Professional Documents
Culture Documents
La idea del procedimiento como instrucción (investigación de los hechos) terminó por
dominar todo vestigio de debate judicial con lo que la tarea de administrar justicia se
transformó consistiendo en una encuesta de los órganos públicos en procura de conocer
la verdad histórica a todo trance. Una consecuencia necesaria de ello y del desarrollo de
la organización judicial jerárquica fue el triunfo de la escritura sobre la oralidad de la
audiencia. Los jueces juzgarían con fundamento en los documentos escritos incluso sin
citar a los testigos. Posteriormente la publicidad de la audiencia fue reemplazada por el
secreto de la investigación.
Con la introducción de la tortura como método para conocer la verdad, la situación del
imputado cambió por completo. Esta meta absoluta de la persecución penal (averiguar la
verdad) no reparó en razones humanitarias; el papel del acusado se transformó de sujeto
procesal en objeto de investigación y órgano de prueba.
La tortura se desenvolvió gracias a la investigación secreta y escrita en que consistía el
proceso. La reglamentación de los tormentos por ley tendía a limitar abusos en su
utilización como medio de prueba. Las limitaciones legales se referían a tres aspectos: a
quién estaba autorizado a aplicar el tormento; a cuándo pudo ser aplicado y a la forma de
aplicarlo. También se referían a su documentación y a los efectos de su resultado. La
limitación comenzó como privilegio hacia ciertas personas que luego perdieron su
prerrogativa para convertirse en exigencias acerca de su procedencia: tal era la
necesidad de que fuera ordenada por una decisión de un tribunal, fundada en
presunciones vehementes, en el testimonio de un testigo de viso o en indicios graves y
demostrados por dos testigos. Existían también previsiones respecto a la debilidad del
atormentado por razones de edad o enfermedad y en tales casos el suplicio era
reemplazado por un simulacro: la preparación del tormento y la colocación de la persona
a interrogar frente a los instrumentos de tortura.
Se introdujo también el sistema de valoración legal de la prueba. Las leyes para limitar el
poder de quien juzgaba establecieron las exigencias que debía reunir el juzgador para
condenar o decidir algún aspecto de la persecución. De allí las locuciones “semiplena
prueba y plena prueba” que conocemos.
El juzgador no fundaba su fallo en su convicción, apelando al valor de la verdad sino que
verificaba o no las condiciones que la ley le exigía para decidir de una u otra manera o
sea que el acierto del juicio no dependía de su coincidencia con la verdad sino de la
observancia de las reglas jurídicas previstas.
La razón del procedimiento por actos escritos radicaba en que era la única manera de
controlar el acierto del fallo por vía de apelación, de allí la escritura y la protocolización de
los actos que fundaban el fallo.
2
Las exigencias para condenar que imponía la ley conducían a aceptar la tortura para que
el reo confesara y en especial cuando la acción no contaba con testigos o no existían
indicios suficientes.
Como la justicia estaba organizada como una institución jerárquica, la apelación de las
decisiones era uno de los caracteres del sistema. La apelación consistía en una
institución política que aseguraba la centralización del poder y no una garantía para el
imputado. De ese sentido político de la institución emergió el efecto devolutivo de los
recursos.
SISTEMA ACUSATORIO:
Característica fundamental: división de poderes ejercido en el proceso: por un lado el
acusador que es quien persigue penalmente y ejerce el poder requirente; por otro lado el
imputado que es quien debe resistir la imputación ejerciendo el derecho de defensa y
finalmente el tribunal que es quien tiene la facultad de decidir.
Su principio fundamental y que le da nombre al sistema radica en la exigencia de la
actuación de un tribunal para decidir el pleito y los límites de su decisión están
condicionados al reclamo (acción) de un acusador y al contenido de ese reclamo y
además a la posibilidad de resistencia del imputado frente a la imputación que se le
atribuye.
Acción: Por acto formal de acusación (popular o privada) originada en un daño o
infracción a las leyes comunitarias. Delito como conflicto perteneciente a los involucrados.
Jurisdicción penal: reside en tribunales populares; en algunos casos en asambleas del
pueblo y en otras a tribunales por jurados.
Persecución penal: la lleva a cabo un acusador, persona de existencia visible que no es
un órgano del Estado. Sin acusador y sin imputación hacia otra persona no existe
proceso.
El acusado: es un sujeto de derechos colocado en un pie de igualdad con el acusador
cuya situación jurídica se mantiene hasta el momento de la condena. Las medidas de
coerción o la privación de su libertad durante el proceso es una excepción.
El procedimiento: consiste en un debate público, oral, continuo y contradictorio. Los
jueces perciben los medios de prueba, los fundamentos y las pretensiones que ambas
partes introducen.
3
EL SISTEMA INQUISITIVO:
Es un sistema de enjuiciamiento penal que responde a la concepción absoluta del poder
central. Todos los atributos que concede la soberanía se reúnen en una única persona.
La característica fundamental: reside en la concentración del poder procesal en una
única mano: la del inquisidor. Sus funciones consisten en perseguir y decidir
Acción: Acusación pública por parte de un sujeto estatal. Se origina en la desobediencia
a la autoridad, a un apartamiento del orden estatal. Existe expropiación monopólica del
conflicto que es entre Estado e individuo.
