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Crimen transnacional organizado

y utilitarismo sociológico:
evidencia desde el tráfico
de migrantes en Colombia
Farid Badrán Robayo*
Mauricio Palma Gutiérrez**

Resumen de motivaciones sociológicas frente al crimen


transnacional: el usufructo y la proyección
El utilitarismo sociológico –o el compendio de la autoridad; la necesidad de suscribirse a
de motivaciones no económicas, y no estric- estructuras de protección en zonas grises de
tamente racionales que se internalizan en presencia estatal; el interés por generar, ali-
agentes sociales y por las cuales dichos actores mentar, preservar o contribuir a la generación
tienden a reproducir lógicas criminales– se identitaria; la necesidad de crear mecanismos
manifiesta de diferentes formas en el crimen paralelos de regulación social; la necesidad de
transnacional. Varios elementos, por fuera financiar causas consideradas moralmente su-
del análisis tradicional fundado en el racio- periores. Su aplicación frente a la evolución del
nalismo económico, pueden ser expuestos a tráfico de migrantes en Colombia se convierte
través de esta perspectiva. Este texto propone en una primera oportunidad para comenzar
una agenda de análisis con cinco puntos con- a pensar en el tema, de cara al entendimiento
cretos por observar respecto a la generación de otros fenómenos similares.

* MSc, Estudios Latinoamericanos, Universidad Paris III Sorbona Nueva. Profesor de Relaciones Internacionales,
Universidad Javeriana, Bogotá (Colombia) [fbadran@dnp.gov.co].
* MSc, Global History, London School of Economics. Profesor de Relaciones Internacionales, Universidad del
Rosario, Bogotá (Colombia) [mauricio.palma@urosario.edu.co].
Recibido: 11 de julio de 2016 / Modificado: 20 de agosto de 2016 / Aceptado: 12 de septiembre de 2016
Para citar este artículo
Badrán Robayo, F. y Palma Gutiérrez, M. (2017). Crimen transnacional organizado y utilitarismo sociológico:
evidencia desde el tráfico de personas en Colombia. OASIS, 25, 77-94.
DOI: https://doi.org/10.18601/16577558.n25.05

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Palabras clave: utilitarismo sociológico, about the issue, along with the understanding
crimen transnacional, tráfico de migrantes, of similar phenomena.
Colombia. Key words: Sociological utilitarianism,
transnational crime, migrant trafficking, Co-
lombia.
Transnational organized
crime and sociological
Utilitarismo sociológico del crimen
utilitarianism: evidence transnacional organizado
from the traffic of migrants
in Colombia El crimen transnacional organizado –o el
compendio de actividades ejecutadas para
Abstract obtener un beneficio material a través de la
comisión de un delito de manera grupal, y
Sociological utilitarianism, or the compen- cuyo desarrollo traspasa las fronteras físicas e
dium of non-economic and not strictly ratio- institucionales de un único Estado– se repro-
nal motivations that are internalized in social duce y transforma masivamente en diferentes
agents due to which actors tend to reproduce latitudes. Esto deja entrever la obsolescencia
criminal logic, is manifested through different e ineficacia de las medidas jurídicas, políticas
forms of transnational crime. Several elements y socioeconómicas que se han utilizado hasta
can be exposed though this perspective, outsi- ahora para neutralizar el fenómeno.
de of the traditional anaylsis based on econo- El crimen transnacional persiste en forma
mic rationalism. This text proposes an analysis de modernas y gigantescas macrorredes que
agenda with five concrete points to observe controlan todo tipo de flujos ilegales a través
in regards to the generation of sociological de las fronteras nacionales, en diferentes pun-
motivations facing transnational crime. These tos de los cinco continentes. El desgobierno
are: the usufruct and projection of authority; de estos espacios y la continua rentabilidad de
the need to subscribe to protection structures las actividades que sobre estos se extienden
in grey areas of state presence; the interest to propician la continuidad de un fenómeno que
generate, nourish, preserve, or contribute to está aún lejos de ser controlado (Berdal y Se-
the generation of identity; the need to create rrano, 2002; Rabasa et al., 2007; Paoli, 2014).
parallel mechanisms of social regulation; and Además, el alcance de este fenómeno so-
the need to finance causes considered to be brepasa el del puro espacio físico entre Estados.
morally superior. Its application to the evo- Los espacios sociales en los que se desenvuel-
lution of the traffic of migrants in Colombia ven los actores criminales, las actividades que
becomes a first opportunity to start thinking generan réditos económicos en medio de esta

