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Los Manuscritos del Mar Muerto.

- CBA TM1

Antes de 1947, el manuscrito de la Biblia hebrea más antiguo conocido era un fragmento de hoja
de papiro que contiene el Decálogo y las palabras de Deut. 6: 4, 5. Este documento, llamado el
"Papiro Nash", proviene aproximadamente del año 100 AC, y fue hasta 1947 unos mil años más
antiguo que cualquier otro manuscrito conocido de la Biblia hebrea.

En 1947 se efectuó el mayor descubrimiento de manuscritos bíblicos de los tiempos modernos,


cuando algunos beduinos hallaron varios rollos de cuero y fragmentos en una cueva cerca de la
orilla noroeste del mar Muerto. Puesto que nunca antes se habían encontrado rollos tales, sus
propietarios árabes tuvieron algunas dificultades para venderlos. Los compradores temían que
pudieran ser falsificaciones. Sin embargo, finalmente una parte de los rollos llegó a manos del
Prof. E. L. Sukenik de la Universidad Hebrea y una parte quedó en posesión del monasterio sirio de
Jerusalén. El Dr. John C. Trever, que entonces era director interino de la Escuela Norteamericana
de Investigaciones Orientales de Jerusalén, fue el primer erudito que reconoció su antigüedad, y
llamó la atención de los expertos norteamericanos para que estudiaran los rollos. En la primavera
de 1948, cuando las primeras noticias de su descubrimiento llegaron al mundo occidental, los
Manuscritos del Mar Muerto inflamaron la imaginación de cristianos y judíos por igual, en una
forma como no lo había logrado ningún otro descubrimiento arqueológico desde los días del
descubrimiento de la tumba inviolada del rey Tutankamón en Egipto, unos 25 años antes. Se inició
una activa búsqueda para encontrar nuevos rollos cuando se comprendió que el clima seco del
desierto de Judea había preservado materiales antiguos perecederos, tales como rollos de piel, los
que se habrían desintegrado ya hace mucho en otros lugares de la Tierra Santa debido a los
inviernos húmedos. No tardaron en descubrirse nuevas cavernas que contenían rollos y miles de
fragmentos de rollos. En la zona de Qumran, donde se descubrió la primera caverna,
posteriormente algunos beduinos y arqueólogos encontraron otras once cavernas que contenían
manuscritos. Este material, ha sido denominado Rollos de Qumran, pero la expresión
"Manuscritos del Mar Muerto" incluye, además, los que proceden de otras zonas del desierto de
Judea, cerca del mar Muerto. Parte de este material se encontró en el Wadi Murabba'at, en el
sureste de Belén, otra parte se descubrió en el Wadi Hever, y otra parte procedió de las
excavaciones de las ruinas de la fortaleza judía de Massada, destruida por los romanos en el año
73 DC.

Khirbet Qumran, unas ruinas ubicadas en las proximidades de la primera caverna, yacen cerca de
la desembocadura del Wadi Qumran, que entra en el mar Muerto a unos trece kilómetros al sur de
Jericó. Cuando se excavaron esas ruinas, se descubrió que había existido allí la parte principal de
una comunidad constituida por una secta judía sumamente estricta, probablemente los esenios.
Las excavaciones arrojaron mucha luz acerca de la vida de la secta, cuyos miembros habían sido
los propietarios de los rollos encontrados en el vecindario. En esta especie de monasterio los
miembros de la secta trabajaban, comían, llevaban a cabo sus rituales religiosos y adoraban juntos
a su Dios, aunque vivían en las cavernas circundantes. Los edificios de Qumran fueron destruidos
en la primera guerra entre los judíos y los romanos (años 66-76 DC). Probablemente los miembros
de esa secta perecieron en esos años, porque a partir de entonces el grupo desapareció. Al
parecer muchos de los rollos fueron ocultados en las cavernas ante la amenaza de destrucción. Los
dueños nunca regresaron en busca de ese material. Los manuscritos encontrados son de
naturaleza variada. En la primera caverna se encontró una copia completa y otra incompleta del
libro de Isaías, una parte de un comentario sobre Habacuc y fragmentos del Génesis,
Deuteronomio, Jueces y Daniel -todos escritos en el estilo de la escritura hebrea utilizada
después del exilio en Babilonia- y fragmentos del Levítico en escritura preexílica. En otras
cavernas se encontraron grandes porciones de los Salmos, Samuel y Levítico. Con el tiempo se
descubrieron en estas cavernas fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento, con
excepción de Ester. Otros libros hebreos representados por los rollos y fragmentos son obras
apócrifas y seudoepigráficas que ya se conocían, libros de naturaleza sectaria desconocidos hasta
entonces y algunas obras de carácter secular. La escritura usada en estas obras es consonántica,
puesto que en esa época los hebreos todavía no usaban las vocales.

