You are on page 1of 10
Nicolas Bourriaud Estética relacional ‘Traduccién de Cecilia Beceyro y Sergio Delgado i 1a Hidalgo editora ieee {ate nar Cs ea ere oes es vials “Tal rig: Bahtiqeelacorelle “eal de Cela Bec Seo Delgado toe Fabia Leben Diet de obi einen ano Slay Gabi Di Gieppe © Nila Bowral (© Adina Hisgo eos SA, 206, 2008 ‘Cordoba 836-P 13 -OF 1301 (4054) Baenos Aires mul nfeadianaidalg com readable com ISBN 978.97.1156566 Inpro en Arenting Prodi Agents Quads hecho el depen gus indcalaey 11.723 Prob reproduc pri vor sin perio ecto “aor Ton lo derechos sean. ex aay oi dns lca do Proganie Adee aon Vie Oc Ca re ce fans Aim Eager de Capen MRS Cae dAmbe de Pm en Ae Fuchs, ena co sel el Mittin Anno Erno a rs ees eS Carl de Embeds Fcc Aan vs Meet rapme epee Views Orme. LA FORMA RELACIONAL La actividad artistica constituye un juego donde las formas, las modalidades y las funciones evolucionan segiin las épocas y los contextor sociales, y no tiene una esencia inmutable. La area del eritica consiste en estudiarla en el presente, Cierto aspecto de Ia modernidad esté ya totalmente acabado pero no asi el espirita que lo animaba; hay que decirlo en esta época ‘equefio-burguesa, Este vaciamiento ha despojado de sustancia los criterios mismos dela critica estética que hemos heredado pero seguimos ussindolos en relacién con las pricticas artisticas salvo para Ios detractores actuales, Lo nuevo ya ao es un ct retrasados del arte moderno, que sélo conservan de este presente detestado lo que su cultura tradicionalista les enseié a odiar cen el arte de ayer, Pata inventar entonces herramientas mis ‘eficaces y puntos de vista més justos, es importante aprohender las transformaciones que se dan hoy en el campo social, eaptar Jo que ya ha cambiado y lo que continda transforméndose {Cémo podemos comprender los comportamientos artisticos {que se manifestaron en las exposiciones de los alos noventa y los modos de pensar que los sostienen sino partimos de la sitacin misma de los artistas? Las pricticas artisticas contemporincas y el proyecto eultur La modernidad politica, que nace con la filosofia del Siglo de las Luces, se hasaba en Ia voluntad de emancipacién de los individuos y de los pueblos: el progreso de las tnieas y de las libertades, ef retroceso de Ia ignorancia, la mejora de las cond ciones de trabajo, debian liberar ala humanidad y permitir una sociedad mejor. Pero existen diferentes versiones de la moder- nidad. EI siglo XX fue de hecho el teatro de una lucha entre tes visiones del mundo: una concepeién racionalista modernista, del siglo XVIII, una filosofia de lo espontineo: ot 1a liberacion a tavés de lo los sitwacionistas). Ambas se oponian a ls fuerzas itariaso vilitarias que buseaban formatear las relaciones hu- ‘manasy somctr alos individuos, Pero en lugar de Ia emancipacion buscada, el desarrollo de las técnias y de la "Raz6n* permiti6, a tuavés de una racionalizacin general del proceso de produccisn, Ws explotacisn del Sus del planeta, el reemplazo ciego del abajo hhumano por méquinas, el empleo de téenicas de sometimtiento ‘cadaver ms sofsticadas, El proyeeto de emancipacién moderne {ve sustituide por numerosas formas de melancol Si Tas vanguardias de este siglo, del dadagsmo a la Interna cional stuacionista, se inseribieron en Ia linea de este proyecto ‘cambiar la cultura, ls mentalidades, las condici. prove acional (el Dada, el moderne nes de la vida individual y social-, no hay que olvidar que Ste les procedis y difiere de ellas en varios puntos. Porque la rmodernidad no se reduce a una teleologia racional ‘mesianismo politico. ;Se puede menospreciar su voluatad de mejorar ls condiciones