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Universidad Internacional de La Rioja

Facultad de Educación

Máster Universitario en Psicopedagogía

Análisis de las conductas disruptivas


del alumnado en el proceso educativo con
edad de 12 años.

Trabajo fin de estudio presentado por: Angélica Janeth Borbor Zamora


Tipo de trabajo: Investigación
Modalidad: Básica
Director/a: Esther María González Castellón
Fecha: 9 de febrero de 2022
Angélica Janeth Borbor Zamora
Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

Resumen
El presente trabajo de fin de máster tiene como finalidad realizar un análisis de las conductas
disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años, debido a las diversas
dificultades que presentan los estudiantes producto de un insuficiente proceso educativo
con herramientas psicopedagógicas que les permita un mejor confrontamiento personal y
social en las interacciones cotidianas. Se ha enfocado en octavo año básico, ya que
atraviesan cambios y transiciones que confluyen de una mayor necesidad de participación
educativa, haciendo que, en muchas ocasiones, no estén preparados para responder
positivamente en el proceso educativo. Por lo tanto, se ha previsto de una fundamentación
teórica en detalle, con aseveraciones bibliográficas sobre las conductas disruptivas del
alumnado y dispondrá a lo largo del trabajo un análisis continuo y reflexiones que animan a
la realización de planes de intervención psicopedagógica, con estrategias de desarrollo
habilidades socioemocionales y cognitivas que consoliden orientaciones oportunas que
respondan a las expectativas de la comunidad de aprendizaje. Las estrategias se consideran
esenciales para que se mejoren permanente su interacción socioeducativa. En este sentido
se concluye que, para los planteles educativos es un gran aporte considerar la gestión de la
intervención psicopedagógica para la mejora del proceso educativo de los alumnos.

Palabras clave: estrategias, conductas, disruptivas, alumnos, psicopedagogía.

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Angélica Janeth Borbor Zamora
Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

Abstract
The purpose of this master's thesis is to carry out an analysis of the disruptive behaviors of
students in the educational process aged 12 years, due to the various difficulties that
students present as a result of an insufficient educational process with psychopedagogical
tools that allow them better personal and social confrontation in everyday interactions. It
has focused on the eighth grade, as they go through changes and transitions that come
together with a greater need for educational participation, causing that, on many occasions,
they are not prepared to respond positively in the educational process. Therefore, a detailed
theoretical foundation has been provided, with bibliographic statements about the
disruptive behaviors of the students, and throughout the work a continuous analysis and
reflections will be available that encourage the realization of psychopedagogical intervention
plans, with strategies of I develop social-emotional and cognitive skills that consolidate
timely orientations that respond to the expectations of the learning community. The
strategies are considered essential to permanently improve their socio-educational
interaction. In this sense, it is concluded that, for educational establishments, it is a great
contribution to consider the management of psychopedagogical intervention for the
improvement of the educational process of students.

Keywords: strategies, behaviors, disruptive, students, psychopedagogy.

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Angélica Janeth Borbor Zamora
Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

Índice de contenidos
1.Introducción.............................................................................................................................7

2.Finalidad...................................................................................................................................9

3.Objetivos................................................................................................................................10

4.Marco Teórico del aprendizaje …………………………………………………………………………………………


11

4.1. Las conductas disruptivas……………………………………………....


…………………………………………….11

4.2. Las conductas disruptivas y la convivencia


escolar………………………………………………………..13

4.3. Relación de las emociones con las conductas disruptivas……………………………………………..15

4.4. La familia y la escuela ante las conductas disruptivas……………………………………………………17

4.5. La intervención
psicopedagógica…………………………………………………………………………………..19

5. Marco Contextual de
Acción…………………………………………………………………………………………….22

5.1. Agentes
implicados……………………………………………………………………………………………………….22

5.2. Impacto del


aprendizaje………………………………………………………………………………………………..24

5.3. Respuesta institucional, legislativa y


profesional…………………………………………………………..26

6. Diseño y resultados. Bases de la intervención


psicopedagógica...........................................28

7. Conclusiones, recomendaciones y
limitaciones………………………………………………………………..30

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

8. Referencia bibliográfica……………………………………………………………………………………………………
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Índice de figuras
Figura 1. Aspectos en los cuales se enfoca la educaciòn emocional en el proceso educativo
Días et al. (2019).......................................................................................................................16

Figura 2. Prácticas provenientes en el desarrollo de los alumnos Robulcaba et al. (2016)


18

Figura 3. Estrategias de intervención De los Santos y Rodríguez (2016)…………………………………


20

Figura 4. Agentes involucrados De Los Santos y Domínguez (2016)


……………………………………….23

Figura 5. Enfoques relevantes para confrontar las conductas disruptivas Rosselló (2021)……25

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

Índice de tablas
Tabla 1. Conductas agresivas que afectan el proceso de enseñanzar-aprendizaje Narváez y
Obando (2020)..........................................................................................................................12

Tabla 2. Conductas disruptivas que afectan la convivencia escolar Ruíz et al. (2015)……………
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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

1. Introducción
Para iniciar, Monroy, Cabrera, Baldovino y Campo (2017) analizan, que las
conductas disruptivas en es un trastorno disócial que está afectando al alumnado desde la
etapa de la niñez y continúa hasta la adolescencia sino es tratado adecuadamente, causando
actos negativos entre pares y grupales, que afectan la convivencia escolar de los estudiantes
con edad de 12 años, nivel educativo que está comprendido por educandos que atraviesan
la etapa de la pubertad y la adolescencia.

Además, Monroy et al. (2017) indica, en las investigaciones realizadas, que hasta el
10% de los alumnos a nivel mundial, que desde la niñez presentaron conductas disóciales,
siguen en la etapa de la adolescencia con conductas disruptivas, en tal sentido, que esta
problemática es parte de la realidad de los establecimientos educativos que no exceptúa a
América Latina, donde también se observan situaciones agobiantes entre los alumnos que
afecta no solamente de manera personal sino también al proceso educativo que están
desarrollando en los establecimientos educativos, ya que, se ven envueltos en situaciones
alarmantes que los perturban de manera física, psicológica y emocional con quienes forman
parte de su entorno socioeducativo.

Es por ello, que Narváez y Obando (2020) analizan que los fenómenos sociales
acontecidos en las últimas décadas han afectado a el proceso educativo de los alumnos,
como la violencia, desigualdad y el crecimiento urbano a gran escala, ubicándolos en
escenarios poco favorables para su desarrollo, ya que se ven expuestos a la poca
orientación, agresiones que trastocan su desarrollo personal, las mismas que son vivenciadas
tanto en la escuela como en la familia, al experimentar actos de violencia sin la debida
atención que promueven el bienestar educativo a nivel personal y grupal.

