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Enfoques e investigación
VianaA.BustosArcón
Editoraacadémica
Psicología clínica
Enfoques e investigación
Cartagena, Colombia
2021
Psicología clínica. Enfoques e investigación/ Viana Ángela Bustos Arcón, editora.-- Cartagena de
Indias: Universidad de San Buenaventura, 2021.
Descripción física: 232 páginas
ISBN: 978-958-5114-22-7
1. Psicología clínica - investigación.-- 2. Psicoanálisis - investigación.-- 3. Salud mental – investi-
gación.-- 4. Psicología humanista – investigación.-- 5. Psicología cognitivo-conductuaI - inves-
tigación.-- 6. Psicología jurídica- investigación.-- I. Tit.
© Viana Ángela Bustos Arcón, Judith Elena García Manjarrés, Leonardo Rafael Mass Torres,
Edgar Alfonso Acuña Bermúdez, Raissa Díaz Cáceres, Paola Karina Gómez Pérez, Daisy Silva
Caraballo, Víctor Danilo Castiblanco Pérez, Gustavo Alejandro Martínez, Iván Darío Cadena
Ramos, Claudia Elena Gutiérrez Matos, Marcos Tulio Salas De la Hoz, Víctor Manuel Pardo
Maza, Yanetsy Rodríguez Abreu, Raida Margarita Dusu Contreras, Martha Beatriz Vinent
Mendo, Melissa Esther Rivadeneira de Ávila.
Editorial Bonaventuriana
www.editorialbonaventuriana.usb.edu.co
ISBN: 978-958-5114-22-7
Cumplido el depósito legal (Ley 44 de 1993, Decreto 460 de 1995 y Decreto 358 de 2000)
Los autores son responsables del contenido de la obra.
Impreso en Colombia - Printed in Colombia.
Dedicatoria
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Tabla de contenido
Prólogo............................................................................................................... 7
Introducción...................................................................................................... 9
5
Psicología clínica. Enfoques e investigación
Epílogo...........................................................................................................225
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Prólogo
Cuando Viana me pidió hacer el prólogo para este libro, sentí una enorme
alegría y compromiso, que trae consigo el hecho de que otro colega deposite
esta confianza; sin duda, es un gran honor. Más aún, cuando por estos días la
confianza es un bien preciado y estas acciones no son muy comunes.
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Psicología clínica. Enfoques e investigación
Para finalizar, me queda la certeza de que nuestra disciplina está bien encauzada
a la resolución de inquietudes que se generan ante las demandas actuales. Lo
expuesto nos motiva a continuar con la labor de generar conocimientos, de
incentivar en nuestros estudiantes la investigación científica, lo cual es una
labor compleja y enriquecedora.
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Introducción
Hoy en día, más que nunca, son relevantes, pertinentes y necesarios los co-
nocimientos y las aplicaciones en psicología clínica, que permitan tanto a los
profesionales, los investigadores, los estudiantes y la ciudadanía, en general,
comprender que la salud mental es importante en el desarrollo humano. Por lo
tanto, la salud mental ha de ser cotidiana, no debe dar pie al tabú o al estigma,
sino más bien, a su estudio investigativo, a su intervención profesional y a su
fácil entendimiento a la sociedad, en general.
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Viana Ángela Bustos Arcón
Afín a este principio, el contenido del texto presenta una pluralidad teórica,
técnica, científica e investigativa de la clínica. O sea, la profundidad en el enten-
dimiento del ser humano, su relación con el entorno, la salud y la enfermedad.
Así, en cuatro apartados temáticos rigurosamente seleccionados a la luz de
la psicología dinámica y el psicoanálisis, la psicología cognitivo-conductual,
la psicología humanista y su diálogo con otros campos y disciplinas, cada
capítulo evidencia la diversidad con la que es posible entender y atender la
clínica y la salud mental. Los autores son profesionales con amplia experiencia
e investigadores consagrados en temas clínicos y psicológicos, que disponen
de sus saberes a la sociedad y su interrogación. De este modo, el texto es útil
a las necesidades actuales de la salud mental como problemática pública, a
profesionales y estudiantes en psicología y otras disciplinas que se interesen
en el bienestar humano del individuo y sus comunidades, y que se preocupen
por favorecer la calidad de vida.
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Primera
Parte
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Psicología clínica. Enfoques e investigación
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Capítulo 1
Resumen
Los desafíos de la psicología clínica en el campo de la salud mental implican
superar el reduccionismo acuciante de la salud a partir de la enfermedad. Por
esto, la práctica clínica debe ir acorde con los hechos históricos contemporá-
neos, más aún, cuando se trata de la salud mental que hay que promover en la
población colombiana, atendiendo sus necesidades y condiciones específicas. Al
establecer que la clínica opera en individuos determinados por sus condiciones
psíquicas particulares, históricas y ambientales, la salud mental determina,
fundamentalmente arraigada, las primeras experiencias de vida (relaciones
afectivas primordiales). Es así como salud e infancia coinciden como procesos
constitutivos e iniciales del desarrollo humano, lo que contribuye paralelamente
a la salud mental de los individuos. En este sentido, cuando se hace referencia a
la salud mental, debe hacerse en función de los procesos psíquicos que obligan
al ser humano a un proceso permanente de adaptación y conflictual del desa-
rrollo. Desde este punto de vista, la formación de clínicos en psicología bajo el
enfoque psicoanalítico propende a redimensionar la salud mental en respuesta
a la experiencia subjetiva y no a las generalidades estadísticas ni organicistas.
En el campo de la salud mental convergen de modo dialéctico y recíproco el
*
Coordinadora de investigación, docente e investigadora, Universidad de San Buenaventura,
Cartagena. Facultad de Educación, Ciencias Humanas y Sociales, Programa de Psicología, Grupo
de Investigación en Psicología (gipsi). Calle Real de Ternera n.° 30-966, código postal: 130010,
Colombia. Correo electrónico: viana.bustos@usbctg.edu.co ; vianab71@gmail.com
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Capítulo 1. Desafíos y formación en salud mental
Abstract
The challenges of Clinical Psychology in the mental health imply to overcome
the pressing reductionism of health staring illness. This is the reason why the
clinical practice must be done according to contemporary historical facts, even
more, when is about the mental health that should be promote in Colombian
population, attending their specifics needs and conditions. To stablish that
clinical, operate on individuals determinate by their psychic, historical and
environmental conditions, determines, the mental health, fundamentally
ingrained to the first experiences of life (primordial affective relationships).
This is how infancy and mental health concur to the constitutional processes
of human development, contributing in parallel to the mental health of human
beings. In this sense, mental health refers to psychic processes that force to
human beings to a permanent process of adaptation and conflictual develop-
ment. according to this point of view, the training of clinical psychologists in
psychoanalytic approach tends to resize the mental health relate to subjective
experiences and not about statistics generalities or organic approach. Mental
health field converge in a dialectic and reciprocal way the individuals and
society; the study of this only can be possible since scientific and rigorous
training of professionals on investigation, therapy, ethical management and
responsibility because as human beings we are also affected by subjectivity.
Introducción
El ser humano desempeña un papel primordial en el desarrollo de las sociedades:
el bienestar de una sociedad se relaciona con el bienestar de sus ciudadanos.
Hoy por hoy, los nuevos profesionales en psicología afrontan mayores desafíos
para el ejercicio de la profesión, debido a la complejidad de los fenómenos hu-
manos, que tanto afectan, como la agresión y la violencia. Por ejemplo, no son
ajenos al día a día; titulares noticiosos referidos como “falta de tolerancia”, que
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La salud mental es una de las principales preocupaciones del mundo, por su-
puesto, también de la psicología; sin embargo, los esfuerzos mundiales y nacio-
nales no parecen lograr los frutos esperados a la hora de atender las demandas
sociales, individuales y culturales con respecto a la atención, el seguimiento
y la recuperación de diagnósticos de salud mental. En parte, porque se ha
puesto el acento de la salud mental, en la enfermedad, es decir, en el carácter
sintomático y no en su prevención, o sea, en sus causas.
Así, la práctica clínica en psicología debe cumplir una función acorde con los
hechos históricos contemporáneos, más aún, cuando su reto actual gravita en
el campo de la salud mental que hay que promover en la población colombiana,
con sus necesidades y condiciones específicas.
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Capítulo 1. Desafíos y formación en salud mental
Bajo esta premisa es indispensable recordar que la salud mental “debe ir más
allá del conteo de frecuencias y de la descripción detallada de síndromes y
trastornos en las etapas discretas de la vida” (Romo y Patiño, 2014, p. 68),
y que el quehacer de los profesionales de la salud mental ha de radicar en
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Capítulo 1. Desafíos y formación en salud mental
En este sentido, el Plan de acción sobre salud mental 2013-2020 de la oms (2013,
p. 19) precisa el compromiso mancomunado de desarrollar acciones específicas
en materia de salud mental, es decir, promover la creación de “estrategias efi-
caces de intervención para promover la salud mental, prevenir los trastornos
mentales, tratar y atender a los afectados y hacer posible su recuperación”. O
sea, que la salud mental necesita ser pensada por fuera del consultorio, en de-
finitiva, sobreponerse a una comprensión asistencial de síntomas y síndromes,
la misma que, a la fecha, ha guiado el quehacer clínico y científico.
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Viana Ángela Bustos Arcón
La salud mental necesita ser pensada por fuera del consultorio, por cuanto
las enfermedades mentales no son producidas por eventos específicos, sino
desencadenadas por diversos factores que implican ya un compromiso previo
en la salud mental, por lo tanto, es importante “conocer las tensiones que son
inherentes a la vida y los medios que se emplean para hacerles frente” (Winni-
cott, 1961a, p. 20), para poder diferenciar los embates comunes de la vida, de
los antecedentes o predictores de la enfermedad mental (Causadias et al., 2012).
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Capítulo 1. Desafíos y formación en salud mental
La supervisión clínica
La investigación científica
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Conclusiones
El reconocimiento otorgado por la oms (2004, pp. 22-23) al enfoque psicoa-
nalítico cuando afirma que este “propone el criterio de salud mental positiva
como la capacidad de la persona para usar su energía interna para su realización
en los aspectos emocionales, intelectuales y sexuales”, es vital en el estudio y
la comprensión de los fenómenos humanos y sus síntomas, “Pues es la clínica
la que evidencia el origen de los procesos anímicos primarios, y los efectos
sugieren el resultado del impacto […] en el desarrollo emocional y su relación
con el ambiente” (Bustos, 2017, p. 43).
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Capítulo 1. Desafíos y formación en salud mental
Referencias
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Capítulo 1. Desafíos y formación en salud mental
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Capítulo 2
Resumen
El vínculo madre e hija tiene un lugar importante en el campo psicoanalítico.
A través de la clínica es posible escuchar el resonante de un estrago amoroso
inconsciente, que, para una madre como para una hija, desborda sus demandas y
la dificultad para poder diferenciarse la una con respecto a la otra. Lo femenino
surca tanto el lugar de una mujer como el de una madre, también, inubicable
e intransmisible en los decires de madre a hija. Si bien, Freud sostuvo que en
la triada edípica se produce un deseo fálico en la niña que, lleva a su devenir
como mujer la predilección por un hijo, asimismo, propone para las vicisitudes
femeninas cierta ligazón insuperable en el deseo, por cuanto refiere al lugar
de la madre del periodo preedípico. Con Lacan, mujer y madre no ocupan un
mismo lugar en el inconsciente; en este sentido, la posibilidad de una mujer de
realizar la posición materna es algo que está sujeto a la castración, mientras,
*
Psicoanalista. Magíster en Psiconeuropsiquiatría y Rehabilitación, Universidad Metropolitana.
Especialista en Psicología Clínica, Universidad Metropolitana. Psicóloga, Universidad Metropo-
litana. Correo electrónico: judithelena16@gmail.com Código Orcid: https://orcid.org/0000-
0002-0832-112X
**
Psicoanalista. Candidato a doctor en Psicoanálisis, Universidad Andrés Bello (Chile). Magíster
en Psicoanálisis, Universidad Andrés Bello (Chile). Magíster en Psicología, Universidad del
Norte. Especialista en Psicología Clínica, Universidad Metropolitana. Psicólogo, Universidad
Metropolitana. Barranquilla. Correo electrónico: leonardomass@gmail.com Código Orcid:
https://orcid.org/0000-0002-5009-1313
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Capítulo 2. Del vínculo madre e hija a lo femenino en psicoanálisis
que la posición femenina implica ir más allá de este complejo, toda vez, que
tal posición no se inscribe del todo en los linderos fálicos, pues, remite a un
goce propiamente femenino. Del vínculo madre e hija emerge, entonces, una
hostilidad irremediable en el deseo de ambas, dado que una hija para advenir
mujer despoja de omnipotencia a su madre y esta última experimenta un de-
rrumbamiento de sus ideales identitarios.
Abstract
The mother and daughter bond has an important place in the psychoanalytic
field. Through the clinic it is possible to hear the resounding of an unconscious
love ravage, which, for a mother as for a daughter, overflows their demands
and the difficulty to differentiate one from the other. The feminine crosses
both the place of a woman and that of a mother, too, unlovable and untrans-
missible in the words of mother to daughter. Although, Freud maintained that
in the Oedipal triad a phallic desire is produced in the girl who, her predilection
for a son leads to her becoming as a woman; likewise, it proposes for female
vicissitudes a certain insurmountable bond in desire, insofar as it refers to
the place of the mother of the pre-Oedipal period. With Lacan woman and
mother do not occupy the same place in the unconscious. In this sense, the
possibility of a woman to perform the maternal position is something that
is subject to castration, while the feminine position implies going beyond this
complex, since such a position is not fully inscribed in the Phallic boundaries,
then, refer to a properly feminine enjoyment. From the bond mother and
daughter emerges, then, an irremediable hostility in the desire of both, since
a daughter to become a woman, strips her mother of omnipotence and the
latter experiences a collapse of her ideals of identity.
Introducción
En referencia a las mujeres, la teoría psicoanalítica propone dos lugares que pue-
den ser ocupados por ellas al mismo tiempo y que, sin embargo, son posibles de
distinguir. Estos son, el lugar de madre y, por otra parte, el lugar de lo femenino
o, propiamente dicho, la posibilidad de ubicarse del lado de lo femenino, del
lado de la mujer. Plantea el psicoanálisis (Freud, 1888, 1893-1895, 1931, 1933;
Lacan, 2009 [1955]) que, si bien es posible para las mujeres ubicarse en ambos
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Judith Elena García Manjarrés, Leonardo Rafael Mass Torres
lugares e, incluso, estar signadas en los dos al mismo tiempo o atravesadas por
ellos, tal cosa no implica que posicionarse en una de las dos posibilidades resuelva
la otra. Es decir, no por vía de lo femenino es posible para una mujer resolver
lo ateniente a su lugar de madre y, de forma viceversa, no por vía materna una
mujer resuelve los avatares que conlleva asumir su feminidad.
Así, a partir del Complejo de Edipo, Freud (1992 [1924]) formula que la niña
sale de él bajo la promesa de advenir madre y, su hijo se ubicará como sustituto
del deseo fálico y de aquello que inicialmente se presenta como constituyente de
lo femenino, a saber, “la envidia del pene” (Freud, 1992 [1933], p. 116). Sobre
este asunto:
Donde antes había deseo de falo, este no referido solamente al pene, sino
desde las funciones simbólicas e imaginarias que él representa en el psiquismo
(Evans, 2007), aparecerá ahora, para la niña deseo de un hijo, entendido como
sustituto de aquello que psíquicamente cree que le falta, es decir, el falo. Así,
el hijo queda ubicado en un lugar desde el que obtura aparentemente la falta
de su madre y también la castración de ella. Por ello, para el psicoanálisis, la
posibilidad de una mujer de ocupar la posición materna, necesariamente,
estará en relación con la castración, mientras que estar en posición femenina,
implica ubicarse en un más allá posible de esa castración (Lacan, 2008b). Se
trata, enseña el psicoanálisis, de posiciones diferentes que dan cuenta que, si
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Capítulo 2. Del vínculo madre e hija a lo femenino en psicoanálisis
Caben pocas dudas de que para Freud la psicología de la mujer era más
enigmática que la del hombre. Cierta vez dijo a Marie Bonaparte: “La gran
pregunta que nunca ha obtenido respuesta y que hasta ahora no he sido
capaz de contestar, a pesar de mis treinta años de investigación del alma
femenina, es ésta: ¿Qué es lo que desea la mujer?”.