La jurisdicción penal: es depositario de toda la jurisdicción penal el monarca o el
príncipe, residiendo en él todo el poder de juzgar y como el número de casos no le
permite hacerlo personalmente, delega ese poder en sus funcionarios y lo reasume
cuando es necesario (devolución) para revisar los fallos de los funcionarios inferiores
Persecución penal: el poder persecutorio se confunde con el poder de juzgar por ello
todo está en manos de la misma persona: el inquisidor. En una época se conoció la figura
de un delegado del re para denunciar y perseguir a los infractores.
El acusado: representa un objeto de persecución, de investigación perdiendo su
condición de sujeto de derechos. Carece de facultad de defenderse por aquello de que si
era culpable no se lo merecía y si era inocente se entendía que un investigador probo lo
iba a poder determinar. Era obligado a incriminarse él mismo mediante métodos crueles
para quebrar su voluntad y obtener su confesión. La confesión constituye el centro de
gravedad del procedimiento.
El procedimiento: consiste en una investigación secreta cuyos resultados constan por
escrito que constituirán el material sobre el cual se dictará el fallo. El secreto permite una
investigación sin debate y la escritura de los resultados permite la conservación del
secreto y la posibilidad que se pudiera revisar la decisión dado que el poder estaba
delegado. Investigación, secreto, escritura, discontinuidad, falta de debate y delegación,
son las características fundamentales.
La valoración de la prueba: Legal. La ley estipula las condiciones positivas o negativas
para tener por acreditado un hecho, como por ejemplo la existencia de testigos, la
presencia de varios indicios, etc. El sistema intentaba reducir el poder del juez en la
sentencia dado que durante el procedimiento se le había otorgado poder en demasía, de
manera tal que el podía acudir a cualquier medio para averiguar la verdad pero debía
reunir un número suficiente de elementos de prueba para condenar.
La sentencia o fallo: Impugnable. Aparece la apelación y los recursos contra la
sentencia íntimamente conectados con la idea de delegación del poder jurisdiccional que
gobernaba la administración de justicia. Allí nace el hoy conocido efecto devolutivo de los
recursos que provoca un nuevo examen y decisión por parte de un tribunal distinto al que
dictó la resolución impugnada y que por regla es jerárquicamente superior.
Antecedentes:
5
La OEA es la organización regional más antigua entre los estados del mundo. El sistema
está diseñado para facilitar y promover la cooperación y coordinación en materia política,
económica, jurídica y en asuntos de seguridad continental.
1826 primer intento de unificación de los estados americanos, cuando se realizó
en Panamá, convocado por Simón Bolívar el “Primer Congreso de Estados Americanos.
Este fracasó pues el Tratado firmado por ese Congreso solo fue ratificado por Colombia.
El Tratado establecía la “obligación de cooperar hacia la completa abolición de la
esclavitud”.
Con posterioridad se llevaron a cabo varios Congresos y Conferencias con el fin
de analizar problemas internacionales. Se destacan:
1888- Montevideo: “Primer Congreso Sudamericano de Derecho Internacional Privado”
en el cual se firma el Tratado de Derecho Penal Internacional donde el capítulo sobre
asilo diplomático se ha convertido en el precedente histórico sobre el tema.
1888- Washington se crea la institución de coordinación interestatal de las
naciones americanas en la Primera Conferencia Internacional Americana, se aprobó el
establecimiento de la Unión Internacional de las Repúblicas Americanas que marcó el
comienzo del sistema interamericano como organización regional y adopta en 1910 el
nombre de Unión Panamericana.
En las ocho conferencias llevadas a cabo hasta la reorganización del sistema en
1948, se establecieron regulaciones referidas al derecho de extranjeros, a cuestiones de
nacionalidad y asilo, sobre derechos de la mujer y de los trabajadores.
Luego de la crisis mundial de 1920 y como consecuencia de las atrocidades
cometidas antes y durante la Segunda Guerra Mundial, se inició un movimiento mundial
que clamaba la protección internacional de los derechos y libertades del hombre producto
del cual se realiza en:
1945- México, “Conferencia Interamericana sobre Problemas de la guerra y de la
Paz. los estados expresaron su apoyo, al establecimiento de un sistema internacional
para protección de los derechos humanos. Esta Conferencia solicitó que el Comité
Jurídico Interamericano, órgano técnico de la Unión Panamericana, prepare un borrador
de “Declaración Internacional sobre los derechos y deberes del hombre”.
OEA:
Objetivos:
fortalecimiento de la paz y seguridad;
la democracia;
solución pacífica de las disputas;
promoción del desarrollo social, económico y cultural y
la promoción y protección de los derechos humanos.
Estructura de la OEA:
Asamblea General,
Consejo Permanente,
Secretaría General,
Comité Económico Social,
Consejo de Juristas.
6
Al entrar en vigencia se inicia una dualidad del sistema americano. En efecto, los
Estados que han ratificado la convención-PSJCR- están sujetos a sus normas y bajo la
jurisdicción de los órganos especiales, esto es La Comisión y la Corte Interamericana
cuya función es velar por el cumplimiento de la protección de los derechos humanos.
