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TRES PREHISTORIAS DE COLOMBIA ‘Uno de los grandes vacios dentro de la Bibliografia colom- biana era la Prehistoria. Existian numerosos y poco afortunados textos de bachillerato, en los cuales se cometian toda clase de atro- cidades con esta ciencia, entre ellas citar a nuestros grupos indige- nas actuales (muchos transistorizados y con motores fuera de borda) como indigenas prehistoricos. No existia un solo libro s0- bre Prehistoria que se pudiera utilizar a nivel universitario, hasta ‘que de pronto, en un periodo de cuatro afios, aparecen tres mag- nificos libros que vienen a cubrir generosamente esta deficiencia. Son ellos la “Prehistoria” de Luis Duque Gémez; “Colombia”, de Gerardo Reichel-Dolmatoft, y “Arqueologia y Prehistoria de Oo- lombia”, de Eliécer Silva Celis. Duque Goma, Luis. —Prekistoria, Vol. 1, & Vy ‘de Ia Historia Extensa de Colombia, Bogot ‘Academia Colombiana de Historia, Edicion Lerner, 1965 y 1967. Luis Duque Gémez, Director del Departamento de Antropolo- gia de la Universidad Nacional de Colombia, y a quien recordamos por su magnifica Direccién del Instituto Colombiano de Antropo- logia, arquedlogo infatigable en San Agustin, fue comisionado por la Academia Colombiana de Historia para realizar el volumen I de la Historia Extensa de Colombia, cuya temética es precisamente la Prehistoria. Ningin académico mejor preparado que 4, para emprender esta gran obra de sintesis. Duque Gémez ha dividido su trabajo en dos tomos. El primero recoge la Etnohistoria y la Arqueologia colombianas. BI segundo se refiere a las tribus indigenas y a los sitios arqueol6gicos. — 207 En el primer tomo ofrece una parte introductoria, en la cual presenta las particularidades geogréficas del territorio colombiano, teorias de poblamiento, métodos eronolégicos y una Historia de la Prehistoria en Colombia, La segunda parte es una Etnografia In- igena Colombiana, que realmente no se habia emprendido tampoco hasta la fecha, Su parte més valiosa para la ciencia son las corre- laciones y la panordmica general, proyectada a todo el smbito co- lombiano. En el segundo tomo, Duque Gémez se enfrenta a un problema teorético trascendental, que es el de la metodologia a utilizar en el estudio de la Prehistoria y Etnohistoria colombianas. Lo resuel- ve de una forma mixta arqueolégica y geografica. Asi, sigue el método arqueolégico de Paleoindio, Areaico y Formativo en el ca- pitulo I y luego a partir del III reagrupa en éreas geogréficas, co- mo la Vertiente del Pacffico, Cuenca del Canca, ete. La segunda division da exeelentes resultados para el estudio de las culturas formativas, pero presenta algunas dificultades en la Cordillera Central, al hacer alusién a San Agustin y otras culturas arqueol6- gicas. En este caso Duque Gémez sefiala claramente en apartes, cuando se esté refiriendo a culturas puramente arqueolégicas. La parte mejor trabajada es precisamente In de Ia Cordillera Central, en Ia cual Duque Gémez es un auténtico especialista por sus inves- tigaciones de campo. El tomo II es mucho més te6rieo que el pri- mero, més descriptivo. La obra de Duque Gémez representa el mayor y mejor esfuerzo de cuantos se han hecho hasta la fecha por ubiear y definir princi- palmente las culturas formativas, asi como sus correlaciones. Roicumi-DouscaTorr, Gxranoo.