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Mandalas ventanas del alma Mandalas con valor terapéutico y creativo de todas las épocas, culturas y tradiciones Varda Fiszbein EDICIONES OBELISCO VARDA FISZBEIN MANDALAS Ventanas del alma Mandalas con valor terapéutico y creativo de todas las épocas, culturas y tradiciones EDICIONES OBELISCO Siete libro lea nteresaday deses que le mantengamosinormado ‘de nvesias pubzacione,esctbanosindicandanes qué temas son ‘de infers gustosimente le complaceremos ‘Puede consutar auoseocatlogo en weedionessbeliso.com Coleccién Libros Singulares MANDALAG VENIARAS DET ALN Nida Fashein 1 csi: enero de 2004 2 edi jnio de 2004 isch de portada: Mimics Gil Roun Maguetaciga: Ansonia Garcia (© 2008 Varda Fishbein {Reservados todos las derechos) ‘© 2003 Ediciones Obliso, SL (Reseradeswdes los derechos para la presente edicién) Edita Ediciones Obelico SL, Pere 1V, 7 (Ef, Pedro IV) 3 planta 5° puerta (08005 Barcelona-Espana ‘Tel 08 309 85.25 ~ Fax 93-309 85 25 E-mail obeliscoltecvsonescbelo.com ISBN: 84-977.085-4 Depts Legal B27. 669.2008 Pred Si Impreso cn lo talleresgrafcos de Fabrica Gia, SL ‘Avquisedes 19 - 08030 Sant Adria de Bess (Barcelona) Ninguna parte de esta publicacion,inclaso el seo de la cubenta, psd ser reprdixida almacenada, tansmitidao ulizada en manera alguna por nipgtin Imad, ys soa clestronco,quimico, mecanico, de grabacion 0 electogr ‘i el previo consentimiento por escrito del editor. Introduccién | jeeitepinseataciines de fos stacidlan oak como su caracteristica forma circular— son una constante a nuestro alrededor, tan profusa es su presencia en la naturaleza, como en la obra humana, en la ciencia 0 en el arte. ‘Aitnqusqutaaaw e perciban, vino en contacto permanente con ellos: hay infinidad de objetos que tocamos y utilizamos a diario, formas que contemplamos y nos son familiares, representaciones y proyecciones de nuestra faieate Gus Gon wrandalad, sallislests Create Incluso en la comunicacién gestual y verbal utilizamos profusamente ese simbolo, cuando decimos por ejemplo que algo esta completo cuando «se cierra el circulo» o encerramos en una forma circular un todo acabado (ya sea una operacién matematica, una relacién, un asunto de negocios 0 un dibujo) Nuestro intelecto tiende a calificar y no casualmente como «esferas» todos los ambitos y campos de pensamiento y accidn: hablamos de la esfera social, personal, profesional o de cualquier otra indole, Y esto no sdlo ocurre hoy y en los tiempos que corren, ‘Los mandalas llevan hecho un largo camino que se pierde en el tiempo y en las més remotas culturas —algunas, incluso desaparecidas— que nos han legado esta tradicién, «El mundo es redondo como una naranja», decia un poeta francés y tanto el mundo en si mismo como una naranja partida por la mitad son mandalas. Pueblos culturalmente tan distantes entre si como los indigenas americanos, los sumerios © los caldeos, los hindées o los primitivos cristianos han dotado a los mandalas, segiin el caso, de los més positivos atributos convir- tiéndolos en una herramienta esencial en el camino del autoconocimiento; les han otorgado propiedades curativas del alma consideréndolos a la vez como inspiradores para la meditaci6n profunda tendente a conseguir la relajacién y la paz o viendo en ellos el reflejo y la diferen- ciacién del sf mismo como también la repre- sentacién césmica de la fusion entre el yo y el todo. Estas ideas han sido recuperadas y ela- boradas —y lo siguen siendo— por escuelas cientificas, artisticas y espirituales, por su valor energético, terapéutico y creativo. Por eso estas paginas estén destinadas a dar a conocer el simbolismo de los mandalas, de modo que los lectores puedan elegir uno 0 vatios de ellos como identificacién personal, y, si lo desean, aprender a crear su propio, tinico e intrans- ferible mandala inspirandose en los tradi- cionales, artisticos, naturales o los que emanan de los conceptos de determinada tradicién espiritual, con la que se sientan identificados ¢Qué es un