENTRE
PARES:
EL
CASO
DEL
CENTRO
DE
ESCRITURA
JAVERIANO
ventaja
de
ubicar
al
estudiante
en
el
rol
del
experto
y
al
tutor
en
del
aprendiz
(Gillespie
&
Lerner,
2004)
para
empoderarlo
aun
más.
De
igual
forma,
la
lectura
en
voz
alta
permite
escuchar
los
propios
errores
que
solo
son
notados
a
través
del
oído;
a
menudo
los
estudiantes
con
el
solo
ejercicio
de
leer
en
voz
alta
comienzan
a
hacer
correcciones
de
manera
autónoma.
En
algunos
casos
los
tutorados
sienten
timidez
o
hacen
una
lectura
inadecuada
en
voz
alta,
y
solo
entonces
es
cuando
los
tutores
se
ofrecen
a
leer
el
texto.
Diálogo
sobre
el
texto:
Una
tutoría
se
puede
resumir
como
una
conversación
sobre
escritura,
por
esa
razón
constantemente
el
tutor
está
formulando
preguntas
abiertas
que
estimulen
la
participación
del
estudiante.
Estas
preguntas
deben
ser
cuidadosamente
formuladas,
únicamente
cuando
de
verdad
se
desea
conocer
la
respuesta
y
no
porque
no
hay
nada
más
que
preguntar.
Las
preguntas
deben
evitar
poner
al
escritor
en
una
posición
que
lo
haga
tratar
de
adivinar
la
respuesta
que
tiene
el
tutor;
por
ejemplo,
cuando
es
evidente
que
el
texto
no
fue
escrito
por
el
estudiante
se
deben
evitar
las
preguntas
que
busquen
evidenciar
que
el
estudiante
no
sabe
de
qué
se
trata
el
texto.
Por
supuesto,
no
siempre
las
preguntas
son
la
ruta
a
seguir
y
en
algunos
casos
la
intervención
se
realiza
de
otro
modo.
inicio de una tutoría de escritura tomado de Gillespie & Lerner (2004).
mayo
de
2011
TUTORÍAS
ENTRE
PARES:
EL
CASO
DEL
CENTRO
DE
ESCRITURA
JAVERIANO
E:
Este
es
un
ensayo
analítico.
T: OK.
E:
Es
básicamente
considerar
una
lectura
asignada
en
clase,
y
se
supone
que
hagamos
una
crítica
sobre
eso.
T:
Jamaica
Kincaid,
sí,
la
conozco,
pero
no
conozco
el
texto.
¿Era
un
ensayo
completo
o
solo
una
parte?
T:
mm,
y
cuando
dices
criticarlo,
¿cuál
es
tu
concepción
de
lo
que
eso
implica?,
¿qué
tareas
involucra?
E:
Bueno,
se
supone
que
tome
una
posición,
ya
sea
que
esté
de
acuerdo
o
que
tenga
una
opinión
distinta,
y
creo
que
tengo
una
opinión
diferente.
T: OK. Ahora dime dos cosas: ¿Cuál era la posición de la autora?
E: A ella no le gusta el turismo… porque proviene de un país diferente, creo.
T: Sí.
E: Y a ella no le gusta que los turistas vayan a su país porque lo explotan demasiado.
E: Correcto.
E:
Bueno,
en
el
ensayo
tengo
algunos
de
sus
puntos
de
vista
pero,
y
luego
básicamente
lo
dice,
al
final
dice
que
los
nativos,
a
todos
los
nativos
les
gustaría
viajar,
por
supuesto,
pero
la
mayoría
de
los
nativos
en
este
mundo
son
muy
pobres
y
no
pueden
hacerlo,
no
pueden
permitirse
ir
a
otros
países,
así
que
te
envidian
y
el
hecho
de
que
tú
como
turista
vengas
a
su
país
los
pone
más
celosos.
T:
mm.
Así
que
su
audiencia
es,
los
lectores
que
tiene
en
mente,
¿suena
como
aquellos
que
serían
los
turistas?
E:
Correcto.
8
mayo
de
2011
TUTORÍAS
ENTRE
PARES:
EL
CASO
DEL
CENTRO
DE
ESCRITURA
JAVERIANO
T:
Dime
una
cosa,
¿me
leerías
el
texto?
Leer
es
una
buena
forma,
puedes
decirme
qué
debo
escuchar,
qué
te
interesa
en
este
borrador.
Y
leerlo
en
voz
alta
es
una
buena
forma
de
saber
cómo
se
perfila
el
texto
y
cómo
está
tu
lenguaje.
E: OK.
CONCLUSIÓN
Las
tutorías
entre
pares
son
una
estrategia
sencilla
en
su
implementación
y
efectiva
en
su
impacto
en
la
comunidad
académica.
Sin
importar
que
provengan
y
se
hayan
desarrollado
principalmente
en
contextos
anglosajones,
pueden
adecuarse
a
los
contextos
e
instituciones
luego
de
un
diagnóstico
que
muestre
las
estrategias
de
implementación
que
deben
seguirse.
Requieren
un
respaldo
institucional
que
garantice
que
no
se
trata
de
una
iniciativa
individual
que
no
podrá
permanecer
en
el
tiempo.
Pueden
incluso
extenderse
a
otras
áreas,
como
las
tutorías
en
matemáticas
o
cálculo.
Sin
importar
la
modalidad
que
se
elija,
las
tutorías
entre
pares
ofrecen
ventajas
que
la
enseñanza
tradicional
no
permite
al
lograr
un
contacto
más
personalizado,
una
mayor
confianza
y
empatía
entre
ambas
partes,
lo
que
conduce
a
una
mayor
apertura
para
conversar
de
los
problemas
de
escritura
y
por
lo
tanto
llegar
juntos
a
descubrir
las
estrategias
más
convenientes.
La
interacción
entre
profesor-‐estudiante
cada
vez
se
ve
más
limitada
por
múltiples
factores
(códigos
no
compartidos,
falta
de
tiempo
del
profesor,
uso
privilegiado
de
plataformas
tecnológicas,
etc.).
Por
lo
anterior,
se
requiere
superar
las
dificultades
sobrediagnosticadas
a
través
de
alternativas
de
acción
que
hayan
demostrado
su
efectividad
y
que
permitan
mejorar
las
estrategias
de
escritura
de
una
comunidad
académica
específica.
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10
Investigación
Resumen:
En este artículo se presentan los lineamientos generales y los dispositivos diseña-
dos para la implementación de un programa institucional para el desarrollo de la
escritura académica y profesional en la Universidad Nacional de General Sarmiento
(Argentina). En este programa se integran tres tradiciones de la enseñanza de la
escritura basada en géneros: la Nueva Retórica, Inglés para Propósitos Específicos
y la Teoría de Género y Registro de la Lingüística Sistémico Funcional. Después de
una contextualización y descripción del programa, se repasan los fundamentos de
dichas perspectivas para mostrar su articulación en distintas acciones. Se procura
contribuir así a los debates del campo de la alfabetización académica con la idea
de que la relevancia de la problemática exige un modelo que reelabore los aportes
más fecundos de cada tradición.
Abtsract:
This article presents the general guidelines and devices designed to implement
an institutional program for developing academic and professional writing at
Universidad Nacional de General Sarmiento (Argentina). The program integrates
three traditions of teaching writing, based on genres: New Rhetoric, English for
Specific Purposes, and the Theory of Genre and Register of Systemic Functional
Linguistics. After contextualizing and describing the program, the bases of these
perspectives are reviewed to show their articulation in various actions. The pur-
pose is to contribute to debates in the field on academic literacy, with the idea
that the relevance of the problem requires a model to elaborate the most fruitful
elements of each tradition.
Lucía Natale es investigadora del Instituto del Desarrollo Humano de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
J. M. Gutiérrez 1150, Los Polvorines, 1613, provincia de Buenos Aires, Argentina. ce: lnatale@ungs.edu.ar
Introducción
El PRODEAC
Este Programa se formalizó como una propuesta institucional de la Uni-
versidad Nacional de General Sarmiento ( ungs ) en 2006, después de una
prueba piloto durante 2005. Surgió inicialmente como respuesta al pedido
de algunos docentes de materias de contenido preocupados por “las difi-
cultades” que encontraban en los textos de los estudiantes. Sin embargo,
ya desde la primera formulación del proyecto 2 (Moyano y Natale, 2005)
se consignó que para el Programa tales “problemas” se debían, ante todo,
a que los textos que los estudiantes debían producir respondían a géneros
propios de un ámbito social aún no frecuentado por ellos. Es decir que el
proyecto no fue pensado como un dispositivo remedial (Carlino, 2012)
de la escritura en la Universidad, sino como una vía para facilitar el acce-
so de los estudiantes a los géneros propios de las distintas comunidades
discursivas (Swales, 1990) y para propiciar mejores aprendizajes, bajo el
supuesto de que la escritura constituye una herramienta epistémica. A
la vez, se lo proyectó como una oportunidad para instalar en el cuerpo
docente la reflexión sobre el rol que la producción textual cumple en la
formación disciplinar. Así, el prodeac puede ser inscrito entre los pro-
yectos que adoptan un modelo integral para el desarrollo de la enseñanza
de la prácticas letradas disciplinares, según el análisis de Carlino (2012).
El contexto de la Universidad
La Universidad Nacional de General Sarmiento, creada en 1993, se en-
cuentra ubicada en el llamado Conurbano Bonaerense, a unos 30 km de
Buenos Aires, ciudad capital de la Argentina. Asisten a ella cerca de 5 mil
315 estudiantes, es decir un 0.4% ( spu , 2010) del total de la población
Destinatarios y metas
Las tres líneas comparten su preocupación por el aprendizaje de los gé-
neros por parte de los estudiantes, aunque pueden distinguirse algunas
diferencias que se deben, ante todo, al contexto en que se desarrollaron
las investigaciones. La Nueva Retórica tiene como destinatarios a alumnos
(especialmente durante los primeros años universitarios) y a profesionales.
Busca ayudarlos a lograr sus metas mediante la producción de textos acor-
des a los requerimientos del contexto en que se encuentran (Miller, 1994).
Asimismo destaca el impacto de los estudios retóricos en la enseñanza
de la composición en primera lengua (L1) (Freedman y Medway, 1994).
Así, de algún modo, los docentes dedicados a la escritura se constituyen
en destinatarios de la nr .
También surgida en Estados Unidos, con un interés “inherentemente
pragmático y con una pedagogía situada y basada en necesidades puntuales”
(Johns, 2002:7), la línea de Inglés para Propósitos Específicos, y una de
sus variantes, Inglés para Propósitos Académicos ( ipa ), se dirige especial-
mente a estudiantes que deben producir textos académicos y profesionales
en inglés como segunda lengua (L2), para que logren resolver las distintas
tareas de escritura que la carrera les exige dominar (Swales, 1990).