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dinámica y los efectos que se generan a largo pueden acarrear el fin de la misma. Dicho de
plazo, reflejan la dinámica transnacional de otro modo, los criminales organizados tienen
las relaciones sociales hoy. Vertovec (1999, p. conciencia de la muerte como otro factor más
1) asegura que este transnacionalismo puede en el obligado cálculo costo-beneficio derivado
verse en como un “sistema de vínculos, inte- de sus ejercicios.
racciones, intercambio y movilidades” –como En función de lo anterior, es posible
las redes que se mencionaron–, que sobrepa- sustentar la tesis de que el crimen transnacio-
san las fronteras físicas de los Estados y que, nal organizado es, en esencia, una actividad
“pese a las grandes distancias y las fronteras racionalmente elegible y ejecutorialmente
políticas”, se perfila como un “espacio de in- viable por cuanto los elementos que se creían
teracción común” cuya extensión es global. disuasivos no tienen el peso suficiente para re-
Pensando en crimen transnacional, son conducir las decisiones de los actores sociales
pocos los incentivos para que los protagonistas hacia la legalidad (Badrán, 2014).
de estas redes dejen de lado su negocio. Desde Concentrados en el constreñimiento
hace años, la prisión dejó de ser un elemento del individuo, los sistemas judiciales y sus
disuasivo de las actividades desviadas de la instrumentos penales parecen haber dejado
norma social (Lyman y Potter, 2007). Por el de lado el principal motor que hace al crimen
contrario, estas se han convertido de manera organizado posible, reproducible y rentable:
progresiva en el centro geopolítico urbano de la capacidad de adquirir bienes y servicios
destrucción del Estado y en una oficina de con dinero obtenido ilegalmente; es decir, a
la criminalidad organizada y del terrorismo través del lavado de activos y la corrupción
fuera y dentro de sus muros (Vidino y Bran- (Shelley, 1995). Ello supondría, por supues-
don, 2012). to, una vigilancia más estrecha y, acaso, una
Además, la alta probabilidad que tienen suerte de securitización del sistema financiero
los agentes ilegales de morir, connatural al y empresarial. En esto surgirían actores que
hecho de plegarse hacia lo criminal, tampoco usualmente no se agregan a la fórmula política
resulta ser, per se, un elemento inhibitorio de de la construcción de amenazas a la seguridad
la criminalidad. Este es incluso un efecto alta- por cuanto esto constituiría un comporta-
mente valorado en el desarrollo de amenazas miento antijerárquico que no cabe en sistemas
como el terrorismo asociado al fundamen- sociales y políticos construidos sobre la lógica
talismo islámico, por ejemplo (Schneiders, de la autoridad, la dominación y el poder.
2014; Rahimi y Graumans, 2015). En el Justamente por esa capacidad reproducti-
caso del crimen transnacional organizado, la va, y por el hecho de ser un comportamiento
muerte es uno más de los efectos colaterales oportunista de adaptación al sistema (Rivelois,
asociados a su actividad y así lo han asumido 2004), el crimen transnacional organizado
sus practicantes, quienes naturalmente buscan empieza a denotar, en no pocos casos, una
preservar su vida, pero siguen desarrollan- serie de epifenómenos derivados de su exis-
do al mismo tiempo actividades ilícitas que tencia en los sistemas sociales. En ese sentido,

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el utilitarismo del crimen organizado empieza ejecutan y a las estructuras en las que ellos
a trascender la esfera económica en la medida se desenvuelven. Las razones que componen
en que así lo hacen también sus prácticas y este utilitarismo son múltiples. No obstante,
representaciones. Una de las más notables es posible agruparlas en cinco grandes inte-
tendencias del fenómeno da cuenta de niveles reses iniciales.
crecientes de regulación social alterna a la de
la institucionalidad estatal. Usufructo y proyección de autoridad
En función de lo anterior, sería posible
empezar a observar una suerte de utilitarismo Un común denominador del crimen organi-
sociológico derivado del crimen organizado zado es la capacidad que genera de investir de
que va más allá de las obvias consideraciones autoridad a sus ejecutores, en especial (pero no
económicas y que, a su vez, trasciende las re- exclusivamente) a los capos y sus principales
flexiones deterministas que guiaron el debate ayudantes. Esto es consecuencia de las prác-
durante décadas. ticas de violencia, dominación y corrupción
De tal forma, el utilitarismo sociológico inmanentes al ejercicio criminal en entornos
del crimen organizado podría considerarse co- predeterminados. Así, consolidan en el ima-
mo el compendio de motivaciones no econó- ginario colectivo de las estructuras sociales en
micas –y no estrictamente racionales– que se las que se desenvuelven, no solo la idea, sino
internalizan en agentes sociales y por las cuales la manifestación efectiva de poder que trae
dichos actores tienden a reproducir el fenóme- aparejada la consolidación de la autoridad.
no. El alcance de esas motivaciones es amplio Esta deconstrucción del crimen se con-
y su naturaleza depende del interés de quien centra entonces en la alta carga simbológica y
las albergue, toda vez que no es lo mismo la estética que produce el mundo criminal. Los
necesidad que tenga un líder narcotraficante tatuajes, la vestimenta, las alhajas, los gustos
de establecer un cierto control social, que el musicales, los automóviles, los esquemas de
interés de un facilitador por ganar respeto en seguridad personal y otros lujos son algunos
una estructura criminal. de los elementos que ayudan a posicionar la
Joseph Albini y Jeffrey McIllwain (2012) imagen del criminal como un objeto, o bien,
hacen referencia de manera tangencial al as- deseable, o bien, poderoso y siempre digno
pecto sociológico inherente al crimen organi- de temor o respeto. Esto es lo que Weber
zado al afirmar que los grupos de crimen orga- (1958) consideraba un tipo de autoridad
nizado buscan, además de poder económico, carismática.
influir y determinar ciertos cambios sociales A esta serie de factores se suma un gran
en las esferas públicas y privadas. apalancador (tangencial si se quiere) de este
En otras palabras, el utilitarismo socio- estilo de vida: los medios de comunicación.
lógico del crimen organizado se desglosa y se Las necesidades comerciales del cine y la tele-
adapta a la naturaleza de los actores que lo visión han encontrado en la criminalidad un

