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Programa universitario

El hombre y el pecado

(Título de la TLC)

Por

(Nombre del alumno)

(Número del alumno)

THE1043
El hombre y el pecado
PN 02.11

Tarea de lectura colateral

LIBRO DE TEXTO:

Creados a imagen de Dios, primera edición

por Anthony Hoekema


Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2005

14/02/2022

(Mes y año)
Preguntas.

Lea el libro Creados a la imagen de Dios por Anthony Hoekema y responda las siguientes

preguntas.

1.¿Qué luz arroja el hecho de que el hombre sea una persona creada en cuanto al

tema del origen del pecado y la forma en que Dios redime al hombre?

La razón de por qué el hombre pecó seguirá siendo para siempre un misterio inescrutable,

por lo que tendremos que decir que el hombre pudo caer en pecado precisamente porque

era una persona, capaz de escoger, incluso de escoger algo que sería contrario a la voluntad

de Dios. Incluso al pecar, el ser humano sigue siendo una criatura dependiente de Dios,

Dios tuvo que darle al hombre la energía con la pecó; la magnitud del pecado del hombre

consiste en el hecho de que utilizó facultades recibidas de Dios al servicio de Satanás.

Debido a que nuestros primeros padres pecaron como personas creadas, hablamos de la

voluntad permisiva de Dios respecto al primer pecado del hombre, y afirmamos que este

primer pecado no resultó una sorpresa para Dios, aunque Él consideró plenamente

responsables del mismo a quienes lo cometieron.

Por otro lado, el hecho de que el hombre sea una criatura implica que, después de haber

caído en pecado por su propia culpa, solo puede ser redimido y rescatado de su condición

caída por medio de la intervención soberana de Dios en su favor. Dado que es una criatura,

solo la gracia puede salvarlo, es decir en total dependencia de la misericordia de Dios.

Los seres humanos tienen una responsabilidad en el proceso de su salvación. Deben escoger

con libertad, con fortaleza en el Espíritu Santo, arrepentirse del pecado y creer en el Señor
Jesucristo. No se pueden salvar sin estas elecciones personales, después de que una persona

ha hecho dicha elección, debe seguir viviendo en comunión con Dios y en obediencia de fe.

Por lo que el hecho de que el ser humano pueda vivir así solo por medio de la fortaleza de

Dios no le quita la responsabilidad de vivir esta clase de vida.

2  Compare y contraste lo que enseñan Romanos 8:29 y 2 Corintios 3:18 acerca de la

meta de la redención del pueblo de Dios.

En Romanos 8:29 se nos dice que Dios le concedió a los suyos de antemano y los eligió

para que llegaran a ser como su Hijo a fin de que su Hijo fuera el mayor de muchos

hermanos, aquí se nos está hablando del plan de redención de Dios para sus hijos a través

de su Hijo mayor Jesucristo por el cual nosotros (sus hijos y hermanos menores de

Jesucristo) tenemos acceso a la redención.

Por otro lado, en 2 Corintios 3:18 se nos dice que todos nosotros, a quienes se nos ha sido

quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor y el mismo Señor quien es

Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida en que somos transformados a su

gloriosa imagen, aquí se ve reflejado el plan de redención de Dios al ver su misericordia al

quitarnos el velo que nos impedía ver las cosas tal cual son y permitirnos ser transformados

a su imagen y semejanza.

Por lo anterior, podemos afirmar que en ambos textos, tanto como en Romanos 8:29 y 2

Corintios 3:18, Dios tiene un plan de redención para nosotros sus hijos, en el cual nos

abraza, transforma y guía.


3  ¿Qué aspectos de la exposición de Emil Brunner acerca de la imagen de Dios son

valiosos y cuáles son problemáticos?

Los aspectos valiosos de la exposición de Emil Brunner sobre la imagen de Dios son:

1. Su comprensión dinámica de la imagen, que para él debe verse a la luz del

encuentro entre Dios y el hombre, lo cual es básico para la existencia humana

2. Que haya encontrado que el amor es central en la imagen de Dios, en vez de que lo

sea la razón o el intelecto

3. Su énfasis en los efectos devastadores del pecado para la imagen de Dios

4. Que retenga el aspecto dual de la imagen

5. Que insista en que el hombre caído sigue siendo en un sentido muy real a la imagen

de Dios.

Por otro lado, la exposición de Brunner tiene algunos problemas como:

1. La negación por parte de Brunner de la caída histórica, la cual desecha la enseñanza

paulina acerca del primer Adán y suscita graves dudas acerca de la historicidad del

segundo Adán (Jesucristo)

2. La negación de Brunner de la caída histórica también induce a cuestionar la

diferencia que desea mantener entre creación y pecado. Si no existe ningún

momento en el tiempo en que el hombre se rebeló por primera vez contra Dios y por

ello se volvió pecador, ¡cómo se convirtió el hombre en pecador?, ¡Fue quizá por

algún defecto en la forma en que fue creado?

3. Brunner insiste en que la imagen de Dios en el sentido formal se ha mantenido a

pesar de la pecaminosidad del hombre: el hombre sigue siendo un ser que se debe
responder ante Dios, incluso cuando le responde de forma errónea. Pero, la imagen

formal de Brunner tiene contenido la libertad, razón, conciencia y lenguaje, factores

que forman parte de la misma. ¿Resulta, pues, correcto decir que esta imagen.

Formal se ha mantenido en su. Totalidad? ¿Se ha conservado en toda su integridad?

