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1. La economia del México prehispanico Pedro Carrasco cis-inau y State University of New York at Stony Brook En el analisis de la economia prehispanica hay que reco- nocer como punto de partida que la sociedad del centro de México era, desde varios puntos de vista, bastante compleja. difere Entre _las distintas iones habia fuertes rencias en el. ambiente natural debidas a Ta altitud, recipitacion piuvial, existéncia de aguas para él Tiego, calilad He Tos suelos, y mayor O-Metor-concentracioa 16 ierras Manas, Todo “ello explica Ta gran diversidad dé técnicas de cultivo, desde la de chinampa a ;, Eft regiones como la cuenca de Mé>~ xico 0 la region. poblano-tlaxcalteca, vastas extensiones de | terreno llano favorable para los cultivos, y buenas facilida- iF des de riego y comunicacién, permitieron la existencia de | grandes concentraciones de poblacién y la formacién de las | unidades politicas m4s poderosas. Por otra parte, en las zo- | nas montafiosas menos favorables a los cultivos intensivos, como las del centro, donde predominaba la poblacién | otomi, 0 més lejos atin -las regiones de yopis, triques 0 mi- xes, por ejemplo~ no se habia logrado el mismo nivel de densidad de poblacién ni de integracién social y politica. Habia en México un gran numero de entidades politicas, total o parcialmente independientes unas de otras y con im- portantes diferencias sociales y econémicas. Coexistian dis- tintos niveles y formas de organizacién econdémica, incluso dentro de una misma entidad politica. Habfa una distinci6n _ entre ciudad y campo con las correspondientes dif en la organizacién_econémica de cada tipo de n. Encontramos adémas, por una parte, una gfai importancta de la forma politica de la organizacién econémica: por ejemplo, un_desarrollado sistema tributario, enormes alma- cenes reales, grandes obras publicas fas por el es- tado, tierras publicas, del réy'o dé otras entidades, trabaja- 15. | 4 das mediantes corveas. Por otra parte, habia numerosos mercados a los que concurria cantidad de gente, y mercade- res profesionales que organizaban expediciones mercantiles a remotas regiones, lo cual parece indicar otra forma de organizar la economia. Al analizar una situacién tan compleja, hay que definir claramente cu4l es la unidad social cuya economia vamos a investigar, para darnos cuenta de si se trata de.un sistema - econémico total o si estudiamos tan sdélo un sector de una economia mas amplia cuya conexién con los demas sectores del sistema hay que reconocer para lograr una comprensi6n adecuada. Es igualmente necesario, si encontramos distint modos-de organizar la economia, plantearnos ta pregunta de como se articulaban los distintos modos entre si,.¢s decir, si uno de ellos era el fundamental y éstructuraba la econo- mia en su totalidad, ocupando el otro un papel subordi- nado, o-si se trataba acaso de modos antagénicos y en con- flicto, a punto de preducir una transformacién radical en la organizacién de la economia. oe ‘a se ha dicho muchas veces que las unidades politicas: mayores del antiguo México, como el llamado imperio az.’ teca, eran confederaciones de distintas ciudades-estado uni-j Gas entre si en diversas - : itegracién politica y’ “€condémica, de manera que no es faci fijar una frontera én base a Tas relaciones polfticas de la unidad cuya economia sé va a estudiar. El imperio azteca era una unidad desde ‘punto de vista de la organizacién tributaria de algunos se fiorfos sometidos que pagaban al imperio como a una entidad, pero en lo fundamental Tenochtitlan, Tetzcoco y; Tlacopan eran distintas unidades paralelas, cada una sus ciudades dependientes y sus provincias tributarias. Al-' gunos sefiorfos tributarios tendrian pocas relaciones eco-; némicas con el centro aparte del tributo, mientras que uni: dades independientes como Huexotzinco o Cholula ten-; drian acaso importantes relaciones debidas al intercambio; de presentes entre los sefiores en ocasiones politicas y cere- moniales, o al trafico mercantil. Este trabajo se basa en los materiales del centro de México, principalmente desde el! punto de vista del “imperio azteca” o “Triple Alianza”, con ! su sede mas importante en la ciudad de México, aunque| también se toman en cuenta materiales de sefiorios que no estaban incorporados a la Triple Alianza pero que forma- | 16 : . 