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FABUL.

MOFvAL.

TOMO

PQ1808
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1787
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FABULAS
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DE JUAN DE LA FONTAINE.
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T O M O I.

FONDO
RICARDO COVARRUBIAS

Nöm. Cles.
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JUAN

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EN VERSO CASTELLANO
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VÄliU-ÌÌÌUVMUHUVU. I B I M w w ^

POR DON BERNARDO M,^R|[A DB CALZABA,

Capitan del Regimiento de Caballería de la Reyna, y Socio de mérito

E N LA I M P R E N T A REAL

099482

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a l q u e l e a .
iifflO/i. j . I l f c C i í - ' ^ * *' ""i
-orntam' «el iBaltónl MMíífe^sfM

S o n las Fábulas indubitablemente un


^ ^ r n w m m m m , '
proporcionado y útil entretenimiento en
los primeros años. Las de Esopo (que con
* ^ * ' - 344
* ***** * tan delicado tirio escogió el célebre Juan
de la Fontaine) ocultan , baxo aparien-
cias pueriles , importantísimas' verdades.
Hay utilidad en sus invenciones, y su to-
do es agradable. ¿Qué mas puede apete-
cerse concillados estos dos puntos? Am-
QTECA UNIVERSITARIA bos contribuyeron á ir propagando las
I «CA*&Q Q M ¿ M I W M ciencias entre los hombres. Esopo en-
contró el modo singularísimo de unir la di-
versión con la utilidad : •van sus Fábulas

O'"' * .f. ' ,


•HI.). •Mil*
insensiblemente derramando en las almas venciones y rodeos no usaron para hacer
de los jóvenes la semilla de las virtu- tolerable tan amarga bebida ! Unos nos
des , y enseñándoles á conocerse sin diéron la doctrina en expresiones lima-
que ellos mismos lo perciban. ¡Admira- das y palabras hermosas : otros en nu-
ble sagacidad para inculcar las instruc- merosos versos; otros en máximas agu-
ciones evitando la rebelión del amor das ; y finalmente otros en breves pro-
propio! verbios.
. Nada filamos mayor repugnan- Pero entre los diversos modos de acon-
cia que Jos consejos. Parece que miramos sejar pienso que el mas delicado, y el que
a quien nos los da como persuadido de mas umversalmente prueba es la Fábula,
nuestra poca experiencia 6 corta capacidad, bajo qualquiera forma que se presente. Si
figurándonos que nos trata como á niños observamos con atención este método de
o idiotas. Consideramos á Ja instrucción co- instruir , veremos que aventaja á los otros,
mo una censura implícita; y al zeio por porque siendo el menos chocante al amor
nuestro bien como un acto de orgullosa pre- propio, es el menos expuesto á fomentar
stmcion. Por ello es tan difícil hacer agrada- una rebelión contra la doctrina.
bles las advertencias. Los Escritores, así an- Mejor se confirmará lo dicho si refle-
egaos como modernos, se han distinguido xionamos en primer lugar : que quando
según U mayor 6 menor perfección con leemos una Fábula casi nos persuadimos í
que han exercitado este arte. ¡ De qué in- que somos nuestros propios censores. Re-
•MV*
conocemos al autor en quanto á la inven- escritos de esta especie: muchas de las co-
ción del apólogo; pero consideramos los sas que lee le parecen descubrimientos su-
preceptos mas como conclusiones nuestras yos , y está embebido en la aplicación de
que como instrucciones suyas ; y así se caracteres y circunstancias , siendo á un
nos insinúa la moral imperceptiblemente, mismo tiempo Compositor y Lector. No
y nos instruye como por sorpresa. Fináis es , pues, maravilla que hallándose el alma
mente, por este método los hombres es- recreada con descubrimientos propios, ame
tan tanto mas lejos de resistirse á las ad- tanto la materia que se los proporciona. Es-
vertencias , quanto se juzgan directores de te indirecto modo de corregir dista tanto
sí mismos ; y en su conseqiiencia queda de ser ofensivo que, si registramos los His-
salvada la circunstancia principal que hace toriadores , veremos que los antiguos se va-
odioso el cargo de consejero. lían freqüentemente de él para corregir á
En segundo lugar: si examinamos la sus Monarcas.
naturaleza humana, hallarémos que nunca Fueron las Fábulas las primeras pro-
está tan complacida el alma como quando ducciones del entendimiento que aparecie-
se emplea en algunas acciones que la dan' ron en el mundo : fiiéron estimadas, no
ideas de su capacidad y facultades : se satis- tan solo en los tiempos mas sencillos, sino
face su natural orgullo
o u ambición en la en las edades mas sabias del género huma-
lectura de una Fábula, porque se figura el no : causaron siempre felices efectos , y
Lector que tiene parte en el trabajo de los atraxéron suavemente á los hombres ai co-
TOM. I .
VIL 4
m á m m b é m m obligaciones. Vemos á cion del amotinado Pífente
Esopo florecer en las mas remotas edades de que hubiera hecho pedazos á Cualquiera
la Grecia, admirado de toda ella y délos hombre que se hubiese atrevido á propo-
países circunvecinos ; que fué llamado á la nerles directamente y á cara descubierta
Corte de Creso Rey de Lidia, y colmado igual doctr ina^En-fin , las Fábulas nacié-
de favores; que vuelve á Atenas, recien sub- ron en la infancia de la sabiduría , y nun-
yugada por el Tirano Pisístrato, donde ca florecieron mas que quando ésta llegó
siendo testigo de las murmuraciones de los Í'wiikyúf.íalmm* pwábQ d %
Atenienses les refiere la Fábula de las Ra- Gompónense las Fábulas de Brutos y
nas que pidieron un Rey d Júpiter ; que, Vegetables t mezclada algunas veces con
después corre la Persia y el Egipto: sem- ellos nuestra especie, quando la moralidad
brando ^ por todas, partes su.ingeniosa mo- lo ha exigido. Además de esta clase dé Fá-
ral ; y en fin que los Reyes de Babilonia y bulas hay otra en la que son actores las
de Memphis le acogen coa la mayor, dis- Pasiones, Virtudes, Vicios y otras ima-
ti&mmuk :,up mmmkémm bfc. zsnoiooub ginarias personas de la misrfta naturaleza.
En los primeros dias-de la República.
A ésta especie de apólogos quieren algunos
Romana vernos apaciguado un furioso
Críticos aiítiguós que se refieran la Iliada
motin del Pueblo con la Fábula de los
y Odisea de Homero diciendo : qué -en
y el Estómago , la;^ : í^
ellas los varios nombres dé los Dioses y de
VP fuerza bastante para ganar la aten-
los Heíoes no son otra cosa sino los afee-
.I.MUT
ríos dfej alma personificados : que Aquiles
tando la brevedad alma de esta clase de
en la Uiada representa á la cólera ó la par-
narraciones como que , sin ella, degeneran
te irascible de la naturaleza humana : que
en languidez. Pero tengo á la vista exem-
Palas representa á la razón quando, apa-
plos antiguos y modernos que contradicen
reciéndose á Aquiles, le pone la mano so-
aquellas máximas verdaderamente hijas de
bre la cabeza sitio donde reside la razón;
unos hombres de finísimo tacto. Luego
y así de lo restante del Poema. Horacio
que vieron la luz las Fábulas que se atribu-
considera á la Odisea como una Fábula
yen á Esopo, no le pareció á Sócrates im*
alegórica que en varias de sus partes nos
presenta la moral. Y Platón Jenofon- propio hacerlas mas agradables sujetándo-
te , Cicerón y otros varios famosísimos las á la harmonía de los versos. Dice Pla-
Autores prosáicos de la antigüedad , adop- tón : que habiéndose dado sentencia de
táron igualmente esta especie de Fá- muerte contra Sócrates, se dilató la exe-
bulas. cucion por causa de la celebridad de unas
fiestas : que fué á visitarle Cebes su discí-
. Algunos hombres de conocida eloqiien- pulo á quien dixo: que los Dioses le ha-
cia.desaprobaron la versificación en las Fá- bían advertido en sueños varias veces que
bulas , sosteniendo que su mejor ornamen-
debía aplicarse á la música antes de morir:
to era su misma desnudez, y asegurando
que no había comprehendido lo que podian
que las perjudicaban las precisiones que
significar aquellos sueños porque, como la
freqüentemente impone la Poesía dificul-
música no hace por sí sola mejor al hom-
«Í-XI4-
bre, consideraba inútil semejante aplicas- había empleado en esto los últimos mo-
cion c que era preciso hubiese misterio en mentos de su vida.
aquello, tanto mas habiendo sido repetidas Fedro dio testimonio de haber pensan-
las inspiraciones que le hicieron los Dioses, do como Sócrates en sus cinco excelentes
y aun verificadas algunas en el término de libros de Fábulas en verso. Avieno, des*
aquellas mismas fiestas: que de resultas de pues de Fedro , traduxo del mismo modo
cavilar en lo que el cielo podía exigir de algunas Fábulas de Esopo, pero inferiores
él,imagino si acaso pudiera ser la Poesía, á las de Fedro en la pureza y gracias del
pues consta necesariamente de harmonía, estilo ; y á estos siguiéron despues los mo-
como la Música su hermana, y podía ade- dernos.
más utilizar al hombre con sus máximas Paréeeme que el aprecio de esta obra
saludables; pero que considerando no ha- debiera medirse por su utilidad y por su
ber buena Poesía sin ficción (de la qual era materia. Pues ¿qué hay recomendable en
él incapaz porque hablaba siempre verda- l¿is producciones del entendimiento que
des) no había encontrado (deseoso de po- no se encuentre en el apólogo? Muchos
ner de su parte para corresponder á las ins- grandes personages de la antigüedad atri-
piraciones celestes) medio mas oportuno buyéron'á Sócrates la mayor parte de es-
que el de metrificar Fábulas que encerra- tas Fábulas escogiendo, para que las hir-
sen en sí verdades, como se verificaba en viese de padre , al hombre que tenía mayor
las de Esopo ; y que en su conseqüencia comunicación con los Dioses : y es extra-1
•Í-XII *XIII *
ño que no las hubiesen asignado un Dios conseqüencias que se sacan de la Fábula,
por su director como á la Poesía y á la llegamos á formarnos el juicio y las cos-
Eloqüencia. tumbres, y. á hacernos capaces de empren-
Platón , que desterro á Homero de su der y realizar grandes cosas.
república , dio en ella á Esopo un lugar No son las Fábulas únicamente mora-
muy distinguido. El mismo Platón acon- les : también subministran otros conoci-
seja : que los niños mamen con la leche sus mientos. Están pintadas en ellas las pro-
Fábulas , recomendando este importante piedades de los animales y sus diferentes
cuidado á las madres, pues vale mas tra- instintos 6 caracteres que nos representan
bajar en hacer buenas las costumbres, en los nuestros, porque somos 1111 compen-
tiempo que todavía son indiferentes al bien dio de quanto bueno y malo se halla
ó al mal, que verse precisados á corregir- en las criaturas irracionales. Tomó Pro-
las. No hay cosa que pueda mas útilmente meteo la qualidad dominante en cada
contribuir á este objeto que las Fábulas, bruto para formar al hombre ; y con
cuyos chistes lo son tan solo en la aparien- tan diversas piezas compuso nuestra es-
cia , porque encierran un sentido solidísi- pecie , ó esta obra que se llama mundo
mo. Así como por los primeros elementos abreviado.
de la Geometría llegamos hasta la posibi- Son, pues , las-Fábulas un quadro en
lidad de medir los cielos y la tierra, así que se vé pintado cada uno de nosotros:
también por los razonamientos sencillos y lo que representa confirma á las personas
TOM.I. *#*
• XIV.J.

de avanzada edad en los conocimientos admite la Fábula solamente en los anima-


que las dio el uso del mundo, y enseña á
les , excluyendo á los racionales y vegeta-
los jóvenes lo que es menester que sepan
bles. Pero ni Esopo, ni Fedro , ni ninguno
para no ser el . juguete de la malignidad.
de los Fabulistas se han acomodado á la
Gomo estos últimos son recien venidos al
observancia de esta regla , aunque todos
mundo, todavía no conocen á sus habitan-
han convenido en la moralidad. En tiempo
tes , y ni se conocen á sí propios : convie-,
de Esopo se contaba sencillamente la Fá-
ne que permanezcan el menos tiempo posi-
bula separada la -moralidad, y siempre á
ble en esta ignorancia. Debe empezarse por
continuación de ella. Vino Fedro y , tras-
enseñarles lo que es un León, un Lobo,
pasando aquellos límites, colocó arbitraria-
un Oso, una Raposa, &c. y seguidamen-
mente la moralidad poniéndola ya al fin
te darles la razón por que algunas ve-
y ya al principio, cuya libertad imitó fe-
ces se comparan las personas á estos ani-
lizmente el célebre Versificador de las Fá-
males. Las Fábulas dan estos esenciales
bulas escogidas, cuya obra presento com-
rudimentos como originarios de ellas
mismas. pleta en Castellano.
Sabido es el distinguidísimo lugar que
Es evidente que el apólogo consta de
ocupan estas Fábulas en la república de
dos partes : de la Fábula , que podemos lla-
las letras. La empresa de darlas completa-
marla el cuerpo, y de la moralidad , que
mente á luz en Castellano, no admite du-
podemos denominarla el alma. Aristóteles
da que requería otra gracia, otro ingenio,
^XVII-Í-
y otras fuerzas que las débiles mias; pe- la naturaleza! Pero es inimitable la Fon-
ro me impelió á ella el deseo vehemente taine. Quedaría yo plenamente satisfecho
de contribuir, con quanto alcancen mis de mi trabajo (sea qual fuese su mérito)
facultades, á la educación moral de la ju- con solo poder decir, que ya que no me
ventud. oh üionf.visado hice acreedor á elogios habia conseguido,
He juzgado (siguiendo en esto al Au- a lo menos, no ser reprehensible.
tor de quien he adoptado algunas ideas)
.w v„ \ y » s. "í k .„
que la división' en libros era muy necesa-
na obiqfii zsm "»osri t » r $ p b 3 q » «fiieslosi ifilivs sifi^
ria en Una obra de esta- especie, porque re-
4ii?«» -,'VrB %ifi=>ms?assílmi§» t s i s i a í ii\-é%tAb.h zEludii?
comienda con facilidad á la memoria ca- .£: lo si n3 &sbK-jlqf!is nG7^loa i>< aüf., eednil asi i¡l obsta
- 8 ¿9tif$s:ut 4 • Biansiisvíjc u e a Ifcivhi oosi¿q árri áQpnus Y
da Fábula en particular y .el lugar donde ¿oí .íg fii i ÍDf i) :¡oo,«3E:) IsL t vJnar^ en
debe hallarse , quando se necesite' encon- .23101

trar.
¡Ojala que como le he imitado en es-
to pudiera haber conseguido imitarle en
la viveza de sus expresiones, en el chiste
de sus diálogos , en la variación de sus fra-
ses, y en todo el lleno desús gracias lige-
ras y delicadísimos ornamentos^ que tan-
to se conforman con la amable sencillez de
^ •>!<:-r/ilrfj/nl eo gfr/l ! B&aliasm^ d PROLOGO DEL AUTOR.
MS^FEITÉA X.-IC-RRIUMIQ O T . u'ub&íiP
foHi?';m m sfeñ kíip iiisiémí mi
JITÍ OÍ? sup m MP > ibt/b T3b©0. ;G!C3 aoo D e los seres, que deben con efecto
^obii 'ipgíios Bid; ii eoigoia i; • oLsít a-jiií A Esopo su renombre,
.Wí<".n*5rte ? '-TÍ v : '^i , ¿OT!r;-r\ oi í; ( Desde el rastrero Insecto,
Hasta el racional Hombre)
ADVE RT£ N C JA.
Canto la imaginada grata historia.
P a r a evitar molestas repeticiones, hacer mas rápido en las
Fábulas el diálogo, y señalar terminantemente las divisiones, Sus hechos grabarán en la memoria
he usado de las lineas, que se notarán empleadas en la obra.
Y aunque me pareció trivial esta advertencia, la j u z g u é , fi-
Del Lector atinado unas verdades
nalmente , del caso , con relación á la generalidad de los L e c - Conocidas en todas las edades.
tores.
La moral que contiene,
¿ A qual de los humanos no conviene?
Vdlgome de Animales
Para satirizar los Racionales,
Tirando d corregirles sus defectos.
/Ojala se realicen mis proyectosi
|| ¿rtO*.-**^ II
| fr^ -KJTtOMt |

FÁBULAS MORALES
ESCOGIDAS
(vtAfttokV DE JUAN DE LA FONTAINE.

o o
^ I i r i r pifibi loboq xdii^stif ouQ
LIBRO PRIMERO.
tt&u oliSiiú^ ^oVi'A
.'¿'¿Vil % ÍVS tí&VíV^Ef&oO FABULA PRIMERA.
. WlOH* LA CIGARRA Y LA HORMIGA.
roVnMn os* ^
Llegado ya el Invierno riguroso,
La Cigarra (que el tiempo caluroso
Del Estío pasó solo cantando)
/ l O Y ^ f o \\\\ X Ü ^ ^ O ^ S i 1
Se halló desproveída
A- V. • De lo preciso á conservar la vidav
Y al duro extremo su escasez llegando
JOMa* A

Vf^
ir
Q//
De no tener de Mosca 6 Gusanillo Del verano? — Cantaba
N i aun siquiera el mas leve pedacillo, A todo el que pasaba
A casa de la Hormiga, Sin excepción de hora:
Su vecina y amiga, ¿Cantabas; Está bien : pues bayla ahora,
Fué á implorar para sü hambre algún socorro f l ' f r- c k. T i í / ' - l P t- <V *f\

Y la rogó quisiese de su ahorro


Algún grano prestarla
Para su subsistencia, F A B U L A II.
Que juzgaba poder reintegrarla, EL CUERVO Y LA ZORRA.
(Sin que mediase apremio ni violencia)
En la estación siguiente: S o b r e un árbol un Cuervo presumido
Y o te ofrezco pagar puntualmente, Tenia con el pico un queso asido.
Como soy animal, la d i x o , antes L a Zorra que lo olía y codiciaba,
Del Agosto futuro, Astuta de esta suerte le jonjaba:
El princi pal y el ínteres contantes: A Dios, señor Don Cuervo, muy buen día.
La Hormiga (esto es seguro) ; Qué hermoso y qué galan! Usted sería
N o gusta de prestar > y el tal defecto El Fénix de estos bosques, si cupiese
Es en ella el menor. Con que , en efecto, Que á su pluma su voz corresponcjiese.
Preguntó á k Cigarra ,¿qué te hacías Con esto el Cuervo se envanece tanto,
En ios tan largos y ardorosos días Que emprende hacer alareis 4e su canto.
4-
Abre el pico anchuroso, el queso suelta; Empezó á hincharse ;caso raro y nuevo'.
Atrápalo la Zorra, y desenvuelta Con fuerza desmedida,
Le dice: Sepa usted , buen caballero, Diciéndole á otra rana:
Que todo lisonjero ad S E s d m s O j — Mírame bien, hermana,
Vive á expensas de aquel que oidos le presta. cMe falta mucho? ¿Soy ya tan crecida?
Bien vale un queso una lección como esta. Todavía no—¿Qué tal? — Aun no le llegas:
Avergonzado el Cuervo y confundido,' —Ahora juzgo que sí — Por mas que bregas
J u r ó , aunque tarde, ser mas precavido. Aun estás muy distante»
Ello es que el orgulloso animalejo,
Siguiendo la manía, tan tirante
Llegó á poner su mísero pellejo,
Que por fin rebentó de allí á un instante.
Hay en el mundo plaga
De gentes, que , desnudas de prudencia,
AL BUEY.
Remedan semejante competencia.
un Buey: su corpulencia
La causó complacencia.
La tal K á n a , que no era como un huevo,
Enviátóay^bsorta de mirarle,
Se imaginó iguaktíe:
FABULA IV Quísose defender: le maltrataron:
LOS DOS MULOS. Y entonces afligido,
¿Esto es lo que me habían prometido?
D os Mulos caminaban, Exclamó : del peligro se ha librado
Que su carga llevaban: Ese otro afortunado
La del uno era avena, Mulo que tras mí viene, y yo perezco.
(Peso que le causaba poca pena) Mucho te compadezco,
Y la del companero Camarada y amigo,
Era de los impuestos el dinero: El otro replicó; pero te dígo,
Este vanaglorioso de una carga Que no siempre tener un alto empleo
T a n noble, se le hacia poco amarga; Ventajas acarrea : y ahora veo,
Y antes bien no quisiera Que si tu , como y o , servido hubieras
De ninguna manera A un pobre Molinero, no te vieras
Que de ella lo aliviasen : muy festivo, En el suelo tendido
Con paso alegre y vivo T a n lleno de congojas, y molido.
Caminaba, sonando su cencerro,
Quando salieron de un vecino cerro
Unos quantos ladrones;
Y como ellos buscaban los doblones,
Sobre el Mulo del fisco se arrojaron;
FABULA V
Estar-, como y o , gordo: determina
EL LOBO Y EL PERRO.
Dexar estas montañas: te conviene:
L o s huesos y el pellejo solamente Todos tus semejantes, que aquí habitan,
Tenia un pobre Lobo : (;tal c u m p l a n Son unos pobres diablos, infelices,
Su obligación los Perros de ganado!) Enfermizos, y llenos de desdichas:
Este L o b o , por fin, un cierto dia Su mísero destino es morir de hambre:
Se encontró con un Perro muy hermoso, Nada tienen seguro : no hay comidas
Grande, g o r d o , de prendas peregrinas, Donde puedan de gorra introducirse:
Q u e , por casualidad, de su camino Y , en ü n , entre peligros y fatigas
Extraviado muchísimo se habia. T o d o á punta de lanza han de alcanzarlo.
Embestirle y hacerle mil pedazos Sigúeme: yo te ofrezco mejor vida.
Fuera del dicho Lobo la delicia, ¿Y qué tengo de hacer? le dixo el Lobo.
Pero era menester una batalla, Casi nada , el Perrazo le replica;
Y el tal señor Mastin trazas tenia Embestir £ las gentes, que con palos
D e defenderse con valor y fuerza: Van pidiendo limosna mal vestidas;
El L o b o , pues, con humildad fingida, Agradar á los a m o s , y á los mozos
Empezó á hablar con él, y á celebrarle De casa, hacer dos mil zalamerías:
Su gordura, su talle y lozanía. Con lo q u a l , aseguras tu salario
Respondióle el Mastin: En tí consiste De piltrafas, mendrugos y canillas,
Huesos tiernos de pollos y pichones,
TOM.I. B
IO
}
Y te harán , despues de esto, mil caricias. FABULA

VI.
Tan feliz se juzgaba ya mi Lobo,
LA BECERRA, LA CABRA r LA OVEJA
Que de contento lágrimas vertía.
EN SOCIEDAD CON EL LEON.
Pusiéronse en camino, y vio el pescuezo
Del Mastín muy pelado: — Escucha , mira, C o n un fiero León , que era Monarca
¿Qué es eso?— Nada — Como que no es nada? De una amena comarca,
— Es una friolera — Que me digas (Según antiguos dicho nos dexáron)
T e pido lo que es eso—Es procedente La Becerra y la Oveja se asociaron,
Del collar con que suelo ciertos dias Y la Cabra ligera.
Estar atado — i Atado 1 Según ello, El trato se ajustó de esta manera:
¿Tú no vas donde quieres? — Me lo privan Que entre los quatro repartirse había
Alguna vez> pero esto nada importa. Lo que cada individuo cazaría.
— Importa tanto, que de tus comidas La Cabra pilló á un Ciervo con un la:
Reniego desde a h o r a , y no quisiera Que había astuta armado en un ribazo.
A precio semejante las mas ricas Ella sin mas tardanza
Preseas y tesoros. Dicho esto, Avisa á todos de su buena andanza.
Echó á correr, y aun corre todavía. Acuden prontos; el León se sienta,
OilU¿>2 Uj ? , £ ! t í/jjp OÍ H03 Y con sus uñas ajustó la cuenta,
;f!X.D ' íQJJU* ' OÍÜ • H,ht.'i3¡iq sQ Y dixo: quatro somos al reparto.
.zanofbia v zollocr ab zomoh zokuH El Ciervo desquartiza. El primer quarto,
iz
Anadió, es del señor la justa suerte;
Composicion: yo ofrezco
El segundo derecho del mas fuerte;
Dar remedio á sus cuitas.
El tercero por ser mas valeroso V e n , Ximio , y tus razones
También me toca : y si hay algún goloso
Expon primero. Mira
Que pretenda de este otro algún bocado*
De todos esos brutos
Será al p u n t o , por e n d e , degollado. Las bellezas: combina
í&mm m mhik teyghnt n u § 3 2 ) l Con sus gracias las tuyas,
. . . . + +<no3i;po2j£.
+ + + + + + + +32+ mvO
¿ + + +iJ+m rm-iifl c T Porque quiero me digas
Si vives satisfecho,
FABULA VII. i Y o l i Pues por qué no había <
•UCXfí ^ De estarlo? dixo el Ximio.
LA ALFORJA
mm? °m & 0 j tPor ventura tan lindas
A n t e m í se presente Quatro patas no tengo
•Todo lo que respira Como qualquiera l U n dia
En la Naturaleza, , i n i¿ [ Que me miré al espejo,
Júpiter dixo un dia: - , , !¡0-¡ ¿ , : v \ Hallé que no podían
Con libertad se explique, Echarme nada en
Quanto quisiere diga Lo que me^causa risa ::'¿

El que hubiese encontrado ¡p :o - Y Es el Oso mi hermanó: r \


OY10ÍD l l ¡Qué feo i N o se haría, /
*4
Si quisiera creerme, Mil faltas de los otros:
Retratar en su vida. Dixo que no podía
Vino despues el Oso, Sufrir á la Ballena,
Y se creyó que iría Porque era muy crecida.
A dar alguna queja: Compareció orgullosa
Nada menos : su fina Al cónclave la Hormiga,
Figura alabó mucho. Criticando lo chico
Glosó su altanería Del * Arador: creía
Sobre los Elefantes, Ser un monte á su lado.
Diciendo: que estarían El Dios Júpiter (vista
Sus orejas y colas La censura que todos
Mejor distribuidas Unos á otros se habian
Añadiéndole á éstas Hecho ya) despidiólos,
Toda la demasía Pagados de sus lindas
En aquellas notada: Formas, y muy contentos.
Que era muy excesiva, Pero entre la gavilla
Y sin belleza alguna De los mas insensatos,
Su mole. Se aproxima, Nuestra especie domina,
* Insecto casi imperceptible, que mas de ordinario se cria en
En esto, el Elefante, las palmas de las manos, ó en las plantas de los pies. Llámase
así por el surco que dexa en donde va piá&tdo.
Y aunque sabio, publica
16 X7
Porque siendo unos Linces i f:K r FABULA VIII.
En notar la mas chica a LA GOLONDRINA
i ;
T LOS FAX ARILLOS.
!!' _ f j i ..„!í"T
Uy ¡" 'l "J C 'D* * tiOiiilfiZfi J .cOl £ OXlVJL
Tacha en nuestros iguales,
Somos para advertirlas A cierta Golondrina,
En nosotros tan Topos, Que habia viajado,
Que hacemos guerra viva i. \ Muy útiles la fueron
A los demás por ellas, Las várias gentes, y países varios;
Quando las nuestras dignas Porque quien anda mucho,
De perdón nos parecen. Y observa con cuidado,
Retiene y aprovecha.
Á su próximo mira
De dicha Golondrina llegó á tanto
Cada qual con distintos 30 fil
El juicio previsorio,
Ojos que á sí: caminan ¿oriÜ
Q u e , en sus trayectos largos,
Con una Alforja al hombro
Aun la menor tormenta
Los humanos, y aplican
Con certeza anunciaba, despertando
La parte de la espalda
Luego á los Marineros.
Para guardar sus mismas
Sucedió, pues, el caso,
Faltas, y las agenas
Q u e , la estación llegada,
Las llevan i la vista -4
De la siembra del cáñamo en el campo,
En la parte contraria. >32fll
Vió á un Rústico esparciendo
( / it ' •' *
Tanto asi se alucinan ! .tom.I. c
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16 X7
Porque siendo unos Linces i f:K r FABULA VIII.
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Somos para advertirlas A cierta Golondrina,
En nosotros tan Topos, Que habia viajado,
Que hacemos guerra viva I. \
Muy útiles la fueron
A los demás por ellas, Las várias gentes, y paises varios;
Quando las nuestras dignas Porque quien anda mucho,
De perdón nos parecen. Y observa con cuidado,
Retiene y aprovecha.
A su próximo mira
De dicha Golondrina llegó á tanto
Cada qual con distintos 30 fil
El juicio previsorio,
Ojos que á sí: caminan ¿oriÜ
Q u e , en sus trayectos largos,
Con una Alforja al hombro
Aun la menor tormenta
Los humanos, y aplican
Con certeza anunciaba, despertando
La parte de la espalda
Luego á los Marineros.
Para guardar sus mismas
Sucedió, pues, el caso,
Faltas, y las agenas
Q u e , la estación llegada,
Las llevan i la vista -4
De la siembra del cáñamo en el campo,
En la parte contraria. >32fll
Vió á un Rústico esparciendo
( / it ' •' *
Tanto asi se alucinan! .tom.I. c
• i
iS
La semilla á puñados Y necios, se burlaron
Por ios surcos, y , entonces, De ella : quanto querían
Dixo á los Paxariilos: \ esto es malo! Encontraban entonces en el campo,
Lástima os t e n g o , pobres Sin hallarse en la urgencia
Inocentes; al cabo, De comerse aquel grano.
De tamaño peligro Quando los cañamares
Yo me sabré librar. ¿Veis aquel brazo, A verdear las campiñas empezáron,
Que al ayre se columpia? Volvió la Golondrina
Pues algún dia aziago A decirles: cuitados,
(Que no está muy distante) N o perdáis ya mas tiempo*,
Será lo que en la tierra va sembrando Arrancad con los picos esos tallos,
Vuestra total ruina. (Producto peligroso
De ello saldrán los lazos, De aquel maldito grano )
Las máquinas y redes, Ó estad, si n o , seguros
Con que los hombres han de aprisionaros, De que muertos sereis, ó aprisionados.
Para daros la muerte, Agorero profeta,
Ó en sus xaulas oguardaros: (La dicen) i bello encargo
Por lo qual, pobrecillos, Nos haces 1 Por lo menos,
Soy de dictamen , que os comáis el grano. Para dexar bien limpio y espulgado
Los Paxariilos, libres T o d o el pais, sería
2.0 zi
Necesario juntarnos Ó , quando n o , mudaos r.O
Hasta unas mil personas. A otro clima: á la Grulla,
• /•
Iba creciendo el cáñamo entre tanto;'
A la Chocha , y al A n a d e , os encargo
Y la tal Golondrina
Que imitéis, pues vosotros
Les repetia : ; malo I
N o podéis
r ir buscando, ••
Mirad que ya se acerca
Asi como nosotras,
Vuestro peligro. Pero veo claro,
Por desiertos y mares dilatados,
Que de mis prevenciones
Nuevos mundos: tan solo .
N o hacéis el menor caso:
Teneis asegurado
De lástima siquiera
U n partido, que es, dentro
Los últimos avisos quiero daros. De vuestros propios nidos amagaros.
Mirad: quando cubiertos Cansados ya de oiría,
De las mieses los campos Aquellos insensatos
Están y a , no trabajan Paxarillos, tal xerga
Las gentes ; pero suelen armar lazos Y algaravía unánimes armaron,
A todo Paxarillo Como allá con Casandra
i o
Inocente. Por tanto, Hacian los Troyanos, .
De aquí á acullá os advierto, Quando iba á abrir la boca, .;
Que no voléis : quietitos y encerrados Con el intento de anunciarles algo. ;-
Permaneced en casa; i . b oloT I En fin, los Paxarillos /;
Cayeron en el lazo. En el mas placido instante.
Jamás el mal creemos, Hacia la puerta cerrada
Hasta llegarlo á ver verificado. Del quarto , rumor se oyó:
El Ratón civil huyó,
Y detrás su cantarada.
Cesó el ruido : vuelven luego;
FABULA IX. Y , azorado el ciudadano,
EL RATON CIUDADANO , T EL CAMPESINO. Dixo al campesino: hermano,
Comamos, y ten sosiego.
U n Ratón de la ciudad, N o , n o ; basta de mascar,
A otro Ratón campesino Replicó: en el campo espero;
Combidó á comer muy fino, Y no creas, que altanero
Y de buena voluntad. T e pretenda yo igualar.
Púsose sobre un tapete Será el combite menor;
El cubierto : ; qué alegría Pero comerás sin sustos.
A los dos no causaría ;Mal hayan , amén , los gustos
Tan amigable banquete! Mezclados con el temor!
La comida fué abundante:
N o faltó nada en la fiesta'?
Pero interrumpióse ésta
FABULA X . m
Siguiendo el curso de este rio. Osado,
EL LOBO R EL CORDERO.
Replicó el Lobo con horrible gesto,
L a razón del mas fuerte siempre priva. Dígote que la enturbias: fuera de esto,
Lo apoya la siguiente narrativa. Sé que el año pasado mi decoro, j ¡oH n l _ j
Murmurando ultrajaste — Pues yo ignoro,
Apagaba su sed en la corriente
Señor 3 cómo eso sea: cabalmente
De un rio cristalino , el inocente
N o habia yo nacido : actualmente
Borreguillo: y á un Lobo muy hambriento,
Mamando estoy—Será, si no , tu hermano.
Que vagaba buscando su sustento,
— N o le tengo , señor—Pues está llano,
T r a x o por allí el hambre: enfurecido
Que es algún otro de los tuyos : fieros
Dixo al Cordero: ¿cómo así, atrevido,
Para conmigo son tus compañeros,
La bebida me ensucias? Castigado
Tus Perros y Pastores: no lo ignoro:
De tu temeridad serás, malvado.
Por t a n t o , vengar quiero mi desdoro.
Señor , no os enojeis: ya yo me humillo,
Le respondió el medroso Corderillo; Diciendo esto, le agarra entre los dientes.

Pero , señor , mirad á la corriente Despreciando sus ayes inocentes;

Con alguna atención: vereis patente, Y corre á devorarle entre lo espeso

Que el agua que yo enturbio, es imposible Del bosque, sin mas forma d £ proceso.