¿No ha afectado también el pecado esta imagen formal, en el sentido de que la

razón, la conciencia y la libertad del hombre han sido corrompidas y pervertidas por

el pecado (como afirmaba con tanta insistencia Calvino)?

4  Compare y contraste el punto de vista de Simón Chan en la guía de estudio y el

de Anthony Hoekema en el libro Creado a imagen de Dios acerca de las

características de la imagen de Dios en el hombre.

Características de la imagen de Dios por Simón Chan

La imagen de Dios en el hombre incluye aquellos aspectos que a veces son descritos como

“imagen esencial” el habla, la habilidad de razonar y escoger, la creatividad, y el dominio y

el aspecto de cualidades morales o bondad, que a veces es llamado la “imagen moral”.

La imagen esencial

1. Sólo el hombre es capaz de hablar: entre las criaturas de la misma especie hay algún

tipo de comunicación por medio de ciertos sonidos y movimientos que hacen, pero esta

comunicación es muy limitada y fija. Sólo los seres humanos pueden hablar palabras que

expresan pensamientos e ideas complejas.

2. Sólo el hombre tiene la habilidad de razonar y hacer elecciones: En cuanto podemos

ver, los animales se conducen por sus instintos. Los científicos pueden estudiar el
comportamiento animal y predecir cómo actuarán los animales. Pero no es posible

determinar con precisión de antemano como se comportará una persona. Los psicólogos,

que estudian el comportamiento humano, pueden hacer algunas generalizaciones sobre la

gente. Sin embargo, no hay dos personas que tienden a actuar de la misma manera, aún si

tienen las mismas experiencias en la vida. La razón es que el hombre es un ser racional y

que hay algo en él que capacita a una persona para escoger una cosa y a otra para escoger

algo distinto.

3. El hombre es un ser creativo: Cuando miramos alrededor nuestro, nos damos cuenta de

que el hombre ha realizado muchas cosas maravillosas. Sus descubrimientos en los campos

de la ciencia y la tecnología son impresionantes. Ha descubierto muchas cosas nuevas en la

ciencia médica que le permiten tratar todo tipo de enfermedades. Hoy existen curas para

muchas enfermedades que una vez no lo tenían. Numerosas invenciones han hecho el

trabajo y la vida más fáciles para el hombre moderno.

El hombre también es capaz de crear cosas de gran belleza. A través de la historia, la gente

en muchas diferentes civilizaciones ha producido obras de arte, música, literatura, y

arquitectura. Este poder creativo revela que el hombre tiene algo en él de la naturaleza de

Dios, su Creador.

4. El hombre tiene facultad de dominio: Ya que los humanos son seres racionales, libres,

y creativos, son capaces de hacer algo más que las criaturas inferiores no pueden: gobernar

sobre el resto de la Creación. Esta capacidad de gobernar no es la única cualidad en el

hombre, sino que es el resultado de tener todas las otras cualidades únicas que hemos

citado antes. Esta facultad de dominio fue dada por Dios. Él dijo a Adán: “Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de

los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Génesis 1:28). Por lo tanto,

según el orden divino el hombre está por encima de las demás criaturas que Dios hizo.

La imagen moral

La imagen de Dios consiste de ciertas cualidades morales en el hombre. Efesios 4:24

menciona “justicia y santidad de la verdad” y Colosenses 3:9,10 se refiere a

“conocimiento.” Estas cualidades pertenecen a la “nueva criatura”, eso es, la nueva vida

que tenemos cuando creemos en Cristo (2 Corintios 5:17).

Conocimiento: El conocimiento de Dios como se enseña en la Biblia no se refiere

simplemente a los hechos o la información sobre Él. Más bien, tiene que ver con el

conocimiento

personal de Dios.

De 1 Juan 4:7,8 aprendemos que conocer a Dios y amarlo son una misma cosa. Cuando una

persona ama a Dios, da evidencia de que verdaderamente conoce a Dios. El amor es lo

besico del carácter de Dios: “Dios es amor” (4:8). Por tanto, cuando una persona ama a

Dios y conoce a Dios, se asemeja más a Él.

Justicia y santidad: Los dos términos significan en cierto modo la misma cosa. Ellos

hablan sobre la pureza de Dios; en Él no hay maldad. Él ama la justicia y odia el mal

(Salmo 45:7). Como Dios


La imagen moral es tal vez la más importante. A este aspecto de la imagen de Dios en el

hombre es al que se da un más fuerte énfasis en el Nuevo Testamento. Posiblemente, la

razón de esto sea que la imagen moral fue la más afectada cuando el hombre pecó contra

Dios. Además, aunque el hombre pecador todavía ve la razón, la libertad, y la creatividad

como cualidades deseables, a menudo no desea la verdadera justicia y la santidad. Existe

tan poca santidad en él que ni siquiera piensa que es algo bueno. Sin embargo, es la imagen

moral la que hace toda la diferencia entre el hombre justo y el pecador.

Características de la imagen de Dios por Anthony Hoekema

la imagen de Dios describe no sólo algo que el ser humano tiene, sino algo que es. Esto

significa que los seres humanos refleja y también representan a Dios.

“la imagen de Dios no es estática, sino dinámica”.