4 ban parte de la misma zona n4huatl del centro y estaban habitados por pueblos de origen histérico, cultura, y orga- nizacién politica y econédmica semejantes. . Se trata de lograr la comprensién de cémo funciona la economia en su‘totalidad, incluyendo todos los sectores que entran en la produccién y que se relacionan mediante inter- cambios de toda indole. Si escogiéramos arbitrariamente un mercado, un almacén de’ tributos o una aldea de campesi- hos, concluiriamos que ésta tenfa una economia agricola en gran parte de autosubsistencia, ése una organizacién tribu- taria, aquél una econom({a comercial. Al escoger una pobla- cién tnica pasa algo semejante, puesto que los distintos sec- tores de la economia se localizan en distintos lugares. Por ejemplo, en la ciudad de México se hallaba, en Tenochtitlan, la sede de la organizacién politica y del sistema tributario, asi como la mayor concentracién de mercaderes y artesanos © en Tlatelolco. Indudablemente la caceria o el cultivo ocupa- . ban un lugar secundario en ¢l centro urbano. Pero hay qué _ advertir que ion de la ciudad de México com- prendia ambien varios ste chivampercs alrededor d de Ta” isla urbanizada, asi como numerosa: ancias én tierra” firmé_€n varias partes del valle qué ‘si estaban dedicadas-at— cultivo.. Ademas, para comprender la organizadén_écond-— mica de ‘Tenochiilan ha jue tomar en cuenta las tierras _ asignadas ‘a Mapnates de la ciudad en_regiones. ‘Sometid especialmente en el sur de valle, y sobre todo los tribu que ‘Tegabani desde todas las provincias del imperio; sin ol- vidar, por -supuesto, las actividades de los mercaderes que viajaban hasta mas al Sus fronteras. El presente trabajo trata de analizar la economia prehis- panica tal como funcionaba en el momento anterior a la | conquista espafiola, en Jo fundamental durante el periodo de predominio del imperio azteca (1428-1521), aunque se utilizan también materiales de la época colonial temprana - cuando se puede pensar que representan la continuidad de formas prehispanicas. No se intenta hacer la historia de la economia dentro de este periodo —que sdlo presentaria~ cambios menores dentro del cuadro general esbozado- ni, menos atin, especular acerca de la historia econdmica de Mesoaméyica durante el largo periodo de su _existencia, para lo cual considero paso previo indispensable la tarea aqui iniciada. - : co 4 5 Base teérica ’ ” En la formulacién de nuestras preguntas hemos de refe. rirnos a los esquemas tedricos que se han aplicado a socie-, dades que preséntan fendmenos semejantes a los del Mé xico antiguo. El uso de modelos teéricos es necesario para el planteamiento inteligente de los problemas que se han di analizar y la busqueda de los datos’pertinentes. Este articulo no pretende documentar en detalle todos los aspectos de la| economia mexicana sino dar una visi6n de conjunto defi- niendo sus rasgos esenciales y sus implicaciones teéricas. No se discuten las teorias en si, pero es de esperar que al aplicar distintos modelos teéricos a una sociedad dada podamos es-| tablecer las semejanzas y diferencias entre ellos, asi como su: validez o utilidad. . : Un primer modelo es el] del modo de produccién asidtico| formu) por arx, que ha servido de punto de partida a’ la obra de Wittfogel con su concepto de despotismo hidréu- Jicg, asi como a toda una serie de discusiones que han pro-| pugnado por Ia utilizaci6n del modelo modo de produccigni asiatico, pero fundamentalmente en forma de formulacio- nes generales de muy distinto cufio y sin Negar a producir| andlisis profundos de ninguna sociedad concreta.' El otro modelo tedrica a que me refiero es el_expuest or Polanyi, especialmente en to-que toca al concepto dé: redistribucién y ala relacién entre t1 ico v mead: a idéas se han aplicado sobre todo al andlisis de las economias| de las civilizaciones arcaicas, y en este volumen el articulo de Berdan se basa fundamentalmente en. él (Polanyi .1957).; Conviene por lo tanto comenzar por discutir la relacién en- tre los enfoques de Marx y Polanyi. + Comin a Polanyi y a los marxistas es el concepto mismo: de la economia. Frente a ciertos economistas “formalistas”, que definen a la economia como “distribucién de recursos escasos entre alternativas en competencia’), negando que trate necesariamente de recursos o bienes materiales, Polan- yi aboga por el concepto “sustantivo” de la economia, a saber, “la interaccién del hombre con su ambiente natural y r ' Wittfogel 1957; Bartra 1969; Chesnaux 1969; Godelier 1971; Fiora- vanti 1974. 