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ISSN 2718- 8345

Revista Temática del


Derecho Procesal
y Procesal Informático
Nº 3 / junio 2021
Director: Nicolás Ignacio Manterola

PRESENTACIÓN PODCAST
DOCTRINA JURISPRUDENCIA
ENTREVISTA
Contenido

1. PRESENTACIÓN.

1
ISSN 2718- 8345

Presentación.
Por Nicolás Ignacio Manterola.................................................................................................. 03

2. DOCTRINA.
2.1. El rol del juez y de la oficina judicial: Entre lo real y lo posible.
Por Julián Emilio Hernández Varela y María Laura Prada Errecart...................................... 05
2.2. El proceso civil liberado.
Por Pablo Salvador Agnello....................................................................................................... 19
2.3. Los nuevos principios procesales en el expediente judicial electrónico de la Provincia
del Chaco.
Por Sebastián G. Onocko........................................................................................................... 27
2.4. Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales.
Por José Osvaldo Ledesma........................................................................................................ 35
2.5. La cuestión capital: de la federalización a la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires
y la función de la Corte Suprema.
Por Laura Karschenboim........................................................................................................... 49
2.6. El proceso judicial y el principio de legalidad.
Por Jorge E. Milone..................................................................................................................... 67
2.7. La imposición de costas en los casos del derecho del consumidor.
Por Nicolás Ignacio Manterola.................................................................................................. 76

3. ENTREVISTA.
3.1. Entrevista a Ruth Bader Ginsburg por Bryan A. Garner.
Traducción por Marcelo Gobbi................................................................................................. 86

4. PODCAST.
4.1. Cuatro claves para la transformación de la administración de justicia.
Por Pablo Artega......................................................................................................................... 94
4.2. El Expediente electrónico judicial en la Provincia del Chaco.
Por Sebastián G. Onocko........................................................................................................... 94

5. JURISPRUDENCIA.
5.1. I. R. E. c/ C. J. A. s/ alimentos .................................................................................................... 95
5.2. Muiño Vigo Carlos Alberto c/ Galazino Carlos Fabián y otros s/Beneficio de litigar
sin gastos .................................................................................................................................... 100
5.3. Trejo Cecilia Belén c/ Citytech S.A. | medida cautelar........................................................... 103
5.4. Soler Juan José Mariano c/ Servicio Penitenciario Federal s/ daños y perjuicios............... 106
5.5. De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. Incidente .............. 110
5.6. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/Estado Nacional (ADIF SE) s/ Ejecución Fiscal..... 126
5.7. G. B. G. s/ sucesión ab intestato............................................................................................... 129
5.8. Mamani Cristian Sergio c/ Estado Nacional s/ daños y perjuicios........................................ 135
5.9. Ocampo Darío José; Muñoz Granados Joaquín; Pereyra Facundo Manuel y otros
s/ amparo.................................................................................................................................... 142
5.10. D. L. V. c/ D. E. A. s/ alimentos................................................................................................... 144
5.11. C. G. B. c/ Colegio Público de Abogados de Capital Federal s/ ejercicio de la abogacía
—ley 23187— art 47..................................................................................................................... 147
1
Presentación

Procesal Civil y Comercial


Presentación

Presentación
Presentación Revista Procesal —Tercer Número—

1-junio-2021

Revista Procesal
—Tercer Número—
Por Nicolás I. Manterola1

MJ-DOC-15911-AR | MJD15911

Presentación tercera entrega.


El derecho se presenta como un verdadero para la Revista, pues no sólo abordamos
universo que abarca una pluralidad de te- temas clásicos, sino también los nuevos te-
mas que, afortunadamente, no tiene límites. mas que conmueven y actualizan la estruc-
En los últimos tiempos hemos visto como el tura clásica del derecho procesal.
derecho se ha conectado con otras ciencias Hemos pensado que en esta nueva entrega
de un modo tan estrecho que, hace apenas resulta conveniente pensar (y repensar) en
pocos años atrás, era imposible avizorar. el rol del juez, un tema fundamental en los
El derecho, a través de sus diferentes ramas, tiempos que corren. No haremos ello desde
se ha conectado con la tecnología, con las una óptica meramente procedimental, sino
neurociencias y con la inteligencia artificial. aportando ideas y nuevos conceptos que,
El derecho procesal no es la excepción y se de manera disruptiva, tiendan a renovar el
ha vinculado con estas y otras ciencias para modo en el cual se encaran los procesos ju-
hacer del trámite procedimental un camino diciales, pues no podemos seguir litigando
eficaz que pueda solucionar el conflicto de la como lo hacíamos hace años atrás.
mejor manera y en el menor tiempo posible. Hoy, el proceso no puede ser entendido, al
De allí el compromiso que asumimos cada menos en mi opinión, como un conjunto de
vez que preparamos y pensamos los temas formas donde el juez se encuentra alejado

1 Abogado graduado con diploma de honor (Universidad de Belgrano), especialista en dere-


cho procesal (Universidad de Buenos Aires); premio a la excelencia académica (Colegio de Aboga-
dos de la Ciudad de Buenos Aires). Miembro del Foro de Derecho Procesal Electrónico. Socio en
M|P Abogados

Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático


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3
Presentación

de las partes y aparece sólo al dictar sen-


tencia. En cambio, el proceso judicial debe
necesariamente dar un salto cualitativo
desde los códigos procesales hacia los pro-
blemas de los justiciables y el derecho de-
batido, siempre, por supuesto, respetando
el derecho de defensa y el debido proceso.
De esta manera, los sujetos que intervienen
en el juicio no seguirán linealmente reglas
Presentación Revista Procesal —Tercer Número—

En tal contexto, comenzaremos viendo un


tema de mucha actualidad, como lo es la
situación jurídica de la Ciudad de Buenos
Aires, en un detallado análisis de Laura
Karschenboim. Luego examinaremos al
proceso judicial desde el principio de lega-
lidad junto a Jorge E. Milone. Para terminar,
veremos la imposición de costas en los pro-
cesos del consumidor, a propósito de dos
2
recientes fallos judiciales sobre materia de
prestablecidas por el legislador, toda vez que
consumidor.
estas deben tener la suficiente soltura para
acomodarse a las necesidades del proceso En esta entrega incorporamos también la
judicial y para proteger y resguardar el de- entrevista a Ruth Bader Ginsburg, quien
recho de fondo que se encuentra en juego. fuera juez de la Corte Suprema de los Esta-
dos Unidos y brinda pautas fundamentales
De allí que, luego de comentar el rol del juez
que deben ser tenidas en cuenta a la hora
con el artículo de Julián Emilio Hernández Va-
de escribir y presentarnos (sea de forma
rela y María Laura Prada Errecart, veremos
verbal o escrita) en los tribunales. La en-
que las corrientes modernas tienden a hacer
trevista fue realizada por Bryan A. Garner y
que el proceso, en el marco del expediente
publicada en el número 13 de The Journal
electrónico, se flexibilice, lo que hace que las
of Legal Writing; fue traducida por Marce-
formas procesales pierdan esa rigidez que
lo Gobbi para Fores, quien nos autorizó su
alguna vez supieron tener y se adapten a un
publicación en esta entrega de la revista.
nuevo mundo mucho más claro y transpa-
rente. Lejos de las formalidades de antaño, Luego encontraremos la sección de pod-
el proceso judicial de esta nueva década casts, donde, con Pablo Artega, examina-
(post 2020) viene con sentido disruptivo. remos las claves para la transformación de
la administración de Justicia en el marco
Con ese panorama como norte, con Pablo
del proceso electrónico; y, con Sebastián
Agnello analizaremos el impacto del proce-
G. Onocko, veremos la normativa del ex-
so electrónico en el derecho de las partes.
pediente electrónico en la provincia del
Y, junto a Sebastián G. Onocko, veremos los
Chaco.
principios del proceso electrónico en gene-
ral y de la provincia del Chaco en particular. Para terminar, hemos seleccionado juris-
Y, con José Osvaldo Ledesma, analizaremos prudencia reciente y que se destaca por
la flexibilización de las formas procesales a esclarecer el camino que han de seguir los
la hora de efectuar la notificación que corre litigantes en el proceso electrónico.
el traslado de la demanda. En fin, junto a la labor de los autores que
Para concluir el capítulo de doctrina, abor- participaron en esta nueva entrega, tene-
daremos temas del derecho procesal y pro- mos el gusto de seguir impulsando el cono-
cesal constitucional, que son, en verdad, la cimiento del derecho procesal en esta épo-
base sobre la cual se construye todo proce- ca de incertidumbre, con la convicción de
so judicial, sea que se canalice mediante lo que es el camino adecuado para continuar
electrónico o en papel. fortaleciendo el servicio de Justicia.

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2
Doctrina Doctrina
El rol del juez y de la oficina judicial
Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

Empleados Públicos - Jueces - Facultades y Deberes del Juez -


Poder Judicial - Concurso de Cargos Judiciales
2-junio-2021

El rol del juez


y de la oficina judicial:
entre lo real
y lo posible
Por Julián E. Hernández Varela1 y M. Laura Prada Errecart2

MJ-DOC-15916-AR | MJD15916

Sumario: I. Objeto. II. Estructura actual del Poder Judicial de la Nación. III. Proce-
dimiento de ingreso al Poder Judicial. IV. La división de funciones como alternativa.
V. La oficina judicial. V.1. La necesidad de mayor recopilación de datos como uno de
los objetivos de la oficina judicial. V.2. Ideas para la estructura orgánica de la oficina
judicial. VI. Restricción y rediseño de las competencias naturales de la magistratura.
VII. Conclusiones.

1 Abogado. Asesor en la Dirección de Asuntos Legales de Comercio y Minería del Minis-


terio de Desarrollo Productivo de la Nación. Curso de «Derecho del Consumidor y la Empresa»,
Universidad Austral. Cursos organizados por el Centro de Formación Judicial del Consejo de la
Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:a) «Introducción a la Justicia-Aula CayT», b)
«Nociones de Derechos Humanos I», c) «Condiciones de Admisibilidad del Proceso Contencioso
Administrativo y Tributario I». Miembro del Ateneo de Estudios Procesales «Lino Enrique Palacio»
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Socio de la Asociación de Derecho Administrativo de la
Ciudad Autónoma de Bs. As. (A.D.A. Ciudad).
2 Abogada con Diploma de Honor recibida en la Universidad del Salvador. Secretaría en el
Juzgado Nacional en lo Civil N° 69. Posgrado en Derecho del Consumidor y Empresa, Universi-
dad de Ciencias Empresariales y Sociales; Curso de Postgrado de Derecho de Daños, Universidad
Católica Argentina, Curso de Actualización en Derecho de Daños Universidad de Salamanca. Dis-
tinción a la Excelencia Académica otorgado por el Colegio de Abogados de Capital Federal en los
años 2001 y 2002. Socia de Asociación de Mujeres Jueces de Argentina. Socia de Asociación de
Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional. Miembro titular del Ateneo de Estudios Proce-
sales de la Ciudad de Buenos Aires «Dr. Lino E. Palacio».

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

I. OBJETO
El presente artículo buscará delinear las funciones de la oficina judicial y del juez, ambos,
fuera del ámbito penal y dentro de los nuevos paradigmas de proceso que se buscan
traer a la legislación nacional.

II. LA ESTRUCTURA ACTUAL DEL PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN


(EN ADELANTE «PJN»)
En la actualidad la estructura del PJN dentro de la Capital Federal sigue obedeciendo a lo
establecido por la Ley N° 13998 y por el Decreto Ley N° 1285/1958 (su última modifica-
ción fue la producida por la Ley N° 27500 al traer nuevamente el recurso de inaplicabili-
dad de la Ley y derogar la creación de los Tribunales de Casación establecidos en la Ley
N° 26853). La arquitectura fuera de la Corte Suprema sigue siendo de juzgados de prime-
ra instancia y cámaras de apelación, todos ellos, divididos por fueros especializados en
distintas materias3 (conf. artículo 32 del Decreto Ley N° 1285/1958).

3 El artículo 32 del Decreto Ley N° 1285/1958 establece «Los tribunales nacionales de la


Capital Federal estarán integrados por:
1. Cámara Federal de Casación Penal.
2. (Inciso derogado por art. 5° de la Ley N° 27.500 B.O. 10/1/2019. Vigencia: a partir del día
de su publicación oficial)
3. (Inciso derogado por art. 5° de la Ley N° 27.500 B.O.10/1/2019. Vigencia: a partir del día
de su publicación oficial)
4. (Inciso derogado por art. 5° de la Ley N° 27.500 B.O. 10/1/2019. Vigencia: a partir del día
de su publicación oficial)
4 bis. Cámara Nacional de Apelaciones en las Relaciones de Consumo.
5. Cámara Nacional de Casación Penal.
6. Cámaras de Apelaciones de la Capital Federal:
a) Nacional en lo Civil y Comercial Federal.
b) Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal.
c) Federal en lo Penal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
d) Nacional en lo Civil.
e) Nacional en lo Comercial.
f) Nacional del Trabajo.
g) Nacional en lo Penal.
h) Nacional Federal de la Seguridad Social.
i) Nacional Electoral.
j) Federal en lo Penal Económico.
7. Tribunales de Juicio:
a) Nacional de Juicio.
b) Federal en lo Penal Económico.
c) Nacional de Juicio de Adolescentes.
d) Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

En ese marco, la gestión del proceso y la resolución de los planteos de fondo continúan
recayendo sobre el juez y la oficina de trabajo (tribunal) que encabeza, compuesta por
15 personas o más. En la actualidad, continúa existiendo el mismo escalafón fijado por el
máximo tribunal en la acordada N° 9/20054. Según el Anexo II) de la citada acordada, los
cargos de empleados serían: a) Auxiliar u Ordenanza (2 por Secretaría),
b) Escribiente Auxiliar (2 por Secretaría), c) Escribiente (2 por Secretaría), d) Oficial (2 por
Secretaría), e) Oficial Mayor (1 por Secretaría) y f) Jefe de Despacho (2 por Secretaría).
Los cargos aquí mencionados —salvo el de Jefe de Despacho— no tienen tareas estan-
darizadas por norma. Los funcionarios en cambio, son los únicos sujetos con funciones
previstas dentro de la normativa procesal (artículos 34 a 37 en el caso del Juez y 38 a 39
para el Secretario, Prosecretario Administrativo y Jefe de Despacho).

III. EL ACTUAL PROCEDIMIENTO DE INGRESO AL PJN


En el mes de mayo del año 2013, el Poder Legislativo Nacional sancionó la Ley N° 26861
(«Ingreso democrático e igualitario de personal al Poder Judicial de la Nación y al Ministe-
rio Público de la Nación»).
Dicha norma buscó —esperanzadamente— regular el procedimiento de ingreso al Po-
der Judicial mediante la utilización de concursos públicos (conf. artículo 1°5 de la Ley N°
26861). La sustanciación de la citada prueba sería en principio establecida por las autori-
dades de aplicación.

8. Jueces de Primera Instancia:


a) Nacionales en lo Civil y Comercial Federal.
b) Nacionales en lo Contencioso Administrativo Federal.
c) Federales de Garantías de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
d) Nacionales en lo Civil.
e) Nacionales en lo Comercial.
f) Nacionales de Garantías.
g) Nacionales de Garantías de Adolescentes.
h) Federales de Garantías en lo Penal Económico.
i) Nacionales del Trabajo.
j) Nacionales de Ejecución Penal.
k) Juzgados Federales de Primera Instancia de la Seguridad Social.
l) Juzgados Federales de Primera Instancia de Ejecuciones Fiscales Tributarias.
m) Juzgados Nacionales de Primera Instancia en las Relaciones de Consumo.».-
4 Información publicada en la página «http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/ane-
xos/100000- 104999/104391/norma.htm».-
5 El artículo 1° de la Ley N° 26.861 dispone «Objeto. La presente ley tiene por objeto regu-
lar el ingreso democrático e igualitario de personal al Poder Judicial de la Nación y al Ministerio
Público de la Nación, mediante el procedimiento de concurso público.»

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

En aquel contexto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (en adelante «CSJN») dictó la
Acordada N° 26/2013, autoasignándose autoridad de aplicación de la citada Ley N° 26861.
Por lo tanto, la Corte emitió la Acordada N° 49/2013, reglamentando la inscripción para el
ingreso al PJN y disponiendo de manera transitoria que «hasta que se produzca la efecti-
va puesta en funcionamiento del régimen de ingreso que contempla la ley 26.861, lo que
dispondrá esta Corte como autoridad de aplicación, los tribunales mantendrán las atribu-
ciones de la acordada de Fallos 240:1076 para la designación y promoción de empleados,
efectivos o interinos, en cargos de planta, o contratados» (conf. punto 5° de la Acordada
N° 49/2013). La mencionada «acordada de Fallos 240:107» (dictada en fecha 3 de marzo de
1958) establece que «Las Cámaras de Apelación designarán y promoverán a su personal.
La designación y promoción del personal de los juzgados y ministerios públicos, se prac-
ticará por las Cámaras respectivas a propuesta de los jueces y funcionarios titulares»
(conf. punto 1° de la mentada Acordada). Además, las Cámaras pueden pedir mayor pre-
cisión respecto de las propuestas de nombramiento elevadas por los distintos jueces de
su fuero o si lo estiman conveniente, una nueva.
En nuestra opinión, el manejo del personal y cuestiones administrativas deben ser tra-
bajados fuera de las decisiones de los jueces. Dado que se trata de personas que han
construido su perfil profesional para el ejercicio de la función jurisdiccional.
Hoy, solo se habría emitido según surge de las normas que modifican o complementan
a la Ley N° 26.861 en el sitio web de «http://www.infoleg.gob.ar/»7 la Resolución Procura-
ción General de la Nación N° 508/2014, convocando a concursos abiertos y públicos para
«el ingreso al Ministerio Público Fiscal en los agrupamientos de «Servicios Auxiliares»,
«Técnico Administrativo» y «Técnico Jurídico», conforme al cronograma anexo a la pre-
sente Resolución (conf. artículo 1° de la Resolución N° 508/2014).
De las normas precedentemente citadas, podemos inferir que no ha mediado una po-
lítica pública para plasmar una perspectiva de ingreso superadora. Por ello, propone-
mos que el ingreso del personal y cuestiones administrativas sean trabajados a través de
pruebas de selección que muestren la competencia para el ejercicio de cada uno de los
cargos. Dicha función estaría en cabeza de la oficina judicial.

IV. LA DIVISIÓN DE FUNCIONES COMO ALTERNATIVA


La implementación de la efectiva oralidad en los procesos exige estructuras organiza-
cionales y modelos de gestión asociados que optimicen el contexto en el que los jueces
desarrollan su tarea, liberándolos del control de cuestiones administrativas y actos de

6 Titulada «Designación de Funcionarios y Empleados Judiciales.Licencias a los Magistrados


y Personal de la Justicia Nacional»
7 Información -año 2013- publicada en «https://old.pjn.gov.ar/07estadísticas/estadísti-
cas/07 estadísticas/Archivos/Trabajos Especiales/nuevolibro%202013/Capitulo 13.htm».

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

mero trámite. De tal forma que puedan focalizarse en los actos jurisdiccionales que le
son propios a sus funciones naturales. En ese contexto, la oficina judicial surge como una
herramienta indispensable y útil para cumplir con las exigencias del sistema oral que
pretende implementarse como regla en los procesos existentes.
Nos detendremos en este punto, para remarcar un aspecto que hace a la planificación
integral de la puesta en marcha de las dependencias que llevarían adelante el trámite
de las causas y las estrategias a adoptar para que su estructuración facilite alcanzar las
metas buscadas.
Previo a todo, entendemos —conforme se detallará más adelante— que la idea de juez a
proponer se basa en un órgano que se encargue de: a) analizar el planteo del demandan-
te y verificar si pudiera mediar —verosímilmente— la existencia de un caso, b) celebrar
audiencias, c) verificar la admisibilidad y conducencia de la prueba ofrecida, d) resolver
planteos impugnatorios contra actos procesales y e) dictar sentencias de fondo y velar
por su oportuno cumplimiento. El resto de las funciones que originariamente se desarro-
llan desde la Secretaría de los actuales Juzgados sería competencia de otra dependencia,
a saber, la oficina judicial.
Esta idea que no es propia8 salvo por la interpretación aquí ofrecida, busca delimitar las
competencias expresadas a los órganos mencionados en el párrafo anterior.
En ese marco, entendemos que la atribución de facultades sería desconcentrada, es de-
cir, ambos órganos (el juez y la oficina judicial) son sujetos que comparten estructura in-
terorgánica dentro del poder judicial pero sus funciones son propias por el alcance esta-
blecido por la ley y no comunes con las de algún superior jerárquico9 que pudiesen tener.
A continuación, nos enfocaremos a delimitar objetivos, estructura y potestades de la ofi-
cina judicial y del Juez.

V. LA OFICINA JUDICIAL

V.1. LA NECESIDAD DE MAYOR RECOPILACIÓN DE DATOS COMO UNO


DE LOS OBJETIVOS PRINCIPALES DE LA OFICINA JUDICIAL
En la actualidad el PJN cuenta con una oficina de estadísticas que se encuentra dentro
de la órbita de la Administración General del Poder Judicial de la Nación10. Dicha depen-

8 Este tema fue tratado en varios trabajos, entre ellos «Bases para la reforma procesal civil
y comercial» publicado para el programa Justicia 2020 del Ministerio de Justicia y Derechos Hu-
manos de la Nación, págs. 62/63
9 IVANEGA, Miriam M.: «Los principios de la Organización Administrativa», ed. Instituto Na-
cional de la Administración Pública. volumen 267-268. Pág. 204.
10 La competencia surge de lo publicado en el siguiente link «http://www.consejomagistra-
tura.gov.ar/index.php/administracion-general».

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

dencia recopiló información (el último ejemplar fue en el año 2013) sobre: a) Datos
Generales11, b) Organización y personal12, b) tramitación y resolución de expedientes13,
etc. Además, también trabaja con anuarios individuales donde se indican diversos da-
tos por fuero.
Sin embargo, en la actualidad ha quedado demostrado que la recopilación de datos no
ha sido nada fácil14. Podemos observar esta situación de la misma web de la citada oficina
donde, en muchos casos, los últimos datos de distintos fueros son del año 2013 e inclu-
so, otros han publicado información hasta el año 2019 (ver sección «anuario por fuero o
jurisdicción»). Esta situación muestra objetivamente que la obtención de información ha
sido medianamente inexacta. A modo de aclaración, nosotros no tenemos una intención
delatora respecto a lo precedentemente descripto. Por el contrario, entendemos que
esta idea ha sido un comienzo que debe dar nuevos pasos hacia una mayor concreción.
Esta apertura de datos iniciada por la oficina de estadísticas ha obligado al PJN a encarar
dos nuevos desafíos. Por un lado, ha sentado un puente inicial para comenzar a acercar
el control ciudadano (ya sea a través de la ley de acceso a la información pública o de un
eventual portal de datos públicos). Hoy, cada vez más personas analizan y controlan la
gestión de los órganos de gobierno y el Poder Judicial no ha sido una excepción15.
Por otro lado, la obtención de información relacionada con la gestión de los distintos
tribunales y dependencias aporta datos esenciales para cualquier debate vinculado a
reformas de índole procesal, como, por ejemplo: el proyecto justicia 2020.
La publicación de datos como política de transparencia es una facultad reglamentaría del
Consejo de la Magistratura (conf. artículo 30, inciso «f» de la Ley N° 24.937). Sin embar-
go, un simple análisis lógico de causa y consecuencia nos obliga a pensar que para que
alguien publique un dato primero éste debe ser obtenido y dicha tarea estaría a cargo de

11 Información —año 2013— publicada en «https://old.pjn.gov.ar/07_estadisticas/estadisti-


cas/07_estadisticas/Archivos/Trabajos_Especiales/nuevolibro% 02013/CapituloI_13.htm».
12 Información —año 2013— publicada en «https://old.pjn.gov.ar/07_estadisticas/estadisti-
cas/07_estadisticas/Archivos/Trabajos_Especiales/nuevolibro% 02013/CapituloII_13_OU.htm».
13 Información —año 2013— publicada en «https://old.pjn.gov.ar/07_estadisticas/estadisti-
cas/07_estadisticas/Archivos/Trabajos_Especiales/nuevolibro% 02013/CapituloIII_13_TCIVIL.htm».-
14 Información publicada por fuero en la web «https://old.pjn.gov.ar/07_estadisticas/esta-
disticas/07_estadisticas/index.php».-
15 En fecha 11 de diciembre de 2020, la Sala V de la Cámara en lo contencioso Adminis-
trativo Federal dictó sentencia en el Caso «MAGGI, GUILLERMO LUIS C/ EN-PJN-CONSEJO DE LA
MAGISTRATURA DE LA NACION S/AMPARO LEY 16.986» (expte 62215/2019). En el citado fallo, la
Sala ordenó que el Tribunal de Superintendencia de la Cámara Nacional en lo Civil brinde -por
intermedio del Consejo de la Magistratura-la siguiente información «a) Los listados elevados tri-
mestralmente por los juzgados de ese fuero según lo dispuesto por el artículo 18 del Reglamento
para la Justicia Nacional en lo Civil (modificado por la Acordada N° 1163 dictada por la citada Cá-
mara el 13 de noviembre de 2018), separado por juzgado; b) La desagregación de la información
indicada en el punto anterior por cada uno de los actos procesales indicados en el mencionado
artículo 18 del Reglamento para la Justicia Nacional en lo Civil...».-

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

las distintas Cámaras que ejercen la superintendencia de sus fueros16 . A modo de ejem-
plo, en el año 2018 la Cámara Nacional en lo Civil dictó la acordada N° 1163 (modificando
artículos del reglamento para la justicia nacional de dicho fuero) y estableció entre otras
cosas que «Cada juzgado de primera instancia deberá elevar trimestralmente al Tribunal
de Superintendencia del 1 al 5 del mes, de forma obligatoria, un listado de expedien-
tes sometidos al proceso de conocimiento en los que se hubiera dictado la providencia
de clausura del período probatorio, autos a sentencia, medidas para mejor proveer y
sentencias dictadas, indicando en cada caso la fecha correspondiente. Las Salas de la
Cámara deberán informar al Tribunal de Superintendencia las fechas de las providen-
cias que dan curso al recurso de apelación, consulta o queja por apelación denegadas
(arts. 259/260; 275 u otra), de los proveídos que elevan los autos al acuerdo y del cierre
del recurso con indicación del modo de finalización (sentencia, resolución, desistimiento,
acuerdo, caducidad u otros)».
Nuestra idea es centralizar el órgano que obtendrá la información y el que la recopilará;
situación que no obsta a que dichos datos puedan ser compartidos con el Consejo de la
Magistratura. Sobre ello, entendemos que dicha tarea debe ser realizada por la Oficina
Judicial a través de sus dependencias (que explicaremos en el punto siguiente) que lleven
el trámite de los procesos en el marco de las distintas materias de fondo y procesales.
Aún más, proponemos copilar las fechas de aquellos actos procesales —en materia no
penal— que impliquen la apertura y cierre de las distintas etapas de los procesos, como
también, las resoluciones que resuelven incidentes o se expidan respecto al objeto del
pleito. Asimismo, sostenemos que también se puede especificar el tipo de proceso, su
materia y demás cuestiones que aseguren una mayor disgregación de información. Esta
idea podría ser concretada gracias al avance de la tecnología y las amplias posibilidades
de implementación que ello trae como herramienta. Esto permitiría acopiar automática-
mente por el sistema informático a través de una pertinente programación la informa-
ción en cuestión y asegurar así, que a medida que se van proyectando —y firmando—
las resoluciones que tratan los distintos actos, estas puedan ser reunidas en una base
de datos.
Lo precedentemente expuesto nos permitirá obtener distintas estadísticas concernien-
tes a la evolución del trámite en cuestión. Además, facilitará saber el incremento del
volumen de trabajo de cada oficina y con ello, tener nuevos datos que permitan analizar
—o no— una eventual propuesta de cambio normativo.

16 El primer párrafo del artículo 30 de la Ley N° 24.937 establece que «ARTICULO 30. — Vi-
gencia de normas. Las disposiciones reglamentarias vinculadas con el Poder Judicial, continuarán
en vigencia mientras no sean modificadas por el Consejo de la Magistratura dentro del ámbito de
su competencia. Las facultades concernientes a la superintendencia general sobre los distintos
órganos judiciales continuarán siendo ejercidas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y
las cámaras nacionales de apelaciones, según lo dispuesto en las normas legales y reglamenta-
rias vigentes; con excepción del Consejo de la Magistratura de la Nación que ejercerá su propia
superintendencia».

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

Nosotros creemos que para proponer procesos distintos a los que tenemos primero se
tendría que conocer la magnitud de expedientes que hay dentro de cada dependencia y
su evolución. Ya que por más noble que sea una idea nunca se podrá llevar a cabo si la
realidad laboral no acompaña.

V. 2. IDEAS PARA LA ESTRUCTURA ORGÁNICA DE LA OFICINA JUDICIAL

Como expusimos en el punto IV) de este trabajo, concebimos a la oficina judicial como un
órgano con facultades propias e inavocables por —ley—.
Entendemos que resulta aplicable la idea propuesta por el artículo 435, inciso 217 de la
Ley N° 19/2003 —de modificación de la ley Orgánica del Poder Judicial de España— de
que sea aplicable a todos los tribunales nacionales y federales en materia no penal. A
su vez, receptamos de la experiencia enseñada por el citado artículo mencionado en el
párrafo anterior, a saber: a) jerarquía, b) división de funciones y c) coordinación. Además,
comprendemos que serían aplicables criterios de «agilidad, eficacia, eficiencia, racionali-
zación del trabajo, responsabilidad por la gestión, coordinación y cooperación»18. Desde
esta perspectiva consideramos imprescindible procurar la identidad cultural de los inte-
grantes la oficina judicial, consistente en mantener su real alineación con las estrategias
y metas prestablecidas.
En cuanto a su estructura orgánica, nos vemos inclinados por la idea propuesta por
Mario Kaminker y el equipo de notables juristas19 que conjuntamente presentaron su
propuesta de anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación20 para el Congreso
de Derecho Procesal celebrado en el año 2015 en la Ciudad de San Salvador de Jujuy.
Adherimos a la idea de que debe estar compuesta por una Comisión de seguimiento,
Unidades de Seguimiento, Unidades de Apoyo, Unidades Administrativas y Unidad de
Auditoría.
Por un lado, al igual que lo propuesto en el anteproyecto citado, entendemos que la ofi-
cina judicial debería estar dirigida por un Secretario General con rango de juez Federal
y cuya designación sea realizada por concurso público llevado a cabo por la comisión
de seguimiento (17). A modo de ejemplo, este funcionario estará a cargo de: i) emitir
normas reglamentarias para fijar criterios de división de trabajo dentro de las distintas
unidades, ii) resolver reclamos por demoras por parte de las unidades de seguimiento
en la tramitación de los casos, iii) fijar pautas de interpretación de normas procesales

17 El inciso 2 del artículo 435 establece que «como consecuencia del carácter único del
Poder al que sirve, estará basada en los principios de jerarquía, división de funciones y coor-
dinación.». Información obrante en la página «https://www.boe.es/boe/dias/2003/12/26/
pdfs/A46025-46096.pdf».
18 Estos criterios fueron propuestos en el inciso 3 del artículo 435 de la Mentada Ley N° 19/2003.
19 Cristina GONZÁLEZ DE LA VEGA, Jorge BEADE, Luís SPROVIERI, Pablo GRILLO CIOCCHINI,
José María SALGADO y Cecilia HERRERA.
20 Editorial Rubinzal-Culzoni editores, año 2015.

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

en caso de criterios disimiles dentro de las dependencias de la Oficina Judicial, iv) ce-
lebrar convenios con organismos externos, v) centrar los datos que las unidades de
seguimiento le aporten respecto al desarrollo de las causas con el alcance propuesto
en el punto vi) de este trabajo, vi) ejecutar las decisiones en materia administrativa y el
presupuesto del órgano, etc. Sin embargo, proponemos que la gestión de dicho funcio-
nario sea controlada en lo procedimental por la comisión y en lo administrativo por la
unidad de auditoría.
En lo que respecta a la comisión de seguimiento21, a diferencia de lo propuesto en el
mentado anteproyecto, proponemos que la misma este integrada por 8 miembros, los
que se dividirían entre: a) tres abogados de la matrícula, b) tres con experiencia judicial
y c) dos profesionales que representen el ámbito de los peritos. En cuanto al ingreso de
cada miembro, apoyamos la idea de que sea por concurso público.
En cuando a las competencias de la comisión, comprendemos que ocuparía un rol de
proyección de objetivos de gestión, control, propuesta de nuevos marcos normativos
(tomando la información provista por el Secretario General), pautas de formación para el
cuerpo que integra la oficina judicial, detección de necesidades de las distintas unidades,
celebración de concursos, etc.
Por otro lado, la unidad de seguimiento llevará a cabo la aplicación de normas procesales
dentro del trámite del expediente y cada una de ellas estará especializada en una deter-
minada materia procesal. Esto se realizará dentro de lo planteado por las partes y podrá
ser revisado —previa impugnación— por el juez que tenga asignado el caso. Cada una de
estas oficinas serían lideradas por un funcionario con rango de Secretario.
Las unidades de apoyo se centrarán en asistir a los jueces en su trabajo, como también,
llevarán a cabo el desarrollo de las audiencias (que se expondrá en el siguiente punto).
Las unidades administrativas en cambio, ocuparán un rol de tratamiento de recursos
humanos, administración y demás. La unidad de auditoría ejercerá un control posterior
de la actividad administrativa y patrimonial de la oficina judicial.
Como transición, planteamos que se debe pensar una metodología para ayudar a la ges-
tión cultural, consistente en un primer lugar, en la realización de un diagnóstico de los
recursos cuantitativos y cualitativos que integran las dependencias dentro del actual PJN
(salvo los Jueces, sus Secretarios privados y relatores) que pasarán a integrar la oficina
judicial.
Durante la elaboración de dicho diagnóstico serio y real de los recursos posiblemente
deban adoptarse políticas alternativas basadas en la idoneidad para el desempeño de
la función de cada uno de los agentes y funcionarios que sin omitir el respeto por su an-
tigüedad en la carrera judicial otorgue soluciones acordes a la problemática que actual-
mente genera el sistema remoto de trabajo. Modalidad que evidenció la aceleración de
los cambios intergeneracionales y lamentablemente arrojó un registro sin antecedentes

21 Lo allí expuesto se encuentra detallado en el artículo 798 del Anteproyecto de Código


Procesal mencionado.

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

de licencias formales durante el año 2020, de la que debemos hacernos cargo sin más
vueltas para resguardar la salud de todos los integrantes del Poder Judicial.
Este diagnóstico y adopción de medidas que permitiría identificar los intereses y las habi-
lidades del personal existente para considerarlo con las nuevas funciones definidas para
las unidades que constituirán las oficinas judiciales, de tener éxito desalentará algunos
de los motivos de desmotivación de los agentes y sobrecarga de los funcionarios. Y per-
mitirá diseñar la estructura y cultura organizacional de cada unidad de la oficina judicial
que impulse la estrategia para llegar a la meta. Esto requiere de un programa de trans-
formación y gestión cultural que prevean acciones puntuales, concretas y repetitivas que
generen conciencia e interiorización de la cultura organizacional adoptada.
En síntesis, el objetivo sería el replanteamiento de las habilidades de cada uno de los in-
tegrantes de la oficina judicial para que permanezcan alineados con la razón de ser de la
oficina y las formas de realizar el trabajo prestablecido claramente. Se procurará motivar
dentro de lo posible obtener una comunión entre el propósito de la oficina y sentido de
satisfacción personal de quienes la integran.

VI. RESTRICCIÓN Y REDISEÑO DE LAS COMPETENCIAS NATURALES


DE LA MAGISTRATURA
Las delimitaciones y el reparto de tareas, roles y funciones que permitirían la implemen-
tación de la oficina judicial estarían relacionadas con restringir las tareas administrativas
que figuran en la estructura actual. De tal forma que, como resultado de la optimización
del tiempo, los jueces puedan avocarse con exclusividad a los actos jurisdiccionales que
son en definitiva su función natural. Esto conlleva a un rediseño del modelo actual, en el
que se desarrolla la labor judicial propiamente dicha, con el objetivo de prestar un ade-
cuado y más efectivo servicio de justicia en tiempo útil en un contexto jerarquizado que
optimice la labor jurisdiccional.
Su éxito concretamente se evidenciaría si dicha implementación trae aparejada: 1) una
constatable mejora en el calidad, tratamiento y resultados en la celebración de las au-
diencias; 2) la verificación del cumplimiento del deber constitucional de dictar fallos a
la luz de los principios de completitud de la motivación y máximo rendimiento22; y 3) la
aceleración e impacto de la resolución del conflicto que originó el litigio en la realidad de
los justiciables.
El éxito de la primera de estas metas sin lugar a dudas estará ligado a la celebración de
las audiencias en las fechas fijadas. El fracaso de las audiencias en cierta medida desmo-
rona la base de la modalidad de gestión propuesta con la implementación de la oficina
judicial. Luego, la suspensión y reprogramación de cualquier audiencia sólo puede obe-
decer a hechos graves e imprevisibles que no admitan otra conducta.

22 Los principios de completitud de la motivación y de máximo rendimiento, componentes


de un proceso justo; M. Alonso, M. Persico, M. L.Prada Errecart, elDial DC1A89, 5/27/2013.

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

Desde esa perspectiva puede resultar de utilidad la proyección inicial concreta para cada
caso de fechas probables para la celebración de la audiencia preliminar, en la que se
contemple un plazo razonable para la traba de la litis y eventual sustanciación de ex-
cepciones. Ello apunta, por un lado, a motivar a la parte actora a extremar las medidas
para alcanzar la traba de la litis en un tiempo razonable y, por el otro, a establecer un
indicador que permita rever las razones de una prolongación no esperada de la etapa
introductoria.
En ocasión de la celebración de la audiencia preliminar, concurrirán varias de las com-
petencias reservadas para la magistratura. Esto es celebrar la audiencia propiciando en
primer lugar alternativas para la conciliación intraprocesal del conflicto; fijar los hechos
controvertidos que serán objeto de prueba, resolver las eventuales oposiciones a la aper-
tura a prueba o a la producción de determinado medio probatorio propuesto por las
partes y verificar la admisibilidad y decidir sobre la conducencia de las pruebas ofrecidas.
Poca duda cabe en cuanto al poder persuasivo que ejerce la conducción de la audiencia
por la magistratura, por lo que alentamos los intentos conciliatorios que puedan hacerse
durante la celebración de la audiencia preliminar. Sin embargo, no puede soslayarse que
existen numerosas situaciones que se suscitan durante la tramitación del proceso que
favorecen su conciliación pero que, por el trámite aplicable, no tienen previsto la celebra-
ción de una audiencia preliminar o por sus particularidades parece innecesario a priori
sobrecargar a la magistratura.
De manera no taxativa, identificamos como casos conciliables a modo de ejemplo en
materia civil:1) los cobros de expensas; 2) reclamos derivados de la relación de vecindad;
3) supuestos en que coexisten procesos cuya promoción importa la opción de los con-
trayentes de cumplir con las obligaciones asumidas contractualmente (sea que se pro-
mueva un proceso de consignación y por otro lado se persigue la ejecución del crédito
que la motivó); 4) circunstancias aleatorias a todo trámite judicial como el supuesto de
avance desparejo de procesos acumulados, el replanteo del alcance de las pretensiones
originarias que puede acarrear el fallecimiento de la parte actora, demoras significativas
en la traba de la litis en caso de múltiples codemandados o terceros por el fracaso de la
notificación inicial o desconocimiento de su domicilio actual, la efectivización de embar-
gos preventivos o ejecutivos sobre sumas de dinero con su consiguiente indisponibilidad
para ambas partes, 5) soluciones alternativas a las pretensiones reales de las partes que
exceden los limitados marcos de distintos procesos, entre otros.
Estos supuestos sin lugar a dudas tornan conveniente la celebración de una audiencia en
búsqueda de una conciliación intraprocesal que a priori no sobrecargue ni desatienda la
jerarquización y optimización de la labor jurisdiccional de la magistratura que se persi-
gue con la implementación de la oficina judicial. Para ello proponemos que en los casos
apuntados, en primer término, se convoque a una audiencia de conciliación conducida
por un funcionario que integre la unidad de apoyo de la magistratura (equiparable a los
actuales Secretarios de juzgado y capacitado en métodos alternativos de resolución de
conflictos). Esta primera convocatoria podrá culminar en conciliación o, en su defecto, la
continuación del trámite en el estado en que se encuentre más allá de las medidas que
puedan proponer al Juez para dirigir adecuadamente el proceso o, incluso, el paso a un

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

cuarto intermedio que, de ser posible, en el mismo día o en un plazo no mayor a una se-
mana, permita la participación de la magistratura. Esta distribución de tareas claramente
preestablecida y en la forma recién expuesta, no importa una delegación indebida de
atribuciones que afecte la inmediación con la magistratura sino que simplemente tiende
a descongestionar de su competencia los asuntos que a priori no parecen requerir su in-
tervención pero de hacerlo podrá procurársela. Esta propuesta de distribución de tareas
evidencia en alguna medida la línea concreta y realista desde la que parece conveniente
planificar el reparto de tareas, roles y funciones pues si bien no se soslayan las ventajas
de que todas las audiencias sean presididas por la magistratura; lo cierto es que de enco-
mendárselas mal podría cumplir eficientemente los otros actos jurisdiccionales que tiene
a su cargo. Y ciertamente la calidad y resultados esperables de la audiencia dependerá
de la adecuada preparación de manera personal por la magistratura, que torna prudente
limitar a modo estimativo, la fijación diaria a no más de dos audiencias23 .
Sólo así podrá cumplir eficientemente con las otras competencias en el supuesto de fra-
casar las tratativas conciliatorias durante la audiencia preliminar consistentes en la fija-
ción de los hechos controvertidos que serán objeto de prueba, resolución de eventuales
oposiciones a la apertura a prueba o a la producción de determinado medio probatorio,
verificación de la admisibilidad y decisión sobre la conducencia de las pruebas ofrecidas.
Ello desde un criterio finalista del proceso en que deben adoptarse medidas y ejercer sus
potestades con la mira puesta en facilitar la debida fundamentación de la sentencia, par-
ticularmente, en lo tocante a la valoración de las pruebas sin echar por tierra el principio
de amplitud que rige en materia probatoria.
Respecto de las audiencias de vista de causa y al igual que para la audiencia preliminar,
también parece propicia la planificación que de manera genérica pueda hacerse en or-
den a la disposición del tiempo no sólo de la magistratura sino también de los litigantes,
los auxiliares de justicia, testigos y cualquier otro sujeto que pueda tener participación
en las audiencias de vista de causa. Así, a modo de ejemplo podrá prestablecerse los días
martes y miércoles para la celebración de las audiencias de vista de causa de modo que
todos puedan prever su disponibilidad para esos días. Nótese que la previsión con la
suficiente anticipación de quienes se inscriben en los listados como peritos o asumen la
asistencia letrada de las partes seguramente facilitará su convocatoria, reducirá el mar-
gen del fracaso de las audiencias y permitirá la concentración en un único acto. Máxime
si se repara en que al prestablecer pautas concretas para el manejo de los tiempos posi-
blemente se perfeccionará la coordinación y cooperación mutua que deberá existir entre

23 La propuesta por un lado contempla la conveniencia de la lectura directa de la magistra-


tura de los escritos introductorios, la prueba documental a ella anexada y eventuales elementos
probatorios incorporados anticipadamente (tales como causas recibidas ad effectum videndi et
probandi, historias clínicas, entre otras) -aun cuando pueda valerse de planillas preparadas por
sus colaboradores directos de la unidad de apoyo-. Y por otro garantizar una disponibilidad que
permita el desarrollo normal de la audiencia y la oportunidad de oír a las partes.

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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

la sección de la unidad de seguimiento destinada a la gestión de audiencias y «unidad de


apoyo» de la magistratura24 .
El acotado margen de este trabajo sólo nos permite enunciar las metas de verificación
del cumplimiento del deber constitucional de dictar fallos a la luz de los principios de
completitud de la motivación y máximo rendimiento y la aceleración e impacto de la
resolución de conflicto que originó el litigio en la realidad de los justiciables; precisando
respecto de este último que la modernización de la estructura y organización del Poder
Judicial que propiciamos mediante este trabajo centra el foco de atención en la solución
real, eficaz y oportuna del conflicto y no en el dictado de la sentencia.

VII. CONCLUSIONES
Hoy, desde miradas distintas podemos advertir situaciones comunes, por un lado, las
recientes palabras del Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria, al sostener
que el desafío que marca nuestro tiempo histórico es iniciar un proceso de cambio que
le devuelva eficiencia, transparencia, empatía y legitimidad social al sistema de Justicia;
comprometiéndose a abordar exitosamente uno de los déficits más notorios de la de-
mocracia: un servicio de justicia opaco y alejado de la ciudadanía25. Por otro lado, esta
crisis de legitimidad y pérdida de confianza que, según palabras de Carlos Fernando Ro-
senkrantz26, transita el Poder Judicial, torna indispensable bregar por la modernización
de la estructura de los tribunales. Desde esta perspectiva, podemos observar que debe
procurarse respuestas no sólo ajustadas a derecho sino también ágiles, eficaces, con
perspectiva de género y esencialmente humanas que resuelvan con realidad, oportuni-
dad y sentido común las problemáticas que presentan los justiciables.
Lo aquí trabajado no es la solución a los problemas actuales del Poder Judicial, sino, una
mera propuesta para su fortalecimiento institucional.
Recordemos que la función del PJN es resolver conflictos aplicando los valores de equi-
dad y justicia que la ley recepta como punta de iceberg del debate entre los representan-
tes del pueblo (conf. artículo 11227 de la Constitución Nacional). La confianza pues, parte

24 Si bien no es objeto de este trabajo abordar las particularidades propias de la celebración


de la audiencia de vista de causa, resulta de buena práctica previo a su culminación que quien
asista técnicamente a la magistratura verifique la coincidencia del tiempo de duración del acto
con la videograbación.
25 La primera declaración de Martín Soria tras su asunción como ministro de Justicia - LA
NACION, Diario la Nación, 30 de marzo de 2021.
26 Acto de apertura del año judicial 2019, Centro de informática Judicial, https://www.cij.gov.
ar/, martes, 19 de marzo de 2019.
27 El artículo 112 de la Constitución Nacional establece que «En la primera instalación de
la Corte Suprema, los individuos nombrados prestarán juramento en manos del Presidente de

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Nº 3 / Junio 2021
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Doctrina El rol del juez y de la oficina judicial Julián E. Hernández Varela y M. Laura Prada Errecart

de su construcción técnica para lograr evacuar dichas situaciones que la sociedad lleva a
su conocimiento, conforme lo precedentemente mencionado.
En ese contexto, entendemos que sólo se podrá arribar a ello, a través de la especializa-
ción y división de funciones para optimizar el rendimiento del organismo y su capacidad
de respuesta.
Por último y no menos importante, creemos que debemos apuntar a un Poder Judicial
que sea más abierto a la sociedad y así, poder construir canales de comunicación nece-
sarios para solucionar aquellos problemas cuya respuesta está en cabeza de este orga-
nismo. Recordemos que el Estado solo se encarga de resolver lo que la sociedad precisa
y ello, solo podrá llevarse a cabo en tanto y en cuanto medie participación de unos en el
ejercicio de la gestión pública y del resto en el control de la misma.
Por ello, el Poder Judicial saldrá adelante siempre y cuando, todos aportemos en su cons-
trucción.

la Nación, de desempeñar sus obligaciones, administrando justicia bien y legalmente, y en con-


formidad a lo que prescribe la Constitución. En lo sucesivo lo prestarán ante el presidente de la
misma Corte».

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18 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina El proceso civil liberado Pablo S. Agnello

Procesal Civil y Comercial - Informatica 8-junio-2021

El proceso
civil liberado
Por Pablo S. Agnello1

MJ-DOC-15917-AR | MJD15917

Sumario: I. Planteo. II. La dirección del cambio. III. Este programa es muy pesado.
IV. El proceso civil debe ser liberado. V. La liberación del proceso civil.

I. PLANTEO
En un podcast anterior2, habíamos esbozado en qué incide lo informático o digital en lo
procesal, en qué no es sólo una nueva modalidad material, sino que implica un cambio de
paradigma3, es decir, en el mindset, en el modo de pensar y ejercer la materia procesal.
Y lo interesante a destacar es que este cambio, no viene de la planificación legislativa,
se impone desde la espontaneidad del progreso de la vida en libertad, de la mano de la
informática no sólo como comunicación sino, como acostumbro a llamar, como un «exo-
cerebro»4, ya que implica no sólo hardware (computadoras, celulares, tablets, etc.) sino

1 Abogado, Notario, Mediador, Especialista en Derecho Procesal Civil (FCJS-UNL). Docente


universitario.
2 AGNELLO, Pablo S.: «Un visión macro de lo procesal informático», Revista Temática del
Derecho Procesal y Procesal Informático N° 2 / Marzo 2021, p. 83, Podcast, Colección Actualidad,
Cita: MJ-MJN-117607-AR|MJN117607, Microjuris Argentina, 29/03/2021.
3 En el sentido del «conocido físico e historiador de la ciencia Thomas Kuhn (Ohio 1922) au-
tor de la obra «La estructura de las revoluciones científicas», cuya primera edición data de 1962.
Merced a la publicación de dicho libro se popularizó el término paradigma -que es equivalente a
arquetipo- que se utiliza a partir de aquél con el significado de un conjunto de creencias, valores,
experiencias y argumentos compartidos por la mayoría de una comunidad científica durante un
tiempo histórico determinado». Peyrano, Jorge W. En «El cambio de paradigmas en materia proce-
sal civil», http://www.academiadederecho.org/biblioteca/biblio display cont.cgi?wid persona=63
4 Tomado en contraste con lo que en biotecnología, tomado de la zoología y biología, se lla-
man los exoesqueletos; en lo esencial, apuntamos a los datos no sólo confidenciales por secreto
profesional, sino privados y sensibles que denotan nuestros pensamientos más personalísimos,
nuestros modos de razonar y hasta pueden dar una idea del perfil psicológico de a quien perte-
necen, entre otros desarrollos aplicados.

Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático


Nº 3 / Junio 2021
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Doctrina El proceso civil liberado Pablo S. Agnello

software (programas que no sólo ayudan sino que sustituyen cada vez más muchos de
nuestros esfuerzos intelectuales, como la llamada «inteligencia» artificial, el manejo del
big data, etc.), y esto, a no dudarlo, implica que estamos de lleno dentro del campo de la
potencia de las ideas con efectos multiplicados a lo exponencial si lo comparamos con
lo que ya fue un salto de calidad para la humanidad con la imprenta de tipos móviles de
Gutenberg que implicó que dispongamos masivamente de los libros físicos.
Y claro, usted ya podrá anticipar que, como hemos dicho en el podcast citado, si el pro-
ceso puede ser considerado como un tipo de razonamiento, judicial en nuestro caso,
donde se pautan a grandes rasgos los elementos básicos a respetar para considerar un
resultado (sentencia) aceptable, no hay forma de evadir la evidencia de cómo un nuevo
modo de pensar, razonar y actuar, influido por lo informático, no pueda incidir en el cur-
so de la evolución del derecho procesal civil real y concreto.

II. LA DIRECCIÓN DEL CAMBIO


¿Dónde buscamos el derecho?, me refiero al derecho real y concreto que se impone por
la contundencia de los hechos producto de la interacción de las personas en la vida coti-
diana, y el uso de las tecnologías es un ejemplo.
Nos hemos acostumbrados a mirar las normas, las leyes que, como se sabe, vienen de-
trás de los hechos, y además con destino a caducidad más temprano que tarde por la
velocidad del progreso.
Para muestra basta un botón dice el refrán popular, y como tal tiene presunción de llevar
razón5, piénsese nomás en un caso real y concreto en nuestro campo, en cuantas pro-
vincias, donde rige una misma ley al mismo tiempo, un mismo código de procedimientos
civil y comercial, sin embargo, lo que en una ciudad se estila hacer por costumbre (usus
foris) en otra ni siquiera se lo hace, y lo que una ciudad puede considerarse válido o nulo,
en otra un planteo similar no tendría acogida alguna.
Puede verse entonces que esas diferencias bajo una misma legislación, se pueden ana-
lizar desde la fuerza del derecho consuetudinario, por las características propias de las
reglas de común entendimiento, más allá de su acierto o error, es una realidad la distinta
aplicación de una misma norma escrita6.
Retomando el planteo inicial, dónde buscamos el cambio que implica lo informático, en las
reglas generales de la existencia, en las máximas de la experiencia, lo podríamos resumir,
en lo consuetudinario, lo que pasa en la realidad, y cuya mejora se adapta mejor a los cam-
bios que la rigidez de pesadas normativas barrocas en exceso reglamentaristas con desti-
no de pronta caducidad por desuetudo o peor, como impedimento del progreso oportuno.

5 HUIZINGA, Johan: «El Otoño de la Edad Media», Alianza Editorial, Madrid, sexta reimpre-
sión 2010, p. 306.
6 Cuya puerta de entrada podría analizarse a su vez en la llamada «premisa mayor inarticu-
lada» que acuñara con visos de universalidad, el juez estadounidense Oliver Wendell Holmes.

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20 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina El proceso civil liberado Pablo S. Agnello

Lo informático viene desde la potencia de los hechos.


La dirección del cambio la debemos buscar desde lo real a la legislación, ya no rígidamen-
te desde lo legislado sobre la vida real7.

III. «ESTE PROGRAMA ES MUY PESADO»


No es nuevo el hecho que viene siendo denunciado desde hace ya mucho tiempo, que
hemos trocado el derecho por una hiperinflación legislativa, que genera no sólo dificul-
tades extras para los operadores del derecho, sino para las personas en la vida real y
cotidiana8, afecta negativamente desalentando el progreso en la vida social.
En nuestro ámbito procesal, se viene diciendo que necesitamos un proceso ágil y fun-
cional no sólo para los operadores del derecho, abogados y jueces, sino para las partes
principalmente, realzarlos como usuarios y destinatarios del servicio de administración
de justicia, y no sólo como expectantes externos de la peripecia de sus propios asuntos.
Por eso, tomando las ideas planteadas hasta aquí, lo de la dirección del cambio y la in-
flación legislativa9, sorprende cómo se insiste en proyectos de reforma donde no sólo se
mantiene tal inercia de hiper reglamentación detallada al extremo en los códigos —en
vez de hacer menos normas con reglas más claras y generales adaptables a los cambios
o desarrollos—, sino también en clausurar las válvulas de escape necesarias para adap-

7 LEONI, Bruno: «Lecciones de filosofía del derecho», Madrid, España: Unión Editorial S.A., 2003.
Traducción de: Juan Marcos de la Fuente, Título original: Lezioni di filosofía del diritto, (Rubbettino, So-
veria Mannelli, 2003). Pueden verse estos temas, en «la rebelión de Antígona contra el tirano Creonte
en la tragedia de Sófocles, citada también por Aristóteles en un pasaje famoso, no es sólo una re-
belión sentimental de quien invoca las costumbres antiguas.; es también, por decirlo así, de sentido
común.. Los juristas dogmáticos (si los hubiera habido en tiempos de Creonte) habrían considerado
como jurídica únicamente la norma de Creonte y como antijurídico el comportamiento de Antígona»
«se presenta como conflicto entre un «derecho escrito» y un «derecho no escrito». En realidad, el
conflicto es más profundo (no se trata, claro está, de una cuestión grafológica) y nos demuestra que
la concepción del derecho escrito entendido como proposición lingüística es una concepción limita-
da. .» p. 181«en realidad se ha revindicado la existencia de un derecho no escrito como derecho en
el sentido ordinario del término, y por tanto se ha basado en una concepción del derecho que no se
agota simplemente en la categoría de las normas (entendidas como las proposiciones lingüísticas
perfectamente identificables de las que se ocupan los juristas dogmáticos)» p. 182
8 El paroxismo lo estamos viviendo desde antaño con las llamadas normas de emergen-
cia, y desafío al lector si se puede saber con certeza qué se puede o no hacer y cómo, desde
salir a trabajar o viajar, permisos, requisitos, alcance territorial, lo que hemos dado en denunciar
como un trocamiento de la norma de legalidad, privacidad, reserva o autonomía personal del art.
19 CN. Ver lo desarrollado en Agnello, Pablo Salvador, «Michele Taruffo y su gran advertencia,
no ser unos pobrecitos culturales», Nota de doctrina, Microjuris Argentina, MJ- DOC-15878-AR |
MJD15878, 8 de abril de 2021.
9 RISOLÍA, Marco A.: «Soberanía y crisis del contrato» tesis doctoral 1946, la inflación de la
ley produce el deterioro de la ley, igual que en el plano monetario, Abeledo Perrot, 1958.