mandala? Ew palabra de origen sanscrito significa literalmente y en primer lugar «circulo». Pero en el Tibet lamaista y en la tradicién del budismo es un medio auxiliar fundamental para la concentracién y la meditacién, en cuyo caso recibe el nombre de yantra, Este simbolo sagrado, cuyas propiedades curativas y espirituales se han utilizado desde la antigedad en todo el mundo, puede ayudar a la integracién fisica y espiritual del ser humano cuando se ha producido una quiebra del equi- po ue ls tentdiculos superioes formar un conazén. librio emocional, asi como también es un buen vehiculo para manifestar la energia creativa y hacer que los seres humanos se reencuentren con su yo esencial. Porque al margen de sut significado literal de circulo, un mandala es una sintesis de la espacialidad y temporalidad del mundo representado en imagen y al mismo tiempo el simbolo de los poderes divinos. Los mandalas aparecen —ya sea en relie- Tai fi, el mandala del Yin-Yang del Tavésmo, ve en construcciones arquitecténicas o de rodeado de los 8 trigra manera plana en dibujos o pinturas— a partir de formas que se derivan o desarrollan desde un cftculo original o una vez establecidos los motivos grafico-simbdlicos que se incluyen en su composicién, el conjunto se inscribe en una figura circular, Es frecuente encontrarlos en templos u objetos de culto de diversas religiones o escuelas espirituales. Se trata de reproducir con ellos un cosmo- gama, es decir, realizar una representacién espiritual del orden cosmico universal y, entre los elementos presentes en el mismo, ¢l mundo terrenal. Por eso, en muchas ocasiones, el circulo mandalico se combina con la forma geométrica del cuadrado que se asocia a las cuatro orientaciones o puntos cardinales, las cuatro estaciones, los cuatro mundos: fisico, intelectual, emocional y espiritual, asf como también en ciertos casos aparecen triéngulos © cruces que también representan significativos aspectos tanto del cosmos como del alma humana, Porque los mandalas son como ven- tanas del alma. En resumen, el mandala es una mani- festacisn espacio-temporal del hombre y su circunstancia vital al mismo tiempo que repre- senta también los poderes divinos que rigen st destino: por ello el reflejo de su imagen puede conducir a la iluminacién en forma de respuesta a misterios ¢ interrogantes que la humanidad se ha planteado desde sus origenes. La unin del cuadrado con el cteulo representa la combinacign e interaccién de dos fuerzas opuestas pero en dilog: las fuera temestres en didlogo con las potencias clestiale El circulo representa lo infnto, la perfeccigin y la eternidad. Si se le aftade la crus ello introduce el matiz del equilibrio: el punto de interseccién es el punto de equilibrio entre cielo y tira o, en algunos casos, entre a energie masculina y la jemenina La circunferencia y el centro E ngeometra, el circulo es a figura que se denomina circunferencia; ésta se compone de todos los puntos situados equidistantemente de otro que es el punto medio o centro. Segiin el psicoanalista Carl Gustav Jung, al igual que cuando se practica el tiro al blanco, en la diana se dirige la vista y la atencién del campo visual psiquico hacia un centro, con lo que se acota la éptica; contemplar el punto central de una circunferencia —ya sea que esté marcado 0 que se imagine en el espacio— conduce a la concentracién; en el caso del centro del mandala dicha concentracién lleva la atencién hacia contenidos espirituales 0 conocimientos intuitivos que mas tarde tomarén cuerpo en la psiquis equivalentes a movimiento y a rotacién, siendo al mismo tiempo una buena metafora de la incesante movilidad y evolucién del universo y las circunstancias cambiantes de la vida de un individuo, el centro, en cambio, es estatico Y¥ por eso mismo, ¢je y punto de referencia Osea que la utilizacién de la forma circular organizada en tomo a un punto central no es en modo alguno caprichosa sino basicamente exacta, aunque pueda parecer que se contrapone con la complejidad del simbolo. Dicho