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  • 2 - Strauss - Sobre La Ley Natural

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    2 - STRAUSS - SOBRE LA LEY NATURAL

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    ‘STRAUSS, LEO ““Sobee l ky natural’, en Perec arte de crib ctr ents delete poltica, Edicions Altons Hl Magninim, Valencia, 1996, oO bale. pHheG) Cote ( Tos pueblos, mientras Sécrates se , hombre sélo. En el lenguaje de Sécrat profetas son ora- dores, mientras Sécrates desarrolla sus conversaciones con un hombre, lo que significa que le est haciendo preguntas. Hay un notorio ejemplo de un profeta que habla.en priva- do con un hombre s6lo, en cierto modo haciéndole pregun- tas. 2 Sm. +E] Sefior envié a Natan. Entré Natén ante ibfa dos hombres en um pueblo: uno rico y _ tenia muchos rebafios de ovejas y bueyes; el pobre tenia una corderilla que habia comprado; fa iba criando, y ella crecia con é1 y sus hijos, comiendo de su pan, bebiendo de su vaso, durmiendo en su regazo: era como una hija. Lleg6 una visita a casa del rico, y no queriendo perder ‘una oveja o un buey, para invitar a su huésped, toms Ja cor- dera del pobre y convidé a su huésped”. David se puso furioso contra aquel hombre, y dijo a Natan: “;Vive Dios, que el que ha hecho eso es reo de muerte! No quiso respetar lo del otro, pues pagar cuatro veces el valor de la cordera”’ Entonces Natan dijo a David: “jEres ti!”». El paralelo mas cercano a este suceso que se encuentra en los escritos socré- ticos es la reprobacién de su antiguo compafero, el tirano ‘Critias. «Cuando los Treinta condenaron a muerte a muchos ciudadanos y en modo alguno alos peores, y comprometie- ron a muchos en el crimen, Sécrates dijo en alguna parte que le parecia extrafio que un pastor que deja que su ganado mengiie y se encamine ‘al mal no admita que es un mal mayoral; pero que més extrafio era todavia que un gober- nante, si causa el menoscabo de los ciudadanos y su encami- namiento al mal, no sienta vergiienza ni piense de si mismo que es un pobre gobernante. Esta afirmacién le fue levada a Critias..» Jenofonte, Memorabilia I, 2.32-33). [Nota del traductor: las citas biblicas que aparecen en el texto las he trasladado de la Biblia del peregrino, de Luis Alonso Schokel, Ega- “Mensajero, Bilbao 1995.] 132, gol un ree T face’ h, tafe fek SOBRE LA LEY NATURAL i La ley natural, que ha sido durante muchos siglos Ja base del pensamiento politico occidental predominante, es recha- zada en nuestra épect por casi todos los estudiantes de la soriedad que no son caidlico-romanos. Es rechazada, palmente, por dos motivos diferentes. Cada uno de estos motivos.sé corresponde con una de Jas dos escuelas de pen- samiento que actualmente predominan en occidente, es decir, pesitivisme ¢ histericisme. Segtin ivi conocimiento genuino es conocimiento ci miento cientifico nunca puede validar juicios de valor; sin embargo, todos los juicios asertivos respectb a la ley natural son juicios.de valor. Segtin el hist: 10, 1a ciencia (es decir, la ciencia moderna) no es sino histérica, forma contingente del entendimiento humano del mundo; cualquiera que sea esta forma, depende de una especifica Weltanschauung: en toda Weltanschauung las «categerias» del exttendimiento teo- rético y los «valores» bésicos son inseparables de suyo; por ello, la separacién de los juicios facticos de los juicios de valor es, en principio, insostenible; si toda nocién de bien y justo perténece a una espectfica Weltanschauung, no puede haber