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2 LA TEOLOGIA COMO DISCURSO SOBRE EL HOMBRE La feologia no puede reducise a antopologis, Fat al cometido que se Ie ha asignado como propio y que i as p> bras tienen un sentido, apunta a Dos (eo-logi),¥ ademis hablaria mal del hombre, puesto que, olvidndose de Dios, n0 dirigiris al hombre cl diseurso de traseendencia que necesiay aque tiene derecho, No se ta, pues, en absouto, de que I teologi,avergonzada de s misma, abdique de sus responsabi- lidades de hablar sobre Dios. Sin embargo, sino puede agoar su cometigohablando so- bre el hombre, no deja de ser verdad que ella es sambién un Aiscurso sobre el hombre. Pero entonees, jeimo, a qué tala yenqué condiciones? Fs. esta pregunta ala que querranres- Ponder esas pginas, que eren que la eologi tiene algo que decir sobre ef hombre y que, sella no fo dee, n0 Io ard aa- dic. ¥ lo barn salendo al encuentra de tes preguntas, Res- ppondiendo a In primera (la teologia habla det hombre? se justiticaré ol derecho de la teologia a ser antopologia. Este Punto se desarrollard muy breverente, pes slo se ata de re- ‘cord costs conocidas¥ cl interés principal nose centea en lo, La respuesta ala segunda pregunta ide qu hombre habla la teologia?—seré un poco mis extensa, pues se tata de stu ‘exactamentee gar desde l que habla I teologia como dis- ‘eurso sobre hombre ligar que debe ser especificumente s+ yo, So pena de cnfundirse intmente) con oto. Peto va see 1a tercera pregunta -al hablar de este hombre, ges habla de fa teologe~ aque nos obliga a abordarverdaderamente fa ‘specifica de a telogia Este desarollo ser el mis largo, ‘ye que pretende most To que Ta teologa, en el concierto de Tos discrsos sobre el hombre, quite y puede aporar de sing lar inalienable 1, ¢LATEOLOGIA HABLA pet HOMBRE? Que la teologls 20 slo habla de Dios, sino tambi hombres wn hecho. Un hecho que se verifcaa dos nivees y ‘eneentia ax una doble justiicaien "Tomenios ante todo Ia teologia en el sentido estricto de dis- ‘exrso sobre Dios Incuso en este caso Ta teolopia habla ya del hombre, pues resulta inevitable que en el mismo movimiento por el qe se encuentra com Dios, se encuentre también con homie. En efecto, a Dios «Nadie a visto al Pade so jon; «Nadie puede ve @ Dios sin mort»-no se le haencon- ‘nado jams wen estado puro, ses que podemos hablar ash, s- ‘no siempre en signos, sacramento, mediaciones, al menos @ nivel del conocimsenal. Ahora bien, la primera y mais impor: tante mediaidn es el hombre, imagen y semzjanza de Dios porexcsleacia, clus (y sobre todo, habia que deci) nivel ‘isting, la revelacié de Dios, por ser exstlogi, se nos ht {dado en un hombre («Quien me he visto ha visto al Padre») Dios no s un abjeto de este mundo ¥ Ia teologt, como co- nocimiento, arta su vucla 2 partir de lo que se le ha dado ‘sobre a deta, Lo primero que se encuentra en el camino ‘cia Dios scl hombre ablando de Dios. see cl haar, ala ‘ez tericoy prtico, en el que Ia teologi recibe al Dios de ‘quien haba, Antes de Ser un De Deo a seas, la teologia es us sie icin db “nunca cm Dien appr, ain ave come dcr eee ame ” De Deo cream, revelane, grasiam dante, 0 $3, un ise creo sobre Dios en el que el hombre queda, constitutive in separablemente,involucado. No existe, pues, discurso sobre Dios que no pase, al menos de entrada, pore hombre’. La mis: ‘ma palabra «Dios ni siquira exist param, sino porgue yeh tanto que pronunciaa por el hombre. Le to-lgia encuentra, oes, inevitablemente al hormbreen su camino y no puede i ce ora cosa, aunque sea de forma indirect, que hablar de hablar de Dios. ¥ cabe preguntarse si alguna ve, incluso des- puts de