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Doctrina El proceso civil liberado Pablo S. Agnello

tarse a los cambios más rápido y efectivo que desde el trámite legislativo para cada modi-
ficación necesaria que requiere la práctica real del derecho procesal civil, me refiero por
ejemplo a la delegación de reglamentaciones en la Corte Suprema, las que se debieran
ampliar antes que acortar.
En concreto, la sofisticación se encuentra en la concreción de mayor simplicidad, no al
contrario, y la tecnología que nos ha mejorado nuestra existencia en tantos aspectos y en
lo procesal civil, es una prueba de ello.
No obstante, no hay que confundirse, no es una cuestión sólo cuantitativa, es cualitativa,
no se puede llegar a la simplicidad sin conocer, reconocer y trabajar con la complejidad
de la realidad de las cosas.
Por ello, se requiere conocer más las bases, los valores, los principios, las reglas, la com-
plejidad de lo procesal civil, y no al revés, otra vez, la informática es prueba de ello.

IV. EL PROCESO CIVIL DEBE SER LIBERTAD


Sentís Melendo, y con cita en Chiovenda entre otros, nos enseñó que «la prueba es
libertad»10.
Y si como enseña Chiovenda, que «íntimamente ligada con la función de la prueba está la
forma del proceso»11, fuerza es concluir que el proceso debe participar de la misma esencia.
Ese reconocimiento de la libertad probatoria, tiene la contrapartida de que limita al juzga-
dor en la disponibilidad del caso que pertenece a las partes12, ya hemos mencionado en
otra publicación sobre este aspecto identificado también en muchos casos como una etapa
del propio derecho debatido, más aún en el caso de nuevas figuras jurídicas novedosas13.

10 SENTÍS MELENDO, Santiago: La Prueba. Los grandes temas del derecho probatorio. Co-
lección Ciencia del Proceso, Directores | Hugo Alsina, | Eduardo J. Couture, | Alfredo Velez Ma-
riconde y Santiago Sentis Melendo, 1a ed., Buenos Aires, Ediciones Jurídicas Europa- América
E.J.E.A., 1978. «La prueba es libertad», págs. 9 y 22; «La Libertad se manifiesta respecto de todos
los temas, capítulos o problemas.» pág.23.
11 CHIOVENDA, Giuseppe: Istituzioni di diritto processaule civile», Trad. de la 2a. ed. italiana
y notas de derecho español por Gómez Orbaneja, E., v. 1, Vol. Tomo I, Madrid: Revista de Derecho
Privado, 1936.-xxiv. p. 139
12 Puede verse desde el concepto mismo de acción como fuera definida por Chiovenda
como derecho potestativo, que genera un estado de sujeción de los demás, en este caso, del juez
respecto de lo que legítimamente acuerdan las partes sobre el proceso civil que decidan llevar
a cabo, con los límites de orden público procesal. «. aceptando el lado sustancial de la teoría de
WACH, definí la acción como un derecho potestativo (1903)» Chiovenda, Giuseppe, «Instituciones
de derecho procesal civil» «Istituzioni di diritto processaule civile», Trad. de la 2a. ed. italiana y
notas de derecho español por Gómez Orbaneja, E., v. 1, Vol. Tomo I, Madrid: Revista de Derecho
Privado, 1936.-xxiv, p. 24.
13 AGNELLO, Pablo S.: «Todo registrado, ¿todo solucionado?. La prueba informativa, los au-
tomatismos impropios y la materia jurídica», Nota de doctrina, Microjuris Argentina, MJ- DOC-

Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático


22 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina El proceso civil liberado Pablo S. Agnello

Las reglamentaciones del proceso civil, se han apartado en gran medida de este necesa-
rio reconocimiento que debemos retomar para recalibrar la visión de hacia dónde pre-
tendemos evolucionar.
Esta situación se la llama de diversas formas,«obsolescencia» «vetustez» o «desactua-
lización»14, que requiere «modernidad» o «actualización» con pie en lo actual en todos
los demás ordenes de la vida, que en definitiva en eso consiste también la cosa juzgada,
«definida por Chiovenda como «un bien de la vida reconocido o negado por el juez»15.
Si el proceso es el sistema por el cual se llega a reconocer un bien de la vida, no puede
menos que estar a tono actual con la vida real.

V. LA LIBERACIÓN DEL PROCESO CIVIL


Ahora, con lo dicho, podemos vislumbrar un aspecto donde lo informático puede ampliar,
y de manera exponencial, el campo de disposición de las partes en un litigio judicial civil16.
Nos referimos en este caso a la elección del fuero judicial dónde litigar17.
Y esto puede tener implicancia tanto desde el punto de vista de la estructura judicial
como desde el punto de vista de la participación directa de las partes con independencia
del lugar físico donde se encuentren.

15729-AR | MJD15729, 29 de enero de 2021, «el proceso puede ser también una continuación
de aquel desarrollo existencial de un derecho que no había terminado de definirse, ya sea por
novedoso o por nuevas costumbres o por nuevos instrumentos o prácticas disruptivas y que las
partes han traído como pleito.»
14 PEYRANO, Jorge W.: «Teoría y práctica de los negocios jurídicos procesales». Disponible en
http://faeproc.org/doctrina/atene o-de-estudios-del-proceso-civil-de-rosario/
15 «la cosa juzgada es un bien de la vida reconocido o negado por el juez.» Chiovenda, Giu-
seppe, «Instituciones de derecho procesal civil» «Istituzioni di diritto processaule civile», Trad. de
la 2a. ed. italiana y notas de derecho español por Gómez Orbaneja, E., v. 1, Vol.Tomo I, Madrid:
Revista de Derecho Privado, 1936.-xxiv, p.404.
16 «La facultad de disposición, he añadido yo, tiene su fuente en el derecho general de la per-
sonalidad, y más exactamente, en la capacidad de obrar; esta capacidad, puesta en relación con
los derechos particulares subjetivos que pueden ser objeto de disposición, da lugar a otras tantas
facultades concretas de disponer, que viven paralelamente, junto a los derechos, autónomas, no
obstante su carácter instrumental». Chiovenda, Giuseppe, «Instituciones de derecho procesal civil»
«Istituzioni di diritto processaule civile», Trad. de la 2a. ed. italiana y notas de derecho español por
Gómez Orbaneja, E., v. 1, Vol. Tomo I, Madrid: Revista de Derecho Privado, 1936.-xxiv, p. 321
17 Marcamos «donde», porque precisamente el concepto territorial como punto de cone-
xión indispensable, es lo que pone en crisis lo digital, las distancias tienden o no gravitar en el
ejercicio de cada vez más actos de nuestra vida cotidiana, y el proceso civil no puede quedar des-
conectado de la realidad donde aplica.

Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático


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23
Doctrina El proceso civil liberado Pablo S. Agnello

Desde el primer punto de vista, se aprecia que un sólo juez con varias oficinas de gestión
en cada localidad lejana con un puñado de empleados podrá prestar un mejor servicio
de administración de justicia más real y dinámico que las actuales estructuras manifies-
tamente desapegadas de la realidad y evolución cotidiana.
Por el otro lado, para las partes, al contar con la posibilidad de participación por vía tele-
mática con independencia del lugar en que se encuentren, implicaría un salto de mejora
en la concreción real del derecho al debido proceso, sino preguntémonos cuántas per-
sonas desisten de hecho de reclamar en justicia por la inversión de tiempo, traslados,
costos reales en su vida cotidiana.
Un informe comparativo entre países sobre los juicios civiles virtuales18 llevados a cabo
especialmente por las limitaciones de desplazamiento por las declaradas emergencias
sanitarias en 2020, dan cuenta cómo se han debido adaptar y echar mano incluso de
normas generales o de delegación reglamentaria en cabeza de las Cortes, para abordar
y permitir diferentes actos procesales de forma remota.
Lo que evidencia dos cosas, por un lado que en gran medida no es cuestión de grandes
reformas legislativas, sino al contrario, de pocas normas adaptables y delegadas en su
reglamentación por las propias Cortes que conocen de primera mano las necesidades
de adaptación de las procedimientos, y por el otro lado, que muchas formalidades que
requerían el desplazamiento o presencia física de las partes o sus abogados, no son sino
merasformas que han perdido razón de ser, es decir, por cumplir un rito muchas veces
se consume tiempo y energía vital que podría realizarse más eficazmente sin entorpecer
el desarrollo de la vida normal de las partes, piénsese cuántas veces para una audiencia
se requiere la presencia física de la parte lo que implica viajes, tiempo y dinero, cuando
se podría llevar a cabo permitiendo que la parte participe de forma remota desde el lugar
del mundo donde se encuentre, con las debidas garantías.
El impacto de la computación en la litigación19 es una realidad aún a pesar de las legisla-
ciones innecesariamente sobrecargadas y anticuadas20.
La posibilidad de disposición la podemos encontrar en la prórroga de competencia terri-
torial que en general está permitida en materia disponible21, así que puede imaginarse
fácilmente cómo la litigación digital podría ampliar el campo de elección de las partes de

18 «Virtual Civil Trials», April 2020, LL File No. 2020-018927, The Law Library of Congress,
Global Legal Research Directorate, http://www.law.gov
19 CARRINGTON, Paul D.: Virtual Civil Litigation: A Visit to John Bunyan’s Celestial City. Duke
University School of Law, 1999. Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=148568 (https://
ssrn.com/abstract=148568)
20 SONDERGAARD, Karen G.: «La adaptación del proceso judicial bonaerense en pandemia»
Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático N° 1 / Diciembre 2020, p. 6.
21 En Santa Fe, art. 138 del Código Procesal Civil y Comercial, y en relación con el art. 2 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial ley 10.160, con limitaciones en torno a las pautas de demandabi-
lidad y con distinción de jurisdicciones a su vez.

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24 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina El proceso civil liberado Pablo S. Agnello

litigar, por diversos motivos, como ser el de elegir un juzgado más especializado de otra
localidad que no cuente en su lugar de residencia, o con reputación de eficiencia.
Para finalizar, los negocios jurídicos procesales22 pueden ser una apertura en el sentido
aquí planteado, las partes podrían acordar el modo de llevar a cabo el juicio en aspectos
telemáticos o informáticos con las condiciones por ellas consensuadas, tanto para el im-
pulso del proceso como para la producción de la prueba misma.
Se encuentran en marcha proyectos de reforma en materia procesal, oportunidades para
que ideas como las presentes, desde la cosmovisión de lo procesal informático puedan
calar positivamente para cambiar, o permitir el cambio.
Un ejemplo comparativo de dos proyectos de reforma al CPCC de Santa Fe (en realidad
un proyecto y un nuevo anteproyecto), da una oportunidad de aplicar lo aquí postulado.
Con relación a los negocios jurídicos procesales un proyecto23 dice «Artículo 29 - Las
partes pueden celebrar negocios jurídicos procesales que impliquen la modificación del
procedimiento previsto en este Código, siempre que no se encuentre comprometido el
orden público y se estén debatiendo derechos disponibles. Estos negocios requerirán
aprobación judicial. También pueden convenir la renuncia al derecho de apelar cuando
el objeto de la controversia sea susceptible de enajenación o transacción. No podrá con-
venirse la renuncia al recurso de nulidad».
Un nuevo anteproyecto24 dice «Artículo 29 - Acuerdos procesales. Las partes pueden cele-
brar, en procesos donde se permita la autocomposición del litigio y en tanto no concurra
una inobservancia del orden público, acuerdos procesales que puedan determinar una
modificación de las normas procesales. Tales acuerdos pueden adecuar el proceso a las
particularidades del conflicto y especificar el alcance de las cargas, facultades y deberes
procesales de las partes. De oficio o a requerimiento de parte, el juez debe controlar la
validez de los acuerdos debiendo negar su aplicación en los casos en que lo pactado
resulta nulo, supone un abuso del derecho, importa el sometimiento a un contrato de
adhesión, coloca en indefensión manifiesta a alguna de las partes, o alguna de ellas se
encuentra en manifiesta situación de vulnerabilidad, o dilata o entorpece la resolución
del conflicto o supone colusión o fraude en relación a terceros. En caso de que la cláusula
cuestionada sea aislada, accesoria, secundaria o no afecte la razón de ser del acuerdo o
su alcance, se debe declarar la inaplicabilidad solamente de esa cláusula. Cuando en es-
tos acuerdos intervengan sujetos o bienes de tutela preferente, la jueza o juez debe ejer-
cer un escrutinio agravado para su aprobación. Idéntico reparo se debe observar cuando

22 PEYRANO, Jorge W.: «Teoría y práctica de los negocios jurídicos procesales». Disponible en
http://faeproc.org/doctrina/ateneo-de-estudios-del-proceso-civil-de-rosario/
23 PROYECTO DE LEY N° 34413 - CD - DB - y acums.N° 35042 PE-MENSAJE 4704 y 36778 -SEN-
de Santa Fe.
24 ANTEPROYECTO DE REFORMA AL CÓDIGO PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL DE LA PROVIN-
CIA DE SANTA FE (Versión final para consultas, comentarios y propuestas) COMISIÓN TÉCNICA ES-
PECIALIZADA DESIGNADA POR RESOLUCIÓN N° 549/20 DEL MINISTERIO DE GOBIERNO, JUSTICIA,
DERECHOS HUMANOS Y DIVERSIDAD de la Provincia de Santa Fe.

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Nº 3 / Junio 2021
25
Doctrina El proceso civil liberado Pablo S. Agnello

se trate de conflictos colectivos, donde también debe controlarse que los acuerdos no
supongan violentar los recaudos mínimos que componen el debido proceso colectivo.
Los acuerdos no pueden afectar el principio de preclusión».
Si somos coherentes con lo aquí postulado, y nos colocamos en la posición de manifestar
nuestra preferencia, y resulta manifiesta que la primera redacción es de nuestra elec-
ción, por resultar más sintética y adaptable al desarrollo y evolución que demuestre ser
mejor en la práctica, y por alentar antes que desalentar por sumarle riesgosos condicio-
namientos rígidos.

VI. CONCLUSIÓN
Los derechos pertenecen a las partes25, este debe necesariamente reflejarse en el proce-
so como libertad de disposición de las partes en la medida de lo posible dentro de cada
categoría26 de derechos27, lo procesal informático abre campo, tanto desde el derecho
judicial o de la estructura de la administración de justicia, como desde la potencialidad
de disposición del mismo proceso civil, al desarrollo de las propias partes con las herra-
mientas digitales, desde la elección del fuero aún fuera de la jurisdicción de su domicilio,
impactando en los conceptos de jurisdicción y competencia judicial con su posibilidad
de prórroga, como en el desarrollo o adaptación del mismo proceso, con los negocios
jurídicos procesales, como la ventana de oportunidad en que el proceso civil pueda evo-
lucionar en la realidad concreta de la vida.

25 Puede verse desde el concepto mismo de acción como fuera definida por Chiovenda
como derecho potestativo, que genera un estado de sujeción de los demás, en este caso, del juez
respecto de lo que legítimamente acuerdan las partes sobre el proceso civil que decidan llevar
a cabo, con los límites de orden público procesal. «. aceptando el lado sustancial de la teoría de
WACH, definí la acción como un derecho potestativo (1903)» Chiovenda, Giuseppe, «Instituciones
de derecho procesal civil» «Istituzioni di diritto processaule civile», Trad. de la 2a. ed. italiana y
notas de derecho español por Gómez Orbaneja, E., v. 1, Vol. Tomo I, Madrid: Revista de Derecho
Privado, 1936.-xxiv, p. 24
26 AGNELLO, Pablo S.: «Todo registrado, ¿todo solucionado?. La prueba informativa, los au-
tomatismos impropios y la materia jurídica», Nota de doctrina, Microjuris Argentina, MJ- DOC-
15729-AR | MJD15729, 29 de enero de 2021, respecto de las categorías de derechos involucrados:
derechos individuales, derechos de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos,
y derechos de incidencia colectiva que tienen por objeto intereses individuales homogéneos.
27 También es de provecho en este aspecto, el análisis procesal Chiovenda distinguiendo
conforme categorías de derechos, en lo que respecta a los fundamentales i.e. «Derechos abso-
lutos.- no hay cambio de acción si se pasa de un título de adquisición a otro: en la citación pode-
mos limitarnos a afirmar la propiedad. Lo mismo puede decirse de los otros derechos absolutos:
vemos en el hecho actual de la existencia de un hombre la causa de los derechos de libertad o de
personalidad, sin pensar en su nacimiento, sino como modo de probar su existencia.» Chiovenda,
Giuseppe, «Instituciones de derecho procesal civil» «Istituzioni di diritto processaule civile», Trad.
de la 2a. ed. italiana y notas de derecho español por Gómez Orbaneja, E., v. 1, Vol. Tomo I, Madrid:
Revista de Derecho Privado, 1936.-xxiv, p. 394

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Doctrina Los nuevos principios procesales en el expediente judicial Sebastián G. Onocko

Procesal Civil y Comercial - Oralidad - Expediente Electrónico - 1-junio-2021


Principios Generales del Derecho

Los nuevos principios


procesales en el expediente
judicial electrónico
de la Provincia del Chaco
Por Sebastián G. Onocko1

MJ-DOC-15912-AR | MJD15912

Sumario: I. Introducción. II. Ley de expediente electrónico de la provincia del Chaco.


III. Principio de digitalización, oralidad y despapelización. IV. Principio de legalidad y
adaptabilidad de las formas. V. Principio de comunicación y lenguaje. VI. Conclusión.
VII. Bibliografía.

I. INTRODUCCIÓN
Con el presente trabajo, se busca introducir al lector y en especial a quienes litiguen en la
provincia del Chaco, sobre los principios generales que fueron introducidos en la recien-
temente sancionada ley de expediente electrónico de la provincia, cuya implementación
gradual supone la necesaria lectura y comprensión del articulado que compone la ley,
como su reglamentación y en especial la idea de internalizar estos principios que serán los
parámetros que guiarán la puesta en vigencia de este nuevo proceso judicial electrónico.
De esta manera en breves párrafos, se desarrolla el contenido de los principios de digi-
talización, oralidad, despapelización, legalidad y adaptabilidad de las formas, comunica-
ción y lenguaje, para llegar a una conclusión sobre la temática analizada.
Sin lugar a dudas estamos ante un cambio radical en la provincia, sobre lo que habrá mu-
cho que investigar y estudiar, pero estos principios indican parámetros modernos que el
juez tendrá en cuenta en los procesos, y que permitirán una mejor recepción de las nue-

1 Nacido en la ciudad de Las Breñas - Chaco. Abogado (UCP). Mediador. Profesor universi-
tario (UNNE). Especialista en Derecho Tributario (UB). Especialista en Derecho Procesal Civil (en
curso) (UBA). Miembro de AAEF, CJP. Miembro fundador de ESPRONEA. Profesor auxiliar de Dere-
cho Procesal Civil y Comercial en la sede Pinedo de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
Asistente y organizador de múltiples cursos, y capacitaciones. Escritor de artículos de derecho.
Socio en SG ONOCKO Abogados (Chaco). Contacto: https://beacons.page/sebaonocko.

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Nº 3 / Junio 2021
27
Doctrina Los nuevos principiosprocesales en el expediente judicial Sebastián G. Onocko

vas herramientas por parte de los litigantes y soluciones prometedoras que acompañen
los avances del expediente en pro de soluciones más justas.

II. LEY DE EXPEDIENTE ELECTRÓNICO


DE LA PROVINCIA DEL CHACO
En la provincia del Chaco, los procesos judiciales se han ido actualizando con una serie
de reformas que buscan adaptar los procesos a los tiempos que corren, procurando lo-
grar la efectivización de las garantías de los justiciables, y en razón de ello es que en el
último tiempo hemos tenido la sanción de un código procesal civil y comercial nuevo, la
sanción de un código procesal de niñez, adolescencia y familia, así como la concreción de
numerosas acordadas y resoluciones del Superior Tribunal de Justicia de la provincia, con
objetivos tendientes a lograr un proceso electrónico, moderno, transparente, oralizado,
más rápido entre otros objetivos, lo que finalmente se concreta al menos en parte con la
sanción de la Ley de expediente electrónico N° 3286-M del año 2020 siendo promulgada
el 23 de diciembre de 2020 y publicada en el boletín oficial N° 10.609 el 06/01/2021.
Con la sanción de esta ley, se busca realizar en la provincia el traslado desde el expe-
diente en soporte papel hacia un expediente casi en su totalidad y en la medida de lo
posible, electrónico, llevado adelante a través de una serie de sistemas informáticos
creados por la Dirección de Tecnologías de la Información dependiente del Superior
Tribunal de Justicia del Chaco, algunos de los cuales ya existían hace unos años y otros
que se agregan ahora.
En la ley misma se establecen una serie de principios que sirven de base al resto del arti-
culado, y dan los parámetros para que los magistrados entiendan hacia donde se busca
llegar, en pro de una justicia transparente, rápida y efectiva.

III. PRINCIPIO DE DIGITALIZACIÓN, ORALIDAD


Y DESPAPELIZACIÓN
«Digitalización, oralidad y despapelización. Se perseguirá expandir la digitalización a la
totalidad de los actos procesales que integran los distintos procesos o juicios de cada
fuero, priorizando la oralidad y persiguiendo despapelizar los mismos en la medida po-
sible en el futuro y en la etapa de transición. El servicio de justicia deberá asegurar la
accesibilidad, disponibilidad, integridad, transparencia, autenticidad, neutralidad, traza-
bilidad, conservación e interoperabilidad de los datos e información utilizados».
En primer lugar, nos encontramos con el principio de la digitalización, que aparece en la
ley de expediente electrónico como primer parámetro a seguir, establecido dentro del
capítulo primero de los «principios generales».
En virtud de dicho principio lo que se busca es expandir la digitalización a la totalidad de
los actos procesales que integran los distintos procesos o juicios de cada fuero, con esta

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28 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina Los nuevos principiosprocesales en el expediente judicial Sebastián G. Onocko

oración, se implanta el objetivo que se plantea el poder judicial de poder llegar a un ex-
pediente totalmente electrónico, mediante una aplicación progresiva de la digitalización
de los actos procesales.
La digitalización2 es entendida de acuerdo al diccionario de la Real Lengua Española como
la actividad de digitalizar3, que no es más que registrar datos en forma digital, entendida
esta última como trasladar información analógica a señales digitales a través del lenguaje
de bits.
De esta forma lo que se busca a través de la aplicación de este principio es salir del siste-
ma en soporte papel, para pasar a un proceso electrónico total.
Volcar el contenido de esos papeles a la computadora, o lo que es mejor, directamente
evitar la impresión (cuidando así el medio ambiente), y que todo escrito a presentar, se
tipee a través de un procesador de texto (software), software de gestión judicial o progra-
ma similar, dentro de una computadora o un dispositivo de otro tipo, y luego se anexe al
expediente en forma electrónica, a través de internet.
Claramente, esto es un procedimiento gradual, primero porque es algo que en la pro-
vincia se viene dando hace muchos años con la implementación de distintas funcionali-
dades y herramientas opcionales primero, que luego pasaron a ser de uso obligatorio,
y segundo porque la misma ley todavía habilita algunas cuestiones en soporte papel, o
deriva a lo reglamentado por los códigos de procedimiento que establecen ese soporte,
y finalmente, porque la aplicación misma de la ley, es de aplicación progresiva, en sus
diferentes jurisdicciones (circunscripciones judiciales).
Es por ello que tal principio supone una aplicación gradual pero que consolida un objeti-
vo futuro, que se traduce en el cambio definitivo del soporte del proceso.
Asimismo, el mismo artículo de la ley, que establece la aplicación del principio de digita-
lización, dispone la oralidad como otra directriz del proceso en la provincia del Chaco, al
disponer que se debe priorizar esta modalidad por sobre otras.
De esta manera, lo que se establece con carácter general es que los jueces en uso de sus
facultades en el proceso, y cuando lo crean conveniente prioricen el uso de la oralidad,
y con ello del buen uso y aprovechamiento de las audiencias que los códigos procesales
prevén o que el juez pudiera convocar según la conveniencia del caso.
La idea detrás de la introducción del vocablo «oralidad» dentro del artículo de esta ley,
fue de la mano de la última reforma que se implementó en el Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Provincia del Chaco que estableció en su artículo 13, que en dichos procesos
se admitía tanto la escritura como la oralidad, según lo permitan los actos procesales y
siempre en resguardo de la seguridad jurídica, así se consagró la idea de implementar
estas formas con mayor regularidad con la visión de que ello traiga aparejado celeridad
e inmediación en los procesos, al establecer el proceso por audiencias con la consuma-
ción de las audiencias de vista de causa, que en la provincia ya se encontraban previstas

2 https://dle.rae.es/digitalización
3 https://dle.rae.es/digitalizar

Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático


Nº 3 / Junio 2021
29
Doctrina Los nuevos principiosprocesales en el expediente judicial Sebastián G. Onocko

para los procesos de familia, pero que con esta reforma se agregan a los procesos civiles
y comerciales, lo que sumado a las audiencias preliminares que ya existían, se completa
un sendero, que trata de lograr oportunidades de acuerdo entre las partes, a través de
la conciliación, busca el aprovechamiento del tiempo para aplicar principios de economía
procesal, eventualidad, celeridad, e inmediación (entre otros), de esta forma dentro de
pocas audiencias se logran llevar adelante variedad de actos procesales, con presencia
directa del juez que interactúa con las partes y el material probatorio, favoreciendo a la
resolución de los conflictos en términos más justos, al no verse el magistrado abstraído
del caso, sino inmerso en este.
En iguales términos el recientemente sancionado Código de Niñez, Adolescencia y Fami-
lia de la Provincia del Chaco, estipuló en su artículo segundo la «Tutela judicial efectiva y
el debido proceso» como principios rectores de este tipo de procesos de familia, donde
en su última parte menciona que rige en el trámite de estos, entre otros conceptos, la
«oralidad».
Por lo tanto, el uso de este principio que se fue introduciendo en las normas procedimen-
tales, y marcó un camino en ese sentido, reafirmándolo con esta nueva entrada, lo que
se irá afianzando con reformas futuras que pudieran sufrir los demás códigos, encuentra
la confianza del legislador que decide introducirlo a la ley de expediente electrónico, en
aras de profundizar en el mismo.
Finalmente, el mismo artículo de la ley de expediente electrónico nos referencia al prin-
cipio de despapelización, buscando consagrar que, en relación directa con el principio
de digitalización, a medida que se avance en una; se avance en la otra, en esos términos
dictamina que se busca que los actos procesales se despapelicen en la medida posible en
el futuro y en la etapa de transición.
Con la despapelización se hace referencia a la eliminación del soporte papel, y junto a la
idea de oralidad inmersa, se busca llegar a un proceso con menos actuaciones, menos
uso de la escritura y cuando ello fuera necesario, que la misma, en la medida de lo posi-
ble, sea realizada de forma electrónica.
Siempre con miras a un proceso más sencillo, más rápido y con el cambio de soporte
lograr los beneficios que trae la digitalización, como ser el cuidado del medio ambiente al
reducir la tala de árboles por el gasto en hojas, la durabilidad del soporte, la posibilidad
de resguardo, las garantías que tienen que ver con la inalterabilidad, entre otros, estén
siempre presentes.

IV. PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y ADAPTABILIDAD


DE LAS FORMAS
«Legalidad y adaptabilidad de las normas procesales: Los tribunales y quienes ante ellos
acudan e intervengan deberán actuar con arreglo a lo dispuesto en los Códigos Pro-
cesales de cada fuero. Se reconoce al expediente electrónico idéntica eficacia jurídica
y valor probatorio que sus equivalentes convencionales, debiendo resguardarse en su

Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático


30 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina Los nuevos principiosprocesales en el expediente judicial Sebastián G. Onocko

tramitación las garantías constitucionales de igualdad, debido proceso y defensa en jui-


cio. La adaptabilidad de las formas implica favorecer la flexibilidad en la aplicación de las
normas procesales tendiente a la consecución efectiva de la meta del proceso e imple-
mentación de la digitalización y oralidad. El juez podrá adaptar las formas sin vulnerar el
debido proceso legal».
Con la aplicación de estos principios lo que se buscó por parte del legislador es que por
un lado, la sanción de la ley de expediente electrónico, no signifique renunciar a la letra
de los códigos procesales de la provincia, sino de actuar en forma conjunta, si bien es
cierto que hay normas de la ley que puedan ser incompatibles con lo normado en los có-
digos, lo cierto es que en virtud del principio de legalidad de las formas se establece que
los tribunales por una parte y los letrados y partes por la otra actúen dentro del marco
de las formas que establece la ley, y en especial los códigos procesales de cada fuero, a
la vez que la ley reconoce al expediente electrónico idéntica eficacia jurídica y valor pro-
batorio que sus equivalentes convencionales.
Este principio también dispone que se «excluye la posibilidad de que las partes conven-
gan libremente los requisitos de forma, tiempo y lugar a que han de hallarse sujetos los
actos procesales, pues tales requisitos se encuentran predeterminados por la ley»4 en
donde encuentra su marco.
Sin embargo, en el mismo artículo, la ley prevé un principio contrario al primero, que es
la adaptabilidad de las normas procesales, en el sentido de que se permita favorecer la
flexibilidad en la aplicación de las normas procesales siempre que lo que se busque sea
llegar a la resolución de las controversias mediante la aplicación de la digitalización y la
oralidad.
Por consiguiente, la norma nos presenta una habilidad en cabeza del juez, quien podrá
adaptar las formas cuando lo considere oportuno conforme la sana crítica y los criterios
de oportunidad, siempre y cuando no se vulnere el debido proceso legal, que se alza
como el límite del primero.
De esta manera, vemos que en este equilibro de principios, por un lado el legislador nos
dice, que decide sancionar una ley de expediente electrónico que viene a cambiar mu-
chas cosas, pero ello no significa dejar de lados los códigos de procedimiento, así como
las garantías constitucionales de igualdad, debido proceso y defensa en juicio, pero a su
vez, si fuera necesario para lograr los fines del proceso y aplicar los demás principios, el
juez puede optar por ser un poco flexible, esto no quiere decir que el juez pueda hacer
lo que desee, y cambiar a su antojo las reglas de juego, sino más bien, entender que no
siempre hay que ser tan riguroso en las formas, si con ello logramos solucionar un con-
flicto, de manera que se pueda flexibilizar algunas cuestiones siempre que se respete el
debido proceso.

4 PALACIO, Lino E.: «Manual de derecho procesal civil» - 21a ed. - Buenos Aires: Abeledo
Perrot, 2010

Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático


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Doctrina Los nuevos principiosprocesales en el expediente judicial Sebastián G. Onocko

Claramente si el juez flexibiliza para una parte y no lo hace con la otra, estaría inclinando
la balanza para un lado, perdiendo con ello la imparcialidad y violando los principios de
igualdad y debido proceso, por lo que las reglas deben ser equitativas a las partes.
Al interrogante de por qué se decide implementar este principio; se responde teniendo
en cuenta que el mismo es una directriz que viene de la mano de las nuevas concepcio-
nes procesales que admiten cierta flexibilidad en los procesos y otorgan poderes al juez,
entendiéndolo como director del proceso.
Pero especialmente adquiere relevancia al entender que la ley de expediente electróni-
co, supone un cambio de paradigma en materia procesal para la provincia, al modificar
sustancialmente la forma en que se trabaja y se llevan adelante los procesos, y eso debe
ser tenido en consideración, máxime cuando del otro lado existen múltiples profesio-
nales de distintas generaciones y capacidades, y eso supone un período de transición y
una adaptación a las nuevas reglas, las nuevas herramientas y amigarse con la idea del
proceso electrónico.
De esta manera, el juez con mayor ímpetu en la etapa de transición, deberá ser flexible
cuando la implementación imponga desafíos en el ejercicio de la profesión, cuando apa-
rezcan inconvenientes también, que seguramente aparecerán, porque las tecnologías no
son ajenas a ellos, como ser los problemas de conexión, de cortes de luz, etc. todo esto
permitirá que el juez en el momento oportuno y en virtud de este principio busque alter-
nativas para evitar la paralización de los procesos como así también la posible pérdida
de derechos.

V. PRINCIPIO DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE


«Comunicación y Lenguaje: El órgano judicial redactará las resoluciones con construccio-
nes sintácticas sencillas, sin perjuicio de su rigor técnico. El servicio de justicia debe pro-
veer a las partes de los medios técnicos o humanos necesarios para la plena compren-
sión de los actos en que intervengan. Se adoptarán las medidas necesarias para reducir
las dificultades de comunicación que afecten la comprensión del acto judicial en el que
participe una persona en condición de vulnerabilidad».
Por últimos, nos encontraremos con la inclusión dentro del capítulo primero de «princi-
pios generales» a dos criterios que son de vital importancia en los tiempos que corren,
caracterizados por la desconfianza continua de la población para con los profesiona-
les del derecho y el aparato de justicia en su totalidad, que en muchos casos parte, del
desconocimiento y por la mala trasmisión de lo resuelto o de los conceptos que para el
abogado son comunes o fáciles, y para el resto de la población que no estudio la carrera,
podría no serlo tanto.
En primer lugar, hacemos referencia al principio de comunicación, entendiendo que lo
que se pretendió con su incorporación, es la idea de que todas las resoluciones y pro-
videncias en general se realicen a través de construcciones sintácticas sencillas, sin que

Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático


32 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina Los nuevos principiosprocesales en el expediente judicial Sebastián G. Onocko

ello suponga dejar de lago el rigor técnico, pero a su vez se agrega que el servicio de
justicia en su totalidad, debe proveer de los medios técnicos o humanos que fueran me-
nester para que las partes puedan gozar de una comprensión completa de los actos
procesales en los cuales se ven inmersos, de esta manera lo que se quiere decir es que
la comunicación que emana del juzgador, debe cambiar en su forma, dejando atrás las
largas sentencias de contenido netamente técnico, que solo los letrados comprenden,
buscando asegurar que las mismas sean percibidas también por los justiciables, lo que
sin duda viene de la mano con el principio del lenguaje, lo que incluso se podría entender
como dos partes de un mismo principio.
El artículo en cuestión se refiere a proveer de medios técnicos para la correcta com-
prensión de lo que se comunica, entendiendo que se debe hacer uso de instructivos
por parte del poder judicial, para que los justiciables puedan encontrar las respuestas
en relación al uso de los distintos medios tecnológicos que se incorporan al expedien-
te electrónico.
Pero también se refiera a medios humanos, entendidos como la posibilidad de que el
personal judicial sea accesible a las consultas de los letrados o partes, como así también
a la instauración de capacitaciones dictadas por el propio órgano judicial o por terceros
con el fin de comunicar cuestiones que tengan que ver con los procesos, o permitan en-
tender a las partes los pasos a seguir en los mismos, como así también a los profesiona-
les para instruirlos en cuanto al uso de nuevas tecnologías.
Finalmente esta idea de lenguaje viene acompañando como los demás principios una
filosofía muy moderna de los procesos, que entiende que los justiciables son perso-
nas que no han estudiado derecho, ni dedican sus tardes a leer jurisprudencia federal
sino que tienen otras funciones y ello está bien, y no por eso deben quedar comple-
tamente anulados al leer una sentencia, o requerir si o si de una explicación de su
letrado, sino más bien, que de la lectura de todas las resoluciones que emanen del
poder judicial, los justiciables se retiren con una idea al menos general de lo que se
analiza y resuelve.
Es por lo tanto de gran importancia ver antecedentes jurisprudenciales donde los jueces
incluso de otras provincias, deciden hacer un resumen de la sentencia en palabras sen-
cillas para que el justiciable lo comprenda, o citan al mismo para explicarle el contenido,
que si bien en su mayoría tienen que ver con personas vulnerables (que el presente ar-
tículo también toma en cuenta en su última parte), es menester tomar en consideración
que esto se irá extendiendo a otros casos, ya que la aplicación de este principio supone
el uso sencillo del lenguaje para explicar en pocas palabras lo que se quiere transmitir,
independientemente de quien sea el receptor de tal resuelvo.
Como mencionábamos el artículo dispone que en casos en que participe una persona en
condición de vulnerabilidad, los juzgados deberán extremar las medidas para adaptarlas
en cuanto fuera necesario para reducir las dificultades de comunicación que afecten la
compresión del acto judicial en que esta persona participe, en lo que se materializa una
cara del principio de igualdad.

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Doctrina Los nuevos principiosprocesales en el expediente judicial Sebastián G. Onocko

VI. CONCLUSIÓN
Para finalizar el presente trabajo, creo que la implementación de la ley de expediente
electrónico en la provincia del Chaco, supone un cambio de paradigma importante, en
materia procesal, que vemos que se viene dando en todo el país, impulsado por las me-
didas tomadas en virtud de la emergencia sanitaria por la pandemia, aunque en nuestra
provincia, ya se gestionaba hace años en pequeños pasos, por lo que en el caso comen-
tado en cuestión, la implementación requiere de pautas que guíen a los magistrados en
la puesta en práctica de la ley, ya que el traspaso de la norma a la realidad, supone una
serie de desafíos tanto para los operadores internos del poder judicial, como para los
operadores externos.
Por esta razón, la existencia de principios rectores es bien recibida, y en especial cuando
los mismos surgen del debate a lo largo del tiempo, al receptar cuestiones modernas de
la discusión doctrinaria o jurisprudencial, como ser la implementación de la oralidad, de
las nuevas tecnologías o del lenguaje sencillo.
Sin ánimo de extenderme mucho más, considero acertado, la introducción de estos prin-
cipios en particular, por permitir que los procesos, al ligarse a otros principios anteriores
como la celeridad, la economía procesal o la inmediación, buscan garantizar procesos
más rápidos, seguros, transparentes y en donde la participación del magistrado sea más
activa, para conocer a fondo y desde el día uno a los procesos pero también a las perso-
nas que se encuentran detrás de los primeros, desde que llegan a su juzgado y hasta su
finalización, la cual debe ser de la mejor manera posible, por una justicia mejor.

VII. BIBLIOGRAFÍA
PALACIO, Lino E.: «Manual de derecho procesal civil» - 21a ed. - Buenos Aires: Abeledo
Perrot, 2010

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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

Notificación - Traslado de la Demanda - Procesal Civil y Comer- 1-junio-2021


cial - Pandemia - Cedula de Notificación - Carta Documento

Notificación del traslado


de la demanda por medios
excepcionales
Por José O. Ledesma1

MJ-DOC-15910-AR | MJD15910

Sumario: I. Introducción. II. La notificación del traslado de la demanda: regla general.


III. Jurisprudencia sobre medios no reglados en la codificación ritual para la notifica-
ción del traslado de la demanda. IV. Justificación a la luz de los principios y de la teoría
de las nulidades procesales. V. Los medios no reglados y las ficciones de la notificación
por cédula. VI. Criterios para la procedencia de la notificación por medios excep-
cionales. VII. Conclusiones.

I. INTRODUCCIÓN
No es novedad que la legislación siempre va detrás de la realidad, porque la propia na-
turaleza de las relaciones humanas destinatarias de esas reglas está en permanente
cambio, pero las situaciones imprevisibles suscitadas a raíz de la pandemia de Covid-19
iniciada hace más de un año, en general, y las particularidades del «aislamiento social,
preventivo y obligatorio» que rigió durante buen tiempo en la mayor parte del país (y
cuya posibilidad está latente en la actualidad durante la denominada «segunda ola»),
provocaron perplejidades en el quehacer tribunalicio que derivaron en resoluciones en
las que los jueces, en el afán de proveer con mayor presteza y eficacia a su deber de
brindar tutela judicial efectiva y con una dosis de ingenio, dispusieron o autorizaron la
realización de determinados actos procesales de manera diferente, no autorizada o no
prevista por las legislaciones de rito aplicables.

1 Juez de Paz de Berón de Astrada, Corrientes. Abogado, Procurador y Escribano (U.N.N.E.),


Mediador (F.A.I./ MedyAr), Diplomado en Dirección del Servicio de Facilitadores Judiciales de la
O.E.A. (U.C.P.), Especialista en Resolución de Conflictos, Negociación y Mediación (U.C.L.M., Espa-
ña) y Especialista en Teoría y Técnica del Proceso Judicial (U.N.N.E.). Profesor Libre de «Derecho
Procesal Civil y Comercial» (U.N.N.E.).

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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

En esta oportunidad abordaré un acto en particular, donde esta creatividad judicial al-
canzó quizás una de sus máximas expresiones, precisamente por la incompatibilidad
entre el aislamiento social preventivo y su modalidad tradicional de materialización ex-
tramuros: la notificación del traslado de la demanda.

II. LA NOTIFICACIÓN DEL TRASLADO DE LA DEMANDA:


REGLA GENERAL
La regla es que la notificación del traslado de la demanda se realiza por cédula o acta
notarial en el domicilio real del demandado (art. 135 inc. 1°, 136 inc. 1° y segundo párrafo
y 339, Código Procesal).
Esto es así por cuanto se trata de un acto de naturaleza trascendental en la vida del pro-
ceso, no solo por ser la primera oportunidad en que una persona toma conocimiento de
un proceso iniciado en su contra, sino fundamentalmente por su principal efecto jurídico:
vincular a esta persona a la causa judicial y a sus consecuencias, lo que se conecta direc-
tamente con la garantía constitucional del debido proceso y en especial, con el derecho
de defensa en juicio. Es indicador de tal importancia, el deber del oficial notificador de
dejar un aviso y regresar en fecha próxima, en caso de que aquel se encuentre ausente
en la primera oportunidad (art. 339, Código Procesal). Esta relevancia se hace verbo, tam-
bién, en materia de nulidades, donde la experiencia nos ha demostrado que la principal
causa de invalidez por vicios de procedimiento o extrínsecos es una ausente o deficiente
notificación de la cédula de traslado de la demanda2 .
Dicho esto, podemos problematizar el eje del presente trabajo a través de las siguientes
preguntas: ¿este principio general admite excepciones? ¿la notificación del traslado de la
demanda por medios no reglados o no autorizados para ese acto es válida? Para poder
contestar estas preguntas, debemos exponer someramente los criterios jurisprudencia-
les a favor y en contra de la notificación del traslado de la demanda por estos medios y
analizarlos a la luz de los principios y la teoría de las nulidades procesales.

III. JURISPRUDENCIA SOBRE MEDIOS NO REGLADOS


EN LA CODIFICACIÓN RITUAL PARA LA NOTIFICACIÓN
DEL TRASLADO DE LA DEMANDA
La pandemia es un indicador importante de la posibilidad de que la jurisprudencia sobre
la temática sea abundante en todos los fueros e instancias tanto en el Poder Judicial de la
Nación como en los de las provincias, con lo cual, aquí se exponen sólo los criterios de los
fallos que cobraron mayor trascendencia, con la aclaración de que, seguramente, habrá
infinidad de otros ejemplos a lo largo y ancho del país.

2 MIDÓN, Gladis E. de y MIDÓN, Marcelo S. (2014): Manual de Derecho Procesal. Buenos


Aires: La Ley. P. 234.

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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

III.1. CARTA DOCUMENTO


III.1.1. Tratamiento legislativo

Preliminarmente, hay que decir que este medio de notificación está previsto a nivel legisla-
tivo en la mayoría de los códigos rituales (algunos de los cuales utilizan, con finalidad aná-
loga, el telegrama colacionado), cualidad que le permitió, con mayor facilidad, convertirse
en el medio alternativo más utilizado para la notificación del traslado de la demanda.
La Resolución N° 3252/04 de la Comisión Nacional de Comunicaciones, en su artículo 1,
la define como la «imposición de una pieza en tres ejemplares de idéntico contenido, uno
para el impositor, otro para el destinatario y el tercero para el prestador, la verificación
de la identidad del remitente, la constancia de la entrega al destinatario y el archivo del
tercer ejemplar disponible por un plazo determinado».
Haciendo una clasificación a groso modo encontramos tres tipos de códigos procesales
civiles en torno a este medio de notificación:
Los que lo reglan expresamente, pero exceptuando su utilización para la notifica-
ción del traslado de la demanda: constituyen la mayoría y es el caso de los de Nación
(art. 136), Corrientes (art. 136), Buenos Aires (art. 143), Misiones (art. 145), La Pampa
(art. 135), Mendoza (art. 68), entre otros. El común denominador es que se trata de actos
que deben notificarse «con entrega de copias» (entendidas en formato papel) y la carta
documento, por su propia naturaleza, no admite esta modalidad.
Los que lo reglan expresamente y autorizan su utilización excepcional para el traslado de
la demanda: es el caso del de Formosa, cuyo art. 135 bis dispone que, en principio, este
acto procesal y cualquier otro que requiera entrega de copias deben notificarse por cé-
dula o acta notarial «salvo que se transcriba íntegramente su contenido en el telegrama
o carta documento».
Los que no lo reglan expresamente pero tampoco lo prohíben: el nuevo Código Procesal
Civil y Comercial de la Provincia del Chaco no prevé expresamente la carta documento
como medio de notificación en la sección de los actos procesales3, pero su art.154 ad-
mite que el traslado de la demanda se pueda realizar «por medios que signifiquen co-
nocimiento real, por cédula o acta notarial». Entiendo que la primera expresión, por su
carácter abierto, permite su adaptabilidad a la utilización no solo de la carta documento,
sino de cualquier otro medio excepcional, incluidos los electrónicos, en cuanto posean
aptitud técnica para considerarse medios de conocimiento fehaciente o real.

III.1.2. Jurisprudencia

1.2.1. Existe una gran disparidad de criterios, tanto a nivel de justicia nacional como de
las provincias y entre jueces de primera instancia y tribunales de alzada (incluso entre
salas de una misma cámara, o entre vocales de una misma sala), respecto de su idonei-

3 Aunque lo regula como posibilidad de citación de herederos al sucesorio (art. 672. Inc. 1°).

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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

dad para notificar el traslado de la demanda, claramente, porque a pesar de estar expre-
samente reglado, se trata de fueros donde tal medio de notificación está expresamente
vedado por la norma ritual para este acto procesal (primer grupo de códigos según la
clasificación expuesta ut supra).
En los fallos a favor de su admisión (Protegiendo al Consumidor4, Pattini5, Rolón6, Martí-
nez7, Hermida8, Simonovich9 y mayoría en Meraviglia10, existe una coincidencia en que,
siendo el factor diferencial entre la cédula y la carta documento la imposibilidad de
esta última de adjuntar las copias para traslado, esto en la actualidad se puede suplir
fácilmente con la digitalización del material, su carga en el expediente digital o en la
nube y la consignación en el instrumento de las indicaciones de acceso o bien, un link o
código QR cuyo escaneo remita directamente a las mencionadas constancias. A mayor
abundamiento, algunos sustentan su decisión en la equiparación a la carta documento
con un instrumento público, en las ficciones toleradas que se dan en determinados su-
puestos de la notificación por cédula, en que no admitirla implicaría atentar contra el de-
recho a la tutela judicial efectiva en el contexto sanitario actual y en la instrumentalidad
de las formas, razón por la cual la declaración de nulidad del acto irregular requiere el
cumplimiento, en especial, del principio de trascendencia.
En definitiva, todos los fallos mencionados admiten la notificación del traslado de la de-
manda por carta documento, pero difieren en los requisitos que exigen para considerar
válido el acto, llegando a incurrir en algunos casos, a mi entender, en un exceso innece-
sario (como el que dispone la tipografía y tamaño de letra que tiene que tener, el interli-
neado, que se agregue la constancia de envío dentro de las 24 horas, etc.). Otra particula-
ridad está dada por la concesión de un plazo extra que se suma al previsto para contestar
la demanda: en algunos casos ello no se prevé, en otros es de cinco días hábiles o bien,
los que transcurran entre la entrega de la carta documento y la próxima notificación por
ministerio de la ley. Finalmente, algunos pronunciamientos disponen que, en caso de
que se frustre la notificación (entiéndase, que no pueda ser entregada en domicilio o en

4 Cam.Civ.Com., Mar del Plata, Sala III, 05/08/2020, «Protegiendo al Consumidor P.A.C. c/
Medifé Asociación Civil s/ repetición de sumas de dinero», MJJ126895
5 J.C.C. N° 3 de Morón, 26/08/2020, «Pattini Clara c/ Pantano Sebastián Matías y otro/a s/
Desalojo (Excepto por falta de pago)», Expte. MO-38453/19.
6 Cam.Civ.Com. San Isidro, Sala I, 09/09/2020, «Rolón Ariel Eduardo y otro/a c/Marinovich
Gabriel Andrés y otro/a s/ Daños y Perj. Autom. c/ Les. o Muerte (Exc.Estado», Expte. SI- 7714-2019.
7 Cam.Nac.Civ., Sala H, 16/09/2020, «Martínez, Guido Nicolás y otro c/ Brisighelli, Javier Jor-
ge y otros s/Daños y Perjuicios (Acc. Tran. c/Les. o Muerte)», Expte. 95486/19.
8 Cam. Civ. y Com. Morón, Sala 2a, 06/10/2020, «Hermida, Juan Manuel c/ Amaya Marcela
Emilce y otro/a s/Daños y Perjuicios extracontractual (Exc. Autom./Estado)», Expte. M0- 12350/18,
MJJ128524
9 Cam. Nac.Civ., Sala D, 12/09/2020, «Simonovich, Sofía c/ Rosso Luengo, Andrés s/ Cumpli-
miento de contrato», Expte. 22155/2019.
10 Cam. Nac. Civ., Sala L, 23/09/2020, «Meraviglia, Graciela Noemí c/ Microómnibus Saavedra
Satacei y otro s/ Daños y Perjuicios (Acc. Tran. c/ Les. o Muerte)», Expte. 78035/19.

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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

correo y retorne al remitente), incluso en ausencia de planteo alguno de parte interesa-


da, deba llevarse a cabo por el medio que constituye la regla general.
La opinión contraria, en cambio (fallos Aseguradora Federal Argentina11, Asociación Mu-
tual Sancor12 y la minoría en la citada causa Meraviglia), erige a la regla general predis-
puesta para el traslado de la demanda (cédula o acta notarial) en una formalidad solem-
ne, aduciendo la consideración dogmática de que ella es reclamada por el derecho de
defensa en juicio (sin aportar fundamentos sólidos acerca de cuál es el modo en que se
afecta tal derecho por la utilización del medio alternativo), un fin en sí mismo cuya mera
omisión autoriza, a priori, la declaración de nulidad.

III.2. WHATSAPP

Este medio de notificación, naturalmente no reglado, fue utilizado con frecuencia desde el
inicio de la pandemia en el fuero de familia, niñez y adolescencia, tanto para el traslado de la
demanda como para otros actos procesales donde se exige la notificación por cédula. Aquí
también, como es de prever, imperó una diversidad de criterios entre los distintos tribunales.
En los fallos a favor (S. S. G.13, M. J. L.14, D. C. A.15, M. B. S.16, M. J.17 y mayoría en B. L. V. P.18),
el argumento recurrente e s que, cuando están en juego derechos de jerarquía suprema,
como es el caso de los de niños, niñas y adolescentes, mujeres víctimas de violencia u
otro género de personas en situación de vulnerabilidad, la tutela judicial efectiva no se
limita a reconocer o declarar la existencia del derecho, sino que se debe procurar su real
materialización y de manera ágil y efectiva, en el entendimiento de que el factor tiempo
conspira en contra de la tutela judicial de los derechos, máxime en un fuero tan peculiar
como el de familia, con lo cual, debe haber una flexibilización de los formalismos exigi-
dos en otra índole de causas, llegando a hablarse de «humanización» del proceso como
recurso para la adaptación de las formas a las circunstancias del contexto actual por el
que se está atravesando.

11 Cam. Nac.Civ., Sala A, 16/09/2020, «Aseguradora Federal Argentina S.A. c/ Coronel Pérez,
Ruth del Carmen y otros s/ Interrupción de prescripción», Expte. 89869/16.
12 Cam. Nac. Civ., Sala I, 10/11/2020, «Asociación Mutual Sancor c/ Esquivel Daniel Alberto y
otro s/ Cobro de sumas de dinero», Expte. 19552/20.
13 Juz. Paz Lamadrid, 02/04/2020, «S. S. G. C/ G. R. A. s/ Alimentos».
14 Cám.Nac.Civ., Sala I, 08/05/2020, «M., J. L. c/M. D. A. J. s/ Denuncia por violencia familiar»,
Expte. 16887/2019.
15 Cám. Civ. y Com. La Plata, Sala I, 04/08/2020, «D. C.A. c/ A. H. s/ Alimentos», Expte. 127714.
16 Cám. Nac. Civ., Sala J, 30/09/2020, «M.B.S. y otro c/ L.M.P.E. s/ Alimentos: Modificación»,
Expte. 6905/2020.
17 Juz. Nac. Civ. N° 92, 09/12/2020, «M, J. c/Alimentos».
18 Cám. Nac. Civ. Sala de Feria, 25/01/2021, «B. L., V. P. y otros c/D. C. S. s/Alimentos: modifi-
cación», Expte. 32802/2020.

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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

En lo que se refiere a la concreción de la notificación, en los fallos expuestos se advierten


dos variantes: en primer lugar, la que coloca en cabeza del actuario del tribunal con un
procedimiento que garantiza la identidad y el efectivo conocimiento por parte del desti-
natario de que lo que se le está notificando es una demanda judicial, así como de toda la
documentación adjunta, debiendo labrar un acta que dé cuenta de todo lo ocurrido (uno
de ellos agrega que esta certificación debe dejar constancia, además, de la recepción y/o
lectura de los documentos, lo que en WhatsApp ocurre con el doble check gris o azul, res-
pectivamente); otro criterio simplemente exige que se envíen los documentos adjuntos y
que la notificación se haga bajo responsabilidad de la actora, sin precisar detalles en su
concreción. La declaración de nulidad, nuevamente, se supedita al principio de trascen-
dencia, en el entendimiento de que no hay efectiva indefensión si la persona notificada
por esta vía contesta la demanda, pues ello implica que el acto cumplió su finalidad.
La opinión contraria, en cambio (fallos G. L. M.19, disidencia en el ya citado B. M., V. P. y C.S.
M.20 ), a pesar de tratarse en todos los casos de notificaciones en fuero de familia, niñez y
adolescencia y del especial contexto de pandemia, rinde también respecto de este medio
de comunicación un culto a ciegas a la regla general predispuesta para el traslado de la de-
manda (cédula o acta notarial). El primero de ellos, con el argumento de que las incidencias
de este tipo deben ser interpretadas con amplitud para favorecer el derecho de defensa,
y hasta cierto punto considero que le asiste razón, en el sentido de que las circunstancias
concretas del caso ameritaban la revocación de la declaración de extemporaneidad en la
contestación de la demanda, porque en verdad la solución del a quo también implicaba
un rigor formal excesivo para con el demandado en el contexto sanitario actual, pero de
ninguna manera puede sustentarse en la consideración de que el destinatario, por ser
lego, no sabía que se le estaba notificando una demanda judicial, porque precisamente
uno de los pasos en el procedimiento que pretorianamente se fijó en cabeza del actuario
al notificar por esta vía es hacer saber expresamente esta circunstancia a su interlocutor y
su carga de acudir a un profesional del derecho o al defensor de pobres y ausentes, en su
caso, según el criterio sentado en el precedente «S. S. G» y que fue adoptado luego por las
salas de la Cámara Nacional en lo Civil que admitieron esta modalidad.
Por otra parte, en la disidencia en B. M., V. P., si bien la juez vota por el rechazo, se ad-
vierte una flexibilización en el criterio, porque se aclara que en el caso concreto no se
reúnen las condiciones, pero que eventualmente podría haber procedido este tipo de
notificación si hubiera mediado una conducta reiterada de incumplimientos por parte
del alimentante, abriendo la puerta, incluso, para la notificación al domicilio constituido
en expedientes conexos. Finalmente, el último fallo dota dogmáticamente de solemni-
dad absoluta a las formas en un proceso de niñez (donde sabemos que de por sí rige el
principio de flexibilidad), considerando el retraso que las restricciones de la pandemia
provocan en el diligenciamiento de las cédulas (y, por ende, la dilación en la tramitación
del proceso), por ser un fenómeno global, un mal necesario que hay que tolerar.

19 Cám. Nac. Civ., Sala K, 09/12/2020, «G., L. M. c/ V. D. R. s/Homologación de acuerdo- me-


diación», Expte. 23235/2013.
20 Cám. Nac.Civ., Sala D, 12/03/2021, «C., S. M. c/Guarda», Expte. 5514/2020.

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III.3. CORREO ELECTRÓNICO


III.3.1. Consideraciones generales

Se trata de un medio de notificación muy utilizado desde el inicio de la pandemia, en oca-


siones como sucedáneo del WhatsApp y en otros de manera exclusiva; en la mayoría de
los supuestos tomando como referencia domicilios electrónicos constituidos por la parte
a notificar en causas conexas o bien, denunciados por el peticionante.
No está reglado en el Código Procesal de la Nación (sin perjuicio del sistema de noti-
ficaciones electrónicas que, por acordadas, implementó la Corte Suprema en la déca-
da pasada), aunque sí en los códigos de muchas provincias, como los de Buenos Aires
(art. 143 bis), Chaco (art. 155), Corrientes (art. 134 bis143), Misiones (art. 137), entre otros.
En cualquier caso, de manera similar a lo que ocurre con la carta documento, se excluye
el traslado de la demanda como acto procesal pasible de notificación por esta vía.