El estudio de estos rollos ha originado una nueva rama de las ciencias bíblicas. Aún hoy, cerca de
tres décadas después del descubrimiento de la primera caverna de Qumran, ni siquiera se ha
publicado la mitad de los manuscritos descubiertos. Sin embargo los artículos y libros que tratan
de los rollos del Mar Muerto se cuentan por miles, y la bibliografía correspondiente al material que
se ha publicado ya constituye varios volúmenes. Una revista erudita, la Revue de Qumran, se
dedica exclusivamente al estudio de estos rollos. Esto constituye una muestra del interés que los
eruditos

y especialistas en los asuntos bíblicos tienen en los rollos del Mar Muerto.

Durante los primeros años después de su descubrimiento, los eruditos entablaron una acalorada
batalla en torno a su autenticidad y a su edad; pero ya hace mucho que se han silenciado las voces
de la duda, Cuando los arqueólogos profesionales encontraron en sus exploraciones y
excavaciones la misma clase de rollos descubiertos anteriormente por los beduinos, se tornó
sumamente claro, aun para los incrédulos más recalcitrantes, que los rollos del Mar Muerto no
eran un producto de falsificaciones modernas o medievales, sino auténticos manuscritos antiguos.

Se acepta en general que los Manuscritos del Mar Muerto fueron escritos durante un período
comprendido entre el siglo III AC y el siglo I D.C. Los manuscritos encontrados en otras zonas ya
mencionadas proceden cae los siglos I y II D.C. Estos descubrimientos han puesto a nuestra
disposición manuscritos bíblicos que tienen una antigüedad de mil años más que los textos
bíblicos hebreos conocidos antes del descubrimiento de esos rollos. Esto reviste una gran
importancia porque nos ha proporcionado muestras de todos los libros del Antiguo Testamento,
menos uno, en la forma como existían durante la época del ministerio de Cristo. En otras palabras,
ahora sabemos cómo era la Biblia de los tiempos de Cristo. Hemos descubierto que su texto
contiene tan sólo escasas diferencias con el texto que nuestros traductores modernos han
utilizado. Aunque los Manuscritos del Mar Muerto contienen numerosas variantes lingüísticas,
tales como variaciones en la ortografía o en formas gramaticales, estas diferencias son tan
insignificantes que difícilmente se aprecian en las distintas traducciones hechas de esos rollos si se
compara su texto con el de traducciones hechas a partir de otras fuentes. En esta forma los rollos
dan un testimonio elocuente de la fiel transmisión del texto de la Biblia hebrea a lo largo de los
siglos cuando la Biblia se copiaba a mano. El descubrimiento de los Manuscritos del Mar Muerto
nos ha proporcionado una prueba de que en el Antiguo Testamento todavía poseemos la Biblia de
Jesucristo en la misma forma que él conocía y que recomendó.