Los Estados que aún no la ratificaron no son parte de ella, pero están bajo el gobierno de
las normas y principios establecidos por la Carta de la OEA, sus órganos y tratados,
incluyendo la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre y bajo la
Jurisdicción de la Comisión Interamericana.
El texto de la Convención está compuesto de tres partes:
Parte I: contiene las obligaciones de los Estados y los derechos protegidos;
Parte II: establece los mecanismos de protección
Parte III provee las normas generales y transitorias.
Derechos protegidos: El alcance y definición de estos derechos están ligados a los
establecidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos promovidos por la
ONU.
La Convención, en su artículo 27, permite a los Estados partes a suspender
ciertas obligaciones en caso de guerra, peligro público, otras emergencias y amenazas a
la seguridad e independencia.
También contiene la denominada Cláusula Federal que permite que los Estados
federales asuman obligaciones limitadas frente a la convención, obligándose solo en
aquellos aspectos sobre los cuales ejerce jurisdicción legislativa y judicial estando
exento de obligación los aspectos donde no ejerce jurisdicción. En argentina solo se
pueden comprometer respecto a lo que las provincias le delegaron al gobierno federal. El
gobierno central sólo deberá tomar las medidas pertinentes conforme a su Constitución y
sus leyes.
Órganos que establece la Convención:
Establece dos órganos para promover y proteger los derechos humanos,
previstos en el artículo 33º y son competentes para conocer respecto al cumplimiento de
los compromisos contraídos por los estados partes.
7
La Comisión Inter Americana de Derechos Humanos: órgano sui generis dentro del
sistema, porque fue establecida con su propio mandato y competencias por la Carta de la
OEA y por la Convención Americana.
Constituida en 1959 dentro de la OEA para la promoción de los derechos humanos, en
1979, y por una enmienda de la Carta, la Comisión se convierte en órgano principal de la
OEA sobre el tema. Conformada por siete miembros que actúan a título personal y no en
representan al gobierno que los proponen. Son nominados por los estados partes y
elegidos por la Asamblea General de la OEA por un período de cuatro años. Se reúne
tres veces al año en sesiones de dos semanas. Está asistida por un staf y por un
Secretario Ejecutivo designado por la OEA.
Cumple tres funciones básicas:
Actúa respecto a las peticiones individuales o de un Estado contra otro Estado sobre
violación de derechos garantizados por la Convención. La jurisdicción de la Comisión es
opcional y requiere una Declaración separada de la aceptación de los Estados. Formula
recomendaciones a los estados miembros para que adopten medidas progresivas en
favor de los derechos humanos dentro del marco de sus leyes internas y sus preceptos
constitucionales.
Prepara la publicación del reporte de la violación de los derechos humanos.
Promueve los derechos humanos tratando de asegurar la ratificación de la Convención y
la difusión de los instrumentos jurídicos sobre la materia.
que garantice los derechos del hombre. En 1959 el Comité expresa que era prematuro la
creación de una Corte, sugiere en cambio el establecimiento de una Convención.
Durante el período 1954-1976 el asunto de la Corte fue tema de discusión en las
sesiones de la OEA.
Finalmente en 1978 a la firma de la Convención Americana de Derechos Humanos, surge
la Corte Interamericana como segundo órgano e instancia jurisdiccional y cuya sede es
San José, Capital de Costa Rica.
En 1979 la Asamblea General de la OEA, eligió los jueces miembros y aprobó el Estatuto
de la Corte, ésta emite su primer Sentencia en 1981.
El funcionamiento de la Corte es regulado por su Estatuto y las Reglas e Procedimiento y
por los artículos 51 a 72 de la Convención Americana de Derechos Humanos.
Composición de la Corte: esta institución autónoma de la OEA, cuyo propósito es la
aplicación e interpretación de la Convención Americana de D.H., está compuesta por
siete miembros, duran seis años en sus funciones y pueden ser nacionales de cualquier
estado miembro de la OEA, sean parte o no de la Convención.
Requisitos para ser miembro de la Corte:
Poseer las condiciones requeridas para el ejercicio de funciones judiciales conforme al
país de origen y ser elegidos entre los juristas que posean alta autoridad moral y
reconocida competencia en el campo d los derechos humanos.
Tener un compromiso especial y pública autoridad en la promoción y protección de los
derechos humanos.
Funcionamiento de la Corte: sesiona regularmente dos veces al año. Su
funcionamiento no es permanente. El Presidente puede convocar a otras sesiones. Los
jueces se instalan cuando existe algún caso para resolver. Se requieren cinco jueces
para constituir quórum y resuelven los casos y toman decisiones en Plenaria.
Un Juez nacional in the bench: Cuando la Corte resuelve un caso necesariamente debe
tener en su Pleno a un miembro del estado involucrado, lo que representa una ventaja
ante el conocimiento del sistema legal del Estado involucrado. Como desventaja: Se
corre el riesgo también de que pueda influir a favor de su estado.
