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Definición Deguerra Mundial
Definición Deguerra Mundial
¿Quieres conocer las mayores batallas por las que ha atravesado el hombre a lo
largo del tiempo?
Quédate con nosotros y las descubrirás.
Hay dos tipos de reacciones en aquellos que se aproximan por primera vez a la
historia: los que se quejan diciendo que la historia no son más que fechas y nombres
y los que quedan fascinados por la forma en que los avatares de la misma han
configurado el presente tal y como lo conocemos.
Precisamente las batallas son las grandes víctimas de este debate: ¿son una sucesión
de datos aburridos o por el contrario, representan momentos claves en la Historia de
la Humanidad?
Un estudio reciente ha estimado que se han librado más de 12.000 batallas a lo largo
de la Historia.
Una batalla no solamente determina al ganador de una contienda sino que también
puede tener otro tipo de consecuencias a largo plazo.
Las pérdidas materiales afectan sin lugar a dudas a la economía de una ciudad, región
o país entero.
Si sigues los enlaces de este artículo, te darás cuenta de que las cosas hubieran
podido ser muy diferentes si una batalla hubiera tenido otros resultados.
¿Sabías que...
La guerra se refiere a un conflicto sociopolítico que involucra a varias entidades, ya
sean países, coaliciones, dinastías, facciones, etc… Tiene un componente estratégico.
La batalla se refiere a un enfrenamiento físico entre dos o más entidades. Tiene un
componente táctico.
Seguro que más de una vez has escuchado la desafiante expresión «has ganado esta
batalla pero no la guerra«
Las batallas y el modo de llevarlas a cabo han ido cambiando a lo largo de la Historia.
Los guerreros han modificado sus armas y sus uniformes, los generales han creado
nuevas estrategias, la logística se ha mejorado…
De la misma manera, los adelantos tecnológicos han contribuido a que muchas cosas
cambien, en especial las comunicaciones.
Sin embargo, para quienes las luchan, siempre es lo mismo: matar antes de que te
maten y destruir la propiedad ajena para perjudicar al otro bando.
Comenzamos hablando de las batallas de Antigüedad ya que son las primeras de las
que tenemos constancia escrita.
¿Quiere decir esto que no hubo batallas en épocas más antiguas? Seguramente sí,
pero desgraciadamente no han llegado hasta nosotros.
Además, hoy día los espartanos de las Termópilas siguen siendo un ejemplo de valor,
sacrificio y amor a la patria.
Si avanzamos un poco más en el tiempo, nos encontramos con uno de los mejores
generales de la Antigüedad. Se trata, en efecto, de Alejandro Magno, quien estuvo a
punto de conquistar todo el mundo conocido a pesar de su juventud.
Esta batalla se enmarca dentro de la Segunda Guerra Púnica cuya victoria fue para
Roma, por lo que tenemos un ejemplo de cómo el ganador de una batalla no tienen
por qué ser el de la guerra.
El amor y la guerra
De la Batalla de Actium siempre se recordará una de sus consecuencias: los suicidios
de Marco Antonio y Cleopatra, la sublimación del romance que les hizo pasar a la
Historia.
Además, se considera que a partir de esta batalla ganada por Octavio Augusto, quien
sería el primer emperador romano, comienza la Edad de Oro de Roma.
Las batallas de la Edad Media
Hoy día, aún existen distintos puntos de vista entre los especialistas acerca de lo que
ocurrió en realidad.
La velocidad con la que llevaba a cabo estos ataques hacía que los nobles no tuvieran
tiempo de reaccionar.
Los siglos XVI, XVII y XVIII trajeron muchas innovaciones al campo militar,
especialmente por la aparición de las armas de fuego que revolucionarían la forma
de combatir.
¿Sabías que...
Tras la batalla de Pavía, el rey francés Francisco I estuvo prisionero en Madrid hasta
que Carlos I le hizo firmar el Tratado de Madrid para que renunciara a algunas de sus
posesiones.
Otro motivo por el que todo el mundo conoce esta batalla es porque en ella
participó Miguel de Cervantes, atrofiándose la mano izquierda debido a una bala
perdida.
Aunque Cervantes fue conocido como «el manco de Lepanto» en realidad no perdió la
mano, sino que le quedó inservible
Y, ¡cómo no! No podemos abandonar la Edad Moderna sin hablar del gran Blas de
Lezo y su victoria en la Batalla de Cartagena de Indias (1741)
A pesar de que logró avergonzar a los ingleses gracias a su táctica, Blas de Lezo jamás
fue recompensado en vida por esta batalla.