de otro modo, un mandala es una imagen sintética y a la vez dinamizante; igual representa como tiende a la superacién de las oposiciones, es el Y se interiorizaran, mate- punto tinico del centro tializandose mas tarde en la actitud y conducta vital. De modo que en toro a ese punto central se onganiza nuestra vida y y la multiplicidad infinita de la circunferencia; es lo fragmentado y la integracién total; io diferenciado y lo nuestras ideas, dotdndose indiferenciado; lo externo a ese punto de un conteni- do esencial que puede’ ser representativo de Dios, de toda la naturaleza ‘sible o de deter- minado con »pto metafisico. Mien‘as que el circulo, es decir los puntos que componen la circunferencia, son yllo interno; la difusién y la concentracién tanto de lo real como de la apariencia; en el espacio y en el tiempo. El circulo es, en suma, una buena alegoria de las nociones de inmanencia y trascendencia. El simbolismo de las formas T phclicsaekh espirituales o represen- tativos de los mas diversos campos estan hechos de formas reconocibles geométricamente y dotados de color; ambos rasgos responden a los significados que se desean expresar y los mandalas no son una excepcién. David Fontana, en su libro El lenguaje secreto de los simbolos, caracteriza esta singularidad —en el caso de simbolos religiosos o espirituales—como «geometria sagrada» y subraya que en las religiones cuyos preceptos prohiben representar imagenes de Dios como la judia o la musulmana, abundan las formas abstracts que simbolizan los diversos aspectos yatributos de la energia divina Pero también ocurre en culturas desaparecidas de la antigiiedad y en las religiones orientales llamadas no teistas, asi como en los cultos celtas europeos de adoracién de la naturaleza y tampoco son ajenas estas formas en los pueblos animistas de origen afticano © americano. En las representaciones sagradas 0 mégicas universales es posible apreciar formas como lineas de puntos, cuadrados, citculos, y estos motivos son compartidos por el arte abstracto modemo y las pinturas rupestres o los objetos tallados e ilustrados que a lo largo de la historia han sido hallados en descubrimientos arqueolégicos y que, en ocasiones, tienen miles de afios de antigiedad. CAS ZA En primera instancia podria pensarse que esto obedece a la sencillez con que es posible recrear las figuras geométricas, sin embargo, cabe pensar que también se deseaba transmitir con ellas un significado por la gran cantidad de monumentos de tipo religioso en los que aparecen, El cuadrado es el simbolo que expresa Ia orientacidn en el espacio, la organizacién de los campos vitales en el mundo y el deseo de hallar un camino en el caos natural o una senda de conocimiento en la vastedad de la conciencia indiferenciada. Cuadrar algo supone un principio de orden innato en el hombre, acaso en imitacion de la obra divina que ordend WAN £ NAY, Tafel ale RI esis ele Wee Elelsle [als : 23 /% weer Seba sie efefefelela] € aps] Eble SIR 3 5 Rls] ee STSPN (oi ]« Jo] LIES we PAG Talisman manddlico de Laos, y separé a partir del caos original los cielos de la tierra, las aguas fluyentes y movibles de lo seco y firme. También es la representacidn de lo terreno, la seguridad y de todo aquello que es fiable por estatico ¢ inmutable, Equilibra las fuerzas duales y opuestas y cuando en mistica se habla de «cuadratura del circulo», supone un intento de integracién de dos opuestos, siendo el cuadrado combinado con el circulo, las energias terrestres en dilogo con las potencias celestiales, Esta forma es frecuente en la simbologia hinduista pero también se halla en Occidente en el laberinto mitolégico griego o en templos cristianos cuya planta es perfectamente cuadrada, El cuadrado contiene la cruz —cuya simbologfa es también extraordinariamente representativa— de la cual se hablara mas adelante, El triéngulo: de él hay multitud de explicaciones simbolégicas. Es una de las figuras geométricas mas simples y esta representacion aparece en objetos, esculturas y pinturas