Si una mujer, enseña Freud (1992 [1924]) a partir de la resolución del com-
plejo de Edipo, desea hijos como promesa de su fundante envidia fálica, puede
convocarse a la pregunta ¿qué sucede cuando ese hijo nace niña? Sabido es
que en el vínculo materno infantil se establecen marcas que quedan de por
vida para el hijo, futuro sujeto por venir, toda vez que es ella quien humaniza
y libidiniza por el baño materno y del lenguaje a su crío. Empero, si lo femeni-
no contrae avatares que cada mujer debe resolver, ¿qué ocurre cuando tanto
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Judith Elena García Manjarrés, Leonardo Rafael Mass Torres
La mujer en psicoanálisis
El psicoanálisis nace de la escucha sobre aquello que aquejaba a las pacientes de
Freud. Sus contribuciones acerca de la vida psíquica de la mujer se enmarcan,
inicialmente, en la experiencia infantil que parte con la “envidia del pene”
(Freud, 1905, p.177). Esta envidia que apresa los sentimientos de la niña al
percibirse en desventaja frente al varón pronto da paso al deseo de tener un
hijo del padre y que, al insertarse por ecuación simbólica, posibilitará desear
otro hombre distinto a él y el anhelo por ser madre. La feminidad se define al
superar la zona del clítoris como rectora de un pene equiparable al del hombre y
de fuerte estimulación erógena. El paso libidinal del clítoris a la vagina (Freud,
1992 [1931]) da cuenta de las resoluciones femeninas, no sin tropiezos en una
época que llevó a Freud a sostener como emblema la maternidad.
Si la sexualidad femenina fue asunto que jamás dejó de interrogar Freud (Jo-
nes, 1962), ello radica en que sus desarrollos teóricos, al paso de sus hallazgos
clínicos, llevó a reconocer en el vínculo madre e hija distintivas manifestaciones
previas al complejo de Edipo. En consideración de lo dicho, “el primer enemigo
es la madre. La agresividad femenina se forja en el lazo materno. Freud la hace
culminar simbólicamente en el rechazo de las manipulaciones de limpieza
que signa la transformación insurreccional del amor en odio” (Assoun, 2006,
p. 58). El deseo de una mujer por el falo no dejó de plantear en Freud profundos
cuestionamientos por el regimiento de la anatomía que se consideraba antes
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Capítulo 2. Del vínculo madre e hija a lo femenino en psicoanálisis
Caben pocas dudas de que para Freud la psicología de la mujer era más
enigmática que la del hombre. Cierta vez dijo a Marie Bonaparte: ´la
gran pregunta que nunca ha obtenido respuesta y que hasta ahora no he
sido capaz de contestar, a pesar de mis 30 años de investigación del alma
femenina, es ésta: ¿qué es lo que desea la mujer? (Jones, 1957, p. 439)
Ni las mujeres ni los hombres nacen como tales sino que llegan a serlo a
partir de un acontecimiento inicial que es la atribución del sexo a un cacho
de carne totalmente carente de representaciones. El Otro profiere en el
momento del nacimiento una palabra, “varón” o “mujer”, que hará las veces
de destino más allá de la anatomía si viene al caso. El corte, el corte de
la castración, es administrado por la palabra que secciona, sexiona, a los
cuerpos arrojándolos a la vida en una de las dos patrias irreconciliables y
no complementarias de la especie. (Braunstein, 2006, p. 140)
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Judith Elena García Manjarrés, Leonardo Rafael Mass Torres
Se trata del Goce del Otro en tanto goce para sexuado, goce para el hombre
de la mujer supuesta, y a la inversa, para la mujer, que no tenemos que
suponer puesto que la mujer no existe, pero para una mujer, en cambio,
goce del hombre quien, él, es todo, desgraciadamente, incluso es todo goce
fálico. (Lacan, 1964, p. 105)
Sobre las vicisitudes de este goce femenino (goce otro), este alcanza todo el
cuerpo de la mujer, al punto de libidinizarlo de tal modo que ella goce de modo
recusable a la anatomía y al órgano. La mujer, “por ser no toda, en relación
con lo que designa de goce la función fálica, tiene un goce suplementario, no
complementario, porque si no caería en el todo” (Assoun, 2006, p. 124). Al ser
un goce que parte con la sexuación —una posición que se asume sexuada—,
implica ello que no basta con nacer hombre o mujer como crea que se tiene por
un perfil anatómico; en este sentido, no por tener un cuerpo anatómicamen-
te femenino se es mujer ni tampoco por portar un cuerpo anatómicamente
masculino se es hombre (De la Pava Ossa, 2006). Se trata con Lacan (2008)
que el sujeto, indistintamente del género, se ubica por elección inconsciente.
La castración opera tanto en hombres como en mujeres por el falo como sig-
nificante que los ordena subjetivamente.
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Capítulo 2. Del vínculo madre e hija a lo femenino en psicoanálisis
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Judith Elena García Manjarrés, Leonardo Rafael Mass Torres
Para Freud (1992 [1933]), lo que opera inicialmente en esta ligazón madre-hija
es establecer un vínculo cerrado y exclusivo entre ambas, que supone la exclu-
sión de la figura paterna, que aparece como “un fastidioso rival” (Freud, 1992
[1933], p. 111). De la misma forma, afirma Freud (1992 [1933]) que, en ese
tiempo infantil, se asoman en la niña las primeras manifestaciones sexuales
masturbatorias y los juegos con las muñecas; ambas puestas en escena tienen
como centro a la madre, dejando ver en ellas no solo lo fuerte del vínculo amo-
roso entre ambas, sino también la presencia de sentimientos de celos y odio
que son implícitas en la relación madre e hija. Cosa que encuentra su soporte,
señala Freud (1992 [1905, 1933]) en las primeras caricias infantiles que en
torno a los cuidados que para la supervivencia realizó la madre a la hija. De
esto, afirmará Freud (1992 [1933], p. 12):
Da cuenta, entonces, Freud (1992 [1931]) que en el vínculo que una madre
establece con su hija, inicialmente, queda excluido el padre cosa que no deja
por fuera que, en la relación madre hija se establezcan fantasías que incluso
bordean lo sexual y, que para que ellas se construyan en condición la referencia
a un tercero, que opere en el lugar de lo simbólico; es decir, la referencia al falo
no es algo que esté anulado. Si bien esas fantasías infantiles que instaura el lazo
madre hija dan cuenta de cierta complacencia pulsional y erótica, también opera
en ellas un goce diferente, no regulado por la castración ni por la ley paterna y,
en ese sentido, un goce que se distingue y se distancia del campo de la histeria
y del deseo insatisfecho (Freud, 1992 [1900, 1901]; Lacan, 1957, 1987 [1964];
Nasio, 1997), cosas ambas que también se les han atribuido a las mujeres, como
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Capítulo 2. Del vínculo madre e hija a lo femenino en psicoanálisis
una salida para el complejo de Edipo femenino, toda vez que la insatisfacción
la ubica a ella en la búsqueda de un deseo que parece operar en lo femenino.
Creo que hemos hallado ese factor específico, y por cierto donde espe-
rábamos hallarlo, si bien en forma sorprendente. Donde esperábamos
hallarlo, digo, pues reside en el complejo de castración. Y en efecto, la
diferencia anatómica [entre los sexos] no puede menos que imprimirse en
consecuencias psíquicas. Pero fue una sorpresa enterarse, por los análisis,
que la muchacha hace responsable a la madre de su falta de pene y no le
perdona ese perjuicio.
Así, del lado de la niña, la castración aparece como algo irreparable, imagina-
riamente para la hija, agenciada en principio por la madre, que negó dotarla
del genital masculino y con ello fundamentó el odio hacia ella por parte de su
propia hija:
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Judith Elena García Manjarrés, Leonardo Rafael Mass Torres
Es decir, para Lacan (2008a [1969]), si bien es claro que el deseo de la madre
resulta capital para que el futuro sujeto se estructure, no es menos cierto que
tal deseo, no es algo que pueda el hijo soportar fácilmente y puede incluso ser
más problemático, cuando el crío del que se trata es una hija, mujer, quien
también porta incluso por biología, un cuerpo femenino.
El asunto del deseo materno y su incidencia sobre la hija es retomado por Lacan
(2012 [1972]) en el texto: El atolondradicho, en el que llega a afirmar:
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Capítulo 2. Del vínculo madre e hija a lo femenino en psicoanálisis
Es interesante que lo que Lacan (2012 [1972]) señala hace alusión con el estra-
go, término que en francés es ravage y cuyo sentido está en relación con algo
de lo brusco, de lo cual ha sido arrebatado por la fuerza y que implica dejar
en ruinas. Es decir, pareciera que lo que Lacan (2012 [1972]) enseña es que
la relación madre hija, está necesariamente atravesada por el conflicto, por el
“estrago” (Lacan, 2012 [1972], p. 489), el cual, finalmente, termina confinando
a la hija en su propia feminidad.
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Judith Elena García Manjarrés, Leonardo Rafael Mass Torres
Si bien, los planteamientos que lanza Burin son posibles pensarlos a partir de la
conceptualización freudiana de la “envidia de pene” (Freud, 1992 [1933], p. 116)
que puede llevar a la niña al deseo de tener el órgano masculino, ciertamente
tal envidia, que había sido anticipada por Freud (1992 [1933]) puede llegar,
en algunas mujeres hasta el extremo de aproximarlas a lo que proponía Lacan
(2008b [1972]) como propio de la relación madre e hija, es decir, al estrago,
pero sumado a que él tiene consecuencias directas en el narcisismo de cada
una de ellas, esto es, tanto en la madre, como en la hija.
Por lo tanto, para Burin (2003, p. 43), la construcción del aparato psíquico
femenino si bien es posible a partir de la castración, resulta importante tam-
bién con respecto a él, ponderar la identificación que la hija pueda hacer “con
una madre devaluada culturalmente en su narcisismo”, toda vez que así parece
operar la cultura patriarcal y lo que cada mujer, en su propia estructuración,
ha ido registrando sobre sí misma, de manera inconsciente. A partir de allí,
afirma Burin (2003), es evidente la agudización de las dificultades de la rela-
ción madre hija, cuando aparecen las crisis adolescentes y de la mediana edad
en la última, pues allí, para ambas, tanto en madre como en hija se reeditan
los vínculos iniciales de identificación y emerge lo que Burin (1990) propone
como “doble identificación cruzada” (p. 111).
La “doble identificación cruzada” (Burin, 1990, p. 111) está dada porque, por
un lado, la hija se identifica a la madre, por cuanto esta aparece como ideal de
quien se quiere ser y, al mismo tiempo, la madre también se identifica en la
hija, en el recuerdo de aquella que ella fue. Emerge entonces la hostilidad del
deseo en ambas, pues la hija retira la omnipotencia que le suponía a la madre
y esta última ve ante sus ojos caer ideales en los que soportaba su identidad.
Por ende, se enfrentan tanto hija como madre a la sustentación del ser de una
y cada una, por lo que Burin (1990) propone que la salida a lo complejo del
vínculo madre hija estaría viabilizada, siempre que la una pueda separarse de
la otra. En términos psíquicos, marcar una distancia y así abrir el camino al
encuentro con lo femenino para una y cada una.
Por su parte, Colette Soler (2003, p. 109), con respecto al vínculo madre hija, dice:
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Capítulo 2. Del vínculo madre e hija a lo femenino en psicoanálisis
La afirmación de Soler (2003), así como la clínica y lo que allí los pacientes
refieren atestiguan lo enseñado por el psicoanálisis en relación con el vínculo
madre hija. Esto es, que dicho vínculo se constituye y se construye sobre una
cuestión conflictual que le es singular al sujeto y que la teoría y la clínica psi-
coanalítica han intentado bordear desde sus inicios, es decir, cuando a Freud lo
asaltó el interrogante por el alma femenina y, desde entonces, no cesara en la
búsqueda de respuestas a tal pregunta. Acorde con esto, el planteamiento del
“no-toda” que desarrolla Lacan (2008b [1972], p. 47) indica no solo que ella es
no-toda en su cuerpo como ser sexuado, sino que así es, ella está no-toda dicha.
Es decir, si bien, se han dado algunas respuestas frente a lo enigmático del goce
de ella, la pregunta sigue tan vigente como cuando Freud (1992 [1895]) en el
tratamiento con Elizabeth Von R se encuentra con que esta paciente le pide
con respecto a sus órdenes “con expresión de descontento, que no debo estarle
preguntando siempre de dónde viene esto y esto otro, sino dejarla contar lo
que tiene para decirme” (p. 84).
Conclusiones
Demandas de las madres y las hijas con respecto al vínculo que las une se escu-
chan constantemente en la consulta de los psicoanalistas. Madres intranquilas
en relación con lo concerniente a la sexualidad de la hija y la posibilidad de su
encuentro o, dicho en otros términos, la presencia del goce femenino en esta
última, resultan quejas comunes en la clínica psicoanalítica, que las más de
las veces dan cuenta de un amor desbordado entre una y otra que, atraviesa
un vínculo en el que ambas están atrapadas y con dificultades para ubicarse
frente a la otra, es decir, en su diferencia de y con la otra. A partir de este plan-
teamiento, se abren paso los interrogantes frente a lo que implica el acceso al
goce femenino, más cuando este goce está indefectiblemente signado por la
relación de una mujer con otras mujeres y, en principio, la relación de ella con
su propia madre. Es preciso, además, recordar que tal lazo, el de madre hija
no es posible transitarlo, enseña el psicoanálisis, sin la presencia del estrago
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Judith Elena García Manjarrés, Leonardo Rafael Mass Torres
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Capítulo 2. Del vínculo madre e hija a lo femenino en psicoanálisis
Es claro, entonces, que para que una mujer se constituya, la madre y su relación
con ella guardan un lugar de importancia, por cuanto otra mujer aparece como
aquella a la que la hija se identifica o no, emerge la madre como lugar de lo
femenino, por lo tanto lo enigmático es que la hija queda atrapada, tratando
de desprenderse de esa “potente ligazón” (Freud, 1992 [1933], p. 113) que es
la relación madre hija, la cual está atravesada— como enseña Lacan (2008a)—
por el estrago que ella comporta. Es allí donde se presenta la encrucijada para
la hija, pues acceder a su propio goce femenino implica desligarse de la madre
e, incluso, es necesario separarse de su lugar de hija para poder recorrer el
camino de su propia feminidad, como propone Burin (1990), atravesado o
no, por el deseo de ella, de la hija, de advenir madre. Una posibilidad de corte
es, para las mujeres, toda una aporía que puede ser vivenciada por la madre,
como una traición, en la que la hija termina amando a alguien más y, a veces,
imponiendo ese amor sobre el vínculo primario, a saber, el de madre e hija. No
en vano, aparecen en los dichos y chistes populares cantidades de referencias,
en tonos jocosos, irónicos e inclusive hirientes a las suegras y, en términos,
generales a las mujeres.
Si Freud (1992 [1933], p. 122) afirmó que, para bordear lo femenino era ne-
cesario no solo adentrarse en sus misterios, sino también entender que para
ellas “la necesidad de ser amadas es más intensa que la de amar”, es porque la
búsqueda de ellas demanda encontrar ese que las ame incondicionalmente, que
bien puede ser, por supuesto, un hijo, empero, anteriormente a la posibilidad
de la existencia de ese hijo, ha de ser un hombre que posibilite que:
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Judith Elena García Manjarrés, Leonardo Rafael Mass Torres
al goce femenino, da cuenta de las vicisitudes del vínculo madre e hija, que
no acontece sin sufrimiento para ambas y, que cuando la hija se vuelva madre
de sus propios críos, el malestar puede trasladarse entonces a otros objetos
libidinales, hijos, pareja, entre otros. Así, el conflicto propio de la relación
madre hija toma cuerpo y signa la relación que la mujer hija, establece con su
pareja y sus propios críos.
Es claro que, para que un hijo pueda estructurarse, la madre debe acogerlo y
libidinizarlo, de manera tal que le otorgue un lugar en su deseo, el cual, a su
vez, le permita advenir al mundo como sujeto deseante. Sin embargo, el in-
terrogante de cómo hacer tal cosa posible sigue vigente y se agudiza toda vez
que ella, como mujer sufre traspiés con su propio deseo y, si bien, como se ha
explicado previamente, es diferente convocarla como madre y convocarla como
mujer, la línea divisoria de lo uno y lo otro se complica y se confunde cuando
incluso “para que el alma resulte ser se la diferencia de la mujer, y desde el
comienzo. A ella se la mal-dice mujer” (Lacan, 1972, p. 103). Es decir, ella ha
sido mal-dicha incluso por su propia madre.
Lo anterior supone que las mujeres, de una en una, no-todas, pueden quedar
atrapadas en los mandatos del Otro inicial, a saber, la madre y esto pone de
plano las dificultades para ubicar entonces el propio deseo, toda vez que el
conflicto está en cómo separarse del deseo materno y asumir el propio, del cual,
a su vez, afirma Lacan (2015) el sujeto poco sabe, solo puede tener atisbos, en
cuanto él se constituye necesariamente a partir del deseo del Otro.
