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OCAMPO López Javier. 2005. Las Fiestas y el Folclor en Colombia.

Bogotá
Panamericana editorial.
Introducción
Cuando en el exterior se habla de Colombia, generalmente se tiene la impresión de
que se trata de un pueblo culto, romántico, macondiano y con un " hechizo fiestero" , en
uno sociedad que transita entre la tradición decimonónica y el mundo contemporáneo. En
una nación en donde sus ciudades, pueblos, aldeas y veredas hacen muchas Fiestas,
carnavales, reinados, bazares, jolgorios, luminarias, velorios, negreras y otras
manifestaciones de la alegría popular. Un pueblo de un "hechizo mítico y festivo" como
bien expreso el escritor Germán Arciniegas, que gusta de las Fiestas a los santos patronos
de los pueblos, de los carnavales antes del miércoles de cenizo, de los bailes en las fiestas
de San Juan y de San Pedro, de las fiestas navideñas, las romerías, las fiestas de las
cosechas y de los reinados en todas sus manifestaciones.
Este ambiente festivo de Colombia fue denunciado en 1831 por el doctor José
Ignacio de Márquez, secretario de hacienda de la Nueva Granada, quien en su célebre
Memorias de Hacienda propuso disminuir las Fiestas religiosas y trasladarlas en su mayor
parte a los domingos. Así expresó el estadista boyacense:
"Un segundo obstáculo para la agricultura son los días festivos. En ellos el
miserable labrador se privado del producto de su trabajo, y, por consiguiente. de lo
necesario para existir. Es indecible lo que deja de producirse por cada individuo de
la sociedad en aquellos días, 'los cuales se multiplicaron demasiado", como si Dios
y sus santos se sonrosen y complaciesen con la ociosidad. Debería tratarse, pues,
de acuerdo con la Santa Sede, de que disminuyesen, quedando reducidos a los
domingos y muy pocas fiestas principales; con lo cual ganaría también, mucho la
moral pública, porque, desgraciadamente en aquellos días, se tributan más bien
homenajes al vicio, en vez de rendir un culto puro a la Divinidad".

La polémica sobre el traslado de las fiestas a los domingos para eliminar los
puentes y el demasiado descanso de los colombianos, ha sido muy frecuente en los sesiones
del Congreso Nacional desde el siglo XIX. Aparece en los años del Radicalismo y en la
década de los treintas en el presente siglo y culminó en la reciente ley nacional del
trasladó de los festivos a los días lunes, institucionalizando une nueva estructura del
puente festivo. Es el debate nacional que más ha preocupado a los congresistas
colombianos desde l831 hasta nuestra contemporaneidad.

Sin embargo, al profundizar y meditar sobre el significado de las fiestas para los
colombianos, encontramos la expresión de un rito de identidad nacional en el cual el
pueblo manifiesta su cultura popular, sus tradiciones, creencias, mitos, música, danzas,
cantos, trajes típicos, alimentación típica, artesanías y demás aspectos de su mundo socio-
cultural. Y es a la vez, la evasión de sus múltiples problemas económicos, sociales,
políticos, religiosos, educativos, de salud y de otros que preocupan a los colombianos en la
evolución de su vida cotidiana. Es la evasión de una difícil situación con múltiples
problemas, la cual se convierte en un anhelo colectivo de realizar la Fiesta como símbolo
de alegría y diversión y como deseo futuro de alcanzar la meta ideal del bienestar, el
progreso y la justicia social.
El presente estudio tiene por objeto la descripción y el análisis folclórico de las
fiestas colombianas, tanto a nivel nacional como regional. Se han seleccionado las más
importantes de las diversas regiones colombianas como muestras características del mapa
folclórico de las Fiestas colombianas. Su estudio completo y sistemático es muy complejo y
arduo, por lo abundancia de las fiestas en cada una de las ciudades, pueblos, aldeas y
veredas colombianas y por la diversidad en las celebraciones. En la presentación hemos
utilizado el método histórico-folclórico de la Fiesta y sus relaciones con algunos aspectos
del folclor regional colombiano: características de la región, el tipo humano, los trajes
típicos, las danzas folclóricas, las coplas y las fiestas más representativas.

Javier Ocampo López.


I. TEORIA DEL FOLCLOR
Significado del folclor
El folclor es una disciplina de las ciencias humanas definida concretamente como "la
ciencia del saber popular".
Etimológicamente se deriva de las expresiones inglesas Folk: pueblo y Lore: saber.
El Folclor es la ciencia que investiga los valores tradicionales que han penetrado
profundamente en el alma popular. Es el conocimiento del saber del pueblo, del acervo de
costumbres, tradiciones, usos, mitos, creencias y todas aquellas manifestaciones típicas,
menudas, sencillas, que a veces pasan inadvertidas en la colectividad, pero que se
encuentran tan arraigadas en el pueblo, que son su haber, su herencia ancestral y su legado.
