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63 BUCOLICAS
‘gozan las mieses de sus granos y las uvas toman color
en los collados soleados. Dafnis, injerta tus perales: tus
nietos recogerin los frutos.»
Meris
‘Todo se lleva la edad, incluso la memoria. Recuerdo
{que muchas veces de nifio cantaba a lo largo del dia
hasta la puesta del sol. ;Tantos poemas que he olvidado
ahora! Y hasta la voz abandona a Meris al presente: los
lobos vieron a Meris primero”'. Mas con todo, Menal-
‘cas te cantard mds de una vez esos versos.
Licwoas
Gon tus excusas das largas a mis amores. Ahora se calla
‘toda la llanura tendida ante ti, y todas las brisas, mira,
con su murmullo de viento se han echado. Desde aqui
nos queda: todavia medio camino; pues empieza a ir
viéndose la tumba de Bidnor. Aqui, donde los agricul-
‘Deja aqui los cabritos, ya llegaremos a la ciudad. O si
‘tememos que antes traiga Iluvia la noche, vale, sigamos
adelante cantando (el camino fastidia menos). Para
‘que vayamos cantando yo te aliviaré de este haz.
‘Mrris
Ya no més, muchacho; hagamos lo que urge ahora. Me-
jor cantaremos las canciones cuando venga él mismo.
71, Segsin Plinio el Viejo se crefa que sin lobo ve primero ala per~
‘sna, sta pierde la vor.
BUCOLICA X
Concédeme este estuerzo final, Aretusa’*: tengo que
decir unos pocos versos a mi Galo, pero tales que loslea
la propia Licéride: zquién niega versos a Galo? Asi,
‘cuando te deslices bajo las olas sicilianas”, ojalé que la
amarga Didride no mezcle su agua contigo. Empieza:
digamos los amores cuitados de Galo, mientras las ca-
bras chatas repelan las ramas tiernas. No cantamos a
72. Ninfa, hija de Nereo y Déride, y nombre de una fuente en Sira-
usa.
73. El poeta sigue invocando a Aretusa. Los crefan que el
agua de esta fuente corsa bajo el mar desde el ro Alfeo en Pisa (Gre-
ca). Deride representa el mar.
74. Véase nota 33.
75. Montara situada entre Tesaliay el Epiro.
76. Puente de Beocia (antigua Aonia) consagrada alas musas.
67 ‘Ove}as en fos
también llegé el mayoral; llegaron los tardos porque-
su agreste adorno en la cabeza. agit
das y altos lirios. Vino Pan, ice dea Areadi
77, Véase nota 61.
78. Montafa de Arcadia.
79. En invierno, las bellotas se conservaban en el agua.
BUCOUCA x n
»Agui hay fuentes frescas, aqui, Licéride, prados «2
blandos; aqui esta el bosque; aqui moritia contigo de
poemas:
tengo guardados, al son dela flauta del pastor siciiano,
‘Tengo resuelto pasar mejor sufrimientos en los bos-
ques, entre las yacijas de las fieras, y grabar mis amores
en los drboles tiernos; éstos crecerdn; vosotros crece-
‘eis, mis amores.
»En tanto, recorreré el Ménalo", mezelado con las ss
ninfas, o bien cazaré jabalies violentos; no han de im-
pedirme frios ningunos rodear con los perros los sotos
artenios™, Ya me estoy viendo ir por rocas y bosques
zumbantes; me las fle~
‘Al dios no pueden hacerle
‘cambiar mis esfuerzos, ni aunque bebamos del Hebro
£80. Ala manera del poeta Buforin, natural de la Caleide o Caleidica,
81, Véase nota 61.
82. EI Partenio es un monte de a Arcadia.
83. Cidén es una ciudad de Creta, cuyos caftaveralesservian para fa:
‘bricar flechas. Los partos eran arqueros famosos; «el cuernon vale
por arco de cuerno».
4, Elamor.
85, Véage nota 26.2
en mitad del frfo, ni aunque afrontemos las nieves sito-
jias® en un invierno Iluvioso, ni aunque, cuando el
‘olmo se muere de sed en lo profundo del tronco, caree=
mos las ovejas de los etiopes bajo la constelacién del
Cangrejo. Todo wenceel amor cedamos nosotros tam-
‘al amor».
a ia. a Tracia, donde fluye este rio Hebro (hoy, Maritza).
GEORGICAS