La Teoría de Género y Registro, o también llamada Escuela de Sídney,
tiene como destinatarios privilegiados a los miembros de los grupos social-
mente desaventajados entre los que se encuentran los pueblos originarios
de Australia, que suelen tener dificultades en el proceso de escolarización
dado que su lengua nativa no es el inglés. Los primeros proyectos de la
tg y r –que tuvieron una importante repercusión en ese país– estaban es-
pecialmente diseñados para la educación primaria, secundaria y de adultos
inmigrantes. En la actualidad, se encuentran también programas destinados
a los estudiantes universitarios (Purser et al., 2008). La meta principal es
ofrecer a estos grupos las herramientas discursivas y lingüísticas necesarias
para el manejo de los géneros empleados por los grupos dominantes, lo que
les permitiría insertarse en círculos sociales cada vez más amplios. Se trata
de una meta que asume con toda claridad un posicionamiento ideológico
frente a las diferencias sociales (Cope y Kalantzis, 1993).
Los propósitos del prodeac retoman de alguna manera los de las líneas
antes mencionadas, especialmente de la nr y de la tg y r . Su principal ob-
jetivo pedagógico es “favorecer el desempeño académico de los estudiantes
a través del desarrollo de competencias de lectura y escritura relacionadas
con su actividad como alumnos de la universidad así como las orientadas
a su futuro desempeño en los ámbitos profesionales” (Moyano y Natale,
2005). En este enunciado se explicita, por un lado, que a través de sus
acciones el Programa pretende facilitar el tránsito de los estudiantes por
los estudios de grado, promoviendo aprendizajes estrechamente ligados
a la comprensión y la producción de géneros académicos. La intención
es que paulatinamente conozcan características de los ámbitos en que se
insertarán luego de su graduación. Más allá de los beneficios puntuales
que pueda reportar tal enseñanza, el prodeac no considera sus acciones
con un carácter meramente instrumental, como una asistencia a dificul-
tades puntuales, sino que se busca que los estudiantes puedan comenzar
a comprender la complejidad de la trama sociocultural implicada en un
género y su inseparabilidad de los ámbitos y de los grupos en los que circula
(Wertsch, 1998), aspectos que, como se verá más adelante, constituyen
rasgos destacados especialmente en la nr .
Por otro lado, el encuadre asumido por el prodeac se relaciona di-
rectamente con los propósitos perseguidos por la Escuela de Sídney. A
partir de los diagnósticos sobre las prácticas y competencias de lectura, el
nivel socioeducativo de los padres de nuestros estudiantes, realizados en
los primeros años de la ungs (Gentile y Merlinsky, 2003), el Programa
tiene como meta hacer visibles las características de los géneros más presti-
giosos. Junto con otros dispositivos creados en la Universidad se pretende
brindar herramientas que posibiliten la participación de los estudiantes
en contextos sociales variados y culturalmente estimulantes.
El concepto de género
Las tres corrientes aquí analizadas conciben la noción de género con dife-
rentes matices, si bien todas reconocen que su naturaleza es eminentemente
social, y que se manifiesta en el lenguaje.
FIGURA 1
Los distintos estratos del modelo sistémico funcional
Contexto de género
Registro: contexto
situacional
Estrato discursivo
semántico
Estrato léxico
gramatical
Estrato
gráfico
FIGURA 2
Continuum entre las tres tradiciones,
según el énfasis puesto en el contexto social o en la organización lingüística
NR TGyR IPE
Reflexiones finales
Uno de los objetivos perseguidos en este trabajo reside en mostrar de qué
manera se pueden entrelazar aportes de distintas líneas de investigación y
enseñanza de la escritura para construir una propuesta integral e integradora
Notas
1
De acuerdo con la detallada revisión sobre de las disciplinas, así como en las actividades de
el término “alfabetización” ofrecida por Berta producción y análisis de textos requeridas para
Braslavsky (2004), su definición es discutida, ya aprender en la universidad”. En este trabajo sigo
que admite distintas acepciones. Según una de esta definición.
ellas, designa el proceso de adquisición de los 2
Si bien el prodeac considera el trabajo
primeros aprendizajes de la lengua escrita. Otra con la lectura académica, en la práctica, está
lo asocia al producto de dichos procesos. Sin más ocupado de la enseñanza de la escritura.
embargo, según una tercera acepción, derivada 3
Existen, dentro de la lsf, distintas líneas de
de la traducción del término inglés Literacy, el pensamiento en torno a las nociones de género
concepto se refiere a un proceso continuo de y de registro y a su interrelación. Una de ellas,
construcción de conocimientos sobre prácticas la que aquí tomamos, está representada por
lingüísticas “que se co-construye socialmente en James Martin. La otra responde a los trabajos
el continuo de la evolución individual del ser más clásicos de Michael Halliday, que parten del
humano”(p. 70). En esta misma línea, Carlino concepto de registro para el análisis de los textos
(2003:410) entiende la alfabetización académica en contexto. Los debates entre estas líneas no
como “el conjunto de nociones y estrategias son tratados aquí ya que no son centrales para
necesarias para participar en la cultura discursiva los propósitos de este artículo.
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En carrera. La escritura y la lectura de textos académicos y profesionales, Los Polvorines,
Bs. As.: ungs.
D E L T A
Artigos/Articles
Federico Navarro1
RESUMEN
This content is licensed under a Creative Commons Attribution License, which permits unrestricted use and
distribution, provided the original author and source are credited.
RESUMO
ABSTRACT
1. Introducción2
3. Por ejemplo, la nota con título “Alarma la cantidad de universitarios que no entienden
lo que leen”, publicada en el diario argentino de cobertura nacional INFOBAE el 23 de
noviembre de 2012 (disponible en http://www.infobae.com/2012/11/23/682988-alarma-
4 la-cantidad-universitarios-que-no-entienden-lo-que-leen/; consultado el 05/07/16).
35.2
Aportes para una didáctica de la escritura académica basada en géneros discursivos 2019
8
35.2
Aportes para una didáctica de la escritura académica basada en géneros discursivos 2019
4. Esto se debe a que “discurso” refiere a una entidad abstracta y, por tanto, los géneros
“discursivos” corresponderían a clasificaciones tipológicas. En contraste, Bronckart
considera, con Voloshinov, que los géneros son entidades reales y, por tanto, dan cuenta
14 de los textos-ocurrencia.
35.2
Aportes para una didáctica de la escritura académica basada en géneros discursivos 2019
determina los rasgos de los géneros, al tiempo que los modifica. Este
enfoque enfatiza el vínculo entre las elecciones lingüísticas de los
hablantes y las actividades sociales en las que participan; los géneros
se “indexan socialmente” al reconocerse por la comunidad como
pertinentes o adaptados a las situaciones comunicativas en las que
aparecen. Sin embargo, la confluencia de factores sociales e individuales
en situaciones particulares enmarcadas en contextos sociales e históricos
diversos hace que este enfoque complejice especialmente el vínculo
entre la “organización textual” y la acción llevada a cabo; por este
motivo, “no existe (o sólo existe excepcionalmente) correspondencia
biunívoca entre una acción verbal (narrar, argumentar, describir, etc.)
y una clase de texto” (Bronckart 2007 [2004]:74)5.
Puede señalarse como una debilidad del Interaccionismo Socio-
Discursivo cierto carácter críptico de su propuesta, con un complejo
constructo teórico y términos técnicos que pueden dificultar el diálogo
y la articulación con otras teorías y perspectivas. A su vez, dado que su
interés radica en desarrollar una pedagogía escolar de la lengua materna
de tipo inductiva en la educación básica, ofrecen pocos desarrollos
enfocados en la didáctica de la escritura en educación superior.
En suma, a partir del punto de partida bajtiniano y del recorrido
por cuatro tradiciones posteriores de estudio, podemos plantear una
definición operativa de géneros discursivos:
Los géneros discursivos son clases recurrentes y tipificadas de textos, más o
menos estables, pertenecientes a distintas esferas sociales, que sufren cambios
sociales e históricos, que son reconocidos por las comunidades de uso, y que
se caracterizan por los objetivos comunicativos que persiguen, vinculados
a las necesidades de esas esferas sociales, y por los temas que abordan,
su estructuración y desarrollo temático, y su manifestación multimodal,
discursiva, gramatical y léxica.
20
35.2
Aportes para una didáctica de la escritura académica basada en géneros discursivos 2019
Referencias
32
EL DESARROLLO DE LAS
COMPETENCIAS BÁSICAS EN LOS
ESTUDIOS GENERALES
Pablo Quintanilla y Augusta Valle/ editores
ESTUDIOS
GENERALES
LETRAS
7 Prólogo
El desarrollo de las competencias básicas en los estudios generales 31 María Teresa Moreno A. UNA DISCUSIÓN SOBRE LA PERTINENCIA DE LOS
Pablo Quintanilla y Augusta Valle ( editores) ENFOQUES POR COMPETENCIAS EN LOS ESPACIOS DE FORMACIÓN
GENERAL EN LA UNIVERSIDAD
Copyright© 2017 Pontificia Universidad Católica del Perú - Estudios Generales Letras
Av. Universitaria 1801) San Miguel 51 Augusta Valle y Flavia Demarini. COMPETENCIAS GENÉRICAS EN LOS
Derechos reservados, Prohibida la reproducción de este libro por cualquier 103 Federico Navarro. PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE: CÓMO
medio, total o parcialmente 1 sin permiso expreso de los editores. DISEÑAR UN CURSO DE ESCRITURA ACADÉMICA PARA ESTUDIANTES
QUE INGRESAN A LA UNIVERSIDAD
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2017-06766 145 L. Miguel Costa. DESARROLLO DE LA COMPETENCIA DE INVESTIGACIÓN
Junio 2017
Para citar: Piensa globalmente, actúa localmente: cómo diseñar
un curso de escritura académica para estudiantes
Navarro, F. (2017). Piensa globalmente, actúa localmente: cómo diseñar
un curso de escritura académica para estudiantes que ingresan a la que ingresan a la universidad
universidad. En P. H. J. Quintanilla & A. Valle (Eds.), El desarrollo de las
competencias básicas en los Estudios Generales (pp. 103-134). Lima:
Federico Navarro
Pontificia Universidad Católica de Perú. ISBN 978-612-47379-1-6.
