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Las Funciones Del Estado
Las Funciones Del Estado
Los fines del Estado constituyen direcciones, metas, propósitos o tendencias de carácter
general que se reconocen al Estado para su justificación y que consagran en su
legislación.
Las funciones del Estado son los medios o formas diversas que adopta el derecho para
realizar los fines del Estado.
Las funciones del Estado tienen un apoyo lógico y jurídico. Por medio de los fines se
reconocen las etapas para alcanzar una meta, por las funciones se consagran
procedimientos de la legislación que necesitan para su realización de las tres funciones
esenciales del Estado.
La doctrina clásica y la legislación positiva han reconocido tres actividades esenciales del
Estado para realizar los fines, resultado del principio lógico-jurídico de la división del
trabajo aplicado a la teoría constitucional.
La actividad del Estado se expresa en nuestra constitución, artículo 49, en las tres
funciones clásicas, cuyos respectivos órganos ejercitan partes del poder estatal, que es
único, aunque las funciones son múltiples y constituyen la forma de ejercicio de las
atribuciones.
La relación entre poder y función debemos pasar al estudio de las funciones del
Estado.
En puridad a cada poder debería corresponder una función específica, es decir, al Poder
Legislativo le corresponde la función legislativa, al Poder Ejecutivo la función
Administrativa, y al Poder Judicial la función jurisdiccional.
El Estado moderno, a diferencia de otras épocas, se caracteriza por ser el creador del
Derecho.
LA FUNCIÓN ADMINISTRATIVA.
Los fines del Estado señalan los propósitos generales o metas por alcanzar que se
incorporan a los textos constitucionales y desarrolla la legislación administrativa.
El poder del Estado, unitario y coactivo, desenvuelve su actividad por medio de las
funciones del mismo.
Las funciones del Estado comprenden a la función legislativa que tiene como acto básico
la ley, a la función administrativa el acto administrativo y la función jurisdiccional a la
sentencia
Negativa: es una función negativa en virtud de que circunscribe las fronteras, los límites
de la actividad estatal y también a la actividad de los Estados extranjeros dentro del
territorio nacional.
El Estado para realizar su misión y sus fines, tiene necesidad de un territorio, es decir, de
una porción determinada del suelo que le proporcione los medios necesarios para
satisfacer las necesidades de su población.
El Estado que pierde su territorio desaparece, pues ya no tiene espacio donde hacer valer
su poder.
El conjunto de derechos que el individuo puede hacer valer frente al Estado constituye lo
que en la terminología jurídica recibe la denominación de status personal. Las facultades
que lo integran son de tres clases, a saber:
Derechos de libertad.
Derechos que se traducen en la facultad de pedir la intervención del Estado en favor de
intereses individuales.
Derechos políticos
TIPOS DE NACIONALIDAD
Nacionalidad Originaria
Toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre venezolano y madre
venezolana por nacimiento.(Criterio del jus sanguinis absoluto)
Toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre venezolano por
nacimiento o madre venezolana por nacimiento, siempre que establezcan su residencia
en el territorio de la República o declaren su voluntad de acogerse a la nacionalidad
venezolana.(Criterio del jus sanguinis relativo)
Por otra parte, también permanece el carácter absoluto del jus sanguinis en cuanto a los
hijos de padre y madre venezolanos por nacimiento nacidos en el extranjero, que son
venezolanos por nacimiento, así no establezcan jamás vínculo alguno con el territorio
nacional o la Nación.
Nacionalidad Adquirida
Por beneficio de ley. La Constitución establece algunas normas mediante las cuales si un
extranjero, se encuentra en algún supuesto y manifiesta su voluntad de ser nacional de
ese país, no se la pueden negar. El Estado está obligado a conceder la naturalización
siempre que existan pruebas de cumplir con los requisitos legales, es decir, que se dan
los supuestos de derechos establecidos.
En esta forma, el artículo 33 establece quienes son los venezolanos por naturalización, de
la manera siguiente:
1. Los extranjeros o extranjeras que obtengan carta de naturaleza. A tal fin deberán tener
domicilio en Venezuela con residencia ininterrumpida de, por lo menos, diez años,
inmediatamente anteriores a la fecha de la respectiva solicitud.