No obstante, Peña y Ángulo (2013) analizan, que los establecimientos educativos se


convierten en entidades que reciben a alumnos con diversas condiciones socio culturales
que no son las más idóneas para confluir el proceso educativo, ya que manifiestan conductas
disruptivas que afectan de manera individual, entre pares y grupalmente las relaciones
interpersonales, bloqueando el ambiente socioeducativo efectivo que estos necesitan para
el bienestar integral.

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Álvarez, Castro, González, Álvarez y Campo (2016) analiza que existen patrones
culturales que promueven en el alumnado las conductas disruptivas, los mismos, que por un
lado se debe a factores ambientales y familiares que se constituyen negativos para el
desarrollo personal, y por otro lado, los alumnos traducen a conductas disruptivas tipificadas
en el incumplimiento de las normas, acarreando en insultos, golpes, atropellos a los demás,
indisciplinas, groserías, maltratos afectando todo tipo de aprendizaje positivo que los
estudiantes necesitan adquirir para llevar procesos educativos efectivos para su formación
integral.

Además, al referirse a los patrones culturales, se determinan a todos los factores


sociales y familiares a los que los alumnos se ven expuestos durante su desarrollo, tales
como la pobreza, la disolución familiar, la violencia intrafamiliar, entre otros que están
incidiendo negativamente (Álvarez, et al., 2016) es por ello, que el proceso educativo de los
alumnos requiere de atención inmediata cuando se ve afectado por conductas disruptivas,
que son el eco de situaciones sociales, ambientales, educativas y familiares que están
afectando su desarrollo y se convierten en repetitivas al incurrir en hechos de violencia que
no solo lo manifiestan entre compañeros, sino también con los docentes (Sulbaran y León,
2014).

Por su parte, Rojas y Encalada (2018) aporta, en las investigaciones realizadas que
las conductas disruptivas requieren de mediación desde la escuela, estableciendo a la
comunicación como un medio preventivo de fundamental importancia que debe estar
inmerso durante el proceso educativo, en tal sentido, es importante realizar un análisis
exhaustivo en el marco educativo de la situación que viven los alumnos, para establecer
mejoras que paleen la problemática que se presentan en los planteles educativos, al
presentarse las conductas disruptivas en los alumnos.

En consecuencia, de lo anteriormente expuesto, surge la necesidad de abordar este


tema en el trabajo de fin de estudios, con el análisis de las conductas disruptivas del
alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años, considerando que mediante este
proceso los estudiantes van a fortalecer aspectos cognitivos, motivacionales, preventivos y
emocionales propicios que le permitan mejorar el constructo del proceso educativo que
estos necesitan para su bienestar integral.

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2. Finalidad
Según, Rojas y Encalada (2018) analizan, en las investigaciones realizadas que las
conductas disruptivas se las distinguen cuando los alumnos entorpecen todo procedimiento
que al cumplimiento de normas se refiere, incurriendo en constantes desafíos,
interrupciones, incumplimiento de tareas, actitudes contradictorias a lo que señalan las
autoridades y la familia hacia el buen comportamiento dentro y fuera del aula de clases, en
tal sentido, este tipo de trastornos necesita de la debida atención para analizar la realidad
socioeducativa de los alumnos que tienen este tipo de conductas, las mismas, que se
constituyen negativas para el proceso educativo.

Es por ello, Cladellas, Clariana y Badia (2015) señalan que las conductas disruptivas
afectan el proceso educativo, ya que, dificultan la planificación curricular, al incurrir en actos
conflictivos que vuelven negativo en ambiente de aprendizaje, de modo, que los alumnos
que manifiestan este tipo de trastornos de conductas, interrumpen frecuentemente y
obstaculizan el ambiente de aprendizaje que necesita el alumnado para que el proceso de
enseñanza-aprendizaje sea efectivo y estimulador.

En tal sentido, el presente trabajo de fin de estudios tiene la finalidad, de aportar


con la fundamentación teórica mediante el análisis de las conductas disruptivas del
alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años, partiendo de la revisión de
información bibliográfica, en la cual se van a considerar posturas relevantes que algunos
autores mencionan sobre los cambios que afectan al desarrollo socioeducativo, para
establecer juicios de valor relacionado con la problemática identificada, que permita que los
estudiantes, docentes y la familia reciban una orientación adecuada en el marco de
psicopedagógico, para que contribuya en el aprendizaje escolar estudiantil.

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3. Objetivos
Objetivo General

Realizar la fundamentación teórica a partir del análisis de las conductas disruptivas del
alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años.

Objetivos Específicos

 Realizar la revisión bibliográfica sobre la importancia del rol de la comunidad


educativa en el proceso educativo del alumnado que tiene conductas disruptivas.
 Definir qué es la conducta disruptiva, los factores y su incidencia en el proceso
educativo del alumnado de 12 años de edad.
 Analizar la importancia de la intervención psicopedagógica para la mejora de las
conductas disruptivas del alumnado.

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4. Marco Teórico
Al respecto, se va a iniciar en este apartado, la revisión de estudios realizados,
relacionados a las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de
12 años para establecer un proceso de reflexiones continuas que contribuyan a la mejora del
proceso educativo de los alumnos con la fundamentación bibliográfica.

4.1. Las conductas disruptivas

Para iniciar, Narváez y Obando (2020) analiza, que las conductas disruptivas en el
alumnado, obedece a muchos factores sociales y económicos a los cuales están expuestos
durante el proceso educativo, originando fenómenos sociales llenos de desigualdad y
exclusión que afectan a la familia y por ende a la escuela, ya que llegan estudiantes con
conductas inapropiadas que afectan el proceso de enseñanza-aprendizaje al incumplir
reglas, normas que trasgreden las instrucciones del docente, las autoridades y entre los
propios compañeros, volviendo el entorno escolar en un escenario lleno de violencia,
maltratos, y actos hostiles que afectan emocionalmente a todos quienes forman parte del
contexto educativo.

Además, Gordillo (2013) analiza que las conductas disruptivas se refieren al


comportamiento agresivo que da a lugar a la violencia, al conflicto por el incumplimiento de
las normas y valores que se necesitan para llevar la relaciones interpersonales de manera
efectiva, en tal sentido, estos comportamientos suelen ser negativos dentro y fuera del aula
de clases, ya que se van en contra de los compañeros, los docentes y las autoridades, al
manifestar hechos llenos de agresividad poniéndose en contra de las disposiciones
otorgadas para hacer el proceso educativo llevadero, lleno de cordialidad y respeto entre
todos.