De acuerdo con lo anterior, el trabajo clínico debe ser pensado para que ellas
(las mujeres, madres, hijas), entendidas como sujetos parlantes que dan cuenta
de su malestar, puedan no solo apalabrarlo, sino también discernir lo que del
goce materno y el goce femenino les compete. Esto dado que, es en ellas, las
mujeres, en quienes aparece la división entre la feminidad y la maternidad y,
por lo tanto, son ellas las que, con su palabra, desde el estatuto de valor que
le otorga a ese decir el psicoanálisis, pueden ordenarse con respecto a ambos
goces, tanto femenino como materno. Tal cosa implica una apuesta de la sin-
gularidad, es decir, teniendo presente que se trata de una y cada una, no puede
tratarse de todas, pues ellas no hacen conjunto.
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Capítulo 2. Del vínculo madre e hija a lo femenino en psicoanálisis
realizado sería justamente el encuentro con el goce femenino, toda vez que
la maternidad por cuanto ubica al hijo como sustito fálico, intenta obturar la
falta, misma que es punto de partida para la feminidad.
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Judith Elena García Manjarrés, Leonardo Rafael Mass Torres
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Capítulo 2. Del vínculo madre e hija a lo femenino en psicoanálisis
48
Capítulo 3
Resumen
La forma como el cuerpo se construye en la singularidad subjetiva es un
tema que, desde sus inicios, ha ocupado al psicoanálisis, dando cuenta desde
entonces que la satisfacción y el sufrimiento que necesariamente tienen su
sede en el cuerpo, también se registran en la vida psíquica de cada sujeto; lo
corporal lleva consigo, de manera obligatoria, un componente psíquico. La
salud mental, por su parte, es un tema que ha ocupado a organizaciones que
exceden los ámbitos locales, regionales y nacionales, y encuentran su soporte
en las diferentes ciencias médicas que le competen, en las que se ha establecido
un marco de disposiciones mundiales para alcanzarla; tal cosa no ocurre sin
tener efectos sobre el sujeto. Si bien, el cuerpo comporta un estatuto referido a
lo orgánico, del que se ocupa la medicina, este no se agota con él. Hay algo que lo
subvierte y que el psicoanálisis privilegia, esto es lo psíquico, necesariamente
*
Psicoanalista. Candidato al título de doctor en Psicoanálisis, Universidad Andrés Bello (Chile).
Magíster en Psicoanálisis, Universidad Andrés Bello (Chile). Magíster en Psicología, Universidad
del Norte. Especialista en Psicología Clínica, Universidad Metropolitana. Psicólogo, Universidad
Metropolitana. Correo electrónico: leonardomass@gmail.com Código Orcid: https://orcid.
org/0000-0002-5009-1313
**
Psicoanalista. Magíster en Psiconeuropsiquiatría y Rehabilitación, Universidad Metropolitana.
Especialista en Psicología Clínica, Universidad Metropolitana. Psicóloga, Universidad Metropo-
litana. Correo electrónico: judithelena16@gmail.com Código Orcid: https://orcid.org/0000-
0002-0832-112X
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Capítulo 3. Psicoanálisis y salud mental: fundamentos del cuerpo
Abstract
The way the body builds itself on the subjective singularity, has been a topic
for the psychoanalysis from the beginning of the time. The satisfaction and
suffering that usually take place in the body, also register in the psychic life of
each person. The corporal aspect always necessarily involves a psychic compo-
nent. mental health is a subject that keeps all organizations at a local, regional
and national level and find its support in the different medical sciences. Such
matter doesn’t happen without having effects on the subject. Even though,
the body refers to the organic functions that the medicine discipline would
manage, it doesn’t end with it. There is something more that psychoanalysis
prioritizes which is the psychic, necessarily alluded to the drive and sexual joy
that surpasses the organic. This article is about the common and uncommon
grounds that psychoanalysis and mental health share in relation to the cor-
poral, since they both focus their work on the body and psychic. They cannot
be thought in an isolated manner. The intention is to establish the critical
relation between both fields.
Introducción
El psicoanálisis es definido por Sigmund Freud (1992 [1923], p. 231) como el
nombre de:
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Leonardo Rafael Mass Torres, Judith Elena García Manjarrés
El cuerpo, con el registro anímico que el sujeto tenga de él, hace posible vislum-
brar la estructuración de la sexualidad en la dinámica psíquica, pues ella remite
inevitablemente al goce, un modo de satisfacción que, de manera paradójica,
también remite al displacer y que excede una naturalidad posible, es decir, algo
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Capítulo 3. Psicoanálisis y salud mental: fundamentos del cuerpo
que va más allá de la necesidad que aparece solo en el plano orgánico. Tal como
lo propone el psicoanálisis:
Por ello, intentar explicar con base en la organicidad aquello que también
apunta a la subjetividad y con ello a lo corporal, no alcanzaría para pensar el
asunto del cuerpo en el sujeto. Es esto lo que señala el psicoanálisis, pues su
práctica encuentra soporte clínico en aquello que “trata en efecto del cuerpo”
(Lacan, 2012 [1972], p. 223), dicho sea, también “en la medida en que el goce
se presenta no pura y simplemente como la satisfacción de una necesidad, sino
como la satisfacción de una pulsión” (Lacan, 2007 [1960], p. 253). En conse-
cuencia, la propuesta del psicoanálisis, con respecto al goce en relación con
lo corporal, tiene lugar por cuanto en el sujeto está dada “la escisión, cuerpo
biológico-cuerpo erógeno” (Yospe, 1999, p. 213) y, tal condición implica que en
tanto el cuerpo humano está necesariamente erogenizado, el sujeto “funciona
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Leonardo Rafael Mass Torres, Judith Elena García Manjarrés
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Capítulo 3. Psicoanálisis y salud mental: fundamentos del cuerpo
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Capítulo 3. Psicoanálisis y salud mental: fundamentos del cuerpo
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Emerge así la pregunta en relación con la salud mental, por cuanto, para su
operacionalización, resulta necesario e ineludible el acervo de teorías médicas
y psiquiátricas. Es claro que la influencia de ambas disciplinas ocupa a la salud
mental, pero ¿acaso la prevalencia de ellas es suficiente para el tratamiento de
los trastornos mentales cuando estos también van ligados a la subjetividad?
Acorde con lo afirmado por la oms (2013, p. 32):
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Capítulo 3. Psicoanálisis y salud mental: fundamentos del cuerpo
El cuerpo en el psicoanálisis
El psicoanálisis concibe al psiquismo desde la hipótesis del inconsciente como
determinación estructural del sujeto. Su interés por los síntomas y los fenóme-
nos psíquicos, en general, se fundamentan en la escucha clínica que procede del
método investigativo y terapéutico, inaugurado por Sigmund Freud. Si bien, la
apuesta psicoanalítica radica en el entendimiento de la constitución subjetiva,
en este sentido, tanto “la vida del sujeto y su salud mental afrontan realidades
preocupantes que no pueden pasar inadvertidas y constituyen un importante
llamado de atención para la investigación y el debate sobre el tema” (Chávez et
al., 2012, p. 11). No hay aporte de esta teoría que no vaya afín con la función
psíquica como ha sido desde el descubrimiento freudiano del inconsciente
(Guinsberg, 2008). Desde los inicios del psicoanálisis:
[…] el mérito de Freud ha sido doble. Por una parte, el de no compartir una
concepción de tipo reduccionista, particularmente difundida durante el
siglo xix entre los médicos, que consideraba a la psique como la expresión
de las fuerzas biológicas. Y, por otra, el de no considerar que la dimensión
espiritual representa una realidad separada del cuerpo. (Bodei, 2005, p. 17)
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Leonardo Rafael Mass Torres, Judith Elena García Manjarrés
por cuanto la salud puede ser algo que genere conflicto al definirse como parte
del psiquismo. Por lo tanto, no es de una salud armónica y adaptativa que se
habla cuando se apunta a la subjetividad, sino a todos “los fenómenos de la
personalidad humana, los sentimientos y los conflictos humanos” (Winnicott,
1970, pp. 18-19). Es necesario reconocer que, si se hace mención a la salud de
un sujeto, esta no puede atarse solo al diagnóstico de trastornos mentales, así
como a la prevalencia estadística y objetiva del discurso médico-psiquiátrico.
Por decirlo de otra manera, lo psíquico en cuestión “no encaja en el modelo
hegemónico de salud” (Cuesta, 2007, p. 5). Consecuente a esto, todas las estan-
darizaciones epidemiológicas que influyen en los estudios de la salud mental
tienen inconveniente si de lo que se trata es de adecuar con cifras y datos la
renuente subjetividad (Eidelsztein, 2011; Assoun, 2002; Green, 1993).
Una razón que aquí merece ser tenida en cuenta es el estatuto del cuerpo como
aquel donde tienen lugar las patologías y su salud mental, toda vez que la ciencia
le concibe con base en “un rastreo objetivo de la totalidad del organismo […]
en este territorio la causalidad es pensada desde lo objetivo y racionalmente
verificable” (Uzorskis, 1995, p. 64). El campo de la medicina ha sido solidario
con las preocupaciones de asistencia y la prevención de las patologías. Ha de-
finido con institucionalidad los recursos y los procedimientos atinentes a la
superación de síntomas (combatir el daño corporal y la amenaza de muerte),
además, preservar la buena salud de los pacientes. Es decir, no solo persigue
curar la enfermedad, sino, además, proteger la buena salud. El discurso mé-
dico apunta a la exclusión subjetiva del ser humano (Lacan, 1986), y lo hace
a partir de sus principios del cuerpo orgánico. Su hegemonía va acorde con
su empoderamiento social y científico; el médico es, ante todo, un experto en
la regulación de la vida y del bienestar humano. Freud dice al respecto que, la
medicina:
Bajo el feliz influjo de las ciencias naturales, hizo sus máximos progresos
como ciencia […] ahondó en el edificio del organismo mostrando que se
compone de unidades microscópicas (las células); aprendió a comprender en
los términos de la física y de la química cada uno de los desempeños vitales
(funciones), y a distinguir aquellas alteraciones visibles y aprehensibles
en las partes del cuerpo que son consecuencia de los diversos procesos
patológicos; por otro lado, descubrió los signos que delatan la presencia
de procesos mórbidos profundos en el organismo vivo; identificó además
gran número de los microorganismos que provocan enfermedades y, con
ayuda de esas intelecciones que acababa de obtener, redujo extraordina-
riamente los peligros de las operaciones quirúrgicas graves. Todos esos
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Capítulo 3. Psicoanálisis y salud mental: fundamentos del cuerpo
Ya que un sujeto puede resistirse por todos los medios a dejar el síntoma, a
resignar sus pulsiones, para el psicoanálisis el cuerpo goza (Žižek, 2016; Ons,
2012; Allouch, 2009). El cuerpo es debido a la erogenización pulsional, es afec-
tado por su excitación, lo que supone que su goce lo desarraigue del instinto.
Además, el goce del cuerpo siempre rebasa la pretensión de equilibrio mental:
“[El] goce en el sentido en que el cuerpo se experimenta, es siempre del orden de
la tensión, del forzamiento, del gasto, incluso de la hazaña. Incontestablemente,
hay goce en el nivel donde comienza a aparecer el dolor” (Lacan, 1986, p. 95).
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p. 68). De ahí la afirmación de Lacan (2012, p. 41) que “el ser hablante, por así
decirlo, es esa relación perturbada con su propio cuerpo que se denomina goce”.
Esto tiene consecuencias profundas cuando se trata de entender la intimidad
del padecimiento humano. Se sabe que: “Aunque los síntomas inicialmente se
piensan y experimentan como trastorno, anomalía, desviación, restricción, es
decir, como problemas, el psicoanálisis, revela que también pueden verse como
soluciones, soluciones sintomáticas a la división más profunda de los seres
hablantes” (Stravrakakis, 2010, p. 99). Del modo en cual al ser constituido por
el lenguaje el sujeto toma distancia de lo natural no es posible circunscribir el
cuerpo como un dato objetivo, pues no se nace con un cuerpo, este es algo que
se construye y transforma lo orgánico.
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Capítulo 3. Psicoanálisis y salud mental: fundamentos del cuerpo
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Leonardo Rafael Mass Torres, Judith Elena García Manjarrés
Conclusiones
Si la salud mental apunta al establecimiento de la homeóstasis, la armonía y la
adaptación social del individuo y las poblaciones, es decir, encuentra su soporte
en el campo delimitador de la normalidad y la patología; el psicoanálisis, por
su parte, incorpora en su trabajo la falla inevitable en la relación del sujeto con
lo orgánico. Hay, por lo tanto, una tensión entre el psicoanálisis y el campo de
la salud mental, dicha tensión lleva por principio lo conflictual del psiquismo,
así como la constitución erógena del cuerpo que tributa a las pulsiones. Por
lo anterior, el modelo médico que gestiona la salud mental tropieza con el
síntoma subjetivo, que no se acomoda a su emblema de curación. Tras el pade-
cimiento del síntoma, el sujeto tiende a un tipo de satisfacción que supera las
necesidades biológicas y encumbra el dominio del goce. Es así como los ideales
de salud fracasan, al no comprobar en la enfermedad condiciones singulares
que inscriben al sujeto en una relación, por demás, conflictual con el cuerpo.
63
Capítulo 3. Psicoanálisis y salud mental: fundamentos del cuerpo
Referencias
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67
Capítulo 3. Psicoanálisis y salud mental: fundamentos del cuerpo
68
Capítulo 4
Resumen
La violencia no es una problemática reciente, empero, su estudio y atención
se estima vigente en la medida en que su visibilidad en niños, adolescentes,
mujeres, hombres y familias, evidencian los más profundos malestares de las
sociedades y sus formas de entenderla, atenderla y, en algunos casos, justifi-
carla. La violencia necesita ser pensada como un fenómeno psíquico y, en este
sentido, comprender la violencia desde la mujer que ha sido víctima implica
una perspectiva más amplia y crítica frente al fenómeno. En este sentido, las
estadísticas se convierten en datos planos y deshumanizados cuando no se com-
prenden las historias o sus implicaciones psíquicas que sostienen y favorecen
este tipo de conductas. La violencia no es un hecho aislado, por el contrario,
es un fenómeno que se repite en la sociedad y que merece ser comprendido en
sí mismo desde diversas perspectivas.
*
Docente e investigador, Universidad de San Buenaventura, Cartagena, Facultad de Educación,
Ciencias Humanas y Sociales, programa de Psicología, director del Grupo de Investigación en
Psicología (gipsi). Calle Real de Ternera No. 30-966, código postal: 130010, Colombia. Correo
electrónico: eacuna@usbctg.edu.co
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Capítulo 4. Comprensión de la dinámica psíquica en mujeres víctimas de violencia en la pareja
Abstract
Violence in not a recent problematic, but the study and treatment cannot be
invisible because children, adolescents, women, men and families are evidence
of deep problems in society, and shows ways of understanding, attend and
sometimes justified (Ocaña y Pérez, 2019). Violence needs to be thought as
psychic phenomenon, and according to this, understand violence from the
women who has been the victim, this is a bigger and critical phenomenon.
Statistics are flat and dehumanized when we are not able to understand the
stories or the psychic implications that sustain and favors this behavior. Vio-
lence is not an isolated fact, conversely, it is a repeated phenomenon in society
and deserves to be comprehend from different perspectives.
Introducción
La violencia no es una problemática reciente, empero, su estudio y atención
se estima vigente en la medida en que su visibilidad en niños, adolescentes,
mujeres, hombres y familias evidencian los más profundos malestares de las
sociedades y sus formas de entenderla, atenderla y, en algunos casos, justificarla
(Ocaña y Pérez, 2019). Pavón (2019, p. 37) sostiene que la violencia persiste
dado que se “le ignora o se le minimiza, porque se les encubre y se les permite
existir en la oscuridad”. Paradojalmente, la violencia azota día a día los noti-
cieros, los periódicos, las redes sociales, etcétera, con contenidos y videos, los
cuales evidencian la brutalidad y la crueldad con la que el ser humano es capaz
de actuar sobre otros.
70
Édgar Alfonso Acuña Bermúdez
La violencia contra las mujeres ha existido desde hace siglos sin distinción
de edad, estrato social o condición civil y sus manifestaciones pueden
observarse en ámbito público y en el privado. Cabe destacar que en la
actualidad se ha convertido en un problema de salud pública debido a que
es la manifestación extrema de la desigualdad y del sometimiento de las
mujeres en todas las latitudes, siendo un fenómeno que afecta a mujeres
en todos los países, clase sociales, edades y culturas. (Cortes y Moreno,
2019, p. 235)
71
Capítulo 4. Comprensión de la dinámica psíquica en mujeres víctimas de violencia en la pareja
Ahora bien, como es sabido la persona se mueve mediante dos grandes grupos
de impulsos: los eróticos o sexuales, que implican el amor y sus derivados, y
los impulsos agresivos o destructivos, que implican el odio y sus derivados, los
cuales están presentes en toda persona y de su adecuada o inadecuada cana-
lización resultan los procesos sanos o patológicos en la relación de la persona
con su entorno (Acuña, 2002).
