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Caleb y La Chica Del Pelo Rosa
Caleb y La Chica Del Pelo Rosa
CALEB Y LA CHICA
DEL PELO ROSA
Sinopsis Lo último que Caleb quiere es regresar al pueblo en el que
creció, pero no puede negarse cuando su abuela le pide que lo haga para que
le eche una mano Emma, la chica con la que él salió en el instituto y que ahora
tiene una hija. Cumplir el deseo de la anciana no es tan fácil. Para empezar,
porque Emma lo odia. Y, además, ¿qué sabe Caleb sobre niños cuando lleva
toda su vida viajando de un sitio a otro y cuidando tan solo de sí mismo? Sin
embargo, cuando su vida choca con la de Emma todo parece tambalearse, los
recuerdos regresan, también los reproches, y esa química abrasadora que
compartieron en el pasado. ¿Es posible que las segundas oportunidades
existan para ellos?
INDICE
Prólogo
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
EPÍLOGO: MARIAN Y ASHER.
EPÍLOGO: AGATHA Y DANIEL.
EPÍLOGO: CASSIE E IZAN.
EPÍLOGO: CALEB Y EMMA.
EPÍLOGO: LA ABUELA AGNES.
Prólogo
(Unos años antes)
No todos los días se cumplían años, así que la abuela Agnes se sentía
aquel sábado especialmente satisfecha cuando bajó al comedor después de
asearse y ponerse alrededor del cuello un bonito pañuelo de seda rosa. Sonrió
al ver alrededor de la mesa a toda su familia, con sus nietos ocupando cada
silla y armando jaleo entre risas y charlas.
—¡Abuela! —Agatha la abrazó.
Hacía tiempo que no la veía porque casi siempre estaba en la
universidad. Agnes sabía que en el futuro haría algo grande, algo destinado a
cambiar y mejorar las vidas de la gente.
—Estás preciosa. Bonito colgante.
—Gracias. —Le besó la mejilla.
—¿Dónde está Cassie…?
Era la otra de sus nietas a la que no veía tan a menudo como le gustaría.
Las mellizas estudiaban fuera, aunque ella bien sabía que algún día lejano
regresarían a casa. En cambio, tenía la suerte de disfrutar cada día de dos
bisnietos que estaban asentados en Beaufort.
En ese momento llamaron al timbre.
—Voy yo —dijo Caleb.
La voz de Cassie se escuchó desde el salón.
—¿He llegado la última? Dime que no, por favor.
—Lo has hecho. Como siempre —contestó Caleb.
—¡Mierda, maldita sea!
Izan se reía a su espalda mientras ella entraba en el comedor. Al ver a su
abuela a lo lejos, soltó las maletas en mitad de la habitación y corrió a
abrazarla como si hiciese años que no la veía en lugar de tan solo dos meses
que ahora parecían demasiado.
—Tienes buena cara, abuela.
—Eso es porque me ves con buenos ojos.
Cassie sonrió con dulzura y luego todos se acomodaron alrededor de la
mesa y fueron sirviendo la comida, que era abundante y deliciosa. El ambiente
distendido y relajado los acompañó mientras reían, hablaban y se ponían al
día. Agnes no podía quitarles los ojos de encima a todos los que allí estaban,
acompañándola en un día tan especial.
Cuando la comida terminó, Agatha se ausentó unos segundos y, al
regresar, dejó delante de la abuela un regalo cuadrado y envuelto en papel
rojo.
—Es para ti, de parte de todos nosotros.
—Esperamos que te guste —añadió Marian.
—Ohhh. No teníais que hacer nada. Sé que estáis ocupados. Tenéis
trabajo y estudios, hijos, muchas cosas que atender en el día a día. —Sacudió
la cabeza.
—Para ti siempre hay tiempo, abuela —insistió Cassie.
—Veamos… —Comenzó a quitar el celo lentamente.
Cuando consiguió arrancar el papel, se quedó mirando con curiosidad la
tapa del cuaderno de memorias que le habían regalado. Le temblaban las
manos arrugadas al abrirlo. Dentro, estaba toda su vida. Notó que los ojos se
le humedecían cuando se dio cuenta de que, aunque fuese olvidando cada vez
más momentos, lugares y personas, en esos papeles seguirían intactos sus
recuerdos. Sus nietos habían buscado fotografías y, al lado de algunas de ellas,
habían escrito de qué año eran, quiénes estaban, qué instante se había
inmortalizado.
Ahogó un sollozo al ver algunas fotos de su difunto marido. Las de su
boda, las del día en el que nacieron sus hijos, un almuerzo en el campo, algún
que otro viaje…
—¿Te gusta, abuela? —preguntó Agatha.
—Es… es precioso… —Sollozó.
—Pero no es para que te pongas triste.
—No lloro de tristeza. Lloro de felicidad.
Todos sonrieron alrededor de ella. Abby se sentó a su lado y empezó a
preguntarle sobre algunas instantáneas y qué momento habían capturado. La
abuela Agnes se pasó el resto de la tarde relatándole historias, sucesos del
pasado, y rememorando toda su vida con una sensación de paz y calma que
hacía mucho que no sentía. Pero ese día pensó que era afortunada por tener esa
familia y envejecer junto a los suyos.
Al caer la tarde, abrazando el cuaderno, suspiró.
—¿En qué piensas, abuela? —le preguntó Caleb.
Miró a su nieto mayor. El más testarudo. Cuánto le había costado hacerle
entender y ver que su felicidad estaba justamente en el lugar del que llevaba
años huyendo.
—En que por fin siento que todo encaja.
La abuela Agnes sonrió llena de felicidad.
FIN
SERIE LA FAMILIA REED
NOTA DE LA AUTORA: Me preguntáis a menudo
cómo podéis enteraros de las fechas de salida y estar al
tanto de todas las novedades. Podéis encontrarme en
Facebook o Instagram con mi nombre, allí os aviso de
todos los proyectos que voy haciendo y anuncio portadas y
sinopsis. Muchas gracias por leerme.
A continuación, os dejo el listado con algunas de mis
novelas:
Serie Seduciendo…
Bilogía Tentaciones…
Serie Besos…
Serie Chicas Magazine…
Otras novelas…
Table of Contents
Prólogo
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EPÍLOGO: MARIAN Y ASHER.
EPÍLOGO: AGATHA Y DANIEL.
EPÍLOGO: CASSIE E IZAN.
EPÍLOGO: CALEB Y EMMA.
EPÍLOGO: LA ABUELA AGNES.