de edades remotisimas. Entre sus simbolismos se sugiere el de tipo sexual, como por ejemplo la representacién del pubis femenino cuando tiene la punta hacia abajo: el hinduismo coincide en considerarlo un signo femenino y creador de vida en la figura de la diosa Durga. Se dice que es simbolo de agua también con el vértice hacia la parte inferior —ya que asf caen las gotas— y de fuego cuando éste apunta hacia arriba, como lo hace la llama. El sistema pitagérico consideré a la letra griega que tiene esa forma (delta) como imagen del nacimiento césmico; mientras que en el ocultismo es simbolo de masculinidad asociado figura- tivamente a la hoja de trébol, Dos triéngulos combinados, uno en direccion ascendente y otro en sentido opuesto representan la energia ‘masculina y femenina respectivamente y si se tocan por las puntas simbolizan la sexualidad, ‘Compuesto de tres vértices se lo asocia también al nimero que compone la Santisima ‘Trinidad cristiana asf como también en otras tradiciones es sintesis de mano, cabeza y nombre de Dios, conteniendo en su interior un ojo (divino). El Zohar o Libro del esplendor de la tradicién cabalistica judia dice: «los dos ojos de Dios y su frente configuran en el cielo un tridngulo» que se reflejaria asimismo en otro sobre las aguas. El maguen (escudo) o estrella de David se compone de dos triéngulos entrelazados e invertidos, que confieren fuerza y proteccién, ademas de ser el mas universalmente conocido emblema del judafsmo. El circulo es por excelencia la nocién de infinito, la perfeccién y la eternidad, en Ja gran mayoria de culturas y civilizacione: perdiéndose su simbolismo en la noche de los tiempos y conservandose a través de las diversas edades de la humanidad hasta nuestros dias. En tanto continuidad y desarrollo del punto Estella de David en un amueto contra el mal de ojo (sig xv). es igual que éste, perfecto. Por eso se lo considera la totalidad sin divisiones ni distinciones. Al vetlo, en la mente aparece una alusién al movimiento circular, por lo que se asocia con lo perfecto, inmutable, sin comienzo, fin o variaciones, tal como es el tiempo, compuesto de instantes idénticos el uno al otro. Asi también puede ser una buena metéfora del cielo, cuyo movimiento es circular, constante y no sufre alteraciones aparentes. Algunos tedlogos han querido ver en esta forma el principio divino, cuya bondad se difunde en todas direcciones y como el origen y final de todas las cosas. Son circulares las representaciones de las més diversas culturas y convicciones, tales como el zodfaco, la tabla redonda de los caballeros del Santo Grial, el reloj o los calendarios azteca y maya, y la rueda budista, entre muchos otros. Circulares eran las murallas, cuando las ciudades se defendian con ellas porque el cfrculo es también proteccién y, en el arte, es representativo generalmente de una totalidad, Leonardo Da Vinci encerté el dibujo conocido como la Divina Proporcién en un cfrculo. La evolucién del circulo se considera siempre de rasgo positivo: la rueda que gira en sentido avanzante 0 en el caso del desarrollo espiralado, en que a partir de un primer cfrculo sin cerrarse se deriva en otros que se elevan hacia el cielo. Por tiltimo, y porque resulta innecesario seguir con tantos ejemplos cuya descripcién no cabrian en este breve trabajo, slo decir que tanto el cuadrado, como el tridngulo, el Furs Dina Treloph Phish, De iy Soe ee ‘Catt ee on Magen SGyn ie ese 9 ie sn om Aa “ae Seer See Satay a eet pentagono, la cruz y otras formas geométricas pueden ser [Acilmente inscritas y encerradas en un circulo, trazando una linea que una sus vértices, creandose a su vez de esta manera nuevas combinaciones que, a su vez, dan lugar a estimulantes y entiquecedores simbolismos. La cruz: en cuanto a la cruz, no es exactamente una «forma» de la geometria pero sf una composicién de dos lineas que se encuentran, siendo cada una de ellas el desarrollo en vertical y horizontal de un punto. Jo que remite sobre todo al sentido de equilibrio. Acaso