You are on page 1of 1

Naciendo

Bien sabes, abuelita,


que recién estoy naciendo.
He caminado todo el día
como un duende.
He visto caras, ojos que me han visto.
Me he puesto mi camisa
y mis zapatos
y he saludado a la gente
que pasaba como si fuera
un hombre acostumbrado.
Pero bien sabes, abuelita,
que recién estoy naciendo.

Ahora, aquí, a veces, soy sólo una angustia,


una angustia en un pan o en una maleta.
Pero sonrío y miro la tarde
y soy feliz.
Y no me importa el cansancio
porque vos me enseñaste
a ser un canto.

Recién comprendo que me diste


tanta tentativa, tanto amor y tanta lucha.
Pero bien sabes que recién
estoy naciendo.
Amaneciendo enfrente de las cosas.
Ésta es la piedra, ésto el fuego,
ésto un café delante,
ésto una tarde que lastima,
ésto una hora, un mes, una distancia,
y ésto, una lágrima en algún jueves de abril.

Qué calma, abuelita,


qué paz cuando te hablo.
Qué fuerzas para empezar
el día desde las suelas.
Creo que estoy creciendo.
Gracias.

You might also like