72
Édgar Alfonso Acuña Bermúdez
Fromm (1927) confirma que una relación de amor entre una pareja implica
responsabilidad, respeto mutuo, conocimiento, comunicación, el quererse y el
saber resolver las dificultades comunes en toda pareja de novios o de casados.
Es fundamental la convivencia sana con sus dificultades y problemas cotidianos,
para que, de esta manera, no se genere en la relación de pareja un incremento
de los impulsos agresivos y de dominancia, que conduzcan a la mujer a una
degradación en cuanto al respeto y la valoración de sí misma, y el respeto que
merece de su compañero. Muchas relaciones basadas en el apego emocional,
la dependencia o el sexo generan alteraciones, si no son adecuadamente cana-
lizadas y descargadas tanto erótica como agresivamente.
Klein (1937) afirmaba que de las experiencias positivas y negativas con el ob-
jeto parcial en la más temprana infancia se genera una estructuración yoica.
Se complementa esto con lo planteado por Choice (2002), cuando asegura
que lo que no le des a tu hijo afectivamente durante los primeros siete años
de su desarrollo se lo deberás toda la vida; por lo tanto, es vital remitirnos al
desarrollo de estas mujeres y sus relaciones objétales tempranas. Dolto (2003)
confirma la importancia del desarrollo psicosexual infantil en cada una de sus
etapas y las repercusiones en la mujer objeto de estudio para su expresión libre
o sumisión al manejo, represión y descarga de sus impulsos. Por su parte, La-
can (1941) postula, complementando a lo expuesto por Freud, que la pulsión
inconsciente a la repetición en la cadena de significantes está presente en la
persona, al integrarlo con lo imaginario, lo real y simbólico.
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Édgar Alfonso Acuña Bermúdez
algún día un niño compensatorio. Es una posición de espera, sin embargo, que
pasa por la mediación del hombre, del cual recibirá el sustituto fálico bajo la
forma del amor o del don de un niño.
Hay un suplemento de goce que está más allá del falo, es lo que Lacan llamará
goce del Otro, que está más allá del significante y es imposible de decir. No
significa que la mujer sea enteramente Otra en relación con el falo, sino que
ella tiene la posibilidad de un suplemento que obtiene a condición de pasar
por el falo.
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Capítulo 4. Comprensión de la dinámica psíquica en mujeres víctimas de violencia en la pareja
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Parece haber una confirmación del punto de vista del masoquismo, la cual no
es la manifestación de un instinto primario, sino que se origina en el sadismo,
al que se ha hecho volver y dirigirse sobre uno mismo, es decir, desde una
regresión de un objeto al yo. Debe darse por establecido que existen instintos
con fin pasivo, aunque afirma que la pasividad no es todo el masoquismo,
estableciendo que también pertenece a él la característica del dolor, un asom-
broso acompañamiento de la gratificación de un instinto. La transformación
del sadismo en masoquismo, la cual parece ser debida al sentimiento de culpa.
A veces, los arreglos previos del masoquista producen una impresión diferente.
Así como los neuróticos traumáticos procuran, una y otra vez, la repetición
de sus traumas dolorosos, ciertos masoquistas parecen también incapaces de
liberarse de las ideas de castración, una y otra vez tienen que repetir ciertas
alusiones a la castración, pero, al parecer, no pueden nunca estar completa-
mente seguros, y una y otra vez necesitan una reguladora aproximación a
actos parecidos a la castración. Se opta por “ser pegado”, no solamente porque
esta idea despierta un masoquismo erógeno en la piel y en los músculos, sino
también porque el castigo tentado, en la esperanza de librarse finalmente de
la perturbadora presión del superyó, no es demasiado grave.
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Capítulo 4. Comprensión de la dinámica psíquica en mujeres víctimas de violencia en la pareja
Los casos de masoquismo moral, más graves, en el que no hay ninguna vincu-
lación manifiesta con la sexualidad o en los que el paciente no se da cuenta,
incluso, de que se está torturando, no pueden ser considerados como perver-
siones sexuales. De manera inconsciente, los rasgos del carácter de esta índole,
seguramente, no evolucionaron de forma independiente de la sexualidad, sino
que representan intentos del yo de imponerse a un severo superyó.
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Capítulo 4. Comprensión de la dinámica psíquica en mujeres víctimas de violencia en la pareja
las mujeres son máquinas para sufrir, que gozan sometiéndose, quejándose
de cómo las tratan, pero incapaces de renunciar a ese goce pulsional, hipote-
tizando por el momento, según la cual una mujer goza cuando la violentan es
un fantasma masculino, por lo tanto, imaginario, que consiste en suponer que
la mujer disfruta cuando la maltratan, que se queja, pero que en realidad está
buscando que la acosen.
El masoquista no deja nada al azar, por el contrario, impone que las condicio-
nes de goce se estipulen bajo contrato. La mascarada femenina está más bien
determinada por el Otro y no es contractual. El perverso busca crear la angustia
en el otro, mientras que las mujeres, más bien, buscan la señal de amor.
Se sabe que la mujer, aunque no está toda entera en el goce fálico, no por ello
está ausente. Sabemos que el goce fálico no se reduce al marco de la relación
sexual, sino que incluye también el conjunto de la relación a la realidad. Este
goce fálico es el goce capitalizable, el goce de tener.
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Las mujeres no han estado privadas, pero durante mucho tiempo, su obtención
se limitaba al marco del hogar y los hijos. La compensación a su falta era a través
de un marido, portador del órgano y de unos hijos sustitutos. Sin embargo,
hoy en día, a la mujer se le ha abierto el campo de lo que llamaremos objetos
fálicos: los bienes, el saber, el poder están a su alcance.
Soler (2005, p. 86) dice que el análisis puede cambiar la demanda de amor
porque la desespera:
Esto es así en la dirección de la cura, pero en lo social no está tan mal la demanda
de amor de las mujeres. Tiene una función el amor, una función socializante
que contradice las tesis freudianas de la asocialidad femenina. Cuando Freud
lo decía, era la época del uno colectivizante del padre, que soldaba los grupos.
Entonces, el amor era una objeción, ya que busca lo particular y lo íntimo.
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Conclusiones
El maltratador no puede reconocer a su pareja como un sujeto, no puede
reconocerse a sí mismo como dependiente de ella, que la necesita, si pudiera
reconocerse dependiente de su pareja se sentiría tremendamente amenazado
en su propia representación de la virilidad, de su identidad masculina.
El enamoramiento siempre nos hace ver al otro del que nos enamoramos
(mediante una serie de mecanismos de proyecciones que Freud describió per-
fectamente), con todas las virtudes y valores que necesitamos (Acuña, 2017).
El otro se convierte en todo para nosotros, en alguien casi perfecto porque
realmente viene a ocupar el lugar idealizado de los padres infantiles. Aunque
López Sabater asevera que también que en el enamoramiento siempre encon-
tramos un proceso de desidealización, en la medida en que el otro no es tanto
como se suponía, como se le veía al principio, sino que progresivamente se le ve
más como es, y esto es algo que el maltratador no soporta; la decepción le resulta
intolerable, porque eso lo confronta a dos situaciones insoportables para él: él
la necesita y la necesita de tal modo que no puede prescindir, no puede obviar
que ella no sea perfecta, que se equivoque. Y veíamos como el reconocimiento
de la propia dependencia era algo bastante insoportable para él. En esta rela-
ción, para el maltratador no hay dos sujetos con diferentes subjetividades, con
diferentes deseos. El maltratador necesita un sujeto, uno, que es él, y ella que
forma parte de él. El maltrato es un vínculo psicopatológico.
Relacionando aquí que el lugar del hijo puede ocuparlo un compañero inmaduro
y violento. No hay que olvidar que muchas mujeres maltratadas tienen como
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Capítulo 4. Comprensión de la dinámica psíquica en mujeres víctimas de violencia en la pareja
La mujer que soporta una relación de maltrato posee las características men-
cionadas anteriormente, la cual coinciden plenamente con un ideal maternal
que ha definido lo que es ser una buena madre: es decir, renunciar a parte de la
existencia para el cuidado de los otros. Por ende, la mujer que se mantiene ligada
al maltratador lo tiene interiorizado como un mandato, no es algo voluntario,
que decida, no es un ideal para ser mejor persona, sino que es una norma sobre
lo que es ser mujer, un eje fundamental por el que ha de transcurrir su vida.
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Capítulo 4. Comprensión de la dinámica psíquica en mujeres víctimas de violencia en la pareja
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Segunda
Parte
Psicología cognitivo-conductual
y psicología humanista-existencial
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Capítulo 5
Resumen
Los miedos en la niñez y la adolescencia surgen como emociones básicas
necesarias ante estímulos externos amenazantes, esto se interpreta como la
adquisición de un sistema de alerta implicado en la supervivencia. La ansiedad
se entiende como una reacción con características de activación de sistemas
de respuesta cognitivo-fisiológico-conductual, anticipadas a estímulos no
necesariamente reales. El enfoque categorial de los trastornos mentales se
traduce como la suma de criterios diagnósticos que, en ocasiones, presentan
límites difusos entre un diagnóstico y otro, lo que conlleva a la comorbilidad,
específicamente en los trastornos de ansiedad y depresión. Actualmente, y en
aras de realizar intervenciones clínicas para población infanto-juvenil eficaces
y basadas en evidencia, se describe la importancia de un enfoque transdiagnós-
tico integrado al enfoque categorial para la prevención y el abordaje de tras-
tornos de ansiedad. En la primera parte se mencionarán conceptos de miedos
y ansiedad basados en diversos autores, demarcando diferencias entre ambas
*
Docente e Investigadora, Universidad de San Buenaventura, Cartagena, Facultad de Educación,
Ciencias Humanas y Sociales, Programa de Psicología, Grupo de Investigación en Psicología
(gipsi). Calle Real de Ternera No. 30-966, código postal: 130010, Colombia. Correo electrónico:
raissa.diaz@usbctg.edu.co
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Capítulo 5. Miedos y ansiedad en la infancia y la adolescencia: una visión transdiagnóstica para el enfoque diagnóstico categorial
Abstract
Fears in childhood and adolescence emerge as basic emotions necessary in the
face of threatening external stimuli, this is interpreted as the acquisition of
an alert system involved in survival. Anxiety is understood as a reaction with
activation characteristics of anticipated cognitive-physiological-behavioral
response systems to not necessarily real stimuli. The categorical approach to
mental disorders is translated as the sum of diagnostic criteria that some-
times present diffuse limits between one diagnosis and another, leading to
comorbidity, specifically in anxiety and depression disorders. Currently, and
in order to carry out effective and evidence-based clinical interventions for
children and young people, the importance of a transdiagnostic includes on
a categorical approach for the prevention and treatment of anxiety disorders
is described. In the first part, concepts of fears and anxiety based on different
authors are mentioned demarcating differences between both relevant variables
for clinical intervention, then, diagnostic criteria from a categorical approach
of anxiety disorders in childhood and adolescence with higher prevalence in
Colombia for the year 2018 are briefly described, finally, the integration of
the transdiagnostic approach for prevention and dimensional management of
vulnerability to anxiety sensitivity and anxiety disorders is proposed.
Introducción
La Asociación Americana de Psicología (apa, s. f.) estableció unos pasos como
metodología para el diseño de protocolos de evaluación e intervención clínica
(citado en Quant-Quintero, 2014, p. 124). El psicólogo clínico debe contar
con la capacidad para organizar de manera sistemática las posibles hipótesis
para cada intervención psicológica, identificando causas y mantenedores
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Capítulo 5. Miedos y ansiedad en la infancia y la adolescencia: una visión transdiagnóstica para el enfoque diagnóstico categorial
Según Méndez et al. (2003), a partir de los 11 a los 15 años se presentan incre-
mentos de miedos surgidos en etapas anteriores, sin embargo, a medida que
aumenta la edad cronológica, disminuirán, exceptuando el miedo a la muer-
te, el cual se mantiene durante toda la vida. Asimismo, y a modo de ejemplo
Agua (1995) estudió la importancia de la edad en la evolución de los miedos
infantiles, a partir de una muestra de 241 niños escolarizados en una misma
institución educativa, segmentando los grupos con características relacionadas
con edades; un grupo de 116 niños con 7 y 8 años; 65 niños con edades entre
10 y 11 años; 60 niños con edades entre 13 y 14 años, teniendo como criterio
de exclusión discapacidad intelectual. La variable de los miedos fue medida a
través del inventario de miedos infantiles de Pelechano (1981); la aplicación de
este instrumento se dio en tres momentos, debido a su metodología de estudio
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En ese mismo sentido, Marks (1986, citado en Ildefonso, 2017, p. 240) afirma
que la ansiedad activa sistemas de respuestas sin la necesidad de un evento
o situación amenazante real, atribuyendo características anticipatorias que
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Capítulo 5. Miedos y ansiedad en la infancia y la adolescencia: una visión transdiagnóstica para el enfoque diagnóstico categorial
Para Rachman (1998, citado en Valiente, Sandin y Chorot ,2011) existe una
diferencia en la topografía del miedo y la ansiedad, en la cual, el primer con-
cepto disminuye gradualmente mediante respuestas de escape o evitación, su
intensidad, frecuencia y duración ante situaciones amenazantes. Vindel y Tobal
(1999), en su estudio Ansiedad desde un enfoque interactivo y multidimensional,
explica cómo esta puede ser también concebida como rasgo de personalidad,
debido a factores individuales relacionados con patrones de reactividad, de-
terminados por los sistemas de respuestas, cognitivo-fisiológico-conductual,
los cuales, a su vez, pueden emitir, desde un mismo sujeto, diversos perfiles
de reactividad derivado de cada situación ansiógena.
La jerarquía propuesta por Tobal y Vindel (2002) para las respuestas conduc-
tuales consecuentes de respuestas cognitivas y fisiológicas que le anteceden,
se clasifican en: a) directas, definidas por dificultades para precisar movimien-
tos gruesos y finos, disminución en tiempo de reacción, inquietud motora;
b) indirectas, explican cómo se evidencian las conductas involuntarias que
corresponden a evitar o escapar del estímulo aversivo (Martínez-Monteagudo
et al., 2012). Rodríguez Saavedra y Cano Vindel (1995) asociaron patrones de
reactividad cognitiva ante reacciones fundamentadas en aprendizaje vicario,
como lo son los temores aprendidos; mientras que la reactividad fisiológica
se evidencia ante reacciones originadas a partir de experiencias directas con
estímulos de peligro (Vindel y Tobal, 1999).
Por otro lado, Vila (1984) e Ildefonso (2017) concluye que la ansiedad pato-
lógica se determinará de acuerdo con el aumento de respuestas relacionadas
con intensidad, frecuencia o duración, ante eventos no amenazantes para el
sujeto, que desencadenan un malestar clínicamente significativo, originando
un trastorno de ansiedad.
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En los ataques se han presentado mínimo durante un mes uno de los dos de los
siguientes hechos:
Preocupación continúa sobre otros ataques de pánico o sus consecuencias, como
volverse loco o perder el control.
Conductas desadaptativas ante situaciones relacionadas a los ataques de pánico.
Nota: adaptado de Guía de consulta de los criterios diagnósticos
(American Psychiatric Association, 2013).
Ansiedad con anticipación aprensiva, consecutiva por días durante mínimo seis
meses, relacionada con sucesos o actividades.
La preocupación no puede ser controlada.
Ansiedad asociada a tres o más de los seis síntomas, en los cuales, al menos, un
síntoma debe estar presente más días de los ausentes. En niños se requiere solo
un síntoma:
a) Inquietud o sensación de nervios de punta; b) fatiga; c) dificultad para concentrarse
d) irritabilidad; e) tensión muscular; f) dificultad para conciliar, mantener el sueño.
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Capítulo 5. Miedos y ansiedad en la infancia y la adolescencia: una visión transdiagnóstica para el enfoque diagnóstico categorial
Abordaje transdiagnóstico
El enfoque transdiagnóstico para Pando et al. (2018) surge a raíz de una serie
de antecedentes que permitieron la consolidación de conceptualizaciones
teóricas soportadas en evidencias empíricas. Dichos antecedentes pueden
ser operacionalizados mediante a) la inconformidad relacionada con la falta
de validez de taxonomías expuestas en manuales estadísticos diagnósticos,
b) alta comorbilidad de psicopatologías, en las que se desdibujan los límites
entre cuadros clínicos de distintos trastornos, lo que disminuye la eficacia
durante tratamientos de intervención psicológica; c) las crecientes y nuevas
categorías diagnósticas, sin soporte sólido en evidencia empírica, que buscan
convertir situaciones desadaptativas como nosológicas psiquiátricas.
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El término transdiagnóstico fue compartido por primera vez por Fairbun et al.