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nicho de mercado casi inagotable que, además, y reconocimiento como amenaza para las
está empezando a traspasar las consideracio- autoridades y como modelo de ejemplo para
nes morales que obligaban a los criminales a otros criminales.
fenecer o ser neutralizados, y pasan ahora a
proyectarlos como agentes con mayor poder, La necesidad de suscribirse a estructuras
fuerza, autoridad y control. En ese sentido, el de protección en zonas grises de presencia
crimen como entretenimiento ha cimentado estatal
su lugar en la cultura popular y ha hecho cada
vez más difusa la frontera con la información Lo que Iazzetta y O’Donnell llaman zonas
(Dowler, Fleming y Stephen, 2006, p. 837). grises del Estado (Iazzeta, 2007), no son
Así, los noticieros, programas de cróni- otra cosa que zonas geográficas y áreas de
cas, análisis e investigación periodística ter- acción en la que este no tiene presencia y
minan cayendo en el dilema existente entre capacidad; o al menos en las que las tiene en for-
informar y servir de apología involuntaria a ma muy reducida. Amenazas como el crimen
la criminalidad. En la mayoría de ocasiones, organizado y el terrorismo usualmente han
y pese a los códigos de ética y responsabilidad aprovechado esos vacíos geográficos e institu-
corporativa, los medios de comunicación son cionales de poder para emplazar su autoridad y
un elemento replicador del crimen y el terro- dominación (Stergios, 2001). Así, la gente
rismo en la medida en que con la publicación que habita en zonas apartadas o que intervie-
de sus actividades muestran la efectividad y ne en actividades desreguladas, usualmente
el éxito de los actos terroristas y los golpes de se suscribe a las estructuras de autoridad ile-
la criminalidad. En ese sentido, diseminan la gal que detentan los criminales y terroristas,
viabilidad racional y operativa de las amenazas. quienes se vuelven entonces los proveedores
Por otra parte, la estética, la producción de la seguridad, el equilibrio y la estabilidad
y la proyección social del crimen guardan que el Estado no alcanza a otorgar.
además una relación con la necesidad de rom- Ello tiene un componente adicional y es
per la lógica del anonimato inmanente a los la efectividad ilegal en el control de actividades
procesos de urbanización y ampliación rural. sociales. A diferencia del sistema legal regular
La necesidad de destacarse y diferenciarse es que precisa de un aparataje institucional y
otra de las consecuencias resultantes del hacer un proceso burocrático para hacer efectiva la
parte de cualquier subcultura y la criminal exigibilidad de los derechos, las estructuras
no es la excepción. De hecho, las estructuras criminales operan con una simplicidad más
criminales son una de las más exitosas en ese elevada que hace expeditas sus disposiciones
proceso en la medida en que las actividades y más efectivas sus acciones, lo cual permite la
que realizan ya son en sí mismas un compor- legitimación tácita de sus procesos por parte
tamiento diferencial frente al resto de activi- de la sociedad, sea a través de la confianza, o
dades de la sociedad, lo cual les da visibilidad del temor y el constreñimiento.

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El interés de generar, alimentar, preservar Así, muchas de las estructuras criminales


o contribuir a la generación identitaria organizadas proveen sentido de pertenencia,
búsqueda de objetivos predeterminados, bien-
Otro de los productos sociológicos del crimen estar económico, noción de colectividad dada
organizado es la generación de identidades. Si a través de la internalización de un sentimiento
bien es cierto que esto puede estar perdiendo de hermandad o comunidad a la que se suscri-
fuerza en la medida en que las estructuras ben, responsabilidad frente a la estructura, y
criminales tienden a ser cada vez menos jerar- un orden establecido de roles, acciones, tareas,
quizadas y permanentes, existe sin embargo poderes y relaciones de dominación (Lyman
una generación identitaria que se suscribe a y Potter, 2007). Ejemplo de ello son tal vez
una serie de ideas, valores, códigos de com- las más tradicionales mafias internacionales
portamiento, lealtades y prescripciones que, y pandillas transnacionales: la camorra, la
de hecho, profundizan la creación de las N’Dragheta en Italia, los VoryZakone en Ru-
subculturas criminales (Gobierno de Canadá, sia, los Klanes albaneses, la Yakuza japonesa,
2010) a las que ya se hizo referencia. las Triadas chinas, los Yardíes jamaiquinos,
Al respecto, la teoría del aprendizaje ha las Maras en Centroamérica e incluso los
hecho aproximaciones al contexto del crimen Zetas y el cartel de Sinaloa en la misma re-
transnacional organizado. Aduce que la for- gión denotan patrones comunes en materia
mación de identidades individuales responde de generación de productos identitarios que,
a estímulos sociales. En ese sentido, resalta además, también incorporan toda una serie
el contexto societal en el que se insertan y se de elementos estéticos de los que ya se habló
generan identidades colectivas y no las indi- y que refuerzan la identidad del grupo crimi-
vidualidades (Crossman, 2012). nal diferenciándolo del resto de la sociedad,
Esto resulta especialmente atractivo para haciéndolo respetable y temible.
agentes sociales con tendencias segregacionis-
tas o antisociales como las pandillas juveni- La necesidad de generar mecanismos
les; y en general para personas y grupos con paralelos de regulación social
deficiencias o aversiones estructurales frente
a la construcción de identidades nacionales Aparejado con la capacidad que tienen de
(Faget, 2013). Ello puede explicar por qué la brindar protección en zonas de alta y media
construcción de nuevos proyectos nacionalis- desregulación geográfica e institucional, no
tas e identitarios se soporta y, en ocasiones, son pocos los grupos criminales que van más
se amalgama con la reproducción del crimen allá y constituyen mecanismos de regulación
transnacional organizado como sucedió en social que, aun siendo tácitos, son más com-
la Serbia de Milosevic, Sudán del Sur, Rusia plejos y profundos. En efecto, el control social,
tras el colapso soviético o el fenómeno de las visto desde la sociología, hace referencia a la
Maras en Centroamérica en pleno proceso de capacidad que tiene una sociedad de regularse
redemocratización de la década de los noventa. a sí misma (Janowitz, 1975). Las dinámicas

