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| | F LOS CRITERIOS: GUIAS DEL PENSAMIENTO CRITICO A continuacidn seguiré abordando lo que ya he intioducido sobre el pro- blema de los critetios. Ello no sdlo se relaciona con las profundas contro- versias sobre ka natucaleza de los criterios que ya han presentado filésofos antiguos desde el tiempo de Platéa o bien representados por el ensayo de Sexto Empitico «El dilema de los criterioss. Tampoco se relaciona tinica- mente esta cuestién con los aspectos técnices y complejos que plantean las metodologias de clasificacin o de evaluacién. Los estudiantes necesitan tener uuna_concepcién mds amplia de lo que son los criterios y del rol que juegan ‘en los juicios que han de realizar. ¥ ello es debido a que todos nosotros, sea- mos estudiantes 0 no, tenemos el derecho a comprender la naturaleza de los poderes que nos guian, y los criterios son, entre ottos, algunos de estos fac cores-guia. Si cuando nosotros vamos a comprar no tenemos Cuidado de sopesar las interrelaciones entre los ctiterios de mercado y los ctiverios de la calidad, nos volvemos totalmente yulnerables como consumidores. Si como estudiantes nosotros no conocemos los criterios mediante los cuales nos estan alorando estamos expuestos a wna vulnerabilicad intelectual. Si como can- didatos a un puesto de teabajo nosotros no conocemos las especificaciones de la ccupacidn a la que nos estamos presentando, no estaremos en condiciones para p poder defender nuestra profesionalidad. Si los criterios son factotes que gufan nuescras vidas, hemos de conocerlos a fondo. La igaotancia sobre los cciterios es la hermana gemela de la servidumbre cognitiva. Conociendo esto, publicistas sin escrépulos se dedican a divulgar criterios en términos de los aspectos externos de los productos del mercado, soslayendo intencionalmen- te muchos crietrios de gran imporsancia que podsian disminuir la aperence bondad de dithos productos. Pensaniento complejo y educacidn ww LOS CRITERIOS COMO RAZONES APROPIADAS Y DECISIVAS Como setes reflexivos, nosotros tenemos nuestras propias razones que apoyan todo lo que decimos y lo que hacemos. Como pensadores tenemos nuestros criterios. Los ctiterios vienen a formar un subconjunto de las razones, pero estas razones son de una variedad especialmente afectiva De la misma manera en que una balanza se puede apoyar en cualquier punto, ésta nos ¢s especialmence titil cuando su punto de apoyo es el centro, Asi nuestras acciones y afirmaciones tendran mayor peso cuande se apoyan sobre ticos, criterios en lugar de fundamenraise en cualquier otro tipo de razones. | Otra forma de decir esto seria cuando nosotros realizamos algtin tipo « jnicio, Sobre esto se pueden hacet muchas consideraciones, y cuando delibe ramos sobre una de estas consideraciones, esto es desasrollar para cada una de ellas una razdn y juzgarlas de una forma u otra, Pero muchas de estas consi- deraciones puede que sean solo de un significado muy trivial. Las razones q ealmente son importantes son aquellas que se tefieren realmente a la cuestion “tratada; son razones que entonces vienen a ser decisivas; por tanto, son criterias jCémo llega una razén a emerger y a convertirse en critetio? Aqui podris mos menicionar algtin tipo de experiencia politica que nos podria servis de ayuda como analegia, Para poder desarrollar algiin tipo de tarea politica alguien nece sica; 1) ser una persona elegible para dicha tarea, 2) que sea nombrada, 3) que sea clegida. Lo primero representa tina prueba de relevancia. L.o segundo se basa en la evaluacién del pasado de estas personas, y lo tercero se mide cuando esta persona se enfrenra cara a cara al resto de los competidores. Lo mismo suce- de con un criterio: Una razén 1) que es especialmente relevance para un pro- ceso de investigacidn, 2) que muestre un alto grado de confiabil det Syaie gue sea_especialmente potente pata poder ser escogido como criterio, Por ejemplo, nos estan presentando a Maria ya Maria y notamios que tienen algiin parecido, Nos imaginamos que son hermanas. Entonces alguien dice: «Ticnen el mismo apellico.» Esto es evidentemente una razén para pensar que elas pueden ser hermanas, pero no es decisive. Alguien més puede decir: vEllas son hijas de los mismos padres.» Esto es decisivo, por lo cual deberfamos encontrar algiin contraejemplo, y si ello no es posible podriamos afirmar que son heros Por tanto, es decisivo porque expresa una consideracidn definitiva. Es mds que una raz6n vulgar, Es un criterio eminentemente relevante, confiable y potente, Ello no significa que los criterios necesiten parecerse alas definiciones. Lo que da a las definiciones su gran poder como criterios es su exclusividad. Cuando yo clasifico 2 un caracol como un molusco, lo que estoy haciendo es apelar_a su definicién, y por canto seleccionando un criterio que posee una jurisdiccién exclusiva sobre el tema en cuestion. Pero exiscen otras formas de exclusividad, Supongamos que yo diga: «Llevaré mi paraguas sdlo si realmen nas Matthew Lipman te lucve» En este caso lo que he hecho es haber estipulado unacondicién que purd seevir exchusivamente como criterio. La cuestién «estd Iloviendo» asumne \n funcide soberana en la gufa de mi juicio. Pato también sucede cuando en el momento de escoger a nuestros repre- sertantes politicos la primera carea es la de estipular las condiciones de elegibi- lidacl, o sea, In eleccion de los criterios como aquellos diferentes tipos de tazo- ney ala hora de estipular la cleyancia de las condiciones. (Esto es lo que aporta la logica informal de manera mas significativa. En cambio, la ldgica formal se teficre ala solidéz,o a la no solidez de los argumentos sin atender a su relevan- isto irtelevancia. Del hecho de que las premisas de un argumento sean verda- +49 de ninguna manera garantiza que el argumento sea televante para la ive jue tenemos en mano. La ldgica informal, en cambio, es espe- _ialmente sensible a las consideraciones contextuales. De alguna manera podri- \inos incluso afitmar que dicha relevancia es el motor de todas sts Sides] La segunda cuestién a la hora de seleccionar criterios ¢5 la de establecer los criverios que nos permican considerar la trayectoria y los records de expe- ticncla del candidato, esto es, la confiabilidad. El tercero viene a ser la consi- dencidn de la fuerza de los ctiterios desde el momento en que un candidato pnede ser examinado en relacibn a la preferencia frente a otros candidatos. Por tanto, una razén puede convertirse en un criterio sélo si llega a superar una serie de pruebas que determinan su adecuacién para ser un criterio. Por ello si aficmamos que los criterios son razones que se ajustan especialmente para su nso en ciercas circunstancias, no podrfamos nunca admitir la afitma- vida de que un pensador eritico es tinicamente aquella persona que «se orien- a adecuadamente por las razones» tal como declara Harvey Siegel, sino que seria aquel sujeto que se orienta adecuadamente por tazones adecuadas ™. MAS SOBRE LOS METACRITERIOS Me gustaria volver a la