Professional Documents
Culture Documents
24 de mayo de 2011
Tema
2
Ibidem
3
Hutchinson, John y Anthony D. Smith, eds., Ethnicity. Oxford: Oxford University Press, 1996, pp. 3
– 104.
2
IX. En esto de lo que se guarda y lo que se da, las mujeres miskitas del
pasado desempeñaron un papel principal. Ellas, en gran medida,
fueron las responsables de transmitir el idioma a sus hijos; las de
enseñar prácticas cotidianas, costumbres, historias, leyendas y otros
conocimientos a sus hijos, en ausencia de sus maridos. Ellos se
encontraban ausentes durante largos periodos, ya fuera pescando o
en otras labores que los alejaban del hogar. En entrevista que realicé
en el año 2006 a Avelino Cox, en Bilwi, Puerto Cabezas,
distinguido maestro, rescatista y guardián de la cultura miskita, estas
fueron sus palabras con respecto al papel de las mujeres y la
identidad:
5
Godelier, M., op. cit. 1998, pp. 285-299.
2
“A: Porque las mujeres hay que recordar que son las que guardan más la
cultura, usan más la memoria, son las que dirigen; incluso hay grupos que son
dirigidos por mujeres… Porque la mujer es prácticamente la que enseña
oraciones, transmite el conocimiento… Yo creo que hay unos conocimientos
de mis abuelos que tengo fue por mi abuela, si… Los hombres andan
trabajando, vienen cansados, vienen realmente tarde…entonces las mujeres es
la que todo el tiempo está con las niñas; reciben la educación de la madre, de
la abuela, de las tías…”
Otro aspecto que destaca en las sociedades miskitas del presente es su afán
por recoger sus propias historias, y hacerlas circular. Publicarlas y difundirlas
en español y en miskito. Existen muchas publicaciones en ambos idiomas, con
lo que el conocimiento camina, se difunde. En los materiales revisados de
siglos pasados, solamente encontramos una historia de origen, recogida por
Fray Pedro de la Concepción en 1699, evidencia suficiente de que en esos
tiempos conservaban estas historias que transmitían a los suyos de forma oral.
De manera que la historia oral ha sido otra manera de mantener, fortalecer y
reconfigurar identidades.
Las relaciones de estos pueblos con su medio natural han sido cuidadosas y
meticulosas. Han sabido reconocer los beneficios de la naturaleza, de manera
que se han familiarizado con todas las especies de flora y fauna, abriéndoles
2
Los indios mosquitos del pasado dieron claras muestras de querer aprender
a leer y a escribir cuando los ingleses estaban en la Mosquitia. A los llamados
reyes les pedían estampar su firma al final de algún documento que llevara un
acuerdo con los ingleses, los documentos legales. Ellos ponían símbolos bajo
sus nombres, como una equis grande. También, se enamoraron del papel y la
tinta apenas la vieron. De hecho, uno de los capitanes mosquitos, Dilson, hábil
negociante con Josep de Nava, gobernador costarricense en 1769, se había
logrado robar varios pergaminos con mensajes, que mantenía escondidos en
un tronco de árbol. Encontraban a veces traductores. Pero, ya en el siglo XIX,
comentan algunos viajeros que los jefes habían aprendido a leer y disfrutaban
leyendo a Shakespeare y la Biblia, a veces en voz alta. Debo comentar que en
una mis estadías en Bilwi, un indígena de Awastara gustaba de sentarse por las
tardes a leerme la Biblia, en miskito… No pude menos que recordar que los
documentos históricos de siglos pasados, fuentes de investigación, ya me
habían hablado de lecturas bíblicas en voz alta. Veía de nuevo el pasado en el
presente.
2
Por último, otra forma que emplean las comunidades miskitas de la RAAN
para fortalecer sus identidades es la de la celebración de algunas fiestas, o
rituales, llamadas el King Pulanka, celebrada a principios de abril de cada año.
La municipalidad colabora en alguna medida, pagando transporte para traer a
los miembros de las comunidades al parque de Bilwi, lugar en el que se
ejecutarán danzas representativas de cada comunidad. Ellos se preparan, hacen
sus prendas de mastate, hacen simulacros de cacería y de guerras, se pintan las
caras y cuerpos, se adornan con pieles de animales y bailan, bailan, bailan,
hombres, mujeres y niños. Toda la música es en miskito, no importa cuál sea
el ritmo. La fiesta, además de demostrar lo propio específico de cada
comunidad, nos parece una burla contra los españoles, los imitan en sus
vestidos y adornos. Me dice Avelino que eso pretende ser una especie de
güegüence del Caribe… Los bailes, los rituales, los ritmos pueden cambiar y
enseñarse a la vista de otros, pero lo que no se da son los lazos vinculantes
entre todos los miembros de las comunidades miskitas que compartieron
situaciones históricas similares a las que se representan, fechadas siglos atrás.