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2 {QUIENES SOMOS? PERSONAS MASCULINAS Y PERSONAS FEMENINAS Antes de entrar en escena, segtin la propuesta metodolégica enunciada, analicemos brevemente algunos conceptos basicos y fundamentales para en- tender el amor entre una mujer y un hombre. 1.1) El sentido de la sexualidad. (Antropologia filoséfica) Somos personas, es decir un “yo”, un “alguien”, no un algo. Un alguien que piensa, quiere, ama, se emociona, siente, suefia, proyecta, espera; todo lo cual conforma el contenido de la intimidad personal. Somos una intimidad personal libre. Dejamos entrar a ese mundo singular o propio de la intimidad personal a quien queremos y en la medida que queremos. El pudor es un sentimiento que acttia como defensa ante Ja invasién de esa intimidad perso- nal por quien no queremos o en una medida que no se quiere. La persona, ademas de una subjetividad 0 “yo” unico & irrepetible, es un ser relacional. Somos en tanto personas seres relacionales, no individuos aislados. El desarrollo, la plenitud y la felicidad de una persona esta directa- mente relacionada con la entrega amorosa de sf a otro “alguien” en comu- nién amorosa, Somos humanas personas, es decir ese “alguien” que somos, a diferen- cia de la persona de los angeles, tiene una corporeidad y esa corporeidad una naturaleza con dinamismos fisico corpéreo y psiquico sensible ademas del dinamismo racional espiritual que compartimos con las personas de los n- geles. La intimidad espiritual y la corporeidad constituyen una unidad. La corporeidad es una realidad externa. La intimidad personal es una realidad interna que se manifiesta a través de la corporeidad, la que es lenguaje de la persona: trasciende, por ejemplo, a través de gestos, actitudes, conductas, palabras, pensamientos, etc. Somos humanas personas sexuadas, es decir, nuestra corporeidad se modaliza masculina y femeninamente. La persona humana a secas no existe. S6lo existe la persona humana masculina y femenina que puede tener diversos 18 CRISTIAN CONEN grados de disfunciones 0 patologias en dicha identidad sexual masculina o femenina. Si bien lo que en rigor se modaliza sexuadamente ¢s la corporeidad, en razon de la unidad sustancial de espiritu y corporeidad que existe, no es erréneo afirmar que somos personas masculinas y femeninas. La sexualidad es pues una dimensién de toda la persona humana y, por lo tanto, participa del sentido o finalidad de la persona: es lenguaje y canal de expresién para la comunién amorosa personal, es decir, para una relacién en que dos personas viven reciprocamente la una para la otra a través de la entrega personal de si en tanto varén y mujer. La comunién amorosa supone la actitud personalista de servir reciprocamente al bien objetivo del otro cényuge, que se contrapone a la actitud utilitarista que representa la corrupcién del amor sexuado y el empobrecimiento personal de los que aman, debido a su recfproca utilizacion como medio para la satisfaccién personal. Paraddjicamente, cuando un conyu- ge sirve a la promocién, desarrollo o bien objetivo del otro conyuge no sce empobrece sino que enriquece su propia persona.* 1.2) La identidad sexual. (Biologia) La identidad sexual constituye una clave basica de la identidad de una humana persona. La formacién de la identidad sexual de una persona huma- na es un proceso donde intervienen factores biolégicos, socioculturales y la libertad personal. Es importante superar las posiciones excluyentes, reductivas y desintegradoras que conciben la sexualidad como una realidad s6lo deter- minada biolégicamente (teoria naturalista) 0 slo determinada culturalmente (teorfa del género). Para comprender aquel proceso de formacién de la iden- tidad sexual personal imagine el lector una carrera de relevos integrados en un tnico equipo. A estos corredores los Hamaremos sexo cromosémico, sexo gonadal, sexo hormonal, sexo genital, sexo neurohormonal y sexo psi- colégico. Cualquier corredor puede sufrir durante su intervencién un acci- dente que tal vez pueda ser compensado o no por el corredor siguiente. Los momentos en que un corredor reemplaza al otro son especialmente criticos para el éxito de la carrera, que es el proceso de formacién de la identidad sexual de una persona humana. Es por eso que la sexualidad puede manifes- tar trastornos, disfunciones 0 enfermedades. *Cfr. WOJTYLA, K., Amor y responsabilidad, Madrid, 1978, p. 37. * Para el desarrollo de este tema me basé en el estudio realizado por: POLAINO LORENTE, A., Sexo y