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Derecho laboral de Venezuela

El derecho laboral, derecho del trabajo o derecho social[1] es una rama del derecho cuyos
principios y normas jurídicas tienen por objeto la tutela del trabajo humano realizado en
forma libre, por cuenta ajena, en relación de dependencia y a cambio de una
contraprestación. Es un sistema normativo heterónomo y autónomo que regula
determinados tipos de trabajo dependiente y de relaciones laborales.

El Derecho Laboral de Venezuela o Derecho del Trabajo es la rama del Derecho


venezolano que regula las relaciones jurídicas entre el patrono y los trabajadores así como
la actividad de los sindicatos y la actuación del Estado.

Se entiende por trabajo toda actividad llevada a cabo por el hombre, sea a través de un
esfuerzo físico o intelectual, dirigida a la producción, modificación o transformación de
bienes y servicios, que reúna las tres características siguientes: ajenidad (los frutos del
trabajo son para otro), dependencia (por cuenta ajena) y retribución (a cambio de un
salario).

Su ámbito de aplicación rige a toda persona natural o jurídica que labore en Venezuela, sin
importar su nacionalidad, así como el trabajador que ha sido contratado en el exterior (si
este ha sido contratado en Venezuela).[1] Los cuerpos armados,[2] y los funcionarios
públicos,[3] no entran en dicho régimen ya que estas poseen sus propias leyes especiales.

En cuanto a sus autoridades competentes, todo lo referente a disposiciones en materia


laboral es competencia exclusiva de la Asamblea Nacional o el Poder Ejecutivo Nacional.[4]

Fuentes del derecho laboral

Constitución Editar
En las constituciones se contemplan las garantías y libertades que tienen los individuos, y la
protección de que gozan frente al Estado. En ellas han comenzado a incorporarse, en
muchos países, derechos sociales que regulan garantías mínimas aseguradas a los
trabajadores, y frente a sus empleadores. Es así como empiezan a aparecer en textos
constitucionales principios y derechos laborales que adquieren el rango normativo máximo:
el constitucional. Esta tendencia no es universal; por ejemplo, no existen tales disposiciones
en la Constitución de los Estados Unidos.[2] Cuando las hay, es habitual que se refieran a
temas como los siguientes:

Derecho al trabajo.
Derecho al salario mínimo.
Indemnización por despido.
Jornada de trabajo, descanso semanal y vacaciones anuales.
Derecho a la seguridad social.
Estabilidad de los funcionarios públicos.
Seguridad e higiene en el trabajo. La materia contempla dos temas específicos: los
accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales.
Derecho de sindicación.
Derecho de huelga y de cierre patronal.
Derecho a negociar colectivamente.
Tratados internacionales Editar
Los tratados internacionales constituyen una fuente directa de regulación de derechos
laborales, garantizando a los trabajadores de los países signatarios derechos mínimos que
los Estados firmantes se obligan a respetar. Según los distintos regímenes jurídicos, los
tratados pueden ser directamente aplicables en el derecho interno o puede requerirse para
ello su incorporación en la legislación nacional.

En países de integración regional o comunitaria, como la Unión Europea, los tratados de


integración constituyen fuentes directas y cada país integrante de la comunidad debe
adecuar su ordenamiento jurídico, operando de esa forma en un sistema integrado e
igualitario de protección a todos los trabajadores de la región.

La principal fuente de tratados multilaterales es la Organización Internacional del Trabajo


(OIT), que aprueba convenios y recomendaciones sobre todos los temas de derecho laboral
individual y colectivo.122

Ley a definir

Las leyes son la principal fuente del Derecho laboral, y la directa expresión de la
intervención del Estado en esta materia. En los Estados con estructura federal toda esta
materia puede ser de competencia del gobierno central o de las entidades federadas.

Códigos laborales Editar


Muchos ordenamientos jurídicos, especialmente en Latinoamérica, iniciaron la tendencia de
separar la legislación laboral de la civil, y elaborar códigos especializados sobre la materia.
[3]

Leyes especiales Editar


En algunos ordenamientos existen leyes ordinarias especiales que rigen la materia laboral,
como una ampliación de la normativa general encontrada en los códigos civiles o los
códigos de trabajo.