ese primer mameato, podré la teologia hacer un dis- ‘curso vido sobre Dios que no sign pastndo obligaoriamente 1 de parca pare por ese sacramento el ore, ero hay mis. Y ésta esl segunda razin por la que la teo- login es también antrpe-logia. Tal come se offce de hecho, 0 se histria yempiriarente,y tal com se compen de de- recho, 05a, justlicande y legitimando tdricamente su pre tensi, ala teologa el presenta siempre no solamente com> tun ciseursa (dl horn yo de Dios) sobre Dis, sna comoun iscuro de Dios sobre ol ombre. En efecto af (ola revela in) esti en lo just al afiemar que Dios es un Dios que tiene algo ie decir al hombre o sobre el hombre; queen tga ue pedi, alg que podile que hag; que tiene sobre él un desi ni, que espera algo de dl. Enuoa palabra, parla fe, por eon siguiente, para la teologia, existe una vision telogal del hor bre una visin del hombre « parte De. Dios es eosiderado como teniendo una idea sobre el hombre: es un definidor de hombre. Queda, pues, claro qu, por el hecho de hablar de un Dios gue hala del hombre, hay ena teologia un discuso so bre el oat, Por este doble tito a teologia puede ser consderada an tropologa.¥ est sn dejar dese esi sino dentro del mo- vinnento mismo ene que ella se constitaye como tl. La to Toate habla del hombre, Pero zd qué hombre? » Ethomie 2, gDEQvEHOWARE HAMLALA TEOLCOLN? Ful que la flosfl, la psicologia, la sociologia ts al tla el hombre y, por consiguiete en este sentido, del mis- ‘no hombre, hablan, no obstane, sein una formalidad par- ticular, tambien fa teolaga, come antropoogia tiene que ver ‘ebm se le atrbuye une wsecciba particular del hombre, aun tango sea evident que, com la fede Ia que ella es aut ex resin a fin de cuentas, las interesa de tod el hombre, se- ‘in todas sus dimensiones. Sin duda, se pod conven en que Ia teologia es aqui diacars0 sobre el hombre-que-hablasde- ‘ios EL hombre, sr de lengusi, habla de la celidad que le ‘concert, ¥ ast entre aeas costs, bla de Dios. Come dix urs sobre eve discurso del hombre, se puede decir gu ia too- Togia se consttuye en antropologa de earcter propio ‘Sin embargo, ag la eologia encwenta, de hecho, en hombre que habla de Dios muchas elses de discurs. Creo ‘que se podrin dstnguir es. 1, Blaliscurso del empties ‘Un primer tipo de hombre que habla de Dios eset hombre ‘religoso, Nos referimos agu al hombre del dscurs exponti- ‘eo, no reflej,noertco; al hombre desnuda, o poco menos, ‘nivel del ogos, pe rico en mites enritos; at hombre tal oma se le encuentra en as relgioes Hamada primiivas. Ese 5, can ini qo ie er aii Pe nd seta Madey dot Posen co ‘Sree iets yt dics gine a ne SreBhasensiit in fangs ‘au eemoe une ed frmulcnes (ome Dio) {teers an mir oa login apne srninae Const pate ecto Peg ante nites eps densa ni. Genpalia nee au tg i eye 0 cna si Se sss nae sepa el come eae ‘athiner dtm neice ys pe ami come sry » hombre habs a Dios, mas que de Dios’. Ante él uno se en ‘evenira do lleno con Un dscuso sobre (a) Dios en To qe tie= ne dems inmoiato, de mis fundamental sin baer alguna, En este sentido, sun dscursoprivilegado, En efecto, se pc de afrmar perectamente que el hombre elgioso es el lugar nal del discurso sobre Dis. Fl ta5logo se encuentra, pues, cont hombre umitco 2. El discurso dl logos Un segundo tipo de hombre que habla de Dios es el fiiso- {.Bsun hecho, al menos en nuestra cultura occidetal a par- tir de Séerates y Plaén, que el hombre habla de In dvinidad (Cheon, del (de los) divas), de Dios, en su dscurso de razén (logos) Se trata aqut de un dscurso rellejo, segundo, pero de ‘un auéntico diseurso Sobre Dios. Sea cul fee el estatuto que convenga arbuirle, este dscuso exist y tiene todo el derecho de hacerse oft En su aproximacién al hombre que habla de Dios, el telogo se encuentra, pues, con el hombre «logicoy. 