Producto de vigencias que han permanecido por tradición a través del tiempo; las vigencias
más típicas, más modestas, más sencillas, que precisamente por tener tal carácter son del
dominio de las masas populares, aceptándose y transmitiéndose de generación en
generación con gran facilidad y en el transcurso de muchos siglos de duración.
El folclor es una concepción del mundo y de la vida, elaborada por las masas populares;
precisamente su estudio nos lleva al conocimiento de las manifestaciones más auténticas de
la cultura popular tradicional y nos señala su lucha contra la, dependencia cultural
extranjerizante.
Según el científico Augusto Raúl Cortázar, el folclor es el cúmulo de fenómenos que
cumple un proceso lento de asimilación en el seno de ciertos sectores que llamamos
"pueblo", deslindables del ámbito de la sociedad civilizada contemporánea. Constituye el
complejo cultural que tiene su manifestación en todos los aspectos de la vida popular; que
se adquiere y se difunde por el vehículo de la experiencia, traslúcida en la palabra y el
ejemplo; se colectiviza y logra vigencia merced a su condición funcional de satisfacer
necesidades biológicas y espirituales; adquiere plenitud de su sentido (sea remota
supervivencia o transculturación reciente), cuando perdura, tradicionalizándose a través de
generaciones y esfumando su origen tras el anonimato de sus creadores; por fin, como
resultado del proceso, que se cumple con sosegado ritmo secular, aparece típicamente
localizado por el inevitable influjo de la naturaleza inmediata, que sustenta y circunscribe la
vida de conjuntos.1
El folclor es cosa viva. Unamuno decía de él que es la infrahistoria de un pueblo; que
responde a ese mundo propio que ciertos estratos inferiores se forman en el interrogante y
en el afán de explicar el porqué de su paso por la vida para responder a ese imperativo
angustioso de saber de dónde se viene y hacia dónde se va. En la misma forma se expresa el
folclorólogo Carlos Vega, quien a la vez considera que la ciencia del folclor estudia hechos
culturales antiguos que sobreviven principalmente en las zonas tradicionales de los estados
modernos, entre grandes y -pequeñas instituciones de los grupos urbanos superiores 2. El
brasileño Paulo de Carvalho-Neto considera que "Folklore es el estudio científico, parte de
la antropología cultural, que se ocupa del hecho cultural de cualquier pueblo, caracterizado,
principalmente, por ser anónimo y no institucionalizado y, eventualmente, por ser antiguo,
funcional y paragógico, con el fin de descubrir las leyes de su formación, de su
organización y de su transformación, en provecho del hombre"3.
Es un hecho que en todos los conceptos que sobre el folclor se han dado, existen aspectos
comunes que emplazan los objetivos de la misma ciencia. Es una disciplina nueva en las
Ciencias Humanas, la cual tiene por objeto el estudio del "Lore" o saber popular, que
comprende todos aquellos hechos culturales antiguos que sobreviven en una sociedad Folk.
Estos hechos culturales se transmiten por tradición; adquieren anonimato, porque al pasar
de individuo a individuo y de generación en generación, sus orígenes van perdiéndose poco
a poco, hasta desaparecer completamente. Asimismo son hechos que se manifiestan en el
pueblo en forma espontánea, siendo considerados por éste como su patrimonio cultural. Los
hechos folclóricos son transmitidos por el pueblo espontáneamente: se conocen por
tradición; pero sus orígenes se pierden en el tiempo, lo cual les infunde precisamente ese
carácter de anónimos.
Los hechos folclóricos son populares porque corresponden a la civilización tradicional y
Concepción del mundo y de la vida de las masas populares. Son colectivos porque son
comunes a una colectividad que los usufructúa y transmite. Son anónimos porque no tienen
conocido y autor su origen se remonta a tiempos muy antiguos. Son funcionales porque
ejercen una función en la sociedad que los posee y disfruta. No son institucionalizados
para un aprendizaje sistemático y organizado, sino que se transmiten por la vía popular y
sencilla, con un aprendizaje no organizado, no dirigido y no graduado. Son tradicionales
porque se transmiten "de generación en generación y permanecen como supervivencia del
pasado, manifestando continuidad y permanencia. Son hechos folclóricos que se localizan
en un espacio geográfico determinado y en el tiempo; y así mismo se transmiten o
difunden, tanto interna como externamente. Son prelógicos, porque su relación de
causalidad opera en formas primarias y contrarias a la lógica aristotélica4.

1
Augusto Raúl Cortázar, "El folklore y su caracterización". En: Revista Folklore Amcricano (Lima),
No.2(1954),pp.41-49
2
Carlos Vega, La ciencia del folklore, Buenos Aires. Editorial Nova, 1960.