una{ley natural que obligue al hombre en cuanto hom bre. Dada'ia preponderancia del positivismo y el historicis- ‘mo, a ley:natural no es en Ja actualidad | un tema histé- ico. 133 se] ap Temyeu wopyo un Aepy “soysn aqSUTerapepreA 198 Uap -and oyosoqy [9 0 o1qes [a o79s anb anSis as ays aq_ “ovumnftr0> up pepnp zy ered ouang aprouresesupnuT so anb oj ‘ome 20d “Kp ered ouang apwauresasury UT se anb oj oun eped e euSise Js souepepnpuos sns epey oisendsrp uaiq vise onprATput [a ‘souepepnpuos sns epey aprouepedse £ sazuelouos ns epey soasandsrp warq we3S9 SoNPrATPUI Soy ‘eTIUANISUOD wa ‘{ ugpoayred o voypadsa praia ns opumbpe wy (09sap_ 4 o73q ‘ugzex) soyred san ons ap wun wped 1s epeuapro U8Tq, iso CUI Tg “@-PHHF ‘P) SepeuApIO WoT UEISa O pnyes UBL 99 Is sejen{ os pepnip wun o eure Un ‘pnzes aueR onmho> p off aod £ ofeqen nis uayq soey sayred sus ep wun Epes 15 ‘sosn{ uos pepnp eum o (eure ns “1ofour 0) arquroy UN “(Peri {q-egEh) -9g © pepuOaUe uOD sepep uareny seysondsax soqqpsod sop se] z jm asad espe! 8] onb zejuap uapand ou seysyfeuopuaatios sor ‘oBrequo ug ‘Temieu vas anb oyparap um ap peprukioun visondns FI wos a[qneduroour pepauiea wun “epNEnf ap souopON St] Op peparea vy ap “TeSnj zounsd uo “onharsns ns eatiap (euoDuaaLio> so oyparop opo? 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Puede decirse, por tanto, que el derecho natural, en el sentido platénico, es, en primer Jugar, el orden natural de las virtudes como, perfecciones naturales del alma humana (cf. Leyes 765e-766a) y como orden natural de Jas otras cosas que son buenas por natura- leza. Pero asignar a cada uno lo que es bueno para él por naturaleza es imposible en las sociedades que encontramos en todas partes. Tal asignacién requiere que los hombres que saben Jo que es por naturaleza bueno para cada uno y para todos, los filésofos, sean los gobernantes absolutos y que el absoluto comunismo (comunismo en lo que respecta a la ad, las mujeres y los hijos) sea establecido entre ciudadanos que dan a la comunidad su cardcter; requiere también la igualdad de sexos. Este orden es el orden politico de acuerdo con la naturaleza, distinto y opuesto al orden convencional (Repitblica 456b-c; cf. 4286), De este modo, el derecho natural en el sentido platénico determina también el mejor régimen, en que aquellos que son mejores por naturaleza y adicstramiento, los sabios, gobiernen a los, ignorantes con poder absoluto, asignando a cada uno de ellos 1o que es por naturaleza justo, es decir, lo que es por naturaleza bueno para él. La actualizacion del mejor régimen demuestra ser imposible de hecho, o, al menos, extremada- mente improbable; sdlo de una versién atenuada de aquel orden politico que se corrresponde estrictamente con el dere- cho e puede razonabiemente tener expectativas. EL establecimiento del mejor régimen es impedido en tiltimo anilisis por el cuerpo, tinica cosa que es por naturaleza pri- vada (Leyes 739c; Reptiblica 4644) o por entero incapaz de ser lo de hecho inferior al que se deriva de la sabidurfa, pero no derogado por ésta (Leyes 690a-c). La sociedad politica requie- re la atenuacién del derecho perfecto y exacto, del propio derecho natural: del derecho segtin el cual el sabio asignaria 136 a cada cual lo que merece de acuerdo con $u virtud y, por ello, asignaria cosas desiguales a gente desigual. Bl principio que rige Ja atenuacién es el consenso, es decir, el principio democratico de la simple igualdad, segiin ld cual, cualquier

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