III.3.2. Jurisprudencia

Sistematizando los criterios de algunos de los fallos que cobraron trascendencia sobre
este tema, encontramos, como en los analizados anteriormente, tanto argumentos a fa-
vor como en contra.
Es así como, en los pronunciamientos a favor (G. E. A.21, Loto22 y S. Y. A.23), el argumen-
to recurrente es, una vez más, la instrumentalidad de las formas procesales al servicio
del derecho sustancial y la importancia del principio de buena fe procesal, máxime en
causas de familia y en el actual contexto sanitario, así como la improbable procedencia
de una nulidad de notificación por aplicación del principio de trascendencia. En este en-
tendimiento, valerse de un domicilio electrónico constituido por el sujeto a notificar en
un expediente conexo o en una etapa previa de esa propia causa (sea cual fuere el mo-
tivo por el que compareció) e incluso, sin haberse presentado todavía, notificar al correo
electrónico denunciado bajo responsabilidad de la actora, en especiales circunstancias,
como la residencia en el extranjero, es válido y no provoca indefensión, constituyendo
una postura contraria un excesivo rigor formal incompatible con una adecuada presta-
ción del servicio de justicia.
El criterio opuesto en el fallo que rechazó esta modalidad de notificación para este acto
procesal (G. R. L.24), está basado en consideraciones dogmáticas que caen por su propio

21 Juz. Flia. N° 1 Tandil, 29/07/2020, «G.E.A. c/ W.B. s/ Divorcio por presentación unilateral».
22 Cám. Nac. Civ., Sala M, 05/03/2021, «Loto, Jeremías Nicolás s/Beneficio de litigar sin gas-
tos», Expte. N° 93034/2019.
23 Cám.Civ.Com. Morón, 05/03/2021, «S. Y. A. c/M. E. M. s/ Compensación económica», Exp-
te. N° 34671-2019.
24 Cám. 2a Civ. Y Com., La Plata, 26/12/2019, «G. R. L. c/ O. R. A. s/ Cuidado personal de hijos
(legajo de apelación)», Expte. N° 126768.

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peso, porque declara a priori la improcedencia bajo el pretexto de garantizar el derecho


de defensa en juicio del demandado, sin indicar de qué modo concreto se vería afectado,
a sabiendas, además, de que el expediente donde éste constituyó domicilio electrónico
es conexo (independientemente de que no posea naturaleza incidental, son las mismas
partes y existe comunidad en el objeto o la causa), de que el juez de grado dispuso la acu-
mulación de procesos (después del auto apelado, pero con conocimiento de la alzada) y
de que el recurrente se anotició del acto, esto es, cumplió su finalidad.

IV. JUSTIFICACIÓN A LA LUZ DE LOS PRINCIPIOS


Y DE LA TEORÍA DE LAS NULIDADES PROCESALES

IV. 1. Fundamentos generales para admitir estos medios excepcionales


De acuerdo a lo expuesto, entonces, la regla general es que el traslado de la demanda
debe notificarse por cédula en el domicilio real del demandado y, luego de expuestos
los criterios jurisprudenciales sobre el tema, retomando las preguntas oportunamente
formuladas, estamos en condiciones de afirmar que este principio general admite excep-
ciones, esto es, que, bajo ciertas condiciones, la notificación del traslado de la demanda
por medios no reglados es un acto irregular, pero válido.
Como fundamento de ello podemos esbozar, en primer lugar, la noción de instrumenta-
lidad de las formas: el derecho procesal en general está concebido para que el derecho
sustancial se realice, no es un fin en sí mismo sino un medio25; en este entendimiento,
el acto procesal es válido si, a pesar de no reflejar un apego estricto a las formalidades
procesales preestablecidas, cumple la finalidad a la que estaba destinado26 (en este caso,
que la demanda llegue a conocimiento de su destinatario). En esta línea, Manterola ex-
presa que «las formas procesales no tienen por finalidad hacer del proceso un rito so-
lemne donde cada acto deba ser celebrado de una determinada forma bajo pena de nuli-
dad. Las formas, lejos de hacer incomprensible el trámite procedimental, buscan dotar al
proceso de claridad y simpleza, y velan por la garantía constitucional del debido proceso
y el derecho de defensa»27.
Por otra parte, en el fuero de familia, niñez y adolescencia, donde los medios de notifica-
ción no reglados alcanzaron su máxima expresión desde el inicio de la pandemia, encon-
tramos dos pilares de rango supremo para sustentar su validez: uno específico, dado por
la prevalencia del «interés superior del niño», que implica proveer la máxima satisfacción

25 MIDÓN y MIDÓN, op. cit. Pp. 103-104.


26 MIDÓN y MIDÓN, op. cit., p. 161.
27 MANTEROLA, N. I., (2020): «La notificación del traslado de demanda por carta documen-
to u otros medios en el marco de la Pandemia de COVID-19», MJ-DOC-15488- AR/MJD15488,
Ed. Microjuris.

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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

integral y simultánea de sus derechos28 y que jamás debe ser postergado so pretexto de
las formas procesales y el otro, más general, constituido por la «tutela judicial efectiva»
consagrada en los arts.8 y 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, en
especial de personas en situación de vulnerabilidad (mujeres víctimas de violencia, per-
sonas mayores o con discapacidad y, por supuesto, todo género de procesos donde es-
tén involucrados niños, niñas y adolescentes), de conformidad a lo dispuesto por las 100
Reglas de Brasilia que, en la medida de su adhesión por parte de los poderes judiciales,
gozan de imperatividad y aplicación directa e inmediata29. Así encontramos, por ejemplo,
las reglas n° 35 y 38 de la versión 2018, que para procesos con sujetos vulnerables pro-
ponen, respectivamente «favorecer una mayor agilidad en la t ramitación del proceso,
disminuyendo los efectos del retraso de la resolución judicial sobre la situación de las
personas en condición de vulnerabilidad» y «se adoptarán las medidas necesarias para
evitar retrasos en la tramitación de las causas, garantizando la pronta resolución judi-
cial, así como una ejecución rápida de lo resuelto». No quedan dudas de que los medios
no reglados y, en especial, los tecnológicos, son instrumentos claves para conseguir esa
pretendida agilidad, tanto en la decisión como en su ejecución y esto cobró superlativa
importancia a raíz de las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria.
Precisamente, el principal argumento esbozado en la mayoría de los casos en análisis
para la admisión de estas modalidades de notificación fue el estado de emergencia con
motivo del COVID-19, entendido como la «facultad excepcional y limitada que tiene el
Estado para restringir proporcional y razonablemente los derechos individuales de la
población ante la existencia de un peligro público o situación de emergencia extraordi-
naria»30. Así tenemos que, aún frente al levantamiento del aislamiento social, preventivo
y obligatorio que había sido dispuesto por D.N.U.N° 297/20 y sus prórrogas, la acumula-
ción de trabajo repercutió en un retraso en la actividad judicial en la «nueva normalidad»
(reconocido incluso por uno de los fallos en contra citados precedentemente), convir-
tiendo a los medios reglados en aliados indiscutibles para reducir esta mora en aras a la
tutela judicial efectiva de los derechos.

IV.2. ANÁLISIS A LA LUZ DE LA TEORÍA DE LAS NULIDADES PROCESALES

Hoy está fuera de discusión la relatividad de las nulidades procesales, sostenida por la
doctrina y ratificada por la Corte Suprema de Justicia de Nación en numerosas oportu-
nidades al decir que «las nulidades procesales son relativas»31 y que «no hay nulidades
absolutas de procedimiento»32, en otras palabras, las irregularidades de forma son con-

28 Art. 3°, Ley N° 26.061.


29 Elaboradas y aprobadas por las XIV y XIX reuniones de la Cumbre Judicial Iberoamericana,
respectivamente, en sus dos versiones, 2008 y 2018.
30 GIMÉNEZ, D. R. (2021). Estado de emergencia. En prensa.
31 CSJN, Fallos 236:328
32 CSJN, J.A. 1997-IV-352

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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

validables, lo que se vincula con la ya mencionada noción de instrumentalidad del dere-


cho procesal como disciplina.
Sin pretender hacer un análisis exhaustivo de los requisitos de procedencia de las nuli-
dades procesales, por razones de extensión, interesa detenernos en uno en particular, el
de trascendencia, porque es el que más se relaciona con los casos aquí citados. Palacio
(1998) manifiesta que «no basta, sin embargo, para declarar la nulidad, que haya media-
do la violación de algún requisito del acto, si no resulta que tal violación ha impedido al
interesado ejercer sus facultades procesales y si aquél no demuestra el perjuicio concre-
to que le ha inferido el vicio que invoca» (p. 331); en línea con ello, Midón y Midón (2014)
expresan que, para que proceda su planteo, el nulidicente debe experimentar un perjui-
cio o daño concreto, indicando cuáles fueron las defensas que se vio impedido de ejer-
cer, en el entendimiento de que «las nulidades procesales no pueden tener por finalidad
satisfacer meros pruritos formales, sino, en todo caso, enmendar perjuicios efectivos (.)
habiendo mero prurito formal —o formulismo— cuando se pretende la invalidación de
un acto procesal que, aunque irregular, logró la finalidad perseguida por la forma para él
instituida» (p. 238). En lo que a notificaciones se refiere, este principio tiene concreción
legislativa en el art.149 del Código Procesal, que reza: «Será nula la notificación que se hi-
ciere en contravención a lo dispuesto en los artículos anteriores siempre que la irregula-
ridad fuere grave e impidiere al interesado cumplir oportunamente los actos procesales
vinculados a la resolución que se notifica».
Un segundo principio que autoriza a rechazar los planteos de nulidad para los medios no
reglados y en especial, los que se refieran a la falta de copias en la carta documento, es
el de conservación, según el cual, la sanción de nulidad debe ser la última ratio, debiendo
conservar hasta donde sea posible el acto procesal irregular (aplicando, por ejemplo, la
facultad jurisdiccional de saneamiento). El ejemplo típico dado por Midón y Midón (2014)
es, precisamente, el de la falta de entrega de copias para traslado adjuntas a la cédula
de notificación de la demanda, al entender que esta situación «no puede válidamente
justificar una sanción de nulidad del acto de notificación, ya que dicho déficit puede sub-
sanarse con sólo pedirse la suspensión del plazo para contestar el traslado hasta tanto
se haga entrega de las copias omitidas» (pp. 238-239).
Un tercer principio aplicable a algunos de los casos traídos a colación, donde por aplica-
ción de la facultad jurisdiccional de prevenir nulidades futuras (art. 34 inc. 5 del Código
Procesal) se rechazaron estos medios sin siquiera intentarlos, es el de convalidación,
pues «la declaración de nulidad es inadmisible si el interesado consintió, expresa o táci-
tamente, el acto defectuoso» (Palacio, 1998, p. 332).
Esto es así por cuanto si bien, desde el prisma de la teoría de las nulidades procesales y
en particular, de los principios mencionados, las posibilidades de que un planteo de esta
naturaleza prospere son escasas, el mayor valladar está dado por el rechazo in limine
que los tribunales hacen de las solicitudes de utilización de estos medios en uso de sus
atribuciones de prevención.

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V. LOS MEDIOS NO REGLADOS Y LAS FICCIONES


DE LA NOTIFICACIÓN POR CÉDULA
Algunos jueces se aferran a la notificación por cédula con el pretexto de que es un supues-
to que permite que el acto llegue a conocimiento real y efectivo del interesado, cuando
sabemos que ello constituye un ideal que no siempre se cumple, pues la propia legisla-
ción procesal (y en ocasiones la jurisprudencia y doctrina) prevé determinados supuestos
de excepción que, a manera de «ficciones», dan por operada la notificación fehaciente
aunque de hecho ello no ocurra, lo cual permite que el proceso pueda avanzar.
Así tenemos, por ejemplo, el artículo 141 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
(y sus equivalentes provinciales), que autoriza al oficial notificador a entregar la cédula a
otras personas de la casa o al encargado del edificio e incluso, en última instancia, dejar
el instrumento en el acceso a la casa o al edificio. Claramente son supuestos en que no se
sabe a ciencia cierta si el destinatario habrá de tomar conocimiento real y efectivo del acto,
pero se lo tiene por notificado porque, amén del derecho de defensa, se encuentra en jue-
go la tutela judicial efectiva, uno de cuyos componentes es una respuesta jurisdiccional en
tiempo oportuno (art. 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos). Algo similar
puede decirse respecto de las notificaciones en domicilio denunciado «bajo responsabili-
dad» (supuesto admitido por la jurisprudencia y doctrina como derivación del art. 339 in
fine del Código Procesal). En este sentido, Midón y Midón (2014, p.224) expresan que «en
el supuesto de domicilios constituidos o denunciados bajo responsabilidad, siempre que el
domicilio exista —aunque en él no viva el notificado— el notificador debe practicar la dili-
gencia», claro está, so pena de, en caso de tratarse de una afirmación mendaz, soportar las
costas originadas desde el acto anulado (y, eventualmente, los daños que hubiera causado).
Entonces, existiendo en la notificación por cédula ficciones autorizadas, el argumento del
conocimiento real y efectivo del demandado, que utilizan muchos de los pronunciamien-
tos citados, cae por su propio peso.
En materia de carta documento, no se pueden sustentar lógicamente los fallos que su-
peditan la validez de la notificación a la entrega efectiva del instrumento al destinatario y
que, consecuentemente, se la niegan cuando medió, antes de retornar al remitente, un
aviso de visita en fecha próxima, una segunda visita y una espera prudencial en el correo
para su retiro, pues con ello se favorecen situaciones de mala fe por parte del destinata-
rio que, al percatarse del aviso de visita, no acude al correo a retirar la misiva.
Por su parte, WhatsApp tiene la suficiente aptitud técnica como para asegurar el efectivo
conocimiento del acto por parte de su destinatario, por cuanto se trata de una aplicación
que permite conocer cuándo el mensaje fue entregado (doble check gris) y cuándo fue leí-
do (doble check azul); esta última posibilidad, siempre y cuando el usuario tenga activada la
opción, de lo contrario, el mensaje aparecerá como entregado, pero no leído, en cuyo caso
se podría asimilar a la situación contemplada por el art. 141 in fine del Código Procesal. Lo
único que no se puede determinar en principio es la identidad del destinatario, es decir
que quien recibe el mensaje sea realmente el demandado (independientemente de la foto
de perfil que aparezca y del titular de la línea, porque además puede tratarse de un chip no

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Nº 3 / Junio 2021
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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

registrado). Por eso, es útil la solución propuesta en el precedente «S. S.G.», nacida en un
juzgado de paz y que posteriormente fue adoptada por la mayoría de los fallos citados de
la justicia provincial y nacional que admitieron esta modalidad, y que consiste en la inter-
vención del actuario para poder constatar esta identidad, lo cual, entiendo, podría darse a
través de una videollamada con pedido de exhibición del documento de identidad o bien,
el envío posterior de una foto tomada directamente desde la aplicación.
Ahora bien, ¿qué pasa si no atiende la llamada? Podría decirse que se aplica, por ana-
logía, la ficción del art. 141 del Código Procesal. ¿Y si atiende una persona distinta del
destinatario y dice que es «equivocado»? En este supuesto también podría considerarse,
por analogía y frente a la insistencia del interesado en el acto, la ficción de la notificación
«bajo su responsabilidad» y eventualmente la anulación, a su costa, de todo lo actuado
con posterioridad.
Con respecto a la notificación por correo electrónico, siendo un instrumento reglado (aun-
que no para el acto procesal en análisis), no presenta los inconvenientes del Whats-App
relativos a la identidad, porque se trata en su mayoría de causas conexas o de la misma
causa, donde el destinatario ya se presentó y constituyó domicilio electrónico, indepen-
dientemente de que tenga o no naturaleza incidental el proceso ulterior, porque preci-
samente esa conexidad, haya o no acumulación de procesos, permite presumir que, por
razones estratégicas, será representado o patrocinado por el mismo letrado, con lo cual
exigir la cédula en formato papel con la sola consideración dogmática de que así lo exige
el código, deviene en un excesivo rigor formal. Además, existen precedentes que declaran
que el domicilio electrónico es de la parte y no del abogado33. Por lo demás, los webmails
institucionales normalmente poseen la opción de solicitar notificación de entrega y de lec-
tura, lo que los convierte en uno de los mejores aliados a la hora de reemplazar la cédula
para quienes rinden culto al real conocimiento del acto por parte del destinatario.

VI. CRITERIOS PARA LA PROCEDENCIA DE LA NOTIFICACIÓN


POR MEDIOS EXCEPCIONALES
Como pudo observarse a lo largo de este artículo, en la materia opera un casuismo acen-
tuado, derivado de la propia naturaleza de estos medios, es decir, no reglados (sea en
forma total o para determinados actos). Esta característica conspira contra la previsibi-
lidad y seguridad jurídica, favoreciendo el desorden e incertidumbre (Manterola, 2020,
con cita de Maurino, 2011)34, con lo cual, es necesario tener en cuenta las particularida-
des de cada caso al resolver, pero también es necesario que existan bases generales.

33 Cam.Civ.Com. Morón, Sala II, 23/03/2021, «Galera, Eduardo Hernán c/ Safe Rubén José y
otro/a s/ división de condominio», Expte. M0-25773-2018.
34 MANTEROLA, N. I. (2020, mayo, 14): ¿Es eficaz la notificación de una resolución a través de
WhatsApp o email? En SAIJ - Sistema Argentino de Información Jurídica.

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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

En este sentido, vimos que la jurisprudencia en torno a los medios de notificación del
traslado de la demanda no reglados en el código procesal es de lo más variopinta, tanto
en sus dispositivas como en sus fundamentos (en ocasiones, también, ausentes, con-
figurando decisiones meramente dogmáticas) y, dentro de cada uno de los medios, se
advierte también diversidad de criterios, algunos afirmativos y otros negativos y, a su vez,
poniendo el foco en los primeros, difieren en los requisitos de materialización de estas
vías excepcionales de notificación.
De allí que a corto o mediano plazo sea conveniente, sobre todo en el ámbito de la justicia
nacional donde, como se advirtió, existen diferentes consideraciones entre salas de una
misma cámara, el dictado de un plenario que pueda sentar un criterio general. Mientras
tanto, desde la doctrina y con base en estos fallos, se pueden establecer determinadas pau-
tas que coadyuven a esta labor. En este sentido, humildemente, propongo las siguientes:
1) Que se trate de una situación excepcional, puesto que esa es la naturaleza de los me-
dios no reglados (aunque en el contexto actual y en determinadas circunstancias pare-
ciera ser la regla). En el caso de las restricciones originadas por la pandemia, que son de
público conocimiento y cuya acreditación es innecesaria, siendo suficiente mencionar las
normas que las sustentan, pero también pueden darse otras circunstancias de excep-
ción, sobre todo en procesos urgentes, con derechos sensibles o con sujetos en condicio-
nes de vulnerabilidad, donde el valor eficacia del proceso alcanza su máxima expresión.
2) Para saber si un medio es apto o no para canalizar este acto procesal y, por ende, las exi-
gencias del derecho de defensa en juicio como componente de la macro garantía del debido
proceso, deben dejarse de lado los formulismos vacuos a los que se aferran muchos auto-
res y jueces, que dogmáticamente defienden a capa y espada como si se tratara de imposi-
ciones sacrosantas e indiscutibles, sin dar motivos sólidos para ello y, por el contrario, debe
indagarse cuál es realmente la finalidad tenida en mira por el legislador al establecer las
formas que constituyen la regla y si el medio excepcional en cuestión, por sus característi-
cas, es capaz de suplirlas, en orden a la protección de la garantía constitucional involucrada.
3) La eficacia del medio debe ser analizado a la luz de la teoría de las nulidades y, sin per-
juicio de lo dispuesto por el art. 34 inc. 5 del Código Procesal, en estas excepcionales cir-
cunstancias y en función del análisis que estamos realizando, este test debe realizarse ex
post, frente al planteo concreto del demandado y con el debido control del cumplimiento
de todos los requisitos necesarios para su declaración (especialmente los principios de
trascendencia, convalidación y conservación). En otras palabras, no debería rechazarse
in limine la solicitud de notificación por estos medios y bajo estas condiciones, so pretex-
to de un eventual e hipotético planteo de nulidad.

VII. CONCLUSIONES
Por regla, la demanda se notifica por cédula en el domicilio real de la persona demanda-
da. Sin embargo, la emergencia sanitaria hizo surgir excepciones donde tal acto se llevó
a cabo por carta documento, correo electrónico o WhatsApp.

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Doctrina Notificación del traslado de la demanda por medios excepcionales José O. Ledesma

En el supuesto de las notificaciones por carta documento, desde su instauración, este


medio presentó el obstáculo de la imposibilidad de acompañar las copias para traslado,
lo cual hoy se suple sin mayores inconvenientes con la indicación del lugar digital en que
se encuentran. Por su parte, las notificaciones por WhatsApp y por correo electrónico
son aliadas inmejorables si llevar el acto a conocimiento efectivo de su destinatario se
trata, especialmente, cuando se realizan con la intervención del actuario del tribunal en
relación a la determinación de la identidad y la explicación de los alcances del acto, en el
primer supuesto, y en domicilios electrónicos constituidos en expedientes conexos, en el
segundo.
A favor de la validez de estos medios, encontramos como principal argumento la relativi-
dad de las nulidades de forma, el principio de trascendencia y la instrumentalidad del de-
recho procesal en general y de las formas en particular. Por otra parte, abonan la validez
de la aplicación de esta modalidad, la prevalencia del interés superior del niño y la tutela
efectiva de los derechos de personas en situación de vulnerabilidad, por sobre cualquier
otra consideración de fondo y forma y el contexto de estado de emergencia sanitaria por
el que todavía nos encontramos transitando.
Hay algo en lo que todos estamos de acuerdo: el límite es la posibilidad razonable y
suficiente que pueda brindar el medio en cuestión, de ejercer el derecho de defensa
del notificado (arts. 18 y 75 inc. 22 de la Constitución Nacional; 8 y 25 de la Convención
Americana de Derechos Humanos), debiendo considerarse tal garantía en un equilibrado
balance con la de la tutela judicial efectiva, uno de cuyos componentes en la duración
razonable de los procesos (art.8.1 y 25 de la referida Convención).
Ahora bien, como toda excepción, entiendo que debe ser aplicada con criterio restrictivo,
atendiendo a las particularidades de cada caso y teniendo siempre presente los dere-
chos sustanciales en juego. La situación excepcional por antonomasia es la pandemia,
pero también existen desde antes, otras que ameritan una mayor flexibilización de for-
mas, como ocurre con los procesos urgentes, con derechos sensibles o con personas en
situación de vulnerabilidad, todo lo cual debe tenerse en cuenta al momento de decidir
este tipo de notificaciones, sin perjuicio de la conveniencia, como se dijo, de unificar cri-
terios al menos en cuestiones centrales.
De allí que sea considerada útil y hasta necesaria la labor que la doctrina viene realizando
desde el año pasado para sistematizar los aspectos fundamentales de la temática. Esta
tarea coadyuva a una mejor aplicación de estos instrumentos mientras dure la emer-
gencia sanitaria, pero también sienta las bases para una futura incorporación definitiva
al proceso civil que permita adecuar las prácticas tribunalicias a las exigencias de la so-
ciedad de hoy. El desafío está puesto, entonces, en ver las soluciones creadas en tiempo
de pandemia, no como alternativas transitorias sino, de lege ferenda si se quiere, como
oportunidades de cambio.

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48 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

Constitucional - Reforma Constitucional - Autonomía Municipal - 8-junio-2021


Ciudad De Buenos Aires

La cuestión capital: de la
federalización a la autonomía
de la Ciudad de Buenos Aires y
la función de la Corte Suprema
Por Laura Karschenboim1 (*)

MJ-DOC-15918-AR | MJD15918

Sumario: I. Introducción. II. La cuestión capital: la Revolución del 80. III. La federali-
zación de la Ciudad de Buenos Aires. IV. Status jurídico de la Municipalidad de Buenos
Aires. V. La autonomía de la Ciudad a partir de la reforma constitucional de 1994.
V.1. Características de la autonomía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
VI. La Corte Suprema concede a la ciudad el privilegio federal de litigar en su instan-
cia originaria. VI.1. La Corte vuelve a afirmar que la Ciudad de Buenos Aires resulta
un sujeto aforado a su competencia originaria. VII. La función de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación. VIII. Conclusiones y cuentas pendientes para que la Ciudad
alcance su autonomía plena.

I. INTRODUCCIÓN
«Señora de la navegación de cien ríos que fluyen a sus pies» Domingo Faustino Sarmiento2.

1 Abogada (UCA) especializada en Derecho Tributario. Profesora de la Diplomatura en Ges-


tión de Tributos Locales (UA) a cargo de las materias «La distribución constitucional de la potes-
tad tributaria» y «Coordinación infraconstitucional de las potestades financieras y tributarias. La
potestad tributaria municipal. Federalismo fiscal y régimen de coparticipación». Diplomada en
Derecho Procesal Constitucional (UA, 2020) y en Derecho y Gestión Municipal (UM, 2020). Estu-
diante de la Especialización en Derecho Constitucional (UBA) y LLM Candidate con orientación
en Derecho Constitucional (UA). Fundadora y editora de la página «Doctrina de la Corte» (https://
laurakarschenboim.com.ar ). Autora de artículos de doctrina publicados en revistas especializa-
das en la materia tributaria.
2 «(...) De todos estos ríos que debieran llevar la civilización, el poder y la riqueza, hasta las
profundidades más recónditas del continente y hacer de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Cór-
doba, Salta, Tucumán y Jujuy, otros tantos pueblos nadando en riquezas y rebosando población
y cultura, sólo uno hay que es fecundo en beneficio para los que moran en sus riberas: el Plata,

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Nº 3 / Junio 2021
49
Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

El presente trabajo tiene como objetivo analizar la evolución del status jurídico de la
Ciudad de Buenos Aires y cómo el mismo ha sido interpretado y definido por nuestro
Máximo Tribunal.
Es que tal como lo afirma el propio Rosatti, «la doble condición de metrópolis y de capital
federal han convertido a la Ciudad de Buenos Aires en una referencia insoslayable para
entender las marchas y contramarchas de la historia argentina»3.
Se tomará como punto de partida la última guerra civil, que culminó con la federalización
de la Ciudad, y que también fuera conocida como la «revolución del 80». Botana relata
que aquel episodio de nuestra historia ha sido descripto por «escritores desencantados
[que] evocaron la tragedia y, con sombría prosa, proclamaron la muerte de la ciudad»4.
Más adelante, se recorrerá la evolución del status de la Ciudad para así llegar a la última
reforma constitucional de 1994.
Por último, se señalará la forma en que la Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió
ejercer, como ella misma lo denomina, «su jurisdicción constitucional más eminente» en
cuestiones relacionadas con la Ciudad, en pos de preservar a los sujetos políticos que
componen nuestro federalismo de concertación. Es así que con fecha 4 de abril de 2019
decidió en los autos «Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires c/ Córdoba,
Provincia de s/ ejecución fiscal» (Fallos: 342:533) que la Ciudad resultaba aforada a su
instancia originaria. Se deja asentado que en todas las oportunidades en que se cite el
precedente recaído en Fallos: 342:533 se hará referencia exclusivamente al voto conjun-
to de Rosatti, Maqueda y Lorenzetti (que integraron la mayoría).

II. LA CUESTIÓN CAPITAL: LA REVOLUCIÓN DEL 80


«Corrales, 5 de la mañana. Hemos sido atacados por el ejército enemigo. Hace una hora
que peleamos a fuego vivo. Mande refuerzos y municiones. Domingo Rebución» Tele-

que los resume a todos juntos. En su embocadura están situadas dos ciudades: Montevideo y
Buenos Aires, cosechando hoy, alternativamente, las ventajas de su envidiable posición. Buenos
Aires está llamada a ser, un día, la ciudad más gigantesca de ambas Américas. Bajo un clima be-
nigno, señora de la navegación de cien ríos que fluyen a sus pies, reclinada muellemente sobre
un inmenso territorio, y con trece provincias interiores que no conocen otra salida para sus pro-
ductos, fuera ya la Babilonia americana, si el espíritu de la pampa no hubiese soplado sobre ella y
si no ahogase en sus fuentes, el tributo de riqueza que los ríos y las provincias tienen que llevarle
siempre. Ella sola, en la vasta extensión argentina, está en contacto con las naciones europeas;
ella sola explota las ventajas del comercio extranjero; ella sola tiene poder y rentas.» Facundo,
Sarmiento Domingo F., Editorial Eudeba, 2015, pp. 35 y 36.
3 Tratado de Derecho Municipal, Rosatti, Horacio, Rubinzal-Culzoni Editores, 5a edición,
2020, Tomo II, p. 315
4 El orden conservador. La política argentina entre 1880 y 1916, Botana, Natalio R., Edhasa,
2019, p. 15.Allí el autor cita como obra más representativa a La muerte de Buenos Aires de Gutierrez.

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50 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

grama enviado por el Comandante Rebución, Jefe de Detall (La muerte de Buenos Aires.
Epopeya de 1880, Gutiérrez Eduardo, Imprenta de la Patria Argentina, p. 136).5.
Nuestro Máximo Tribunal en Fallos: 342:533 se emprende en un viaje en el tiempo y rela-
ta cómo la cuestión capital resultó ser uno de los conflictos más arduos que enfrentó la
organización de nuestro estado nacional.
En efecto, este complejo escenario, que por momentos no pareciera haberse superado,
fue descripto por politólogos como Botana de la siguiente manera:
Tras estos hechos de sangre se escondía un enfrentamiento entre dos regiones que rei-
vindicaban intereses contrapuestos: Buenos Aires y el interior. El primer término del con-
flicto tenía una clara determinación espacial. Se trataba de una ciudad-puerto abierta al
exterior, asiento histórico del virreinato, con un hinterland que crecía a medida que se
ganaba la tierra salvaje. El interior, en cambio, cubría la realidad geográfica mucho más
extensa, en la cual se erguían sistemas de poder embrionarios, constituidos sobre la
autoridad tradicional de caudillos que se desplazaban, según la coyuntura particular de
cada época, desde el Litoral hasta los Llanos de La Rioja6.
Como antecedentes doctrinarios de la cuestión capital resulta imprescindible mencionar
las dos primeras ediciones de las «Bases y puntos de partida para la organización política
de la República Argentina» (en adelante, «Las Bases») de Juan B. Alberdi, de mayo y sep-
tiembre de 1852 respectivamente, en donde explicó los motivos por los cuales Buenos
Aires debía ser la capital de la entonces Confederación. Así decía:
La capital en Buenos Aires es un síntoma, en efecto, un síntoma del poder que ha ejercido
en lo pasado y lo ejercerá en lo venidero la acción civilizante de la Europa en el desierto
continente que habitamos. Si la capital de la República Argentina no existiese en Buenos
Aires, por el interés del progreso del país, sería necesario colocarla allí. Es singular que
los reyes de España se hubiesen perjudicado a sí mismos dejándola ahí, y que los ameri-
canos quieran hoy dañarse en sus intereses de progreso llevándola a otra parte.
Sin embargo, luego de la sanción de la constitución histórica de 1853, tras la secesión de
la Provincia de Buenos Aires, dicho autor modificó su obra en 1858 y señaló en el capítu-
lo XXVI de la tercera edición (titulado «De la capital de la Confederación Argentina. Todo
gobierno nacional es imposible con la capital en Buenos Aires») que:
En las dos ediciones de esta obra, hechas en Chile en 1852, sostuve la opinión, entonces
perteneciente a muchos, de que convenía restablecer a Buenos Aires como capital de
Confederación Argentina en la constitución que iba a darse.
Esa opinión estaba fundada en algunos hechos históricos y en preocupaciones a favor de
Buenos Aires, que han cambiado y que se han desvanecido más tarde.

5 Telegrama enviado por el Comandante Rebución, Jefe de Detall (La muerte de Buenos
Aires. Epopeya de 1880, Gutiérrez Eduardo, Imprenta de la Patria Argentina, p. 136).
6 El orden conservador. La política argentina entre 1880 y 1916, Botana, Natalio R., Edhasa,
2019, pp. 27 y 28.

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Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

Tales eran:
1º Que siendo de origen transatlántico la civilización anterior y la prosperidad fu-
tura de los pueblos argentinos, convenía hacer capital del país al único punto
del territorio argentino que en aquel tiempo era accesible al contacto directo
con la Europa. Ese punto era Buenos Aires, en virtud de las leyes de la antigua
colonia española, que se conservaban intactas respecto a navegación fluvial;
2º Opinábase que habiendo sido Buenos Aires la capital secular del país bajo
todos los sistemas de gobierno, no estaba en la mano del Congreso el cam-
biarla de situación;
3º Que esa ciudad era la más digna de ser la residencia del gobierno nacional,
por ser la más culta y populosa de todas las ciudades argentinas.
Más adelante, Alberdi decidió extenderse a lo largo de varias líneas a los fines de justifi-
car aquel cambio de postura. No obstante ello, resulta necesario completar la lectura de
las Bases con «La revolución del 80». En efecto, en el Prefacio de aquella obra, de fecha
24 de abril de 1881, Alberdi se propuso fundamentar las razones que lo habían llevado a
escribir aquel libro. Así sostuvo que el mismo es una «especie de segunda mitad comple-
mentaria del libro de las Bases» para así alcanzar «la consolidación del Estado argentino,
con la Ciudad de Buenos Aires por base y capital»7.
Esta fue su justificación: (...) han creído algunos que el autor había incurrido en abierta
contradicción, sosteniendo en sus primeras ediciones de las Bases, en 1852, que la Ciu-
dad de Buenos Aires era la capital natural de la República Argentina, y en la edición de
esa misma obra hecha en Besancon, en 1858, sosteniendo, al contrario, que todo gobier-
no nacional era imposible con la capital en Buenos Aires. No hay contradicción alguna si
se nota que el autor sostenía esto último hablando de la provincia entera para capital, lo
cual sostiene hoy mismo con doble firmeza que en 1858, como lo prueba el tenor ente-
ro de este libro; y basta leer con atención el segundo de los capítulos de las Bases, que
quedan transcriptos, para ver que en él se hablaba de Buenos Aires como provincia-ca-
pital, no como ciudad-capital. La capital-provincia, o provincia-metrópoli, era institución
monarquista que nos quedaba del antiguo régimen, formando una negación entera del
sistema republicano8.
Tal era la convicción de Alberdi acerca de que Buenos Aires tenía que ser la capital de
nuestro país que sostuvo en su obra que «el gobierno argentino que no posee a Buenos
Aires no es solamente un gobierno sin capital, es, además, un gobierno sin estómago, sin
abdomen, sin pulmones ni corazón, sin fuerza ni poder vital, en una palabra, sin cabeza»9.
Y agregó: dar el gobierno nacional por capital y residencia la Ciudad de Buenos Aires es
completar el poder que necesita para dejar de ser un poder de mero nombre, pues la
Ciudad de Buenos Aires quiere decir el puerto, el tráfico directo, la aduana, el mercado,

7 La revolución del 80, Alberdi, Juan B., Editorial Claridad, 2015, pp. 7 y 8
8 Ibid. p. 165
9 Ibid. p. 44

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Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

el crédito, el tesoro de la nación toda entera. La capital existía, estaba hecha y declarada,
y esta capital era Buenos Aires.
Estaba hecha por todos los medios de constituir un país, que reconoce el derecho pú-
blico civilizado, Por la situación topográfica de los recursos y elementos económicos del
poder de gobernar la nación, colocados y situados en la Ciudad de Buenos Aires, desde el
origen orgánico del país; puerto, tráfico, mercado, impuesto de aduana, crédito público,
tesoro nacional, surtido por estados fuentes10.

III. LA FEDERALIZACIÓN DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES


Finalmente, la federalización de la Ciudad de Buenos Aires se concretó a través de la ley
1029, sancionada el 21 de septiembre de 1880 con quórum estricto. El entonces Presiden-
te Julio A. Roca anunció la cesión del territorio federalizado con las siguientes palabras:
Elevemos nuestros espíritus, levantemos nuestros corazones, incorporemos con regocijos
públicos este día en los memorables y clásicos de nuestra vida y corramos a dar gracias al
Altísimo porque al fin nos es dado inaugurar la capital cantada por los poetas, consagrada
por la historia y aclamada por los pueblos, en el mismo asiento de los virreyes, donde 70
años ha, echaron nuestros padres los fundamentos de la nacionalidad argentina y lanza-
ron el grito que dio libertad e independencia a medio continente americano11.
Ahora bien, resulta interesante mencionar lo resaltado por Antonio M. Hernández res-
pecto a este episodio de nuestra historia. Cuenta el profesor que: el gran debate sobre
esta cuestión fundamental no se daría en el Congreso de la Nación sino en la Legislatura
de la Provincia de Buenos Aires, donde se enfrentarían dos hombres extraordinarios:
Leandro N. Alem (...) y José Hernández (...). Alem se opuso a la federalización de la Ciudad,
señalando los peligros de la centralización del país. (...) José Hernández sostuvo que con
Buenos Aires capital se cerraba el ciclo abierto en 1810 (...)12.
Sin duda, lo más interesante de dicho debate es que, a pesar de haberse llevado a cabo
hace 141 años atrás, el mismo no ha perdido actualidad. Y claramente, la historia ha sido
testigo de que la cuestión capital no pareciera ser un tema del todo zanjado para la so-
ciedad argentina.

IV. STATUS JURÍDICO DE LA MUNICIPALIDAD DE BUENOS AIRES


La Corte Suprema en el reciente fallo citado, continúa relatando la historia luego de la
sanción de la ley 1029. Así señaló que:

10 Ibid., p. 46
11 “La Prensa”, 6-XII-1880, cita 23 de «La Capital de la Nación Argentina en 1880», Martiré,
Eduardo, Revista Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, 15/05/1989, cita IJ-XXXVI-983
12 La Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el fortalecimiento del federalismo argentino, Her-
nández, Antonio M., Editorial JUSBAIRES, 2017, pp. 25 y 26

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Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

A partir de entonces, se dio inicio a una nueva etapa en la que la Ciudad de Buenos Ai-
res se erigió en una municipalidad sui generis con un intendente que sería elegido por el
Presidente de la Nación con acuerdo del Senado, un concejo deliberante con delimitadas
facultades legislativas, y con la ya constitucionalmente garantizada representación en la
Cámara de Diputados y de Senadores del Congreso de la Nación (confr. arts. 32, 33 y 42
de la Constitución de 1853 y arts. 37 y 46 de la 1853/60, y leyes nacionales 1260 de 1882
sobre la Organización de la Municipalidad de la Capital, 5098 de 1905, y 19.987 de 1972).
En estos términos se fue conformando la construcción política que supuso formular una
adecuación institucional para mantener la unidad nacional. Como se advierte, este equili-
brio reposó justamente en la ausencia de la ciudad como participante del diálogo federal13 .
En el mismo sentido, Badeni describió el status jurídico de la Ciudad de Buenos Aires de
la siguiente manera:
1) disfrutaba de una autarquía delegada, no originaria, al haber sido organizado
su régimen municipal por ley del Congreso.
2) Como consecuencia de esa ley, Buenos Aires estaba sujeta a dos gobiernos.
Uno de índole político, a cargo del Congreso Nacional y del Presidente de la
República. Otro de carácter administrativo, a cargo de las autoridades muni-
cipales.
3) Las sucesivas leyes que regularon la estructura municipal de Buenos Aires
aplicaron la doctrina de la separación de las funciones gubernamentales para
su gestión administrativa. Preveían un órgano ejecutivo a cargo del intenden-
te de la Ciudad, que estaba contemplado expresamente en el entonces art.
81 de la Constitución bajo el nombre de «presidente de la Municipalidad»;
un Concejo Deliberante con la función de sancionar normas administrativas
municipales de carácter general; y una autoridad judicial de faltas encargada
de resolver algunos de los conflictos que se suscitaban con los particulares
debido a la aplicación de los actos municipales emanados del Concejo Delibe-
rante y del intendente.
4) La regulación municipal de Buenos Aires por el Congreso estaba basada so-
bre el entonces art. 67, inc. 27, de la Constitución, que lo facultaba para ejer-
cer una legislación exclusiva sobre todo su territorio.
5) Por disposición de los entonces arts. 37 y 46 de la Constitución, y en su condi-
ción de Capital de la República, Buenos Aires era un distrito político electoral.
Su población estaba representada en la Cámara de Diputados y la Ciudad en
la Cámara de Senadores, sobre las mismas bases representativas que la Ley
Fundamental establecía para las provincias.
6) En cuanto a la elección de sus autoridades, la ley orgánica del Municipio de
Buenos Aires establecía que los miembros del Concejo Deliberante eran ele-

13 Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires c/ Córdoba, Provincia de s/ ejecución


fiscal», (Fallos: 342:533).

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gidos por los ciudadanos domiciliados en la Ciudad; que los integrantes del
órgano jurisdiccional eran nombrados por el intendente con acuerdo del
Concejo Deliberante; y que el intendente era elegido por el Presidente de la
República14.

V. LA AUTONOMÍA DE LA CIUDAD A PARTIR DE LA REFORMA


CONSTITUCIONAL DE 1994
Resulta más que interesante la forma en que Rosatti explica el status jurídico de la Ciu-
dad. Es así que, en primer lugar, señala qué no es la Ciudad de Buenos Aires: (i) no es un
municipio asimilable a los municipios de provincia, (ii) no es una provincia, y, por último,
(iii) no es una ciudad-Estado15.
De esta forma el autor precisa que la Ciudad reviste el status de «ciudad constitucional
federada». Ello implica que esta categoría no resulta asimilable a las anteriores mencio-
nadas. Es decir, en función de su criterio, las palabras «ciudad», «constitucional» y «fede-
rada» describen —en conjunto— el actual status. Ello debido a:
1) Que se trata de una categoría «nueva» para nuestro sistema constitucional
(aunque reconoce analogías en otras constitucionales estatales), y
2) Que no debe compararse con las categorías tradicionales (vgr.: provincias,
municipios de provincia). La «ciudad constitucional federada» no es «igual»,
«más», «menos», ni está «en medio de» las categorías tradicionales. Estas
comparaciones resultan irrelevantes para el mundo jurídico y ciertamente
irritantes para el mundo extrajurídico16 .
Por lo tanto, Buenos Aires:(i) es una «ciudad» por sus características demográficas y por
su trayectoria histórica, (ii) es «ciudad constitucional» toda vez que es la única ciudad
designada por su nombre en la Constitución Nacional y, finalmente, (iii) es una «ciudad
constitucional federada» ya que integra «directamente», como sujeto inexorable, el sis-
tema federativo argentino, juntamente con el gobierno federal, las provincias y los mu-
nicipios17.
Esta posición se puede ver plasmada en su voto en disidencia en la causa «Transnea SA
c/CABA s/proceso de conocimiento» (expte. CAF 1665/2008/1/RH1) de fecha 12de marzo
de 2019. Allí Rosatti sostuvo que «la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Ai-

14 Tratado de Derecho Constitucional, Badeni, Gregorio, Editorial La Ley, 2006, Tomo I


pp. 388 y 389.
15 Conf. Tratado de Derecho Municipal, Rosatti, Horacio, Rubinzal-Culzoni Editores, 5a edi-
ción, 2020, Tomo II, pp.315 a 321.
16 Tratado de Derecho Municipal, Rosatti, Horacio, Rubinzal-Culzoni Editores, 5a edición,
2020, Tomo II, p. 321.
17 Conf. Tratado de Derecho Municipal, Rosatti, Horacio, Rubinzal-Culzoni Editores, 5a edi-
ción, 2020, Tomo II, p. 322.

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Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

res, en el marco de las competencias asumidas como consecuencia del reconocimiento


del rango de «ciudad constitucional federada» proveniente de la reforma de la Ley Fun-
damental de 1994».
Luego, su postura fue compartida en el acuerdo del 4 de abril de 2019 por el voto de la
mayoría en Fallos: 342:533. Allí la Corte sostuvo:
(...) la reforma de 1994 no solamente introduce a la ciudad como un actor autónomo del
sistema federal sino que al hacerlo modifica radicalmente la histórica premisa según la
cual la unión nacional requería suspender la participación de la ciudad como sujeto au-
tónomo.
En efecto, el artículo 129 citado fue incorporado en la reforma constitucional del año 1994,
reconociendo a la Ciudad de Buenos Aires el status de «ciudad constitucional federada».
Es ciudad, por sus características demográficas. Es ciudad constitucional, porque es la
única designada expresamente por su nombre y con atributos específicos de derecho
público en la Constitución Nacional, a diferencia de las otras ciudades que son aludidas
genéricamente al tratar los municipios de provincia. Y es ciudad constitucional federada,
porque integra de modo directo el sistema federal argentino conjuntamente con los res-
tantes sujetos políticos que lo componen, tanto los de «existencia necesaria» o «inexo-
rables», cuya identificación y regulación —o la previsión de su regulación— obra en la
propia Ley Fundamental (el Estado Nacional, las provincias, los municipios de provincia y
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), como los de «existencia posible» o «eventuales»,
aquellos cuya existencia depende de la voluntad de los sujetos inexorables (tal el caso de
las regiones).
Así, la reforma constitucional de 1994 dota a la ciudad de autonomía «de legislación y ju-
risdicción», y por esta vía la incluye en el diálogo federal. La Constitución modificada, por
ejemplo, prevé la distribución de recursos de la coparticipación impositiva con la ciudad
(art. 75, inc. 2 de la Constitución Nacional) o la posibilidad de la intervención federal en
su territorio para garantizar la forma republicana de gobierno (art. 75, inc. 31). Esa refor-
ma le reconoce la fundamental atribución de dictarse un «estatuto organizativo de sus
instituciones» (art. 129 de la Constitución Nacional) que cumple la función de una Cons-
titución, tal como sería posteriormente denominada por la Convención Constituyente de
la ciudad. De esa manera, la Constitución Nacional de 1994 transforma radicalmente la
naturaleza política y jurídica de la Ciudad de Buenos Aires que pasa a gobernarse por una
Legislatura y un Jefe de Gobierno elegido directamente por el propio pueblo de la ciudad.
A partir de esa trascendente decisión comienza el proceso de institucionalización de sus
mandatos constitucionales. En 1996 se sanciona la «Constitución de la Ciudad de Buenos
Aires»; en el año 2000 la Ciudad y la Nación inician el proceso de traspaso de la justicia
ordinaria a la local (Convenio celebrado el 7 de diciembre del año 2000, aprobado por
ley nacional 25.752 y por ley 597 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Convenio
14/2004, aprobado por ley nacional 26.357 y por ley 2257 de la Ciudad Autónoma de Bue-
nos Aires; transferencia de delitos complementarios a aquellos transferidos en los dos
convenios anteriores especificados en el anexo de la ley nacional 26.702, ratificado por

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la ley 5935 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Convenio 3/17, ratificado por la re-
solución N° 26/17 de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este último
convenio, pendiente de ratificación por el Congreso Nacional, previó transferir —además
de delitos—juzgados, vocalías de Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional, vocalías
de Tribunales Orales de Menores, defensorías y fiscalías)18.

V.1. CARACTERÍSTICAS DE LA AUTONOMÍA DE LA CIUDAD AUTÓNOMA


DE BUENOS AIRES

El artículo 129 de la Constitución Nacional dispone que la Ciudad de Buenos Aires tendrá
un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación y jurisdicción, y
su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad. Una ley garan-
tizará los intereses del Estado Nacional mientras la Ciudad de Buenos Aires sea capital de
la Nación. En el marco de lo dispuesto en este artículo, el Congreso de la Nación convoca-
rá a los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires para que, mediante los representantes
que elijan a ese efecto, dicten el Estatuto Organizativo de sus instituciones.
Ahora bien, este artículo debe ser complementado con la Disposición Transitoria 7ª que
sostiene que «El Congreso ejercerá en la Ciudad de Buenos Aires, mientras sea capital de
la Nación, las atribuciones legislativas que conserve con arreglo al artículo 129».
Es por ello que la Ciudad en su Constitución de 1996 estableció en el artículo 3 que:
Mientras la Ciudad de Buenos Aires sea Capital de la República, su Gobierno coopera
con las autoridades federales que residen en su territorio para el pleno ejercicio de sus
poderes y funciones. Los legisladores y funcionarios de las Provincias argentinas gozan
en el territorio de la Ciudad de las mismas inmunidades e indemnidades que la presente
Constitución otorga a los de su Gobierno.
Asimismo, el artículo 7 dispone que el Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
es sucesor de los derechos y obligaciones legítimas de la Municipalidad de la Ciudad de
Buenos Aires, y del Estado Nacional en las competencias, poderes y atribuciones que se
le transfieren por los artículos 129 y concordantes de la Constitución Nacional y de la ley
de garantía de los intereses del Estado Federal, como toda otra que se le transfiera en el
futuro.
Por lo tanto, no existen dudas acerca de que la Ciudad de Buenos Aires es autónoma,
pero se debe tener presente que esa autonomía no resulta originaria como la de las pro-
vincias. Responde a una creación de la reforma constitucional de 1994. Y, como conse-
cuencia de ello, «no conserva los poderes que no hubiera transferido a la Nación, como
en el caso de las provincias, sino que tiene sólo aquellos atributos que le confiere la
Constitución19.

18 «Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires c/ Córdoba, Provincia de s/ ejecución


fiscal», (Fallos: 342:533), considerando 12).
19 Ibid., p. 391

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Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

Por último, resulta curioso traer a la colación lo destacado por Badeni respecto a la fun-
ción del Jefe de Gobierno de la ciudad en cuanto no «tiene la función que el art. 128 de la
Constitución confiere a los gobernadores provinciales»20. Sin embargo, cabe resaltar que
el decreto 297/2020 estableció en su artículo 10 que las provincias, la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires y los municipios dictarán las medidas necesarias para implementar lo
dispuesto en el presente decreto, como delegados del gobierno federal, conforme lo
establece el artículo 128 de la Constitución Nacional, sin perjuicio de otras medidas que
deban adoptar tanto las provincias, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como los
Municipios, en ejercicio de sus competencias propias.
Es decir, aquel Decreto utilizó la figura del artículo 128 para empoderar tanto a los in-
tendentes como al Jefe de Gobierno de la Ciudad (más allá de que esto en la práctica no
haya ocurrido).

VI. LA CORTE SUPREMA CONCEDE A LA CIUDAD EL PRIVILEGIO


FEDERAL DE LITIGAR EN SU INSTANCIA ORIGINARIA
Hasta el año 2019, continuaba firme la doctrina de la Corte Suprema que sostenía que la
Ciudad no era una provincia argentina en función de los dispuesto por el artículo 129 y
la Cláusula Transitoria Séptima de la Constitución Nacional. Como consecuencia de ello,
nuestro Máximo Tribunal la consideraba excluida de su competencia originaria21.
No obstante ello, y como ya fuera adelantado en la introducción del presente trabajo,
recientemente la Corte ha modificado su doctrina mediante la cual había «negado a la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires la condición de aforada a la competencia originaria
reglada por los arts. 116 y 117 de la Constitución Nacional» (Fallos:330:5279).
En efecto, con fecha 4 de abril de 2019 nuestro Máximo Tribunal se pronunció en
Fallos: 342:533, en donde expresó, mediante el voto de la mayoría, que «en esta opor-
tunidad se presenta[ba] uno de los supuestos excepcionales que exige que esta Corte
modifique la doctrina de un precedente».
Así concluyó que: así como esta Corte sostuvo en «Nisman» que las limitaciones juris-
diccionales a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son el producto de una situación de
hecho transitoria, también se impone que esta Corte se desligue de 25 años de institu-
ciones porteñas inconclusas y, en el ámbito de la competencia originaria, le reconozca a
la ciudad el derecho a no ser sometida ante tribunales ajenos a la plena jurisdicción que
le garantiza la Constitución Nacional, ya que la Ciudad Autónoma, tal como sucede con
las provincias, se ve afectada en su autonomía cuando es forzada a litigar ante tribunales
de extraña jurisdicción.

20 Ibid., p. 396
21 «GCBA c/Propietario del Inmueble Av. Scalabrini Ortiz 1350 s/Proceso de ejecución» CSJ
expte. 893.XL., 23/11/2004 -véase también el dictamen de la PGN del 25/8/2004-.

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Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

Por último, agregó que: para no afectar la continuidad de su proceso de institucionaliza-


ción, la ciudad debe generar un autogobierno entendido como el derecho de sancionar y
aplicar sus leyes sin someterse a ninguna otra autoridad, pero también debe contar con
la misma posibilidad que tienen las provincias de contar con un tribunal imparcial que
pudiera tener con ellas.
Así las cosas, el voto de la mayoría reconoció que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
tiene el mismo puesto que las provincias en el sistema normativo que rige la jurisdicción
de los tribunales federales y, por lo tanto, el mismo derecho a la competencia originaria
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (arts. 116, 117 y 129 de la Constitución Na-
cional y art. 1°, inc. 1° de la ley 48 y art.24, inciso 1° del decreto-ley 1285/58, ratificado por
la ley 14.467).
También la Corte señaló que «la Ciudad Autónoma, tal como sucede con las provincias,
se ve afectada en su autonomía cuando es forzada a litigar ante tribunales de extraña
jurisdicción»; y es por ello que «debe contar con la misma posibilidad que tienen las
provincias de contar con un tribunal imparcial para dirimir las controversias que pudiera
tener con ellas». De esta forma concluyó que «tiene sentido entonces despejar desigual-
dades o asimetrías de la ciudad respecto de las provincias, estados con quien interactúa
con el objeto de lograr hacer un solo país para un solo pueblo» (Fallos: 178:9)». Por lo
tanto, manifestó que «el carácter estricto con el que esta Corte interpreta el art. 117 de
la Constitución Nacional no debe ya postularse como un obstáculo para conceder a la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires el privilegio federal de litigar en instancia originaria».
Por último, se debe destacar la postura de Rosatti mediante la cual señaló que «la no
inclusión de la Ciudad de Buenos Aires en el texto del artículo 117 de la CN no debe clau-
surar toda posibilidad de generar la competencia originaria de la Corte cuando aquélla
sea parte»22.

VI.1.- LA CORTE VUELVE A AFIRMAR QUE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES


RESULTA UN SUJETO AFORADO A SU COMPETENCIA ORIGINARIA

Cabe señalar que el Estado Nacional se presentó en las causas CSJ 1141/202023 y CSJ
1865/202024 y, entre otras cuestiones, opuso la excepción de incompetencia. Aquella fue

22 Tratado de Derecho Municipal, Rosatti, Horacio, Rubinzal-Culzoni Editores, 5a edición,


2020, Tomo II, p.328.
23 Acción de amparo interpuesta por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires contra el Es-
tado Nacional, con el objeto de que se declare la nulidad e inconstitucionalidad del decreto 735/
PEN/2020 y se restablezca en forma inmediata el derecho de la Ciudad a percibir el porcentaje de
participación equivalente al 3,50% originado en el Consenso Fiscal de 2017.
24 Acción declarativa planteada por el Gobierno de la Ciudad contra el Estado Nacional a
los fines de que se declare la inconstitucionalidad de la ley 27.606, mediante la cual se aprobó el
«Convenio de Transferencia Progresiva a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de Facultades y
Funciones de Seguridad en Todas las Materias No Federales Ejercidas en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires» celebrado entre el Estado Nacional y el Gobierno de la Ciudad el 05/01/2016.

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rechazada in limine por la Corte con fecha 20 de abril de 2021, toda vez que la regla
sentada en Fallos:342:533 «dio lugar a pronunciamientos posteriores en los cuales se
admitió la competencia originaria del Tribunal para entender en causas que tenían como
partes adversas a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Estado Nacional».
Nuestro Máximo Tribunal volvió a pronunciarse el 4 de mayo de 2021 sobre el status
jurídico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el caso «GCBA c/EN» CSJ 567/2021.
En aquella causa la Ciudad demandó al Estado Nacional ante la instancia originaria de la
Corte a los fines de obtener la declaración de inconstitucionalidad del art. 2º del decreto
de necesidad y urgencia 241/2021 del Poder Ejecutivo Nacional que estableció la suspen-
sión del dictado de clases presenciales en el AMBA. La Corte hizo lugar a la demanda al
considerar que el Estado Nacional violó la autonomía de la Ciudad en materia de educa-
ción y salud pública25.

VII. LA FUNCIÓN DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


DE LA NACIÓN Y EL FEDERALISMO
En «Anadon» (Fallos: 338:724) la Corte delimitó su competencia apelada. Entre los crite-
rios de trascendencia tendientes a preservar y fortalecer su rol institucional para delimi-
tar su jurisdicción, mencionó el campo del federalismo y la necesidad de darle operativi-
dad al artículo 123 introducido en la reforma constitucional de 1994. Así nuestro Máximo
Tribunal sostuvo que
En el campo del federalismo, la reforma de 1994 introduce el concepto de autonomía
municipal en el artículo 123, y de este modo aparece el municipio en el diseño federal ar-
gentino como el orden de gobierno de mayor proximidad con la ciudadanía. Tal disposi-
ción constitucional ha motivado el dictado de diversas decisiones del tribunal para darle
operatividad a la norma («San Luis», Fallos: 324:2315; «Ponce», Fallos: 326:1289
y 328:175; «Municipalidad de San Luis c/ San Luis, Provincia de s/acción declarativa de
certeza», Fallos:330: 3126; CSJ 150/2012 (48-I)/CS1 «Intendente Municipal Capital s/am-
paro», sentencia del 11 de noviembre de 2014).