3, Blalscurso del wethosy- fe Hl teeer tipo de hombre que abla de Dios es incontesta- blement e! ereyente. En une primeca aproximacié, se le po ‘i situar entre el hombre reigioso espontineo y el sof reflexivo, Noes ya simplemente el hombre de un mythos mis ‘o menos anirquico, peo tmnpoco (0 todavia no) e del logos ‘organizadoy querdo por si mismo. Ese! hombre de un ethos- _Je-Mirindolo un paca mis de ceca, poemos aeaso encontrar ‘guises component lereyene es el hombre de un comportamiento, de wa ae- situ (eos). La fees una manora de ser y de actust que se nda y se guia por un nodelo» de comporiaminto que vie- ne de Dios. Creer es adoptar na atiud, compromtese en un tumino. Por eso el lenguse de est tipo de hombre que abla {be Dios es aqu el lenguaje dea acei6n: porto que die, eee yen quiere que alguna cosa se produzeaen su vida Es tambign el hombre de una adhesion, de una ehesion 8 Dis, Fl ereyente cre en Dios, pone su confianza en él A es- te nvel -que no esel de un saber (agos)- el lenguaje de la fe es ato-implicativo el ereyene se compromete con alien 3@ Sdiere a él, Revonoacamos qu esa dimensin es la menos bjetivable, Ahi estamos ante el secreto de una reacin en la ‘que el creyente se encuentra implicado con todos er. Finalmente, eel hombre de un conociniento, pues en la fe hay también un contenido notin: el eryente es visita por tna palabra (fides ex auditu)- El lenguajes aqui de nevela- cin. Bl ereyenteno vive una experieneia nebulosa, sino una experiencia penetrada por una luz que iumina su conocinien to, por mis que este siga siendo al mismo tempo un «deseo ‘cient ante To que le sobrepast. "As pues, edlogo se encuentra.ea presencia de tes tpos no Absoito de exigenca (Dios de Abrahin, de Ise y de Jo~ 0, Dios de esucristo, de Francisco de Asis, de Martin Later King) el honsbre def, e hombre que da suf, noes 3250 ‘hombre de un discursoprvilepiado por ser el mis comprome- idol mis completo (tari y praxis), el que mejor de que Dios sea Dios? "Nos hemos planteado una pregunta: 2De qué hombre habla ta teoogia? Y acabarnos de da a respuesta: habla del hombe- ‘que-habla-de-Dios-enlafe, Pero jobmo habla y qué die? Bs {atereera pregunta, que nos va.a permit eapar mejor cual es kt antropologla dela eologi. Laois com aramid « 3. :COo HABLA DEL HOMBRE LA TEOLOGIA? La cueston se planter porque, evidemtemente, ua diseurso sobre el hombre cteyente no es prvatvo dela telogts, sino ‘que es también un tema sobre el que vest I psicologt, la so- ciologi, la oso a histori, la lingastes, ete. Entonces, ‘una de dos 0 Ta teotogta~que fue un iempo, antes de consti- ‘ise las ciencias humanas, ef dscutse sobre ol hombre que ‘bla do Dios-ha de desaparecer hoy, como le alquimia codio el puesto ala qumic,o bie, entre los ciferenesdiseurs0s so- bre of hombre que habla de Dios, la wologi tiene un puesto especfico que debe justice precisamenteen func de un ‘quomade: ;2bm9 habla de él teolgia? Pnsamos qu la sogunda hiptesis es la verdador. En to- 4o caso, defenderemos bora su vai. Por fo demas, lespee- ‘soul plural do las cioeias humanas (psicologi,socologa...) ue se interes por el homire ereyente no indica de ents {da qu, a no exstirun nico discus el discus teol6gico no ‘queda prior exchuide? Dado que ls disciplinas que versanso- ‘re un mismo objetn se dstnguen por suespecificiad, la teo- Jogi ten a trea de mostrar imo habla de! homie ereyente para doar constancia d sa propia especificdad. As, habvemos Contest a nuestra pregunta Qu dic la teologia sabre el. hombre? zeul es su antropoiogia? Tras prossar dos cuetiones revias,indispensablos para prsoguir a exposicin, establece- mos, siguiendo tes dats, el discurso dela tologia sobre el. hombre y conchiremos definiendo, ad ira y ad eur, la fan cin yo jerccioespetfcos de esa teologia antopolipica. 