comparacién que realicé antes entte la seleccién de metacriterios y la seleccién de candidatos, Sugerfa que existen —aunque no de forma muy clara, sino con cierta ambigtiedad— tres fases en este pro- la determinacidn de la elegibilidad, la determinacién de la experiencia upuesta y la determinacion de las porencias comparativas entre los candida- (os. Por ello, al seleccionar entre diversos metacriterios, lo primero que (1988) Educating Reason, London: Routledge, Siegel se ha destacado por la Formulacién cle su frase varientado adecuadamente por razones» en sw articulo «Teaching, Reasoning and Dostaievskis Tee Brothers Karamazaun, en P. W. Jackson y $. Haroutunian-Gordon (eds,) (1989), From Socrates to Software: The Teacher as Text and the Text as Teacher. Chicago: tudy of Education, 115-134, National Socieey for the Pensamiento complejo y educacién 189 hemos de conocer es si el metactiterio propuesto es relevanse, Deberemos, por tanto, considerar su curriculum vitae, es decis, su trayectoria en el pasado como confiabilidad; y en vercer lugar tendriarmos que evaluar su fuerza. L. La velevancia. Un criterio es televante en una cierta situacidn si éste s pertinente a la cuestién que se est4 investigando y si es apropiado al contex- to en el que se estan realizando los juicios, Por ello podemos afirmar que exis- ten grados de mayor y menor televancia. La relevancia de un criterio viene aumentada si podemis al menos demostrar que tiene una cierta jutisdiccién xclusiva sobre la materia en cuestién, y que ésta puede incrementarse a medida que vamos ampliando de forma exclusiva esta jurisdiccién *. Identificar Ja irrelevancia puede ser una cuestién complicada. Es eviden- ce queal medir un certeno es relevante la utilizacién de una escuadra con sis- tema métrico decimal, pero en cambio ésta no es relevante para juzgar la cali- dad de un poema. Peto si insistimos tanto en que s6lo los criterios espaciales pucden utilizasse para problemas espaciales y que dnicamente los. criterios temporales se deben aplicar a cuestiones temporales, entonces rdpidamente entrariamos en contradiccién con el lenguaje cotidiano que insiste precisa- mente en lo contrario; por ejemplo, la posible identidad de estas dos frases «Nosotros vivimos a media hora del centro» y «Nos quedan tinicamente treinta minutos de combustible en el depdsito del aviény, Para algunos fildsofos éstos son usos metaféricos, y las metdforas represen: tan ettores categéricos. Sin embargo, cuando una descripcién que viene dada cn un tipo de experiencia se formula mejor en los tétminos prestados por otro tipo de experiencia, entonces los criterios mediante los cuales esta desctipcén viene juzgada también tendrén que tomarse prestados. Por ejemplo, si yo oigo que alguien dice; «Este hombre lleva una corbata muy chillona» y esta afirma- cién no tue sirve para representarme fo que yo he visto y afirmado con otra frase: «Este hombre lleva una corbara muy disctetan, entonces répidamente necesito emplear ctiterios que sean mds pertinentes a los aspectos de la expe- Fiencia y al auditorio visual de esta experiencia, De la misma manera el amplio campo de las metdforas, y en general del lenguaje figurativo, nos sirve de sopor- te para poder distinguir nitidamente entre los criterios relevantes e irrelevantes. + Al tracar los ericerios he limitado la discusién sobre la relevancia a 1a cuestién de la juris- n. Un ctirerio que no tenga jutisdiccién sobre algtin campo, hablando de forma estric- inrclevance para dicho campo. No obscante, serfa deseable povler utilizar una nocién mas miplia de la relevancia, tal como nos la ofrece D, Wilson yD. Sperber: «Podemos a flexible y 9 afirmar que la relevancia de una proposicién aumenta con el néimero de implicaciones con- textuales que produce y decrece en funcidn al aumento de la cantidad de necesidades de pro- cesamiento que se sequiere para obtenetla» (einfesence and Implicarure in Unerance Incerpretacions, en Terry Myers, Keith Brown y Brendan MeGonigle (eds.} (1986), Reasoning cand Discourse Processes. New Yorks Academic Press, 249. También consultar, en el mismo volumen, la critica de ¥, Wills, «Relevance and Beliefs, 265-270] 10 Matthew Lipman 2. La confiabilidad. Tal como hacen los politicos, los criterios necesitan tam- bign superar los eximenes en relacién a sus ccayectorias y a su pasado para poder convencernos, Evidentemente que en algin momento un criterio demostrada- mente confiable puede fallacnos, pero esto no suele suceder a menudo, Los cri- serios son sobre todo medios o instrumentos que pueden utilizarse y cuya con- fiabilidad se desprende de su propia historia y de los éxitos obtenidos a la hora de producir consecuencias deseables. Centimerros, minutos, ast como diferentes medidas o tamaiios de zapatos, etc., represencan formas de medicidn y aspects evaliiativos de una prictica normal, Es sélo cuando olvidamos la enorme carga emotiva y los hébitos implicados en este tipo de pricticas cotidianas cuando pensamos que puede ser fécil hacer cambiar a la gente en cuestidn de sistemas de medicion o de sistemas de evaluacidn. Por ello la confiabilidad implica no inicamence diversos sistemas de cdloulo, sino que sobre todo tiene en cuenta cualquier tipo de testimonio que pueda oftecernos sobre la experiencia humana. 3. La fuerza, Cuando Acistételes nos habla de «las vircudes incelectuales» es evidente que dl se refiere a los poderes intelectuales © mejor dicho a las fuerzas. De la misma focma, cuando nosotros nos referimos a las virtudes de los metacriterios, lo que queremos decir es todo aquello relativo a la fuerza, su potencia compacada con: a) las fuerzas de metacriterios alemativos y si 4) el grado mediante el cual un critetio puede guiar la realizaci6n de un jui- cio sobre una materia. Estas diferencias de grado pueden ser enormes. Algunos juicios pueden realizarse sin apelar al razonamienco, Y llamamos a estos_juicios intuitivos, acriticos 9 bien epitetos despectivarmente, pero la cuestidn es que los contextos en los que se realizan dichos juicios desprecian el valor de fa racionalidad o del uso de criterios, Lo tinico que decimos es que fos gustan y con ello ya hemos cerrado la cuestién. Por otro lado, en el otro extremo existen aquellos juicios que son tan débiles por sf mismos que nin- giin cricerio aparece como mejor que otro. A menudo nosotros escagemos juicios que, aunque sean intr{nsecamente muy débiles, apelamos a la autori- dad de la fuente. Por ejemplo, cuando afirmamos «Esto es bueno porque a él le gusta» y con ello volvemos a cerrar la cuestién. Pero éstos son casos extremos, puesto que nosotros tendemos a apélar a criterios que tienen menos fuerza que los juicios que hemos realizado, de la misma forma en que un juez puede guiar su decisién por un precedente 0 cuando al numerar los ancecedentes cita en cambio las razones legales que se pueden derribar de dichos precedentes. No estoy afirmando que estos tres metacriterios —relevancia, confiabili- dad y fuerzs-— seanlos tinicos o los mejores metacriterios para sel criterios que