por eso en ciertas culturas representa el cosmos, simbolizando la linea vertical la energia espiritual y masculina y la horizontal, el mundo terrenal y femenino. El punto de interseccidn entre ambas es el encuentro del cielo y la tierra que da como fruto a la humanidad Las figuras geométricas imprimen una huella importante en las emociones y el intelecto, lo que ocurre muchas veces de manera inconsciente; asi sucede ante la visién de la arquitectura religiosa de diversas civilizaciones, desde los templos destinados al sol o a la luna de las culturas precolombinas americana hasta las catedrales catélicas. Los sentimientos que provocan pueden ser multiples y de muy diverso tipo, entre los més comunes pueden citarse, la espiritualidad, la inspiracién, la paz o la humildad frente a lo divino, y muchisimos otros. Los nifios pequeiios encuentran placer y se sienten gratificados con los juegos cuyas formas tienen simetrfa geométrica porque convocan armonfa en su estado animico, mientras que las irregulares suelen generarles, ansiedad o inquietud iracunda. Las formas pueden ser espejo de las que el inconsciente crea que en su interior y a la vez, cuando alguien las contempla, puede sentirse profundamente identificado con ellas, conscientemente o de manera inexplicable. La riqueza afiadida de los colores E | color como elemento simbélico es uno de los més utilizados en liturgia. alquimia, arte y multitud de expresiones humanas. La primera divisién entre los colores del arco iris, presentes en el conjunto de la natura- leza y que el ojo puede per cibir se establece en colores cdlidos y avanzantes, toda la gama y los matices del rojo, anaranjado y amarillo, a los que se afade el blanco y, colores frios y retrocedentes, categoria en la que se incluyen el azul, el afi, el violeta a los que se suma el negro: el verde es un tono de transicién y a la vez de comunicacién entre ambos grupos. El ntimero de estos colores —siete— propone una primera analogia esencial con el cielo, conocimiento que procede de la antigtiedad y que heredan y desarrollan luego varias tradiciones espirituales y ocultistas, ya que éstas dividen la esfera celeste en siete partes o regiones. También se asocia cada color a la natura- leza, ya sea por su parecido o por conferirseles funciones activas o pasivas. En este sentido, azul 0 celeste se asocian con frescura, agua 0 cielo; anaranjado y amarillo con la luz del sol, la iluminacién y el pensamiento; la actitud vital, activa 0 caliente con el rojo de la sangre y el fuego y la fertilidad se asimila al verde de la vege- taci6n, entre otras vastisimas telaciones derivadas. Diversos autores proce- dentes de escuelas de pen- samiento filosdficas 0 psicol6gicas insisten en que cada uno de los siete colores citados responden a las siete facultades del alma, a las siete virtudes, en sus aspectos positivos © benéficos y a los siete vicios, en sus derivaciones negativas. No obstante, ciertas nociones de univer- salidad, el color tiene simbologias variables segtin el acervo cultural de procedencia: entre los ejemplos més conocidos recordemos que en occidente el blanco es pureza (de ahi el color predominante en los tradicionales vestidos de novia) mientras que en varios pueblos orientales representa el luto. A continuacién se ofrecen ejemplos de algunos de los simbolismos del color mds representativos. En la India la diosa madre es de tono rojo, aunque generalmente el aspecto femenino es de color blanco, pero en este caso se utiliza el rojo por ser la madre el principio creador, ya que es el color de la actividad y de la sangre Probablemente por la misma razin en la prehistoria, durante los rituales de magia animista, se coloreaban de rojo los objetos inanimados a los que se deseaba «vivificar»; para los chinos una banderolas roja era un valioso talisman. El amarillo, representativo del sol se consideraba sagrado y se reservaba a la casa real, entre los chinos. Sin embargo, los emperadores de la dinastfa Han (circa 200 aC.) se vestian con ropas cuyo