Según, Narváez y Obando (2020) establecen, en las investigaciones realizadas que


se han encontrado diversas conductas disruptivas que se manifiestan dentro y fuera del aula
afectando no solamente al estudiante que incurre en estas conductas, sino también a
quienes los rodean, ya que estos hechos de violencia son barreras para el aprendizaje
efectivo que necesitan obtener durante el proceso educativo, en tal sentido, las conductas
disruptivas afectan de muchas maneras a los alumnos, especialmente en este nivel
educativo donde además atraviesan por las etapas transitorias evolutivas de los alumnos,

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que es donde experimentan cambios hormonales y necesitan de mayor atención y


orientación (Rojas y Encalada, 2018).

A continuación, en la Tabla 1, se exponen diversas conductas que afectan al proceso


de enseñanza-aprendizaje.

Tabla 1.

Conductas agresivas que afectan al proceso de enseñanza-aprendizaje

Fuente: Narváez y Obando (2020)

De modo, que las conductas disruptivas se clasifican en aquellas que se manifiestan


acorde a los aspectos anteriormente mencionados, influenciados por factores que van
ocasionando comportamientos inadecuados, que afectan al proceso educativo y requieren
de atención inmediata por parte de la familia y los establecimientos educativos para
establecer medidas que orienten adecuadamente a los alumnos, es por ello, que (Rojas y

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Encalada, 2018) aportan que es fundamental mediar las conductas disruptivas


principalmente con la comunicación, la misma, que debe ser efectiva tanto en la familia
como en la escuela para que los alumnos se enfrenten a procesos de orientación y
sensibilización oportuno.

4.2. Las conductas disruptivas y la convivencia escolar

Al respecto, Fierro-Evans y Carbajal-Padilla (2019) aportan que la convivencia


escolar en el proceso educativo de los alumnos es fundamental para obtener aprendizajes
estimulantes dentro y fuera del aula, de modo que, es un aspecto crucial que forma parte de
del proceso educativo, ya que propicias espacios de interacción permanente con todos los
elementos constitutivos de la escuela como son: entre los compañeros, docentes,
autoridades y la comunidad, la misma, que se trata de aprender a vivir juntos para mantener
un clima de aprendizaje que vincule de manera efectiva y afectiva a todos sus miembros.

No obstante, la convivencia escolar se ha visto afectada de una manera acelerada,


ya que en los planteles educativos han aumentado hechos de violencia que perturban el
proceso educativo, en tal sentido, las conductas disruptivas al ser considerado como
manifestaciones violentas que tiene el alumnado dentro y fuera del aula. Gordillo (2013) se
constituyen factores de riesgos que están perjudicando a los alumnos, por un lado, al ser el
agresor que sufre situaciones que lo exponen negativamente con los demás, privado de la
consideración y de un desarrollo lleno de bienestar y por otro lado, quienes lo rodean ya
sean los compañeros, docentes y autoridades, sufren situaciones hostiles y poco
estimulantes para mantener espacios llenos de aprendizaje efectivos.

Al respecto, Fierro-Evans y Carbajal-Padilla (2019) abordan, en las investigaciones


realizadas, que la convivencia escolar es considerada como parte prioritaria de las políticas
públicas que rigen a los establecimientos educativos, para generar medidas de prevención
que mitiguen actos de violencia, en tal sentido, la prevención es una respuesta favorable que
se debe manejar en los establecimientos educativos para realizar abordajes a los alumnos y
conocer, por un lado, la realidad sociofamiliar, económica que tiene el alumnado y por otro
lado, orientar adecuadamente a los estudiantes sobre temas inherentes a sus intereses, que
los mantenga informados de los riesgos y actuaciones que deben seguir con la familia y la
escuela.

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Ruiz, Riuró y Tesouro (2015) afirman, que las conductas disruptivas, afectan la
convivencia escolar de los alumnos, ya que se ven envueltos en actos contradictorios a los
valores y principios que se necesitan tener en las relaciones interpersonales, afectando de
manera física, psicológica y moral de bienes y actores del contexto educativo, en tal sentido,
converge de medidas que mitiguen esta problemática para mitigar las conductas disruptivas.

A continuación, en la Tabla 2, se exponen las conductas disruptivas que afectan la


convivencia escolar de los alumnos.

Tabla 2

Conductas disruptivas que afectan la convivencia escolar

Fuente: Ruiz et al. (2015)

Romero, Guajardo y Nava (2017) aportan, que los planteles educativos, se


constituyen como uno de los principales escenarios de aprendizaje que tienen los alumnos, y
ejercen gran influencia socioemocional durante el proceso educativo, de modo, que cuando
los alumnos asisten a las escuelas, van a enfrentarse a espacios con muchas oportunidades
de desarrollo ya que van a compartir experiencias con los demás y durante ese escenario van
a desarrollar competencias socioemocionales que son herramientas positivas para generar
una convivencia escolar estimulante.

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Al respecto, Ruvalcaba, Salazar y Gallego (2012) señala, que ante los conflictos que
se desencadenan en las escuelas que afectan la convivencia escolar, es fundamental el
desarrollo de habilidades prosociales, las mismas, que son herramientas que les va a permitir
confrontar actos de violencia a las que están expuestos los alumnos dentro y fuera del aula,
en tal sentido, las instituciones educativas deben incorporar contenidos curriculares que
promuevan en los alumnos el desarrollo de capacidades y habilidades que confluyan en un
proceso educativo estimulantes para mitigar actos de violencia.

4.3. Relación de las emociones con las conductas disruptivas

Continuando con esta línea investigativa, Duk y Murillo (2020) aportan, que la
educación es un derecho universal que tienen los alumnos con o sin dificultades, por lo
tanto, es deber de todas las instituciones educativas, establecer procesos educativos que
respondan a las necesidades educativas, al evidenciar todas las dificultades que no permiten
a los estudiantes a acceder a una educación de calidad, que estimule hacia los aprendizajes
positivos para su desarrollo integral.

Es por ello, que Díaz, Jiménez y Sigüencia (2019) establece que los alumnos que
tienen conductas disruptivas manifiestan en el comportamiento emociones negativas
mencionando a la ira, ansiedad, tristeza y vergüenza, ante las diversas acciones que realicen
y afectan de manera personal y social a los demás, constituyéndose en una problemática
que perturba el proceso educativo de los alumnos.