1. Dos ewestionespreviae 4) Bl derecho de las cencias amanas Fl teélogo constata que las ciencias humanas hablan det hombre ereyente. Lejos de ver en ello un sncrilego o una in ‘womisin indebida (con tal que, por supueso, ninguna de esas lisciplnasabrige I pretensin de wn diseurso total), el fe6- logo debe, por el cotzrio, coasiderar que esas empresas, en lets le prestan un gran servicio. En efecto, el rol ac- tual de las cieneiashumanas con rspeeto ala fe pod com pararseal que desempefaha la tologia negative de antes con especto la teolog postiva o afirmativa: conzoarla me- lant una ertca de ss afrmactones. La ciencias humanas ‘os ayuda de hecho a purfica Ia fe de todo lo que ells noes, {yes lo hace desenmascarando lo que puede haber de proyee- ‘idn en la fe (peicologa),sofalando los moves sociales alos ‘que a fe tiene el riesgo de esclavizase desempetandfuncio- nes que no son las suyas(sciolopa), mostrnde los Factores cultrales ao viaculdos esencialmente al (historia) -y po- rio muliplieae los ejemplos--Lasceneias humans pe rmitenresttui a fe as misma, desembarazada, 1 mis posi- bie, de sus escoras’. TEs menestersubrayar aqui todas ls ventajas del procedi- mento de la reduce, que Bo hay que eonfundir con el re= ‘duccionismo, Gracias la reduceidin operada por la cencias hhumanas puede aparecer,despojado de lo que noes, lo ire= Avcible del fe, sobre la cua a teologia pos descansr €o- so en su ugar propio, ‘Quede, pues, claro -insisto en ello, porgue enseguida voy 4 indicar tain los lites dela iene humanas~que, al ‘menos a priori, In existenca de esas dieiplinas no entra ea re- Taeiin de concureaci,descontiaza exclusion con fa teolo- in, Le teologia ha aceptado, no hace mucho, ese servicio (a fo en un primer momento, inmensamente provechoso luego) toned eb se So apc rag ct ale ge Ca mec spemicnnmre are meres eres Sheet ees cremate Leroi come dsc re! ame « de la historia, dela filolog y de las ciencias naturales. Ella debe acopar hoy, co la misma Incide2, el servicio de a i= cologi,de le sociolgiay de a lngtistica, 1) Las limites de las clencis humanas ET elogo mis todavia ws vex mis scence humana, pero esta vez (in abandoner el juco positive que aca de pronuncia), co a misa asia de verdad, constata qu le meta cenicoy su tip de racionalidad (que noes mis que tno de os formas del aconalida,l propia del fogs) 0 “aan a evesion. Las tena hana no elimina el 20- ‘meno dela fe. Dea misma manera gue os discuss piols- coy socioldgioo sobre una obra de re, por petnetes qe sean, dejan lugar a un aud smedutile qu ela belles y depen de um dicurso etc, as tambien I eno se dea absorber lets po as ciencis Bumanas reine ser reconocida en su especial edule. gual que un isco socotgiooopicoliico ste el amor a eg jo mis a decir su imo secret, esos dscusos-l ereyete da testimonio dello, como ana lo hace hecho amoraso~ 9 psn pretender abarar to oqo ay que dei sore af, Sobre el ereyente, sobre exe hombre qe huble-de-Dios. Sin ‘mao, porate Degar hasta! finaly dar cuenta de ‘speciicdad Serta se ve de reservar un league, el cul oes reductibe a lengujecestifca. Este potest acon y aise pone en contacto con el agos universal, pero es aco lida noes toda a rcinalidad: hay ras maneras de dar ain del fogs univers. Sobre un bol pueden promise isin discuss: de oc, el del gud forest, del auomoviista of el pot Todos esos discuss tienen = sieny sus derechos, Eeguaje cieatfco el dl boinco~g0- ‘2. w prego, que acs clara ota ls inca y ‘os logos que proporciona, Pero est discus, saben ado “ thant mis ques prviegio puede ser discal, noes, en td caso, linivo que puede lace or su vor. El rbol a0 es simplemen- tua fia de maders, Hl discurso poético sobre el bol me- rece igualmente ques reivindiquen sus derechos. Ciertament,kablando as pode entra el miedo a aban- dona pligrosimsente ls orllas dl logas (0 rato). Per e o> tna es saber sel ogo centfco es todo et logos, si agota ‘iiversalidad. En realidad, eogas es ms amplio, no tiene en {a eienea su inica patra, sa sola expresion Si, para reshazar todo Lenguaje delete yalienant, se reivindiean los derechos Jmpresenpubes dela rato, coavienecomprender gue en a ca- ‘1 del legac bay muchas estancas. Una es a estancia dl Tenguaje del logos cintfico y otra esl estanein de in poesia, delamor, pero sempre se trata de logos. igualmente, ota es Ge laf, Tamia de cla hay que afrmar su ratio propia, por ‘qe tiene una. Ahora bien el diseurso cietico(psioldgic, fociolopieo, es.) que requere un tipo de rcionalidad y cansi- ‘zientemene, el loge bajo un punto de vist, puede absolti- tur exe logos prop. Et dscurso ceatifco no puede bablar y to habla de a fe ens wdifereneian, en su alter, en S0ta8- ‘endencia, en su especiiidad, en su ireduetibildad Pero enonces se planea la cues: no habe ux discwso que, sin ser un grit (I eno Joes), respetando, por eonsiguien- fe los derectios del agas universal y del tipo de gos en cues- tidm en la fe, sea un discurso que haga oi io que la fe quiere decir yananviar come propio? Ciera fe puede haar dree- tumente, sin esta mediacién, como lo hace en st credo, en sus ‘onfesiones def, en sus igs, etc. Pero, ya que por todas pares hay discurss mediadores, noes menester que también Tne encuentre un discurso que, entre 1s ors discursos y Por ‘star en logo con ellos, discern la ratio propia de est Fe {el logos de est ethos), proslame y defend sus derechos. a- cllte las condiciones que hacen ot fo que ella tiene que devir de propo e ieducible sobre el hombre y para el mundo? Es faut endo une piensa en la teotogs atest cme dure ree one o 2, Hldiseurso de la teologia sobre ef hombre La teologia, como antropologia, seria precisamente el dis- curso eneargado de expresat el Joges sobre el hombre ineluiso en l ethos, pes sobre el hombre existe en Ia fe un discus especfico que ene derecho a sr oida, Le toca a Ia teolgia romunciarese discurso que as tras cea del hombre no ‘en or en absolut, Es aqui donde se encontrar el lugar pro- pio de fa teologia como dscurso sore el hombre y donde que~ ‘aria justficad su empzesa ene concierto antropolipico. Evidentemeate, no se trata de offecer agen sutotalidad et conjunto de exe dscurs sabre el hombre, de exe mens a- ‘uopotdgicoincluido en laf. Sin embarge, puede esa iil coffer ts artculaciones mayores, que explcarin suiciente- ‘mente la especifciad de la Fe en ese dominio y, por consi- aguieae, a legitimidad y la nevesidad de su ediacionteologi- 18, {Que die In fe? Tres cos. 1. Que hay en el hombre, en todo hombre, algo que es in- iolable wl que ti no tears, y est se dice en nomibre de un Absolut, den Infinit, ques lama Dios yal que este hom bre ape conra todos los otras poderes, Por esonémicaments indu,sociaimente irecuperable,psicoléyicamente al margen de toda comunicaci gue st, este hombre, en nombre de la ‘Trascendencia que lo ha creado asa imagen ysemjnz, tee ne un derecho imprescriptible, inalieneble, a hacerse espa Su rosiro, para emplear la expresioa de Levinas, se me impo- ‘ne como un infinito que no puedo controlar ni asesinar