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Lección 3: AMA LA CREACIÓN Y PROVISIÓN DE DIOS

REFERENCIA BÍBLICA: Génesis 1:3, 6, 9, 11, 14, 20, 24, 26, 28, 31 y Lucas 9:10-17; 12:4-7, 22-31.
VERSÍCULO CLAVE: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en
Cristo Jesús”. Filipenses 4:19
CONCEPTO CLAVE: Dios me provee de cuidado y protección por medio de sus ayudantes los ángeles.
(concepto que no debemos olvidar en toda la clase)
OBJETIVOS EDUCATIVOS: Al final de la clase los niños podrán:
1. Dar gracias a Padre Dios por todo lo creado.
2. Dar gracias por su provisión
APLICACIÓN A LA VIDA DIARIA: Cuando hablamos de la Biblia generalmente usamos muchas
palabras, por ejemplo, la Palabra de Dios, el Libro de Dios, espada, verdad, etcétera. Obviamente, todo
creyente acepta que la Biblia es la Palabra de Dios y es la verdad, Esta clase comenzará un proceso
por el cual aprenderán que la Biblia fue inspirada por Dios para ayudarnos a vivir vidas correctas,
justas y agradables delante de Él, hay que enseñar que Dios usó a personas para que escribieran lo
que Él quería decirnos. Ellos deben aprender a amar, respetar y obedecer la Biblia.

HISTORIA:

CREACIÓN DE DIOS
La Biblia relata muy concretamente que Dios habló y por su palabra fue creado el mundo y todo lo que
en él habita (inclusive las personas). Los niños pueden ver la grandeza, el poder y el amor de Dios en
la creación. Durante la clase aprenderán que Padre Dios se comunica por medio de la creación y así
como se comunica, también escucha y siempre está listo a actuar.
El enfoque de la clase es cómo Dios habló en la creación. Para los niños pequeños es difícil entender
cosas que no pueden ver, escuchar o tocar, como el concepto de Dios. Pero la Biblia relata que por
medio de la creación podemos (niños y adultos) entender algo de la grandeza y el amor de Padre Dios.
La creación es algo que los niños pueden ver, tocar y escuchar. Invite al niño a ver a su alrededor para
mirar la naturaleza y todo lo que está a su alrededor. Converse de cómo debemos cuidar la creación.
La Biblia nos dice que Dios en el momento de la creación definió 3 relaciones fundamentales, la primera
es la del ser humano con Dios, ya que estamos hechos a su imagen y semejanza (Génesis 1:26), la
segunda es entre nosotros, ya que la raza humana fue plural desde el principio (Génesis 1:27), y la
tercera, nuestra relación con nuestra buena tierra y sus criaturas, sobre las cuales nos dio dominio
(Génesis 1:28-30).
Debemos aprender amar y respetar la Creación de Dios.
PROVISIÓN DE DIOS
A lo largo del libro de Lucas, Jesús enseña que vivir en el reino de Dios significa ver a Dios, y no al
esfuerzo humano, como la fuente esencial de todo lo que necesitamos para la vida. Nuestra labor no
es opcional, pero tampoco es absoluta. Nuestra labor siempre es una participación en la gracia de la
provisión de Dios.
Jesús alimenta a los cinco mil (Lucas 9:10–17)
Jesús demuestra esta idea con sus acciones antes de enseñarla con palabras. Al alimentar a los cinco
mil (Lc 9:10–17), Dios, en la persona de Jesús, asume la responsabilidad de satisfacer la necesidad de
alimento de las personas y lo hace porque ellas tienen hambre. No encontramos una explicación exacta
de la forma en la que Jesús hace este milagro. Él usa comida común —cinco panes y dos peces— y,
por el poder de Dios, un poco de alimento se convierte en lo suficiente para alimentar a muchos.
Algunos de los discípulos (los pescadores) trabajaban en el oficio del servicio de alimentos y otros
(como Leví, el recaudador de impuestos) eran funcionarios públicos. Jesús usa su trabajo usual
mientras ellos organizan la multitud y sirven el pan y los peces. Él incorpora (no reemplaza) los medios
humanos comunes para proveer alimento y los resultados son milagrosamente exitosos. El trabajo
humano es capaz de hacer el bien o hacer el mal. Cuando hacemos lo que Jesús pide, nuestro trabajo
es bueno. Como vemos frecuentemente en el Evangelio de Lucas, Dios trae resultados milagrosos a
partir del trabajo común, en este caso, el trabajo de proveer para las necesidades de la vida.
Jesús enseña acerca de la provisión de Dios (Lucas 12:4–7, 22–31)
Después, Jesús enseña acerca de la provisión de Dios: “os digo: No os preocupéis por vuestra vida,
qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis… ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede
añadir una hora al curso de su vida? Si vosotros, pues, no podéis hacer algo tan pequeño, ¿por qué os
preocupáis por lo demás?” (Lc 12:22, 25–26). Jesús lo plantea como simple sentido común. Si
preocuparse no puede agregarle una hora a la vida, ¿para qué preocuparse? Jesús no dice que no se
debe trabajar, solo dice que no nos debe preocupar si el trabajo proporcionará lo suficiente para
satisfacer nuestras necesidades.
Debemos estar tranquilos que Dios proveerá todas nuestras necesidades, debemos aprenderé a pedirle
a Dios y creer en Él, orar con fe.
ORACIÓN: para terminar siempre debe incluir lo siguiente:
1. Alabanzas a Dios por la oportunidad de escuchar Su Palabra y aprender de ella.
2. Aplicación a la lección.
3. Seguridad y salud para los niños.
4. Que otros puedan ver a Jesús en nuestras vidas

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