También existen leyes que por su naturaleza se añaden a la legislación laboral en temas
particulares y específicos.

Leyes no laborales de aplicación supletoria Editar


Un último eslabón de la legislación laboral se encuentra en normas que pertenecen a otras
disciplinas, como por ejemplo al derecho comercial o al derecho civil, que se aplican en
forma subsidiaria para suplir las cuestiones no previstas en aquella.

Reglamentos Editar
Por lo general, los reglamentos de ejecución de las leyes laborales, dictados por el poder
ejecutivo, dentro de los límites permitidos por la Constitución y las mismas leyes,
complementan esas leyes en aspectos de detalle.

Contratos de trabajo Editar


Definición Editar
Es un acuerdo por el cual una parte (trabajador) se obliga a prestar una actividad o servicio
y la otra parte (empleador) se compromete a retribuirlo mediante un salario.

Contrato individual de trabajoEditar


El contrato individual de trabajo sienta las bases de la relación trabajador-empleador. Este
contrato es especialísimo, propio de su especie, y contiene cuatro elementos principales:

Las partes, trabajador y empleador.


El vínculo de subordinación de parte del trabajador para con el empleador.
Los servicios personales realizados por el trabajador.
La remuneración (Salario)a recibir por el trabajador.

Los principios generales del derecho laboral tienen, por lo general, dos funciones
fundamentales:

Fuente supletoria: cuando la ley deja vacíos o lagunas, y no existe jurisprudencia, uso o
costumbre aplicable, los principios de derecho del trabajo entran como suplemento.
Fuente interpretadora: sirven también para interpretar la normativa vigente, cuando esta sea
confusa o haya diversas interpretaciones posibles.

El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo

es la conmemoración del movimiento obrero mundial. Es una jornada que se ha utilizado


habitualmente para realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales a favor de las
clases trabajadoras por parte, fundamentalmente, de los movimientos anarquistas y
comunistas, entre otros. Es día festivo nacional en la mayoría de países del mundo.

El Día Internacional del Trabajador se celebra el 1° de mayo. Se trata de una celebración


internacional por los derechos laborales y sociales de la clase trabajadora. Tiene su origen
en los Estados Unidos en la época de la Revolución Industrial, cuando los trabajadores
comenzaron a rebelarse contra las condiciones de trabajo que desfavorecían a la clase
obrera. El Día Internacional del Trabajador fue instituido en 1889 en París durante Congreso
Obrero Socialista de la extinta organización Segunda Internacional.

Este día se celebra para conmemorar a los Mártires de Chicago, trabajadores sindicalistas
anarquistas sometidos a prisión y otros a pena de muerte como consecuencia de los hechos
ocurridos en Chicago durante el 1° y el 4 de mayo de 1886. El 1° de mayo de ese año, en
Haymarket Square, se dio inicio a una serie de protestas en apoyo a la huelga masiva de
trabajadores que buscaban la reivindicación de la jornada laboral de ocho horas, y que
desencadenó en el hecho histórico conocido como la Revuelta de Haymarket o el Incidente
de Haymarket.

El 1° de mayo se iniciaron las movilizaciones, el 2 de mayo la concentración alcanzó las


50.000 personas, que fue dispersa por la policía de forma violenta.

En Venezuela se considera a la Tutela Judicial Efectiva como el poder que tiene toda
persona sea esta natural o jurídica, para exigir al Estado que haga efectiva su función
jurisdiccional, por consiguiente el conjunto de Derechos fundamentales reunidos en una
sola denominación como es la Tutela Judicial Efectiva, …
Tutela Judicial efectiva: Artículo 26. Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de
administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o
difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión
correspondiente.

Tutela Judicial efectiva: Artículo 26 El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible,
imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y
expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles.