Para obtener la carta de naturaleza se deben cumplir entre otros con los siguientes
requisitos:
Tener certificación de antecedentes Policiales expedida por las autoridades del País.
Estos conflictos se tratan de especiales situaciones en las cuales una persona tiene
derecho a más de una nacionalidad o no tiene ninguna nacionalidad. Para entender cómo
se producen estas situaciones, hay que conocer dos principios o concepciones usados
por los países para determinar quiénes son sus nacionales; es decir, mediante el proceso
del Ius Sanguinis, el Ius Soli y el Sistema Mixto.
Cuando una pareja originaria de un país donde rige en forma absoluta el Ius Soli, se
residencia en un país donde rige el Ius Sanguinis en forma absoluta y allí les nace un hijo,
éste será apartida. No tendrá ninguna nacionalidad del país donde nació, pues éste
determina la nacionalidad mediante la filiación y tampoco tendrá la nacionalidad de sus
padres, pues el país de éstos no lo determina mediante la filiación.
Igualmente la doctrina considera nacionales de un Estado en virtud de Ius Soli a los hijos
de los padres desconocidos hasta tanto se verifique la filiación. También los hijos
abandonados, se presume hasta que se pruebe lo contrario como nacidos en territorio
donde fueron encontrados.
Cuando se establece que son venezolanos por nacimiento los nacidos en el territorio de la
República es preciso entender por territorio no solamente la superficie continental sino
también el mar territorial y el espacio aéreo. Igualmente se incluye en el concepto de
territorio, las naves y aeronaves, éstas son las mercantes; sin embargo, debe advertirse
que aquellos Estados donde se consagran las excepciones del Ius Soli de que no son
nacionales los hijos de padres no residentes, ni domiciliados en el Estado; el nacimiento
de un niño en un puerto o aeropuerto se presume nacido en alta mar, en consecuencia la
nacionalidad del recién nacido será la nacionalidad de la nave o aeronave.
En el Ordinal 2º, del Artículo 35 eiusdem, consagra el primer caso de venezolano por
nacimiento de razón de la filiación y dice:
"Son venezolanos por nacimiento: los nacidos en territorio extranjero del padre y madre
venezolanos por nacimiento".
Pero lo más grave del principio del Ius Sanguinis absoluto es que no existe un término
consagrado en las Federaciones para que las nacionalidades no se sigan transmitiendo,
por ejemplo, nunca un hijo de venezolano nacido en el extranjero, que nunca viene a
Venezuela y contrae matrimonio en el extranjero, los hijos de ese matrimonio serán
venezolanos por nacimiento y así sucesivamente los hijos de éstos. Para corregir estos
defectos la Constitución de la República de Venezuela (1961) prevé tres casos de
venezolanos por nacimiento en razón de la filiación.
El primer caso se refiere al expuesto principio del Ius Sanguinis absoluto, son
venezolanos por nacimiento, los nacidos en el territorio extranjero de padres y madres por
nacimiento. Este se fundamenta en la idea de que siendo el padre y la madre
venezolanos por nacimiento, es posible que el hijo nacido en el extranjero se mantenga
vinculado a los principios y sentimientos de la nacionalidad venezolana.
Los nacidos en territorio extranjero de padre y madre venezolano por nacimiento, siempre
que establezca su residencia en el territorio de la República o declaren su voluntad de
acogerse a la nacionalidad venezolana, ya que es requisito indispensable.
En conclusión, el segundo caso exige que el padre sea venezolano por nacimiento o la
madre sea venezolana por nacimiento, pero la filiación por sí sola no es suficiente para
adquirir la nacionalidad venezolana por nacimiento, se requiere además que establezcan
su residencia en el territorio de la República de Venezuela y declaren su voluntad de
acogerse a la nacionalidad venezolana.
La nacionalización graciosa.
Son venezolanos por naturalización los extranjeros que obtengan carta de naturaleza. Los
extranjeros que tengan por nacimiento la nacionalidad de España o de un Estado
Latinoamericano gozarán de facilidades especiales para la obtención de carta de
naturaleza.