necesicamos. Quizd existen otros que puedan ser mejores. Lo Gnico que esto¥" apuntando es que estos metacriterios san los mas usuales dentro de las précticas racionales cotidianas, eecionar los jento complejo y educacidn Wi lo exlate Y atin quiero afiadir més, pues éstos no son mera-metactiterios. § el amplio campo de los criterios, de los cuales cada uno sirve a los otros tempo ralmente para ayudar a seleccionar otros y que éstos se tornen a su ver dlirante un tiempo metacriterios. Pero no existe una jerarquia permanente. Podilanios llegar a aflemar que a los ojos de Dios, todos los critesios son iguales "! LOS CRITERIOS, LAS RELACIONES ¥ LOS JUICIOS 1s julicios se fundamentan o se pronuncian sobre las relaciones, pero étoy stan orientados por criterios. Los cri u el proceso o bic aparato metodoldgico de la investigacién; las relaciones, en cambio, forianh, parte de fa materia tcatada en cuestién y sobee la cual se van a emitit juicioi Si yo afizmo que la India es geograficamente mayor que Pakistdn, entonces ls ctiterio es el de dvea. Pero la relacién sobre la cual expreso juicio es «mayor ques Cuando ensefiamos a los estudiantes la [dgica del juicio debemos tener pre sente que si ellos han de ser conscientes del uso de los criterios han de reconw cer también la funcién de las relaciones que emplean. Esto es debido a que la ptictica cognitiva que se les ha ensefiado en fa escuela primaria suele iniciatse generalmente con la realizacién de comparaciones, y ello implica, pot canto, el discernimienco de semejanzas y diferencias y la realizacién de conexiones y «i disinciones. Y, por consiguiente, ello permicirs a los estudiantes comprender por qué no puede haber distinciones sin diferencias, 0 conexiones sin conecti vidad y por ello podrén reconocer que tampoco habrd juicios sin relaciones, Es propio de la nacuraleza més intrinseca de los juicios el correlacionat los con relaciones, de la misma forma en que es intrinseco a la naturaleza de Jos arcos que éstos irapliquen angulos. Enzonces podrfamos afiemar que los juicios pueden ser conocidos mediante el tipo de celaciones que les acompa fian, y si entonces buscamos algtin tipo de juicios, lo mas facil serfa empevar por una clasificacién de las relaciones implicadas en dichos juicios, tal como. ilustcamos en los siguientes ejemplos: La familia El tiempo es primo de es més tarde que es hermana de es més pronto que esel padre de es el dia antes * Véase Walter R. Fisher (1978), en «Toward a Logic of Good Reasons», «Quarterly Journal of Speech C4 376-384: «Cualquier sistema de evaluacién es circular... yo no prevendo evitar ha circularidad; todo lo contrario el aumento del didmerro del circulo que es el que contiene ' buenas razones’s (p. 377). Sobre este punto, véase ambién Abraham Kaplan (1964), The Conduct of hupuiry: Merhodalegy for Bebavioval Scienee. San Francisco: Chandler, 362-3 wr es la tia de es la esposa de Los valores es mejor que cs superior a vale mas que es mas baraco que ho es mejor que El tacta es mas suave que es mds rugoso que es mas duro que es mas agradable que es mas grasiento que El sonido es més alro que es mas bajo que es ms esttidente qi es mas ritmico que es més armonioso que El peso es mas pesado que es mas ligero que Las acciones es nds activo que es mas pasivo que Causa-efecto es la causa de esel resultado de ello nos leva a ello supongs Matthew Lipman es el dla despues es mds lento que El epacio es nds lejos que es més cerca de es més grande que es mAs circular que es mls obtuso que EL gusto es mds amargo que es mds dulce que es més salado que es mds gustoso que es més dcido que El color es més azul que es més rojo que es més ptirpura que es més claro que es mis oscuro que Los sentimientos es mits feliz que es mis triste que El cardcter es mis introvertide que es més valiente que Medios-fines esté disetiado para tiene la intencidn de sirve para esté hecho para Peneamiento complejo y edueacién 193 Las partes-el tocle La clase-sus miembros es a parte de es un miembro de participa en pertenece a la clase de esté implicado en es un petenece a es uno de ceorfa metafisica puede construirse, por un lado, sobre la base de los iuicios humanos, y por el otro, mediante la presencia de las relaciones intrin: _secas. Esta teorfa plancea las relaciones de diferentes tipos de érdenes, pero sobre todo considera que todo en la naturaleza est relacionado y que lanatu- raleza es el orden de todos los érdenes “, Una teoria metaflsica como ésta nos provee un marco acogedor para_una teorfa del pensamiento critica que. -defiende que todo pensamiento tiene como objetivo la realizacién de juici y_que todos los juicios implican la construccién de relaciones. {QUE PODEMOS UTILIZAR COMO CRITERIO? fn principio la respuesta a esta cuestién es utodo». En la practica, en cambio, el campo no es tan amplio como parece y el metacriterio que vamos a utilizar ha de contemplar distintas opciones que puedan ser rechazadas debido a que sean itrelevantes, a que sean poco fiables, a que sean debiles 0 todo ello al mismo tiempo. ‘Atin asi la Idgica de los criterios ¢s muy tolerance con un gran abanico de opciones. Los criterios pueden sez hechos, principios, valores, formas de com- inumerables u otros tipos de cuestiones. ‘Todos los criterios neces paraciénl tan para ello satisfacer el metactiterio. Consideremos la signiente afirmacién de hecho cuando la utilizamos como una premisa menor: «Si él se confiesa, entonces es culpable»; «El se ha conlesado, corrector; «Entonces él es culpablels, El hecho de que él haya confesado evidencemente es relevante; la confesién es un argumento valido de alguna evidencia. ¥ es claramente potente también. Pero el argumento no es conclusivo, porque la premisa mayor es muy débil. Por otro lado, si con- sideramos la siguiente comparacidn: «iin este liquido el tornasol se vuelve rojo, ¢s un acido»; @Eh, el tornasol se estd volviendo rojo!s; «Entonces segu- to que el liquido debe ser un Acido», Aqui nosotros hemos considerado una menor de hecho mucho mids potente que la premisa mayor. Si le premi: Me refiero evidentemente a los magnificos libros de Justus Buchler (todos publicados en New York por Columbia Universicy Press), Towand a General Theory of Human judgement (1951). Nature and Judgement (1955), The Concept of Method 1961) y Metaphysis of Natweal Complexes (1966) cemeeieiiaes miei 9 Matthew Lipmag damos un valor de verdad a la premisa mayor el féndmeno referido en la pre- misa menor es garantéa suficiente para poder inferir la conclusién, Este ojem- plo nos sugiere que los critetios pueden ser mas efectivos ala hora de facili- tac los juicios cuando funcionan como premisas. Y ctando funcionan de forma separada o bien cuando conjuntamente forman un argumenwo de varias premisas y muy potente, enconces los etite- rios son razones de orden superior. ¥ por ello aparecen con mucha mds fuer- za conclusiva que las razones ordinarias y ésa ¢s la raz6n por la cual nosotros apelamos a ellas cuando necesitamos principios o determinaciones. No obs- ante, no existen rasgos