18 social que resulta en el abastecimiento de los medios de sa- tisfacer’sus necesidades materiales” (Polanyi.1957:243). Fsto no es sino el concepto materialista de la economia, no exclusivo de los marxistas, pero que-ha sido desechado por ciertos economistas a partir de las escuelas marginalistas cuyo objetivo principal fue deshacerse de la teoria marxista del valor. La critica a los puntos de vista marginalistas, al {ormalismo, como lo llama Polanyi, se encuentra igualmente en la tradicién marxista: Ya Hilferding en 1904 y Bujarin desde 1914 atacaron el marginalismo en sus fundamentos, per adoptar el punto de vista subjetivo del individuo igno- rando la naturaleza social de la economia; por ser ahisté- rico, y por basar su andlisis a partir del consumo y no de la produccién.? De manera semejante a la opinién de Polanyi, Lange considera que la teoria marginalista reemplaza el ob- jeto de la economia politica por el estudio de la praxeologia, © ciencia que se ocupa de la légica de la actividad racional, y que no es sino una disciplina auxiliar de la ciencia econé- mica. Opina también que la extensién del principio de la maximizacion a toda actividad econémica y a todas las con- diciones histérico-sociales “no encuentra justificacién ni fundamento en la observacién de Ia realidad econdémica” (Lange 1966: 205-236). ° Otra idea basica de Polanyi es que la economia est4 siem- pre institucionalizada, o como él dice, incrustada en distin- tas estructuras sociales correspondientes a distintas forma- ciones histéricas. Niega, por lo tanto, la aplicabilidad uni- versal de conceptos como escasez, eleccién, cambio, mer- cado, etcétera, en la manera en que los definen los formalis- tas (Polanyi: 1957). Sus argumentos se apeyan en buena parte en las aportaciones etnograficas de Malinowski y Thurnwald, lo cual explica probablemente la favorable re- - cepcién de algunos antropélogos a las ideas de Polanyi. Los instruidos en el marxismo na. dejaran de reconocer fuerte afinidad con las ideas expresadas por Engels: Las condiciones en las cuales producen e intercambian produc- tos los hombres son diversas de un pais a otro,y en cada pais lo son de una generacién a otra. La economia politica no puede, por tanto, ser la misma para todos los pafses y para todas las 2 Hilferding citado en Lange 1966: 222; Bujarin 1975, cap.1. 19 épocas histéricas. Desde el arco y la flecha, el cuchillo de pied: y el excepcional intercambio y trafico de bienes del salvaje hastd h maquina de vapor de mil caballos, el telar mecénico, los fe rrocarriles y el Banco de Inglaterra, hay una distancia gigan+ tesca. Los habitantes de la Tierra del Fuego no han Ilegado a produccién masiva ni al comercio mundial, del mismo modo] que tampoco conocen la “pelota” con las letras de cambio ni los| cracks bolsisticos. El que quisiera reducir la economia de la Tie-! rra del Fuego a las mismas leyes que rigen la de la Inglaterral actual no conseguiria, evidentemente, obtener con ello sino los: lugares comunes mas triviales. La economia politica es, por, tanto, esencialmente una ciencia histérica. Esa ciencia trata una. materia histérica, lo que quiere decir una materia en constante) cambio; estudia por de pronto las leyes especiales de cada parti. cular nivel de desarrollo de la produccién y el intercambio, y nl podra establecer las pocas leyes muy generales que valen para. produccion y el intercambio como tales sino al final de esa in- vestigacién (Engels, 1968: 139). El criterio usado en este trabajo para decidi fundamental en una economia dada es el dé an un examen. duccign. un icos ‘del enfoque marxista. La produccién es el 4rea clave en la organizacién de la economia. En la oe se con-| lugan las fuerzas materiales, es decir, el aprovechamiento} 4 fe los recursos naturales mediante el uso de las tecnicas de trabajo; las relaciones de producdén, 6 séa, ‘Tas rélaciones sociales existentes en el proceso de produccién, y el régimen: de propiedad, es decir, los derechos que tienen los hombrés sobre los bienes materiales. De este modo el anilisis de la produccién nos obliga a examinar la ecologia, la tecnologia’ y la estructura social, asi como sus relaciones mutuas. A primera vista la teoria de Polanyi parece apartarse acl este criterio y establecer sus conceptos basicos de tres tipos) i de intercambio -reciprocidad, redistribucién y canje comer-; cial-* en la esfera no de la produccién sirio de la circulacién.' Los conceptos de Polanyi sobre Ja produccién son confusos' ? Polanyi 1957: 248, 250, 254-255, 266 usa la palabra exchange (cambio, intercambio) con distintos significados. Uno es el significado general de: movimiento de bienes entre partes. Otro, el de movimiento de bienes entre partes a precios regateados en un mercado libre. Para el primer significado hablo de circulacién o intercambio; para el segundo uso canje comercial. 20 y no los desarrollé sistem4ticamente. Su libro sobre Daho- ey y la coleccién de articulos suyos y de sus colaboradores que impulsaron sus ideas entre los antropélogos se centran en elanAlisis del trafico y los mercados. La mayoria de los que han adoptado sus ideas lo han hecho igualmente para analizar distintas formas de la circulacién, lo cual también se aplica al trabajo de Berdan incluido en ¢ste volumen.