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Cuento Aspectos Formales de La Lengua Escrita
Cuento Aspectos Formales de La Lengua Escrita
Cuento:
Un Hacendado
Con Corazón De
Piedra
Participantes:
Duarte Ana.
Duarte Betsabe.
Mora Neida.
Había una vez un Hacendado que tenía 10 perros salvajes, mismo que usaba para
asustar a sus sirvientes y cuando lo ameritaba; los alimentaba con aquellos criados que se
atrevieran a causarle un disgusto, lo cual debido a su delicado carácter era muy frecuente.
Un día un sirviente cometió el error de solo poner un pan en el plato del hacendado y
no dos como Él lo había solicitado, por lo que de inmediato y muy furioso pidió que llevaran
al sirviente ante El para recibir su castigo.
Durante el primer día el criado se dirigió al guardia que se encarga de cuidar a los perros
y le pidió que le permitiera ser ayudante durante los siguientes 10 días, el guardia estaba muy
desconcertado y no entendía porque aquel hombre quería pasar sus últimos días junto a las
bestias que serviría como alimento pero estuvo de acuerdo que alguien aligerara su carga de
trabajo le parecía una estupenda idea, así fue como el sirviente
durante 10 días ayudo a cuidar a los animales, al principio como
era de esperarse tenía que entrar junto al cuidador para que los
perros no los atacaran, les limpiaba sus desechos y como no hubo
más sentencias en esos días los perros se alimentaban con las
sobras de la cocina de la hacienda, las cuales eran servidas por el sentenciado quien termino
ganándose la confianza de los perros y podía atenderlos por si solos hasta se daba el lujo de
jugar con ellos mientras los bañaba.
Pasaron los diez días y el sirviente sabía que su tiempo había terminado, así que El
Hacendado ordeno que fuera arrojado a los perros frente a todos para recibir su castigo y que
eso le sirviera de escarmiento a todo los empleados de la hacienda, sin embargo al ser lanzado
a los perros las cosas no salieron como el Hacendado lo imagino, los feroces caninos solo
lamian sus pies descalzos y se acercaban al sirviente para ser acariciado, el dueño de la
hacienda totalmente desconcertado ante lo que sucedía dijo: ¿Qué les pasa a mis perros?
¿Qué les han hecho? El sirviente respondió: mi Señor sus perros solo están siendo agradecidos
serví a ellos solo diez días y los perros no olvidaron mis servicios, sin embargo a usted le serví
fielmente por diez años y usted se olvidó de todo al primer error, el Hacendado quedo atónito
ante aquella escena, y se dio cuenta de su error por lo que ordeno que el criado fuera puesto
en libertad inmediatamente.
A veces por un error o algo que no nos gusta olvidamos quien estuvo con nosotros en
las buenas y en las malas quien nos dio todo
sin esperar nada a cambio y quien en un
momentos de nuestras vidas fue de gran
apoyo, siempre date el tiempo para
agradecer a las personas que te aman y hacen
o han hecho una diferencia en tu vida. La
lealtad es un valor que no tiene precio.
Por lo tanto, así como dice la palabra de Dios en Colosenses 3:15 Que gobierne en sus
corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.
¡SIEMPRE AGRADECIDOS!