color variaba segin el aspecto de la naturaleza al que querian invocar con sus oraciones: el blanco se destinaba a la luna y el rojo al sol, mientras que el rosa se consideraba el color de un futuro exitoso porque es el tono del alba, que da comienzo a un nuevo dfa. ‘Acaso con iguales intenciones de dialogo con las deidades los indigenas americanos de la tribu zounf ofrecfan un tributo anual de «trigos de siete colores», correspondiendo cada uno de cellos a un dios planetario. En el Antiguo Egipto la verdad se simbolizaba con el color azul. Y en la tradicién isl4mica actual el tono afil —que vemos profusamente en baldosas no casualmente llama- das azulejos— es un color que ahuyenta los males y ademonios», el protector por excelencia, De color azul tendrd los ojos el angel que custodia la entrada al paraiso de las hurres. «Después que el futuro Buda hubo cortado sus cabellos. cambié sus vestiduras reales por la ropa amarillo anaranjada del mendigo asceta, pues los que se hallan més allé de los cuadros de la sociedad adoptan voluntariamente la ropa de ese color...»; esta frase del relato de la vida del principe Siddharta, nos remite a que originalmente a los que eran conducidos al lugar de ejecucién los vestian con tinicas de este color que atin conservan los monjes budistas, como simbolo de humildad y de lo efimero y breve de la existencia. En la tradicién cristiana, los siete colores simbolizan los siete dones del espiritu encar- nados en la Iglesia: los sacramentos, la doctrina, los oficios, la forma de gobierno, la oracidn y el poder de unir y desunir. Y por ser la reunion yalianza entre los dos grupos de colores, calidos y frios, el verde es el tono predominante en el arte religioso del cristianismo. Los gnésticos, consideraban que el rosa —mezcla de rojo y blanco— color de la came, era simbolo de la resurreccidn. ‘Aunque la gama de seis colores es: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, violeta al que se afiade el indigo, en la tradicion ocultista judia el sépti- mo es el blanco, ocupa el lugar central y los seis colores res- tantes situados en las puntas de dos tridngulos; asi es el «sello de Salomén». En la Roma imperial, los vencedores aparecfan vestidos con armaduras dora- das, simbolo del sol, y condu- ciendo un carro tirado por cuatro caballos blancos, ademas llevaban En la actualidad el valor terapéutico y de sanacion de los colores no se discute, ni en su vertiente espiritual ni en la cientifica, represen- tada por la psiquiatria yel psicoandlisis. En el primer campo a cada uno de los colores se les atribuye la capacidad de ejercer un poder telajante o inquietante. concentrador © expansivo, etc., mientras que en el ambito en la cara pintura de color rojo. En ciertas culturas el negro, el verde, el blanco y el rojo estén asociados y se suceden en un mismo proceso: abono, cultivo y° fruto o vegetacion. Por eso, la serie: verde, blanco, rojo consttuta el simbolo pre- dilecto de los egipcios y de los druidas célticos, | mientras que el negro correspondia al abono, estiércol o putrefaccion. i a CTO eS EI %e En alquimia las tres fases de la «obra» que medicinal se ha verificado fehacientemente que representa la clevacién espiritual se identifican los colores influyen directamente sobre la con el negro de la materia prima, el blanco del psiquis aliviando en muchos casos los desérdenes mercurio, vehiculo de transmutacién y el rojo mentales o emocionales. Terapias alternativas, del azufre; la coronacién de dicha obra es el oro, como la cromoterapia utilizan los poderes la sublimacién como estado de perfeccisn y curativos de los colores para paliar dolencias gloria: una perfecta via de ascensién espiritual fisicas. 