3
Pablo Carvalho Neto, Concepto de folklore, México, Editorial Pormaca, 1965, p. 17.
4
Ibídem. pp. 140-141. Véase en la misma forma la obra de Carlos Vega, op. cit., pp. 98, 99 y 100.
Los folklorólogos en general tienen la tendencia a delimitar el campo del folclor, como una
ciencia autónoma, con su propio método, objetivos y conformación. Deben interpretar el
material recolectado, analizar la estructura, investigar la dinámica de los patrones de la
cultura Folk y hacer posible la comprensión de la vida humana, pues el folclor proyecta la
mentalidad del hombre.
El folclor tiene pues su propio campo de investigación, el Lore o saber popular del folk o
pueblo. Tiene sus objetivos concretos, cuales son los hechos folclóricos. Alfredo Poviña
dice que "el folclor es una ciencia en el sentido más cabal de la expresión, por cuanto es un
conocimiento de carácter puramente teórico'.5
En el campo del folclor, sin embargo, aparece con toda claridad la distinción entre ciencia y
arte; entre teoría del folclor y práctica del folclor. La teoría es utilizada por el folklorólogo,
quien generalmente estudia los orígenes, los motivos y describe las variaciones de las
leyendas, cuentos, canciones, danzas, etc., de una sociedad determinada. La práctica del
folclor, o sea la forma de ejecutarlo, transmitirlo y divulgarlo directamente, es función del
folclorista, que en este caso es un artista. Sobre la base de esta distinción, perfectamente
podemos distinguir entre el folclorista que interpreta una cumbia o un bambuco, o presenta
una sesión de coplas, o deleita con sus interpretaciones folclóricas en un tiple; y el
folklorólogo que escribe sobre la fiesta de San Juan, sus orígenes, motivos típicos y otras
manifestaciones populares; o quien escribe sobre los mitos folclóricos, cancioneros, etc.
Este carácter autónomo que tiene el folclor, a pesar de su estrecha relación con la
antropología cultural, le hace definir claramente sus métodos, ya definidos y estructurados,
porque "no hay camino para alcanzar el conocimiento de la sociedad, si no es pasando
por la puerta del método científico". Estos métodos son los mismos que se utilizan en
toda investigación científica, con aquellas modificaciones que presenta la ciencia misma del
folclor. En ellas se presentan las etapas clásicas de toda investigación: la primera de
búsqueda, acopio y primera ordenación del material; la segunda de composición o
disposición del mismo con arreglo a ciertos cuadros que vendrán a ser o a dar los literarios
de la obra; la tercera, el análisis e interpretación del material seleccionado; y la cuarta, la
redacción final del estudio folclórico.
El método folclórico nos lleva a aprehender el proceso de la folclorización, la forma como
se producen la popularización y folclorización de determinadas vigencias que superviven
con fuerza y vivacidad a través del tiempo. Esas vigencias se folclorizan cuando sus
orígenes se pierden en el tiempo, y cuando el pueblo las transmite espontáneamente de
generación en generación.
Una característica que se destaca en el proceso de folclorización es su colectivización. Un
hecho folclórico no se manifiesta en forma individual, sino colectiva, pues son hechos
sociales que pertenecen a una determinada sociedad.
Los hechos folclóricos deben ser manifestaciones espontáneas, en cierto modo naturales
que se expresan generalmente en forma oral y no escrita o reflexiva. Son hechos que se
localizan en una determinada región, considerando no la forma locativa de origen, pues un
hecho folclórico no es forzoso que sea de origen local o que provenga autóctona y
5
Alfredo Poviña, Sociología del folklore. En Sociología, Córdoba, Editorial Assandri, l9ó1, pp. 642-641.
exclusivamente de la misma tierra que lo vio nacer, sino la forma de expresión, que es por
esencia expresión regional. Ella no excluye, pues, la difusión ni la trascendencia universal
de muchos de los elementos que lo integran.
Los hechos folclóricos son populares, porque se convierten en el patrimonio más querido
de los pueblos. Son funcionales, porque se identifican con la vida material, social y
espiritual de la comunidad. Y en la misma forma, son vigentes, porque a pesar de que
aparecen como supervivencias tradicionales se manifiestan con todo vigor y fuerza en la
sociedad, que los considera como los frutos de aquella herencia ancestral del pasado.
En síntesis, concluimos sobre esta nueva ciencia: El folclor significa el saber popular; se
interesa por todos los conocimientos que ha transmitido el pueblo en forma oral y en
muchos siglos de duración y, en la misma forma, por todas las habilidades y técnicas que el
pueblo ha aprendido por imitación o mediante el ejemplo, así como por los productos
resultantes. A los estudiosos del folclor les interesa todo lo que sea popular; inicialmente se
interesaron por el estudio de los mitos, leyendas, cuentos populares, proverbios,
adivinanzas y otros aspectos de la literatura popular, transmitidos oralmente de generación
en generación. Posteriormente se realizaron estudios que tendieron a abarcar "lo popular"
en forma integral: fiestas populares y religiosas, creencias, tradiciones y costumbres,
música y danzas folclóricas, medicina popular, artesanías populares, trajes típicos,
alimentación popular, juegos, habla popular, vivienda popular, ciencia popular, etc.