de vida y de trabajo con el pretexto del fracaso de sus tentativas concretas de realizaciGn cargadas de idcologias totaitarias © de visiones ingenuas de Ia historia? Lo que se llamaba vanguardia se desatrolls a ps idcoldgico que brindaba el racionalismo moderna; pero se ‘constituye ahora a partir de presupuestos filossficos, culturales ¥ sociales totalmente diferentes, Esta claro que el arte de hoy ‘ontinda ese combate, proponiendo modelos perceptivos, ex ativos, en la diteceidn indicada Luces, por Proudhon, Marg, los del hao periments, exitios, part por los filssofos del Sigho de dadafstas o Mondrian. Sila la legitimidad 0 cl interés de estas experiencias es porque no parecen ya como los fendmenos precursores de Ia evolucion historia ineluctable: por el contratio, libres del peso de una ideologla, se presentan fragmentarias, aisladas, desprovisas de tuna Visia global del mundo. No es la modernidad Ja que murié, sino su vers idealista y teleokigica, EL combate por la modernidad se lleva adelante en los rmismos términos que ayer, salvo que Ia vanguardia ya no va abriendo caminos, la tropa se ha detenido, tomerosa, alrededor de un campamento de certeras, El arte tenia que prepa anunciat un mundo futueo: hoy modela universos posibles. Los artistas que inseriben st préctica en la estela de la mode nidad histGriea no tienen In ambicién de repetir las formas 0 los postulados de antes, menos atin de asignarle al arte las mismas funciones. Su tarea se parece a la que Jean-Frangois Lyotard le 4 posmoderna, que "se encuentra con donada a engendrat una serie de pequetias modificaciones en ua ‘spacio que fa heredado de la modernidad, y « abandonar una reconstruccion global del espacio habitado por la humanidad” Lyotard parece adem Iamentar este hecho: lo define negativa- ‘mente, empleande Ia palabra *condena”, ;Y si, por el cont ‘sa Yeondena” fue la suerte histories a partir de a cual pudieron esplegurse, desde hace unos diez aflos, la mayoria de los mundo artisticos que conocemos? Una “suerte” que puede resumirse en pocas palabras: aprender a habtar el mundo, en lugar de querer ‘consruirlo segtin una idea preconcebida dela evolucisa histérica En otras palabras, tas obras ya no tienen como met dads imaging 38 de aceién dentro de Io real ya existente, cualquiera que fuera laescalaelegida pore artista, Althusser dee que siempre se toma el ten del mundo en marcha; Deleuze, que 'el past crsce cen el medio" y no abajo o ara, EI artista habita ls eireuns- tancias que formar reali- jas 0 utdpicas, sino constituir modos de existencia presente Te ffece para trnsformar el contexto de su vida (su relacién con ef mundo seasible © conceptual) en un silino de Ia cultura’, retomando La expres de Michel de Certeau * La modernidad se prolongs hoy en la préctica de bricolajey del seciclaje de lo cultural, en la invencida de lo eotidiano y en la ‘organizacida del tiempo. que no son menos dignos de atenciga y {de estudio que las utopias mesinicas o las "novedades" formales ‘que ln cargcterizaban ayer. Nada mis absordo que afirmar que ‘unverso duradero, Toma ef mundo en marcha: es on i cLartecontemporsnco no desstolla proyecto cultral 0 politica ¥en rangi Lyra prmadridad pad nit), Gei, Barlona, 2005. 