— Colombia, London, ‘Thames and Hudson, Col. Ancient Peoples and Places, 1985, 231 pags. Gerardo Reichel-Dolmatoff, ex partamento de Antropologia de la Universidad de los Andes y uno de los mejores arquedlogos de Colombia y de América, investigador de primera linea en Etnografia y Etnologia y hondamente, entra- fiablemente unido a nuestro Instituto Colombiano de Antropologia del cual ha vuelto a formar parte, publicd en 1965 este libro de Colombia en 1a conocida coleccién de “Ancient Peoples”, con una Proyecci6n divulgativa, pero ha resultado uno de los manuales més profundos y densos sobre Prehistoria Colombiana. Reichel-Dolmatoff tiene un enfoque t{picamente arqueolégico sobre la Prehistoria, que presenta en una secuencia de pueblos ca- zadores y recolectores, recolectores de moluscos y primeros agricul- tores. Una vez en el Formativo, realiza una interesante division de las culturas, con arreglo al sistema politico: cacicazgos y federa- ciones. Estas titimas son propiamente nuestras culturas més avan- zadas: Tairona y Muisca. Aunque la obra esté sumamente bien equilibrada tiene sus me- Jores aportaciones en el Arcaico, donde se realiza un sinfin de sugerencias sobre migraciones y correlaciones de culturas de la costa atlntica. No en vano Reichel-Dolmatoff es practicamente el deseubridor de este periodo de la Prehistoria colombiana, con esa importante clave de Puerto Hormiga. En la parte relativa a las federaciones vemos un esfuerzo de Reichel por revaluar lo referente a los Tairona y disminuir en cambio la importancia que tradicionalmente se viene concediendo 1 los Muisea, Posiblemente el hecho obedece a un deseo de ubjcar mejor ambas culturas, dentro de un contexto desapasionado y sin influencias histéricas. La obra de Reichel-Dolmatoff representa el mejor esfuerzo tebrico por estructurar nuestra Prehistoria en unas secuencias ero- nolégicas. Su mejor acierto es, sin duda, el periodo Areaico. SHWA Ceuis, Kusicer, —Arqueologia y Prehistoria de Colombia. Tunja, Prensas de ln Universidad Pedagégica y Tecnoléziea de Colombia, 1968, 224 page. Hligcer Silva Celis, Rector de la Universidad Pedagégica y Tecnologica de Tunja, y Director del Parque Arqueolégico de So- gamoso, arque6logo ilustre, igualmente muy vinculado al Instituto Colombiano de Antropologia, del cual formé parte, nos presenta un trabajo de recopilacién de sus muchos afios de investigacién de campo en esta Arqueologia y Prehistoria de Colombia, que tiene un enfoque centrado en e] Area Muisea, especialidad del antropélogo. La obra consta en realidad de cuatro partes: Arte rupestre comparado de Colombia; Las estatuas de la salina de Mongua; una inspeccién arqueolgica por el Alto rio Minero y antigiiedad y relaciones de Is civilizaeién Chibcha. En la primera proyecta una verdadera teorfa sobre el arte rapestre colombiano, apoydndose en sus experiencias de eampo anteriores, particularmente en su tra~ — 299 bajo de El Encanto (Caquetd). Resulta muy valiosa la aplicacién de elementos decorativos de cerémica arqueolégica al simbolismo del arte rupestre. La parte relativa a Jas estatuas de la salina de Mongua es lo mis novedoso de la obra, pues es el primer informe realmente cien- tifieo de In estatuaria de Mongua, tan debatida por la prensa. Re- valiia al pueblo Muisea como escultor incluso de megalitos. La ter- cera parte recoge un trabajo de urgencia del investigador # una zona afeciada por la guaqueria, en el Municipio de Buenavista (Boyacd), que dio excelentes resultados en lo que respecta @ se- pulturas y cerdmica de los Muisea. La tiltima parte es un trabajo sumamente original. Silva Celis nos transforma al dios Bochica de los Muisca en un héroe eultu- ral, comparable, segin é1 mismo nos dice, con Viracocha 0 Quet- zaleoatl. A través de un estudio histérico-arqueolégico eva la ‘eronologia Muisca hasta el cuarto o quinto siglo a. d. C. Una mues- tra de ma(z utilizado en el ceremonial de sacrificio de los Muisca de Sogamoso dio 1.640 afios més-menos 50, caleulada hacia 1950, siendo por ahora la primera cronologia absoluta