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Trabajo Sobre La Casa Histórica1
Trabajo Sobre La Casa Histórica1
Ruiz, Maite
López, Ana Carina
Carrascosa, Dolores
Profesora: Marcela Sosa
Materia: Antropología Cultural
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DESARROLLO
1. Historia
De la Casa Histórica de Tucumán sabemos que fue el lugar físico en el cual
se Declaró la Independencia y, en general, conocemos poco sobre la singular
historia de este edificio, testigo de los hechos que cimentaron nuestra nación.
En este apartado nos proponemos indagar sobre aspectos históricos que fueron
configurando su identidad.
1.1 La casa de Francisca Bazán de Laguna
La casa original fue construida durante la década de 1760 por el
comerciante Diego Bazán y Figueroa, para ser otorgada como dote al matrimonio
de su hija Francisca Bazán con el español Miguel Laguna. Este matrimonio tuvo
extensa descendencia, y durante algún tiempo vivieron en la casa más de quince
personas.
Era una edificación de estilo señorial, con una entrada de tipo zaguán,
franqueada por dos habitaciones, que daban a un primer patio, rodeado de
habitaciones por sus cuatro costados. A continuación, se hallaban tres salones
principales, luego un segundo patio, para seguir un tercer grupo de dependencias,
destinadas al personal de servicio. Fuera de las decoraciones aplicadas a paredes
y aberturas, el edificio carecía de todo ornamento, con la única excepción de las
molduras ubicadas a ambos lados de la puerta principal, representando columnas
salomónicas.
En la época de la Revolución de Mayo, la casa pertenecía a los
descendientes de Francisca Bazán, y era ocupada por Pedro Antonio de Zavalía,
casado con Gertrudis Laguna y Bazán. Otro de los dueños habría sido Nicolás
Laguna, otro hijo de Francisca Bazán. No ha quedado registro de la fecha en que
esta casa fue alquilada por el gobierno revolucionario, que la ocupó como cuartel
para oficiales y tropa, por lo menos en los meses que siguieron a la Batalla de
Tucumán.
Permanecía en manos del Estado en concepto de alquiler cuando fue
asignada para las sesiones del Congreso de Tucumán, que funcionó en ella entre
marzo de 1816 y enero del año siguiente. Para la mayor comodidad de las
sesiones, se derribó una de las paredes interiores que dividían dos de las tres
salas ubicadas entre el primer y segundo patios; el salón así ampliado presenció la
solemne declaración de independencia de la Argentina el 9 de julio de 1816.
La casa estaba edificada sobre la Calle del Rey. El Congreso decidió cambiarle el
nombre a la misma, y le adjudicó el que hoy lleva, de Congreso.
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1.2 Decadencia y casi total demolición
Tras el traslado del Congreso a Buenos Aires, la casa fue destinada a
diversos usos, y devuelta a sus propietarios. Pasó a ser propiedad de Carmen
Zavalía, casada con su tío Pedro Patricio Zavalía. Su estado parece haber sido
ruinoso, por lo que los esposos Zavalía demolieron las construcciones del
segundo patio, recontruyéndolas en un estilo más moderno.
Años más tarde, la casa albergaba a dos mujeres solteras, tataranietas de
su primera propietaria. En 1869, con el objetivo de llamar la atención de las
autoridades en la conservación del edificio, aprovecharon la presencia en
Tucumán del fotógrafo Ángel Paganelli, para tomar algunas fotografías del mismo.
Entre ellas, tuvo especial importancia una única fotografía del frente del edificio,
que se muestra en estado bastante ruinoso, pero conservando en buen estado los
detalles arquitectónicos. En la foto aparecen el conductor del carro que llevaba la
máquina de fotos de Paganelli y su hijo, sentados frente a la casa.
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El tercer patio de la casa fue reemplazado por un patio de inspiración más
moderna. La mitad del mismo está ocupado por la Galería de las Placas, donde
pueden leerse centenares de placas recordatorias colocadas por entidades
públicas y privadas en homenaje a la Declaración de la Independencia. Su parte
posterior es el Patio de Homenajes, un patio abierto entre dos paredes, que
contienen dos grandes bajorrelieves realizados por la escultora Lola Mora: uno de
ellos rememora los hechos de la Revolución de Mayo de 1810, más precisamente
la manifestación popular del día 25; el segundo representa la votación por
aclamación de la Declaración de la Independencia, del 9 de julio de 1816.
El fondo del patio, protegido por una alta reja ornada, da acceso a la Casa de la
Independencia desde la calle. Desde allí accede el público en las ocasiones en
que se realizan actos de homenaje; el patio posterior contiene también un mástil,
en que se suele enarbolar la Bandera Nacional.
1.5 Últimos años
El 9 de julio de 1947, el presidente Juan Domingo Perón declaró en este
lugar la Independencia Económica de la Argentina, con motivo de la cancelación
total de la deuda externa del país.
En 1976 fueron adquiridos los terrenos colindantes con la Casa Histórica
del lado norte, con el objeto de edificar allí algún tipo de edificio auxiliar del Museo.