Prerrogativas de los Jueces: gozan de las inmunidades extendidas a los agentes
diplomáticos de acuerdo con el derecho internacional, desde su elección hasta el término
de su mandato. No son responsables por sus decisiones u opiniones vertidas en el
ejercicio de sus funciones. Esta inmunidad es válida dentro de su Estado, lo cual es
importante considerando las restricciones políticas que imperan a veces en algunos
Estados americanos.
Otras regulaciones: ningún juez puede participar en casos donde tenga interés personal
o donde haya participado previamente como representante, asesor, abogado, miembro
de tribunal nacional que ventiló la litis o miembro de comisión nacional o internacional que
conoció el litigio.
La Convención de San José estableció que la Corte Interamericana ejerce
jurisdicción en materia contenciosa y consultiva.
9
referidos al tema de los derechos humanos; también sobre los órganos enumerados en la
Carta de la OEA y además está facultada a emitir opiniones acerca de la compatibilidad
entre las leyes internas del país que solicitó la consulta y los instrumentos internacionales
mencionados.
En sentido amplio el juicio previo es el debido proceso legal y significa tener en cuenta
varios principios y garantías básicas, fundantes de nuestro orden constitucional
(democrático republicano y federal) entre ellos:
debe ser oral, público y por jurados.
Que nadie puede ser considerado culpable, ni ser tratado como tal, antes de una
sentencia firme que así lo determine.
Que la certeza debe destruir ese estado de inocencia.
Que exista una ley anterior al hecho que penalice la conducta.
La necesidad de un “juez natural”
Trato digno a la persona durante el proceso.
Inviolabilidad de la defensa en juicio – artículos 18 de la Constitución Nacional y artículos
43 y 44 de la Constitución Provincial.
El principio de la libertad de acusado durante el proceso.
producto de un proceso penal de acuerdo a las leyes vigentes. significa que nadie puede
ser penado sin una sentencia anterior fundada que lo condene.
________________________________
Juicio regular, oral público, por jurados. (Resumen sacado de Binder, páginas 97 a
112)
Realizando una interpretación dogmática de la Constitución se advierte que no cualquier
juicio penal satisface las exigencias constitucionales.
Nuestra ley fundamental insiste por tres veces en que el juicio penal debe
realizarse con la participación de jurados (artículo 24, artículo 75 inciso 12 y artículo 118)
Además en el único caso que diseña un juicio penal (caso juicio político) la Constitución
nos habla de un juicio público y oral.
Además, por exigencia del sistema republicano, los juicios deben ser públicos
dado que la publicidad de los actos de gobierno es una de las características básicas de
una república y la administración de justicia es uno de los poderes que gobiernan el país.
También nuestra Constitución exige que los juicios penales sean realizados por jueces y
no por otros funcionarios y ello surge de las garantías de independencia judicial e
intangibilidad de las remuneraciones, los recaudos para el nombramiento de jueces, la
inamovilidad salvo juicio político, entre otras normas señaladas con precisión por los
constituyentes.
Se concluye que el diseño constitucional del juicio penal es el juicio oral,
público y por jurados. Cualquier juicio que no se adecue a estas características no será
un juicio constitucional. Ningún juicio en nuestro país cumple con estos requisitos dado
que si bien en algunas provincias se ha instaurado el juicio oral y público, no se puso en
práctica el sistema de jurados.
El juicio público: la publicidad del juicio surge de la esencia del juicio republicano y es
además una de las garantías judiciales básicas previstas por los pactos internacionales
de derechos humanos. El juicio público implica un modo de insertar a la justicia en el
medio social: implica que ella cumple con su tarea de transmitir mensajes sociales sobre
la efectiva vigencia de los valores que fundan la convivencia. Los efectos sociales se
pueden producir infundiendo miedo o intimidando a las personas para que no realicen
conductas prohibidas.
El poder penal es un poder de alta intensidad y que por lo tanto debe estar
especialmente limitado. Si la sociedad a dotado a los jueces del poder de encarcelar a
otros seres humanos, ese poder no puede quedar librado a la arbitrariedad y falta de
control.
También la publicidad del juicio se relaciona con el control popular sobre la
administración de justicia; y dada la importancia de tal control deben llevarse adelante
políticas de control eficaces.
Analizar las causas de la indiferencia social, establecer mecanismos modernos de
transmisión de juicios, generar políticas que induzcan a los ciudadanos a concurrir a los
debates son entre otros, algunos de los mecanismos que pueden convertir a la publicidad
en una realidad y no solo en una posibilidad.
La ley 4566 que aprobó el nuevo Código Procesal Penal Provincial, prevé el jurado
escabinado y el jurado popular junto con el tribunal penal permanente de naturaleza
técnica.
ello debe tener la mayor libertad posible para acceder a la información que se va a
cumulando a lo largo del procedimiento. Este derecho no puede ser restringido.
La práctica de nuestros sistemas procesales tiende a admitir que se sorprenda al
imputado mediante el ocultamiento de la prueba o mediante retaceo de la información.
Cualquier restricción al derecho a la información debe ser excepcional y solo limitada en
cuanto a su duración y a los actos sobre los cuales se rige y debe fundarse en razones
de urgencia o necesidad imperiosa; por ejemplo se podría mantener en secreto
información referida a allanamiento para evitar que éstos se frustren. Sólo es admisible
constitucionalmente el secreto parcial de las actuaciones en el caso y en la medida en
que sirva a la eficacia de un acto particular del proceso.