comunes o esenciales a todos los criterios. Cualquier ejemplo puede servir como un critetio que funcione decisivamente en el pro- ceso de investigacién que nos lleva a realizar un juicio. Por ello un criterig seria todo aquello que permite la ejecucién de las operaciones que nos facili- tan el logro de conclusiones 0 deliberaciones. Habiendo reconocido que cualquier cosa nos sitve como un criterio, me gus- carla ahora concretar brevernente algunos de los aspectos que petmniren que poda- mos utilzarlos con dichas potencialidades y capacidades. Lo siguiente serfan algu- nos aspectos que generalmente consideramos a la hora de apelar a criterios. Valores compartidos Los valores son cuestiones de gran importancia, y cuando nosotros inten- camos arreglar nueseras disputas solemos apelar a cucstiones de importancia que nos atafien de forma compactida, Santo Tomis en algun escrito nos recuerda que cuando las coneroversias son entre ctistianos y judios se suele apelar'al Viejo Testamento; si éstas son inicamente entre cristianos se apela al Nuevo Testamento; y si son entre cris- tianas y no cteyentes, entonces se apela ala razdn. Si tuvidsemos que simplifi- car podriamos afirmar que todo tipo de apelaciones a la antoridad son en efec- to apelaciones a valores compartidos, pero ello serfa un reduccionismo excesivo. Es importante reconocer que cuando nosotros realizamos juicios orienta- dos por valores, los valores en cuestién tienden a referirse tanto a ideales como a tealidades; mediante esta relacién entre ambos es en la que se expre- sa el juicio, Por ejemplo, el juicio de que beber leche ayuda a que los nifios erezcan mas saludables esta orientado por el criterio de valor ideal de la salud y el cricerio de valor real de la leche; el juicio expresa la relacién nucricional entre estos dos valores. = pensamniento complejo y educacign (on as precedyntes y las convenciones evldiy donos a dos cosas diferentes o a parces de lo mismo? «Doncle fueres, his lo Alapelar a precedentes 0 a convenciones, ¢ estamos en el fondo que vieres» claramence es un criterio convencionsl, pero esta convencibn eh jen si algo o tinicamence una serie de afiemaciones de precedentes de cor ductas? asf lo vela al menos David Lewis”. (Otra forma de decir lo mismo seria afirmando que tanto los precedentes como Jas convenciones son (orn ponentes de cualquier apelacién a una préctica normal.) Lewis entiende que las convenciones son apelaciones a los precedente que se han ido acumulando a lo largo del trabajo humano. Sugiere acorns que uno de los eriterios convencionales rnés amplios es la medicidn, lin el fondo nosotros frecuentemente coordinamos aucstras actividades con orras peisonas a través de estdndases acordados, y la estandarizacién en el fondo también responde al uso de medidas. Y en realidad éstas son para la mayorl siscemas estipulados de demarcacién que hacen posible resaltar las diferenciis cualitativas en términos de grados cuantitativos *, Por tanto, no puede haber duda de que apelar a la posibilidad de medicidn tiene un gran poder en este gran juego del ajedrez que supone la legitimacién de juicios, ya que lus medi das son, entre otros, unos ctiterios muy potentes. Bases conumes para fa comparactin «No se pueden comparar manzanas con naranjas», esto lo hemes ofdo muy a menudo, Pero evidentemente lo que si puedes encontrar son aspectos con partidos tales como el peso o bien admitir algunas comparaciones. Aunque lay cosas sean claramence diferentes, éstas pueden compararse de una forma u otra. (En efecto, el poder de las analogias y las metdforas descansa muchas veces en la capacidad de identificacién de similaridades apenas notadas 0 biea de diferen cias sutiles.) ELreconocimiento de pardmerros compartidos 0 lo que nosotros lla: _mamos bases de comparacién muchas veces llega.a ser el nico Fundamento pata el cual nosotro_podemos afirmar ciertos juicigs, «Pero es tu hermanol», le recot amos cuando ha fallado ya todo, y muchas veces suele funcionar, “Tivis en Convention (Cambridge, Mass: Harvard University Press, 1969) se refiere a as convenciones como regulacidades quie cualquiera en uns poblacién dada tiencle a conformar v espera que los demas también las conformen. La fence de las expeciativas mutuas de los agentes es a priori, Véase pp. 35-41 y 78-79. © Vease el erabajo magisceal «Measurement» de Mortis R, Cogen y Ernest Nagel (1934), en hnbluduction To Lagye and Scieutific Method, New York: Hateouit Brace. 289-301. (WN, de la T: La versiGn en castellano de N, Miguer (1968), butroduccién a fa Logica y al métads clen- tificv. 2 vals. Buenos Aires: Amorrorau,) Wo Matthew Lipman Los peguisitos Precucnremente nosorros teridemos a estipular por adelantado lo que se tiene que hacer 0 decit, y estas especificaciones acttan como criterios, por cjemplo en el caso de aptobar y suspendes, en el caso de condiciones mate- viales, © en el caso de tests basados en criterios validados. En procesos alga- ‘tiumicos, eleriterio aplicable suele ser el rigor metodoldgico —lo que en légi ci sellama valider—. En procesos heuristicos, en cambio, el cxiterio aplicable suele ser el éxito 0 la eficacia. Una perspectiva es un area de interés en la que resalta un punto de vista espe- cial y un tipo diferencial de experiencia. En una disputa sobre la viviseccién, alguien podrd apelar en seguida a aperspectivas éticas», y es entonces cuando el atea de interés llamada étiea se inttoduce de forma que funcione como un crite- tio. Muchas veces diferentes petspectivas consolidan la realizacién de distintos juicios, Para una persona que conciba que la seguridad ciudadana como pers- pectiva ética es prioritaria, una zona ruinosa de la ciudad tendrd que ser dernoli- da. Para otta persona cuyo punto de vista sea la estética, la mistna parte de la ciu- dad tendrA que ser considerada monumento nacional y, por tanto, preservarse. Los principios Los ptincipios son formulaciones conceptuales relativamente simples con- cernientes a sistemas relativamente complejos de relaciones existenciales. Esto nos aporta una mejor comprensién sobre cémo las cosas estén aparentemente conectadas o han de estar conectadas. Por ejemplo, cuando tratamos algin tema de economfa clisica podemos teferitnos al principio (0 a la ley) que afir- ma la relacién entee la oferta y la demanda. (En cambio, los principios norma- tivos serian aquellas recomendaciones sobre emo deberfan estar relacionadas las cosas, es decir, cémo deberia razonarse la oferta y la demanda) A la gente se le suele pedir que formule sus principios més que apele a ellos como si de alguna manera el pensamiento bajo principias fuese una especie de roca ina- movible, Pero los principios no son en absoluto intrinsecamente superiores a los critertos sino que éstos también necesitan los mismos criterios metacriticos. Pousimiento complejo y educacién 197 Si los valores nos tnfluyen y los requisitos nos gufan cuando juzgamos, entonces las reglas nos dicen, nos gobiernan, nos Hevan a juzgar en conformi- dad con ellas. Estar ocientado por una regla al realizar un