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ilegales no son menos efectivas por su con- había producción ilegal de bienes y servicios,
dición desviada de la ley. Por el contrario, en impuestos (extorsión), comercio internacional
ocasiones la operatividad ilegal para regular (tráfico), esquemas de seguridad, mecanismos
los comportamientos sociales es más eficiente, de control y vigilancia, justicia sumaria, con-
fluida y directa. La razón de ello estriba en la tabilidad y maquinaria electoral (cooptada); es
necesidad que tienen esas estructuras de tras- decir, todos o casi todos los elementos de los
cender las etapas predatorias del crimen que que dispone un Estado regular para funcionar
obligan al uso de altos niveles de violencia, correctamente.
para situarse en nuevos estadios simbióticos
e incluso parasitarios, considerados como los La necesidad de financiar causas
hitos de evolución natural de la criminalidad consideradas moralmente superiores
organizada en su proceso de consolidación.
En Sâo Paulo, Brasil, por ejemplo, el Con el constreñimiento por parte del sistema
Primero Comando da Capital (PCC) es el internacional a Estados que patrocinaban y
grupo criminal más importante y grande financiaban el terrorismo, a sus ejecutores no
de la ciudad. El nivel de consolidación que les quedó más alternativa que plegarse de una
han alcanzado actualmente les ha permitido manera más decidida e incremental hacia el
desarrollar mecanismos de regulación social crimen organizado como estrategia y fuente
como los llamados “Debates”, que no son de financiación. En ese sentido, el crimen
otra cosa que un juicio sumario en el que el organizado empieza a tener alcances y puntos
líder de un barrio o cuadrante urbano toma de hibridación con el terrorismo, que se erige
decisiones punitivas sobre temas y personas usualmente revestido de una superioridad mo-
que la misma sociedad pone a su conside- ral construida a través de hábiles estrategias
ración (Badrán, 2014). Anteriormente, los discursivas de vocación religiosa o nacionalista.
comportamientos solo se regulaban con el La misma actividad criminal organizada
uso indiscriminado y ejemplarizante de la entraña ciertos elementos morales, axiomas
violencia. Hoy los debates amplían el rango que justifican su materialización en función
de “penas alternativas” y la sociedad respon- de determinantes históricos, deterministas,
de a esa mecánica de organización, bien por contextuales y coyunturales que hacen del
coerción o bien por convicción. crimen organizado un comportamiento fecun-
El caso colombiano también es ilustra- do, deseable y beneficioso para varios actores
tivo, especialmente en zonas de la periferia (van Duyne, Maljevic, Antonopulos, Harvey
territorial, en donde guerrillas y grupos pa- y von Lampe, 2015).
ramilitares constriñeron, guiaron y prede- Ejemplo de ello es posible encontrarlo
terminaron la forma de la conducción y la en la financiación de Hezbollah en la zona
acción social durante años. Este caso es aún de triple frontera Brasil, Paraguay, Argentina,
más complejo porque originó estructuras que le reporta a la organización cerca de 20
completas de acción paraestatal en las que millones de dólares al año (Shelley, 2014).

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Del mismo modo, atentados terroristas em- do. Lo que cambia en el contexto geográfico
blemáticos como el 11 de septiembre, el 11 de es la representación en la que se manifiesta.
Marzo, Beslán y Bali contaron con un fuerte La necesidad de generar valores identitarios,
componente logístico y financiero provisto por mecanismos de autoridad, regulación social
el crimen transnacional organizado. y presencia paralela a los mecanismos insti-
Por tal motivo, la instrumentalización del tucionales de representación son comunes
crimen organizado para objetivos no económi- en todos los sistemas de crimen organizado,
cos puede ser considerada efectivamente como especialmente en aquellos de modelo padrino
otra de las razones que alimenta el utilitarismo en donde la autoridad, la jerarquía y las fun-
sociológico del crimen organizado. ciones dentro del grupo se encuentran cada
vez más definidas como sucede con las triadas
En suma… chinas, las yakuzas japonesas, los zakone rusos,
los clanes albaneses, la camorra y la N’drageta
El crimen transnacional en su natural curso italianas, entre otros.
evolutivo va más allá de la trascendencia de Esto da cuenta, entonces, de aquello
etapas y estructuras criminales. Su transmu- que John Agnew (1998) resalta con razón: el
tación empieza a tocar otras amenazas a la hecho de que las fronteras y manifestaciones
seguridad como sucede con el terrorismo y sociales ya no están contenidas en las fronteras
las guerras civiles. Sus escenarios geopolíticos geográficas. El crimen transnacional organiza-
cambian también hacia una concentración do como comportamiento social constructor
que combina las preferencias urbanas con las de violencia, tiene un carácter cada vez más
zonas desreguladas, áreas de conflicto, prisio- desterritorializado, su naturaleza compor-
nes y fronteras. Por otra parte, la tendencia ta comunes denominadores que no distin-
y los objetivos iniciales que dieron origen al guen raza o nacionalidad porque se ubican
fenómeno, amplían su espectro de acción. La en patrones lógicos de acción humana más
necesidad del lucro económico viene apareja- básicos e instintivos: supervivencia, poder y
da con una necesidad creciente de regulación dominación.
social, de construcciones simbólicas de poder
y creaciones de subculturas identitarias que ¿Utilitarismo sociológico en
abren la puerta a un análisis del crimen orga- el crimen transnacional que
nizado como objeto racionalmente deseable y atraviesa Colombia? El ejemplo
elegible por parte de actores sociales más allá del tráfico de migrantes
de los aspectos económicos tradicionalmente
abordados. Para nadie es un secreto que el país suramerica-
Esta condición sociológica de la crimi- no es un nodo central en una amplia gama de
nalidad no tiene realmente un distingo geo- actividades donde el crimen se complementa
gráfico. La naturaleza sociológica del crimen eficientemente con el aspecto transnacional
organizado es la misma en casi todo el mun- (McDermott, 2014). En esto se combinan la