CONCILIO DE JAMNIA - FALSO

https://bibliaytradicion.wordpress.com/2012/08/22/pueden-los-protestantes-confiar-en-el-
concilio-de-jamnia-para-defender-la-mutilacion-de-la-biblia/?fbclid=IwAR04SC33zGYbYtgVEpP5e-
rJOKb1Jj4NheuZzIJJlaJERQYVxnzo3lXl_yE
¿Concilio de Jamnia?
Los apologistas católicos suelen hablar de un Concilio de Jamnia como autoritario
estableciendo el canon hebreo alrededor del año 100 DC, pero la investigación moderna ya no
considera que sea así, o que incluso hubo un concilio, mientras que algunos eruditos
argumentan que el canon judío fue cerrado antes por la dinastía hasmonea (140 y c. 116 aC).
- http://en.wikipedia.org/wiki/Council_of_Jamnia
Robert C. Newman escribe,
Entre los que creen que el Antiguo Testamento es una revelación del Creador,
tradicionalmente se ha mantenido que los libros que componen esta colección eran en sí
mismos escritos sagrados desde el momento de su finalización, que fueron RECONOCIDOS
rápidamente como tales y que el último de estos fueron escritos varios siglos antes del
comienzo de nuestra era.
El historiador judío Flavio Josefo parece ser el primer testigo existente de este punto de vista.
Respondiendo a los cargos del antisemita Apion al final del primer siglo de nuestra era, dice:
"No poseemos miríadas de libros inconsistentes, en conflicto entre sí. Nuestros libros, los que
están justamente acreditados, son solo veintidós, y contienen el registro de todos los
tiempos ... "- Josephus, Against Apion, 1,8 (38-41)
Sobre la base de testimonios cristianos posteriores, los veintidós libros mencionados aquí se
consideran generalmente los mismos que los nuestros treinta y nueve, 2 cada libro (por
ejemplo, 1 y 2 Reyes) se cuenta como uno, siendo los doce Profetas Menores considerada
una unidad, ejemplo Esdras -Nehemías, y Jeremías-Lamentationes cada uno tomado como un
solo libro. Esto concuerda con la impresión transmitida por los relatos de los Evangelios,
donde Jesús, los fariseos y la comunidad judía palestina en general parecen entender por el
término "Escritura" como un cuerpo definido de escritos sagrados ".
"... el trabajo pseudoepigráfico 4 Esdras (probablemente escrito sobre A.D. 1208) ... admite
que solo veinticuatro Escrituras han circulado públicamente desde la época de Esdras".
Newman concluye,
"En este trabajo hemos intentado estudiar la actividad rabínica en Jamnia en vista de las
teorías liberales sobre su importancia en la formación del canon del Antiguo Testamento. Creo
que las siguientes conclusiones son defendibles a la luz de este estudio. La ciudad de Jamnia
tenía tanto una escuela rabínica (Beth ha-Midrash) como una corte (Beth Din, Sanedrín)
durante el período 70-135 dC, si no antes. No hay evidencia concluyente de ninguna otra
convocatoria rabínica allí. El alcance de las Sagradas Escrituras fue uno de muchos temas
discutidos en Jamnia, probablemente tanto en la escuela como en la corte, y probablemente
más de una vez. Sin embargo, este tema también fue discutido por los rabinos al menos una
generación antes y también varias veces después del período de Jamnia. se mencionan libros
en estas discusiones, excepto los que ahora se consideran canónicos. Ninguno de estos son
tratados como candidatos para la admisión al canon, sino que los rabinos parecen estar
probando un status quo que ha existido. memoria. Ninguna de las discusiones insinúa la
reciente cosecha de las obras que se están considerando ni les niega la autoría tradicional. En
cambio, parece que los rabinos están preocupados por problemas puramente internos, como
teología, aparentes contradicciones o contenido aparentemente inadecuado ...
Pero ningún texto de una decisión específica nos ha llegado (ni, aparentemente, ni siquiera a
Akiba y sus alumnos). Más bien, parece que ya existía un consenso general sobre el alcance
de la categoría llamada Escritura, de modo que incluso el autor de 4 Esdras, si bien deseaba
agregar uno propio, se vio obligado a reconocer este consenso en su distinción entre público y
oculto Escritura. "- Robert C. Newman," EL CONCILIO DE JAMNIA Y EL CANON DEL
ANTIGUO TESTAMENTO ", Westminster Theological Journal 38.4 (Spr. 1976) 319

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