25 Para ampliar este tema tanto desde el punto de vista (i) del federalismo, distribución de
competencia y facultades concurrentes, (ii) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y competen-
cia originaria, (iii) de la región en el federalismo argentino, (iv) de las competencias en materia
de educación, (v) de las competencias en materia de salud pública, como (vi) de la emergencia
y limitación de los derechos, se recomienda la lectura del enjundioso análisis de la Dra. Ábalos.
«Consolidación de la Ciudad de Buenos Aires como sujeto autónomo del federalismo argentino.
Principios interpretativos rectores», Ábalos, María Gabriela, LA LEY 31/05/2021, cita digital TR LA-
LEY AR/DOC/1530/2021.
También se recomienda la lectura de un análisis incisivo realizado por el Dr. Castro Videla que se
centra en materia de decretos de necesidad y urgencia:«La Corte decidió dejar pasar una opor-
tunidad única para limitar el uso de los DNU», Castro Videla, Santiago, 11/05/2021, En Disidencia
https://endisidencia.com/2021/05/la-corte-decidio-dejar-pasar-una-oportunidad-unica-para-li-
mitar-el-uso-de-lo-dnu/

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Meses más tarde, la Corte en Fallos:338:1356 declaró la inconstitucionalidad del artícu-


lo 76 de la ley 26.078 (en lo atinente a la detracción del 15% de la masa de impuestos
coparticipables). Pero no sólo dispuso el cese de la detracción que le correspondía a la
Provincia actora, sino que también resolvió exhortar a los órganos superiores de nuestra
organización constitucional a dar cumplimiento con la disposición transitoria sexta de la
Constitución Nacional, e instituir el nuevo régimen de coparticipación federal, sobre la
base de acuerdos entre la Nación y las provincias, y a dictar la consecuente ley-convenio,
en orden al mandato contenido en el inciso 2° del artículo 75.
Surge del considerando 8°) del voto de Rosatti y Maqueda del fallo «GCBA c/EN» del pa-
sado 4 de mayo de 2021 que nuestro Máximo Tribunal dictó a partir de 2016 una serie de
pronunciamientos en los que interpretó las reglas del federalismo de modo de evitar fric-
ciones susceptibles de acrecentar los poderes del gobierno central en detrimento de las
facultades reconocidas a la CABA por la reforma constitucional del año 1994 y así men-
cionan los casos «Nisman» (Fallos: 339:1342), «Bazán» (Fallos: 324:509) y «GCBA» (Fallos:
342:533). En este último pronunciamiento, como ya fuera expuesto, el Tribunal Cimero
agregó un supuesto de ampliación de su competencia al sumar a la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires como sujeto aforado a su competencia originaria.
Por otra parte, se debe resaltar el voto de Rosatti y Maqueda en los autos «Telefónica Mó-
viles Argentina S.A.-Telefónica Argentina S.A. c/Municipalidad de Gral. Güemes s/acción
meramente declarativa de inconstitucionalidad» (Fallos: 342:1061), en donde resaltaron
el alcance de la función de la Corte como guardiana del sistema federal y de los sujetos
jurídicos que lo componen (considerandos 10), 11) y 12).
Allí citaron casos en donde (i) se hizo mérito de las nuevas disposiciones que incorporan
el municipio autónomo al orden federal argentino como sujeto político de existencia «ne-
cesaria» (Fallos:342:509 cit.); (ii) se sostuvo que las provincias deben coordinar el ejercicio
de los poderes que conservan de forma tal que se garantice «el mayor grado posible
de atribuciones municipales» en los ámbitos de lo institucional, político, administrativo,
económico y financiero (Fallos: 327:4103 «Cadegua»); (iii) el aspecto institucional de la au-
tonomía municipal se ve seriamente afectado cuando una provincia asume atribuciones
que fueron asignadas exclusivamente a las municipalidades, como es, por ejemplo, la de
convocar a la renovación de sus autoridades (Fallos: 328:175 «Ponce»); (iv) el principio de
autonomía queda condicionado a la capacidad financiera de los municipios para ejercer-
la. Por ello, las provincias están obligadas a cumplir con las normas de coparticipación
municipal que ellas mismas dictan (Fallos: 337:1263 «Intendente Municipal», criterio ra-
tificado en Fallos: 341:939 «Municipalidad de la Ciudad de La Banda»); y, por último, (v)
casos en donde la Corte ha advertido sobre la importancia de hacer cumplir los «manda-
tos de hacer» establecidos en normas constitucionales estructurantes del federalismo,
referidas no solo a las que gobiernan la autonomía municipal, sino también a aquellas
que hacen a la necesidad de avanzar en un nuevo sistema de coparticipación federal
de impuestos a las provincias (Fallos: 338:1356 «Santa Fe», «San Luis» y «Córdoba») y
al cumplimiento de la norma que establece la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires
(Fallos: 342:509 cit. y 342:533 «Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires c/ Cór-
doba, Provincia de»).

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Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

Se podría agregar a los fallos citados el reciente pronunciamiento de la Corte del 29 de


octubre de 2020 recaído en la causa «Asoc. Pers. Munic. las Colonias c/ Fed. Sind. Trab.
Munic. Festram y otros s/ acción de amparo» (Fallos: 343:1389). La particularidad de esta
sentencia fue que, mediante el voto de la mayoría —compuesta por Rosatti, Maqueda y
Lorezentti—, se exhortó a «las autoridades de la Provincia de Santa Fe a dictar las nor-
mas necesarias para el debido cumplimiento del mandato que emerge del art.123 de la
Constitución Nacional» —y dicha exhortación surgió como consecuencia de un obiter
dictum—26.
Otra particularidad de este caso es que, en palabras de Giuliano, nuestro Máximo Tri-
bunal reinterpreta el sentido del art. 123 de la CN y —prácticamente— innova sobre los
efectos de una disposición que surtió un efecto transformador y autonómico en algunas
provincias, pero resultó ineficaz y puramente aspiracional (hasta este pronunciamiento)
en provincias como Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza27.
Por último, y de forma muy acertada, Rondina señaló que «la Corte está anunciando la
inconstitucionalidad de toda ley provincial que imponga obligaciones o reste derechos a
la autodeterminación de Municipios y Comunas»28.
Así las cosas, nuestro Máximo Tribunal se pronunció nuevamente el 4 de mayo de 2021
sobre el federalismo, y especialmente sobre el status jurídico de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, en el caso «GCBA c/EN» CSJ 567/2021. Volviendo a la función de la Corte
según la opinión de sus propios Ministros, cabe resaltar el considerando 26) del voto
de Rosatti y Maqueda del fallo mencionado, en donde consideran a nuestro Máximo
Tribunal como guardián último de las garantías constitucionales, máximo intérprete de
la Constitución y cabeza de un departamento del Estado (Fallos: 330:4134; 338:1575 y
342:509, 584, 1417 y 2389), este Tribunal se encuentra obligado a velar porque se respe-
te el sistema institucional de división de poderes que establece la Constitución (art.1°),
tanto en su aspecto material en el marco del sistema republicano de gobierno (ramas
legislativa, ejecutiva y judicial), como en su dimensión territorial propio del sistema fe-
deral argentino (en el que se articulan de manera coordinada las potestades del Estado
Nacional, provincias, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipios).
Y si bien en el caso citado la Corte se pronunció cuando había finalizado el plazo de vi-
gencia temporal del decreto de necesidad y urgencia 241/2021 objeto del proceso, tanto
Rosatti y Maqueda como Rosenkrantz dejan asentado que aquel decisorio «deja estable-

26 Asimismo, sobre la base de los antecedentes mencionados, se espera la sentencia de


la Corte en el planteo formulado por el Intendente de la Munic ipalidad de Castelli contra la
Provincia de Buenos Aires (expte. CSJ 358/2020). Allí la Procuración sostuvo en su dictamen del
08/09/2020 que, a su criterio, la Corte no resultaba competente para entender en los autos en
función de que fue impugnada tanto la Constitución de la Provincia de Buenos Aires como las
normas dictadas en su consecuencia.
27 «Autonomía municipal: última fase», Giuliano, Diego A., EL Derecho -Constitucional, febre-
ro 2021 - Número ½, 24/02/2021, cita digital ED-MXII-281.
28 «Rivademar in the sky with diamonds», Rondina, Domingo, https://www.constitucional.
com.ar/rivademar-in-the-sky-with-diamonds/ (consultado el 15/03/2021)

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Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

cido un criterio rector de máxima relevancia institucional en el marco del federalismo


argentino».

VIII. CONCLUSIONES Y CUENTAS PENDIENTES


PARA QUE LA CIUDAD ALCANCE SU AUTONOMÍA PLENA
A lo largo de todo este trabajo se ha pretendido analizar la evolución del status jurídico
de la Ciudad de Buenos Aires y cómo se ha convertido en una «ciudad constitucional fe-
derada» a partir de la reforma constitucional de 1994.
Asimismo, queda claro que la decisión de la Corte de ampliar su competencia originaria
en pos del federalismo, al considerar a la Ciudad de Buenos Aires aforada a sus estra-
dos, la ha llevado a asumir más responsabilidades. Tal es así que en virtud de esta nue-
va jurisprudencia actualmente existen numerosos conflictos de competencia que están
siendo dirimidos por nuestro Máximo Tribunal, en donde finalmente decide entender en
los casos en donde la Ciudad es parte. Como consecuencia de ello, pareciera que estaría
asumiendo más tareas que podrían convertirla, en palabras de Carrió, «en algo parecido
a un Don Quijote jurisdiccional, inmoderadamente justiciero»29.
Sin embargo, queda claro que la Corte es consciente de esta situación. Y ello se advierte
por las siguientes razones.
Nuestro Máximo Tribunal ha sostenido desde antaño que su competencia originaria
«es de naturaleza excepcional y de interpretación restrictiva»30. Asimismo, la Corte de-
cidió restringir su competencia originaria a partir de pronunciamientos como «Barreto»
(Fallos: 329:759), «Mendoza» (Fallos: 329:2316) y «Papel Misionero» (Fallos:332:1007).
Sin embargo, tal como sostiene Abritta, nuestro Máximo Tribunal ha realizado «creacio-
nes interpretativas» en materia de competencia originaria. De esta forma, explica que la
Corte, «saliendo de una interpretación literal» de la Constitución, ha «creado supuestos
de competencia originaria» o, en otras palabras, «ha encontrado en el Constitución su-
puestos de competencia originaria» que le dan un poder que la convierte en «una suerte
de árbitro institucional de determinados conflictos».
Así menciona algunos ejemplos: (i) juicios entre una municipalidad y la provincia, cuan-
do existen cuestiones federales predominantes —cfr. caso «Ponce» (Fallos: 328:175)—;
(ii) juicios entre vecinos y su provincia; aquí la Corte se vuelve «árbitro» de cuestiones de
derecho público local cuando considera que la cuestión se encuentra federalizada por

29 «Sobre la competencia de la Suprema Corte Argentina y su necesaria y urgente modifica-


ción», Carrió, Genaro R., Centro de Estudios Institucionales Argentina, agosto 1989. Fallos: 286:237;
303:1606; 306:1113; 310:1074; 311:1200; 312:640; 313:575; 316:965, entre muchos otros.
30 Jornada llevada a cabo el 13/12/2013 en el SUM del Palacio de Justicia de la provincia de
Misiones, dictada por el entonces Secretario de la CSJN, Dr. Cristian Sergio Abritta, sobre Jurisdic-
ción extraordinaria y originaria. Disponible en: https://www.youtube.com/watch? v=G7oVkw2A-
bRo&list=PLpX3Po5gTppX8Jrjai7Zb98VOwhbeOzjn&index=10 (fecha de consulta 30/12/2020).

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Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

la materia (se plantea la inconstitucionalidad de una ley provincial por ser directamente
repugnante a la Constitución); y (iii) juicios entre una provincia y la Nación —temas vincu-
lados con la Ley de Coparticipación—31 .
Este último supuesto es reconocido por la misma Corte en Fallos: 342:533 en donde sos-
tuvo que:
(...) así como corresponde por el presente revisar la doctrina que negó en su momento el
acceso a la instancia originaria a la Ciudad de Buenos Aires, vale apuntar que en otros su-
puestos este Tribunal ya ha abierto su competencia originaria a determinados supuestos
no incluidos literalmente en el texto de la Constitución Nacional, en el entendimiento de
que al hacerlo mejoraba el funcionamiento del federalismo pues abría un mecanismo de
solución de conflictos de las provincias con el estado federal. En efecto, entre los asuntos
que tienen como parte a una provincia, el art. 116 no incluye a las causas que se plantean
entre una provincia y el Estado nacional. Si predominase el derecho del Estado nacional
al fuero federal, el caso debería corresponder a los jueces federales de primera instancia.
Pero, si se decidiera de esta manera, las provincias verían comprometido su derecho a no
verse sometidas a los tribunales federales (salvo a la jurisdicción de esta Corte Suprema
de Justicia de la Nación). El problema ha sido resuelto admitiendo que esta Corte tiene
competencia originaria para resolver casos como el mencionado en la convicción de que
ello es la única forma de conciliar ambas prerrogativas constitucionales, esto es, el de-
recho del estado nacional al fuero federal y el de las provincias a no verse sometidas a
tribunales federales diferentes a esta Corte (cfr. Fallos: 114:315 y 339; 128:106 y, más re-
cientemente, Fallos: 307:2365; 308:2054; 312:1875; 313:825; 335:1521, entre muchísimos
otros) y ello así a pesar de que, como se dijo, el artículo 116 no incluye entre aquellas que
tramitarán por la jurisdicción originaria de esta Corte a las causas en las que las provin-
cias y el Estado Nacional son parte32.
Quien suscribe estas líneas no puede dejar de resaltar que le resulta llamativo que, así
como la Corte en su nueva integración decidió revisar su doctrina que negó en su momen-
to el acceso a la instancia originaria a la Ciudad de Buenos Aires, no considere necesario
volver a evaluar la naturaleza jurídica de las leyes convenio como ocurrió en el caso «El
Cóndor» (Fallos: 324:4226). Allí nuestro Máximo Tribunal concluyó «que el nuevo rango
asignado al tema por la Convención Constituyente de 1994 y el amplio tratamiento que la
Ley Fundamental le dedica después de la reforma, conduce a la conclusión de que la afec-
tación del sistema así establecido involucra, en principio, una cuestión constitucional» (32).

31 «Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires c/ Córdoba, Provincia de s/ ejecución


fiscal» (Fallos: 342:533), considerando 16).
32 Para ampliar la temática de las consecuencias de que la Corte considere que las leyes
convenio hacen parte, aunque con diversa jerarquía del derecho público local, se recomienda
la lectura de «Algunas notas sobre la competencia originaria de la Corte Suprema:a propósito
del fallo ‘Laboratorio Bernabó’», Karschenboim, Laura, «Doctrina Digital», Rubinzal-Culzoni RC D
19/2021, enero 2021. El artículo se encuentra disponible en: https://laurakarschenboim.com.ar/
wp-content/uploads/2021/02/Algunas-notas-sobre-la-competencia-originaria.pdf

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64 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

Ahora bien, volviendo al status jurídico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, resulta
más que interesante detenerse en las reflexiones de Ábalos cuando afirma que la Ciudad
debe ser reconocida como un sujeto más que interacciona directamente con la Nación
y las provincias. Es por ello que, según su criterio, el convencional constituyente debió
haber revisado todo el texto constitucional para así agregar a la Ciudad de Buenos Aires
en cada artículo donde apareciese expresamente mencionada una provincia en ejercicio
competencial. De esta forma, señala que se hubiesen evitado discusiones doctrinales y
jurisprudenciales.
Ábalos también advierte que el voto de Rosatti y Maqueda como ex convencionales cons-
tituyentes de 1994 en el fallo «GCBA c/EN» CSJ 567/2021 supone de alguna forma escu-
char la voz de quienes en su momento tuvieron en sus manos la sanción de texto cons-
titucional33 (33).
Resulta curiosa aquella apreciación, ya que nos recuerda al caso «Bressani» (Fallos:
178:9), en donde la Corte se remitió a un antecedente que consideró que cobraba inte-
rés especial ya que había sido firmado por el entonces presidente del Tribunal José B.
Gorostiaga, que además había sido uno de los redactores e informantes del proyecto de
Constitución.
Ahora bien, ya que no quedan dudas acerca de que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
resulta aforada a la competencia originaria de la Corte, y que reviste plena autonomía en
materia de educación y en salud pública.
Entonces, ¿qué capítulos le quedan pendientes a la Corte para escribir en lo que se refie-
re a la autonomía de la Ciudad?
Por un lado, resta la transferencia de la justicia ordinaria nacional. Ello en función de
que actualmente, el Poder Judicial de la Ciudad se encuentra muy demorado en su cons-
titución. En efecto, la Corte también ha manifestado recientemente in re «Bazán» (Fa-
llos: 342:509): el panorama actual muestra que el Gobierno Nacional y el Gobierno de la
Ciudad han avanzado mínimamente en las gestiones tendientes a concretar de manera
íntegra y definitiva la transferencia de la justicia nacional ordinaria al ámbito que cons-
titucionalmente le corresponde. La Ciudad permanece por esa razón con sus institucio-
nes inconclusas; detenta un poder ejecutivo y una legislatura propios en pleno funciona-
miento, pero no tiene aún en marcha un poder judicial completo.
Asimismo, agregó que existe un supuesto de «inmovilismo» en llevar a cabo la transfe-
rencia de la justicia nacional ordinaria al Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, que también debe ser considerado como un desajuste institucional grave de uno
de los mecanismos estructurales de funcionamiento del federalismo, sin que la demora

33 La disertación de Ábalos, María Gabriela «Las Provincias y la CABA en la Emergencia» fue


realizada el 22/05/2021, en el marco del ciclo de conferencias organizadas por el Instituto de De-
recho Administrativo del Colegio Público de Abogados de la Primera Circunscripción de Corrien-
tes y la Asociación Misionera de Derecho Administrativo. Disponible en https://www.youtube.
com/watch?v=jVsmTt_fiRs (fecha de consulta 01/06/2021).

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Nº 3 / Junio 2021
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Doctrina La cuestión capital Laura Karschenboim

en la concreción del mandato constitucional aparezca de manera alguna razonablemen-


te justificada.
Esta omisión no solamente constituye un incumplimiento literal de la Constitución Nacio-
nal con el consiguiente debilitamiento de la fuerza normativa de su texto. Impacta, ade-
más, en la distribución de los recursos públicos en la medida en que —como consecuen-
cia de dicha omisión— las veintitrés provincias argentinas se hacen cargo de financiar
los gastos que demanda el servicio de administración de justicia del restante distrito. En
efecto, en el plano de la interpretación constitucional, esta situación resulta difícilmente
compatible con las directivas de equidad, solidaridad e igualdad de oportunidades que
gobiernan la interacción de los Estados para lograr un proceso de desarrollo equilibrado
de escala federal (art. 75, inc. 2, de la Constitución Nacional). Tampoco el presente esta-
do de cosas parece conformarse con el mandato constitucional de “promover políticas
diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de las provincias y
regiones” (art. 75, inc. 19, de la Ley Fundamental).
Podría suponerse que en este caso la Corte ha recortado su competencia a partir del
caso «Bazán». Y eso se comprobará en el momento en que nuestro Máximo Tribunal se
pronuncie en los autos «Levinas» (Expte.N° QTS 16374/2019-0), fallo en donde el Tribunal
Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires resolvió ser la alzada para
los tribunales ordinarios no federales de la Ciudad, que actualmente se encuentra apela-
do y circulando por las vocalías de nuestro Máximo Tribunal.
Por último, y no por ello menos importante, resta que la Corte se pronuncie sobre los
conflictos relacionados con la coparticipación federal planteados por el Gobierno de la
Ciudad.

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Doctrina El proceso judicial y el principio de legalidad Jorge E. Milone

Principio de Legalidad - Procesal Civil y Comercial - Interpretación de 2-junio-2021


La Ley

El proceso judicial
y el principio de legalidad
Por Jorge E. Milone1

MJ-DOC-15915-AR | MJD15915

Sumario: I. Introducción. II. Significado de la ley. III. Juicio de Núremberg. IV. Conclu-
siones.

I. INTRODUCCION
El proceso judicial es el mecanismo activo que el orden jurídico dispone para que los in-
tereses de los particulares sean efectivamente protegidos contra las desviaciones de las
conductas humanas que ponen en riesgo la plena vigencia del Estado de Derecho en la
sociedad. Pero, también, el propio Estado es sujeto de Derecho y obligaciones que son
susceptibles de enfrentar en los estrados de la Justicia las súplicas legales del justiciable,
y a su vez ser actores en procesos en los que se juzga la conducta de los particulares.
El proceso además reconoce dos períodos claramente determinados: una etapa consti-
tucional, que se refiere al debido proceso como instrumento legalmente previsto para la
efectiva tutela de los intereses legítimos de las personas. Y una segunda etapa dinámica,
que constituye la bisagra específica que posibilita a su vez que la función jurisdiccional
adquiera un eficaz desarrollo para el pleno servicio de la Justicia.

1 Abogado (UBA). Ex Profesor Titular de «Derecho Político» en la Facultad de Derecho y


Ciencias Sociales de la UBA, en la Universidad Católica Argentina y en la Facultad de Derecho
de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Ex Profesor Titular de «Historia de las Teorías
Políticas» en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Ex
Profesor de «Historia del Derecho Argentino» y de «Historia de las Instituciones Argentinas» en la
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA. Escritor y Periodista. Autor de varios libros y de
una vasta obra periodística. Autor del libro «Caso Federal» (2019). Premio A.D.E.P.A. (Asociación
de Entidades Periodísticas Argentinas) años 2000, 2002, 2003 y 2004. Diploma de Honor S.A.D.E.
(Sociedad Argentina de Escritores) año 2019.

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Doctrina El proceso judicial y el principio de legalidad Jorge E. Milone

También debemos distinguir al procedimiento del proceso. En efecto, el procedimiento


consiste en el conjunto de normas a través de las cuales se lleva a cabo el juicio. Se trata
de las normas jurídicas generales que se expresan por medio de los actos y las resolucio-
nes a través de los cuales los jueces y tribunales ejercen el poder jurisdiccional.
Pero la noción de proceso es aún más compleja que la de procedimiento. En realidad, un
proceso judicial enlaza la existencia de un procedimiento, pero debemos confirmar que
no indefectiblemente cuando exista un procedimiento, hemos de aceptar que también
se verifica la existencia de un proceso.
La palabra «juicio» reconoce, en cambio, una tradición sabiamente constituida a lo lar-
go de la historia del Derecho. Por ejemplo, en el Derecho medieval, el vocablo referido
incumbía solamente a la sentencia. Hoy por hoy, juicio y proceso aluden al mismo fenó-
meno, pero mientras que el juicio indica la tarea de juzgar, el proceso encarna al medio
conducente para ello. Dentro del proceso existe un juicio, pero no todo juicio se puede
equiparar al proceso. Solamente ambos términos se enlazan cuando la labor de juzgar es
desenvuelta por los órganos investidos de potestad jurisdiccional.
En lo que respecta a la naturaleza del proceso, Chiovenda argumentaba que se trata
de una relación jurídica pública, mientras otros juristas, como es el caso de Carnelutti,
manifestaron que no es debidamente una relación jurídica, sino un aspecto de la reali-
dad sensible que interpreta al Derecho como una cosmovisión integral de las relaciones
entre particulares, o bien entre estos y el Estado, pero desde una mirada —entonces—
más cósmica.
Si bien esta es una discusión en un punto superada, la doctrina procesal privatista sos-
tiene que el proceso es una institución vinculada al Derecho privado. Consideran que no
es posible aceptar en la actualidad que el poder del Estado no sea el ámbito en el cual
se desenvuelve el proceso judicial, de modo que la litis contestatio es una cuestión que
tiene un escenario en el que el justiciable reina a través de sus intereses jurídicamente
protegidos. Pero hoy en día no se puede mantener esta tesis, habida cuenta del mono-
polio estatal sobre la jurisdicción, que impide considerar al proceso como algo propio del
ámbito privado. Para estos autores, proceso puede identificarse con contrato, de forma
que lo definen como el acuerdo de voluntad de las partes en virtud del cual deciden so-
meterse a la decisión de un juez. Por tanto, la jurisdicción es asimilada a una especie de
convenio arbitral de las partes, precisamente denominado litis contestatio, como hemos
afirmado.
Consentimiento, objeto y causa de este contrato serían los elementos que conceden la
fuerza de cosa juzgada a la sentencia dictada por el juez. Pero esta litis tiene una directa
vinculación con el arbitraje, antes que con la jurisdicción. Además, esta posición doctrinaria
es totalmente inadmisible en cuanto al proceso penal, en el cual no es necesaria la volun-
tad del procesado de someterse a la decisión del juez, quien dicta sentencia en virtud de su
imperium o potestad, y no por existir un contrato. Otra parte de la doctrina entiende que el
proceso debe formularse a través del cuasicontrato, de tal modo que el consentimiento de
las partes en punto a acatar la decisión del juez es implícito y no expreso. Pero la sentencia
del juez no guarda relación alguna con el consentimiento de las partes.

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Doctrina El proceso judicial y el principio de legalidad Jorge E. Milone

Von Büllow concebía al proceso como una relación jurídica que se caracteriza por su in-
dependencia de la relación jurídica material que se derivaba del mismo. Se trata para el
jurista alemán de una relación jurídica compleja, ya que abarca los derechos y deberes
que se originan en las distintas etapas del procedimiento. Es entonces para esta interpre-
tación, una obvia relación de Derecho público, que tiene su origen en una litis contestatio
pero de naturaleza pública. De manera que el proceso representa a la relación jurídica
constituida por derechos y deberes recíprocos entre el juez y las partes, que se opera a
través de esa misma litis contestatio, de la que nacen dos obligaciones fundamentales: el
órgano jurisdiccional se adjudica la labor de resolver la pendencia. Por el otro lado, surge
la obligación de que las partes queden sometidas a la resolución proveída por el magis-
trado. Se trata de obligaciones estrictamente procesales, y para que éstas se ocasionen,
es ineludible que se cumplan expresos requisitos y denominados presupuestos procesa-
les, que son las exigencias de admisibilidad y las condiciones anteriores a la tramitación
de cualquier relación procesal.
Pero también esta teoría sobrellevó diatribas, porque no se admitió que se basase el pro-
ceso en la litis contestatio, aunque tenga una naturaleza pública, ya que debe recurrirse
a conceptos propios del Derecho procesal. Por otro lado, se criticó su concepto de rela-
ción jurídica, ya que se consideraba que no coexiste una dependencia entre el juez y las
partes, sino que la correspondencia coexiste entre las mismas partes, o bien que puede
verificarse entre el juez y cada parte por separado.
Goldschmidt decía que el proceso es una situación jurídica, apartándose de las teorías
mencionadas previamente, pero observando la cuestión desde su propia consideración fi-
losófica acerca de la ciencia jurídica. Esto alude necesariamente a la triple perspectiva de la
que nos hablaba el mencionado jurista. Creemos, con Goldschmidt, que en efecto el Dere-
cho debe ser abarcado desde las tres dimensiones que lo integran: norma, conducta y diké.
El contenido del proceso no es solamente constituido por derechos y obligaciones; si
bien es verdad que el juez tiene la obligación de dictar sentencia. Pero dicho deber no
deriva de una relación jurídica procesal, sino de la obligación del Estado de administrar
Justicia y, por tanto, nace del propio Derecho público.

II. SIGNIFICADO DE LA LEY


El principio de legalidad refiere a que el ciudadano debe ajustar su cometido a las pres-
cripciones que la legislación le impone. Por eso siempre hemos afirmado que se trata de
un imperativo ético el cumplimiento de la Constitución y la ley por parte del ser humano,
pero también —y especialmente— la ley debe ser fielmente observada por el juzgador,
porque de lo contrario habrá un matiz diferenciador y discriminatorio entre justiciables y
jueces a la hora de la motorización del proceso judicial.
De modo que la legalidad es inversamente proporcional a la discrecionalidad. Es cierto
que el juez está asistido por su sana crítica a fin de juzgar las conductas humanas y su vin-
culación con el cumplimiento de lo establecido por la norma jurídica. Pero si esa facultad

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Doctrina El proceso judicial y el principio de legalidad Jorge E. Milone

no está puesta por el magistrado en pos de la Justicia, el principio de legalidad se hará


añicos contra el exceso de la discrecionalidad. De allí la enorme trascendencia de la lega-
lidad como factor que orienta al ordenamiento jurídico, constituyendo su primer pilar. Si
así no lo considerase la sociedad, el siguiente paso será la anomia y su consecuencia fatal
que es la anarquía jurídica, antecedente del desgobierno en política.
No obstante lo expuesto, hay sentencias de jueces que para disimular su falta de com-
promiso con el principio estudiado en este parágrafo, encabezan sus decisorios con la re-
currente frase «si bien». Eso significa que, si bien la ley dice una cosa clara e indubitable,
el juzgador apelará a su discrecionalidad de un modo excesivo y contrario a los límites
establecidos por la norma jurídica y hasta de la propia razonabilidad.
Hay un caso en la jurisdicción de la Provincia de Buenos Aires en el que hace más de una
década se está litigando en una causa en la que se demanda a una persona fallecida con
anterioridad a la impetración de la acción judicial. Pero el juzgador se niega a cumplir con
la manda objetiva de la ley civil y la ley procesal: la declaración de oficio de la nulidad de
la demanda.
El Estado de Derecho no es letra muerta, sino la sabia fecundante de una democracia
liberal —como es la Argentina— que funda sus principios jurídicos en la Constitución
y las leyes que en su consecuencia son dictadas por los órganos del poder político que
corresponden.
No es correcto que el razonamiento del juez, que puede ser movido por una convenien-
cia coyuntural y subalterna, anteponga aquella frase: «si bien» al cumplimiento de la ley.
La ley debe ser cumplida siempre —si es justa— y la discrecionalidad judicial debe ceder
ante el supremo imperio de la legalidad.
En una ocasión, una abogada que litigaba contra el interés jurídico de una parte que re-
presentaba como letrado el autor de esta nota, en un Tribunal de Justicia, argumentó que
el letrado de la contraparte «abusaba de generalidades» porque citaba en los fundamen-
tos de su interpretación del caso a las normas prescriptas por la Constitución Nacional.
La ausencia de conocimiento de la letrada es finalmente un atentado flagrante contra los
intereses que está representando legalmente y además uno de los factores principales
de la anomia en la que a veces vive una sociedad.
Debemos considerar que la seguridad jurídica requiere que las actuaciones del poder
público estén sometidas al principio de legalidad. La doctrina jurídica clásica —a la cual
adherimos objetivamente— considera que el principio se razona a veces como la «regla
de oro» del Derecho público, y es una condición necesaria para certificar que existe en el
terreno de la realidad, Es que el Estado de Derecho reconoce su cimiento y término en las
normas jurídicas. En intrínseco parentesco con este principio, la institución de la reserva
de la ley manda a regular el material determinante que nos ocupa con normas que invis-
tan rango de ley, fundamentalmente en ciertas materias que aluden a la propia intrusión
del poder público en la esfera reservada a los derechos individuales. Este aserto no es
otro que la afirmación a rajatabla de la doctrina liberal de la separación de los poderes.

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Doctrina El proceso judicial y el principio de legalidad Jorge E. Milone

El inseparable vínculo entre el principio de legalidad y el de reserva de la ley está corrien-


temente instituido en el orden jurídico y adopta a su vez un trato indubitable de carácter
específico en varias ramas del Derecho: constitucional, administrativo, tributario y penal.
Por esa causa sostenemos que el principio de legalidad es el umbral fundamental para
la compresión posterior de la trascendencia del Derecho público, conforme al cual toda
acción de las autoridades debe respaldarse en las normas jurídicas que instituyan un ór-
gano competente y un conjunto de principios y elementos que recaigan bajo su jurisdic-
ción. El principio de legalidad es, entonces, el que afirma la importancia de la seguridad
jurídica. Se podría decir que el principio de legalidad es la regla de oro del Derecho públi-
co y en tal representación opera como medida como para establecer que un Estado es
efectivamente un Estado de Derecho, toda vez que en él necesariamente el poder tiene
su cimiento y su término en las normas jurídicas.
En íntima conexión con este principio, reiteramos que la mencionada institución de la
reserva de ley exige regular la materia concreta con normas que posean rango de ley,
particularmente aquellas materias que tienen que ver directamente con la intervención
del poder público en la esfera de los derechos del individuo. Por lo tanto, son materias
negadas al orden establecido y a la normativa derivada del Poder Ejecutivo.
En el campo del Derecho administrativo, en lo que concierne al planteo de la materia,
conforme al principio de legalidad, la administración pública no puede derivar por au-
toridad propia la creación del acto correspondiente, sino que exclusivamente fundando
cualquier decisión —obviamente administrativa— en el contenido de la ley. Ello observa
la exégesis precisa del principio de la separación de los poderes que es un legado histó-
rico del Estado democrático, que nace al amparo del liberalismo político y que comienza
su consolidación cierta en los difíciles días de la Revolución Francesa.
En el Derecho tributario, en virtud del principio de legalidad, solo a través de una norma
jurídica con carácter de ley, se pueden especificar todos y cada uno de los esquemas del
compromiso de carácter impositivo. Por lo tanto, eso refiere en especial al hecho im-
ponible, porque los sujetos obligados al pago, el sistema para determinar esa cuestión
esencial de Derecho tributario, la fecha del pago, como así también todo lo referente a
las infracciones, sanciones y las exenciones, así como el órgano legitimado para recibir la
cancelación de los tributos, tiene que ser fatalmente determinados y especificados por
el texto expreso de la ley. El método que nos ha legado el tiempo histórico del Derecho
latino: nullum tributum sine legem establece que para que un tributo sea estimado como
tal debe estar instituido en una ley, porque de lo contrario, no podemos hablar legítima-
mente —ni legalmente— de la existencia de un tributo.
Nos decía un prestigioso tributarista argentino que «el principio constitucional de la lega-
lidad en materia tributaria implica que la creación, modificación y supresión de tributos,
así como la concesión de exoneraciones, y otros beneficios tributarios, la determinación
del hecho imponible, de los sujetos pasivos del tributo, de los preceptores y retenedores,
de las alícuotas correspondientes y de la base imponible, deben ser hechas por ley».

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Doctrina El proceso judicial y el principio de legalidad Jorge E. Milone

Paul Feuerbach estableció el principio de legalidad también en el ámbito del Derecho


penal. En esta rama de la ciencia jurídica, el axioma: nullum crimen, nulla poena sine
praevia lege, nos informa que para que una conducta del ser humano sea considerada
un delito, debe ser puntualizada de tal modo con la suficiente anterioridad a la ejecución
de tal conducta. Por lo tanto, agregamos que la sanción prevista debe estar señalada de
manera expresa y precedente a su realización, por medio de la ley.
Siguiendo a Feuerbach, agreguemos que la legalidad en materia penal es un límite al
poder sancionatorio del Estado, por lo que solo pueden castigarse las conductas explíci-
tamente referidas en los tipos delictivos establecidos en una ley anterior a la comisión del
ilícito en cuestión. Este tema tiene una directa vinculación con cuestiones que analizamos
en el parágrafo referido al juicio de Núremberg.
Por lo tanto, debemos partir de la base de que vivimos en un Estado de Derecho, que se
caracteriza por el sometimiento de los poderes constitucionales a la Constitución Nacio-
nal y a la ley. Este sometimiento no es un fin en sí mismo, sino una técnica para conse-
guir una determinada finalidad, que en nuestro sistema político-jurídico consiste en el
sometimiento del Estado y los particulares al bloque de legalidad (leyes, reglamentos,
principios generales, precedentes, tratados internacionales, Constitución Nacional, etc.).
Consecuentemente, el reconocimiento de los derechos públicos subjetivos y el otorga-
miento a los particulares de los medios necesarios para su defensa representa someter
al Estado y a los propios particulares al bloque de legalidad. Esto quiere decir que sujetar
a los Estados y a los ciudadanos al bloque es someterlos al Derecho y por ende servir a la
defensa de la igualdad, la libertad y el respeto a los derechos adquiridos.
De modo que ahora —especialmente luego de la Reforma Constitucional Argentina de
1994— no es posible hacer creer al ciudadano que solo tiene obligaciones por parte de
otros particulares o por corporaciones de particulares. Además, cuando las normas le-
gales son de una interpretación diáfana, violarlas o forzarlas, para que se pretenda que
digan lo que no dicen, sería pensar y actuar «contra legem».
Como corolario, pero no menos importante, cabe consignar y recordar que el propio
Preámbulo de la Constitución Nacional nos advierte —y es un deber moral de los jue-
ces— la vocación indeclinable de «afianzar la justicia», por lo que lleva ese aserto a decir a
Ekmekdjian que «se pretende que la Constitución contribuya a consolidar la vigencia del
valor justicia en las relaciones entre los gobernantes y los gobernados y de estos entre sí,
ya que la vigencia de este valor es condición necesaria de la vida social». Lo que nos dice
Ekmekjdian también reafirma la destacada jerarquía que reconoce la Constitución a la
función judicial, la cual se otorga, en exclusividad a uno de los poderes del Estado.
Pero en este punto, digamos que el huevo de la serpiente es el primer hecho de corrup-
ción asilado y que afecta a un individuo. Luego se sumarán otros hechos de similar tenor,
ante una sociedad adormecida al respecto, hasta que la estructura se transforme en una
mochila que pesará en los hombros de todos y cada uno de los individuos que integran
ese grupo social. Pero asignamos al Poder Judicial la mayor responsabilidad al respecto.
Con sus sentencias debe administrar justicia con inmediatez y fundamentos, para que el

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Doctrina El proceso judicial y el principio de legalidad Jorge E. Milone

ciudadano venza a la corrupción, es decir para que la ley se imponga ante la irregularidad
y la desesperanza del justiciable.
El incumplimiento de sus deberes por parte del funcionario público es aún más grave
que el incumplimiento de sus obligaciones civiles por parte del ciudadano, porque el de-
cisorio del magistrado judicial es la última garantía de la pervivencia activa del Contrato
Social.

III. JUICIO DE NÚREMBERG


Lo acontecido en Núremberg, Alemania, como consecuencia del fin de la Segunda Gue-
rra Mundial ha sido uno de los capítulos de la historia judicial de la humanidad de mayor
envergadura de todos los tiempos.
Tal vez como en ninguna otra etapa en la historia del Derecho, se ha patentizado como
en los juicios que tuvieron lugar en Núremberg, un debate esencial acerca de la ley po-
sitiva y el Derecho natural.
Legalidad y legitimidad fueron magnitudes claramente estudiadas en Núremberg, entre
otras consideraciones centrales de la ciencia jurídica.
Lo que la historia judicial nos ha legado como enseñanza es que casi no hay causa liti-
giosa en la que no esté presente la necesidad de ese control por parte del juez. Es que
entendemos que rara vez no lo está.
Analizar en profundidad lo acontecido en Núremberg y las discusiones filosófico-jurídicas
que allí tuvieron lugar, arrojará más luz sobre la cuestión que tratamos en este trabajo.
Precisamente si formulamos un análisis crítico de las cuestiones jurídicas ventiladas en
Núremberg, por ejemplo, en los juicios que se siguieron a los jueces del nazismo por
parte de un tribunal de sus pares, lo que se trató principalmente es del control de cons-
titucionalidad que aquellos jueces no ejercieron en las causas durante esa época de la
historia contemporánea de Alemania.
En Núremberg se juzgó a jueces que aplicaron la ley del Estado sin determinar con su
sana crítica si lo legal se compadecía con lo legítimo. Si la norma constitucional se opo-
ne al decisorio del juez, prevalece la norma de Derecho constitucional. Cuando así no
ocurre, los tribunales de alzada deben recurrir al control de constitucionalidad. Como lo
señalo en mi libro «Caso Federal», cuando los magistrados no lo hacen, el mecanismo
previsto precisamente en el Caso Federal es la última frontera con el fin que la causa
vuelva a madre y se administre justicia. El problema de las sentencias de los magistrados
del nazismo fue juzgado como un desvío del juez, con relación a la ruta inexorable que le
exigen la Constitución y la norma moral que la informa y sostiene.
Pero debemos hablar en verdad de «los juicos» de Núremberg, si bien la Historia del
Derecho los recuerda como «el juicio», ya que fueron juzgados en la ocasión individuos
que ocuparon distintas áreas del gobierno alemán y otras personas que en modo directo
o indirecto contribuyeron a la consolidación del régimen nacional-socialista. Núremberg

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Doctrina El proceso judicial y el principio de legalidad Jorge E. Milone

fue un hito en la historia política y judicial contemporánea que nos ha dejado varias ense-
ñanzas, ya que muchas de ellas han influido notoriamente en la reformulación de ciertos
aspectos de la filosofía del derecho.
Con relación al principio de legalidad, el funcionario del nazismo, Joaquim Von Ribben-
trop nos dice que no puede un vencedor juzgar a un vencido, porque lo hace con la ley
que impone el vencedor. Pero la salvedad fundamental que se pudiese formular a Rib-
bentrop es que el límite es siempre la valla moral, la atalaya ética ante el discurso jurí-
dico, cuando el positivismo nos exige considerar que la ley del Estado está por sobre la
conciencia de la humanidad.
Si quien es juzgado, lo es porque ha traspasado esa valla, no hay vencedores ni vencidos
entre los litigantes —en este caso en un conflicto bélico—, sino que vencería entonces la
inmoralidad y el vencido es el ciudadano que cumple con las mandas de la ley, en el caso
que la misma sea justa y contemple la propia exigencia moral de la justicia —que es siem-
pre intemporal y extraterritorial— como su norte más alto, en su contenido y finalidad.
Los críticos de los juicios de Núremberg argumentan que los cargos contra los acusados
solo fueron definidos como «crímenes» después de ser cometidos, y que por lo tanto el
juicio fue nulo, considerado por lo tanto como una especie de «justicia del vencedor».
En realidad, muchas de las críticas a los Juicios de Núremberg se basan en la mencionada
escuela de pensamiento jurídico del positivismo.
Si medimos a Núremberg con la vara del positivismo jurídico, ninguna duda cabe que
merece reproches técnicos la constitución del Tribunal y la materia que se juzga, ya que
el concepto de crimen de lesa humanidad allí surgió y más tarde se consolidó en tratados
y convenciones a lo largo y a lo ancho de la Tierra.
Pero si analizamos lo ocurrido y allí juzgado con la vara del iusnaturalismo, es cierto que
la norma moral y la base fundacional de la sociedad de hombres no está escrita en ningu-
na legislación positiva, siendo anterior y superior al propio surgimiento del Estado. Más
aún: es anterior al surgimiento del orden jurídico normativo positivo e histórico.
«La norma moral es el sustento de la sociedad de hombres y el reaseguro intemporal
de la pervivencia activa del orden jurídico. Nunca el Derecho puede ser la negación de
la Justicia, sino que es el único e inaplazable camino para hacer de la letra de la ley el
itinerario preciso y definitivo hacia la consolidación de lo justo». (Milone, Jorge E., «El
Derecho y la Justicia», Instituto Popular de Conferencias, Diario «La Prensa», Buenos
Aires, octubre de 1982).
Por tanto, si el hecho concluye en la conculcación de un Derecho natural, es decir de un
Derecho que integra el cuerpo orgánico y preexistente de los denominados Derechos
humanos, la ley en que se sustenta su agresión al ser injusta y arbitraria, afecta a la hu-
manidad en su conjunto y a aquella norma moral básica en la que se sustenta la sociedad
de hombres.
De modo que es perfectamente atendible lo que Ribbentrop nos dice y todas las críticas
que posteriormente surgieron condenando la legitimidad de Núremberg. Pero otra vez

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Doctrina El proceso judicial y el principio de legalidad Jorge E. Milone

regresamos a la vieja y siempre renovada discusión entre lo legal y lo legítimo. Por lo tan-
to concluyamos que Núremberg fue legítimo, porque antepuso la base moral de la vida
social a la ley injusta y arbitraria.
Primero es el cumplimiento de la ley. A no dudar que la obediencia a la ley es la máxima
contribución del hombre a la vida en común. Pero si una ley ordena matar, robar o difa-
mar, al tiempo que el principio rector del derecho natural —esto es en el campo de los
derechos humanos- ordena respetar la vida, la propiedad privada y la honra: ¿qué cami-
no quedará al jurista para analizar el hecho en cuestión?

IV. CONCLUSIONES
Como conclusión de este trabajo, podemos confirmar que el fiel cumplimiento de la ley
es la mayor contribución a la pervivencia del Estado de Derecho y el magistrado judicial
deberá ser asistido por este aserto, toda vez que considera y resuelve el caso particular,
a fin de llegar a la conclusión de un decisorio fundado en Derecho. También el justiciable
deberá ser un eficaz custodio de las conductas que corresponden a un ciudadano que
desarrolla su vida en función de las mandas de la Constitución y la ley.
Pero también hemos establecido que si la ley es injusta porque no abreva en las fuentes
anteriores y superiores de la ética y la base moral que sustentan a la sociedad humana,
el magistrado deberá ser, entonces, quien a través de los mecanismos que el proceso
judicial le provee, concluya con claridad y sin dilaciones, en la afirmación de la Justicia
como bien supremo al que aspira todo ser humano, en todo tiempo de la historia y en
todo lugar de la Tierra.

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Doctrina La imposición de costas en los casos del derecho del consumidor Nicolás I. Manterola

Costas - Beneficio de Justicia Gratuita - Procesal Civil y Comercial 2-junio-2021


- Defensa del Consumidora

La imposición de costas
en los casos del derecho
del consumidor
Por Nicolás I. Manterola1

MJ-DOC-15914-AR | MJD15914

Sumario: I. Sumario. II. Las costas. Concepto e imposición. II.1. Regla general: Costas
al vencido. II.2. Excepción a la regla general: Costas por su orden. II.3. Costas al ven-
cedor. II.4. Vencimiento parcial y mutuo. III. Las costas en los casos donde se discuten
derechos de consumo. III.1. Alcance del beneficio de justicia gratuita. III.2. ¿El beneficio
de justicia gratuita exime la imposición o el pago de las costas? IV. Dos casos recientes
en donde la demanda fue rechazada. IV.1. Proceso colectivo rechazado. IV.2. Proceso
individual rechazado. IV.3. Nuestra opinión.

Jurisprudencia relacionada
— Abaria Pablo Daniel c/ Mondelez Argentina S.A. s/ Daños y perjuicios incum-
plimiento contractual -
https://ar.microjuris.com/docDetail2?Idx=MJ-JU-M-132450-AR&links=MJJ132450
— Asociación por la defensa de usuarios y consumidores - ADUC- contra Banco
Itaú Argentina S.A. sobre ordinario
https://ar.microjuris.com/docDetail?Idx=MJ-JU-M-132556-AR&links=MJJ132556

I. SUMARIO
Nos proponemos echar luz sobre la imposición de costas al consumidor o quien litiga a
favor de sus derechos (como una asociación de consumidores) cuando resulta de aplica-
ción el beneficio de justicia gratuita (art. 53 y 55, ley 24.240).

1 Abogado graduado con diploma de honor (Universidad de Belgrano) y especialista en


derecho procesal civil (Universidad de Buenos Aires). Especialización en derecho procesal consti-
tucional (Universidad del Salvador, en curso). Premio a la excelencia académica (Colegio de Abo-
gados de la Ciudad de Buenos Aires). Miembro del Foro de Derecho Procesal Electrónico. Director
de la Revista de Derecho Procesal y Procesal Informático de la editorial Microjuris. Autor y coau-
tor de publicaciones y libros en el área de su especialidad.

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76 Nº 3 / Junio 2021
Doctrina La imposición de costasen los casos del derechodel consumidor Nicolás I. Manterola

Para realizar tal cometido, comentaremos dos casos judiciales que involucran derechos
del consumidor y que nos servirán de disparador. Uno de ellos fue iniciado por un con-
sumidor particular y, el otro, fue promovido por una asociación de consumidores. En
ambos casos la demanda fue rechazada, pero las costas se impusieron de forma distinta
en uno y otro caso: En un caso, las costas fueron impuestas a la actora vencida, y, en el
otro, las costas se impusieron por su orden.
Adelantamos nuestra opinión: Creemos que el consumidor goza del beneficio de justi-
cia gratuidad, el que debe ser interpretado en sentido amplio y, por ende, se encuentra
eximido del pago de todas las costas. Ahora bien, dicha eximición es sólo respecto de su
pago; por lo tanto, los jueces deben imponer las costas al consumidor, pero no puede
obligárselo a pagarlas si cuenta con el beneficio de justicia gratuita. De modo que el con-
sumidor puede ser condenado en costas, pero no deberá abonarlas mientras goce del
beneficio de justicia gratuita.

II. LAS COSTAS. CONCEPTO E IMPOSICIÓN


Las costas son todos los gastos en los que incurren las partes como consecuencia del
reclamo judicial, tanto en la instancia extrajudicial como judicial, incluyéndose también
aquellos realizados para evitar el pleito, y excluyéndose aquellos superfluos o inútiles
(art.77 CPCCN y CPCCBA).
Así, integran las costas los gastos extrajudiciales (intercambio de cartas documentos,
gastos de mediación, etc.), la tasa de justicia, los gastos producidos durante el proceso
(notificaciones, gastos de aranceles por diligenciamiento de oficios, etc.), los honorarios
de los profesionales intervinientes (abogados, peritos y demás sujetos que intervengan
en el proceso) y todo otro gasto que se produzca en ocasión del reclamo.
Durante el reclamo, ya sea extrajudicial o judicial, cada parte va sufragando sus propios
gastos, pero, luego, al terminar el juicio, se decidirá quién o quiénes deben afrontar el
pago de las costas, ya sea en todo o en parte. Si el pleito culmina con la decisión del juez,
él distribuirá las costas según el resultado de la sentencia; y, si el proceso culmina con un
acuerdo, las partes se pondrán pactarán el modo en que deben afrontar los gastos.
Planteada así la cuestión, alguna de las partes debe afrontar el pago de las costas.
Veamos entonces los diferentes modos en los cuales se pueden imponer las costas a
las partes.

II.1. REGLA GENERAL: COSTAS AL VENCIDO

La regla general está sentada en el art. 68 del CPCCN y CPCCBA, y tiene razón de ser en
el hecho de que quien gana el juicio tiene derecho a cobrar de su parte contraria (que
perdió el juicio) los gastos incurridos por su conducta, pues si ésta hubiese actuado jurí-
dicamente, los gastos no se hubieran ocasionado.

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Doctrina La imposición de costasen los casos del derechodel consumidor Nicolás I. Manterola

La regla general está basada en el hecho objetivo de la derrota, pues la parte vencida en
el juicio deberá pagar todos los gastos de la contraria, aun cuando ésta no lo hubiese
solicitado. No se trata de penar al vencido, sino de resarcir al vencedor de los gastos en
los que debió incurrir por la conducta del perdidoso.
Para aplicar esta regla general no es necesario que el vencedor lo sea respecto de todas
sus pretensiones, es decir que no se requiere que haya ganado íntegramente el juicio y
se hayan satisfecho todas sus pretensiones. Basta con que sea sustancialmente ganador
para que se aplique el principio sub examine, con independencia de los montos por los
cuales se hizo lugar la demanda o de la cantidad de pretensiones acogidas y rechazadas.
Ello, salvo que exista vencimiento parcial y mutuo, como se verá más abajo.
En tal sentido se ha dicho: «Las costas del proceso de daños y perjuicios deben imponer-
se al demandado vencido, aun cuando no hayan prosperado todos los rubros pretendi-
dos por el actor, atento al principio de reparación integral y la naturaleza resarcitoria que
revisten los gastos causídicos como parte integrante de la indemnización, sin que obste
a ello la demasía en la pretensión esgrimida, pues fue la actitud del accionado la que hizo
necesario tramitar el pleito»2.
«Debe distinguirse el caso en que la demanda prosperó por una mínima parte y la deuda
estaba debidamente documentada, de aquellos otros en los que, progresando un recla-
mo, el tribunal lo fija en una suma menor a la pretendida en la demanda; el progreso
parcial (parcial en cuanto al monto) de la acción, no le quita a la actora la calidad de ven-
cedora, y resulta imposible para la actora prever el monto exacto que determinarán los
peritos al evaluar los daños»3.

II.2. EXCEPCIÓN A LA REGLA GENERAL: COSTAS POR SU ORDEN

El propio art. 68 del CPCCN y CPCCBA, luego de establecer la regla general que acabamos
de ver, se encarga de poner una excepción: El juez podrá eximir, total o parcialmente,
al litigante vencido de afrontar las costas, siempre que encontrare mérito para ello y lo
exprese fundadamente en su pronunciamiento, bajo pena de nulidad.
En estos casos, las costas no se impondrán al vencido, sino «por su orden» (también lla-
mado «en el orden causado»). Esto quiere decir que, cuando las costas se imponen por
su orden, el vencido no pagará los gastos en los que incurrió el vencedor, pero sí, obvia-
mente, deberá afrontar sus propios gastos y los gastos comunes por mitades.
De modo que las «costas por su orden» implica que cada parte deberá pagar los gastos
en los que incurrió por su propia actuación, más la mitad de los gastos comunes (como la
tasa de justicia); y, en principio, salvo que el juez diga lo contrario, el vencido no deberá

2 Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala H - Fiore de Genovese, María c. Natural


Foods Industria Exportadora S.A. y otro - 17/12/2002 - LA LEY 2003-B, 198 - AR/JUR/3330/2002.
3 Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires - 02/12/2009 - Banco de la Pro-
vincia de Buenos Aires v. Cía.Productora de Alimentos del Sur S.A 70060969.

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Doctrina La imposición de costasen los casos del derechodel consumidor Nicolás I. Manterola

abonar los gastos incurridos por el vencedor, excepto que el juez disponga que deberá
pagar una parte de ellos.
Cabe entonces preguntarnos cuándo procede las costas por su orden.
Veamos:
Dada las particularidades del caso, o la forma en la cual se decide en la sentencia, el juez
puede no imponer las costas al litigante vencido. Para ello deben existir verdaderas razo-
nes que lo justifiquen, por ejemplo, por el cambio sobreviniente de jurisprudencia o de
normas. Por ejemplo, se puede eximir al actor vencido si el juez entiende que tuvo razo-
nes para litigar, o al demandado derrotado si se entiende que tuvo suficientes razones
para creerse con derecho para resistir la pretensión.
Pero para eximir de costas al vencido no alcanza una mera creencia de tener razón,
pues, al decir verdad, todo litigante cree tener chances de ganar el juicio4. La eximición
de costas al vencido obedece a razones verdaderamente objetivas y comprobables en la
causa. De modo que la razón para litigar, como causal de eximición de costas, resulta ser
una excepción y, por ende, de aplicación restrictiva que sólo resulta admisible frente a
las características peculiares y dificultades del caso, y siempre que se encuentre avalada
por elementos objetivos de apreciación, como una jurisprudencia dispar, de los cuales se
infiera una voluntad de litigar con razonables probabilidades de éxito.
En tal sentido, se dijo: «La eximición de costas fundada en que el vencido actuó sobre la
base de una convicción razonable acerca del derecho invocado, no se basa en la mera
creencia subjetiva del litigante, en orden a la razonabilidad de su pretensión, sino en cir-
cunstancias objetivas que demuestran la concurrencia de un justificativo»5.
De ello se sigue que puede eximirse de costas al vencido, e imponerlas por su orden,
cuando «la cuestión controvertida es compleja y existen diversidad de criterios jurispru-
denciales en la materia, pues ello pudo, razonablemente, crear en el vencido la convic-
ción de que tenía razón fundada para litigar»6.

4 Así, con acierto, se sostuvo: «La sola creencia subjetiva que pudieran tener las partes
acerca de la razón probable para litigar —en el caso para formular la excepción de incompeten-
cia— no es suficiente para eximir del pago de los accesorios a la parte que resulte vencida en
cada caso, pues es indudable que todo aquel que somete una cuestión a los tribunales de justicia
lo hace porque cree tener razón de su parte.» Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso
administrativo Federal, sala II - IPS SAIC y F c. Dirección General Impositiva s/ recurso directo de
organismo externo - 10/07/2019; AR/JUR/27312/2019.
5 Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala B - Carini, Angélica B. y otros v.
Carrefour Argentina - 08/09/2006 - 35010767.
6 Conf. CNCiv. Sala A, 5/9/2003, DJ, 2003-3-542; citado en CNCiv. Sala C, «H. J. E. C/ F. M. Y
OTROS S/ DAÑOS Y PERJUICIOS»; 7/6/2012; Cita: MJ-JU-M-74969-AR, MJJ74969

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Doctrina La imposición de costasen los casos del derechodel consumidor Nicolás I. Manterola

II.3. COSTAS AL VENCEDOR

Aunque no muy común, las costas pueden ser impuestas sólo al litigante que resulte
vencedor.
Tal situación sucede en caso de pluspetición, cuando se reúnen los requisitos exigidos
por el art. 72 del CPCCN y CPCCBA. A su vez, el art. 70 del CPCCN establece que las costas
se impondrán al actor vencedor si de los antecedentes del proceso resultare que el de-
mandado no hubiere dado motivo a la promoción del juicio y se allanare dentro del plazo
para contestar la demanda, cumpliendo su obligación.
En resumidas líneas, como explica Gozaíni7, las costas al vencedor se le imponen cuando
existe: a) allanamiento; b) demanda inútil o innecesaria; c) pluspetición inexcusable; d)
ejercicio extemporáneo de la acción.