* El concepto redistribucién es el que més se ha aplicado a las civilizaciones arcaicas como la de Mesoamérica. Polanyi de- fine la redistribucién como “movimientos de apropiacién dirigidos primero a un centro y después hacia fuera de él”. Depende de la.existencia de un grupo social “con cierta medida de centricidad” en su organizacién: “La redistribu- cién existe en un grupo en la medida en que la asignacién [allocation] de bienes se concentra’ en‘un punto y se efectéa en virtud de costumbres, leyes o decisiones ad hoc centrali- zadas, A veces equivale a una concentraci6n fisica seguida de almacenamiento y redistribucién; otras veces la concen- tracién no es fisica sino simplemente de apropiacién, es de- cir, de los derechos de disponer de los bienes en su locali- dad” (Polanyi 1957:250, 253-254). : El rubro redistribucién no es atinado. Por distribucién se suele entender lo que toca, a cada individuo o sector social, de la totalidad de lo producido. E) término redistribucién supone la existencia de una distribucién previa que se mo- difica o corrige mediante la redistribucién. Este es el signifi- cado normal del término, como cuando se habla de la redis- tribuci6n de la riqueza mediante la tributacién y la benefi- cencia publica. Polanyi atribuye al término un significado mucho més amplio que, como veremos, se puede aplicar tanto a la circulacién y distribucién como a la produccién. Claramente en_la definici6n de Polanyi_“redistribucién” comprende dos fases: primero, la acumulacién de bienes ent unrcentro-y-segunde-fs dispersion a partir del centro, 0 sea" la mn. iamente_ dicha. Es cierto que esta de- finici6n evoca ante todo usos como el potlatch y los convites descritos para muchos pueblos primitivos, asi como la bene- ficencia publica en los estados sostenidos mediante impues- _ tos y.tributos; todo esto se refiere al campo de la circulacién y la distribucién. Sostengo, sin embargo, que el concepto * Harris 1971, cap. 11; Bohapnan 1968: 231-232, cfr. 233. —_ 21 ‘redistribucién, como los de reciprocidad y canje comercia se pueden aplicar igualmente en el anilisis de la produq cién, puesto que los medios.de produccién se distribuyen circulan y se combinan en base a esos mismos procedimien: tos. Tierra, materias primas, instrumentos y trabajo se pue: den coordinar con fines de produccién en forma de presta ciones reciprocas entre los individiios que disponen de ellos, o mediante Ja acumulacién decidida‘por una autoridad cen; tral, o en base a transacciones comerciales. Por lo tanto, los tres principios de reciprocidad, redistribucién y canje co: mercial pueden. aplicarse tanto a la esfera de la circulacié como a la proeduccién. Para analizar una economia hay que comenzar por identi ficar las normas de Ja estructura social conforme a las cualeg se organiza la produccién. Los tres principios propuestoj por Polanyi sirven para describir lo que en la terminolog marxista se denominan relaciones de produccién. En lo q al canje comercial se refiere, la cosa est4 clara en el mismd Marx quien, al abocarse en Das Kapital al andlisis del sistem capitalista, no comienza por describir el grado de desarroikd alcanzado por los medios materiales de produccién, cont esperariamos de su formulacidn:en el prefacio a su Contry bucién a la critica de la economia politica, ni siquiera con ¥ discusién de cémo se organiza la produccién, sino que og mienza con el andlisis de la mércancia y el valor, obviament porque en el sistema capitalista los medios de produccig son mercancias y la relacién entre capitalista y asalariado q una relacién mercantil. 3 Polanyi apunta claramente que también é1 da importancé primordial a la produccién cuando dice que “el dominio q una forma de integracién se identifica mediante el grado que incluye la tierra y el trabajo”, y cita como ejemplos qu “en los imperios hidraulicos el templo o el palacio én medida distribuia y a veces redistribuia la tierra, e iguaj mente el trabajo, por lo menos en su forma dependien También dice que “el crecimiento del mercado como fuer§ dominante en la economia se observa conforme a.la medid en que tierra y alimentos se movilizaron mediante el canj el trabajo se convirtis en una mercancia que se podia co prar libremente en el mercado”.