Pueda causaros daño reprehensible: 1¿oW-ríooa.- 8Dmq w\x>t-o<l


Veinte pasos estoy de vos desviado, •-Oi JcuOD c nr.pn^ab s o b r i c d
oaml/í o ^ n ^ri
TOJM.L £
FABULA X I . A lo oculto se va de una espesura,
EL HOMBRE Y SU IMAGEN. Huyendo del espejo /acobardado;
- ; •:• : 2 : i f ; v r; p ^ '- \ Pero naturaleza, de agua pura
U n H o m b r e , que se' amaba locamente, Habia un manantial allí formado,
(Sin-tener en su amor rival alguno) Que le representaba su figura:
Con vanidad juzgaba neciamente, • • 1 •
Que mas hermoso que él no habría uno: Nuevamente se irrita de mirarse,
/ Y empieza nuevamente a contristarse.
A todo: espejo temerariamente
Alguna vez graduaba de q u i m b a ^
Acusaba de falso. ;Qué importuno
Ser él mismo el sugeto que allí vía,
Le era su continuado desengaño!
Y por ir engañando su altanera
E l vivía contento Con su engaño.
Vanidad , los,esfuerzos repetía cLvsi.O
Empeñada la suerte en libertarle
Para huir del agua hermosa, qué hechicera
De sus preocupaciones, oficiosa
Hacia su transparencia le atraía.
N a cesaba jamás de presentarle
Aplicación muy .propia tiene el caso:
El mudo consejero, que á la hermosa
v
A todos corresponde: á hacerla paso.
Y á la f e a , si van á consultarle, ¿ ~
Este hombre de sí mismo tan amante,
Las dice ia v e i ^ a d . : Suerte penosa! ;
Nuestra alma representa. Los Espejos,
Por todas partes encontraba espejos,
Son los vicios que observa en lo restiante
Dándole desengaños y consejos.
De los hombres, ya mozos, ó ya viejos.
¿Qué hace nuestro Narciso enamorado?
Y el espejo del agua, que delante
2,8
Se le puso, creyéndose tan lejos (Decía) sobre k r i e r r a >11 : ¿ ¡ P
Del desengaño que le mortifica, Desde que nací hasta ahora ?
Las máximas morales significa, < Habrá en la máquina entera
t obt, rnoi lilis k ñ n i m r f i nu ¿idáH Del universo algún hombre
un m it Ka l&foasasiqsi si 3 uO De fortuna mas adversa ? ...-
Casi siempre el pan me falta,
Y jamás logro completa
De quietud una hora al día:
T A MUERTE
LA T . J YT ELT LEÑADOR.
W T ^ '
rH ilh 'DHr) c üomzim b 1 Mi mugerV üná c á t e l a .
U n a n c i a n o t ó a í i o r j i&fcfcgí» ?oq Y ® m ia3 los a c r e e
H & w i-i
;
Cargado de un haz de leña, , b< • ' Y los impuestos, completan
Con tardos débiles pasos § U> i wd i r a « La desgraciada pintura
Marchaba lleno de penas De mi horrorosa existencia.
Hacía su ahumada cabana: En esto , llamó á la Muerte
Tan$asr|usífaeigb¿erab5iofj?/jno3 zoboi A i Furioso : vino ligera;
Que no pudiendo ya mas Pregúntale ¿qué la
Con la carga, en tierra se echa, quiere? I > nx>
Dando á su imaginación . sol n ¿ I Y él la responde : que tengas
Trbtísima ; ,csi|elta rienda, aidrnod zol sCI I La caridad de ayudarme
<Qué placer he disfrutado A cargar este haz de leña o&anp K
Sobre mis hombros: ya ves
3o 31
Que no es difícil ¡lá empresa; : Llamándose d e s p o s a . MIMN IR io<
La Muerte lo cura ¿todo, El Hombre no se daba mucha prisa,
Pero asusta quando llega: Imaginando ser terrible cosa o\.í l:'\
Sufrir antes que morir i :' La elección de Muger: en f i n , la risa,
Por divisa el hombre lleva. / Las finezas y halagos de dos Viudas
« à l ó arri n B
(Que vanidad no hacían de sañudas)
haw Y Su cariño empeñaron igualmente:
ÍÍÍ fiort^fiq.&p^amD-sij- j La una de ellas estaba todavía 01; :,
FABULA XIII. -r; TI ii ; Verde y lozana : la otra ya se había
•IC ' ? 'A :
Pasado enteramente;
EL HOMBRE ENTRE DOS EDADES.
Mas reparaba con ; sutil destreza-
Lo destruido por Naturaleza.
n H o m b r e , que en mediana edad se hallaba, Las mencionadas Viudas chanceando,
Cuyo pelo empezaba Y tenerle contento procurando,
:
A encanecerse ya , quiso casarse: : I A menudo solian espulgarle:
N o podian cercarse La vieja no dexaba de arrancarle
Sus arcas, atestadas de dinero. Quantos cabellos negros le encontraba,
Apenas hubo una Queriendo que su dueño
M u g e r , que no aspirase á la fortuna Se pareciese á ella : con risueño
De apoderarse del tesoro entero, Semblante, la mas moza entresacaba
n
: FABULA XIV.'
Por su misma preciosa y blanca mano O
,' : ¿OSírl 3líp ?SHI 10^
Quanto cabello le encontraba cano.
LA ZORRA Y LA CIGÜEÑA-
Tanta fué de ambas Viudas la fineza. i
_ . ¿ o h l h r o ^ h rir; i/I
Que de mi Hombre arrasaron la cabeza
J_>ar un combite oi/l
Dexándole á su salvo
La Zorra quiso;
Enteramente calvo.
Y á la Cigüeña
Por fin , cayó en la cuenta el Pretendido,
Quédate, dixo, ) id o;>p
Y díxolas: no solo no he perdido
Porque bien'puedes oh >T
En quedar por vosotras esquilado,
Comer conmigo.
Sino antes he ganado:
A pesar de esto>
Os doy mil gracias de vuestros esmeros,
T u v o un mezquino
Pues conseguí por ellos conoceros:
Sucio combite:
Cada una de vosotras desearía,
T o d o el servicio
Que á su moda viviese, y no á la mia.
A un' solo plato . ,U
N o , amigas, os entiendo la maraña;
Fué reducido es noD
Quien os juzga sencillas ¡ qual se engaña í
De poco fondo,
^ái.morjm ^ ioigsfi zojiado zoin^up Solo provisto
ofijtj..» U2 3up obnoiiDup De caldo claro.
onouii. i o : filL ¿ oí El largo pico
$ri.zincoy^. r-TO'r. zzm sí t "insld.ií'j2|TOM.I
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FABULA XIV.'
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Tanta fué de ambas Viudas la fineza. i

Que de mi Hombre arrasaron la cabeza


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Enteramente calvo.
Y á la Cigüeña
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Y díxolas: no solo no he perdido
Porque bien'puedes oh >T
En quedar por vosotras esquilado,
Comer conmigo.
Sino antes he ganado:
A pesar de esto>
Os doy mil gracias de vuestros esmeros,
T u v o un mezquino
Pues conseguí por ellos conoceros:
Sucio combite:
Cada una de vosotras desearía,
T o d o el servicio
Que á su moda viviese, y no á la mia.
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N o , amigas, os entiendo la maraña;
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Quien os juzga sencillas ¡ quai se engaña í
De poco fondo,
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De la Cigüeña,' VI Buena comida,:
Por mas que hizo, Porque es preciso - r . \XA
Coger no pudo Correspondprte.
N i un desperdicio? — Con mis amigos,
Pero la Zorra ; o *ü Í/.'LJ. Respondió ella, -
Dexó lamido, Jamás he sido • .; :.: ,, i
En menos tiempo Ceremoniosa:
_ , , 1 T Con gusto admito
Que ha que io digo, . O
T u ofrecimiento,
T o d o el gran| plato.
En quatro bancos,
Fué muy sentido K:Q
(La hora llegada)
De la Cigüeña
Se vio en el sitio>
Chascoaan lindo; r u o v u T
Que la Cigüeña
Y por lo tanto, ; o c hii?
La habia dicho.
Vengarse quiso.
Hizo un elogio
De allí á< muy poco?,
Muy expresiyo
Con grande ahinco y¡ o:f[
Del agasajo,
Buscó á la Zorra:
Y el trato fino
— H o y te suplícóy : < .•.:.»'
De su comadre.
Que a casa Yayás:
Era un prodigio .
T e he prevenido
La tal comida: i U JÍJS Dentro de un tarro,
Ni un requisito,' 23 ^jrr.'c/í Cuyo crecido
Para ser buena. Y estrecho cuello,
Halló omitido; eri n o D — T a n solo al pico
Y sobre todoita bibnoqz^M -> V * • f *N V..Vé * • • • t + • *
Buen apetito, : ¿L::. \ De la Cigüeña
Que entre las Zorras Daba permiso
N o es peregrino. . i O De recorrerlo.
iTriste conflicto
att e s n j K t t u i
De los manjares .
El olorcillo Para la Zorra I
La consolaba: De lo acaecido
En pedacitos - ' " o'¿ Avergonzada,
T o m ó el camino
Se dividieron,
Rabo entre piernas,
i Qué regocijó
Esto se ha* escrito
Para la Zorra i
Para los hombres,
Mas j de improviso,
; t 2¿o.Q^ ,r€on- mquQoij,^ nú oh mm&M
Se trocó en susto,
.Ooloso trato, .b oíii. fe* Y
Viendo metidos -
A los sencillos
Aquellos trozos - • sCI
Engaños fraguan; Í3UDfc "loT
Apetitivos ^; ' Pero ellos mismos
3 8 M
Serán con otros El Maestro miróle con cara sañuda,
Correspondidos. Y en tono tan grave como inoportuno,
£<V:¡Í?" 0fÍ037323 Y Empezó á tratarle de picaro tuno.
oék k 0I02 ruíT iQue vean (decía) su genio travieso
Cómo le ha parado! Despues de ver eso,
FABULA Querrán que uno tenga con tales bribones
MUCHACHO Compasión, cuidado, consideraciones.
Y .EX MAESTRO J) E ESCUELA.
; Infelices padres, qi¿e de tal canalla
I ! ¡ qV ,| j ,.(?
Son los responsables! Descanso no se halla
H Bregando con ellos. Luego que hubo hablado,
ará ver el cuento con toda evidencia Sacó al Muchachuelo , pero casi ahogado.
De un cierto pedante la vana advertencia.
r Lo dicho retrata con vivos colores
Estaba un Muchacho de un rio á la orilla
A muchos pedantes sin tino habladores.
Saltando y corriendo con otra quadrilla:
Antes que reñirle tan inútilmente,
Cayó en la corriente;. mas, por su fortuna,
Era libertarle del riesgo inminente.
Quiso el santo cielo depararle una IB 010'Í

Ramita de un sauce: con ansia agarróse,


Y así, el pobrecillo de morir libróse. : £ j l f j . ' j í plVi
U n Maestro de escuela pasó casualmente . m h b n o i oT/15
Por aquel parage : inmediatamente okntyjq1 j b b M
Que le vio el M u c h a c h o , pidióle su ayuda:
4

° FABULA XVI. oimú, Mis fatigas,
EL GALLO Y LA PERLA. Si sacaran ^ ^
£ OS3G r
Las semillas,
Escarbando
Que el éstiéccsános zrnéo zc! io 1
La inmundicia, 3 ¿f o r
Escondidas
Una Perla, Tener suele >
.231 Gorda y fina, ¡mo3 . Manuscritas
Saco un Gallo: Unas obras
N o vacila, oi zol n o l
ir i
Instructivas, , ; .
Y al momento Al Librero
Se la envía Llevó un día z o g i i ,sofni¿id:>?;!•!
A un Joyero. o;aiCÍe$djjtó$cm s>\ pbi pri303 fi3 s u p
Será rica, Serán lindas,
N o lo dudó Yo lo c r e o , o b o ; m ^ín^nJl
(Se decía;) ( Se decía i) '
Pero al cabo, . Sin embargo,
c Qué delicia Mas me incitan
;
Me resulta? Las pesetas
< N o tendrían Ofrecidas.
Mejor premio t obuq orí s o d c | t q o & y ri3 oisq <. zogó^T
T O m F
glgfinicrs
/ •
FABULA Por las declaraciones que l e hicieron,
LOS TABANOS Y LAS ABEJAS. Inferir cosa cierta : entonces dixo
Una prudente A b e j a : ; pues qué es esto?
1
i or las obras conocese al Artista . Mas há ya de seis meses que la causa
Una porcion de miel se halló sin dueño: Pendiente está. , y aun todavía vemos" 1 i' v nJ.
Los Tábanos quisieron reclamarla-, Las cosas como estaban al principio;
Mas todas las Abejas se opusieron. Mientras tanto , la miel se va perdiendo:
Ante un Abejorrón acreditado, T i e m p o es ya de que el J u e z dé su-•sentencia v
Presentáron unánimes, .el pleyto: Y , quando no ¿ sin tantos citamiéntos, u ouQ
Sentenciar la tal causa era difícil. Ceremonias y voces, con nosotras
Muchísimos testigos depusieron^ Los Tábanos concurran , y veremos
Que en torno de la miel habían visto Quien mejor sabeI hacer tan dulce suco>
Animales con alas, casi negros, Y quien fabricará mas bien y presto
Semejantes en todo á Jas Abejas, Dentro de las colmenas las celdillas.
Dando zumbidos. Duda
: >
ño tuvieron
r Negáronse los Tábanos á ello, rr, 1-jC .
En que era de los Tábanos la tropa. Y quedó descubierta ;su falacia, v ; .
El erudito Abejorrón, perplexo Así el Abejorrón sentenció el pleyto
Se quedó al escucharlos,^, con ansia
En favor de las sinceras Abejas.
De dar sentencia justa ,. llamó nuevos
i Ojalá se imitára tal exemploí , ^ L :
Testigos, pero en v a n o , pues no pudo,
oj?«;kJk Is zlaprjcfs t gofi^ra o) h
-- , - r i) 3 .I.M0T
4.4
FABULAx X-VIII \zh UÁ ic.q De las pobladas ramas con queéubro
yj lil3 lriI
JISVINA Y I:L juxdo. ' Gran porcion de terreno, no tuvierais
__ íoi23 zo oíjp 23uq5: £h>dA ©snabinq, íci^j Tanto que padecer : yo os defendiera
X J i x o en cierta ocasion k Encina ú Junco: De quaiquier tempestad. En lugar de esto, í
En verdad que te sobran las razones OI.I^I. Í;: ' Nacéis regularmente en las orillas
Para acusar a la Naturaleza: De los rios y lagos, donde reynan
El peso del mas flaco Paxarillo Diversos ayres: vuelvo á repetirlo;
N o puedes aguantar , y eli menor ,yientq/n:>íT Os ha tratado mal Naturaleza;
Que arrogajlintranquiiaísuperficie obnsup <. Y T u compasión (el J u n c o Te responde ]
De las aguas , inclina tu cabeza: De un natural benéfico dimana;
N o así y o , pues mi frente, semejante I T ¿ o j Pero río te 'atormente ese cuidado:
Al Cáucaso , no sedo no la basta 'irprn n . l u Q Mucho menos que tu los ayres temo:
Del Sol ardiente detener los rayos¿Jj3 nainp Y Y o me inclino á su fuerza, y no me rompo:
Sino que las furiosas tempestades , oh oiin'.-Xl T ú , sin doblar la espalda , has resistido
Del mismo ipodo .arrostra y desafía.- -^pVl Hasta aquí sus impulsos formidables;
Para vosotros todo vientecillo linebb oLsrjp Y Pero , amiga , hasta el fin nadie es dichoso.
Es Aquilón fierísimo, y el viento En esto hablaban , qiíando el horizonte
Mas impetuoso > Zéfíro suave Dio paso al mas terrible de los hijos
Me parece, qué halaga y, ce&igeraa¿ síifÓ ¡ Que ha producido el Norte : se resiste
Si, á lo menos, nacieseis al abrigo La Encina á sus embates; pero el J u n c o
40

. Con flexibilidad doblar se dexa:


Aumenta el uracán sus fieros soplos,
Con fuerza tan atroz, que desarraiga, LIBRO SEGUNDO.
tovor/'i ¿ffioibi no no!
Y echa por tierra al árbol, cuya copa,
* Hallándose vecina á las estrellas, FABULA PRIMERA.
Sus raices hondísimas apoya CONTRA LOS DEMASIADAMENTE
En el reyno sombrío de los muertos. OV3UJX, oM .¿ODnm ?ol £ Ofbu323 ?f;l
DELICADOS DE GUSTO.
^ i c n o r í ürn r&oiB 3bp\ i&iiftpzii .
* Imitado de Virgilio , que dice hablando de la E n a n a :
(¿uce quantum vertice ad auras
A un quando de Caliope recibido
Mthereas, tantum radice in tartara tendit..
Georg. L u. v. 201. 202. Hubiera yo al nacer, aquellos dones,
.

Que á sus finos amantes ha ofrecido


go'i in è&p 20H3m orbuM
Esta Musa > de Esopo á las ficciones
1 v :i:rri':ñ - iV o m b n i orn oY
Todos los consagrara. N o es dudable,
I. .¡cz- £t
fcvilWki -J ifri iW
QrOvD
k frti l13
i t f ri i TI Ì
, ; ' vi .i, . Que con trato amigable,
T23KK íJifrríét f i i ~éfi8 iiJpfi è i i H
L En todo tiempo se han correspondido
.Ot^tr^rD '23 ií: srl { w/imB e o r / ! ! Las mentiras y versos. T a n querido
v
Del Parnaso no osara yo juzgarme,
v ia
' gòfir.!1 9D ¿¡ifil t
o¿¿q o II; ' r'
Que pudiera llegar á lisongearme
De saber dar adorno á sus ficciones.
Se pueden hermosear las invenciones,
40

. Con flexibilidad doblar se dexa:


Aumenta el uracán sus fieros soplos,
Con fuerza tan atroz, que desarraiga, LIBRO SEGUNDO.
Y echa por tierra al árbol, cuya copa, , ovQf..!'i ¿moibi iw no!

* Hallándose vecina á las estrellas, FABULA PRIMERA.


Sus raices hondísimas apoya CONTRA LOS DEMASIADAMENTE
En el reyno sombrío de los muertos. ovarte, oM .¿oDnm ?ol £ orbuD23
DELICADOS DE GUSTO.
^ i c n o r í ürn rtáoiS 3bp\ i&iiftpzii .
* Imitado de Virgilio , que dice hablando de la E n a n a :
(¿uce quantum vertice ad auras
A un quando de Caliope recibido
Mthereas, tantum radice in tartara tendit..
Georg. L u. v. 201. 202. Hubiera yo al nacer, aquellos dones,
.

Que á sus finos amantes ha ofrecido


go'i in è&p 20H3m orbuM
Esta Musa > de Esopo á las ficciones
1 v :i:rri':ñ - iV o m b n i orn oY
Todos los consagrara. N o es dudable,
i: .¡cz- £t -JfiiQOD
fcvilWki i r W r v k frti l13
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, ; ' vi Que con trato amigable,
T23KTÉ f i i ~éfi8 iiJpfi è i i H
L En todo tiempo se han correspondido
.Ot^tr^rD '23 diofeíl ií: srl {iìij'imB e OT/u Las mentiras y versos. T a n querido

v
Del Parnaso no osara yo juzgarme,
v ia
' gòjir.!1 9D ¿¡ifil t
o¿¿q o II; ' r'
Que pudiera llegar á lisongearme
De saber dar adorno á sus ficciones.
Se pueden hermosear las invenciones,
/ » 4
Y eso es lo que ahora ensayo rorro que sea. A los tenaces Griegos,
Mas que yo sabio , lustre dé á la idea. (Que entre desasosiegos,
Hice hasta aquí, no ostante, que se hablaran, Y afanes repetidos,
Con un idioma nuevo, Ni trabajos, ni astucias perdonaban,
El Cordero y el Lobo , y que trataran Para lograr la gloria
Entre sí, Plantas, Arboles y Flores: De que fuese el adorno de su historia
* f / Lo que tanto anhelaban)
Mas ya escucho á los crícicos. Me atrevo
/ ' . - ... Fué de la infeliz Troya el triste fallo
A asegurar , que dicen mil horrores
Sobre querer captar tan neciamente La invención de un Caballo
De madera, proyecto
La atención de la gente,
(Que tuvo buen efecto)
Con desabridos cuentos,
De la Diosa Minerva: en sus enormes
Propios para muchachos. Mal contentos
Cabidades, valientes y conformes,
Censores-, c los quereis mas elegantes,
Recibió al sabio Ulises, á Diomédes,
Y con altisonantes . ' cr, : on[ >
Y á Ayax el impetuoso:
Expresiones? ¿Quereislos? Lindamente.
Del soberbio Coloso
Despues que los Troya nos, con ardiente
Las espesas paredes,
Tesón y valentía, muchos daños
N i de los animosos batallones,
Constantes padeciéron , en diez años,
N i de los atrevidos esquadrones,
Que estuviéron cercadas sus murallas,
Podían contener el ardimiento,
Presentando batallas
tom.X. G
5 0

Que amenazaba trágico escarmiento, Amarilis, estaba pesarosa


N o solo á los Troyanos, En su Alcipe pensando,
Sino á sus mismos Dioses soberanos. Hallarse acompañada imaginando
(i Estratagema rara é inaudita, Solo de sus Mastines y Corderos:
Que pago con usura la arrogancia, Tirsis, que la atisvó, con pies ligeros
Se acercó , y escondióse entre unas peñas:
El trabajo y constancia
De allí escuchó palabras halagüeñas,
De sus fabricadores!...) Ya me grita
Que á su Alcipe Amarilis dirigía,
U n Autor: —el período es muy cansado:
Como también las suplicas que hacía
Toma un poco de aliento,
Al Zéfiro suave , pretendiendo
Porque va largo el cuento:
Que á su amante lleváse
Y después, tu Caballo ponderado,
Quantas quejas estaba profiriendo....
Tus Heroes, y tus Tropas altaneras,
Cuentos son mas extraños, Otra vez mi censor aquí me ataja,
Que no las lisongeras Diciéndome: que es baja
La expresión : que al momento procurase
Palabras con que urdia los engaños
Volver á refundir media docena
La astuta Zorra al Cuervo presumido:
De los últimos versos:; esta es buena!
Fuera de esto, te sienta malamente
Censor maldito y grave,
Escribir en estilo tan erguido —
Está muy bien: convengo fácilmente ¿No me permitirás que el cuento acabe?
En baxar ese t o n o . . . La zelosa Mas ya conozco que es asunto serio
Complacerte, y librarme del criterio.
Se atrevieron, en f i n , á reunirse
Los que de todo juzgan de esta suerte,
En un rincón oculto, para efecto
Son desgraciados: nada les divierte.
De ver si hallaban , en tan fiero caso,
Un medio de salir de tan mal paso.
Cada uno fué diciendo su proyecto;
Y el decano despues, Ratón prudente,
FABULA II. Opinó que no había otro tan bello
CONSEJO CELEBRADO POR LOS RATONES. Arbitrio, y mas seguro , que en el cuello
De Rodilardo atar astutamente
U n Gato (Rodilardo se llamaba)
Un gordo cascabel, pues de este modo,
En los Ratones tal destrozo hacía,
Quando el Gatazo fuese á hacerles guerra,
Que uno de ellos siquiera no se vía,
Ellos se meterían baxo tierra,
Porque el Gato al momento los cazaba.
D a n d o , con este ardid , remedio á todo.
Los pocos que quedaron , testimonio
Unánime el consejo , del decano
Daban de su temor: el triste enxambre,
Abrazó el parecer, por saludable;
Metido en su agugero , moría de hambre,
Pero encontráron poco practicable
Porque tenía al Gato por Demonio.
Poner el cascabél al inhumano
U n dia que fué el tal á divertirse,
Enemigo. N o v o y , decía el uno,
Con su dama querida, á los texados,
N o seré yo tan tonto que me exponga,
Los Ratones medrosos encerrados-,
Tampoco seré yo quien se lo ponga,
Replíca el otro. En fin, no hubo ninguno, Una picara Zorra,
Que arrostrase la empresa proyectada: De maldades no escasa,
Terminó la sesión en voces fieras, Que iba de casa en casa
Y se volvieron á sus madrigueras, Entrándose de gorra:
Sin que la junta produxese nada. Poseido de encono,
Quando tratar se quiere de un proyecto, La atribuyó este exceso,
Los proyectistas suele haber de sobra-, Y se leyó el proceso
Y despues, al tratarse de la obra, Ante un jurista Mono:
N o hay quien la lleve á su debido efecto. Abogados no hubo,
Porque habló cada parte,
Sin mas estudio ni arte,
^ —5—5—5—5—^—5—^ —-5—5——S——i—5—5— Que alegar lo que tuvo
FABULA III. Por conveniente. Estaba
El pobre magistrado
EL LOBO Y LA ZORRA
Muy lleno de cuidado:
PLEYTÉANDO ANTE EL MONO.
5 | • ¡ - :'' (1 De congoja sudaba.

C i e r t o Lobo decía, Despues que con malicia


Que lo habi&# robado, Gritáron, contendieron,
Y , de tal atentado, Y entre sí se ofendieron;
Pronunció con justicia
Ser autora creía
5 0

El Mono , de esta suerte: ; FABULA IV. Y


Hace ya muchos años, LOS ANIMALES ENFERMOS DE LA PESTE.
Que de vuestros engaños 1o.. > rvrr nríP pf'VíTin •'•fin i i
j .

Oigo hablar : á una fuerte L a peste (fiero mal, que horror infunde,
Multa á los dos condeno; Mal con que el Cielo , en su furor , confunde
Porque t u , fiero Lobo, Y castiga delitos de la tierra,
Sin haberte hecho el robo, Mal q u e , el lugar que encierra
Das con rostro sereno Aqueronte, llenar puede en un dia);
Una queja difusa; A los irracionales guerra hacía.
Y porque t u , engañosa, N o todos acababan; pero todos,
Robaste la tal cosa Males sufrian de diversos modos;
De que el Lobo te acusa. Hasta llegar al deplorable estado
El juez acalorado, De no verse ocupado
Firmemente creía, Ninguno de ellos, en buscar comida
Que errar no se podía Para el sustento de su débil vida:
En vejar al malvado. Ya ni Zorras ni Lobos
Verificaban robos,
Ni iban al inocente persiguiendo;
Y vagaban las Tórtolas gimiendo.
L l a m ó , en fin, á consejo el León fuerte,
tom.I. H
m
Y á sus vocales .dixo de esta suerte: He devorado con mis dientes fieros,
^ 0 creo que este mal que nos aflige ^ Sin que jamás me hubiesen ofendido',
(Y que quizás aun no nos corrige) Y alguna vez también me ha sucedido
Del Cielo viene por nuestros pecados. '] Devorar los Pastores del ganado.
Todos somos culpados? Ved me aquí aparejado,
Y así, el que mas lo fuere, en sacrificio Con muchísimo gusto,
(Para tornar propicio Á morir: sin embargo, encuentro justo í
Al enojado Cielo) ha de ofrecerse: Que , como y o , se vayan acusando
Debe al momento hacerse: T o d o s , y de este modo , averiguando
Quizá conseguirá ser tan dichoso, Quien es mas delinqüente,
Que nos liberte de este mal penoso. Morirá el que lo sea justamente.
Consta en la historia que, por casos tales, Señor, dixo la Zorra lisonjera,
Penitencias iguales Sois un gran Rey. ¿Por qué de esa manera
Se practicaban: no nos adulemos: Habíais ? Es demasiado i
Todos escudrinemos, Vuestro remordimiento. ¿Qué pecado J2 f ¡3
Sin indulgencia alguna, Es comerse esa especie miserable
Nuestras conciencias: no tengo ninguna De los Corderos? N o , señor , laudable
Dificultad ó empacho, en confesarme Es en vos tal costumbre : esas son gentes
De mis delitos: debo delatarme Q u e , con morir á vuestros reales dientes,
o
De que á muchos Corderos Se llenáron de honor; y en quanto al daño
Causado á los Pastores, ó me engaño,
De la yerba, mi hambre , ó lo que pierde
O son acreedores
/ A muchos, la ocasión urgente y rara,
A qualquiera castigo esos señores, Me tentó á que arrancara
Porque desdeñan parecer iguales 'zoi íjjíovqC ( A la verdad fué mengua)
A los demás diversos animales,; DfnhjV U n pedazo del ancho de mi lengua.
Erigiéndose Reyes, Para hacer tal exceso
Y á todos imponiendo duras leyes: om £ Ningún derecho tuve: lo confieso.
Así la Zorra dixo, y la aplaudieron: Todos se conjuraron
En fin , no se atreviéron Contra el mísero Burro, y le infamaron.
N i de T i g r e s , ni de Osos, U n timorato Lobo
N i de otros poderosos, P r o b ó , con una arenga , que era;robo;
A citar los delitos mas atroces: Y por tanto se hacía indispensable,
Quantos tenían algo de feroces, Que aquel maldito Burro detestable,
Y aun , hasta los Mastines, Se condenáse luego al sacrificio
En su sentir , llevaban rectos fines. Por tan infame vicio,
Tocóle al Burro lerdo Causa de la epidemia lastimosa.
Confesar sus pecados. Y o rae acuerdo, I Comer la yerba a g e n a ¡ qué horrorosa,
Dixo , que ai ir pasando el otro dia Y qué inaudita culpa!
Por cierto prado (que pertenecía N o hay para ella disculpa,
A una comunidad) io .tierno y verde Decian •> que perezca sin remedio.
6z
E l l o , en fin , no Hubo medio: Algunos himeneos, moons sb^VI
o
Al pobre Burro le costó la vida. Y no me tientan m u c h o . . . .
La aplicación está bien entendida. Sin embargo , yo veo,
;
ffir¿?>fi3m te bfibisv sd 1- J I Que del género humano
¡
vjjijtkiaí ifn oh o:h-if: h b oscboq n ® Tres partes , quando menos,
e • • • • • • -!• • • « • - i - + * + + + • -4- s
1: Con ánimo se arrojan
FABULA V. Al mayor de los riesgos;
JO 1 Y veo juntamente,
EL MAL CASADO.
Que el arrepentimiento
L o que por sí es hermoso, A todos les asalta.
Acompañe á lo bueno. Antes que llegue á hacerlo,
Mañana muger busco. i Por ver si me acobárdo,
Pero entre el alma y cuerpo Referiré el exemplo
Me parece haber oido, De un hombre que no tuvo,
Que el divorcio no es nuevo; Quando llegó á este extremo,
Y que se han visto pocos Mas recurso ni arbitrio,
S8BJ

Bien acabados cuerpos, i < Que poner tierra en medio,


i sino,
Que hospeden alma bella. Separando á su esposa.
¡n
Pues no — ya me arrepiento. Zelosa , y de mal genio,
T e n g o bien observados Era la tal: en casa
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E l l o , en fin , no Hubo medio: Algunos himeneos, moono sbsVI
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1: Con ánimo se arrojan
FABULA V. Al mayor de los riesgos;
JO 1 Y veo juntamente,
EL MAL CASADO.
Que el arrepentimiento
L o que por sí es hermoso, A todos les asalta.
Acompañe á lo bueno. Antes que llegue á hacerlo,
Mañana muger busco. i Por ver si me acobárdo,
Pero entre el alma y cuerpo Referiré el exemplo
Me parece haber oido, De un hombre que no tuvo,
Que el divorcio no es nuevo; Quando llegó á este extremo,
Y que se han visto pocos Mas recurso ni arbitrio,
S8BJ
Bien acabados cuerpos, i i sino,
< Que poner tierra en medio,
Que hospeden alma bella. Separando á su esposa.
¡n
Pues no — ya me arrepiento. Zelosa , y de mal genio,
T e n g o bien observados Era la tal: en casa
Nada encontraba bueno: A casa de sus deudos,
Se levantaban tarde: Que en un lugar cercano
Se acostaban muy presto: Vivian con sosiego.
Ahora decía blanco:. <0 Allí la impertinente
Despues decía negro: Tenía un gran cortejo:
Los criados aburridos Eran sus obsequiantes
Echaban mil reniegos: Los Guardas de los Cerdos;
Decíale á su esposo Y sus finas amigas,
Que era incapaz, y necio: Por trochas y senderos,
Que con las mugercillas Iban cebando Pabos.
Gastaba su dinero: Al cabo de algún tiempo,
Que todo el dia iba Que ya juzgó el marido
Acá y allá corriendo: Moderado su ogenio,
Que dormía infinito: Volvió á traerla á casa.
Y finalmente, fueron obnjsup Cuéntame lo que has hecho,
Tales las sinrazones, 0332 ZfiM La dixo, i de qué modo
Tantos los improperios, Vivías en til pueblo?
Que el marido, cansado <La inocencia del campo,
De oir su cacareo, Su quietud y silencio
La envió inmediatamente Te agradaban ? — Bastante
TOM. I. I

\
¿6 I67
Gustosa estuve j-pero ¿Cómo quieres que estemos,
Causábame disgusto Los criados, tus voces
Ver el torpe manejo De continuo sufriendo,
De aquella gente tosca, Y y o , constantemente
Perezosa q u e , al riesgo Al lado tuyo preso
De los voraces Lobos, Los dias y las noches?
Sus ganados enteros Que te vuelvas resuelvo
Descuidados dexaban: Al lugar, u á otra parte:
Mas de una vez , á ellos Y permitan los cielos
Se lo dixe en su cara, Que , si otra vez traerte
Y así, me
i
aborrecieron.
... i o Determino , en el reyno
Pues, muger, (le repuso De los difuntos tenga,
Su marido al momento) Para mayor tormento,
Si la naturaleza Dos mugeres al lado,
T e dotó de tal genio, Como t u , que afligiendo
Que aun hasta aquellos mismos, Me esten eternamente
Que un brevísimo tiempo Con sus caprichos necios.
Al dia te trataban, «ojoniintr, ¿ouasíjfl ic/í
Se cansáron tan luego ; I £ yorí v i ¿h&k]au> eononaT
De tenerte á su lado,
FABULA
i Vfcornto;
i Ya estoy imaginando J T J
LOS DOS TOROS Y LA RANA. Desierta , en breve tiempo , la laguna; :T
D tOb na¿$ ya o m h n o o -jQ Y así , la chamusquina,
os Toros combatían, , jG~ . 0y y Que la Baca causó , nuestra ruina ' • -
Porque ambos pretendían ' Causarábfué praá^iíeioi)£;TÍ3q;¡ií®i£>í no auQ
Ser despóticos dueños de una Baca, El temor de la R a n a : justamente,
Lanzaba mil suspiros El uno de los Toros , ya vencido,
Una Rana al mirarlos» de manera, A De vergüenza-corrid©, ..
Que el pueblo graznador fuerte matraca Eligió el domicilio1 de las Ranas,
La daba sin cesar. Me pesa oiros, Para ocultarse bien : sus inhumanas
La Rana repetía : si supiera Pesuñas, se pasaba día apenas* ,. , . T
Cada una de vosotras la quimera En que no rebentasen dos docenas.
En qué vendrá á parar, no se holgaría. En todas las edades,
cQuereis saberlo? Pues la valentía, H a n dado que sentir las necedades
O fortuna del uno , hará que huya De los mas poderosos, .
El otro , renunciando á la que suya A los pequeños y menesterosos.
N o pudo ser : los prados deliciosos, ' Epfütfljíplj gomj fl03£1íl323iq 3¿
Por nuestros pantanosos noisibiq al v t i n o i L ^ ihaqza 0Q
Terrenos cambiará > y hoy á la una, o n s m a airq jj: siinzomil m u g í A
Y mañana á la otra, irá pisando: OHQOQZ nu^n ubnimob ¿ mdl
FABULA' VII. mi ^01; ' Contra su siempre opuesto el pueblo Gato.
EL RATON RETIRADO DEL MUNDO. Ratópolis estaba bloqueada,
_ ^Wíüpgtífimfb isl c Rjgj Y á sailr les.habian precisado,
JL/icen los Levantinos en su historia, Sin dinero ni víveres, respecto
Que un Ratón pecador., (escarmentado De verse la república en el caso
Del mal pago que suele dar el mundo) De la urgencia mayor: bien poca cosa
Determinó prudentt abandonarlo", Demandaban , seguros de que el pago
Y para ello , eligió por su retiro Se le haría al instante. Hermanos mios,
U n buen queso dé Holanda : solitario (Les respondió el. bendito solitario)
Era el lugar ? y en él, con pies y dientes, De ninguna manera me compete
T a n t o traveseó nuestro hermitaño, Entender en las cosas de acá bajo.
Q u e , en poquísimos dias, tuvo el gusto < De qué puede serviros un recluso
De verse bien c o m i d o , y alojado. Miserable ? Yo , amigos, solo valgo
¿Para qué mas? Se puso tan lucido, Para rogar, al cielo que os ayude,
Que daba gusto verle. Al tal beato De quien espero, que os dará su amparo.
(Que ya tenia fama) cierto dia, Dada la piadosísima respuesta,
Se presentaron unos diputados Cerró tras sí la puerta el nuevo santo.
De la especie Ratona , y le pidieron coíríciíTi . i oiífí 3 I
Alguna limosnita: á pais extraño < ¿kxj' { nnii m oLa? obmi2
Iban á demandar algún socorro
7*
FABULA' VIlí. 1-- i- • Y , mas que t o d o , el Trompétá.
IÜ LEON R EL !MOSCARDON T o m ó campo á su placer,
tOb&IDSiq riüiGÍ Í 23 'I. í¿2 £ f Y , habiendo dado mil jvueltas, \

