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Influencia de las Redes Sociales en las campañas

electorales

La base de la política es la comunicación porque no puede haber política


sin dialogo, sin la capacidad de trasmitir ideas, sin una lucha por lograr la
visibilidad en la esfera pública y es precisamente en esa capacidad de transmisión
y visibilidad en lo que se basan las campañas electorales, siendo estas “el
mecanismo por medio del cual los ciudadanos que aspiran a ocupar un cargo de
elección popular se dan a conocer y motivan a los votantes para que apoyen a sus
aspiraciones, ideas y proyectos” (Camarena, 2018, p.3) y para lograr vencer en
una campaña electoral se emplean una diversidad de estrategias, mensajes,
medios, eventos y creatividad que han ido variando con el pasar del tiempo.

En relación con lo anterior, es necesario señalar que gran parte de las


campañas electorales se basan en el branding que son “las actividades
encaminadas a crear y cultivar una imagen de marca en la mente del consumidor”
(Briones, 2014, p.5), siendo una de las mejores formas para posicionar
positivamente el mensaje de un candidato en el grueso de la población el uso de
los denominados medios tradicionales, es decir, la prensa escrita, la radio y la
televisión; fungiendo todas ellas como una poderosa herramienta de difusión, pero
que con el devenir de los años y los avances en materia tecnológica se ha ido
modificando de a poco el modo de vender, buscando nuevas estrategias y
enfocando el branding de otro modo.

Resaltando este último aspecto se encuentran las redes sociales, que “son
un conjunto de aplicaciones basadas en Internet que expanden los fundamentos
ideológicos y tecnológicos de la Web 2.0, permitiendo la creación y el intercambio
de contenidos generados por los usuarios”( Kaplan y Haenlein, 2010 citado en
Gelpi, 2018, p.32), además es menester destacar que son millones de personas
las que usan los distintos tipos de redes sociales que existen, ya sea Facebook,
Twitter u otras, haciéndolas así un medio importante para difundir las ideas o
mensajes que se quieran transmitir en una campaña electoral y que si usan
eficazmente por parte de los candidatos puede sustancialmente aumentar su
visibilidad pública, aumentado la comunicación y la recaudación de fondos, lo que
permite una gran ventaja en el foro electoral.

Un ejemplo de un buen uso de las redes sociales en su campaña política


seria la del expresidente de los Estados Unidos Barack Obama en el año 2008, ya
que gracias al uso del internet el exmandatario logró recaudar el 67% de los 750
millones de dólares que reunió durante toda su campaña, sobresaliendo las
pequeñas donaciones realizadas por los millones de simpatizantes de Obama,
además logró tener gracias a al trabajo de Chris Hughes (quien fuera uno de los
cofundadores de Facebook) su propia red social: MyBarackObama.com, la misma
lograría conseguir la creación de 2.000.000 perfiles y a través de ella se
planearían unos 200.000 eventos, todo ello sin contar los más de 5.000.000 de
amigos que tuvo el expresidente en el resto de las redes sociales (Facebook,
Twitter, My space, entre otras) llegando a tener hasta cinco veces más usuarios
afiliados que su contendiente el senador McCain. (Castañeda, 2011)

Debido a ello, se considera a Barack Obama como el precursor del uso de


las redes sociales en cuanto a campaña política se refiere y su éxito deriva
primordialmente en saber aprovechar las diversas funciones que ofrecen este tipo
de medios a los usuarios, como por ejemplo la velocidad, ya que al publicar en
alguna de ellas el mensaje llega casi de manera inmediata a cualquier parte del
mundo, a su vez, crean una manera de comunicación multidireccional que permite
que los usuarios puedan interactuar con su candidato dando la percepción de que
es una persona cercana a ellos, además, permite que la información sea
compartida convirtiendo a los usuarios en precursores de la campaña, reclutando
a otros para respaldar a Obama y contribuir económicamente; en relación con lo
anterior, Camarena (óp. Cit., p.32) expresa que “Obama consiguió que sus
seguidores se sintieran parte del proyecto. Usó correctamente las redes sociales,
de forma bidireccional. No era la candidatura la única que emitía información, que
los seguidores recibían, también les iban haciendo participes”.

Con esta irrupción del internet y de las redes sociales se puede hablar de
una política 2.0, es decir, una política que ´puede llevarse a cabo a partir de las
redes por ejemplo y que no es necesario hacer reuniones físicas para recolectar
fondos, hacer llegar un mensaje, tener contacto con los simpatizantes o para que
estos puedan expresar su opinión, debido a ello, durante la campaña de 2008
Obama fue denominado como un político 2.0, siendo este tipo de político no “un
usuario o quien incorpora las redes sociales en sus propagandas políticas, sino
que es quien adopta y asume una actitud adecuada como base y principio de su
campaña” (Cabrera y López, 2014, p. 68), en pocas palabras, el político 2.0 no usa
las redes sociales o los elementos que ofrece la internet como un medio más para
difundir su mensaje, sino que los vuelve parte central de su estrategia política para
lograr vencer en la cita electoral.

Tal como se ha venido señalando una de las principales características de


las redes sociales y que es uno de sus puntos más fuerte, es la capacidad de
influencia que tiene con los usuarios y el poder de replica que estos tienen en
dichos espacios, pero para lograr esto se necesita de una comunicación una
comunicación exitosa que sea capaz de incentivar a la activación de los electores
y la mejor manera de hacerlo es conocer cuáles son los gustos y preferencias de
las personas para enfocar de ese modo el mensaje que se quiera transmitir; en
este sentido, Gelpi (óp. Cit., p.25) menciona que “la capacidad de recoger y
transmitir información en tiempo real podría ser influyente para la priorización de
problemas, decisiones de política o simplemente evaluar el comportamiento de los
votos”.