1. Cristo como la verdadera imagen de Dios: al mirar a Jesucristo , la imagen

perfecta de Dios, aprendemos que el funcionamiento adecuado de la imagen incluye

estar orientados hacia Dios, estar orientados hacia el prójimo y tener dominio sobre

la naturaleza

2. El hombre en su triple relación: el funcionamiento adecuado de la imagen de Dios

debe canalizarse por medio de estas tres relaciones: con Dios, con el prójimo y con

la naturaleza. Dios ha dotado al hombre de las cualidades y dones con los que puede

operar en estas relaciones. La imagen de Dios debe verse, sin embargo, no solo en
estas capacidades, por importantes que sean, sino primordialmente en la forma

cómo el hombre opera en estas relaciones.

3. La imagen original: lo que vemos al principio, antes de que el hombre cayera en

pecado, fue la imagen orinal. Aunque no sabemos con exactitud cómo se reveló a sí

misma la imagen de Dios en esa fase de la historia del hombre, podemos asumir que

la pareja humana original reflejaba a Dios sin pecado y en obediencia.

4. La imagen pervertida: después de la caída del hombre en pecado, la imagen de

Dios no quedó destruida sino pervertida. La imagen en su sentido estructural siguió

estando ahí, la caída no destruyó los dones del hombre ni sus capacidades, pero a

partir de ese momento el hombre comenzó a utilizar esos dones en formas contrarias

a la voluntad de Dios.

5. La imagen renovada: dado que la imagen de Dios se ha pervertido debido a la

caída del hombre en pecado, necesita renovarse. Esta renovación o restauración de

la imagen es lo que ocurre en el proceso redentor, en este proceso redentor el

hombre que estaba utilizando sus poderes recibidos por Dios en formas

equivocadas, vuelve a estar en condiciones de utilizar estos poderes en formas

correctas. (podemos ver esta imagen en forma plena en la figura de Cristo Jesús).

6. La imagen perfeccionada: la perfección de la imagen de Dios en el hombre está

íntimamente relacionada con la glorificación de Cristo. Dado que Cristo y su pueblo

son uno, su pueblo también comparte su glorificación. Por lo que la perfección de la

imagen de Dios, no sólo la producirá Cristo; también seguirá el modelo de Cristo.

Por lo que en la vida Venidera llevaremos también la imagen del hombre celestial (1

Co. 15:49) y en la resurrección él transformará nuestros cuerpos miserables, para


que sean como su cuerpo glorioso. Así pues, seremos totalmente como el Cristo

glorificado, no solo en nuestros espíritus sino incluso en nuestros cuerpos.

Por otro lado, perfección de la imagen también tendrá que ver con nuestra relación

con el prójimo.

5  Defina el concepto imagen propia o imagen de sí mismo. Luego, explique el

concepto de la doble perversión de la imagen propia.

Concepto de la imagen propia o imagen de sí mismo: concepto que tiene alguien de si

mismo o de su papel. Este concepto que uno pueda tener de sí mismo puede ser positivo

(uno se ve como alguien que vale) o negativo (uno se ve como una persona que no vale o

muy poco). Este término también permite muy bien una comprensión cristiana: vernos a

nosotros mismos no sólo como somos por naturaleza, sino como somos por gracia.

Concepto de la doble perversión de la imagen propia: al darse la caída se produjo una

doble perversión de la imagen propia. Primero, la caída fue precedida de un realce excesivo

de la imagen que el ser humano tenía de sí mismo. Adán y Eva deseaban ser más que Dios.

Al desobedecer el claro mandato de Dios de no comer del árbol de conocimiento del bien y

del mal, nuestros primeros padres se colocaron virtualmente por encima de Dios, y tomaron

en sus manos decidir qué era lo bueno y qué era lo malo. Este acto reveló su pecaminoso

orgullo: indicó que tenían “un concepto de sí más alto” que el que debían tener de sí

mismos en dirección ascendente, fue la causa del primer pecado del hombre

Después de haber cometido el pecado, se produjo la segunda perversión de la imagen de sí

mismos, esta vez en descenso. Adán y Eva ahora se sintieron avergonzados de sí mismos;

la imagen de sí mismos se volvió negativa. el relato de Génesis sigue diciendo: “en ese
momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez” (v.7). conciencia

de su desnudez significaba que ahora experimentaban vergüenza. Ambos cayeron en la

cuenta que habían actuado mal, y la imagen de sí mismos comenzó a desplomarse. Con lo

anterior podemos concluir que la imagen de sí mismo que tiene el ser humano a veces es

desmesuradamente alta (en forma de orgullo pecaminoso) o excesivamente baja (en forma

de sentimientos de vergüenza o carencia de valor como persona).

6  Explique por qué el autor no cree que se debería llamar “pacto de obras” al

acuerdo que Dios hizo con Adán y Eva.

El autor no cree que se debería llamar “pacto de obras” al acuerdo que Dios hizo con Adán

y Eva antes de la caída porque:

1. La idea de llamar a este acuerdo un pacto de obras no reconoce debidamente los

elementos de gracia que formaron parte de esta. Porque es verdad que aunque Adán

y Eva iban a recibir la bendición de vida permanente en comunión con Dios a lo

largo de la senda de “obras” (es decir, por perfecta obediencia a los mandatos de

Dios), de ningún modo se sigue que con esta obediencia fueran a ganar o merecer

esta comunión permanente, que muchos entienden como inclusiva de la vida eterna.

Dios de hecho tenía derecho a una. Obediencia perfecta de parte de sus criaturas

humanas; pero no estaba obligado a darles una recompensa por la misma. Que

prometiera (por implicación) dar al hombre dicha recompensa debe entenderse

como un don de la gracia de Dios

2. La Biblia no llama a este acuerdo un pacto. La única posible excepción es Oseas

6:7, que describe la transgresión contra Dios de parte del pueblo de Efraín. Por lo
que no pareciera prudente basar una doctrina en un solo pasaje de esta naturaleza,

cuya traducción y significado no tienen una. Certidumbre total.