Instituto de Lingüística, Universidad de Buenos Aíres, CONJCET;
Centro de Investigación Avanzada en Educación, Universidad de
Chilet
fnavarro@conicet.gov.ar
I11troducción
En las últimas dos décadas, la ensefianza de la escritura, redacción o
comunicación académica se ha conveitído en un tema central en la
agenda de los estudiantes, profesores y funcionarios universitarios de
toda Latinoamérica Esta tematización o "preocupación" por la
escritura tiene una doble orientación. Por un lado, la formación de
escritores académicos, es decir, la alfubetización académica de los
estudiantes que ingresan gradualmente a las culturas retóricas
disciplinares de sus carreras. Por el otro, laformación de profesores de
escritura académica en sentido amplio, es decir, profesores que
aprovechen el potencial retórico y epistémico de la escritura en sus
aulas para alfabetizar académicamente a sus estudiantes. En este
contexto, resulta fundamental discutir cuáles son los supuestos necesarios Idea fuerza ,: no existen recetas o diseños generales que puedan aplicarse a
para poder diseñar una propuesta institucional que impulse un conjunto de cualquier contexto, sino ciertos principios y experiencias que deben ajustarse a las
acciones de enseñanza de la escritura académica (Carlina, 2013), tomando tradiciones teóricas y pedagógicas predominantes, a los perfiles docentes y estu-
en cuenta las condiciones materiales y curriculares de la institución y de los diantiles, a los recursos institucionales y a los espacios curriculares disponibles.
sistemas de educación superior, las trayectorias previas y los intereses de
la comunidad educativa, los aciertos y errores de las experiencias puestas Por lo tanto, la primera pregunta que abordaré será qué situación
en marcha en la región, y las reflexiones e investigaciones especializadas atraviesa el sistema de educación superior en Latinoamérica. No pre-
sobre prácticas y comp.etencias comunicativas y su enseñanza. tendo ser exhaustivo, y no brindaré datos originales; mi propósito es
En este trabajo, me propongo hacer un recorrido por estos aspectos visibilizar ciertos aportes que, desde la sociología de la educación, per-
con la finalidad de trazar las condiciones para el diseño de un curso o miten ~ntender mejor el contexto institucional y educativo en el que se
programa de escritura. A lo largo del recorrido, haré paradas en un con- insertaría una propuesta de enseñanza de la escritura, junto con ciertos
junto de ideas fuerza que sintetizan mis supuestos pedagógicos y lin- conceptos clave para justificar su rol.
güísticos de base. Adoptando -con cierta ironía- un eslogan del mundo En Latinoamérica se ha producido, en las últimas décadas, un pro-
del marketing, la principal conclusión será que las propuestas de ense- ceso transversal de masificación del ingreso a la educación superior y de'
ñanza de la escritura académica deben "pensar globalmente, pero actuar expansión del sistema universitario (Fernández Lamarra y Costa de Paula,
localmente": conocer el saber especializado consensuado sobre didáctica 2011), el que no es ajeno a un proceso de fuerte expansión de los sistemas
de la escritura académica y gestión de programas de escritura y las expe- de educación superior a nivel mundial (Ezcurra, 2011). A nivel latinoame-
riencias exitosas de otros ámbitos y espacios geográficos, pero adoptar ricano, en poco más de una década (1994-2006) hubo un crecimiento de la
soluciones adecuadas para las necesidades y posibilidades de la institu- matrícula del 125,6%: se pasó de 7 544 ooo a 17 017 ooo estudiantes (datos
ción particular de la que se trate. de UNESCO citados por Fernández Lamarra y Costa de Paula, 2011, p.14). En
Argentina, el regreso a la democracia en 1983 encontró al sistema de edu-
Educación superior en Latinoamérica: cación universitario con 48 universidades y 416 ooo estudiantes; en 2013,
oportunidades y desafíos las universidades habían crecido un 110% (a 101 instituciones) y la cantidad
de estudiantes un 340% (1 830 743, que se eleva a 1 975 007 si se suma
Cualquier discusión sobre la enseñanza de la escritura en educación el posgrado). Durante esos 30 años, las instituciones argentinas se dis-
superior latinoamericana requiere primero un encuadre social, histórico, tribuyeron equitativamente entre privadas y públicas, con predominancia
educativo y curricular. Hoy en día, podemos reflexionar sobre el diseño de clara de estudiantes (78,5%) que optan por el sistema público, gratuito y
un curso o programa de escritura solo porque se han dado ciertas condi- de acceso irrestricto (Buchbinder, 2005; SPU, 2013). En Chile, en el año 1984
ciones en la región que impulsaron, de formas más o menos diferencia- había 189 151 estudiantes de grado y posgrado, y para 2016 esa cifra había
das según el país, un conjunto de políticas y voluntades de apoyo a la subido a 1 247 135 (MINEDUC, 2017); así, el sistema chileno de educación
alfabetización académica. Además, una propuesta de enseñanza de la superior se expandió un 559% en algo más de tres décadas. Estas cifras
escritura no opera en el vacío, según ciertos presupuestos propios de la incluyen universidades e institutos profesionales de educación terciaria;
teoría o de los actores que la impulsan, sino que se vincula íntimamente asimismo, la mayoría de los matriculados (60% en 2014) estudia en ins-
con el contexto de su desarrollo. Esto último permite adelantar la princi- tituciones privadas (SIES, 2014). En el año 1980, el Perú mostraba 255 ooo
pal idea fuerza de este trabajo: estudiantes, la mayoría de ellos en instituciones públicas (alrededor del
El desarrollo de las competencias básicas en los estudios generales Pablo Quintanilla / Augusta Valle/ editores
79%); en 2013, la cantidad de estudiantes se había incrementado un 334% no tradicionales. Dado que el capital cultural se define en relación con un
(a 1107 424 estudiantes) y la distribución se había invertido: 68,8% perte- campo dado, en este caso la educación superior) considero más preciso hablar
necían a instituciones privadas (Cuenca, 2015; INEI, 2016). de capital cultural académico. Según Ezcurra (2011), el capital cultural consiste
Como se puede apreciar, la configuración de los sistemas de educación en hábitos académicos críticos (hacer una ficha, utilizar el diccionario, efec-
superior varía de un país a otro en diversos aspectos 1 como la proporción y tuar una búsqueda documental) crear un índice, tomar apuntes, preparar un
distribución del tipo de instituciones (universidades, institutos profesiona- examen 1 usar la biblioteca y herramientas informáticas, leer cuadros estadís-
les) y la repartición de estudiantes entre instituciones públicas y privadas, ticos y gráficos, etc.), habilidades cognitivas (analizar, sintetizar, relacionar,
pero también en otros como la Tasa Bruta de Escolarización Superior (por- juzgar y aplicar información, etc.) y habilidades metacognitivas (el automo-
centaje de la población joven que continúa sus estudios en la universidad), nitoreo del aprendizaje, la gestión del tiempo de estudio y el conocimiento de
el porcentaje y estrategias de inclusión de grupos sociales tradicionales las prácticas de evaluación en educación superior), además de informaciones,
excluidos, los sistemas de selectividad para el ingreso y la alta o baja espe- conceptos y marcos conceptuales. Existen otros factores que incrementan las
cificidad disciplinar en el grado universitario. Estas variables, entre otras, posibilidades de deserción, como una elevada carga horaria laboral.
dan a cada país latinoamericano su perfil particular en educación superior Los estudiantes tradicionales, que provienen de entornos familiares y
y determinan sus necesidades, posibilidades y urgencias para instalar ini- escolares con más capital cultural académico, tienen mayor familiaridad
ciativas de enseñanza de la escritura académica1 disciplinar y profesional. con muchas de estas habilidades: poseen y usan la biblioteca familiar, han
Como esta masificación supera largamente el crecimiento de la pobla- estudiado en ciertos colegios con ciertos profesores y pares, tienen parien-
ción total de los países involucrados, ha significado el ingreso a la educa- tes que han ido a la universidad y participan en prácticas vinculadas a ella,
ción superior de los denominados ((estudiantes no tradicionales¡' o "estu- pertenecen a ciertos grupos y redes sociales, conocen qué tipo de opciones
diantes de primera generación en educación superior". Estos esttidiantes educativas existen y cómo se organizan, tienen la posibilidad de acceder a
pertenecen a familias y grupos sociales que, por su procedencia étnica, ciertas herramientas y experiencias, etc. Estas oportunidades y trayecto-
geográfica, educativa o cultural, han sido históricamente excluidos de la rias diferenciadas, que van más allá de la escuela de procedencia y del nivel
universidad. Muchas de las iniciativas de apoyo a los aprendizajes que se de ingreso de la familia, influyen en las posibilidades de acceso y perma-
han multiplicado en los últimos años, incluidos cursos y tutorías de escri- nencia en la educación superior, ya que configuran el tipo de obstáculos
tura académica, responden a la necesidad de acompañar las trayectorias de cognitivos, psicológicos, educativos, culturales y sociales que enfrentarán
estos estudiantes. Así, por ejemplo, en la Universidad Nacional de General los estudiantes al ingresar (o intentar ingresar) a la educación superior. Un
Sarmiento (Argentina) se estudiaron los estudiantes ingresantes y se con- aspecto clave, además 1 que diferencia a los estudiantes con mayor o menor
cluyó que presentaban un perfil "deficitario [...] respecto de ciertos hábitos capital académica es la imagen y seguridad que tienen sobre sí mismos y
de estudios, actitudes y representaciones (por ejemplo, pasividad, escasa sobre sus posibilidades de éxito en la universidad, así como la valoración
autonomía, débil participación y baja valoración de las propias posibili- que pueden reconocer en sus pares y profesores. Lamentablemente, no es
dades de aprender)" (Ezcurra, 2000, p. 4). Estos diagnósticos justificaron raro que los estudiantes no tradicionales deban enfrentarse a la estigma-
institucionalmente la instalación de cursos de lectura y escritura masivos tización propia y de la comunidad educativa.
y obligatorios previos al ingreso, durante el primer año y durante los años Para Ezcurra (2011), el peso del capital cultural incide de forma deter-
avanzados del grado universitario (Navarro, 2012). minante en las posibilidades de éxito en las trayectorias de los estudiantes
El concepto de capital cultural, desarrollado por Pierre Bourdieu, puede no tradicionales. Por ejemplo, el 5,4% de estudiantes con padres con edu-
explicar algunas de las dificultades y desafíos que enfrentan los estudiantes cación Secundaria completa logra graduarse, en contraste con el 71,6% de
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E! desarrollo de las competencias básicas en !os estudios generales Pablo Qulntanilla / Augusta Valle/ editores
los estudiantes con padres con educación universitaria completa (datos de Como puede apreciarse, se trata de rasgos retóricos y epistemológicos 1
CEPAL para Latinoamérica, año 2007; Ezcurra, 2011). Así, los datos de titu- con foco en las prácticas de construcción de conocimiento y de vincula-
lación universitaria muestran una distribución inequitativa de las oportu- ción con el interlocutor en el entorno de formación superior 1 pero no en los
nidades de inclusión de los grupos sociales históricamente postergados: rasgos discursivos y lingüísticos que materializarían esas prácticas.
se gradúan los sectores y familias más acomodados y con mayor capital En contraste, Snow y Uccelli (2009) integran diversas perspectivas
cultural. De esta manera, la masificación del sistema de educación supe- teóricas de tradición lingüística y pragmática para intentar dar cuenta
rior latinoamericano no da lugar para el optimismo, porque tiene como del "lenguaje académico", más allá del nivel educativo y del modo (oral,
contracara altas tasas de deserción, en particular en el primer año univer- escrito, multimodal). Adoptando un enfoque pragmático, proponen que
sitario y en los estudiantes con menor estatus socioeconómico: se trata, en los rasgos lingüísticos del lenguaje académico no son más que formas
palabras de Ezcurra 1 de un proceso de (<inclusión excluyenten, en el que se convencionalizadas para responder a desafíos comunicativos propios del
produce "inclusión escolar y exclusión cultural" (p. 35). ámbito escolar y académico. Por tanto, su propuesta lista los propósitos
comunicativos del lenguaje académico y sus vínculos .de inclusión:.