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histórica falta de presencia del Estado sobre fundirse con lo segundo. De hecho, la línea
las zonas de frontera y sus limitaciones al que los separa es tan delgada que a veces pa-
momento de brindar servicios públicos a la rece inexistente.
población, con la tradición de ilegalidad que Por regla general, la trata se refiere al
reviste la historia reciente de Colombia, sobre desplazamiento involuntario de individuos
todo en lo que se refiere al narcotráfico. Tam- con fines de trabajo forzoso o de esclavitud.
bién hay que tener en cuenta la localización En otras palabras, la trata implica la coacción
geográfica del país, que enclavado en una o falta de voluntad del individuo que se ve
zona de transición entre el norte y el sur del involucrado como bien traficado (Lee, 2007;
continente americano, es nodo central en la Shelley, 2010). Colombia ha sido escenario de
consolidación de rutas de múltiples tráficos este fenómeno, como exportador de persona-
ilegales transnacionales. Esta condición te- das tratadas durante varias décadas.
rritorial termina por generar también otros Los casos más sonados son los de mujeres,
tipos de incentivos para la perpetuación del niñas y niños víctimas tratados con fines de ex-
crimen transnacional. plotación sexual. Pero ningún tipo de personas
Una de las actividades criminales trans- está exento de ser víctima de este delito. Hoy
nacionales que más ha ganado terreno en hay mercado para trabajos forzosos en campos
Colombia en el último par de años es el trá- que van desde la minería o la agricultura hasta
fico de migrantes (UNODC, 2013; Daugherty, el empleo en sweatshops (talleres clandestinos)
2015; Palma, 2016). Ante la competencia y maquilas alrededor del mundo (Hillstrom,
en torno al tráfico de drogas, de armas, de 2013). Más recientemente se han identifica-
fauna, de bienes de consumo y de minerales do casos de personas tratadas para el trabajo
–por solo mencionar algunos–, la opción de en construcción en regiones como el Golfo
canalizar el paso de personas que de manera Pérsico, y se han reportado crecientemente
irregular buscan atravesar la geografía del país casos de bebés y niños tratados con fines de
se ha consolidado como un negocio rentable, comercialización y venta en el mercado negro
económica y sociológicamente hablando. No internacional (Childs, 2016).
obstante, antes de hablar de las posibilidades Por su parte, el tráfico es una actividad
que esta actividad plantea en términos de criminal cuyos ejecutores actúan como agentes
utilitarismo sociológico cabe hacer algunas de paso para personas que tienen la inten-
precisiones al respecto. ción de desplazarse a través de las fronteras
nacionales, pero que en la gran mayoría de
Trata y tráfico de personas los casos, no cuentan con los permisos para
hacerlo (Sánchez, 2014).
Para hablar de tráfico de migrantes hay que Estas personas pueden ser calificadas co-
hacer una diferencia conceptual con la trata de mo migrantes irregulares que, por su misma
personas. Por ser un fenómeno relativamente condición, para atravesar las fronteras de los
reciente en Colombia, lo primero suele con- Estados por los que transitan o que tienen

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como destino requieren de los servicios de 2015 este número habría superado los 10.000
los traficantes. Entre las funciones de estos y en 2016 la cifra parece en aumento.
últimos se encuentran administrar las rutas de Varios factores explican esta situación.
paso fuera del control institucional, proveer Uno de ellos es la apertura de rutas de migra-
los servicios de transporte, de protección y de ción irregular –ante la saturación de algunas
alojamiento, entre otros, dentro de una amplia de las más antiguas, como la transpacífica y
gama de acciones que conforman la cadena de la caribeña– que ponen a Colombia como
valor de esta actividad. De cualquier forma, punto de paso obligado de miles de personas
los migrantes suelen recurrir a los traficantes que buscan llegar a Estados Unidos.
en la creencia –materialmente sustentada o El caso cubano es quizá el más notorio.
no– de que su gestión disminuye los riesgos Desde 2012, el Gobierno de Cuba comenzó
y quizás los costos en los que incurrirían si un proceso de liberalización en materia mi-
emprendieran el viaje por sí solos. gratoria, lo cual implica que muchos de sus
Mediante el seguimiento a varios grupos ciudadanos puedan salir y entrar de la isla
de traficantes, en Colombia se han logrado con cierta autonomía. Este hecho acabó por
establecer algunos indicadores que dan cuenta coincidir con la liberalización de la política de
del fenómeno. visados de países como Ecuador y la suscrip-
ción de acuerdos entre ambos gobiernos, lo
Algunos datos que ilustran la realidad que ha traído como resultado el aumento de
colombiana los flujos migratorios de cubanos. Ante esta
situación, el Gobierno ecuatoriano decidió
Según Migración Colombia, en 2014 fueron restablecer los visados de turismo para los
encontrados más de 2.100 migrantes irregu- ciudadanos cubanos a partir de noviembre
lares en diferentes redadas contra bandas de de 2015 (ANDES, 2015). Las presiones de los
traficantes. En 2015 la cifra creció más de vecinos como Colombia, pero también de
cuatro veces. Según la misma entidad, habrían gobiernos centroamericanos directamente
sido 8.855 personas las reportadas (El Tiempo, afectados incidieron en esto. Nicaragua, desde
2016). A partir de cálculos preliminares, en mediados de 2015, y más recientemente Costa
2016 ya se habría sobrepasado este número. Rica y Panamá han declarado su intención de
Aunque estas cifras son apenas la punta cerrar el tránsito de cubanos irregulares por
del iceberg –por la naturaleza clandestina de su territorio (Meléndez, 2015).
este delito–, ellas ilustran su tendencia al au- Por citar un ejemplo, según el Gobierno
mento. Según el Wall Street Journal (2015), colombiano, a 2015 en la frontera colombo-
Panamá (siguiente punto de tránsito para la ecuatoriana confluían 76 pasos ilegales que
mayoría de migrantes irregulares) reportó en hacen del país un paso obligatorio (Diario
2014 la llegada de más de 8.000 personas del Sur, 2015). Esto se replica en la zona del
desde Colombia. Para el primer semestre de Darién, que termina conectando a los mi-

