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PROCEDIMIENTOS ESPECIALES.
I. PROCEDIMIENTOS ESPECIALES DEL CONTRATO
DE ARRENDAMIENTO.
Fuentes legales.
Los juicios especiales del contrato de arrendamiento se hallan
reglamentados en el Título VI del Libro III del Código de Procedimiento Civil,
o sea, en los artículos 588 al 616.
Estos preceptos, a su vez, están modificados o complementados por las
siguientes disposiciones:
a) Decreto Ley N° 993, de 21 de abril de 1975, publicado en el Diario
Oficial de 24 del mismo mes, que señala los procedimientos a que deben
sujetarse los conflictos a que den origen los contratos de arrendamiento de
predios rústicos;
b) Ley N° 18.101, del 7 de enero de 1982, publicada en el Diario
Oficial N° 31.178, de 29 de enero del mismo año, que fija normas especiales
sobre arrendamiento de predios urbanos.
DESAHUCIO y RESTITUCIÓN.
A. Desahucio.
1) En los contratos en que el plazo del arrendamiento se haya
pactado mes a mes y en los de duración indefinida, el desahucio dado por el
arrendador sólo podrá efectuarse judicialmente o mediante notificación personal
efectuada por un notario.
En dichos casos, el plazo de desahucio será de dos meses, contado desde su
notificación, y se aumentará en un mes por cada año completo que el
arrendatario hubiera ocupado el inmueble. Dicho plazo más el aumento no podrá
exceder, en total, de seis meses.
El arrendatario desahuciado podrá restituir el bien raíz antes de expirar el
plazo establecido en este artículo y, en tal caso, estará obligado a pagar la renta
de arrendamiento sólo hasta el día de la restitución. (Art. 3).
DEMANDA.
Deducida la demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día
hábil después de la última notificación;
La notificación de la demanda se efectuará conforme a la norma del
inciso primero del artículo 553 del Código de Procedimiento Civil. Para los
efectos de lo dispuesto en el artículo 44 del mismo Código, se presumirá de
pleno derecho como domicilio del demandado el que corresponda al inmueble
arrendado;
En la demanda deberán indicarse los medios de prueba de que
pretende valerse la demandante. Sólo podrán declarar hasta cuatro testigos
por cada parte y la nómina, con la individualización de los que el actor se
proponga hacer declarar, se presentará en el escrito de demanda. La nómina con
los testigos del demandado, hasta antes de las 12:00 horas del día que preceda
al de la audiencia.
La audiencia tendrá lugar con sólo la parte que asista, se iniciará con la
relación verbal de la demanda y continuará con la contestación verbal del
demandado. Acto seguido se procederá obligatoriamente al llamado a
conciliación;
En la contestación el demandado podrá reconvenir al actor, debiendo
en el mismo acto dar cuenta de los medios de prueba que sustentan su
pretensión. De la reconvención se dará traslado a la demandante, la que podrá
contestar de inmediato o reservar dicha gestión para la audiencia a que se refiere
el inciso final del número 6) del artículo 8 de la Ley 18.101. En ambos casos, la
reconvención será tramitada y resuelta conjuntamente con la cuestión principal;
En caso de no producirse avenimiento total, el juez establecerá los
puntos sustanciales, pertinentes y controvertidos que deban ser acreditados,
procediendo de inmediato a la recepción de la prueba ofrecida en la demanda y
la contestación.
Si el tribunal no estimare que existan puntos sustanciales, pertinentes y
controvertidos que deban ser acreditados, citará de inmediato a las partes para
oír sentencia.
Si se hubiere deducido demanda reconvencional, la demandante podrá
solicitar se cite a las partes a una nueva audiencia a realizarse dentro de los 5
días siguientes, a objeto de proceder a la contestación de la misma y a la
recepción de la prueba que ofrezca.
Las partes se entenderán citadas de pleno derecho a dicha audiencia y se
procederá en ella en conformidad a lo establecido en el presente artículo. En
este caso, cualquiera de las partes podrá solicitar se reserve para dicha audiencia
el examen de la prueba que no pudiere ser rendida en el acto;
La prueba será apreciada conforme a las reglas de la sana crítica. La
prueba testimonial no se podrá rendir ante un tribunal diverso de aquél que
conoce de la causa. Concluida la recepción de la prueba, las partes serán citadas
a oír sentencia;
El tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá decretar los medios
probatorios que estime pertinentes. (art. 15).
