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EL DESEADO DE

TODAS LAS
GENTES
TEMA #2.
EN EL MONTE GETSEMANÍ
Todos en algún momento necesitamos
un compañero de oración
Marcos 14: 32-34
“Fueron a un lugar llamado Getsemaní, y Jesús les dijo a sus
discípulos: «Siéntense aquí mientras yo oro». Se llevó a
Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a sentir temor y
tristeza. «Es tal la angustia que me invade que me siento
morir —les dijo—. Quédense aquí y vigilen”.

Jesús en los momentos mas sombríos de su vida y ministerio, busco


compañeros de oración
Jesús fue sostenido por sus compañeros
de oración
“…Cada paso le costaba un penoso esfuerzo. Dejaba oír
gemidos como si le agobiase una terrible carga. Dos veces le
sostuvieron sus compañeros, pues sin ellos habría caído al suelo
“Acompañado de Pedro, Santiago y Juan, entró en los lugares
más retirados. Estos tres discípulos eran los compañeros más
íntimos de Cristo.” (DTG, 652).

Todos necesitamos compañeros de oración en los momentos


difíciles
Jesús cargó una pesada carga

• Zacarias 13:7
“Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre
compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y
serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los
pequeñitos.”
“Como substituto y garante del hombre pecaminoso, Cristo
estaba sufriendo bajo la justicia divina. Veía lo que significaba
la justicia. Hasta entonces había obrado como intercesor por
otros; ahora anhelaba tener un intercesor para sí. (DTG, 653).
El corazón humano anhela simpatía en el
sufrimiento.
“En la suprema agonía de su alma, vino a sus discípulos con un
anhelante deseo de oír algunas palabras de consuelo de
aquellos a quienes había bendecido y consolado con tanta
frecuencia, y escudado en la tristeza y la angustia. El que
siempre había tenido palabras de simpatía para ellos, sufría
ahora una agonía sobrehumana, y anhelaba saber que oraban
por él y por sí mismos…Si tan sólo pudiera saber que sus
discípulos comprendían y apreciaban esto, se sentiría
fortalecido.” (DTG, 654).
• Desafío: no te quedes sin consolar a alguien que te necesita.
Cristo venció a su enemigo más
poderoso en el monte Getsemaní orando
“En el desierto de la tentación, había estado en juego el
destino de la raza humana. Cristo había vencido entonces.
Ahora el tentador había acudido a la última y terrible lucha,
para la cual se había estado preparando durante los tres años
del ministerio de Cristo. Para él, todo estaba en juego. Si
fracasaba aquí, perdía su esperanza de dominio; los reinos del
mundo llegarían a ser finalmente de Cristo; él mismo sería
derribado y desechado. Pero si podía vencer a Cristo, la tierra
llegaría a ser el reino de Satanás, y la familia humana estaría
para siempre en su poder. (DTG, 653).
Jesús venció al enemigo de rodillas en el monte Sinaí.
Parecía que estaba solo pero, no.

“Pero Dios sufrió con su Hijo. Los ángeles contemplaron la


agonía del Salvador. Vieron a su Señor rodeado por las legiones
de las fuerzas satánicas, y su naturaleza abrumada por un
pavor misterioso que lo hacía estremecerse. Hubo silencio en el
cielo. Ningún arpa vibraba. Si los mortales hubiesen percibido el
asombro de la hueste angélica mientras en silencioso pesar
veía al Padre retirar sus rayos de luz, amor y gloria de su Hijo
amado, comprenderían mejor cuán odioso es a su vista el
pecado. (DTG, 657).
Le a sucedido que a veces pareciera que Dios guarda silencio.
Conclusión

1 Cor 5:19
“que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al
mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus
pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la
reconciliación.”
Lucas 22:43
“Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.”
Estaba bajo el cuidado de Dios, y un ángel poderoso había
sido enviado para protegerle.
Conclusión

Pero Cristo había predicho: "He aquí—había dicho,—la


hora viene, y ha venido, que seréis esparcidos cada uno
por su parte, y me dejaréis solo: mas no estoy solo, porque
el Padre está conmigo.” (Juan 16:32)

Desafío: conviértete en un compañero de oración

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