El proceso de la folclorización
En el ambiente del pueblo encontramos hechos de muy diversa filiación, los cuales
conforman las vigencias sociales de una sociedad. Al hablar de vigencia, nos referimos a
todo lo que está en vigor en una sociedad todo aquello que tiene fuerza y vivacidad social y
que surge como una respuesta a determinada situación histórica.
Julián Marías opina que "una sociedad está definida por un sistema de vigencias comunes:
usos, creencias, ideas, estimaciones, pretensiones"6.
Los hechos que forman parte de esas vigencias pueden ser institucionalizados,
popularizados o folclorizados.
Son hechos institucionalizados aquellos que están en vigor en una sociedad con normas
fijas, generalmente oficiales, los cuales son aceptados por todos los estratos sociales e
instituciones y acatados como normas fijas, ya sean de carácter jurídico, político,
administrativo, económico, religioso, etc.
Son hechos popularizados aquellos que son gratos al pueblo, pero que tienen una vigencia
pasajera. Por ejemplo una canción popular, una danza de moda, una nueva costumbre que
se implanta, una moda en el traje o en los adornos con paso fugaz de microtiempo. Son
hechos que son aceptados por el pueblo, pero les falta arraigo tienen un corto período de
vigencia y desaparecen fácilmente como estrellas fugaces. Son hechos folclóricos aquellas
vigencias sociales que son producto del "saber del pueblo' y se transmiten por tradición; se
manifiestan en forma espontánea y se caracterizan por su anonimato.
6
Julián Marías, Estructura social. Buenos Aires. Emecé Editores, 1951, p. 18.
Los hechos folclóricos son transmitidos por el pueblo espontáneamente y se conocen por
tradición, pero sus orígenes se pierden en el tiempo, lo cual les da precisamente su carácter
de anónimos. Son hechos folklóricos aquellas manifestaciones típicas, menudas, sencillas,
intrascendentes, lo menudo, lo indiferente, lo accesorio, lo complementario; es decir, como
opina Carlos Vega, aquellos bienes que pueden existir sin conflictos entre los engranajes de
la organización estatal del superior, y los que -como la magia- por implicar conceptos
inadmisibles, sobrellevan entre ocultamientos la reprobación oficial7.
Alfredo Poviña agrupa dos tipos de caracteres en los hechos folclóricos: los caracteres
distintivos v los caracteres limitativos. Los primeros delimitan los hechos folclóricos como
hechos sociales, es decir, no individuales, sino colectivos. Los caracteres limitativos
resultan, en cierto modo, una consecuencia de los anteriores; son hechos sociales, pero
pertenecen a una determinada sociedad, en un espacio v en un tiempo; casos evidenciables
son, entre otros, la música, que es diferente según las naciones, los trajes típicos, comidas,
coplas o tonadas, etc.
Los hechos folclóricos deben ser manifestaciones espontáneas, en cierto modo naturales;
que se expresen generalmente en una forma oral, no escrita, ni reflexiva. Estas
manifestaciones espontáneas se transmiten de individuo a individuo, de generación en
generación, de pueblo a pueblo en algunos casos, hasta que su origen desaparece
totalmente; es decir, adquieren anonimato. Un ejemplo nos lo presenta la música folclórica'
No podemos negar que en distintas épocas existen compositores que escriben sus obras con
motivos populares y que catalogamos como folclóricas, aun cuando se conozca su autor.
Entonces, ¿por qué se les asigna el carácter folclórico a estas obras con autor conocido?
Porque, según Bruno Nettl, el anonimato de la música folclórica se refiere, no a la obra en
particular, sino al conjunto de sistema tonal, rítmico y armónico en que se articula 8.
Sabemos, por ejemplo, que la Guabina Chiquinquireña fue compuesta por Alberto Urdaneta
en 1925 como homenaje a su hermano en el día de su boda. El aspecto formal nos dice que
esta obra tiene un autor claramente definido; sin embargo, ¿por qué la llamamos folclórica?
Porque el sistema tonal, rítmico y armónico en que se articula la guabina se pierde en el
anonimato. Sabemos que existen y se interpretan bambucos, torbellinos, cumbias, etc., pero
nadie puede llegar a conocer quiénes inventaron estos ritmos, en los cuales, a pesar de sus
variaciones, de acuerdo con los compositores (en letra y en música), la esencia del aire
folclórico es inconfundible.