3. No hay indicios en estos primeros capítulos de Génesis de un juramento sobre el

pacto o de una ceremonia de ratificación de un pacto. Cuando leemos acerca del

mandato de prueba en Génesis 2:16-17, no se dice nada ni de un juramento sobre un

pacto ni de una ceremonia de ratificación.

7  Explique el punto de vista de Pelagio acerca de la universalidad del pecado.

Mencione y explique cómo Hoekema refuta el punto de vista de Pelagio acerca de la

universalidad del pecado.

Según pelagio y sus seguidores no hay ninguna relación necesaria entre el pecado de Adán

y los pecados de sus descendientes. Adán fue creado neutral: ni bueno ni malo. el ser

humano hoy nace en la misma condición. no hay eso que se llama pecado original; No hay

transmisión de culpa de Adán a nosotros, ni tampoco hay ninguna transmisión de

contaminación. El pecado no es una condición en la que uno nace; sólo hay acciones

pecaminosas, y tales acciones siempre tienen un carácter personal punto los seres humanos

hoy día tienen voluntades que son totalmente libres; pueden hacer el bien o el mal según les

plazca. Cuando el ser humano hace algo malo, su naturaleza no se ve afectada; después, Es

tan capaz de hacer el bien como antes de que hiciera algo malo. al igual que una bisagra de

resorte en las puertas de vaivén, después de cada movimiento en cualquier dirección, el ser

humano regresa a una posición neutra. Pelagio incluso dijo que una persona puede, si así lo

quiere, cumplir con los mandamientos de Dios sin pecar; la escritura, Afirmaba aquel,

contiene muchos ejemplos de vidas sin reproche.


En otras palabras, las personas humanas no necesitan ser regeneradas un hacer de nuevo

para hacer lo que agrada a Dios; Tienen esta capacidad por naturaleza. La idea de pelaje

acerca de la gracia divina es que se trata de algo puramente externo. La gracia, para él, no

es una influencia que opera adentro por parte del Espíritu Santo que mueven nuestras

voluntades hacia el bien, sino que consiste sólo de dones externos y cualidades naturales,

tales como la naturaleza racional y la libre voluntad del ser humano, la revelación de la ley

de Dios en la Escritura y el ejemplo de Cristo.

el concepto que tiene pelagio del ser humano es más bien insatisfactorio; De hecho la

Iglesia lo rechazó sin vacilaciones. Aquí, Hoekeman refuta el punto de vista de Pelagio

acerca de la universalidad del pecado:

1. El concepto de Pelajio contradice a la Escritura. Romanos 5:12-21, Indica con

claridad que hay un nexo muy real entre el pecado de Adán y el de sus

descendientes. En efesios 2:3 Pablo, escribiendo a los creyentes, afirma:” como los

demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios”. ¿ por qué debería alguien

ser objeto de ir a por naturaleza si todos los seres humanos han nacido en un estado

moralmente neutro?.

2. la posición de Pelagio es contraria a nuestra experiencia: el pecado no deja nuestra

naturaleza sin afectarla sino que la perturba de manera profunda. Después de una

acción pecaminosa ya no somos los mismos. Las acciones pecaminosas emanan de

una mala naturaleza y, cuando no se controlan, conducen a hábitos pecaminosos y,

en última instancia, a esclavitud pecaminosa. vienen a la mente las palabras de

Jesús,” ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado”. (Jn

8:34).
3. Los ejemplos malos no siempre corrompen: Estemos en José en Egipto y en Daniel

en la corte de Nabucodonosor. El entorno puede ser ocasión de pecado pero no la

causa. la raíz del pecado es más onda: está en el corazón humano corrompido.

8  Compare y contraste las diferencias en la gravedad del pecado mencionadas por

Simón Chan en la guía de estudio y de Anthony Hoekema en el libro Creado a imagen

de Dios. Asegúrese de utilizar referencias bíblicas.

La gravedad del pecado por Anthony Hoekema: todas los formas de pecado desagradan

a Dios y conllevan culpa. Sin embargo, no todos los pecados son igualmente graves.

Podemos y deberíamos reconocer ciertas gradaciones en la gravedad del pecado.

Nos ocupamos primero de la distinción qué hace la tradición católica entre pecados

mortales y veniales, distinción que ya se encuentra en tertuliano y Agustín, y que

elaboraron más teólogos escolásticos como lombardo y Tomás de Aquino. esta distinción

sigue desempeñando una parte importante en la comprensión católica de su sacramento de

la penitencia, cuyo propósito es el perdón de pecados cometidos después del bautismo. las

siguientes descripciones se han seleccionado de fuentes católicas. se define el pecado moral

como:

un apartarse por completo de Dios que desemboca en la muerte de la gracia santificante en

el alma. se suelen proponer 3 condiciones como necesarias para que se considere que una

ofensa es pecado mortal: (1). la ofensa en sí misma debe ser gravemente mala, (sea
objetivamente como homicidio o adulterio) o subjetivamente (es decir quien ofende

considera que la ofensa es gravemente mala);

(2). quién ofende debe saber que la ofensa es gravemente mala; (3). quién ofende debe

actuar libremente al cometer la ofensa.

otra fuente católica describe así al pecado mortal: la transgresión en un aspecto grave de la

ley que se lleva a cabo con plena advertencia (atención) y pleno conocimiento. se llama

mortal (que produce muerte) porque es para el pecador de la gracia santificante y en un

sentido mata el alma. una de una rebelión grave contra Dios, quienmuere en pecado mortal

muere apartado de Dios.

aunque los pecados veniales no conducen a la pérdida de la salvación, es muy deseable

(aunque no absolutamente necesario) que también se confiesen. calvino rechazó esta

distinción, no porque no reconociera que hay gradaciones en la gravedad del pecado, sino

porque, a juicio suyo, todos los pecados son mortales en el sentido de que todos merecen

condenación.