El siglo XIX comienza con la Batalla de Austerlitz (1805), una de las victorias más
importantes del general Napoleón Bonaparte, quien será el protagonista de muchos
de los eventos militares y políticos en Europa en esta época.
Seguimos con Napoleón pero esta vez, con su primera gran derrota. Se trata de
la Batalla de Bailén (1808) y supuso la primera vez que el ejército napoleónico era
vencido en Europa.
Son muchas las batallas que podríamos escoger para representar la Primera Guerra
Mundial pero en este caso hablaremos de la Batalla del Somme (1916) que fue
especialmente larga, cruel y violenta.
La Batalla del Somme fue descrita por un oficial alemán como una «tumba de barro»
Si alguna vez se creyó que la Primera Guerra Mundial, llamada entonces la Gran
Guerra, había sido suficiente para demostrar el poder de destrucción del hombre, fue
algo que se olvidó rápidamente.
La Segunda Guerra Mundial estallaba apenas treinta años después y tendría
efectos aún más devastadores.
Una de las últimas batallas de esta guerra fue la Batalla de Midway (1942) cuya
importancia reside en que consiguió frenar la invasión japonesa por el Pacífico.
¿Sabías que...
Algunos historiadores creen que los lanzamientos de las bombas atómicas sobre
Hiroshima y Nagasaki son una consecuencia directa de la batalla de Okinawa.
Una batalla puede suponer el final o el principio de una guerra, puede acabar con la
disolución de un Estado, puede encumbrar a un general o hundirlo…
IDEAS
Periodista
"Cómo puedes pedir que las nuevas generaciones sean exitosas, que luchen
por su país, lo defiendan, lo quieran, lo amen, si solamente les puedes
enseñar la derrota. La ecuación es imposible”.
"Cómo puedes pedir que las nuevas generaciones sean exitosas, luchen por
su país, lo defiendan, lo quieran, lo amen, tengan el espíritu de la victoria, si
sólo les puedes enseñar la derrota. La ecuación es imposible”.
De esta forma, el historiador y politólogo Jorge Abastoflor da su perspectiva
sobre la matriz que a su parecer prima en la enseñanza de la historia en
Bolivia, respecto de las guerras y las pérdidas territoriales, en la que él
considera que prima una mirada derrotista.
De su lectura se desprende, por ejemplo, que Bolivia defendió a ultranza
territorios, ganó guerras, formó parte de alianzas victoriosas, y hasta fue un
país expansionista (Confederación Perú-Boliviana).
Está claro que no es fácil imaginar que Bolivia ganó más guerras de las que
perdió. Pero este historiador da elementos para al menos abrir el debate
respecto de la forma en cómo concebimos la historia desde la enseñanza.
Punto de vista
Mariano BaptistA, historiador
Estoy de acuerdo con que haya un enfoque más positivo en la enseñanza
No es pues así... Porque con esa línea de pensamiento habríamos ganado
la Segunda Guerra Mundial también, porque éramos aliados de EEUU; le
ganamos a Japón y Alemania... No se puede llegar a estos extremos.
Me parece positivo lo que dice Abastoflor, pero perdimos territorios
inmensos en el Acre, y Brasil nos dobló el brazo. Tenía 4.000 hombres ahí
para intervenir si no firmábamos posteriormente el acuerdo de Petrópolis.
Yo tengo una nota ahí en las Cartas para comprender la historia de Bolivia,
que le manda el Gobierno a Pando, que estaba yendo al Acre, con un
destacamento, y le ordena volver porque no se podría enfrentar al Brasil.
En el caso de Paraguay, evidentemente no hemos perdido lo que decimos,
porque en nuestros mapas coloniales llegábamos hasta Asunción: era una
locura aferrarse a ese tipo de mapas. Pero hemos perdido la parte boliviana
del Chaco, que son más de 100 mil kilómetros. Y en el Pacífico hemos
perdido la costa. Ésa es una de las pérdidas más dolorosas en la historia de
América.
Yo estoy de acuerdo en una cosa: en esos mapas que se les distribuye en las
escuelas a los estudiantes, y que muestran las pérdidas territoriales, son
muy exageradas pues nuestro territorio no llegaba tan lejos. Se habla de
2.300.000 kilómetros al nacer la república y es demasiado. No corresponde.
También estoy de acuerdo con que haya un enfoque más positivo (en la
enseñanza de la historia). Lo demás habría qué debatir.