Los hechos folclóricos son tradicionales. Debemos considerar que la esencia de lo
tradicional es su continuidad y permanencia. Hartland dice que el folclor es "la ciencia de
la tradición"; y desde el mismo surgimiento de la ciencia del folklore, Thoms señaló que
ésta debe entenderse como "el saber tradicional del pueblo". Imbelloni, para analizar la
estructura misma de la palabra tradición, señala que este vocablo es el abstracto operativo
del verbo tradere; del mismo y con igual desinencia se forman los vocablos hermanos
traducción, traición, y tracción, los cuales con las sutiles distinciones semánticas significan
respectivamente la traslación de un idioma a otro, la entrega al enemigo, o el arrastre
material de un cuerpo pesado. De allí que tradición no indique con propiedad un objeto,

7
Carlos Vega, op. cit., pp. 52-57
8
Bruno Nettl, "La música folclórica". En: folklore Américas, Florida University of Miami, vol. XIV, No. 2,
diciembre 1954.
sino la acción de su transferencia. Luego, en relación con la transmisión en el folclor, la
tradición indica el mecanismo por el cual heredamos los bienes y las ideas que fueron
propios de nuestros mayores9. Sin embargo, debe advertirse que no todo lo tradicional es'
folclórico, como tampoco todo lo popular sea folclórico. Hay hechos tradicionales que no
reúnen los requisitos de ser folclóricos, como son ciertas ceremonias simbólicas, religiosas
y oficiales.
La tradición transmite los fenómenos folclóricos como supervivencia, o sea, como hechos
que perviven, pero que pertenecen al pasado. Desde este punto de vista el folclor es el
estudio de las supervivencias (survivals), que en castellano llamaremos con más propiedad
las pervivencias.
También se ha definido la supervivencia como un hecho determinado que se conserva ya
fuera del complejo cultural en que se originó, y se entiende que no está en armonía con el
complejo en que continúa existiendo.
La supervivencia está definida como aquello que sobrevive: lo que vive hoy, pero que
pertenece al pasado. El folclor transmite las supervivencias sencillas y simples que han sido
el producto de la expresión popular. Algunas supervivencias de los grupos superiores pasan
a los inferiores de la sociedad, o, como bien expresa Carlos Vega, "es fundamental entender
que las supervivencias de hoy fueron ayer las vivencias de los grupos superiores; fueron a
su tiempo lo moderno, lo más eficaz, el patrimonio de los instruídos 10. La idea de
supervivencia como lo que pertenece a cosas superiores y ha bajado a niveles inferiores,
supone la posibilidad de un proceso de retroceso, de algo que está arriba y que desciende,
oirá de las características del proceso de folclorización es la localización. La localización de
lo folclórico en un país o en una región es tan real que trasciende a la aspiración y creación
de las nacionalidades, simplemente por la suma de facetas de cultura que cada una de ellas
presenta como distintivo de las otras. La tendencia más generalizada es que en las regiones
se concentran los usos y costumbres regionales; lo que denomina Julián Marías "vigencias
parciales y débiles". Los individuos adquieren las supervivencias que se transmiten por
tradición, en sus correspondientes regiones.
Las actitudes regionalistas presentan tres caracteres que interesan en el estudio del folclor:
son voluntarias, es decir, que el regionalismo tiene siempre la forma de “apego" de la
voluntaria adhesión y aun del cultivo de la pertenencia regional. Son en cierta medida
arcaicas por cuanto se refieren a estratos antiguos y pretéritos de la vida, se nutren de
pasado, afirmado como presente.' Y "conservado"; por eso, todos los regionalismos de
todos los países son tradicionalistas" y en el fondo "reaccionarios". Por último, las actitudes
regionalistas proceden de un movimiento de retracción, esto es, vienen de la sociedad
general, retrayéndose de ella; ninguna actitud regional es regionalista sin más, o sea
primaria e ingenuamente apegada al terruño, sino que se apoya en la nación y de ella se
repliega esa fuerza local hacia la región11. El hecho folclórico dentro del concepto de
localización da surgimiento a las distintas áreas folclóricas regionales' Así es axiomático

9
José Imbelloni, Concepto y praxis del folklore como ciencia Buenos Aires, Edit. Nova, 1943, p. 54
(Humanior).
10
Carlos Vega, op. cit., p. 114
11
Julián Marías, op. cit., pp. 20-30
que existe un folclor costeño, diferente del cundiboyacense y éste del caucano, del llanero
en Colombia y mucho más del mexicano, argentino, chileno, etc.
El proceso de folclorización está en relación con la integración de los individuos a la región
o provincia. En Hispanoamérica los sentimientos regionales aparecieron desbordantes en el
siglo XIX y se proyectaron en el presente siglo XX; con ellos se fortalecieron los lazos de
unidad provincial, las tradiciones, costumbres y usos regionales; y desde el punto de vista
político, encontramos su proyección en el caudillismo y el gamonalismo, como expresiones
de la provincia.