de esta importante cultura colombiana. La obra de Silva Célis representa el mejor trabajo en el area de la Prehistoria Muisca. MANUEL Lucena SaLmonAd. Louxorka, Oxsr18, —Classifioation of South Ame- rican Indian Languages. Latin American Cen~ ter, University of California. Los Angeles, 1968 458. pigs, La aparicién de esta obra, tanto tiempo esperada en la forma definitiva en que se prometia presentarla su autor, corresponde a la cuarta edicién de sus trabajos de investigacién de més de treinta afos sobre el problema de clasifieacién de lenguas y dialectos in- digenas suramerieanos. No pudo ver él esta culminacién de sus pa- cientes esfuerzos porque fallecié meses antes de entrar en prensa el manuscrito de su libro, que dejé terminado y enhorabuena eonfia- do al Profesor Johannes Wilbert, quien lo dio a luz en magnifica edicién patrocinada por el Centro Latinoamericano de Venezuela y los Regentes de la Universidad de California, Debe recordarse a propésito de esta cuarta edicién que Lou- kotka, en su afin de clarificar el problema de parentescos de lenguas 300 — i ¥ dialectos indigenas de esta parte del continente, sometié de tiem- po en tiempo sus investigaciones lingilfsticas a Ia erftien de los ex- pertos en tan compleja materia, desde el modesto cuadernillo de 26 pAginas en que presents los resultados preliminares de sus tra- bajos bajo el titulo de Clasificacién de las lenguas sudamericanas (Praha, 1935) traducida Iuego al checo Roztridéni jihoamerickyeh jaeykd (Praha, 1941) y ampliada més tarde en su Klassifieation der sudamerikanischen Sprachen. (Berlin, 1944), hasta llegar a la obra cumbre de mas de 450 paginas, que comentamos, sin contar eon que en asocio del Profesor Rivet contribuyo en In seccién Lan- gues de VAmérique du Sud et des Antilles para la segunda edicién de Les Langues du Monde (Paris, 1952), conforméndose con las ideas. de Rivet, su maestro, en el sistema de agrupamiento por familias lingiifsticas. Todo ese empefio publicista en el intento de lograr con la discusién de problema de tanta magnitud etnogréfica, una solucién adecuada a la circunstancia antigua y actual de la line gilistica indigena suramericana. Pudo asi obtener Loukotka opi- niones de las mayores autoridades sobre la materia, disponer de preciosos materiales manuseritos inéditos y enriquecer la biblio- grafia, ya de suyo considerable, para su obra capital de tantos aflos de constante y agotadora labor americanista. Al empezar Loukotka sus indagaciones treinta afios atras en el panorama de la lingiistica indigena suramericana, a la que quiso de preterencia dedicar su vida por ser la més necesitada de investigacién, se encontré con el espectéculo de mas de tres mil formas de expresién humana entre lenguas y dialectos hablados atin en su mayor parte, extinguidos algunos y en punto de desa- parecer otros, segin las noticias que pudo recoger en Praga. Al- gunos intentos de agrupamiento se hablan hecho con anterioridad sobre ese ingente caudal lingilistieo por los antiguos misioneros y modernamente el problema habia sido considerado por expertos de la talla de Daniel Brinton, Alexander Chamberlain, Paul Rivet, J, Alden Mason, Wilhelm Schmidt y otros, pero atin quedaba mucho por hacer y Loukotka tomé a su cargo la empresa, Mediante viajes, consultas, estudios comparados y sobre la base de lo ya averiguado formé él su propia clasifieacién que fue complementando, rectifi- cando y perfeccionando a medida que nuevos datos, o sugestiones o adelantos de la cieneia lingilistica se lo imponian, Fue é1 quien primero traté de precisar la posieién de los idio- mas mezelados y para ello sefial6 las intrusiones 0 vestigios, segin Ja cantidad de elementos ajenos