Defensa Técnica: Nuestra Constitución exige que el imputado puede ejercer su derecho
de defensa y además para reforzarlo, establece la obligatoriedad de la asistencia letrada.
El imputado debe ser asistido por un defensor letrado, un abogado, que con su
conocimiento de las leyes y del proceso acreciente sus posibilidades de defensa. En
determinados casos, y bajo circunstancias especiales y exclusivamente a pedido del
imputado, se permite que éste ejerza su propia defensa, sin contar con asistencia letrada,
pero si el juez considera que esto no es así, tiene la posibilidad de imponer la asistencia
técnica obligatoria e un abogado para la defensa y debe el juez considerar que de este
modo no resulta menoscabado el juicio legítimo que exige el Estado de Derecho. La
defensa en juicio no es un derecho disponible por parte del imputado sino que también
está en juego la legitimidad del juicio y del proceso.
El defensor no es un auxiliar del juez ni de la justicia. Según nuestro régimen
constitucional, el defensor es un asistente directo del imputado; debe guiarse por los
intereses y necesidades de la defensa de su cliente; no cumple una función pública sino
que asesora a una persona en particular.
El defensor técnico tiene el derecho de participar en todos los actos del proceso.
Su función principal consiste en sugerir elementos de prueba a la administración de
justicia o a los fiscales, en participar de los actos donde se produce la prueba, controlar
su desarrollo e interpretar la prueba y el derecho conforme a las necesidades del
imputado.
El imputado debe tener la mayor libertad posible para elegir su defensor técnico y en
aquellos casos en los que no tiene la posibilidad de nombrar a uno de su confianza o a
su propia elección, el Estado debe procurárselo. Se produce lo que se conoce como
“defensa de oficio” o “defensa pública”.
Existen diversos sistemas de defensa pública u oficial: en algunos casos los defensores
son funcionarios del Estado que pertenecen a la carrera judicial a al Ministerio Público:;
en otros la defensa pública está delegada en los colegios de abogados y existen también
los sistemas mixtos donde se apoya la tarea de los funcionarios públicos mediante la
participación de abogados particulares.
La práctica cotidiana demuestra que uno de los puntos donde el sistema de garantía
fracasa es en la prestación de la defensa pública si se considera que debido a la
selectividad con que operan los sistemas penales, la gran mayoría de los imputados son
pobres, carentes de recursos o con una imposibilidad estructural de tomar a su cargo la
propia defensa y de este modo se comprende que la defensa pública llega a ser uno de
los ejes primordiales de la legitimidad del proceso penal.
La gratuidad de la defensa pública solo significa que el imputado no tiene que pagar por
ella y que el Estado se hace cargo de los honorarios de los abogados y no significa que
el abogado no deba cobrarlos.
La defensa en juicio debe poder ser ejercida a lo largo de todo el proceso y de manera
particularmente intensa, durante la investigación, ya que las posibilidades de afectación
de todas las garantías procesales se dan en esta etapa. Pero el momento privilegiado
para la defensa, tanto la técnica como la material es el juicio, porque las pruebas que
servirán de fundamento para la condena son las que se producen durante el juicio.
Presencia del imputado: otra característica fundamental del derecho de defensa durante
el juicio consiste en la obligatoriedad de la presencia del imputado durante el juicio. La
constitución prohibe que se realicen juicios penales en ausencia del imputado. Esta
prohibición es el único fundamento para la aplicación de medidas cautelares durante el
proceso. Si el imputado tiene derecho a estar presente, ello no significa que tiene
derecho a hacerlo de un modo libre. No se puede entender por “presencia del imputado”
el tenerlo en una sala contigua o sometido a medidas de seguridad que le impidan ejercer
su derecho de defensa, u observar la prueba, o atender lo que dicen los testigos o
participar en los debates.
La “presencia” en sentido constitucional, implica la posibilidad concreta y real para el
imputado de participar del desarrollo del juicio y de los debates.
El principio del ne bis in idem tiene efectos muy concretos en el proceso penal.
El primero de ellos es la imposibilidad de revisar una sentencia firme contra el imputado.
Si ha sido absuelto no puede ser condenado en un segundo juicio y si ha sido
condenado, no puede ser nuevamente condenado a una sentencia más grave. La única
revisión posible es aquella que resulte favorable al imputado.
El segundo efecto consiste en dar fundamento a lo que se denomina la excepción de litis
pendencia: como una persona no puede estar sometida a dos procesos por el mismo
hecho y el mismo motivo, existe una excepción o defensa anticipada, cuya finalidad es la
21
unificación de los procesos. La posibilidad de utilizar este mecanismo debe ser lo más
amplia posible; el imputado debe poder interponerla en cualquier etapa del proceso.
por la fuerza pública, se puede considerar que existe aplicación de fuerza; pero esta
situación está sometida a ciertos requisitos: que no se puede citar a las personas por
cualquier cosa y sin indicar el motivo de la citación ni tampoco sin indicación clara acerca
del lugar donde deben presentarse. Tampoco puede utilizarse la fuerza para hacer
comparecer a una persona si no existen razones comprobadas de que su
incomparecencia es injustificada.