® Parece como si se quisiej 5 Polanyi 1957: 255. Véase también Polanyi 1966: 60-ss., 70 ss. 22 inventar una terminologia propia para describir el capita- lismo, sistema cuya catacteristica fundamental es que los medios de produccién circulan como mercancias. Es notable que en el libro Trade and Market las palabras capital y capita- lismo ni siquiera aparezcan en el indice. Esta prueba, sin, embargo, que para determinar cual de sus tres formas de integracién es la fundamental en una economia dada hay que identificar cual actua en la organizacién de la produc- cién. Pese a la muy diferente terminologia y a la poca aten- cién prestada por Polanyi a la produccién, sus ideas funda- ~ inentales muestran gran semejanza con las de Marx. _ Rasgos generales de la economia prehispdnica El enfoque aqui seguido basa la caracterizacién general de la economia del México antiguo en el andlisis de la pro- duccién. Considero, en primer lugar, que las instituciones fundamentales son las que organizan la.produccién. Un se-. xundo criterio menos general, pero de gran valor diagnés- tico y que se puede incluir en el anterior, es el de examinar la base econémica de la clase dominante; la actividad eco- nomica de. la clase dominante, la fuente de.sus ingresos, 0 -tn otras palabras— la manera en que se apropia del plus- producto (0 excedente) nos permite identificar cual es la organizacién fundamental en un sistema econémico. Podria sugerirse el uso de un criterio cuantitativo examinando el volumen de lo producido segtin distintos modos de produc- con, o el nimero de personas dedicadas a cada tipo de or- @#nizacién. Desgraciadamente la informacién disponible para el México antiguo dificilmente permite este procedi-_ miento. En todo caso, creo que los criterios adoptados son los que revelan con mayor claridad los rasgos clave de la economia. . Lo mds importante en la organizacién econémica del Mé- xico antiguo era el hecho de que habia una economia diri- gida y tegutada por ef organismo politico. La base de Ta economia €ra una estructura de dominacion definida por la existencia dé dos estamentos fundamenitales: los nobles (pi- piltin), qué fOrmaban, como personal. de gobierno, Ta clase dominante que controlaba los medios materiales de produc- din, y los plebeyos tmacehattiny que eran Ta clase krabaja- eee ee ee A 23. dora dependiente politica y econémicamente de la nobleza, La primacia del factor politico en ld organizacién dé la ecqj nomfa se ve en que es éste el que explica los procesos d produccién y distribucién. Los medios fundamentales di , produccién _estaban_controlados-per-el_organismo. politica Pese al gran numero de artesanias y a Ja importanicia dq grupos especializados en la circulacién de bienes —los poe teca-, es indudable que la economia de Mesoamérica una_econom(ia preindustrial, es decir, que la rama més im portante de Ta pr preduccion era la agricultia que produc no unicamente alimentos sino matérias primas para muchag artesanias. Entonces los medios de produccién fundamenta - les en esta economia son, por ura parte, Ii tierra, y por o el_trabajo. Tanto tierra como trabajo estaban controlado por el mecanismo politico. La tierra eos Mucho se ha escrito sobre el sistema de tenencia de Id tierra en el México antiguo.’ Hay un rasgo evidente de este sistema presente en todos los autores modernos quienes, ba sandose en la obra del oidor Zorita, tienen siempre quq enumerar toda una serie de distintos tipos de tierra defini: dos, cada uno, en referencia a diversos estamentos, rangog sociales o instituciones, cada uno de los cuales esta en poseq sién de la tierra. Es decir; que antes de poder describir la tenencia de la tierra hay que decir algo de la estructura so ciopolitica, porque lo fundamental en el régimen de la tie- rra en el México antiguo es que para cada una de las insti- tuciones fundamentales 0 para cada uno de los estamentos y rangos habia distintos tipos de tierras ocupados por esas ins- tituciones o individuos. Cuando se nos da una lista de los distintos tipos de tierras’ se nos dice que habfa las tlatocamilli +tierras del tlatoani o! rey~ y éstas eran tierras que el comin dela poblacién tenia | la obligacién de cultivar para producir bienes destinados al | © En mis trabajos de 1971 y 1976d trato del sistema de estratificacién social: En el de 1976d discuto también los medios materiales de produccién y la divisién del trabajo, temas que no toco en este articulo. ™ Véanse especialmente Caso 1959:y Kirchhoff 1954:1955. 