que predominabe en ellos, con Io que se evitaban errores y difieultades en Ia clasificacién y creemos — 301 que a 61 también se debe el esclarecimiento del intrincado problema de los idiomas del Brasil, como complemento de los trabajos de los ingilistas citados y los aportes de Koch-Grinbers y Nimuendajé. Otros notables avances se encuentran en la postrera clasificacion de Loukotke, entre otros la aplicacién del método léxico-estadistico ‘en la distribucién de las grandes familias Arawak, Karaib, Tupi y Zamuko} la divisién general de idiomas en tres grandes agrupacio- nes segiin su situacién geogréfica: Languages of Paleo-American Tribes, Languages of Tropical Forest Tribes y Languages of An- dean Tribes, divisién que se conforma con las teorfas més modernas sobre la materia, Dentro de ella se consideran trece subdivisiones y ciento diez y siete troncos, grandes, pequefios o aislados y, por iiltimo, no esta de més sefialar como innovacién los cuadros sin6pti- ‘cos que ofrece el autor a manera de demostracién del parentesco de Jos grupos por medio de un voeabulario esquemético que él estima suficiente como prueba, en contraste con idiomas aislados que, por Jo menos lexicogréficamente no tienen ninguna relacién con los dialectos vecinos. Creemos, en suma, que esta Classification of South American Indian Languages es obra respetable, digna de tenerse en cuenta, como basica por la suma de datos que contiene, en las actuales y futuras investigaciones de Ia lingiistiea indigena americana para Ja sintesis tan anhelada por todos e intentada ya por algunos en macro conjuntos, para formar un phylum y un superphylum y quizé, como lo pronostican algunos investigadores del grupo de Lingliistica de Verano, llegar a establecer la existencia de cinco o seis lenguas madres en todo el continente procedentes de troncos antiquisimos uralo-altaicos, sino-tibetanos y malayo-polinesio-aus- tralianos, Smncio Exias Onriz Onmiz Sena10 Eufas.— Prekistoria. Lenguas y Dit loctos Indigenas de Colombia, V. I, t. TH. Historia Extensa do Colombia, Bogoté, Edit. Lerner, 1985, “Sergio Elias Ortiz, investigador del Instituto Colombian de Antropologia, nos ofrece en este libro un extraordinario trabajo de sintesis dentro del terreno de la Geografia Lingilistica Colombiana, una de las ramas basicas para el estudio de la Prehistoria. La obra Je fue confiada por la Academia Colombiana de Historia, entidad 302 — a la que pertenece como miembro de nimero y realmente no se podia haber hecho mejor eleccién, dado que Sergio Elias Ortiz ha venido trabajando en este campo durante los tiltimos 35 afios, reu- niendo una bibliografia exhaustiva y un conocimiento maduro, ca- az de presentarnos en forma muy clara el estado actual de la pro- blemética sobre la Geografia Lingtistica Indigena en nuestro pais. Las lenguas indigenas colombianas son clasificables, segdn Ortiz, en seis grandes familias: Chibcha, Guahibo, Puinabe, Séliva, ‘Tukano y Witoto (en la introduceién sefiala también el Bora, como familia). Junto a ellas coloca cuatro “mareas lingilisticas” di- ficiles de precisar dentro de una cronologia, que son: Arawak, Ka- rib, Kechua y Tupf-Guarans. Retine luego lenguas y dialectos perte- necientes a familias de otros origenes, que forman ast mismo en- claves lingiiisticos en Colombia y son: Yurumangui, Malla, Guama, Zéparo, Xebero o Jebero, Yaruro, Otomak, Yagua y Mura, Final- mente redne en el capitulo IV las lenguas no clasificadas, como Malibi, Hoxa, Envuelto, Lache y otras, ‘Sumamente interesantes son los apéndices, en los que el autor estudia la proyeccién de la teorfa de MacQouwn sobre las lenguas ¥ dialectos indigenas de Colombia, un cuadro sobre la clasifieacion moderna