Professional Documents
Culture Documents
Historia de La Iglesia Contemporánea. La Iglesia Durante El Siglo XVIII
Historia de La Iglesia Contemporánea. La Iglesia Durante El Siglo XVIII
C. I. – 24.195.008
Abril, 2016.
1
El Siglo XVIII.
Para dar comienzo a este trabajo me gustaría hacer un pequeño repaso por lo que significa
la historia en nuestra vida, y en la vida del mundo. Siendo esta una fuente necesaria para la
investigación y el desarrollo humano. Ya que la historia es un «conjunto de los sucesos o
hechos políticos, sociales, económicos, culturales, etc… de un pueblo o de una nación» 1,
donde no se escapa nuestro Pueblo, el Pueblo de Dios, la Iglesia.
Todo tiene su comienzo con el impulso de nuevos pensadores, filósofos, que se centraron
en juzgar todo a la luz de la razón dejando de lado la fe, tomando a esta última como parte
de lo absurdo, de lo que genera atraso en la sociedad, en vez de crecimiento; a esto se le
llamó Ilustración.
La “Ilustración” no entra como una simple opinión filosófica, todo lo contrario «es uno de
esos grandes movimientos históricos, donde se da el paso del mundo medieval y feudal a
un mundo nuevo, donde se ve el mundo, no en relación a Dios, sino en su visión laica y
materialista».2 Siendo esto peligroso para lo que sería la Iglesia, la que predominaba en
toda la región europea, sintiendo como poco a poco se le escapaba de las manos la libertad
con la que contaba para expresar sus opiniones e ideales, en este momento es pasada a un
lado, para darle protagonismo a la secularización o laicismo.
1
Real Academia Española, Diccionario, 2016.
2
P. Antonio Rivero, L. C., Historia de la Iglesia, p. 203.
2
Esta ideología dio pie a lo que sería el nacimiento del “librepensamiento”, que a su vez
engendra la “masonería” la que tiene su origen en Inglaterra en 1717. Que manejaban el
concepto del deísmo.
Deísmo: Dios es la garantía del orden, pero se queda arriba, sin preocuparse del
mundo; es como el Gran Relojero, dice Voltarie, pero no es Padre, es como un
jubilado en reserva… Cada hombre debía dar culto a Dios en la forma que lo
considerara conveniente, sin sujetarse a ritos eclesiásticos. (cf. P. Antonio Rivero, L.
C., p. 204)
3
BIBLIOGRAFÍA.