M archa de a q u í , vil insecto, Le saltó al cuello al León,


Excremento de la tierra, -' - A quien puso de manera,
(Le dixo el León UÑ-dia ' Que parecía furioso:
Al Moscardón.) Mas, la afrenta Los ojos como centellas
Este otro vengó al instante, El quadriípedo tenía,
!
Declarándole la guerra. '[ - 1 Y de su corage en muestra,
i Piensas, acaso, le dice, Por la boca echaba espumas,
Que me humilla y amedrenta Y bramaba con tal fuerza,
Esa tu soberanía? - ' ' Que en todas las cercanías
Pues te engañas, si lo piensas. Se encontraba un hombre apenas,
Mas grande que tu es un Buey, Que se atreviese á salir
.Y , quando quiero, me cuesta De su casa : (i tanta era
Poquísimo el hacer de él La consternación causada
M i entretenimiento. Seña Por un Moscardón l) le inquieta,
De combatir hizo él mismo, Picándole el espinazo
Siendo todo en una pieza, Y el hocico •> y se le entra
El General, el Soldado, Hasta en las mismas narices.
tom.I, K
74
El León se desespera D o n d e , con la vida, dexa
De verse tratado así; Sepultada su victoria.
Y su enemigo celebra, I Qué lecciones nos presenta
A carcajada tendida, El apólogo anterior?
El ver con quanta fiereza D o s : nos dice la primera,
El León en los hija res Que el mas temible enemigo,
Con la cola se golpea, Suele ser el que desprecia
Y cómo se despedaza Nuestra vanidad por débil:
La carne con sus tremendas Y la segunda nos muestra,
Uñas; hasta q u e , por fin, Que tal pudo libertarse
Cansado de tanta brega, En las mas arduas empresas
A la fatiga se rinde, De peligro , que, despues,
Deponiendo su braveza. Perece en la mas pequeña.
El Moscardón se retira
De su divertida guerra, bíaüooníi
Lleno de militar gloria, «ttiaong zwmámMs p>l I:
Y con designio de hacerla
Pública por todo el mundo.
Pero en el camino, encuentra
La emboscada de una Araña,
7* 77
FABULA I X . ¿Pero quien creería
• »
EL LEON Y EL RATON. Que á este León serviría
Un flaco Ratoncillo en su desgracia?
E n buena razón fundo Pues sucedió, no ostante, como digo,
El decir que se debe, Que al salir de un espeso
En lo grave y lo leve, Bosque, el León fué preso
Servir, sin distinción, á todo el mundo. En redes, que dispuso su enemigo.
Porque suelen llegar urgentes casos, Bramaba-de corage el León fuerte,
En que, el mas despreciable, Por escapar del lazo:
Es muy recomendable N o pudo. En el ribazo
Para prestar auxilio en duros pasos. Creyó encontrar su desgraciada muerte.
De entre las garras de un León valiente, Violo, en esto, el Ratón agradecido:
Salió despavorido, Acudió presuroso,
Creyéndose perdido, Y comenzó oficioso,
U n Ratón inocente. Con sus dientes, á roer el retorcido
M a s , el Rey de los brutos generoso Cordél con que la malla fué tejida: n
Obró con la nobleza, Su afan continuado J!1 i c.rr
Propia de su grandeza, Consiguió libertado
La vida concediéndole piadoso. Ver ai León , y le pagó la vida.^p t o i d i l
N o fué al León inútil esta gracia. Mas que el poder, la rabia y la violencia,
7 8
"7*
H a c e n , juntos, el tiempo y la paciencia.
Que es otra cosa , en suma,
i;n¡V!32 . O . J 3-J23 £ 3üO
Que el Acaso, entre antiguos deslumhrados,
<«begrab.FR m oU'naouñ o:>¿ft n T J
Y entre nosotros, por la Fé ilustrados,
iGgxii íostoü o j f u u o on < vi: <JOUZ zau'I
La misma Providencia?
FABULA X .
— ISegún esto , el Acaso ya no es ciencia?
EL
• '
ASTROLOGO
Jas^tfx
QUE
rniüí
CATO EN UN
U POZO.
— N o ; porque , á serlo, fuera cosa rara,
0^'-mona
0 m 02f 1 P r gUO
Que , Acaso , ó bien Fortuna, se nombrara*,
- U n un, pozo cayóse , cierto dia,
(Cosas ambas inciertas;)
U n Astrólogo insigne : le decía
M a s , será bien que adviertas,
La gente que pasaba : majadero,
Que del Omnipotente
í Pretendes altanero O \
La voluntad suprema independiente,
Conocer lo que pasa en las estrellas,
Nada hace sin objeto:
Quando ignoras lo que hay bajo tus huellas?
cY qué humano sugeto,
Este caso , sin ir mas adelante,
Del uno al otro polo,
Es lección importante.
Se hallará q u e , lo que hace por sí solo
Pocos no oyen con gusto el desatino
Este Señor, comprenda?
De que pueden el libro del destino
i H a y humano que emprenda
Los mortales leer. Pero pregunto:
Penetrar sus ar<^nos3~n/>¿b Toe b 2ófl£idmulÁ
Este libro, que á Homero le dio asunto,
<Hubieran sus decretos soberanos
i Puede haber quien presuma,
Estampado en los cielos,
8o 8 i
Lo que tapado con oscuros velos
Podamos sacar otfas cdnseqüeíicias,
Tiene la noche de los siglos, para
Que la necesidad de iluminarnos, v
Que su curiosidad alimentara 2 ; ; LY.UÍ "i. ki
El soberbio erudito, Traer las estaciones, madurarnos
Que de lá esfera y globo dexo escrito ? Los frutos, é influir, de varios; modos,
I Para que de los males Sobre los cuerpos todos, < . •
Forzosos, se librasen los mortales > Este orden importante,
¿Para que en los sucesos de esta vida, T a n digno de atención, y tan constante,
Gustos que en ella no tienen cabida, Que el universo guarda en sus funciones,
Los hombres disfrutasen ? i Corresponde á las várias mutaciones
i Ó b i e n , para que hallasen X)e la Fortuna instable?
Amargura en el bien, q u e , allá en su idea, Charlatán despreciable,
Se forjáron , y en m a l , antes que sea Que te jactas de hacer un horoscopo,* r;-i
Llegado, convertirlo ? Sabe , que eres un T o p o ,
Fuera e r r o r , fuera crimen admitirlo. Y que los que , quál t u , tales simplezas
Muévese el firmamento : su carrera Con seriedad indagan , sus cabezas j< p
Perfeccionan los astros en la esfera: Perturban, sus negocios debilitan* ,
Alúmbranos el Sol diariamente, Y en un abismo, en fin , se precipitan. T
objirri : o y oviv izA
Y á sus luces succede puntualmente * Considérese una licencia poética el haberlo hecho largo.

La noche; sin que de estas experiencias 1ÍJ23 r> /.piído 3fn t o31blí,M
fornida zo{o aoinsi noO
TOM.I. I
" F Á B U L A X I . : • • rn£I:o' i Aun quando. duerma. Dirá,
„ .2Qirji.fi¡fntJu ob bfcLfésbsn si o u p Alguno de buen caletre,
LA LIEBRE Y LAS RANAS.
* • f' t - r.J • cid ,'JL. i Que me corrija: ¿este mal, ......
M u y pensativa en su cueva Por ventura , se corrige ?
Estaba una Liebr<£í>tefc/oTOU3 ¿oí aidrá H e llegado á sospechar, i c/"
Quando uno se encuentra solo, De buena fé , que los hombres
cQué ha de hacer sino pensar? Sujetos, como y o , están
Hallábase acometida A l m iedo. —- De tal manfcra,
De tina tristeza mortal Y , puesta en seguridad,
La tal Liebre : ios que son Nuestra Liebre discurría,
Medrosos, decía , están >

En un continuo tormento: J -'•! c obsiM


Son desgraciados sin par: Finalmente, estaba tal,
N i un bocado comer pueden, T a n rezelosa é inquieta,
Que les siente bien: jamás Que , á punto ya de espirar,
Disfrutan un placer puro: La ponía qualquier cosa.
T o d o temiéndolo están. Este cobarde animal
i A
Así vivo y o : este miedo Se hallaba así, quando oyó
íoñfibjK&tl ohsdsií Ia,i;s¡3kK| ¿foireoii ¿mi ¿eaijtiaacO * U n rumorcillo sonar.
M a l d i t o , me obliga a estar
Poseida de terror,
Con tantos ojos abiertos,
i ,I,MOT
u
Empezó a hacerse hacia atrás, Otro que io sea mas.
Y , por una puertecilla ROZAOIOCÍ?oiq h t á f b o n £I¿3 s b ^ Q
Falsa , de la vecindad .i'. . :i •[•;•(> OJ' J 3b {• •- •
De un estanque se amparó. «oiitu 13 oxib t íigimA
N o bien la vieron llegar FABULA XII.
Las Ranas, quando al instante !•,;•(;;'; n f S a C ? o ? r rrvr> ••¡/T
EL GALLO Y LA ZORRA.
Se metieron en lo mas ;<rnu;no:> or:p o33§uz b ;o4
Profundo de sus cavernas. E n un árbol estaba encaramado,
Al ver esta novedad " "< . Y U n Gallo camastrón y taimado.
La Liebre , d k o : i ola í ¡ ola I Llega la Zorra , y , con faláz dulzura.
r:
cCon que yo puedo inspirar - Hermano , dice : ya es cesa segura,
f
M i e d o , c o m o 4 mí me inspiran ? Que la paz general está firmada:
cCon que cambien soy capaz Y o vengo alborozada
D e asustar á tatitos! iCómo 1 La noticia á anunciarte:
f
«Posible es que hay anirriStfí $ < 9 8 P Baja, y tendré el gran gusto de abrazarte:
Que delante de mí tiembla ? N o me detengas, porque en este dia
Ya veo con claridad, H e de correr diez postas: á fé mia,
Que no hay cobarde en el mundo, Que ya podéis seguros, tú y tu gente,
!
T a n cobarde, que encontrar, Vivir y contratar tranquilamente,
Por casualidad , no pueda Bajo nuestros auxilios fraternales.
U 87
Con fuegos celebrad artificiales, Que es gran gusto engañar á un embustero.
Desde esta noche, el próspero suceso: obsb ür! pj íisiup or: o Y
V e n , y recibe de este hermano un beso. t o b f i j 2 3 1¿3 n o O S V 33 t EJSJTl i fcbiV i d

Amiga , dixo el Gallo,


El gusto con que me hallo, FABULA XIIL £l k
En mi gozoso pecho se duplica,
EL CUERVO IMITADOR DEL AGUILA.
Por el sugeto que la comunica; t&ifc>£3i¡>fi ?.£:1 fc:18S$fK>3ri3 t 01£ i
Pero , además , descubro dos Lebreles, E l Páxaro de J ú p i t e r , un dia
Y , sin duda , serán correos fieles, Arrebató á un Cordero. Esto -que vía,
Q ie van , qual tú > la nueva publicando: Cierto Cuervo orgulloso,
Ya se van acercando: De fuerzas mucho menos poderoso,
Voy á bajar , para que prontamente Aunque sí tan glotón , quiso, arrogante,
Nos abracemos todos mutuamente. Lo mismo executar : luego al instante,
r
A Dios , dixo la Zorra espavorida, Empezó á dar mil vueltas al ganado,
Es demasiado larga la corrida Y dexó señalado,
Que me queda que hacer: ya nos veremos, Entre m i l , el Cordero mas lucido,
Y , juntos, esta paz celebraremos. Y mas blanco : Cordero , que ofrecido
Dicho esto, echó á correr barriga en tierra, Para víctima estaba.
Tirando á guarecerse de la sierra. El Cuervo devoraba,
Y quedó riendo el Gallo marrullero, Con los ojos, la presa , que creía
Tascar ya eñ su poder , y la decía: FABULA XIV.
Y o no sé quien te ha dado LA GATA TRANSFORMADA EN MUGER,
La vida j mas, te veo en tal estado,
Que los instantes cuento, P e r d i d o enamorado un hombre estaba
Hasta que de alimento De su Gata : tan bella la juzgaba,
Me sirvan esas carnes delicadas. T a n fina, tan graciosa, y picarona,
P a r o , entonces, sus alas agitadas, T a n agasajadora , y juguetona,
Y dio sobre el Cordero deseado-, De tan dulce maullo,
Pero como era mucho mas pesado Que así como éste de suave arrullo
3£Qtní A Le era para dormir tranquilamente,
Que aquel queso de marras, Así le entretenían gratamente
Y estaba lanudísimo , las garras Las demás gracias, en el claro dia.
Del presumido Cuervo se enredaron E l l o , en fin , la tal Gata le tenía
Entre las lanas, y le aprisionaron. Al hombre trastornada la cabeza:
Vino el Pastor , cogióle, A los Dioses suplica , ofrece, reza,
Y al instante enjaulóle, Usa de sortilegios, y hace tanto,
Para que el necio mísero pobrete Que obtiene del destino todo quanto
Sirviera á los muchachos de juguete. Podía apetecer, pues transformada
Llana es la conseqCiencia: H a l l ó , una madrugada,
Que cada qual se mida con prudencia. En hermosa muger , á su querida
TOM.I. M
mm
9 o
Gata. Fué tan crecida Se echó ligera fuera de la cama:
Su complacencia j tanto satisfizo Los Ratones huyeron»
A su alma este g o z o , que la hizo, Y á acostarse volviéron.
En aquel mismo instante, Segunda vez tornáron al asalto
Su mitad , declarándose su amante. Los señores Ratones ; mas , de un salto,
lOTV »» I:
Jamás de dama alguna su querido La novia los atrapa, I
| í \W
11 >;•;
Fué tan favorecido, De modo que ninguno se la escapa. l
C o m o lo fué este esposo N o hubo humano remedio suficiente, í I
De su nueva muger : con amoroso Para que de ella la Ratona gente I
Estilo la trataba, Estuviese segura:
Y , aunque mas la observaba, Con humana figura ' f
na
Nada de Gata en ella descubría:
Tal su error le tenía,
Tras ellos iba de una en otra pieza,
i T a l poder tiene la naturaleza I búM r II
ífisiT
Q u e , sin otra sospecha,
La imaginó muger hecha y derecha. [132 pup QSlb

Cierta noche , que estaban sosegados


,231V112 3- ; H
En la cama los nuevos desposados,
3 O JL
Oyeron que roían los colchones,
Los picaros Ratones. 3hO nU
Al instante madama

I 11
B
illIV
a-Wm
FABULA XV. Le mandó rebuznar , asegurado
EL ASNO Y EL LEON CAZANDO. De q u e , al o i r l o , saldrían temerosos
Venados , Ciervos, Javalíes y Osos,
P e n s ó el Rey de los b r u t o s , cierto dia, De sus grutas. El ayre resonaba
Salir a caza: (celebrar quería Con los rebuznos que el J u m e n t o daba.
Su cumpleaños.) Se sabe que los Leones Los b r u t o s , sin saber lo que se hacían,
N o cazan comunmente Gorriones, Amedrentados por el monte huían;
Sino V e n a d o s , Ciervos, Puerco-Espines, Y , por librarse de un peligro incierto,
¡
Y otras piezas, como estas, tan ruines. • Iban á perecer en otro cierto,
Porque su diversión tuviese efecto, Porque los aguardaba el León fuerte,
Sobre la marcha concibió el proyecto Para darles á todos cruda muerte.
De servirse del Asno : (es porque alcanza <No he servido muy bien , decía el Burro
M u c h o su v o z : ) alguna semejanza • En esta caza ? Con razón discurro,
Tiene con la de Sténtor :* finalmente, Que se me debe todo el honor de ella.
Hizo que el señor Asno puntualmente S í , replicó el L e ó n , tu voz es bella;
Le sirviese de cuerno. En una altura Lo has gritado muy bien : si conocido
Le colocó , tapando su figura N o te tuviera y o , quizás huido
Con muchísimas ramas. De contado Habría con los otros animales;
Pero , amigo , de tí y de tus iguales
* Un G r i e g o , q u e , s e g ú n H o m e r o , t e n í a la voz muy s u p e -
rior á la de los otros hombres. Conozco bien las prendas. — Si el Burrazo
94 9$
T e n i d o hubiera mas desembarazo,
Y también menos m i e d o , yo diría,
Q u e se hubiera e n o j a d o , aunque se vía LIBRO TERCERO.
Con tan justa razón satirizado.
Pero i quien tan prudente y moderado FABULA PRIMERA.
En aquella ocasion hubiera sido,
LOS MIEMBROS Y EL ESTÓMAGO.
Que al Asno fanfarrón hubiese oido ?
S i alguna necesidad
El Estómago padece,
Experiencias hay sobradas
De lo que el cuerpo lo siente.
Pues, como digo : cansados,
De estar trabajando siempre
Para el Estómago , todos
Los M i e m b r o s , al f i n , resuelven
Unánimes el vivir
Tranquila y ociosamente,
C o m o grandes caballeros,
A imitación de su xefe.
Decían (entre sí hablando:)
94 9$
T e n i d o hubiera mas desembarazo,
Y también menos m i e d o , yo diría,
Q u e se hubiera e n o j a d o , aunque se vía LIBRO TERCERO.
Con tan justa razón satirizado.
Pero i quien tan prudente y moderado FABULA PRIMERA.
En aquella ocasion hubiera sido,
LOS MIEMBROS Y EL ESTÓMAGO.
Que al Asno fanfarrón hubiese oido ?
S i alguna necesidad
El Estómago padece,
Experiencias hay sobradas
De lo que el cuerpo lo siente.
Pues, como digo : cansados,
De estar trabajando siempre
Para el Estómago , todos
Los M i e m b r o s , al f i n , resuelven
Unánimes el vivir
Tranquila y ociosamente,
C o m o grandes caballeros,
A imitación de su xefe.
Decían (entre sí hablando:)
Forzoso e r a , que viviese, Y las Piernas, ni aun
o moverse
I.

Sin nuestro auxilio , del ayre: Pensaban. En f i n , dixéron

Sudamos continuamente, A l Estómago , que fuese

Trabajamos como bestias; Á buscarse la comida

¿Y para quien ?... Para él. \ Fuerte E l mismo. — De su imprudente

Cosa , á la verdad > servirle, Resolución temeraria

C o n afán , sin que nos dexe Les pesó; pues de allí á breve

T a n incesante tarea, Se miraron por su culpa

N i aun la utilidad mas leve! Inmediatos á la muerte.

T o d o s nuestros exercicios, Todos juntos padecían


Y penas, á parar vienen Desmayos y languideces.
En que el señor mió coma. Entonces f u é , quatido viéron
Imitémosle : él lo quiere, C o n claridad los rebeldes,
Pues el exemplo nos da. Q u e a q u e l , á quien imputaban
Ser ocioso é indolente,
Se explicáron de esta suerte
Mas que ellos contribuía
Los Miembros, dando principio
A sus mutuos intereses.
A hacerlo inmediatamente.
Las M a n o s , ya no agarraron; A la autoridad Real

Los Brazos, ni aun el mas tenue Aplicar esto se debe.

P e s o , levantar querian; D a , y recibe, á un mismo tiempo,


TOM.L N
Porque todos igualmente Deslumhrado é imprudente,
Trabajan para ella , y todos Del Senado separarse,
Reciben de ella los bienes Dando por causal, que en éste,
Para existir necesarios. Se compendiaba el Imperio,
Contribuye á que alimente Autoridades, poderes,
El Artista> trabajando, Tesoros y dignidades;
A su familia. Enriquece Y que él vivía indigente,
Al Comerciante, da sueldo Agoviado de tributos,
Al Magistrado, mantiene Cargado de impuestos crueles,
A l Labrador, al Soldado Y á la militar fatiga
Le da su estipendio, vierte Expuesto continuamente.
Sus bondades soberanas T a n alucinado estaba,
En mil climas diferentes; El Pueblo , que á establecerse
Y , en fin , á todo el Estado, Extramuros comenzó,
Por sí sola, favorece. Para luego mejor suerte L>iy
El Romano Senador Ir buscando sin destino.
Menenio, supo valerse Menenio entonces, prudente,
De la moral escogida, Le hizo ver con energía
Que esta fábula contiene: Quánta semejanza tiene,
Proyectó el Pueblo Romano 3 Qualquier Pueblo amotinado,
100 101
Con los Miembros, que rebeldes Y en sus hombros despues le suspenaiéron»
Al Estómago le fuéron. De ver una aventura tan extraña,
Y , en efecto, detenerle Reían los casuales pasageros,
Consiguió por la moral Y , entre sí, disputaban ¿qual sería
De este apólogo , que siempre De los tres individuos mas Jumento?
Entre antiguos y modernos. Sonrojóse el anciano : soltó al Burro:
Se celebró justamente. A l Burro le agradaba el ir suspenso,
' ' EOtfidH ob obrivot? \ Y e m p e z ó , en su lenguage , á darle quejas;
M a s , no quiso escucharle el Molinero.
4 &4 + * + 4-4.4.
<4¿ Ili- «í- * ¿j i Mandó al hijo montar : detrás siguióle:
FABULA mmrn Quiso.la trampa q u e , en aquel momento,
' álMÍtoJ««»^rl* „ , T Tres Mercaderes por allí pasasen,
EL MOLINERO T SU HIJO , T EL BURRO
^ • • it'Lu'l ' A quienes admiró tan raro objeto.
- L / e í , en no sé qué historia, que un anciano De com pasión m o v i d o , con enojo,
Molinero, y su hijo, joven tierno, Gritó al muchacho el Mercader mas viejo;
/
A vender un Borrico caminaban A tí te'toca andar á pie el camino,
/
A una feria, que había en cierto pueblo. Y á ese anciano le toca ir caballero.
A fin de que su Burro allá llegáse Señores, el buen viejo les replica,
De mejor venta , mas lucido, y fresco, Hallo puesto en razón el complaceros.
Pies y manos le atáron , como á un loco, Echó pie á tierra el h i j o , montó el padre,
ÍOZ

Y fueron su camino prosiguiendo. En ir ambos m o n t a d o s , se cae muerto.


Pasaron tres mugeres: la una dixo: N o hay que hacer: ellos van determinados
1 Pobre muchacho! ¡Miren ahí el viejo, A dar cuenta del Burro : yo comprendo,
Con qué comodidad hace la marcha, Les decía un Gitano , que , á lo sumo,
Sin dársele ni un pito del mancebo I Vendereis en la feria su pellejo.
A vosotras, mis R e y n a s , las responde, L o c o , y aun mas que loco, es quien pretende
¿Quien os ha dado vela en este entierro ? (Respondió ya aburrido el Molinero)
Seguid vuestro camino en hora buena, El contentar á todos: m a s , veamos
Y dexadnos en paz seguir el nuestro. Si se puede lograr por algún médio.
Fuéron tan repetidas las calumnias, Baxáronse del Burro padre é hijo:
Que lloviéron sobre é l , en corto trecho, Hiciéronle marchar delante de ellos;
Q u e , al fin , se resolvió, por evitarlas, Y el A s n o , que se vio tan descansado,
A que subiese en ancas el mozuelo. L o iba tan lindamente presumiendo.
Aun no habrían andado treinta pasos, Encontráron un Quidam , quien les dixo:
Q u a n d o , hete a q u í , que encuentran un tercero vOlaí ¿Con que ahora es moda que el J u m e n t o
Esquadron de satíricos viajantes, Vaya muy á sus anchas, y que el hombre
Que mucho que glosar también tuviéron. Camine á pie? ¿Qual es, en s u m a , el dueño?
Estos hombres son locos, repetían,
Y o soy el Burro, s í , dixo el anciano;
El mísero animal se va cayendo:
M a s , para lo futuro , yo os ofrezco,
N o puede con la carga: si prosiguen
Ó ya me satiricen, ó me alaben,
ic>4
Mi gusto hacer, sin otro miramiento. Al lugar donde estaba, quietamente dormido
Desde allí en adelante, así lo hizo, Sobre las tiernas yerbas, el Pastor verdadero.
El tan desengañado Molinero: Los Mastines dormían también,y algún Cordero.
Hizo b i e n , á mi v e r , pues no es posible El hipócrita insigne los dexó que roncasen;
Conciliar pareceres tan diversos. Y , por lograr sus fines, (antes que despertasen)
De acercar á los bosques lo mas de aquel rebaño,
Quiso añadir el necio (creyó colmar su engaño)
A su trage las voces; pero esto fué su ruina,
FABULA m Pues del Pastor Anfriso la voz era mas fina:
Descubrióse la trama al oir sus ahullidos:
EL LOBO DISFRAZADO DE PASTOR.
El Pastor, los Zagales, y los Perros dormidos,
U n L o b o , que advertía tener ya poca parte Despertaron al punto, y á mi Lobo cogieron, x

En los hatos vecinos, echó mano del arte. A quien sus vestiduras el huir le impidieron.
Con la piel de una Oveja, de Pastor disfrazóse, Siempre el falaz malvado,de tal la carta entrega:
Y de cayado , gayta , honda y zurrón armóse. El que es Lobo,en sus hechos jamás que es Lobo niega.
De bonísima gana hubiera en su sombrero, <KbfmbíiDdfi m ohi<hñ
r
Para dar mayor chasco, plantado este letrero: Oü-C -ui 'fc/ -1j£ O/ID
*r T
Yo soy el propio Anfriso , Pastor de este ganado. L , 'p^úmf^rmDzí^íúK j¡J
x
Viéndose ya persona, puso sobre el cayado < 2am3i;;."í1 up lolf z) x'jup
JL. J \r
1 X ;- £ionL (
Las manos, y acercóse, con paso co-medido,
TOM.I' 0
FABULA IV. Hemos de estar bebiendo. -
Ponte en pie, bien pegados
LA ZORRA Y EL MACHO DE CABRIO.
El espinazo y cuernos
U n Macho de Cabrío, A la pared: y o , entonces,
Y una Z o r r a , se unieron Agarrándome de ellos,
C o m o buenos hermanos. Saldré muy fácilmente
A q u e l , mucho mas lejos De a q u í , para que luego
Que su nariz , no vía; T e ayude á hacer lo mismo.
Pero esta era en extremo Por mis barbas, que es bueno
Astuta y engañosa. El arbitrio : lo juro,
Acosados se vieron Dixo el Macho sincéro;
De la sed , y bajaron N o hubiera yo encontrado
A un p o z o , con intento T a n famoso secreto.
De apagarla en sus aguas. Salió fuera del pozo
Luego, pues, que ya hubieron La Zorra,,en un momento,
Bebido Y dexó en él metido
en abundancia, Al pobre compañero.
Le dixo al Macho lerdo Luego , con gran descaro,
La Zorra: Compadrito, Sobre el brocal de pechos
Y ahora i qué es lo que haremos ? Puesta , empezó á exhortarle
N o siempre en este pozo
IO?
Á la paciencia. Veo FABULA V. noO
(La falsa le decía) JSM
EL AGUILA, LA JAVALINA T LA GATA.
Que si dádote el cielo,
Por excelencia, hubiese E n lo mas elevado de una Encina, >3Ut Y
T a n abundante el seso El Aguila tenía sus polluelos.
C o m o la barba , nunca, Al pie de ella criaba sus cachorros xih f,.I
Insensato y ligero, La Javalina. Y en su tronco hueco,
Hubieras á este pozo Tenía sus hijuelos una Gata;
Bajado i tus esfuerzos Y vivian en p a z , con gran sosiego.
Procura hacer , si quieres Esta buena recíproca harmonía,
Libertarte del riesgo. Interrumpió la Gata con enredos.
Ya fuera me hallo : voime, Subió al á r b o l , y al Águila la dixo:
Sin detención , que tengo Cierta es ya nuestra muerte ( ó , á lo menos,
U n negocio importante La de nuestros hijitos, que es lo propio)
Que evacuar, y no puedo i Ves á la J a v a l i n a , que está haciendo
Dilatarlo á mañana. Allá bajo un grande hoyo? Pues no dudes
El fin , es lo primero Que tienen sus afanes por objeto,
Que debe consultarse, Desarraigar la Encina , y devorarnos
Para obrar con acierto. A nuestros caros hijos, en cayendo: .
Y o me contentaré., si tai sucede^
I 10
Con q u e , para.aliviar mi desconsuelo, Que al cuchillo del hambre iban muriendo.
Me quede uno tan solo. — L a impostora Las necias no m i r a b a n , q u e , entre todos,
Se bajo de la Encina, dicho esto, El de la carestía de alimentos,
Y fuese en derechura á donde estaba Es el mayor peligro : mas, no ostante,
La Javalina. — S i n perder momento, Se obstinaron las dos en que ai encuentro
La dixo en voz muy baja : amiga mia, Habian de salir á su enemigo:
Por la fiel amistad que te profeso, El Páxaro R e a l , en el funesto
T e aviso, que si dexas un instante Caso de excavación : la Javalina,
Solos á tus cachorros, el proyecto En caso de un ataque. — Al fin, murieron,
Tiene formado , el Águila altanera, Madres é hijos, de h a m b r e — Fué , sin duda,
De arrebatarlos en sus uñas luego: ~ Para la gente Gata gran refuerzo.
Por Dios no me descubras: si lo sabe, i Qué daños, una lengua venenosa,
Me quitará la vida , sin remedio. Y diestra en persuadir, no hará en efecto!
Sembrada ya igualmente la cizaña De todos quantos males contenía
En esta otra familia , á su agugero La caja de * Pandora , á lo que entiendo,
Se retiró la Gata N i un instante N i n g u n o es á los hombres mas dañoso,
Osaba separarse de su puesto Que la negra impostura, en sus efectos.
El Aguila : tampoco se atrevía <n£2nDl3ni 20lG 3323 £ 3íjp 20 J
* Hermosísima estatua, forjada y animada por Vuleano, á la
A dexar , ni un instante ^ á sus hijuelos . : ÍJ.l .íi - ¡O w": ¿OI . ; I vTL. I. ,ij i ..
qual envío Júpiter irritado, desde el cielo, una caja , llena
La Javalina •> y de esté, resultaba, de toda especie de males., que iñundáron l í tiéíía; .

