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AustinConcha - LIBRO04 - P
AustinConcha - LIBRO04 - P
CINETICA DE LA MOLIENDA
DISCONTINUA: BALANCE DE MASA POR
TAMAÑOS
4.1 INTRODUCCION
d [w1(t)W ]
∝ − w1(t) W
dt
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Figura 4.1 : Distribución de tamaños experimentales y calculados para la molienda
seca de monotamaño de cuarzo 20× 30 mallas US en un molino de 8 pulgadas de
diámetro (U = 0.5; J = 0.2; ϕc = 70% c.s.; bolas de pulgada de diámetro; W = 300 g;
mp = 0.013 kW): -, calculado; o, experimental por tamizado; o, experimental por
Sedigraph.
dw1(t)
= − S1w1(t) (4.1)
dt
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log[w1(t) ] = log[w1(0) ] − S1t ⁄ 2.3 (4.2)
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Figura 4.2 : Ejemplo de gráfico de primer orden; antracita de 16x20 mallas US en un
molino de 0.6 m de diámetro.
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Figura 4.3 : Gráfico de primer orden para carbón irradiado molido en una máquina de
Hardgrove normalizada.
antes que los fragmentos sean remezclados de nuevo al seno del material. Se debe
también notar que los valores medidos en situaciones de molienda son presumiblemente
el promedio de una gran variedad de acciones de fractura sobre muchas partículas y no
se puede esperar que ellas se comparen directamente con resultados de pruebas
compresivas sobre partículas individuales.
Aunque la fractura se aplique a un solo tamaño, ella da todo un rango de tamaños
en el producto y para describir el proceso de molienda es necesario describir esta
distribución granulométrica. Existen dos formas convenientes para caracterizar la
distribución de tamaño de la progenie. Primero, si el material de tamaño 1 es fracturado,
la fracción en peso del producto que aparece en el intervalo de tamaño i es llamado
bi,1. El conjunto de números bi,1, en que i varía desde 2 a n, describe entonces la
distribución de fragmentos producidos por el tamaño 1. En general, se requiere una
matriz de números bi,j para describir la fractura de todos los tamaños de interés, esto es,
el conjunto bi,1 con n ≤ i ≤ 2, más el conjunto bi,2 con n ≤ i ≤ 3, etc.
La segunda forma de describir la distribución de tamaño de la progenie, es el
acumular los valores de b desde el intervalo inferior y hacer que Bi,1 represente la
fracción en peso acumulativa de material fracturado del tamaño 1 que resulta ser
menor que el tamaño superior del intervalo de tamaño i, ésto es:
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Figura 4.4 : Ejemplo de variación de la velocidad específica de fractura con el tamaño
de partícula para cuarzo: molino de 8 pulgadas de diámetro con bolas de 1 pulgada;
tamaños en intervalos de √2 (ver Figura 4.1).
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n
La forma B es conveniente para graficar valores y suavizarlos, ver Figura 4.6. Valores
reales típicos se dan en la Tabla 4.1.
Los valores de Bij (es conveniente eliminar la coma de los valores bi,j y Bi,j cada
vez que ello no produzca confusiones) pueden ser determinados mediante pruebas con
monotamaños a tiempos de molienda cortos, para los cuales las correcciones aproximadas
para tomar en cuenta la reselección para la fractura de los fragmentos primarios son
razonablemente válidas. Está implícito que los valores de Bij no cambian con el tiempo
de molienda en el molino. Esto fue demostrado por los experimentos con trazadores
radioactivos efectuados por Gardner y Austin[4.7] y que ya hemos mencionado.
Puede parecer una labor imposiblemente complicada el medir la matriz de valores
de B para todos los materiales bajo todas las condiciones de molienda. Sin embargo, se
encuentra a menudo[4.9] que los valores de B son insensibles a las condiciones de
molienda, por lo menos en el rango de operación normal de los molinos.
Por añadidura, los valores de B para todos los materiales que hemos examinado
muestran una forma general similar (ver capítulo 5). Además, se ha encontrado que los
valores de B son frecuentemente normalizables, ésto es, que la fracción que aparece en
tamaños menores que, por ejemplo, la mitad del tamaño inicial es independiente del
tamaño de partida. Por esta razón, es una práctica común graficar los valores de B versus
el tamaño adimensional (normalizado), como se muestra en la Figura 4.6 Si los valores
de B son normalizables, la matriz de valores de B se reduce a un vector, como se ilustra
en la Figura 4.7. Entonces, bij puede ser reemplazado por bi−j .