Capital semiótico académico y
alfabetización académica 1) Representarse a sí
2) Representar el mensaje.
mismo y a la audiencia. 3) Organizar el discurso.
- Selecc!onar uno de
El capital cultural académico, definido como un conjunto de hábitos, - Reconocer el estatus - Usar marcadores
los géneros académicos
habilidades y conocimientos académicos críticos para las trayecto- intangible y no interactivo del discurso para
autorizados.
rias de formación en educación superior, se encuentra articulado con el de la audiencia académica y enfatizar la integración
- Ajustar el nivel de detalle
capital ¡,emiótico académico, entendido como el conjunto de competencias su nivel de experticia. de la información
y la cantidad de información
y saberes comunicativos (orales, escritos y multimodales) propios de los - Mostrar el propio y !as relaciones
contextual necesaria según
conocimiento/expandir el causales, temporales o
entornos académicos, y vinculados a la enculturación disciplinar (Prior y el nivel de experticia de la
conocimiento de otro. inferenciales enfatizadas.
Bilbro, 2011) y la inserción profesional. audiencia esperada.
- Enfatizar la copertenencia - Expresar relaciones
Algunos autores han intentado definir en qué consiste el capital - Representar constructos
con una audiencia metatextuales de forma
semiótico académico, utilizando diferentes marcos teóricos, metodologías abstractos y teóricos,
precisa.
académica experta.
y términos técnicos. Por ejemplo, Thaiss y Myers Zawacki (2006, pp. 4-7), interrelaclones complicadas
- Presentar una posición - Usar términos
basados en una extensa investigación sobre la formación de escritores y esquemas cognitivos
neutral y racional sobre el de referencia, con
académicos en una institución de educación superior estadounidense 1 uti- complejos, tales como
propio mensaje. frecuencla técnicos, que
condicionales, hipotéticos y
lizan el concepto de "escritura académica)\ lo restringen a la producción - Seleccionar una voz de sean autorizados por la
contrafactivos.
escrita con fines educativos en la universidad, y le atribuyen tres rasgos autoridad. comunidad discursiva.
- [Reconocer explfcitamente
transversales, más allá de la disciplina de la que se trate: - Reconocer y clarificar
fuentes de información/
l. clara evidencia escrita de que el escritor ha sido persistente, imparcial explícitamente el estatus
evidencia].
y sistemático en el estudio de la temática epistemológico de la
2. dominio de la razón por sobre la emoción o las sensaciones propuesta propia cuando
3- un lector imaginado que es fríamente racional, que lee buscando infor- sea necesario.
mación, y que puede formular objeciones fundamentadas Figura 1. Dificultades encadenadas en cualquier evento comunicativo que requiera
lenguaje académico (Snow y Uccelli, 2009, p. 123; mi traducción).
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E! desarrollo de las competencias básicas en los estudios generales Pablo Quintanil!a / Augusta Valle/ editores
Lo que estos intentos de describir el capital semiótico académico o el Segundo, lectura, escritura y oralidad no son competencias o habili-
lenguaje académico muestran es la importancia de vincular las deman- dades trasversales, generales o blandas. Cada una de ellas integra un con-
das culturales, comunicativas y educativas del entorno académico con las junto de competencias diversas vinculadas a ciertas prácticas situadas, en
manifestaciones lingüísticas y discursivas que las vehiculizan. Se trata, este caso, en los espacios multidisciplinarios de las carreras universita-
entonces, de prácticas comunicativas situadas en contextos personales, rias. La escritura, por ejemplo, incluye competencias como despersona-
situacionales y culturales. Además, se puede apreciar cómo la escritura, si lizar un texto, crear un nicho para justificar la relevancia del aporte de
bien es el modo y el conjunto de habilidades predominantes, se encuentra una investigación, utilizar lenguaje técnico creado mediante nominali-
en permanente interacción con otros modos y otras habilidades comuni- zaciones, evaluar los aportes de otros autores según ciertos recursos que
cativas. En este punto, puede afirmarse otra idea fuerza: generan efectos de objetividad, brindar ciertos tipos de evidencias para
validar hipótesis y posiciones de lectura, etc. Esta complejidad de la escri-
Idea fuerza 2: la educación superior forma lectores, escritores y orado- tura puede resumirse en otra idea fuerza, complementaria de la anterior:
res disciplinares y profesionales, tres conjuntos distintos pero vinculados de
competencias situadas que conformarán el capital semiótico académico del Idea fuerza 3: la escritura académica integra simultáneamente dimensio-
estudiante universitario. nes normativas} lexicales, gramaticales, semánticas, discursivas, retóricas, no
verbales, situacionales, sociales, históricas, psicológicas, cognitivas, identita-
De esta afirmación se desprenden varios aspectos a considerar. Pri- rias, hegemónicas y afectivas, entre otras.
mero, las referencias aquí y en buena parte de la bibliografía actual a la
escritura y la formación de escritores no implican que las iniciativas de Tercero, la preponderancia de la escritura frente a la lectura y la ora-
alfabetización académica deban centrarse exclusivamente en la escritura. lidad se debe a que la producción escrita representa un desafío retórico y
En efecto, las habilidades comunicativas incluyen también la lectura y la cognitivo especialmente complejo para el estudiante. Además, los géne-
oralidad, con su especificidad disciplinar y profesional. No es lo mismo ros de formación académica escritos por estudiantes (Navarro, 2014; Nesi
leer en Filosofía, ámbito en el que se requiere una lectura en profundidad y Gardner, 2012) constituyen instancias de evaluación y acreditación de
que debe deconstruir las capas de argumentos presentes en algún frag- los aprendizajes, y, por tanto, las dificultades para elaborarlos son visi-
mento breve de algún autor clásico y vincularlo a las lecturas previas de bles para toda la comunidad educativa, incluidos profesores, autorida-
otros académicos, que en Historia, área que precisa una lectura en exten- des y los propios estudiantes. Por último, la ejercitación formativa de la
sión que dé cuenta de fuentes diversas, primarias y secundarias, y brinde y escritura, en todos los niveles educativos, es poco frecuente 1 en particu-
contraste datos exhaustivos, en ocasiones en amplias notas al pie. Así, un lar en actividades complejas retóricamente, con interlocutores y géneros
lector experto de Filosofía y un lector experto de Historia, dos disciplinas complejos, y epistémicamente, con vinculación de fuentes y experiencias
cercanas por su pertenencia a las Humanidades, leen de distinta manera. diversas para alcanzar- -conocimientos propios y novedosos. Por eso, el
En consecuencia, la lectura y la oralidad son conjuntos de competencias foco en la escritura significa enfatizar un aspecto del capital semiótico
situadas disciplinar y profesionalmente, no generales ni transversales académico poco abordado en el aula.
como suele creerse, y deben enseñarse y aprenderse para poder transitar la El capital cultural y el capital semiótico comprenden competencias
educación superior e insertarse profesionalmente. Así, un curso de escri- que, en la mayoría de los programas de las asignaturas y más aún en
tura académica, disciplinar o profesional es necesariamente, también, un las prácticas docentes, forman parte del currículum oculto (Schleppe-
curso de lectura y oralidad académicas, disciplinares o profesionales. grell, 2004), es decir, no son objeto explícito de enseñanza y aprendizaje.
11 O 111
-~--
E! desarrollo de las competencias básicas en !os estudios generales Pablo QuJntanil!a / Augusta Valle/ editores
Por ejemplo, es extremadamente difícil para un estudiante ingresante conocimiento, deba dedicar un minuto ,de su tiempo'i a hacer lo que no
determinar si una fuente es científicamente fiable o no 1 si es académi- hizo la escuela en 12 años' (Infobae, 2012).
camente pertinente o no, de qué manera relevarla y estudiarla, y de qué Se trata, precisamente, de una reacción repetida cada vez que se
manera incluirla en un texto y relacionarla con la voz propia sin cometer incrementó el número de ingresantes a la universidad, como sucedió en
un plagio involuntario ni tampoco reproducirla acríticamente. Paradó- la Universidad de Harvard en los años 1870 (Bazerman et al., 2016) o, con
jicamente, esto no suele enseñarse, retroalimentarse ni ejercitarse. En estudiantes no tradicionales, en la City University of New York cien años
este ejemplo, puede verse cómo el capital cultural y el capital semiótico más tarde. Como puede verse, la queja por la escritura de los estudian-
están íntimamente relacionados: un estudiante más familiarizado con el tes, en contraste con la supuesta capacidad de los jóvenes universitarios
uso de fuentes académicas para argumentar y demostrar sus posiciones del pasado, se ha reiterado por más de un siglo, al menos en los Estados
escribirá de forma más adecuada a las expectativas de sus profesores Unidos (Russell, 2002). Por eso, la crítica a un supuesto empeoramiento
universitarios. Puede adelantarse, por tanto 1 otra idea fuerza: en el nivel de estudio y de escritura de los estudiantes, y su consiguiente
culpabilización y estigmatización es errónea. Además, esconde una posi-
Idea fuerza 4: un curso o programa de escritura no es un conjunto de enseñan- ción elitista y hasta reaccionaria: es el rechazo a una mayor inclusión
zas sobre la lengua, la gramática o la escritura como competencias aisladas, sino -y a las acciones pedagógicas que deben asumirse- de estudiantes no
un conjunto de objetos de enseñanza que vinculan factores lingüísticos y retóricos tradicionales, con desafíos específicos para "enculturarse)l en las formas
con factores epistemológicos, culturales, metodológicos e institucionales. académicas de comunicar, en un espacio formativo históricamente
reservado a una elite social y cultural. Sin embargo, como señalan Rose y
La lectura y la escritura académicas no suelen curricularizarse como Martín (2012), si no se enseña a los estudiantes a leer y escribir de forma
objetos de enseñanza ni aprendizaje en los programas de las asignaturas independiente 1 las instituciones educativas solo reproducirán las inequi-
y los profesores en general no tienen formación, tiempo ni apoyo para dades y jerarquías sociales y culturales de base de sus estudiantes.