- ;

$~ • > ^
F A B U L A VI. U 3Dp
Sucedió , pues, que u n dia,
"trwft^ ^ T
EL BORRACHO Y SU MUGER. Este hombre miserable,
Su razón apreciabte
C a d a h u m a n o , en efecto,
C5 ' T v . (Que es la alhaja mas bella)
De uno , u otro defecto, Dentro de una botella
Casi siempre es esclavo, De vino pajarete,
Y en él incurre al cabo, . 1 lili
Se dexó por juguete»
Sin que de él le convenza, Q2Í.3
Y la m u g e r , por zumba,
N i miedo ni vergüenza. En una cierta tumba
Haré ver que no miento, Quiso depositarle,
Relacionando un cuento-, Para ver de enmendarle.
Porque yo nada digo, Puesto ya en su destino»
Sin apoyo , ó testigo. Los vapores del vino
U n cofrade de Baco, Fuéronse disipando,
Llegó á ponerse flaco, Cediendo y aplacando.'
A m a r i l l o , demente,
Mi h o m b r e , en fin, ya dispierto,
Y pobre enteramente.
T o d o el ajuar de un muerto
Los que á este Dios inciensan,
Vio que le rodeaba:
Quando menos se piensan,
La cera le alumbraba,
La bolsas hallan vacia. ¡ Y sobre sí tenía
tom.I. p
La mortaja: decía: •. • ' Llevar al que enterrado,
Esto no tiene duda: Y en la tumba olvidado
Mi muger quedó viuda. Yace Inmediatamente
Entonces se presenta Que lo oyó el penitente,
i- - . » . r Ir
Su esposa, macilenta,
Vicioso y casquivano,
De Alecto * disfrazada, •
Sin estar en su mano,
Con voz desfigurada,
La preguntó aturdido:
Y en un plato un potagé,
¿Y de beber no has traido?
ó bazofia , ó brebage. . c íüi 6n i íoNc I
r .
Acercóse á su esposo, 31JD t . 2 í . í i 5 2 ibqu Ol
bi
q íi AUp.A
El qual (aunque medroso, jv o.r.c*.•;•'( : u[¡-, i
Por juzgarla habitante FABULA VII. • Y
¿% § » •'• '• i » r
Del Infierno) al:instante
EL LOBO r LA CIGÜEÑA.
La preguntó ¿quien era? : .:-. I ;t ul . 3 .•Vi:; . 'jZ
Y o soy la Cocinera r - , o; ' . C L o s Lobos son glotones,
(Respondió con voz grave) i En todas ocasiones.
De Satanás, y sabe, — D i g o , pues, que -uno de estos,
Que en mí es una debida-, ;,:'/ Habiendo recorrido Varios puestos,
Obligación, comida .. I Cierto dia , cazando,.
Una de las Furias. « 31fJo2 Y Se estaba casi ahogando,
La mortaja: decía: •. • ' Llevar al que enterrado,
Esto no tiene duda: Y en la tumba olvidado
Mi muger quedó viuda. Yace Inmediatamente
Entonces se presenta Que lo oyó el penitente,
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Su esposa, macilenta,
Vicioso y casquivano,
De Alecto * disfrazada, •
Sin estar en su mano,
Con voz desfigurada,
La preguntó aturdido:
Y en un plato un potagé,
¿Y de beber no has traído?
ó bazofia , ó brebage.
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Acercóse á su esposo, r .
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El qual (aunque medroso, jv o.r.c*.•;•'( : u[¡-, i
Por juzgarla habitante FABULA VII. • Y
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Del Infierno) al:instante
EL LOBO r LA CIGÜEÑA.
La preguntó ¿quien era? : .:-. I ;t ul . 3 .•Vi:; . 3?
Y o soy la Cocinera r - , o; ' . C L o s Lobos son glotones,
(Respondió con voz grave) i En todas ocasiones.
De Satanás, y sabe, — D i g o , pues, que -uno de estos,
Que en mí es una debida-, ;,:'/ Habiendo recorrido Varios puestos,
Obligación, comida .. I Cierto dia , cazando,.
Una de las Furias. ^ 3 3 « 31fJo2 Y Se estaba casi ahogando,
ii6 Hi 7
Por un carnal exceso. La dixo el L o b o , <acaso,
Que le dexó atajado un duro hueso T e ha parecido poco el libre paso,
En medio del gaznate; Que el tuyo por mi cuello
Pagara el disparate Ha tenido ?; Qué bello
El L o b o , con la muerte, Solicitar i N o gruñas:
(Pues gritar no podía) si la suerte, M a r c h a , y cuenta no-caigas en mis uñas.
Propicia y halagüeña, Verdes : áas ® *
A una cierta Cigüeña :OLÍO. KJLD- UÍ lo'l
«S-fr ** * • 4**5- • • 4» • +
Por allí no guiara, F":;. '' . ' J

A quien p i d i ó , por señas, que bajara. FABULA m i ? >


TI * 1
EL LEON VENCIDO POR EL HOMBRE.
Bajo: preparo el pico, '&3l03fti£[ Í13ldfll£l
Y dixo al pobrecico, A i publico se expuso
Q u e , con la boca abierta,
Cierta pintura
Se mantuviese: lo h i z o , como experta. De un León , a quien un H o m b r e
Sacó muy bien el hueso, Venció en la lucha.
Dexando al Lobo ileso; Todos quantos pasaban,
M a s , despues^ con lisura., Se complacían,
Le pidió el estipendio de su cura. Y admiraban del Hombre
Tienes raras ideas, La -valentía.
Creo que te chancea^
Pero un León-, que,- acaso, Advirtió en una Parra, alta y fructífera,
Pasó por allí, Las uvas ya maduras. 1—Su mortífera
Les abatió el orgullo, Necesidad cruel, (dice el apólogo)
Pues les dixo así: ' , Que se las hizo ansiarl a Este monólogo
Os ha engañado á todos, Formó despues—"La altura es muy diabólica: .
Como á unos niños, Cepos quedos: me libro de una cólica:
El P i n t o r , gobernado -lia
Verdes están: las dexaré integérrimas, m
Por su capricho; m
Porque las uvas verdes son acérrimas.,,
Con mas r a z ó n , el muerto ¿<mcI loq sngj'C) le o r n o T
m
k
Sería el Hombre, «oaiJq nu -¡ /,i,fl :;. 4*
Si hubiera entre nosotros 44444++++++++++++++'$-4,4 44444 1S¡
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También Pintores. M
F A B U L A , X . j C1£X¿a Í3 OTj'l
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EL CISNE Y EL COCINERO.'
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¡S
sidíftoH tm mmp c < n o s J i,u
JlLn una deliciosa | '^sqrns lamo Á
FABULA IX.
Casa de c a m p o , había una copiosa
LA RAPOSA Y LAS UTAS. Cantidad de volátiles, y , entre ellos,

U
iUSOáffJOD 3C El Cisne y Pato estaban. — Por sus bellos
T r i n o s , aquel
A estaba destinado
/ i
A recrear al dueño : éste, guardado

na Raposa estaba melancólica,


Porque andaba algo escasa la bucólica.
Para su mesa: a q u e l , se paseaba
M a n o corte garganta tan suave,
Por los jardines: éste, se bañaba
Que suspender con sus gorgeos sabe.
En un estanque hermoso,
En qualesquiera evento peligroso,
Y , a m b o s , quando era el dia caluroso,
Hablar con suavidad, es provechoso.
E n á l se zambullían, ~
¿-¿tuv ' w - f f [ C j £ f l O O i ! D I V JlwJ
Y en amigable unión así vivían.
U n d i a , que el maldito Cocinero
Se puso como un cuero, . FABULA XI.
T o m ó al Cisne por Pato;
LOS LOBOS Y LOS CORDEROS.
Y , para hacer un plato,
Iba á torcerle W M ^ m * * * * * ^ * * * D e s p u e s de mas de mil años
Pero el páxaro bello, De una declarada guerra,
Con dulce melodía.
/IlJUJ ü J^TC Trataron paces los Lobos
Hallándose cercano á la agonía, Con los Corderos, porque era
A cantar empezó. — Maravillado, Ventajosa, á la verdad,
Al oírle, el Cocinero , y encantado, Para ambas especies, esta
Vió su equivocación ¡Posible fuera, Buena convención ; q u e , al cabo,
D i x o , q u e , á tal c a n t o r , yo le pusiera Si hacían, los Lobos, presa
En sopa ó empanada! De los Corderos, también,
Los Dioses no p e r m i t a n , que mi osadá Los Pastores, con sus buenas
TOM.I. o
g w

Pieles, pellicos hacían: Practicaron estos mismos


Fuera de que , las-eternas En el ganado , una siesta,
Recíprocas disensiones, Que se habian los Pastores
Aborrecible y violenta 1J Tí .-X I Ausentado. Con las presas,
r
. %+ 3»
La vida constituían. Entre los dientes, caminan
E l l o , en fin, la paz fué hecha, Hacia el bosque , donde esperan
Con toda solemnidad, Los Lobos, ya noticiosos
?fm
liara i
De tan infame sorpresa.
lili Dándose rehenes > en muestra
•De sincera Los Perros, que incautamente
.. - fé.. Los
..... ^ Lobos,
D o r m í a n , baxo la buena
Hiciéron gustosa entrega
:Sil!
| l «l-lim
f Prometida f é , pedazos
De sus cachorros > y , en cambio,
; i' :;|íis'í Fuéron hechos > de manera,
Los Corderos, les presentan
Que ni uno salvarse pudo
mm A sus mas fieles Mastines;
• Con cuya operacion, quedan
De sus uñas carniceras.
Concluyamos de lo dicho,
Contentos ambos partidos.
Que es preciso tener guerra
Al cabo y a , de una cierta
Continua con los malvados:
Pacífica temporada,
La p a z , por sí m i s m a , es buena,
Que dio á los Lobillos fuerza
N o hay duda : mas ¿de qué sirve,
Y v i g o r , (i quién lo creería l)
Quando se trata y celebra
La derrota mas sangrienta

i
•Jl
"I
• m
Con pérfidos enemigos, Hizo su edad y achaques)
Q u e , por su interés, la quiebran * Acometido. —Coces
Recibió del Caballo,
Del L o b o , mordiscones,
n s a i f í j o c zyjtisá) zol sund Y del T o r o , cornadas.
Wh:
FABULA XII. Cubierto de dolores,

Jl
. {(sí I 3
4
EL LEON EN SU VEJEZ.
.£2330-102:;3(TIL 1(11 £1&3 vCl
U n León , que en otro tiempo
Estropeado, y triste,
Yacía como un poste,
Sin poder, ni aun siquiera
Terror era del monte, Rugir : triste, y conforme,
I ® Sufría su destino.
11 Siendo ya muy anciano, 5 « » * * 1
* » » V j í V » í i k . 4 <riVL<|#»

Se lamentaba el pobre, Viéndole así, atrevióse


Con la triste memoria El Borrico á insultarles
IH
De las grandes acciones, Pero el buen L e ó n , entonces,
lili
Q u e , allá en su edad lozana, Exclamó así;
*i
v"Confieso,
•" * P . n^s w v ^ j Cj
Le hiciéron por el orbe Que el que tu me baldones,
Famoso y conocido. Es
Este León , en fin , vióse morir doblemente,
Por sus propios vasallos Y es el mas duro golpe.,,
( A quienes valentones .0212X3no U2' isoiid j&se..< obiifiM- ID xdl
: t axd£32£q 32 S32fioO
n6 117
FV A Bi U L A X I I I . 1 Ignorando el suceso,

LA MUGERn j AHOGADA. Por la orilla del rio;


f r \ • f* rr
Y el lastimado esposo iba inquiriendo,
N o soy del cruel dictamen cSi algún vestigio, acaso,
D e los <}ue , muy serenos, Habría alguno de ellos
Dicen , que importa poco De su esposa encontrado ? . . .
Que se ahogue una M u g e r : antes defiendo, — N i n g u n o ^ tres ó quatro respondieron.)
Que importa m u c h o : e s digno, Algún otro le dixo:
T a n agraciado sexo, Búsquela usted mas lejos:
De que de él nos dolamos, Siga usted rio abajo:
Porque es nuestras delicias y consuelo. P e r o , replicó un Quídam : no lo apruebo:
N o se juzgue muy fuera Si usted quiere encontrarla,
Del caso decir esto, T o m e usted rumbo opuesto;
Pues, en la Fabulilla Vaya usted rio arriba,
Siguiente , se habla de una q u e , en el seno Pues, por veloz que sea, y por violento,
De un caudaloso rio, El curso de este rio,
Halló su fin funestó. Qualquiera cosa apuesto,
Buscando su cadáver A q u e , contra corriente,
Iba el M a r i d o , para hacer su entierro. Su natural contradictorio genio,
Gentes se paseaban, Sin d u d a , la ha llevado.
11?
— Pero chanzas dexemos. :
FABULA XIV. b .
N o digo yo que sea r • 'i r r: > H" • •r . pr.r ti T
EL GATO r EL RATON VIEJO.
Inseparable del hermoso sexo
Este humor f m a s , afirmo, _>n un libro de Fábulas, presumo
o Ci
Que la que con tal genio Haber leido una v e z , que cierto Gato, H *
Nace , y no se corrige, Valiente con extremo, (que podía O
Con él acabará 5.,contradiciendo, Con propiedad llamarse el inhumano
m
En obras y en palabras Atila de su especie) maltrataba m
Hasta el ultimo aliento, Con el mayor rigor á sus hermanos.
h.
( Y aun des pues, si es posible,) Este exterminador Gato (Cerbero
Quanto se diga ó h a g a , malo ó bueno. En realidad ) había propagado,
Una legua en contorno, el miedo y sustos. -plf
¿•¿ni!'
¡t 'I
Por fin, él se propuso , temerario,
ll!
Despoblar de Ratones rodo el orbe,
Porque le parecía , que era caso
De ninguna importancia, el ir haciendo
Continuos ratoncidios T a n t o el pasmo
Era de los Ratones, q u e , ni uno,
Osaba presentarse al descampado.
Al señor m i ó , pues, le apretó el hambre^
TOM.I. R
1

Y le inspiró un arbitrio , bien extraño. Volvió el picaro á urdirles nuevo engaño.
Las uñas de los pies, en un madero Se enharinó la bestia, como pudo,
Clavó: se desprendió , y quedó colgado, Y , en u n r i n c ó n , fingiendo que era saco,
4« , ° ,
C o m o muerto Los pobres Ratoncillos Se puso. — i Que era ver toda la gente
Creyeron, al mirarle (y se alegraron) Menuda , con descuido, rodearlo!
Que era justo castigo de su crimen. Su destrucción buscaba. — Pero un viejo
Todos ellos estaban esperando, Ratón-, camandulero, gran, bellaco,
Reir mucho en su entierro.—En conseqüencia, Fue el que solo se abstuvo, por cautela,
Entraban y salían , con descaro, De aproximarse a exercitar su olfato.
Algunos: asomaban el hocico Era soldado antiguo, q u e , en un choque,
O t r o s , y muchos de ellos, poco cautos, Perdido había la mitad del rabo:
Se estaban muy serenos ] Qué tragedia l Gritó desde sii nicho , con denuedo,
Súbitamente revivió el colgado: Al general valiente de los Gatos:
Soltóse de la v i g a , y (¿quién lo duda ?) "Amigo , todavía me malicio
Cayó de pies, como hace todo Gato. Alguna nueva treta: enharinado
Acometió ligero á los Ratones^ Estás: ya te conozco, y te aseguro,
Y atrapó á los mas sincéros y tardos: Q u e á tí no me arrimara, aun siendo saco
Este es ardid de guerra , les decía, Verdadero.,,— Prudente se portaba,
Todos iréis c a y e n d o , sí, cuitados. C o m o Ratón can experimentado.
Bien les profetizaba. De allí á poco, Por práctica sabía, que era médio,
Para vivir seguro, vivir cauco. I c' ' Í 7 Y puso como a b a b o l a ; -
rsrx i ' » . f ! o
Al cabo de una porcion
fO IO.IX J t JÜJ33G iJOTttlfefiíja3C De dias , escuchó ruido,
^I . . . £Í £ Í X ) 3 33V ¡fcfó 3 u P ; — .G?OÓ 3Z Y probó'á.esapárse-pór:¡ sim o J
FABULA XV. á M m m El mismísimo agugero,
LA COMADREJA, Que franca entrada la dio.
que e n t r o e n u n a d e s p e n s a « N o pudo pasar de gordaj
JjbStfíO 30q O V D t t d f i 32 CÍG2 3 í i p Í 3 3 Í J Í
t
Pero hizo la reflexión
JL/a señora Comadreja, D e si, por ventura , aquel
En una despensa entró, Sería el portillo, ó no.
Por un estrecho agugero. Finalmente , vio que sí,
D a b a , cierto, compasión, Y vio t a m b i é n , con dolor,
Ver lo escurrida y enferma Su pérdida inevitable.
Que estaba, quando allí entró. Acechábala un Ratón,
Ya se v é , c o m i ó , á su antojo, Y al mirarla en tal apuro,
Quanto quiso. Sabe Dios, La dixo: "quando usté entró,
Las canales de tocino, . N o tenía usted la panza
Las morcillas, y el jamón, T i r a n t e , como un tambor:
Que se comería. — En fin, Usted , a m i g a , entró flaca,
Ello f u é , que se llenó, Y hambrienta, en esta mansión:

/
Es menester Igualmente
Salir flaca.,, — Bien sé yo, . .- * t020isb0q lona?. t eoV
Que se ha dicho , á mas d e quatfo, LIBRO QUARTO.
cntmia te <m, ^fS8Kfif¿ a eÍ3i3ijp
Lo m i s m o , ea tal ocasioñ. ,
: FABULA PRIMERA.
dffH¿ifrj¿ifri 13
_,b.\i d ;,brn!>'3 roncil SIJQ EL LEON ENAMORADO.
ühiog si) gjpucj u'A - 4 3 f T í b ; Pob i3cI)
noixofioi üí osírl U n L e ó n , de ilustre cuna,
Í3íipÉ pMijfifóv ioq t h sCI Atravesando un prado , encontró á una
•O'i o t o,!iJjoc| b £?ts2 Gentil Pastora. — D e ella enamoróse,
i cr un «íCíeki3üp ai-/ . DanornknH Y á pedirla atrevióse
t io!oh roo , cmluftim oiv Y Por muger. — Bien quisiera -r
•o ..dldaiv&fii• uZ Otro yerno su padre , que no fuera
cno?ü>i n« ¿jádürbooA T a n terrible. Muy duro se le hacía
tOiycpíürh? ¿fem^at k ' Y Conceder la demanda > pero vía
coiH!2 hz : obtisup* oxih f;J T a m b i é n , que era arriesgado
¿;ST1£C] d 1:3320 £11133 O'A Negársela.— Con ánimo doblado,
rtoám&i tas omm < s m n i T (Temiendo disgustar á tal amante)
Que ¿~kéhU Le dixo así " Es constante,
&oiítt$cn na ¿ .«nandffi/jd Y Que mi hija es delicada,
Es menester Igualmente
Salir flaca.,, — Bien sé yo, • . :t * t02013b0q 10fÍ3?. t eoV
Que se ha dicho , á mas de quatfo, LIBRO QUARTO.
cntmia re <m,^fS8Kfif¿ a eÍ3i3ijp
Lo m i s m o , ea tal ocasión. ,
: FABULA PRIMERA.
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i cr un «íCíeki3üp o i v . s j n s f n k n r l Y á pedirla atrevióse
t io!oh ROO , cmluftim oiv Y Por muger. — Bien quisiera -r
•o ..dldaiv&fii• ij2 Otro yerno su padre , que no fuera
cno?ü>i n« ¿jádürbooA T a n terrible. Muy duro se le hacía
TOIYCPÍÜRH? ¿FEM^AT Y Conceder la demanda v pero vía
thmr; h z : obtisup* oxih f;J T a m b i é n , que era arriesgado
Jísnscj 1:3320 £11133 014 Negársela.— Con ánimo doblado,
ríoámgimú omos < s i n n i T (Temiendo disgustar á cal amante)
Que s s ¿ ~ k é h U Le dixo así " Es constante,
&oiítt$cn na ¿ .«nsndffujd Y Que mi hija es delicada,
Medrosa f y apocada: Que tres perros, ó d o s , que le azuzaron,

V o s , señor poderoso, Al punto le vencieron,

Teneis fetotes uñas: s i , amoroso, Y de infamia y vergüenza le cubrieron.

Quereis acariciarla, Quien entrada te da , sin resistencia,


Tirano amor , expone su prudencia.
InvolqifcáíálMrfeitómaiial U S A Í
íik na<
Podréis. Si no ^
(Perdonadme este arrojo)
O í l S D b 2JJÍ1Ü 3 ü p t 3 f j p OÍ.OÍTI OÍS
D i r é , que fuera bueno iros limando,
F A B U L A II. irl
Poco á poco , las uñas, y arrancando,
Con suavidad , los dientes. De este modo, EL PASTOR Y LA MAR.
Se compagina todo: ozoiva-nj; janósq £ Y
Serán vuestras caricáabjup naiH — .isgurri IOI
u n vecino de* Amphitrke,
De mi hija las delicias,
Vivía muy satisfecho,
Y en su correspondencia,
Con lo que le producía
Conseguiréis cabal la complacencia.,,
Su ganado. Si pequeños
Convino el León gustoso.
Eran sus haberes , eran
(;Tan ciego le reñía su fogoso
Bien seguros, por lo menos.
Delirio!) Le quedó desempedrada
En fin , los grandes tesoros,
La boca, y embargada '
Que continuamente viendo
De sus uñas la acción. — T a l le pararon, * La Mar, llamada así, como muger de Neptuno,iíH
TOM.I. . S

«Otf.
I33 i 39
Descargar sobre la playa Me manifestáis el rostro:
Estaba, le seduxéron, Ya vuestra intención comprendo:
Hasta tentarle á vender Dirigid vuestros halagos
El rebaño. En el comercio A otro , porque mi dinero
Se introduxo, y arriesgo, N o se volverá á enterrar
Sobre el agua , su dinero, En vuestro inconstante seno.,,
Que pereció en un naufragio', Conviene que á la ambición,
De modo que,el que antes dueño Gratos oidos no prestemos:
Era de un h a t o , se vio • M a s , que de mil la esperanza,
Reducido al duro extremo, Vale asegurado un peso.
. /.i A •. ¿i^li i. jlOj.iV'. i A ")_•
De ser un pobre Zagal \o:noc 'ío nah >• wp t vaiiS
De otro rico Ganadero.
Á fuerza, pues, de su industria,
FABULA IE.
V o l v i ó , de allí á corto tiempo,
A comprar unas ovejas, LA MOSCA Y LA HORMIGA.
Y un dia , que el manso viento
l o r su mérito altercaban
Dexaba tranquilamente
La Mosca, y la H o r m i g a — E s t a b a n
Llegar las naves al puerto,
Muy coléricas. — Decía
Dixo á las aguas, — "En vano,
La primera : no creería,
Hijas mias, halagüeño
Gran J ú p i t e r , que pudiera Para andar? Dime , cuitada,
Preocupar de tal manera, ¿Te has visto , qual yo , sentada
El amor propio, que un bicho De un Rey sobre la cabeza?
Tuviese el raro capricho, Del pecho de una belleza,
De presumir competencia ¿Has gozado , por ventura,
f Con la q u e , por excelencia, Alguna vez? — Su blancura
1 r I '11: Hija es del ayre. Freqiíento Se aumenta con mi contraste:
Los palacios, y me siento siD Su hermoso pelo , de engaste
* j"
Sobre tu mesa : allí gusto, ZfiM M e sirve, siempre que quiero;
Antes que t u , del robusto kV Y , en fin , quando con esmero
Buey, que suelen ofrecerte, Quiere una dama tocarse,
Para propicio tenerte. Seguro , que de adornarse
w i i Siendo así, tu , miserable Dexe el rostro (si no es tosca)
Sabandija despreciable, Con lunares , que á la Mosca
(Dixo á la Hormiga) ¿te atreves, Remedan. ¿Qué h a y , pues, que diga
Sin el respeto que debes, A esto la señora Hormiga? i>rí.
A ponerte ante mis ojos, Rómpame ahora la' cabeza,
Quando solo de despojos Con su grañero,6<simpleza».;»>
IÍ Infelices, te mantienes, Replicó la Vividora: • J -<
Y apenas aliento tienes ¿Acabó usted ya , señora} I ' :AÍ

I
JHÍ
. 143
Vos freqiientais los palacios;-. Pero, entonces, las Hormigas,
P e r o , en todos sus espacios, Nos c o m e m o s , sin fatigas,
Os maldicen y abominan. El fruto de nuestro afam
Los dones, que se destinan Y , mientras sufriendo están
A los Dioses, la primera Los otros las rigurosas
Gustáis i mas, de esa manera, Intemperies, muy gozosas
Obran siempre los profanos. Vivimos en nuestra cueva,
Tocáis
O de los soberanos
X Seguras de que se atreva
Las cabezas, no lo niego, La fiera necesidad
Pero sé que suele luego, A nuestra tranquilidad,
Vuestra porfía imprudente, (Legítima conseqüencia
La muerte hallar. — Finalmente, De la industria y la prudencia;)
Dexa ese lenguage vano, Os. hace ver esta historia,
Y piensa con juicio sano. Lo que es una falsa gloria,
Las Moscas, y Moscardones, Ó una gloria verdadera.
O I l *' ^
Quédate á Dios altanera,
De hambres, golpes, aflicciones,
Que no quiero malograr
Y miserias, sin remedio,
M i tiempo, pues con hablar,
M o r í s , quando el duro asédio
N o se evita el grave daño
Sufren todos los mortales,
De pasarnos un mal año.
D e los Inviernos fatales;
?44 I4Í
F A B U L A IV.
Y beber bien ; decir chanzas
• V T/f
EL HORTELANO Y SU SEffÓR. A la hija del Hortelano,
Y atrojar por la ventana
U n Hortelano, tenía (Como dicen vulgarmente) IUJU
La huerta bien cultivada, El bodegon. — Acabada
Llena de sabrosas
O frutas, La tal huelga , comenzaron
Y de mil legumbres varias; A dar á la Liebre caza,
Mas una maldita Liebre, Tronchando de los frutales
T o d o á perder se lo echaba. Las bellas fértiles ramas,
Inventó dos mil ardides, Pisando las hortalizas,
Con deseos de matarla;
Y arruinando toda planta.
Pero inútiles le fueron.
Fué la destrucción completa,
Viéndose así, sin tardanza,
Y no consiguieron nada,
Lo notició á su señor,
Porque se quedó la Liebre
Para que lo remediara.
Escondida, como estaba.
Vino éste, y traxo consigo
Para colmo de desdichas,
Criados, y Perros de caza,
Derribaron una tapia,
Y Caballos. — Lo primero Y salieron á caballo,
Que hicieron , á su llegada, Con estruendo y algazara,
Fué almorzar potentemente, Por la brecha (como en triunfo.)
tom.I. x
Resultó , pues, de la caza, Con su dueño , hizo el pobre quanto pudo.
Mayor estrago, que hubieran "¡Cómol (entre sí decía) ; Aquel Perrillo,
Podido hacer , juntas, quantas Solo por juguetón, y pequeñillo,
Liebres tiene el universo. Siempre está con el amo , y con el ama,
Poquísimas veces sacan Y aun d u r m i e n d o , con ellos, en la cama í
Los pequeños mejor fruto, ¡Y y o , triste de m í , continuamente
De acudir en sus desgracias Llevando garrotazos! ¡Qué inclemente
A los grandes: el remedio, Situación! — Y , mirándolo despacio,
Suele ser peor que la llaga. cQué es lo que hace el Gozquillo?—En el espacio
T
' t i
tE£SIUnor! E&l obílüííi 'iri De la sala, ladrar, correr , dar vueltas,
Perseguir á las Tórtolas, que sueltas
. 'j'iqrnóD aoioou uzob t>: a u i Andan baxo las sillas, dar la mano,
FABULA V. Si su ama se la pide , y , muy ufano,
EL ASNO Y EL PERRILLO. Mantenerse sentado, como un Mono
. £ d £ l 2 3 O/TiOO i ¿ h i b n O ' J ¿ 3 Quiero mudar conducta , y mudar tono,
E Pues, si la adulación es la que vale,
1 que necio, y presumido,
De modo la usaré, que, quien me iguale,
Desalumbrado, se mete
N o haya en el mundo.,, — D e esta loca idea
En lo que no le compete,
Preocupado, retoza, y se pasea.
Queda siempre deslucido.
Sucedió, cabalmente, q u e , á otro dia,
Por hacerse l u g a r , un Asno rudo,
T J.MOT
14S 14?
Vio á su amo rebosando de alegría. FABULA VI.
N o pudo contenerse mi Jumento:
LA BATALLA ENTRE LOS RATONES
J u z g ó la ocasion buena.—Como un viento,
y zas comadrejas.
Corrió hacia su señor, fuera de tino,
Y , con pesado afecto, el gran Pollino, L a s dos naciones, Comadreja- y Gata,
Sobre los hombros le plantó sus brazos, Siempre han querido mal á los Ratones,
Dándole, cariñoso , mil abrazos, Y , á no ser por las puertas diminutas,
Envueltos én rebuznos. — " O l a , Mozos, Que usan en su mansión estos señores,
Acudid luego, porque me hace trozos Sufrirían del pueblo Comadreja,
Este maldito Burro, „ gritó el amo. Hostilidades m i l , mil incursiones.
Acuden con garrotes al reclamo, Rata pon ( Monarca insigne
Descargan en los lomos del Pollino, De la nación Rata) vióse
Y vuélvenlo, afrentado , á su destino. Obligado á defenderse,
Porque ultrajaban su nombre
Las cobardes Comadrejas.
Puso un exército enorme
En campaña , y , otro igual,
Pusieron ellas entonces.
Diéronse campal batalla,
Atacándose feroces
lili
JJífif EKj i

i5o 1 5 1
Ambos campos, y cubrieron
Pero á estos (con los adornos,
T o d a la tierra de horrores.
Debidos á sus honores,
Por muchas horas dudosa
De plumages abultados,
La victoria estuvo. El golpe
Sobre ricos morriones,
D e ser vencidos, por fin,
Sin duda con el objeto
Cayó sobre los Ratones. no vJ
De que pánicos terrores,
Fué completa su derrota. Á
En el exército opuesto
Por mas que hiciéron acordes, Se introduxesen) cogióles,
Dos mil proezas los caudillos, Por entero, la desgracia,
\ r
Y que de polvo y sudores Pues en sus habitaciones noj 3i/i
%
Se cubriéron, fuéron vanos N o cupiéron , al entrar QhlJIJJ
Sus esfuerzos. —Retiróse Huyendo de los rigores
El campo Ratón , cediendo Del vencedor enemigo. í id
Del triste hado á los rigores. Esta Fábula nos pone ha
Capitanes y Soldados, A la vista, que el pequeño
Huyeron con pies veloces. Puede de sus aflicciones
Salvóse la triste gente, Librarse dichosamente; 3ljO

Pero no a s í , los señores. Pero los grandes señores, LJ ijpl 1


Aquellos entrar podían, En su mismo ensalzamiento,
Sin estorbo , e n sus mansiones*» Suelen hallar sus prisiones.
•I l i s
1
S1
Que era hombre. —Presumiendo
FÁBULA VII.
Iba el X i m i o , de modo , que qualquiera,
EL MONO r Y EL DELFIN. , y Que á una cierta distancia lo advirtiera,
-'^Oí; • : - - • ; r •«
Le hubiera equivocado
E r a , entre Griegos, uso inveterado,
Con aquel celebrado
Llevar todo navio tripulado
C a n t o r , á quien la fama,
Con M o n o s , Perros, y otros animales.
Por su destreza , aclama.
A los irracionales,
Pero antes de ponerle
Que viajaban en u n o , la cruel suerte
En tierra, quiso hacerle
Preparó dura muerte,
Varias preguntas el Delfin. — E l Mono,
Mezclada con mil penas,
Con orgulloso tono,
Pues naufragaron muchos junto á Átenás.
Respondió, ponderando
N i uno hubiera evitado su exterminio,
Su influxo y alianzas, combidando,
Si los Delfines , ( c o m o dice Plinio)
Con su alta protección, y útil sufragio,
Del hombre apasionados, no se hubieran
Al que le libertaba del naufragio.
Empeñado en su auxilio. — Tantas eran
Burlábase el Delfin (era prudente)
Las confusiones en aquel fracaso,
De tanta vanidad impertinente.
Que hasta logró salir de aquel mal paso,
Volvió el rostro por ver á quien llevaba,
Cierto Mono atrevido,
'>rrK»ffI «>}CI£t?0 ol/í
A quien inadvertido * Arion , libertado del naufragio por u n Delfín : véase á He
rodoto 1.1.
Salvó un Delfin , creyendo
TOM. I . V
154
Y quando imaginaba, Que buen monton de pesetas
Que era un hombre formal, vio, con asombros, Gastadas con él llevaba,
Que conducía á un Ximio vil en hombros. En continuadas ofrendas,
Dexó caer al agua Y Bueyes sacrificados,
A la bestia , que tal engaño fragua, Coronadas las cabezas
Y volvióse ligero, De guirnaldas.—Jamás hubo .
A libertar á un hombre verdadero. Simulacro, que tuviera
Tanta adoracion y aplauso,
_. -
N i que diese menos muestras
• -5» • • «fr + <- -fr -5- • -5- -i- + + *
De gratitud al obsequio
o
tno.M 13—
, .jinitjQ fs zcintrosiq zeíisV
FABULA VIII. De su adorador : ni herencia

EL HOMBRE Y EL IDOLO. T u v o , ni al juego ganancia,


Ni: vio , en fin , la mas pequeña
ierro Pagano , tenía Demostración. — A l contrario,
U n ídolo de madera Apenas hubo tormenta,
En su casa, de estos Dioses, Que no causase perjuicios
Q u e , aunque se les ven orejas, En sus viñas, ó en sus huertas.
Son sordos. — E l tal Pagano, Pero , á pesar de todo esto,
N o ostante , muchas grandezas Con la misma reverencia
Del esperaba.—En verdad, Trataba ai ídolo. — En fin,
, ' V .I.MOT
154
Y quando imaginaba, Que buen monton de pesetas
Que era un hombre formal, vio, con asombros, Gastadas con él llevaba,
Que conducía á un Ximio vil en hombros. En continuadas ofrendas,
Dexó caer al agua Y Bueyes sacrificados,
A la bestia , que tal engaño fragua, Coronadas las cabezas
Y volvióse ligero, De guirnaldas.—Jamás hubo .
A libertar á un hombre verdadero. Simulacro, que tuviera
Tanta adoracion y aplauso,
_. -
N i que diese menos muestras
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De gratitud al obsequio
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F A B U L A VIII. De su adorador : ni herencia

EL HOMBRE Y EL IDOLO. T u v o , ni al juego ganancia,


Ni: vio , en fin , la mas pequeña
ierro Pagano , tenía Demostración. — A l contrario,
U n ídolo de madera Apenas hubo tormenta,
En su casa, de estos Dioses, Que no causase perjuicios
Q u e , aunque se les ven orejas, En sus viñas, ó en sus huertas.
Son sordos. — E l tal Pagano, Pero , á pesar de todo esto,
N o ostante , muchas grandezas Con la misma reverencia
Del esperaba.—En verdad, Trataba al ídolo. — En fin,
, ' V .I.MOT
De que no correspondiera Mas desdichas y miserias
A sus ruegos, se cansó. Me han afligido. — Bien hice
T o m ó una tranca, y , con ella, De haber mudado sistema.,,
Le hizo quatro mil pedazos;
Y , entonces, (iquién lo creyera!)
Dio de sí cantidad de oro. '.oi?i) nosswt .

" í Q u a n d o acumulaba pruebas FABULA IX.


• . L . ^ ' T
De afecto y veneración,
EL GRAJO
Dixo al I d o l o , qual piedra ' f i í j -'d V. ••• • f í * " 1c Pj ra f
vestido con zas plumas d e l f a b o r e a l .
T e mostraste i ¿ Por qué así l
Vete de mi casa apriesa, S e hallaba una vez de muda,
Y busca nuevos altares, Cierto hermoso Pabo Real,
Donde holocaustos te ofrezcan: Y , abrazando ocasion tal,
Semejante eres, en todo, U n Grajo , ninguna duda
A los de dura mollera, T u v o en vestir su persona
Y de tosca educación ouQ D e las plumas desprendidas,
De quienes, por experiencia, Que halló por tierra esparcidas.
Se sabe , que solo el palo —Verificó la intentona,
Consigue algún fruto : mientras Con su usurpado plumage,
Mas dones te he presentado, De introducirse, corriendo,
Entre los Pabos , creyendo
Hacer un gran personage. EL PALO FLOTANDO SOBRE EL MAR.
N o faltó, entre ellos, alguno,
Que le conoció muy bien; C i e r t a s gentes, se estaban divirtiendo
Y , entonces, el parabién A la orilla del m a r , y divisaron
Le fueron dando , uno á uno. De lejos, un objeto que, á sus ojos,
Con m o f a , escarnio y desprecio Era un navio de setenta : al cabo
Le pusieron de tal m o d o , De unos instantes, ya les parecía,
Q u e , con sus plumas y todo, Que era solo un xabeque ; luego un barco;
T u v o que ampararse el necio Y , ai arrojarlo el mar sobre la arena,
Del auxilio de sus gentes, Con admiración vieron que era un palo.
Cuya acogida fué mala, iQuánto hay de esto en el m u n d o ^ que podría
Pues le enviaron noramala, Aplicarse este cuentoI — Causan pasmo
Negando ser sus parientes. Muchas personas, vistas desde lejos,
Con los trabajos ágenos, Y , miradas de cerca, causan asco.
Grajos, con manos y pies, c - :
•••1- cü .iy li'J< c*Ji jí jj,i I? >/-

Se.visten : dicen que esto es


Ser plagiarios, quando menos.
16o

En n a d a r , porque tuvo mal maestro.