1 he de Crean, Linens de iin, are de bc, Unive Teroumecane Mei, 1993 Alguno y que sus aspectossubversivos no tienen base teérica: st ciones de trabajo y de producciéa de objetos eutuales como ais formas cambiantes de ‘ave coneierne tanto a ls con Ja vidaen socidad, le parecer insipid als espisitus Formados en of mold del darwinismo cultural 0 aos a legado el momento de Ia dotce Mopia, para retomar na expresion de Mari onados smo democritico” intelectual. i Cattelan [La obra de arte como intersticto social \dad de un asterelacional -un arte que tom so Ia esfera de las interacciones humanas {st contexto social, mis que In afiemacién de un espacio sim- bilico auténomo y privada- da cuenta de un cambio radical Ae ls abjtivos es por el arte moderno, Para trata de dibujar una socologis, esta cos, elturales y politicos puestos en juego evolucién proviene esencialmente del nacimiento de una cultura ‘ubana mundial y de la extension del modelo urbano a la ea {otalidad de los fensmenos culturales. La urbunizacion gene ‘que ctece a partir del fin de la segunda Guerra Mundial. permitis| tun crecimiento extraordinario de los intercambios sociales, as! ‘como un aumento de Ia mowilidad de los indvidios teavés dl desarrollo de redesy de rtas, de las telecomunieaciones y de la cconexidn de sitios aislados, que tuvieron eonsecuencias en ls tentalidades. Dada la estechez de los expucios habitables en este ‘universo urbano, asistimos en paalelo a una reduccida dela escala {de fos mcbes y de Tos objetos, que se orientan hacia una mayor ‘aleabilidad: sila obra de arte pudo aparccer durante mucho en ef contexto urbane -tanto las tiempo camo un Iso seo dimensiones de a obra como iat de la casa servian para distinguic a propictario-, la evolucién de Ia funcién de Tas obras y de s modo de presentacién indies una webanizaciOn creciente de Ia expe 5 slo sa concepcién falsamentearistocrtiea dela disposicién de ls obras de ate cia artistica. Lo que se derrumba delante de nosotros 1d al sentimiento de queser conguistar un ferritoio, Dicho de otra manera, no se puede consides Ia obra contemporines como un espacio por recorrer (donde 1 "visitante” es un coleccionista). La obra se presenta ahora como una duracién por experimentar, como una apertura posible hac eneraliz6 In experiencia de Ia proximidad: es el simbolo tang wo de {encuentro que se le impone a los hombres", segsn Ia expresia de Althesser” opuesto a esta jungla densa y sin hist exael estado de naturaleza de Jean Jacques Rousseau, uaa juagla que impedta todo tipo de encuentro. El régimen de encuentro imtensivo, una ver transformado en repa absoluta de civilizacion, un intercambio ilimitado, La ciudad permitis y ble y el marco histérien del estado de sociedad, ese "es is" que terminé por producir sus correspondientes pricticas artisticas: cs decir, una forma de aste que parte de la intersubjetividad, ¥ tlene por tema cvateal observador y cvadro, Dejamos de lado la historicidad de este fensmeno: el arte “estar-jumto", el encuentro eatre Ia elaboracisn colectiva del sentido, siempre ha sido reacional en diferentes prados, sea, elemento de Jo social yfundador del distogo, Una de estas vntualidades dela ‘imagen es su poder de reunién (reliance), para retomar la wocisa 5 Lots Alta Eri pmaphigne polis, Seock MEE, Prt, 198. Pa {de Michel Matfesoli: banderas, sighs ¢iconos producen empatia| as pedcticas Provenientes de la pintra y de Ta escultura que se manifiestan en y Voluatad de compartir, generan un laz0° El at 41 mateo de una exposicién- se revelaparticularmente propicio a el espacio de las relacones, a diferencia de I televisén la iter la expresion de esta civilizacisn de lo primo, porgue reduce tua, que eoavian a un espacio de consumo privado y del teatso imagenes ros; no se comentalo que seve, el tiempo dela dscusicn es fo cleine, que retinea pequetias colectividades frente posterior la funci6n. A la iaversa, en una exposicioa, auaque se teate de formas inertes a posibilidad de wna disewsin inmedita surge en los dos seatidos: percibo, comento, me muevo en ua tes el lugar de