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Doctora:

DIANA GONZALEZ
Defensora de Familia - Centro Zonal Engativá ICBF
E. S. D.

Asunto: Oposición contra RESOLUCIÓN DE OBLIGACIONES


PROVISIONALES de 25 de marzo de 2021

OMAIRA LUISA DE LA ROSA MONTERO, abogada en ejercicio, identificada


como aparece al pie de mi firma y actuando conforme al poder adjunto me
permito presentar oposición en contra de la RESOLUCIÓN DE OBLIGACIONES
PROVISIONALES fechada 25 de marzo de 2021, emanada de su Defensoría de
Familia como consecuencia de la no conciliación de las obligaciones
alimentarias y regulación de visitas entre los señores ANGELICA MARIA
MILANES BARRERA y JORGE PARRA GUTIERREZ padre de los niños KAREN
YULIETH y JORGE ISAAC PARRA MILANES de 13 y 7 años de edad
respectivamente.

Para una mejor comprensión del mandato conferido y en ese orden generar
los fundamentos para esta oposición es necesario iniciar con el relato que la
propia poderdante consigna en el poder otorgado el cual fue debidamente
autenticado en la notaria 38 del círculo de Bogotá.

Afirma la señora Angelica María Milanes Barrera en el citado documento lo


siguiente:

“Para que en mi nombre y representación adelante las acciones


tendientes a hacer oposición a la audiencia de conciliación celebrada
en su despacho el día 25 de marzo, además, adelante las acciones
tendientes a la defensa de los derechos que le asisten a mis hijos donde
se brinden las garantías reales, efectivas y suficientes, en pro, al interés
superior y la protección integral que le asiste a mis hijos, y que le
corresponden al señor JORGE PARRA GUTIERREZ padre de los niños
KAREN YULIETH PARRA MILANES de 13 años de edad y JORGE ISAAC
PARRA MILANES de 7 años, para que además, las cumpla en debida
forma, es decir de manera oportuna suficiente e idónea, y
con el debido respeto de la dignidad humana que nos asisten a todas las
personas cobijadas con la Constitución Política de Colombia ya que
respecto a la audiencia realizada en la fecha mencionada es mi deber
manifestar que: no tuve las garantías suficientes debido al afán que
usted manifestó desde el inicio de la diligencia, pues debido al gran
volumen de trabajo usted no disponía del tiempo suficiente para hacer
la conciliación, además sentí por parte suya que mis derechos como
mujer, como madre y como víctima de violencia intrafamiliar fueron
vulnerados, ya que solo le intereso hacer la audiencia garantizando
los derechos al señor JORGE PARRA GUTIERREZ por el solo hecho de
haberse desplazado hasta la ciudad de Bogotá para llevar a cabo la
diligencia, situación está que lo que hace es reforzar la irresponsabilidad
del señor JORGE PARRA GUTIERREZ, para con sus hijos pues no es de
recibo pensar que una persona que tiene una responsabilidad con sus
hijos menores de edad, tenga que ser citado a una diligencia de este tipo
para obligarlo a cumplir con su deber, también manifestó usted que lo
que yo vivía en ese momento era consecuencia de haber dejado el
hogar que tenía con el señor PARRA , sin siquiera preguntarse cuales
eran las razones por las cuales había tomado esa decisión, razón está
que vulnero mi dignidad humana, pues la protección especial que tiene
la mujer la paso por alto, empoderando al señor en cuestión enviándole
un mensaje de maltrato a las mujeres y que su actuar era el correcto y la
culpable de todo esto era yo, no sentí que hubo una conciliación pues se
dejó de lado lo concerniente a gastos de educación, salud, vestido y
vivienda y se fijó una suma provisional de TRESCIENTOS CINCUENTA
MIL PESOS ($ 350.000) como cuota de alimentos, suma esta que en una
ciudad como Bogotá no alcanza para la manutención de dos niños que
están en una etapa de protección especial y garantía de sus derechos,
así mismo, desconoció el derecho que tienen los niños de ser
escuchados pues usted dijo ellos no podían decidir sobre la regulación
de visitas y le correspondía al ICBF decidirlo y procedió a regularla
disponiendo que los niños podían quedarse en vacaciones entiendo
que aun en contra de la voluntad de los niños”. (Subrayado y negrita
fuera de texto).