Al respecto, Díaz et al. (2019) establece que las emociones negativas son aquellas
manifestaciones que se experimentan ante todo acto de lleno de tensión, dificultad y estrés,
desencadenado estados emocionales llenos de dificultad que afectan la salud mental, las
relaciones interpersonales de los alumnos y el entorno en el cual se desenvuelven. Es por
ello, que actuar en prevención de violencia implica de educación emocional, la misma, que
consiste en organizar curricularmente procesos educativos que impliquen, por un lado, que
los alumnos conozcan del manejo y control de las emociones, la importancia que tienen en
las relaciones interpersonales y las consecuencias que tienen cuando no se las maneja con
efectividad.

Además, Torres y Buñuel (2019) analiza, que la educación emocional, es


considerada como una respuesta educativa ante los diversos problemas que se viven en los

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establecimientos educativos como violencia, conductas antisociales, disruptivas, trastornos


de alimentación, en tal sentido, ante las conductas disruptivas se constituye en enfoque de
vital importancia para el proceso educativo que reciben los alumnos, ya que les va a permitir
conocer sus emociones, los tipos, las conductas de los demás, y la importancia de
controlarlas con efectividad para prevenir y confrontar situaciones que ponen en riesgo el
bienestar integral consigo mismo y con los demás, por lo tanto, representa un tema
importante que los docentes deben considerar para propiciar aprendizajes efectivos, dentro
y fuera del aula.

En el caso de las conductas disruptivas que se caracteriza por ser un problema de


control de impulsos, la educación emocional es necesaria para los alumnos durante el
proceso educativo, ya que la educación emocional les va a permitir controlar las emociones
que en muchas veces obedecen a los impulsos que los alumnos tienen sobre los
acontecimientos que se suscitan, ya que en la mayoría de las experiencias que viven los
estudiantes están implicadas las emociones, especialmente las negativas cuando reaccionan
con violencia, ira, coraje, indignación, de hecho, al saber suplirlas por las emociones
positivas van a propiciar un efecto positivo en el manejo de las circunstancias (Díaz et al.,
2019).

También, Cury (2010) afirma, que inevitablemente la relación que tienen los
alumnos con los docentes y compañeros en la escuela, va a generar relaciones sociales, que
más allá de solo revisar proceso de instrucción de conocimientos, también requiere de
espacios que le permita a aprender a interactuar los unos con los otros y abordar temas de
interés que tienen los alumnos respecto a acontecimientos que se están dando y deben
conocerlos de manera apropiada por parte de los docentes, en tal sentido, la educación
emocional para todos los estudiantes es fundamental, para prevenir actos de violencia y
para conocer las emociones y conductas de los demás.

A continuación, en la Figura 1 se exponen aspectos relevantes que contienen la


educación emocional en los procesos educativos.

Figura 1

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Autoestima Personalidad

Promueve el desarrollo de herrmientas


Escucha activa Cooperaciòn

La educaciòn emocional
para el control de emociones en la conducta
Control de emociones Tolelerancia a la frustración y toma de decisiones

Aspectos en los cuales se enfoca la educación emocional en el proceso educativo.

Fuente: Díaz et al. (2019)

4.4. La familia y la escuela ante las conductas disruptivas

Álvarez et al. (2016) aportan, que las conductas disruptivas están relacionadas a una
carencia de estimulaciones tanto externas como internas, que suelen ser inapropiadas por
factores ambientales sociodemográficos y familiares que inciden en el aprendizaje escolar de
los alumnos, de modo, que al referirse a las estimulaciones externas, explica que son
aquellos ambientes negligentes en las que viven los alumnos, donde la poca atención y
orientación, la violencia, el abandono, el descuido durante la formación de los estudiantes
por parte de la familia develan comportamientos desobedientes, agresivos, reacios que poco
favorecen a la adaptabilidad social que deben tener los educandos en la escuela ante el
cumplimiento de las normas, y las estimulaciones internas, se refieren a las pocas
herramientas psicológicas que hayan previsto para el desarrollo de la autorregulación, las
mismas, que son comprendidas como la capacidad para dirigir la conducta.
Es por ello, que Urbina, Simón y Echeita (2011) afirman, que los patrones sociales
de violencia que tienen los alumnos en el ambiente familiar, reproducen conductas
disruptivas, en tal sentido, que cuando los alumnos se desarrollan en este tipo de ambientes,
estos crecen evidenciando la pérdida de la autoridad por parte de los padres, la poca
importancia que le dan a la educación, la falta de límites, la permisividad, son atenuantes

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que degradan las habilidades sociales para confrontar apropiadamente la normas que rigen
la sociedad, para sobrellevar una mejor adaptabilidad.

Además, añaden que los docentes han encontrado en los estudiantes, diversas
realidades familiares, que tienen relación a que los padres poco se interesan por la
motivación de los alumnos, el cumplimiento de las tareas, la pérdida de autoridad y control
por los hijos, responsabilizando solamente a la escuela por la falta de un aprendizaje activo.
Urbina et al. (2015) de modo, que el rol de la familia en la educación de los alumnos es
fundamental, para propiciar de su parte, las herramientas necesarias que les permitan hacia
una mejor adaptabilidad socioeducativa, en la cual apoyo a la escuela, vista como una
entidad que complementa y desarrolla aprendizaje significativo para los alumnos es
fundamental ya que necesitan del compromiso de la familia para salir adelante en el proceso
educativo, por lo tanto, la familia cumple un rol muy importante en el aprendizaje escolar de
los alumnos, y va a influir positiva o negativamente para el bienestar integral de los
educandos.
Ruvalcaba-Romero, Gallegos-Guajardo, Caballo y Villegas-Guinea (2016) afirman,
que los padres que presentan mayor comunicación, control emocional y conductual,
favorecen hacia una mayor formación del autoestima, y presencia de conductas sociales en
los alumnos, ya que, el ambiente familiar es un medio fundamental para la formación de los
estudiantes, donde van a recibir herramientas psicosociales y emocionales, importantes
tanto para el comportamiento y la conducta, haciendo de ellos, entes con una mejor
adaptación social, empatía y desarrollo, dentro y fuera de la escuela.

A continuación, en la Figura 2 se presentan aspectos positivos y negativos que


influyen desde la familia en la formación socioemocional de la conducta y el
comportamiento.

Figura 2

Prácticas parentales en el desarrollo de los alumnos.

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Angélica Janeth Borbor Zamora
Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

Fuente: Ruvalcaba-Romero et al., 2016

Además, Alberca, Iraeta, Castro y Sanz (2017) establecen, que la escuela es un


recurso importante que tiene el alumnado con conductas disruptivas, para que se
identifiquen las dificultades, los factores de riesgos y se proceda al abordaje y las mejoras
respectivas, aportando que además se constituye en un medio de prevención de las
conductas antisociales y mitigar las conductas inapropiadas mediante los factores
protectores.