Calvino tiene razón. La Biblia rechaza claramente la distinción entre pecado mortal y

venial. Como dice Pablo en gálatas 3:10, citando a deuteronomio 27:26: todos los que viven

por las obras que demanda la ley están bajo maldición, porque está escrito: “maldito sea

quien no practique fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley”.

Por otro lado, rechaza la distinción entre pecados mortales y veniales, sin embargo, no

implica que no haya diferencias o graduaciones en la gravedad del pecado. Pueden

mencionarse cuatro diferencias:


1. la distinción basada en pecados del espíritu y pecados del cuerpo: según

Agustín, el pecado fundamental del hombre es el orgullo; enseñó además que lo que

llamaba concupiscencia, que nosotros llamaríamos sensualidad o apetito carna, era

secundario respecto al orgullo y una consecuencia del mismo. Lo que Agustín quiso

decir fue que la rebelión contra Dios, que es primordialmente un pecado del

espíritu, es una transgresión más trascendental de la voluntad de Dios que un pecado

así llamado del cuerpo, como el adulterio.

2. La distinción basada en el grado de conocimiento que tiene el pecador: tanto el

antiguo como el Nuevo Testamento enseñan que el pecado de una persona que

conoce la voluntad del señor pero actúa en contra de ella es mayor que el de alguien

que conculca la ley de Dios sin pleno conocimiento de lo que exige dicha ley.

Sabemos que el Antiguo Testamento a veces habla acerca de las maldiciones del

pacto. Dios había hecho un pacto con su antiguo pueblo, prometiéndoles grandes

bendiciones si lo tenían y andaban en sus caminos. pero si lo desobedecían. serían

castigados con tanta más severidad debido al mayor conocimiento de la voluntad de

Dios que les había sido dada. el pacto de gracia, pues, acarreaba no sólo bendiciones

sino también maldiciones. podemos ver esto en deuteronomio 29:18-28 , en

particular en los versículos 20-21, donde Moisés, habla de una persona que se ha

alejado de Dios el la dureza de su corazón.

3. La distinción basada en el grado de intención presente en el pecado: en el año

clara distinción entre pecados cometidos sin intención y los realizados con

intención. en números 15:27-29 leemos acerca del sacrificio que podía hacerse

como expiación por una persona que había pecado sin intención. pero en el

versículo 30 leemos lo siguiente: pero el que peque deliberadamente sea nativo o


extranjero ofende al señor, tal persona será eliminada de la comunidad. nótese que

en el caso de la segunda clase de pecado no había ningún sacrificio de expiación.

que esto que quiera decir que una persona que había pecado en forma desafiante por

esta razón estaba fuera de cualquier perdón y salvación es otro punto (pensemos en

el adulto y homicidio de David que luego fueron perdonados), pero resulta claro que

el pecado intencional es mucho más serio que el no intencional.

en levítico 4:22 vemos que cuando un líder pecaba sin intención, era en verdad

culpable; sin embargo, después de que se había ofrecido el sacrificio

correspondiente, se podía perdonar dicho pecado. se presenta una distinción similar

entre pecados en Números 35, donde leemos que el señor instruyó a Moisés para

que escogiera algunas ciudades en la tierra de Canaán que iban a ser ciudades de

refugio. Por otro lado en los versículos 20:21 del mismo capítulo, sin embargo, se

nos dice que si alguien mata a una persona por haberla empujado con malas

intenciones, o por haberle lanzado algo intencionalmente, el agresor es un asesino y

será condenado a muerte. En otras palabras, aunque un pecado no intencional sigue

siendo pecado que conlleva culpa en quien lo comete, es un pecado de menor

magnitud que un pecado intencional.

4. la distinción basada en la medida en que la persona cede ante el pecado: en

Mateo 5:28 se cita Jesús diciendo: “cualquiera que mire a una mujer y la codicia ya

ha cometido el trio con ella en el corazón”. una mirada lujuriosa es por tanto

pecaminosa. pero sin duda que el pecado se amplía e intensifica cuando se permite

que esa mirada lujuriosa conduzca un acto de adulterio. De igual modo, tener ira

pecaminosa en el corazón ya es malo en sí, pero dar salida a esta ira con palabras

virulentas o acciones violentas es peor.


La gravedad del pecado por Simón Chan: No debemos considerar algunos pecados

como más serios que otros. Necesitamos evitar la tendencia común de pensar que ciertas

acciones pecaminosas son peores que otras por sí mismas. En el Sermón del Monte Jesús

declara que el odio es como merecer el juicio como asesino y que mirar con lujuria a una

mujer es lo mismo que cometer adulterio (Mateo 5:21, 22, 27, 28).

Un número de argumentos bíblicos apoyan la idea de que, con respecto a la condición del

pecador, hay diferentes grados de pecaminosidad. Considerémoslos brevemente.