Los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma audiencia,
conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar el curso de ésta.
SENTENCIA.
La sentencia definitiva se pronunciará sobre la acción deducida y sobre
los incidentes, o sólo sobre éstos cuando sean previos o incompatibles con
aquélla;
RECURSOS.
Sólo serán apelables la sentencia definitiva de primera instancia y las
resoluciones que pongan término al juicio o hagan imposible su continuación.
Todas las apelaciones se concederán en el solo efecto devolutivo; tendrán
preferencia para su vista y fallo y durante su tramitación, no se podrá conceder
orden de no innovar.
En segunda instancia, podrá el tribunal de alzada, a solicitud de parte,
pronunciarse por vía de apelación sobre todas las cuestiones que se hayan
debatido en primera para ser falladas en definitiva, aun cuando no hayan sido
resueltas en el fallo apelado.
Subarrendatarios.
Para que a los subarrendatarios les sean oponibles lo obrado y la sentencia
recaída en los juicios de desahucio, de restitución o de terminación de
arrendamiento por falta de pago de la renta seguidos contra el arrendatario, les
deberá ser notificada la demanda o deberán haberse apersonado a la causa. Con
tal fin, en dichos juicios el ministro de fe, en el acto de notificación personal de
la demanda, requerirá de juramento al demandado acerca de la existencia o no
de subarrendatarios y, en caso afirmativo, de sus nombres. El ministro de fe
deberá dejar constancia escrita de la notificación a una persona adulta ocupante
del inmueble.
Si la demanda no hubiere sido notificada personalmente, el mismo
requerimiento lo deberá hacer el tribunal en la audiencia respectiva de
contestación, si concurriere el demandado y, en caso afirmativo, se suspenderá
ésta, se ordenará notificar a los subarrendatarios y se citará a una nueva
audiencia, la que tendrá lugar una vez practicadas las notificaciones pertinentes
o una vez que los subarrendatarios se hayan apersonado a la causa. (Art. 11).
CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA.
Renovación de la acción.
Si se declarare sin lugar el desahucio o la restitución, el actor no podrá
intentar nuevamente tales acciones sino transcurrido seis meses desde que haya
quedado ejecutoriada la sentencia de rechazo, a menos que se funden en hechos
acaecidos con posterioridad a la fecha de presentación de la demanda.
Disposiciones generales.
Competencia. Las cuestiones o conflictos que surjan entre las partes con
motivo de los contratos de arrendamiento de predios rústicos o de cualquiera
otra convención que tenga por objeto su explotación por terceros, así como las
medierías, o aparcerías, serán sometidos al conocimiento y resolución del
juzgado de letras del departamento donde estuviere a ubicado el inmueble o de
cualquiera de los departamentos si el inmueble es- tuviere ubicado en más de
uno (art. 2°, inc. 1°, parte 1a).
Sin embargo, las partes siempre podrán someter a un árbitro el
conocimiento de los conflictos o cuestiones antes señaladas (art. 2°, inc. 2°,
parte 1era).
Objeto y campo de aplicación de este juicio. Este juicio especial de
arrendamiento versa sobre las cuestiones o conflictos, de todo género, que pue-
den surgir entre las partes con motivo de: a) los contratos de arrendamiento de
los predios rústicos, entendiéndose por tales los definidos en la Ley N° 16.640;
b) cualquiera otra convención que tenga por objeto la explotación por terceros
de predios rústicos; y c) así como las medierías o aparcerías (arts. 1° y 2°).
No obstante lo anterior, las cuestiones o conflictos que surjan con motivo
de los contratos de arrendamiento de predios rústicos que estén ubicados en
áreas urbanas y que tengan una cabida inferior a una hectárea física, de terrenos
fiscales y de terrenos indígenas, escapan al objeto y campo de aplicación de
dicho juicio (art. 1°, incs. 2° y 3°).
Importancia.
Estos procedimientos, tienen por finalidad cautelar el debido ejercicio
de los derechos que la ley entrega al poseedor, respecto del inmueble que se
encuentra ocupando en calidad de señor y dueño. La protección dada por ley
destaca pues permite obtener resultados de manera rápida, y sin exigir sino sólo
presupuestos básicos o elementales para acceder a las mismas.