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grantes con destinos como Panamá y Estados Esto conlleva una situación humanitaria
Unidos. Personas provenientes del Levante, tremendamente tensa. A agosto de 2015 se
de Asia sudeste, de África e incluso de Haití, habían reportado sendos casos de extorsión,
estarían utilizando esta ruta. Son ya más de un violación y crímenes derivados a extranjeros
centenar los casos reportados de ciudadanos que se encontraban atravesando el país (Se-
de Bangladesh o de Somalia, así como varias mana, 2015). En 2016, las denuncias de los
decenas de personas procedentes de Ghana, migrantes continuaban. Muchos de ellos no
Nepal y Mali (Martínez, 2015). solamente estaban siendo violentados por las
La crisis fronteriza entre Colombia y varias redes de traficantes existentes en el país,
Venezuela de 2015 puso en evidencia la ex- sino por actores irregulares “tradicionales”
tensión de este fenómeno en esta zona. Entre como las guerrillas y estructuras de crimen
la crítica situación generada a partir de la organizado; así mismo, se presentaron indicios
deportación de centenares de colombianos de abusos varios por parte de la Policía Nacio-
desde el vecino país, se reportaron casos de nal (El Tiempo, 2015; Onzaga, por publicar).
personas que, provenientes de Cuba, África
subsahariana e incluso el subcontinente in- Rasgos del tráfico de migrantes
dio, estarían atascadas en un limbo jurídico en Colombia
propiciado por el cierre de la frontera entre
los dos países (Cosoy, 2015). Los rasgos peculiares del tráfico de migrantes
Por otra parte, el cerramiento del paso por y las especificidades del caso colombiano difi-
parte de las autoridades panameñas durante cultan su seguimiento y control por parte de
el primer semestre de 2016 ha acentuado la las autoridades en por lo menos tres aspectos
presencia de migrantes irregulares en toda la específicos.
zona del Urabá colombiano, volviendo esta La primera dificultad resulta del espacio
área un caldo de cultivo para que traficantes donde tiene lugar el tráfico y de la naturaleza
colombianos y de otras nacionalidades se lle- de su objeto: los individuos.
ven una lucrativa tajada del negocio (Onzaga, Como la gran mayoría de los tráficos
por publicar). ilícitos, el de migrantes se vale de las zonas
Los puntos de mayor tránsito de migran- donde la presencia del Estado es limitada o
tes irregulares serían los terminales terrestres de tiende a ser disputada. Los epicentros del trá-
Ipiales, Pasto y Medellín, el puerto de Turbo fico son las sensibles zonas fronterizas –como
en Antioquia –el principal nodo del tráfico Nariño y Putumayo con Ecuador; y el Urabá
de migrantes desde Colombia hacia Panamá–, antioqueño y chocoano con Panamá– donde
Apartadó, el río Cacarica y Puente América la ausencia del gobierno se asocia con la po-
–ya en el tapón del Darién–. Muchos de los rosidad de las fronteras.
migrantes llegarían a Suramérica por Brasil y A lo anterior se suma la disposición de
pasarían a Colombia vía Perú, y luego Ecuador los individuos traficados de colaborar (hasta
(Serna, 2015). cierto punto) con sus traficantes, con el objeto

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de llegar a su destino. Esta posibilidad por Lo anterior implica intercambios de in-


supuesto no existe cuando se habla de tráfico formación entre la fuerza pública de los países
de bienes inertes. afectados, el seguimiento conjunto de las rutas
La segunda complicación surge de la migratorias existentes, y comenzar a pensar en
oportunidad de negocio que representa la centros de recepción y acogida en los puntos
migración irregular para las organizaciones de mayor concentración de migrantes.
criminales existentes. El campo de acción
criminal en materia de tráfico de migrantes ha Tráfico de migrantes y utilitarismo
estado prácticamente libre y solo desde hace sociológico del crimen transnacional
poco comenzó a ser tenido en cuenta por las en Colombia: hipótesis para una agenda
autoridades. de estudio
Hay que tener en cuenta que el tráfico
de migrantes se vale también de las rutas exis- Esta rápida radiografía permite comenzar a
tentes para otro tipo de movimientos ilícitos. pensar en la existencia de rasgos que sopor-
Se producen así economías de escala para los tarían en la práctica la existencia de múltiples
traficantes. Los migrantes pueden servir como rasgos de utilitarismo sociológico en el caso
correos humanos de drogas u otros bienes del tráfico de migrantes en Colombia. A conti-
ilícitos o extraídos ilegalmente. nuación, se postulan cinco hipótesis específicas
Hay indicios muy serios al respecto. En de acuerdo con los criterios expuestos en la
el Urabá antioqueño y chocoano se ha repor- primera parte de este texto.
tado una suerte de cohabitación en torno a
los retornos del negocio entre grupos armados 1. Proyección de autoridad y perpetuación
organizados, como el hoy denominado Cartel de prestigio
del Golfo y las farc (Prieto, 2014). Estos gru-
pos dominarían el tráfico en Turbo, el puerto y El tráfico de migrantes en Colombia, según la
su zona de influencia sobre el litoral, mientras poca información empírica existente hasta el
que aquellos tendrían el control del negocio momento, se vale de estructuras (físicas, orga-
sobre la parte continental, en selva próxima nizacionales y sociales) previamente existentes,
al tapón del Darién. Ambos grupos estarían centrales en otros tipos de flujos irregulares
traficando migrantes y otros bienes ilícitos a que atraviesan las fronteras del país. La genera-
través de las mismas rutas y medios. ción de nuevos réditos y nuevas oportunidades
La tercera dificultad proviene de la natu- de negocio, en este caso, a través de la consoli-
raleza transnacional del problema. De aquí la dación de estructuras puntuales de tráfico de
necesidad de una respuesta conjunta entre el personas, se constituiría en mecanismos de
Gobierno colombiano y los gobiernos vecinos, generación de autoridad y de perpetuación
que incluya el plano municipal y no apenas de prestigio para tres grupos de traficantes.
central. Estas respuestas, además, tendrían que Por una parte, es útil para aquellos que
incluir lo político, lo policial y lo humanitario. con experiencia previa en estructuras crimi-