Otra medida de coerción es la detención, el arresto. Se trata de la privación de la
libertad del imputado en los momentos preliminares o iniciales del proceso para realizar
las primeras investigaciones o para someterla al juez y buscar el dictado de la prisión
preventiva. Nuestra constitución afirma que nadie puede ser arrestado sino en virtud de
orden escrita de autoridad competente, siendo la interpretación correcta que solo se
puede privar de la libertad a las personas mediante una autorización judicial.
La forma más importante de afectación de la libertad es la prisión preventiva: es
la privación de la libertad a que se somete a una persona a fin de asegurar el
cumplimiento de ciertas finalidades preestablecidas dentro del proceso penal. El resto
sobre prisión preventiva está desarrollado en el punto 3).
Inviolabilidad del domicilio y los papeles privados. Binder páginas 188 a 191.
Un proceso penal fundado en ideas garantizadoras, procura proteger también
aquellos ámbitos directamente ligados con la intimidad del individuo. Encontramos dos
dimensiones que están protegidas por el proceso penal: el domicilio y la correspondencia
y los papeles privados y lo están porque pueden ser afectados tal como siempre ha
sucedido a lo largo de la historia.
No se trata de una protección absoluta sino de segundo nivel y consiste en que no
será posible buscar información en tales fuentes si no media una autorización expresa de
un juez.
Por domicilio se entiende el lugar donde la persona desarrolla sus actividades
primarias en un sentido lo más amplio posible: puede tratarse tanto de su vivienda
particular como las oficinas donde desempeña sus negocios o su trabajo, siempre que se
trate de un ámbito de desarrollo de sus actividades. Lo mismo debe entenderse respecto
de un automóvil, también su registro interior requeriría de una orden de registro.
La búsqueda de información en estos ámbitos sólo es admisible si se cuenta con
una orden de allanamiento o de registro, esto es, una autorización formal, precisa y
circunstanciada del juez. La orden nunca puede ser genérica ni con relación al tiempo ni
en cuanto al lugar; debe estar circunscripta temporalmente, debe determinar con
precisión y expresamente el lugar que puede y debe ser registrado. Y no solo debe ser
circunstanciada en cuanto a espacio y tiempo, sino también debe contener una referencia
expresa al proceso en el cual ha sido ordenada y además indicar qué es lo que se busca.
Toda orden de allanamiento o registro que no cumpla con estos requisitos y toda
la información que sea recolectada por medio de ella o sin contar con una autorización
judicial, es una información ilícita que no puede ingresar al proceso penal.
Existen sin embargo algunos casos en los cuales es posible ingresar a estos
ámbitos de privacidad sin la debida autorización. Son los casos que se conocen como
“posibilidades de allanamiento sin orden”, son permisos especiales. Son excepciones
fundadas en razones humanitarias, por ejemplo cuando se escuchan voces de auxilio o
se produce un accidente o una catástrofe; en razones de necesidad por ejemplo cuando
se está persiguiendo a una persona y es necesario proseguir su persecución dentro de
alguna vivienda o cuando se está cometido un delito dentro de una vivienda y es
necesario evitar su prosecución o su consumación. Estos casos deben ser
excepcionales y ser interpretados de un modo restrictivo.
Un tema que ha originado largas discusiones se relaciona con el valor que se le
ha de dar al consentimiento de la persona para permitir el ingreso a su vivienda. N
principio, el consentimiento debería bastar, siempre que se trate de un consentimiento
libre. Sin embargo, cabe exigir algún tipo de prueba de ese consentimiento la cual debe
estar en manos del funcionario que ha ingresado en el domicilio. Ello significa que de
ningún modo puede evitarse la orden de allanamiento sobre la base de un consentimiento
tácito. En última instancia, se debe presumir que tal consentimiento no ha sido prestado.
25
Pero la determinación legal no es suficiente. Para que se cumpla con la garantía del juez
natural, es necesario que la determinación legal sea previa al hecho que motiva el
juicio. El fundamento es evitar que luego, el mismo legislador, por razones políticas o
circunstanciales, modifique la distribución de la competencia y pueda provocar así
intencionalmente que una determinada causa pase a manos de un juez más o menos
favorable a los intereses de una de las partes.
Otra limitación sobre la determinación legal de la competencia consiste en que el
legislador tampoco es completamente libre para fijarla a su antojo. El legislador no podría
crear tribunales excepcionales porque no podría establecer una regla de competencia
basada en razones que violaran el principio de igualdad ante la ley.
La competencia siempre debe ser fijada conforme a criterios generales y teniendo en
cuenta una distribución del trabajo orientado a la especialización, pero no debe encubrir
una decisión discriminatoria. Pueden crearse tribunales dedicados a materias especiales,
pero si ello ocultara una política discriminatoria quedarían invalidados los principios
constitucionales de trato igualitario.