incorporar la formación letrada a sus cursos. Frente al ingreso a la uni- Lo interesante de la percepción de crisis es que, más allá de los erro-
versidad de estudiantes no tradicionales y a sus dificultades para fami- res conceptuales que la sostienen, no solo permitió en muchos casos
liarizarse con prácticas y competencias académicas y retóricas ajenas a impulsar e institucionalizar iniciativas de enseñanza de la escritura,
sus trayectorias formativas'y culturales previas 1 es común escuchar acu- sino que, más importante aún, en muchos casos, permitió visibilizar
saciones y quejas de los profesores respecto del nivel de los estudiantes, que todos los estudiantes requieren aprender a leer, escribir y producir
en general en contraste con un pasado idílico en el que los estudiantes oralmente los géneros discursivos académicos de sus ámbitos discipli-
sabían más y escribían mejor. Basta con leer un periódico y encontrarse nares. He aquí otra idea fuerza:
con titulares catástrofe, algunos enunciados por supuestos expertos.
"Tomará más de una década revertir la crisis educativa)\ afirma el aca- Idea fuerza 5: todos los estudiantes universitarios, no solo aquellos supues-
démico Pedro Barcia desde un titular de La Nación (Argentina), y en la tamente desventajados, necesitan y han necesitado en el pasado aprender y
bajada se agrega: "El académico advierte sobre la pobreza del habla de los ejercitar las formas de comunicación propias de sus carreras tanto para apren-
chicos" (Ventura, 2014). En otro periódico argentino, Infobae, se advierte der contenidos disciplinares a través de la lectura y escritura (potencial episté-
en el titular: "Alarma la cantidad de universitarios que no entienden lo mico) como para aprender las clases de textos propios de los ámbitos en los que
que leen"; en la bajada, el académico José Luis Maure amplía que '"es ingresan co_n10 nuevos miembros (potencial retórico).
inadmisible que la Universidad, en esta era de vertiginoso avance del
112 113
El desarrollo de las competencias básicas en las estudios generales Pablo Quintanllla / Augusta Valle/ editores
En este contexto, Latinoamérica ha visto en los últimos 20 años una para el Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educación en América
expansión notable de las iniciativas de enseñanza y aprendizaje de la Latina con base en la Lectura y Escritura (Navarro et al., 2016) o en 2016 de la
lectura 1 escritura y oralidad académicas en educación superior, es decir 1 Asociación Latinoamericana de Estudios de la Escritura en Educación Superior
esfuerzos institucionales de distinto ti,po para enfrentar las dificulta- y Contextos Profesionales. Un impulso determinante para estos desarro-
des de los estudiantes para leer y escribir en la universidad (puede con- llos fue el concepto de alfabetización académica (Carlina, 2003), que en un
sultarse el relevo del grupo Iniciativas de Lectura y Escritura en Educación artículo reciente de Paula Carlina se define como el "proceso de ense-
Superior en América Latina en www.ilees.org). Muchas de esas iniciativas ñanza que puede (o no) ponerse en marcha para favorecer el acceso de los
hicieron eco acrítico de las ªnarrativas de la crisis de la escrituran y, en estudiantes a las diferentes culturas escritas de las disciplinas" (2013, p.
ese sentido, no estaban informadas por algunas de las perspectivas sobre 370). Traducción libre de "academic literacy", esta denominación nacida
didáctica de la escritura académica que se exploran aquí. Seguían, en en América Latina permitió ponerle nombre a las distintas iniciativas de
muchos casos, perspectivas gramaticalistas (enseñar rasgos lingüísticos enseñanza de la escritura disciplinar en educación superior y, así 1 impul-
descontextualizados), generalistas (enseñar rasgos transversales de la sar su visibilización, apoyo, institucionalización, formación, investiga-
escritura) o remediales (enseñar contenidos y habilidades de los niveles ción. Además 1 el uso del concepto de "alfabetización)) para referirse a un
escolares previos). Pero, ya sea a partir de una ideología nostálgica de la proceso formativo en educación superior supone tematizar la necesidad
supuesta buena escritura de la universidad de antaño o comprendiendo de seguir enseñando cómo leer y escribir luego de la educación inicial y
que la universidad es un espacio retórico y cultural distinto que requiere media. En estos años, ha habido una enorme producción de conocimiento
aprendizajes comunicativos nuevos, múltiples instituciones latinoame- científico sobre la temática (Parodi, 2010), que no emula o reproduce las
ricanas han impulsado diversas iniciativas de enseñanza de la escritura. supuestas experiencias exitosas de otras regiones del mundo, sino que
Estas iniciativas varían en términos de niveles, articulación y curri- busca dar cuenta de las problemáticas locales y regionales a partir de
cularización. Según los niveles, se ubican en el preingreso universitario, las tradiciones propias y una particular forma de vincularse crítica y
en los primeros años, en los años avanzados del grado y en el posgrado. eclécticamente con las tradiciones internacionales (Navarro et al., 2016).
Algunas instituciones, como la Universidad Católica de Chile (Ávila Reyes Sería un error considerar que los desarrollos teóricos y las experiencias
et al., 2013) y la Universidad Nacional de General Sarmiento (Moyana, de otras latitudes son modelos exitosos a copiar acríticamente 1 no solo
2010), han puesto en marcha múltiples cursos de diversa índole y alcance porque sabemos que no son tan exitosos ni tan modélicos, sino sobre
amplio que se articulan en mayor o menor medida a lo largo de todas todo porque apuntan a sistemas educativos 1 instituciones, carreras, pro-
las etapas del grado universitario. A su vez, en términos de articulación, fesores y estudiantes que no son exactamente iguales a los nuestros. Por
pueden configurarse como cursos de escritura específicos transversales, el contrario, el interés de conocer y estudiar estos modelos es identificar
como cursos de escritura integrados a las carreras o como cursos de con- sus peculiaridades, contrastarlas con las nuestras 1 rescatar las experien-
tenidos disciplinares que integran cierta cantidad de horas de clase sobre cias y aportes exitosos y dejar de lado los que no lo sean tanto. Se trata de
escritura 1 en un contínuum que va desde más a menos integrado al aula y otra idea fuerza, vinculada con la idea inicial:
a los marcos epistemológicos y contenidos disciplinares de cada carrera.
Por último, la curricularización muestra cursos obligatorios, optativos Idea fuerza 6: las iniciativas y estudios de la escritura académica en Lati-
y otros, con obligatoriedad variable, que se dictan de forma transitoria. noamérica tienen una historia y un perfil propios que busca hacerse cargo de
A su vez, pueden mencionarse diversos hitos institucionales que las necesidades y condiciones particulares de la región.
enmarcan ese desarrollo, como la creación en 1996 de la Cátedra Unesco
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El desarrollo de !as competencias básicas en !os estudios generales Pablo Quintanilla / Augusta Valle/ editores
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Como ejemplo, puede mencionarse la importancia de la educación > ¿Qué teoría de la lengua se maneja? ¿Una lengua por niveles que se
pública para la inclusión social, el interés por la formación crítica de estu- integran o se descomponen en otros o una lengua por estratos que
diantes, la existencia de un currículum disciplinarmente específico desde se realizan unos en otros? ¿Una lengua orientada a fines) con opcio-
los años iniciales, la influencia de la lingüística y los estudios del discurso nes sistemáticas para los diferentes tipos de significado, o una lengua
y una histórica centralidad del interés por la lectura. formal que se construye al nivel de la oración?
> ¿Qué objetos de enseñanza se priorizan? ¿Los géneros discursivos
La especificidad de la enseñanza de la escritura expertos que los estudiantes posiblemente escriban al graduarse,
en la universidad como protocolos y artículos de investigación, o los géneros discursivos
de formación que los estudiantes deben escribir durante el grado uni-
El diseño de un curso de escritura en la universidad es distinto de lo que en la versitario, como exámenes presenciales e informes de lectura?
región llamamos un programa de escritura, es decir, de un conjunto articu- > ¿Debe armarse un programa con cuestiones de normativa, de puntua-
lado -con un liderazgo común y con objetivos y criterios teórico-metodo- ción, de sintaxis) de cohesión, de tipos textuales, o más bien cuestiones
lógicos y evaluativos consistentes- de cursos regulares en diferentes años vinculadas a los sistemas de actividad y las culturas disciplinares en las
y de iniciativas diversas como tutorías de escritura, formación de profe- que se enmarcan los textos, como por ejemplo la importancia de vali-
sores de escritura, intervenciones y colaboraciones en asignaturas de las dar observaciones empíricas en el sujeto observador en Etnografía o de
carreras, asesoramientos de unidades académicas, proyectos de investi- borrar la subjetividad en las observaciones de laboratorio en Biología?
gación-acción, cursos breves para escribir artículos, tesis o postulaciones
a becas, simposios y talleres de divulgación y discusión con la comunidad Pero también deben explicitarse y abordarse diversas opciones res-
educativa, etc. Sin embargo, en uno u otro caso, o incluso en las diferen- pecto de las teorías y estrategias específicas de enseñanza y aprendizaje
tes instancias intermedias o poco articuladas que pueden encontrarse en que se pondrán en juego:
cualquier universidad, el diseño, dictado e instituci9nalización de una > ¿Comenzar por aspectos de superficie textual como la construcción de
acción destinada a la enseñanza de la escritura académica es una actividad párrafos y el uso de organizadores, o seguir un enfoque arriba-abajo
específica. Esto puede formularse como idea fuerza: que comienza por los objetivos, las clases de textos yla situación comu-
nicativa para, desde allí, explicar el resto de las opciones de escritura?
Idea fuerza T instalar un curso de escritura académica requiere saberes > ¿Seguir una metodología de taller en la que se deconstruyen textos
específicos sobre gestión, pedagogía y lingüística. modélicos con la guía del profesor o una clase más expositiva con
listas de recursos y opciones y plantillas con las estructuras típicas de
Al igual que en el diseño de un curso de Electrónica de Potencia o de los textos a escribir?