Estas condiciones favorables obedecen a la afinidad cultural que existe entre los países
Latinoamericanos y España. En la naturalización por voluntad de Ley podemos distinguir
las siguientes hipótesis: la naturalización automática, en la cual intervienen para nada la
voluntad de la persona interesada, el Estado de manera unilateral impone la
naturalización. Estos casos se dan en relación a los menores de edad. Hay Legislaciones
como la venezolana en la que la naturalización de los padres da automáticamente, la
naturalización de los hijos sometidos, a su potestad. También se da en los casos de
legislación y adopción, cuando se legitima o se adopta a un hijo. Algunas legislaciones
imponen al legitimado o al adoptado, la nacionalidad del legitimante o del adoptante.
Fuera de estos casos el derecho no admite, la nacionalización automática.
En Venezuela, 1831 y en 1840, se dictaron leyes por las cuales se les concedían la
nacionalidad venezolana a los naturales de las Islas Canarias; inmigrados, una vez
llegados al territorio venezolano. Estas leyes ocasionaron reclamaciones diplomáticas por
parte de España por considerar que estaba imponiendo una nacionalización sin voluntad
del interesado. Venezuela alegó que los naturales de las Islas Canarias al aceptar venir
como inmigrantes estaban aceptando el cambio de nacionalidad.
La nacionalidad por beneficio de la Ley, puede ser también por opción individual, es decir,
la persona beneficiada puede o no adquirir la nacionalidad. En ambos casos de
naturalización por beneficio de la Ley, el Estado no puede negarse a conceder la
naturalización una vez cumplidos los extremos establecidos en la Constitución y en las
Leyes, en esto difiere la naturalización graciosa, en la cual el Estado puede negarse a
conceder la naturalización, aún en caso de que el interesado haya cumplido con todos los
requisitos establecidos en la Constitución y en las Leyes.
En el primer caso, son venezolanos por naturalización desde que declaren su voluntad de
serlo:
El hecho de que los hijos nazcan con dos nacionalidades no debe evitarse mediante el
matrimonio sino evitando la disparidad de sistemas adoptados por el Estado, es decir, la
doble nacionalidad deriva de la aplicación del Ius Sanguinis y del Ius Soli. En la anterior
Constitución de la República de Venezuela se estableció que la extranjera que se casare
con venezolano adquiere la nacionalidad venezolana.
Efectos de la Nacionalización
En cuanto al tiempo:
Por tanto, entre venezolanos por naturalización y venezolanos por nacimiento existe
igualdad jurídica salvo las excepciones que establezca la Constitución, no pudiendo la Ley
en ningún otro acto del Poder Político establecer estas restricciones.
Gozarán de los mismos derechos que los venezolanos por nacimiento los venezolanos
por naturalización que hubiere ingresado al país antes de cumplir los siete años de edad y
residir en el país o territorio venezolano hasta alcanzar la mayoría de edad.
Que el venezolano por naturalización hubiere ingresado al país antes de cumplir los siete
años de edad.
Que haya residido en el país permanentemente hasta alcanzar la mayoría de edad.
2. La convocatoria a elección por pocos meses del 19 de abril de 1810, por la Junta
Suprema y la alocución y el Reglamento correspondiente del 10 y 11 de junio de 1810 son
al decir de Gil "el origen y el fuente del Derecho Electoral venezolano". En ese reglamento
se determinaba quiénes eran las personas llamadas a ejercer uno de los derechos
generalmente considerados, aún en la actualidad, consecuencia directa de la
nacionalidad, según lo enseña el Derecho Comparado. Por tal razón, el análisis de este
documento tiene gran trascendencia para entender la mente de los próceres de la patria
durante este difícil período de nuestra historia en lo que respecta a los criterios que
debían considerarse atributivos a la incipiente nacionalidad venezolana. Cuestión
sumamente difícil en aquellos instantes, pues el movimiento revolucionario, necesitaba la
colaboración de todas aquellas personas de buena voluntad que se sintieren vinculados
con los intereses comunes. En la citada alocución Gil (1985), establece que:
Todas las clases de hombres libres son llamados al primero de los goces de ciudadano
que es el de concurrir con su voto a la delegación de los derechos personales y reales
que existieron originalmente en la masa común y que la ha restituido el actual interregno
de la monarquía (p. 234).
