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Lección 001
Lección 001
la Oración
Lección 001
Textos Bíblicos: Santiago 1:6-8; Josué 1:8; Mateo 7:7-8; Marcos 11:23-24.
Verdad Central: Por la fe nos extendemos para reclamar lo que necesitamos y así crear
la realidad de ello en nuestras vidas. Al empezar esta serie de estudios sobre el tema
de la oración, las primeras dos lecciones tratarán acerca de los aspectos fundamentales
de la oración que obtiene resultados. Si el creyente sigue estos pasos fielmente en
oración, él podrá estar seguro de recibir respuesta.
& Tercero Paso: Pídele A Dios Por Las Cosas Que Necesitas.
Mateo 7:7-8: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque
todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama se le abrirá”. En Mateo
6:8, Jesús dijo: “…Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que
vosotros le pidáis”. Sin embargo, en el capítulo siguiente El nos dice que le pidamos por
nuestras necesidades, como vemos en los versículos mencionados anteriormente. Por
lo tanto, aunque El conoce nuestras necesidades, El quiere que se las traigamos a El y
le pidamos Su ayuda.
& Cuarto Paso: Cree Que Recibes.
Marcos 11:23-24: “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte:
Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo
que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando,
creed que lo recibiréis, y os vendrá”.
La versión Amplificada de la Biblia dice así en cuanto al versículo 24, “Cuando ores,
cree y ten confianza de que se te concedió, y tendrás”. Tienes que creer que lo tienes
antes de recibirlo.
Para mejor comprender esto, tenemos que darnos cuenta de que hay dos clases de
verdad: la verdad que depende en los sentidos (la verdad sensorial-conocedora), y la
verdad revelada. Algunos piensan que la verdad tiene que ver con las cosas que ellos
pueden ver con sus propios ojos físicos. Pero las cosas del Espíritu no se pueden ver.
No son carne ni son materia. Todo lo que necesitamos se nos es provisto en el ámbito
espiritual. “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo
con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3). Todo lo
que necesitamos se nos ha sido provisto en Cristo Jesús. Puede que no siempre lo
podamos ver, pero así es.
Cuando la “verdad sensorial-conocedora” contradice la “verdad revelada”, o la Palabra
de Dios, entonces empiezo a caminar de acuerdo con la verdad revelada. Camino de
acuerdo a lo que Dios dice. Aquello que está en el mundo espiritual es hecho real en el
mundo natural a través de la fe. La fe lo arrebata y crea su realidad en nuestras vidas.
Por tanto, cuando ores, cree que recibes lo que estás pidiendo y lo tendrás. Esto va
más allá de nuestro pensar natural, y la mente natural no lo puede concebir. Pero
nosotros debemos andar por la fe y no por vista.
Una vez, mientras estaba predicando en una pequeña iglesia, me acaloré al predicar y
cuando salí a la calle después del culto, mi cuerpo estaba cubierto con sudor. Cuando
el aire frío me dio a la cara, la garganta me empezó a doler, y al llegar a donde estaba
mi auto, casi no podía hablar. Al día siguiente, el pecho me empezó a doler y no podía
hablar más que en un susurro.
Empecé a leer escrituras acerca de la sanidad. Con la Biblia abierta delante de mí, oré
en silencio y dije, “Señor, tu Palabra me dice que estoy sanado. Si yo le preguntara a
mi cuerpo si estaba sano, me diría que no. Si les preguntara a mis sentidos si estaba
sano, la respuesta sería que no. Si fuera a preguntarles a la gente a mi alrededor si
estaba sano, me dirían que no. Tu Palabra dice que Dios es Verdad y todo hombre un
mentiroso. Así que si digo que no estoy sano, soy un mentiroso. Tu Palabra dice que
Dios no puede mentir. Romanos 3:4 dice, ‘De ninguna manera; antes bien sea Dios
veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus
palabras, y venzas cuando fueres juzgado’.
Cuando llegó la hora del culto de la tarde, me levanté para ir a predicar. Acercándome
al micrófono, dije que quería darle gracias a Dios que estaba sano. La congregación me
miró como si estuviera loco, ya que estaba meramente susurrando. Empecé a decirles
lo que la Palabra de Dios dice acerca de la sanidad y les mostré sacándolo de la Palabra
que yo estaba sano. Les dije lo que Dios dice que es verdad y que si yo dijera que no
estaba sanado, yo estaría mintiendo. Les dije que quería que se pusieran en pie y que
alabaran a Dios conmigo ya que estaba sano. Al empezar a alabar a Dios todos juntos,
no había dicho “Aleluya” tres veces que mi voz me volvió. Luego prediqué mi sermón
con una voz clara y fuerte. Aquella noche la congregación vio una ilustración de fe en
acción. Todo lo que tenemos que hacer es pedirle a Dios las cosas que deseamos, y
creer que las tenemos.
Texto Para Memorizar: “Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”