6-CSJN-Adidas Argentina y Otros C. M.e-2002-Procedimiento Previo-Acto Adm Nulo

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CSJN, "Adidas Argentina y otros c. M.

E ”-2002
Procedimiento Previo-Acto Administrativo Nulo
HECHOS
Ciertas empresas promovieron acción de amparo contra el Estado nacional para impugnar
la prórroga de una medida de salvaguardia en la importación de calzado. Adujeron que la
Administración no había observado el procedimiento prescripto. Las instancias
ordinarias acogieron la demanda. Concedido el recurso extraordinario, la Corte Suprema
lo desestimó.
Procuradora Fiscal de la Nación
Adidas Argentina S.A., Fila (Argentina) S.A., Fitalse S.A., Grimoldi S.A., Nike Argentina
S.A. y RBK Argentina S.A., dedujeron acción de amparo contra el Estado nacional a fin de
que se le ordene abstenerse de disponer la prórroga o cualquier acto que implique
mantener la vigencia y aplicación, en todo o en parte, con posterioridad al 25 de febrero
de 2000, de la medida de salvaguardia a la importación de calzado que fuera dispuesta por
resolución del (entonces) Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos 987/97 -
consistente en la fijación de derechos específicos mínimos a la importación de los
productos indicados en su anexo I "calzado", durante el término de tres años contados y,
en su caso, declarar nula e ilegítima cualquier resolución que en tal sentido se adoptare
durante el transcurso del proceso.
Sostuvieron que la República Argentina, al dictar la resolución ME y OSP 987/97, por
medio de la cual impuso salvaguardias a la importación de calzados provenientes de
terceros países extra Mercosur, transgredió las disposiciones del acuerdo de Marrakesh,
ratificado por ley 24.425.
Ello dio lugar a que los países exportadores lo denunciaran ante el Organismo Mundial de
Comercio -creado por dicho acuerdo- instancia que culminó con el pronunciamiento del
Organo de Solución de Controversias, conforme al cual la medida de salvaguardia
impuesta era violatoria de la normativa internacional por carecer de fundamentos
técnicos y jurídicos.
El Estado nacional sostuvo la improcedencia de la acción de amparo intentada, además
de considerar abstracto el planteo formulado. Esto último, al entender que las amparistas
peticionaron en los estrados judiciales que se impidiera la prórroga de la medida de
salvaguardia, circunstancia que, al momento de la contestación del informe de ley, ya era
inviable por haberse dictado la resolución ME 122/00 por la cual se la prorrogó, por 150
días, y se dejó sin efecto la implementada para el calzado no deportivo.
Argumentó que aunque la resolución del organismo jurisdiccional internacional declaró
que la medida era incompatible con el acuerdo abarcado, no es menos cierto que
reconoció la existencia de grave daño en la industria nacional por las importaciones de
todas las fuentes y no solicitó un levantamiento de la salvaguardia sino recomendó su
adecuada aplicación a las conclusiones sobre la interpretación de los hechos investigados
por ese tribunal.
Por otro lado, sostuvo que la adopción de medidas como la cuestionada es de exclusiva
atribución del Poder Administrador, en tanto conforma un acto de política económica,
como así también que cualquier intromisión en su aplicación contraría el principio de la
división de poderes y, por ende, resulta violatoria de la Constitución Nacional
Las amparistas, al contestar traslado, sostuvieron que la resolución ME 122/00, a la
que consideraron manifiestamente ilegítima y nula por haber sido dictada sin que
mediare a su respecto el cumplimiento del procedimiento reglamentario previo , en
abierta violación -en su concepto- a las normas que regulan la adopción de medidas como
la de marras -Acuerdo de Salvaguardia de la Organización Mundial del Comercio y el
decreto 1059/96 que lo reglamentó (art. 7°)-. Ello conlleva la nulidad de la resolución en
crisis, por no haberse cumplido uno de los requisitos esenciales del acto administrativo,
esto es, los procedimientos sustanciales previstos en el ordenamiento jurídico (arts. 7°
inc. d y 14 de la L.N.P.A.).