juicio es utilizar un Breteler lo mas directo y inmediato posible. La distincién entre ce las categdricas ¢ hipotéticas es muy sutil. En la price las susodichas reglas categéricas son en el fondo reglas hipotéticas que han sido colapsadas o bloqueadas. Las seglas siempre son especificas aun campo y contingences a consideraciones contextuales. Las reglas son los residuos de las pricticas normales. Las practicas regu- lan las reglas, y las reglas regulan las précticas. Es un proceso circular. Es asi como pricticas normales (como, por ejemplo, la agricultura primitiva) tra- bajan hacia una racionalizacién social, es decir, hacia la eliminacién virtual de cualquier comportamiento que no esté orientado por reglas. Evidentemente, hay reglas que otientan la introduccién de reglas inno- vadoras. Los estandares Nuestros estandares son nuestros criterios para indicar el grado en que un criterio nos satisface , Podrfamos identificar que la correcta ortograffa es un criterio para evaluar los ensayos, pero en cambio podemos ser muy tolerantes a la hora de corregir los etrores ortograficos. En otras palabras, aqui tenemos un criterio relevante, pero en cambio estandares muy bajos. Desde el momento en que los criterios pueden ser relevantes o irrelevantes y los esténdares pueden tender a ser elevados 0 bien bajos entonces tendre- ios cuatro posibilidades: 1) la situacién éptima con criterios relevantes y estindares elevados; 2) criterios relevantes con estandares bajos (suele ser la situacién mas frecuente); 3) criterios irrelevantes con estandares bajos; 0 rambién podriamos presentar el caso més penoso que setfa 4) criterios irre- levantes con estiéncares elevados. ™ Esta nocién proviene de Stanley Cavell (1979), «Criteria and Judgement, en The Claim af Reason, New York: Oxford University Press, 11. También es deudor de Roger A. Shinner’s (1983), Canfield, Cavell und Criteria, Dialogue 22, 253-272, 7 A. Joka V, Canfield (cds.) (1986), The Philowphy of Witwgentein: Criteria, Vol. 7. New York: Garland. 198 Maithew Lipman Las definiciones Las definiciones son titiles para la escandarizacién del discurso y la coor: dinacidn de lay investigaciones. Funcionan como puntos de partida para las Investigaciones que son evidentemente clasificacorias y también funcionan como exiterios para ayudar a decidir sobre cuestiones de inclusién y de exclu- sién. También nos suelen sugerir soluciones cuando estamos encallados al uti- lizar una palabra u otra en un contexto determinado. No obstante, las defini- ciones del diccionario deben tomarse con mucha cautela, y los profesores deben ser muy prudentes al aconsejara los estudiantes que «consulcen» los dic- cionaries en lugar de que los cengan en cuenta. Los lectores principiantes son especialmente amigos de buscar definiciones en los diccionarios; seria en cam- bio mucho mis tril si los intentasen hiporédicamente formularse Jo que la palabra desconocida significa en funcional contexto en el que se halla en lugar de acudie al diccionario encontrando un significado fuera de todo concexto. Los hechos Los juicios a menudo dependen de los hechos porque suele ser el hecho el que acttia de pivote de los acontecimiento Dos caminos se bifurceban en un bosque amarillo Apenado estaba yo de no poder recorrer los dos Y por ser un viajero mi pensamiento se detuvo mucho tiempo Y segufa con la vista a sdlo uno de ellos Hasta que por fin se perdié Finalmente elegi el otro que parecia igual de bello Y que quizés me amaba més la atencion porque estaba cubierto de hietba y pedia que se caminara Los dos caminos Maman la atencién del viajero, pero uno era un poco mas herboso y «pedia ser usado». Claro que la diferencia es tan pequefia que Robert Frost cuenta que para ser usados eran «més 0 menos iguales», y sin embargo «esto hizo coda la diferencia» , Naturalmente repite que aqul hay dos influencias recfprocas: el camino més herboso necesita la pisada del vie jero y por eso hay un hecho, pero también un requerimiento que depende del juicio. Estos crltetios convergen y se refuierzan los unos a los otros; en otras condiciones quiaé hubieran estado compiendo y nevttalizandose a (1970) «The Road noc Takens, The Complete Poems of Robert Frost, New York: Holt, Rinchare and Winston a Matthew Lipman cansa en tina forma de vida, en una forma de tomar decisiones y en una forma de actuar; dificilmente podemos condenar dicho propdsito o perdonarlo, ya que funciona como un principio organizativo fundamental para Tomas Por ello es in criterio. Por ello controla no sélo los planes de vida, sino también todos aquellos juicios, atin los mas precisos y concretos, como, por cjemplo, los que utilizames a la hora de evaluar o de medi. Es cuando vemos claramente que sirven como estdndares y que determinan el grado de tole- rancia que podemos tener frente a las desviaciones de las medidas precisas. El lanzamiento de un cohete implica una puntualidad distinta @ la de los nifios que encran en la escuela. Tenemos diferentes propésitos en estos casos y éstos se basan en diferentes estindares de puntualidad. Y de esta forma nuestros propésitos no s6lo nos sitven como critetios para realizar juicios, sino tam- bign nos sirven como estindares a la hora de determinar el grado con el cual nosotros nos marcamos expectativas de satisfacer dichos criterios LA EVALUACION DE LA ACTUACION Los doce ejemplos de categorias de criterios que acabamos de presentar no son en absoluto exhaustivos. No tendrfan que confundirse con aquello a lo cual nosotros aplicamos los criterios, es decir, el mundo de realidades o de objetos que nosotros esperamos que sean satisfechas por los ctitetios. ‘Tomemos por ejemplo las credenciales, Las credenciales normalmente no son critetios. sino que son tipos de references que nosotros podemos suplir a la hora de buscar algunos criterios, Por ejemplo, cuando voy al extranjero levo mi pasaporte y mis visados porque esto satisfard los criterios estableci- dos en varios paises para una identificacién adecuada, Por tanto, las creden- ciales nos identifican como aquellas personas que dicen que somos, De la misma forma, las actuaciones son conductas a las cuales Jes aplicamos ciertos ctiterios, pero en si mismas no son criterios, Incluso podemos tener cier- tos ceiterios mediante los cuales juzguemos la actuacién de un actor e incluso podemos poscer estndares cspectficos de aceptabilidad de cada criterio, Entonces las ejecuciones de los actores vienen consideradas adecuadas al grado en el que éstas sarisfacen 0 exceden los estindares que hemos propuesto para cada cricerio. Este tipo de adecuaciones a los estandares son clases de competencias; otros son tipos de habilidades. Las competencias se desarrollan; las habilida- des se adquieren. Nosotros nadamos y nosotros caminamos, éstas son com- etencias a desarrollar, (Nos costarla mucho afirmar, por ejemplo, que un nifio es un «caminante diestro».) Por el otro lado, ambic otros apreucemos a se: bailasines o cantantes diesttos. Finalmente hay cierto tipo de capacidades como aquellas que se usan en el Lenguaje