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nales tienen la posibilidad de administrar nen escasos o nulos conocimientos sobre las
o generar una nueva fuente de ingreso a su lógicas institucionales que se presentan en el
estructura. Por otra parte, este nuevo nicho terreno que atraviesan. Además, por su con-
de negocio constituye una opción de movi- dición irregular, no tienen la posibilidad de
lidad jerárquica para mandos bajos y medios acercarse a la estructura institucional oficial,
dentro de la estructura criminal, a través de la salvo arriesgando su posibilidad de éxito en
especialización y gestión del nuevo nicho de el trayecto. De esta forma, el traficante y las
mercado. Por último, la novedad de la activi- personas que administran servicios alrededor
dad constituye una oportunidad de inserción del tráfico son los únicos que están en capa-
dentro del prestigioso mundo criminal para cidad de interceder o interactuar, de alguna
terceros actores, locales, que quieran entrar al forma, por las personas traficadas.
tráfico, abriéndose así un espacio dentro del Se genera así una aleación entre las ins-
amplio mercado ilegal de frontera. tituciones de gestión y promoción del tráfi-
El asunto de fondo es que el tráfico no co al margen de la ley como estructuras de
solo es una oportunidad económica frente a protección de los migrantes. De hecho, estas
una oferta de personas dispuestas a atravesar serían el único recurso, nexo e interlocutor
la geografía colombiana, sino que se consti- de los traficados con el orden social por el
tuye en una nueva línea de negocio, en la que que atraviesan. Esto termina generando ma-
emprendedores del tráfico pueden obtener yor capacidad de maniobra de los traficantes
también réditos en términos de prestigio y frente a la “mercancía”, pero también afirma
autoridad al interior de las estructuras cri- su rol dentro del espectro socioeconómico
minales existentes. Esto, por supuesto, no es analizado, en tanto la demanda por tráfico
exclusivo de un fenómeno como el del tráfico siga existiendo.
de personas, pero en el caso en cuestión se Esta característica es particularmente
convierte en una lógica dentro del utilitarismo interesante en el caso de este tráfico porque,
sociológico de esta actividad, en tanto esta es en últimas, al ser personas y no mercancías
una actividad novedosa dentro del contexto inertes, estas se encuentran en capacidad de
analizado. reproducir la información a otros prospec-
tivos migrantes, especificando así sobre los
2. Tráfico de personas como mecanismo roles que juegan los empresarios del tráfico,
de suscripción a estructuras de protección ratificando su autoridad, su prestigio, pero
en medio del desgobierno también convirtiéndose en el referente de
protección en medio del proceso. Aunque,
En este punto es interesante pensar en la de- por supuesto, no hay aún suficiente eviden-
manda por traficantes y redes de tráfico. Las cia empírica que sostenga esta premisa, cabe
personas que buscan atravesar la geografía pensar en la posibilidad de que esto apoye
nacional de manera irregular con el fin de la generación de réditos económicos, pero
llegar a un tercer destino, muchas veces tie- también, termine por posicionar la actividad

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criminal como algo deseado, sobre todo en el habla el idioma y se presume culturalmente
espectro de desgobierno que implica afianzarse cercano, que frente a una persona proveniente
en la zona de frontera. de Pakistán, Siria o Eritrea.
Este componente, aunque puede ser til-
3. Identidad del traficante frente dado de determinista culturalmente hablan-
a los migrantes: otredad y etnocentrismo do, se sostiene sobre posiciones sociológicas
básicas como las de Levi-Strauss (1999), que
Sin duda, el componente de otredad que señalan que el etnocentrismo es una fuerza
implica la interacción entre migrantes prove- inherente al comportamiento humano cuando
nientes de tantos y tan diversos orígenes, se entra en contacto con personas provenientes
convierte en un punto de análisis si se tiene en de composiciones culturales diferentes a la
cuenta el asunto de la creación de identidad propia. Esto es también posible en una lógica
como forma de utilitarismo sociológico. La social que entraña una actividad económica
capacidad de liderazgo derivada de la forma ilegal –como el tráfico de migrantes– que
misma que toma la interacción entre migran- implica a la larga las interacciones entre in-
tes y traficantes –por la fuerza, la coerción, dividuos provenientes de diferentes órdenes
la necesidad, o por la razón que sea–, puede sociales. Esta categorización de otredad y et-
tener una caracterización peculiar si se tienen nocentrismo puede terminar por refirmar la
en cuenta diferencias evidentes como nacio- identidad del traficante, generando así nuevos
nalidad de los migrantes, etnia (que para este incentivos para el utilitarismo sociológico del
caso funcionaría como raza) o idioma. crimen.
Encarnado dentro de la óptica de la etni-
ficación de las actividades económicas –lo cual 4. Mecanismos paralelos de regulación social
incluye las actividades criminales–, el tráfico
de migrantes se convierte en una oportunidad La proliferación de estructuras dedicadas al
para que sus ejecutores entren en contacto tráfico de migrantes en Colombia ha sido
con personas que cuentan con evidentes ras- evidente conforme la demanda por estas se ha
gos diferenciadores (Light y Gold, 2000). acentuado. Como el resto de tráficos que se
Por la naturaleza y posición dentro de la ruta gestan en y a través del país, se han ido esta-
de tráfico, estas diferencias se convierten en bleciendo diferentes mecanismos que regulan
elementos que acentúan la posición del eje- las interacciones entre diferentes grupos. Para
cutor de la actividad dentro del tráfico. No el caso en cuestión, es interesante observar dos
es lo mismo hablar del traficante en general, fenómenos frente al tráfico de migrantes. Por
que del traficante colombiano que conoce la una parte, la cohabitación entre estructuras
zona, cuenta con un nexo frente a las institu- enemigas –del tipo guerrillas y Grupos Ar-
ciones locales y además lidera en su zona de mados Organizados– en torno a los roles que
influencia; igualmente, no es lo mismo ejercer toman dentro del tráfico. Por otra parte, es
dominio frente a un migrante cubano que también relevante tener en cuenta la distribu-