4.5. La intervención psicopedagógica

Rojas y Encalada (2018) afirman, que ante la falta de comunicación asertiva que
tienen los alumnos tanto en la familia como en la escuela, se desencadenan conductas
disruptivas que afectan el proceso educativo, es por ello, que la comunicación asertiva se
convierte en un medio importante para prevenir y mitigar las conductas disruptivas, ya que,
cuando estas se aplican en el entorno socioeducativo de los alumnos, tienen la oportunidad
de expresar los sentimientos, pensamientos e inquietudes cotidianas en el marco del

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respeto, entre todos los participantes, dando lugar a la escucha activa, reflexiones y
orientaciones que forman parte de las expectativas de los alumnos.
En efecto, con la práctica de la comunicación asertiva tanto en la escuela, como en
la familia, se desarrollan habilidades sociales y herramientas psicoeducativas, que son
importantes para la interacción social de los alumnos, asumiendo actitudes llenas de respeto
y consideración por los demás, que van a mitigar actos de agresiones e interrupciones en el
proceso educativo (Rojas y Encalada, 2018).
De Los Santos, Carrasco y Domínguez (2020) analizan que para dar frente a las
conductas disruptivas del alumnado, es fundamental repensar en la intervención general del
centro de estudios, que involucre a todos los elementos que forman parte como: el profesor,
los alumnos, el currículo, las estrategias de aprendizaje, la familia, el equipo de
profesionales, para identificar cómo interaccionan con los alumnos, quienes son los que
manifiestan este tipo de conductas, ya que, el entorno en el cual se desenvuelven son
factores que influyen en el comportamiento, y si es negativo afecta el proceso de
aprendizaje, por las permanentes interrupciones que se traducen en agravios para el avance
y desarrollo educativo, al estar en permanentes conflictos con todo lo que acontece a su
alrededor.
Además, el hecho es integrar a todos estos elementos, para que haya una
articulación integradora y coordinada con acciones vinculantes a los alumnos, que generen
un clima participativo, reflexivo mediante estrategias que generen permanente sensibilidad
receptiva, entre el profesor y el alumnado, a quienes les corresponde orientar todo lo que
forma parte del interés educativo de los alumnos (De los Santos et al., 2020).
De los Santos y Domínguez (2016) analizan que, la intervención para la mejora de
las conductas disruptivas, tienen un enfoque sistémico que permite analizar todos los
factores que forman parte de los alumnos, en el proceso educativo, estableciendo cuáles son
los que están afectando negativamente de manera individual y grupal, para realizar el
abordaje, compensar con acciones lo que está faltando, y trabajar en prevención y así
mitigar los actos de violencia entre los miembros de la comunidad, de modo, que involucra a
todos los actores educativos, la familia, los alumnos, la autoridades, el equipo de
profesionales.

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

A continuación, en la Figura 3 se destacan las estrategias correctoras las conductas


disruptivas que se aplican en los establecimientos educativos.

Figura 3

Estrategias de intervención
m
Lard
ie
v
n
o
cló
g
fstp
u
E
b
y

La distribución de Trabajos en grupo y


los alumnos resolución de conflictos

Fuen
te: De los Santos y Domínguez, 2016

González y Cabrera (2015) aportan que el programa integral para mejorar la


convivencia escolar, contiene comunicación asertiva, habilidades para la solución de
problemas, técnicas de auto-control, técnica de análisis de tareas, aprendizaje cooperativo,
el mismo, que es coordinado por el psicólogo con los docentes, para transmitir en cada
aspecto estrategias para confrontar las conductas disruptivas del alumnado, las sesiones se
desarrollaron con los docentes, luego con los alumnos y finalmente con la familia, para
diferir situaciones que están afectando el comportamiento y generan las conductas
disruptivas.
Las mismas, que afectan la convivencia escolar, convirtiéndola en un espacio poco
estimulante de aprendizajes efectivos, por lo tanto, el programa de intervención
psicopedagógica regula normativas cargada de un proceso de orientación, participación,
comunicación y control que involucra a la comunidad educativa y previene situaciones de
violencia, mejorando el proceso educativo de los alumnos.

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

5. Marco Contextual de Acción


Luego de la revisión de informaciones relevantes que están basadas en investigaciones
fundamentadas bibliográficamente, se resalta la argumentación teórica vinculada al tema
del presente trabajo de fin de estudios, relacionada a un contexto más próximo de la
realidad educativa que tienen los establecimientos educativos en el Ecuador, sobre las
conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años, que a
continuación se detalla.

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Angélica Janeth Borbor Zamora
Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

5.1 Agentes implicados

En el marco de la realidad que se vive en el Ecuador y luego de haber analizada


algunas posturas de prevención y abordaje de las conductas disruptivas que presentan
los alumnos, dentro y fuera del aula de clases, es necesario involucrar a los agentes
educativos que forman parte de las áreas pedagógicas, curricular, administrativa y
también a la familia, en tal sentido, deben promover que se mitiguen los actos violentos
que por efecto, se desencadenan a partir de esta problemática, que está afectando no
solamente el proceso educativo, sino a la convivencia escolar de los alumnos, volviendo
el entorno hostil, conflictivo y poco estimulante.

Es por ello, que la intervención implica que todos los educadores establezcan
espacios de participación donde se establezca la comunicación asertiva, con los
estudiantes para conocer las dificultades que presentan, climas de violencia, afectaciones
que pueden llegar a desmotivar a los alumnos, para poder realizar acciones organizativas
de atención inmediata y de reflexiones en torno a los acontecimientos que forman su
día a día (Rojas y Encalada, 2018).

Además, involucrar a la familia en el proceso de intervención es fundamental, ya


que (De los Santos y Domínguez, 2016) establece que las conductas disruptivas obedece
al entorno conflictivo en el que se han desarrollado los alumnos, señalando que la
negligencia tiene relación a la permisividad, poca autoridad de los padres, el poco control
y orientación, violencia, abandono, absentismo de la familia en la escuela, en tal sentido,
el abordaje con la familia, precede de un análisis de las situaciones que están afectando,
para orientar propositivamente acciones que mitiguen actos de violencia.

A continuación, en la Figura 4 se destacan los agentes involucrados en la


intervención psicopedagógica.