que son al mismo 20K Matthew Lipman cansa en una forma de vida, en una forma de tomar decisiones y en una forma de actuar; dificilmente podemos condenar dicho propésito 0 perdonatlo, ya que funcion como un principio organizativo fundamental paca Tomés. Por ello es un criterio, Por elle controla no sdlo los planes de vida, sino también todas aquellos juiclos, atin los nds precisos y concectos, como, por ejemplo, los qué utilizames a la hora de evaluar o de medit, Bs cuando vemos claiamente que sirven como esidndares y que determinan el grado de role- rancia que podemos tener frente a las desviaciones de las medidas precisas. El lanzamienco de un cohece implica una puntvalidad distinra a la de Jos nifios que encran en la escuela, Tenemos dilecentes propésitos en estos casos y éstos se basan en diferentes estindares de puntualidad. Y de esta forma nuestros propésitos no sélo nos'sirven como criterios para realizar juicios, sino tam- bida nos sirven como estdndares a la hora de determinar el grado con el cual nosotros nos marcamos expectativas de satisfacer dichos criterios LA EVALUACION DE LA ACTUACION Los doce ejemplos de categorfas de criterios que acabamos de presentar ao son en absoluto exhaustivos, No tendrfan que confunditse con aquello a lo cual nosotros aplicamos los critetios, es decir, el mundo de tealidades o de objetos que nosotros esperamos que sean satisféchos por los criterios. ‘Tomemos por ejemplo las credenciales, Las credenciales normalmente no son critetios. sino que son tipos de references que nosotros poderaos suplir a lt hora de buscar algunos criterios. Por glemplo, cuando voy al extranjero llevo mi pasaporte y mis visados porque esto satisfard los criterios estableci- dos en varios paises para una identificacién adecuada. Por tanto, las creden- ciales nos identifican como aquellas personas que dicen que somos. Dela misma forma, las acmmaciones son conductas a las cuales Jes aplicamos ciettos ctitesios, pero en si mismas no son ctiterios. Inchuso podemos tener cier= tos ctiterios mediante los cuales juzguemos la actuacién de un actor e incluso podemos poseer estdndares especificos de aceptabilidad de cade criterio, Entonces las gjecuciones de los actores vienen consideradas adecuadas al grado cn el que &tas satislacen 0 exceden Los esténdares que hemos propuesto para cada critetio. Este tipo de adecuaciones a los esténdares son clases de competencias; otros son tipes de habilidades. Las competencias se desatrollan; las habilida- _des se adquiesen. Ni asotros carminamos, éstas son com- petencias_ desatrollar, (Nos costarla mucho afirmar, por ejemplo, que un nifio es tin «aminante diestco»,) Por el otro lado, en cambio, nosotros aprendemos a ser bailarines o cantantes diestros. Finalmente hay cierto tipo de capacidades como aquellas que se usan en el lenguaje que son al mismo Pensamionto complejo y educacién 201 tiempo competencias y habilidades. Sin duda que tanto en conductas desa- rrolladas como en conductas adquiridas siempre aplicamos critetios al mismo tiempo que estindares, como cuando afirmamos que un nifo carece de com- perencias para ceminar o que a una persona le faltan habilidades en el canto, Medliante un criteria cognitive particular como es la consistencia nos. tos podemos evaluar el grado en que la habilidad cognitiva de una persona se desarvolla con respecto a un determinado criterio. Nosotros sabremos si estamos tratando con una persona ala que le falta una habilidad en términos de un criterio u otro si, por ejemplo, esa persona afirma una razén condicio- nal como es el caso de «Si es una rata, entonces es wth roedor, «No es un roe- dom y consecuentemente procede a inferir la conclusién que niega el antece- dente («No puede ser una rata»). Uno no puede afirmar esto y ser consistente, LA COMUNIDAD DE EXPERIENCIA: MATRIZ DE CRITERIOS Volvemos orra vez al poema de Frost. Lo que me parece importante es el hecho de que un sendero fuera mis frondosa y necesitara ser transitado, Pero qué es lo que necesita el carninante a la hora de decidir qué sendero escager? Se ba dicho muchas veces que este poerna de Frost «era tina simpitica parodia para retratar la conducia de su amigo Edward Thomas, que siempre escogta desafor- tunadamente al hacer sus paseos campesttes camines de los cuales luego se arre- pentia de haber seguido y de no haber escogido otros més interesantes», Peto se afiade ademas que Frost no aprobs esta «forma romantica de ser». Y entonces patece no ser necesatio que este hecho o este juicio determine tu vida por com- pleto, pues también puede suceder que tu forma de vivir, tanto si es romantica wotra, determine la eleccién de los hechos y de los juiicios que te van a influir. Pero estamos hablando de algo més que del modo personal de vida, En efecto, tal como Wittgenstein lo denomina eas formas de vidav —citado por Stanley Cavell— nuestros modos de vida o formas de vida son aquellas for- mas comunitariasa las que pertenecemos. Existen una serie de acuerdos per- sistentes y sistematicos entre nosotros que Wittgenstein a veces los llama con- venciones y en otro momento los denomina reglas. Peto estos acuerdos de cticerios no ¢s fo que coordina nuestros juicios. En cambio, son nuestras.for- mas compartidas de vida las que coordinan nuestros juicios y esto es lo que asuver produce acuerdos en relacién a ctiterios. Wittgenstein nos ofrece este ceverso; «Parece que todo se invierta. Los criterios deberfan ser las bases (hechos, especificaciones) sobre las cuales nosotros podriamos realizar nues. tros juicios (que no serian arbitrarios); entonces el acuerdo sobre critetios icha Norton. 196, Ellman (ed.) (1973), The Norton Anthology of Modern Poetry, New York: 202 fatthew Lipman seria aquello que harfa posible el acuerdo sobre juicios». Pero en Witegenstein pareciera como si nuestra habilidad para establecer criterios dependiera sobre un acuerdo previo sobre juicios * ¥ aiiade ademas Cavell, concluyendo, que et establecimiento de criterios no és algo superfluo precisamence porque éstos vienen «después de los hechos». A través de la proclamacidn (y no sélo de la mera peedicacién) de, cscros critetios el proceso de juzgar se-vuelve mids abicrto, menos privado y menos arbirrario, Establecer criterios nos permite fundamentar publicamente juicios declarando aquellos puncos de la cuestién referentes a distintos juicios: Esta es una prictica que tiene mucho valor; las decisiones humanas han de tenet cierto grado de certeza, Y no pueden darse abusos, Si asumimos la carga de lo que supone admitir la ausencia de certeva, una aucoridad arsiesga enconces la vireud de su comunidad; silos juicios no vienen aceptados escrupulesamente como verdad, entonces a la hora de aplicar ceitetios la comunidad se tumbalea 0 porgue no proves tina gataneia de seguridad humana pata sis miembros # Esto es lo mismo qué decir junto con Pierce que «la Igica tiene sus ral- ces en los principios sociales» y que, por tanto, la légica se genera en fa. comu- rnidad global, y esto es lo mismo que defienden Witigenstein y Cavell cuan- do