24 ' . - datoani. Por otra parte habia tierras que tenfan los sefiores de la categoria de teuctli (plural teteuctin), o sea los jefes de lo que se llamaba un deccalli, casa sefiorial. En estas casas habia, bajo el teuctli, un grupo de parientes suyos que eran los no- bles o pipiltin de esa casa; habia ademas macehuales adscri- tos a la casa. El teuctli, como jefe de ella, ejercia la autoridad sobre las tierras y labriegos que dominaba; por otra parte participaba en la organizacién politica del sefiorfo en su to- talidad. Se parte, como en el'caso del tlatoani, de cierta cate- poria sociopolitica -los teteuctin con sus cargos en el go- ierno— y se puede decir que para hacer posible que de- sempefiaran sus obligaciones se les daban ciertas tierras que los mantenjan a ellos’y a sus dependientes. E) siguiente tango social era el de los nobles o pipiltin (singular pill); . eran t miembros de una u otra casa oral setenaienes de un teuctli de ella y les correspondia otro tipo de tierra, la pillalli, asignada a‘ ellos por el teuctli de quien dependian. Los nobles que gozaban de estas tierras tenian la obligacién de servir; unos eran militares, otros embajadores, otros cal- pixque (mayordomos colectores de tributos), etcétera. Es de- cir que también en este caso se parte de una categoria social de individuos con obligacién de participar en la organiza- cién politica, y la tierra que se les daba les permitia dedi- carse de lleno a esas actividades. Finalmente habfa otra gran categoria de tierra, las altepe- walli 0 calpullalli, tierras de pueblos y barrios, que ocupaban las comunidades de campesinos. Estos vivian en barrios o- calpulli que tenian tierras para el uso de sus miembros, quienes recibian parcelas de uso familiar por las cuales te: nian la obligaci6n de dar servicios personales y pagar tribu- tos. También aqui puede decirse que habia todo un esta- mento que comprendia a los productores, a quienes se les daba tierra para que se mantuvieran y pudieran contribuir los excedentes destinados a los miembros del grupo domi- nante, es decir a los tres rangos de tlatoani, teuctli y pilli re- cién mencionados. Por otra parte, algunas tierras se descri- ben con términos que indican el uso a que se destinaban los tributos que rendian: las milchimalli (rodela de sementeras) y cacalomilli (sementeras para bastimentos) que producian provisiones para la guerra; y las teopantlalli (tierras del tem- plo). : ‘ Algunos autores modernos ven una distincién entre tie- 25 rras del dominio publico y tierras del dominio privado.® ierras pillalli de los nobles son las que mas se han aducid para demostrar la existencia de propiedad privada y por | tanto de una clase terrateniente. Creo, sin embargo, qui esta interpretacién esta equivocada. Los pipiltin eran miem bros de una u otra de las casas nobles (teccalli) de las cual recibian sus tierras, y tenian obligacion de servir en la ad- ministracién y en la guerra. En otras palabras, no eran per- sonas privadas con propiedad plena de la titrra sino fun cionarios ptiblicos que, como tales, recibian tierra para, sos- tenerlos en el desemperio de sus. funciones. El contraste qu existia era entre las tierras vitalicias vinculadas al status de| noble -ge pueden considerar como una remuneracién bas que implican la obligacién general de servir en la cosa pu blica, y las tierras adscritas a un puesto politico determinad —como las que se dice tenian los jueces- que serian como u sueldo especifico adicional asignado a algunos puestos. datoani mismo disponia tanto de. las tierras del sefiorio ¢ virtud de su cargo, como de tierras que algunos llaman pa- trimoniales, heredadas. de sus antecesores como miembro: del linaje real. Todo lo que sabemos acerca de la manera en que las tie: Tras se adquirian, se perdian 0 cambiaban de la posesién di una persona a la de otra, indica que fundamentalment .eran decisiones politicas y administrativas las que lo hacianj Segui las tradicioties histéricas de cualquier region, cuando “Hlegaba un grupo de gente tomaba posesién de tierras des-! habitadas o se apoderaba de ellas por conquista, expulsando! © sojuzgando a pobladores anteriores. En otros casos uni grupo inmigrante obtenja tierra como donacién de la sobe- rania local a la que se incorporaba. Sabemos que el rey tam- bién daba tierras a sus servidores y a guerreros distinguidos: como premio a sus hazatias, y que se las quitaba a los delin- cuentes como castigo. En las alianzas matrimoniales entre distintos sefiorios una princesa podfa llevar tierra’ como dote en casamiento, y esto era parte de la alianza, no uni- camente matrimonial sino también politica y econémica en- tre los sefiorios (Carrasco 1974b). Los distintos tipos de tierra ocupados por individuos ® Caso 1959, Katz 1966. Para la opinién contraria, Carrasco 1971, Casti- Ilo Farreras 1972, Lopez Austin 1974. 