II.4. VENCIMIENTO PARCIAL Y MUTUO

Si el resultado del pleito o incidente fuere parcialmente favorable a ambos litigantes, las
costas se compensarán o se distribuirán prudencialmente por el juez en proporción al
éxito obtenido por cada uno de ellos. Así lo dispone el art. 71 del CPCCN y del CPCCBA.
Se trata del supuesto de vencimiento parcial y mutuo, en donde no existe, con claridad,
un vencido y un vencedor, pues ambas partes ganan y pierden en paridad. Sus preten-
siones y defensas son acogidas y rechazadas de un modo en el cual ambos litigantes
quedan en pie de igualdad; tal caso sucede cuando la demanda y la reconvención son
admitidas parcialmente. También se ha sostenido que «Las costas deben distribuirse en
proporción al éxito obtenido por cada litigante —art. 71, Cód. Procesal— si el actor, pese
a haber logrado la imposición de una condena al demando, resultó vencido en una pro-
porción muy importante de su reclamo»8.
En estos casos, el juez puede distribuir prudencialmente las costas en proporción al éxito
obtenido por cada litigante. Para ello, ha dicho la jurisprudencia, no debe seguirse una
ecuación estrictamente matemática; por el contrario, el juzgador puede compensar las
costas o de distribuirlas entre los litigantes de manera prudencial.

III. LAS COSTAS EN LOS CASOS DONDE SE DISCUTEN


DERECHOS DE CONSUMO
En la órbita del derecho del consumidor, la imposición de costas no reviste diferencias a
lo estipulado en el punto anterior, pues las costas se imponen según lo que disponga el

7 GOZAINI, Osvaldo: «Costas Procesales, ed. Ediar, 2007, Tomo I.


8 Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala K - S., O. A. c. S. de S., A. M. - 29/10/2002
- DJ 2003-2, 322 - AR/JUR/5278/2002.

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Doctrina La imposición de costasen los casos del derechodel consumidor Nicolás I. Manterola

código procesal que gobierne el proceso. De modo que las costas pueden ser impuestas
tanto a la parte actora como a la parte demandada.
Empero, en los casos de consumo rige el beneficio de justicia gratuita, tanto en los pro-
cesos individuales como colectivos, así lo dispone, respectivamente, el art. 53 y 55 de la
ley 24.240.De modo que el consumidor o quien litiga en su beneficio (como una asocia-
ción de consumidores) —ya sea como actor o demandado— cuenta con el beneficio de
justicia gratuita a su favor, el que juega de modo decisivo en el tema de las costas.

III.1. ALCANCE DEL BENEFICIO DE JUSTICIA GRATUITA

Sin perjuicio de remitir, para un análisis más acabado de la cuestión, a donde analizamos
en detalle el alcance de este beneficio y su articulación con la Constitución Nacional9,
cabe resumir nuestra opinión.
Entendemos que el beneficio de justicia gratuita es un instituto propio del derecho de
consumo que tiene carácter de orden público en cuya virtud, y por imperio de la ley y
de modo automático, concede al consumidor o a la asociación de consumidores (ya sea
que asuman el rol de actor o demandado), dentro de un proceso judicial, el incidente de
pobreza contemplado en el código procesal que resulte aplicable al caso concreto y con
el alcance que dicho código y leyes locales le confieran10.
De manera que, en nuestra opinión, el beneficio de justicia gratuita remite al incidente
de pobreza de la jurisdicción (por ejemplo, al beneficio de litigiar sin gastos del CPCCN
o del CPCCBA). De esta manera se respeta la autonomía de las provincias, pues una ley
nacional no podría regular una materia procesal, como lo son las costas procesales.
Amén de nuestra opinión, lo cierto es que la jurisprudencia y la doctrina se enfrentan
en dos posiciones bien distintas: Una amplia y otra restringida. Para la amplia, el benefi-
cio exime al actor de pagar todas las costas que deba afrontar, lo que incluye la tasa de
justicia, los honorarios profesionales y todo otro gasto. Para la restringida, en cambio, el
beneficio sólo exime al actor de pagar la tasa de justicia u otro tributo local, pero no lo
exime del pago del resto de las costas. Por supuesto que, de operar la tesis restringida
en el caso concreto, el consumidor podrá solicitar un beneficio de litigar sin gastos para
esquivar el pago de las costas.
El tema parecería quedar sellado en el Anteproyecto de ley de defensa del consumidor,
que fuera elevado a los ministros de Justicia y Derechos Humanos y de Producción y Tra-
bajo el 6 de diciembre de 2018, pues se enrola en la postura amplia y, a su vez, deja a sal-

9 MANTEROLA, Nicolás I: «El regreso de los plenarios y el beneficio de justicia gratuita (art.
53 y 55 Ley 24.240).», El Derecho; 7/3/2019, ISSN 1666; 8987, N° 14.584; «La cuestión federal y el
beneficio de justicia gratuita (art. 53 y 55 LDC)», 12/11/2018, Microjuris, Cita: MJ- D0C-13750-AR,
MJD13750; «Alcance del Beneficio de Justicia Gratuita (art. 53 y 55 Ley 24.240): Una mirada cons-
titucional», Rubinzal-Culzoni Online, Cita: RC D 1139/2018.
10 MANTEROLA, Nicolás I.: «Alcance del Beneficio de Justicia Gratuita (art. 53 y 55 Ley 24.240):
Una mirada constitucional», Rubinzal-Culzoni Online, Cita: RC D 1139/2018.

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Doctrina La imposición de costasen los casos del derechodel consumidor Nicolás I. Manterola

vo la posibilidad de que exista temeridad por parte del consumidor, en cuyo caso cesará
el beneficio. El art. 168 reza: «Las acciones judiciales promovidas por consumidores en
razón de un derecho o interés individual gozarán del beneficio de justicia gratuita, que se
considera comprensivo del pago de tasa de justicia, timbrados, sellados, costas y de todo
gasto, excepto en el caso de temeridad o malicia o pluspetición inexcusable».
Lo mismo ocurre, en la Ciudad de Buenos Aires, con el reciente código procesal de la Jus-
ticia en las relaciones de consumo (ley 6407), cuyo art. 66 establece la gratuidad a favor
del consumidor o usuario, eximiéndolo del pago de la tasa de justicia, timbrados, sella-
dos, contribuciones, costas y de todo gasto que pueda irrogar el juicio.
En cambio, en la provincia de Buenos Aires, rige el art. 25 de la ley 13.133 que establece
que las actuaciones judiciales promovidas por consumidores o usuarios, individual o co-
lectivamente, de conformidad con las normas de defensa del consumidor, estarán exen-
tos del pago de tasas, contribuciones u otra imposición económica, pero nada dice de la
eximición del pago del resto de las costas. Al respecto entendemos que se ha de aplicar
la ley 24.240 de jerarquía superior para otorgar plena gratuidad al consumidor.

III.2. ¿EL BENEFICIO DE JUSTICIA GRATUITA EXIME LA IMPOSICIÓN


O EL PAGO DE LAS COSTAS?

Sea cual sea el alcance con el que interpretemos al beneficio de justicia gratuita (con
alcance amplio o restringido), lo cierto es que él sólo exime al beneficiario del pago de
las costas que pesan sobre su cabeza. De modo que el beneficio de litigiar sin gastos no
incide en la decisión judicial de imposición de costas.
Así las cosas, las costas pueden ser impuestas al consumidor (por ejemplo, por resultar
vencido o porque se imponen por su orden), pero lo que ocurre es que el interesado no
podrá ejecutar su cobro mientras el consumidor goce del beneficio de justicia gratuidad.
Al respecto, resulta ilustrador el voto de la Dra. Tevez en donde dice:
«Tal como esta Sala ya expuso en el precedente, «Consumidores Financieros Asociación
Civil p/su defensa c. Zurich Argentina Cía. de Seguros SA s/ ordinario», del 20/12/2016
la circunstancia que este tipo de acciones gocen del beneficio de justicia gratuita no es
óbice para que se exima al tribunal de expedirse respecto a quien resultó perdidoso o
ganador en el pleito. Y esto es al solo y único efecto de proceder a estimar honorarios de
los restantes actores procesales (vgr. peritos, letrado de la accionada, terceros) de acuer-
do al éxito procesal obtenido y para que, luego, estos puedan percibir su remuneración
por las tareas cumplidas y desarrolladas en el proceso en los términos y con los alcances
previstos en el art. 84 del Cpr. Y 77 del Cpr. y art. 49, 2° párrafo de la Ley 21.839. Coadyu-
vante, como fin mediato tales decisiones también podrán considerarse, entre otras va-
riables, para meritar la necesaria idoneidad de quien pretende asumir la representación
del colectivo en claro resguardo del derecho de los afectados. En tal orden de ideas, esta
Sala ya ha dicho con base normativa en el art. 161, inc. 3 y art. 163 inc. 8 del Cpr. que todo
pronunciamiento exige imposición de costas, las cuales incluso deben fijarse, aunque el

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vencedor no las requiera (conf. arg. art. 68 del Cpr.) (conf. esta Sala, «Zenobio, Marcela
A. s/pedido de quiebra por Delucchi Martín C.» del 25/09/2014). Es que una solución con-
traria —en la que nada se diga en relación a la calificación de vencido— conllevaría con-
secuencias negativas en este tipo de procesos frente a la incertidumbre, principalmente,
de los auxiliares respecto a quien será en definitiva el obligado a su pago o a la extensión
en que deberán ser soportados (conf. arg. art. 77 del Cpr.). Eventualmente, el alcance in-
terpretativo que esta Sala acuerda al beneficio previsto en el art. 55 LDC impone concluir
en el sentido que, aun mediando condena en costas, la Asociación se encontraría igual-
mente eximida de su pago (v. esta Sala, mutatis mutandi, 03/12/2013,
«Consumidores en Acción Asociación Civil c. Coviares SA s/ beneficio de litigar sin gatos»
íd. 01/09/2016, «Orozco, Sergio E. c. General Motors de Argentina SRL y otro s/sumarísi-
mo», Exp. COM35637/11, especialmente el apartado 8°; íd. 30/03/2017, «Abdala, Belén y
otros c. HSBC Bank Argentina SA s/ sumarísimo)»11.
Entonces, resumiendo, la existencia del beneficio de justicia gratuita no impacta en la
imposición de costas, sino en su pago. Por lo tanto, aun cuando el litigante cuente con el
beneficio, el juez deberá imponer las costas judiciales según los parámetros que vimos
en el punto 2; luego, el justiciable estará, o no, obligado a su pago según goce, o no, del
beneficio de justicia gratuita.

IV. DOS CASOS RECIENTES EN DONDE LA DEMANDA


FUE RECHAZADA
IV.1. PROCESO COLECTIVO RECHAZADO

En los autos «Asociación por la defensa de usuarios y consumidores —ADUC— contra


Banco Itaú Argentina S.A. sobre ordinario», del 8/4/2021, la Sala A de la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Comercial, con asiento en la Ciudad de Buenos Aires, rechazó la
demanda de la asociación actora.
La actora pretendía la devolución de la diferencia entre el valor al que el Banco de la
Nación Argentina vendía la moneda dólar —valor que la accionante sostuvo que debía
ser adoptado por las demás entidades financieras conforme la RG 3583 de la AFIP— y el
mayor valor al que el banco demandado ofrecía la misma moneda. Ello, porque entendía
que existía una comisión encubierta.
Esa pretensión fue rechazada tanto por el juez de grado como por la Cámara, porque
(i) las entidades bancarias tenían libertad para fijar el tipo de cambio que ofrecían a sus
clientes, careciendo las disposiciones dictadas por AFIP, a que hizo referencia la actora,
virtualidad para imponer un valor de venta del dólar a las entidades financieras, pues,
si bien dicho organismo es el encargado de ejecutar la política tributaria y aduanera, no
tiene competencia alguna en la actividad cambiaria, siendo el BCRA el ente competente

11 CNCom.Sala F, «Asociación por la Defensa de Usuarios y Consumidores c. Banco Finansur


S.A. s/ Beneficio de litigar sin gastos», 12/02/2019 Cita Online: AR/JUR/96/2019.

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para ello; (ii) y porque la actora no pudo acreditar que la diferencia entre lo cobrado por
el banco demandado y el BNA obedeciera a un cargo o comisión, por lo que válidamente
puede admitirse que dicha diferencia solamente dependía del valor libremente pactado,
como lo permitía el régimen cambiario y se encontraba de acuerdo con las reglamenta-
ciones del BCRA.
En lo que aquí nos interesa, el juez de grado impuso las costas a la actora vencida y, si
bien tal imposición no fue apelada por la actora para el eventual caso de confirmarse la
decisión de grado, lo cierto es que el Ministerio Público Fiscal adujo, en la instancia de
apelación, que debía regir el beneficio de justicia gratuita del art. 53 de la ley 24.240.Pero
la Cámara entendió al beneficio con un alcance limitado y, por ende, la actora vencida
deberá afrontar el pago de las costas.

IV.2. PROCESO INDIVIDUAL RECHAZADO

En los autos «Abaria Pablo Daniel c/ Mondelez Argentina SA s/ Daños y perjuicios - incum-
plimiento contractual (SI-118358)», el 23/3/2021, la Sala I de la Cámara de Apelación en lo
Civil y Comercial de Mercedes, Buenos Aires, rechazó la demanda del actor.
El actor pretendía una indemnización de los daños y perjuicios sufridos como conse-
cuencia de haber ingerido una galletita marca Manón fabricada por la accionada y que
había comprado en un quiosco. Según el actor, el 22/04/16, al dar el primer mordisco a
la galletita sintió un malestar en una pieza dental, y, forzando el alimento para retirarlo
de la boca, percibió un hilo resistente que pasaba por el centro del producto, por lo que,
con minuciosidad y sigilo logró retirarlo quedando pendiente de la mitad no mordida.
Expresó que no sólo perjudicó la pieza dental, sino que percibió un intenso malestar es-
tomacal y emocional de desagrado y disgusto, que le provocó vómitos, debido a lo cual
debió someterse a una consulta médica ya que el cuadro se intensificaba con el tiempo.
Por ello, reclamó daño punitivo ($ 500.000), daño moral ($ 270.000), y gastos por gestio-
nes extrajudiciales y judiciales ($ 30.000).
Interesa destacar que no estuvo controvertido la existencia del cuerpo extraño en la ga-
lletita, pues fue debidamente acreditado mediante prueba pericial. En primera instancia,
el juez entendió que el daño era mínimo y, por lo tanto, hizo lugar a la demanda sólo por
la suma de $1.000 en concepto de daño moral, rechazando los demás rubros. En segun-
da instancia la Cámara hizo lugar a la apelación de la demandada y, entendiendo que no
había daño alguno, rechazó la demanda íntegramente.
Pese al rechazo de la demanda, la Cámara no impuso las costas al actor vencido, sino
por su orden. Para así decidir, tuvo en cuenta que, pese al rechazo de la demanda,
«existen razones para eximir de costas a la actora perdidosa (art. 68 2do. párr. C.P.C.).
Ello así porque el art. 52 bis de la LDC es tan vago e impreciso que alienta (tienta) a los
consumidores y a sus letrados a promover demandas, aunque el daño sea inexistente,
y, ciertamente, la doctrina y jurisprudencia es muy variada y contradictoria en relación
a su interpretación».

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Doctrina La imposición de costasen los casos del derechodel consumidor Nicolás I. Manterola

De allí que la Cámara entendió que el actor tuvo razones para litigar, máxime cuando
estaba acreditado la existencia del cuerpo extraño en el producto alimenticio.

IV.3. NUESTRA OPINIÓN

Creemos que las sentencias, en cuanto deciden de modo expreso la imposición de cos-
tas, son correctas. Es que en todo juicio debe haber imposición de costas a fin de que los
profesionales sepan quienes son los deudores de sus honorarios y puedan adoptar las
medidas de cobro que correspondan.
La existencia del beneficio de justicia gratuita, en los casos del consumidor, no permite al
beneficiario esquivar una imposición de costas, pero sí su pago. Por lo tanto, en la sen-
tencia, el juez deberá imponer las costas, con total prescindencia del beneficio de justicia
gratuita. Una vez impuestas las costas, habrá que ver si resulta de aplicación el beneficio
de justicia gratuita. Si se aplica, como nosotros sostenemos que el mismo tiene un al-
cance amplio, el litigante estará eximido de afrontar su pago; si no se aplica, o, si cesa 12,
deberá abonarlas.
En suma, el juez puede condenar en costas al consumidor, pero su pago estará condicio-
nado a la existencia del beneficio de justicia gratuita del art. 53 y 55 de la ley 24.240.

12 El beneficio de justicia gratuita puede cesar, en los casos individuales, cuando el provee-
dor demuestra que el consumidor tiene solvencia suficiente para afrontar el pago de las costas
(art. 53, ley 24.240). En cambio, en nuestra opinión, en los procesos colectivos, el beneficio no
puede cesar, pues, en tales juicios, el beneficio de justicia gratuita es permanente; así se despren-
de del art. 55 de la ley 24.240 que no refiere al incidente de solvencia, como sí lo hace el art. 53.

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3 Entrevista Entrevista
La escritura de jueces y abogados: Lecciones de Ruth Bader Ginsburg

Abogados - Jueces - Escritos Judiciales

La escritura
8-junio-2021

de jueces y abogados:
Lecciones de
Ruth Bader Ginsburg1
Por Garner, Bryan A.

Traducción por Marcelo Gobbi

MJ-DOC-15994-AR | MJD15994

Sumario: Entrevista que concedió en 2010 la entonces jueza de la Corte Suprema de


los Estados Unidos Ruth Bader Ginsburg (1933-2020) al reconocido especialista en
escritura jurídica Bryan A. Garner, publicada en el número 13 de The Journal of Legal
Writing.

Bryan A. Garner: Quería preguntarle, en RBG El sistema educativo. Cuando los


primer lugar: ¿usted piensa que la abogacía jóvenes ingresan en una facultad de De-
es esencialmente una profesión literaria? recho, si no han aprendido buenas habili-
Ruth Bader Ginsburg: Pienso que debería dades de escritura hasta ese momento, es
ser una profesión literaria, y que los mejo- poco probable que las aprendan después.
res abogados ven a la profesión como un La mayoría de las facultades de Derecho
arte, además de como un oficio. Desafortu- tienen un curso de escritura jurídica, pero
nadamente, muchos abogados no aprecian no le dan mucha importancia. Los estu-
la importancia de cómo uno se expresa en diantes están abrumados con cursos más
una audiencia y, más importante aún, en exigentes y tienden a prestarle poca aten-
un escrito. ción al curso de escritura jurídica. Eso es
un problema. Las facultades, por lo menos
BAG ¿Qué explica ese fracaso habitual? las más grandes, ofrecen clases magistra-

1 N.R.: La presente entrevista se publica por gentileza de Fores que ha autorizado a repro-
ducir la misma. Traducción a cargo de Marcelo Gobbi.

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Entrevista La escritura de jueces y abogados: Lecciones de Ruth Bader Ginsburg

les, pero exigen poco al respecto en el exa- BAG Muchos observadores, como Lin-
men final. Los estudiantes no disponen de da Greenhouse, de The New York Times, la
oportunidades permanentes para escribir, considerana usted como quien mejor escri-
como idealmente deberían tener. be hoy en la Corte. ¿Trabaja duro en eso?
BAG ¿Es difícil reformar esa deficiencia RBG Si, muy duro. Reviso innumerables
académica, no? borradores. Me esfuerzo mucho, en primer
RBG Sí, lo es. Le daré un ejemplo: cuan- lugar, para escribir un voto de modo que
do yo enseñaba Derecho, como he hecho nadie tenga que leer dos veces una oración
durante diecisiete años, ponía una leyenda para entender su significado. Generalmen-
en mis exámenes que avisaba que la buena te comienzo un voto con una especie de re-
escritura contaba. sumen a la manera de una declaración de
prensa sobre de qué se trata el caso, qué
BAG Porque al llenar un bluebook2 a me-
cuestión legal debe resolverse, cómo la Cor-
nudo existe la idea de que cuanto más uno te la resuelve y por qué razón principal. De
escribe,mejor le irá. modo que si no quiere seguir leyendo, us-
RBG Sí, esa es la idea. Si produzco más pá- ted —particularmente, la prensa— tendrá
ginas, algo diré bien. Y lo cierto es que les va todo resumido. Trato de hacer eso, de em-
bien a los que tienen habilidad para detec- pezar cadavoto de esa manera. Mi atención
tar las cuestiones relevantes, estudiantes está puesta en el lector, y esos son princi-
cuyas mentes son como bengalas. Ellos ven palmente otros jueces que deberán aplicar
todo tipo de cuestiones, relevantes o irrele- nuestras decisiones como un precedente y
vantes. En esa bolsaque contiene cosas tan los abogados que deben tenerlas en cuen-
diferentes habrá algunas ideas brillantes. ta en sus escritos. De modo que trato de ser
Pero un buen abogado no vacía todos los lo más clara y concisa quepuedo. Si mi voto
restos de la cocina delante de un juez. Re- ocupa más de veinte páginas, me lamento
fina sus argumentos para encontrar el que de no haber podido hacerla más corta.
un juez puede aceptar. BAG Me gustan realmente sus párrafos
BAG ¿No es extraño que las facultades introductorios. Suele usar unas pocas ora-
de Derecho premien esta profusión de ciones, cortas oraciones, y así expresa cuál
ideas que consiste sólo en volcar todo en es el problema. Y me parecen mucho más
un cuadernillo a pesar de que, como usted claros que ese tipo de introducción en que
dice, es algo diferente, ya que se trata de se pone todo en una oración.
«destilar» unas pocas ideas? RBG Sí.
RBG Sí.
BAG ¿Cómo ha conseguido ese estilo
BAG Pero salvo que se trate de los pun- que puede cristalizar todo en una oración
tos muy relevantes, eso no es premiado en corta?
las facultades. RBG Como una consumidora de lo que los
RBG Sí, sí. jueces escriben: en mis años como litigan-

2 NT: Un bluebook es un cuadernillo en el que los estudiantes deben escribir las respuestas
a un examen.

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Entrevista La escritura de jueces y abogados: Lecciones de Ruth Bader Ginsburg

te para ACLU3, cuando leía constantemente RBG No después de que escribió Lolita,
sentencias relevantes para la demanda que un gran éxito, y se fue a Suiza a cazar mari-
estaba escribiendo; como profesora de posas.
Derecho, cuando escribía un artículo que
BAG Los jueces de la Corte Suprema
requería leer una sentencia voluminosa.
Trato de escribir un voto como los que me Douglas and Powell, lo mismo que el expre-
hubiera gustado leer cuando era profesora sidente Burger, lamentaban la mala calidad
de Derecho o abogada. de los abogados que actúan ante el tribu-
nal. ¿Comparte usted ese sentimiento?
BAG ¿Cómo empezó a cultivar sus habili-
RBG Por lo general, no lo comparto. En
dades como escritora?
esta Corte tenemos un jugador que se re-
RBG Atribuyo mi cuidado por la escritura pite, o un equipo de jugadores que se re-
a dos profesores que tuve, no en la facultad piten, que es la oficina del Procurador Ge-
de Derecho sino en mis estudios de grado en neral. Su argumentación es siempre por lo
Cornell. Uno fue un profesor de Literatura menos buena, algunas veces muy buena, a
Europea. Su nombre era Vladimir Nabokov. veces excelente.Como representa al Estado
Fue un hombre enamorado del sonido de ante la Corte, anda por aquí muy seguido.
las palabras. Me enseñó la importancia de Creo que la representación judicial de los
elegir la palabra correcta y de colocarla en estados y de las ciudades ha mejorado mu-
la posición correcta. Cambió mi manera de cho como resultado de las organizaciones
leer, y de escribir. Tuvo una enorme influen- que se han formado para ayudarlas a hacer
cia. Y tuve una especie de tutor, el profesor sus escritos. Hay una asociación nacional
Robert E. Cushman, de Derecho Constitucio- de procuradores generales de los estados,
nal. Trabajé para él como asistente de inves- y una organización similar para los aboga-
tigación. A su manera delicada, me sugirió dos de los municipios y de los condados.
que mi estilo de escritura era un poco com- De modo que la calidad de esos escritos
plicado. Aprendí a eliminar los adjetivos in- creo que hoy es mejor que la que tenían
necesarios y a acortar todo lo posible. Hasta antes de que se fundaran esas entidades
hoy creo que puedo escuchar algunas de y comenzaran a asistir a los abogados del
las cosas que decía Nabokov. Casa desola- estado.
da4 fue uno de los libros que leímos en ese
BAG ¿En qué necesitan entrenarse más
curso. Él leía en voz alta las páginas iniciales
que describían la ubicación de un tribunal los abogados litigantes, en la escritura o en
rodeado de una sugerente niebla. Esas pá- la argumentación oral?
ginas pintaban un cuadro con palabras RBG De los dos elementos de la presen-
BAG ¿Vivió Nabokov para verla a usted tación de un caso, el escrito es siempre más
convertida en jueza? importante. Es donde nosotros comenza-
mos, y adonde volvemos. La argumenta-
RBG No. ción oral es fugaz y muy concentrada, ape-
BAG ¿Estuvo en contacto con él después nas media hora tiene cada parte. Es una
de dejar Cornell? conversación entre la Corte y el abogado.

3 NT: ACLU es la sigla de American Association of Civil Rights.


4 NT: novela de Charles Dickens.

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Entrevista La escritura de jueces y abogados: Lecciones de Ruth Bader Ginsburg

Da al abogado la oportunidad de encon- crupulosamente sincero en describir lo que


trarse con quienes van a tomar la decisión, el tribunal inferior ha resuelto?
de intentar una respuesta a las preguntas RBG Nunca es un problema con el Pro-
que complican a los jueces. De modo que
curador General. Incluso si yo no comparto
las audiencias son importantes, pero mu-
el argumento, sé que el recurso citará las
cho menos que los escritos.
fuentes con sinceridad. Eso es muy impor-
BAG ¿Cuáles serían los dos consejos prin- tante. Sé que puedo confiar en un escrito
cipales que usted daría a quienes hacen es- del Procurador General. Especialmente en
critos? una corte como la nuestra, o en cualquier
RBG Primero, que sean escrupulosamen- tribunal federal de apelación, un abogado
te sinceros, porque si el autor de un escrito que tuerza las citas será descubierto. Es-
va a torcer el sentido de una fuente o citar- tán todos esos secretarios cuya función es
la mal y el juez lo descubre esa vez, todo el detectar exageraciones o falsedades. En-
resto del escrito perderá credibilidad. Y los tonces, sinceramente, pienso que esa es la
abogados deberían recordar que la mayo- regla número uno.
ría de nosotros nolee en primer término sus BAG En una conferencia que dio hace
escritos. Lo primero que leemos en la sen- poco usted desdeñó la «prueba de tres
tencia que estamos revisando. Si usted lee patas»5. ¿Qué les encuentra de malo?
una sentencia y después descubre que un RBG Bueno, las pruebas de tres o de dos
abogado la está calificando de una manera
«patas» son, pienso, una pista de que por
incorrecta, no le tendremos mucha pacien-
debajo seesconde el trabajo de un secreta-
cia a ese abogado. Mi otro consejo es que
rio: tres patas, cuatro patas, ese es un len-
no es necesario llenar todo el espacio de
guaje de revista jurídica, y a veces no tiene
que se dispone. Para los recursos iniciales
sentido. Da la falsa seguridad de que usted
nosotros permitimos cincuenta páginas. En
tiene que recitar una cierta letanía en uno,
algunos casos particularmente complejos
dos tres o cuatro pasos. Pero muchas veces
puede ser difícil decir lo que usted quiere
la decisión se toma por otras razones y se
en cincuenta páginas. Pero en los asuntos
hace coincidir con las patas.
en que está en juego una sola cuestión, la
mayoría de los argumentos puede expre- BAG En un artículo que usted escribió
sarse en veinte o treinta páginas. Los abo- más o menos hace una década en la Geor-
gados pareciera que no pueden renunciar getown Law Journal dijo que las revistas ju-
al espacio adicional, y entonces llenan el rídicas están escritas en un idioma que los
escrito innecesariamente, sin darse cuenta jueces y abogados comunes no entienden.
de que el cansancio visual e incluso la irri- ¿Por qué eso es malo para el mundo acadé-
tación serán la respuesta que obtengan por mico?
haber hecho un escrito innecesariamente RBG Si usted quiere escribir una pieza fi-
largo. losófica, está bien. Pero si usted está tra-
BAG ¿Cuán frecuente es el primer pro- tando de escribir para un abogado o para
blema que usted menciona, el de no ser es- un juez como su consumidor, si usted está

5 NT: Se denomina así (three-prong tests) a la exigencia de que alguna medida deba cumplir
con tres requisitos. Por ejemplo, para que el ejercicio de la fuerza por la policía se considere lícito.

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Entrevista La escritura de jueces y abogados: Lecciones de Ruth Bader Ginsburg

analizando jurisprudencia o una ley usted actúa de ese modo, y por eso su legislación
está tratando de identificar sus elementos, es más profesional que la nuestra.
usted quiere ser claro. Usted no quiere ac- BAG ¿Usted sigue aprendiendo cosas so-
tuar en un alto nivel filosófico. Los jueces no bre la escritura?
van a leer esos artículos, porque no tienen
RBG Oh, sí. Acabo de leer un refinado ar-
el tiempo para penetrar en ellos.
tículo del juez Leval del Segundo Circuito.
BAG ¿La balanza se ha inclinado dema-
Fue su conferencia Madison en NYU.Es so-
siado en favor de ese tipo de argumenta- bre la distinción entre holding and dictum
ción filosóficadifícil de entender? y sobre cuán peligroso es ser impreciso al
RBG Hay todavía mucha buena escritura. usar la palabra hold. Está deliciosamente
Por ejemplo, en mi propia materia (yo ense- escrito y con toda seguridad voy a prestar
ñé procedimiento civil) si yo veo un artículo atención a lo que explica el juez Leval. Siem-
de, digamos, David Shapiro, es una bendi- pre estoy aprendiendo sobre escritura. Leo
ción porque es muy brillante y muy claro, y admiro la escritura de alguien y digo: «esa
enormemente útil. es una buena forma de decir algo. Lo voy a
recordar y usar».
BAG Usted admiraba mucho el estilo de
BAG ¿Ha habido escritores fuera del
Charles Alan Wright.
mundo jurídico que han influido en su esti-
RBG Sí, sí. lo, aparte de sus propios profesores Cush-
BAG ¿Qué le gustaba tanto de su estilo? man y Nabokov?
RBG Por empezar, era claro. Era asertivo. RBG No puedo decir que haya una rela-
No tenía miedo de afirmar algo de mane- ción directa entre las novelas de Jane Aus-
ra directa. No sentía necesidad de calificar ten y mi escritura. O las de Tolstoy.
las cosas con expresiones como «bueno, BAG Hablemos un momento sobre Jane
tal vez esté equivocado, pero...». Y tenía un Austen. ¿Qué admira de sus novelas?
maravilloso sentido del humor indirecto. RBG Lo que pinta con las palabras. No
BAG ¿Eso se ve en su tratado y en su ma- es realmente la trama lo que cuenta —hay
nual? algo similaren todas— pero ella es como un
pintor con su pluma.
RBG Sí, sí, eso creo.
BAG ¿Qué hay de Tolstoy?
BAG Alguna vez usted hizo referencia a
las leyes «densas». ¿Es inevitable la den- RBG Es muy fuerte; es un escritor fuerte.
sidad en la redacción de las leyes o hay un En eso contrasta con Jane Austen. Recuerdo
mejor camino? la primera vez que leí La guerra y la paz. Yo
tenía dieciséis años y no podía dejar el libro.
RBG Bueno, puede ser que demasiada
BAG ¿De modo que sus lecturas extracu-
cocción arruine el caldo, porque algunos
proyectos de ley terminan siendo empar- rriculares son principalmente los clásicos?
chados por grupos de interés de todo tipo. RBG Son algo eclécticas. Principalmente
Hay sistemas legales que tienen expertos sigo las sugerencias de mi esposo. Él es un
que redactan las leyes según las instruccio- lector voraz y sabe qué poco tiempo tengo,
nes que le da el parlamento. Sé que Suecia de modo que me dice «este es realmente

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Entrevista La escritura de jueces y abogados: Lecciones de Ruth Bader Ginsburg

bueno; a este lo vas a disfrutar». El proble- RBG Toda profesión tiene la suya. Los so-
ma es cuando leo un buen libro quiero se-ciólogos tienen un montón de palabras lla-
guir con él. Pero sé que tengo que dejarlo
mativas, y algunos creen que eso los eleva
y volver a los no tan agradables escritos ju-
a un plano superior. No lo puedo soportar.
diciales. Tampoco me gustael latín jurídico. Si usted
BAG Hay un problema si eso es todo lo puede decirlo en inglés simple, debería ha-
que leen los jueces... cerlo.

RBG Sí. BAG ¿Ve un problema en que las profe-


siones desarrollen su propio lenguaje?
BAG ... que le infectan un poquito su es-
RBG Si usted quiere comunicarse con el
tilo? Tiene usted que inocular su estilo con-
público, no necesita hacer eso. Ha habido
tra alguno de esos malos hábitos que ve en
movimientos para usar el inglés simple en
los escritos.
contratos y testamentos. Esos movimientos
RBG Bueno, una necesita descansar de tiendena comenzar con gran entusiasmo y
los escritos. No hay duda de que es impo- después pareciera que se desvanecen.
sible vivir bajo una dieta estricta sólo de BAG ¿Cree que sería bueno que los abo-
eso. Entonces mi respiro es, por ejemplo,
gados trataran de usar más el idioma sim-
la Ópera Nacional de Washington, sea que
ple?
haya una función o un ensayo con vestua-
rio. Y también tenemos nuestros descan- RBG Pienso que sería una muy buena
sos en la Corte. Tenemos musicales cada idea, sí.
año. De hecho, este año tendremos dos. Y, BAG ¿Cómo afectaría eso a la profesión
sí, ¿qué hay de malo en eso? Puro trabajo jurídica?
y nada de diversión transforman a un juez
RBG Por un lado, tendría usted docu-
en una persona tonta.
mentos muchos más cortos que los que
BAG Si excluimos a los jueces actuales, tenemos. Por otro lado, el público enten-
¿quiénes, en su opinión, fueron en todos dería más lo que hacen los abogados, lo
los tiempos los que mejor han escrito en la que hacen los jueces. Podrían entenderlo
Corte Suprema? incluso leyendo una sentencia o un escrito
RBG Si pudiéramos arrancar desde John en lugar de recibirlo filtrado por la lente de
Marshall, probablemente el mejor escritor un periodista.
haya sido Holmes. En tiempos más recien- BAG ¿Debería importarles a los jueces de
tes, el vicepresidente Harlan, porque puso todos los niveles que la gente común en-
todas las bases. Usted puede coincidir con tendiera sus sentencias?
él o disentir, pero conoce su razonamiento. RBG Sí, con esta aclaración: su primer pú-
Nada está escondido debajo de la alfombra. blico, si usted es un juez de apelación, está
BAG Brandeis fue un refinado pensador formado por otro juez y por los abogados.
y y escritor. Y después de todo, bueno, lo que lo llamo
mis introduccionesdel tipo «declaración de
RBG Oh, sí, fue un refinado escritor.
prensa» están dirigidas al público general.
BAG ¿Cuál es su visión de la jerga legal? Yo tengo la esperanza de que, en la mayo-

Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático


Nº 3 / Junio 2021
91
Entrevista La escritura de jueces y abogados: Lecciones de Ruth Bader Ginsburg

ría de los casos, lo que escribo sea suficien- RBG Sí.


temente claro para una audiencia de legos.
BAG ¿Cuál es la parte más importante del
BAG Pero debe haber una manera de sa- escrito, según su punto de vista?
tisfacer a los expertos —a abogados, jueces
RBG Si usted representa al actor, antici-
y profesores de Derecho— y al mismo tiem-
po hacerlo eso accesible al público general. parse a lo que es probable que responda el
demandado y tratar eso. Hacerlo parte de
RBG Sí, pero en algunas partes de las sen- su argumentación principal. Usted conoce
tencias usted realmente no puede lograrlo. los puntos vulnerables de su posición, de
Si usted está tratando de explicar los deta- modo que ocúpese de ellos. No espere a la
lles de, digamos, un artículo de la ley ERI- contestación; sólo incorpore a su demanda
SA6, no hay manera en que usted pueda ha- lo que usted cree que habrá en la respuesta.
cer eso claro para los que no son abogados. Y en la contestación, pienso que el principal
BAG ¿Qué tipo de cosas de las que no he- peligro es que termine siendo una lista de
mos hablado usualmente la irritan por lo negaciones: «el actor dice tal cosa pero eso
general enlos escritos? no es así». Una lista de negaciones realmen-
te no sirve. Cuando escribía escritos, yo tra-
RBG Primero, la longitud excesiva. Se-
taba de redactarlos antes de conocer el es-
gundo, bueno, ya he hablado de la falta de
crito de la otra parte porque no quería caer
sinceridad en los escritos. Oh..., algo más:
en esa trampa. Entonces yo expresaba mi
es innecesario para expresar su punto de-
posición afirmativamente y después usaba,
nigrar al juez que dictó la sentencia que
principalmente, notas al pie para contestar
usted quiere que se revoque. Tampoco es
los puntos de la otra parte.
necesario decir algo desagradable o hacer
comentarios burlones sobre el escrito de BAG ¿Está tan convencida, como para ha-
la contraparte. Esas son sólo distracciones. cer una recomendación general, de que la
Usted debería intentar que el juez se con- parte que no apeló debe escribir su posi-
venza por el poder de su razonamiento y ción de manera afirmativa? ¿Hacer un bo-
no por la denigración de la otra parte. rrador incluso antes de conocer lo que va a
BAG ¿No le parece que los abogados de decir el que apeló?
todas partes han oído que los ataques ad RBG Sí, creo que es una muy, muy bue-
hominem no funcionan, pero que piensan na idea porque, como he dicho, el principal
«bueno, este caso es una excepción, tengo peligro escaer en un tono negativo median-
que hacer que los jueces entiendan lo mal- te la repetición constante de negaciones.
vada que es la otra parte?» BAG ¿Cuáles serían sus dos recomendacio-
RBG Si la otra parte es verdaderamente nes más importantes para alegatos orales?
malvada, los jueces son lo suficientemente RBG Primero, entender que una audien-
listos para entenderlo; no necesitan la ayu- cia no es una ocasión para para hacer dis-
da del abogado. cursos, no en una corte como esta. Tam-
BAG De modo que en eso es mejor ser poco lo era en el tribunal de apelación de
desapasionado. Washington, DC. Son tribunales calientes,

6 NT: la ley norteamericana sobre jubilaciones.

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92 Nº 3 / Junio 2021
Entrevista La escritura de jueces y abogados: Lecciones de Ruth Bader Ginsburg

los jueces están preparados para la esgri- BAG ¿Cree que los abogados tienen la
ma, y a usted le irá mejor si se concentra en obligación profesional de convertirse en
aquello sobre lo que le preguntan en lugar los mejores escritores que puedan ser?
de recibir las preguntas como algo que lo
RBG Sí, ciertamente pienso eso. Para sus
distrae de la conferencia que tenía prepara-
da. En muchos sistemas judiciales los abo- clientes y también porque un abogado es
gados dan conferencias —hacen grandes un profesional entrenado que tiene una
alegatos— y cuando los jueces de otros paí- obligación, pienso, de servir al público.
ses que siguen el modelo del Derecho Civil Cuanto más efectivo sea al hablar y escri-
vienen aquí se sorprenden de que nosotros bir, mejor profesional será
interrumpamos al abogado. Ellos se sientan BAG Jueza Ginsburg, muchas gracias por
con cara de piedra, escuchan lo que dice el su tiempo
abogado y después hacen lo que quieren. RBG Fue un placer.
Yo como litigante preferiría tener un tri-
bunal activo para saber lo que pasa por la
mente de los jueces.

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Nº 3 / Junio 2021
93
4 Podcast

5
CUATRO CLAVES PARA LA TRANSFORMACIÓN
DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Por Pablo Artega

https://ar.microjuris.com/docDetail2?Idx=MJN118336

EL EXPEDIENTE ELECTRÓNICO JUDICIAL


EN LA PROVINCIA DEL CHACO
Por Sebastián G. Onocko

https://ar.microjuris.com/docDetail2?Idx=MJN118337
5
Jurisprudencia Jurisprudencia

Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Morón - Sala II

Contestación de la Demanda - Preclusión -


I. R. E. c/ C. J. A. | alimentos

23-marzo-2021

Audiencia Ante el Tribunal - Alimentos de Hijos Menores

I. R. E. c/ C. J. A. | alimentos

MJ-JU-M-131281-AR | MJJ131281

Si bien en el proceso de alimentos podría admitirse la contestación de de-


manda, resulta extemporánea la presentada luego de la audiencia prevista por el
art. 636 del CPCC.

Sumario:
1.-Corresponde confirmar la sentencia en cuanto tuvo por no contestada la
demanda de alimentos, pues en la audiencia virtual celebrada el demandado
y su letrada no plantearon absolutamente nada en cuanto a la contestación de
demanda y prestaron conformidad, muy claramente, con el cierre del acto,
con lo cual no pueden, después, sostener alguna irregularidad en ese sentido
en pos de lograr una extensión del plazo que tenían para hacerlo(que incluso
podían haber contestado antes de la audiencia).
2.-Antes de la audiencia el demandado tuvo tiempo más que suficiente para
contestar demanda, incluso teniendo en cuenta que la audiencia se fue pos-
tergando y más aún en la advertencia de que la misma sería recepcionada
de manera no presencial; obviamente, y no obstante la su carácter remoto,
también pudo haberlo hecho durante la misma, enviando ese mismo día la
presentación electrónica pertinente, si era el caso de adjuntar documental.
3.-Se traen una serie de cuestiones vinculadas con la dinámica de la audiencia
y especialmente con las interrupciones en la imagen y el sonido, pero habien-
do visualizado el video respectivo no se advierten mayores complicaciones en
ese sentido; solamente se advierte que el demandado indica, en un momento
puntual, que no se escucha correctamente,pero es solo un momento.

Con fecha 23 de Marzo de 2021, celebrando Acuerdo telemático en los términos de los
arts. 5,7 y 8 de la Ac. 3975 de la SCBA -teniendo en cuenta lo dispuesto por el art. 1º apar-

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Nº 3 / Junio 2021
95
Jurisprudencia I. R. E. c/ C. J. A. | alimentos

tado b.1.1. de la Res. 10/2020, 7 de la Res. 14/2020 y 4 a.2. y b de la Res. 18/2020 como
así también el hecho de encontrarse los suscriptos incluidos dentro de las previsiones de
la Res. 165/2020, todas de la SCBA- los Señores Jueces de la Excma. Cámara de Apelación
en lo Civil y Comercial, del Departamento Judicial de Morón, Doctores José Luis Gallo y
Roberto Camilo Jorda, con la presencia virtual del Sr. Secretario, Dr. Gabriel Hernán Qua-
dri y utilizando para suscribir remotamente la presente sus certificados de firma digital,
almacenados en los dispositivos que han sido conectados -para este acto por el personal
de guardia en los equiposinformáticos obrantes en la sede del tribunal (Morón, Provincia
de Buenos Aires), para pronunciar sentencia definitiva en los autos caratulados: “I. R. E.
C/ C. J. A. S/ ALIMENTOS” Causa Nº MO-2753-2020 , habiéndose practicado el sorteo per-
tinente —arts. 168 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires— resultó que debía
observarse el siguiente orden:JORDA-GALLO, resolviéndose plantear y votar la siguiente:
CUESTION
¿Es ajustada a derecho la resolución apelada?
VOTACION
A LA CUESTION PROPUESTA EL SEÑOR JUEZ DOCTOR JORDA, dijo:
1) Contra la providencia de fecha 26 de Noviembre de 2020, se alzó la parte demanda
interponiendo recurso de apelación, el cual fue concedido en relación y se fundó con el
escritode fecha 3 de Diciembre de 2020, replicado con fecha 11 de Diciembre de 2020 por
la actora ycon fecha 5 de Enero de 2021 por la Asesoría.
A los términos de la fundamentación, y sus réplicas, cabe remitirse, en homenaje a la
brevedad. Con fecha 25 de Febrero de 2021, se llamaron “autos” procediéndose luego al
sorteodel orden de estudio y votación. 2) Sentado ello, y a fin de dar respuesta a la cues-
tión planteada, cabe recordar que el art. 640 del CPCC, al regular la “Intervención de la
parte demandada” en el proceso de alimentos, determina que “en la audiencia prevista
en el artículo 636°, el demandado, para demostrar la falta de título o derecho de quien
pretende los alimentos, así como la situación patrimonial propia o de la parte actora sólo
podrá: 1°) Acompañar prueba instrumental. 2°) Solicitar informes cuyo diligenciamiento
no podrá postergar, en ningún caso, el plazo fijado en el artículo 641°. El Juez al senten-
ciar valorará esas pruebas para determinar el monto de la pensión, o para denegarla, en
su caso”. De estemodo, queda en claro cual es la oportunidad indicada por la ley procesal
para que el demandado ejerza su defensa y ofrezca prueba. Será en la audiencia indica-
da, aunque también se ha admitido la posibilidad de contestar demanda, pero siempre
haciéndolo con anterioridad a dicha ocasión. La jurisprudencia ha sostenido que dicha
contestación debe ser efectuada verbalmente o mediante una presentación escrita en el
marco de la audiencia preliminar convocada en los términos del art. 636 del CPCC, o de
la que se celebre posteriormente “sólo para el caso en que la primera se haya frustrado
ante la incomparecenciade una de las partes en conflicto”, o aún con anterioridad a la ce-
lebración de la audiencia.
Y ello así, en aras de adecuar su ejercicio al trámite previsto por el propio Código de rito lo-
cal yno introducir un elemento dilatorio, respetando la brevedad que exige la satisfacción

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96 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia I. R. E. c/ C. J. A. | alimentos

de necesidades que, atento la naturaleza de la pretensión esgrimida, revisten carácter


asistencial (C. Civ. y Com. Azul, sala 1ª, 26/4/2012, “G. y F. M. N. v. G., J. E.s/ Alimentos”).
Así, se ha dicho que si bien en el proceso de alimentos podría admitirse la contes-
tación de demanda, resulta extemporánea la presentada luego de la audiencia prevista
por el art. 636 del CPCC (C.Civ. y Com. Trenque Lauquen, 19/11/2013, “G. N. M. v. H. O. A.
s/Alimentos”). De este modo lo que no corresponde, desde mi punto de vista, es posibili-
tar una actuación tardía, o posteriora dicha ocasión. Al respecto es necesario recordar
que esta Sala ha señalado (causa N° 43.489 R.S.: 75/01) que a partir de las enseñanzas
de Chiovenda, que han recogido los procesalistas posteriores, la preclusión se concibe
como la pérdida, extinción o consumación de una facultad procesal, y se generan tres
situaciones diferentes.
En primer lugar, por no haberse observado el orden señalado por la ley para su ejercicio,
es decir en aquellos casos en que la preclusión es la consecuencia del transcurso infruc-
tuoso delos términos procesales; se provoca también la preclusión por haber cumplido
la parte una actividad incompatible con la actuación de otra facultad que la antecede, lo
que supone el no ejercicio de ésta; y por último, acaece también la preclusión por consu-
mación, al haberse ejercido ya una vez válidamente la facultad de que se trata (ver esta
Sala en causa n° 47.842 R.S. 519/02).
También este Tribunal en materia de preclusión ha argumentado que: “La preclusión,
que consiste en la perdida de una facultad procesal por haberse llegado a los límites
fijados por la ley para su ejercicio, nace cuando media conocimiento y silencio, y opera
como un impedimento o una imposibilidad de reeditar las cuestiones que ya han sido
objeto de tratamiento y resolución anterior (.)” (CAUSA n° 41707, RSD-32-00). El superior
Tribunal provincial ha definido a la preclusión procesal como “un instituto que garantiza
uno de los principios que debe privar en toda causa judicial, esto es, la seguridad y con-
siste en le pérdida de una facultad procesal por haberse llegado a los límites fijados por
la ley para su ejercicio” (Ac. 73412 S 22-11-2000, “Boschetti, Rubén Darío c/Mario Medida
Construcciones y/o Medina, Mario s/Cobro de pesos y daños”). Esto se articula, incluso,
con el principio de perentoriedad de los plazos procesales. Preceptúa el artículo 155 del
C.P.C.C. que los plazos legales o judiciales son perentorios, salvo acuerdo de las partes
establecido por escrito en el expediente, con relación a actos procesales específicamente
determinados.
El efecto propio de tal perentoriedad es la pérdida irrevisible del derecho que se haya deja-
do deejercer dentro del término sin necesidad de declaración judicial ni petición alguna de
parte, siendo característica —entonces— de la perentoriedad, que el mero vencimiento
del plazodetermina la caducidad de derecho (esta Sala en causa nro. 51.386 R.S. 383/05;
entre otras) Así entonces, y si el demandado no ejerció su derecho de defensa ni antes
ni durante la audiencia fijada, no corresponde —a mi modo de ver— que se le permita
hacerlo después de ella.Tal es la orientación que adoptamos en la causa Nº IZ-549-2020
R.S.: 391/2020. Así se observa que, antes de la audiencia, el demandado tuvo tiempo mas
que suficiente para contestar demanda, incluso teniendo en cuenta que la audiencia se
fue postergando y mas aun en la advertencia de que la misma sería recepcionada de
manera no presencial. Obviamente, y no obstante la su carácter remoto, también pudo

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Nº 3 / Junio 2021
97
Jurisprudencia I. R. E. c/ C. J. A. | alimentos

haberlo hecho durante la misma, enviando ese mismo día la presentación electrónica
pertinente, si era el caso de adjuntar documental. Pero no lo hizo. La interpretación de
que tendría cinco días mas, solo parte de su parecer subjetivo y no de ningún elemento
objetivo de las presentesactuaciones. Ahora bien, aquí —en el memorial— se sostienen
una serie de cuestiones vinculadas con la audiencia en cuestión.
Lo primero que destaco es que el planteo de nulidad por ausencia de la magistrada en
ella, no puede prosperar, desde que con fecha 7 de Septiembre de 2020 se indicó que
la audiencia sería recepcionada por la Consejera y nada se dijo (art. 170 del CPCC); por lo
demás, tampoco surge que se hubiera peticionado la presencia (siquiera virtual) de la
Sra. Jueza de Grado (art. 34 inc. 1 CPCC). Amén de ello, un eventual planteo de nulidad de
la audiencia debía canalizarse vía incidente (art. 172 CPCC), a promoverse dentro de los
cinco días de celebrada (art. 170 cit.) y no en el ámbito de un recurso de apelación, pues
el art. 253 del CPCC (recursode apelación subsumido en el de nulidad) aprehende solo el
supuesto de nulidad de la resolución apelada, por defectos inherentes a la misma y no el
de actos procesales anteriores.
Por lo demás, vemos que se traen una serie de cuestiones vinculadas con la dinámica de
la audiencia y especialmente con las interrupciones en la imagen y el sonido.
Destaco, al respecto, que habiendo visualizado el video respectivo alojado en https://
web.microsoftstream.com/video/9db70c25-c0e3-49e0-93a3-0654a90f 65b3, el cual dura
3:39 minutos, no se advierten mayores complicaciones en ese sentido.
Solamente se advierte que el demandado indica, en un momento puntual, que no se
escucha correctamente (“se corta”, minuto 1:17), pero es solo un momento. Tanto a la
Consejera, comoa la actora y a su letrada, se las ve y escucha perfectamente; del mismo
modo, al demandadoy a su letrada en los demás segmentos de la grabación.
Aclarando que la grabación no comprende toda la audiencia sino solo su parte final (lo
cual es lógico, en tanto se trataba de una audiencia conciliatoria, art - 636 CPCC). Y aquí
lo fundamental: si algo tenían para plantear el demandado o su letrada, en cuanto a la
posibilidadde contestar demanda, ese era el momento de hacerlo. Es decir, si pretendían
una prórroga, suspensión, interrupción de plazos (basado en alguna situación de fuerza
mayor informática, art. 157 del CPCC) ese era el momento de hacerlo.
Y en tal contexto, si lo pedían, podía darse la discusión relativa a si el problema les era,
o no, atribuible a ellos. No olvidemos que, de acuerdo con lo indicado en la Res. 816/20,
existen cargas que pesan sobre las partes y sus letrados (arts. 2 y 6); por cierto, el contar
con una adecuada conectividad es una de ellas.
De hecho, el reglamento contempla los problemas de conectividad, pero so lo para aque-
llos casos en que no se pueda continuar la audiencia. Pero, volviendo a la audiencia de
autos, vemos que el demandado y su letrada no plantean absolutamente nada en cuanto
a la contestación de demanda y se presta conformidad, muy claramente, con el cierre del
acto. Con lo cual no pueden, después, venir a sostener alguna irregularidad en ese sen-
tido en pos de lograr una extensión del plazo que tenían para contestar la demanda (que
incluso podían habercontestado antes de la audiencia). En tal contexto, y sumado a ello

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98 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia I. R. E. c/ C. J. A. | alimentos

—por si fuera poco— lo prescripto por el art. 270 del CPCC, la prueba que se introduce en
el memorial es totalmente improcedente. Consecuentemente, y por lo que se lleva dicho,
deberá confirmarse la resolución apelada en todo cuanto ha sido materia de agravio, con
costas al recurrente (art. 68del CPCC).
Lo dicho me lleva a votar en la cuestión propuesta por LA AFIRMATIVA A la misma cues-
tión, el Señor Juez Doctor GALLO por iguales consideraciones y fundamentos a los ex-
puestos precedentemente, adhiere votando en el mismo sentido que el Doctor JORDA.
Con lo que terminó el Acuerdo, dictándose la siguiente:
SENTENCIA
AUTOS Y VISTOS:
CONSIDERANDO:
Conforme al resultado obtenido en la votación que instruye el Acuerdo queantecede, SE
CONFIRMA la resolución apelada en todo cuanto ha sido materia de agravio. Costas de
Alzada, al recurrente (art. 68 del CPCC).
REGISTRESE. NOTIFIQUESE EN LOS TERMINOS DEL Ac. 3991, MEDIANTE RESOLUCION AU-
TONOTIFICABLE A LOS DOMICILIOS CONSTITUIDOS POR LAS PARTES.
JORDÁ Roberto Camilo - JUEZ
GALLO José Luis - JUEZ
QUADRI Gabriel Hernan - SECRETARIO DE CÁMARA

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Nº 3 / Junio 2021
99
Jurisprudencia Muiño Vigo Carlos Alberto c/ Galazino Carlos Fabián y otros Beneficio de litigar sin gastos

Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial - Sala: A 9-marzo-2021

Beneficio de Litigar Sin Gastos - Prueba de Testigos -


Expediente Electrónico - Digitalización de Documentos -
Copias - Intimación al Cumplimiento

Muiño Vigo Carlos Alberto c/ Galazino Carlos Fabián y otros


Beneficio de litigar sin gastos

MJ-JU-M-132392-AR | MJJ132392

Si la actora incumplió la intimación que le fue cursada para presentar copia digital
de las testimoniales ofrecidas con el escrito de inicio, debe tenérselas por no pre-
sentadas.

Sumario:
1.-Es procedente confirmar la resolución en la cual el juez de primera ins-
tancia hizo efectivo el apercibimiento previsto en la Acordada Nº 3/2015 de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación y tuvo por no presentadas las declara-
ciones testimoniales acompañadas con el escrito de inicio del beneficio de li-
tigar sin gastos porque más allá de las diversas interpretaciones que pudieran
efectuarse sobre las disposiciones de la Acordada referida en lo que concierne
a la materia bajo examen, no puede desatenderse que en este caso concreto,
el magistrado de grado intimó al apelante para que subiera copia digital de las
declaraciones testimoniales ofrecidas con el escrito de inicio ‘bajo apercibi-
miento de ley’, y dicha intimación no fue cumplida.