afirman gue la comunidad puede preceder al juicio y que dl juicio puede preceder a la seleccién de los criterios, aunque patezca una locura desde el punto de vista de la racionalidad, Algo similar ocutre (y, por consiguiente, aparentemente contracic al sen- tido comtin) en relacién con el pensamienca creative, en el momento en que los juicios preceden a la formacién de criterios © que actéan ellos mismos como criterios. El artista y el inventor no necesitan por qué seguir reglas de forma consciente, pero en cambio los juicios que realizan son consecuentes con otros juicios que ellos u otros han realizado y que, por tanto, se proven de sus comunidades y de los ctiterios que se han dado para realizar los juicios estéticos posteriores. El pensamiento crftico y el pensamienco creativo son por lo mismo de alguna manera (y no siempre) las caras opuestas de la misma moneda y al mismo tiempo presentan una gran reversibilidad de criterios y de juicios. Para éstos la comunidad genera el contexto en el que serdin los procesos, y cambién caracteriza el producto final. Tomemos por ejemplo un grupo de jazz que estd improvisando. Sus jui- cios innovadores no estin determinedos por criterios, sino por la influencia soberana de la comunidad de jazz Bs precisamente Ix comunidad la que esté ot Cavell, «Crivetia and Jud ibsident, 31. ements, 30. sale SS ges a aoa ree rene Ww complejo y educacién 200 Penssuni desarrollando un pensamienco creativo. Cuando un solisca estd actuando, eviderre que su improvisacién va dirigida a los ottos y son los otros los que le responden hasta que gradualmente Ja vextura del ceabajo va asumiendo In forma del didlogo o de una comunicacién cara a cara, de hecho, por tanto, como comunidad. En efecto, la obra de arte generalmente suele ser una com nidad de juicios cuya comunicacién inverna con otro comprende ef pensa significado» estético miento que nosocegs tratamos de captar en Ia forma de El trabajo de aete, por consiguiente, es un modelo de comunidad —un mode lo de comunidad de investigacién— en el que la investigacién o el proceso dialdgico se precipitan en un didlogo interior al producto. Pai ste ici i cesidl _do por la racionalidad, la preeminencia es légica; mientras que en el tipo de pensamiento presidido por la cteatividad, lo dialégico predomina, Si quete i nel iento mos educar para un pensamiento de orden superior hemos de ofrecer opal: ssoveriticon ent a que slo que Alvin W. Gouldner llama «la culeura del di el buen dliscutso es aquel discurso que ¢s capaz de explicitar sus propios pinch pias y que se orienta conforme a ellos ademnds de que enfatiza la necesidaul cle se sensible y Mexible al contexto. La cultuca del discurso critico «es cambitn relat vamente mas reflexiva, aurénoma, capaz de mas metacomunicacién, es decir, de hablar sobre el habla... Y lo imporeante es que la culeura del discutso etltico impide la generacién de dependencias hacia los hablantes que se imponen pot su autoridad © por su estatus social a la-hora de justificar sus afiemacion Desde ese momento las personas y sus posiciones sociales ya no son visibles ett sus discursos. El discursa se vuelve impersonal. Los hablantes se esconden tras su discurso, El discurso parece que desnude, descontextualice y se autoafitine ", La demanda por el pensamiento critico es evidente para aquellas ern pres que se consideran si mismas devotas de la racionalidad y por ello ayucard « aumencai la calidad de la racionalidad interna a dicha empresa. Pero no acaba ahi._La demanda por un pensamiento crftico ¢s comparable a Ja biisqueda de c yer mis pute oes, de szones de orden superior, y ello a su ro.¢8 lo que bus ver coloca a los cricerios en la cima de los operadores ldgicos. can los profesores cuando procuran que los estudiances emulen razonamientos de profesionales y que fundamenten sui pensamiento sobre criterios firmes © (1979) The Fucsre of lucellectuals and the Rise of the New Class, New York: Seabury, 29, © Ludvig Wietgenseein (1953), Philasephical hevestigation: Oxford: Blackwell Publisher Vease especialmente L, parr 242. Noes necesario recordar que casi todos los trabajos de Winyenstein aluden de una forme oces al problema del critetio, Un aspecto aparece en On Cortatuty: «..alganas proposiciones quedan exentas de toda duda y funcionsan como bis sobre s mismase (pare 341). Qué mejor descripeién de la forma en que operan fos eriterios podeia ser esta, fa de bisagras sobce las que pivotan nuestros juicios? Las cuestiones que he estado revisando genenalmente suelen darse por sentadas en les poldinfeas sobre los criver 1 Mathew Lipman Finalmente, quertia comentar algo sobre la ensefianza de los roles de los cri- tetios come factores indispensables en las tareas de clasificacidn y de evaluacién, asf como en el modo de utilizarlos para estos propdsitos, Este es el tipo de cono- imiento prdctico y tedrico ausences en el curticulum actual. Un curso sobre la evaluacién deberfa incluirse en cualquier curri sde forma que pueda aporear a los alunos -—especialmente a los de \daria— ja informacién y practicas esenciales sobre cémo juzgan lo: los artistas y de qué forrna los estudiantes pueden utilizar los criterios en Ja realiza- cién de juicios aplicados a sus propias vidas. No obstante, deberfa ser téspons- bilidad de todo el proceso educative mejorar el razonamiento estudiantil y la capacidad de juicio: no puede ser exclusivamente dependiente de un solo curso. a EL PENSAMIENTO COMPLEJO: COMBINACION DE LO DECLARATIVO: CON LO PROCEDIMENTAL Serfa falso afirmar que todos los expertos en pensamiento eritico recono- cen la importancia de los critetios como gufa del pensamiento. Ellos son ple- namente conscientes de que sus recomendaciones sobre cémo se ha de tratar el pensamiento critic son normativas, peco generalmente no especifican los critetios necesarios para poder tratar con dichas recomendaciones, Ello podrla mostratse en una gran variedad de articulos, ampliamente difundidos sobre pensamiento critico, pero permitanme centrarme en uno de los mas sdlidos y trabados. Me reficto al articulo deArnold B. Arons que abarca las formas en que puede porenciarse el pensamiento erfcico en la edu- cacién universicaria. Inicia su teflexién distinguiendo enure el conocimiento declarativo y el procedimencal u operative. El conocimiento declarative se. _basa_en_los hechas: cLconocimiento_procedimental implica la compreasisn, de los origenes v supuestos del conocimiento declarative. El conacimiento procedimental incluye ademas «la capacidad de uso, aplicacién, transformea- cién o reconocimiento de la relevancia del conocimiento-declarativo en situa- pero es precisameace a partir de estas cuestiones como suelen inicitrse los estudios filossficas sobre la nacuralcea de los criterios: es por ello por lo que seed de utilidad acercarnos a los ten- bajos de: Unison (1950), «On Grading», Mind 39, 145-169, y Crawstray Williams (1957), Methods and Criteria of Reasoning London: Routledge and Kegan Paul, en especial las pagi- nas 26-40 y 235-262. El articulo de Urmson se considera