De lo manifestado por mi poderdante y atendiendo lo establecido en el


parágrafo 3 artículo 52 modificado por el artículo 1 de la Ley 1878 de 2018, se
procede a solicitar la oposición allí establecida en los siguientes términos:

• Considera la señora Angelica Milanes, insuficiente el monto fijado como


cuota alimentaria integral por su Defensoría de Familia para sus 2
menores hijos de edad y lo expresa justificando sus razones así:

“Se fijó una suma provisional de TRESCIENTOS CINCUENTA MIL PESOS


($ 350.000) como cuota de alimentos, suma esta que en una ciudad
como Bogotá no alcanza para la manutención de dos niños que están
en una etapa de protección especial y garantía de sus derechos”,

Le asiste razón a la madre de los niños Karen y Jorge Parra Milanes, porque
realmente TRESCIENTOS CINCUENTA MIL PESOS ($350.000.oo) para cubrir
necesidades no solo de la alimentación de dos niños, sino también para ropa,
útiles escolares, arriendo, servicios públicos incluido, entre estos el internet
que en estos momentos es de vital importancia para garantizar la
materialización del derecho a la educación de los niños, resultan realmente
insuficientes, atendiendo que la señora Angelica manifestó que sus ingresos
mensuales ascienden a TRESCIENTOS MIL PESOS ($300.000.oo).
Obsérvese además que el señor Jorge Parra padre de los niños, vive en casa
propia, tiene seguridad social del régimen contributivo lo que permite inferir
que su condición económica no es tan precaria como la de la madre de los
niños que debe recibir ayuda de su padre que tiene 71 años y devenga un
salario mínimo en la empresa donde labora y hay que entender que ella como
persona también necesita de un mínimo vital para subsistir como es
alimentarse y todo aquello que requiere un ser humano para subsistir, máxime
cuando debe cuidar y proteger sus niños no solamente en lo económico sino
en todo aquello que requiere un niño para su armonioso desarrollo, así como
siempre lo ha hecho desde que nacieron sus hijos.

• Frente a la decisión tomada por su despacho al regular las visitas la


señora Angelica Milanes ha manifestado:

“Desconoció el derecho que tienen los niños de ser escuchados pues


usted dijo ellos no podían decidir sobre la regulación de visitas y le
correspondía al ICBF decidirlo y procedió a regularla disponiendo que
los niños podían quedarse en vacaciones entiendo que aun en contra
de la voluntad de los niños”.

En este punto es necesario agregar que la señora Angelica, se quedo corta


porque al leer la resolución emanada de su despacho se observa que además
le otorgo usted el derecho al padre de recoger los niños KAREN YULIENTH y
JORGE ISACC PARRA MILANES de 13 y 7 años respectivamente, cada 15 días en
la ciudad de Bogotá los sábados a las 10 a.m. y retornándolos el día domingo
y el lunes si es festivo a las 2:00 p.m., lo mismo que el compartir vacaciones y
cumpleaños del señor.

Lo decidido por usted seria lo correcto en el evento que se diera en las


circunstancias para ello tal como lo ha especificado la honorable Corte
Constitucional en Sentencia T-955/13:

“Es decir, el Estado colombiano está obligado a proteger especialmente a la


familia y a garantizar el derecho de los niños y niñas a tener una. Sin embargo,
esa protección no es absoluta, porque “el derecho constitucional preferente
que le asiste a las niñas y niños, consistente en tener una familia y no ser
separados de ella, no radica en la subsistencia nominal o aparente de un grupo
humano (padres titulares de la patria potestad) sino que implica la integración
real del menor en un medio propicio para su desarrollo, que presupone la
presencia de estrechos vínculos de afecto y confianza y que exige relaciones
equilibradas y armónicas entre los padres y el pedagógico comportamiento de
éstos respecto de sus hijos” (Subraya la suscrita).