Buenos Aires, 9 de marzo de 2021.-


Y VISTOS:
1.) Apeló el actor el decreto dictado el 18.12.2020, donde el juez de grado hizo efectivo el
apercibimiento previsto en la Acordada CSJN 3/15 y tuvo por no presentadas las declara-
ciones testimoniales acompañadas con el escrito de inicio.
Los fundamentos del recurso fueron desarrollados en el escrito digital presentado con
fecha 09.02.2021, siendo contestados el 10.02.2021.
2.) El apelante alegó que si bien las copias electrónicas no fueron incorporadas al Sistema
de Gestión Judicial, la oportunidad procesal de la demandada para manifestarse sobre la
cuestión ya había vencido, toda vez que nada dijo sobre el particular en la oportunidad

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100 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia Muiño Vigo Carlos Alberto c/ Galazino Carlos Fabián y otrosBeneficio de litigar sin gastos

prevista en el art. 80 CPCCN. Hizo hincapié en que el Representante del Fisco tampoco
efectuó observación alguna con relación a las copias digitales de las declaraciones testi-
moniales.
Agregó que la Acordada CSJN 3/15 hace referencia a los “escritos”, pero a las “copias”, a
las que, en definitiva, podía accederse desde el expediente físico, que a la fecha en que
fue iniciado este trámite, no tenía restricciones para su consulta.
3.) Del examen de las constancias digitales obrantes en autos, realizada a través del Sis-
tema de Gestión Judicial, se desprende que el actor promovió este beneficio de litigar sin
gastos con fecha 23.04.2019.
El 15.10.2020 se proveyeron las pruebas ofrecidas por ambas partes y, en lo que aquí
interesa, se tuvo por cumplida la prueba testimonial ofrecida por la actora en el escrito
de inicio con las constancias de fs.8/10 del expediente físico.
Luego, la parte demandada, en el escrito digital de fecha 06.11.2020, puso de manifiesto
que las declaraciones de los testigos ofrecidos por la accionante no se encontraban digi-
talizadas, por lo que solicitó que se la intimara a tal efecto.
En la misma fecha, el juez de grado intimó a la parte actora a fin de que dentro de los
dos (2) días de notificada ingresara al Sistema de Gestión Lex 100 copia digital de las
declaraciones testimoniales y documentación presentada con el escrito de inicio, bajo
apercibimiento de ley.
La aquí apelante se notificó de la intimación el mismo 06.11.2020 (CE 20000075165), ha-
ciéndose efectivo el apercibimiento objeto del recurso bajo examen el 18.12.2020 (desis-
timiento de la prueba testimonial oportunamente ofrecida).
4.) Pues bien, la disposición reglamentaria dictada por la CSJN dispone que será obliga-
torio el ingreso de copias digitales dentro de las 24 horas de presentación del escrito
en soporte papel (punto 5 de la Ac. 3/15). Agrega que el ingreso oportuno de las copias
digitales eximirá de presentar copias en papel en todos los supuestos en los que la legis-
lación de que se trate imponga tal deber y su incumplimiento acarreará el apercibimiento
que allí establece.
En el ámbito de esta jurisdicción, “la legislación de que se trate” es el Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación, que en su art. 120 dispone que de todo escrito de que deba
darse traslado y de sus contestaciones, de los que tengan por objeto ofrecer prueba, pro-
mover incidentes y de los documentos con ellos agregados, deberán acompañarse tan-
tas copias firmadas como partes intervengan. Dicha norma también establece que debe
exigirse su cumplimiento dentro de los dos (2) días siguientes a los de la notificación, por
ministerio de la ley, de dicha providencia. Cumplido tal plazo y no adjuntadas las copias,
la disposición ritual dispone —como apercibimiento— que se tendrá por no presentado
el escrito o el documento según el caso, y se devolverá al presentante sin más trámite ni
recurso.
Ahora bien, más allá de las diversas interpretaciones que pudieran efectuarse sobre las
disposiciones de la Acordada CSJN 3/15 en lo que concierne a la materia bajo examen, no

Revista Temática del Derecho Procesal y Procesal Informático


Nº 3 / Junio 2021
101
Jurisprudencia Muiño Vigo Carlos Alberto c/ Galazino Carlos Fabián y otrosBeneficio de litigar sin gastos

puede desatenderse que en este caso concreto, el magistrado de grado intimó al apelan-
te para que subiera copia digital de las declaraciones testimoniales ofrecidas con el escri-
to de inicio “bajo apercibimiento de ley”, y la recurrente no cumplió la intimación cursada.
Cabe agregar que resulta indiferente en el caso la actitud que haya tomado la parte con-
traria con anterioridad respecto de la omisión incurrida, pues cabía al Tribunal proceder
de oficio para que la parte cumplimentara lo exigido por la Acordada CSJN 3/15.
No debe perderse de vista que la Acordada CSJN 31/20, en su Anexo II titulado “Protocolo
de Actuación”, fijó pautas de tramitación de los procesos, donde avanzó en la implemen-
tación del expediente “electrónico/digital”, estableciendo, entre otras medidas, que todas
las presentaciones de los litigantes deben ser realizadas de manera exclusivamente di-
gital y que las sentencias, resoluciones y proveídos de jueces y funcionarios, deben ser
dictadas exclusivamente con firma electrónica no debiendo emitirse copia en soporte
papel bajo ninguna circunstancia. También se señaló que la prueba documental debe
ser incorporada al sistema informático de gestión judicial en formato digital con firma
electrónica sin la necesidad de presentarla en soporte papel, salvo requerimiento de
exhibición del Juzgado.
Ello así, es claro que frente a la intimación cursada el 06.11.2020 — encontrándose vigen-
te la Acordada CSJN 31/20—, la actora debió haber subido sin mayor dilación las cons-
tancias faltantes, por lo que no habiendo cumplido con dicha exigencia, correspondía
hacer efectivo el apercibimiento contemplado en el art. 120 del ritual, por lo que habrá
de rechazarse el agravio introducido sobre el particular.
5.) Por lo expuesto, esta Sala RESUELVE:
Rechazar el recurso interpuesto y, por ende, confirmar el decreto apelado en lo que de-
cide y fue materia de agravio.
Imponer las costas de Alzada a la apelante, atento su condición de vencida en esta ins-
tancia (art. 68 CPCCN).
Notifíquese por Secretaría y cumplido, devuélvanse virtualmente las actuaciones a la ins-
tancia de grado.
A fin de cumplir con la publicidad prevista por el art. 1 de la ley 25.865, según el Punto I.3
del Protocolo anexado a la Acordada 24/13 CSJN, hágase saber a las partes que la publici-
dad de la sentencia dada en autos se efectuará mediante la pertinente notificación al CIJ.-
MARÍA ELSA UZAL
HÉCTOR OSVALDO CHOMER
ALFREDO A. KÖLLIKER FRERS
VALERIA C. PEREYRA
Prosecretaria de Cámara

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102 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia Trejo Cecilia Belén c/ Citytech S.A. | medida cautelar

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo - Sala VII 3-marzo-2021

Pandemia - Nulidad Procesal - Domicilio -


Recurso de Apelación - Notificaciones - Coronavirus -
Emergencia Sanitaria Nacional - Traslado de la Demanda

Trejo Cecilia Belén c/ Citytech S.A. | medida cautelar

MJ-JU-M-130941-AR | MJJ130941

No procede la declaración de la nulidad de la notificación de traslado por el hecho


de que el domicilio legal de la empresa se hubiera encontrado cerrado en virtud del
Covid-19.

Sumario:
1.-Corresponde confirmar la resolución que desestimó la nulidad de la noti-
ficación de traslado de demanda, que viene apelada por la demandada insis-
tiendo en que no pudo tomar conocimiento de la misiva cursada por cuanto,
por el ASPO, sus oficinas se encontraban cerradas y no había personal que las
recibiera, pues no obstante la situación derivada del aislamiento social pre-
ventivo y obligatorio regulado por el DNU 297/2020 y sus prórrogas, es claro
que la diligencia de un buen hombre de negocios, imponía haber arbitrado
el medio adecuado para recibir eventuales comunicaciones comerciales o la-
borales, máxime si se atiende que en definitiva, respecto de la trabajadora,
podría existir una litigiosidad latente.

Buenos Aires,
VISTO:
El recurso de apelación interpuesto por la parte demandada, el 16/10/2020, replicado
por la actora el 21/10/2020, tendiente a cuestionar la resolución del 13/10/2020 median-
te la cual el sentenciante de grado, compartiendo el dictamen de la Sra. Fiscal de Primera
Instancia, Dra. Picón, rechazó la nulidad incoada por CITYTECH S.A.
Y CONSIDERANDO:
I) Que la accionada se alza contra el pronunciamiento que desestimó la nulidad deducida
por su parte alegando, centralmente, que el domicilio en el que fue dirigida la notifica-
ción, se encontraba cerrado y que no existía personal a raíz del impedimento de circula-
ción impuesto (ASPO) por la declaración de la pandemia por COVID-19.

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Nº 3 / Junio 2021
103
Jurisprudencia Trejo Cecilia Belén c/ Citytech S.A. | medida cautelar

Sostiene la quejosa que por dicha razón y al encontrarse vacías las oficinas, su parte se
vio impedida de tomar conocimiento del telegrama cursado por la actora y depositado
en la sede cerrada de la empresa. Agrega que la notificación no fue entregada a persona
alguna y que no se cumplió con los recaudos que impone el art. 141 del CPCCN.
II) Que, se adelanta que la queja no tendrá favorable acogida, a la luz del art. 116 de la
L.O., en tanto se advierte que la recurrente se limita a reiterar un argumento ya esbozado
y rechazado en la anterior sede, lo cual, en modo alguno constituye la crítica concreta y
razonada que impone tal norma adjetiva.
En efecto, la apelante insiste en que no pudo tomar conocimiento de la misiva cursada
por la actora, por cuanto, por el ASPO, sus oficinas se encontraban cerradas y no había
personal que las recibiera.
Sin embargo, no se hace cargo del argumento que se consideró en la anterior sede, to-
mando la opinión de la Sra. Representante del Ministerio Público Fiscal quien, con acerta-
do criterio apuntó que, no obstante la situación derivada del aislamiento social preventi-
vo y obligatorio regulado por el DNU 297/2020 y sus sucesivas prórrogas, es claro que la
diligencia de un buen hombre de negocios, imponía haber arbitrado el medio adecuado
para recibir eventuales comunicaciones comerciales o laborales, máxime si se atiende
que en definitiva, respecto de la trabajadora, podría existir una litigiosidad latente.
Asimismo se advierte que es la propia demandada la que sostiene en la crítica que el
gerente de legales de la empresa estaba autorizado a concurrir a las oficinas a retirar in-
formación que se hubiera ingresado al buzón del edificio, de modo que no se deduce —ni
se explica debidamente en la queja— la razón por la que habría que interpretar la falta
de diligencia con relación a la cuestionada notificación.
De allí que sus argumentos recursivos devienen dogmáticos, y por ende, inviables en esta
sede, a la luz del art. 116 de la L.O.
Cabe señalar a esta altura que el principio de instrumentalidad de las formas establece
que la posible invalidez de los actos del proceso debe juzgarse atendiendo a la finalidad
que, en cada caso concreto, están destinados a cumplir, de manera que la declaración de
nulidad no procede cuando el acto logró su objetivo.
En el caso, arriba sin cuestionar a la Alzada que el traslado de la demanda se ha-
bría cumplido en el domicilio legal de la accionada, Bouchard 680, Piso 10 de C.A.B.A
(cfr. art. 11, inc. 2 de la ley 19.550, en concordancia con lo normado por los arts. 152 y 153
del CPCCN), razón por la cual, el acto notificatorio cumplió con la finalidad a la que estaba
destinado, de conformidad con lo dispuesto por el art. 169 del CPCCN.
Dado que los agravios no conmueven lo resuelto en origen y habida cuenta que lo hasta
aquí expuesto basta desestimar la crítica (cfr. doct. art. 386 del CPCCN), no corresponde-
rá más que confirmar el decisorio apelado, lo que así se decide.
III) Que, las costas de Alzada se imponen a cargo de la demandada, en su carácter de ven-
cida en la incidencia (cfr. art. 68 del CPCCN y 37 de la L.O.) y se difieren las regulaciones
de honorarios para el momento del dictarse la sentencia definitiva.

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104 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia Trejo Cecilia Belén c/ Citytech S.A. | medida cautelar

De conformidad con lo expuesto,


EL TRIBUNAL RESUELVE:
1) Confirmar el decisorio apelado; 2) Imponer las costas de Alzada a cargo de la deman-
da; 3) Diferir la regulación de honorarios para el momento de dictarse la sentencia defi-
nitiva; 4) Oportunamente, cúmplase con lo dispuesto en el art. 1º de la ley 26.856 y con la
Acordada de la CSJN Nº 15/2013.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.

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Nº 3 / Junio 2021
105
Jurisprudencia Soler Juan José Mariano c/ Servicio Penitenciario Federal | daños y perjuicios

Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil - Sala: J 20-noviembrre-2020

Domicilio Electrónico - Expediente Electrónico -


Procesal Civil y Comercial - Defensa en Juicio

Soler Juan José Mariano c/ Servicio Penitenciario Federal | daños y perjuicios

MJ-JU-M-130531-AR | MJJ130531

Garantiza el derecho de defensa en juicio de la aseguradora, la notificación al domi-


cilio electrónico del letrado apoderado que se presentó en último término.

Sumario:
1.-Si bien la notificación electrónica al letrado apoderado de la aseguradora,
resulta hábil -pues no surge de autos que aquél o esta última hayan hecho
saber la cesación del mandato, ya sea por revocación o renuncia al mismo-,
deben de atenderse los postulados de la pretensión recursiva, por primar la
necesidad de resguardar el derecho de defensa en juicio, objetivo que no se
cumple en el caso, cuando la notificación electrónica cursada es realizada de
un modo que mantiene la incertidumbre respecto del cumplimiento de su fi-
nalidad.
2.-El ‘domicilio electrónico’ no existe para personas jurídicas y aquél al cual
se cursó la notificación de la puesta en autos en Secretaría, no se corresponde
con el último domicilio constituido por la parte recurrente; la correcta vali-
dación -en la primera instancia- del domicilio del letrado apoderado que se
presentara en último término y cursar al domicilio electrónico que este cons-
tituyó la notificación electrónica de la puesta en autos en Secretaría a los fi-
nes del art. 259(ref:LEG1312.259) del CPCCN, se presentan como el correcto
cumplimiento de la garantía de defensa en juicio por la que debe velarse en
todas las instancias procesales, a efectos de que los litigantes se encuentren
en condiciones de ejercer, en plenitud, su derecho de defensa.
3.-Cargas como las previstas por las Acordadas que reglan el Sistema de Noti-
ficaciones Electrónicas atienden, esencialmente, a la conveniencia de las par-
tes y se relacionan con el interés de ellas y con la función jurisdiccional, por lo
que ante las distintas circunstancias que su incorrecto cumplimiento genere,
debe de verificarse que el derecho de defensa ha sido puesto a resguardo, lo
que lleva a que las normas de carácter general, deben ser interpretadas en
armonía con los dispositivos específicos que rigen el acto procesal de que se
trate, cuando, como en el caso de autos, puede haberse afectado el derecho de
defensa de una de las partes litigantes.

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106 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia Soler Juan José Mariano c/ Servicio Penitenciario Federal | daños y perjuicios

Buenos Aires, 20 de noviembre de 2020.


Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
Contra la resolución de fecha 17 de noviembre de 2020, en tanto se declara desierto el
recurso de apelación que oportunamente interpuso contra la sentencia, la aseguradora
citada en garantía —Provincia Seguros S.A.—, deduce recurso de reposición, en los tér-
minos del art.239 del CPCCN.
Sostiene la recurrente que el día 16 de octubre del corriente, el tribunal notificó, errónea-
mente, la puesta de autos en Secretaría a los fines del art.259 del CPCCN, en domicilio
electrónico 20113530279, el cual no se corresponde con el último domicilio constituido
por la parte. Refiere al respecto que, el día 3 de julio de 2019 constituyó nuevo domicilio
electrónico (20238297037), siendo confirmado éste por resolución de fecha 10 de julio
de 2019. Afirma, entonces, que la aseguradora nunca fue notificada del proveído de fe-
cha 16 de octubre de 2020, quedando notificada espontáneamente, el día 13 de noviem-
bre de este año.
De las constancias de autos surge relevante que: a) En representación de la aseguradora
recurrente, interviene en el proceso el Dr. Roberto Mario Singman, quién constituyó do-
micilio electrónico el 13 de junio de 2018 (fs.316-201135300279), validado en el sistema
informático; b) El 17 de julio de 2019 se presentó acreditando similar representación el
Dr. Diego Alejandro Schneider, quien constituyó el domicilio electrónico (20238297037);
c) La sentencia de grado fue notificada a la aseguradora en el domicilio electrónico
201135300279 mediante cédula electrónica (del 1°/07/ 2019) y, una vez reproducida en el
soporte digital (el 29/10/2019), nuevamente fue notificada en el domicilio 201135300279
(conf. cédula de fecha 26/02/2020); y d) El Dr. Schneider dedujo recurso de apelación
contra la sentencia definitiva , mediante presentación digital del día 3 de julio de 2019.
Por otra parte, al cotejar el sistema de gestión judicial, no surge elemento alguno que
permita colegir que, al momento de efectuarse la notificación de la sentencia y de la
puesta en autos en Secretaría para expresar agravios, el Dr. Singman no representase a
la citada en garantía “Provincia Seguros S.A.”. Si se advierte en dicho examen, que los do-
micilios “físicos”, constituidos de acuerdo al art.42 del CPCCN por ambos apoderados, no
coinciden en una misma dirección y, claro ésta, que los domicilios electrónicos difieren,
ya que resultan del CUIT/CUIL de cada uno de los mandatarios.
Con respecto a lo apuntado precedentemente, deviene relevante advertir que, a pesar de
lo proveído el 10 de julio de 2019 ante la presentación del Dr. Schneider y reiterado en la
providencia de fecha 5/02/2020, ante el pedido del letrado apoderado de la actora, a la
fecha, no se encuentra correctamente validado el domicilio electrónico (20238297037).
Ciertamente, tal circunstancia motivó el hecho de que sólo se cursara cédula electrónica
al domicilio constituido por el Dr. Singman para notificar a la aseguradora de la puesta
en autos en Secretaría.
Como es sabido, el Sistema de Notificaciones Electrónicas es obligatorio en todos los
fueros e instancias de acuerdo al cronograma de implementación gradual dispuesto por
la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la Acordada 31/11, del 13 de diciembre

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Nº 3 / Junio 2021
107
Jurisprudencia Soler Juan José Mariano c/ Servicio Penitenciario Federal | daños y perjuicios

de 2011. Esta se complementó con las Acordadas 3/2012; 29/2012, 35/2012, 35/2013,
36/2013, 38/2013 y 03/2015, que establecen su obligatoriedad con idéntica eficacia jurí-
dica y valor probatorio que sus equivalentes convencionales.
Así, se reglamentó que el domicilio electrónico debe constituirse mediante la indicación
en cada expediente de la cuenta de usuario (CUIT), oportunamente validada en los térmi-
nos del art.6° y anexo I de la acordada 31/2011 y, en rigor, dicho domicilio configura una
clave de acceso al sistema de notificación electrónica (SNE) a los efectos de que los le-
trados puedan verificar —todas las veces que crean conveniente y desde cualquier lugar
con acceso a internet— la recepción de comunicaciones en los procesos en que se haya
tenido por constituido tal domicilio.
El domicilio electrónico, entonces, no es una dirección de correo electrónico, sino que se
constituye en el CUIT/CUIL del letrado, finalizado el proceso de su registración y valida-
ción. Es decir, cumplido el proceso de constitución, el “domicilio electrónico” es solo para
letrados; no existe para personas jurídicas. Y, además, las acordadas de la Corte que lo
reglan, prescriben, entre otras cuestiones, que puede denunciarse en la causa un letrado
principal y hasta tres secundarios que, estando debidamente habilitados en el sistema,
también podrán acceder a las notificaciones que se cursen al principal.
IV. Sentado ello, es del caso recordar, que cargas como prevista por las Acordadas que
reglan el Sistema de Notificaciones Electrónicas atienden, esencialmente, a la convenien-
cia de las partes y se relacionan con el interés de ellas y con la función jurisdiccional, por
lo que ante las distintas circunstancias que su incorrecto cumplimiento genere, debe
de verificarse que el derecho de defensa ha sido puesto a resguardo, lo que lleva a que
las normas de carácter general, como las implicadas en el caso bajo examen, deben ser
interpretadas en armonía con los dispositivos específicos que rigen el acto procesal de
que se trate, cuando, como en el caso de autos, puede haberse afectado el derecho de
defensa de una de las partes litigantes.
Dicha aplicación resulta razonable y ajustada a una interpretación armónica de las nor-
mas procesales vigentes y vinculadas con el caso. Recuérdese que la Corte Suprema ha
puntualizado, que es irrazonable la aplicación de las normas procesales cuando ellas ex-
cedan los límites impuestos por la necesidad a que atienden tales normas en su función
reglamentaria de la garantía de la defensa (CSJN, 09/09/1965, “Díaz c/Coden y Cía.”, Fallos:
262:460). Así, criteriosamente, por aplicación de esta moderna doctrina procesal, deben
armonizarse las exigencias de las formas con las particularidades que se presentan en
el caso concreto, para que las decisiones judiciales sean verdaderamente útiles; es decir,
no se trata de desarticular las formas procesales, sino de impulsar un proceso dinámico
que concrete un resultado efectivo, con resguardo de los principios constitucionales de
la defensa en juicio y el debido proceso.
Al partir de tales premisas de análisis y tenerse en cuenta las características de la notifica-
ción cursada y las consecuencias que se derivan del incumplimiento de la carga procesal
que impone el art.259 de ley adjetiva, de lo apuntado se sigue que, si bien la notificación
electrónica cursada en esta segunda instancia el 16 de octubre próximo pasado al Dr.
Singman, letrado apoderado de la aseguradora, resulta hábil —pues no surge de autos

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108 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia Soler Juan José Mariano c/ Servicio Penitenciario Federal | daños y perjuicios

que aquél o esta última hayan hecho saber la cesación del mandato, ya sea por revoca-
ción o renuncia al mismo—, deben de atenderse los postulados de la pretensión recursi-
va, por primar la necesidad de resguardar el derecho de defensa en juicio, objetivo que
no se cumple en el caso, cuando la notificación electrónica cursada es realizada de un
modo que mantiene la incertidumbre respecto del cumplimiento de su finalidad.
Repárese en que, como se destacó con anterioridad, el “domicilio electrónico” no existe
para personas jurídicas y aquél al cual se cursó la notificación de la puesta en autos en
Secretaría, no se corresponde con el último domicilio constituido por la parte recurrente.
La correcta validación —en la primera instancia— del domicilio del letrado apoderado
que se presentara en último término y cursar al domicilio electrónico que este constituyó
la notificación electrónica de la puesta en autos en Secretaría a los fines del art. 259 del
CPCCN, se presentan en este particular supuesto, como el correcto cumplimiento de esta
garantía por la que debe velarse en todas las instancias procesales, a efectos de que los
litigantes se encuentren en condiciones de ejercer, en plenitud, su derecho de defensa.
Hemos, pues, de admitir la pretensión recursiva del asegurado citada en garantía cuan-
do, una solución contraria —en este caso— importaría la afectación de su derecho de
defensa (art.18 CN; art.8°, numeral 1 y 2, CADH).
En mérito a lo expuesto y considerado, el tribunal RESUELVE: 1) Admitir el recurso de
reposición interpuesto y, en consecuencia, revocar lo decidido en el ap. I de la resolu-
ción dictada el 17 de noviembre de 2020, que declara desierto el recurso de apelación
interpuesto por la recurrente. Con costas de alzada en el orden causado, en razón de
no haberse dispuesto la sustanciación del recurso, (arts.68 y 69, C.P.C.C.N.). 2) Tener por
fundado el recurso de apelación interpuesto por la aseguradora citada en garantía, Pro-
vincia Seguros S.A., con la expresión de agravios que se formula en la presentación digital
incorporada al sistema de gestión el 13 de noviembre de 2020, y correr traslado de la
misma, en los términos el artículo 261 del C.P.C.C.N. 3) Proceder a la correcta validación
del domicilio constituido por el letrado apoderado de la aseguradora, en la presentación
de fecha 17 de julio de 2019.
Regístrese y sigan los autos según su estado.
Se deja constancia de que la Vocalía n°30 se encuentra vacante.
BEATRIZ ALICIA VERON
JUEZ DE CAMARA
GABRIELA MARIEL SCOLARICI
JUEZ DE CAMARA

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Nº 3 / Junio 2021
109
Jurisprudencia De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. incidente

Juzgado en lo Civil, Comercial y de Familia de Río Tercero 17-marzo-2021

Alimentos de Hijos Menores - Necesidad de los Alimen-


tos - Posibilidades Económicas del Alimentante - Pers-
pectiva de Género - Responsabilidad Parental - Cuidado
Personal - Tribunal de Disciplina - Apercibimiento - Ofi-
cio - Cuota Alimentaria - Derechos y Deberes del Abogado
- Ética Profesional - Obrar Diligente - Buen Profesional -
Código Civil y Comercial de la Nación - Poderes Discipli-
narios de los Colegios Profesionales

De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. incidente

MJ-JU-M-131325-AR | MJJ131325

En un juicio por alimentos se ordena al letrado del demandado que realice una
adecuada capacitación en cuestiones de género, a los fines de que internalice los
principios derivados de los nuevos estándares normativos.

Sumario:
1.-Corresponde hacer lugar a la demanda por alimentos incoada por la actora
a favor de sus hijas, pues la existencia de una modalidad compartida indis-
tinta no impide la fijación de una cuota alimentaria a cargo del progenitor no
conviviente, porque el progenitor que pasa el mayor período de tiempo con el
hijo afrontará un superlativo mayor cúmulo de tareas cotidianas, que tienen
un valor económico y constituyen un aporte a la manutención (art. 650 del
CCivCom.; en cambio, el otro progenitor que se halla menos tiempo con el hijo
tiene un menor peso en las labores que se realizan en beneficio del niño.
2.-La carga alimentaria es una consecuencia derivada de la responsabilidad
parental (art. 658 CCivCom.), lo que significa que, en virtud del ejercicio de
una paternidad responsable, los progenitores deberán arbitrar los recursos
económicos para que los hijos satisfagan sus necesidades de manutención,
educación, esparcimiento, vestimenta, habitación, asistencia, gastos por en-
fermedad y los gastos necesarios para adquirir una profesión u oficio (cfr. art.
659 del CCivCom.).
3.-Las manifestaciones formuladas por el demandado en su escrito de con-
testación de demanda reflejan un evidente menosprecio para quien fue su es-

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110 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. incidente

posa y compañera en un proyecto de vida en común y es la madre de sus hijas,


lo que no es más que una visión androcéntrica, que resulta intolerable en los
tiempos que corren, de absoluta igualdad entre los varones y las mujeres.
4.-Considerar que la progenitora efectúa un reclamo alimentario a favor de
sus hijas, encubriendo la pretensión de atender sus propios gastos persona-
les, implica desconocer el valor de las tareas cotidianas que realiza la actora,
quien ha asumido el cuidado personal de sus hijas, no sólo en beneficio de
ellas, sino también del accionado.
5.-Corresponde encomendar al demandado que, en las futuras presentacio-
nes a efectuar en los estrados del tribunal y en su relación con la actora, res-
pete la dignidad inherente a su persona, despojada de patrones estereotipa-
dos en la distribución de sus roles en el cuidado personal de sus hijas.
6.-Corresponde ordenar al letrado del demandado a que realice una adecuada
capacitación en cuestiones de género, a los fines de que internalice los prin-
cipios derivados de los nuevos estándares normativos, y modifique los patro-
nes socioculturales de conducta para alcanzar la eliminación de los perjuicios
y prácticas que se encuentran basados en la inferioridad o superioridad de
cualquier de los sexos o en las formas estereotipadas de hombres y mujeres,
bajo apercibimiento de remitir los antecedentes al Tribunal de Disciplina del
Colegio de Abogados.

N.R: Se advierte que este fallo no se encuentra firme.


RIO TERCERO, 17/03/2021.
Y VISTOS:
Estos autos caratulados: DE ALIMENTOS INICIADO POR M. G. A. EN AUTOS: A. M. G. C/ A.
N. G.- EXP. INCIDENTE, Expte. N°, de los que resulta que el 27 de julio de 2018 (ff. 1/4), la
Sra. M. G. A., DNI, promovió una demanda en contra del Sr. N. G. A., DNI, persiguiendo
la fijación de una cuota alimentaria, a favor de sus hijas B. A., DNI, y M. A., DNI, en el 35%
de los ingresos del demandado, con más una cuota adicional en el mes de febrero de
cada año del 50% de la cuota ordinaria para atender a los gastos de iniciación del perío-
do escolar, y el 50% de los gastos extraordinarios. Expone que, en este mismo juzgado
y secretaría se tramitó el divorcio entre la compareciente y el demandado. Añade que,
en dichas actuaciones se homologó un acuerdo que ambos formularon, pero que, aquél
no incluyó lo relativo a la cuota alimentaria. Pone de resalto que, ella pretende el 35%
de los ingresos del alimentante, mientras que, él ofrece abonar el 20% de sus ingresos.
Frente a esta falta de acuerdo, alega que, inicia las presentes actuaciones, solicitando la
fijación de la cuota alimentaria en el monto antes indicado, de modo retroactivo al día de
haberla solicitado en el trámite del divorcio, es decir, el 23/5/2016. Denuncia que el de-
mandado se desempeña laboralmente como dependiente del Banco de la Provincia de
Córdoba. Reconoce que, el demandado abonado la suma de $6.000 para ambas niñas,
con más la cuota por el viaje de estudio de B. ($400), y de manera esporádica la cuota

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Nº 3 / Junio 2021
111
Jurisprudencia De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. incidente

mensual de patín de M. ($400). Señala que, ello resulta insuficiente para cubrir las nece-
sidades de sus hijas. Considera que, el porcentaje pretendido del haber del demandado
procurar conjurar todos los intereses de los involucrados. Destaca que, el demandado
siempre fue el sostén del grupo familiar. Enumera las actividades que desempeñan sus
hijas. Así, explica que, ambas son alumnas regulares del Instituto S. J. D., de la localidad
de S. R. de C. De este modo, alega que, tienen gastos de cuota por la suma de $1.500,
por cada una; matrícula anual $4.000, cada una; materiales didácticos que organiza la
institución $1.500; uniforme para concurrir a clases y a educación física; realización de
viajes educativos; colación; entre otras. Además, dice que, M. practica patín, mientras
que B. hace natación. Finalmente, pone de resalto que, B. está recibiendo atención psico-
lógica en la ciudad de V. G. B., con un costo de $800 por sesión. Efectúa un detalle de los
gastos que demanda el sostén diario de sus hijas. Añade que, los gastos a los que hace
referencia son los mismos que tenían cuando el matrimonio estaba junto. Por todo lo
expuesto, reitera la fijación de una cuota alimentaria en el 35% de los ingresos que por
todo concepto percibe el demandado, a favor de sus hijas. Ofrece prueba documental,
informativa, encuesta socio ambiental, pericial psicológica y testimonial. Luego, el 22 de
agosto de 2018 (f. 6), la actora especificó que, demanda una cuota alimentaria mensual, a
favor de sus hijas B. y M., en la suma equivalente al 35% de los ingresos que por todo con-
cepto perciba el Sr. N. G. A., como empleado del Banco de la Provincia de Córdoba, con
un piso de pesos dieciocho mil ($18.000) mensuales, a aquella fecha. Asimismo, amplia
la prueba informativa ofrecida. Seguidamente, el 28 de agosto de 2018 (f. 7), el tribunal
admitió la demanda y le imprimió el trámite de juicio abreviado. Corrido el traslado de la
demanda, el 17 de octubre de 2018 (ff. 65/72), el Sr. N. G. A., solicitando su rechazo, con
costas. Expone que, siempre ha cumplido con el pago de la cuota alimentaria a favor de
sus hijas. Por esta razón, rechaza la petición que aquella se fije de manera retroactiva
al día 23/6/2016. Hace presente que, además de la suma de dinero que deposita en la
caja de ahorro de la progenitora, en concepto de alimentos, abona la cuota del crédito
hipotecario correspondiente a la casa que fue sede del hogar conyugal y en la que vive la
actora. Añade que, el cuidado personal de sus hijas es compartido y amplio, por lo tanto,
alega que, sus hijas permanecen bajo su cuidado las mismas horas que las que están con
su madre. De este modo, considera que los alimentos que requieren sus hijas deben ser
compartido por ambos progenitores. Al respecto, recuerda que la obligación de alimen-
tos recae en cabeza de ambos progenitores, siendo un 50% sobre cada uno. Así, sostiene
que, la progenitora deberá acreditar la necesidad de que se fije una cuota alimentaria
en el porcentaje requerido, y que ella desembolsa una suma igual para sus hijas. Hace
presente que, la actora posee trabajo como docente; habita junto con sus hijas en la vi-
vienda que fue sede del hogar conyugal; y que no paga alquiler. Por el contrario, destaca
que, él debe alquilar una vivienda y, además, carga con el pago íntegro de la cuota hipo-
tecaria de la vivienda referida. Además, dice que, paga el viaje de estudio de B.; patín de
M.; la atención psicológica de su hija B.; la obra social; y muchas cosas más, como ropa,
recreación, etc. Considera que, la fijación de una suma del 35% de sus haberes resulta
confiscatoria, irracional e ilógica, porque —destaca— además de alimentar a sus hijas
debe sobrevivir él. Reitera que, rechaza la fijación de dicho porcentual de modo retroac-
tivo a la fecha de inicio del juicio de divorcio, puesto que, señala, en aquella oportunidad,

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112 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. incidente

no existió acuerdo. Por el contrario, peticiona que, en todo caso, sea fijada al inicio del
presente incidente. Considera que, la cuota alimentaria a fijarse debe ser acorde a las
necesidades de sus hijas. Enumera los gastos que le demanda su vida cotidiana, como
habitación, esparcimiento, servicios, impuestos, entre otros. Solicita que, al momento de
fijar la prestación alimentaria se tomen en cuenta y deduzcan de aquella todos los gastos
y pagos que efectúa a favor de sus hijas, como la cuota del pago del crédito hipotecario,
la obra social, celular, etc. Ofrece abonarle a la actora la suma de $7.000 mensuales, con
una actualización del 12% semestral, con más la cuota escolar de sus hijas y la obra so-
cial, y cualquier otro gasto extraordinario que surja. Finalmente, señala que, tiene otra
hija de 19 años de edad, que vive con él. Acompaña constancias de pago de servicios (ff.
12/13, 24/29, 39/44); movimientos de cuenta (ff. 14/23); título del automotor (ff. 30/31);
constancia de “Mis Impuestos” y de pago de impuestos (ff. 32/38); constancia de obra
social y personas a cargo (ff. 45/52); informe de estimación del valor de mercado del
inmueble que fue sede del hogar conyugal (ff. 53/55); constancia de pagos del viaje de
estudio (ff. 56/57); factura de pago de matrícula escolar (f. 58); constancia de pago de
seguro del automotor (f. 59); y recibos de pago de canon locativo y contrato de locación
(ff. 60/654). Ofrece prueba documental, testimonial e informativa. El 21 de diciembre de
2018 (f. 89), el Sr. Asesor letrado, Dr. Alfredo J. Brouwer de Koning asumió intervención,
como representante complementario de las niñas. El 11 de febrero de 2019 (f. 91), se
remitieron las actuaciones al Centro Judicial de Mediación de la sede; proceso que con-
cluyó por la incomparecencia de la actora. El 31 de mayo de 2019 (f. 105), se proveyó a la
prueba oportunamente ofrecida por los interesados. Diligenciada la prueba instada por
las partes, se corrió vista de todo lo actuado al Sr. Asesor letrado interviniente. En dicha
ocasión consideró procedente la fijación de alimentos a favor de B. A. y M. A. en un mon-
to que deberá ser suficiente parar cubrir las necesidades de ellas, vinculadas a la salud,
alimentación, vestimenta, vivienda digna, esparcimiento, etc. Asimismo, destacó que, los
rubros a cargo de los progenitores se deberán distribuir de manera que sus hijas sigan
gozando del nivel de vida que tenían antes del divorcio de los padres. El 4 de febrero de
2021, se insertó el decreto de autos; firme y consentido dicho proveído quedó la presen-
te causa en estado de dictar resolución.
Y CONSIDERANDO:
Planteo de la cuestión. La Sra. M. G. A., DNI, articuló una demanda en contra del Sr. N.
G. A., DNI, por la que persigue la fijación de una cuota alimentaria a favor sus hijas, B. A.,
DNI, y M. A., DNI, en la suma equivalente al 35% de los ingresos que percibe el demanda-
do como dependiente del Banco de la Provincia de Córdoba; con más una cuota adicional
en el mes de febrero de cada año del 50% de la cuota ordinaria para atender a los gastos
de iniciación del período escolar; y el 50% de los gastos extraordinarios. Corrido el trasla-
do de la demanda, el Sr. N. G. A. rechazó el monto pretendido por la actora por juzgarlo
excesivo. Por el contrario, ofrece abonar la suma de pesos siete mil ($7.000) mensuales;
con una actualización del 12% semestral; la cuota escolar de sus hijas; y cualquier otro
gasto extraordinario que surja. Finalmente, el Sr. Asesor letrado estimó procedente la
pretensión de la parte actora. Al respecto, estima que, se deberá fijar una cuota en un
monto que sea suficiente para cubrir las necesidades de B. y M., y que los progenitores

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deberán distribuirse los rubros de tal forma que ellas sigan gozando del nivel de vida que
tenían antes del divorcio de ambos. Todo en virtud a los argumentos expuestos en la
relación de los hechos de la causa, a los que me remito en honor a la brevedad. En estos
términos quedó trabada la litis.
Legitimación activa y pasiva. En cuanto a los documentos habilitantes de la pretensión, a
ff. 1/2 de los autos principales caratulados A., M. G. c/ A., N. G. —Divorcio (Expte. n)— que
en este acto tengo a mi vista— obran glosadas las partidas de nacimientos. De ellas urge
que, la Sra. M. G. A. y el Sr. N. G. A. son los progenitores de la adolescente B. A. y de la
niña M. A. De esta manera, se encuentra acreditada la legitimación activa de la Sra. A., y
la legitimación pasiva del Sr. A.
Defensa del demandado. Utilización de lenguaje androcéntrico. Aplicación de la perspec-
tiva de género. Previo a ingresar al tratamiento de la fijación de la mesada alimentaria
peticionada por la Sra. A., corresponde que me detenga en ciertos argumentos vertidos
por el demandado, Sr. A., en su escrito de contestación de la demanda. Dichos argu-
mentos no conforman parte de una estrategia defensiva. Por el contrario, reflejan un
discurso ofensivo y humillante hacia la mujer, que patentiza las normas patriarcales que
han regido las relaciones humanas de modo desigual, y que ha perjudicado, no sólo, a
la mujer, sino también, a los varones. Los nuevos estándares normativos y el abordaje
con una perspectiva de género, obligan a las entidades estatales, entre ellas el Poder Ju-
dicial, a garantizar una protección eficaz y a eliminar la discriminación y la violencia hacia
la mujer en todas sus manifestaciones. Para lograr tal cometido, resulta indispensable
actuar con la debida diligencia, a fin de identificar y evitar la incidencia de estereotipos
de género que posibiliten tolerar, ocultar y perpetuar la discriminación y violencia contra
las mujeres. Dentro de este contexto, el accionar de los órganos jurisdicciones debe estar
orientado a detectar, en los casos sometidos a juzgamiento, las desigualdades genera-
das por esos patrones socioculturales y de esa manera remediarlas. Por ello no puede
dejar de remarcarse los siguientes párrafos del escrito de contestación de demanda (ff.
67vta.768). En aquella oportunidad, el Sr. A. expuso: Que véase tan solo la improceden-
cia del reclamo que la actora me reclama gastos de combustible, de seguro, neumáticos,
del vehículo que la misma utiliza para salir de juerga con sus amigas/os, ello deviene en
improcedente por irracional y arbitrario [.] Que respecto de los gastos que reclama como
“gastos sociales”, se desconoce y desentiende esta parte a qué tipo de gastos refiere por
cuanto nada se ha acreditado ni probado respecto de que serían gastos sociales, enten-
diendo esta parte que por gastos sociales se refiere a las salidas de la misma actora, y
que sería la misma actora quién pretende que el compareciente le pague sus salidas [.]
Lo real y cierto es que la actora está reclamando dinero en la presente causa ya que la
misma pese a no pagar alquiler y vivir en la vivienda que fuera sede del hogar conyugal,
vive de fiestas con amigas/os en dicha vivienda y otras, es asidua concurrente a boliches,
fiestas, etc. Y debido a ello es que necesita dinero para poder cubrir sus gastos y salidas
más no los de mis hijas, los que están debidamente cubiertos gracias al compareciente.
La forma en la que el Sr. A. pretende justificar la improcedencia del reclamo alimentario
impetrado por la Sra. A. a favor de sus hijas permite encuadrar el presente como un caso
sospechoso de género. Un caso es sospechoso de género cuando la posición asumida

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por cada una de las partes, en el marco de una situación conflictual entre un varón y una
mujer, responda a una distribución de roles basados en estereotipos de índole patriarcal.
De esta manera, las manifestaciones formuladas por el demandado en su escrito de con-
testación de demanda reflejan un evidente menosprecio para quien fue su esposa y com-
pañera en un proyecto de vida en común y es la madre de sus hijas. Ello no es más que
una visión androcéntrica, que resulta intolerable en los tiempos que corren, de absoluta
igualdad entre los varones y las mujeres. Incluso, la conducta del demandado, reflejada
en los términos transcriptos, representa un supuesto de violencia simbólica, consagra-
do en el art. 5, inc. 5, ley 26485 de “Protección Integral a las Mujeres”, en tanto dispone
que: Quedan especialmente comprendidos en la definición del artículo precedente, los
siguientes tipos de violencia contra la mujer: [.] Simbólica: La que a través de patrones
estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación,
desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación
de la mujer en la sociedad. En este contexto, la perspectiva de género cobra particular
relevancia en el tratamiento de la presente causa; lo contrario implicaría cohonestar una
discriminación en contra de la mujer, dentro de las relaciones familiares. Al respecto,
los arts. 1, 2, 3, 4 y 5 de la Convención Sobre Eliminación de todas las formas de Discri-
minación contra la Mujer (CEDAW) condenan los actos de discriminación hacia la mujer
por su condición de tal y en contraposición con el varón. Asimismo, imponen al Estado
conductas concretas a los fines de modificar patrones socioculturales basados en la idea
de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos y en funciones estereotipa-
das de varones y mujeres. Parámetros similares surgen de la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención Do Belem
do Pará). Esta Convención consagra el derecho de toda mujer a una vida libre de violen-
cia, tanto en el ámbito público como en el privado. Este derecho incluye, entre otros: el
derecho de las mujeres a ser libres de toda forma de discriminación; y el derecho de las
mujeres a ser valoradas y educadas libre de patrones estereotipados de comportamien-
to y prácticas sociales y culturales basadas en conceptos de inferioridad o subordinación.
Bajo estas premisas, las palabras empleadas por el Sr. A., al referirse al reclamo impetra-
do por la progenitora a favor de sus hijas como destinado a atender aspectos personales
de su vida privada, representan una mirada estereotipada en la distribución de roles del
varón y de la mujer, que desconoce el verdadero alcance de los cuidados personales de
los hijos. En efecto, considerar que la progenitora efectúa un reclamo alimentario a favor
de sus hijas, encubriendo la pretensión de atender sus propios gastos personales, impli-
ca desconocer el valor de las tareas cotidianas que realiza la Sra. A., quien ha asumido el
cuidado personal de sus hijas, no sólo en beneficio de ellas, sino también del Sr. A. Esto
último puesto que, el tiempo que la Sra. A. dedica a la realización de aquellas tareas co-
tidiana él puede emplearlo libremente para atender a sus necesidades personales. Esta
concepción de la mujer, propia de una cultura patriarcal, —se insiste— no puede ser
tolerada, porque toda mujer tiene derecho a que se respete la dignidad inherente a su
persona; máxime cuando la Sra. A. es la madre de sus hijas, también mujeres y compren-
didas dentro de aquel grupo al que se ha referido en aquellos términos. Por todo lo ex-
puesto, se encomienda al Sr. N. G. A. que, en las futuras presentaciones a efectuar en los
estrados del tribunal y en su relación con la Sra. M. G. A., respete la dignidad inherente

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a su persona, despojada de patrones estereotipados en la distribución de sus roles en el


cuidado personal de sus hijas. Tampoco, puede soslayarse que, para la presentación de
sus pretensiones, las partes cuentan con asistencia letrada y, por lo tanto, las defensas y
argumentos deben ser plasmados en un todo de acuerdo con la legislación y principios
vigentes. Por tal motivo, entiendo corresponde ordenar al letrado, Dr. I. G.C., a que rea-
lice una adecuada capacitación en cuestiones de género, a los fines de que internalice
los principios antes mencionados y modifique los patrones socioculturales de conducta
para alcanzar la eliminación de los perjuicios y prácticas que se encuentran basados en
la inferioridad o superioridad de cualquier de los sexos o en las formas estereotipadas
de hombres y mujeres (art. 5, inc. 9, CEDAW), todo ello bajo apercibimiento de remitir los
antecedentes al Tribunal de Disciplina del Colegio de Abogados.
Pretensión alimentaria. Efectuadas las encomendaciones precedentes, corresponde in-
gresar al tratamiento de la pretensión alimentaria. (i) Aclaraciones preliminares. Del
acuerdo formulado por las partes en el expediente principal, y homologado mediante
sentencia n° 84, de fecha 25/9/2017 (ff. 204/206 del divorcio), surge que, los progenitores
ha acordado la atribución del cuidado personal de sus hijas, B. y M. bajo la modalidad
compartida indistinta. Esta circunstancia no impide la fijación de una cuota alimentaria a
cargo del progenitor no conviviente. Esto es así porque, el progenitor que pasa el mayor
período de tiempo con el hijo afrontará un superlativo mayor cúmulo de tareas cotidia-
nas, que como se verá más adelante, tienen un valor económico y constituyen un aporte
a la manutención (art. 650 del Código Civil y Comercial de la Nación —CCCN—). En cam-
bio, el otro progenitor que se halla menos tiempo con el hijo tiene un menor peso en las
labores que se realizan en beneficio del niño. Esta circunstancia lo coloca en una imposi-
bilidad fáctica de equiparar en especie al otro padre que tiene el mayor peso en lo relati-
vo a los trabajos que demanda el cuidado del hijo común. Sentado lo que antecede, co-
rresponde ingresar a la valoración de la pretensión alimentaria deducida por la
progenitora de la adolescente y de la niña, respectivamente. (ii) Pretensión alimentaria
en contra del progenitor, Sr. N. G. A. Tal como ha quedado planteada la cuestión a resol-
ver, cabe recordar que, la carga alimentaria es una consecuencia derivada de la respon-
sabilidad parental (art.658, CCCN). Esto significa que, en virtud del ejercicio de una pater-
nidad responsable, los progenitores deberán arbitrar los recursos económicos, para que
los hijos satisfagan sus necesidades de manutención, educación, esparcimiento, vesti-
menta, habitación, asistencia, gastos por enfermedad y los gastos necesarios para adqui-
rir una profesión u oficio (cfr. art. 659 del CCCN). De este modo, a los fines de determinar
el monto de los alimentos, ha de tenerse en cuenta las necesidades del niño, niña o ado-
lescente involucrado y los ingresos de los padres (arts. 646, 658 y 659, CCCN), puesto que
debe existir un equilibro entre las necesidades que la cuota tiende a cubrir y la aptitud
del obligado para cumplir con esa finalidad. La concurrencia de estos recaudos deben ser
juzgados en cada caso particular, ya que allí se podrán evaluar las concretas y reales ne-
cesidades a satisfacer derivadas de la edad del alimentado, frente a las posibilidades
económicas del alimentante. Al respecto, no pude perderse de vista que los progenitores
deben realizar todos los esfuerzos que resulten necesarios a los fines de cumplir acaba-
damente con los deberes emergentes de la responsabilidad parental, entre ellos, pro-

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veer a todo lo atinente a la asistencia integral de sus hijos, más allá de la situación econó-
mica del alimentante. Este esfuerzo se impone a los fines de bregar por la satisfacción de
las necesidades elementales del niño, niña o adolescente involucrado, en aras a garanti-
zar la protección de su “interés superior” (art. 639, inc. a, CCCN; art. 3, CDN; y art. 3, ley
26061). Bajo estas premisas, corresponde adentrarme al estudio de la pretensión ali-
mentaria. (iii) Necesidades de la adolescente B. y de la niña M. Con relación a las activida-
des que desempeñan la adolescente B. y la niña M., de la prueba producida en la causa
surge que, ambas son alumnas regulares del “Instituto S. J. D.” de la localidad de S. R.
de  C. Por lo tanto, como se trata de una escuela privada deben abonar una matrícula
anual, con un costo en el año 2019 de $3.500 y en el año 2020 $5.000, estimativamente;
y un arancel en concepto de servicio educativo, que en el mes de septiembre de 2019
ascendía a la suma de $2.200, para el primer hermano y de $2.000, para el segundo her-
mano del grupo familiar (cfr. oficio obrante a ff. 179/180). Asimismo, para su desempeño
escolar requiere de ciertos materiales, tales como: uniforme para concurrir a las clases
diariamente y para la práctica de educación física; cuadernillos o libros, entre otros. Ade-
más, la institución educativa organiza actividades extra escolares —v. gr. convivencias y
retiros anuales— las que tienen un valor adicional para su realización (cfr. oficio obrante
a ff. 179/180). La misma institución educativa señaló que, los materiales de cuadernillos,
libros o elementos para el cursado de las materias de la currícula oscilaban desde los
$250 hasta los $650 según la materia, en el año 2019 (f. 180); en tanto que a ff. 231/234
obran presupuestos de los costos de los uniformes requeridos por la institución, los que
ascendían a la suma de $9.390 —para B.— y $10.000 —para M.—, a mediados del año
2020. Además, de los propios dichos de las partes y de la prueba testimonial e informati-
va surge que M. practica patín (cfr. escrito de demanda y contestación de ff. 1/4, 65/72;
actas de declaraciones testimoniales obrantes a ff. 113/116, 123/115 y 147/150; oficio de
f. 182 y certificado obrante a f. 205). Al respecto, la Sra. P. L. C. informó que: [.] M. A. prac-
tica la disciplina PATÍN ARTÍSTICO, del cual soy su profesora, asistiendo a las clases 2 ve-
ces por semana en el espacio del Polideportivo Municipal de la ciudad de S. R. de C.[.]
Dichas clases se dictan de marzo a diciembre de cada año y tiene un costo mensual de
$800, para la correcta práctica de este deporte se necesita un uniforme que consta de
malla para competir que tiene un costo alrededor de $2.500, patines profesionales que
rondan los $10.000 y elementos de protección de aproximadamente $800 (f. 182). Con
relación a B., ambos progenitores han señalado que ella realizaba un tratamiento psico-
lógico; hecho que ha sido acreditado con el certificado de f. 205 y con la declaraciones
testimoniales (cfr. actas obrantes a ff. 113/116, 123/125 y 147/150). Sin embargo, dicho
tratamiento ha finalizado; e, incluso, la licenciada ha juzgado que no era necesario conti-
nuar con aquél para resolver cuestiones emocionales que aún afectan a B. (vide certifica-
do obrante a f. 205). De las declaraciones testimoniales de las Sras. M. de los A. M., N. C.
D. y N. G. A. surge que, durante el año 2018, B. practicó natación, para lo que requería de
la vestimenta y elementos adecuados para la práctica de dicho deporte (cfr. actas de au-
diencias testimoniales de ff. 115/116, 123/125 y 147/150). También, las Sras. N. C. D. y N.
G. A. han puesto de relieve la necesidad de B. de acudir a una maestra particular (cfr.
actas de audiencia testimonial obrante a ff. 123/125 y 147/150). Con relación a su situa-
ción habitacional, B. y M. residen con su progenitora en la vivienda que fue sede del ho-

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gar conyugal y que según el convenido homologado en los autos principales ha sido
atribuido a la progenitora y sus hijas (cfr. sentencia n° 84, de fecha 25/9/2017 de ff.
204/206 de autos principales). Dicha vivienda se encuentra gravada con una hipoteca de
primer grado a favor del Banco de la Provincia de Córdoba, y es el demandado quien ha
asumido el pago de la cuota del crédito que dio motivo a dicha hipoteca (cfr. declaracio-
nes testimoniales obrantes a ff.113/116 y 123/125, 147/150). Con lo que, resulta posible
colegir que, la progenitora no abona un canon locativo por la vivienda en la que habitan
sus hijas. Finalmente, la progenitora ha diligenciado prueba tendiente a demostrar los
gastos relativos a servicios requeridos para el desarrollo de la vida cotidiana en el inmue-
ble que habita con sus hijas, tales como energía, agua e internet (f. 184/185); como tam-
bién la deuda por tasa a la propiedad que mantiene en la Municipalidad de S. R. de C. (ff.
185/196). Todo ello pone de relieve algunos de los gastos que insume el desarrollo y
formación de B. y M. Todo ello, sumado a que a la fecha de la presente resolución —mar-
zo de 2021—, la adolescente B. cuenta con 13 años de edad y la niña M. cuenta con 11
años de edad -cfr. partidas de nacimientos obrantes a ff. 1/2 de autos principales-, llevan
a presumir la necesidad de alimentos por parte de aquellas. Al respecto, el art. 658 del
CCCN establece que: [.] La obligación de prestar alimentos a los hijos se extiende hasta
los veintiún años [.]. De este modo, el deber alimentario de los hijos no requiere la de-
mostración de un estado de necesidad, sino que por esa sola condición —ser hijos— re-
sulta procedente, puesto que se trata de un deber de los progenitores derivados de la
responsabilidad parental, dejando a salvo —claro está— aquellas necesidades mayores
a las presumidas, lo que no aconteció en autos. Sobre este punto, es dable efectuar algu-
nas precisiones con relación a B. Por un lado, con relación a la realización de la terapia
psicológica, como ya se señaló, tal tratamiento ha finalizado a la fecha de la presente re-
solución. Por otro lado, con relación a la necesidad de una maestra particular que han
evidenciado las declaraciones testimoniales de las Sras. D. y A. (ff. 123/125 y 147/150), la
parte actora no diligenció ninguna otra prueba tendiente a clarificar dicho extremo, v. gr.
la frecuencia, el valor de la hora, entre otros; aspectos que hubieren sido de utilidad, a los
fines de tener por acreditado una necesidad particular de la adolescente, superior a
aquellas presumidas por la ley. De esta manera, de los dichos de las partes y de las pro-
banzas allegadas a la causa no surgen que la adolescente o la niña tengan una necesidad
mayor a aquellas presumidas por la ley. No obstante, en función de lo expuesto, y a los
fines de atender adecuadamente a las necesidades de la adolescente y de la niña presu-
midas por la ley, para no afectar su desarrollo integral, es que estimo prudente fijar una
mesada alimentaria a su favor y a cargo de su progenitor, Sr. A. (iv) Capacidades econó-
micas de los progenitores. Con relación a este punto, resulta conveniente destacar que,
el cuidado personal de B. y A. es ejercido por su progenitora, según se ha establecido en
el punto (ii) de este considerando. Esta circunstancia compensa la parte de la Sra. A. en el
deber alimentario, sumado al aporte económico en sí mismo; aportes que aun cuando
no se encuentran cuantificados, resultan presumibles en el particular. Y ello indepen-
dientemente del desarrollo por parte de la progenitora conviviente de cualquier activi-
dad laboral.