Filosofía de las Ciencias, existen tradiciones 1 experiencias, formas de ense- > ¿Enseñar a los estudiantes cómo producir los géneros académicos del
ñar, objetos de enseñanza y de aprendizaje, fuentes y manuales, presu- discurso científico hegemónico o habilitar espacios para que los estu-
puestos y contenidos básicos, y profesionales con experticia en la materia. diantes expresen sus identidades de origen, sus capitales culturales
Parece obvio, pero no lo es: poder justificar qué enseñar y cómo hacerlo en diversos, a través de formas de comunicación más vernáculas?
un curso de escritura requiere un saber tan específico y sofisticado como
saber qué enseñar y cómo hacerlo en Electrónica de Potencia o en Filosofía
de las Ciencias. Algunas de las preguntas sobre la lengua son las siguientes:
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El desarrollo de las competencias básicas en los estudios generales Pablo Quintaníl!a / Augusta Valle / editores
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A su vezi se necesita contar con materiales específicos para la ense- una situación en la que la nueva iniciativa intente una respuesta posible a
ñanza. La comunicación académica, aunque no se aprende por pura estas preguntas, en general desde los saberes específicos de la didáctica y
inmersión y práctica) requiere muchas horas de ejercitación, y la pre- los estudios de la escritura en educación superior, o que no las responda
gunta sobre los materiales pedagógicos a usar en el aula es, quizás, más y opere siguiendo teorías implícitas, muchas veces basadas en el sentido
pertinente que en cursos de otro tipo: común o en los saberes de otros espacios disciplinares. Recordemos que las
> ¿Se elaborarán manuales de escritura destinados a esa iniciativa y ela- teorías implícitas consisten en "ciertos principios o supuestos básicos que,
borados por los profesores a cargo, o se compilarán manuales previos por su carácter implícito, suelen organizar nuestras acciones o decisiones
y fuentes de ejercitación diversas? sobre el aprendizaje y la enseñanza, y subyacer a ellas" (Pozo et aL, 2006, pp.
> ¿Qué tipo de textos se leerán: seleccionados por el profesor o el coor- 95-96). Omitir estas preguntas es dejar que el diseño de un curso responda
dinador para los fines del curso, o buscando entre los textos que los a teorías implícitas potencialmente desinformadas y desactualizadas. Esto,
estudiantes efectivamente leen en sus carreras o luego de graduarse? sin dudas, es una opción sumamente peligrosa, porque puede decantar en
> ¿Los materiales de enseñanza surgirán de la investigación de las prácti- cursos que confirmen las percepciones de crisis y consoliden la distribución
cas y expectativas de las comunidades disciplinares, o intentarán sumar inequitativa del capital cultural y capital semiótico académicos a los que
a esas prácticas y expectativas ciertos saberes sobre la escritura acadé- me referí al comienzo. Por ejemplo, mediante cursos remediales centrados
mica propios de una larga tradición de lingüística aplicada y educativa? exclusivamente en habilidades de bajo nivel, como la ortografía, que no solo
son ineficientes, sino que además estigmatizan a los estudiantes a los que se
Por último 1 no es menor tampoco la decisión sobre las estrategias ins- les requiere cursarlos. En suma) el diseño de un curso o programa de escri-
titucionales para instalar un curso o programa: tura, o la innovación curricular respecto de iniciativas existentes, requiere
> ¿Aprovechar las experiencias y prácticas previas de los profesores de una didáctica específica de la escritura académica, incluyendo qué enseñar
la universidad, muchas de ellas mal orientadas o desinformadas teóri- y cómo hacerlo, y de qué manera evaluar y acreditar los aprendizajes,
camente pero enriquecedoras, o proponer una metodología y un currí- Pero además de los saberes específicos sobre didáctica y sobre selección y
culum novedosos que modifiquen ciertos hábitos enquistados pero que elaboración de materiales) los cursos y programas de escritura requieren una
generarán resistencia y sensación de amenaza? gestión específica: en otras latitudes, se denomina desde los años 70 gestión
> ¿Contratar a un experto externo, con experiencia en el tema pero poco de programas de escritura (McLeod, 2007), un espacio complejo y demandante
conocimiento y redes institucionales, o seleccionar y empoderar a un que entrecruza campos de práctica profesional y conocimientos diversos:
profesor «de la casan? > lingüísticos y pedagógicos (ver preguntas de más arriba);
> ¿Adoptar un curso o programa obligatorio, que garantice que todos los > formativos, de selección, entrenamiento y continuidad del personal
estudiantes y profesores participen, o un curso o programa optativo, docente;
con una instalación más gradual y negociada? > curriculares, de innovación e institucionalización de las iniciativas;
> políticos, de establecimiento de alianzas y apoyos entre unidades
Estas preguntas no son sencillas ni tienen respuestas absolutas o igua- académicas;
les en todos los contextos, pero su respuesta constituye el núcleo de conoci- > económicos, de obtención y gestión de presupuestos y negociación de
mientos que un didacta de la escritura en educación superior debe manejar. salarios;
Se formulen explícitamente o se dejen silenciadas, los actores de un curso o > de rendición de cuentas, evaluación e investigación del impacto de las
programa de escritura siempre deberán enfrentarlas. Es decir, puede darse intervenciones.
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El desarrollo de las competencias básicas en los estudios generales Pablo Quintanilla / Augusta Valle/ editores
No es un trabajo nada fácil, a pesar de que es frecuente que los coor- Idea fuerza 8: las iniciativas de enseñanza de la escritura en la universidad
dinadores de cursos masivos o programas de escritura continúen con sus deben tener como horizonte la constitución de un verdadero campus de escritura.
otras obligaciones docentes y de investigación, ya que a las instituciones
aún les cuesta reconocer la inmensa demanda de tiempo y de capacidades Esto es, la respuesta a las preguntas anteriores debe, en buena
que el cargo requiere. Además, como la enseñanza curricularizada de la medida, afirmar positivamente todas las opciones. Enseñar y aprender
escritura es una actividad novedosa y específica, que muchas veces pone escritura durante el shock de entrada al grado universitario, en las aletar-
en riesgo otros espacios disciplinares de mayor tradición, los coordina- gadas etapas de transición, en el difícil momento de graduarse, frente a
dores deben ser proactivos para conseguir que las iniciativas se creen, se la tesis de posgrado. Enseñar y aprender escritura en el aula de escritura,
amplíen y se institucionalicen. Así, la gestión o coordinación de cursos en el aula articulada entre profesores de escritura y de las disciplinas,
y programas de escritura es una actividad que complejiza las decisiones en el centro o laboratorio de escritura) en las asignaturas regulares) en
más acotadas sobre qué enseñar y cómo, y suma a la discusión cuestiones cursos ad hoc para fines específicos. Enseñar y aprender escritura para
administrativas y presupuestarias fundamentales que pueden determinar remediar trayectorias de formación previas heterogéneas, para apres-
decisiones pedagógicas más restringidas al aula. Así, los coordinadores de tar para las demandas generales del ámbito académico, para elaborar los
escritura deben trabajar con los profesores con los que cuentan, esto es: géneros académicos de formación que los estudiantes deben escribir para
> con sus teorías implícitas o explícitas, en ocasiones poco informadas otras asignaturas, para prepararse para los géneros expertos propios de
por los desarrollos actuales de la didáctica de la escritura; los entornos profesionales. Enseñar escritura a pares, hacer tutorías a
> con sus trayectorias de formación, muy pocas veces vinculadas a la estudiantes ingresantes, formar profesores en herramientas de didáctica,
enseñanza de la escritura académica sino, por el contrario, a otros tematizar y divulgar la necesidad de enseñar escritura. Enseñar los géne-
campos disciplinares; ros discursivos hegemónicos en la académica, enseñar a desnaturalizar y
> con sus aspiraciones y necesidades profesionales, con frecuencia muy criticar sus rasgos y circulación, validar la aparición de otros géneros y
alejadas de una carrera como profesionales de la escritura; discursos en donde se manifieste parte de la identidad de los estudian-
> con los cargos disponibles, muchas veces de baja categoría, precariza- tes. Es decir, los cursos de escritura deben tender a institucionalizarse
dos, mal pagados; en un verdadero campus de escritura con múltiples acciones, más o menos
> con las experiencias de aula y de uso de materiales didácticos pre- articuladas y con dependencia institucional diversificada, que favorezcan
vios, espacio en donde por lo general suceden las experiencias y des- oportunidades de aprendizaje y enculturación en la escritura disciplinar.
cubrimientos más interesantes 1 movilizadores, formadores para poder Se trata de un enfoque de enseñanza de la escritura a través del currícu-
construir cursos de calidad. lum, a través de los niveles de formación, a través de los claustros.
En suma, como propuse al comienzo de este texto, podemos concluir Diseño de cursos de escritura: una propuesta
que los cursos de escritura se diseñan a partir de los recursos, personas,
hábitos y oportunidades que cada institución tiene. Las posibilidades y Presentaré a continuación un caso, puesto en marcha en la Universi-
limitaciones de cualquier discusión sobre las formas de enseñar escritura dad Nacional de Quilmes (Argentina), para ilustrar de qué manera las
se construyen sobre los recursos y capacidades disponibles. Para culminar reflexiones previas pueden concretarse en aspectos institucionales como
esta sección, propongo una idea fuerza que aborda las dimensiones previas: el perfil del equipo docente o en aspectos pedagógicos como el tipo de
ejercicios para usar en el aula. La Universidad Nacional de Quilmes es
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El desarrollo de las competencias básicas en los estudios generales Pablo Quintani!la / Augusta Valle/ editores
una institución de educación superior pública ubicada en la región sur del Macroeconomía?", es una queja habitual en los estudiantes que, por
Gran Buenos Aires. Creada en 1989 y organizada en tres Departamentos ejemplo 1 se inscribieron en la carrera de Comercio Internacional. La
(Ciencias Sociales; Ciencia y Tecnología; y Economía y Administración) enculturación de los estudiantes es limitada, restringida a familiarizarse
y una Escuela Universitaria, ofrece carreras de grado y posgrado, cuenta con aspectos de la vida académica en general, ya que los coordinadores,
con un cuerpo docente reconocido local y regionalmente por sus produc- profesore:s y textos son externos a las carreras.