Ahora bien, cuando los cambios de competencia no se producen arbitrariamente sino que
responden a una razón general de reorganización del trabajo judicial, habrá que tener en
cuenta en cada caso si el cambio de competencia provoca una disminución del derecho
de defensa. Se debe verificar si el cambio resulta de algún modo perjudicial para la
situación del procesado. Los cambios de competencia general deben respetar la
competencia asignada previamente y solo deben regir para el futuro no teniendo
aplicación retroactiva.
Un problema grave se suscita cuando un tribunal desaparece y ello puede ocurrir por dos
razones: una por una causa directa: esto es que desaparece un tribunal porque la ley
deroga su existencia; otra: porque se declare inconstitucional la ley que le atribuía
competencia porque lo erigía en tribunal especial y hasta es posible que haya tenido
vigencia efectiva hasta ser declarado inconstitucional, y en tal caso las causas que están
bajo su competencia pasan al tribunal original.
El Derecho romano había elaborado para este caso un principio según el cual un proceso
debe finalizar donde ha comenzado; pero si la asignación de un proceso a un tribunal ha
sido ilegítima, no existe razón para sostenerla.
La Constitución establece también una limitación a la creación de comisiones especiales,
entendiéndose por éstas la atribución de competencia a órganos que no son
jurisdiccionales sino creados por designación especial de alguno de los otros poderes del
Estado, se trate tanto de una comisión bicameral, una comisión parlamentaria o una
comisión especial creada por el Poder Ejecutivo. Al respecto la Constitución es clara: esta
clase de comisiones no puede tener funciones jurisdiccionales, prohibición confirmada
por otras normas de la constitución que impiden que los otros poderes del estado se
arroguen el juzgamiento de causas pendientes o la reapertura de las ya cerradas por
decisión jurídica.
Una tercera garantía, relacionada con raíces históricas es que el juez natural debe ser
también, un mecanismo que permita un juzgamiento integral del caso. Debe asegurar que
el juez esté en condiciones de comprender el significado histórico, cultural y social del
hecho que debe juzgar. No resulta correcto desligar el principio del juez natural de la
persona física y concreta del juzgador.
De ninguna manera se puede sostener un criterio despersonalizado del juez natural, pero
ello no significa que toda vez que un juez es ascendido o renuncia las causas en la
cuales ha intervenido deban ser archivadas sino que cuando existe una razón de éste
tipo y el cambio no está fundado en ningún tipo de manipulación del proceso penal,
razones de sentido común justifican el paso a manos de otro juez sin que se produzca
una violación al principio del juez natural.
Pero si sin ninguna razón se cambiara al juez que es titular de un determinado tribunal
por otro más proclive al régimen o dispuesto a admitir presiones, había una afectación al
principio del juez natural.
Quedan así deslindados los dos ámbitos de la independencia judicial que distingue la
doctrina:
la independencia externa que exige que el juez no dependa de ninguno de los otros
poderes del Estado.
La independencia interna respecto de todo organismo superior dentro del propio Poder
Judicial.
Nuestra Constitución Nacional establece los mecanismos mediante los cuales tal
independencia debe ser preservada:
en primer lugar establece que ningún otro poder del Estado puede arrogarse el
juzgamiento de las causas pendientes quedando con ello afirmado el monopolio
jurisdiccional y la independencia absoluta del Poder Judicial respecto de los otros
poderes.
En segundo lugar establece mecanismos concretos para garantizar la independencia de
los jueces, a saber: la estabilidad de sus funciones: los jueces no pueden ser
removidos sino por un procedimiento constitucional como es el juicio político mediante
una acusación realizada por la Cámara de Diputados y un juicio que efectúa la Cámara
de Senadores; la intangibilidad de sus remuneraciones: significa que no es posible
presionar a la administración de justicia mediante el recurso de modificar las
remuneraciones, pero ello no significa que los jueces deban permanecer al margen de las
fluctuaciones económicas a que está sometida la sociedad sino que se trata de preservar
a los jueces de las políticas salariales que son fruto de una decisión directa; no
comprende los casos de disminuciones originadas en la depreciación monetaria o las
fluctuaciones económicas; por último que la independencia de los jueces no es una
prerrogativa profesional sino que se trata de que los ciudadanos tengan la garantía de
que la persona que va a administrar el poder penal del Estado, actúe con total libertad y
sin estar sometido a presiones. Es una garantía prevista a favor de los ciudadanos y no
de los jueces.
La independencia no significa total arbitrio del Juez dado que tiene dos límites
infranqueables: por una parte el Derecho que el juez debe limitarse a interpretar y
28
aplicar a cada caso concreto que se le presenta y por otra parte los propios hechos, tal
como han sido reconstruidos en el curso del proceso. El juez es quien debe subsumir los
hechos que le son dados, en una determinada solución jurídica.
GARANTIAS CONSTITUCIONALES
CONSTITUCION NACIONAL:
Artículo 1: Forma de Gobierno. La Nación Argentina adopta para su gobierno la
forma representativa republicana federal, según lo establece la presente Constitución.
Artículo 18: Debido proceso sustantivo. Ningún habitante de la nación puede ser
penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por
comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de
la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en
virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de
la persona y de los derechos. El domicilio es inviolable, como también la
correspondencia epistolar y los papeles privados; una ley determinará en qué casos y
con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Quedan
abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de
tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad
y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de
precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella exija, hará responsable
al juez que la autorice.