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Esto es así ya que, en orden a lo establecido por el art. 660, CCCN, la Sra. A., al haber asu-
mido el cuidado personal de B. y M., ya realiza un aporte a la manutención en las tareas
cotidianas, las que tienen un valor económico en sí mismas que no puede dejar de ser
contemplado. Si bien es cierto que la madre también está obligada al mantenimiento de
sus hijos, se encuentra razonablemente más limitada para generar mayores ingresos
al efecto, dado al tiempo que debe destinar al cuidado de sus hijos (cfr. CNCiv., Sala M,
9/6/2017, “A., K. J. y otros c/ G., R. G. s/ alimentos”, www.eldial.com, elDial.com, AAA076,
publicado el 4/8/2017). Por consiguiente, el hecho que la Sra. A. haya asumido el cuidado
personal de la adolescente y de la niña admite una distribución de los montos de manera
diferente. Sentado lo anterior, cabe señalar que, cuando hablamos de capacidad con-
tributiva nos referimos, no sólo a las capacidades actuales para generar ingresos, sino
además, a la aptitud o a la potencialidad para responder por la obligación alimentaria. En
otras palabras, el progenitor alimentante debe, no sólo, probar a cuánto ascienden sus
ingresos actuales, sino además, que no se encuentra en condiciones de generar mayores
ingresos, de acuerdo con sus condiciones de persona, tiempo y lugar, que no le permi-
ten asumir su obligación de otra manera. Bajo estas premisas, corresponde valorar las
capacidades económicas o la aptitud productiva del progenitor alimentante. Así, de sus
propios dichos y de la prueba informativa diligenciada, surge que el Sr. A. se desempe-
ña como empleado en relación de dependencia en el Banco de la Provincia de Córdoba
desde el año 2003. Esta circunstancia indica que el progenitor, Sr. N. G. A., desempeña
trabajos productivos que le generan ciertos ingresos para contribuir mensualmente con
dinero con la prestación alimentaria; por lo que corresponde proceder en tal sentido. Fi-
nalmente, cabe reiterar que, los progenitores deben realizar todos los esfuerzos necesa-
rios para cumplir con las obligaciones que derivan de la responsabilidad parental. En este
sentido la jurisprudencia ha sostenido en forma reiterada que [.] todo progenitor debe
realizar los esfuerzos que resulten necesarios —efectuando trabajos productivos— sin
que pueda excusarse de cumplir su obligación alimentaria invocando ingresos insuficien-
tes; salvo los supuestos de imposibilidades o dificultes prácticamente insalvables. De ahí
que aun cuando el alimentante reconozca realizar determinado trabajo cuyo ingreso no
es suficiente para atender las necesidades del hijo, está en el campo de su responsabi-
lidad paterna dedicar parte de sus horas libres a tareas remuneradas —en una medida
que resulte razonable— con el objeto de poder completar la cuota alimentaria (cfr. CN-
Civ., sala B, 13-3-2013, “D., M. G. y O. c/ De U., A. M.” APDJ del 19-9-2013, RIPA, M., “Deber
alimentario: niños, niñas, adolescentes y su vinculación con los derechos de género”, en
J. A. 2013-II-78 — citado por Kemelmajer de Carlucci, A. y Molina de J., M. F. (2014). Ali-
mentos, Tomo 2, Rubinzal-Culzoni, p. 17). Al respecto, no puede pasar inadvertido que,
el cambio que se emprende con el nacimiento del hijo no admite claudicaciones, a pesar
de las dificultades que pudieren presentarse en la actualidad de nuestro país y/o de las
circunstancias personales de los progenitores. Por todo lo expuesto, y las constancias
obrantes en la causa generan convicción en la suscripta respecto a que el demandado
puede realizar todos aquellos esfuerzos a su alcance, a los fines de procurar satisfacer las
necesidades de sus hijas. (v) Fijación del monto de la cuota alimentaria.

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En virtud de las valoraciones efectuadas en los considerandos precedentes, corresponde


determinar el quantum de la cuota alimentaria. En efecto, tal como ha quedado demos-
trado en el apartado anterior, el Sr. A. posee cierta aptitud productiva para contribuir
mensualmente con dinero con la prestación alimentaria. No obstante, no se cuentan
con elementos objetivos que permitan determinar con certeza los ingresos actuales que
percibe el demandado. Esto es así ya que el último haber informado por el Banco de
la Provincia de Córdoba corresponde al mes de junio de 2019 (cfr. respuesta al oficio
enviado digitalmente con fecha 27/7/2019). Con relación a este punto, entiendo que la
situación económica del alimentante es determinante a los fines de fijar el monto de la
cuota alimentaria, puesto que los padres tienen la obligación de alimentar a sus hijos
menores de edad conforme a su condición y fortuna (art. 658 y 659 del CCCN), y debe
existir un equilibrio entre las necesidades de la adolescente y de la niña y los ingresos del
alimentante. Pero el hecho de que no se pueda determinar con precisión la capacidad
económica actual del obligado, Sr. A., no empece a la procedencia del reclamo incoado
en autos y corresponde, igualmente, proceder a fijar una cuota a su cargo. Ello así por-
que, en caso de duda respecto de las posibilidades económicas del alimentante debe
estarse a una interpretación pro alimentado; interpretación ésta que deriva de la regla
favor minoris, reflejada en la Convención sobre los Derechos del Niño en sus artículos
3°, inc. 1°; 18, inc. 1°; y 27, incs. 2°, 3° y 4°; y en la ley 26061 de Protección Integral de los
Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes en su artículo 5°. En este sentido, jurispru-
dencia que comparto ha señalado que: en caso de duda sobre los datos relativos a la
capacidad económica del alimentante, los mismos habrán de interpretarse a favor de la
parte más débil de la relación, en especial cuando se trate de un menor (CNCiv., salda D,
5/11/81, E.D. 99- 393, citado por Kemelmajer de Carlucci, A. y Molina de J., M. F. (2014).
Alimentos (p. 49). Rubinzal-Culzoni). Asimismo, tampoco puede perderse de vista que, la
obligación alimentaria que deriva de la responsabilidad parental no exige demostrar la
necesidad del alimentado. No obstante, para la determinación del monto sí se requiere
tener en cuenta las necesidades que se pretenden cubrir con la cuota.
Igualmente, cabe destacar que, todos los gastos y pautas para determinar el monto de la
cuota alimentaria constituyen los que normalmente resultan necesarios para el desarro-
llo digno de las alimentadas. En función de lo expuesto, estimo justa la fijación de la cuota
alimentaria en la suma de pesos doce mil ($12.000) mensuales; con más el pago de la ma-
trícula anual de escolarización y las cuotas mensuales en concepto de servicio educativo;
y el pago de la obra social. Para la fijación de dicha suma de dinero, se tiene en cuenta
que: no surgen en autos elementos suficientes que permitan determinar el nivel de in-
gresos actuales del alimentante; la edad de B. -13 años- y de M.- 11 años; las actividades
que la adolescente y la niña llevan a cabo —asisten a una institución educativa privada,
requieren gastos de uniforme y útiles escolares, gastos por actividades extra áulicas, ade-
más de todos los accesorios para tal desempeño y practica de patín por parte de M.—;
no se han acreditado gastos extraordinarios que ameriten una consideración diferente,
por lo que el monto de la cuota debe circunscribirse a las erogaciones ordinarias que no
requieren prueba específica al respecto; el tiempo que comparten con su progenitor; y la
evolución del costo de vida reflejada por los índices de precios al consumidor como con-

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Jurisprudencia De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. incidente

secuencia de la inflación. Por un lado, cabe remarcar que, la fijación de la cuota alimenta-
ria en un monto considerablemente menor al solicitado por la progenitora obedece par-
ticularmente al tiempo en que la adolescente y la niña se encuentran con su progenitor.
Sobre este punto, resulta muy ilustrativa la declaración testimonial de la abuela de B. y M.
La Sra. N. G. A. relató que: Las nenas viven con M., M. las lleva al colegio, a las 7.30 de la
mañana lleva a B. que va al secundario [.] y a las 13.30 sale de nuevo y deja a M. en el cole-
gio, retira a B., a B. la lleva a la casa de la testigo pues M. se está yendo a trabajar, y ahí se
hace cargo la testigo de las actividades que B. tiene la tarde, a veces N., M. entra al trabajo
a las 14 hs. y sale a las 18.30 [.] N. trabaja hasta las 15, a esa hora sale del banco alguna
que otra vez a las 16 [.] N. a las 18 retira a M., pues M. está trabajando, retira a M., pasa
por mi casa y busca a B., algunas veces busca a B. para ir juntos a retirar a M., cuando no
puede le avisa a la testigo para que las retire, pero las busca siempre, es raro y cuando no
puede avisar, de todos modos están comunicado telefónicamente de manera permanen-
te. Todos los días de la semana es así, y tipo 19.30 o 20 las lleva de M., y se bañan y cena
con M., todos los días es así, la misma rutina. Los fines de semana algunas veces las llevas
hasta el sábado o el domingo, depende de lo que tenga que hacer N. [.] (acta de audiencia
testimonial obrante a ff. 147/150). La rutina relatada por la abuela materna de la ado-
lescente y de la niña refleja que ambos progenitores comparten las tareas de cuidados
de ellas, aún cuando residan de manera principal con su progenitora. Esta circunstancia
tiene incidencia en la fijación de la cuota alimentaria a cargo del obligado, en función del
tiempo y dedicación que él les dedica, lo que —como se explicó— tiene un valor econó-
mico en sí mismas (cfr. art. 660, CCCN). Por otro lado, el progenitor alimentante ha ofre-
cido abonar la suma de $7.000 mensuales. Tal ofrecimiento no merece acogida porque,
en función de las actividades que desarrollan la adolescente y la niña y el nivel de vida
de esta familia en particular, dicha cifra resulta claramente insuficiente para cubrir todas
sus necesidades; máxime cuando el progenitor no alegado —ni mucho menos acredita-
do— circunstancias especiales que justificarían la fijación de una cuota alimentaria en tal
monto y no uno superior. Al respecto, es de señalar que, el hecho que el Sr. A. abone la
cuota del crédito hipotecario de la vivienda, en la que habitan sus hijas conjuntamente
con la progenitora, no tiene incidencia alguna en la fijación de la cuota alimentaria. Ello es
así porque, dicha circunstancia se relaciona con un acuerdo entre los progenitores que
resulta independiente de su deber alimentario. Finamente, cabe agregar que, si bien la
Sra. A. solicitó la fijación del 35% de los ingresos que percibe el Sr. A. de su actividad como
empleado en relación de dependencia, proceder en tal sentido redundaría en perjuicio
para la adolescente y la niña. Como ya se ha señalado, no ha sido posible determinar los
ingresos actuales del Sr. A., por lo tanto, la fijación de un porcentaje impediría la máxima
satisfacción posible de las necesidades de aquéllas; máxime cuando, seguramente los
ingresos del demandado han sufrido variaciones como consecuencia de los incrementos
salariales. De esta manera, la determinación de un monto resulta la más apropiada en el
particular. Esto es así porque, la guía medular que se deberá seguir a la hora de tomar
una decisión judicial será que la cuota alimentaria permita a sus beneficiarias alcanzar
una buena calidad de vida. En este sentido, entiendo que la estimación de aquella en la
suma de pesos doce mil ($12.000) mensuales, con más la matrícula de escolarización,
la cuota colegial y la obra social, incluye lo mínimo necesario para la educación de la

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121
Jurisprudencia De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. incidente

adolescente y la niña, sus vestimentas, salud y actividades de esparcimiento, aspectos


que integran el deber de asistencia material y moral del progenitor; además, que aquel
monto resulta ajuntado al nivel de vida de esta familia en particular. Por todo lo expuesto
y conforme a los argumentos reseñados, es que corresponde fijar una cuota alimenta-
ria en la suma de pesos doce mil ($12.000) mensuales; con más el pago de la matrícula
anual de escolarización y las cuotas mensuales en concepto de servicio educativo; y el
pago de la obra social, a favor de B. y M., y a cargo del Sr. N. G. A., pagadera por períodos
adelantados del 1 al 10 de cada mes, mediante depósito, en la cuenta abierta. Por últi-
mo, resulta preciso destacar que, el deber alimentario a favor de los hijos menores de
edad tiene una naturaleza eminentemente asistencial, por lo que, la fijación de la cuota
alimentaria se caracteriza por ser provisoria o mutable. Esto significa que el quantum
de la cuota puede ser modificado, cuando hayan variado los presupuestos fácticos que
se tuvieron en cuenta al tiempo en que la prestación alimentaria fue ordenada, ya que
se trata de resoluciones que no hacen cosa juzgada material. (vi) Aumento de las cuotas
fijadas. Fijación de una cuota extraordinaria. Como se ha señalado, el interés primordial
de los niños, niñas y adolescentes constituye el principio rector de este tipo de casos. Ello
lleva a privilegiar el principio opuesto al dispositivo y, en consecuencia, las facultades de
las partes ceden paso a las facultades judiciales (Conf.: Morello, Sosa, Berizonce, Códigos
Procesales., 2da. ed., I-574, “C”; C. Apel. Trelew, sala A, 10/03/2010, “S, E.B. c/ N., J de la
C.”, AR/JUR/95785/2010). Lo dicho implica que, el orden público se impone y, con él, el
deber de los jueces de actuar oficiosamente. En este sentido, el art. 706, primera parte,
del CCCN reza: El proceso en materia de familia debe respetar los principios de tutela
efectiva, inmediación, buena fe y lealtad procesal, oficiosidad, oralidad y acceso limitado
al expediente. Es en virtud de lo expresado, y tomando en cuenta el proceso inflaciona-
rio que afecta drásticamente sobre la evolución del costo de vida, la suscripta entiende
acertado establecer un ajuste de la cuota fijada en la suma de pesos doce mil ($12.000)
del quince por ciento (15%) semestral.
Al respecto, cabe señalar que dicho reajuste, el que deberá practicarse semestralmente,
encuentra su fundamento en favorecer la máxima satisfacción de las necesidades de la
adolescente y de la niña y propender a la economía, simplificación y celeridad procesal,
la que se vería afectada frente a continuos pedidos de características similares al que
nos convoca. Asimismo, dicho porcentual —15% semestral— no resulta un capricho de
la suscripta, sino que se fija en atención a la variación del índice de precios y los res-
pectivos incrementos salariales establecidos por las paritarias de los distintos sectores
del trabajo. Asimismo, en función de las premisas establecidas, corresponde adicionar a
la prestación correspondiente al mes de febrero de cada año una suma equivalente al
cincuenta por ciento (50%) de la cuota alimentaria fijada en la suma de pesos doce mil
($12.000), en concepto de cuota extraordinaria, para contribuir con los gastos de inicio
del año lectivo de los estudios de la adolescente y de la niña (es decir, que se abonará en
el mes de febrero de cada año una suma equivalente a una cuota y media). (vii) Efecto
retroactivo de la cuota alimentaria fijada e intereses. La progenitora solicita la fijación
de la cuota alimentaria de manera retroactiva al tiempo de interposición de la demanda
de divorcio —23/5/2016—. Fundamenta su petición en que, la cuota que aquí reclama la

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Jurisprudencia De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. incidente

solicitó en aquella oportunidad, y que no se fijó en función de la falta de acuerdo con el


demandado. Sentada así la cuestión a resolver, el art. 669, CCCN establece la retroactivi-
dad de los alimentos desde el día de su demanda judicial. Este efecto retroactivo al día de
interpelación fehaciente incluye, indudablemente, a la demanda de divorcio; puesto que,
ya en aquella oportunidad, la progenitora solicitó la fijación de una cuota alimentaria
en los mismos términos que la aquí impetrada, y como parte del convenio regulador de
los efectos del divorcio. No obstante, al momento de contestar el traslado del convenio
presentado por la progenitora, el Sr. A. rechazó la pretensión alimentaria formulada y, en
cambio, efectuó otro ofrecimiento de cuota alimentaria. Como consecuencia de tal dis-
crepancia, la sentencia que declaró el divorcio entre los cónyuges y homologó el acuerdo
formulado por las partes, excluyó la pretensión alimentaria. Incluso, la sentencia n° 84,
del 25/9/2017 (ff. 204/206) expresamente dispuso:[.] Debiendo diferirse para su tramita-
ción por la vía incidental respectiva lo relativo a la prestación alimentaria de las menores
[.]. Frente a esta circunstancia, si la pretensión de la parte actora era lograr que el efecto
retroactivo de la pretensión alimentaria se mantuviera en la fecha de la demanda de di-
vorcio debió, al menos, iniciar la presente incidencia dentro de los seis meses del dictado
de aquella sentencia. No puede desconocerse que, con posterioridad a la contestación
de la demanda, la progenitora estuvo en condiciones de conocer la falta de acuerdo con
relación a la prestación alimentaria a cargo del Sr. A.; circunstancia que le permitía ini-
ciar sin mayores dilaciones el respectivo incidente para lograr su fijación judicial. Ello no
aconteció en el particular, puesto que, luego de dictada la sentencia de divorcio, la actora
recién inició el incidente de fijación de la cuota el 27/7/2018. Por lo tanto, pretender ex-
tender el efecto retroactivo de la cuota alimentaria a la fecha de la demanda de divorcio
resultaría efectuar una interpretación abusiva del art. 669, CCCN, puesto que, se insiste,
la actora se encontraba en condiciones de iniciar el presente incidente luego de contes-
tada la demanda.
Al respecto, nótese que, el propio artículo citado permite extender la retroactividad a la
interpelación extrajudicial siempre que la demanda se articulare dentro de los seis me-
ses. Con mayor razón resulta aplicable tal razonamiento frente a la intimación judicial
formulada por la progenitora, en la demanda de divorcio, cuando frente a la falta de
acuerdo, correspondía recurrir a la vía incidental respectiva. Por lo tanto, una interpre-
tación integral de dicha norma con los derechos de defensa del demandado, permiten
concluir que, si la progenitora articuló una demanda de divorcio, entre la que incluía la
fijación de la cuota alimentaria, frente a la falta de acuerdo debió presentar la incidencia
respectiva sin dilación en el tiempo; cuestión que no aconteció en el particular. Por lo tan-
to, no corresponde extender la retroactividad más allá del inicio del presente incidente.
Por todo lo expuesto, corresponde fijar la cuota alimentaria de pesos doce mil ($12.000)
mensuales; con más el pago de la matrícula anual de escolarización y las cuotas men-
suales en concepto de servicio educativo; el pago de la obra social; y el 50% de la cuota
alimentaria fijada correspondiente al mes de febrero para contribuir con los gastos de
inicio del año lectivo, de manera retroactiva al día 27/7/2018 —vide cargo de recepción
en el escrito inicial a f. 4.—, debiendo deducirse los importes cancelados en concepto de
cuota alimentaria provisoria si los hubiere. Respecto a los intereses de los alimentos re-

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Jurisprudencia De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. incidente

troactivos, cabe señalar que ellos no han sido solicitados oportunamente por la progeni-
tora conviviente —quien tendría interés en ello—, de donde, en principio, no correspon-
de su fijación. Es que, tal como ya lo ha señalado el Máximo Tribunal local, los intereses
deben ser reclamados en la demanda como condición sine qua non para formar parte de
la condena en la sentencia, pues estos no proceden en forma automática (cfr. TSJ, Sent.
75, de fecha 25/6/2016, “Crespo, Víctor Ricardo c/ Bournot, Héctor - Ordinario - Otros -
Recurso directo (Civil) - Expte. n° 2738286/36”); máxime si se tiene en cuenta que, la cuota
estipulada fue fijada en valores actuales, conforme a las necesidades del adolescente y
en forma retroactiva al tiempo de la demanda. Asimismo, cabe precisar que la fijación
de aquella en forma retroactiva implica un valor de actualización ya previsto en la cuota
fijada. Distinta solución es la que corresponde adoptar para el supuesto en el cual el obli-
gado al pago incurra en mora en el cumplimiento de la presente resolución. En tal caso,
las sumas mandadas a pagar llevarán intereses, los que se establecen en la tasa pasiva
que publica el BCRA con más un adicional del 2% nominal mensual, desde la fecha que
incurra en mora y hasta su efectivo pago, en virtud de las amplias facultades conferidas
a la magistrado por el art. 768, CCCN, en la materia.
Costas.
En cuanto a los costas devengadas en la presente incidencia corresponde imponerlas al
demandado, Sr. N. G. A., en virtud del principio objetivo de la derrota (art. 130, CPCC).
Honorarios.
En cuanto a la regulación de honorarios de la Dra. C. W. de T., tomo en cuenta lo dispues-
to por el art. 75, primer supuesto, de la ley 9459. De esta manera, la base regulatoria
viene determinada por el monto de los alimentos mandados a pagar -$.-. Multiplicada
dicha suma por los veinticuatro meses que señala el artículo citado, se obtiene una base
regulatoria de pesos. ($.). A la suma así obtenida corresponde aplicar el punto medio de
la escala del art. 36 (22,5 %), según a las pautas cualitativas que establece el art. 39 de la
ley citada. Efectuado el cálculo pertinente se obtiene la suma de pesos.($., suma en la que
se tiene por regulados los honorarios de la mencionada letrada. No corresponde regular
en esta oportunidad los honorarios profesionales del Dr. I. G. C. (art. 26 a contrario sensu,
ley 9459). Por todo lo expuesto, normas legales citadas y lo dispuesto en los arts. 26, 27,
29, 36, 39 y 75 de la ley 9459, RESUELVO:
Encomendar al Sr. N. G. A. que, en las futuras presentaciones a efectuar en los estrados
del tribunal y en su relación con la Sra. M. G. A., respete la dignidad inherente a su per-
sona, despojada de patrones estereotipados en la distribución de sus roles en el cuidado
personal de sus hijas.
Ordenar al letrado, Dr. I. G. C., a que realice una adecuada capacitación en cuestiones de
género, a los fines de que internalice los principios derivados de los nuevos estándares
normativos; y modifique los patrones socioculturales de conducta para alcanzar la elimi-
nación de los perjuicios y prácticas que se encuentran basados en la inferioridad o supe-
rioridad de cualquier de los sexos o en las formas estereotipadas de hombres y mujeres,
bajo apercibimiento de remitir los antecedentes al Tribunal de Disciplina del Colegio de

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Jurisprudencia De alimentos iniciado por M. G. A. en autos: A. M. G. c/ A. N. G.- exp. incidente

Abogados.3) Hacer lugar al reclamo de fijación de una cuota alimentaria efectuado por
la Sra. M. G. A., DNI, a favor de sus hijas, B. A., DNI, y M. A., DNI, en contra del Sr. N. G.
A., DNI. En consecuencia, corresponde condenar al Sr. N. G. A., DNI, a pagar una cuota
alimentaria, a favor de sus hijas, B. A., DNI, y M. A., DNI, que se fija en la suma de pesos
doce mil ($12.000) mensuales; con más el pago de la matrícula anual de escolarización y
las cuotas mensuales en concepto de servicio educativo; y el pago de la obra social, paga-
deros por períodos adelantado del 1 al 10 de cada mes, mediante depósito en la cuenta
ya abierta.
Establecer un reajuste semestral del 15% de la cuota fijada en la suma de pesos doce mil
($12.000).
Adicionar a la prestación correspondiente al mes de febrero de cada año, la suma equi-
valente al cincuenta por ciento (50%) de la cuota fijada en pesos doce mil ($12.000), en
concepto de cuota extraordinaria, para contribuir con los gastos de inicio de cada año
lectivo de los estudios de la adolescente y de la niña.
Fijar la cuota alimentaria de pesos doce mil ($12.000) mensuales de manera retroactiva
al día de interposición de la demanda incidental —17/10/2018—, debiendo deducirse los
importes cancelados en concepto de cuota alimentaria provisoria si los hubiere.
Imponer las costas del presente al demandado, Sr. N. G. A.
Regular los honorarios profesionales de la Dra. C. W. de T. en la suma de pesos .($.). No
regular en esta oportunidad los honorarios del Dr. I. G. C. Protocolícese y hágase saber.
SANCHEZ TORASSA, Romina Soledad
JUEZ/A DE 1RA. INSTANCIA
CUASOLO, M. G.
SECRETARIO/A JUZGADO 1RA. INSTANCIA

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Nº 3 / Junio 2021
125
Jurisprudencia Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/Estado Nacional (ADIFSE)

Corte Suprema de Justicia de la Nación 11-marzo-2021

Competencia Federal - Ciudad Autónoma de Buenos Aires -


Constitución Nacional - Provincias - Competencia de la Corte
Suprema - Competencia Originaria de la Corte Suprema

Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/Estado Nacional (ADIFSE) | ejecución fiscal

MJ-JU-M-132476-AR | MJJ132476

Es procedente la competencia originaria de la Corte Suprema para entender en una


demanda del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires contra la Administración de
Infraestructuras Ferroviaria (S.E.).

Sumario:
1.-Es procedente la competencia originaria de la Corte Suprema -art. 117 de la
CN.- para entender en una demanda que el Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires entabla a la Administración de Infraestructuras Ferroviaria S.E, entidad
que tiene derecho al fuero federal según el art. 116 de la CN., pues es la úni-
ca forma de conciliar ambas prerrogativas jurisdiccionales, cualquiera sea la
materia del pleito. (Del Dictamen del Procurador al que la Corte remite).
2.-De acuerdo con lo resuelto en la causa ‘Gobierno de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires c/ Córdoba, Provincia de s/ ejecución fiscal’, la Ciudad Autó-
noma de Buenos Aires tiene el mismo puesto que las provincias en el sistema
normativo que rige la jurisdicción de los tribunales federales y, por lo tanto,
el mismo derecho a la competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación. (Del Dictamen del Procurador al que la Corte remite).
3.-Por las razones desarrolladas en la disidencia en el precedente Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires -Fallos: 342:533 - a cuyos fundamentos y conclu-
siones se remite en razón de brevedad, corresponde concluir que la Ciudad de
Buenos Aires no es un sujeto aforado a la jurisdicción originaria de esta Corte.
(Del voto en disidencia de la Dra. Highton de Nolasco).

Procuración General de la Nación


-I–
(JUICIOS ORIGINARIOS)
A fs. 3, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA) promovió .juicio de
ejecución fiscal ante el Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 6 local,
contra la Administración de Infraestructuras Ferroviaria Sociedad del “y/o” quien resulte

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126 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/Estado Nacional (ADIFSE)

propietario del inmueble ubicado en la calle Gral. Martin de Gainza 208 -CABA-, a fin de
obtener el pago de la suma de $ 2.134.588,80 más sus intereses, en concepto de impues-
to inmobiliario, tasa retributiva de los servicios de alumbrado, barrido y limpieza, man-
tenimiento y conservación de sumideros, por los períodos que allí se detallan, de dicha
jurisdicción, según surge de la boleta de deuda glosada a fs. 1 de estos autos.
A fs. 64/70, la demandada se presentó y, en lo que aquí interesa, opuso excepción de
incompetencia atento a que, sostiene, resulta competente el fuero Contencioso Admi-
nistrativo Federal en virtud de lo establecido en el arto 116 de la Constitución Nacional y
arto 2° de la ley 48, como así también lo resuelto por V. E. en la causa “GCBA c/ Propieta-
rios del Inmueble Av. Scalabrini Ortiz N° 1350 s/ proceso de ejecución” del 23 de noviem-
bre de 2004.
Dicha excepción fue contestada por la demandante a fs. 73/77, quien solicitó que se la
desestime puesto que “al reclamarse en autos el pago de un impuesto que le corres-
ponde tributar a la accionada en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, que se rige por
normas de orden local, resulta clara y manifiesta la incompetencia de la justicia federal
para efectuar el reclamo judicial de la deuda impositiva” y resaltó la doctrina de V.E. en
la causa CSJ 2084/2017, “Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cl Córdoba,
Provincia de s/ ejecución fiscal”, sentencia del 4 de abril de este año de la cual infiere que
en el caso de autos corresponderia o bien a la competencia originaria de la Corte Supre-
ma de Justicia de la Nación o bien a los tribunales de la Ciudad, pero en ningún caso la
jurisdicción de los tribunales federales.
A fs. 83/85, la titular del juzgado interviniente se declaró incompetente por considerar
que la causa corresponde a la competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación en atención a lo resuelto por V:E. en la causa CSJ 2084/2017, “Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires c/ Córdoba, Provincia de s/ ejecución fiscal”, sentencia
del 4 de abril de este año.
A fs. 92, se corre vista por la competencia a este Ministerio Público.
- II -
De acuerdo con lo resuelto por V.E. —por mayoria— en la causa CSJ 2084/2017, “Gobier-
no de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires c/ Córdoba, Provincia de si ejecución fiscal”,
sentencia del 4 de abril de este año, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene el mismo
puesto que las provincias en el sistema normativo que rige la jurisdicción de los tribu-
nales federales y, por lo tanto, el mismo derecho a la competencia originaria de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación (arts. 116, 117 Y 129 de la Constitución Nacional; arto
l°, inc. l°, de la ley 48; y arto 24, inc. 1°, del decreto-ley 1285/58, ratificado por ley 14.467).
Sentado lo anterior, toda vez que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires demanda a
la Administración de Infraestructuras Ferroviaria Sociedad del Estado, entidad que tiene
derecho al fuero federal según lo dispuesto por el art. 116 de la Constitución Nacional,
entiendo que la única forma de conciliar ambas prerrogativas jurisdiccionales es sustan-
ciar la demanda en esta instancia (doctrina de Fallos: 313:98 y 551; 317:746; 320:2567;
323:1110; 331:1427, entre muchos otros), cualquiera sea la materia del pleito.

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Nº 3 / Junio 2021
127
Jurisprudencia Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/Estado Nacional (ADIFSE)

En consecuencia, opino que el proceso debe tramitar ante los estrados del Tribunal. Bue-
nos Aires, 8 de noviembre de 2019.
ES COPIA LAURA M. MONTI ADRIANA N. MARCHISIO
Subsecretaria Administrativa Procuración General de la Nación Corte Suprema de Justicia
de la Nación Buenos Aires, 11 de Marzo de 2021 Autos y Vistos; Considerando:
Que el Tribunal comparte los argumentos y la conclusión del dictamen de la señora Pro-
curadora Fiscal, a los que corresponde remitir en razón de brevedad y con el propósito
de evitar repeticiones innecesarias.
Por ello, se resuelve: Declarar que la presente causa corresponde a la competencia origi-
naria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, prevista en el art. 117 de la Constitu-
ción Nacional. Notifíquese y comuníquese a la Procuración General de la Nación.
DISIDENCIA DE LA SEÑORA VICEPRESIDENTA DOCTORA DOÑA ELENA I. HIGHTON de NO-
LASCO Considerando:
Que por las razones desarrolladas en la disidencia de la jueza Highton de Nolasco en
el precedente “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires” (Fallos: 342:533), a cuyos fun-
damentos y conclusiones se remite en razón de brevedad, corresponde concluir que la
Ciudad de Buenos Aires no es un sujeto aforado a la jurisdicción originaria de esta Corte.
En consecuencia, por lo allí expuesto y de acuerdo a lo resuelto por esta Corte en Fallos:
330:5279, y en las causas CSJ 1387/2012 (48-C) “Colace, Catalina Noemí c/ Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires y otro s/ daños y perjuicios”, CSJ 885/2013 (49-G)/CS1 “Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires c/ Instituto Obra Social del Ejército s/ cobro de pesos”, CSJ
Competencia 965/2014 “M., M. Y. c/ GCBA s/ amparo”, CSJ 3028/2014 “Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires c/ Dirección de Obra Social de la Universidad de Bue-
nos Aires (DOSUBA) s/ ejecución fiscal” (pronunciamientos del 14 de mayo de 2013, 6 de
marzo de 2014, 19 de febrero de 2015 y 17 de marzo de 2015, respectivamente), entre
muchas otras, este juicio no corresponde a la competencia originaria del Tribunal.
Por ello y habiendo dictaminado la señora Procuradora Fiscal, se resuelve: Declarar que
la presente causa es ajena a la competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación. Notifíquese y comuníquese a la Procuración General de la Nación. Firmado
digitalmente por ROSENKRANTZ Carlos Fernando
Firmado digitalmente por
MAQUEDA Juan Carlos
Firmado digitalmente por
ROSATTI Horacio Daniel
Firmado digitalmente por HIGHTON Elena Inés
Firmado digitalmente por
LORENZETTI Ricardo Luis

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128 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia G. B. G. | sucesión ab intestato

Juzgado Civil y Comercial de Azul - Sala I 9-abrril-2021

Facultades y Deberes del Juez - Expediente Electrónico -


Protección de Datos Personales - Derecho a la Intimidad -
Publicidad de los Actos de Gobierno y Acceso a la Información -
Publicación de la Sentencia - Informática - Digitalización
de Documentos - Internet - Tecnología de la Información y
las Comunicaciones - Expediente Judicial - Mesa de Entradas -
Acceso a la Información - Sucesión Ab Intestato -
Proceso Sucesorio

G. B. G. | sucesión ab intestato

MJ-JU-M-132395-AR | MJJ132395

Proceso sucesorio: Se designa como ‘Delegado de Protección de Datos’ al Secretario


del Juzgado, haciéndole saber a las partes que podían requerir a dicho funcionario
la supresión, anonimización o disociación de los datos obrantes en las actuaciones
que fueran dados a publicidad mediante la interfaz Mesa de Entradas Virtual, en
tanto los considerasen inapropiados o afectasen derechos personalísimos.

Sumario:
1.-Para dar cumplimiento a la Ley Nacional 25.326 de Protección de Datos
Personales, su dec. reglamentario N° 1558/01, las Leyes 12.475 y 14.214 de la
Provincia de Buenos Aires y la Resolución N° 40/18 y su Anexo I de la Agencia
de Acceso a la Información Pública, corresponde, en el marco de un proceso
sucesorio, designar como ‘Delegado de Protección de Datos’ al Secretario del
Juzgado, quien debe velar por la aplicación y control de la política de protec-
ción de datos e interactuar con la Dirección de Comunicación y Prensa en los
supuestos previstos en el Art. 5° del Acuerdo SCBA N° 4011/21 y con la autori-
dad de aplicación de la Ley 25.326, haciéndose saber a las partes que pueden
requerir a dicho funcionario la supresión, anonimización o disociación de
los datos obrantes en las actuaciones que sean dados a publicidad mediante
la interfaz Mesa de Entradas Virtual, en tanto los consideren inapropiados o
afecten derechos personalísimos.
2.-Si bien la regla republicana de publicidad de las decisiones jurisdiccionales
tiene un rol significativo en el sistema democrático, dicho ideal debe alcan-
zarse sin desmerecer la necesidad de garantizar el derecho a la intimidad de
la totalidad de los participantes involucrados.

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Jurisprudencia G. B. G. | sucesión ab intestato

3.-Habida cuenta de la interacción de los organismos jurisdiccionales en eco-


sistemas digitales, producto de la generalización de los sistemas de gestión
documentales por medios informáticos, debe reinterpretarse el Art. 164, Párr.
2º del Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires, que
permite publicar las sentencias, salvo que, por la naturaleza del juicio, ra-
zones de decoro aconsejaren su reserva, en cuyo caso así debe ser declarado,
eliminándose los nombre de las partes o terceros cuya intimidad pudiera ver-
se afectada de las copias para dar a publicidad.
4.-Si bien la prestación del servicio de Justicia sujeto a las premisas de Jus-
ticia Abierta fortalece las instituciones democráticas, al permitir procesos de
elaboración participada de las decisiones, con mayor control y escrutinio de
los actos y decisiones de los funcionarios públicos; en tanto la adopción de
dichas premisas implican mayor transparencia, operar con datos abiertos,
rendir cuentas y lograr una mayor interacción con la sociedad civil, se torna
necesario, frente a las nuevas tecnologías, redimensionar el carácter público
de la información judicial.
5.-Teniendo en cuenta que el continente digital del expediente judicial y la
interfaz para el usuario externo -Mesa de Entradas Virtual, diseñada por la
Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires- permiten la inte-
racción entre imagen, sonido y escritura tradicional, confluyendo en un en-
torno -el documento digital- de una inigualable plasticidad, lo que permite
generar documentos digitales que requieren de un posicionamiento distinto
al habido frente al documento analógico, corresponde insertar en la historia
del expediente, bajo el trámite ‘Informe del Actuario’ y en modo de lectura
público, un índice arbolado de cada actuación, permanentemente actualiza-
do, con hipervínculos que permitan acceder a cada presentación o respuesta
jurisdiccional desde ese mismo trámite, sin necesidad de ingresar en cada una
de las actuaciones en el derrotero secuencial y cronológico de su desarrollo.

N.R: Se advierte que este fallo no se encuentra firme. Azul, 9 de Abril de 2021.- (NM)
Por recibidas las actuaciones iniciadas digitalmente. I.- En torno a la competencia del
organismo.
Se tiene al peticionario por presentados con la documentación acompañada y por cons-
tituído el domicilio ad-litem y electrónico. Por abonado el derecho fijo establecido por la
ley 8480 y el anticipo previsional dispuesto por el art. 13 de la ley 6.716 y sus modifica-
torias (Ac. 3540/11 de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires; arts.
34, inc. 5to. ap. “b”, 36 y 42 del C.P.C.C.).- Previo a proveer lo peticionado y como medida
para mejor proveer, líbrese oficio —por Secretaría— al Registro de Juicios Universales a
fin de que informe si existe constancia de apertura de sucesorio de la causante de autos
y en caso de corresponder en qué juzgado operó dicha apertura (arts. 34, inc. 5to. ap. “b”,
36, 724 y concds. del C.P.C.) .- A los fines del cumplimiento de la diligencia ordenada, se
habilitan días y horas inhábiles (art. 153 del C.P.C.).

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Jurisprudencia G. B. G. | sucesión ab intestato

Se hace saber que el presente proceso será íntegramente tramitado en forma digital,
motivo por el cual toda la documentación y presentaciones que se adjunten o efectúen
en soporte papel serán íntegramente digitalizados y publicitados por intermedio de la
Mesa de Entradas Virtual de la Suprema Corte de Justicia (Ac.3.540, 3.733 y 3.975 de la
S.C.B.A.).- II.- En relación a la protección de los datos personales y la designación de un
Delegado de Protección de Datos.
Que la interacción de los organismos jurisdiccionales en ecosistemas digitales, producto
de la generalización de los sistemas de gestión documentales por medios informáticos
han multiplicado la difusión de la información judicial y los ha tornado en algún punto
como epicentros de un inesperado big data, modificando el concepto de publicidad con-
tenido en un analógico segundo párrafo del artículo 164 del Código de Procedimientos
que debe inexorablemente ser reinterpretado.
Si bien es cierto que la prestación del servicio sujeto a las premisas de Justicia Abierta —que
el órgano jurisdiccional a cargo del Suscripto viene desarrollando desde hace ya un tiempo
prudencial— fortalece las instituciones democráticas al permitir procesos de elaboración
participada de las decisiones, con mayor control y escrutinio de los actos y decisiones de
los funcionarios públicos; en tanto la adopción de dichas premisas implican mayor trans-
parencia, operar con datos abiertos, rendir cuentas y lograr una mayor interacción con la
sociedad civil; no es menos cierto que frente a las nuevas tecnologías, se torna necesario
redimensionar el carácter público de la información judicial (Slaibe, María E.; El acceso a la
información y la publicidad de las sentencias, La Ley 2010-A, pp.1209 y ss.).
No es posible ignorar el significativo rol que en un sistema democrático le ha adjudica-
do la Corte Suprema de Justicia de la Nación a la regla republicana de publicidad de las
decisiones jurisdiccionales (C.S.J.N., in re “ Kook Weskott, Matías” en Fallos 328:2740) en
sintonía con las bases sentadas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el
pronunciamiento emitido en el caso “Axen” del 8 de diciembre de 1983 y las conclusiones
a las que arribo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el Informe Anual
1998 (Capítulo IV, Desarrollo de los Derechos Humanos en la Región, pp. 1124).
Sin embargo, dicho ideal debe alcanzarse sin desmerecer la necesidad de garantizar el
derecho a la intimidad de la totalidad de los participantes involucrados, de acuerdo a las
directivas contenidas en las reglas 5, 6 y 7 de las pautas mínimas para la difusión de la
información judicial en Internet elaboradas en ocasión del Seminario Taller sobre Inter-
net y Sistema Judicial en América Latina y el Caribe desarrollado en la Ciudad de Heredia
y conocidas como las Reglas de Heredia; habida cuenta que como lo sentencia Carissa
Véliz: Privacidad es poder (VÉLIZ, Carissa, Privacy is power, Why and how you should take
back control of your data, Bantam Press, 2020).
Convencido de que —según una traduccción libre— “.La privacidad es importante para
construir una esfera de privacidad robusta, una burbuja de protección de la sociedad en
la que los individuales pueden disfrutar tiempos y espacios libres de la mirada, juzga-
mientos, cuestionamientos e intrusiones de los otros. Las normas de privacidad cumplen
una función valiosa al darnos espacio de libertad. Un grado saludable de reticencia y
ocultamiento es necesario para que la vida civilizada funcione sin problemas.” (VÉLIZ, Ca-

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Jurisprudencia G. B. G. | sucesión ab intestato

rissa; Privacy is power, Why and how you should take back control of your data, Bantam
Press, 2020, p.108) es que el Suscripto ha conformado un equipo de trabajo y propuesto
un proyecto de investigación denominado “Intimidad, extimidad, determinación informa-
tiva e identidad soberana en la sociedad de la información” recomendado por Resolución
47/21 del Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de U.C.A.L.P. y aprobado
por Resolución de Rectorado Número 46/21, en el seno del cual se han discutido y pro-
puesto algunas de las medidas que se adoptarán a continuación.
Es que siguiendo las reflexiones de la Profesora de Oxford en cuanto a porque y como
debemos retomar el control de nuestra información personal, sin perder de vista que
“.en la Provincia de Buenos Aires funciona la “Mesa Virtual”, y en otras provincias argen-
tinas, existen diferentes sistemas, que apuntan a similares cometidos: permitir el cono-
cimiento de los proveídos y novedades ocurridos en los expedientes judiciales desde
un sitio web de Internet.” (Molina Quiroga, Eduardo; La consulta pública de expedientes
judiciales por Internet, La Ley 2006 -F, pp. 131) y la preocupación revelada por la Supre-
ma Corte de Justicia por procurar que se acaten las reglas de confidencialidad como lo
expone en la Resolución Número 1106/12 y en el reciente Acuerdo 4011/21, el Suscripto
considera que en el actual marco de posibilidades que brinda el sistema operativo de
gestión “Augusta” ya que no posible disociar o anonimizar, corresponde adoptar algunas
medidas adicionales a las habituales.
De tal modo, a fin de dar cumplimiento con la ley nacional 25.326, su decreto reglamen-
tario nro. 1558/2001, las leyes provinciales 12.475 y 14.214 y en virtud de los establecido
por la Agencia de Acceso a la Información Pública —ente autárquico con autonomía fun-
cional en la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros— en la Resolución 40/2018 y su
Anexo I, resulta atendible: a.- Designar como “Delegada de Protección de Datos” conteni-
dos en las presentes actuaciones a la Secretaria Dra. Josefina Russo, quien deberá velar
por la aplicación y control de la política de protección de datos adoptada e interactuar
con la Dirección de Comunicación y Prensa en los supuestos previstos en el artículo 5 del
Acuerdo 4011/21 de la Suprema Corte de Justicia y con la autoridad de aplicación de la
Ley de Potección de Datos Personales; b.- Hacer saber a las partes que podrán requerir
a la referida funcionaria la supresión, anonimización o disociación de los datos obrantes
en las presentes actuaciones y que fueran dados a publicidad mediante la interfaz Mesa
de Entradas Virtual en tanto lo consideren inapropiados o afecten derechos personalí-
simos; c.- A tal fin, podrán deberán contactar a la referida funcionaria mediante correo
electrónico remitido a josefina.russo@pjba.gov.ar o por intermedio de cualquiera de los
restantes canales digitales de contacto con el organismo jurisdiccional Facebook: https://
www.facebook.com/juzciv2az/, Twitter: https://www.twitter.com/civil2az o Instagram ht-
tps://www.instagram.com/juzgadocivilycomercial/, a fin de que elabore un informe re-
servado en función del cual se adoptarán las medias necesarias a tales fines.
III.- A propósito de la inserción de un índice arbolado en estas actuaciones.
Desde hace un tiempo a esta parte, ha sido preocupación del Suscripto lograr plasmar
el rediseño de un modelo procesal cooperativo en cada una de las actuaciones tramita-
das; sin perder de vista que “al decir de Yuval N. Harari- “.un gran número de extraños,

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Jurisprudencia G. B. G. | sucesión ab intestato

pueden cooperar con éxito si creen en mitos comunes.” (Harari, Yuval N.; Sapiens. De
animales a dioses:una breve historia de la humanidad, Editorial Debate, 2014).
De modo tal, que el mito común que hemos adoptado desde hace más de una década
desde este organismo jurisdiccional, consiste en avizorar al proceso judicial como una
verdadera comunidad de trabajo; un espacio de diálogo cuyo objeto finca en amplificar la
protección de derechos mediante la obtención, tratamiento y administración de informa-
ción de calidad (Mitidiero, Daniel; Colaboración en el Proceso Civil. Presupuestos socia-
les, lógicos y éticos; Thomson Reuters, Revista Dos Tribunais, 2015, 3ra. Edición revisada,
actualizada y ampliada).
Varias acciones y estrategias diseñadas e implementadas por el equipo de trabajo que
conduce el Suscripto “sistema integral de notificaciones mediante el uso de mensajería
instantánea, Mesa de Entradas sin Actividad Presencial, notificación de traslados de de-
manda mediante el uso de Códigos QR, Cartas documentos y oficiales Ad Hoc; providen-
cias simples, resoluciones interlocutorias y sentencias definitivas 4.0; Mecanismo Asisti-
do de Negociación Asincrónica, Audiencias Públicas colectivas y simultáneas- algunas de
ellas contra legem y seguidas en varias jurisdicciones de la Provincia, el País y Latinoa-
mérica; revelan que se debe concebir al modelo cooperativo como un proceso flexible,
cuya legalidad procesal dimana de la construcción cooperativa de la regla en función de
la naturaleza del conflicto y de las coordenadas de persona tiempo y lugar (Zagrebelsky,
Gustavo; La ley y su justicia; Editorial Trotta, Madrid, 2018, pp. 22 y ss.).
En efecto, el derecho es construcción social en donde no existe nada. Si tan sólo se pu-
diera dejar de pensar de modo lineal o con una mirada restrospectiva , sería más fácil
entender que nos encontramos navegando en aguas de una estructura estructurante;
inmersos en un proceso de elaboración participada de soluciones, donde las formas se
gestionan para generar sinergias positivas entre todos los sujetos que deben cooperar
para una adecuada tramitación en busca de información de calidad (Zagrebelsky, Gusta-
vo; El derecho dúctil; Editorial Trotta, Madrid, 2011, pp.16 y ss.).
A esta altura, no se puede dudar que en definitiva el proceso judicial es una gran conver-
sación que contiene varios y múltiples diálogos conceptuales subyacentes entre sus par-
ticipantes “de allí su naturaleza dialógica- donde el Juez debe erigirse en su moderador
(Habermas Jurgen; Facticidad y validez; Editorial Trotta Madrid, 2000, pp. y ss.).
Ahora bien, dicho diálogo se reproduce en un continente digital “el expediente judicial-
y con una interfaz para el usuario externo “la Mesa de Entradas Virtual diseñada por la
Suprema Corte de Justicia- que como nunca antes había ocurrido, permite la interacción
entre la imagen, el sonido y la escritura tradicional confluyendo en un entorno —el docu-
mento digital— de una inigualable plasticidad (Bueno de Mata, Federico; Prueba electró-
nica y proceso 2.0, Tirant Lo Blanch, Valencia, 2014, pp. 64 y ss.).
Dichas extraordinarias e inéditas posibilidades, permiten generar documentos digitales
que requieren de un posicionamiento distinto al habido frente al documento analógico.
Es que la lectura del documento digital ya no es lineal, sino que “como lo hemos demos-
trado con las providencias simples, resoluciones interlocutorias y sentencias 4.0 emitidas

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Jurisprudencia G. B. G. | sucesión ab intestato

desde hace más de dos años- mediante el lenguaje de hipertexto; es posible generar
desvíos o atajos mediante enlaces o links a contenidos de otros textos, a imágenes, soni-
dos, grabaciones y diversos tipos de archivos con una velocidad de localización superior
a cualquier otro recurso humano (Nieva Fenoll, Jordi; Inteligencia artificial y proceso judi-
cial; Marcial Pons, Madrid, 2018, pp.26 y ss.).
Desde luego que el rediseño del documento judicial en clave digital, también debe conlle-
var a una necesaria reformulación de la arquitectura del expediente digital; puesto que
ya no resulta conveniente la recolección, tratamiento, administración y almacenamiento
de la información obtenida como lo impone la filosofía analógica; alternando pedidos y
requerimientos “escritos judiciales —con respuestas jurisdiccionales “providencias sim-
ples, resoluciones interlocutorias y sentencias definitivas— de modo secuencial y crono-
lógico.
Es que esta manera de sub ejecutar las posibilidades que el sistema ofrece y de recopilar
información en una remake digitalizada del expediente analógico, no permite obtener
información de calidad, ya que los datos centrales se diluyen en cada una de las cientos
de puertas de entradas a cada trámite que contiene una presentación efectuada por un
operador jurídico o una resolución judicial que imponen que el usuario operando desde
la interfaz exterior, deba ingresar y egresar en cada una de las cientos de solapas para
conocer su contenido en una sinuosa y muchas veces extensa senda digital que conduce
de modo cronológico y secuencial por un frondoso bosque de documentos digitales.
En consecuencia, teniendo en cuenta que transitamos hacia el diseño de un modelo de
proceso cooperativo cuyo objeto consiste en obtener información de calidad, utilizando
las posibilidades técnicas que el sistema operativo Augusta ofrece y con el afán de sim-
plificar la tarea de navegación del usuario externo desde la interfaz Mesa de Entradas
Virtual; se insertará en la historia del expediente, bajo el trámite “Informe del Actuario” y
en modo de lectura público, un índice arbolado de cada actuación con hipervínculos que
permitan acceder a cada presentación o respuesta jurisdiccional desde el mismo trámite
indicado, sin necesidad de ingresar en cada uno de ellos en el derrotero secuencial y cro-
nológico de su desarollo; manteniéndose permanentemente actualizado, aun cuando se
emitan providencias simples, resoluciones interlocutorias y sentencias definitivas 4.0 que
puedan complementarlos (Art. 12 inc. 4to de la Constitución de la Provincia de Buenos
Aires; Arts. 34, 36 y concds. del C.P.C.).-
Dr. Rodrigo Ezequiel Bionda Juez en lo Civil y Comercial
REFERENCIAS:
Funcionario Firmante: 09/04/2021 13:09:59 -
BIONDA Rodrigo Ezequiel - JUEZ

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134 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia Mamani Cristian Sergio c/ Estado Nacional | daños y perjuicios

Cámara Federal de Apelaciones de Salta - Sala I 6-abrril-2021

Suspensión del Proceso - Pandemia - Contestación


de la Demanda -Planteo Extemporáneo - Daños y Perjuicios -
Recurso de Apelación - Coronavirus - Emergencia Sanitaria
Nacional

Mamani Cristian Sergio c/ Estado Nacional | daños y perjuicios

MJ-JU-M-131452-AR | MJJ131452

Toda reanudación de plazo que no fuera precisamente determinado y cierto, debe


ser notificado personalmente o por cédula.

Sumario:
1.-Corresponde hacer lugar al recurso de apelación deducido en subsidio por
la demandada y,en consecuencia, tener por contestada la demanda en el plazo
legal, pues frente a las razonesque motivaron la suspensión de los plazos del
pleito en un contexto excepcional de pandemia, correspondía, como se dijo,
notificar por cédula a las partes la reanudación de los términos suspendidos
por tiempo indeterminado en virtud de la feria extraordinaria decretada por
el Máximo Tribunal.

Salta, 6 de abril de 2021


VISTO:
El recurso de apelación interpuesto a fs. 82/86.
CONSIDERANDO:
Que vienen las presentes actuaciones en virtud del recurso de apelación en subsidio
interpuesto por el apoderado legal del Estado Nacional a fs. 82/86 en contra de la pro-
videnciade fecha 21/8/20, por la que el juez de la instancia anterior tuvo por contestada
la demanda fuera del plazo legal y, en consecuencia, ordenó su archivo en el sistema LEX
100 (fs. 81).
El recurrente se agravió al entender que el magistrado calificó de extemporánea su con-
testación de demanda sin atender a la pandemia ocasionada por el coronavirus (Covid-19)
que paralizó tanto la actividad del Poder Judicial de la Nación como la de la Administra-
ción Pública.