basico tal como manifiescan dos de sus diseipalos: Bruce Veetnazen (1979), «Comparing Evaluations of Works of Ares, ent W. B. Konnick (eds.), Are and Philosophy (2.4 ed.). New York: Saint Martins, 707-718, y George Dickie (1988), Evaluating Art. Philadelphia: ‘lemple University Press, especialmente el cap. 9, Comparison andSpecificity». Es en la dltiena obra en la que Dickie articula le nacién de las pactillas © mactices eriterioldgicas a través de las cuales podemos comparar Ins obraz de arte on relacién a criterios individuales determinados anteriormence. Ponaniento complejo y educactiin 205 ciones nuevas» “, Me parece que esta distincién entte el conocimiento decla rativo y el procedimental u operativo nos puede set titil. ¥ si ahora reviso mi afirmacién precedent uenta que me he guiado por ciertos criterions, los de la wilidad, verdad y correccién. Para la informacion denominadga hecho» ¢¢ en efecto un hecho si se pliega al criterio de verdad; los procedi mientos implicados en el conocimiento operativo se juzgan presumiblemen ce en téiminos de su correceién; y la distincién entre lo declarativo y la verdac satisface al criterio de wtilidad, Por ello incluso las generalizaciones que hace- mos sobre el pensamienco ciitico, aquellas generalizaciones mas amplias, se enmarcan bajo los criterios que aceptamos y que habitualmente apelamos. Lo mismo podria comentarse respecto a los diez «Procesos de pensamien coy de razonamnien to que subyacen al andlisis y la investigacién ’» que cambién cita Aron, Son realmente tiles, y por ello los resumiré para los lectotes mos trande.cémo dichas recomendaciones apelan implicitamente a criterios proce dimentales tales como la adecuacién, la consistencia, la posibilidad, la validex y la relevancia y a su vez a criterios conceptuales como la evidencia, la observa cidn, la inferencia, la factibilidad, la induccién y la deduccién: 1. Estudiar alguna matéria © problema planteando conscientemente las siguientes preguntas: ¢Cémo lo sabemos?, ;Por qué creemos 0 aceptamos que...?, ;Qué evidencia lo demuestra? 2. Ser clara y explicitamente conscientes de las carencia cién que obtenemas y siendo capaces de tolerar la ambigiiedad y la inc en la informa- th dumbre resulrantes. 3, Disctiminar entre la observacién y la inferencia, enete los hechos acac cidos y las conjeturas siguientes, 4, Reconocet Ia necesidad de utilizar silo aquellas palabras propias de niiciones anteriores, basadas en una experiencia compartida a la hora de for- mular una definiciéa nueva o de construir una terminologia técnica, 5. Probar los supuestos implicitos e inarticulados junto a lineas de sazo- namiento. 6. Concluir inferencias de Jas evidencias y reconocer cugndo ello no puede hacerse. 7. Realizac rezonamientos hipotético-deductivos; por ejemplo, dada una siuacién particular, aplicarle principios provenientes de conocimiento rele- vante o bien anticiparse abstractamente en cuanto a los posibles resultados que puedan producirse al incorporarse cambios en el sistema, 8. Distinguir entre el razonamiento inductive y el deductivo. " and the Baccalaureate Cucsiculumns, Liberal Education, Matthew Lipman 9, Comprobar nuestro propio razonamiento en cuanto a su consistencia interna y desattollando una aucoconfiabilidad intelectual. 10, Ser autoconsciente de nuestro propio razonamiento: reconocer los procesos que ponemos en marcha, escoger los mis apropiados y asegurar que pueda operarse consciencemence la transferencia de estos mérodos de razona- mienco de contextos familiares a aquellos no familiares, “Aton denuncia constantemente fa inestabilidad que muestran los profe- sores frente al raonamiento aritmético, sus fallos a la hora de comprendet log conceptos cientificos basicos y su incapacidad para incorporar un razona- “imiento histérico (siendo frecuente, en cambio, que se centren sdlo en los shechos» histéricos), Pero evidentemente la responsabilidad de ello no recae en el profesorado: Me gustaria insistir mucho mds en qué dichas incapacidades decences antes apuntads no son culpa del profesorado. Las entradas que necesican modificarse en esta metéfora retcoalimentadora estén en nuestras manos, es deci, en Jas manos de las escuekss de formacién del profesorado y de las uni- versidades, Nosotros somos los sinices que estamos perpetuando esta situacién y que no ponemos remedio a estas discapacidades sin clevar las capacidades de rzonamiento abstracto en las ocasiones que nosotros disponeras. Somos los tinicos responsables de que el profesorado sea como es #. Mas adelante comentaré otras cuestiones sobre la responsabilidad de la universidad en la situacién escolar. HIAGIA EL PENSAMIENTO COMPLEJO: POR UNA APUESTA FILOSOFICA, DE CURRICULUM Me guscarla concluir este capitulo insistiendo sobre lu distincién efectua- da por Aron entre el conocimiento declarative y el procedimental u operati- vo, pues nos lanza un buen cable para hallar el engranaje entre el pensamien- to de orden superior y el pensamiento complejo. La definicién que di de pensamienco complejo era da combinacién de un pensamiento sustantivo con uno procedimentals, Aron. nos sugiere que ésta es precisamente la combina- cin entre el conacimiento declarativo y el operativo junto a mi anterior afir- macién de que el pensamicnto de orden superior cesultaba de la combinacién del pensamiento crftico y del creativo, Ineuyo que con la ayuda de Aron pode- mos acercarnos.jnds claramente a la nocién del pensamicnto complejo, biden, 154, Hensonieuto eomplejo y educacién 20) _5i_proponemos la incorporacién de la Filosofia como ¢je transver curriculum, los efectos no serin en absoluro la desmembracidn del res Jireas disciplinares, sino que veremos cémo Ia filesofla se rorna_tuna-_maceria moldeable que amalgama y enriquece a las otras (Fig, 7), Ello nos ayudard a comprender cémo pueden incerpenetrarse la filosofla jantn a otras materias de manera que formen un pensamiento complejo que sus tinuya a las formas angostas y reduccionistas del tipo de pensamiento que nos hace errar en nuestros juicios vicales. No estoy afirmando en absoluro que sélo a cravés de la incorporac {a Filosofia al curciculum seamos capaces de producir un pensamiento com plejo en educacién._Cualquier disciplina que afiada al pensamiento discipli aar la ensefianza del pensar (0 metodologia) sobre el pensamiento en dich disciplina es también una apuesta para la formacién del pensa plejo en la escuela. Pero precisamente esca apertura de las disciplinas hacia su 1 de Wo com SUSTANTIVO 2g 2 2g. =e B260 1s 218219] 2 Zee sie 2549] 2 |S ETICA METAFISICA | PROCEDIMENTAL | FILOSOFIA DE LA CIENCIA Figura? propia reflexién —hecha con los estudiantes— sobre su propia metodolo gia: sus supuestos, sus definiciones, sus comprensiones idiosincrisicas, su autoimagen, sus razonamientos y sus criterias, nos indican que estamos frence a un movimiento de orientacién filosdfica, Necesitamos, pues, de ambos, dela filosoffa para el curriculum y del peasamicnto complejo en las otras disciplinas.

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