(2003) para hacer referencia a trastornos alimenticios (Sandín et al., 2012,
p. 186). Los trastornos de ansiedad de la infancia y la adolescencia se caracte-
rizan por diagnósticos comorbiles para categorías diagnosticas depresivas, con
un incremento del 10 al 20 % durante la adolescencia (Sara, 2018).
En esa línea, Acosta y Llaberia (2012) declaran que los trastornos de ansiedad
y los trastornos depresivos, en la infancia y adolescencia, en ocasiones, no
cumplen con todas las categorías diagnósticas por severidad leve de síntomas,
o bien, por fluctuaciones debido al ciclo evolutivo, desdibujando la posibili-
dad de establecer diagnósticos principales sin coexistencia, lo que ocasiona
inconvenientes para establecer intervenciones psicológicas eficaces. Entre
los trastornos mentales existen riesgos altos de comorbilidad, precisando la
idoneidad de un modelo dentro de la psicopatología que intervenga procesos
causales incluyendo factores etiológicos y sobre todo los de mantenimiento
desde un enfoque transdiagnóstico (Castro, 2014).
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Metodología
El objetivo de esta investigación es describir la necesidad de un enfoque
transdiagnóstico integrado al enfoque categorial para la prevención y abordaje
eficaz para trastornos de ansiedad. Este estudio es una investigación de tipo
documental, estructurada a partir de una búsqueda y selección de información
coherente presentada de manera organizada y sistemática (Tancara, 1993, p. 94).
Procedimiento
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Capítulo 5. Miedos y ansiedad en la infancia y la adolescencia: una visión transdiagnóstica para el enfoque diagnóstico categorial
Conclusiones
La oms (2016) entiende la salud mental como un estado de bienestar biopsico-
social, esencial para la salud, no solo atribuido a la ausencia de la enfermedad,
que interfieren en la calidad de vida.
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Con la Ley 1616 del 2013 (art. 5.°), se disponen las conceptualizaciones para
la promoción y la prevención de la salud mental; para la primera, especifica
estrategias direccionadas a la transformación de la salud mental que afecten la
calidad de vida de un individuo, promoviendo estrategias que permitan man-
tener y mejorar la salud en lo individual y lo colectivo; la prevención, entonces,
se reconoce como las intervenciones que buscan minimizar factores de riesgo
relacionados con la ocurrencia de un trastorno mental, reconociendo parale-
lamente factores protectores implicados en el desarrollo de grupos sociales.
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Raissa Díaz Cáceres
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Capítulo 5. Miedos y ansiedad en la infancia y la adolescencia: una visión transdiagnóstica para el enfoque diagnóstico categorial
112
Capítulo 6
Resumen
El presente estudio describe el caso clínico de una joven que evidencia dificulta-
des en el manejo de sus habilidades sociales, y cómo a partir de la intervención
con aplicación de técnicas cognitivas, emocionales y conductuales propias
del enfoque cognitivo-conductual (pre y postratamiento), la paciente logra
avances importantes para su bienestar y calidad de vida. La Terapia desde el
Modelo Cognitivo-Conductual aporta una comprensión sobre el modo en el
que las personas perciben e interpretan de manera negativa las situaciones
que se les presentan en su vida cotidiana; del mismo modo, cuenta con instru-
mentos estandarizados y confiables que permiten el desarrollo de procesos de
*
Docente e investigadora Universidad de San Buenaventura-Cartagena. Facultad de Ciencias de
la Educación, Humanas y Sociales. Programa de Psicología, Grupo de Investigación en Psicología
(gipsi). Calle Real de Ternera n.° 30-966, código postal: 130010, Colombia. Correo electrónico:
paola.gomez@usbctg.edu.co
**
Directora del Programa de Psicología, docente e investigadora Universidad de San Buenaventu-
ra-Cartagena. Facultad de Ciencias de la Educación, Humanas y Sociales. Programa de Psicología,
Grupo de Investigación en Psicología (gipsi). Calle Real de Ternera n.° 30-966, código postal:
130010, Colombia. Correo electrónico: dsilva@usbctg.edu.co
***
Docente de la Especialización en Psicología Clínica, Universidad de San Buenaventura, Cartagena.
Facultad de Ciencias de la Educación, Humanas y Sociales, Universidad de San Buenaventura-Car-
tagena. Calle Real de Ternera n.° 30-966, código postal: 130010, Colombia. Correo electrónico:
danilocastiblanco@gmail.com
113
Capítulo 6. Eficacia del tratamiento cognitivo-conductual del déficit en las habilidades sociales
Abstract
This study describes a clinical case which difficulties about the management
of young woman’s social skills are evidenced and how does the patient make
important progress for her well-being and quality of life with the intervention
(pre and post treatment), from application of cognitive, emotional, and behavioral
techniques, of the Cognitive-Behavioral approach. From the Cognitive-Behavioral
approach, therapy brings an understanding about the way in which people
perceive and interpret negatively the situations that are presented them in
their daily life; in the same way, it has standardized and reliable instruments
that allows development the process evaluation, diagnosis, formulation and
effective intervention of thoughts, affects and dysfunctional or bit adaptive
behavior, that generate psychological suffering, limits the performance and
participation in the different life areas.
Introducción
El estudio de las habilidades sociales ha cobrado gran importancia en el campo
clínico, debido a la estrecha conexión que estas tienen con la salud mental y
el bienestar psicológico, desde su relevancia en la esfera relacional y social de
los seres humanos. En este sentido, y de un modo positivo, ser habilidoso so-
cialmente es un factor protector en el mantenimiento de las buenas relaciones
con el otro, pero también, en la estabilidad emocional y el equilibrio funcional
de las personas. Ahora bien, la presencia de dificultades en el desarrollo de las
habilidades sociales, tales como la poca interacción con los demás, se convierte
en un factor de riesgo que genera sufrimiento psicológico (afecciones en el es-
tado de ánimo, aislamiento, conflictos en las interacciones sociales, disconfort
o malestar emocional, pensamientos disfuncionales y catastróficos en relación
con el futuro, entre otros).
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Paola Karina Gómez Pérez, Daisy Silva Caraballo, Víctor Danilo Castiblanco Pérez
Kelly (2002, p. 19) define las habilidades sociales como “aquellas conductas
aprendidas que ponen en juego las personas en situaciones interpersonales, para
obtener o mantener reforzamiento del ambiente. Entendidas de esta manera,
las habilidades pueden considerarse como vías o rutas hacia los objetivos de
un individuo”. Por su parte, Roca (2014, p. 9) las describe como:
115
Capítulo 6. Eficacia del tratamiento cognitivo-conductual del déficit en las habilidades sociales
sentirnos bien, obtener lo que queremos y conseguir que las otras personas
no nos impidan lograr nuestros objetivos.
Todo lo anterior implica que las habilidades sociales juegan un papel impor-
tante en la salud mental, el bienestar y la calidad de vida de las personas, así
como el déficit en estas representan alteraciones, que en diferentes niveles
pueden afectar el adecuado funcionamiento social e interpersonal. En el
presente caso se describen las dificultades de mp en las interacciones sociales
y su manifestación cognitiva, emocional, conductual e interpersonal; de este
116
Paola Karina Gómez Pérez, Daisy Silva Caraballo, Víctor Danilo Castiblanco Pérez
Datos de identificación:
Nombre: MP.
Edad: 20 años.
Sexo: femenino.
Nivel de escolaridad: profesional en curso.
Ocupación/ profesión: estudiante.
Lugar de procedencia: municipio de Bolívar.
Religión: católica.
Motivo de consulta: “Yo vengo porque quiero saber lo que quiero, últimamente
siento que me estoy ahogando con todos los problemas que tengo, y quiero
encontrarle sentido a las cosas, porque creo que estoy haciendo todo por ha-
cerlo” refiere la paciente.
117
Capítulo 6. Eficacia del tratamiento cognitivo-conductual del déficit en las habilidades sociales
Aspecto cognitivo: “Yo soy de las personas que me dejo influenciar mucho de lo
social”. “No estoy bien en nada”. “No sé lo que quiero”, “si no estoy con él, va
a recaer” “comer no es una prioridad para mí”, “es de poca importancia para
mi mamá lo que me suceda”, “a mis hermanos sí y a mí no” “siempre me pasa
lo mismo”, “siempre es igual”, “en cierta forma, no quiero decepcionar a lo
demás” refiere la paciente.
Aspecto contextual: mp expresa no estar bien y que esto le genera malestar por
la profesión que está estudiando, debido a que cursa una carrera asistencial;
de igual forma, refiere que terminó la relación con su novio para sentirse bien
consigo misma. La paciente refiere cambios en la dinámica familiar por difi-
cultades económicas.
118
Paola Karina Gómez Pérez, Daisy Silva Caraballo, Víctor Danilo Castiblanco Pérez
Instrumentos
y herramientas Información obtenida
aplicadas
Resultado: estrategia empleada con mayor frecuencia: religión.
Evidencia: la paciente, dentro de su discurso, manifiesta que usa
constantemente esta estrategia frente a situaciones que le generan
Coping
estrés, conducta que ha sido adquirida a través del aprendizaje social
en su familia. Al respecto, mp proviene de un hogar conservador
y apegado a las creencias religiosas.
Resultado: creencia irracional con mayor puntaje: ansiedad por
preocupación: “La idea de que si algo es, o puede ser peligroso o
temible” “uno deberá sentirse terriblemente inquieto por ello,
deberá pensar constantemente en la posibilidad de que esto ocurra
y el no pensar de forma constante en este potencial peligro será
considerado como irresponsabilidad por parte de uno”.
ibt modificado
Evidencia: la paciente muestra excesiva preocupación por la po-
sibilidad de fracaso en el ámbito social, presentando frecuentes
pensamientos negativos frente a sí misma, el futuro, con respecto
a su desempeño en este contexto y señalando la posibilidad de
fracaso como la generadora de gran preocupación e, incluso, la
posibilidad más viable.
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Capítulo 6. Eficacia del tratamiento cognitivo-conductual del déficit en las habilidades sociales
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Paola Karina Gómez Pérez, Daisy Silva Caraballo, Víctor Danilo Castiblanco Pérez
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Capítulo 6. Eficacia del tratamiento cognitivo-conductual del déficit en las habilidades sociales
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Paola Karina Gómez Pérez, Daisy Silva Caraballo, Víctor Danilo Castiblanco Pérez
Factores precipitantes
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Capítulo 6. Eficacia del tratamiento cognitivo-conductual del déficit en las habilidades sociales
Factores de mantenimiento
Diagnóstico no axial
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Paola Karina Gómez Pérez, Daisy Silva Caraballo, Víctor Danilo Castiblanco Pérez
whodas 2.0
Inicial Final
Dominios
puntaje % puntaje %
Cognición: comprensión y comu-
11 30,60 % 8 22,20 %
nicación.
Movilidad y desplazamiento. 5 13,90 % 5 13,90 %
Cuidado personal: de la propia
higiene, posibilidad de vestirse, 9 25,00 % 5 13,90 %
comer, y quedarse solo.
Relaciones: interacción con otras
20 55,60 % 9 25,00 %
personas.
Actividades cotidianas: respon-
sabilidades domésticas, tiempo 19 52,80 % 13 36,10 %
libre, trabajo y escuela.
Fase 2: tratamiento
125
Capítulo 6. Eficacia del tratamiento cognitivo-conductual del déficit en las habilidades sociales
poco afectuoso, que la “hacía sentirse sometida” y una madre sumisa. De igual
forma, en su infancia, MP tuvo un cambio de institución educativa durante
su formación primaria, en la que vivió acoso escolar por parte de sus compa-
ñeras, tanto en la escuela primaria como en la secundaria, dado a que ellas
constantemente, señala MP, “la hacían sentir inferior”, debido a las diferencias
socioeconómicas. A través de condicionamiento operante y modelamiento, MP
aprende conductas de distanciamiento social.
126
Paola Karina Gómez Pérez, Daisy Silva Caraballo, Víctor Danilo Castiblanco Pérez
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Capítulo 6. Eficacia del tratamiento cognitivo-conductual del déficit en las habilidades sociales
Habilidades sociales
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Paola Karina Gómez Pérez, Daisy Silva Caraballo, Víctor Danilo Castiblanco Pérez
Conclusiones
Teniendo en cuenta los resultados, puede verificarse la eficacia del tratamiento
cognitivo conductual en la intervención con pacientes que presentan dificultades
en las habilidades sociales, observando una claro aumento de las estrategias y
herramientas de la paciente para interactuar con las personas de su entorno,
no solo desde su percepción, sino también al momento de ponerlas en marcha
en su vida cotidiana; lo que repercute, además, en la disminución de las limi-
taciones en su participación familiar y social, que le generaban malestar en
las diversas esferas de su vida, desarrollo y desempeño en su contexto social,
educativo, familiar y personal. Esto se ve reflejado en el aumento cuantitativo
de los resultados obtenidos por MP en los instrumentos de evaluación (véase
figuras 1 y 2). Lo anterior refleja un aumento no solo en las habilidades que
anteriormente mostraban un déficit (autoexpresión en situaciones sociales,
129
Capítulo 6. Eficacia del tratamiento cognitivo-conductual del déficit en las habilidades sociales
decir no, hacer peticiones e iniciar interacción), sino que se muestra un aumento
en las habilidades sociales, cuyos puntajes expresaban la adecuada ejecución
de estas, tales como la expresión de enfado.
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Paola Karina Gómez Pérez, Daisy Silva Caraballo, Víctor Danilo Castiblanco Pérez
131
Capítulo 6. Eficacia del tratamiento cognitivo-conductual del déficit en las habilidades sociales
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132
Capítulo 7
Resumen
El presente capítulo se gesta en torno a la aproximación teórica de la experiencia
de angustia ante la muerte, lo cual es un tránsito conceptual de la ansiedad
existencial; es un abordaje como modelo psicopatológico existencial, para la
comprensión del terror hacia la muerte, siendo, desde luego, muy importante
para el trabajo psicoterapéutico, lo que permite reconocer la relación experiencial
entre la muerte y la angustia, como existenciario ontológico principal humano,
mostrándonos la muerte como una experiencia límite influyente en la vivencia
concreta, y la presencia de la angustia, como amenaza digna de articulación
defensiva psicológica. Dentro de la aproximación teórica a la experiencia de
angustia ante la muerte, nos acercaremos entonces, a la vivencia personal
de cara a la temporalidad, a la otredad y a los cambios personales que se pro-
vocan a partir de su conciencia, representados en el encuentro humano con la
angustia primaria. Algunos aspectos muy significativos del abordaje conceptual
*
Docente e investigador Universidad de San Buenaventura-Cartagena. Facultad de Ciencias de la
Educación, Humanas y Sociales. Programa de Psicología, Grupo de Investigación en Psicología
(gipsi). Calle Real de Ternera n.° 30-966, código postal: 130010, Colombia. Correo electrónico:
gustavo.martinez@usbctg.edu.co
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Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
Abstract
The present chapter is conceived around the theoretical approach to the expe
rience of death anxiety, which, is a conceptual transit from existential anxiety, is
an approach as an existential psychopathological model, for the understanding
of the terror towards death, being, of course, very important for psychothe
rapeutic work, allowing us to recognize the experiential relationship between
death and anxiety, as a human main ontological existential, showing us death
as an influential limiting experience in concrete living, and the presence of
anxiety, as a threat worthy of psychological defensive articulation. Within the
theoretical approach to the experience of death anxiety, we will then approach,
personal experience in the face of temporality, otherness and the personal
changes that are provoked from his consciousness, represented in the human
encounter with primary anxiety. Some very significant aspects of the concep-
tual approach of the experience of death anxiety, we can identify them in the
manifestation of it, from the experiential process, the desire, the will and the
intention of the person who experiences the experience of death anxiety, in
which we can approach in a more detailed and specific way, the movement of
the intentional psychological structure of the experience of death anxiety,
their affective, mental bases and their senses, the experiences of ontologically
recognizing anxiety, of standing before themselves, of avoiding it or of taking
charge of destiny; conceptual attributes, that will be approached from clinical
psychology with existential phenomenological perspective.
134
Gustavo Alejandro Martínez
Introducción
La experiencia del ser está impactada o atravesada por diferentes acontecimientos
en sí mismos; sin embargo, a nuestro parecer, son pocos como la experiencia de
la muerte. Civilizaciones enteras han construido su cosmogonía y cosmovisión
de la existencia, en una irónica relación con la muerte, una obvia necesidad de
alianza que le permita una trascendencia decorosa a su ser, una necesidad
de continuación en un espacio atemporal desconocido, un llamado sagrado de
algún Dios a otro mundo original y perfecto, donde ocurre un acto libertario
del alma desde la cárcel somática, finita y terrenal del cuerpo.