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Nº 3 / Junio 2021
135
Jurisprudencia Mamani Cristian Sergio c/ Estado Nacional | daños y perjuicios

En dicho marco, refirió a la declaración de emergencia dispuesta por el art. 1º de la ley


27.541 y ampliada en materia sanitaria mediante el decreto de necesidad y urgencia
260/20 del PoderEjecutivo Nacional.
Continúo relatando que a fin de proteger la salud pública, el Presidente de la Nación or-
denó mediante el DNU Nº 297/20 el “Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio” durante
el períodocomprendido entre el 20/3/20 y el 31/3/20 de todas las personas que habitan
en el territorio nacional o se encuentran allí temporalmente, medida que más tarde fue
extendida en atencióna la situación epidemiológica del país a través de sucesivos decretos
de necesidad y urgencia.
Dijo que a fin de evitar el contacto social y la expansión del flagelo la Corte Suprema de
Justicia de la Nación dictó la Acordada CSJN Nº 4/20 por la que declaró inhábiles los días
16 a 31 de marzo del año 2020 para las actuaciones judiciales ante todos los tribunales
que integran el Poder Judicial de la Nación, disponiendo, además, que durante el plazo
establecidolos tribunales debían asegurar una prestación mínima de servicio de justicia
a la vez que suspendió la atención alpúblico salvo en aquellas actuaciones procesales en
las que resultabaindispensable la presencia de los letrados y/o partes. Por último, facultó
a éstas últimas a solicitar la habilitación de días y horas inhábiles en asuntos que no ad-
mitían demora.
Luego, precisó que mediante Acordada CSJN Nº 6/20 el Alto Tribunal dispuso una feria
extraordinaria durante el año 2020 respecto de los tribunales federales y nacionales y
demás dependencias que integran el Poder Judicial de la Nación con vigencia desde el
20 al 31 de marzo, siendo prorrogada por Acordada CSJN Nº 8/20 —del 1/4 al 12/4—; Nº
10/20 —del 13/4 al 26/4—; Nº 13/20 —del 27/4 al 10/5—; Nº 14/20 —del 11/5 al 24/5— y
Nº 16/20 —del 25/5 al 7/6— a la vez que autorizó a las Cámaras Federales a ampliar las
materias a ser consideradas durante lamisma en función de las particularidades del fuero,
de la jurisdicción o de la sede en la que seubican los tribunales bajo su superintendencia,
para recién facultarlas a levantar la medida extraordinaria de manera total y absoluta a
través de la Acordada CSJN Nº 17/20 con las Cámaras Federales de Comodoro Rivadavia,
Tucumán, Mendoza, Corrientes, Córdoba y la Cámara Nacional Electoral —el 2/6/20— en
virtud de los requerimientos, en tal sentido, efectuados por aquellas.
Señaló que, en cambio, la Cámara Federal de Apelaciones de Salta resolvió —en fecha
13/5/20— a través de la Acordada CFAS Nº17 habilitar la feria extraordinaria a partir del
18/5/20 para todos los asuntos que tramitan ante los tribunales que integran su jurisdic-
ción ordenando, a su vez, reanudar los plazos procesales de todas aquellas causas que
no hubiesen sido habilitadascon anterioridad; es decir, levantó la feria extraordinaria sin
haber instado —en los términos de la Acordada CSJN Nº17/20— la conformidad previa
del Máximo Tribunal, lo que ocurrió recién el16/6/20 cuando la Cortemediante Acordada
CSJN Nº 20/20 autorizó el levantamiento de la medida en cuestión respecto a la ciudad de
Salta (Cámara Federal de Apelaciones, JuzgadosFederales Nº 1 y Nº 2 y Tribunal Oral en lo
Criminal Federal Nº 2) y Tartagal a partir del 22/6/20.
En tal contexto, sostuvo que la contestación de la demanda efectuada por su parte en
fecha 18/8/20 de ninguna manera resulta extemporánea en la medida en que habién-

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136 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia Mamani Cristian Sergio c/ Estado Nacional | daños y perjuicios

dosele corrido traslado de la misma en fecha 30/12/19 y declarados inhábiles los días 16
a 31 de marzo, para luego suspenderse el cómputo de los plazos en virtud de la feria ex-
traordinaria declarada por laCSJN desde el 20/3/20 (Acordada CSJN Nº 6/20) con vigencia
en la ciudad de Salta hasta el 22/6/20 (Acordada CSJN Nº20/20), el plazo otorgado por
el magistrado de 60 días con más 8 en razón de la distancia (arts. 338 y 158 del CPCCN)
finalizaba el 19/8/20.
A su vez, dijo que encontrándose los plazos procesales suspendidos de manera excep-
cional por una decisión de la Corte Suprema, el juez de grado debió haberle notificado
su reanudación en los términos del art. 135, inc. 6 in fine del CPCC, más aún cuando su
sede seencuentra en la ciudad autónoma de Buenos Aires y el levantamiento de la feria
extraordinariafue producto de una decisión del tribunal de Alzada con jurisdicción en la
ciudad de Salta (Acordada CFSA Nº17/20) y no del Máximo Tribunal.
Seguidamente, refirió a la preservación del derecho de defensa en juicio y a la garantía
constitucional del debido proceso, agraviándose, además, de la falta de constancia en el
expte. digital de la notificación efectuada a la Procuración del Tesoro de la Nación en los
términos del art.8 de la ley 25.344, como así también que se haya omitido darle vista al
Fiscal previo a correr traslado de la demanda para que se expida sobre la procedencia de
la acción y la competencia del tribunal.
Por último, calificó de deficiente a la notificación del escrito inicial por cuanto debió ser
puestaen conocimiento de la Corte Suprema de Justicia de la Nación con domicilio en Tal-
cahuano n° 550, cuarto piso, Capital Federal en virtud de haberse accionado por daños y
perjuicios en contra del Poder Judicial de la Nación.
Por todo ello, solicitó se haga lugar al recurso de apelación y se tenga por contestada la
demanda. Hizo reserva del caso federal.
Que corrido el traslado, la actora contestó a fs. 88 el recurso de su contraria, propiciando
laconfirmación de la resolución de fecha 21/8/20.
Que para resolver al recurso y ante todo, resulta conveniente precisar que luego de dis-
poner que los tribunales que integran el Poder Judicial de la Nación debían garantizar
una prestación mínima del servicio de justicia durante el período comprendido entre el
16/3/20 y el 31/3/20 (considerando 2 de la Acordada CSJN Nº4/20), el Máximo Tribunal
dispuso una feria extraordinaria por razones de salud pública desde el 20/3/20 al 31/3/20
en consonancia al “Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio” establecido por el DNU
297/20 a raíz de la pandemia de coronavirus (Covid-19) —la que adelantó sería extendida
en la misma medida en que el Poder Ejecutivo Nacional prorrogara lo dispuesto en el cita-
do decreto—. Seguidamente, la Corte facultó a los magistrados judiciales a llevar a cabo
los actos procesales que no admitandemora o medidas que de no practicarse pudieran
causar un perjuicio irreparable, como así también delegó atribuciones en las distintas
cámaras nacionales y federales y en los tribunales orales que ejercen la superintenden-
cia de las diversas jurisdicciones a fin de implementar las guardias o turnos que fueren
indispensables de acuerdo a las necesidades delos fueros o jurisdicciones que de ellas
dependan; otorgándoles amplias facultades para adoptar en el ámbito de su jurisdicción

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Nº 3 / Junio 2021
137
Jurisprudencia Mamani Cristian Sergio c/ Estado Nacional | daños y perjuicios

las medidas pertinentes con el objetivo de que su actuación se cumpla de acuerdo a lo


dispuesto por el PEN mediante el mencionado decreto.
A tales efectos, determinó las materias penales y no penales a las cuales debían avocarse
prioritariamente (Acordada CSJN Nº 6/20 de fecha 20/3/20), las que luego fueron amplia-
das a través del requerimiento de habilitación de feria efectuado por el Colegio Público de
Abogadosde la Capital Federal (Acordada CSJN Nº 9 de fecha 3/4/20).
Más tarde y por igual motivo, el Presidente de la República extendió el aislamiento social
antes ordenado mediante DNU 325/20, por lo que el Alto Tribunal adoptando idéntico
temperamentodecidió prorrogar la feria extraordinaria hasta el 12/4/20 (Acordada CSJN
Nº 8 de fecha 1/4/20), criterio que siguió tras la emisión de los decretos DNU 355/20
(Acordada CSJN Nº 10/20 de fecha 12/4/20) y DNU 408/20, con la diferencia de que, en
este último, el PEN previó una nueva etapa de abordaje atendiendo a las diversas juris-
dicciones —según criterios epidemiológicos y sanitarios definidos— y teniendo especial-
mente en consideración la densidad poblacional, orientando nuevamente a la Corte a
adoptar medidas concordantes en su ámbito de actuación por lo que, ésta última, ade-
más de prorrogar la feria extraordinaria —con vigenciadel 27/4/20 al 10/5/20—, facultó a
los distintos tribunales nacionales y federales que tengan a su cargo la superintendencia
de cada fuero o jurisdicción —como es el caso de este Tribunal— aampliar las materias a
ser consideradas durante la misma en función a las particulares circunstancias del fuero,
de la jurisdicción, o de la sede en la que se ubican los tribunales bajosu superintendencia,
debiendo adecuar el funcionamiento de los mismos de forma de garantizar la prestación
del servicio de justicia; aún mediante la realización de actos procesales válidos de forma
remota (Acordada CSJN Nº 13/20 de fecha 27/4/20).
Bajo ese marco y a fin de lograr el mayor aumento de la prestación del servicio de justicia
necesario para la comunidad compatible con la preservación de la salud de las personas
que lo prestan y las de aquellos que concurren a recibirlo y, sin perjuicio de extender la
medida extraordinaria del 11/5/20 al 24/5/20, la Corte encomendó a los tribunales con
facultades de superintendencia a designar las autoridades de feria en el ámbito de su
jurisdicción, respetando a tal fin la legislación aplicable en cada provincia sobre la exten-
sión de la cuarentena y teniendo en cuenta las características de cada fuero, jurisdicción o
sede donde se ubican los distintos tribunales, procurando coincidir con el grado de aper-
tura dispuesto por las justicias provinciales (Acordada CSJN Nº14/20 de fecha 11/5/20).
A tal efecto, aprobó cuatro protocolos, entre los que se encuentra el “Protocolo y pautas
para la tramitación de causas judiciales durante la feria extraordinaria” (Anexo I) por el
cual autorizó alas Cámaras Federales con asiento en las provincias a evaluar y requerirle
el levantamiento de la feria en su jurisdicción o respecto de algunos tribunales bajo su
superintendencia, debiendoproponer las medidas que estimasen pertinentes.
Así, y habiéndose morigerado las medidas provinciales de aislamiento social, preventivo
y obligatorio en Salta y Jujuy, esta Cámara —manteniendo la feria extraordinaria estableci-
da por laCorte Suprema de Justicia de la Nación— procedió a habilitar a partir del 18/5/20
el trámite antelos tribunales que integran su jurisdicción de todos los asuntos, ordenan-
do, a su vez, la reanudación de todos los plazos procesales en aquellas causas que no

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138 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia Mamani Cristian Sergio c/ Estado Nacional | daños y perjuicios

habían sido incluidas en una habilitación anterior, tal y como acontece en el presente
caso (Acordada CFSA N° 17/20).
Y es en ese contexto que el Alto Tribunal a través de la Acordada N°20/20 del 19/6/20
decretóel levantamiento de la feria extraordinaria a partir del 22/6/20 para esta Cámara
Federal de Apelaciones y los Juzgados Federales de Salta y Tartagal ante el pedido efec-
tuado por esta Alzada, manteniendo las amplias facultades de superintendencia oportu-
namente otorgadas para la adopción de las acciones necesarias a fin de que su actuación
se cumpla de acuerdo alas previsiones dispuestas por el PEN y por las autoridades locales.
Así las cosas, debe advertirse que no le asiste razón al recurrente al sostener que esta
Cámara Federal de Apelaciones se extralimitó al habilitar la feria extraordinaria y con
ello ordenar la reanudación de los plazos procesales a partir del 18/5/20 en todos aque-
llos asuntos que no habían sido incluidos en una habilitación anterior (Acordada CFSA
Nº17/20 del 13/5/20), pues, como se viera, sin perjuicio de que en la ciudad de Salta y
Tartagal la feria fue levantada recién el 22/6/20 conforme Acordada CSJN Nº20/20, con
anterioridad, el Máximo Tribunal mediante sendos pronunciamientos autorizó a las au-
toridades judiciales que ejercen lasuperintendencia en las provincias a atender la mayor
cantidad de asuntos posibles delegándole amplias facultades.
Es que la Acordada CFSA N°17/20 de ninguna manera generó el levantamiento de la
medida extraordinaria, porque continuaron las restricciones dispuestas en torno a la
asistencia del personal estrictamente necesario, la modalidad de trabajo remoto domici-
liario, el impedimentode ingreso de los particulares —no letrados— a los edificios donde
funcionan las oficinas de la jurisdicción, la realización de presentaciones preferentemen-
te en formato digital, con firma electrónica y eximiendo de su presentación en soporte
físico a fin de lograr una menor afluencia de los litigantes y las medidas de prevención e
higiene para adecuar su funcionamiento de forma de garantizar la prestación del servicio
de justicia.
Que luego de precisar las normas y acordadas aplicables, corresponde ingresar en
lasecuencia de los actos procesales cumplidos en el marco de las presentes actuaciones.
El 2/10/19 el Sr. Cristian Sergio Mamani dedujo demanda de daños y perjuicios en contra
del Estado Nacional a fin de obtener una reparación integral por la ilegítima privación de
la libertadambulatoria sufrida durante el período de veintitrés meses desde el 15/11/15
hasta el 27/9/17 como consecuencia del auto de procesamiento con prisión preventiva
dictado por el Juez Federal N°2 de la provincia de Salta y la posterior absolución del Tribu-
nal Oral Federal de SaltaN°2 (fs. 1/50).
En fecha 3/10/19 el juez a cargo del Juzgado Federal N°2 de Salta se excusó de intervenir
enlas actuaciones por razones de decoro y delicadeza (fs. 52) asumiendo la jurisdicción el
15/10/19 el magistrado titular del Juzgado Federal N°1 (fs. 53).
Más tarde, mediante decreto del 13/11/19 se proveyó a la demanda de daños y perjui-
cios eximiéndolo al actor de acompañar las copias para traslado debido a su volumen
(art. 121 CPCCN) y luego de fijado el plazo de 60 días con más la ampliación de ocho en
razón de la distancia (arts. 338 y 158 del CPCCN) para que el demandado la conteste, se

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Nº 3 / Junio 2021
139
Jurisprudencia Mamani Cristian Sergio c/ Estado Nacional | daños y perjuicios

ordenó reservar su traslado hasta tanto el accionante adjunte constancia fehaciente del
diligenciamiento del oficio ley 22.172 a la Procuración del Tesoro de la Nación conforme
lo establecido en el art. 8 de la ley 25.344 (fs. 56) Seguidamente, la actora acompañó
copia —en formato papel— de la comunicación efectuada de conformidad al art. 1° de
la resolución 128/19 de la Procuración del Tesoro de la Nacional modificatoria de la ley
25.344, surgiendo que en dicho organismo setomó conocimiento del presente proceso el
día 16/12/19 (a fs. 60/62).
Mediante providencia del 18/12/19 se ordenó correr traslado de la demanda, autorizán-
dose a diligenciar el oficio ley 22.172 al apoderado legal de la actora o persona que él
designe (fs. 63), lo que se hizo el 30/12/19 (confr. cargo de fs. 65). El demandado omitió
contestarla, por lo queel 13/8/20 el accionante solicitó su declaración de rebeldía (fs. 67)
ante la incomparecencia desu contraria.
Finalmente, conforme surge del Sistema LEX 100, el apoderado del Estado Nacional subió
sucontestación en fecha 18/8/20 a horas 18:27, lo que generó que mediante providencia
del 21/8/20 luego de que se le otorgase participación en el carácter denunciado, se orde-
nara el desglose de tal actuación por extemporánea (fs. 81) decisión que, como se viera,
fue objeto deapelación en subsidio por el demandado (fs. 82/86) la que fue concedida tras
ser rechazada larevocatoria planteada ante el juez de grado (fs. 90).
Que frente a todo lo expuesto y sin perjuicio de advertir que formalmente la suspensión
de plazos fue levantada por Acordada de esta Cámara Nº17/20, por lo que a la fecha en
que la demandada cumplimentó el responde, el plazo de sesenta (60) días más la amplia-
ción de ocho (8) en razón de la distancia ya había vencido en razón de computar el tiempo
que transcurrió desde que se diligenció en fecha 30/12/19 el oficio ley 22.172 por el cual
se corrió traslado dela demanda (fs. 65) hasta que la Corte Suprema de Justicia de la Na-
ción declaró inhábiles los días 16 a 31 de marzo del año 2020 -27 días decretando, más
tarde, la feria extraordinaria a través de la Acordada N°6/20 que fuera prorrogada suce-
sivamente hasta que esta Cámara Federal de Apelaciones la habilitó a partir del 18/5/20
para todos los asuntos de trámite ante los tribunales que integran su jurisdicción, expi-
rando el plazo suspendido el 21/7/20 a horas 9:00 a.m. —42 días de conformidad a lo
previsto por el art. 124 in fine del CPCCN—; lo cierto esque la reactivación del proceso de-
bió notificarse por cédula en los términos del inc.6 del art. 135 del CPCCN, que establece
expresamente esa modalidad cuando la decisión del Tribunal dispone “la reanudación de
plazos suspendidos por tiempo indeterminado”, resaltándose que lareferida norma salva-
guarda el derecho constitucional de defensa en juicio, en este caso, del Estado Nacional,
condición indispensable para que se produzca un debate efectivo entre las partes y un
fallo judicial informado.
Sobre el punto se ha dicho que toda reanudación de plazo que no fuera precisamente
determinado y cierto, debe ser notificado personalmente o por cédula (Morello, A.; Sosa,
G. y Berizonce, R., “Códigos procesales en lo civil y comercial de la provincia de Buenos
Aires y dela Nación”, Abeledo-Perrot, 1992, Buenos Aires, Tomo II-B, pág. 751 y su cita).
Por lo que frente a las razones que motivaron la suspensión de los plazos del pleito en un
contexto excepcional de pandemia, correspondía, como se dijo, notificar por cédula a las

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Jurisprudencia Mamani Cristian Sergio c/ Estado Nacional | daños y perjuicios

partesla reanudación de los términos suspendidos por tiempo indeterminado en virtud


de la feria extraordinaria decretada por el Máximo Tribunal (art. 135 inc. 6 del CPCCN).
Así, resultando lo expuesto suficiente para revocar la decisión venida en recurso deviene
innecesario tratar los demás agravios esgrimidos por el recurrente.
Que, respecto a las costas de la Alzada, teniendo en cuenta las particularidades del caso, se
estima ajustado a derecho imponerlas por su orden (art. 68, segundo párrafo del CPCCN).
Por todo ello se RESUELVE
1. HACER LUGAR al recurso de apelación deducido en subsidio por la demandada a
fs. 82/86 y, en consecuencia, REVOCAR la providencia del 21/8/20 (fs. 81), teniendo por
contestada lademanda en el plazo legal.
Costas por su orden.
REGÍSTRESE, notifíquese, publíquese en los términos de las Acordadas CSJN 15 y 24
de2013 y devuélvase.
MARIA INES DE SIMONE
SECRETARIA DE CAMARA
LUIS RENATO RABBI BALDI CABANILLAS
JUEZ DE CAMARA
ERNESTO SOLA ESPECHE
JUEZ DE CAMARA
SANTIAGO FRENCH
JUEZ DE CAMARA

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Nº 3 / Junio 2021
141
Jurisprudencia Ocampo Darío José; Muñoz Granados Joaquín; Pereyra Facundo Manuel y otros

Corte de Justicia de la Provincia de Salta 5-marzo-2021

Amparo - Excusación - Excusación con Causa -


Parentesco - Declaración de Inconstitucionalidad

Ocampo Darío José; Muñoz Granados Joaquín; Pereyra Facundo Manuel y otros
| amparo

MJ-JU-M-131578-AR | MJJ131578

Se admite la excusación del magistrado por su condición de pariente en segundo


grado del funcionario que suscribió la resolución tachada de inconstitucional.

Sumario:
1.-Es procedente aceptar la excusación del Juez de Corte fundada en su con-
dición de pariente en segundo grado del funcionario que ha suscripto la re-
solución cuya declaración de inconstitucionalidad se persigue en el amparo,
ya que la causal invocada es de apreciación personal, toda vez que el hecho de
tener que intervenir.

Salta, 05 de marzo de 2021.


Y VISTOS:
Estos autos caratulados “OCAMPO, DARÍO JOSÉ; MUÑOZ GRANADOS, JOAQUÍN; PEREYRA,
FACUNDO MANUEL Y OTROS - AMPARO” (Expte. N° CJS 40.939/20), y
CONSIDERANDO:
1º) Que a fs. 16 el señor Juez de Corte Dr. Horacio José Aguilar se excusa de intervenir en
estos autos por encontrarse comprendido en la causal prevista en el art. 30 del Código
Procesal Civil y Comercial, invocando razones de decoro y delicadeza y la preservación
de la imagen de imparcialidad de este Tribunal, en razón del parentesco en segundo
grado con el Dr. Francisco Zenón Aguilar, quien en su calidad de Presidente del Comité
Operativo de Emergencia (COE), ha suscripto la Resolución 54/2020 cuya declaración de
inconstitucionalidad se persigue en estos autos.
2º) Que como tal, la excusación tiene por objeto asegurar una recta administración de
justicia y la conducta imparcial e independiente de los magistrados obligados a actuar
objetivamente y con neutralidad. Para que exista el debido proceso el juzgador debe ser
real tercero en la relación litigiosa, y cuando no se encuentra en tal condición tiene el
deber legal de hacerlo saber a las partes a través de la excusación, medio proporcionado

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142 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia Ocampo Darío José; Muñoz Granados Joaquín; Pereyra Facundo Manuel y otros

por la ley para afirmar la ausencia de su competencia subjetiva (esta Corte, Tomo 86:991;
170:1003; 216:573, entre otros).
En tal sentido cabe recordar que el Código Modelo Iberoamericano de Ética Judicial,
adoptado por esta Corte mediante Acordada 12128, establece que el juez está obligado
a abstenerse de intervenir en aquellas causas en las que se vea comprometida su im-
parcialidad o en las que un observador razonable pueda entender que hay motivo para
pensar así.
3º) Que el art. 30 citado por el señor Juez de Corte remite al art. 17 del Código Procesal
Civil y Comercial, donde se indican las situaciones taxativas que deben ser motivo de
excusación por parte de los magistrados. Pero además, concluye el art.30 diciendo que
existen otras causales genéricas que imponen la necesidad de apartarse por motivos
graves de decoro y delicadeza. En un aspecto más amplio, la garantía constitucional de
ser oído por un tribunal competente e imparcial, prevista en los arts. 8.1 del Pacto de San
José de Costa Rica y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, conduce
a interpretar razonablemente las normas relativas a la inhibición de magistrados, de ma-
nera que la situación por ellos invocada, aun cuando trasciendan los límites trazados por
la reglamentación contenida en las normas procesales, den lugar a su apartamiento (esta
Corte, Tomo 192:1073; 193:923; 198:887; 219:267, entre otros).
4º) Que en definitiva, al resultar la causal invocada por el señor Juez de Corte de apre-
ciación personal, toda vez que el hecho de tener que intervenir en el presente proceso
podría generarle una situación de violencia moral (esta Corte, Tomo 198:845; 199:13;
200:797; 202:399; 203:19; 205:431), corresponde aceptar su pedido de apartamiento.
Por ello,
LA CORTE DE JUSTICIA, RESUELVE:
ACEPTAR la excusación formulada a fs. 16 por el señor Juez de Corte Dr. Horacio José
Aguilar, para intervenir en los presentes autos.
MANDAR que se registre y notifique.
(Fdo.: Dres. Guillermo Alberto Catalano -Presidente-, Ernesto R. Samsón, Sergio Fabián
Vittar, Dras. Sandra Bonari, Teresa Ovejero Cornejo, Dr. Pablo López Viñals, Dras. María
Alejandra Gauffin y Adriana Rodríguez Faraldo -Jueces y Juezas de Corte-. Ante mí: Dr.
Juan Allena Cornejo -Secretario de Corte de Actuación -).

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Nº 3 / Junio 2021
143
Jurisprudencia D. L. V. c/ D. E. A. | alimentos

Cámara Segunda de Apelación en lo Civil y Comercial 20-abril-2021


de La Plata - Sala: I

Costas - Costas por su Orden - Alimentos -


Transacción - Homologación Judicial - Código Civil
y Comercial de la Nación

D. L. V. c/ D. E. A. | alimentos

MJ-JU-M-132026-AR | MJJ132026

Las costas por la homologación de un acuerdo de alimentos deben imponerse por


su orden.

Sumario:
1.-Debe disponerse que las costas generadas con motivo de la homologación
del acuerdo de alimentos sean soportadas en el orden causado porque la im-
posición de las costas al alimentante no se condice con el actual régimen ge-
neral en materia de alimentos que recaen sobre ambos progenitores, sien-
do que el hecho que quien tiene mayores ingresos colabore con quien posee
menos para que los niños gocen de similar nivel de vida en ambos hogares
(art. 666 , CCivCom.) no significa que solo aporta el alimentante y las costas
‘disminuyen la cuota’, pues visto desde esta óptica, si ambos sostienen a sus
hijos la circunstancia de que el alimentante abone todas las costas disminuye
su posibilidad de aportar a los hijos en el tiempo que están con él y, en suma,
disminuye su cuota.
2.-Tratándose de un convenio transaccional homologado, en el que el de-
mandado aceptó abonar una cuota inferior a la pretendida, sin perjuicio del
legitimo derecho de la actora de obtener seguridad jurídica respecto de una
cuota a su cargo y discutir su monto, el conflicto respecto del monto se debe
valorar en forma diferente que la conducta de un demandado que fuere remi-
so en el cumplimiento de su obligación alimentaria, considerando que con-
forme lo normado por el art. 73 del CPCC, por regla, cuando el juicio culmina
por transacción las costas deben imponerse por su orden, salvo acuerdo de las
partes en contrario.

La Plata, 20 de Abril de 2021


AUTOS Y VISTOS: CONSIDERANDO:

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144 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia D. L. V. c/ D. E. A. | alimentos

I. El 26/10/20 la juez homologó el acuerdo sobre cuota alimentaria pautado entre las par-
tes —ofrecimiento del demandado de fecha 7/9/2020 y aceptación de la actora de fecha
23/9/2020— con los alcances de los arts. 497 y 645 del CPCC- e impuso las costas del
convenio al alimentante, “ya que de imponerse de otra forma, se estaría desvirtuando el
objeto de la prestación alimentaria.”
II. El demandado interpuso recurso reposición con apelación en subsidio 27/10, concedi-
do 2/11/20, sin contestación.
III. Al momento de determinar quién debe cargar con las costas del proceso es necesario
aplicar las reglas que rigen la materia y valorar —con prudencia y razonabilidad— las
particulares circunstancias de la causa (arg. arts. 2, 3 CCC; art. 68 y siguientes del CPCC).
En este andarivel, tiene relevancia para la resolución del presente recurso que se trata
de un convenio transaccional homologado, en el que el demandado acepta abonar una
cuota inferior a la pretendida. Acredita que abonaba una cuota, el alquiler de la vivienda
y los gastos de luz, agua y cloacas e impuesto municipal) por la suma de $12.250. Sin
perjuicio del legitimo derecho de la actora de obtener seguridad jurídica respecto de una
cuota a su cargo y discutir su monto (alega que la suma abonada en efectivo era espo-
rádica e insuficiente), el conflicto respecto del monto se debe valorar en forma diferente
que la conducta de un demandado que fuere remiso en el cumplimiento de su obligación
alimentaria.
Conforme lo normado por el art. 73 del CPCC, por regla, cuando el juicio culmina por
transacción las costas deben imponerse por su orden, salvo acuerdo de las partes en
contrario. El conflicto debatido en autos se autocompuso, circunstancia que no puede
ser soslayada pues, en supuestos como el de autos soluciones como la impugnada en
materia de costas podrían desalentar la resolución pacífica de los conflictos familiares
(arg. art. 706 inc.”a” del CCC).
Puede agregarse jurisprudencialmente, por aplicación del régimen general de costas,
que el juez puede apartarse en caso de cambio de jurisprudencia durante el proceso o la
concurrencia de circunstancias objetivas fundadas que tornen manifiestamente injusta
la aplicación de aquel principio (arg. art. 68 segundo párrafo CPCC; CCCom. MdP, sala III,
causa 151089, sent. del 22-V-2012; CCCom. SN, causa 13200, sent. del 14-VI-2018).
La solución dada en la instancia de grado no se condice con el actual régimen general en
materia de alimentos que recaen sobre ambos progenitores. El hecho que quien tiene
mayores ingresos colabore con quien posee menos para que los niños gocen de similar
nivel de vida en ambos hogares (art. 666 CCCN) no significa que solo aporta el alimentan-
te y las costas “disminuyen la cuota”. Visto desde esta óptica, si ambos sostienen a sus
hijos la circunstancia de que el alimentante abone todas las costas disminuye su posibi-
lidad de aportar a los hijos en el tiempo que están con él. En suma, disminuye su cuota.
POR ELLO: se hace lugar al recurso interpuesto por el apelante y, por consiguiente, se
modifica la sentencia apelada del 26/10/20, imponiéndose las costas por su orden (art.
73 CPCC). Atento la forma en que se resuelve, las costas de Alzada también deberán ser
soportadas por la apelada en su objetiva condición de vencida (arts. 69 CPCC). Regístrese.

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Nº 3 / Junio 2021
145
Jurisprudencia D. L. V. c/ D. E. A. | alimentos

Notifíquese electrónicamente (cf. consid. 22 y art. 3, Ac. 480-20, SCBA) y devuélvase a la


instancia de origen.
REFERENCIAS:
Funcionario Firmante: 20/04/2021 10:37:09 -
SOSA AUBONE Ricardo D. - JUEZ
Funcionario Firmante: 20/04/2021 12:37:30 -
LóPEZ MURO Jaime Oscar - JUEZ

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146 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia C. G. B. c/ Colegio Publico de Abogados de Capital Federal

Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso 15-abril-2021


Administrativo Federal - Sala IV

Abogados - Sanciones Disciplinarias - Suspensión


en la Matrícula - Multa - Ética Profesional - Abogado
en Causa Propia - Poderes Disciplinarios de los Colegios
Profesionales - Cosa Juzgada

C. G. B. c/ Colegio Publico de Abogados de Capital Federal |


ejercicio de la abogacia - ley 23187 - art 47

MJ-JU-M-132046-AR | MJJ132046

La abogada actora no podía actuar en causa propia pues la suspensión en la matrí-


cula no fue voluntaria sino impuesta por el CPACF por falta de pago de tres cuotas
anuales.

Sumario:
1.-Corresponde confirmar la sanción de multa impuesta a la abogada actora
pues al iniciar las actuaciones donde se cuestionó su conducta, se encontraba
suspendida para actuar como abogada, y las faltas sancionadas se configuran
con la comprobación objetiva del incumplimiento a las obligaciones impues-
tas.
2.-Corresponde desestimar la excepción de cosa juzgada articulada por la
parte actora toda vez que el CPACF diferenció la suspensión de la matrícula
dispuesta en los términos 53 y 54 de la Ley de Colegiación, y la letrada al estar
suspendida por falta de pagos, no solo no podía intervenir en ninguna causa
como abogada ni tampoco en causa propia con solicitud de certificado, ya que
el certificado se otorga, siempre que el letrado se haya suspendido volunta-
riamente y no cuando, como potestad del CPACF se lo suspende por falta de
pagos, por incumplimiento de tres cuotas anuales.
3.-Si bien el CPACF reconoce que, a partir del año 2017, la actora se encuentra
suspendida voluntariamente hasta el año 2022, especificó que dicha suspen-
sión fue voluntaria y le permitió a la letrada solicitar el certificado para actuar
en causas propias, entre las que no se encuentra el Habeas Data relacionado
con la falta disciplinaria cuestionada en la presente causa; por ello, los hechos
por los que fue absuelta no guardan identidad con los investigados en las pre-
sentes actuaciones.

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Nº 3 / Junio 2021
147
Jurisprudencia C. G. B. c/ Colegio Publico de Abogados de Capital Federal

Buenos Aires, 15 de abril de 2021.


VISTO:
El recurso directo de apelación deducido por la actora a fs. 241/248, contra la resolución
de fs. 202/208;
y CONSIDERANDO:
1º) Que, el Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal
inició causa disciplinaria contra al abogada G. B. C., como consecuencia de la comunica-
ción librada por el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administra-
tivo Federal n° 9, en el marco del expediente n° 54162/2016, caratulado “C., G. B. c/ CO-
LEGIO PÚBLICO DE ABOGADOS DE LA CAPITAL FEDERA S/ HABEAS DATA”, al advertir que
la letrada actora, se encontraba suspendida desde octubre de 2015 y esa circunstancia
le impedía el ejercicio de la profesión. A su vez, posteriormente, el magistrado informó
el cuestionamiento de la actora de su investidura de juez, a fin de que se tomasen las
medidas pertinentes.
2º) Que, el 25 de septiembre de 2019, la Sala I del Tribunal de Disciplina del Colegio Públi-
co de Abogados de la Capital Federal resolvió imponer a la abogada C., la sanción de mul-
ta contemplada en el art. 45, inc. c, de la ley 23.187, fijando su importe en la suma equi-
valente al diez (10) por ciento de la retribución mensual de un juez nacional de primera
instancia en lo civil de la Capital Federal, por haber infringido deberes fundamentales
inherentes al ejercicio de la abogacía —arts. 3, inc. b, ap. 1 y 6, e inc. e, ley 23.187 y art. 10,
inc. a, y 11 del Código de Ética -. Asimismo, decidió absolverla sobre el cuestionamiento
a la investidura del señor magistrado titular del referido juzgado n° 9 de este Fuero, por
no hallarse debidamente comprobada la falta.
Para resolver como lo hizo y previa desestimación de la excepción de prescripción opues-
ta por la letrada, el referido órgano disciplinario sostuvo: a) “.que la Ley de Colegiación es-
tablece en su artículo 51° como se integrarán los fondos del Colegio, e incorpora en su in-
ciso a) la cuota anual que deben abonar todos los abogados inscriptos en la matricula”. b)
“Sin perjuicio de ello, debe también contemplarse que es el art. 53° el que torna exigible
la norma y faculta al Colegio de Abogados a suspender al matriculado que incumpliera en
el pago de las anualidades establecidas”. c) “Analizando ahora el alcance del art. 11° del
Código de Ética, la doctrina ha coincidido en que ‘el pago de la cuota anual debe cumplir-
se puntualmente’. Así está redactado el texto en estudio. Lo contrario implica incurrir en
incumplimiento a la ética.». d) “Desde siempre se ha sostenido que ‘no resulta ajustado a
la ética aprovecharse de los beneficios que trae aparejada la actuación del Colegio, sus-
trayéndose a la obligación de contribuir a su sostenimiento económico’”. e) “El Superior
en casos análogos ha dicho que ‘el Tribunal de disciplina del Colegio Público de Abogados
de la Capital Federal puede aplicar a un abogado una sanción de multa por violación a lo
dispuesto en los arts. 51, inc. a) y d) de la ley 23.187 y 11 del Código de Ética por no pagar
la cuota anual para los abogados inscriptos y el derecho fijo profesional’ (CNCAF, Sala V,
“S. M.C. c. CPACF”, expte. 15516/01, del 18.4.2005), que es el caso de autos, y no como
señala la letrada que se encontraba suspendida voluntariamente”.

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148 Nº 3 / Junio 2021
Jurisprudencia C. G. B. c/ Colegio Publico de Abogados de Capital Federal

Sobre tales bases, la Sala I resolvió “.CONDENAR a la abogada G. B. C. (T°057 F° 481


CPACF) .a la sanción de multa —art. 45 c, ley 23.187— por el importe equivalente al diez
por ciento (10%) de la retribución mensual de un juez nacional de primera instancia en lo
civil —art. 45 c, ley 23.187— por haber infringido deberes fundamentales inherentes al
ejercicio de la abogacía - arts. 3 inc. b) ap. 1, y 6 inc. e) ley 23.187 y 10 a, y 11 del Código
de Ética.».
3º) Que la actora se presentó el 21/10/2019 (v. cargo de fs. 223) y dedujo el recurso que
prevé el art. 47 de la ley 23.187 (cfr. fs.217/223).
Expresamente reconoció que la presente acción ingresó al CPACF, por medio de una
denuncia del titular del Juzgado nº 9 del Fuero, aunque sólo la relacionó con la falta de
decoro en el ejercicio profesional.
Sobre la base de su absolución —en ese aspecto—, sostuvo que la acción debió haberse
cerrado y que, no obstante, el CPACF le impuso una multa en los términos del art. 45,
inciso c, de la ley 23.187, calificando la decisión de incongruente y desproporcionada.
Señaló que desde el año 2010 intentó desempeñarse profesionalmente dentro de los
límites éticos y morales y si bien llevó casos, aseveró que desde el año 2013 sólo actuó
en causas propias, de su hermano y de su madre. Afirmó que no realizó asesorías, ni
colaboraciones y que no recibió ingreso alguno proveniente de la profesión de abogada.
Indicó que, en esas circunstancias, el 6 de agosto de 2013 pidió la suspensión voluntaria
de su matrícula, en los términos del art. 54 de la ley 23.187 y destacó que esa norma per-
mite ejercer en causas propias. Expresó que no pensó que el CPACF denegaría su pedido
de suspensión, y que a fines del 2015 tomo conocimiento de que tenía la intención de
suspender su matricula por falta de pago.
Consideró que la situación por la que se la habìa condenado no se hallaba dentro de las
imputaciones que le habían realizado, y entendió que se incurrió en incongruencia entre
la denuncia, la instrucción que abrió el proceso disciplinario y la consecuente sanción
impuesta. En ese sentido, argumentó que de la lectura de la sentencia surgía que el resul-
tando I, en su segundo parágrafo, aludía a un oficio que no determinaba quién lo elevaba
y que la información que estaba allí asentada no era real. En ese sentido, sostuvo que, a
octubre de 2015, ya llevaba dos años del pedido de suspensión voluntaria, cuya constan-
cia se encontraba agregada a la causa.
Asimismo, manifestó que era falaz lo sostenido por el titular del Juzgado n° 9 del Fuero,
porque la ley 23.187, en su art. 4 autorizaba la actuación en causa propia de un letrado
suspendido.
Sobre esa base, consideró que la condena que la sentencia 191 le había impuesto nada
tenía que ver con esa causa; y que el CPACF, apartándose de la imputación inicial, la había
condenado por actuar en causa propia. Denunció que tal imputación no había sido dada
en traslado y que su actuación en causa propia era legal y procedente. No obstante, re-
conoció que “tal vez sólo pudiera exigirse la formalidad del certificado”, lo cual consideró
como insuficiente para ser sancionada.

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Acusó la ilegalidad de la decisión, al sostener que su actuación en causa propia hallaba


respaldo en los arts. 54 y 4 de la ley 23.187 y la suspensión voluntaria en el marco del
art. 16 inciso a, del reglamento del CPACF, y que la entidad carecía de facultades en su
decisión de suspender la matricula. Señaló que, en cualquier caso, el ente de supervisión
y colegiatura debió hacer saber al letrado el motivo de la incidencia, para que éste pu-
diera subsanar cualquier situación legalmente exigida. Alegó que la sentencia 191 había
“inventado” el hecho del ejercicio de la profesión estando inhabilitada.
Afirmó que era indiscutible que, cuando la matrícula estaba suspendida, el abogado se
hallaba inhabilitado, pero la razón de la inhabilidad podía ser de origen diverso, y en
su caso la ley permitía la actuación en causas propias, extendiendo este concepto a los
familiares directos. Aludió que tardíamente, el CPACF había reconocido su situación de
suspensión, con el certificado n° 20160016 otorgado el 5 de junio de 2017, en el cual se
incluyeron todas las causas vigentes desde su petición del año 2013.
Por otra parte, se agravió por la desproporcionalidad de una sanción que reglamentaria-
mente no procedía, frente a una profesional que no había cometida falta alguna, y que
se contradecía con la emisión del certificado aludido. Asimismo, acusó la inconstituciona-
lidad y arbitrariedad configuradas, a su entender, por la existencia de la conducción de
procesos que no respetaban el debido proceso legal, la legalidad, la supremacía de nor-
mas, la defensa en juicio de la persona y de los derechos, la veda del acceso a la justicia y
de tutela efectiva, por la decisión de llevar un proceso disciplinario infundado.
En el punto III de su escrito de apelación (v. fs. 221 vta. del expediente papel), sin dejar
de reconocer que “esta instancia no sea la apropiada para ventilar estas cuestiones”,
pidió la formación de un incidente de nulidad de la sentencia 122 del 24/8/2016 y la de
todo el proceso que la Sala V de la Cámara del Fuero había llevado en el expediente n°
27049/2012.
Asimismo, planteó la reconvención de las acciones disciplinarias llevadas en su contra,
incluida la presente, por los daños y perjuicios y daño moral que invocó.
Finalmente, en el OTROSI MAS DIGO (v. fs. 222 vta./223 del expediente papel) opuso ex-
cepción de cosa juzgada en los términos del art.347, inciso 6 y cctes, del CPCCN, sobre
la base de lo decidido en la sentencia n° 5944, de la Sala II del Tribunal de Disciplina del
CPACF, del 13 de julio de 2017, en la causa 29332, que en copia acompañó y que, a su
entender, había tenido por objeto juzgar el mismo hecho que se le imputaba y por el que
se la sancionaba.
4º) Que, corrido en esta instancia el pertinente traslado, el Colegio Público de Abogados
de la Capital Federal lo contestó solicitando el rechazo de la apelación deducida (v. pre-
sentación digitalizada el 18/09/2020, fs. 264/277).
De manera preliminar, pide que se declare desierto el recurso intentado, por considerar
incumplidos los extremos previstos por el art.265 del CPCCN. Sostiene que los funda-
mentos de la recurrente no son suficientes para refutar los sólidos argumentos de hecho
y de derecho expuestos en el fallo del Tribunal de Disciplina y que sólo se limita a expre-
sar su disconformidad con lo resuelto. Asimismo, aclara que su responde se concreta

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Jurisprudencia C. G. B. c/ Colegio Publico de Abogados de Capital Federal

teniendo en cuenta las quejas de la recurrente y tomando exclusivamente aquellas que


se refieran a la conducta desplegada por la actora en la sentencia que recurre. En ese
sentido, indica que “toda acción que la mis ma considere viable relacionada a esta causa
o a las anteriores que alude, las contestará oportunamente cuando la colega ocurra por
las vías legales pertinentes”.
Señala que la causa disciplinaria que tramitó por la Sala I del Tribunal de Disciplina del
CPACF, tuvo su génesis en la comunicación efectuada por el titular del juzgado n° 9 del
Fuero, en el marco del expediente n° 54162/2016 caratulado “C., G. B.C/ COLEGIO PÚBLI-
CO DE ABOGADOS DE LA CAPITAL FEDERAL S/ HABEAS DATA” en el que se advirtió que
la letrada C., se encontraba suspendida desde octubre del año 2015 y que dicha circuns-
tancia le impedía el ejercicio de la profesión, de modo que no podía intervenir en la causa
salvo patrocinio de un letrado habilitado.
Sobre esa base, pone de de resaltó que no es cierto que la causa haya tenido inicio por
denuncia del referido magistrado por falta de decoro de la letrada con personal del Juz-
gado, y que haya sido absuelta por ello. Indica que de acuerdo al Reglamento de Proce-
dimiento para el Tribunal de Disciplina, se giraron las actuaciones a la Unidad de Instruc-
ción, que sugirió en su dictamen la prosecución de la causa por haber sido vulnerados,
prima facie, preceptos contenidos en el Código de Ética y la ley 23.187.
Ordenado el correspondiente traslado de los cargos, fueron contestados por la actora y
se produjeron las pruebas ofrecidas, se celebró la audiencia de Vista de la causa y se invi-
tó a la denunciada a presentar alegatos. El 25 de septiembre de 2019 se dictó la senten-
cia n°191 que dispuso la sanción que es recurrida. En relación a la comprobación de los
hechos denunciados, afirma que del expediente de marras se advierte que la actuación
de la letrada denunciada no fue conforme a los preceptos establecidos en la normativa
vigente en materia ética de la profesión abogadil. En ese sentido destaca que, al iniciar
las actuaciones donde se cuestionó su conducta, se encontraba suspendida para actuar
como abogada, y que las faltas sancionadas se configuran con la comprobación objetiva
del incumplimiento a las obligaciones impuestas. Sostiene que para eximirse de ellas, la
matriculada debió acreditar causas que la exculpen.
Señala que la actora reconoció, desde el origen, que no se encontraba habilitada para el
ejercicio de la profesión, y remite a las constancias enviadas por el Gerente de matricula
obrante a fs.193, sobre las que afirma que la actora fue suspendida por falta de pagos,
y no de manera voluntaria como aduce en su apelación, desde el 31 de octubre de 2015
hasta el 2 de junio de 2017.
Reconoce que la letrada solicitó en el año 2013 la suspensión de la matricula con efecto
retroactivo, ya que adeudaba las matriculas 2012/2013, y afirma que la recurrente no
puede negar que la Institución le informó acabadamente los motivos por los cuales su
solicitud de suspensión voluntaria no podía prosperar, a cuyo fin se remite a las cons-
tancias de fs. 173/193 de la actuación disciplinaria. Sostiene que la abogada se tomó la
atribución unilateral de considerarse suspendida, cuando dicha actitud es contraria a de-
recho y le corresponde al CPACF. Señala que se encuentra debidamente probado que la

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Jurisprudencia C. G. B. c/ Colegio Publico de Abogados de Capital Federal

letrada se encontraba suspendida por falta de pagos (art. 53 ley 23.187), y que dio inicio
a una acción conociendo su situación de inhabilidad en la matricula.
Con transcripción de lo dispuesto en el art. 54 de la ley 23.187, manifiesta que cuando
se trata de una suspensión “voluntaria”, los matriculados pueden intervenir en causas
propias o de sus familiares, solicitando en el sector correspondiente un certificado a tales
efectos, denunciando claramente las causas o expedientes donde se solicita intervenir, a
fin de presentarlo en autos y ponerlo a disposición del juez.
Destaca que el referido certificado se otorga siempre que el letrado haya pedido volun-
tariamente la suspensión de su matrícula y no cuando, como potestad del CPACF, se lo
hace por falta de pago de, vgr., tres cuotas anuales. Pone de resalto que la letrada nunca
solicitó ni obtuvo el certificado en cuestión, respecto de los autos en que se originó la
denuncia que encabeza estas actuaciones.
Expresa que el hecho de si hubo o no intencionalidad de parte de la letrada, por falta
o no de conocimiento de su situación, para actuar estando suspendida, carecía de im-
portancia ya que la causal se encontraba objetivamente acreditada. Manifiesta que si se
observan las pruebas producidas, puede advertirse que la letrada estuvo suspendida en
otras oportunidades. Tal circunstancia, arguye, demostraba que ella conocía como era el
sistema para solicitar ese estado de matricula (fs. 175). Indica que la penalización en esta
cuestión no exigía dolo ni culpa pues bastaba la simple voluntariedad. Señala que todo
dependia del deber omitido y que, ante la falta de cumplimiento de su deber de colabo-
ración, sumado a ejercer en el ámbito de la Capital Federal estando inhabilitada para ello,
constituye una falta ética grave.
En relación a los agravios de la parte actora, niega la existencia de incongruencia. Señala
que la comunicación obrante a fs. 1 del expediente disciplinario es un oficio remitido por
el señor juez titular del Juzgado nº 9 del Fuero que se originó al advertir que la letrada
se encontraba inhabilitada para el ejercicio profesional. Asimismo, con remisión a lo ac-
tuado a fs. 43/45, niega que la imputación por la cual se la sancionó no se hallara en el
traslado dispuesto en el expediente disciplinario.
Respecto a la ilegalidad manifestada por la letrada, niega que la situación de la actora se
encuentre ampara por el art. 54 y 4 de la ley 23.187, en tanto su suspensión fue por falta
de pagos, motivo por el cual el encuadre es el del art. 53 de la ley.
En orden a la desproporcionalidad —y después de negar toda actitud persecutoria por su
contraria— señala, en cuanto a la sanción impuesta, que el principal objetivo del tribunal
de pares es determinar si existe falta y, una vez determinada, fijar el quantum. Y, en el
caso, el tipo de sanción y la trascendencia de la falta fue considerada suficientemente
grave como para imponer la multa dispuesta.
Con relación a la inconstitucionalidad acusada, sostiene que los planteos efectuados por
su contraria no son ciertos y que carecen de fuerza probatoria. Menciona que en la causa
disciplinaria se respetaron todos y cada uno de los preceptos establecidos para su trá-
mite por el Reglamento de Procedimiento para el Tribunal de Disciplina del Colegio, y se
aseguró el derecho de defensa de la letrada. Tras reseñar lo actuado, afirma que quedó

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probado que no se ha violado ningún precepto constitucional, razón por la cual también
niega la existencia de una crítica concreta sobre la arbitrariedad alegada, en tanto no se
desconoce, ni identifica el apartamiento de constancias comprobadas de la causa, omi-
sión de tratamiento de cuestiones sustanciales planteadas por las partes y/o normativa
conducente a la solución del litigio.
Respecto del planteo de nulidad y reconvención en procesos distintos del presente, pide
que no se tengan en cuenta las manifestaciones de su contraria y se le ordene ocurrir por
la vía que corresponda.
Finalmente, y en cuanto a la excepción de cosa juzgada, solicita su rechazo porque la
sentencia n° 5944, originada en la comunicación librada en los autos “C., G. B. c/ Juzgado
Nacional de Primera Instancia en lo Civil n° 41 s/ Prueba anticipada- inc. 2”, sobre la que
sustenta la defensa y que tramitó por ante la sala II del Tribunal de Disciplina, se absolvió
a la letrada por causas diferentes a la conducta desplegada en autos.
Ello, ya que si bien ejerció encontrándose suspendida en ese caso, al obtener la suspen-
sión voluntaria, pudo obtener el certificado especial para actuar en causa propia. Afirma
que, tratándose de dos conductas diferentes como consecuencia de diferentes estados
de matrícula de la letrada, en dichos autos el certificado la habilitaba para actuar en cau-
sa propia, mientras que en la presente causa la inhabilitación era absoluta por falta de
pago de matrícula.
Finalmente, destaca que los hechos por los que fue absuelta la Dra. C. no guardan iden-
tidad con los investigados en estas actuaciones, por lo que no media razón alguna que
sustente la excepción de cosa juzgada interpuesta.
5º) Que, el 24/09/2020 a fs.279/281, emitió su dictamen el señor Fiscal general.
6º) Que, liminarmente y en razón a la multiplicidad y disparidad de argumentos expues-
tos por la recurrente, cabe recordar que los jueces no están obligados a seguir a las
partes en todas y cada una de las argumentaciones que pongan a consideración del Tri-
bunal, sino tan sólo en aquéllas que sean conducentes para decidir el caso y que basten
para dar sustento a un pronunciamiento válido (Fallos: 297:140; 301:970, entre otros).
En ese sentido —como lo reconoce la propia apelante—, en atención a que el pedido de
nulidad de la sentencia 122 del 24/8/2016 y la de todo el proceso que la Sala V de esta
Cámara tramitó en el expediente n° 27049/2012, así como su planteo de reconvención,
notoriamente exceden el marco de conocimiento del presente recurso directo, corres-
ponde declarar su improcedencia, sin perjuicio del derecho de la parte actora de canali-
zar sus planteos por el carril y ante el tribunal que estime pertinentes.
7°) Que corresponde continuar con el tratamiento del planteo de la excepción de cosa
juzgada articulada por la parte actora en los términos del art. 347, inciso 6 y cctes., del
CPCCN, con fundamento en lo decidido por la sentencia n° 5944, de la Sala II del Tribunal
de Disciplina del CPACF, de fecha 13 de julio de 2017, en la causa 29332.
En este aspecto, ha de repararse que el referido art. 347, inc. 6°, del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación establece que para que sea procedente la excepción de

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Jurisprudencia C. G. B. c/ Colegio Publico de Abogados de Capital Federal

cosa juzgada, el examen integral de las contiendas debe demostrar que se trata del mis-
mo asunto sometido a decisión judicial, o que por existir continencia, conexidad, acce-
soriedad o subsidiariedad, una sentencia firme ya haya resuelto los aspecto o materias
sustanciales que integran y constituyen el objeto de la pretensión deducida en el nuevo
juicio que se promueve. En tales términos, se ha reconocido que la defensa en cuestión
“es un medio de asegurar la inmutabilidad de lo resuelto con carácter firme y de evitar,
por lo tanto el pronunciamiento de una segunda sentencia contradictoria” (cfr. Palacio,
Lino E., “Derecho Procesal Civil”, Ed. Abeledo Perrot, 1990, tomo V, pág. 499 y esta Sala in
re: “IBM Argentina SRL c/ EN-AFIP- DGI-RESOL 5/13(REGN) Períodos Fescales 2007/2008
s/ Dirección General”, sent. del 24/11/2015, entre otros).
De conformidad con lo dictaminado por el Sr. Fiscal General (v. fs. 279/281, en especial
punto 4.), corresponde destacar que el CPACF diferenció la suspensión de la matrícula
dispuesta en los términos 53 y 54 de la Ley de Colegiación, al referir que el “.art. 53 dis-
pone la potestad del CPACF de suspender a aquellos abogados que deban tres períodos
de matrículas, entendiendo que han hecho abandono del ejercicio profesional, atento no
cumplir con los art.51 ley 23.187 y 11 del Código de Ética.”, de aquella hipótesis en que
se trata de una suspensión “voluntaria”, en la que “los matriculados podrán intervenir en
causas propias o de sus familiares, solicitando en el sector de matriculas un certificado a
tales efectos denunciando claramente las causas o expedientes donde solicita intervenir,
a fin de presentarlo en autos y ponerlo a disposición del Juez.”. En base a tal normativa,
resaltó que “.la letrada al estar suspendida por falta de pagos, no solo NO podía interve-
nir en ninguna causa como abogada ni tampoco en causa propia con solicitud de certifi-
cado, ya que el certificado se otorga, siempre que el letrado se haya suspendido volunta-
riamente y no cuando como potestad del CPACF se lo suspende por falta de pagos, por
incumplimiento de tres cuotas anuales.”.
Es del caso destacar que si bien el CPACF reconoce que, a partir del 2/6/2017, la actora se
encuentra suspendida voluntariamente hasta el año 2022, especificó que dicha suspen-
sión fue voluntaria y le permitió a la letrada solicitar el certificado para actuar en causas
propias, entre las que no se encuentra el Habeas Data relacionado con la falta discipli-
naria cuestionada en la presente causa. Por ello, los hechos por los que fue absuelta no
guardan identidad con los investigados en las presentes actuaciones.
Por lo expuesto, corresponde desestimar la excepción de cosa juzgada en examen.
8°) Que, en orden a la sanción, no está de más reiterar que el ejercicio de la acción dis-
ciplinaria se encuentra en cabeza del Tribunal de Disciplina quien, como autoridad de
control, tiene como fin último velar por el adecuado desempeño de la profesión (cfr. arts.
21 y 39 de la ley 23.187), más allá de la posible intervención del denunciante (cfr. art. 4º
del RPTD) o del afectado. En efecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho
que la facultad disciplinaria del Colegio, atribuida por la ley 23.187, persigue el objetivo
de asegurar el correcto ejercicio de la abogacía en todos los ámbitos de la actuación
profesional (Fallos: 321:2904); y, a tal efecto, le permite juzgar a los abogados inscriptos
en la matrícula y aplicar las sanciones correspondientes, previa tramitación de un pro-
cedimiento determinado, que debe desarrollarse con absoluto respeto de los principios

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inherentes al debido proceso legal para preservar los derechos de los citados profesio-
nales (Fallos: 324:2449).
Asimismo, resulta oportuno recordar que esta Cámara tiene dicho que las sanciones
impuestas por el Tribunal de Disciplina remiten a la definición de faltas deontológicas,
esto es, de infracciones éticas más que jurídicas propiamente dichas, en cuyo diseño
juegan enunciados generales o inespecíficos, que si bien no resultarían asimilables en
un sistema punitivo abstracto fundado en una situación de supremacía general, caben
perfectamente bajo un régimen de supremacía especial, como expresión tanto de la dis-
ciplina interna de la organización como por la cercanía moral de los titulares del órgano
sancionador, pares del inculpado, interpretando un sistema ético que los envuelve a to-
dos (cfr. Sala I, “A. I., W. A. c/Colegio Público de Abogados del Capital Federal”, sentencia
del 29/8/00; Sala III, “Escudero, Roberto Franklin c/ CPACF”, sentencia del 27/07/09; esta
Sala, “Ponce Azucena Isabel c/ CPACF (Expte 23056/08)”, sentencia del 4/08/11 y “Gained-
du Juan Daniel c/ CPACF (19930/22960)”, sentencia del 17/04/12, entre otras).
Por consiguiente, la subsunción del supuesto fáctico concreto dentro de la infracción
profesional es, como principio, facultad primaria de quien está llamado —porque así lo
ha querido la ley— a valorar comportamientos que precisamente pueden dar lugar a la
configuración de ese tipo de faltas, limitándose la revisión judicial a las hipótesis en las
que ha mediado indefensión o la decisión resulte manifiestamente arbitraria (Fallos:
304:1335 y 314:125 y esta Sala, “Pavicich Gabriel Edgardo c/ CPACF (Expte 23862/08)”,
sentencia del 23/02/12 y sus citas, entre otras).
9º) Que, en tales términos, los agravios de la recurrente no resultan suficientes para ener-
var los fundamentos de la decisión que se impugna. Es que no se advierte arbitrariedad
ni ilegalidad en la resolución sancionatoria que justifique su revocación o modificación
por parte de este Tribunal.
En efecto, la sentencia comprende un relato de los hechos imputados a la abogada y su
encuadre normativo, como resultado de un proceso conforme a derecho y en el que se
han respetado cada una de las instancias establecidas en el Reglamento de Procedimien-
to para el Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, en
el que la letrada tuvo la oportunidad de efectuar su descargo y ofrecer prueba.
Por tales razones, el Tribunal de Disciplina concluyó acertadamente: “.que la Ley de Co-
legiación establece en su artículo 51° como se integrarán los fondos del Colegio, e incor-
pora en su inciso a) la cuota anual que deben abonar todos los abogados inscriptos en
la matricula.
Sin perjuicio de ello, debe también contemplarse que es el art.53° el que torna exigible la
norma y faculta al colegio de Abogados a suspender al matriculado que incumpliera en
el pago de las anualidades establecidas”; “Analizando ahora el alcance del art. 11° del Có-
digo de Ética, la doctrina ha coincidido en que ‘el pago de la cuota anual debe cumplirse
puntualmente’.

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Jurisprudencia C. G. B. c/ Colegio Publico de Abogados de Capital Federal

Así está redactado el texto en estudio. Lo contrario implica incurrir en incumplimiento a


la ética.»; que “Desde siempre se ha sostenido que no resulta ajustado a la ética apro-
vecharse de los beneficios que trae aparejada la actuación del Colegio, sustrayéndose a
la obligación de contribuir a su sostenimiento económico” ; y que “El Superior en casos
análogos ha dicho que ‘el Tribunal de disciplina del Colegio Público de Abogados de la
Capital Federal puede aplicar a un abogado una sanción de multa por violación a lo dis-
puesto en los arts. 51, inc. a) y d) de la ley 23.187 y 11 del Código de Ética por no pagar
la cuota anual para los abogados inscriptos y el derecho fijo profesional’ (CNCAF, Sala V,
“S. M.C. c. CPACF”, expte. 15516/01, del 18.4.2005), que es el caso de autos, y no como
señala la letrada que se encontraba suspendida voluntariamente”, lo cual lleva a ratificar
el reproche ético sancionado.
Por lo demás, tampoco se advierte un supuesto de exceso o arbitrariedad en la determi-
nación de la sanción aplicada, que justifique su anulación o reducción en sede judicial.
En efecto, tiene dicho el Tribunal que la fijación y graduación de la sanción es atribución
primaria de la autoridad administrativa, principio que sólo cede ante una manifiesta ar-
bitrariedad (cfr. esta Sala in re “Jorge Luis Rebagliati SRL y otro c/ PNA -Disp 76/08 (Expte.
B-9828/06)”, 2/11/10, “OSBA c/ SSS - Resol 1497/10 (expte 130808/08)”, sent. del 7/6/11,
entre otras).
En el caso, la multa no aparece manifiestamente arbitraria si se tiene en cuenta la enti-
dad de la infracción cometida y las circunstancias de hecho comprobadas en la causa.
De ese modo, no corresponde intervención alguna del Tribunal para anular o modificar
la sanción impuesta (cfr., al respecto, Fallos: 313:153, considerando 6°; y 321:3103, con-
siderandos 4° y 6°).
10) Que, en atención a la naturaleza del asunto, el resultado obtenido y la trascendencia
económica de la cuestión en debate (vgr., el importe de la multa impuesta), y atento el
valor, motivo, extensión y calidad jurídica de la labor desarrollada durante la única etapa
que tuvo el tramite de este recurso directo, corresponde REGULAR en la suma de pesos .
($.) - equivalentes a la cantidad de. U.M.A. los honorarios de la doctora NANCY GRISELDA
BLASI en su doble carácter de letrada apoderada de la parte demandada (art. 16, 19, 20,
21, 29, 44, inc. a, 51 y ccdtes. de la ley 27.423 y acordada CSJN 01/21).
Se deja constancia de que la regulación que antecede deberá cancelarse de acuerdo con
lo previsto en el artículo 51 de la ley 27.423, y que no incluye el Impuesto al Valor Agrega-
do (IVA), monto que —en su caso— deberá ser adicionado conforme a la situación de la
profesional interviniente frente al citado tributo.
Por todo lo expuesto, SE RESUELVE: 1º) Rechazar el recurso, con costas (art. 68 del CPCCN);
y 2º) Regular en la suma de PESOS.($.-) equivalentes a la cantidad de. U.M.A. los honora-
rios de la doctora NANCY GRISELDA BLASI, de conformidad con lo dispuesto en el consi-
derando 10.
Regístrese, notifíquese a las partes y al Sr. Fiscal General en las direcciones de correo
electrónico indicadas en el dictamen de fs.

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279/281 y oportunamente devuélvase.


MARCELO DANIEL DUFFY
JORGE EDUARDO MORAN
ROGELIO W. VINCENTI

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