Primero, en nuestro estudio del pecado imperdonable aprendimos que hay por lo menos un

pecado que es más peligroso que los otros pecados, y este involucra el rechazo absoluto de

la verdad sobre Dios.

Segundo, aprendemos de la analogía de Jesús en Lucas 12:47,48 que hay diferentes grados

de castigo para los pecadores:

Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su

voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes,

será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le

demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.

Tercero, aprendemos de las Escrituras que los cristianos alcanzan diferentes niveles de

santificación y madurez. De esto concluimos que también debe haber diferentes grados de

pecaminosidad.

La Biblia por cierto enseña que cuanto más tiempo la gente permanece en su pecado, peor

se vuelve. Consideremos tres evidencias en las Escrituras:


1. Génesis6:11,12 habla de la tierra como que estaba corrupta y “llena de violencia”.

Describe la violencia como una marea que eventualmente cubriría toda la tierra.

2. Génesis 15:16 describe otro periodo primitivo de la historia diciendo que “aún no ha

llegado a su colmo la maldad del amorreo”. Esto sugiere que, en alguna fecha futura,

alcanzaría su medida total. Unos cuatrocientos años más tarde, Dios dijo a los israelitas que

la destrucción de los amorreos era “por la impiedad de estas naciones” (Deuteronomio 9:5).

Esto implica que para el tiempo de Moisés el pecado de los amorreos había alcanzado su

medida completa.

3. Mateo 24:12 registra las palabras de Jesús. Hablando sobre los últimos días, Él advirtió,

“por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”.

Si efectivamente hay diferentes “grados” de pecadores, ¿cuál es la base para determinar el

grado de seriedad de su condición? Según las Escrituras, dos cosas determinan esto:

conocimiento e intención.

Conocimiento: Las Escrituras enfatizan en forma sostenida que cuanto mayor es el

conocimiento de uno, tanto mayor es su responsabilidad. Aquél que conoce recibirá́ más

“azotes” mientras que aquél que no conoce recibirá́ menos “azotes” (Lucas 12:47,48). Es

por eso que Santiago dio esta advertencia: “No os hagáis maestros muchos de vosotros,

sabiendo que recibiremos mayor condenación” (Santiago 3:1). La razón del juicio más

severo es obvia: un maestro conoce más.

El aumento en el conocimiento respecto de Dios conducirá́ a un mayor juicio de aquellos

que lo rechazan. Esta verdad se aplica no sólo a los individuos sino a diferentes tiempos en
la historia. A medida que la revelación de Dios progresa, el conocimiento aumenta. La

gente que ha vivido después de la venida de Cristo está potencialmente en peligro de un

pecado mayor, porque ellos tienen más verdad. Entonces, la época anterior a la venida de

Cristo se describe como el tiempo de “ignorancia”, cuando Dios “pasó por alto” los

pecados de la humanidad. Pero “ahora manda a todos los hombres en todo lugar que se

arrepientan” (Hechos 17:30). Este mandamiento se hace más urgente, porque “ha

establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón (Jesús) a quien

designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (v. 31). Como ya notamos

en esta lección, con la resurrección de Jesucristo la humanidad ha recibido un mayor

conocimiento de quien es Él; por tanto, no arrepentirse en estas circunstancias acarrea

mayor juicio que antes de su revelación.

Intención: El segundo factor que determina la seriedad de un pecado y la severidad del

juicio es la intención o motivo de una persona. Esto se ilustra en el Antiguo Testamento en

el que la Ley hace distinción entre el homicidio intencional o el no-intencional o accidental

(Números 35:16-18). Para el homicidio intencional, la Ley dispone la pena de muerte; pero

establece provisiones para expiación en los casos de aquellos que pecaren “por yerro”

(Levítico 4:2).

La intención se refiere a la razón subyacente en la acción de uno. Cuando decimos que una

persona actúa con una intención pura, queremos decir que ha examinado la razón de su

acción y sabe que la razón es la correcta. En otras palabras, actúa con un motivo correcto.

Pero a veces su acción puede estar basada en un conocimiento inadecuado, y aun falso.

Como resultado, puede tomar el curso de acción incorrecto, pero su razón de actuar aun
puede ser correcta. La intención pura no garantiza que una acción sea correcta en sí misma,

especialmente cuando el conocimiento sobre el cual la acción se basa es falso o inadecuado.

Es por tanto posible que una persona haga algo incorrecto con la intención o el motivo

correctos. Este fue el caso con el apóstol Pablo. Antes de su conversión, él persiguió a la

iglesia. Basado en lo que él sabía, pensaba que estaba haciendo lo correcto: estaba

protegiendo la verdadera religión contra la falsedad (1 Timoteo 1:13,14). Lo que motivó a

Pablo era su amor por la verdad de la manera en que él la entendía. Es por eso que

persiguió́ a la iglesia con gran celo religioso (Filipenses 3:6).

9  Compare y contraste el punto de vista de Simón Chan en la guía de estudio y de

Anthony Hoekema en el libro Creado a imagen de Dios acerca de la unidad del

hombre o la unidad psicosomática. ¿Qué implicaciones tiene el concepto de la unidad

del hombre o unidad psicosomática para los cristianos contemporáneos?