Figura 4

Agentes involucrados

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

Docentes

Agentes
involucrados en
la intervención

Familia alumnos
Psicopedago
go
Fuente: Elaboración propia a partir De los Santos y Domínguez, 2016

Además, cabe resaltar que el equipo de los psicopedagogos es fundamental en la


intervención, ya que son quienes, van a direccionar con los agentes involucrados las acciones
y medidas de prevención para mitigar las conductas disruptivas tanto con los docentes, las
autoridades, la familia y los alumnos, por lo tanto, la importancia del rol que realizan se
traduce en un permanente asesoramiento y trabajo coordinado con los agentes implicados
para la mejora de los conflictos que afectan el proceso educativo de los alumnos.

Mientras tanto, los docentes son considerados los principales involucrados, porque
son quienes formante parte del proceso educativo áulico, y con quienes comparten los
alumnos todos los días, es por ello, que (De Los Santos et al., 2020) establece que los
docentes deben implementar medidas como el seguimiento individualizado, para conocer
las situaciones que están afectando en el comportamiento de los alumnos, y orientarlos
conforme a sus necesidades educativas.

5.2. Impacto del aprendizaje

Al respecto, (De los Santos, et al., 2020) analizan que en la intervención es


fundamental partir del análisis de la relación que tiene los docentes con los alumnos,
durante el proceso educativo, para generar un proceso subsanado que mejore su
interacción, en tal sentido, esto también involucra un ajuste curricular para fortalecer las
estrategias educativas, brindando espacios participativo con los alumnos, donde la coerción
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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

no genera un clima predominante sobre el alumnado, sino que se briden situaciones


reflexivas que generen la participación y el compromiso de promover una convivencia
escolar efectiva entre todos.

Además, atender la actuación del docente frente al grupo es fundamental, para


fortalecer el proceso interactivo mediante la comunicación asertiva (Rojas y Encalada, 2018)
ya que, va a generar espacios donde los alumnos y docentes van a manifestar sus ideas en
base al respeto, sopesando las buenas relaciones basadas en el respeto, la cordialidad y la
reflexión, por lo tanto, el aprendizaje escolar se va a ver fortalecido, al mejorar las relaciones
interpersonales de los alumnos y los docentes, partiendo de una comunicación asertiva
durante el proceso educativo.

Benavides, Muñoz y Muñoz (2013) analizan, que el aprendizaje es un proceso social


que establecen diversos patrones en el comportamiento y la conducta, es por ello, que la
intervención psicopedagógica en el proceso educativo es fundamental, para promover las
mejoras en el clima de aprendizaje que tienen los alumnos, ya que ante los actos de
violencia que se dan con las conductas disruptivas perjudica no solamente al aprendizaje del
alumno infractor, sino también a quienes forman parte del entorno educativo, el hecho, es
que responde a que se desarrollen en un ambiente estimulante que promueva aprendizajes
efectivos de manera individual y grupal, para que convivan en un proceso social efectivo y
significativo.

Además, Moreno (2017) establece, que las frecuentes acciones de violencia en las
que viven los alumnos tanto en la familia, como en la escuela, hacen que vayan
naturalizando la violencia y adopten patrones de conductas disruptivas dentro y fuera del
aula, de modo que, es importante la intervención psicopedagógica para mitigar los actos de
violencia en el alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años, y actuar en
prevención, abordaje y orientación con medidas y estrategias educativas que ayuden a los
agentes educativos a actuar adecuadamente durante el proceso educativo de los alumnos.

Según, Carrillo, Civis, Blanch, Longás y Riera (2018) aportan que el fracaso escolar
del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años está supeditado a los agentes
socializadores que forman parte de su entorno, enfocando que a mayor estimulación de
parte de su entorno social, el éxito escolar es providente, desarrollando habilidades que les
van a permitir interactuar con mayor efectividad.

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Angélica Janeth Borbor Zamora
Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

Además, Rosseló (2020) aporta, en las investigaciones realizadas que ante la falta de
preparación de los docentes para confrontar las conductas disruptivas del alumnado, es
necesario realizar la intervención por un lado, para aportar con herramientas que favorezca
al fortalecimiento de la inteligencia emocional de los alumnos, para obtener estabilidad
emocional que les permita manejar positivamente situaciones conflictivas y por otro lado
herramientas, estrategias y medidas a los docentes que les permitan adaptar los proceso
educativos frente a la necesidad de ser orientados propositivamente.

A continuación, en la Figura 5 se exponen aspectos que son necesario enfocarse en


el proceso educativo para el desarrollo de la inteligencia emocional de los alumnos.

Figura 5

Enfoques relevantes para confrontar la conducta disruptiva

Enfoques que La resolución de


desarrollan la conflictos
inteligencia El autocontrol
emocional La toma de decisiones

Fuente: Roselló, 2020

Por lo contrario expuestos a situaciones negligentes, donde el maltrato es parte de


su convivencia, implican deficiencias que disminuyen el bienestar en la adaptación escolar y
por ende durante el proceso educativo, al manifestar conductas disruptivas que afectan el
aprendizaje cotidiano (Carrillo et al., 2018) es por ello que es necesario realizar procesos de
intervención para enfocar las dificultades que afectan a los alumnos y contribuir a la mejora
mediante herramientas que le permita a los docentes confrontar adecuadamente las
conductas disruptivas dentro y fuera de aula de clases.

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

5.3. Respuesta institucional, legislativa y profesional

El Modelo de Atención Integral para los Departamentos de Consejería Estudiantil


(DECE) que establece el Ministerio de Educación de Ecuador (2017), expone lineamientos
con los cuales todos los establecimientos educativos, deben actuar ante los hechos de
violencia escolar, señalando protocolos de atención que orientan al abordaje, coordinación
de acciones, el acompañamiento por parte del DECE, las autoridades y los docentes para
mitigar los frecuentes actos de violencia que se presentan dentro y fuera de las aulas, los
mismos, que están afectando el desarrollo educativo de los alumnos y a la convivencia
armónica de la comunidad educativa.

Es por ello, que en base a estos lineamientos, es fundamental realizar el programa


de intervención psicopedagógica, el mismo, que es interés de la comunidad educativa,
especialmente de los docentes, ante los frecuentes conductas disruptivas de los alumnos
que se suscitan en los planteles educativos del Ecuador (ME, 2017).

En tal sentido, en el Plan Educativo Institucional (PEI, 2021) se prevé continuar


fortaleciendo el comportamiento de los alumnos mediante proyectos que contribuyan a la
mejora educativa, de hecho, el programa de intervención psicopedagógica está enmarcado
en las iniciativas del DECE, como propuesta que va a ayudar a los docentes, a la familia y a
los alumnos a mitigar las conductas disruptivas.