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ción geográfica que el control sobre el tráfico ros servicios, como alojamiento, alimentación
de migrantes ha venido tomando. y otros similares. Esto en últimas constituye
Heredado de las economías de escala otro incentivo desde el nivel sociológico para
que se han generado a través de la cohabita- que el tráfico se perpetúe.
ción criminal de estructuras guerrilleras con
bandas criminales en torno al negocio del 5. El tráfico de migrantes como parte
narcotráfico1, el tráfico de migrantes parece de una causa moralmente superior
apuntar hacia la misma dirección. Las bandas
criminales concentran su acción en los nodos En el caso del tráfico de migrantes, no so-
de paso de los migrantes, como en Turbo (An- lamente en Colombia, sino alrededor del
tioquia), y reciben réditos de las transacciones mundo, el imperativo moral de supervivencia
por transporte, alojamiento y otros similares es utilizado –de manera legítima o ilegítima–
durante el paso de las personas. Las estructuras por las personas que recurren a este tipo de
guerrilleras que se encuentran presentes sobre servicios al margen de la ley. Para muchos,
el terreno de la frontera con Panamá se hacen recurrir al tráfico de personas es el resultado
cargo del paso de la frontera, además de cargar de la inexistencia de mecanismos legales que
a los migrantes con otras mercancías. apoyen su voluntad de supervivencia.
Esto inserta los dos aspectos mencionados Piénsese en el caso de una persona que
en términos de eficiencia y sostenibilidad del ha salido de su país a causa de un conflicto
tráfico. Hay una especialización en las accio- violento que pone en serio riesgo su supervi-
nes, al tiempo que hay una distribución de vencia o la de su familia, y en la que el Estado
réditos según la especialidad. Esto genera una de su procedencia no tiene o bien la capacidad
economía de escala, solo posible frente a los o bien la voluntad de garantizarle este derecho
acuerdos tácitos encontrados entre las estruc- básico. Aunque puede acercarse a estructuras
turas involucradas, que termina por regular legales existentes como el derecho de asilo, lo
socialmente el asunto en las zonas donde se cierto es que, en medio de las diferentes crisis
encuentran presentes. Cabe pensar que mien- internacionales, los sistemas que contemplan
tras estos acuerdos se respeten, terceros agentes vías regulares para acceder a este derecho se
asociados al tráfico de manera voluntaria o han saturado. Mientras tanto, el riesgo au-
involuntaria, tácita o explícita se pueden ver menta. Así, las opciones de supervivencia
beneficiados a través de la prestación de terce- comienzan a rayar con la ilegalidad. El tráfico

1
En el caso de Tumaco (Nariño), durante mucho tiempo las farc han dominado las grandes rutas de tráfico
de estupefacientes en las zonas rurales, mientras que las bandas criminales se han hecho con el microtráfico. Los
beneficios de mantener este statu quo son mayores que los costes en los que se incurriría al entrar en disputa por el
dominio absoluto de ambas esferas (Palma, 2014).

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es un mecanismo que termina apoyando la La aplicación de este modelo frente a la


intención de supervivencia de los individuos evolución del incipiente fenómeno del tráfico
involucrados. de migrantes en Colombia se convierte en una
El traficante puede justificar su acción, primera oportunidad para comenzar a pensar
entonces, en términos de la provisión de un en el tema, de cara al entendimiento de otros
servicio que en últimas cuenta con una in- fenómenos similares. No obstante, queda en el
tención moralmente enclavada dentro de la tintero el desarrollo ulterior de estos concep-
perspectiva del apoyo a la supervivencia a las tos a través de evidencia concreta. Para esto
personas que buscan sus servicios. Algunos sería necesario desarrollar nuevos estudios el
de los argumentos más sonados al momento de respecto, que incluyan indagaciones in situ.
la captura de los presuntos implicados en Así, esto se convierte en una excusa para seguir
estas actividades son del tipo “solo estamos haciendo indagaciones al respecto.
prestando un servicio” o “estamos salvándoles
la vida”. En esto hay una dualidad que raya Referencias
entre la legalidad de la acción y una lectura
peculiar específica sobre el propósito de la Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramé-
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a través de esta perspectiva. Este texto propuso Badrán, F. (2014). L’evolution du crime transnational
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