La muerte
La comprensión de esta experiencia de vida, como lo es la muerte, será abordada
basada en la fenomenología existencial, no solo porque es lo que nos exige el
rigor de nuestra vivencia, sino también por la existencia misma, porque cree-
mos, es en el lugar más vivo, en el lugar por donde más honestamente podemos
cuidar del ser, como nos propone Yalom (2018), en su tratado de Psicoterapia
existencial, en el cual, de la manera más congruentemente humana posible,
vincula la vida, la muerte y la angustia.
Es absolutamente claro que, detrás de cada impulso por la vida, está la expe-
riencia de que alguna vez esta misma nos hablara de nuestra propia muerte;
convirtiéndose quizá, en la experiencia que más invita a nuestra curiosidad, a
nuestro tender, ya sea para comprenderla como para defenderse de ella; quizá,
sea necesaria en el sentido más ontológico posible; quizá, nos preguntemos por
nosotros a partir de saber que dejaremos de ser, incluso, quizá sea la muerte,
la necesaria obligación de nosotros mismos, quizá sea el acto más responsable
de la existencia, quizá sea la muerte, la madre de la vida, quizá no sea una
experiencia tenebrosa que nos arranca las entraña, sino que nos teje desde
el centro más humano, el más sensible, quizá, sea la muerte el sentido más
poderoso de vida, quizá, sea la muerte la señal más inequívoca de vida, de lo
anterior, también nos habla claramente Yalom (2018), la muerte es el hecho
más importante de la vida.
135
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
En este marco, la muerte es uno de esos puentes tendidos, que nos trae y
regresa a la verdadera esencia, como manifestaban nuestros referentes más
ortodoxos del existencialismo, en el cual, sin duda, nos ha hecho ponernos de
frente con aquellas aristas dolorosas del ser humano, de allí, que la muerte sea
un hecho que duele siempre (Yalom, 2018). Por lo tanto, la muerte, al ser un
hecho ontológicamente doloroso, hace que como humanos hagamos algo con
ella, quizá sea el sentido, uno de los buenos hijos en la aparición de la muer-
te, sin embargo, frente a hacer algo con ella, empezamos haciendo algo con
nosotros frente a ella, pues, finalmente, se trata de nuestra muerte, se trata
de hacernos cargo de nuestra muerte, las tradiciones, los rituales y las expli-
caciones, que extienden lo material a lo inmaterial; son fiel muestra de ello,
esto nos lleva a darnos cuenta de nuestra intención hedonista, una intención
que siempre busca suavizarla.
136
Gustavo Alejandro Martínez
137
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
Lo anterior significa que, “el terror a la muerte es ubicuo y de tal magnitud que
una porción considerable de la energía vital de uno se consume en la negación
de la muerte” (Yalom, 2000, p. 218); pero también, “puede abrir un horizonte de
posibilidad y empujar el coraje necesario” (Tillich, citado en Pérez-Álvarez,
2019, p. 22), de manera, que, para adentrarnos en esta experiencia, debemos
primero construir el concepto de angustia y luego centrarse en la propuesta
del modelo psicopatológico, basado en la angustia ante la muerte.
138
Gustavo Alejandro Martínez
139
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
140
Gustavo Alejandro Martínez
Empecemos a clarificar la ansiedad que nos plantea May, con base en el término
aprensión, pues, además de otras características del concepto, nos muestra una
relación contundente con la angustia ante la muerte que ya hemos concep-
tualizado, pues, es esta aprensión la que pone una base de relación ontológica
con el concepto de angustia, siendo un miedo “no razonado” y desentrelazado,
sin embargo, consciente de algo que amenaza. Esta aprensión se convierte
entonces también en una posible diferenciación entre angustia y ansiedad,
141
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
142
Gustavo Alejandro Martínez
Vamos a profundizar en estas dos defensas, que Yalom (2018) llamó funda-
mentales contra la muerte. En primer lugar, tenemos el supuesto (la creen-
cia) de que somos especiales, esta manera de negar la muerte tiene una base
importante en la creencia de inviolabilidad, en la cual creemos que la regla de
la mortalidad se aplica a los demás, pero, ciertamente, no a nosotros mismos
(Yalom, 2018). Este supuesto cumple, al igual que la segunda creencia que ya
conceptualizaremos, con mantener a la muerte lejos de su inmediatez; cuanto
más poder se cree tener, más se mitiga el miedo a la propia muerte y más se
fortalece el supuesto de especialidad, no obstante, cuando nos damos cuenta
143
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
144
Gustavo Alejandro Martínez
Al respecto, Signorelli (2011) nos dice, miramos para otro lado, hacemos como
que no existe en nuestro futuro próximo, olvidamos que tenemos que morir,
los que mueren son los otros, por eso siempre asombra que alguien muera y más
sorprendente aun si el que tiene que morir soy yo. Frente al afán de control, la
angustia nos habla con su voz de constitutivo de desamparo y vulnerabilidad
de la existencia humana.
145
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
El deseo
El deseo, visto desde esta perspectiva fenomenológica existencial, es la base
afectiva de la experiencia del ser (May 2011; De Castro y González, 2017). Esto
implica ser una energía, una fuerza capaz de direccionar, capaz de modificar, de
empujar, de proyectar e, incluso, por el acto más básico de la “fuerza”, capaz
de orientar. Se dice que para que un objeto en el mundo físico sea movido,
necesita un estímulo capaz de superar la fuerza misma de la estática y con ello
pueda cambiar al objeto en cuestión de lugar, es decir, en la fuerza se ve repre-
sentada una relación de intercambio, una transacción entre la fuerza (deseo) y
su dirección (tendencia). Pues bien, el deseo, en su aspecto más específico, se
establece como aquella fuerza capaz de movilizar al ser, lo cual se deja vislum-
brar en la frase de May (2011), el deseo es quien nos mueve; con este efecto
energético, el deseo será capaz en sí mismo de contener la energía afectiva para
continuar. Entendiendo lo anterior, como la base de la movilidad del ser, todo
ello cuando este sea capaz de dar clarificación a su deseo.
146
Gustavo Alejandro Martínez
Por ende, podemos continuar diciendo que el deseo no solo tiene energía, sino
que también de manera implícita guarda un sentido, que permitirá desarrollarse
en un mundo de valoraciones para el ser (May 2011; De Castro y González,
2017). Un mundo al cual es capaz de encontrarle, en lo afectivo, un “para
qué” a tal relación energética, contenida en las experiencias de trascendencia
y proyección de los seres humanos, de manera que el deseo en sí mismo es el
significado de la experiencia de sentido. Para ser más claro, el deseo viene a
mostrarnos la movilización autentica y original de una experiencia de sentido
(May, 2011; De Castro y González, 2017).
Cada vez que nos damos a la tarea de comprender al ser dentro de su experiencia,
nos encontramos con un conjunto de asociaciones, que vienen a mostrarnos
un “representativo de valoraciones” (símbolos); en este caso, el deseo toma
una particular función con respecto la experiencia de representación, algo
muy aproximado a cuando somos capaces de decir “Mi Deseo”, lo cual, marca
una tendencia frente a cualquier deseo; es decir, el conjunto de simbolismos
que viven dentro de la experiencia del deseo, nos muestra que no es cualquier
fuerza dirigida hacia cualquier objeto o sujeto, sino que dentro de él vive un
mundo capaz de hablar solamente de quien vive ese deseo. Ahora bien, en el
marco de apropiarse del deseo, es decir, de reconocerlo propio, guarda una
relación previa, presente y futura de conservarlo así (propio), de las propias
pertenencias, de las propias experiencias, es decir, del sí mismo.
Hay dos características muy significativas del deseo, que enseguida clarifi-
caremos; en primer lugar, podemos decir, que todo deseo implica una carga
de ansiedad. Relacionar estos dos conceptos (deseo y ansiedad) es interesante de
acuerdo con nuestra aproximación teórica de la experiencia de angustia ante
la muerte, pues, en el acto imaginativo del deseo existe una fuerza orientada
llena de sentidos, que lleva al ser, a relacionarse con una amenaza o riesgo de
los valores existenciales, su anulación o su clarificación generarán una relación
constructiva o destructiva en el desarrollo del ser, con tomar una decisión,
como existir en posibilidad, por lo tanto, con la existencia del deseo, existe un
147
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
El acto de desear
Pasemos aquí a una de las relaciones más significativas entre el deseo y el
surgimiento de la voluntad, es una experiencia de relación, debido a que
el reconocimiento, la clarificación y la confrontación con que se quiere se pro-
ducen a partir de ello. De Castro y González (2017), citando a May, dicen que
el acto de desear es ese juego imaginativo de la posibilidad de que algo ocurra;
desear, entonces, tiene un compromiso experiencial genera la prospección de
posibilidades y la utilización de los elementos significativos.
Por otra parte, De Castro y González (2017) nos dicen con respecto a la función
receptora del acto de desear que esta implica asumir una actitud orientada a
recibir sin renegar, validar o rechazar la propia experiencia, para conocerla
descriptivamente tanto como se pueda, para clarificar valores y significados
implicados en ella, aun cuando la experiencia que se reciba sea la propia an-
gustia ante la muerte.
Estamos hablando de una experiencia que se revela, que se acoge, que se cla-
rifica y se explora, es decir, un experiencia que, al participar, implicaría una
aceptación de sí, de su deseo; no obstante, una aceptación orientada, una
aceptación que ya empieza a tener una visión (conciencia) para su afirmación
de deseo; De Castro y González (2017) nos puntualizan diciendo, “este acto
148
Gustavo Alejandro Martínez
La voluntad
Si el deseo es la base de toda la experiencia con contenido afectivo, la voluntad
desempeña un rol estructurador; debido a los matices que esta guarda, la voluntad
viene a generar una experiencia instituyente en el deseo, garantiza la estabilidad,
la mediación, la constancia en el deseo; es decir, genera madurez dentro de la
energía, la significación y la orientación futura. La voluntad sabe, porque es
la base mental de la experiencia, que viene a trascender de un juego imaginativo
del sí mismo, en la conciencia laboriosa y profunda del ser (May, 2011; De
Castro y González, 2017), pues, la necesita para dar elecciones consecuentes
de protección al deseo y a su acto de desear, que permita conservar su sangre
vital; pero es su relación (deseo y voluntad) la que genera congruencia entre sus
roles en la experiencia. Para que el acto de desear no nos lleve a ser, robotizados
149
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
150
Gustavo Alejandro Martínez
La intencionalidad
Como nos manifiestan May (2011) y De Castro y González (2017), la intencio-
nalidad es la estructura que da sentido a la experiencia, es la capacidad del ser
de tener intenciones, además, complementa en un parafraseo a James, es la
participación que permite darnos cuenta de nuestra capacidad de formarnos,
modificarnos y moldear los hechos del día en su relación con nosotros, entonces;
la intencionalidad es la estructura que da sentido a nuestra experiencia, debido
a que nos habla de un proceso relacional con nosotros mismos, para darnos
cuenta de nuestra capacidad de modificar los hechos del día en pro de nuestros
propósitos, (relación con oportunidad intencional). Tal cual como lo dicen May
(2011) y De Castro y González (2017), es la clave (organización, acomodación)
151
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
Sentido
Incluyamos en este momento, la importancia del sentido, que tanto he-
mos acotado para relacionarnos en la clarificación del proceso experiencial,
hemos permanentemente relacionado el sentido, con el deseo, manifestando
que todos y cada uno de ellos implican un nivel de significación, un nivel de
orientación que permita proyectar el deseo en la intencionalidad; quizá, esta
sea la muestra más exacta del sentido dentro del proceso experiencial, esta se
halla en la relación con la cual un individuo dentro de una experiencia,
se relaciona con sus ganancias afectivas.
Los autores han relacionado el sentido con un “para qué”, que aparece en su
relación con el tiempo, el inconsciente, el consciente, la intencionalidad, entre
otras; el sentido nos muestra cómo podemos llenar de significaciones una ex-
periencia como esta puede vincularse con nuestro mundo afectivo. Ante esto,
152
Gustavo Alejandro Martínez
Las raíces
Sentir angustia ante la muerte puede llevar al ser a relacionarse de una manera
importante con los aspectos afectivos más profundos, los más enraizados y
estructurales. La angustia se genera —se mueve desde la raíz ontológica del
ser— a partir del riesgo en el que puede estar la significación de un valor, es
entonces, cuando el ser siente la experiencia de amenaza de todo lo más valo-
rado, lo más importante, de las experiencias afectivas más cercanas. Explorar los
deseos frente a las experiencias más esenciales es una vivencia absolutamente
terapéutica. Los deseos infantiles, corporales, nobles e, incluso, la exploración
de aquellos deseos matizados por la agresividad permitirá acercarnos al reco-
nocimiento del propio ser —si se exploran de una manera consciente—, de su
fuerza, de su realidad interna y externa con el fin hacer algo con ellos frente a
la angustia ante la muerte, de utilizar la carga de significación que llevan para
afirmarlos, reconocerse en el acercamiento a los deseos es necesario para decir
“yo deseo hacer algo con mi angustia, pues se trata de mí”; en palabras De Cas-
tro y González (2017), no se trata solo de percatarse de ellos (de los deseos),
sino también y sobre todo de vivenciarlos y experimentarlos como propios.
153
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
El tallo
154
Gustavo Alejandro Martínez
Cuando estamos haciendo uso de una relación sana con nuestra voluntad,
somos capaces de hablar de nuestra propia muerte, sin intentar evitar la
angustia que ello trae, es posible recibir los propios determinismos, tomar
un postura responsable frente a ellos, conocer el movimiento psicológico que
se gesta frente a la desintegración propia y de los otros; pero, aun así, somos
conscientes de querer ser nosotros mismos quienes seamos los autores de la
historia personal, incluso de nuestros propios deseos y angustias frente a la
muerte. Yalom (2018), citando a Otto Rank, con respecto a la voluntad, nos
plantea, “por voluntad entiendo una organización positiva y orientadora, que al
mismo tiempo utiliza creativamente y controla las pulsiones instintivas” (p. 23).
El follaje
155
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
156
Gustavo Alejandro Martínez
Conclusiones
La experiencia de angustia ante la muerte ha sido históricamente estudiada,
como es el caso de la filosofía y la psicología existencial, que han reconocido su
amplitud y llegado a este momento, sin embargo, aún hay mucho por escribir.
Otros autores, como lo expone Yalom (2018), han decidido ser “innovadores”
y han dejado a un lado, como lo hace la postura psicoanalítica freudiana de
angustia sin muerte, al intentar mantener su fidelidad a la teoría dialéctica
original de la libido y la preservación del yo; no obstante, el mismo Freud
brevemente reconoce el papel que desempeña la muerte en la etiología de la
157
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
158
Gustavo Alejandro Martínez
(2018, p. 64) también nos dice al respecto, “podemos organizar una campaña
defensiva: evitaremos la causa de nuestra inquietud, buscaremos aliados para
enfrentarnos a ella, inventaremos rituales mágicos para conjurarla o plani-
ficaremos una lucha sistemática para despojarla de su contenido siniestro”.
Para continuar con esta conclusión, debemos tener en cuenta la base cogniti-
va de la experiencia, la base mental, la voluntad y su uso; en este aspecto del
proceso experiencial frente a la angustia ante la muerte, podríamos evidenciar
una trasformación significativa, si el uso de esta se relaciona de una manera
sana con la exploración de sus raíces afectivas, podríamos evidenciar el nivel
de conciencia frente a la experiencia amenazante a los valores centrados, la
movilización de la conciencia para hacer algo, es decir, como verdaderamente
el ser se mueve utilizando su saber para hacerse responsable de una acción, en-
tonces, evidenciaríamos a la voluntad y a la libertad en una relación de sentido.
159
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
Como nos dice Yalom (2018), otro modo de negar la responsabilidad es estar
temporalmente con la mente alterada, en ella se guarda una fuerte significa-
ción y gratificación para renunciar a la libertad y para atenuar el poder de la
angustia ante la muerte, más claramente, decimos, no se utiliza la responsa-
bilidad, solo se busca impedir la aniquilación del ser, es una interdependencia
de la vida y la muerte, es decir, es una defensa psicológica para mantener al
ser momentáneamente fuera de la muerte, un caramelo, una gratificación,
pues, mientras se está vivo se teme morir (Yalom, 2018). Ante lo anterior, se
160
Gustavo Alejandro Martínez
concluye diciendo, uno de los afanes más básicos del ser humano es intentar
trascender la muerte, desde los fenómenos personales más profundos, pasando
por nuestras defensas, motivaciones, sueños y pesadillas (Yalom, 2018).
161
Capítulo 7. La experiencia de angustia ante la muerte: una aproximación teórica al modelo psicopatológico propuesto por Yalom...
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162
Gustavo Alejandro Martínez
163
Tercera
Parte
Aplicaciones psicológicas
165
Capítulo 8
Resumen
El presente capítulo de libro presenta los resultados sobre el estudio del con-
trol inhibitorio cognitivo en adolescentes entre 14 y 18 años, en un centro de
atención especializado para el menor infractor, ubicado en Turbaco, en Bolívar.