El debido proceso: Antecedentes

El debido proceso es el conjunto de formalidades esenciales que deben observarse en


cualquier procedimiento legal, para asegurar o defender los derechos y libertades de toda
persona acusada de cometer un delito.

El concepto del debido proceso envuelve comprensivamente el desarrollo progresivo de


prácticamente todos los derechos fundamentales de carácter procesal o instrumental, como
conjuntos de garantías de los derechos de goce –cuyo disfrute satisface inmediatamente las
necesidades o intereses del ser humano–, es decir, de los medios tendientes a asegurar su
vigencia y eficacia. Este desarrollo muestra tres etapas de crecimiento (Ambrosio, 2000), a
saber:

Ningún hombre libre deberá ser arrestado, o detenido en prisión, o desprovisto de su


propiedad, o de ninguna forma molestado; y no iremos en su busca, ni enviaremos por él,
salvo por el juzgamiento legal de sus pares y por la ley de la nación.

El debido proceso en la legislación venezolana

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en sus artículos 49 y 51; la


Declaración Universal, artículos 10 y 11; Declaración Americana artículo 25; el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 14 y la Convención Americana
en su artículo 8, contemplan el derecho al debido proceso.

El Debido Proceso es un derecho

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en arreglo a la obligación


adquirida por el Estado para la garantía sobre el goce y ejercicio de los derechos humanos
(Art. 19 de la Carta Magna), y en concordancia con el artículo 8 de la Declaración Universal
de Derechos Humanos, y 2.3 y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
establece en su artículo 49 que el debido proceso se aplicará a todas las actuaciones
judiciales y administrativas.

En consecuencia, la defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado


y grado de la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de
los cargos por los cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo
y de los medios adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas
mediante violación del debido proceso. Toda persona declarada culpable tiene derecho a
recurrir del fallo, con las excepciones establecidas en esta Constitución y la ley.

Además establece el mencionado artículo, toda persona tiene derecho a ser oída en
cualquier clase de proceso, con las debidas garantías y dentro del plazo razonable
determinado legalmente, por un tribunal competente, independiente e imparcial establecido
con anterioridad. Quien no hable castellano o no pueda comunicarse de manera verbal,
tiene derecho a un intérprete.

Adicionalmente, señala de manera explícita el artículo que toda persona tiene derecho a ser
juzgada por sus jueces naturales en las jurisdicciones ordinarias, o especiales, con las
garantías establecidas en esta Constitución y en la ley. Ninguna persona podrá ser
sometida a juicio sin conocer la identidad de quien la juzga, ni podrá ser procesada por
tribunales de excepción o por comisiones creadas para tal efecto. Resalta además, que
ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma, su
cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad, y por tanto, la confesión solamente será válida si fuere hecha sin
coacción de ninguna naturaleza.

Así mismo, en su numeral 6, afirma que ninguna persona podrá ser sancionada por actos u
omisiones que no fueren previstos como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes;
mientras que en el numeral 8 la posibilidad de solicitar al Estado el restablecimiento o
reparación de la situación jurídica infringida por error judicial, retardo u omisión
injustificados.

Resulta importante destacar del contenido constitucional referido al debido proceso como un
derecho humano, el principio internacional de Presunción de Inocencia, que establece que
toda persona se presume inocente mientras que no se pruebe lo contrario. En caso de su
no incumplimiento podríamos estar frente a situaciones de discriminación y criminalización
de conductas o personas.

Todos estos principios recogidos en forma de derecho, fueron recopilados en el artículo 1


del Código Orgánico Procesal Penal, que establece que nadie podrá ser condenado sin un
juicio previo, oral y público, realizado sin dilaciones indebidas, sin formalismos ni
reposiciones inútiles, ante un juez o tribunal imparcial, con salvaguarda de todos los
derechos humanos; Establece igualmente el Código los derechos a ser juzgado por un juez
natural (art. 7), de Presunción de inocencia (art. 8), excepcionalidad de privación de libertad
(art. 9) y respeto a la dignidad humana (art. 10), todos en concordancia con lo establecido
en el Código Penal vigente.

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