= bijSjWwj (4.4)
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Tabla 4.1
Conjunto típico de una distribución de tamaños de la progenie.
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Figura 4.7 : Ilustración de la transformación de
la matriz de fractura a su forma normalizada.
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Velocidad neta de velocidad de velocidad de
producción de material aparición de tamaño i desaparición del
= –
de tamaño i por fractura de todos material de tamaño i
los tamaños mayores por fractura
i− 1
dwi(t)
dt
= − Siwi(t) + ∑ bijSjwj (t) , n ≥ i ≥ j ≥ 1 (4.5)
j=1
i>1
Este es el balance fundamental de masa por tamaño para una molienda discontinua
en que la carga del molino está completamente mezclada. Este conjunto de n ecuaciones
diferenciales describe el proceso de molienda y da, por supuesto, el resultado de la
ecuación (4.1) cuando i=1. Si los valores de S y b son independientes del tiempo de
molienda, existe una solución analítica para una condición inicial wi(0) determinada. La
solución para diversos tiempos de molienda genera valores de wi(t) desde los cuales P(xi,t)
puede ser calculado rápidamente por acumulación.
Figura 4.8 : Ilustración del balance de masa por tamaños para un molino discontinuo
de laboratorio perfectamente mezclado : el intervalo de tamaño 2 recibe material del
intervalo 1; el intervalo de tamaño 3 recibe material de todos los tamaños 1 y 2, etc. y
el sumidero recibe material de todos los tamaños mayores.
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La Figura 4.1 muestra la solución calculada para varios tiempos de molienda
utilizando los valores normalizados de B de la Figura 4.6 y los valores de S de la Figura
4.4 para la alimentación indicada. También se muestra los valores experimentales
determinados por tamizaje y una extensión a tamaños finos utilizando el Sedigraph. Está
claro que el acuerdo entre resultados experimentales y calculados es excelente. Esto
es una confirmación de que las suposiciones que se hizo al medir y aplicar los valores de
S y B a la solución son correctas para este conjunto de datos: que la molienda es de primer
orden y que los valores de b son constantes en el tiempo. Está implícito que no sucede
un crecimiento de partículas más pequeñas a más grandes mediante soldadura fría.
También está implícito que las propiedades de fractura de un determinado tamaño j en
los productos de la fractura son iguales que las del material de tamaño j en la alimentación.
Esto no siempre es verdadero, ya que la historia del material de alimentación puede afectar
las propiedades de la fractura. También es necesario, por supuesto, que el material que
se va a fracturar sea “homogéneo” desde el punto de vista de fractura, es decir, que no
consista de una mezcla de componentes resistentes y débiles. Es sorprendente cuan
homogéneos son la mayoría de los materiales, desde este punto de vista; rocas
visualmente inhomogéneas a menudo proporcionan excelente ruptura de primer-orden.
dw1(t) ⁄ dt = − S1w1(t)
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Procediendo similarmente para i=3, i=4, etc. y solucionando términos y deduciendo el
término general, se obtiene:
i−1
wi(0) − ∑ aik ,i=j
k=1
i>j
aij =
i−1
Si − Sj ∑ Sk bik akj
1
,i>j
k=j
0 , i<j
e − Si t
, i=j
dij (t) =
i−1
∑ cikcjk(e− Skt − e − Sit) , i>j
k=j
y cij es :
j− 1
− ∑ cikcjk , i<j
k= i
cij = 1 , i=j
i− 1
( 1 )
Si − Sj ∑ k ik kj
Sb c , i> j
k = j
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Tabla 4.2
Primeros tres términos en la solución de Reid de la molienda discontinua.
Esta forma es más conveniente que la solución Reid para algunas aplicaciones, porque
el conjunto de valores de dij representan la función de transferencia para llevar la
alimentación al producto. Los valores de dij dependen del tiempo de molienda pero no
dependen de la distribución granulométrica de la alimentación. Por otra parte, la solución
de Reid puede dar origen a inestabilidades numéricas para pequeños valores de t, lo que
lleva a resultados incorrectos, mientras que la forma de Luckie-Austin es más estable y
por lo tanto debe ser preferida.
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simulación general de la molienda discontinua. Esto se ilustra en la Figura 4.9 donde se
utilizó una distribución granulométrica de alimentación poco natural. Claramente no se
puede aplicar relaciones empíricas tales como la ley de Charles a tales datos.