Tenemos en cuenta, sin embargo, que por más típico y popular que aparezca un rasgo
folclórico con respecto a una región o país, no es forzoso que sea de origen local o que
provenga autóctona y exclusivamente de la misma tierra que lo vio nacer. Al contrario,
ocurre con bastante frecuencia que lo considerado por una comarca como propio, elevado a
veces a la categoría de símbolo de los valores colectivos, peregrina en muchos siglos desde
tierras lejanas en donde se originó, recorriendo muy diversos caminos y superando los
obstáculos del espacio y el tiempo12.
En relación con el concepto de localización en el folclor, se han generalizado los términos
autóctono y vernáculo. Autóctono (del latín autochthones; del griego autochthon, de autós:
mismo; y chthón: tierra); es una voz que se aplica a las gentes o hechos culturales,
originarios del mismo país o región en donde viven y tienen vigencia. Vernáculo (del latín
vernaculus), significa nativo, propio del país, oriundo de una determinada región, terrígeno.
De acuerdo con los anteriores conceptos, la folclorización hace que un hecho para que sea
folclórico debe ser siempre: de vigencia social, popular, empírico, funcional, tradicional,
anónimo y localizado. Augusto Raúl Cortázar concreta este proceso en los siguientes
rasgos:
a) El folclor no es nunca privativo del individuo, circunscripto a lo personal, sino por el
contrario colectivo, socializado y vigente.
b) Los hechos folclóricos son populares, en el sentido de expresión espontánea de una
previa asimilación colectiva por el Folk o Pueblo.
c) Los hechos folclóricos son empíricos, espontáneos, no institucionalizados.
d) Los fenómenos folclóricos son orales, dando a esta palabra un valor convencional muy
lato, que equivale a no escrito, a no adquirido a través de procesos institucionalizados y
sistemáticos de enseñanza y aprendizaje.
e) Los fenómenos folclóricos son esencialmente funcionales, pues se identifican con la vida
social y espiritual de la comunidad.
fl Los fenómenos folclóricos son tradicionales. Tal circunstancia favorece el olvido de los
nombres de los iniciadores del proceso, sean artistas o maestros de danza, héroes o
inventores, hechiceros o príncipes. La anonimia va borrando los rastros de los orígenes.

12
José Imbelloni, op. cit., p. 5l
g) Los hechos folclóricos resultan anónimos, pues no es posible conocer el autor inicial,
cuando se estudian sus orígenes.
h) Todo fenómeno folclórico es geográficamente localizado, es decir, tiene expresión
regional' Pero la expresión regional del folclor no excluye la difusión ni la trascendencia
universal de muchos elementos que lo integran13.
Los conceptos de Pueblo (Folk) y Saber del Pueblo (Lore)
La sociedad Folk, un concepto sobre el pueblo protagonista del folclor
El concepto de sociedad Folk es delimitado por los investigadores de las ciencias sociales
dentro del vasto campo del estudio de la sociedad, y su importancia se refleja en la
necesidad de definir claramente el concepto de pueblo, como protagonista del folclor.
Esta noción, para unos agrupa a los pueblos no urbanos que desde siglos atrás han tenido
contacto con la civilización para otros, el Folk o Pueblo se encuentra en las masas
populares, pues ellas tienen su propia concepción del mundo y de la vida, la cual transmiten
de generación en generación y de pueblo a pueblo, en el tiempo y en el espacio.
Algunos consideran que el concepto de pueblo depende de la situación del personaje que lo
analiza de acuerdo con sus circunstancias. Para el político el pueblo es el sujeto de la
relación entre gobernantes y gobernados; para el economista el pueblo corresponde a las
clases bajas de la sociedad, de escasos recursos económicos; para el intelectual el pueblo
corresponde a los grupos menos instruidos de la sociedad: gentes analfabetas y miserables;
para el aristócrata será la gente del pueblo, la que pertenece a las clases bajas miserables y
que cultivan una cultura popular sencilla; para el jurista el pueblo es el conjunto de
individuos ubicados en un medio geográfico, bajo un gobierno propio y dotado de
determinados derechos civiles y políticos; para el sacerdote el pueblo es el sujeto que se
une en religare con Dios.