de lenguas y dialectos indfgenas en nuestro pais y un efileu- lo probable de la poblacién que todavia habla lenguas indigenas. Ba- sado en datos de Gerardo Reichel-Dolmatoff, V. Igualada, Maree. lino de Castellvi y Jestis M. Otero, calcula que existen unos 150.000 indigenas que todavia hablan su lengua, de los que supone bilin- siies a un 50 por ciento. Conclaye que es un descenso considerable sobre la cifra de 850.000 indfgenas existentes en Colombia en tiem pos del descubrimiento de América, segim Rosemblat, pero expli- cable por la absoreién del indfgena dentro de poblaciones mestizas, que representan Ia mayoria de Colombia, E] libro esté complementado con una serie de mapas sobre los movimientos de las tribus de las principales familias lingilisticas, que facilitan la mejor comprensién de estos problemas y con una bibliografia de 464 titulos, Una gran obra que estébamos necesi- tando con urgencia para la comprensién de la Prehistoria eolom- biana, ‘MANUEL LUCENA SALMORAL, Reicust-Douseatorr, Guraxvo.—Desana. Simbolio- ‘mo de loa indios Tukano det Vaupés, Bogoti, Universidad de los Andes, 1968; 270 pfs, XVI iam, iTust, Buena parte de la actividad investigativa de Gerardo Reichel- Dolmatoff en la Universidad de los Andes, donde desempefié el cargo de Director del Departamento de Antropologia, se proyect6 al Smbito etnolégico y cristaliza en este libro espléndido titulado “Desana”, del que tanto se ha hablado y se sigue hablando en los circulos cientificos colombianos. Bl contenido de los “Desana” viene claramente especificado en el subtitulo: Simbolismo de los indios Tukano del Vaupés. El libro esta dividido en tres partes gue tratan de la tribu y su me- dio ambiente; el mito de la creacién, y el simbolismo religioso. Fi nalmente se afiaden nas conclusiones y unos apéndices, consisten- ‘tes en mitos, lista dingnéstiea, Iéxico-estadistiea y nombres de ani- males. Se completa con unas liminas y unos indices. El libro de Reichel-Dolmatoff es una aportacién importante Ja etnologia colombiana y nos ofrece un anélisis profundo de 1a cultura espiritual de este grupo indigena del Vaupés, pero, desde nuestro punto de vista, su aspecto més trascendente es el metodolé- ‘ico, donde se ha hecho toda una proyeccién teorética, susceptible de generalizacién y, por consiguiente, de alto valor cientifico. Reichel-Dolmatoff plantea en su introduecién la problemétiea de la Btnologia y la Etnografia colombianas en su momento pre- sente, hecho este que le sirve para justifiear Ia metodologia que hha utilizado y adn para proponer a la misma como una solucién para la situacién de emergencia en que nos encontramos. B] investigador sefiala como hipétesis una realidad bien co- nocida de todos y es que la Etnologfa colombiana se enfrenta a un problema de urgencia, dado que los grupos indigenas desaparecen muy répidamente, sin haber sido estudiados. Afirma luego que pese a esta situacién angustiosa no hay un grupo de etnélogos dispuestos ‘a dedicarse a estas investigaciones, dada la falta de medios eco- némicos (materiales costosos, grandes viajes a zonas aisladas) y el hhecho de que los existentes actualmente en el pais no pueden de- dicarse a realizar investigaciones exhaustivas (monografias sobre los modelos establecidos por Malinowski, Evans-Pritchard, ete.) bajo este plan de emergeneia, en el cual lo més importante es sal- var las informaciones. 4Solucién? 