produccisn de una sociahilidad especificn: queda por ver cules el estatuto de este Propuestos porla Ciudad, ;Céimo wn arte centrado en la produce de tales ‘nico y mismo espacio. espacio en el conjuato de los "estados de encuen ‘modos de coavivencia puede volver & lanza, completéadalo, el proyecto moderao de emancipacién? ;De qué manera permite desarrollo de ireccioneseulturales y politics nuevas? Antes de llegar a ejemplos eoneret derarel lugar de las obras en el sistema global de Ia economia, simbstiea material, que rie la sociedad contempordinea: para nosotros, ms allé de wearer comer (ode su valor semnéai «0, In obra de arte representa un interstcio social, Este término, “imersticio’, fue usado por Karl Marx para definir comunidades de intereambio que escapaban al cuadro econsmico eapitalista ‘porno responder aay de a gananca: truequ ventas a pedi, * Michel Mafsal, Le comemplio de monde, Gres, Par 198, 6 producciones autérguieas, etc, Bl interstcio es un espacio para Jas relaciones humanas que sugier posbilidades de intercambio istintas de las vigentes en este sistema, integrado de manera és o menos armoniosa y abierta en el sistema global. Este es justamente el earkter de In exposiién de arte contemporineo ‘nel campo del comercio dels represeataciones: crear espacios| libres, daraciones ewyo ritmo se contrapone al que impone la ida cotidiana, favorecer un intercambio humano diferente al de las "zonas de comunicacisn” imp actual ereuexpaciosespecficos y preestablecios que Titan las posibiidades de i fon inventados para mantener ls calles limpias: con es misina 28, El contesto social ‘cambio humano, Los baos pablicosfvc- idea se inventan herramientas de comunicacién, para limpar las calles dela ciudades de toda escoriarelacionl y empobsecet los inclos de vecindatio, La mecanizacin general dela Funciones sociales reduce poco a poco el espacio Adespertador por teléfono hasta hice algunos aos empleabs a ‘personas reales: ahora es una vor siaética la que se encarga de Sespertarnos las tansseciones sociales mds elementales,y los comportamientos profesionaes se moldean sob los coon eional El servicio de El cajero automitico se convitis en el modelo de In eficacia de las miquinas que stares que antes constituian lazan y que ejecutan posibles intercambios, de placer ode conflcto. El arte contem- porsaeo desarollaefe 10 politico cuando sc esfuera en abarear la esferarelacional, problematizéndola vamente wn proyes Cuando Gabriel Orozco leva una aaraaja aun puesto de un mercado brasileno desicrto (Cray Tourist, 1991) 0 cuando insta una hamaca paraguaya en el jardin del Museo de arte moderao de Nueva York (Hanae en ef MoMa, 1993) ests actuando en coraréa del infracstecher social’, este poaucto espacio de ges (os ctidianos d -ninado por la superestruetusa que coasttuyen fos “grandes” imtercambios. Sin ningina frase, Is fotogralias de 10ze0 -una bolsa de dorm sobve el past, una caja de zapatos ‘vi, ete.-son el dacimenta de revolucionesfnfimts en lo wehano ‘0 semi-urbano cotidiano: dan testimonio de esta vida silenciosa fe", naturaleza mueria- que son hoy las relaciones con cl ofo. Cuando Jens Haaning difunde por altoparlante historias chistosas en turco en una plaza de Copenhague (Turkish Jokes, 1994) produce en el momento una micto-comunidad los iam tantes se wnen en una rst colctiva que ini xiliados- que se formacn flaca con la obray en ella misma, La exposicion es un lugar prvilegiado donde se instalan estas colec vidades instantincas, egidas por diferentes pricipios: ol grado de participacion exigido al espectador pore artista la naturaleza ‘de la obra, los modelos de lo socal propuesios o sepreseatados. Una