EL RATON Y LA RANA. N o fué , para la R a n a , inconveniente.
U n Junquillo arrancó inmediatamente,
U n R a t ó n , bien nutrido y corpulento, Y ató (sin-reparar en pataratas)
Q u e , ni quaresma conoció, ni adviento, A mi Ratón por una de sus patas.
Se estaba recreando á las orillas Arrojáronse al a g u a , en conseqiiencia,
De una Laguna. — R a n a s , en quadrillas, Y , entonces, la bribona , sin conciencia,
Salieron á mirarle con descoco: E m p e z ó , con esfuerzos repetidos,
Acercóse una de ellas, poco á poco, (Despreciando los ruegos y gemidos
Y le dixo en su lengua : "ven conmigo, Del R a t ó n ) á tirarle á lo profundo
Que te quiero obsequiar, mi buen amigo. De la laguna N o hay en este m u n d o
El Ratón aceptó, sin mas rodeos, (Decía la golosa) otro bocado
Porque ella le avivava los deseos, Mas sabroso. — El R a t ó n , desesperado,
Contándole del baño las delicias, A los Dioses clamaba por justicia;
Y el gusto de viajar por las provincias Pero ella se mofaba con malicia,
v-; •
Aquáticas, con otras mil rarezas,
Reduplicando esfuerzos y tirones,
Q u e , mezcladas con juegos y ternezas,
Para oprobrio inmortal de los Ratones.
A sus hijos, despues, contar podría.
Entonces, un M i l a n o , que se hallaba
U n a cosa, no m a s , le detenía
Sobre el lago v o l a n d o , y que miraba
Al Peatón, y e r a , ser muy poco diestro
Las duras agonías del pobrete,
TOM.I. x
16z
Se abate á la l a g u n a , y acomete Q u e , á carrera tendida,
A la R a n a , llevándose, con ella, N o era fácil cogerlo;
El lazo y el Ratón. — i Conquista bella Recurrió á la destreza
Dixo el Milano :1o conseguí todo:- Del H o m b r e , quien un freno
Carne y pescado tengo de este modo. Le puso, y , dando un brinco,
El mas bien urdido engaño, M o n t ó sobre él ligero:
Puede perder á su autor, Le aplicó las espuelas,
C o m o el prevenido d a ñ o , Y partió c o m o un viento,
Recaer sobre su inventor. Sin dar un solo instante,
;
"óbtttifea el k shrin l iftór/I IsQ Para tomar aliento,
A l Caballo , hasta el logro
Conseguir de que muerto
Viese á su antagonista.
Finalizado ya esto,
Dio á su bienhechor gracias
El Caballo, diciendo:
T u v o una diferiencia, Quedo á usted obligado:
Con un ligero Ciervo, A m i g o , á Dios. — " Y o creo,
En el c a m p o , un Caballo. Le dixo el H o m b r e entonces,
Quiso vengarse, y viendo. Que admitirte podemos
i¿4 16 5
Entre nosotros. Vaya, FABULA Xni.
I i • j f J *T"
T e quedarás: preveo,
LA RAPOSA Y EL BUSTO.
Que hemos de hacer buen uso
De t í : yo te prometo, E r a s e un busto hermoso,
Que serás' bien tratado, Mayor que el natural: lo primoroso
Y que tendrás empleos De su fina escultura,
Decorosos.,, — El pobre La Raposa alababa. — i Qué figura
Caballo vio su yerro, T a n preciosa! decía, i Qué cabezal
Y que , para enmendarle, Para ser un prodigio de belleza,
N o le quedaba tiempo, Solo la falta el seso.
Pues la caballeriza, ¡Quántos hombres hay bustos, según esol
Pesebre y atadero, -r i)\ • \ £n3E£ü3ri03 ovO
T o d o dispuesto estaba.
Por fin , murió sirviendo, £Ofli,ki £l£f| £f!tí 3 j j p f]

Cargado de miserias, FABULA XIV.


:
Y de alifafes lleno.
EL LOBO, LA CABRA Y EL CABRITO.
Por muy grandes que sean los placeres
De vengarse, son caros, si el supremo A . n t e s de ir á pacer, quiso una Cabra
Bien de la libertad , á costar llegan;, Decir á su Cabrito una palabra.
Pues, sin é l , los demás son bienes muertos. Mira , hijo m i ó , no abrirás la puerta,
166 1 6 7

Sin esta señal cierta: Porque es raro en su especie patas blancas.


T e han de decir : reniego de la casta Viendo sus tretas mancas,
De quantos Lobos hay. Con esto basta. El g l o t o n , se marchó como se vino.
Pasaba, cabalmente, ; Qué mísero destino
El Lobo á la sazón : distintamente Tenido hubiera el C h o t o , si al malvado
La contraseña oyó. Cogióla al vuelo, Crédito fácilmente hubiese dado í
Y en su memoria la retuvo. (El cielo Las muchas precauciones,
Libertaba al Cabrito.) Quando el Lobo Suelen no estar de m a s ,
Vio salir á la C a b r a , intentó el robo.
Llegó con voz suave al. Cabritillo,
Pidiendo que le abriera : el picarillo
O y ó la contraseña XV.
De la boca del Lobo m a s , se empeña EL LOBO, LA MADRE Y SU HIJO.
En que una pata blanca
Le ha de manifestar , si quiere franca O y ó un Lobo , cierta vez,
La entrada : no era bobo Llorar á un niño muy tierno,
Este tal Cabritillo : siendo Lobo Y que su m a d r e , enojada,
El pretendiente á entrar, la circunstancia Le amenazaba, diciendo,
Que pedídole había, Que le entregaría al Lobo.
Luego le descubría, Este , loco de contento,
T u v o de un Mastín famoso,
Dio mil gracias a los Dioses,
Con su gran collar de hierro,
Por can próspero suceso.
Quien le dixo: " a m i g o mió,
Calló el niño de temor,
o ¿Qué busca usté aquí?,, — Al momento,
Y su madre , entre mil besos,
Le refirió todo el caso,
Le decía: no , hijo mió,
Constreñido por el miedo.
N o te comerá: en viniendo,
La m a d r e , que lo escuchó,
Lo mataremos á palos.
Dixo al Lobo : pues, perverso,
Quedóse mi Lobo muerto,
< T e pudistes persuadir,
De oir mudanza tan notoria:
A que criaba á mis pechos
Y acercándose: ¿ qué es esto ?
•• / i i i Al hijo de mis entrañas,
Dixo a la madre: < no hay mas,
Para saciar, con sus miembros
Que ya quiero, ya no quiero ?
Delicados, tu hambre fiera ?
cAsí se tratan las gentes
Morirás. — M u r i ó , en efecto,
C o m o yo? ¿Qué? ¿Somos negros?
Y su cabeza colgáron,
D e x a , dexa , que algún dia
A la puerta , por trofeo.
Venga al monte ese muñeco
N o se debe á los enojos
A cazar , q u e , por mis barbas,
De una madre , dar asenso.
Que él lo pagará. — Diciendo,
Y amenazando, salió
' De la casa, y el encuentro
TOM.l,
FABULA XVII.
rf . .. .1., rrfwnr.'K --,} V í^irlmnd POÜftá*
SENTENCIA DE SOCRATES. EL ANCIANO Y SUS HIJOS.
oíi.oxh UTOÍ-ÍIO no^ t off,o3 2131 >V
Sócrates una casa fabricaba,
T o d o poder es débil, dividido.
Sobre la qual mil críticas le hacían;
Merece ser oido
Unos hallaban su interior indigno
El esclavo de Frigia, en este asunto.
De un personage tal: y otros, muy chica
U n V i e j o , que ya á punto
La juzgaban. iQué casa! (le dixéron)
Se hallaba de espirar , los ojos fijos
; V a y a , que es en extremo reducida!
En sus amados Hijos,
;Pluguiese al cielo , Sócrates les dixo,
Les habló así " T o m a d estas saetas,
Que, asi como es, la viese , por mi dichay
Que atadas, y sujetas,
De amigos verdaderos llena toda!
Forman un f a j o : veamos
\ Qué bien aquel Filósofo decía!
Si lo podéis r o m p e r : la prueba hagamos.,,
Es la palabra amigo , muy corriente;
H i z o , para lograrlo, lo posible
Mas la amistad , es rara y peregrina.
El m a y o r ; pero vio que era imposible.
Ensayólo el segundo ; m a s , en vano.
Siguió el tercer hermano;
Y , en fin , siguiéron todos,
Tentando varios modos
De conseguir el fin : en ello insisten;
FABULA XVII.
rf . .. .1., rrfwnr.'K --,} V í^irlmnd POÜftá*
SENTENCIA DE SOCRATES. EL ANCIANO Y SUS HIJOS.
oíi-oíh ÉKIFÍTD no^ t orí,02 2101 >V
Sócrates una casa fabricaba,
T o d o poder es débil, dividido.
Sobre la qual mil críticas le hacían;
Merece ser oido
Unos hallaban su interior indigno
El esclavo de Frigia, en este asunto.
De un personage tal: y otros, muy chica
U n V i e j o , que ya á punto
La juzgaban. iQué casa! (le dixéron)
Se hallaba de espirar , los ojos fijos
; V a y a , que es en extremo reducida!
En sus amados Hijos,
;Pluguiese al cielo , Sócrates les dixo,
Les habló así " T o m a d estas saetas,
Que, asi como es, la viese , por mi dichay
Que atadas, y sujetas,
De amigos verdaderos llena toda!
Forman un f a j o : veamos
\ Qué bien aquel Filósofo decía!
Si lo podéis r o m p e r : la prueba hagamos.,,
Es la palabra amigo , muy corriente;
H i z o , para lograrlo, lo posible
Mas la amistad , es rara y peregrina.
El m a y o r ; pero vio que era imposible.
Ensayólo el segundo ; m a s , en vano.
Siguió el tercer hermano;
Y , en fin , siguiéron todos,
Tentando varios modos
De conseguir el fin : en ello insisten;
172.
Pero unidas las saetas, se resisten. Bienes en abundancia*, mas notaron,
"Flacos hombres, (les dixo el Padre anciano) Con bastante disgusto, cODOl £
;
\r • como
Vereis ' • mano,
, con esta enjuta Que no libres de susto,
Las troncho.,, — Se miraron , y sonrieron, Podrían disfrutarlos,
M a s , de allí á poco , vieron, Por ser muchas las deudas. — A insultarlos
Que desatando el nudo, Viene un acreedor; luego , un vecino:
Romperlas, una despues de otra, pudo. Mas ellos, con gran tino
"Ya veis., hijos, les dice, los efectos Se manejaban , dando , siempre juntos,
De la buena concordia : sed perfectos, Unánime respuesta á los asuntos.
Y vivid siempre unidos, El amor les unió : los intereses
Que así nunca os vereis acometidos.,,- Fueron la causa de que , a pocos meses,
N o mudó de discurso, Se separáran. —Vuelven al J u z g a d o
Mientras le duró el mal; y ya que el curso Los acreedores: manda dar traslado
De su vida acababa, en lastimera A las partes contrarias. — Y como éstas
V o z , por la vez postrera, Estaban tan opuestas,
Que en paz viviesen, juntos, como hermanos, De pareceres encontrados fueron.
Pide á sus hijos: bésanle las manos, De modo que perdieron,
Con lágrimas de a m o r , y muere luego. Por sus odios, los bienes heredados:
Juraron todos, que el paterno ruego Viendo los porfiados,
N o habían de olvidar. — E n f i n , hallaron Con mucho desconsuelo,
-
174
Que su padre, que estaba ya é n e l cielo, T u v o el atrevimiento
Profetizado á todos les había, De examinar á Apolo,
Lo que su división produciría, Diciéndole : " i respira, ó está muerto
Con el símbolo, propio y adequado, Lo que escondo en la mano?,,
Del fajo de las flechas desatado. —Es de saber, que el necio
:onn;r/ nu c ojpuí ; lobsaiD^ nu snaiV A un Gorrion traía
- OLip iiOD Í^oíb cá : Abarcado, con dos malos objetos:
l a ^ q r m i g < ofrci£b\<n£cm^nr>m Con el de sofocarlo,
FABULA XVIII. mmkiW O con el de ponerlo
/ En libertad, conforme
-EX ORACULO Y EL IMPIO.
La respuesta que diese el Dios de Délo.
• . t352!?ril.20D0q s o p í o b XgíJ/iD L¡ fiO'i')lj:I
Penetró fácilmente
i retender en la tierra,
Apolo sus intentos,
Engañar á los cielos,
Es locura colmada. Y respondió al Impío:

Porque del corazon lo mas secreto, "Muéstrame ese Gorrion, ó vivo, ó muerto;

Patente está á los'Dioses.: Y no presumas, loco,

Quanto hacen , malo ó bueno, Sacrilego y perverso,

Los hombres, á su vista Engañar á quien rige,

Lo hacen , aunque se oculten en el ceñtro Y ve , de una ojeada, el orbe entero.,,

Del abismo. — U n Pagano,


O '
Se desespera , se araña,
Con la mano el cielo toma.
Pasó, á la sazón, un Quidam:
— ¿Qué es lo que así te acongoja?
Me han robado mi tesoro;
La posesion de la cosa.
— ¿ T u tesoro? ¿De qué forma?
Bien l o da á encender Esopo
¿ D o n d e ? — J u n t o á aquella piedra.
En la subsiguiente historia. -
— ¿ A c a s o , estábamos ahora
U n A v a r o , sus dineros,
E n guerra, para ocultarlo
Su corazon, y sus joyas,
D e ese modo? ¿ N o era cosa
A un mismo tiempo enterro-,
Mas regular , que guardado
Y desde entonces la ronda,
Lo tuvieses en tu alcoba,
Practicaba noche y dia,
De donde hubieras podido,
Sin ninguna excepción de horas.
Con facilidad notoria,
Observóle, por su mal,
Ir sacando , para el logro
U n malévolo , y le roba,
D e tus gustos, á toda hora?
Cierta n o c h e , su tesoro.
_ ¿A toda hora? ¿Qué pronuncias?
Quando rayaba la aurora,
¿Pues q u é , no hay mas? ¿Qué? ¿Se cobra,
Fué el miserable á su puesto,
Con la misma ligereza,
Pero solo encontró la hova.
j Q u e se gasta , y se malogra?
TOM.I. z
N o , a m i g o , nunca he tocado Permitidme aquí oculto,
A mi tesoro. — Pues, ahora:
Donde libre estaré de todo insulto:
Si nunca has usado de él,
Y o os ofrezco mostraros
< De qué te afliges y lloras?
Sotos , donde podréis de yerba hartaros:
Pon piedras en su lugar,
Creo que este servicio,
Pues, para t í , tanto monta.
Recompensara, en parte , el beneficio.
¿•ibejp^ h oüñ u i — i obaóQ * Confirieron los Bueyes un momento,
• • + • * + +-> * + + + + + + + +++^
Y , al fin , prestaron su consentimiento.
A lo ultimo se mete
FABULA XX. Del establo el pobrete.
EL OJO DEL AMO. Y allí respira un tanto
De su afan y quebranto.
D e un establo de Bueyes, á ampararse Allá al caer de la tarde, yerba fresca,
F u é , una v e z , cierto Ciervo , por librarse Con algazara y gresca,
De una persecución. —Ellos atentos
( A l ivio regular de sus afanes)
(Pasados los precisos cumplimientos) Traxéron á los Bueyes los Gañanes:
Le advirtieron buscase otra morada, Mas de mil vueltas diéron
D o n d e , mejor guardada, Por el tinado; pero dél saliéron,
Su persona estuviese de enemigos. Sin que , del Ciervo oculto,
Hermanos, dixo el Ciervo, y mis amigos, Hubiesen atisvado cuerno, ó vulto.
i 8o
Quedó muy consolado Estaban.. "«Tanto os cuesta,
El Ciervo, esperanzado Les decía , tener aseada esta
En que , á la madrugada, Pajera?< Os faltan mañas
Quando saliesen á su acostumbrada Para quitar el polvo y telarañas?,,
Labor las yuntas, escapar podría T o d o lo recorría con viveza,
Entre la confesión. — Le comprendía Quando advirtió, que había una cabeza
Su pensamiento vano, Mas de las ordinarias;
Cierto Buey , quien , rumiando, dixo: "ufanó Atisvó veces varias,
De tu fortuna te contemplo-; pero Y , al fin , conoció al Ciervo, v
'
Yo , entre m í , considero, Que fué de su hado acervo,
Que mientras la revista Víctima desgraciada. — Le mataron;
N o haga el Aperador, (á cuya vista Luego le desollaron,
Nada se oculta) corres, ciertamente, Y , despues, le comiéron
Mucho peligro. N o ligeramente En un convite, que, para ello, hiciéron.
T e vanaglories todavía , hermano.,, * Fedro, sobre este asunto,
Entró el Aperador, y , por su mano, Dice punto por punto,
Fué en todos los pesebres removiendo Con energía y gracia,
La yerba , y reprendiendo Que no hay , para mirar con perspicacia,
A los Mozos, lo muy mal colocados Como el Ojo del Amo ; mas, no ostante,
Que los yugos y arados »úlBljns obs'mznoo fid ¿on , v;r:ou:v slr isí £l íoí *
* Excelente Autor de F á b u l a s , que escribió en verso latino.
182,
Yo doy la preferencia al del amante. Del amor olvidada , mas de media
Si no -;b 13033 < ibaL ZaJ Primavera dexó pasar, sin irlas
A buscar; pero viéndose, de pronto,
Por la naturaleza compelida,
Se afanó en imitarla, siendo madre.
Construyó el n i d o , pues, á toda prisa»
sus h i j u e l o s , r e l dueño d e Puso A cobo , sacó una gran pollada,
Y tuviéron principio sos fatigas.
E s proverbio c o m ú n , solo á tí propio
Del contorno los trigos maduraron,
Te aguarda. — De este m o d o , lo acredita
Antes que sus Polluelos la comida
Con claridad *Esopo. —Nidos hacen
Buscar pudiesen por sí mismos. Llena
(Estando verde el trigo todavía)
;J De pesares, la A l o n d r a , se encamina
Dentro del las Alondras ; quando todo
Y A traer el alimento á sus hijuelos»
La gran Naturaleza vivifica,
Pero antes les encarga, "que en continua
Y todo ama y pulula i los marinos
Centinela esten siempre , y que los oidos
Monstruos bajo del agua ; en las campiñas
T e n g a n alerta , á ver qué determina
Las Aves, y los Tigres en los bosques.
El dueño de la hacienda, si viniere;
Una Alondra, por fin, de las delicias
P u e s , con respecto á ello , se obraría

, q u e nos ha conservado en latín


En punto de mudanza.,, — A poco rato,
De haber dexado el Ave á su familia,
184 m
Llegó, con su hijo , el A m o de la siembra. Pero a h o r a , sosegaos, hijos míos,
"Ya están maduros estos trigos: insta, Y comed lo que os traigo.,,—Se apaciguan, od
Dixo el padre, que vayas avisando C o m e n , y todos juntos se adormecen.
Los amigos, á fin que , al ser de dia, Llegó la aurora del siguiente dia,
Con sus hozes concurran , y en la siega Y , ni uno , pareció de los amigos
Nos ayuden.,,— Las pobres Avecillas Convocados. — La Alondra , muy tranquila,
Pusiéronse á temblar. — Vuelve la madre, Se ausentó. — Vuelve el Amo de las tierras
Nota la turbación de su familia, Con su. hijo: "á la verdad que no debía
Y ve que todos juntos la rodean, Estar etv pie esta mies- (dixo enojado:)
Diciéndola pasmados: "madrecica, ;Mal haya la pereza, que domina
Ya llegó nuestro fin : mañana mismo, A todos mis amigos! Acudamos
Quando la aurora raye , una quadrilla A nuestra parentela con la misma
Vendrá , con el señor , á hacer la siega, Petición.,,—Mas que nunca los Polluelos,
Porque ha encargado á su hijo , que les diga Al oir estas palabras, se horrorizan.
A todos sus amigos, que con hozes . " M a d r e , la dicen, ahora sí que es tiempo
Concurran á ayudarle, al ser de dia.„ D e escaparfcmire usted, que al hijo envía •
"Si no hay mas que eso, (replicó la Alondra) Con un recado á sus parientes.,,— "Nada
N o tenemos que darnos tanta prisa: Debe darnos cuidado , les replica
Mañana es quando importa estar alerta, Su madre.,,— Dixo bien , pues nadie vino.
Y escuchar, con cuidado, lo que digan: Vuelven tercera vez, y hallan la misma
TOM.I. AA
18 6
N o v e d a d , hijo y padre: entonces éste
Le dixo á su heredero: " h a sido indigna
T o d a la confianza que tuvimos: LIBRO QUINTO.
'»Pobre del h o m b r e , que en el hombre fía! tfilpnfiCn sb oilirólo iM
A ninguno aguardemos: no hay pariente, { Y FABULA PRIMERA.
N i hay amigo m e j o r , q u e nuestras mismas .
EL LEÑADOR Y MERCURIO.
Personas. Hijo mió , no lo olvides. ¿
a£dbi 2ÍM .fibnsiq rus o J
Sabes ¿qué hemos de hacer? Nuestra familia 3
H oracio dice , que los ornamentos
Juntarémos m a ñ a n a , y , poco á.pocoyis -^¿H
Ambiciosos, están , en qualquiera obra,
Segarémos la mies con alegría.,,
N o tan solo de sobra,
La Alondra, que esto s u p o , en el instante
Sino también violentos:
Gritó á sus Pollos; " p r o n t o , aprisa , gt prisas
El Autor, que se apura
V a m o n o s , hijos, ya ha llegado el tiempo Dq
En adornar su escrito , desfigura,
De mudarnos.,,— Moverse no podían:
Regularmente , el todo. — N o pretendo,
Pero, á impulsos del m i e d o , y de la madre,
Con esto , defender, que desterrados
Se fueron, aleteando, á otra guaridaf cpoza s G
Hayan de ser los rasgos delicados,
« M ^ P -^^.293/1317cq ZU?, h obtOM fJIJ «noD
Pues antes lo contrario es lo que entiendo»
M t r n e i v - i f ^ M ^ r P - ^ p b ^ i " ? zormb odoQ- Encsu fin principal, a Esopo imito,
.oniv s.ipjsn 23i.¡q t asid opXl —„.sibsm uZ Lo menos mal' que puedo p solicito o?. ' p y: jj ñ
¿maim ¿I nj,llr>rl y £730133 npvlsuV * Ambitiosa recttet ornamenta. De Arte P o á i ¿ J , & c J v - . 4 4 7 .
AA cI.I/.OT
18 6
N o v e d a d , hijo y padre: entonces éste
Le dixo á su heredero: " h a sido indigna
T o d a la confianza que tuvimos: LIBRO QUINTO.
'»Pobre del h o m b r e , que en el hombre fía! tfilpnficn sb oilirólo iM
A ninguno aguardemos: no hay pariente, { Y FABULA PRIMERA.
N i hay amigo m e j o r , q u e nuestras mismas .
EL LEÑADOR Y MERCURIO.
Personas. Hijo mió , no lo olvides. ¿
a£dbi 2ÍM .fibnsiq rus o J
Sabes ¿qué hemos de hacer? Nuestra familia 3
H oracio dice , que los ornamentos
Juntaremos m a ñ a n a , y , poco á poccyis -^¿H
Ambiciosos, están , en qualquiera obra,
Segarémos la mies con alegría.,,
N o tan solo de sobra,
La Alondra, que esto s u p o , en el instante
Sino también violentos:
Gritó á sus Pollos; " p r o n t o , aprisa , aprisa.
El Autor, que se apura
V a m o n o s , hijos, ya ha llegado el tiempo Dq
En adornar su escrito , desfigura,
De mudarnos.,,— Moverse no podían:
Regularmente , el todo. — N o pretendo,
P e r o , á impulsos del m i e d o , y de la madre,
Con esto , defender, que desterrados
Se fueron, aleteando, á otra guaridaf cpoza sGf
Hayan de ser los rasgos delicados,
« M ^ P -^^.293/1317cq ZU?, h o b t O M fJO t n o D
Pues antes lo contrario es lo que entiendo»
M trneiv 1 zo/mb adsCL Encsu fin principal, a Esopo imito,
. o n i v s.ipjsn 23i.¡q t asid opXl —„.sibsm uZ Lo menos mal que puedo p solicito o?. ' p y: jj ñ
¿rnaifri ¿l nj,llr>rl y £730133 npvlsuV * Ambitiosa recttet ornamenta. De Arte PoéciáJ,&C.-v.447.

AA cí.I/.OT
Enseñar y agradar: y , si no sálgo <" La «ngcedád al jüicio, en IdstKSXQiíeáor.rl , O f
Con la empresa, <no es algo Del Lobo y el Cordelo , y objeciones
Haber los medios puesto? Nunca fuera De la Mosca á la Hormiga. Finalmente,
Mi orgullo de manera, Represento fielmente, of mrá
Que aspirara á tocar en lo sublime: Una comedia grande, y ,,'á mi antojo, rJA
El q u e , para lograrlo, apto se estime, Los actores escojo, >qrrrifO h • T.-OÍJI
Lo emprenda. Mis ideas Las scenas tomando "
Se ciñen á tildar acciones feas, •» De todo el universo. Voy mezclando, . }
Y vicios arraigados, Sin distinción^ ios Dioses, Hohibres , Brutos/
Para odiosos hacer sus atentados, Y hago que á mis ideas den tributos.,,
Ya que hacerlo no puedo, En conseqiiencia digo: :Vj - ;>
De Hércules con la fuerza y el denuedo. Que un Leñador , el h a c h a , que consigo' )
A esto alcanzan mis luzes solamente. - Llevaba, perdió un dia, ' < . •b7 ¡: J
N o sé si es suficiente. Y , con ella , perdió quanto tenía,
En una narración te pinto unidas
Porque era su vivir. Hado inhíumano! Í3 Y
La envidia y vanidad , (que tan asidas
(Decía , conociendo que era envanon-jenu oJ
Al corazon están) en aquel cuento
Buscarla.) ; N o me queda - rz%**
De la R a n a , que á aquel tan corpulento
Con que., de aquí, adelante * vivir puéda^y
Buey quisocom peñaren otra , o p o n g o ^ , o j
En lágrimas su rostro se anegabay . ; «'ísitrnloD
Qmáo á la y¡nwA*j? c o m p o n g o #
Y así, en pristes querellas ¿ continuaba' om 'ií
J'90
"í O , hacha m í a , fecha niiá 1 ; Si fcónsigo I
"Todas tres quiero <krte¡( < mnzm cM
Verla otra vez conmigo* :
, c J ; a
Mercurio respondió): recompensar Be' ¿ O
Júpiter, soberano,
De tu buena fé, es justo.,, on t zorb; rn A
Será lo mismo que si de^ m mano "Pues, siendaasí , recíbolas con gustoí,,

Nuevo r e d g e m i d o s , n ia'j Replicó el-Leñador.-*- Quandoi yareL'chso,

Fueron en el Olimpo bien oidos. Se hizo notorio, viqse , á cada paisa, i O

Baxó Mercurio , y dixole.: ''Sosiega. Gente de toda especie,, que.perdía

¿Podrás cónoÉetSDut hacha?; Llegan llega: i Sus útiles , y al cíelo:dirigía r O '-n M,ibo c I

Unara^abo áb/hillarme^ no se donde.,, Sus clamores Tamañas impiedades,


Le pvpsentó una de o r ó , y él responde: Castigar quiso el Rey de las Deidades.
H f • • i •• i i V'" »••• i- . •>
"Señor,esa no es mi h a c h a . , , ^ E n e l instante>
Mercurio, su hijo , vuelve desde el cielo
Otra de plata púsole delante. . r I na oup
Al m u n d o , y á.los que ¿cBn vil anhelo,
La rehusó igualmente : oiL i: " . i.-í/r.vjj
C l a m a b a n l e s . presenta upa hacha de oro.
Este h o m b r e , tan honrado , y tan prudente»T
Cada uno imaginaba ser desdoro,
Y el Dios, que se admiró sobremanera; . f
Pasar por insensato,
Le enseñó) entonces una. de madera, o . x;b • 1)
Quando estaba á su atbitrio el'^legato.
"Esa sí que es la rriia, • ( :h
T o d o s , á una , gritáron, "mia , mia; tt
(Djxo 'el buen h o m b r e , lleno de alegría:)
Y Mercurio , que vió su picardía, i O
Colmaréis mi; cbptento, ' ? n¿{
En lugar de entregSt^á^Gípiftlíi,
Si me 1& devolvéis, en el momento;, rr>, vs Y
Crudamente les hitere y ItirópéíkiJpA
ifz
N o m e n t i r , p m h t s m á i s p » m >;.boT" v -f t ^

Con lcr propia'i.Gosa es; justa. >i ontniuM "Que la era mas sano,
A m u c h o s , no qstante, gusta, Mantenerse quieta
, Lo queies>agcno, apropiarse. Al f u e g o , ablandando
to¿ £ek>;¿ habrá tari -necia,gen t e j ; .í y{ La carne y legumbres,
C a p a r de'conceptuaEpiv , onoion oxul oZ P o r q u e , estaba claro,
Que , con la m a ñ a , engañar S ; • ••:'•) Que , ai mas leve choque,
Podrán al Omnipotente?, y 2 N i un solo pedazo
t23br>b3Íq.Tti 2£fí£ffj£T — .83iorn£b zuZ Volvería de ella;
! I 'T
¿SA c j h ¡ 0 02ÍÍJD ií,t5XT?LO Pero en t í , no hallo,
Prosiguió, motivo
"SimSPjR-Pteís3«?^«o[id
Para no intentarlo,
tc!-;. V. : F A B U L A I I . Y t obnurn ÍA
Pues es tu pellejo,
LA OLLA DE ¿VIL
Por d u r o , abonado.,.
' y za o l l a m e r j , 0 . ' ' 3
Respondió la otra:
Y I t ) -- .:, Aúnüró t P ^ r r ^ q í loq ii.iSl
"A todo ese daño,
Le fripdsc**w;viagc& f. r,ds,i¿o obsiwQ
Daré yo remedio
¿ l ' A uña Olla de barro,
Fácil, pues, si acaso,
Otrf% Olla de hierro. , '{
Llegares á verte
,SMlÍÓ3e/del paso r n r n -¡.-.yl :i3
Próxima á un estrago,
A q u d f o q ^ dixo: ¡n^mbíJiD
Porque te amenace
TOM.I. BB
Con golpe , algún trasto Llevó tal golpazo,
De materia dura, De la Olla de hierro,
Entonces, me planto La de frágil barro,
En m e d i o , y evito, Que quedo la pobre
Con esto , el fracaso.,, Quatro mil pedazos •
Persuadió el consejo H e c h a , y sin poderse
Á la Olla de barro. Quejar de su estrago.
Emprendieron, juntas, Si queremos librarnos de mil males,
El vía g e , y al cabo Asociémonos solo con iguales»
De haber hecho solo, Ó temamos el mísero destino,
C o m o unos cien pasos, Que á dicha Olla de barro sobrevino.
Empezó el traqueo, fmm:
fi-omi • • r J
Del
• maldito• carro,
+ 4 + 4 + + + + + + + + -}*<•<- 4 4 4
A dar lindos tostes
A la Olla de blando
JC3AJUKÍJ FABULA III. - ^
Cutis: lo q u a l , visto SW'A f'; Z' fV Y 2Sí¡'r
EL PEZECILLO Y EL PESCADOR.
Por la otra , con garbo
Se interpuso, entre ella, A un Pez , que todavía era chiquito,
Y el lado del carro; Atrapó un Pescador en el garlito.
P e r o , á pocas horas, " T o d o aprovecha , dixo el hombre al verle,
i
Y , a u n q u e es m e n u d o , q u i e r o , al fin, meterle FABULA IV.
En el cesto.,, — " ¿ D e qué podré servirte?
LAS OREJAS DE LA LIEBRE.
(Le dixo el Pezecillo.) De nutrirte
N o soy c a p a z , pues soy una miaja: Un animal cornudo,
Dexa que crezca m a s , seré una alhaja,
Hirió á un valiente L e ó n , por donde pudo.
Que podrá producirte algún dinero;
E s t e , para evitar otra desgracia,
Y n o , que necesita un Cocinero
M a n d ó con eficacia,
Doscientos,como y o , para un buen plato.,,
Que saliese del rey n o , prontamente,
"Muy bien predica usted , seor mentecato,
T o d o a n i m a l , con cuernos en la frente.
(Replicó el Pescador>) p e r o , amiguito,
T o r o s , Carneros, C a b r a s , G a m o s , Ciervos,
Destinado está usted para ser frito:
Por ahorrarse pesares mas acervos,
L o que tengo en la mano , es tan seguro,
Dexáron aquel clima Cierta Liebre
C o m o incierto , ó dudoso, lo futuro.,,
(Desvariando, sin d u d a , con la fiebre)
A qu al quiera , que asi obre,
Se vio un dia á la sombra
Se lo aprobaré,
Las orejas. Se asombra
Pues vale mas un toma, Del peligro á que está su vida expuesta,
Que dos te daré. Si sus tiros le asesta
Algún calumniador, y , al León , la acusa
D e que al mandato expreso se rehusa,
Viviendo en sus dominios muy contenta.
i 98
Con tan desvergonzada cornamenta. FABULA V.
" A Dios, compadre Grillo , yo me parto, LA RAPOSA
(Dixo la Liebre) no sin dolor harto,
c o n l a c o l a c o r t a d a .
A los países externos, /'I ¡f -
Porque aquí mis Orejas serán cuernos.,, U n a Raposa , de las mas ladinas,
El Grillo la replica: (Que era gran comedora de Gallinas)
"¡Cuernos eso i Comadre, usted me pica: En la trampa dispuesta cayó al cabo.
¿ Cree usted que soy tan tonto ? Son Orejas, Por fortuna escapó, pero sin rabo.
Y lo que dice usted, cuentos de viejas.,, Ella , que era muy h á b i l , dixo un dia
"Cuernos serán, (le respondió la Liebre) A toda la Raposa compañía:
Pues es forzoso quiebre, " ¿ Q u é hacemos con las colas, peso inútil?
Por el parage mas delgado, el hilo; A la verdad , que es una parte fútil.
Y aunque sudara el quilo, T o d a s , con ellas, vamos
Afirmando que son orejas puras, Barriendo quantos lodos encontramos.
N o me libertaría de apreturas.,, Las colas os cortad , yo os lo aconsejo;
Á übiv ¿ i » virp
2 ¿ o vO/ i h a bCt A bien, que en mí teneis un buen espejo.,,
Fué el parecer de todas celebrado.
u i , no3a fs t y < "iobmirrwlg) rim íA "Vuélvete , (la dixéron), y acordado
Será luego este punto.,, — Ella se vuelve,
F£¿OFID2 -j?, OJ:. JÜI.RRR ÍJJ oupJl sQ
¿ Y el punto se disuelve
.&3rt»rro:> yum zoinimob ?\p IW obnsiviV
200
Con mofa y gritería, Que-el de mantener las ruecas
De m a n e r a , que nada se entendía. Perennemente surtidas
Pretender que la cola De lino b u e n o : y apenas
(Por no ser ella sola) 1 2
Tetis arrojaba á Febo,
Las demás se cortasen , fué locura: Para iluminar la tierra,
La moda continuo, y aun hoy dia dura. Quando un demonio de Gallo,
•oci&u i. <; jgunj&jugl nH Ai demonio de la Vieja,
I ¡ _ v . . n Q
«'.>'. i i- •- • ( 0UÍ'02> Afiijjiol lOx Con su c a n t o , despertaba.
Levantábase ligera,
FABULA VI. Vestida ,con un grasieñto
í !'.;r;ni o - o .v. > • . .0; í! i- Q \ n :.y¡ se iba derecha
X^á VIEJA Y LAS DOS CRIADAS.
A atizar lai lamparilla;
A Y , despues, como una flecha,
cierta Vieja, servían A despertar á las Criadas,
Dos Mozas, tan hilanderas, Q u e , durmiendo á pierna suela,
Que las * tres hermanas, juntas, Estaban. — La una entreabría
En su comparación , eran U n ojo con pausa : inquieta,
U n a nada C o m o digo
1 Diosa de la Mar,-y la misma M a r , de dónde los Poetas SH-
De mi cuento, la tal Vieja p o n e n , q u e el S o l , á quien llaman. Fetjo,: sé levanta por la m a -
N o tenía mas cuidado, ñana , despues de haber pasado allí la noche.
* Las tres Parcas , ocupadas en hilar la vida de los hombres. 2 Esto e s , quando salia el Sol.
TOM.I. CC
La o t r a , estiraba ios brizos, Sus negócios , los empeoran
Y , ambas, poco satisfechas, Con sus tlorpes diligencias. » •
Murmuraban entre dientes. obfiiiuo ta t o3fi3Ü£ ta noD
"Galioááfiimay mala bestia, J \ un Caballo czobsb gol 'sds: nsk^ a&Lobo.
4. + + a ++• • * £ * 4 - • * • • • *
(Decían}¿étwonrás;„' m l li '1 Quiso e?r: íbnrioD si 3ido2:23EK]2oCl
c Y así fué v porque en aquella FABULArn^n. >2
Misma noche >Je cottároft,>b i A
MZ7X0 JT PASAGERO:T
Con secreto^^cabeza... noD „.r;bÍY i/3 íO-q oÜQ :20D£fJ S.'Jpj
N o tan solo tío enmendó Al
Su suerte la estratagema, pie de la inmensa mole
Sino que la« agravó mas,'. MOCL Í D e un peñasco, t o m ó asiento»
Porque la maldita Vieja, Y preparó isu> alimento, : I" —
Apenas se recogían, . Y U n Sátiro, con su prole. o:-Y
Q u a n d o , temiendo no fuetá Era un quadro muy bonitó,
f Muy tarde > se lbvantaba, p La tal familia sentada,
Y , a jeitos é impertinencias, Sin mesa, m a n t e l , ni nada»
Las sacaba de su lecho, J Pero con, buen apetito.
WR tarea, m e! 3fa «oíd I Quando menos lo creía
£l
pfl £3r:
Así les' sucede á muchos^- * La g e n t e , se les presenta
• .9ibon el illa obfó&q ladErf aL^uqzsb, finen
Q u e , creyendo que remedian U n Pasagero, y se sienta
DD .I.MOT A comer de lo que había.
jI 'i. :»
$04 ao$
Rl N a le Importaba dos bledos; FABULA VIH.
Y , como el tiempo era helado, 3
EL CABALLO Y EL LOBO.
Con el aliento, el cuitado '0T';Í"Í1312 Oí'i-- übiiC'idí.ri

Se calentaba los dedos. A un Caballo encontró, paciendo, un Lobo.