304 — La solucién est expresada en estas palabras suyas: “Reducien- do entonces drésticamente el campo de estudio a las manifestacio- nes més fundamentales del espiritu, se podria pensar entonces en trabajar con informantes nacidos en tribus pero que ya se encien- tren fuera de su habitat, es decir, eon indigenas bilingties que, por una u otra raz6n, vivan en un centro urbano”. ‘Los “Desana” es simplemente la praxis de Ia teoria formulada; 1a factibilidad de la hipétesis. Reichel-Dolmatoff ha escrito los “Desana” sirviéndose de un solo informante, llamado Antonio Guzmén, indigena Takano, pero bilingtie (ademés habla media docena de dialectos) ex-soldado y estudiante de ingenieria en una Universidad Colombiana. La metodologia informativa ha sido la siguiente: entrevista sin planeacién; entrevistas planeadas, y narraciones escogidas por el propio informante, En la segunda etapa, de entrevistas planea- das, el investigador pedia al informante que se preparara sobre determinados temas que se iban a sondear con unas series de pre- guntas, En cuanto a la profundidad de conocimiento se trabajé en tres fases: a) Inventario de los animales de la regisn; b) Descrip- cién de la conducta de dichos animales; c) Origen de los animales, el hombre y la creacién, Todos los datos eran recogidos en su forma original y transcritos diariamente en fichas. Tras los cuatro primeros meses de informacién, se pasé a la elaboracién, en Ia cual intervino e] mismo informante. Los eontroles del material, es decir, la comprobacién de que Ja hipétesis era correcta, fueron realizados de tres formas: a) Comparando los datos con una grabacién de cuatro horas que hizo un miembro del Instituto Lingiiistico de Verano a un an- ciano Desana, La temética estaba también centrada en creacién, divinidades, caza, pesea y normas que deberia seguir la nueva ge- neraci6n, qi b) Cotejo del material con las fichas sobre literatura etnolé- giea del Vaupés, que el informador habia obtenido durante los aftos anteriores ©) Un viaje a la misma Tribu Desana del Vaupés. Reichel-Dolmatoff afirma que los datos suministrados por Antonio Guzmén coineidian totalmente con los que le suministra- ban otros informantes en el terreno, por lo cual, al regresar a Bo- goté, no tuvo necesidad de hacer cambios a lo que estaba escrito. La hipétesis estaba verificada. — 305 Es indudable que la metodologia utilizada por Relchel-Dolma- toff podria servir de modelo para salvar un enorme material etno- Végico colombiano, toda vez que aceleraria positivamente la reco- lecci6n de datos y evitaria pérdidas irreparables, pero plantea tam- bién algunos serios problemas a los cientificos sociales. En primer lugar descuantificaria la ciencia Etnolégica, incluida técnica de muestreo y valoracién de los resultados. En segundo lugar plan- tea la duda de si el caso particular de los “Desana” es generaliza- ble para los distintos grupos indigenas colombianos. En tercer lugar, y esto es lo més importante, cabe preguntarse: ; Cudntos An- tonio Guzmén tienen nuestras tribus indigenas? El mismo Reichel- Dolmatoff reconoce que su informante es, en verdad, extraordi- nario. Finalmente hay que advertir que la metodologia de los “De- sana” ha dado resultados en el caso especifico de un investigador de la talla y experiencia de Reichel-Dolmatoff, quien previamente ha dedicado su vida entera a la investigacién de los grupos margi- nales colombianos. ‘Ten‘a, por consiguiente, un ‘control experi- mental sobre las informaciones que se le iban suministrando pero, al igual que en el caso de Antonio Guzmén, cabe la pregunta: %Cudntos Reichel-Dolmatoff hay en Colombia? La metodologia es sugestiva; sus posibilidades son ilimitadas, pero la consideramos muy peligrosa de generalizar. La ‘iltima cues. tién que habria que confrontar es si los defectos que se derivaran de su uso podrian justificarse, en parte, bajo el plan de emergencia en que nos encontramos. MANUEL LucENA SaLMoRAL.

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