ción de investigación, y es pionera en Latinoamérica por su oferta de En el mismo sentido, los directivos de las carreras tienen poca inje-
enseñanza virtual, que se inició en 1999. En 2013, contaba con 1015 profe- rencia en el diseño curricular, y esto puede generar desatención y con-
sores y 22 451 estudiantes, de los cuales 5654 son ingresantes (SPU, 2013). flicto político entre las diferentes unidades. Además, las condiciones
Desde su creación y hasta el año 2016, la Universidad ofrecía diferen- laborales y pedagógicas suelen ser precarias: aulas masivas; profesores
tes modalidades de cursos de aprestamiento universitario obligatorios, jóvenes, novatos 1 sin concursar, a veces con poca formación en ense-
previos al ingreso, masivos, transversales a todos los Departamentos y ñanza de la escritura; estudiantes que aún no forman parte de las carre-
carreras, y sin dependencia administrativa ni pedagógica de las carre- ras, no votan, desconocen los hábitos y costumbres. y la organización
ras a las que los estudiantes buscaban ingresar. Algunos de esos cursos institucional, que tienen escasas redes con otros estudiantes. Más grave
enseñaban lectura y escritura académicas. todavía, estos cursos suelen ser en la práctica <'filtros", ya que opera una
Este modelo de curso general de primer año de "lecto-escritura" es suerte de selectividad interna en la que muchos de los estudiantes que no
muy frecuente en la Argentina desde los años 90. Sus fortalezas y venta- logran aprobar o que abandonan son los que poseen menos capital cultu-
jas son múltiples. Los profesores suelen tener teorías y herramientas de ral y semiótico. A su vez, los cursos pueden dar la impresión de "resolver
reflexión informadas, actualizadas y explícitas sobre la lengua, porque el problema,, de la escritura a nivel institucional, que no es necesario
en su mayoría provienen de las Licenciaturas y Profesorados en Letras. implementar otras iniciativas en otras etapas y con otros objetivos, y que
Los cursos institucionalizan la enseñanza de la escritura, y de esa manera no hace falta articularse con las carreras y actualizar su diseño curricu-
tematizan y garantizan la curricularización y continuidad de la alfabeti- lar y sus materiales de trabajo. Este contraste de fortalezas y debilidades
zación académica inicial. Intentan nivelar diferencias y desigualdades en sirve como idea fuerza 1 complementaria de la anterior:
la formación previa, en particular incluyendo a estudiantes no tradicio-
nales, y preparan en competencias de lectura y escritura académicas para Idea fuerza 9: los cursos de escritura de primer año tienen un importante
transferir a los nuevos contextos a los que los estudiantes ingresan. Desa- impacto en la alfabetización inicial de los estudiantes ingresantes, pero deben
rrollan conciencia metalingüística y metacognitiva en los estudiantes, continuarse, ampliarse y profundizarse en otros cursos e iniciativas a través del
porque se lee y reflexiona sobre lengua y escritura. Más importante aún, currículum y a través de los niveles de formación.
han permitido que las iniciativas de enseñanza de la escritura sean masi-
vas, alcanzando a decenas de miles de estudiantes en los últimos años, y En el caso de la Universidad Nacional de Quilmes, durante el año 2015 se
que se conforme una masa crítica considerable de profesores de escritura. implementó un proceso de departamentalización del curso general masivo
Sin embargo, sus debilidades son también numerosas. El hecho preingreso de escritura tradicional, liderado por la Secretaría Académica a
de que estén poco vinculados a las prácticas, discursos, demandas y cargo de la doctora. Sara Pérez. El curso general, que en los últimos años
necesidades de las futuras carreras, y que los estudiantes no sean aún había consistido en dos cursos cuatrimestrales para la mayoría de los estu-
miembros plenos y con derechos en esas carreras, hace que los apren- diantes, se separó en cursos por cada uno de los tres Departamentos de la
dizajes sean poco significativos. "¿Cuándo vamos a empezar a aprender Universidad y, de esa manera, los profesores, los estudiantes ingresantes y
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El desarrollo de las competencias básicas en !os estudios generales Pablo Quintanilla / Augusta Valle/ editores
el currículum vinculado a la enseñanza de la escritura pasaron a depender coordinadores de cursos de escritura; formar a los profesores de escritura
administrativamente de la dirección de las diferentes unidades académi- y de las disciplinas que asumieron la responsabilidad de dictar los cursos
cas. Este movimiento de la organización del currículum universitario tuvo innovados; y, sobre todo, liderar la elaboración de algunos de los manua-
múltiples impactos, que en la mayoría de los casos conserva las fortalezas les que materializarían estas perspectivas teóricas, objetivos pedagógicos
y enfrenta las debilidades mencionadas más arriba. El diseño de los nuevos y condiciones de posibilidad de los cursos. A continuación, expondré como
cursos integró a profesores que hasta entonces pertenecían al curso gene- ejemplo ilustrativo el programa de contenidos de uno de esos cursos: Lectura
ral de escritura con profesores de las disciplinas en equipos multidiscipli- y escritura académicas. Esta asignatura obligatoria se ubica en el primer cua-
narios; esa nueva conformación requirió ofertas de formación continua y trimestre de las carreras del Departamento de Economía y Administración,
actualización para todos los profesores. Los coordinadores o gestores de los con una carga horaria de 72 horas distribuidas en dos clases por semana de
cursos y los contenidos, competencias y lecturas incluidos fueron defini- dos horas de duración. Su objetivo es que el estudiante ingresante amplíe y
dos desde los propios Departamentos. Los estudiantes pasaron a ingresar desarrolle habilidades generales de comunicación oral y escrita científica y
directamente a las carreras) cursar escritura junto con otras asignaturas de académica como primer paso en la enculturación universitaria.
su interés y depender administrativamente de las direcciones de los Depar- Por este motivo, la asignatura se focaliza en la enseñanza de habi-
tamentos, lo cual incrementó el compromiso e interés de todos los actores lidades de lectura, escritura y oralidad comunes a la universidad y los
de la comunidad educativa por el impacto de estas iniciativas. estudiantes leen textos de divulgación y escriben textos académicos bási-
En este contexto, la elaboración de materiales didácticos 1 con autoría cos. Un eje temático relevante para el Departamento articula el corpus de
de algunos de los profesores de escritura en su nueva función y pertenencia lectura: empresa, sostenibilidad y responsabilidad social. Para apoyar la
institucional, fue un proceso estratégico para formar al cuerpo docente y transición desde la escritura en la escuela secundaria y otras formas de
orientar y articular sus acciones pedagógicas en las múltiples aulas de escri- escritura vernácula, las lecturas se ubican a medio camino entre el dis-
tura de la universidad. Con un detallado y extenso manual de escritura que curso científico y otros discursos sociales con los que el estudiante puede
incluye modelos y actividades respecto de qué enseñar y cómo enseñarlo, el tener más familiaridad, mientras que la escritura incluye géneros de for-
equipo de profesores podía sumarse a la innovación curricular al tiempo que mación generales a la universidad (parcial, informe de lectura, definición
terúan la opción de elegir las trayectorias, ejercicios y énfasis de su prefe- de enciclopedia). A su vez, se enseñan contenidos de gramática aplicada y
rencia. La elaboración de materiales didácticos incluyó una etapa preliminar metahabilidades de monitoreo y reflexión sobre lectura y escritura. Este
de investigación de las prácticas, demandas, necesidades y diagnósticos de último aspecto se refuerza a partir de la lectura de textos sobre lectura y
los primeros años de las carreras: qué leían y estudiaban los estudiantes, escritura (historia, aprendizaje, encuadre estratégico y cultural).
qué dificultades enfrentaban, qué aspectos debían aprender. Además, los El curso se organiza en siete unidades que estructuran una formación
materiales aprovecharon las experiencias previas e intereses de los profe- articulada y gradual en habilidades retóricas académicas necesarias para
sores que elaboraron los capítulos, si bien los objetos de enseñanza fueron la elaboración de un escrito complejo y grupal: el informe de lectura. Este es
definidos desde los programas de las asignaturas. Por último, estos mate- un género de formación académica que busca que los estudiantes seleccio-
riales fueron probados en el primer año de implementación de la innovación nen, contextualicen) presenten y contrasten distintas fuentes académicas
curricular (2016), y luego revisados para su publicación al año siguiente. o de divulgación sobre un mismo tema, una actividad esencial para cual-
Como asesor externo, mi rol en este proceso fue definir los conteni- quier estudiantes universitario. El profesor evalúa la investigación y selec-
dos y competencias de los programas de los cursos, en colaboración con ción de un terna y fuentes relevantes; la construcción de una voz autora!
los directores de Departamentos, coordinadores de Ciclo Introductorio y neutral, académica e informada; la inclusión, reformulación y evaluación
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El desarrollo de las competencias básicas en los estudios generales Pablo Quintanilla / Augusta Valle/ editores
de citas que demuestren las hipótesis de lectura; y la capacidad de nego- Para comenzar este camino dentro de lo institucional 1 elegir una de
ciar la escritura colaborativa con pares en un trabajo completo, articulado, las siguientes actividades para comentar en próximos encuentros.
cohesivo y coherente. El trabajo tiene varias entregas de instancias de pla- Compilar toda la información en una carpeta para ser compartida en
nificación general y de secciones particulares. la siguiente clase.
En la Unidad 1: leer y escribir en la universidad, se reflexiona sobre las 1. Consultar el programa de alguna asignatura de primer año de su
especificidades de la lectura y la escritura en la universidad y de los géne- carrera) concurrir a la Biblioteca Central (física o virtual), seleccio-
ros discursivos académicos y se problematizan las experiencias y dificul- nar dos o tres textos obligatorios, ubicarlos y dejar registro de su
tades de escritores ingresantes y expertos. En el siguiente ejemplo, los ubicación para futuras consultas.
estudiantes tematizan sus trayectorias como escritores, las vinculan a las 2. Consultar la editorial de la universidad; hablar y/o entrevistar a los
dificultades y necesidades enfrentadas por otros estudiantes, y escriben responsables de esta espacio y registrar} al menos 1 dos títulos que
una autobiografía como escritores. se relacionen con su carrera para determinar su importancia en lo
Escribir una autobiografía de lector y escritor, reconstruyendo cómo disciplinar. Registrar los datos de los títulos.
se han modificado las formas de practicar la lectura y la escritura 3. Consultar la cartelera y agendar si la institución ofrece conferen-
a través del tiempo. Además de tener en cuenta experiencias en la cias} presentaciones de libros 1 entrevistas u otro evento cultural de
educación formali no olvidar que se lee y se escribe con múltiples su interés; registre los datos para asistir al evento y justifique su
finalidades en muy diversos ámbitos (en Facebook1 por ejemplo). elección.
...