La unidad del hombre o la unidad psicosomática según Anthony Hoekeman:

Aunque la Biblia ve al hombre como un todo, también reconoce que el ser humano tiene 2

lados: el físico y no físico. tiene un cuerpo físico, pero también es una personalidad. tiene

una mente con la que piensa y también un cerebro que es parte de su cuerpo, y sin el cual

no puede pensar. Cuando algo le va mal, a veces necesita cirugía, pero otras veces puede

necesitar consejo. El ser humano es una persona que puede, sin embargo, verse desde 2

lados pero nos vamos a enfocar en hablar del ser humano como una unidad psicosomática.

La ventaja de esta expresión es que respeta los 2 lados del ser humano, y al mismo tiempo

subraya la unidad del mismo. podemos ilustrarlo mediante el análisis de la relación entre la
mente y el cerebro. reconociendo que debería pensar en el ser humano como una unidad

con muchos aspectos que conforman un todo invisible.

el ser humano, pues, existe en un estado de unidad psicosomática. así fuimos creados, así

somos ahora, y así seremos después de la resurrección del cuerpo. porque la redención total

debe incluir la redención del cuerpo (Ro 8:23, 1 Co. 15:12-57), Ya que el ser humano no es

completo sin el cuerpo. el glorioso futuro de los seres humanos en Cristo incluye tanto la

resurrección del cuerpo como una nueva tierra purificada y perfeccionada.

La unidad del hombre o la unidad psicosomática según Simón Chan: Toda la gente

tiene un inimaginable potencial para el bien o para el mal, entonces empezamos a

comprender que cada persona es importante. En esta vida podemos encontrar unas pocas

personas de excepcional bondad o de excepcional maldad. La gran mayoría no sobresale.

Con esto nos referimos a que no hay ni tan bueno ni tan malo, ni tan inteligente ni tan

estúpido, como para ser de alguna manera notable. Sin embargo, cada uno es igualmente

importante, porque su existencia actual es condicional. En otras palabras, en esta vida la

persona está sujeta a un período de examen y prueba, para determinar su cuando

consideramos que cada persona está cambiando constantemente,

ya sea para convertirse en la criatura más gloriosa a la imagen de Dios, o a una criatura más

baja, demoníaca, nos daremos cuenta que cada momento de la vida es importante. Cada

decisión que uno toma altera su naturaleza y el curso de su vida en una dirección o en otra.

No hay elecciones moralmente neutrales. En esta vida es posible cambiar la dirección de

uno, pero uno puede cambiar para mejor sólo si toma seriamente el momento actual y se

determina a cambiar
destino eterno. una contemplación de la futura gloria del hombre dará́ al cristiano una

esperanza renovada para enfrentar cualquier dificultad que pueda encontrar en la vida. Él

será́ capaz no sólo de gloriarse “en la esperanza de la gloria de Dios”

el hombre fue creado a la imagen de Dios y que el primer hombre tuvo una comunión plena

con su Creador hasta que tomó la decisión equivocada. Cuando escogió́ voluntariamente

desobedecer a Dios y seguir su propio camino, su comunión con Dios fue destruida y su

pecado dañó la imagen de Dios en él. Toda la tierra ha sufrido a causa de la desobediencia

del hombre. Pero ese no es el final de la historia. Dios, en su gran amor, proveyó́ un

sacrificio perfecto para expiar el pecado del hombre contra Él. Envió́ a su único Hijo para

que fuera nuestro Salvador y proveyera un camino a fin de que seamos restaurados a una

plena comunión con Él.

El concepto de la unidad del hombre o unidad psicosomática tiene una implicación para los

cristianos contemporáneos ya que cada cristiano tiene la oportunidad de elegir si sigue los

pasos de Cristo a la manera de Cristo, o si sigue su vida y la vive a su manera, basado en su

propia prudencia y creencias, en eso consiste el libre albedrio que el Señor le otorgó al ser

humano, pero si nosotros como creyentes decidimos obedecer a Cristo y seguir sus pasos

tenemos una esperanza, la esperanza de que no moriremos pues seguiremos vivos en

cuerpos transformados y redimidos por la gracia y misericordia de Cristo Jesús, teniendo

acceso a una vida eterna al lado de Él.

10.Defina brevemente el término “verdadera libertad”. Luego, explique cómo el ser

humano perdió la verdadera libertad y como puede recuperarla. Según Calvino, ¿de

que aspectos está compuesta la verdadera libertad?


La verdadera libertad es la capacidad de hacer lo que agrada a Dios. cuando los seres

humanos fueron creados, poseían tanto la capacidad para elegir como verdadera libertad. en

las bien conocidas palabras de Agustín, entonces podían no pecar. podían haber

permanecido en su integridad moral, y podían haberse negado a ceder ante la tentación de

la serpiente (aunque incluso la resistencia a la tentación habría requerido ayuda de Dios).

al principio, pues, el ser humano no era un ser neutral, ni bueno ni malo, sino un ser bueno

que podía, con la ayuda de Dios, vivir una vida totalmente del agrado de Dios. los seres

humanos fueron creados en un estado de integridad. tenían no sólo la capacidad de elegir,

sino de elegir bien. así que el ser humano en ese tiempo tenía verdadera libertad, pero

todavía no era libertad perfecta. todavía podía caer en pecado y, de hecho, así sucedió.

nuestros primeros padres hubieran debido avanzar hacia un estado más elevado en el que,

supuestamente, no hubieran podido perder su condición de impecabilidad. en lugar de ello,

sin embargo, cayeron a un estado inferior, el de pecado y depravación.

Aunque los seres humanos habían sido creados con verdadera libertad, la perdieron cuando

cayeron en pecado. entonces el ser humano perdió no la capacidad de elegir sino la

verdadera libertad, o sea, la capacidad de vivir en total obediencia a Dios.