En dicho estudio se utilizó un enfoque cuantitativo de tipo descriptivo. Para
la recolección de la información se aplicó un instrumento de medición especí-
fico: la subescala del área orbito medial de la Batería de Funciones Ejecutivas
y Lóbulos Frontales (banfe). Este instrumento aportó los datos requeridos
para la obtención de resultados cuantitativos de acuerdo con el objetivo pro-
puesto, el cual fue la descripción del control inhibitorio cognitivo en un grupo
de menores infractores. Luego, los datos fueron analizados para finalmente
obtener las conclusiones y recomendaciones que permitan contribuir al es-
tudio de la delincuencia juvenil. Se encontró que un porcentaje significativo
*
Docente Universidad de San Buenaventura-Cartagena. Facultad de Ciencias de la Educación,
Humanas y Sociales. Programa de Psicología, Grupo de Investigación en Psicología (gipsi). Calle
Real de Ternera n.° 30-966, código postal: 130010, Colombia. Correo electrónico: ivan.cadena@
usbctg.edu.co
**
Magíster en Neuropsicología. Correo electrónico: cgutierrez76@hotmail.com
***
Médico Psiquiatra. Universidad de Cartagena. Correo electrónico: marcostulio67@gmail.com
167
Capítulo 8. Control inhibitorio cognitivo en adolescentes en un centro de atención especializado para el menor infractor en Bolívar (Colombia)
Abstract
This book chapter presents the results of the study of cognitive inhibitory
control in adolescents between 14 and 18 years of age, in a specialized care
center for the minor offender, located in the municipality of Turbaco, in the
department of Bolívar.
Introducción
La neuropsicología tiene dentro de sus desafíos y fines el estudio del daño o la
afectación funcional de los lóbulos frontales y sus consecuencias, tan heterogé-
neas e importantes en las conductas más complejas del ser humano, incluidas
168
Iván Darío Cadena Ramos, Claudia Elena Gutiérrez Matos y Marcos Tulio Salas De la Hoz
169
Capítulo 8. Control inhibitorio cognitivo en adolescentes en un centro de atención especializado para el menor infractor en Bolívar (Colombia)
El daño frontal es una entidad más común de lo que se cree y, en caso de detec-
tarse o presentarse en los adolescentes en conflicto con la ley, explicaría una
serie de alteraciones muy importantes en la conducta, la regulación del estado
de ánimo, el pensamiento y el comportamiento social de estos adolescentes
(Stuss y Levine, 2002).
170
Iván Darío Cadena Ramos, Claudia Elena Gutiérrez Matos y Marcos Tulio Salas De la Hoz
córtex frontal y está situado en la parte anterior, seguido del córtex premotor
(Área 6) y del córtex precentral (Área 4) en las zonas más posteriores. El córtex
prefrontal está dividido en tres regiones que no tienen una delimitación precisa
(Seron y Jeannerod, 1994) a saber: a) la región dorsolateral o externa, situada
en la cara convexa del hemisferio; b) la región frontomedial, situada en la cara
interna; y c) La región orbitofrontal o ventral (Seron, y Jeannerod, 1994); esta
última está ligada específicamente a esta investigación.
171
Capítulo 8. Control inhibitorio cognitivo en adolescentes en un centro de atención especializado para el menor infractor en Bolívar (Colombia)
Control inhibitorio
Se refiere a la supresión de estímulos que pujan por una respuesta competitiva
en orden de realizar una determinada tarea; implica suprimir distractores ex-
ternos que pueden entorpecer la tarea primaria, suprimir estímulos internos
que pueden interferir con las operaciones en curso en la memoria de trabajo o
suprimir respuestas prepotentes o automáticas no necesarias para el logro de
objetivos del organismo (Nigg, 2000; 2001). Para algunos autores, el término
inhibición no refiere a un constructo unitario, sino a un rango de procesos auto-
máticos y controlados que pueden ocurrir en el comportamiento o en la cogni-
ción (Harnishfeger, 1995; Nigg, 2000). Por ejemplo, Friedman y Miyake (2004)
realizaron un modelo de análisis estructural en el que combinaron tareas de
inhibición de respuestas prepotentes y tareas de resistencia a la interferencia
de distractores. Los investigadores encontraron que el rendimiento en tareas de
generación aleatoria de números, en tareas que miden la habilidad de cambio
cognitivo (task-switching) y los fallos cognitivos diarios se relacionaban con la
inhibición de respuestas prepotentes, mientras que las tareas de amplitud de
memoria de trabajo (de lectura o tareas como la amplitud de oraciones) y
de resistencia a pensamientos intrusivos no deseados se relacionaban más con
la resistencia a la interferencia proactiva. Mientras otros estudios han tomado
también distintas tareas de inhibición, encontrando escasas relaciones entre
ellas y proponiendo la existencia de procesos inhibitorios específicos disociables
entre sí (Hamilton y Martin, 2005; Borella et al., 2007).
172
Iván Darío Cadena Ramos, Claudia Elena Gutiérrez Matos y Marcos Tulio Salas De la Hoz
173
Capítulo 8. Control inhibitorio cognitivo en adolescentes en un centro de atención especializado para el menor infractor en Bolívar (Colombia)
Chee y Cold (2000) concluyen que este tipo de proceso inhibitorio ante tareas
abstractas es diferente de los procesos inhibitorios que se presentan ante
conductas motoras o acciones mentales que requieren movimiento. También
señalan que existen diferentes áreas en la corteza frontal, que soportan dife-
rentes tipos de inhibición (Flores, 2006).
174
Iván Darío Cadena Ramos, Claudia Elena Gutiérrez Matos y Marcos Tulio Salas De la Hoz
En una tarea tipo Stop, adaptada para niños prescolares, se ha encontrado que
los niños entre 3 años y medio a 4 años y medio presentan dificultades para
guiar sus acciones inhibiendo la respuesta dominante. El desempeño mejora
conforme la edad, y los niños de 6 años prácticamente no presentan dificultades
para realizarla (Diamond, 2002; Gerstadt et al., 1994).
Otros estudios que han utilizado tareas que implican la capacidad de demorar
una conducta con carga afectiva, por ejemplo, ignorar una recompensa pequeña
inmediata a favor de una más grande, pero lejana en el tiempo o evitar mirar
una recompensa deseada mostraron que los participantes de 3 años, a dife-
rencia de los de 4 años, tuvieron dificultades para inhibir su deseo de obtener
recompensas inmediatas (Carlson, 2005).
Estos hallazgos indican que en las edades entre los 3 y los 4 años existe un
progreso del proceso inhibitorio, tanto de respuestas dominantes cognitivas
y motoras, como de respuestas de espera con contenido motivacional, y que
en niños mayores de 4 años, prácticamente, se encuentran establecidas, por
lo que se ha considerado que el control inhibitorio puede ser un proceso que
permite el desarrollo adecuado de otras fe (Barkley, 1997).
175
Capítulo 8. Control inhibitorio cognitivo en adolescentes en un centro de atención especializado para el menor infractor en Bolívar (Colombia)
Resultados
Inicialmente, se hace necesario realizar un análisis de los datos sociodemográ-
ficos. En principio, al hablar sobre el tipo de delito se encontró que el de mayor
frecuencia fue el delito contra la propiedad, con 51 % de los jóvenes, y un 37 %
contra la vida. A estos dos se les suma, por un lado, el de tráfico y porte ilegal
de armas, con un 8 %, mientras que aquellos con menor frecuencia fueron
contra el pudor sexual, violencia intrafamiliar, con un 5,4 % y, finalmente,
porte, tráfico y distribución de estupefacientes, con 2,7 %.
Los datos anteriores indican que en la población evaluada existió mayor pre-
valencia en delitos relacionados con el hurto, la extorsión, la estafa, el fraude
o la apropiación indebida de bienes (51), seguido de delitos como el asesinato,
176
Iván Darío Cadena Ramos, Claudia Elena Gutiérrez Matos y Marcos Tulio Salas De la Hoz
En relación con el tipo de delito, se encontró que del total de adolescentes que
cometieron delitos contra la vida (diez), el 30 % presentó alteraciones leves
moderadas, 30 % alteraciones severas y 40 % con puntuaciones dentro de lo
normal. En cuanto a fabricación, tráfico y porte de armas, un 67 % presentó
alteración severa y un 33 % dentro de lo normal; con respecto al delito contra
estupefacientes, el 100 % obtuvo puntuaciones dentro de lo normal, en cuanto
al delito contra la propiedad, un 26 % presentó alteraciones leve-moderadas,
21 % alteración severas y 52 % con puntuaciones normales; contra el pudor
sexual, el 50 % presentó alteración leve-moderada y el otro 50 %, con alteración
severa, finalmente en el delito de violencia intrafamiliar, el 100 % presentó
alteración severa.
177
Capítulo 8. Control inhibitorio cognitivo en adolescentes en un centro de atención especializado para el menor infractor en Bolívar (Colombia)
Ahora bien, en relación con los resultados del área orbitomedial de la banfe, que
evalúa el control inhibitorio y responde al propósito principal de este trabajo
encontramos lo siguiente: del total de la muestra (37), 14 obtuvieron alteraciones
que oscilaron entre los rangos de leves a severos, lo que corresponde a un 37,8 %,
de los cuales 3 presentaron alteraciones leve moderadas, que corresponden a un
8,1 %, y 11 presentaron compromiso severo en el funcionamiento orbitomedial
o del control inhibitorio cognitivo, que corresponde a un 29,7 %; 23 obtuvieron
resultados entre normal y normal alto, que corresponde a un 62,2 %, de los cuales
22 obtuvieron puntuaciones normales, o sea, un 59,5 %, y 1 con puntuación
normal alta que equivale a un 2,7 %. Se evidencia como un porcentaje del 37,8 %,
el cual es representativo y evidencia dificultades para la supresión y control de
conductas impulsivas. Lo anterior se evidencia en la tabla 1.
Porcentaje Porcentaje
Área orbitomedial Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
178
Iván Darío Cadena Ramos, Claudia Elena Gutiérrez Matos y Marcos Tulio Salas De la Hoz
Delito
Tráfico Contra Contra la Contra Violencias
Contra
Batería De porte de estupefa- propie- el pudor intrafa-
la vida
Funciones armas ciente dad sexual miliar
Ejecutivas N =10
N=3 N=1 N=19 N=2 N=2
X(de)
X(de) X(de) X(de) X(de) X(de)
Orbitome- 184,7 173,67 187,8 176,0 180,8
188,0
dial Total (11,9) (3,05) (8,22) (9,89) (13,43)
Fuente: elaboración propia.
Se debe agregar que este área (la orbitomedial) cumple, además, otras funciones,
entre las cuales están: ser el centro integrador de información mnemónica,
sensorial y emocional y cuyo deterioro de la función se plantearía como una
posible evolución hacia un síndrome disejecutivo. Las alteraciones que se
evidencian en los sujetos que tienen alterada esta área presentan alteraciones
del comportamiento, apáticos, desmotivados, sujetos desinhibidos, no tienen
en cuenta las normas sociales, incapaces de inhibir respuestas incorrectas,
afectaciones del humor.
Discusión
Los resultados evidencian alteraciones funcionales asociadas a la actividad de
la corteza orbitomedial, la cual se relaciona con el control inhibitorio; por lo
tanto, se hace necesario una investigación que verifique si estas alteraciones
tienen evidencias anatómicas o estructurales que sean detectadas a través de
imágenes cerebrales como: tomografía axial computarizada (tac), tomogra-
fía por emisión de positrones o resonancia magnética en los adolescentes en
conflicto con la ley, relacionados con alteraciones en el control de la conducta
inhibitoria y la inhibición atencional. Datos que concuerdan con el estudio de
Coba (2012), quien concluye que las funciones del lóbulo frontal están asociadas
con los rasgos de personalidad disocial.
179
Capítulo 8. Control inhibitorio cognitivo en adolescentes en un centro de atención especializado para el menor infractor en Bolívar (Colombia)
180
Iván Darío Cadena Ramos, Claudia Elena Gutiérrez Matos y Marcos Tulio Salas De la Hoz
et al., 2005) menciona que los agresores sexuales no parecen tener control
sobre sus impulsos sexuales y llevan a cabo la violación como una forma de
descargar una exagerada tensión sexual. Según Martínez, estos son los verda-
deros agresores sexuales, otros cometen el abuso como medio para satisfacer
sus necesidades agresivas, lo cual se nota en la forma de ejecutar el acto. Los
agresores sexuales son socialmente inmaduros, incapaces de establecer rela-
ciones afectivas de manera adecuada, son tímidos, retraídos, inhibidos y no
han vivido un desarrollo normal en relación con la afectividad y la seguridad
como necesidades básicas.
Conclusiones
En primera instancia, una de las principales conclusiones que se obtuvieron
luego de la realización de las pruebas y el análisis de la información recabada es
que, al verificar la edad cronológica en la que se cometieron mayoritariamente
los delitos, en relación con la población objeto de estudio, se encontró que 30
menores indicaron que a sus 17 años fue la edad en que cometieron mayor
número de infracciones o delitos; por su parte, de esos 30 casos, 10 cometie-
ron delitos contra la vida y 19 contra la propiedad, resultando ser estas dos
modalidades de delito las más frecuente a esta edad.
181
Capítulo 8. Control inhibitorio cognitivo en adolescentes en un centro de atención especializado para el menor infractor en Bolívar (Colombia)
DELITO
Total
1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0
14,0 0 0 0 0 1 0 1
16,0 2 0 0 3 0 0 5
Edad
17,0 8 3 1 15 1 2 30
18,0 0 0 0 1 0 0 1
Total 10 3 1 19 2 2 37
Fuente: elaboración propia.
Sobre ello, el resultado que arrojó la prueba fue que un 37,8 % de los menores
objetos de estudio presentó alteraciones del área orbitomedial, específicamente,
en delitos que tienen que ver con tales acciones o actitudes personales, como
son: la posesión, el porte, el tráfico y la distribución de estupefacientes, así
como las manifestaciones contra el pudor sexual. También se concluye que para
el estudio de una dimensión como el control inhibitorio o una zona específica
del cerebro o del lóbulo frontal, además de analizar lo directamente relaciona-
do con el control o lóbulo, se deben estudiar las dimensiones o los correlatos
neuro-anatómicos relacionados.
182
Iván Darío Cadena Ramos, Claudia Elena Gutiérrez Matos y Marcos Tulio Salas De la Hoz
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186
Capítulo 9
Resumen
Las discapacidades físico-motoras suelen traer consigo una serie de limitaciones
que no se reducen a la ausencia de la movilidad; quienes lo padecen pueden
presentar problemas asociados con la autoimagen, el autocuidado, la motivación,
la personalidad y la capacidad de autodeterminación, entre otros aspectos. El
presente capítulo busca identificar los componentes del funcionamiento fa-
miliar necesarios para la potenciación del desarrollo de la autodeterminación
en adolescentes con discapacidad físico-motora. Para tal efecto, se realizó un
estudio descriptivo-correlacional, mediante un diseño cuantitativo transversal,
en el cual la información fue recolectada previo consentimiento informado
*
Docente e investigador, Universidad de San Buenaventura-Cartagena. Facultad de Ciencias de la
Educación, Humanas y Sociales. Programa de Psicología, Grupo de Investigación en Psicología
(gipsi). Calle Real de Ternera n.° 30-966, código postal: 130010, Colombia. Correo electrónico:
victor.pardo@usbctg.edu.co
**
Departamento de Psicología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Oriente, Santiago
de Cuba, Cuba. Correo electrónico: yanera@uo.edo.cu
***
Departamento de Psicología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Oriente, Santiago
de Cuba, Cuba. Correo electrónico: linito@uo.edu.cu
****
Centro de Estudios Pedagógicos y de Educación Superior, Universidad de Oriente, Santiago de
Cuba, Cuba. Correo electrónico: martha.vinent@uo.edu.co
187
Capítulo 9. Componentes del funcionamiento familiar relevantes para la potenciación del desarrollo de la autodeterminación...
Abstract
Physical-motor disabilities usually bring with them a variety of limitations
that are not reduced to the absence of mobility, and those who suffer from it
can present problems associated with self-image, self-care, motivation, per-
sonality and self-determination capacity among other aspects. The purpose
of this chapter is to identify the components of family functioning required
to promote the development of self-determination in adolescents with phy
sical-motor disabilities. For this purpose, a descriptive-correlational study
was carried out, by using a cross-sectional quantitative design, where the
information was collected with the prior informed consent of the family mem-
bers and students of an educational institution who reported physical-motor
disabilities. The most important variables evaluated were family functioning
and self-determination development. Data analysis was performed with abso-
lute and relative frequency distributions and a multiple ordinal regression to
identify the aspects of family functioning necessary to favor the development
of self-determination in adolescents with physical-motor disabilities, among
which the following are highlighted (p<= 0.05): communication skills, family
identity, parental roles, psycho-emotional roles and formal support networks.