•+ + 4+ 4 - • * 4 4 <• 4 4+4 4 4 4 *
Quiso embestirle, pero vio su riesgo,
Despues sobre la comida
Y q u e , sin una astucia, era imposible
Sopló tambien.j para enfriarla.
Conseguir su ardentísimo deseo.
- - " T u acción me fuerza á admirarla:
Médico se fingió : se acercó, y dixo
íü «Que hacesí Dilo por tu vida.„
A l bello Bruto : " a m i g o , yo comprendo,
— " C o n mi háBtó me caliento,
Y Que indica mucho m a l , el encontrarte
con é l , enfrío el potage.,,
Disfrutando este p r a d o , así tan suelto:
— " P u e s vete, (dixo el Salvage)
Si algo padeces, dimelo al instante,
Vete de aquí en el momento.
Porque y o , gtatis, remediarte quiero.,,
N o quiera el Omnipotente,
"Una apostema , en este pie, me aflige,,,
Que yo amistad, mucha ó poca,
(Le respondió el Caballo, muy sereno.)
Contigo h a g a , pues tu boca
Aproxímase el Lobo á registrarla,
Sopla lo frió y caliente.,,
Y , entonces, el Caballo, con esfuerzo,
Xfífil'oí
JMIB íonsm
837CJ 331 ot b33fíQ%
n s r j p $¡J
Le sacudió una c o z , que le deshizo
b n s i a 32 v-t oizqmítt n U - Mandíbulas y dientes al perverso.
.ikbrLoijp oí sbiísaiiasA "Bien empleado me está (dixo muy triste
jI 'i. :»
$04 ao$
Rl N o le Importaba dos bledos; FABULA VIH.
Y , como el tiempo era helado, 3
EL CABALLO Y EL LOBO.
Con el aliento, el cuitado OreO!iTIÍ¿3i 'OT';í"íi3l2 OiAi übiiC'idí.ri
Se calentaba los dedos. A un Caballo encontró, paciendo, un Lobo.
• + • ^ * • * -fi «> f> <• * *++ -í- *
Despues sobre la comida Quiso embestirle, pero vio su riesgo,
Sopló tambien.j para enfriarla. Y q u e , sin una astucia, era imposible
- - " T u acción me fuerza á admirarla: Conseguir su ardentísimo deseo.
«Que hacesí Dilo por tu vida.„ Médico se fingió : se acercó, y dixo
íü
— " C o n mi hálito me caliento, A l bello Bruto : " a m i g o , yo comprendo,
Y Que indica mucho m a l , el encontrarte
con é l , enfrío el potage.,,
Disfrutando este p r a d o , así tan suelto:
— " P u e s vete, (dixo el Salvage)
Si algo padeces, dimelo al instante,
Vete de aquí en el momento.
Porque y o , gtatis, remediarte quiero.,,
N o quiera el Omnipotente,
"Una apostema , en este pie, me aflige,,,
Que yo amistad, mucha ó poca,
(Le respondió el Caballo, muy sereno.)
Contigo h a g a , pues tu boca
Aproxímase el Lobo á registrarla,
Sopla lo frió y caliente.,,
Y , entonces, el Caballo, con esfuerzo,
JMIB oí íonsm o b n s r j p
Le sacudió una c o z , que le deshizo
Xfífii'837CJ asi t I;J
Mandíbulas y dientes al perverso.
bansig 32 v-t oizqmítt n U -
"Bien empleado me está (dixo muy triste
Jadpáiáop oI s k s s a t o A
l&oé 207
Ei lastimado l o b o : ) muy bien'hecho; Los vendreis, con el tiempo, á descubrir.
Pues que quise pasar por herborista, C a v a d , movedlo todo,
Habiendo sido siempre carnicero.,, Parados no os esteis, .
.ocioJat¡: c obrohccj c.oisnkH33 o í b d í D nu l \ Q u e , obrando de este modo, s U' 1
Icmarrmioi* oioq ^ratótesclma oziuÓ Alcanzar el tesoro lograréis.,,
3iOI?,Qqmi £13 < £1111 ti!?. t 3Up í Muerto el p a d r e , los hijos
FABULA IX. ii2 liiraarií
O O- Diéronse á trabajar, óv~ -
Con afanes prolixos,
EL LABRADOR Y SUS HIJO,
tobím-ic rno3 ov ^ o^ifTJíi" : oixriS oitad ÍA Por si podían el tesoro hallar.
V^ercano ya á la muerte, Las riquezas hallaron,
obnnup
U n rico Labradoi,
Les habló de esta suerte Porque la cultiváron.
A sus hijos, instado.del amor. Según su padre sabio les mandó.
" J a m á s , hijos amados, o i a ¿ 5 u — ¿3i>ib oup IO3üA nu £ oihgR s M
Vendáis vuestra heredad,. 03np flOD 3IJP <. fill3Iͧ £ J

Porque hay depositados, * •. . ./.23n£3iT 201 «oi£fliT¿ oíoío ír, l o n r l


E n sus tierras, tesoros de entidad. tzsnúp zrjg-sb c ttlA— .avjjrnqiq o p u M
Ignoro hacia. qué parte; c ojn3ÍmÍ33ilo ?in£fidfcÍ3íi¡ ifz sb Y

Pero os debo advertir, .03ílÍÍv O t ó — * 3íjQ;

Que , con paciencia y arte, / el"


t FABULA XI.
FABULA X. oJ
LA MONTAÑA QUE ESTABA DE PARTO.
LA MALA FORTUNA
A ; .. - 'íiégp&m y e l muchacho.

lia en lo antiguo, dicen que gemía


.r. hotn tnsa s o L > ü x ¿ n ' j c I
U n a M o n t a ñ a , y hacia sí atraía,
Sobre el borde de un pozo muy profundo,
Dormía un Muchachuelo , sin segundo
Con sus ayes, la gente,
Travieso, con peligro de caerse
Que creyó, firmemente,
Dentro de é l , si llegaba á revolverse.
Que iba á parir , lo menos un Coloso,
La Fortuna pasó, tocó al Chiquillo,
C o m o el otro de R o d a s , tan famoso.
Y díxole : "despierta, picarillo,
Con ansia lo aguardaba,
Y o te salvo la vida,
Quando advirtieron, que de sí arrojaba
Que pudieras contar como perdida.
U n flaco Ratoncillo.
N o seas tan inquieto, ten juicio:
Siempre que pienso en este cuentecillo,
Si en este precipicio
Me figuro á un Autor que dice: — " C a n t o
T e viesen, ya me hubieran tu desgracia
La guerra, que con tanto
Atribuido. Respóndeme por gracia:
Furor al cielo armaron los Titanes....,,,
De tamaña imprudencia,
Mucho p r o m e t e n . — M a s , de sus afanes,
¿Tengo la culpa y o ? „ — De su presencia
Y de su altisonante ofrecimiento,
Partió inmediatamente.
¿Qué sale ? — Solo viento.
N o hay duda que los males,
tom.I. E>D
IIO \ 2IX
Que aquejan á los míseros mortales, (Decía el uno) que muriese luego:
A ella son referidos comunmente: Bien lo dixe.,, — Y el o t r o , con sosiego,
Ac ufanía de todo, Respondía : "él hubiera envejecido,
Pensando sincerarse de este modo. Si hubiese mis dictámenes seguido.,,
M í u ñ o | 7m'! oioq nu 3 b z%o-: l % d o G >TTT
' \y A T I t c—/ r r
-— *"

FABULA XII. FABULA XIII.

LOS DOS MEDICOS. LA GALLINA,

A que p o n i a h u e v o s d e oro.

un Enfermo asistían dos Galenos,


E n su corral, cierto h o m b r e , una Polla tenía,
Como otros muchos que h a y , ni mas, ni menos.
Q u e , sin falta, le daba un huevo de oro al dia.
U n o le esperanzaba con la cura,
C o m o la vio de sí tantísimo oro echar,
Quando con inmediata sepultura
En su buche creyó un gran tesoro hallar.
Le amenazaba el otro. — Finalmente,
Matóla alborozado, abrióla en el instante,
C o m o eran de sistema diferente,
Pero vacío el buche la encontró, semejante
Pagó el Enfermo triste con la vida.
A las q u e , con afan , llevaban á vender
U n o y otro homicida,
Del Pueblo á la Ciudad , antes de amanecer.
Dábanse el parabién por la victoria.
Perdió, por su ambición,un continuo ganar.
"Era cosa notoria,
2U 213
; Importante lección, que puede aprovechar ! FABULA XV.

EL CIERVO Y LA VINA.
+++ ' • * > - -
+ + + + + 44 4 +
a ; /'. ; »i

«f - . :.. tí j i ir „_* ... .. x ^ H a b i é n d o s e ocultado en una Viña


FABULA XIV. De gran frondosidad , un pobre Ciervo,
EL BURRO CARGADO BE RELIQUIAS. Pensáron los astutos Cazadores,
Que era toda la culpa de sus Perros.
U n Borrico caminaba, Sentidos de este chasco , los llamáron.
De Reliquias muy cargado, Viéndose fuera de peligro el Ciervo,
Figurándose el cuitado, A comer empezó á su bienhechora.
Que era él á quien se adoraba. 1 Horrible ingratitud í — Al fin, le oyéron
U n Q u í d a m , que lo observaba, Los Cazadores, y , en la Viña entrando,
Le dixo : — "no á t í , indiscreto, Se apoderáron de él " Bieh lo merezco
Saludan , sino al sugeto, (Dixo el Ciervo infeliz.) Este castigo
Que en espectáculo llevas; Sirva , para el ingrato , de escarmiento,,,
Y así, necio, no te atrevas La Fábula anterior , es fiel imagen
A creerte del culto objeto. De los desconocidos y protervos,
Ello no tiene duda, Que de la dignidad de hombre olvidados,
Que quando un Magistrado es ignorante, Profanan el asilo que les diéron. •
Solo es su toga la que se saluda. lÁmn 1 oí ÜLÜT
FABULA XVI. Producen bueno en su vida.
Os atormentáis en vano.
LA. SERPIENTE Y LA LIMA.
< Pensáis que vuestras malignas
C u é n t a s e , que una Serpiente, Mordeduras, han de hacer
un Reloxero vecina, Impresiones conocidas
Buscando al? o que comer, En tantas obras famosas,
Entró en su tienda Una Lima De la posteridad dignas?
Solo halló, de duro acero. Os engañais torpemente,
Púsose á roerla con prisa, Porque obras tan peregrinas,
Y la Lirña, con cachaza, Para vosotros, están
La dixo : "¿á qué te fatigas? ; En diamantes esculpidas.
¡Pobre ignorante! cPretendes : ' 32 2 0 Í 3 Í 3 < í

Hacerme mella í ¿ N o miras


Que te romperás los dientes,
Primero que lo consigas ? FABULA XVII.
Y o solo al tiempo me rindo.,, LA LIEBRE Y LA PERDIZ.
Corrige la Fabulilla
A los de ínfimo talento, N unca podrá ser bueno
Q u e , con bajas invectivas, Burlarse , sin piedad , del mal a^eno.
T o d o lo m u e r d e n , y nada La Liebre y la Perdiz, conciudadanas
pié
Eran de un .campo m i s m o : como heríñanas
FABULA XVIII.
Vivían muy dichosas,
Disfrutando igualmente de las cosas; EL ÁGUILA Y EL BUHO.
Quando una cazería, á la primera,
Obligó á que buscase madriguera.
Ei Aguila y el Buho , sus querellas
De su cuerpo caliente los vapores, Depusiéron, y amigos, se abrazaron,
La descubriéron á los corredores Ofreciéndose paz en lo futuro;
Galgos, que diestramente Y que de sus Polluelos al sagrado
La levantaron , é inmediatamente Ambos respetarían. — Dióle señas
Hicieron de ella presa. De los suyos el Águila, pintando
La Perdiz , vaha y tiesa, Su r a z a , según era. — Pero el Buho
De lejos se burlaba, La pintó sus Polluelos agraciados,
Y á la pobre insultaba, Juguetones, bonitos, y bien hechos,
Diciéndola : "¿De qué tus pies ligeros Y la encargó tuviese gran cuidado
T e han servido?,, — Los fieles Perdigueros En no olvidar las señas. — Una tarde,
La atisvaban, en tanto que ella loca, Que á buscar qué comer por esos campos
Y fiada en sus alas, se desboca. Fué el B u h o , casualmente, en la hendedura
U n o de ellos la para : ella se aflige, De una roca, vio el Águila unos quantos
Y un Cazador el tiro la dirige. Monstruos horribles, tristes, hediondos,
Y de voz asperísima. —"Comamos,
(Dixo el Águila entonces) no son estos
TOM.I. EE
Los Pollos de mi a m i g o . , , — Y fué saciando El León meditaba. — T u v o
Su apetito muy bien. — Vuelto á su casa Consejo formal de guerra,
El Buho, no encontró de sus amados Y envió sus Generales,
Hijos, sino los pies únicamente. Para que se previnieran
Clama á los Dioses, para que un estrago Los combatientes A todos,
Hagan con quien es causa de su duelo; Según su aptitud y prendas,
Pero u n o , que le estaba allí escuchando, Se les empleó Al Elefante,
Le dixo: — "Solo á tí acusarte debes, Para que armas conduxera
Que al Aguila la hicistes un retrato Sobre su espalda A los Osos,
T a n infiel.,, — ¿Por ventura, tus Polluelos Para que el asalto dieran.—.
Se parecian al informe en algo? A las Raposas, á efecto
De tramar estratagemas.- -
Y á los Ximios, para que,
Con su movimiento, hicieran
Diversión al enemigo.
"De nada nos aprovechan,
Por su pesadez, los Burros,,,
( U n o dixo.) " Y , por sujetas
A l l á en su imaginación, A los pánicos terrores,
Una grandísima empresa Las Liebres, (dixo otro) sean
También desechadas.,, — "Juzgo, FÁBULA X X .
(Replicó el León) que aprovechan f nfifm/íí si fi<3ijfi'!Ofi' niioucn 32©i^rri"i
EL OSO Y LOS DOS COMPAÑEROS.
Para a l g o , y emplearlos quiero:
Nuestra ordenanza, perfecta E n un cierto Lugar , á un Peletero,
¡a ¡y®
N o sería sin su auxilio: Dos Mozos, muy escasos de dinero,
Del Asno la voz tremenda, La piel de un Oso vivo
Nos servirá de clarín, Le vendieron> y al tiempo del percibo
Que al enemigo estremezca* De la -moneda , juran formalmente,
k: i Y las Liebres serviránnos Que la piel le traerían brevemente,
De postas, por ser ligeras.,,. La piel del mayor Oso que encontrasen,
Al Rey sabio y prudente, Con la qual se abrigasen
T o d o le es útil, nada indiferente: Dos hombres, quando menos, en lo fuerte
Conoce los sugetos, Del Invierno mas duro. — De esta suerte
Y les aplica análogos objetos. Quedó contento el Peletero.— A caza
Salieron mis dos hombres, tras la raza
De los Osos. — Encuéntranse con uno.
En .un lugar bastante inoportuno:
ir Viénese á ellos derecho, y , aturdidos,
i-.. . T o m a n varios partidos:
íI
l i l: i : El u n o , sobre un árbol se encarama 3

m
"i 131
A
0 ÍSd
Je-

r
ziz zz$
Y el o t r o , haciendo de la tierra cama, Vender la piel de un Oso vivo y sano:
Fingióse muerto j porque á la memoria Que nunca mas consienta
Se le vino la historia (Sin mirarle antes muerto) en otra venta.
De que nunca los Osos empleaban, (on£gU3 ora orí ia) /srí isnónsq ziríouM
En el que imaginaban
Cadáver, sus furores. — Lo que es cierto,
Es que el tal Oso tuvolé por muerto, FABULA XXI.
I i
Despues de haberle olido lindamente.
EL ASNO
i > .
" N o hay duda , es evidente, vestido con l a p i e l d e l leon.
(Decía el Oso) que él está difunto. E . 2 D b í , b s 3 3 n Y ¿milrh qqá bíoz 3 i j p
Pero ¡qué mal que huele! Voime al punto.,. 1 Asno , con la piel de un León vestido,
Fuese. — Bajó del árbol el amigo: Consiguió (aunque cobarde) ser temido
Corrió á su C o m p a ñ e r o , á ser testigo En toda la comarca,
De su infeliz destrozo*, Mas que la fiera parca.
Pero díxole el Mozo: Para su m a l , la punta de una oreja,
"Sano estoy.,, — Le replica, aunque pasmado: Que se le destapó, conocer dexa
"¿Qué es lo que el Oso fiero te decía, La asnal persona—Entonces, con un palo,
Quando tan arrimado Su dueño (que tenía el genio m a l o )
A la oreja su hocico te ponía?,, V i n o , y dió á conocer al señor mió,
"Decíame, que era intento torpe y vano, Su torpe desvarío.
n i zz$
Y el o t r o , haciendo de la tierra cama, Vender la piel de un Oso vivo y sano:
Fingióse muerto j porque á la memoria Que nunca mas consienta
Se le vino la historia (Sin mirarle antes muerto) en otra venta.
De que nunca los Osos empleaban, (on£gU3 ora orí ia) /srí isnónsq ziríouM
En el que imaginaban
Cadáver, sus furores. — Lo que es cierto,
Es que el tal Oso tuvolé por muerto, FABULA XXI.
I i
Despues de haberle olido lindamente.
EL ASNO
i > .
" N o hay duda , es evidente, vestido con l a p i e l d e l leon.
(Decía el Oso) que él está difunto. E . 2 D b í , b s 3 3 n Y ¿milrh qqá bíoz 3 i j p
Pero ¡qué mal que huele! Voime al punto.,. 1 Asno , con la piel de un León vestido,
Fuese. — Bajó del árbol el amigo: Consiguió (aunque cobarde) ser temido
Corrió á su C o m p a ñ e r o , á ser testigo En toda la comarca,
De su infeliz destrozo*, Mas que la fiera parca.
Pero díxole el Mozo: Para su m a l , la punta de una oreja,
"Sano estoy.,, — Le replica, aunque pasmado: Que se le destapó, conocer dexa
"¿Qué es lo que el Oso fiero te decía, La asnal persona—Entonces, con un palo,
Quando tan arrimado Su dueño (que tenía el genio m a l o )
A la oreja su hocico te ponía?,, V i n o , y dió á conocer al señor mió,
"Decíame, que era intento torpe y vano, Su torpe desvarío.
Z2-4-
La gente se admiraba
Q233:'3 Í3 0: b Jffl £l3
De ver que á un L e ó n , un Hombre apaleaba*,
Pero vieron muy pronto el desengaño.
LIBRO SEXTO.
riiilsqzs j¡¡ oh hasJ au ¿ ohnoiV
Muchas personas hay (si no me engaño)
FABULA PRIMERA. '
A las quales conviene
«okia Q2fl£2 , Ó rM obuiive ittttte*? ÍT
La Fábula anterior , pues , si se viene EL LEON Y EL PASTOR.
A su examen /quitándolas el velo 17
De su magnificencia y dignidades, H m poquísimos meses,
Se v é , con desconsuelo, Echó un Pastor de menos varias teses
Que solo son miseria y necedades. En su ganado. Quiso, á todo trance,
tobhasv ÍIO3 J - r a j sb biq ¿1 no~> t on¿A-k!jL Atrapar al ladrón, y , porque el lance
cLimss Tjr (abifido^. svpmj:,) bhryt io3 N o se perdiese, cerca de una cueva
t^iiímo j ni sboi a 3 A r m ó una trampa peregrina y nueva,
msR ¿l aup 2LM Para coger al Lobo,
V- b i o í,nu 30 £3nuq £Í t tarri m m é í A quien juzgaba autor de tanto robo. 113
Lxob isomco t bqnrJj .iQ Púsose , con jactancia, t, f
T
í! íiO'J t 233003112*—¿ifiCIOe33CJ i£f¡¿£A £_
una cierta distancia,
(\ o k m o t oa £in37 srip)
1 orbub uZ
' Para ver el suceso, •
u
i33ono3 £ biL y t oniV Ofreciéndole á Júpiter (si daba ' •I
A su invención el éxito que ansiaba)
TOM.I. FF
Z2-4-
La gente se admiraba
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De ver que á un L e ó n , un Hombre apaleaba;
Pero vieron muy pronto el desengaño.
LIBRO SEXTO.
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Muchas personas hay (si no me engaño)
FABULA PRIMERA.
A las quales conviene
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L i Fábula anterior , pues , si se viene EL LEON Y EL PASTOR.
A su examen /quitándolas el velo 17
De su magnificencia y dignidades, H m poquísimos meses,
Se v é , con desconsuelo, Echó un Pastor de menos varias teses
Que solo son miseria y necedades. En su ganado. Quiso, á todo trance,
tobhasv no^ J - r a j sb biq ¿1 nos t,oncA-kuL Atrapar al ladrón, y , porque el lance
cLimss Tjr (sbi£do:> svpmj:,) bhryt ioD N o se perdiese, cerca de una cueva
t^iiímo j ni sboi a 3 Armó una trampa peregrina y nueva,
fiisB jiloup 2¿M Para coger al Lobo,
V- bio í,nu 30 £3nuq tí t tarri m m é í A quien juzgaba autor de tanto robo. 113
Lxob isomco t bqnrJj .iQ Púsose , con jactancia, t, f
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' Para ver el suceso, •
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i3x>no3 £ bib y t oniV Ofreciéndole á Júpiter (si daba ' •I
A su invención el éxito que ansiaba)
TOM.I. FF
n6
Una Baca de mil libras de peso. Quando el riesgo es visible.
Era mucho el exceso ,'obom oí. -Bicoz ohwq ouQ
De su gozo. M a s , luego se le trunca ¿ D , lii
Viendo salir á un León de la espelunca. : ^Q^cq O'J ic ' — £ J L
Cosióse, contra el suelo FABULA (II i
M
El Pastor aterrado. : Ó , santo cielo, - ' f*"!98' slboíffcf'V'CXWIOS 3?3
FEBO Y BOREAS.
(Dixo) no sabe el hombre lo que pide! ir> o^asiip, ¿offu
Y o te ofrecí, ; ó S e ñ o r de las Deidades* E i Viento i Bóreas , y 2 Febo, »
La mejor Baca, como tus piedades Notaron que un Caminante,.
En mis manos pusiesen Contra el mal t i e m p o , se había
Al ladrón fementido, Precavido , sin fiarse
Que tanto ha disminuido (Por estar cerca el O t o ñ o )
Mis Corderos. Mas si ahora permitieseis, De la estación inconstante.
Que de aquí se apartara Llevaba su buena capa,
El León,, y d e morir me libertara, Con doble su^gulantespJ
Y o reconocería el beneficio, "Este (dixo ei Viento Bóreas)C
Ofreciéndoos un Buey en sacrificio.,, Imagina libertarse
La señal infalible, De todos los accidentes; ' •
Del valor. Verdadero, :j - ;1 O olÚÚJ hui on Síjp ( £q u¿
/ 1 Vi
i Viento del N o r t e , en general muy violento.
Es mantenerse entero,
2 El SoL
u .I.MOT
%% 8 22,9
P e r o , el muy simple , rio sabe p Para lograr desnudarle.
Que puedo soplar de modo, Perdió su trabajo y tiempo.
Q u e , de los hombros, le arranque Febo tranquilo , deshace,
La capa.,, — "Si te parece, Muy poco á poco , las nubes
(Dixo Fetó) le Con sus rayos, templa el ayre,
Ese abrigo, puede sernos Y va aumentando el calor,
U t i l , hagamos, quanto antes, Hasta obligar al Viajante
Lase diligencias posibles,:r;. i i ! : i A que se quite el embozo,
Mas > cada uno por su; parte: Viendo que ya á trasudarse
Y o te dexaré cubrir T o d o su cuerpo empezaba.
Mis rayos, con nubes. Date Q u e d ó , pues, Febo triunfante
Prisa á trabajar.,, Entonces, Pero ¿ por qué ? — Porque siempre,
El soplador Bóreas, hace Mas que la violencia, vale
Q u e , al impulso de su aliento, J La persuasiva y dulzura,
Los Robles se desarraiguen, u.O tebtth' i i su 7 fjvníl jJ oh t -jok-j b G
Y aun lás .Rocas se estremezcan. cloib&snéO - - : b'-v/!nf)';-f, ú okn/>up
Esto que vio el Caminante, x'galr.'i in b oñwht rjjiqijJ-
Se ciñó de ^ m a n e r a :¿01 zoboj oQ t obn£ivri3 zm /i, t sinomcnzlc 6m si í á
Su capa, que no fué dable .oboDíVfjll Y < e3b£J23qrri33 obri^ rao^
Al Bóreas i n t r o d u c i d < « » * , 3 b o W 1
t £i5;;¿m 3¡> t f,ííii'b o v . j f i tw ... 1
Joü - 3 s
zyo 2
-31
FABULA III.
:
Que los mas inmediatos Cosecheros,
• .. • ; \ *r «j
JÚPITER Y EL ARRENDADOR. Nada participaban \ y esto mismo
Les fué tan ventajoso , que cogiéron
D ar en arriendo quiso., cierto día, T r i g o abundante y vino, en aquel año.
Júpiter una hacienda. — Para efecto Quedó el Arrendador poco contento,
De publicarlo , envía al Dios Mercurio. Y , en el año siguiente , otro sistema
Presentáronse algunos, y ofrecieron: Gobernó su despótico manejo.
M a s , otros alegáron que las tierras M a s , tuvo la desgracia de que nada
N o eran pingües. — Estando en este pleyto, Sus campos produxesen de provecho,
U n o , mas atrevido , no el mas sabio, Y el pesar de que todos sus vecinos
Prometió dar un t a n t o , en el supuesto (Mostrándole los suyos tan amenos)
De que le concediese el Dios Tonante Le diesen cantaleta i Qué hizo entonces ?
El poder de variar todos los tiempos Recurrió á las Deidades con sus ruegos,
A su antojo , valiéndose del frió, Y Júpiter obró con él piadoso.
Del calor, de la lluvia, y de los vientos, Concluyamos, que el Dios del Universo
Quando le acomodáse. — Concedióle Sabe lo que conviene á los humanos,
Júpiter soberano el privilegio. En todas sus empresas, mejor que ellos.
Él le usó plenamente, ayres enviando,
Formando tempestades, y lloviendo.
Hízose un nuevo clima, de manera,
2, ^z
Z3 3'
FABULA IV. C o m o de uncatiimal venido de Indias.) <
EL GALLO, "Se pegaba golpizas horrorosos,
e l gato r e l ratoncillo. (Decía) con los brazos en el vientre,
Haciendo catós ruidos y alborotos,
S e vi<? en un fuerte aprieto un Ratoncillo,
Que £u&-yo (que nada tengo dé cobarde 5'
Ignoranterdel mundo. — De este modo
Eché á CQrxerude m i e d o . C o n chorro,
Le refirió á su madre la aventura.
Migas hubiera yo h e c h o , madre mia,
"Yo recorrí los montes del contorno,
Por su mucha dulzura , y su buen modo:
Con ansia de ver tierras: iba andando,
Sil piel, como las nuestras, es peluda,
C o m o suele un Ratón que su acomodo
Aunque pintada, cola fargá , y ojos
Busca, quando encontré dos animales,
Relucientes, orejas semejantes
Que me diéron en cara : u n o , gracioso,
A las nuestras, su aspecto muy .devoto,
Dulce y benigno j pero turbulento,
Moderado y humilde. En suma , digo, , r
Altivo , vivaracho y libre, el otro:
Que él es parecidísimo a nosotros'.
Tiene la voz aguda , y un penacho
Yo iba á tratar con é l , quando la bulla
De carne en la cabeza, color toxo;
De aquel maldito Avejaruco locó*
U n a especie de brazos, que en el ayre
Tafcífefiíor me causó, que vine húfendm awp
Le elevan 3 y una cola, que de adorno
"Mira , (dixo la R a t a ) ese modorro
Le sirve.,, — (Bien se vé que era de un Gallo
A n i m a l , á quien táhto celebrastes,
De quien hablaba este Ratón medroso,
Es un Gato, que bajo kqüel piadoso
TOM.I. gg
Mirar, eselmas 'pérfido enemigo is sb oroo3 Por ^ cabeza dimihutai grande»,; f, : •: ,
J
De toda nuestra raza s pero el otro, - • ; : ¡ J? Por lo cgnttafia ,;á algunos muy pequeña}
Lejos de facernos m a l , podrá, alguií dia, Y á otros ;¿por: sus hechuras sirígu lares,
Sernos de utilidad en cierto, modo. Ni ancW-pni oesp'ech^^Piastosela rel>'J£ioaip,.
Guárdate, hijito m i ó , en ningún caso, Haciendasm^imanadas y ademanes,.' q noH
De juzgar de las gentes por su rostro.^ Y se le entro hasta el hombro. — Este juguete
i&im'shb&rr ¿'cmoé'ff óv- sisidurl isgiM De tal modo agrado á los circunstantes,
f.UJUi u?. "io . 4A>4 & + $ k & t V 4yfr 4 4/S 44 444 + <- +
Que le eligieron R e y , y le juraron.
, f,bíjI3f|'23't ZM&dUtt ZBi OÍTIOO / b i q ÍJ¿ Solo fué estalefécciom desagradable
FABULA v; Uriiq srjpritíA A la Raposa,vbien que nada dixo. .
ÍA RAPOSA, Quando le fué á rendir su vasallage,
i^t/n cíl A
EL MONO Y ZOS - ANIMALES.
rU¿ Le reveló , que había un gran tesoro, ,
"\yr < Xf;,fr? - .bBfifdáíf Y obf;ioboM Que á él como Rey tocaba, en cierta »pairee-. ':
I V l u e r t o un León ^ poderoso Rey del monte, y,> El Monarca reciente se apresura,
Para nueva elección , los Animales r Y por. sí mismo corre á cerciorarse.
Se juntáron : trajeron la. corona, Era una trampa , con primor dispuesta^
Que un Dragón custodiaba * mas, fue en valde Que no pudo evitar el miserable.
El ensayo que hicieron de probarla Entonces la Raposa, con soflama,
En todas las cabezas, porque á-nadie, Le dixo: " ¿pretendías, ignorante,
Se le ajustaba: á muchos les venía, Gobernarnos á todos, como dueño,
Quando á tí mismo c o n d u c i n n o ^ a b e s v r ~ T o m a r o n , la que no pertenecía ' i l nú ¿
Celebróse otra junta P visto e l casop o! io c í De losdoi; á ninguno , y que sCI
El Ximio fué depuesto en e l ' i m t a t t j e r - " - " Delinqiiente como ellos, se la quita.
Y, quedaron co n forfnes í,en>'que ¡pocos 31i i- i 14 L n ca-ies^i-jo^if] IJ2 ^iocjjéqid sb L-bunesb Y
Son para el mando dignos y capaces. S n ^ j . H «23ld'oq :
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FABULA V I / (?: 3\ñ : oZ
| -_^ ¡ (T ÍA SIMÓNIDES
I -1 _ . . n
LOS DOS LADRONES Y EL BURRO.
Ü2 I|urJ31 .£¿31$ si obn£ÍJ0 preservado por los dioses.

l o r un Burro r o b a d o , dos Ladrones rr . ;• ; • ? •• )