Los proyectos no se concretaron, y años después se liberó ese espacio al uso
público con el nombre de Plaza de los Congresales.
En la década de 1990 se realizaron algunas obras de mantenimiento
importantes, especialmente la limpieza de casi todas las tejas y el reemplazo de
las que estaban rotas. En 1996 se cambió el color de las de puertas y ventanas de
madera a azul, de acuerdo con una investigación histórica realizada por la
Dirección Nacional de Arquitectura que comprobó, gracias a documentación
encontrada, que en 1816 el Estado provincial compró pintura de ese color para
ese propósito.
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Salón de sesiones del Congreso de Tucumán.
El patio interior.
Actualmente La Casa Histórica funciona como museo y es centro tradicional
de los festejos por la Declaración de la Independencia. El museo consta de nueve
salas de exposiciones, en las que se exhiben muebles y vestuario de época, una
reproducción ajustada a la disposición del mobiliario durante las deliberaciones,
mapas y cuadros, una reproducción de la edición manuscrita del Acta de la
Independencia y una reproducción de la edición impresa, en castellano y aimara.
También se exhibe una galería con los miembros del Congreso.
El edificio actual está formado por dos cuerpos principales que rodean el
primer patio. El primer cuerpo incluye la fachada, un zaguán y dos salones, uno a
cada lado de la entrada. A los costados del primer patio hay dos cuartos del lado
norte y dos del lado sur.
A continuación, se encuentra el segundo cuerpo principal, dividido en tres
salas: la mayor es la de las sesiones del Congreso, y la única que se conserva del
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edificio original. También contiene el gran candil y la mesa que presidieron las
sesiones del mismo. Las sillas que acompañan a la mesa datan aproximadamente
de la fecha de la declaración de la independencia.
A continuación sigue el segundo patio o "patio del aljibe", que contiene
ejemplares de varios árboles de la región. En ambos costados tiene algunas
habitaciones menores. Un tercer patio incluye una última sala, la Galería de
Homenajes en el lado norte, y el amplio patio de los sobre relieves y el mástil.
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inauguración de las olimpiadas, en un acto en conmemoración a los caídos de
Malvinas o en la cancha de futbol. El significado de los objetos denominados
patrimonio cultural si varía de acuerdo al contexto lo que permite relocalizarlos y
resignificarlos en contextos espacio-temporales diferentes, de acuerdo al uso que
se pretenda hacer de ellos.
Conviene, antes de seguir adelante, definir que entendemos por símbolos, ya que
es un concepto polisémico cuyo significado varía de acuerdo al contexto teórico
que lo rodea. Un “símbolo es una cosa de la que, por general consenso, se piensa
que tipifica naturalmente, o representa, o recuerda algo, ya sea por la posesión
de cualidades análogas, ya por asociación de hecho o de pensamiento”
(Turner, 2002:21).
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julio siguiente para continuar hasta la actualidad. No es esta la primera ocasión en
que fue necesario declarar este tipo de medidas, ya sea por motivos sanitarios,
climáticos u otros, en situaciones que nos conectan a la vez tanto con la fragilidad
de la condición humana como con su capacidad de respuesta.
Las actividades culturales y sus espacios no fueron ajenos a estas medidas
y la Casa Histórica de Tucumán tuvo también que cerrar sus puertas al público. En
una entrevista realizada por Pablo Canales en Julio del 2021, la directora de la
casa, Cecilia Guerra, cuenta cómo se ha atravesado la pandemia en este espacio:
“-Entrevistador: ¿La pandemia cambió al Museo?
-Cecilia Guerra: Sabemos que, aunque se vuelva a la presencialidad, lo que
ocurrió en el mundo hizo que el trabajo se realice de una manera diferente,
pensando en quienes puedan venir el día de mañana y también para aquellas
personas que por un motivo u otro nunca puedan hacerlo. Nuestro desafío es
mantener a ambos públicos. El Museo cambió y el trabajo en lo virtual es muy
importante.
-Entrevistador: ¿Cuál es la propuesta para este año dentro del Museo?
- C. Guerra: Estamos cambiando la muestra principal. Nuestra idea es hacer un
relato desde Tucumán, con historiadores tucumanos, con artistas tucumanos y
hacerlo desde acá, desde la Casa y es la primera vez que se va a hacer. Creemos
que conceptos como nación, democracia, libertad, independencia, son tan vigentes
hoy como en 1816 y entonces la idea es hacer como relato desde lo conceptual
para interpelar también a nuestro público, y entender de qué trata la
independencia, si realmente hay independencia y de qué hablamos cuando
hablamos de ella.
-Entrevistador: ¿A quiénes piensa también incluir en estos relatos?
-C. Guerra: Hay muchos sectores y actores históricos que fueron invisibilizados en
los relatos hegemónicos, si se quiere decir así, como los pueblos originarios, los
negros, las mujeres, las infancias, esta fue una Casa que tenía a todas estas
personas y eso no se ve reflejado en ninguna de las salas.
