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Ficha Técnica Clase 1
Ficha Técnica Clase 1
Código LCPRI23
PROFESOR
TEMARIO
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e. Antropología, ética y metafísica.
2. La tarea de la ética.
a. El punto de partida: lo dado inmediatamente.
b. Exclusión provisional de todas las teorías.
c. Datos esencialmente necesarios e impresiones subjetivas.
d. El fenómeno.
e. Conocimiento prefilosófico.
f. Entidades necesarias e inteligibles.
g. Investigación sistemática vs. construcción de un sistema.
h. La primacía de la evidencia inmediata.
i. Los riesgos de la sistematización precipitada.
3. La experiencia humana.
a. Necesidad de una comprensión personalista.
b. La experiencia “el hombre actúa”.
c. La experiencia de ser y actuar “junto-con-otros”.
d. La experiencia del “nosotros”.
4. El personalismo.
a. El personalismo, ¿una filosofía?
i. El personalismo como movimiento de transformación social.
ii. El personalismo como anti-ideología.
iii. La batalla del concepto.
b. Algunas precisiones.
c. Conceptos, definiciones y clasificaciones.
i. Personalismo y filosofía personalista.
ii. Personalismo y humanismo.
iii. Personalismo y filosofía de la persona.
iv. El personalismo como escuela.
v. Origen histórico.
vi. Personalismo y defensa de la dignidad de la persona.
vii. Personalismo “auténtico” y personalismo “lato”.
d. Principales corrientes.
e. El personalismo como filosofía realista.
i. Visión del mundo.
ii. Trascendencia.
iii. Libertad.
iv. Realidad sustancial.
v. Naturaleza humana.
vi. Dimensión ética.
vii. Dimensión religiosa.
f. El personalismo como filosofía nueva.
i. Del qué al quién.
ii. Estructura tridimensional de la persona.
iii. Afectividad y subjetividad.
iv. Interpersonalidad.
v. Primacía de la acción y del amor.
vi. Corporeidad y sexualidad.
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vii. Personalismo comunitario.
viii. Expansiones.
Esta primera unidad toma como punto de partida la presentación del personalismo, perspec-
tiva desde la cual se abordarán los diferentes temas que tratamos en esta materia. En primer
lugar, se fundamenta la autonomía de la ética en relación con la originariedad de la experiencia
moral, estableciendo a partir de ahí su vínculo con la antropología, la metafísica y las ciencias
particulares.
Por último, se precisan los matices del personalismo en tanto filosofía realista, en continuidad
con la tradición aristotélico-tomista, y en tanto filosofía nueva, con particular atención a las
cuestiones de la afectividad, el carácter relacional, la cultura y, sobre todo, en la valoración de
la modernidad.
OBJETIVOS
METODOLOGÍA
MATERIAL DE LECTURA
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TEMA 1. ANTROPOLOGÍA Y ÉTICA: CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS
TEMA 3. EL PERSONALISMO
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v BURGOS, Juan Manuel, Introducción al Personalismo, Palabra, Madrid, 2012, pp.
132-138, 142-147 y 156-167.
MATERIAL COMPLEMENTARIO
1.- Situación
A las 4:13 de la mañana del 13 de junio de 1944, hubo una explosión en un campo de lechu-
gas a 40 kilómetros al sureste de Londres.
Gran Bretaña había estado en guerra durante cinco años, pero esto marcó el comienzo de
un nuevo tormento para los habitantes de la capital, que duraría varios meses y costaría
miles de vidas. Los alemanes llamaron a su bomba aérea Vergeltungswa –arma de represa-
lia–. El primer V1 simplemente destruyó plantas comestibles, pero hubo otros nueve misiles
de venganza esa noche, y tuvieron un efecto más letal.
Los V1 eran un espectáculo aterrador. Las dos toneladas de acero se precipitaron por el
cielo, con una cola de color rojo anaranjado en llamas. Pero fue el sonido que más profun-
damente se imprimió en los testigos. Los cohetes zumbarían como una abeja trastornada y
luego se volverían inquietantemente silenciosos. El silencio señaló que se habían quedado
1
Traducción y adaptación propia a partir de: Edmonds, David, “Would you kill the Fat Man?”, Princeton University
Press, Princeton, 2014, pp. 3-7.