en nombre de mis intereses econdmicos, politico, sociobgicos, aunque sean eminentemente honests sgn este mundo. Hay cen una ieduetbilidad que s resist a todas mis pretensio- nes de eliminarl. La fe me die que no existe on este mundo fiicamente lo rentable lo econdmico lo ai, ete. «Res sacra ‘homo: hay en el hombre una resistencia soberana¢ mi pode ilitario de disponer do! sogin mis cdleulos y mis razones. Bl otro no puede ser utlizado y su in-iitud intangible me « Btionte prohibe prfanarlo com mi egoismo. ¥ Ia fe dice esto, prci- Samente porque veal hombre wa parte Dei, sub specie aeter- nitty? Si el lugar orginario de lo sagrado se encuentra en Dios (Seto), su garde vsitaidn, de epifani, se encuentra nel hombre hecho a imagen do Dies, imagen que nadie debe ‘ulnetat, inviolable. «Lo que hays hecho (tanto en bien co tno en mal con el menor entre mis hermanos, me lo habréis hecho a mio, Esa es Ia grandeza de hombre (y la humikiad de Dios). Sed que también ol humanism puede defender est involabilidad del hombre, Peco no ciertamente com esta radi= calidad det que ve aqui en causa a Dios mismo. «El hombre Sobrepastinfnitamente al hombre, deta Pasal. ¥ To abi aprendido e la escuela del fe 2, Que naa es inexorable sta quiere se la traduecin an- tropoligie del idea Fundamental de slvacin, earacteritica dela fe crstian, En efecto, quien dice slvacion dice preci samente que nada es fata, irremisile, irrevocable, itrepare- ble, remtedible, cumdo to por doquies nos de (sociolgi economia, guer, violencia.) que exis afta, Io ine- ‘orale, lo iremediable, La idea de salvaién es justamente idea de que todo puode ser slvado. Fs lo que mognificamente ha observado R. Garaudy al decir que el judeoeisaniste ba ‘bia desftlizado la historia La fe resulta aqui un discus so- tye lo imposible considerado come posible. Cuando la fe abla ‘de Dios como creedor er niilo (es Unposibil, abr dein), ‘como Salvador, ella dice al hombre que, si no quiere dejar de ser hombre, debe eee elo imposible y dejar de creer misers- blemente sso en lo posble®. Est sel sentido de a esperan- 24, eyo vitico es laf. La esperanza cree que sempre es po- sible tanspredic a fataidad; cree que todo puede se sempre reiniciado, que el scr del hombee no s© coajuga tnto en pre- 9. 0 eve dnc gu es ogame oe de iota ata Senin mi sd es sai eo oP ei sede sro gn Loto come dren street homie « ‘ito (predestingeidn) como en faro(destinacion,y por es que nada ost establecdo deforma deintv, La fe me leva 3 cer que el otro y yo mismo, sea cul fuere muestra culpabili- dad, valemos mas deo que sparestames, ya que Dios ns dice en su Hijo: «Noe vonido a condeoar, sino a salvar. Soe Asolo puede absolve, pesdonar. Una vez mds estamos ag ante un diseurso que nadie pronunea sobre el hombre conta ‘a radcaidad eincondiconagad como fa fe. 5. Que la realidad noes simplemente logue es, sino lo que podria sero que deberia ser, lo que sera deseable. Agu se si- tia el horiznteescaolgico dela fe que asegura esta libera- ida dela realidad: éta. no se limita ao que vernos y medinos, sino que est lamada aa desmsira ya msteriosamnentepre= see. Lo que se nos dice aqui, eos de usa ilosoia que ino viliza ol ser (l de Dios, el del hombe y el de su rand), <5 una ‘eologia que lo moviliza, qu expresael ser so ea tino {e lo que es, sino de fo que todavia no es, pero debe o puede ‘ven. Con a teologia de laf estamos en presencia de un lo- gos que noes deseripidn del ser, sno proyecto, proyesto del hombre que nose conjuga so en indicat, sino tambien en ‘oplativo y en imperative. La fe y la esperanza instauran un e- recho del er, un deber del ser. Ahora bien, el hombre tien, por ‘encima