Por otro lado, la verdadera libertad del ser humano, que se perdió en la caída, se restaurante

el proceso de redención. cuando el Espíritu Santo regenera a una persona, renueva la

imagen de Dios en la misma e inicia en ella la obra de santificación, de modo que la

persona puede acudir a Dios en arrepentimiento y fe y hacer lo que es verdaderamente

agradable a sus ojos. el estado de la persona regenerada ahora es, cómo lo expresa Agustín,

la de poder no pecar. La redención, por tanto, significa liberación de la esclavitud de la

voluntad; la persona regenerada ya no sigue siendo esclava del pecado.


esta verdadera libertad, la libertad para hacer la voluntad de Dios, se restaura en el hombre

en el proceso redentor, el cual es explicado a detalle en el Nuevo Testamento en el cual

Jesús es el responsable de generar este proceso redentor lleno de gracia y misericordia hacia

nosotros los seres humanos.

Calvino describe la verdadera libertad como compuesta de 3 aspectos: 1. libertad de la

necesidad de guardar la ley de Dios con el fin de ganar nuestra salvación; 2. libertad de

obedecer voluntariamente la ley de Dios, por gratitud; y 3. libertad con respecto a cosas

externas que en sí mismas son indiferentes. Nótese que la primera y la tercera de estas

libertades son libertades respecto a ciertas cosas, mientras que la segunda es libertad en

cuanto a otra cosa. primero analizaremos las libertades 1 y 3, Para luego regresar a la

libertad 2.

la verdadera Libertad es libertad respecto a la necesidad de cumplir con la ley para

así ganar nuestra salvación: esta Libertad es el tema principal de la carta a los gálatas.

Las iglesias a las que Pablo escribió esta carta Habían obviamente recibido la visita de

algunos judaizantes, quienes insistieron en que, para ser salvos, además de tener fe en

Cristo, había que circuncidarse y cumplir en otras formas con la ley judía. Pablo replicó que

nadie puede ser justificado salvado debido a la obediencia de la ley, ya que nadie podía

cumplir a la perfección la ley de Dios. somos justificados por medio del Cristo, quien

cumplió la ley por nosotros.

La verdadera libertad incluye la libertad de la esclavitud a reglas acerca de cosas

indiferentes: Con cosas indiferentes, o adiáfora, como a veces se las llama, queremos decir

cosas que no son pecaminosas en sí mismas ya que Dios ni las mandan y las prohíbe.

Pensamos, por ejemplo, en asuntos como beber moderadamente, el uso de cosméticos y

otras parecidas, prácticas que, aunque pueden resultar pecaminosas bajo ciertas
circunstancias, no lo son en sí mismas. a veces sucede, sin embargo, que ciertas iglesias se

establecen reglas respecto a tales asuntos, e inducen a sus miembros a observarlas como

prueba de comunión o distintivo de un cristianismo verdadero.

calvino sigue diciendo que deberíamos ejercitar nuestra libertad cristiana en esta clase de

asuntos utilizando estos dones de Dios con Acción de Gracias. pero no deberíamos usar

estas cosas indiferentes si ofenden a un hermano o hermana.

La verdadera Libertad es libertad para hacer la voluntad de Dios de manera

voluntaria, como una forma de mostrar nuestro agradecimiento hacia él: Tuviéramos

que cumplir la ley de Dios para ganar la salvación, el más mínimo fallo haría recaer sobre

nosotros la maldición de la ley. entonces tendríamos siempre miedo de fallar, del castigo y

de la perdición eterna. pero cuando sabemos que no necesitamos cumplir con la ley para

ganar la salvación, nuestro temor desaparece y estamos dispuestos a servir a Dios con gozo

y felicidad. entonces nos deleitamos en observar la ley de Dios como evidencia de nuestra

gratitud para su misericordia inmerecida e inimaginable. también este es un aspecto de

libertad cristiana, no sólo libertad “de” sino libertad “para”.

calvino insiste en que Dios aceptará nuestra obediencia imperfecta, Ya que está dispuesto a

perdonar las muchas imperfecciones que forman siempre parte de nuestras mejores obras.

también de esta trata la verdadera libertad cristiana: libertad para servir a Dios con la

confianza de un hijo o hija, y no con el temor cobarde de un siervo. como les dice Pablo a

los cristianos de Roma: “ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al

miedo, sino el espíritu que los adopta como hijos” (romanos 8:15).

La verdadera libertad por lo tanto no está opuesta a la ley: libertad y ley se suelen ver

como puestos. La verdadera libertad, De hecho, consiste en cumplir con gozo la ley de

Dios. Esa ley, cuando se observa con gratitud, no nos someten la esclavitud, sino que nos
conduce a una vida que es rica, plena y feliz, al tratar de mantenernos en el centro de la

voluntad de Dios.

La verdadera libertad no sólo significa el servicio de Dios; también significa el servicio a

otros. Pablo, De hecho, hablaba de sí mismo y de sus compañeros apóstoles de esta forma:”

no nos predicamos a nosotros mismos sino a Jesucristo como Señor, nosotros no somos

más que servidores de ustedes por causa de Jesús: “ (2 Corintios 4:5). Aquí podemos ver

reflejado que la verdadera libertad Se expresa en amor hacia Dios y hacia otros.

Bibliografía: texto de estudio independiente por Simón Chan y libro de Texto creados a la

imagen de Dios por Anthony Hoekema.

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