Por ejemplo, si usted está poseyendo un inmueble en la comuna de
Pucón, se trata del Lote A de 2 hectáreas, que forma parte de un paño de mayor
extensión de aproximadamente 20 hectáreas. Dicho predio se encuentra
subdivido en 10 lotes de 2 hectáreas cada uno. Usted vive en Temuco y visita
su propiedad los fines de semana, festivos y en vacaciones. Y en uno de esos
viajes, se percata que su vecino colindante del Lote B, está ocupando parte de
su terreno, al haber instalado una cancha de fútbol 7 para jugar con los amigos.
Ante tal infracción, que medios de defensa le provee nuestro
ordenamiento jurídico, el profesor Don Daniel Peñailillo, los resume de gran
manera:
a) Quizás la primera forma de protección que el titular del dominio tiene, implantada en la
generalidad de las legislaciones, pero que consagra una atribución más bien natural, es la denominada
legítima defensa, que cubre, como se sabe, no sólo a la persona, sino también a los bienes. Esta
personal protección queda establecida en forma de eximente de responsabilidad penal, por la que el
individuo no responde si obra en defensa de su persona o derechos, ante una agresión injusta y no
provocada, cum- pliéndose otros requisitos que establece la ley penal (art. 10 No 4 del CP.).
b) Constituye también protección la garantía constitucional de inviolabilidad de la propiedad
privada, asimismo contenida generalmente en las cartas fundamentales. Admitido que ciertos bienes
son susceptibles de dominio particular, el constituyente declara que esa propiedad es inviolable. Por
una parte, se protege así́ al propietario de una eventual agresión legislativa y, por otra, obliga al
legislador a dictar la normativa que haga operable esa protección, y a la autoridad administrativa que
la mantenga en vigencia practica. En la propia Constitución se regula, además, en sus bases, la gran
excepción a esa inviolabilidad, cuál es la expropiación por causa de utilidad publica; a esas bases
deben someterse las leyes expropiatorias; allí́ se intenta resguardar tanto el interés general, que
justifica la expropiación, como los derechos del particular que ha de ser privado de su dominio (en
nuestra C. Pol. art. 19 No 24).
Esa proclamación general de inviolabilidad ha ganado en la misma Constitución una vía de concreta
eficacia en el recurso de protección, que significa un acceso expedito a los tribunales, ante ataques al
derecho de propiedad (como a otros derechos de las personas constitucional- mente reconocidos) (art.
20 de la C. Pol.). Y su utilidad ha quedado de manifiesto en la nutrida jurisprudencia que se ha ido
acumulando, abonada por un criterio amplio en su aplicación.
c) Como otra de las medidas que concretan aquella inviolabilidad, y para lograr el orden social
elemental, la legislación penal tipifica un conjunto de delitos que, agrupados bajo el rubro delitos
contra la propiedad, constituyen otras formas de protección al dominio (delitos de hurto, robo,
usurpación, etc.; arts. 432 y sgts. del CP.).
Luego, la legislación civil entrega medios de protección más
específicos:
a) Un primer grupo está constituido por las acciones del dominio propiamente tales, que
lo protegen directamente. A su vez, algunas de ellas están destinadas a eliminar perturbaciones al
domi- nio ya consumadas, de las cuales el ejemplo típico es la acción reivindicatoria. En doctrina se
agregan la acción confesoria, por la que se pretende que se declare a favor del demandante la
existencia de un derecho real limitado sobre una cosa de propiedad del demandado; y la acción
negatoria, con la que se pretende obtener una declaración de que una cosa no está gravada con un
derecho real que el de- mandado pretende (es decir, que está libre de esa carga) o que esa carga tiene
otra (inferior) entidad que la que se pretende. El Código no las menciona; la confesoria puede
entenderse incluida en el art. 891 (que consagra la reivindicación de los demás derechos reales, como
se dirá) (al tratar la reivindicatoria se verán otras, con base en nuestros textos; allí, en la denominada
declarativa de dominio, puede quedar incluida la negatoria). Otras de estas acciones están destinadas
a prevenir un daño que se teme, evitando que se consume, como las llamadas acciones posesorias
(o interdictos posesorios) de obra nueva y obra ruinosa, que aunque por su ubicación aparecen
en nuestros textos incluidas en las protectoras de la posesión, se entiende que no tienen en realidad
ese alcance. Las acciones de demarcación y cerramiento, tratadas por el Código en las servidumbres,
también son protectoras del dominio; evitan conflictos respecto de la determinación del objeto del
dominio en los predios colindantes, sin perjuicio de solucionar otras dificultades entre los vecinos, y
tienden en definitiva asimismo a la conservación de la cosa (puede mencionarse también la tercería
de dominio, arts. 518 y sgts. del CPC.).