Al respecto, la Junta Académica conformada, por los profesores, directores de


áreas pedagógicas, las autoridades de la institución, el DECE, consideran oportuno un
programa de intervención psicopedagógica para mitigar las conductas disruptivas de los
estudiantes, las mismas, que necesitan de mejoras inmediatas, ya que está obstaculizando el
proceso educativo de los alumnos, y por lo tanto se necesitan de estrategias coordinadas por
el psicopedagogo, con la participación de la familia, los docentes y los alumnos.

También el Mineduc (2017) en el modelo de atención integrada, plantea un cambio


en los escenarios educativos en los que se desenvuelven los alumnos, ya que el clima escolar
se ha visto afectado por las conductas disruptivas, que afectan al proceso educativo dentro y
fuera del aula de clases, de modo que, contiene un enfoque que está basado en estrategias
de intervención reflexivas por parte de DECE, los docentes y la familia, acorde al desarrollo
evolutivo y de las necesidades educativas de los alumnos.

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

En tal sentido, la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) establece, que los
planteles educativos son espacios donde los alumnos tienen el derecho de desarrollarse en
un ambiente pacífico, y se constituyen en lugares de detección temprana de las dificultades
que presentan, en tal sentido, quienes forman parte de los establecimientos educativos
tienen la obligación de estar atentos a las situaciones que presentan los estudiantes, para la
respectiva derivación y abordaje con el equipo de profesionales DECE, para inmediatamente
con la familia tomar acciones que garanticen el bienestar integral de la niñez y de los
adolescentes que se educan en cada nivel educativo.
Es por ello, que ante la detección de situaciones conflictivas que pone en riesgo la
convivencia de paz dentro y fuera del aula, deben ser inmediatamente intervenidas para
adoptar acciones que mitiguen los actos de violencia, mediante estrategias de prevención,
resolución de los conflictos y seguimiento de las medidas aplicadas de manera individual y
grupal (LOEI, 2017).
No obstante, la realidad que tiene los centros educativos en el Ecuador es
compleja, ya que hay debilitamiento en el DECE, ante la necesidad de profesionales que
forman parte de este departamento, de hecho, los docentes, no tienen donde recurrir ante
todas las necesidades que tienen los alumnos, debiendo gestionar las medidas directamente
con la familia a los centros de apoyo respectivo, haciendo más difícil acceder a estos
servicios por las altas demandas que se presentan.
Es por ello, que contar con un programa de intervención psicopedagógica va a
dotar de herramientas y reflexiones, oportunas ante las conductas disruptivas que presenta
el alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años, ya que los docentes van a
participar en sesiones para coordinar acciones con del DECE, para actuar en prevención y el
abordaje respectivo, involucrando a la familia, con los alumnos de manera individual y
grupal, para paliar las necesidades que se presentan acorde a su desarrollo y el bienestar
educativo.

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

6. Diseño y Resultados. Bases de la Propuesta


Psicopedagógica
En este mismo contexto, se van a exponer propuestas investigativas que se han
obtenido en base a los resultados de la implementación de programas de intervención
psicopedagógica en los establecimientos educativos.

Investigaciones realizadas, mencionadas anteriormente en el marco teórico,


muestran que los estudiantes se desarrollan en un ambiente social, donde adquieren
aprendizajes que pueden estar altamente influenciados en el comportamiento, tanto en la
escuela como en la familia, especialmente cuando forman parte de contextos donde
persisten negligencias familiares, problemas socioeconómicos o de violencia, situaciones que
generan en ellos estrés y ansiedad impactando negativamente en el constructo del
desarrollo emocional (González y Cabrera, 2015). Por lo tanto, es importante implementar
programas de intervención que contribuyan a la mejora de la gestión de las habilidades
emocionales, como el autocontrol, la resolución de conflictos y la toma de decisiones, pues
es esencial que los estudiantes regulen dichas emociones para su bienestar no solo
académico sino también personal (Romero y Nava 2017).

Romero y Nava (2017) señalan, la necesidad de mirar a los centros educativos como
un espacio de convivencia escolar de aprendizajes positivos para todos los alumnos, donde
no solamente desarrollen conocimientos a nivel cognitivo, sino que plantea la importancia
de que sean orientados en el constructo de la gestión emocional para confluir situaciones
que ponen en riesgo su comportamiento ante la presencia de actos de violencia que
desencadenan en conductas disruptivas, por esto el programa de intervención ha generado
un gran impacto para mitigar las conductas disruptivas del alumnado, al fomentar las
competencias socioemocionales de adaptabilidad, competencia interpersonal y emociones
positivas, constituyéndose en componentes importantes que predicen el buen manejo del
comportamiento a nivel personal y social (McCormick et al., 2015).

Según, Rojas y Encalada (2018) establecen en las investigaciones realizadas que los
alumnos cursan por etapas evolutivas, llenas de cambios, donde la asertividad es deficiente
para confrontar situaciones durante el proceso educativo, en tal sentido, en la básica
superior que está conformada por alumnos que atraviesan por la adolescencia, necesitan
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Angélica Janeth Borbor Zamora
Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

fomentar la comunicación asertiva, interactuando en un ambiente estimulante donde los


docentes promuevan que la comunicación asertiva es un medio fundamental para
expresarse, sin caer en actos conflictivos que traducen en violencia con la comunidad
educativa, por lo tanto, el programa de intervención psicopedagógica promueve una
comunicación asertiva eficaz, para la socialización entre pares o más aún para la
resolución de conflictos, constituyéndose un mediador imprescindible entre la agresividad y
la pasividad sin afectar a los demás.

De los Santos y Domínguez (2016) proponen que la intervención psicopedagógica


en los centros educativos debe ser sistémica, involucrando a todos los agentes educativos
que forman parte del entorno de los alumnos, para adaptar acciones que sopesen de
manera preventiva, organizada y coordinada entre docentes, el psicopedagogo, las
autoridades y los alumnos, utilizando diversas estrategias para mitigar las conductas
disruptivas, tales como: Los trabajos en grupo, la resolución de conflictos, las mismas, que
están enfocadas en el desarrollo emocional, coincidiendo con (McCormick et al., 2015)
menciona a las competencias emocionales como herramientas que permite contrarrestar las
conductas disruptivas, y tener un mejor desempeño en las relaciones interpersonales dentro
y fuera del aula de clases.

Además, De los Santos y Domínguez (2016) menciona, que cuando lo alumnos


logran mitigar conductas disruptivas, también se han fortalecido en aspectos vinculados a la
autovaloración, sintiéndose satisfecho consigo mismo, al sentirse parte un grupo, aportar
propositivamente, se consideran responsables, sociables, listos, de hecho, son resultados
que están basadas en la intervención sistémica donde todos los agentes educativos
confluyen en un entorno enfocado en las necesidades conductuales de los alumnos,
orientando en función a sus necesidades durante el proceso educativo, fortaleciendo las
relaciones interpersonales entre los docentes, las autoridades y los alumnos.