En tercer lugar, supongamos que se comparan situaciones de molienda en que los
valores de B no cambian pero los valores de S se modifican mediante un factor constante
k , esto es:
i−1
dwi ⁄ dt = − Siwi + ∑ bijSjwj (A)
j=1
i>1
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i−1
dwi ⁄ dt = − S′iwi + ∑ bijS′jwj (B)
j=1
i>1
i−1
dwi ⁄ d(kt) = − Siwi + ∑ bijSjwj , n≥ i≥ j≥ 1 (C)
j=1
i>1
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A, porque las ecuaciones son idénticas si kt es reemplazada por t en la ecuación C. Dicho
de otra manera, si en el caso B todo es idéntico al caso A excepto que todas las velocidades
específicas de fractura son el doble (en general, son aumentadas en k ), es claro que la
solución al caso A para un tiempo de molienda, por ejemplo, τ =5 minutos, es idéntica a
la solución del caso B para τ =2.5 minutos ( τ′ = τ ⁄ k , en general). El tiempo de molienda
τ para ir desde una alimentación dada a un producto deseado es:
τ ∝ 1 ⁄S (4.8)
Esta es una conclusión extremadamente útil porque, si se encuentra que dos diferentes
pruebas de molienda dan la misma familia de curvas pero desplazadas solamente por un
factor de escala de tiempo, se puede suponer que los valores de B son los mismos y que
la variación de S con el tamaño es la misma y que solamente hay un factor de escala en
S. Esto se ilustra en la Figura 4.10, donde se ve que la distribución granulométrica varía
idénticamente con el tiempo, pero está desplazada por un factor de 1.85 en el tiempo, es
decir, el molino de diámetro más grande produce la misma distribución de tamaños del
producto en una fracción 1/1.85 del tiempo.
En cuarto lugar, si es que el concepto de una energía específica constante E para
obtener una determinada molienda (desde una alimentación dada a un producto deseado)
ha de ser válida, los valores de S deben ser proporcionales a la potencia consumida por
el molino por unidad de masa de material retenido en él. Es decir, doblando la velocidad
de aplicación de energía por unidad de masa de material en el molino, debe conducir a
una duplicación de los valores de S, a un acortamiento a la mitad del tiempo para producir
una determinada molienda y, en consecuencia, el consumo de la misma energía por unidad
de masa:
E = mp ⁄ SW
Por lo tanto la energía específica de molienda es constante aun cuando las condiciones
de molienda cambian si mp/SW es constante para todas las condiciones. Esto ha sido
confirmado bajo ciertas condiciones en molinos rotatorios de bola de laboratorio por
Malghan y Fuerstenau[4.10]. Las implicaciones de esta conclusión son que la molienda
de un material determinado en un molino de bolas es un proceso idéntico, en todos los
aspectos, para diversas condiciones de operación, excepto en el factor escala de tiempo
para los valores de S. Por lo tanto, una fractura eficiente se obtiene cuando mp/SW es
mínimo. Condiciones de molienda erradas tales que aumentan mp/SW causan ineficiencia
directa.
4.7 REFERENCIAS
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4.3 Epstein, B., J. Franklin Inst., 244(1947)471-477; Ind. Eng. Chem., 40(1948)2289-2291; Epstein, B.
and Lowry, H.H. reprint, Some Aspects of the Breakage of Coal, Blast Furnace, Coke Oven and
Raw Materials Conf., AIME, April 1948.
4.4 Sedlatschek, K. and Bass, L., Powder Met. Bull., 6(1953)148-153.
4.5 Filippov, A.F., Theory of Probability and Its Applications (USSR, English Trans.), 6(1961)275-280.
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4.7 Gardner, R.P. and Austin, L.G., Proc. 2nd. European Sym. Zerkleinern, H. Rumpf and D. Behrens,
eds., Verlag Chemie, Weinheim, (1962)217-247.
4.8 Austin, L.G., Powder Technol., 5(1971/72)1-17.
4.9 Shoji K., Lohrasb, S. and Austin, L.G., Powder Technol., 25(1979)109-114.
4.10 Malghan, S.G. and Fuerstenau, D.W., Proc. 4th European Sym. Zerkleinern, H. Rumpf and K.
Schönert, eds., Dechema Monographien 79, Nr 1576-1588, Verlag Chemie,
Weinheim(1976)613-630.
4.11 Reid, K.J., Chem. Eng. Sci., 29(1965)953-963.
4.12 Luckie, P.T. and Austin, L.G., Mineral Science and Engineering, 4(1972)24-51.
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