Algunos antropólogos y sociólogos consideran que el pueblo está conformado por las clases
bajas de las sociedades (Imbelloni, Poviña, Jacovella, Santyves y otros). Sebillot opina que
el pueblo está integrado por los grupos salvajes y medio rústicos más o- menos iletrados de
los países civilizados. Arnold Van Gennep considera que el pueblo lo constituyen los
grupos dentro de las ciudades' con cierta cultura poseen las formas culturales procedentes
de la vida rural. Alfredo Nutt opina que el pueblo está compuesto por las clases menos
avanzadas de la comunidad urbana; y en la misma forma, Varagnac señala como pueblo, no
solamente a los campesinos y clases bajas de las urbes sino también a los núcleos de las
ciudades con cierta cultura, como son los obreros especializados' los capataces medio
burgueses y los profesionales'
Robert Redfield en su estudio The Folk Society agrupa en este tipo de sociedad a todos los
pueblos no urbanos y establece asimismo la diferencia con la sociedad primitiva. Mientras
que la Sociedad Folk ha estado desde siglos atrás en contacto con la civilización, las
sociedades primitivas han permanecido aisladas' Refiriéndose a América, Redfield
considera que en este continente los pueblos civilizados europeos se establecieron y

13
Augusto Raúl Cortázar, op. cit., pp. 50-60
vivieron en contacto con los grupos Folk' Los nativos llegaron a conformar los grandes
núcleos de campesinos' con la característica especial de ser poseedores de una cultura
distinta de la de sus conquistadores' De esta manera su transformación de campesinos
requiere que formen una manera de vivir coexistente con la urbana' importada de otras
tierras14.
Como podemos apreciar de acuerdo con los anteriores conceptos, la cultura folclórica surge
de una concepción del mundo y de la vida de las masas populares, que han tenido contacto
con la civilización; ella conforma lo que se ha llamado la civilización tradicional' Sin
embargo' tenemos en cuenta también que los individuos integrantes de la Sociedad Folk o
Pueblo protagonista del folclor, se caracterizan por el usufructo que tienen de las
supervivencias, las cuales pueden encontrarse, tanto entre los primitivos como entre los
grupos letrados de los países civilizados; o entre los campesinos y los núcleos bajos de las
urbes, o los burgueses y profesionales que han tenido movilidad social y cuyo contacto de
base se encuentra en los sectores inferiores. Las supervivencias que dan conformación al
Pueblo o Sociedad Folk, según las opiniones de los folclorólogos más notables, entre ellos
Paulo de Carvalho Neto, Stith Thompson, Gabriel Moedano, Lucio Mendieta y Núñez y
otros, pueden encontrarse tanto entre los pueblos no urbanos como entre los pueblos
urbanos y aun entre las clases burguesas o los grupos de cultura (científicos); pues lo que
más interesa para delimitar el concepto de sociedad Folk, es el conjunto de supervivencias
que convierten en pueblo a un grupo humano'. Ralph Steeie Boggs, erudito folclorólogo,
opina que "la cuestión de quién es el 'Folk' o pueblo no es tan importante como la de qué es
el 'Lore' o saber popular, pues todo el mundo puede ser 'Folk' o pueblo, si se establecen las
condiciones esenciales para entender qué cosa es el 'lore'. Un individuo puede ser Folk en
parte, hasta donde participa de la propagación del "Lore" o saber popular; irasta donde
sigue el "Lore" aceptado y corriente en su grupo y aun adoptado de otros grupos15.
Si tomamos como ejemplo a Colombia, podemos decir que el elemento Folk se encuentra
en los grupos indígenas supervivientes y en algunos grupos de negros de las costas atlántica
y pacífica y valles interandinos que han conservado algunas supervivencias africanas. En la
misma forma, es sociedad Folk el campesinado colombiano paisa, cundiboyacense,
santandereano, llanero, opita, caucano, costeño, pastuso y chocoano, que tiene
supervivencias ancestrales españolas, aborígenes y negras y que vive en un medio que está
en contacto con la civilización.
La sociedad Folk en Colombia se encuentra en las clases bajas de las urbes, en los núcleos
obreros, clases medias, que también usufructúan supervivencias folclóricas. Además, no
podemos dejar desconectados de la sociedad Folk algunos grupos superiores que han hecho
movilidad social (industriales, profesionales, burócratas, etc.), porque muchos por tradición
conocen, usufructúan y transmiten el elemento Lore o saber popular. Porque el pueblo
(Folk) para el folclor es aquél que posee hechos folclóricos, que usufructúa supervivencias,
no importa el grado de civilización, clase social o estamento. Una copla, un refrán, un
bambuco, un cuento, un tiple, una comida típica, una superstición, etc., pueden
manifestarse espontáneamente en un campesino, en un obrero, estudiante, profesor,

14
Robert Redfield, "The Folk Society". En American Journal of Sociology, (enero 1947), pp. 292-308.
15
Ralph Steel Boggs, El Folklore; definición, ciencia y arte México, Imprenta Universitaria, 1944.
industrial, etc., que, al expresar como propia y autóctona esa supervivencia, se convierte en
Folk, o elemento protagonista del folclor.
