Eduardo F.
Quiroz Pérez
TEMA: Hijos Tiranos.
Padres pasivos (víctimas).
Flaxos en el momento de jar límites.
Pasividad en exigir el cumplimiento
de responsabilidades, así como en
dar seguimiento en las consecuencias
de la desobediencia.
Sin objetivos claros en la educación y
orientación de su hijo.
Tratar a su hijo como eternos bebés.
Padres complacientes y poco exigentes.
Padres castrantes o temerosos, empoderan
al hijo para no discutir con éste.
Resolución y tratamiento
Anular la manipulación con un límite
claro, rme y determinante.
Toda acción tiene una consecuencia y
debe aplicarse inmediatamente.
Educar a través del ejemplo (moldear).
El niño se vale de las incongruencias
para legitimar su tiranía.
La agresión y furia son crisis de
frustración y gran excitación nerviosa.
Comunicación asertiva (hablar en
términos objetivos, claros, simples y
determinantes).
No negociar. Dar opciones.
Acentuar y reforzar lo positivo.
No reprochar sino reclamar.
Explicar el por qué de una orden.
Ser consistente en la orden y en la
conducta del padre. Cualquier hoyo
disciplinar se aprovechará para la
tiranía.
Hábitos y rutinas.
Si no desapruebo la conducta,
signi ca que estoy de acuerdo con
ella.
Buscar ayuda para la gestión de
emociones de AMBOS.
Convivencia entre padres e hijos no
signi ca cumplirles todo. Diferenciar a
los hijos a través de la EQUIDAD entre
cada uno de ellos.
RECONOCER lo bueno y reconocer
cuando el padre ha errado.
Los padres no debieran ser los
mejores amigos de los hijos.
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SÍNDROME DEL HIJO EMPERADOR Inicia en la primera infancia y se posterga a la
adolescencia.
Niño o adolescente independiente.
Alta autoestima.
Impulsivo.
Agresivo.
Rebelde.
Opositivo y desa ante.
No asume responsabilidades.
Berrinchudos, manipuladores, coercitivos para
conseguir lo que desean.
Víctimas y lamentativos.
Terco, caprichoso.
Usa la coerción (violencia) para someter y que se
haga lo que él quiere.
No se relacionan socialmente de manera fácil.
Mentirosos.
Propenso a la droga, alcohol y depresión.
* CUIDADO
1. “Pórtate bien” no signi ca nada. Se
debe ser claro con la conducta
deseada, así como la consecuencia.
2. La consecuencia de un acto
indeseable se debe aplicar
inmediatamente.
3. Violencia genera violencia (gritos,
golpes, etc).
4. Coherencia. Un tirano decantará su
orden a través de su sistema de
valores. La orden debe ser coherente,
lógica apropiada.
5. Biológicamente el cerebro del niño
aún no está madura para asumir las
responsabilidades ni el concepto de la
consecuencia, así como el futuro. Él
vive el aquí y el ahora.
6. El reproche tiene que ver con el “tú”
(culpar). Cuando se involucra el tú, el
asunto se vuelve PERSONAL.
7. “Obedéceme porque soy tu padre/
madre” NO TIENE SENTIDO. Justo
porque el adolescente está buscando
su propia identidad. Hay un choque de
fuerzas y juicios de valor.
8. No hay niños y jóvenes ojos. Hay
niños y jóvenes sin hábitos.
9. La incongruencia del padre es que
busca la ayuda pero sólo para el hijo.
La ayuda psicológica es para ambos
porque en la familia todos forman el
sistema. Querer que sólo “cambie” el
hijo es incongruente y egoísta. El niño
o joven lo asumirá y guardará rencor.
10. Equidad es dar a cada quien lo que le
corresponde. Igualdad es dar todo a
todos por igual.
11. El ser mejor amigo de tu hijo implica
horizontalidad en la relación, por lo
tanto desaparece la jerarquía.
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