Queremos atraer a otro público que en otra época no ha tenido lugar, no visita al
Museo porque no se siente parte. Pretendemos que esta sea realmente una Casa
para todos y todas. Yo me siento parte del feminismo y gracias a él llegué a ser
directora, como también pude votar, estudiar y realizar el resto de las cosas.
-Entrevistador: De los contenidos más recientes que han realizado desde el
Museo, ¿cuál recomienda?
-C. Guerra: El podcast que sacamos para el Día de los Museos. Se llama “Hotel
Independencia” y es una historia ficcionada, queremos con esto quitarle un poco a
la Casa ese halo de sagrada. Este no es un lugar sacro. La Casa no deja de ser
protagonista de un hecho político y geopolítico, pero estos no son sagrados son
hechos políticos que construyen hacia algún lugar y hasta la construcción de
nuestra Independencia que, si es muy importante y hay que cuidarla siempre, pero
no es algo sagrado
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-Entrevistador: ¿Te mostró la Casa alguna sorpresa que no conocías?
-C. Guerra: Nos encontramos con patrimonio que no sabíamos, hay un tipo de
encaje que se llama randa que se hace a mano, por mujeres que viven en
Monteros. Hoy es patrimonio cultural intangible de la Nación y nosotros no
sabíamos que teníamos textiles de ese material. En la Casa hay un vestido de niña
en un punto de randa que ya no se hace más, lo descubrimos hace poco y lo
seguimos investigando.”
En esta entrevista, Cecilia Guerra nos cuenta el trabajo que vienen haciendo en la
virtualidad para que el Museo de la Casa Histórica también pueda ser presenciado por
aquellos que no pueden estar de manera física en el espacio. También es importante
advertir un cambio de enfoque del relato de la independencia desde la mirada y la postura
de los tucumanos, Guerra cuenta que están trabajando en la muestra principal con
historiadores tucumanos, con artistas tucumanos para interpelar a los ciudadanos de
nuestra provincia. Algo no menos importante que vamos a retomar en el próximo apartado
es que se está buscando atraer a otro público que antes no tenía lugar, como los pueblos
originarios, los negros, las mujeres y las infancias para que se sientan parte de la casa
“que es de todos y todas” como afirma Guerra. Y, por último, la directora menciona que
han descubierto en la casa un patrimonio valiosísimo, un tejido que se denomina randa
que se realizaba a mano artesanalmente, por mujeres que vivían en Monteros.
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como una herencia recibida de antepasados, sino como una construcción social
donde se ponen en juego constantemente relaciones de poder.
Siguiendo a García Canclini podemos afirmar que los patrimonios culturales
tienden a reproducir las relaciones sociales desiguales.
El autor jugeño también afirma que en la actualidad las gestiones
patrimoniales y culturales, en particular aquellas que se relacionan con las
muestras museísticas, intentan acomodar sus actividades al interés de la
demanda turística. Para el estudioso, el patrimonio siempre cumple una función
pedagógica relacionada con un discurso hegemónico.
El concepto de patrimonio intenta dar cuenta de las herencias culturales de
un grupo y de una sociedad. Sin embargo, Slavustsky, afirma que “esa definición
no da cuenta de los procesos de selección ideológicos y de las consecuencias
prácticas que acarrea la gestión patrimonial”
Centrándonos en la Casa Histórica de Tucumán podemos afirmar que este
espacio se constituye como símbolo de nuestra identidad, entendiendo la
identidad no como única e irreversible sino como aquello con lo que nosotros nos
sentimos identificados. También entendemos que la Casa Histórica forma parte de
nuestro patrimonio cultural porque respondió y responde a intereses específicos
histórica y espacialmente situados.
Si analizamos la historia de la transformación de la casa, podemos observar
cómo en cada momento histórico, los sujetos tomaron decisiones con respecto a
la construcción, restauración o conservación de la casa respondiendo a intereses
políticos específicos. Durante mucho tiempo la Casa Histórica fue un espacio que
reprodujo desigualdades. Las comunidades de inmigrantes, los indígenas y las
mujeres fueron sectores tradicionalmente excluidos en la casa.
Por eso es importante analizar también los cambios que se producen en el
presente, es imprescindible que quienes dirijan la casa y piensen los proyectos
que allí se van a realizar sean sujetos conscientes y críticos con las medidas que
allí se toman, pero al mismo tiempo consideramos que esto también es
responsabilidad de todos porque si unimos la razón del patrimonio al tema de la
identidad cultural, estamos hablando de nosotros los argentinos y los tucumanos.
Es decir que la responsabilidad sobre el patrimonio abarca a todos y todas, y
abarca tanto al dominio público como al dominio privado. La casa seguirá siendo
un símbolo de identidad siempre y cuando allí se fortalezca de manera
democrática nuestra ciudadanía y nos represente en nuestra diversidad como
tucumanos y argentinos.
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CONCLUSIONES
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excluidos. También se advierte en los últimos años una marcada revisión
historiográfica de los temas vinculados al proceso independentista, cuestionando
viejas y simplificadoras miradas sobre el proceso de ruptura respecto a la
monarquía española.
BIBLIOGRAFÍA
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