exposicion genera un "dominio de intercambio" propio. aque debe ser juzgado com crteris estticos, o sea analizande la coherencia de a forma y Ivego el valor "simbslico™ del mundo «que nos propone, de la imagen de las relaciones humanas que refleja. Denteo de este inersticio socal, ef artista debe asumir| os modelos simbilicos que expone: toda representacidn reenvia a valores que se podtian trasponer en Ia sociedad. pero el ate ‘contemporéneo modelizn més de lo que represent, inspirase en bpasadaen ol comercio, te su situacin de en lugar de ama social se inserta en ella, Actividad humana arte esa la ver objeto y sujto de una ica: tanto mis porque, ala inversa de otras actividades, no tiene cotta foncion que ta de exponerse a exe comerci, El arte es un estado de encuentro. La estétic relacional se incre en ona tradicin materia, no significa quedasse slo en Ia pobreza do Jos hecho, y no implica tampoco esa estrecher de espirita que ‘comsiste en ler Ins obras en tSrminos puramente econsmicos 1a wadicisnflosofica en la que se apoya esta esc relacionl ha sido notablemente definida por Louis Althusser, en ano de Ser ‘materi sis ltimos textos, como wn ‘materalismo del encuentro™ o ‘materialism aleatorio, Este materialisne toma como punto de partda Ia contingencia del mundo que no tiene ni origen, mi sentido que le precede, ni Raz6n que le asigne un objetivo. Ast I esencia dela humanidad es pusamente tans individual hecha Pot Inzos que nen 3 los indvidos entre sen formas sciles| ‘ave son siompre histricas "la esenciahumana es el conjunto de Ins elaciones sociales” (Mara), No exit {e la histori’, ni un "fin del arte, puesto que la pate se voelve mente en fun ls posiildad de wn "in 1 comprometer permaner 16a del contexto, es ec on funcin de los jugadores y del sistema que construyen 0 stitican, Hubert Damisch vlan las teorfas de “in de arte” cl resultado de una gran confusién entre "el fin de juego” (game) ye fn dela partida” (plas) cuando el contento social eambia radicalmente es wna nueva p ido del juego propiamen {ego inter-humano que constitye nuestro objeto -"EI ate es un juego entre los hombres de todss Iss épocas" (Duchamp)-st- pera sin embargo el marco de lo que comunmente se tama "ate ida lo que se anuncia, sin gue el dicho estén tela de jucio, El Hubert Damich, Fete jeune cadmium, Ed a Sul, Pars, 1984, las "stuaciones constridas proclamadas por la Internacional sitwacionista pertenecen entonces a este juego" apesar de Guy Debord, que les nepaba.en ultima in 69, consideraba Ia “superacin del arte" como wna revolucion de Ia vida cotidiana, La estética velacional no constituye una teoria del a . 78. que esto implicaria of enunciado de un yy de un destino, sino uaa teorfa de ta forma, {A qv6 llamas forma?A una unidad coherente, una estruc- {ura (entidad aut6noma de dependencias interns) que presen las caractristcas de'un mundo: a obya de arte ao es la daica: slo an subgrupo de Ia totalidad de las formas enstentes 1 wadicién flossfica mateialista que inauguraron Epicuro y LLucrecio, los stomos caen paaleos en el vaio, ligeramente en Aiagonal ‘us encueateo con el étomo vecino y de encuenteo en encveatso, isen ‘uno de eos Stomos desde st recorido, “provocat na serie de chogues el nacimiento de wn mundo”. Asfnacen as formas. a partir del “Sesvio"y del encventro aleatorio entre dos elementos hasta entoaces patalelos. Pua erear ua muado, este feneuenteo debe ser duradero: los elementos qu eben unirse en una forma, es decir que debe haber posesién de tun elemento por otso (decimos que el hielo "se solidifies). La forma puede definirse como un encienta duradero. Encwenttos

You might also like