1El juez de primera instancia hizo lugar al amparo y declaró la nulidad de la resolución
ME 122/00
2La sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal confirmó la decisión del juez de primera instancia.
Para ello, tuvo para sí que no asistía razón a la recurrente en su planteo del cambio de
objeto procesal, en tanto el amparo se promovió para evitar la prórroga de la medida de
salvaguardia o de cualquier otra que implicare mantener su vigencia y aplicación, en el
caso, la resolución ME 122/00, de la que diera cuenta la parte al contestar el informe del
art. 8° de la ley 16.986.
Desestimó la afirmación de la apelante referida a la pretendida intromisión del Poder
Judicial en las decisiones de política económica inherentes a la Administración, por
entender que no se trataba aquí de sustituir voluntad alguna, sino de controlar que, en el
ejercicio de sus competencias propias, el Poder Ejecutivo no hubiera afectado,
arbitrariamente y de manera ostensible, derechos y garantías de los particulares.
El Estado nacional dedujo el recurso extraordinario de fs.580/606, que fue concedido
por el a quo en cuanto se cuestiona la interpretación de normas de carácter federal y
denegado en punto a la arbitrariedad alegada
Sostiene que la sentencia en crisis efectuó una errónea interpretación del art. 43 de la
Constitución Nacional y de las normas federales aplicables, contraria a su derecho, al
tiempo que se produce una injerencia del Poder Judicial en esferas propias del Poder
Ejecutivo. Asimismo, considera que la sentencia compromete directamente la
conveniencia colectiva y el interés económico de la comunidad al privilegiar el interés
particular de un grupo de empresas.
Peticiona la nulidad del proceso por entender que, al haberse cambiado el objeto de la
acción, debió otorgársele un nuevo traslado a los fines de un nuevo informe del art. 8°
de la ley de amparo, en vez de reencauzarlo sin su participación, lo que afecta su derecho
de defensa y los principios de bilateralidad y contradicción propios del proceso judicial.
Arguye que, si bien es cierto que los jueces deben tener en cuenta, al decidir, las normas
sobrevinientes aplicables al planteo, ello no implica cambiar el objeto de la litis, por lo
cual, al haber sido dictada la resolución que se pretendía evitar, las amparistas debieron
intentar su impugnación por la vía correspondiente en lugar de readecuarse el proceso en
trámite.
La cuestión en debate sólo exige -a mi entender- confrontar la resolución impugnada
con las normas en cuyo marco ejerció sus atribuciones el Ministerio de Economía y
sobre las que basó su dictado, en punto al cumplimiento de los procedimientos previos
indispensables pues, en caso negativo, ello sería suficiente para determinar la nulidad
del acto impugnado.
Es menester analizar el agravio de la recurrente en cuanto a que, por la resolución
122/00, no se habría prorrogado la resolución 987/97 sino que se habría extendido la
vigencia de la cláusula de salvaguardia por ella adoptada, lo cual, a su criterio, tornaría
inaplicable el procedimiento de investigación previsto para la adopción de prórrogas.
En este contexto normativo, el art. 28 del decreto establece que la duración de una
medida definitiva se limitará al período necesario para prevenir o reparar el daño o su
amenaza, período que no podrá exceder de cuatro años, incluido en él aquél de una
eventual medida provisional (conc. art. 7.1 del acuerdo). Ello conduce a señalar que no
necesariamente el período inicial debe ser de cuatro años, sino que puede ser menor
específicamente el considerado por la autoridad de aplicación como indispensable para
atender la emergencia, no debiendo superar ese límite temporal.
Sin embargo, ese período puede ser prorrogado si se llega a la conclusión de que es
necesario adicionar más tiempo y con ello facilitar la realización del reajuste de la rama
de la producción nacional afectada (art. 29 del decreto y 7.2 del acuerdo). Vale decir,
que toda alteración en el tiempo de aplicación de la medida adoptada es, sin necesidad
de mayor análisis, una prórroga. La pretendida diferencia entre extender y prorrogar no
tiene, pues, fundamento jurídico.
Forzoso es concluir, conforme dedujera la cámara, que la resolución 122/00 constituyó
una prórroga, por ciento cincuenta días, de la medida de salvaguardia inicial.
Ahora bien, con relación al procedimiento necesario para adoptar una prórroga, el ya
citado art. 29 del decreto, en su segundo párrafo establece "Las prórrogas de las medidas
definitivas impuestas, serán adoptadas siguiendo el mismo procedimiento que para la
imposición de las medidas iniciales".
Respecto de una medida inicial, las normas aplicables determinan que sólo se la podrá
fijar cumplida una investigación realizada por la autoridad de aplicación competente con
arreglo al procedimiento que, a tal efecto, establezca (art. 3.1 del acuerdo y art. 7° del
decreto)
Tal es, entonces, el procedimiento reglado para la adopción de una medida de
salvaguardia inicial, mecanismo que -como dijera- en virtud del art. 29 del decreto
1059/96, también es esencial para la adopción de su prórroga. En el mismo sentido, el art.
7.2 del acuerdo establece que podrá prorrogarse el período necesario de la medida inicial
a condición de que las autoridades competentes del Miembro hayan determinado, de
conformidad con los procedimientos establecidos para la aplicación de la inicial, que la
medida sigue siendo necesaria.
No se aprecia en el "sub lite" que la autoridad de aplicación haya cumplido con dichos
pasos previos para el dictado de la resolución en crisis.
En mi opinión, no cabe atribuir otra inteligencia a la cuestión en debate que aquélla
sustentada por la alzada, en tanto y en cuanto definió, con ajuste a las normas en vigor y a
los hechos de la causa, que la autoridad de aplicación no cumplió con el procedimiento
reglamentario para el dictado de un acto de prórroga de una medida de salvaguardia
inicial y, consecuentemente, declaró la nulidad de la resolución ME 122/00.
Por lo expuesto, considero corresponde confirmar la sentencia.

CSJN
LA CUESTIÓN DEBATIDA EN EL "SUB LITE" HA SIDO ADECUADAMENTE EXAMINADA POR
LA PROCURADORA FISCAL EN EL DICTAMEN PRECEDENTE, CUYOS FUNDAMENTOS Y
CONCLUSIONES ESTA CORTE COMPARTE, Y A LOS QUE CORRESPONDE REMITIRSE A FIN
DE EVITAR REPETICIONES INNECESARIAS.

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