De Los Santos et al. (2020) afirman que las conductas disruptivas en el alumnado
son síntomas de las dificultades que los alumnos perciben durante el proceso educativo,
considerando que los educadores deben estar prestos a identificarlas para actuar en
prevención, realizar el abordaje para conocer las afectaciones y tomar medidas que
contribuyan a la mejora, en tal sentido, la intervención psicopedagógica necesita enfocarse
en la actuación entre docentes-alumnos durante el proceso educativo, para establecer

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

estrategias que robustezcan las interacciones socioeducativas, como la comunicación


asertiva que (Rojas y Encalada, 2018) aportan que es fundamental mantener dentro y fuera
del aula.

7. Conclusiones, recomendaciones y limitaciones.


Por consiguiente, el presente trabajo de fin de estudios tras haber argumentado la
efectividad de la intervención psicopedagógica sobre las conductas disruptivas del alumnado
en el proceso educativo con edad de 12 años, se llega a las siguientes conclusiones acorde a
la finalidad y los objetivos planteados.
En consecuencia, al haber planteado como finalidad la fundamentación teórica
mediante el análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con
edad de 12 años, se ha previsto del análisis bibliográfico en la cual existen diversas posturas
que son relevantes para contribuir a la mejora mediante los procesos de intervención, las
mismas, que son aplicables acorde al contexto educativo que forma parte de los alumnos, de
modo que es fundamental, que la comunidad educativa, contribuya a la mejora en el
proceso educativo que reciben los alumnos, especialmente con edad de 12 años, que se
constituye en una nivel educativo donde los alumnos sufren cambios evolutivos y necesitan
ser fortalecidos mediante orientaciones y seguimientos que prevean de informaciones y de
herramientas socioemocionales a los estudiantes.
Por consiguiente, la revisión bibliográfica sobre la importancia del rol que tiene la
comunidad educativa en el proceso educativo del alumnado frente a las conductas
disruptivas, que existen muchas posturas que relacionan a las conductas disruptivas con el
ambiente familiar en cual se desarrollan, con la carencia de las competencias emocionales, y
a las actuaciones del docente durante el proceso educativo, por lo tanto, es un tema de
especial connotación para confluir factores que provocan disrupción en los alumnos, y que
ameritan de atención inmediata, preventiva y oportuna para mejorar la convivencia escolar
de los alumnos que es un elemento vinculante al proceso educativo.
Al respecto, de definir qué es la conducta disruptiva, los factores y su incidencia en el
proceso educativo del alumnado con edad de 12 años, se establece que la conducta
disruptivas son inapropiadas, conflictivas y afectan el proceso de enseñanza-aprendizaje al
incumplir reglas, normas que trasgreden las instrucciones del docente, la autoridad y entre
los propios compañeros, volviendo el clima de aprendizaje negativo y poco estimulante de

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

aprendizajes positivos, deteriorando las relaciones interpersonales entre pares y entre


docentes-alumnos, trasluciendo como principales factores influyentes el ambiente en el cual
se desarrollan los estudiantes tanto en la familia, como en la escuela, al recrearse
frecuentemente la violencia, el abandono, el poco control, el absentismo de los padres en la
educación de los hijos, la pobreza y las pocas oportunidades que tienen para fortalecer
adecuadamente su desarrollo socioeducativo y emocional.
Al respecto, de analizar la importancia de la Intervención psicopedagógica para la
mejora de las conductas disruptivas en el alumnado, es fundamental para mitigar los actos
de violencia a los que están sujetos los alumnos, destacando que se han identificado que el
enfoque sistémico en los establecimientos educativos, integrar a la familia, a los docentes, a
los alumnos, y los equipos profesionales de apoyo, para participar en el abordaje e
identificar los factores que están provocando conductas disruptivas, con cada estudiante
infractor, los mismos, al adoptar las medidas educativas van a reducir los actos de violencia.
En cuanto a las Recomendaciones se establecen las siguientes:
Al presentarse conductas disruptivas dentro y fuera del aula, requiere no solamente
asumir un rol de espectadores sino de involucramiento con el alumno implicado para
conocer aspectos inherentes a la problemática psicosocial, en tal sentido los docentes
necesitan de herramientas psicopedagógica que orienten positivamente a los estudiantes.
Es por ello, que se recomienda el abordaje en aspectos vinculados a la autovaloración
del alumno, para destacar la importancia de sus acciones en el proceso educativo,
reconociendo sus valores, ideas, pensamientos en beneficio propio y para los demás.
Además, es necesario dotar a los docentes de herramientas psicopedagógicas que
atenúen a las conductas disruptivas, enfocando su interés por los alumnos no solamente en
el ámbito instructivo sino también en su desarrollo emocional, motivacional y conductual.
La mediación es una estrategia efectiva que orienta a los alumnos a la mejora de la
conducta, que no solamente implica el rol que tiene el docente sino también la familia para
conocer, orientar y reflexionar permanentemente con los alumnos respecto a las
consecuencias de las acciones disruptivas.
Además, la familia juega un rol fundamental para el proceso educativo de los
alumnos, ya que, son quienes pasan una gran parte de tiempo con los alumnos,
transmitiendo valores y cultura, en tal sentido, se recomienda realizar entrevistas a las

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

familias para conocer factores que influyen en las conductas disruptivas y mitigar conflictos
que afectan el proceso educativo.
Los planteles educativos deben realizar proyectos educativos que vinculen la
participación de los alumnos, promoviendo la responsabilidad en las tareas que se le
asignan.
Además, el seguimiento es importante a los alumnos que incurren en este tipo de
conductas, por parte de los docentes y DECE, para valorar la conducta de los alumnos,
conforme a la orientación que van recibiendo.
En cuanto, a las limitaciones se destacan:

Factores influyentes durante la educación virtual, ya que, no asisten regularmente a


los establecimientos educativos, habiendo afectado en la responsabilidad en las actividades
escolares, asistiendo irregularmente, se desconectan, no se conectan a las clases sincrónicas.

Todas estas irregularidades en el proceso educativo afectan la conducta de los


alumnos, aumenta conductas negativas que poco favorecen al bienestar estudiantil.

Asimismo, el poco compromiso de la familia complica el panorama, ya que, no


orientan positivamente a los estudiantes respecto al buen comportamiento que deben tener
para alcanzar sus metas educativas.

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Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

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Angélica Janeth Borbor Zamora
Análisis de las conductas disruptivas del alumnado en el proceso educativo con edad de 12 años

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