Introducción
Las discapacidades físico-motoras tienen lugar como consecuencia de la pér-
dida parcial o total, transitoria o permanente en las personas, de una o más
188
Víctor Manuel Pardo-Maza, Yanetsy Rodríguez-Abreu, Raida Margarita Dusu Contreras, Martha Beatriz Vinent-Mendo
189
Capítulo 9. Componentes del funcionamiento familiar relevantes para la potenciación del desarrollo de la autodeterminación...
190
Víctor Manuel Pardo-Maza, Yanetsy Rodríguez-Abreu, Raida Margarita Dusu Contreras, Martha Beatriz Vinent-Mendo
desarrollan los parientes hacia las personas con discapacidad. Todo ello, por lo
general, se mantiene durante un tiempo prolongado de la vida (Arenas, 2009;
Arellano, 2015; Verdugo et al., 2009).
Varios son los referentes teóricos utilizados en las investigaciones para el estudio
de la autodeterminación, los que coinciden en reconocer la autodeterminación
como un proceso evolutivo que está presente durante toda la vida, que es poten-
cialmente desarrollable en todas las personas y que está influido tanto por los
atributos internos de las personas, como del contexto en el que se encuentran
(Ryan y Deci, 2013; Wehmeyer y Schalock, 2001; Wehmeyer y Garner, 2003;
Abery y Stancliffe, 2003; Peralta, 2008; Verdugo, 2011; Vicente, 2013; Pascual
et al., 2014). Uno de los modelos de mayor aceptación internacional para el
estudio de la autodeterminación en las discapacidades, es el Modelo Funcional
de Autodeterminación, propuesto por Wehmeyer, en 1999, el cual entiende la
autodeterminación como una característica disposicional, que permite poder
actuar como agente causal principal de la propia vida, hacer elecciones y tomar
decisiones, que repercutan en la calidad de vida personal, libres de influencias
externas o interferencias. Este modelo, a su vez, operacionaliza el concepto,
con base en cuatro características esenciales, que se pueden observar en el
comportamiento autodeterminado: autonomía, autorregulación, empode-
ramiento y autorrealización. Cada una de estas características se convierten
en condición necesaria, pero no suficiente, para mostrar un comportamiento
autodeterminado.
191
Capítulo 9. Componentes del funcionamiento familiar relevantes para la potenciación del desarrollo de la autodeterminación...
Ahora bien, para que la familia se convierta en esa plataforma de despegue del
desarrollo psicológico de los hijos, que sea el espacio fundamental del desa-
rrollo de su autodeterminación, tomando en cuenta algunos planteamientos
192
Víctor Manuel Pardo-Maza, Yanetsy Rodríguez-Abreu, Raida Margarita Dusu Contreras, Martha Beatriz Vinent-Mendo
de Arés (2018), requiere ser lo que se denomina una “familia potenciadora del
desarrollo psicológico” y esa familia solo es aquella con los más elevados niveles
de organización y de funcionalidad.
Material y métodos
193
Capítulo 9. Componentes del funcionamiento familiar relevantes para la potenciación del desarrollo de la autodeterminación...
Variables
Las variables por medir para alcanzar los objetivos del estudio fueron:
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Resultados
El análisis del nivel de funcionalidad de las familias de adolescentes con dis-
capacidad físico-motora estudiadas, dio como resultado que la composición
familiar es típica de la sociedad cubana actual. El 69,56 % son familias exten-
didas y el 30,43 % son familias reensambladas. Además, se obtuvo que solo
el 13,04 % son familias funcionales y el 17,39 % son familias moderadamente
funcionales. En tanto, el 13,04 % son familias moderadamente disfuncionales
y el 56,52 % son disfuncionales (ver figura 1).
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Estilos de
Democrático Mixto Autoritario Difuso Total
liderazgo
Frecuencia
% 17,39 8,69 21,73 52,17 100
Roles
Flexibles Inflexibles Difusos Ausentes Total
parentales
Frecuencia 23
% 21,73 30,43 34,78 13,04 100
Ambiente
Apertura Indiferencia Tensión - Total
familiar
Frecuencia 23
% 17,39 21,73 60,86 100
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Adaptabilidad
Alta Moderada Baja Total
familiar
Frecuencia
% 17,39 30,43 52,17 100
Redes de apoyo
Estructuradas Desestructuradas Ausentes Total
formal
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Adaptabilidad
Alta Moderada Baja Total
familiar
Frecuencia 23
% 17,39 17,39 65,21 100
Redes de apoyo
Estructuradas Desestructuradas Ausentes Total
informal
Frecuencia 23
% 65,21 13,04 21,73 100
Estos resultados se reflejan en los datos obtenidos para cada uno de los
componentes del desarrollo de la autodeterminación (autonomía, auto-
rregulación, empoderamiento y autoconocimiento) los cuales se muestran
en la tabla 4.
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Capítulo 9. Componentes del funcionamiento familiar relevantes para la potenciación del desarrollo de la autodeterminación...
Desarrollo de la
Alto Positivo Medio Negativo Bajo Total
autonomía
Frecuencia 0 0 23
% 0 0 17,39 69,56 13,04 100
Desarrollo de la
Alto Positivo Medio Negativo Bajo Total
Autorregulación
Frecuencia 0 0 23
% 0 0 17,39 65,21 17,39 100
Desarrollo del
Alto Positivo Medio Negativo Bajo Total
Empoderamiento
Frecuencia 0 0 23
% 0 0 13,04 60,86 26,08 100
Desarrollo del
Alto Positivo Medio Negativo Bajo Total
Autoconocimiento
Frecuencia 0 0 23
% 0 0 8,69 52,17 39,13 100
200
Víctor Manuel Pardo-Maza, Yanetsy Rodríguez-Abreu, Raida Margarita Dusu Contreras, Martha Beatriz Vinent-Mendo
Discusión
Los resultados obtenidos a partir del análisis de frecuencias de los datos regis-
trados por cada una de las dimensiones y componentes de análisis que integran
el Modelo de funcionamiento familiar que se asume como referente teórico para
la caracterización funcional de las familias de adolescentes con discapacidad
físico-motora estudiadas, indican que prevalecen las familias disfuncionales,
tanto solo un pequeño número son familias funcionales.
Los datos obtenidos sobre composición familiar indican que predominan las
familias extendidas seguidas de las familias reensambladas; estos resultados
dan cuenta de una estructura visible típica de la sociedad cubana actual y
familias colombianas (Castellón, 2014), en cuanto a la coexistencia de una
tipología familiar diversa.
201
Capítulo 9. Componentes del funcionamiento familiar relevantes para la potenciación del desarrollo de la autodeterminación...
[…] entre mi casa y el trabajo yo casi no tengo tiempo para nada […] tengo
que garantizarlo todo en la casa, eso me toca a mí […] si no me encargo de
poner el plato sobre la mesa quién lo pone, eso me toca.
[…] en la casa yo soy la que lo hace todo, casi nadie me ayuda en nada,
pero mejor así porque para que lo hagan mal, mejor que no lo hagan […],
no tengo tiempo ni para nada, pero cuando llegan todo está hecho […] ese
ritmo de vida está acabando conmigo, pero para eso somos las mujeres.
202
Víctor Manuel Pardo-Maza, Yanetsy Rodríguez-Abreu, Raida Margarita Dusu Contreras, Martha Beatriz Vinent-Mendo
De igual manera, en estudios realizados en Brasil (Da Silva, 2011; Stürmer et al.,
2016) se describe que las familias brasileñas se comportan de manera variada
ante el reto de la autonomía e independencia de sus hijos. La visión protec-
cionista que prevalece en la sociedad brasileña influye en las concepciones que
tienen las familias, de tal manera que, aunque algunas tratan de prepararlos
para la vida independiente, buscan para su futuro espacios de custodia como
pueden ser instituciones o familiares que se hagan cargo de ellos cuando los
padres “ya no estén”.
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Capítulo 10
Resumen
La justicia restaurativa aparece como una mirada humanizadora del proceso
judicial que difiere de la tradición punitivista que, más allá de resolver la con-
ducta punible, pareciese acarreará consigo mayor victimización de la que ya se
ha padecido. Es, entonces, la justicia restaurativa un llamado a la reconciliación
y a entender el universo en el que confluyen los actores de un delito pues, se
entiende desde esta, que no solo el ofensor resulta de importancia para el ac-
ceso a la justicia, sino que además se debe atender la víctima y a la comunidad
para, de esta manera, reparar el tejido social.
*
Docente e investigadora Universidad de San Buenaventura-Cartagena. Facultad de Ciencias de
la Educación, Humanas y Sociales. Programa de Psicología, Grupo de Investigación en Psicología
(gipsi). Calle Real de Ternera n.° 30-966, código postal: 130010, Colombia. Correo electrónico:
melissa.rivadeneira@usbctg.edu.co
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Capítulo 10. Justicia retributiva vs. justicia restaurativa: hacia la reconciliación y el abandono del estigma del perdón en Colombia
Abstract
Restorative justice appears as a humanizing view of the judicial process that
differs from the punitivist tradition which, beyond resolving the punishable
conduct, seems to bring with it greater victimization than has already been
experienced. Moreover, Restorative Justice is a call to reconciliation and to
understanding the universe in which the actors in a crime converge, since
it is understood that not only is the offender important to getting access to
justice, but also that the victim and the community must be attended in order
to repair the social fabric.
Restorative justice is not only a particular interest of the Law, since in it converge
areas such as psychology, sociology and criminology aimed at understanding
the theoretical and practical framework of what should be the same.
Introducción
Para reflexionar en torno al concepto de justicia, se hace necesario acudir a
entramado y postulados teóricos que acompañen tal proceso que la acompañen.
En tal sentido, en este capítulo observará la aproximación filosófica socrática
que resultó menester para el análisis y cuerpo de este escrito.
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Melissa Esther Rivadeneira de Ávila
de Atenas, reflexiona frente a lo justo e injusto, por cuanto estaba sumido por
el profundo respeto a la ley como expresión máxima de justicia, lo que hace
válido en estas líneas señalar lo que Sócrates replicó “es preciso examinar ante
todo Si hay justicia o injusticia en salir de aquí sin el permiso de los atenienses:
porque si esto es justo, es preciso intentarlo; y si es injusto es preciso abandonar
el proyecto”. La anterior afirmación realizada por Sócrates antes de beber la
cicuta da muestras de la reflexión dicotómica que atañen a lo justo pues, desde
ambas miradas es inevitable el sufrimiento.
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Capítulo 10. Justicia retributiva vs. justicia restaurativa: hacia la reconciliación y el abandono del estigma del perdón en Colombia
La justicia restaurativa surge en la década de los años setenta como una forma
de mediación entre víctimas y delincuentes y en la década de los años noventa
amplió su alcance para incluir también a las comunidades de apoyo, con la par-
ticipación de familiares y amigos de las víctimas y los delincuentes en procedi-
mientos de colaboración denominados “reuniones de restauración” y “círculos de
paz. De esta manera se propone la humanización del proceso de justicia, dando
lugar a las víctimas del delito, quienes son olvidadas, maltratadas en el proceso
penal tradicional y se les reconozca la atención negada a la verdad, la justicia y la
reparación de sus daños causados con el delito. En tal sentido, la justicia restau-
rativa (en adelante jr), o excluye a las partes involucradas en el conflicto, sino
que se crean condiciones en las que se conocen, tramitan, resuelven y superan
los conflictos con el agresor.
Según Miers (2001), hay muchos términos que se usan para describir el mo-
vimiento de justicia restaurativa. Estos incluyen, entre otros, los de “justicia
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Melissa Esther Rivadeneira de Ávila
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Capítulo 10. Justicia retributiva vs. justicia restaurativa: hacia la reconciliación y el abandono del estigma del perdón en Colombia
manera directa la ofensa, sin embargo, otros pueden ser afectados por el
mismo evento, bien sea familiares, testigos, familiares de los ofensores
y los miembros de la comunidad afectada. Con base en este principio, se
insta a que se traten las relaciones afectadas; dicho tratamiento circunda
en los legal y psicológico. Por lo tanto, la restauración debe centrarse en
la búsqueda de respuestas a los diversos daños.
Como observa usted estimado lector, esta es una propuesta de justicia que
apunta a resarcir el daño, sin embargo, en Colombia se goza de manera deshon-
rosa de economía política del odio y escasa cultura de perdón; pero ¿qué es el
perdón? Según Hannah Arendt, en su artículo sobre Bertolt Brecht (1948), “el
juzgar y perdonar son dos caras de la misma moneda”. Debido a que autora era
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Melissa Esther Rivadeneira de Ávila
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Capítulo 10. Justicia retributiva vs. justicia restaurativa: hacia la reconciliación y el abandono del estigma del perdón en Colombia
He aquí cómo el papel que juega el psicólogo se ve fortalecido, toda vez que
instar a buscar un correcto y valorado proceso de justicia restaurativa conlleva
a definir constructos que están manifiestos en todas sus fases como lo son la
compasión, como pilar que permite congeniar con ese sentimiento de tristeza
e impulsar a aliviar o mitigar el dolor (Araya y Moncada, 2016), así como lo
relacionado con la comprensión, la responsabilidad y la voluntad posterior de
querer generar un cambio real en la situación que se suscitó del acto violento.
Es tarea del psicólogo como uno de los garantes de la protección en salud men-
tal de salvaguardar a la comunidad y a quienes están inmersos en el conflicto,
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Capítulo 10. Justicia retributiva vs. justicia restaurativa: hacia la reconciliación y el abandono del estigma del perdón en Colombia
Aunado a estos estudios, se citan autores como Echeburúa et al. (2004), quienes
realizan una lista de sintomatología asociada a eventos traumáticos como la
confusión, dificultad para tomar decisiones, incontrolabilidad, sobresaltos con-
tinuos en lo psicofisiológico y en lo conductual, apatía y dificultad para retomar
sus actividades; señalando que sucesos como agresiones sexuales, secuestro,
muerte, generan en el individuo huellas y secuelas psicológicas que la hacen
propensas a presentar trastornos mentales y enfermedades psicosomáticas.
Conclusiones
Como profesionales de la psicología jurídica se tiene una responsabilidad social
particular encaminada a la formación integral de psicólogos que dentro de su
interés tengan el área anteriormente mencionada, tal afirmación se sustenta en
las realidades sociales que infortunadamente circundan a este país. Colombia
se percibe como un contexto social que obliga a entender las lesiones o secuelas
psicológicas que suscitan del conflicto violento que se ha padecido hace más
de 50 años. Esos espacios de formación deben tomar a consideración la victi-
mología, pues es el área que, de la mano con la psicología jurídica encaminaría
y explicaría el universo de lo que compone a las víctimas.
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Melissa Esther Rivadeneira de Ávila
Por otra parte, se hace necesario crear espacios de reflexión que permitan dar
cuenta de la disyuntiva entre lo retributivo y lo restaurativo, pues lo primero
pese a la agresión, odio, rencor y magnificación del evento violento; mientras
que la segunda nos invita a apartarnos de la reacción inmediata y reconocer
como víctimas a todo el que confluye en la comunidad, dándole paso así a la
posibilidad de estos a sobreponerse al daño y resignificar al agresor, hasta
poder verlo con compasión.
221
Capítulo 10. Justicia retributiva vs. justicia restaurativa: hacia la reconciliación y el abandono del estigma del perdón en Colombia
Referencias
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222
Melissa Esther Rivadeneira de Ávila
223
Epílogo
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Psicología clínica. Enfoques e investigación
Hoy sigue siendo necesario el saber psicológico, en medio de los cambios sociales,
de salud, económicos, políticos y gubernamentales que afrontamos en el país
y en el mundo, los mismos que no pueden desviarnos como profesionales de
la responsabilidad moral, ética, disciplinar y social que tiene la psicología con
los seres humanos y con su sentir.
226
Reseña de autores
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Psicología clínica. Enfoques e investigación
del lugar del niño con relación a la pornografía y prostitución infantil desde los
aportes de la teoría psicoanalítica” (2016), entre otras publicaciones.
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Viana Ángela Bustos Arcón
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Psicología clínica. Enfoques e investigación
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Viana Ángela Bustos Arcón
Coautores internacionales
Coautores externos
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Psicología clínica. Enfoques e investigación
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El libro Psicología clínica. Enfoques e investigación es un
texto resultado de investigación, que apuesta por una
comprensión holística del ser humano, que evidencia los
distintos modos de la clínica. Se entiende que en la
disciplina psicológica o la investigación no existen verdades
absolutas, sino más bien, un conjunto de saberes y modos
de intervención comprometidos con el bienestar humano,
en un ejercicio basado en el conocimiento científico,
teórico, técnico y aplicado, sustentado en la ética y la
calidad profesional.
ISBN 958-5114-22-7
9 789585 114227