cultura, RIALP, 1998, pp. 25 y ss. CLAVES PARA SABER AMAR 19 12a) El sexo cromosémico El sexo cromosémico es el primer deportista que abre la carrera de la jdentidad sexual masculina o femenina en cada persona, es decir, ya es posible hablar de sexualidad a nivel cromosémico. Los cromosomas son corplisculos en forma de filamentos de los micleos de Jas células. En 1912 se encontrd que habia dos cromosomas X en las células de las mujeres. En 1923 se descubrié la existencia de un cromosoma X y otro Y en las células de los varones. En 1987 se identificé un gen en el brazo largo del cromosoma Y que es el responsable de la diferenciacién masculina a través de la forma- cidn de los testiculos. A su vez, en cada cromosoma X hay un gen especial que es responsable de la formacién de los ovarios. De esta forma se prepara para intervenir en la carrera el segundo corredor. 1.2.b) El sexo gonadal El sexo gonadal es el segundo deportista de la carrera de formacién de la identidad sexual de una persona humana. Las génadas son glandulas sexuales que elaboran las hormonas y las células germinales en ambos sexos. Las gonadas masculinas son los testiculos y las femeninas los ovarios. En los testiculos se generan las hormonas masculinas: Ja testosterona y las células germinales mas- culinas: los espermatozoides. En los ovarios se generan las hormonas femeninas: los estrégenos y la progesterona y las células germinales femeninas: los évulos. 1.2.¢) El sexo hormonal El sexo hormonal es pues el tercer corredor y otra instancia biolégica donde es posible identificar la sexualidad humana. Las hormonas testosterona y dihidrotestosterona desarrollan el sistema genital interno y externo del varén y la hormona antimullerina inhibe el desarrollo del conducto de Mitler, desa- rrollandose los conductos eyaculadores, las vesiculas seminales y la préstata. En cambio en el caso del sexo femenino al no haber testiculos, no se produce testosterona y el conducto que involuciona es el de Wolff, dando lugar a la formaci6n de los genitales internos femeninos: las trompas y el titero. 1.2.d) El sexo genital El sexo genital sera el cuarto deportista en la carrera de la formacién de la identidad sexual. Los genitales son los érganos que intervienen en la 20 CRISTIAN CONEN generacién de una persona humana y manifiestan también la sexualidad mas- culina y femenina. Los genitales externos del varén son el pene, los testiculos y el escroto. Los genitales internos masculinos son el epididimo, el conducto deferente, la vesicula seminal y la préstata, Los érganos genitales internos femeninos son los ovarios, el titero y las trompas de Falopio; y los externos: el clitoris y la vulva (labios mayores y labios menores). 1.2.¢) El sexo neurohormonal El sexo neurohormonal es el quinto corredor. Tanto el sistema hormonal antes descripto como el sistema nervioso, sobre todo a través del hipotalamo. y la hipéfisis, estén conjuntamente implicados en el comportamiento sexual masculino y femenino que a través de secresién de neurotrasmisores y hor- monas especificas afectan la conducta motora, gestual y verbal. 1.2.) El sexo psicolégico El sexo psicolégico es uno de los tltimos corredores del proceso configurador de la identidad sexual personal humana. Es el menos condicio- nado biolégicamente pero es el que mas importa al hombre y ala mujer y el que mejor sirve para el reconocimiento e identificacién social del sexo. Es la conviccién intima y firme de una persona de pertenencia a un sexo determi- nado que surge del comportamiento (gestos, conductas, habitos); el esquema corporal (apariencia fisica, rasgos); las atribuciones sociales 0 asignaciones de identidad sexual que el entorno de personas asigna a otra por razén de su comportamiento y esquema corporal. 1.2.) La conducta sexual libremente elegida Si bien la identidad sexual no se elige, una persona puede acabar confi- gurando o disefiando aquellos estimulos capaces de poner en marcha o dis- parar su propio comportamiento sexual. Muchas de las conductas sexuales del hombre y la mujer contempordneos podrian explicarse a través de este ultimo factor: el llamado “sexo libre” que puede afectar la identidad sexual normal conquistada a lo largo del proceso o carrera de relevos antes detalla- do. La persona puede elegir los estimulos sexuales disparadores de su propia conducta sexual y esa libre eleccién genera responsabilidad en su comporta- miento y en su identidad sexual. Por ejemplo, quien tal vez eligié un estimu-

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