b) Un segundo grupo de acciones protegen el dominio en forma solo indirecta, ya que
están normalmente destinadas a otros objetivos; pertenecen a éstas las acciones posesorias y la
acción publiciana. En nuestro Derecho estas acciones están destinadas a proteger la posesión, pero
cuando el poseedor lo es como consecuencia de ser dueño (lo cual ocurre generalmente, por lo que se
justifica –como se ha dicho– la presunción del art. 700) al protegerse la posesión se está́ protegiendo
el dominio (puede mencionarse también la tercería de posesión, arts. 518 y sgts. del CPC.; además, v.
infra, No 267, final).
En lo procesal:
Procedimiento:
El comparendo, se llevará a cabo con las partes que asistan y en él, cada parte
expondrá lo conveniente a su derecho. Enseguida el Tribunal recibirá las
pruebas que las partes deseen proporcionar. En todo caso, en lo no regulado,
deben regir las reglas generales de la prueba (art. 318 a 429) del Libro II del
Código de Procedimiento Civil.
Sentencia:
Recursos:
Cualquiera que sea la sentencia, queda siempre a salvo a los que resulten
condenados, el ejercicio de la acción ordinaria que corresponda con arreglo a
derecho, pudiendo comprenderse en dicha acción el resarcimiento de las costas
y perjuicios que hayan pagado o que se les hayan causado con la querella.
No será admisible ninguna otra demanda que tienda a enervar lo resuelto
en el interdicto.
A través de ésta institución se regula el alcance de la cosa juzgada que
emana de la sentencia definitiva pronunciada en la querella posesoria, frente a
una nueva demanda deducida en un juicio ordinario posterior. Esta reserva de
acción opera por el sólo ministerio de la ley, en consecuencia, no requiere de
solicitud de parte ni de resolución judicial que la declare por lo que es distinta a
la reserva de acciones del juicio ejecutivo.
2) Querella de restitución.: (Artículo 551 Código de Procedimiento
Civil)
Objetivo.
Tiene por objeto impedir que se construyan obras sobre el suelo del que
se tiene posesión, o bien, impedir que el dueño del predio sirviente construya
obras que embaracen las servidumbres que el predio estaba obligado a soportar.
No todas las obras nuevas pueden ser objeto de denuncia. La ley distingue
obras nuevas denunciables y no denunciables, siendo estas últimas la regla
general.
Tramitación.
Suspensión de la obra.
Comparendo.
Respecto de la prueba:
Sentencia definitiva.
Dispone el inciso 1°, parte final, del artículo 932 del Código Civil: “Si
el querellado no procediere a cumplir el fallo judicial, se derribará el edificio o
se hará́ la reparación a su costa”.
Se trata, por consiguiente, de una prestación de hacer y, aun en el silencio
de la ley civil, la sentencia se habría ejecutado en idéntica forma frente a lo que
prescribe el artículo 235, N° 5° del Código de Procedimiento Civil acerca del
cumplimiento de las sentencias que ordenan la ejecución o destrucción de una
obra material.
También, una vez ejecutado el fallo, habrá́ que determinar
prudencialmente la cuantía de la recompensa que pudiere corresponderle al
actor popular, dentro de los límites señalados por el artículo 948 del Código
Civil, oyendo en audiencia verbal a los interesados (art. 582 CPC).
Medidas administrativas o de policía. Todo cuanto hemos dicho
respecto de la denuncia de obra ruinosa es sin perjuicio de las medidas
administrativas o de policía a que haya lugar según las leyes (art. 583 CPC).
Los interdictos especiales