La relación e influencia de los griegos con la doctrina cristiana
El ser humano tiene la necesidad de hacer filosofía debido a su misma naturaleza: “Todos los hombres por naturaleza aspiran a saber”, eso es lo que decía Aristóteles En consecuencia la raíz de la filosofía consiste en la admiración que surge en el hombre, que se enfrenta con el Todo y se pregunta cuál es el origen y el fundamento de éste, y qué lugar ocupa él mismo en este universo. Así, la filosofía es algo inevitable e irrenunciable, precisamente porque es inevitable la admiración ante el ser, al igual que es irrenunciable la necesidad de satisfacerla. La religión griega no tenía un texto sagrado como la Biblia o el Corán, fueron los artistas y poetas, como Homero, los encargados de crear las imágenes de lo divino. Sus dioses, por lo demás, no expresan nada trasendente, sino que le están dados de modo inmediato, por así decir, en su más directa experiencia cotidiana; porque no son bien mirados, sino “figuras” o “aspectos” del ser. Ya en la Edad Apostólica, que es un período de tiempo comprendido entre el año 30 d.C. y el año 100 d.C., la lengua griega es muy usada. Esta situación se mantendrá hasta los tiempos conocidos como “postapocalípticos” en el Nuevo Testamento. El uso tan extendido de la lengua helena facilita la entrada de conceptos, categorías intelectuales, metáforas, etc, desde la cultura griega a la nueva cultura cristiana. Las causas de que el griego se convirtiese en la lengua utilizada para la difusión de la nueva doctrina religiosa tiene varios antecedentes. Un filósofo griego dice que la religión cristiana se deriva de la judaica, que era una religión y una cultura que ya se hallaban helenizadas, sobre todo en los estratos sociales más educados y los aristócratas. Lo que tiene como segunda consecuencia que los primeros misioneros cristianos, que recorren Palestina anunciando e intentando convencer a la población para adoptar la nueva religión, empleen la lengua que esas mismas clases sociales dominantes utilizan. Como influyeron principalmente los griegos en la religión actual: Ellos dividían sus creencias en 4 apartados, el mundo, que está gobernada por alguien aleatorio y donde el destino de todo y todos ya está escrito y definido, el ser humano, que reconoce que es mortal y por lo tanto finito, los dioses, que son unos tiránicos, y el más allá, que es a donde nuestras almas vagan como sombras desgraciadas cuando morimos. Dos de los filósofos más importantes de la antigua Grecia, Sócrates y Platón (que fue alumno de Sócrates) tenían sus propias opiniones y concepciones, son las siguientes: Sócrates decía que nuestro alma es inmortal, que debemos vivir de manera realmente buena, moralmente correcta, pues de eso dependerá nuestra vida espiritual, y el probablemente estaba en lo correcto. Platón decía que es mejor sufrir la injusticia que cometerla, la mortificación. Debemos buscar la verdad y la bondad, no el placer ni el prestigio, y además sus creencias y concepciones “de nuestra siguiente vida” o del más allá son muy parecidas a las de los cristianos y su doctrina.