[ ] 4. Acceder al Plan de Estudios de su carrera y proyectar un recorrido
Leer los testimonios de estudiantes de la Facultad de Filosofía y futuro por la misma en la etapa de su diplomatura; es conveniente
Letras de la Universidad de Buenos Aires al ser interrogados sobre su que entreviste a su tutor o director de la carrera y registre lo hablado.
formación en prácticas de lectura y escritura dentro de las materias. 5. Hacer un croquis con los lugares comunes de la institución y el
[. ..] Departamento al cual su carrera pertenece (sala de conferencias,
Discutir en pequeños grupos y luego entre toda la clase las siguien- oficinas de atención al público, laboratorios 1 etc.); también incluya
tes preguntas: los Centros de Estudiantes actuales y los servicios que ofrece. Expli-
1. ¿Qué rasgos comunes presentan los testimonios? car qué función tiene cada lugar.
2. ¿se han sentido identificados con algunos de ellos? ¿con cuáles? 6. Informar/se sobre congresos o jornadas de investigación que se
¿Por qué? llevarán a cabo tanto en la universidad como en otras y1 en caso de
3. ¿Cómo podría revertirse la situación que señalan? poder acceder) especifique la convocatoria y/o normas que se requie-
(Romagnoli, en Navarro y Aparicio, en prensa). ren para participar de dichos eventos.
7. Hablar y/o entrevistar el Departamento de extensión universita-
En la Unidad 2: planificar un informe de lectura, se exploran las formas de ria y hacer un relevamiento (sintético) de los cursos que ofrece la
leer y los rasgos básicos del género informe de lectura y su planificación universidad al público en general. Hacer un breve bosquejo de los
y se investigan las prácticas letradas y académicas en la universidad. El mismos y seleccionar dos de su interés. Justificar la elección por
siguiente fragmento muestra una actividad de investigación fuera del aula escrito. Esta actividad también puede realizarse vía web.
en la que el estudiante debe indagar sobre la cultura letrada e institucional (Galván, en Navarro y Aparicio, en prensa).
de su universidad, Departamento y carrera:
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El desarrollo de las competencias básicas en !os estudios generales Pablo Quintanilla / Augusta Valle/ editares
En la Unidad 3: investigar fuentes, se aprende la especificidad de la auto- 6. Teniendo en cuenta el final del fragmento de Reyes, ¿cómo opera
ría científica, los criterios para buscar y seleccionar fuentes académicas el sentido de la responsabilidad a la hora de escribir un texto aca-
adecuadas y la escritura de una introducción a un informe de lectura, démico?
como se muestra a continuación: 7. Comparar las formas de citar que aparecen en los tres textos, ¿qué
1. En grupos tomar uno de los textos y clasificar las fuentes referi- semejanzas y diferencias aparecen?
das según el tipo de fuente. Para su clasificación considerar la auto- (Eiras, en Navarro y Aparicio, en prensa).
ría (académica, organismo público o privado\ el tema (teórico o de
coyuntura) y el género (artículos, capítulos, librosi páginas web). En la Unidad 5: construir afirmaciones, se elaboran definiciones en el
2. Especificar para cada fuente en qué lugares podría encontrarlas género entrada de enciclopedia, se ejercita la reformulación y la revisión
para la preparación de un informe de lectura. para ganar consistencia, la puntuación y la subordinación y el uso de orga-
(Moragas, en Navarro y Aparicio, en prensa). nizadores del discurso. En este ejercicio, parte de una serie de actividades
más amplia, se leen definiciones y entradas de enciclopedia de temática
En la Unidad 4: comparar y explicar fuentes, se ejercitan estrategias para económica y se busca que el estudiante pueda escribir sus propias defini-
vincular, contrastar y evaluar fuentes, se identifican los rasgos que distin- ciones y ejemplares del género:
guen fuentes y se aprenden estrategias y recursos para citar. El siguiente Leer el resumen del "Capítulo XV. Funciones del dineron del libro
fragmento es una actividad de lectura, comparación y respuesta de pre- Economía: principios y aplicaciones de Francisco Machón y Víctor
guntas sobre tres textos sobre formas de citar; se fomenta así el desarrollo Becker. Luego, redactar una entrada del término (1Dinero'i para
de lectores y escritores con refiexión metalingüística sobre los procesos de incluir en un diccionario enciclopédico especializado. Para realizar
intertextualidad académica. la escritura de la entrada, tomar en cuenta el instructivo a continua-
Reyes 1 García Negroni y Marcial realizaron trabajos en donde se ción. Por último, compartir en clase y hacer ajustes.
reflexiona sobre la importancia de la cita en los textos académicos. (Pisano, en Navarro y Aparicio, en prensa).
Leer los fragmentos que siguen y responder las consignas. Tiempo
estimado: 45 minutos. En la Unidad 6: construir una voz autora!, se aprende a personalizar y
1. Marcar, en el texto de Marcial, los fragmentos en los que hace despersonalizar para la construcción de autoridad científica, se mitiga y
referencia a otros textos y en los que no. refuerza para negociar con los saberes y expectativas de los lectores, y se
2. Según el fragmento del artículo de Marcial, ¿cómo aparece la elabora una conclusión de informe de lectura. En las siguientes ejercita-
argumentación en los textos académicos? ciones, los estudiantes reescriben un texto a partir del uso de la desper-
3. Explicar con sus palabras la siguiente frase: uEl sistema de citas se sonalización, y analizan el impacto de esta modificación en relación con
asume como un escrutinio del proceso científico destinado a mejorar ciertas situaciones y géneros disciplinares:
la calidad de la investigaciónn. El texto que sigue es un resumen de una ponencia que no ha sido
4. ¿Qué papel cumple la figura de autor en el texto de Negroni? ¿Cómo aprobado aún por el Congreso al que fue presentado porque los orga-
es la relación entre el autor de un texto y los autores que se cita? nizadores piden que se despersonalice el enunciado.
s. ¿cómo podría interpretarse la siguiente frase: uhabrá cita siempre L Identificar y subrayar las formas personalizadas (verbos y pro-
que el oyente reconozca la intención del hablante de evocar un enun- nombres).
ciado o un pensamiento ajenos,,? 2. Reescribir, utilizando las estrategias de despersonalización.
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El desarrollo de las competencias básicas en los estudios generales 1 Pablo Quíntanilla / Augusta Valle/ editores
3. Revisar 1 en grupos 1 las transformaciones realizadas al texto. recetas o diseños generales que puedan aplicarse a cualquier contexto, sino
4. Comparar ambas versiones: ¿qué efecto se logra con la desperso- ciertos principios y experiencias que deben ajustarse a las tradiciones teóri-
nalización? cas y pedagógicas predominantes, a los perfiles docentes y estudiantiles, a
Tiempo estimado de la actividad: 40 min. los recursos institucionales y a los espacios curriculares disponibles.
(Obregón, en Navarro y Aparicio, en prensa). La educación superior tiene entre sus objetivos declarados formar lec-
tores, escritores y oradores disciplinares y profesionales, tres conjuntos
Finalmente, en la Unidad T presentar oralmente un informe de lectura, se distintos pero vinculados de competencias situadas que conformarán el
elabora un guion de exposición, se distribuyen roles estratégicamente y se capital semiótico académico del estudiante universitario. Todos los estu-
ejercitan recursos no verbales para la eficacia comunicativa. En las siguien- diantes, no solo aquellos supuestamente desaventajados, necesitan y han
tes actividades, los estudiantes deben elaborar un guion de temas a exponer necesitado en el pasado ejercitarse en las formas de comunicación propias
oralmente tomando en cuenta diferentes situaciones de exposición: de sus carreras tanto para aprender contenidos disciplinares a través de la
a) Revisar el informe realizado y hacer una lista de todos los temas lectura y escritura (potencial epistémico) como para aprender las clases de
que se tratan en él. textos propios de los ámbitos en los que ingresan como nuevos miembros
b) Elaborar una lista con los temas que se pueden incluir y el orden y (potencial retórico). En particular, la escritura académica integra simultá-
la manera en que se deberían presentar a partir de las tres situacio- neamente dimensiones normativas, lexicales, gramaticales, semánticas,
nes que se definen a continuación: discursivas, retóricas, no verbales, situacionales, sociales, históricas, psi-
1) Los destinatarios tienen conocimientos generales sobre el cológicas, cognitivas, identitarias, hegemónicas y afectivas, entre otras.
tema elegido pero carecen de datos actualizados. Se cuenta con 10 Así, un curso o programa de escritura no es un conjunto de enseñanzas
minutos para la presentación. sobre la lengua, la gramática o la escritura como competencias aisladas,
2) Los destinatarios no tienen ningún tipo de conocimientos pre- sino un conjunto de objetos de enseñanza que vinculan factores lingüís-
vios sobre el tema. Se cuenta con 10 minutos para la presentación. ticos y retóricos con factores epistemológicos, culturales, metodológicos,
3) El tiempo para la exposición se reduce a la mitad; ahora solo se institucionales. Por estos motivos, instalar un curso de escritura acadé-
dispone de 5 minutos. Seleccionar uno de los puntos anteriores Y mica requiere saberes específicos sobre gestión, pedagogía y lingüística.
realizar la tarea. Los cursos de escritura de primer año tienen un importante impacto en
(Rusel11 en Navarro y Aparicio, en prensa) la alfabetización inicial de los estudiantes ingresantes, pero deben conti-
nuarse, ampliarse y profundizarse en otros cursos e iniciativas a través del
Algunas conclusiones para seguir pensando currículum y a través de los niveles de formación. Por eso, las iniciativas de
enseñanza de la escritura en la universidad deben tener como horizonte la
En estas páginas, he propuesto un conjunto de ideas fuerza que pueden constitución de un verdadero campus de escritura. El caso aquí expuesto,
colaborar con el diseño de un curso de enseñanza de escritura académica. un curso de escritura para estudiantes ingresantes a carreras de Economía
Mediante datos actualizados, he mostrado que Latinoamérica atraviesa un y Administración de la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina), puede
proceso de masificación de la educación superior, pero no de democratización ilustrar algunas estrategias para hacer que la enseñanza de la escritura aca-
del ingreso y egreso. Las iniciativas y estudios de la escritura académica en la démica, sin perder masividad y aprovechando los recursos, experiencias y
región presentan una historia y un perfil propios, en buena medida determi- profesores existentes, pueda ser en buena medida situada, relevante, signi-
nados por las necesidades y condiciones que enfrentan. No existen, de hecho, ficativa, compleja, crítica, consensuada, creativa y diversa.
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El desarrollo de las competencias básicas en los estudios generales i Pablo Quintanilla / Augusta Valle/ editores
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