26 -desde las del rey a las de los macehuales- se transmitian de generacién a géneracién por herencia, sujeta a la aproba- cion de la autoridad superior y al mantenimiento de las obligaciones anejas al gozo de ld tierra. No se puede pensar por lo tanto que la transmisi6n hereditaria militara contra el control politico de la tenencia de la tierra. Un régimen de. plena propiedad privada incluye el derecho de libre dispo- sicion testamentaria. La herencia segan normas reglamen- tadas es un limite a la propiedad plena, que efectia automa- ucamente ld asignacién de tierras a cada nueva generacién sin que tengan que revertir al soberano para una nueva concesién. . Varias fuentes hablan de ventas de tierras 'y se pueden documentar casos concretos, pero estas ventas tenian im- portancia secundaria-en relacién al mecanismo administra- livo de asignar y transferir tierras. Las ventas de tierras te- nian una importancia limitada por el namero reducido de transacciones y porque éstas tenfan lugar dentro del marco impuesto por limites locales y estamentales, y parece ser que requerian la aprobacién de las autoridades. Las tierras se vendian entre los nobles o entre los labradores de los pue- blos y barrios, es decir, dentro de una misma poblacién y dentro del estamento. En cuanto a los macehuales, no po- dian enajenar tierras por venta ni trueque ni de otra ma- nera “sin expresa licencia y mandado del sefior” y sin que el tequitlato o mandén que Ilevaba la matricula de tierras y gen- tes del barrio se asegurase de que el nuevo poseedor paga- ria el tributo correspondiente (H. Cortés [1538]:540). Tor- quemada explica que los nobles podian comprar y vender tierras pero unicamente entre ellos, no a los macehuales (Torquemada, 11:546). Datos de la época colonial temprana informan de un tipo de tierra llamada tlalcohualli 0 milcohua- (i, “tierra comprada”, que parece estar en contraste con las tierras patrimoniales o heredadas. Es necesario estudiar t- dos estos ‘casos a. fondo para determinar si se trata de la venta de tierras pillalli o si son otro tipo de tierras mas li- bremente enajenables. Preciso es notar también que en nahuatl Ja distincién entre comprar y arrendar no es clara.® También hay que preguntarse si habria distintas reglas para * Cfr. en Molina: momilcouiani, rentero que arrienda heredad, comprar heredad para mi, nino, milcouia. Ss 27 casas, y solares urbanas y para terrenos de cultivo. Bu parte de los datos concretos sobre compraventas de tierras solares son de fechas posteriores a la conquista, cuando se iniciaba la transformacién colonial del régimen de pi zt . x p Las compraventas de tierras ~sea cual fuere su natura precisa— se hallaban enmarcadas en la distribucién politi de la tierra. Las “tierras compradas” son una‘categoria resi dual y no se puede pensar que los terrenos se movilizaran if bremiente Como mercancias. Mas que un factor desintegra} dor del orden social, las ventas de tierras dentro de los i tes establecidos pueden haber sido una manera de ajustar existencias de tierras a las variaciones de. poblacién, tamaii , de las familias y alteraciones en el equilibro de poder, ca sados por los cambios demogrAficos y las luchas politicas. necesarjo insistir que no todo intercambio en el que se bienes por dinero (0 cuasidinero) es necesariamente un ai de libre compraventa. Por ejemplo, documentos de Tu! nos dicen que, segun un testigo, el rey Ixtlilcuechahu: “compro” cierta tierra a los antepasados de Tula a cambi de plumas y tejidos. Seguin otro testigo, los pagos de Ixtlil cuechahuac “no fueron el precio del campo sino a mani de presente y obsequio” y los antepasados “no recibiero: esas cosas de buen grado” (Verba 1946:156-157; 161). preciso notar que Ixtlilcuechahuac habia sido impues' como rey de Tula por los mexicanos. Se trata, por lo tant de una transaccién politica y no de una compraventa. cordemos que los Estados Unidos pagaron a México 16 llones de délares por la Alta California. Otra manera de transferir tierras era jugdndoselas. juegos de azar como el batey (iachtli) y el patolli se po apostar tierras, aunque la practica parece haber estado li tada a la nobleza y a los mercaderes.'° No sabemos si s podia jugar cualquier tierra de nobles o sélo algunas ties no vinculadas, un problema semejante al planteado en caso de las tierras “compradas”. . En conclusi6n, el imen_di minaba la distribucién politicamente determinada | ‘adis fundamental. de produccién. A cada estafnento, cada instituci6n y puesto publico, correspondia un tipo " 1© Oviedo 1855, II]: 535; Duran 1967, I: 200, 209. 