Entonces tomar una medida de esta índole resulta desproporcionado y por


fuera de los parámetros del INTERES SUPERIOR Y LA PROTECCION INTEGRAL
porque la funcionaria de familia, no ha contado con el tiempo suficiente para
conocer, para sopesar las condiciones donde van a ser enviados los niños, para
darse la oportunidad de escuchar a la señora que siempre ha cuidado sus hijos,
máxime cuando es ella la citante y que acudió al ICBF, buscando protección
para sus hijos, porque no cuenta con recursos suficientes para la manutención
de ellos, y el progenitor de los niños se había sustraído de sus obligaciones.
Tampoco se brindó la funcionaria el espacio de tiempo para escuchar a la
señora Angelica sobre los motivos que tuvo para dejar a su esposo trayendo
consigo sus dos hijos menores de edad y dan cuenta de estas falencias lo
expresado por mi poderdante:

“No tuve las garantías suficientes debido al afán que usted manifestó
desde el inicio de la diligencia, pues debido al gran volumen de trabajo
usted no disponía del tiempo suficiente para hacer la conciliación,
además sentí por parte suya que mis derechos como mujer, como
madre y como víctima de violencia intrafamiliar fueron vulnerados, ya
que solo le intereso hacer la audiencia garantizando los derechos al
señor JORGE PARRA GUTIERREZ por el solo hecho de haberse
desplazado hasta la ciudad de Bogotá para llevar a cabo la diligencia,”

Por otra parte, se duele mi poderdante de lo siguiente:

“También manifestó usted que lo que yo vivía en ese momento era


consecuencia de haber dejado el hogar que tenía con el señor PARRA,
sin siquiera preguntarse cuales eran las razones por las cuales había
tomado esa decisión, razón está que vulnero mi dignidad humana, pues
la protección especial que tiene la mujer la paso por alto, empoderando
al señor en cuestión enviándole un mensaje de maltrato a las mujeres y
que su actuar era el correcto y la culpable de todo esto era yo,”

Es importante resalta que en todos los eventos en que se vaya a tomar una
decisión que involucre un niño, una niña o un adolescente esta contemplado
desde la Convención de los Derechos del Niño en su artículo 12 y recogido por
el articulo 26 de la Ley 1098 de 2006, se consagra el derecho que tienen a ser
escuchados y sus opiniones tenidas en cuenta. Y este derecho cobija
actuaciones judiciales o administrativas y va más allá de cualquier naturaleza.

Desconocer este derecho es violar el derecho fundamental al DEBIDO


PROCESO. Y es así que en el caso que nos ocupa la funcionaria de Familia
desconoció este derecho fundamental que tienen los niños KAREN YULIETH y
JORGE ISACC PARRA MILANES, pues se debió escuchar a los niños, para tomar
una decisión tan importante para sus vidas, y debido a lo informado por la
madre los niños no desean compartir con el padre fuera de la ciudad, por lo
que sería importante ahondar cuáles son esas razones que tienen para no estar
felices con compartir con su padre un tiempo completo. Atendiendo esto que
se genera en el ámbito familiar y la importancia de la manifestación de los
niños traigo a colación la Corte Constitucional en Sentencia T-115/14:

La Corte observa que, en las problemáticas familiares, necesariamente los


niños tienen voz propia y como tal, deben ser escuchados y sus intereses
visibilizados. Esto no sólo encuentra fundamento en la legislación nacional
sino, también, en lo dispuesto por el artículo 12 de la Convención sobre los
Derechos del Niño (Ley 12 de 1991), en donde se establece que "los Estados
parte garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio
el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan
al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función
de la edad y madurez del niño.”

Como puede observarse el derecho de un niño a ser escuchado y tenido en


cuenta, no solo se entiende en un contexto puramente procesal, como
también lo contempla la norma, sino, además, en el ámbito ordinario de las
relaciones familiares, donde no pierde su condición como individuo ni los
derechos a expresar su opinión, sus intereses o sus necesidades. (Subraya la
suscrita)

Si bien la capacidad intelecto-volitiva de un niño se reconoce en menor o


mayor grado según se encuentre en una u otra etapa de su vida y se relaciona
con la complejidad de los asuntos para los cuales se requiere; las decisiones
que los padres tomen por ellos, en la medida que la comunicación sea viable,
por ejemplo, que ya puedan expresarse con más claridad, deben consultar
sus inquietudes como un elemento imprescindible del esquema decisional
que pretenda su bienestar.