de todo, necesidad de exe mensaje para saber que pue- ‘de osu sobrepasuse it mis allt de si mismo, uascendese. La fe nos dice lo que la realidad que todavia no es podria sry lo ‘que laealidad qu es, pero que es insfiientrente podria l- ‘atari enase to el espacio y todo el erp del ser: La fe ‘me dicey ai esti de evo su especifckda—To que la reali- dad debeiay pode ser, diciéndomel tl cual e seg Dios, por consiguiente, al como podria y deberia ser para nosotros Y por nosotros, y tl como ser por la fdeldad de Dios a sus romesasy por I field (des) de nesta respuesta, La fe constitu at la abertra de una beck en lo iio, la prome= sade un innite, que nos deja en adelante instisfechos de lo 0 Ethie finito para hacemos seres de deso, par ecoger una expesion eC, Brusire, de deseo de in-finito.xLo que ojo no vio, el ‘ido v6, He agus un vez ms, lo quel fe propane como ‘propio y ue nose dice en ninguna ota parte tan radicalmente, {Ptede un tila de inl est dscurs0? “Pero no necesitamos abors una eolagia que diga el gos do esa fe? 13, Funcién de ta telogia de esta fe CCertamente, Jefe habla de ela misma y su elocuencia: cuando e+ verdadero testimonio, ella puede, Ista un cierto punto, prescindr de oda mediacién para anuncarse, Pero 30- amen hasta un cierto punto. La fe necesita de ta mediacion teoldgiea como de una instanca qu, tanto hacia dentro de si ‘misma como hacie fra, a preserve en su espeificidad y le permita ser oda, Siem la lesa no exstese esa instanci de ferviio inlet laf, cabria siempre el temo de que es8 fe, enino woo punto, degeneraseyfuese ma entenida. Da- do que la fe no es ni pede Hegara sor un grit, necesita esa ormulacion teria ml easo que nos ocupa la teolopa se encargar de cer se servicio al discuso dela fe sobre el homire. Me parece ‘que su fancidn ser aq tile 1. Hacer respetar el derecho ala exstencia de ethos. Si cesuna dimensin del hombre, la fe debe ser defend contra toda empress anuladora. A la teologla comesponde asegurar css defensa en el seo de ls ciencias humana, con as que onapate el compromiso de cenificidad. 2 Exprestr el gs que se halla inerto ea ese ethos. St mis sia hemos distinguido gos ethos come actitudes dl honbre-que-habla-d-Dios, no era para decir que este ethos no tuviese que ver nada con e gos. Por el eoniatio, el mismo ethos estonde un logos propio yes justamente I teologia la {ue lo tiene que poner ex evidenciay proporeionsrle vor. 3. wlstfiearn ese fags especifco. No basta de hecho con ‘expresar ef Jogas de laf. Para que sea reconocid, es menes- ‘ter qu su puesto est wjustificadoy" junto a otras expresiones el fogs univers Esa triple funidn, a mi parecer, e jee en una dobledi- wc: al servicio dele risa (dina al sexvicio des presencia en los otros dscurss del hombre (af era). So- bre la puta de esa ditincin deseara definiry describ aq 1a funci dela teologia como discuso sobre la fe que habla el horse. 8) Bjercict dela fimcion teagica sad intra Respetar los derectos de la espectiidad de la fe es obrar «de forma que, enol weecul dels eayentes, esa fe no dege- ners, no olvde cui es su discuso propio sobre el hombre, pues es de sobrasabido que In fe muy ficilmente puede de rivaren gnosis, solerismo, superstcion y palbreris, Citta mente Is tcologia noes la nica que instiuye ese weoutob de Ja feel dinamismo pritea de una fe aunties tiene sueien- tes recursos pare evita a propensin a degenera, Con todo, loci la teolops sport el concurs crtco de una tora de fe que reserve su hic interior, ‘este respec, la telogia debe intervenir aqui como ler- -menéutca de la fe, decir, como instancia encargaa de re-

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