Esta estrategia fue utilizada por Barack Obama durante su campaña,


permitiéndole saber a qué personas tenía que enfocar los diversos mensajes, pero
a pesar de que Obama hizo un excelente uso de esta técnica su sucesor Donald
Trump la llevo más allá durante su contienda contra Hillary Clinton, en este
aspecto la campaña de Trump fundamentalmente se centró encuestas online,
llamadas telefónicas y big data para conocer mejor a los electores, utilizando esta
información para recaudar fondos y centrar mensajes y publicidad en los medios
prioritarios y en los lugares y electores clave (sobre todo entre los blancos
descontentos con la política tradicional), logrando reunir con a través de este
método la información de más de 14.000.000 de personas indecisas en estados
decisivos. (Rodríguez-Andrés, 2018).

La campaña de Donald Trump llevo mucho más allá lo realizado por Barack
Obama en materia de redes sociales, ya que les dio un mayor peso en
contraposición de los denominados medios tradicionales, ya que a estos últimos
solo le invirtió apenas 10 millones de dólares, pero si hubiera tenido que pagar
toda la publicidad gratis que le dieron en televisión la cifra ascendería a unos 1898
millones de dólares (Confessore & Yourish, 2016). El éxito de Trump no solo está
íntimamente ligado a su personalidad y, sobre todo, a un momento político muy
específico, con grandes niveles de polarización y de desafección ciudadana hacia
la política tradicional y esperanzas de cambio, sino a su vez, obedece a la imagen
mediática de Donald Trump en las redes sociales, que era imposible que los
medios de difusión tradicional no hicieron en sus espacios a lo dicho o hecho por
él.

Además, habría que añadir que si Barack Obama represento el inicio de


esta manera de hacer campaña política, Donald Trump lo llevo mucho más allá, ya
que además de lo antes mencionado, habría que añadir que “si una persona
tuviera que leer todo lo que se había escrito de Donald Trump en las redes hasta
ese momento, tardaría más de 1200 años en hacerlo (frente a los 874 de Sanders
y Clinton juntos)” (Rodríguez-Andrés, óp. Cit., p.838), evidenciando así la
importancia que se le dio a las redes sociales por parte del cuerpo de campaña del
candidato republicano.

Por última, es necesario señalar que a pesar de todos los beneficios que le
aporta las redes sociales a la hora de realizar una campaña política, también tiene
sus limitaciones o sus problemas, ya que a través de ellas se pueden realizar más
fácilmente el ataque a la imagen del otro candidato, apelando a la difusión de
rumores falsos a través de cuentas o perfiles ficticios en las distintas redes
sociales, desvirtuando así el proceso de campaña para optar a un cargo de
elección popular; además, representan un peligro para los propios candidatos ya
que en este mundo que está cada vez más interconectado un comentario subido
de tono, un fallo en un e-mail personal o una publicación, pueden ser difundidos
en cuestiónaa de segundos y volverse noticia de última hora pudiendo puede
destruir de esta manera cualquier campaña, por ello, se debe tener mucho
cuidado con todo el contenido a publicar o con cada comentario a hacer.

En conclusión, las redes sociales desde su inclusión en la política


modificaron la manera de hacer campaña, a su vez que permiten que con poco
presupuesto el mensaje a transmitir por parte de un candidato tenga unan gran
difusión en poco tiempo, además logra que personas alejadas o apáticas a los
temas políticos tengan contacto con ella de una manera casual, en fin, la inclusión
de las distintas redes sociales no es más que conseguir con medios más actuales
y eficaces que un candidato se posicione de manera positiva en el ideario de las
personas con el fin de lograr que voten por él.
Referencias

Briones, B. (2014). El uso de las redes sociales para las campañas políticas. [En
Línea]. Recuperado en enero de 2021 de la fuente:
https://repositorio.comillas.edu/xmlui/bitstream/handle/11531/452/TFG000363.pdf?
sequence=1

Confessore, N. y Yourish, K. (2016). $2 billion worth of free media for Donald


Trump. [En Línea]. Recuperado en enero de 2021 de la fuente:
https://www.nytimes.com/2016/03/16/upshot/measuring-donald-trumps-mammoth-
advantage-in-free-media.html

Cabrera, T. y López, M. (2014). Campaña política a través de redes sociales. [En


Línea]. Recuperado en enero de 2021 de la fuente:
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5845775.pdf

Camarena, A. (2018). Efectividad de la campaña de Barack Obama en redes


sociales (2008) y su impacto social a nivel mundial. [En Línea]. Recuperado en
enero de 2021 de la fuente:
https://www.researchgate.net/publication/325198448_Efectividad_de_la_campana
_de_Barack_Obama_en_redes_sociales_2008_y_su_impacto_social_a_nivel_mu
ndial

Castañeda, C. (2011). Las fórmulas de Obama para triunfar en la red. [En Línea].
Recuperado en enero de 2021 de la fuente: https://www.istmo.mx/2011/02/18/las-
formulas-de-obama-para-triunfar-en-la-red/

Gelpi, R. (2018). Política 2.0: las redes sociales (Facebook y Twitter) como
instrumento de comunicación política. Estudio: caso Uruguay. [En Línea].
Recuperado en enero de 2021 de la fuente:
https://eprints.ucm.es/49515/1/T40361.pdf
Oviedo, J. (2011). El uso de las redes sociales en las campañas electorales. [En
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Rodríguez-Andrés, R. (2018). Trump 2016: ¿Presidente gracias a las redes


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http://www.scielo.org.co/pdf/pacla/v21n3/0122-8285-pacla-21-03-00831.pdf

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