El Lore de la cultura Folk
El concepto de Lore ha sido definido por los folclorólogos como El saber popular, o sea la
erudición del pueblo y tiene relación con aquellos valores tradicionales que han penetrado
profundamente en el alma popular. Según Ralph Steele Boggs el Lore es esa fuerza vital,
funcional de la propia vida del individuo: las creencias, las costumbres, música, danzas,
tradiciones, etc., teniendo en cuenta tanto las manifestaciones de las supervivencias orales
(creencias, romances, refranes, ceremonias, etc.), como materiales (artesanía popular,
utensilios, instrumentos musicales. etc.)16.
El elemento Lore lo consideramos como el haber del folk y como saber de los hechos
folclóricos, que constituyen precisamente la denominada cultura folk ' Este haber del folk
es lo que propiamente se ha considerado como el saber del pueblo"; el conjunto de las
supervivencias populares, tradicionales, espontáneas y anónimas' Para unos como William
J. Thoms, el iniciador de la ciencia del Folklore, en el Lore de los pueblos se analizan los
'usos costumbres, ceremonias, creencias, romances refranes' etc., de los tiempos antiguos;
para otros' -como Steele Boggs, el lore' se refiere a la palabra hablada y a la acción imitada;
y para Alfredo Poviña, tiene el significado todo aquello que piensa el pueblo (folclor de la
inteligencia), lo que siente el pueblo (folclor del sentimiento), lo que hace el pueblo (folclor
de la voluntad).' El folklorólogo" Augusto Raúl Cortázar establece una clasificación del
lore o saber popular", en la siguiente forma: folclor del carácter mágico y supersticioso;
folclor de carácter religioso y mítico; folclor de carácter sociológico y jurídico: folclor de
carácter lingüístico; folclor de carácter mítico; folclor de carácter tecnológico e industrial:
folclor de carácter estético folclor de carácter literario y folclor de carácter geográfico e
histórico’17.
Una sistematización del Lore o "Saber popular' a nivel general, nos presenta la siguiente
división:
Folclor costumbrista: Folclor de la raza' folclor regional, folclor temperatorio (histórico)'
Folclor estético: Folclor musical y danzas nativas' Instrumentos musicales. Folclor del arte
manual (artesa nías populares): Cerámica, indumentaria, adornos, artesanías de uso
doméstico y general.
Folclor Literario: Folclor narrativo: cuentos, leyendas, fábulas, tradiciones, etc. Cantares
del pueblo: coplas, cantas y trovas, corridos, galerones y ensaladas, canciones, romances,
poesía folclórica, trabalenguas, conjuros, fórmulas. Especies paremiológicas: proverbios,
sentencias, máximas, adagios, refranes, dichos, cachos, adivinanzas, acertijos,
aumentologías y otros. Dramatizaciones folclóricas: sainetes folclóricos, dramas y otros. El
16
Ralph Steel Boggs, El Folklore; Definición, ciencia y arte México, op. cit.. Véase en la misma forma, el
estudio "El elemento Lore folklore con base en la realidad de México"' En: Revista Mexicana de Sociología
(México), vol. XXV' No' 11' p' 245'
17
Augusto Raúl Cortázar, "La clasificación de los materiales folclóricos". en: folklore Americas (Miami)' Año
VIII' IX Nos. 8y 9 (1960-1961)' Sus valiosos estudios se complementan con sus obras "El Folklore y su
Expresión en Argentina", "Esquema del folklore" y otros'
habla popular: Aborigenismos. Vulgarismos: regionalismos, provincialismos, localismos.
Barbarismos: galicismos, anglicismos, germanismos y otros. El habla popular: etiología,
lexicología, toponimia, fonética, morfología, sintaxis, prosodia, métrica, tonadas regionales,
gestos, ademanes, mímica.
Folclor de las creencias populares. Mitos populares. Supersticiones y creencias populares.
Magia popular, adivinaciones, brujerías, hechicerías, totemismo, fetichismo, animismo,
tabuismo y otros.
Folclor de la medicina popular'. Medicina popular.
Folclor científico popular. Yerbateros. Curanderos.
Folclor etnográfico: Las costumbres. Alimentación. Los trajes típicos. La vivienda típica.
Folclor de los juegos y deportes populares: Literatura infantil y los juegos: dramatizaciones
infantiles, relatos infantiles, cantos infantiles y juegos. Rondas de tradición. Juegos
infantiles. Deportes populares.
Folclor religioso: Fiestas religiosas, romerías populares, fiestas patronales. Costumbres
funerarias.
Folclor social. Carnavales. Ferias y fiestas. Fiestas cívicas. Fiestas campesinas en general.
Mercados. Costumbres en el bautismo, el noviazgo, matrimonio, familia y otros.
Folclor jurídico: Usos y procedimientos jurídicos de carácter folclórico. Derecho y grupos
Folk.

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