Artículo 19: Autonomía personal. Las acciones privadas de los hombres que de
ningún modo ofendan la orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están
sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados. Principio de
legalidad. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la
ley, ni privado de lo que ella no prohibe.
Artículo 108: El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte Suprema de
Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el
territorio de la Nación.
CONSTITUCION PROVINCIAL:
Artículo 9: Derechos fundamentales: los derechos y garantías consagrados por
esta Constitución no serán alterados por las leyes que reglamentan su ejercicio.
29
Artículo 43: Estado de Inocencia: Toda persona goza del estado de inocencia
mientras no sea declarado culpable por sentencia firme.
Artículo 45: Defensa en juicio. Todo imputado tiene derecho a la defensa técnica,
aún a cargo del Estado, desde el primer acto de la persecución penal.
Los jueces son responsables de proveer lo necesario para la directa, efectiva e
insustituible intervención del defensor penal designado particular u oficial, en todos los
actos fundamentales del proceso, que son nulos sin su presencia, especialmente la
declaración del imputado.
Cualquier menoscabo a la intervención efectiva del defensor constituye una
lesión a la defensa en juicio.
No se exige al abogado, en ningún caso ni por ninguna autoridad, la violación
del secreto profesional; incurren en causal de mal desempeño quienes contravienen
esta disposición. Los defensores no pueden ser molestados ni interceptada su
comunicación ni allanados sus domicilios o locales profesionales, con motivo de su
ministerio.
Como auxiliares de la justicia tienen la misma dignidad que los jueces.
Nadie puede ser obligado a declarar contra si mismo, ni contra su cónyuge,
ascendiente, descendiente, hermano y parientes colaterales hasta el cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad, su tutor, pupilo o persona con quien convive
en aparente matrimonio.
Artículo 165: Inamovilidad. Los Ministros del Superior Tribunal de Justicia, los
demás magistrados judiciales, el Procurador General y el Defensor General, los fiscales
y los defensores son inamovibles en las condiciones prescriptas por esta Constitución y
mientras dure su aptitud y buena conducta. Sólo pueden ser removidos por mal
desempeño, desconocimiento inexcusable del derecho, inhabilidad psíquica o física y la
comisión de delitos dolosos.
Están sujetos a juicio político los Ministros del Superior Tribunal de Justicia, el
Procurador General y el Defensor General. A enjuiciamiento en la forma y bajo el
procedimiento previsto en la presente Constitución, los demás jueces, los fiscales y los
defensores.
Artículo 166: Los Ministros del Superior Tribunal de Justicia, el Procurador General y
el Defensor General son designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo de la
Legislatura, prestado con el voto de los dos tercios del total de sus miembros.
Los jueces letrados, fiscales y defensores, son designados por el Consejo de la
Magistratura con acuerdo de la Legislatura. Este se presta en sesión pública que se
celebra dentro de los treinta días corridos del ingreso del pliego respectivo. Se
considera aprobado si transcurrido dicho plano no hay decisión afirmativa de la
Legislatura o si no es rechazado mediante el voto fundado de los dos tercios del total
de sus miembros.
Artículo 171: Jurados. La ley organiza los jurados para los delitos de imprenta o de
cualquier otro medio de difusión del pensamiento...
Artículo 173: juzgamiento con vocales legos. Para el juzgamiento de las causas
criminales vinculadas a delitos dolosos cometidos por funcionarios públicos en
perjuicio de la Administración Pública Provincial, los tribunales competentes se
integran en forma minoritaria por vocales legos sorteados de una lista de ciudadanos
que deben reunir las condiciones requeridas para ser diputados y en la forma que
establece la ley.
Artículo 8
9
7
5
PRINCIPIO DE INOCENCIA
32
Concepto: Juicio previo y principio de inocencia son dos caras de una misma moneda,
son garantías básicas del proceso penal, con ellas se inicia la construcción del escudo
protector frente al poder arbitrario.
Este principio implica un status de inocencia, una presunción de inocencia o un
derecho a ser tratado como inocente.
Fue reconocido por las declaraciones de derechos humanos que integran nuestro
texto constitucional por aplicación de lo dispuesto por el artículo 75 inciso 22:
La declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en su artículo 9º
proclamada en Francia expresa que debe presumirse inocente a todo hombre hasta que
haya sido culpable.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 11, punto 1,
expresa que toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley y al juicio público en el
que se hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
El Pacto de San José de Costa Rica – Convención Americana sobre los Derechos
Humanos dispone en su artículo 8º que toda persona inculpada de un delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 14, punto 2, establece
que toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley.
Glosario:
Onus probandi: cada una de las partes debe demostrar los hechos que invoca: el actor
los que fundan su demanda y el demandado los impeditivos que invoca en su defensa.
Non liquet: no está claro; se usa con referencia a algo que aparece confuso, ininteligible.
Absolutio ab instancia: absolución de instancia.
Pena extraordinaria: permitía escapar del dilema absolución-condena, para casos en los
cuales no se alcanzaba la certeza necesaria para condenar, aplicándose una pena
reducida conforme a la probabilidad.