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sin combustible y estaban cayendo. Al contacto con el suelo provocarían una explosión en-
sordecedora que podría aplastar varios edificios.
Debido a que los misiles no fueron piloteados, podrían enviarse a través del Canal de la
Mancha de día o de noche, llueva o truene. El hecho de que no estuvieran tripulados los
hacía más, no menos, amenazadores. Las V1 apuntaban al corazón de la capital, que estaba
densamente poblada y contenía las instituciones del gobierno y el poder. Algunas V1 alcan-
zaron la zona objetivo. Uno rompió ventanas en el Palacio de Buckingham y dañó la cancha
de tenis de George VI. Más grave aún, el 18 de junio de 1944, un V1 aterrizó en la Capilla de
la Guardia, cerca del Palacio, en medio de un servicio matutino al que asistieron civiles y
soldados: 121 personas murieron.
Las cosas podrían haber sido peor. Los nazis enfrentaron dos problemas. En primer lugar, a
pesar del casi accidente del Palacio de Buckingham y del terrible número de víctimas en la
Capilla de los Guardias, la mayoría de las bombas V1 cayeron a unas pocas millas al sur del
centro de Londres. En segundo lugar, este era un hecho que los nazis ignoraban.
Los detalles de este engaño fueron intrincadamente tramados por el servicio secreto e in-
volucraron a varios agentes dobles, incluidos dos de los más coloridos, ZigZag y Garbo. Tanto
ZigZag como Garbo estaban en la nómina nazi pero trabajaban para los Aliados. Los nazis
solicitaron información a testigos presenciales sobre dónde estaban explotando las bombas,
y durante un mes se tragaron la información regular y engañosa que ZigZag y Garbo propor-
cionaron.
Los militares reconocieron de inmediato los beneficios de esta artimaña y apoyaron la ope-
ración. Pero para los políticos había sido una decisión más difícil. Hubo un apasionado de-
bate entre el ministro de Seguridad Interior, Herbert Morrison, y el primer ministro Winston
Churchill. Sería demasiado crudo caracterizarlo como un conflicto de clases, pero Morrison,
que era hijo de un policía del sur de Londres y que representaba a un electorado desespe-
radamente pobre en el este de Londres, quizás sintió más profundamente que Churchill la
carga de que la operación sería imponer en las áreas de clase trabajadora al sur del centro.
Y le inquietaba la idea de "jugar a ser Dios", de que los políticos determinaran quién iba a
vivir y quién morir. Churchill, como de costumbre, se impuso.
A fines de agosto de 1944, el peligro de los V1 había retrocedido. Los británicos mejoraron
a la hora de derribar a las V1 tanto desde el aire como desde el suelo. Más importante aún,
las plataformas de lanzamiento V1 en el norte de Francia fueron invadidas por las fuerzas
aliadas que avanzaban. El 7 de septiembre de 1944, el gobierno británico anunció que la
guerra contra la bomba voladora había terminado. Los V1 habían matado a unas seis mil
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personas. Áreas del sur de Londres –Croydon, Penge, Beckenham, Dulwich, Streatham y Le-
wisham– habían sido sacudidas y golpeadas: 57.000 casas habían sido dañadas solo en
Croydon.
No obstante, es posible que sin el subterfugio del agente doble se hubieran destruido mu-
chos más edificios y se hubieran perdido muchas más vidas. Churchill probablemente no
perdió demasiado el sueño por la decisión. Enfrentaba atroces dilemas morales casi a diario.
2.-Cuestiones a resolver.
¿Cuáles son los argumentos que esgrimiría para defender la decisión de Churchill?
¿Por qué la misma decisión había sido más difícil para los políticos que para los militares?
¿De qué manera puede relacionarse el principio personalista con la posición de Morrison?
¿Por qué se menciona el hecho de que Morrison era hijo de un policía? ¿Qué tiene que ver
esto con su posición?
¿Qué relevancia tienen, para pensar el caso, las últimas oraciones del último párrafo?
¿Qué dificultades plantea el contexto del caso para pensar una “respuesta” o “solución” al
caso?