15 La cruz como mandala Toss sade pasetipnoy altctende trabaies sobre simbologia, tales como Juan Eduardo Cirlot, Jean Chevalier y Alain Gheerbrant 0 Hans Biedermann, coinciden en la antigdedad de la cruz como simbolo y también en muchos de sus significados, Sin embargo son tan vastos y aparecen en tantas tradiciones que se han selecciotiado los cjemplos mas sefieins y, sohre todo, aquellos en los que coinciden los especial, Bu pier lugarda crux e¢ la oraa-due establece relacion con ls otras tres figuras geométrcas sagradas y entre ells laiterseccién entre las dos rectas y desde este punto central secibre al extenide proponiendo ‘el ceils al a sriega en forma de estrella des dividir a éste en cuatro segmentos, engendra el cuadrado y el triéngulo. Dirigida hacia los cuatro puntos cardinales es signo fundamental de orientacién y por esa razn aparece como. base de la planta sagrada de los templos y en la ordenacién terrena de ciudades. Esta presente en simbologias tan antiguas como la de Egipto, China o la Creta minoica En China la cifra que le corresponde es el cinco (5), ya que ademas de los cuatro puntos se incluye el centro y cuando éste coincide con el centro de un circulo en que la cruz esta inserta representa la encrucijada de lo imaginario. El punto central, representaria también el punto de vista propio y personal de cada uno, por eso > ce de forma griega se la considera estimulante de la meditaci6n y la concentracidn y aparece en mandalas y templos. Se la puede comparar al kua (unin de yin y yang) por su significado de totalizacién espacial. Es sintesis y medida, en ella se unen el cielo y la tierra a los que comunica entre sf, se la considera también el cordén umbilical entre el ‘cosmos y su origen o punto de partida central, Es el eje del mundo, el centro mistico del cosmos y el puente por el que se asciende a Dios. A veces junto a la cruz 0 en dibujo hay siete escalones como analogia de los siete cielos. Es la relacién primaria entre los mundos terrestre y celeste. La cruz egipcia o ansada se utiliza en la graffa de jeroglificos para expresar el concepto a vivir vida y en frases compuestas es sind- nimo de salud, felicidad y otros atribu- tos positivos, El brazo superior de esta cruz es una curva cerrada (a veces casi circular), y significa la integracién de los principios activo y pasivo; este brazo puede representar el cielo, el sol, la tierra y en analogia con los seres humanos, la cabeza del hombre siendo barra horizontal los brazos y la vertical, su cuerpo. De modo que se convierte en la conjuncién de opuestos: el positivo vertical y el pasivo 0 negativo, horizontal; el superior e inferior, vida y muerte respectivamente. Cuando la cruz esta dentro de una rueda es la representacién del ciclo anual dividido en las cuatro estaciones. El eje vertical une el cenit con el nadir y horizontalmente distribuye un espacio cuadrado en cuatro partes, tal como se 17 Mandala para la meditacién. consideraba la disposicién ideal de la ciudad en la Antigua Roma. Muchos mapas medievales representan el mundo en forma de cruz con Jerusalén en el centro. Es también, desde otro punto de vista, la antitesis de la serpiente o drag6n Ouroboros, por ser estético, mientras que el citado es el dinamismo esencial del caos antes del cosmos (orden). Para Jung es fuego y sufrimiento porque los dos maderos que la conforman recuerdan la antigua manera de hacer fuego frotando ramas entre sf y extendiendo este pensamiento afirma que uno de los trave- safios es masculino y el otro femenino, al rozarse surge la pasion que en multitud de metéforas es llama o fuego. De modo que se puede concluir que al ser un signo muy elemental aparecié mucho antes del cristia- rnismo de modo probable mente espon- téneo en la mas remota antigiiedad. Por ejemplo, la llamada cruz celta que retine este simbolo con el circulo nacié varias centurias antes de la era cristiana y se asociaba ala ertilidad ya que la cruz era el principio fecundador masculino y el circulo, el receptor femenino de la simiente. Sin embargo, la simbologia de la cruz més extendida en nuestra era la asimila ala tradicion religiosa cristiana, en la que representa una alegoria dramética como inversi6n del arbol de la vida del paratso. Incluso a veces aparece con nudos y ramas espinosas.

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