Peleaban : uno de ellos pretend ía ' N unca bastantemente celebradas
Servirse de é l , y el otro proyectaba Son tres diversas clases de personas,
Venderlo.-^-Mientras ambos en ¡su riña Los Dioses, las Beldades y los Reyes.
Embebidos estaban ? un tercero .„, Complace la alabanza , y , al fin , logra'*
Ladrón que sobrevino, al Burro pilla, Ganarse el corazon. —De una hermosura
Y echa por esos trigos á carreta. El f a v o r , suele ser de la lisonja
Digamos.que este Burro,significa Premio.—Veamos también cómo los Dioses
Tggb ,efiÜ9iJ£3 fims «obfiDCiio'j atmai, io!ev uz ioq r.oq
Qualquiera posesión', que dos Magnates J Pagan , quando con ella se sobornan.
1
Simónides hábiYtrabajada . 'c ' i, :« T De estos hermanos el elogio, forma
De u n 2 Athlera el elogios llegó da tórác' Q Las dos terceras partes, del escrito.
De leérselo, y halló que era sencilla, .' 1 El Athleta ofreció pagar por su obra
Y desnuda de hipérboles su historia» U n talento;, mas luego que el tunante
Sus abuelos oscuros, padres pobres, La narración o y ó , con gran pachorra
Y él sin mas prendas que sus fuerzas propias. Ai Poeta pagó un tercio solamente,
Habló el Poeta de su heroe lo que pudo, Y dixo , con franqueza , que las otras
Y , sin mas episodios', se remóhta Dos partes del elogio, las pagaran L
Hasta 3 Castor y 3 Póllux , publicando Castor y Póllux, cuyas dos personas f v ; ,
Que de los Luchadores era honra Eran con tanto encomio celebradas^
El imitar su exempló: los lugares Pero, no ostante, agradecido exhorta
Cita de las batallas, y pregona Al Poeta , á que en la mesa le acompañe,
Su valentía en ellos.—Finalmente, Pues, en celebridad de su victoria;
» - > o! : vi ) noc A sus amigos y parientes daba
1 Antiguo Poeta Griego, celebérrimo, de quien solo nos q u é - Un banquete, — Simónides lo otorga,
dan algunos fragmentos.
2 Llamábanse Athletas aquellos , que en Grecia se* presenta- Porque quizá temió perder el pobre,
ban , en diversos lugares y tiempos, delante de un numeroso (Además del dinero que le roban)
Pueblo, para disputar el premio de la carrera, de la lucha , &c.
• De su poética vena la alabanza.
3 Hermanos gemelos , hijos de Júpiter y Leda , que habiért-
dose hecho famoso? por su destreza en los exércicios del c u e r - Sentáronse á comer en toda forma:
p o , y por su v a l o r , fuéron colocados entre las estrellas, d e s -
w l ! j j
Comen , beben , chancéanse, disputan,
pués de muertos. 'KfMlp I
2.4° Por el mundo la fama voladora:
Y , en medio de su bulla ly su chacota, Todos lo atribuyéron á milagro;
Acercóse á Simónides un criado,
Y de allí en adelante, á toda costa,
- O
Y le dixo, que había dos personas
Buscaron de Simónides los versos,
A la puerta , que hablarle pretendían.
(Visto quanto estimaban su.persona
Salió luego, y en tanto, aquella tropa
Los mismos Dioses.) — V a m o s á aplicarlo.
De conmensales, continuó la bulla.
Digo en primer lugar, que nunca sobran
Eran , los que llamaban á deshora,
Alabanzas que á. Dioses se tributan.
Los dos Gemelos del elogio dicho.
Digo también, que á un Poeta n o desdora
A m b o s , agradecidos á las honras
El sacar de su numen su existencia,
Del Poeta , dispusieron advertirle:
Y que él vilipendiarle, es torpe cosa.
"Que si el vivir a m a b a , era forzosa
Y .digo , finalmente, que los Grandes,
jLa fuga , porque á plomo iba á caerse,
Honrando la Poesía, se dan honra,
Antes de anochecer, la casa todá,¡,
Pues hubo tiempo, en que la unión estrecha
Fué la predicción cierta,—Con estruendo,
Del Parnaso y O l i m p o , fué notoria.
$obre los combidados se desploma,
wgyg» ftPoííSra I í8R*tom iffitFÉS 'HJP
riompe las mesas, platos y vasijas,
t ¡. • -1 ;;
V f> 2o?3 n$Idou.a.xoup zqJ <¿if
^ ; v • 5' *
/
Lastima á varios, aunque poco , y logra
Simónides venganza de la burla,
n¿v. / tavA ; nac, ¿picri roranrdH
t23fl0SS 1 2U2 2£n3üd loq 32nOl3Í7ÍjT
Porque salió con ambas piernas rotas
•sbiv s,í no3 ovjqr, bb oqsoza Y
El A t h l e t a . ^ Publica este suceso
TOM.I. HH
FABULA VIIJ.1 - ¡ h vc;£! Poco tiempo después, el insensato
m MURCIELAGO Se metió (sin saber lo que se.hacía)
tfi3203 übo3 £ t 33n£¡hb£ na iiíí; sb Y
y LAS DOS COMADREJAS. En el recinto de otra Comadreja,
t202i3V ^QÍ ¿pLi norr; it riO7£D¿u0 Q u e , á la sazón, estaba muy reñida
U n un nido s&'entró j de Comadrejas, Con la páxara gente. — La señora
U n M u r c i é l a g o s La u n a q u e ofendida H
De los Ratones y con razón , se hallaba, Del puntiagudo hocico , ya se le iba
Se arrojó á, d e v o r a r l o . " S a b a n d i j a - ; s a i L \ A engullir. — El Murciélago la jura,
Despreciable, ( le dixo). < valor? cienes o -; i CI " Q u e era un ultrage , y una tiranía
f
De ponerte delante de mi vista, u?. ; v Í ? Por páxaro tenerle , y perseguirle.,,
Quando tu raza tanto irte ha ofendido? . Y "¿Qué es lo que constituye la familia
¿No eres Ratón?"Explícate , y no.finjas.',, Y De las Aves ? (la. dice.) Son las plumas:
"Perdone'usted, (responde) que nó -es esa J Yo soy. Ratón , y los Ratones vivan.
Mi profesion. ¡-Ratón i Qué tal se diga 1 Júpiter extermine á todo Gato.,,
Gracias doy ai Autor del Universo,,.¡¡M h<J Con esta adulación y picardía,
De que páxaro me hizo. ¿Usted no mira De morir libertóse por dos veces.
esos ayres,
Mis alas? Los que pueblan Muchos (como el Murciélago) en las mismas
Hermanos mios son: las Aves vivan.,, Circunstancias se encuentran , y mudando
Tuviéronse por buenas sus razones, De partido 3 se libran de la ruina.
Y escapó del apuro con la vida.
HH R .I.MOT
14-4 2-4 S
!
FÁBULA IX. «.fjnoiq ye FABULA X. ' jjJ
.i
LA PERRA PREÑADA,
| 12 , ri0i3i.3iUX.IJ u 1
h e r i d o con u n a f l e c h a . y ílf c o m p a ÑERA.

£DJ£l$7 m £OX;323 c OOS£Z ül £ t 3IjQ (.zsbíTr/i'^ 3&rt¿3?£tI £V, nr,'i3 20iifí


v
2IJ?., \

. H e r i d o mortalmente de una flecha, U n a Perra preñada (ya muy cerca


Cierto Paxaro, así se lamentaba:
• • • "
De parir , sin tener ningún parage
"Mortales ingratísimos, á efecto Donde depositar su amada carga)
De arrojar vuestros dardos, nuestras alas P u d o , al fin , conseguir que la dexáse
Plumas os facilitan , y morimos La Compañera su vivienda libre,
Por ello; pero á muchos os aguarda Para la hora del p a r t o , no distante.
Suerte tan infeliz como la nuestra.,, Se encerró en ella , pues, y á poco tiempo
Habló el Páxaro bien. — Se dan las armas Volvió la Compañera. — La persuade
Contra sí mutuamente los mortales. La Parida reciente, á q u e , siquiera
,Ml/ÍIOlü "/ ÍÍQYJI.I¡jo£"sii¿3 tíoD C o m o unos quince dias, la dilate
2ob "íoq 3?onS!ií inbrh oG El permiso de estar en su morada,
2Lf4?ÍÍT!«2£Í::hb {cgfj'jtjríuM h OCnSS)}MAjhÁ Porque sus pequeñuelos aun no saben
chíkhtáhí'{ < 32 2¿ibrfr,32nu3iiO Andar. —Se lo concede. — Y fenecido
.mirn ¿I 'ib rundí! 32. ciLiji/q s Q Este segundo plazo , á presentarse
Vuelve con la demanda de su lecho
Y q u a r t o , la otra Perra. — Entonces sale
La encerrada, y la dice : — " yo estoy pronta, - $ i. FABULA XI. iM
Y también mis Cachorros, á dexarte rífrrf • O íi ' h rt ' r r • t i
M . --- i - V .... \ " . ' _ -v i"'. EL AGUILA Y EL ESCARABAJO.
T u habitación, si puedes de ella echarnos.
- - »
JLJaba el Aguila caza
(Sus hijos eran ya bastante grandes.)
A un Conejo , que , á todo correr, iba
Lo que se da al m a l v a d o , casi siempre
Hácia su madriguera.
Llega á pesar. — Para poder cobrarle; Kj aCI
Encontró en el c a m i n o , por su dicha,
El prestado dinero, mas arbitrio
La asquerosa morada 3: > ni ! < v , . A
N o hay , que el de pleytear, y 4 veces se hace
De un cierto Escarabajo , á quien suplica
Precisa la violencia. — Si á esta cascaqmoD ¿ J
Le ampare. — Se lo otorga.
De gentes en tu casa admites, sabe,
N o ostante de esto, el Aguila atrevida,
Que dándoles el p i e , será prodigio
Se abatió al agugero, z. . , •J. 1
N o se tomen la m a n o , á pocos lances.
Para coger al mísero que huía.
BI^RÍDS'1 •• DXíDí
1
í. r '53<*¡í
K W fibiis«! 1,1
«vteftk ti t »c-ik Mas el Escarabajo,
VlbUlJ ¿A íi-ll ' w Jíi u p zonu ornoD
tfibéiorn- u¿ na iciee ab o z i n m q I¿J Con muchísimo modo : —¿- " Reyna invicta
nocbz on riü¡¡ zotaurbrípsq ?nz aijpio*! De las Aves, (la dice)
o h r o n s i Y — o b á x i o s o! & — »isbnA Sé con certeza, que , aunque yo lo impida,
32ic::rt323iq ¿ t osclq obnups? 33¿[ . Podéis á este pobrete
orbbi ¡J2 üb ¿bnsrnsb sí noo avían V Arrebatar des a q u í ; pepo n o es digna
s»U?. üoriojííH — .£-n3cT svo r.l ( ortf.rjp Y De vos tan corta hazañá.-n ; ur:; ;> ' , i
z 48
* 4?
N o me hagais esta afrenta *, y pues la vida
Sus quejas en el viento se perdían.
Demanda el Gazapillo,
En fin, la fué preciso
Concededsela , ó pierda yo la mía,
Aquel año vivir madre afligida.
Porque es mi buen compadre.,,
Pero el año siguiente,
El Páxaro de J ú p i t e r , con risa,
Su nido colocó sobre la cima
Le pegó al feo bicho
De un escarpado monte.
U n aletazo: atürdele , le obliga
T o m ó el Escarabajo sus medidas:
A callar, y , al instante,
Subió , quando ya estaba
Arrebata al Conejo Ciego de ira
Fuera del cascaron toda la cria,
El tal Escarabajo,
Y les dio tan gran susto,
Hacia el nido del Aguila camina:
Que , por escapar de é l , se precipitan.
Llega, y pedazos hace '
Segunda vez vengada
Sus tiernos huevos, que eran sus delicias,
Fué del Conejo la sangrienta ruina,
Sin dexar ni uno sano.
Dando lugar al duelo
Quando el Aguila vino , y vio tal ruina,
Mas a m a r g o — De aquella serranía
Gritos al cielo daba,
El e c o , en quatro meses
Y , para mas tormento, no sabía
Los ojos no p e g ó , tanta desdicha
Quien el autor iniquo
Llorando. — La Ave regia,
Fuese , para exercer con él sus iras.
Que llevó á * Ganimedes, condolida
La era el gemir en- vano., 0; ni.: •JCíjrsir» o í k urUrsn. *ri2 ' ^
* Joven amado de J ú p i t e r , quien le arrebató sobre su Águila.
TOM.I. II
2 $0
Ruega á Júpiter sacro. Relacionando, el cuento,
Escúchala benigno, y deposita Al Águila dixéron , que se había
Los huevos en su capa, Portado malamente.
,2 , . . . £ .
Quedándose, con esto, ya tranquila, Tal fué en los dos contrarios la ojeriza
Pues nadie allí llegaba. Que Júpiter , al cabo,
De sistema mudó la sabandija. Se vio como forzado á hacer justicia.
Y < qué hace > Sobre el manto Dispuso que los tiempos,
De Júpiter esparce sus bolillas, En que sacaba el Aguila sus crias,
Y J ú p i t e r , entonces, Desde allí en adelante
Los huevos arrojó, por sacudirlas. Se transfiriesen á la estación fria,
Ya que el Aguila supo En que la torpe raza
La inadvertencia , á Júpiter altiva De los Escarabajos no trafica*,
Amenaza, diciendo: Pues, como la Marmota,
"Que á una espantosa soledad se iría, D u e r m e , y se oculta de la luz del dia.
Su corte abandonando, , »afiev v 23" no ra 3b ¿ o u r ^ d
Por huir de dependencias y fatigas.,, Oiifc&ál oh obaofl nu A
Júpiter calló á todo. 01 v o? v t ozomól kiH
Ante su tribunal, al otro dia, .obfiS£T£dín3 oi-omA 13
Mandó al Escarabajo ' L : l d o 2 Ólf OíT? r Íirl 1 0 ^
Comparecer. — Sus quejas dió sumisas,
FABULA Xll.obfl mimhk Por delante al otro pobre,
v
bÁAMmmi iiéíltífakIií"oÁ
ASNO CARGADO DE ESPONJAS, Que de sal iba cargado.
. y e z as^'o cargado d e saz. Este , por querer seguir
tiM3|0 £l zons^mco cófr ad -kñ kT Su capricho , metió un brazo
U n Arriero , con dos Burros, Entre dos piedras, cayó,
Iba alegre caminando, Volvió á caer, ensayó varios
Con su vara , según suelen, Esfuerzos, y , ai fin, consigue
P u e s t a , c o n ayre , al costado. Salir, pero descargado
El uno de los dos Burros, De la sal, que derretida
Marchaba listo y ufano, Quedó en el agua. — Imitarlo
Porque su carga era esponjas* Su compañero esponjista,
Y el o t r o , con pasó tardo, Dispuso, y , á breve rato,
Se iba moviendo, porque era Ve aquí á mi Burro metido
Su carga de sai. — Llegaron, Hasta el cuello, con el amo
Despues de montes y valles, Y las esponjas en riesgo.
A un hondo rio Pasarlo Todos tres agua tragaron
Era forzoso, y se vio Hasta mas no poder. — Tanta
El Arriero embarazado. Fué el agua que chupó el saco
Por fin , montó sobre el Burro De las esponjas , q u e , al tiempo
De las esponjas, echando De querer salir el Asno
¡asi 254
Á la orilla, no le fué FABULA X E
Posible al triste lograrlo. jEZ JR^Z
El Arriero le abrazaba, q u e j a n d o s e a j u n o .

Viéndose tan inmediato i '•:>!'';rnro lyfit'j i. :r¡:ni5 r,:¿ :.•: v."i


A perecer: m a s , un Quidam D
(Fuese quien fuese) librarlo ecía el Pabo Real á J u n o : "Diosa,
Consiguió de la apretura. Razones justas y sobradas tengo
Queda bien evidenciado, Para quejarme y murmurar : el canto
Que no siempre de igual modo De que me habéis dotado, es tan horrendo,
Debe obrarse en igual caso. Que á la naturaleza toda ofende.
N o es así el Ruyseñor, cuyos gorgeos
m
. : ;!!Ínon¿'j ó; xfrcioD uZ
Son del género humano las delicias,
¿Oíia 3VDTG kVi; t 0¿mÚ<l
Y de la Primavera adorno bello.,,
7- M I
Obií^ffí o'iiíjd ¿rn i, UjfjL aV
Llena de enojo J u n o , le responde:
dfCIS j -loo tOÍbíH b KfetH
"Paxaro zelosísimo y perverso,
. O g 2 ? Í í 113 2fií Y
(Que debieras callar) 1 cómo te atreves
nOTOirn fen^e ¿-:n áÓboT
A envidiar canto alguno, t u , que el cuello
•xifiíiT .isboq on rn I-
Tienes rodeado con hermosas cintas
^ f f e b oqr/rb sup feoge b arrí
De cambiantes tan lindos y halagüeños?
• r.r: 1 le {->np t zr.ffioq¿3 í sCí
¿ T u , que desplegas esa hermosa cola,
Ü12Á lí) lilíJg 1OT. TJr> 0• ;

Cuyos vivos colores y reflexos,


z$6
La vista encantan ? ¿Vese, por ventura. FABULA XIV.: • :
Bajo la inmensa bóveda del cielo, TESTAMENTO
Páxaro mas hermoso y a gradable? e x p l i c a d o p o r e s o p o .

N o puede un animal tener completos S & I I I H I Á Ú R; R;¿YP ¿ OQ OÍ. Q


Todos los dones. Propiedades varias, i es verdad lo que dicen
Os hemos dado á todos. Lo ligero D e Esopo, era el oráculo de Grecia:
Al A l c o n , como al Águila lo firme: Mas él solo sabía,
Para presagios destinóse al Cuervo, Que todo el Areópago. — Para muestra
Y á la Corneja para que advirtiese De su talento grande,
Las futuras desgracias Muy contentos. Referiré una historia, que entretenga
Con lo que les tocó , quedaron todos. 1 , Y agrade á los lectores.
D e x a , pues, de quejarte , ó , para cxemplo C o n tres Hijas, mugeres ya muy hechas,
De otros desconocidos, de tus plumas U n Anciano se hallaba}
T e despojaré , i n g r a t o , en el momento.,, Mas de contrario humor todas tres eran:
33 omoD5 (uJko ¿eiaidab ouQ) La una se embriagaba,
OÍÍ3D3 ta 3up < ui e onu^ífi o3n£3 m b i v n s A La segunda era avara, y la tercera
i
2£3Hi3 2£cGfrmrl non ob-esboi zsnsiT Lo que coqueta nombran.

Szonsij^krf ^ zobnil n a 233n£Íd/n£3 sCI Este Hombre , pues, por testamento dexa
<£Í03 £20fH ¡3fí £23 2£§3Íq23.b 3Up t u T ; Su hacienda repartida
<20x: f b l V 2310Í03 20VÍV 20VÍ.O Igualmente en las tres, como lo ordenan
TOM.I. KK
z$6
La vista encantan ? ¿Vese, por ventura. FABULA XIV.: • :
Bajo la inmensa bóveda del cielo, TESTAMENTO
Páxaro mas hermoso y a gradable? e x p l i c a d o p o r e s o p o .

N o puede un animal tener completos S & I I I H I Á Ú R; R;¿YP ¿ OQ OÍ. Q


Todos los dones. Propiedades varias, i es verdad lo que dicen
Os hemos dado á todos. Lo ligero D e Esopo, era el oráculo de Grecia:
Al A l c o n , como al Águila lo firme: Mas él solo sabía,
Para presagios destinóse al Cuervo, Que todo el Areópago. — Para muestra
Y á la Corneja para que advirtiese De su talento grande,
Las futuras desgracias Muy contentos. Referiré una historia, que entretenga
Con lo que les tocó , quedaron todos. 1 , Y agrade á los lectores.
D e x a , pues, de quejarte , ó , para cxemplo C o n tres Hijas, mugeres ya muy hechas,
De otros desconocidos, de tus plumas U n Anciano se hallaba}
T e despojaré , i n g r a t o , en el momento.,, Mas de contrario humor todas tres eran:
33 omoD5 (uJko ¿eiaidsb ouQ) La una se embriagaba,
OÍÍ3D3 ta 3up < ui e onu^ífi o3n£3 m b i v n s A La segunda era avara, y la tercera
i
2£3Hi3 2£cGfrmrl non ob-esboi zsnsiT Lo que coqueta nombran.

Szonsij^krf ^ zobnil n a 233n£Íd/n£3 sCI Este Hombre , pues, por testamento dexa

<£Í03 £20fH ¡3fí £23 2£§síq23b 3Up t u T ; Su hacienda repartida


<20x: f b l V 2310Í03 20VÍV 20VÍ.O Igualmente en las tres, como lo ordenan
TOM.I. KK
258
Municipales leyesi Se fuéron consultando*,
Pero debiendo dar cada una de ellas, Y aunque el caso se vio, con pulso y flema,
Para su Madre , un tanto, Diéronse por vencidos.
Quando no poseyesen ya la hacienda Aconsejaron á las herederas,
Que las toco por manda. Que los bienes partiesen,
Difunto el Padre , van las tres Doncellas Señalando á su Madre cierta renta
A ver el testamento. De su tercera parte,
Varias veces lo leen, le dan mil vueltas, Sin mas profundizar. Í— Así dispuestas
Procurando enterarse Las cosas, se formaron
Del sentido oscurísimo que encierra. Tres distintas porciones. — Las botellas,
Pero fué intento vano.- Vasos, cubetos, botas,
Lo de que quando ya no poseyera La vajilla de plata, las bodegas',
Su parte señalada Y , en f i n , todo lo anexo
Ninguna de las tres viciosas Hembras, A la glotonería, la primera
Habían á su Madre Porcion formaba. — Ricos
De pagar, ciertamente era un problema. Muebles, casa de campo muy amena,
(No es modo muy seguro Eunucos y Modistas,
Para satisfacer, quedar por puertas.) Bordadoras, diamantes, ricas telas,
Pues ¿qué pensaba el Padre? Formaba la segunda
Abogados de fama y de experiencias, Porcion. — Se componía la tercera
léO
Del menage de casa, Ai testamento obscuro.
Ganados, pastos, olivares, bestias "Cierto que si el difunto reviviera,
De labor, y Gañanes. (Iba diciendo Esopo)
Las tres porciones, de este modo hechas, Que la echaría en cara su rudeza
N o se creyó imposible Al Atica. Pues; cómo í
El que se combinaran de manera, i Este Pueblo vanísimo , que piensa
Para las tres Hermanas, Ser mas sutil, que quantas
Que todas tres quedasen descontentas. Naciones tiene el globo de la tierra,
En fin, se hizo el reparto, T a n mal ha comprendido
Y tomó su porción cada una de ellas. De un testador la voluntad postrera \fi
El caso referido, Entonces, por sí propio,
Fué á suceder en la erudita Atenas: Hizo el repartimiento , (en conseqiiencia
N o hubo pequeño ó grande, De haber dado en el punto
Que la elección y divisiones hechas, De la dificultad}) pues á la que era
N o aprobase en su todo. Bebedora, entrególa
Esopo únicamente, por sus buenas T o d o el ajuar que fué de la coqueta:
Y justas reflexiones, A esta dió el de la avara,
Halló que teda la Ciudad entera Naturalmente recayendo en ésta
Se había equivocado, La porcion resultante.
Dándole una torcida inteligencia T a l fué de Esopo el Frigio la sentencia.
Todas las tres Hermanas FABULA XV. 7
Quedaron en extremo mal contentas. LAS RANAS, r
ó rt'rr' ^ f l r " : «fp r? ^ r f c?
Eso buscaba Esopo, q u e p i d i e r o n u n r e y .

Para demostración de aquel problema.


1
En prueba del disgusto, Del democrático estado
Lo heredado vendió cada una de ellas. Disgustadas ya las Ranas,
C o m o quedaron ricas, T a n t o hicieron con sus ruegos,
Casaron en Atenas con decencia, Que Júpiter las regala
Y á su Madre pagaron, E l 2 monárquico poder.
En especie corriente de moneda, Cayóles, pues, un Monarca
Quando no poseían M u y pacífico , del cielo;
Los efectos, ni muebles de la herencia', Pero éste , al dar en el agua,
Con lo q u e , el testamento Hizo un estrépito tal,
Quedó verificado , y á la letra. Que toda la gente Rana
Ai Pueblo causó espanto, (Gente necia, miserable,
De que , un hombre tan solo , mas supiera Sobremanera apocada )
Que miles de habitantes, Se retiró á lo mas hondo
Que contenía la Ciudad de Atenas. Del estanque , y entre cañas,

1 Donde gobierna el Pueblo.


2 Gobierno soberano de uno solo.
Juncos y verdín, se ocultan, N o se pasó mucho tiempo,
Sin atreverse la cara Sin que a Júpiter las Ranas
A m i r a r , en mucho tiempo, Le rompiesen la cabeza,
Del que ellas imaginaban Segunda v e z , con plegarias.
U n gigante desmedido. "Danos un Rey (le decía
Pero es de saber, que nada Este Pueblo sin sustancia}
Era mas que un tronco seco, Que se mueva.,, — N o tardó
Cuya magnitud fué causa Júpiter Olimpo en darlas
De espantar a la primera Otro Rey , mas fué uña Grulla,
Que , curiosa, su covacha Que dos hoy , y tres mañana,
Se atrevió á dexar, por verlo. Se las iba merendando.
Esta, pues, llegó asustada, Entonces sí q u e , con altas
Otra la siguió, luego otra, Exclamaciones, pedían
Hasta que , al f i n , toda Rana A Júpiter las librara
Perdió el miedo , y con su Rey De tanto mal. — Pero airado
Familiarmente trataba, Las respondió: "Temerarias,
Llegando ya hasta el extremo lPensáis, por ventura , á vuestras
De subírsele en la espalda. Leyes sujetarnos? Basta.
Su Magestad lo sufría, Debisteis haber vivido,
Sin hablar ni una palabra. Conformes y sosegadas,
TOM.I. LL %

'
Con vuestro primer gobierno; FABULA XVI.
Mas ya que tan insensatas
EL MAL DE GOTA,
Pedísteis Rey , la dulzura, Y LAS AMAÑAS.
La bondad y tolerancia M T QÍTIOT — .üo'nmd:A u¿ ms£i
Del primero, debería A s í que al mal de Gota y las Arañas
Haberos bastado, ingratas. Produxo el mismo Infierno,
r* 2í jjf
Díxolas: — "hijas mías,
Ya no teneis mas recurso.
Bien podéis, con r a z ó n , envaneceros
Contentaos con el que os manda,
De que al género humano
D e miedo que le succeda
A m b a s , con igualdad, le causais miedo.
Otro Rey , que peor lo haga.,,
Busquemos, pues, ahora
x)i "ií- n - . f > r j i 2.- 3c.
Los sitios donde habéis de habitar. — Esos
xí-» i '*'-non
' ' tt w p i¿ 233aobia
-.» I .T Magníficos palacios,
C"RI£:I>'>Fi > o?.FMJ3I.MX DXH
«ta aue .íMmríi fósrnj1 A Y esas casas tan pobres, que tenemos
Á la vista , dispongo
obssiut o^l .lfii.fi únisJ oQ
Sean vuestra morada desde luego.
^mLij^ -i'í" : bibnoqrai zxJ
Ó bien acomodaos,
Ó , si no , sacad suertes.,, — " Y o no tengo
t obiviv lác&rl 21 a^idsCÍ Inclinación a chozas,
xcil)i^:oz
\j
yv mmolaoD La Araña replicó.,, — " L a G o t a , viendo
x6%
Que estaban los palacios U n dia á cortar lena,
De Médicos famosos siempre llenos, Y otro dia a cavar en el majuelo,
Creyó no convenirla La llevaba sin falta.
Para su habitación. — T o m ó , en efecto, (Se sabe lo que es esto
La resolución de irse Para el mal de la Gota.)
e
A una casa pobrísima, infiriendo, " N o puedo mas (dixo á la Araña:) bueno
Que de allí no podría Será que trueque hagamos.,,
Hipócrates echarla, ni Galeno. Condescendió la Araña en el momento.
Lai Araña
r - acomodóse Quedóse en la casilla,
De un gran palacio en el dorado techo. D o n d e jamás la escoba barrió el techo:
Trabajó allí su tela La Gota , por su parte,
Para una eternidad. En aquel puesto Casa de un Prebendado reverendo
Cazaba los Moscones, Se fué á alojar, y al pobre
Quando la acomodaba. — U n Barrendero Condenó á estarse en cama todo el tiempo
N o ostante, cierto dia, Que vivió , porque nunca
Con la escoba arrastró tela y sustento. Desterrarla los Médicos pudiéron.
La pobre bestia , entonces, A ambas fué ventajoso
A buscar á la Gota fué corriendo. Haber cambiado así de alojamiento.
• l!ÜlOr/ «i- ~ - ' ÍHiOi¿íiSl'i ' ilrUp £t j íítl
La halló mas desgraciada
lO i L . y/b.:j " 1 (' 'h ... MI*. n¿! u'iftS^jH
Que ella, porque su huesped madruguero
FABULA XVII. M i s i c o debe estar aquí escondido',, {
Para recreo (d_A Iqs animales, . r, ^
PROGNE T FILOMELA.
Ó , quando mas, de un tosco Pastorcillo
1
P r o g n e la Golondrina , en otro tiempo, cDebe usarse esa voz en un desierto?

Se descarrió algún tanto de su nido, Querida hermana "mia , ven conmigo* *

Y fué á parar á un bosque, en donde estaba Para que en la ciudad tu canto admiren.

Cantando 2 Filomela. — "Hermana , (dixo Con esto evitarás que los sombríos

Progne) Í cómo lo pasas? Ha mil años, Bosques, continuamente te recuerden

O m a s , que entre nosotras no has venido Las tropelías que exerció contigo i

A habitar ? por lo menos, desde el tiempo Aquel Teréo vil,,, —"''Por eso propio,

En que existía Tracia : yo imagino, (Respondió Filomela) me resisto

Que ya puedes dexar esta morada A seguirte : 1a, cruel triste memoria

Solitaria. ¿Qué harás en este sitio?,, De tan bárbaro ultrage , es el motivo

"¡ A h ! (respondió al instante Filomela) De abominar los h o m b r e s , cuya vista

< Hay un lugar , acaso, mas benigno?,, Hiciera mas amargo el dolor mio.„

" i C ó m o l (replicó la otra.) <Ese talento eirjil ifixot'I


>. £clíimriffi f¿o!>n ?ol o|r>H

1 Hija de Pandion , Rey de Atenas , y muger de Teréo, Rey


de T r a c i a ; la quai fué transformada en Golondrina.
2 Hermana de P r o g n e , la qual habiendo sido violada por
Teréo , fué transformada en Ruyseñor.
' FABULA XVIII. Sin excepción de las Aves}
TRIBUTO ENVIADO Se creyó que el resistirse
í o l i n l o & H ' o ^ o ] íiu'óh , 2£'m obnsup , O Al edicto publicado,
por los animales a a l e x a n d r o .

p Sería hacerse infelices.


V^orría entre los antiguos En fin , halló todo el mundo
•La Fábula que se sigue, Irracional (que de libre
Sin que la razón para ello Los privilegios gozaba )
Haya podido ocurrirtne. Que era forzoso avenirse
Saque la moralidad A recibir nuevas leyes.
El lector, pues así dice. Juntáronse, pues, á miles
Habiendo ya publicado Las Bestias en un desierto}
La fama , por los confines Y despues de varios dimes
Del universo, que un hijo Y diretes, resolvieron,
De Júpiter , un terrible Que era una cosa imposible
Alexandro, (no queriendo ¿jafri ¿ Dexar de dar á Alexandro
Dexar cosa alguna libre Los tributos, y rendirle
Bajo los cielos) mandaba Vasallage , como á dueño.
Que t o d o s , sus invencibles Para estos precisos fines,
Manos besasen, Humanos, Determináton enviar
Quadrúpedos y Reptiles, Al Ximio} y , para instruirle,
TOM.I. MM
274
2 , 7 5
Le pusieron por" escrito
La arenga j mas fué imposible Con un León. Causóla susto
Los tributos disponer, U n encuentro tan terrible.
Pues en aquellos paises, "Me complazco (dixo el León)
Carecían de oro y plata. De haberos hallado : el irme
T o m a n de un Príncipe insigne Solo pensaba, á llevar
Su vecino (que tenía Mi tributo, el qual me aflige,
E n sus dominios felices, Aunque no es de mucho peso.
Muchas riquísimas minas) Puede muy bien repartirse
Todos los maravedises Entre los quatro y , entonces,
Que importaban los tributos. Desembarazado y libre
El Mulo y el A s n o , humildes Quedo para defenderos,
Se ofreciéron á llevarlos. En caso que algunos viles
Y , estando para partirse, Ladrones nos acometan.,,
El Caballo y el Camello Tuvieron que convenirse,
Quisiéron también seguirles. Porque replicar al León,
;oJ.
Pusiéronse todos quatro Era negocio temible.
En marcha , con su risible Ve aquí, pues, al León sin carga,
Embaxador. — Se encontró Y viviendo , como dicen,
L a caravana infelice A costa de los demás,
Sin que se lo estorbe ó prive
iil& .I.lí
Aquel * heroe descendiente
Pero antes: ^restituidme,
De Júpiter. — Como dixe,
(Les dixo) mi plata toda.,,
Caminaban, y llegaron
Obedecieron humildes.
A u n prado , con mil matices
Desatáronse los tercios;'
De varias flores cubierto.
Y viendo el Leon esparcirse,
Regado con apacibles
Acá y allá tanto saco
Cristalinos arroyuelos,
De dinero: " ; ó , Dioses (dice)
Donde pacían á miles
Bendigo vuestra bondad,
Los Corderos. En f i n , era
Pues á mi moneda disteis
U n compuesto de jardines,
Tantas hijas semejantes
Donde el Zéfiro habitaba.
A sus madres! \ Qué felice
Al llegar allí, se finge S o y . . . i Mirad ya casi todas
Enfermo el León , y á los otros, Las hermanas qual compiten
Que sigan su marcha , dice, En tamaño con sus madres 1
Porque se siente abrasar T o d o esto es mio.„ — Lös tristes,
De una fiebre que le rinde, Embaxador y Animales,
Y quiere ver si en el prado Se ausentaron , sin decirle
Ponerse bueno consigue, Ni una palabra. — Se cuenta,
Con sus yerbas saludables-, Que al descendiente invencible
® Alexandro, que se llamaba hijo de Júpiter. '2 De J u p i t e r , se quejáron;
Pero que éste, ni aun oirles Pretendía lugar en las historias,
Quiso. — i Y qué. decreto hubiera. Solo por su clarísima ascendencia?.. .,
Dado? — Claro se colige, Hubiera desdeñado la insensata
Que era ofender un León á otro; Servir al mejor Médico. ; T a l era I
O , como las gentes dicen, Esta M u í a , por fin , llegó á ponerse,
Porque los corsarios huyen Con el transcurso de los años, vieja',
De trabar, entre s í , lides. Y entonces, destináronla á un molino.
7
i I • • l-.-ulÁe
' : ¡bnbnod 'L cr
J/O&IJY ogrbnaa Luego que puso en ¿1 los pies, se acuerda
[,;,'.. „ , rrf i f j , ¿ ?~r.q De haber tenido un p a d r e , y que fué Burro.
Quando las desventuras no sirvieran
FABULA X I X . '^A De mas que de humillar á los aldvos,
LA MULA Debiéranse juzgar, en parte , buenas.
, ¿.. r . .
vanagloriosa d e su genealogia.