La salida de los hijos de la residencia familiar habitual como consecuencia de


la separación de sus padres, las limitaciones para comunicarse con el
progenitor con el que no viven, el cambio de colegio o los traslados de ciudad,
son decisiones parentales que necesariamente alteran la dinámica vital de un
niño y su desarrollo. Justamente, por la importancia que revisten, no pueden
tomarse con un nivel de hermetismo tal, que omita la participación del
infante y las necesidades que tiene, por el contrario, las soluciones que se
construyan alrededor de una estructura familiar modificada deben consultar
el diálogo abierto y claro con los hijos, visibilizando sus opiniones, teniendo
como referente sus necesidades y más que nada, distinguiendo cualquier
conflicto conyugal de las medidas que, como padres y no como pareja,
deben acordar para garantizar la conveniencia de aquellos.

.
Ampliando el este tema de ese derecho de los niños a ser escuchados es
importante analizar lo siguiente:

Tratándose específicamente de derechos de los niños, niñas y adolescentes, la


Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, se refiere al
derecho a ser escuchado, más allá del trámite de procesos judiciales. Al
respecto indica el artículo 12:

“1. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones


de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión
libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose
debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad
y madurez del niño.

2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser


escuchado, en todo procedimiento judicial o administrativo que
afecte al niño, ya sea directamente o por medio de un representante
o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas de
procedimiento de la ley nacional” (negrilla fuera de texto).

Por su parte, el Comité de Derechos del Niño, órgano autorizado para


interpretar la Convención, en su Observación General No. 12 sobre “el
derecho del niño a ser escuchado”, estableció que “no es posible una
aplicación correcta del artículo 3 [sobre el interés superior de las y los
niños], si no se respetan los componentes del artículo 12. Del mismo modo,
el artículo 3 refuerza la funcionalidad del artículo 12 al facilitar el papel
esencial de los niños en todas las decisiones que afecten su vida”.

De acuerdo con la citada Observación “el derecho de todos los niños a ser
escuchados y tomados en serio constituye uno de los valores
fundamentales de la Convención”, razón por la cual los Estados partes
deben garantizarlo.

15. En desarrollo de las citadas disposiciones, la Corte Interamericana de


Derechos Humanos en el caso Karen Atala Vs. Chile, hizo algunas
consideraciones sobre el derecho de las y los niños a ser escuchados e
identificó las premisas fundamentales que se derivan de esta prerrogativa
a, partir de la lectura de la Opinión General No. 12. Estas son:

- Los niños son capaces de expresar sus opiniones;

- No es necesario que los niños conozcan de manera exhaustiva todos


los aspectos de un asunto que los afecte, basta con una comprensión
que les permita formarse un juicio propio;

- Los niños deben poder expresar sus opiniones sin presión y escoger
si quieren ejercer el derecho a ser escuchados;

- Quienes van a escuchar al niño, así como sus padres o tutores, deben
informarle el asunto y las posibles decisiones que pueden adoptarse
como consecuencia del ejercicio de su derecho;

- Se debe evaluar la capacidad del niño o niña, para tener en cuenta


sus opiniones y comunicarle la influencia de éstas en el resultado del
proceso;

- La madurez de los niños debe establecerse a partir de su capacidad


para expresar sus opiniones de forma razonable e independiente.

Además, sobre el derecho de los niños a ser escuchados en el marco de


actuaciones judiciales y siguiendo el artículo 8.11 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y la Convención Internacional sobre
Derechos del Niño, la Corte Interamericana de Derechos Humanos indicó
que “las niñas y los niños deben ser informados de su derecho a ser
escuchados directamente o por medio de un representante, si así lo desean.
Al respecto, en casos en que se presenten conflictos de intereses entre la
madre y el padre, es necesario que el Estado garantice, en lo posible, que los
intereses del menor de edad sean representados por alguien ajeno a dicho
conflicto”

Por todo lo anteriormente expuesto solicito se proceda conforme atendiendo


lo establecido en el parágrafo 3 artículo 52 modificado por el artículo 1 de la
Ley 1878 de 2018.

Para efecto de notificaciones a la calle 28A N0. 13ª-46 oficina 1B en Santa


Marta, al correo dm_abogados@yahoo.com, celular 3024516970

Anexo: PODER PARA ACTUAR

Atentamente;

__________________________________
OMAIRA LUISA DE LA ROSA MONTERO
C.C.No. 57402474 de Fundación
T.P. No. 77171 del C.S.J.

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