Tales presiones sobre las cualidades personales para el ejercicio activo de los derechos
ciudadanos, permiten deducir cuál era el pensamiento de los miembros de la Junta
Suprema acerca de quiénes eran venezolanos, por cuanto sólo a estos debía
corresponder en principio el derecho de elegir, como necesariamente se concluye la
excepción hecha al respecto de los extranjeros. No se indicaron; sin embargo, normas
precisas para fijar la cualidad del venezolano, pero parece indudable que el haber nacido
en el territorio tuvo una importancia decisiva. En efecto, si se considera la pequeñez de
las circunstancias reflejadas en las circunscripciones parroquiales y la intervención del
alcalde, del párroco y de las personas respetables de la localidad en el levantamiento de
la matrícula, es preciso concluir que la cualidad venezolana deriva de la "posesión del
Estado de la nacionalidad", ratificada, por lo demás, con la declaración del interesado
acerca de cuál era su patria.
En conclusión como consecuencia de lo expuesto, se permite deslumbrar en la mente de
los Próceres de la Patria la existencia de dos grupos humanos netamente diferenciados:
uno formado por todas las personas integrantes de la Monarquía Española; y otra masa
de extranjero, constituida por las personas que ostentaban tal carácter antes del
movimiento emancipador.
La opción se produce cuando una persona interesada tiene dos o más nacionalidades.
Cuando existe este supuesto y la persona elige o acoge una de estas nacionalidades
estamos en el caso de una opción de nacionalidad. Por tanto, cuando un venezolano tiene
además de la nacionalidad venezolana otra nacionalidad y escoge la otra nacionalidad,
está perdiendo la nacionalidad venezolana.
Igualmente tenemos que el que tiene dos o más nacionalidades, si se ve obligado, por
ejemplo, a prestar el Servicio Militar de otro Estado, ésta presunción es obligatoria y no
significa que esa persona está optando por la otra nacionalidad y por lo tanto en este caso
conserva la nacionalidad venezolana.
Tercer caso. Los hijos de venezolanos por naturalización nacidos antes de la fecha de
naturalización de sus padres. Si nacen después de la nacionalidad venezolana por
nacimiento, de acuerdo al Ordinal 4º, del Artículo 35 de la Constitución de la República de
Venezuela, Ordinal 2º de Artículo 37, establece:
Cuarto Caso: Los hijos adoptivos de padres adoptantes venezolanos: se trata de hijos
extranjeros adoptados por venezolanos. El Ordinal 3º del Artículo 37 de la Constitución
Nacional, establece:
Ordinal 3º
Son venezolanos por naturalización los extranjeros que obtengan su carta de naturaleza.
Son venezolanos por naturalización los extranjeros que obtengan Carta de Naturaleza.
Los extranjeros que tengan por nacimiento la nacionalidad de España o de un Estado
Latinoamericano, gozarán de facilidades para la obtención de la Carta de Naturaleza.
La Ley dictará, de conformidad con el espíritu de las disposiciones anteriores, las normas
sustantivas y procesales relacionadas con la adquisición, opción, pérdida y recuperación
de la nacionalidad venezolana, resolverá los conflictos y exigirá los requisitos,
circunstancias favorables y solemnidades, además de regular la pérdida y nulidad de la
naturalización por manifestación de voluntad y por obtención de Carta de Naturaleza.
La ciudadanía es la expresión de pertenencia que una persona tiene hacia una sociedad
determinada en la que participa. En la tradición occidental el ciudadano es un conjunto de
atributos legales y a la vez un miembro de la comunidad política, como explica Isidore
Cheresky.9
Este concepto más extenso de ciudadano y ciudadanía ofrece un posible nuevo modelo
para analizar cómo vivimos juntos. Se trata, por tanto, de traspasar los límites de la noción
de «Estado Nación» y de adoptar la de comunidad, que engloba el marco local, nacional,
regional e internacional en el que viven las personas. 12 Durante mucho tiempo se
practicó lo que se llama voto censitario, que quiere decir que hay una selección para
determinar quienes tienen el derecho al voto, según sus riquezas y su posición social (las
mujeres debieron esperar mucho para para poder votar).