C ! c'yi )fiffi zwfíoooítífíiJJ ri3 ; j - |Pfi3 pldob fi&ibnoq aM>


ierta Muía 0rgull9sa.de un Prelado, ?Á >kc¡ tOípe. |fi, IjJil-fcl 3ífi Ó j
Hacía vanidad de su nobleza, D e vma hm^i?1 )
Y no se la caía de la boca .ti ¡ib Iviobípv-iKÍ t oaitü-ftD. i« omoi Y
cm
Su dignísima madre , (que fué Yegua) (x,:iiqqfí¡i JÍIÍ áup > c oA I¿ 23Ü I
e
De quien contaba cosas inauditas. .ouu áíi t b oxid)
<Se creerá que esta hija tan soberbia, _ f?p(rjr,'i3?, a?iup & g j b u b 13
28o 281
FABULA X X . Ese es nuestro enemigo declarado.,,
S * • f o f 1 1s * r ~
EL ANCIANO Y EL BURRO.
<.U¿I: Í;I JJ ¿. i¿Uñí:¡ :J;í ÍGU.IÜ 13i¿fpt£íip 3Ü
++++++ + +++++++ ++ ++
S o b r e su Burro un Viejo
ci»G l i i q x? p¿ o v Í ;: J i2 i ¿A
Caminaba. _ Pasando por un prado FABULA XXI.
Abundante y florido, f fr \ T
EL CIERVO,
Se desmontó, porque paciera su Asno.
que se miraba e n e l agua.
¿ El animal entonces,
Empezó á revolcarse, y dar mil saltos, E n el cristal de una fuente,
Ponderando su dicha. Cierto Ciervo se miraba,
En esto dos ladrones divisaron. Alabando la hermosura
"Huyamos„ (dixo el Viejo.) D e sus cuernos. — M a s , ; qué rabia
"¿Y por qué tengo de huir? (respondió el Asno) Le causaba, al mismo tiempo,
<Me pondrán doble carga? El mirar que eran tan largas
l O me darán al dia menos palos?,, Sus piernas, que se perdían
" N o „ (le replicó el Viejo.) De vista dentro del agua!
Y tomó su camino , huyendo el daño. "¿ Qué proporcion, de mis pies
"Pues si n o , ¿qué me importa, A mi cabeza, se halla?
(Dixo el Burro) que seas, ó n o , mi amo? (Decía viendo su sombra
El dueño á quien servimos, Con dolor.) Mi frente alcanza,
TOM.I. NN
2 8 2> 283
Por elevadas que estén. Semejantes á este Ciervo
De qualquier árbol las ramas; S o m o s , que tanto ultrajaba
Pero estos pies me deshonran.,. A sus pies, que le servían;
Así el Ciervo se explicaba, Y tal aprecio á sus hastas
Quando repentinamente, Manifestó, siendo así
Dos ó tres Perros de caza Que por poco no le acaban.
Le embisten, — Ecbó á correr,
3 obnüfjp ¿
Por evitar su desgracia,
Hácia el bosque mas vecino; +4+++++
l ' . I.f'li! : :
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r r "ICJ O v " J I J O.CM3LI3 L
Pero en él le embarazaban FABULA XXII.
Sus muchos y largos cuernos
El que su deber obráran LA LIEBRE Y LA TORTUGA.

Los pies, que darle la vida


D e nada sirve, á veces, correr mucho,
Oficiosos procuraban.
Si no se parte á tiempo. — Lo comprueban
Retractóse, viendo aquello, La Liebre y la Tortuga. — "¿Qué apostamos,
De lo hablado ; y á las hastas (Esta la dixo á la otra) que no llegas,
Maldixo , que la natura T a n pronto como yo , que soy pesada,
Todos los años le daba. A tocar aquel árbol?,, — "Usted sueña,
Caso .hacemos de lo bello: (La respondió la Liebre corredora)
Lo útil tenemos en nada. Comadre , calle usted , y no sea> necia.,,
"Necia , ó no (la responde) ya lo he dicho., Pero fuéronla inútiles susrsaltos.
U l t i m a m e n t e , hicieron una apuesta. La T o r t u g a llegó primero que ella,
Poco importa saber lo que apostaron, Y la dixo : "¿qué t a l , señora Liebre?
N i si asistid algún juez á su contienda. ¿De qué la sirve á usted su ligereza?
Eran , para la Liebre, quatro pasos Decía bien la r.oansrouT Isi J¿ ¿COZÜH
N o ma$ > pero de aquellos pasos que ella V; " - - • rn CJÍ.'Í uQ;" — ^nonmoqrní
Suele d a r , quando Galgos la persiguen, •oíTiJS larxinq im írtd
Y los dexa burlados sin la presa. FABULA XXIII. -yjí :
*r ' J •
1 emendo tiempo, pues, para pasearse, EL BURRO Y SUS AMOS.
^^ t2srnvhi niz v t sav o'/oorl 13
C o m e r , b e b e r , dormir , y otras haciendas,
En práctica lo puso muy confiada, D
e un Jardinero el Burro
Y dexó á la Tortuga que anduviera
Quejábase al destino porque , aun antes
Con su paso lentísimo N o ostante,
D e la aurora , le hacían
Sin cesar caminaba , aunque tan lenta.
Levantar.— "Aunque mas el Gallo cante,
t r- La Liebre despreciaba la victoria,
(Dixo entre sí) no creo. , .
Creyendo con orgullo, que no la era
Q u e el señor mió en madrugar me iguale.
Decoroso correr hasta muy tarde.
<Y para qué me llaman ?
En fin , quando ya vio que estaba cerca
Para llevar legumbres, y otras tales
Del árbol la Tortuga , como un rayo
Frioleras al Mercado.
T o m o hácia el punto dicho la carreras
¡ M o t i v o , á la verdad , bien despreciable i,,,
Dolióse de él la suerte, Que es é t n i c a m e n t e
Y á un Curtidor le dio por amo,—El grande El que no está contento en este valle
Peso, y olor hediondo De lágrimas? ¿Qué? <Piensa
De las pieles, causábale mortales Que no tengo que hacer mas que escucharle?,,
Bascas al tal Jumento Decía bien la suerte.
Impertinente. — "¡Quanto mas amable Así son puntualmente los mortales^
Era mi primer amo i Nunca estamos contentos:
( D e c í a ) ; Q u e pudiera yo quejarme! Siempre es la suerte actual la intolerable.
Por lo menos, volvía Con ruegos fatigamó/ - ."Mfiofnmsrfi
El hocico , tal vez , y , sin afanes, Al Cielo; pero aunque éste se mostrase
r
Me hartaba de lechugas; Propicio á los clainores ¿ 2 ! /ÍJÍU: 4
r> / / ' . 1
De todos, volveríamos a implorarle.
Sino palo y mas pala,,
Volvió segunda vez á consolarle Seoj/U 13H03 £ £tplí ¡Z [OjI^UC /¿I A
La suerte , y le acomoda «JAFCIHI r r ; FJO o t ó lo¿ n u Í; E^NOQA
Casa de un Carbonero despreciable. 237íi¿"]'cnc rió? iriboob ¿ibarn sup ncO
Nuevas quejas el Burro r ^vir rib v c 23*r¿m zol itovz &i£cl
Pero entonces la suerte dixo : " i Cabe .ótiio b obo: iñubt ií
Que un Burro mas qué-haceres nfibi.n üí;p , V¿8e8J£j23 y zoonu^ zol
Me dé que cien Monarcas? ¿Se persuade
T o d a la raza nuestra destruida.„
FABULA XXIV. i , o-0
Para ser unas bestias las que hablaban,
EL SOL r LAS RASAS. '
Hablaban en r a z ó n , por vida inia.
- : l ü P s :2/>íf¡i'i¿í.¡ ' T

3L/as bodas de un Tirano celebraba oansitniD'jqiojna b b su4


4. 4.4.4. ^ «j. & • 4- -5- -J- •
Cierto Pueblo con gritos de alegriay O LJiJ
Y Esopo lamentaba , como sabio, xr
FABULA X X V .
Al ver que festejaban su ruina, LTJJ ilV -£33ÍtO i!?. O-'jrQ
EL VILLANO Y LA SERPIENTE.
"Ei Sol (dice este mismo) en otro tiempo
Quiso matrimoniar Y a no se oían, C u e n t a Esopo que un Villano
Por todas partes, sino amargas quejas, Caritativo, aunque necio,
Generales gemidos y desdichas, Pasando por su heredad
De los habitadores de. lagunas U n dia crudo de Invierno,
Y estanques. — "¿Pues qué haremos (le decían Á una Serpiente encontró,
A la suerte) si llega á tener hijos? ( Q u e ya el suspiro postrero
Apenas á un Sol solo hay quien resista-, Iba á dar ) inmóvil, yerta
Con que media docena son bastantes
Y aterida sobre el hielo.
Para secar los mares, y en cenizas
Compadecido la agarra,
Reducir todo el orbe. Acabaránse
Y se la lleva corriendo
Los Juncos y Espadañas, que nacían /
J u n t o á los rios, y veremos pronto A su casa , sin saber
TOM.I. 00
19 o 19\
Qual el reconocimiento Pero fué vano su anhelo.
De su buena acción sería. Bueno es ser caritativo:
Arrimóla junto al fuego, Mas ¿con quien? — Ese es el cuento.
Lleno de bondad.—Entonces
Fué del entorpecimiento + + + + + +biififUfl
+++±+ oi3Ci;
++ + £123 ¿ zfiib s Q+ + +
Sacudiéndose aquel bicho,
Y con el vigor del cuerpo, FABULA XXVI.
Cobró su cólera vil,. -Mo^bnoci^-i líiiiínriiiiiii^iiwiroii &&
EL LEON ENFERMO,
Enderezó un poco el cuello, abssia Y3>1yb-sy l a
BStms
raposa.
<. nos£i 2?n3iT tt
Dió un silvido , se enroscó f't;!¡ P:?¿(ÍQ'3323 3-' BSSíl £'lT23ÍJfl i£¿f»3qclv¿
C o n velocidad , y luego E l Monarca valiente de los brutos,
Dió un salto para morder Hallábase en su cueva muy enfermo.
A su bienhechor y dueño. Mandó por un edicto á sus vasallos,
"Ingrata (dixo el Villano) Que cada especie enviase luego , luego,
i C o n que así me das el premio! U n diputado á su persona , á quienes
Morirás.,, — T o m ó su hacha, Ofrecía tratar con miramiento.
Y á golpes hizo del cuerpo Cada especie le envió, como mandaba,
De la Serpiente tres trozos. Su bruto embaxador hecho y derecho.
Removiéndose el Insecto Las Raposas tan solo en su retiro
Procuraba reunirse; Se quedáron.—De entre ellas una , esto
Dixo á las otras: " N o t o que en el polvo FABULA XXVII.
Con toda distinción se ven impresos r-b<)nn oiáoz oinuü bCI
Los pasos de las bestias, que caminan ÉL CAZADOR,
.o2oiq bsi ¿1 3s> o-nnaCi
e l b u y t r e y l a a l o n d r a .
A dar al real mandato cumplimiento
(üUgrd ^ -'13 ¡úIR ¿ n o b "oILSIO"
De dias á esta parte} pero no hallo
S i e m p r e las injusticias ¿onuVÍ
.La impresión indicante del regreso
De De los perversos sirven á las nuestras

ningún animal de los que han ido.,. De excusa. — -,Tal del m u n d o

Las compañeras juntas respondieron: Es la ley 1 — Si pretendes que te tengan

"Tienes razón, a m i g a : ya el Rey puede Compasion , igualmente

Dispensar nuestra raza de este obsequio; Debes con tus hermanos exercerla.

Pues vemos cómo se entra en su palacio, U n Rustico cazaba

Mas salir del palacio á nadie vemos.« Con espejo los páxaros. — La idea,
' & o.. o tus ?oc o b f í r j ! Ó brillante fantasma,
JLi
•< °3' ohnq?^ xbüD 5uP Atraxo allí una Alondra. — Esto que observa
T
Ecnsiyp ¿ c /.noésq m h o t a u e j i b n J U n Buytre , de los ayres
.omtkrnmm thvmm ¿hariO Desciende velocísimo á hacer presa
:
tfidr Trrn orriro- 1 -cfv ID • sbsqzs s b r O D e la A l o n d r a , que estaba
.ofbí>?5b ou^ú wbimidmo o3uid u¿ Inocente cantando su tragedia.
• &ttm m f:3 ofeff ftfi? 2£j Se habia libertado
"t^z^^ tóiíi aQ .nOi'iibsijp oZ De la red por el Rústico dispuesta,

\
Dixo á las otras: " N o t o que en el polvo FABULA XXVII.
Con toda distinción se ven impresos r-b<>nn s T > < L D i a 3 ^ , k o i á o z o i n u ü bCI
Los pasos de las bestias, que caminan ÉL CAZADOR,
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e l b u y t r e y l a a l o n d r a .
A dar al real mandato cumplimiento
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De dias á esta parte; pero no hallo
S i e m p r e las injusticias £onuVÍ
La impresión indicante del regreso
De De los perversos sirven á las nuestras

ningún animal de los que han ido.„ De excusa. — -,Tal del m u n d o

Las compañeras juntas respondieron: Es la ley 1 — Si pretendes que te tengan

"Tienes razón, a m i g a : ya el Rey puede Compasion , igualmente

Dispensar nuestra raza de este obsequio; Debes con tus hermanos exercerla.

Pues vemos cómo se entra en su palacio, U n Rustico cazaba

Mas salir del palacio á nadie vemos.« Con espejo los páxaros. — La idea,
' & o.. o tus ?oc o b f í r j ! Ó brillante fantasma,
•< OWLVliO ¿bsD SDQ Atraxo allí una Alondra. — Esto que observa
Ecnsüip ¿ c /.noésq m h obs&jqib n T J U n Buytre , de los ayres
.omtkrnmm thvmm fihstfO Desciende velocísimo á hacer presa
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\
19 4
Quando sintió las garras FABULA XXVIII.
Del Buytre sobre sí. Pero éste queda •X^imra z a b o I k d s Q Í3 QlO
EL CABALLO Y EL ASNO.
Dentro de la red preso. 0*n{ 3 13O 03£D 13D£fl Hlo
"Cazador (le decía allá en su lengua) M enester es socorrerse
Nunca yo daño te hice.,, U n o s á otros en el mundo,
Mas este replicóle con presteza: Porque si cae tu vecino,
"c Y , acaso, esta Avecilla Ya no estás tu muy seguro.
T e hizo ¿ para matarla, mas ofensa?,, A un Caballo acompañaba
U n A s n o , bastante bruto.
Aquel llevaba tan solo
N
¿dfisOOKÉUÜ n U Sus arneses} pero el Burro
é l —«oifex¿q 20I o j a q » n c O Iba tan cargado, que,
f £fn2fjn¿l ainjilílid Ó Falto de aliento , no pudo
¿V132CÍO" t ip 0j¿3 —.£"jbno: A ¿na ilLe ox&vA Mas con la c a r g a , y se echó.
E3ive 20Í sb < 31J^£í8 nU R o g ó al Caballo, que alguno
r.i¿iq ¿ orrrfcrjofov o b n a i ^ Q De sus fardos le lleváse,
' oup £lbfIol A £Í s G Para salir del apuro,
.fiihs&tttt IJ2 obn£JaO 3jfl330íll Porque si n o , moriría
o
obciisdil fidüfl 32 Muy brevemente. "Discurro,
¿£323LÍG2Íb G^ÍJZU.% Í3 loq bal £.! " ( J (Le añadió) que te incomoda
Z9¿
Bien p o c o , y me alivias mucho.,,.
tot • FABUIlA?iXXlX./3,o,oi^
Dio el Caballo dos corcobos, ° r ni•!!•'•. O
• • « - »
EL PERRO QUE SOLTÓ LA PRESA
Sin hacer caso del Burro,
para coger una sombra.
Hasta que este miserable f\
Quedó sobre el campo duro or modos diferentes
De batalla sin aliento. Se engañan en el mundo muchas gentes.
Entonces el a m o tuvo Corren precipitados
o > u 3

Que poner toda la carga, A Los locos á millares preocupados T

Q u e llevaba antes el Burro, Tras de una vana sombra. - Viene al caso


Sobre el Caballo orgulloso, Compararles de paso
Poco complácente, injusto, Con el Perro que EsopO nos noticia.
Poniendo despues encima, Este Perro , impulsado de codicia, •
Aun hasta la piel del Rucio. Viendo representada
La presa , que tenía asegurada,
!
enrjgU aup c olͣdfcO le o^oJI En una honda laguna,
tsz£VDÍI 3Í e o b t á e»2 M Sin prudencia ninguna,
i t "r rj
Soltó la verdadera,
JUlí'iOífí ( Q& 12 3ijpiO i Por querer atrapar la qué no lo era.
«orimaG" .3Jri3ffi3V3id ^tiM Quedóse el miserable
sbomosm 3-J acp (bibiiiL s J ) Sin las d o s , y en notable
TOM.I.
Riesgo se v i o , además, de haberse ahogado; Esta máquina del orbe
castigado. Sobre tus hombros: emplea
^v1 KA / i kA v i i.
T u fuerte brazo en sacar
Del lodazal mi Carreta.,,
Hecha la suplica, oyó
FABULA XXX. Unas voces en la etérea
Región , que así le decían:
"Hércules su auxilio presta
^ — A los q u e , antes de invocarle,
Atascada su Carreta, Practican las diligencias
Y no teniendo socorro, Posibles. Mira de donde
Se cegó de tal manera, Dimana que la Carreta
Que empezó á echar juramentos. Esté atollada. Separa
Ya maldecía las ruedas, El lodo que á las dos ruedas
Ya á las Muías, ya á sí mismo. Circunda. Mira si acaso
En fin , pidió la asistencia Las detiene alguna piedra:
De aquel Dios tan celebrado T o m a un pico, hazla pedazos;
En el mundo por sus fuerzas. Ó quando no , el hoyo llena,
"Hércules, (le dixo) auxilio Para que de ese tropiezo
T e demando. T u sustentas Las Muías sacarlas puedan.
I.MO
cLo has hecho todo?,,—'«Sí (dixo f FABULA X X X I .
El Carrerero.),, _ «Pues cuenta ^ r n - i u ^ ^ l ' i nni'?
EL CHARLATAN.
Con mi auxilio : (le responde oifiomrj^ íííj ?r-sri3Í;£dfi3 lien .t; ©Y*
La voz) T o m a con presteza N u n c a de Charlatanes se ha mirado
La vara.,, _ "Ya la he t o m a d o . . . . Libre el m u n d o , pues siempre han abundado.
Mas ¿qué novedad es esta? U n o en pública plaza
Mi Carro marcha como antes: Finge que despedaza
¡ Hércules, bendito seas! „ Su c a r n e , y á la gente
"Ya ves (le dice la voz) Muestra de sus remedios lo excelente:
Cómo salió tu Carreta Y otro se explica con voluble labio,
Del peligro Al que se ayuda, Queriendo que le tengan por un sabio.
Su amparo el cielo no niega. „ U n o de estos Truhanes la osadía
T u v o dé publicar que enseñaría,
t i ú - zob mi £ oup oboí i 3 Por muy rudo que fuera,
o¿£3£. 12 mM .ibímojiD La eloqiienciaá qualquiera.
V.úojfj £OOgÍ£ 8íJ "Tráiganme en el instante,
. ñosÑfcrbí^adsíí^^ odfli) c é ^ o T N o á un P a t á n , sino al mismo Rocinante,
< vi-a w- }íi b < Oti o b a s u p ó (Gritaba.) Si me empeño,
oxüiqo ': o?.o oh ofjp £ i £ q Verán como le enseño
Á que en legal debate, \ v
302
AÍ mismo Cicerón se las empate.,,
Y es el caso de hacer un vigoroso
Supo el Rey este cuento.
Enérgico discurso.,,
"Yo en mis caballerizas un J u m e n t o
Respondió el Charlatán : "En el transcurso
T e n g o , (le dixo) á quien estimo mucho;
De diez años la parca
Y pues que de tí escucho,
Habrá cargado ya con el Monarca,
Que eres maestro tan maravilloso,
C o n m i g o , ó con el Burro. Esto os advierto.»
Quisiera que un famoso
i A fé que el Charlatán era hombre experto;
Orador me formaras de este Burro.,, : ív1«.* I c fi*,1S3l ÍT 01*1'Tf'D
"Pues, Señor, yo discurro,
Respondió el botarate, -f¡ k m ¿.-grjfféo'í^ SsmákJ
:
( A u n q u e parezca á todos disparate) FABULA XXXII.
Que en diez años de t i e m p o , y con moneda
LA DISCORDIA.
Para que hacer mis experiencias pueda,
Vuestra Real Magestad será servido, H a b i e n d o la Discordia, fiera Diosa,
0 si n o , que me ahorquen.,, — "Si fallido Malquistado á los Dioses (por pretexto
Sale tu ofrecimiento T o m a n d o una*manzana) del Olimpo,
De sacar buen retórico al J u m e n t o Para librarse de ella, la expeliéron,
(Le dixo un Cortesano) Enviándola á habitar precisamente
Voy á verte en la horca , pues es llano
m íiiilbKm nru 3b Y
Que estarás muy precioso, * La manzana de oro pretendida por J u n o , Palas y Venus,
y que fué dada á la última por Páris.
3°4-
Entre unos anímales nada buenos* Encendía, difícil de apagarse.
Llamados H o m b r e s , cuya especie toda Quejóse , pues, la F a m a , pretendiendo
La recibió con el mayor contento. " Q u e la Diosa Discordia no habitaba
La Discordia y su h e r m a n o , apellidado En ningún lugar fixo v y que así, el tiempo
Que si-Que no , como también su viejo Á veces se perdía inútilmente •
Padre , que se nomina Tuyo y Mió, Buscándola.,; (Preciso e r a , en efecto,
En este bajo mundo prefirieron Que ella tuviese habitación segura,
El emisferio nuestro al de los otros Donde hallarla pudiese todo Pueblo.)
* Mortales , que nos son del todo opuestos, C o m o en aquella edad no se estilaba
Gentes groseras, mal civilizadas, Encerrar las mugeres en conventos,
Que efectuando por sí los casamientos Se viéron muy confusos; p e r o , al cabo,
Sin Cura ni Notario , á.la Discordia La fixáron en casa de Himeneo.
Nunca ocupacion dan. —Con el deseo aan a i éhiuq orí 9íjQ
De que se hallase en todos los lugares lomziín os^guz nu;¡fiáte ouQ
+ 4 + + 4 + + + + 4 4>4*• <r 4 4 4 • 4
Que la necesitaban , en un vuelo a'jidrnori 201 3b nnu sJ.
La llevaba la Fama las noticias, FABULA XXXIII. ^ Y
"ir f ' 'JJ'Oft ' X*'1 • »' i
Y ella muy diligente , con enredos LA VIUDA JOVEN.
Perturbaba la paz de una familia, «CO'IKÍ \\¡i ¿o- : n r 'oi) n J.

Y de una centellita un voraz fuego L a pérdida de un esposo


o
* Les llamamos Antípodas. . N o se sufre sin suspiros*?
TOM.I. QQ
Pero, al fin , llega el consuelo, Se dice que no hay conduelo:
Después de haber hecho el ruido. Se dice.... pero es fingido,
Sobre las ligeras alas Como lo vamos á ver
Del tiempo > llantos, gemidos Por la Fábula,(mal digo)
Y sustos desaparecen, Por la verdad mas notoria.
Y vuelve á traer el mismo El Esposo de un prodigio
Tiempo los placeres todos. De hermosura, se partía
Siempre en el mundo se ha visto, Al otro m u n d o , y á gritos
Que entre la Viuda de un año, Le decía su muger:
Y la Viuda que el marido "Quiero irme , Esposo, contigo:
Acaba de perder, hay M i a l m a , así como la tuya,
Grande diferencia. — Digo, Se va á exhalar.» -B El Marido,
Que no puede imaginarse Sin embargo , se fué solo.
Que sea un sugeto mismo: Pero la Muger un digno
La una de los nombres huye: Prudente Padre tenía.
Tiene dos mil atractivos Éste (para dar alivio
La otra : aquella se deshace Á. su Hija) dexó seguir
En dolorosos suspiros, Al torrente su camino.
Ó verdaderos ó falsos: Pasado ya un cierto tiempo:
El lenguage es siempre el mismo: "Hija de mi alma , (la dixo)
p p .I.MOT
Bastante has llorado ya. Otro mes; y ya los días
i Necesita tu Marido Se empleaban en dar distinto
Difunto, que entre tus llantos Corte á la ropa , y mudar
Anegues tus atractivos? Cada instante de abanico,
N o pienses mas en los muertos, De peinado y de pañuelo.
Quando hay en el mundo vivos. El luto , en fin, convertido
N o te propongo que pases Se vio en adorno, aguardando
De la pena al regocijo Nueva moda y nuevo estilo.
Repentinamente: mas, Todos los amores juntos
Pasado un tiempo, es preciso Volvieron á su*dominio:
Que te elija yo un Esposo Los juegos, risas y danzas
Bizarro y joven , distinto También vuelven al abrigo
Enteramente del muerto.,, Que antes tenian. — En fin,
"i A h : (respondió entre suspiros T o d o era un placer continuo.
La Hija) i Un claustro es el Esposo El Padre perdió ya el miedo
Que yo quiero, Padre mió! „ Al difunto tan querido
Viendo esto el Padre, dexóla De su Hija: y ésta , notando
Que dirigiese a su arbitrio En su Padre algún descuido
Su dolor y de esta suerte
Se pasó un mes: luego vino Entran los amores en el corazon de la Viuda.
Sobre hablarla de casorio, INDICE
N o pudo mas y y le dixo: DE LAS F A B U L A S CONTENIDAS
"¿Donde está el Esposo joven,
E N E S T E P R I M: E R TOMO.
Que usted me tiene ofrecido?,, j¿ .ü^nuV \ó r »«'asta »A . m v x
.obuñí;f| oh v obmbv dG LIBRO PRIMERO.

>I obimvnoj { nff no e omLÍJ


FABULA 1. La Cigarra y la Hormiga. Pag. 1
•• O Í X K > / > £ I ;:? Oiv ti?,
FIN 11. El Cuervo y la T^orra. 3
.o! I¿'J. V Li. >:n £V3¡V-/1 lii. La Rana que pretendía igualarse al Buey. 4
DEL PRIMER TOMO. iv. Los dos Mulos. 6
. .! T L * v •v' r T r
roiniu'fQD u¿ & n o s u v l o v v. El Lobo y el Perro. 8
vi. La Becerra, la Cabra y la Oveja en socie-
©ghcb: is diviso? naidmisT dad con el León. 11
nH — . n n i a x zwnz oaQ vil. La Alforja. 12
rtn vm. La Golondrina y los Paxarillos. 17
' i i
: IX. El Ratón ciudadano y el campesino. 22
oóbiní óiiaioq oírbs$ r í
x. El Lobo y el Cordero. 24
obiisqp ojrjulib ÍA
xi. El Hombre y su Imagen. 26
' obtosafi * v : ujiH sG
x u . La Muerte y el Leñador. 28
obiuabh ii.ue;L- s i b / i U2 n 3 xin. El Hombre entre dos edades , y sus dos
:
u dolor v iSc . ?- a icrte Pretendientas. 30
si •.$[>• ~x>ssi&>fym «saos» aoi ratina * xiv. La Zorra y la Cigüeña. 33
Sobre hablarla de casorio, INDICE
N o pudo mas y y le dixo: D E LAS F A B U L A S CONTENIDAS
"¿Donde está el Esposo joven,
EN E S T E P R I M: E R TOMO.
Que usted me tiene ofrecido?,, j¿ .ü^nuV \ó r »«'asta »A . m v x
.obuñí;f| oh v obmbv dG LIBRO PRIMERO.

>I obimvnon { nñ no e ombíj


FABULA 1. La Cigarra y la Hormiga. Pag. 1
•• O Í X K > / > £ I ;:? ¿ I Y RJ2
FIN 11. El Cuervo y la T^orra. 3
.O! I¿'J. C -J Y L„ >:N £V3¡V-/1 lii. La Rana que pretendía igualarse al Buey. 4
DEL PRIMER v v TOMO. iv. Los dos Mulos. 6
. .! r L * u¿ &
roiniu'fQD n o •s u•v rl oTvr v. El Lobo y el Perro. 8
vi. La Becerra, la Cabra y la Oveja en socie-
©ghc'f: k niirfaoy naidmisT dad con el León. 11
nH —.rir,iox zwnz orsQ vil. La Alforja. 12
rtn vm. La Golondrina y los Paxarillos. 17
' i i
: IX. El Ratón ciudadano y el campesino. 22
oóbiní far^&i&xsq rí
x. El Lobo y el Cordero. 24
obmqp ojrjulíb ÍA
xi. El Hombre y su Imagen. 26
' o t a b a n * ¿ t ó v : ujiH sG
x u . La Muerte y el Leñador. 28
ohu3S®h> ii.ue;L- s i b / i U2 n 3 x i n . El Hombre entre dos edades , y sus dos
- a : usté
u dolor v iSc . ? Pretendientas. 30
V si •.$[>• --.osfití» i-j «&K>DIS aol ratina 4 xiv. La Zorra y la Cigüeña. 33
xv. El Muchacho y el Maestro de escuela. 38 xiv. La Gata mrtsfitjnadwmiMuger. 89
xvi. El Gallo y la Perla. 40 xv. El Asno y el Leon cazando. 92
X V I I . Los Tábanos y las Abejas. 42 3 .o'íifttowiwi- JWJI W. .r A.rJ 3Ai
X V I I I . La Encina y el Junco. 44 LIBRO TERCERO.'í. ' ^ ^
qo £ SÄ K. Srtwüfc. V.l .III
.oaaMffl? Q8&LI
LIBRO SEGUNDO. FABULA 1. Los Mimbréis y el Estomago, "95

I .t¡ivK\iY\ & ^ - N ^ O ¿ 1 .1 AJINA* ii.íEl Molinero y su Hijo , y el Burro. • 100


Contra FOJ demasiadamente delica-
F A B U L A 1. 111. El Lobo disfrazado >de Paston. 104
dos de gusto. í v . La Zorra y el Macho de Cabrío. 106
11. Consejo celebrado por los Ratones. 52 -v,'El Aguila, la Javalina > b Gata. ' •'• -ítíg
ni. El Lobo y la Zorra pleyteando ante el y\. El Borracho y su.Muger. 112
Mono. 54 vu. El-Lobo y la Cigüeña. i 15
iv. Los Animales enfermos de la peste. 57
1
yiíi. El Leon vencido por el Hombre. 117
v. El mal casado. 62 ax; La Raposa-y lús 'Uvas. ,
vi. Los dos Toros y la Rana. 68 x. 7 el Cocinero. 119
y 11. El Ratón retirado del mundo. .yo x i . Los Lobos y los Corderos. 121
vai. El León y el Moscardon. 72 xu. El Leon en su vejez. • • 1^4
ix. El León y el Ratón. 76 •X111. La Muger ahogada. 126

x. El Astrólogo que cayó.en. un pozo. .78 Xiv. G a t o )) i t o ^ w -piejo. 129

xi. Lia Liebre Ranas. : A Ss xv. Za Comadreja, ¿ra wna despen-


xu. El Gallo y la Zorra. , ^n'sW . . 85 sa. • ' '< ' 332
xni. El Cuervo imitador del Aguila. 87 t^ i .oVs\«ul T oW.üytU Id . ir/va:
TOM.I. RR
3M
.'T LIBRO QUARTO. xix. El Avaro , á quien robaron su tesoro. 176
h OSttL i l .vx xx.= El Ojo del Amo,. *78
FÁBULA í. El León enamorado. 135 x x i . La Alondra, sus Hijuelos y el Dueño
182
11. El Pastor y .la Mar. <»>. {! ¡ .1 137 de la heredad,
i n . La Mosca y la Hormiga. 139 nvt^Ul , T f-,'0 .xx
iv. El Hortelano y su Señor. . , 1 4 4 LIBRO .QIJINTO. I-A aXX

v. 2s/ Jjao jy el Perrillo. 146


vi. La batalla mire los Ratones y las Coma- FABULA 1. El Leñador y Mercurio. 187
drejas. . 149 11. La Olla de barro , y la Olla di hierro. 192
TU. El Mono y el Delfín. 152 \n. El Pezecillo y el Pescador. m&
v i u . El Hombre y el Idolo. 154 í v . Las Orejas de la Liebre. 191
íx. El Grajo vestido con las plumas del Pabo v. La Raposa con la cola cortada. i-99
Real. 157 vi. JLa Vieja y las dos Criadas. •: ¿ 200
x . El Palo flotando sobre el Mar. 159 yn. El Sátiro y el Pasagero. 203
x i . Et Ratón y la Rana. 160 v i u . El Caballo y el Lobo. 2.05
x i i . El Caballo que quiso vengarse del Ciervo. 162 í x . El Labrador y sus Hijos. 206
xiii. La Raposa y el Busto. ¿65 x . La Montaña que estaba de parto. 208
x i v . El Lobo , la Cabra y el Cabrito. idem. xi. La mala Fortuna y el Muchacho. 2.09
x v . El Lobo , la Madre y su Hijo. 167 xn^Zoi dos Médicos. 210
x v i . Sentencia de Sócrates. 170 x i n . La Gallina queponia huevos de oro. 211
xvji. El Anciano y sus Hijos. 171 x i v . El Burro cargado de Reliquias. 212
x v u i . El Oráculo y el Impio. 174 XV. CzVn/o )>la Viña. 21
3
.I.ív'OT
3íS 317
x v i . La Serpiente y la Lima. sí4 x i u . El Pabo Real quejándose á Juno. 2.5.5
1
k f i 1. La Liebre y la Perdiz.• • 24£ XIV. Testamento explicado por Esopo. 257
x v i u . Z7 Aguila y el Éuho.< 219 x v . Zû5 / t a ö J pidieron un Rey. 263
x i x . El León que se preparaba á la guerra. 218 XVI. El mal de Gota y las Arañas. 267
x x . El Oso y los dos Compañeros. 221 x v i i . Progne y Filomela. 270
x x i . El Asno vestido con la piel del León. 223 xviii. Tributo enviado por los Animales á
Alexandro. 272
LIBRO SEXTO. xix. La Muía vanagloriosa de su genealo-
s()t . m \ ú i & «ftO al y f o-rts-4 & s>&0 a l . a gía. 278
TABULA 1. El León y el Pastor¡, , \ 225 xx. El Anciano y el Burro. 280
II. Bóreas y Febo. 227 xxi. El Ciervo que se miraba en el agua. 281
III. Júpiter y el Arrendador. 230 xxii. La Liebre y la Tortuga. 283
i v . El Gallo , el Gato y eb Ratoncilloí 232 x x m . El Burro y sus Amos. 285
v . La Raposa, el Mono y los Animales. 23 4 x x i v . El Sol y las Ranas. 288
vi. ZOÍ dos Ladrones y el Burro. 236 x x v . El Villano y la Serpiente. 289
vii. Simónides preservado por los Dioses. 237 xxv 1. El León enfermo y la Raposa. 291
Vi 11. £7 Murciélago y las dos Comadrejas. 242 xxvii. El Cazador, el Buytre y la Alon-
í x . ¿Y Páxaro herido con una flecha. 244 dra. 293
x. Z<z PTFFRC preñada y su Compañera. 245 x x v n i . El Caballo y el Asno. 295
x i . El Aguila y el Escarabajo. 247 xxix. El Perro, que soltó la presa para coger
XII. Z/ Jíwo cargado de esponjas , el Asno una sombra. 297
cargado de sal. \ 252 xxx. La Carreta atascada. 298
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XXXI. El Charlatan. 30 t
X X X I I . La Discordia. 303
xxxiu. La Viuda joven. 305
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