28 : : ee 4 pecial de tierras destinadas a sostener a sus poseedores eit el ejercicio de las funciones de ellos requeridas en la organiza- ibn politica. El dominio politico de la distribucién de_la tie-. tra era lo suficientemente firme como para permitir que herencia y ventas, con los limites apuntados, efectuaran «ambios y reajustes dentro del marco politicamente -defi- nido. ‘ En las condiciones ecolégicas del centro de México, otro medio de produccién fundamental era el a. Ademas de” los cultivos de temporal, abundaban los ‘de riego basados en ‘el aprovechamiento de fos rios mediante embabes y ace- , wias, ast COMmo-una-extensa-zona-de chitramy - qi en Tos lagos sureénos de Chalco, ‘ochimilce y México en el a fi0 de Naltocan. No conozco datos antiguos acerca de Ta asignacion y administracién entre distintos cul- tivadores de derechos al agua de riego como recurso sepa- rado de la tierra de cultivo, pero debe haber sido un pro- blema importante en las zonas regadas mediante canales. Las obras de riego eran de uefia extensién dado ‘el ta- mafid imitado ae los rios, y generalmenté no sobrepasaban el territorio de un unico seriorio. En el cultivo de chinampa, cl agua, siempre asequible en el subsuelo y las acequias, es parte integrante del terreno y no surge la necesidad de ad- ministrarla como recurso separado de la tierra misma. La relevancia del agua como recurso agricola se manifestaba no _ sdlo en los aspectos técnicos del cultivo sino en la importan- cia de las obras piiblicas para la construccién y manteni- miento de las obras de riego y proteccién (Palerm 1972, 1973; Palerm y Wolf 1972). , El trabajo El trabajo también estaba administrado por el organismo politfég. "Todo Ingividuo en EL M@xico antisao tenia lz Obl gacién de dar su tequitl. Tequitl quiere decir oficio, trabajo o tributo: se puede decir que es la obligacion qué todo indivi- duo tiene de contribuir algo a la sociedad. El tlatoani, el rey, tenia su tequitl que era ef gobernar ait sacerdote daba su tequitl, el servicio religioso; el tequitl del guerrero era bata- ilar, etcétera; todos daban su tequitl. Tratandose de la orga- nizacién de la economia, lo fundamental era el tequitl apor- 29 tado por la gran masa de la gente comin ~los productores para el sostenimiento del estado en su totalidad o de. lq miembros de la ¢lase dominante de “quienes dependian. “cambio de usufructuar una pa 2 ento, el- cehual tenia que pagar tributo en especie y en trabajo." a Base was tieTas que controlaba un tlatoani, un teuetli, uf pili u otra entidad y en base al trabajo-de Tos macchuales ellos sometidos y de otros dependientes personales, seo ganizaba la produccién en todas las unidades productiva mayores que el hogar macehual, la cual por consiguiente s¢ _fundaba en el dominio politico tanto de la derra como dé ‘trabajo. _Parece ser que lo mas frecuente era_que la de a los productores como ee cies par ‘su sustenite Mnientr: ¢ otras parcelas formaban la reserv: cuyos. productos se destinaban al sefior de las ti “hacfa‘a ‘todos los niveles de la estructura social, desde el re mediante la corvea de los macehuales de los barrios, pero q veces se daban en arréndamiento. En otros casos se daba pegujales a ciertos macehuales terrazgueros y se les deman daba el trabajo necesario para la reserva destinada al daq toani. Un teuctli podia hacer otro tanto con las tierras del tecq cali y lo mismo un pill con sus pillalli. Incluso familias d calbedle que | tuvieran terrenos abundantes, pod my centerd al que dabani una parcela para su sustento y del quq Re pedian ayuda para trabajar las tierras del cabeza de familia4 ite no era el unico sistema, pero parece que era el predo minante, y esto quiere decir qué el productor siempre sabia cudndo estaba trabajando para su propio uso o cuando es taba trabajando para su sefior. O sea, habia una distinciénj bien marcada en cuanto a la tierra y en cuanto al tiem; trabajo, entre Io destinado-at suistento produccién productores, y ‘To “destinado al mant t 11 Uso el término tributo en el sentido de prestacion dada aun superio iran de sometimiento politico. Lo puede dar un individuo 0 una co- ividad; en trabajo, especie o dinero; a un sefior o estado propios o a un} poder extranjero. : | 30 le lo ' bros e instituciones del 0 dominante y a la am liacién ‘We la base material de Ta economia me iante fas obr; ij das de ififraestructura. Sin €mbargo, predomunaba el tributo éi especi@ entre los artesanos, los mercaderes y tal_vez en Ger a tipos de produccién agricola: algunos cultivadores Fi tiertag- GEE go parece que regula este sistema mas que el de trabajar las tierras de una reserva seforial (Carrasco 197Ga). Sin embargo, los dos procedimientos estaban inti- mamente combinados. . Hablan las fuentes de varias subdivisiones dentro de la mere comin. Zorita (1941:148) distingue entre la generali- ad de los macehuales que tributaban al datoani, los teccale- f que tributaban a los teteuctin y los mayeque (literalmente raceros) que trabajaban en tierras de los reyes, sefiores, nobles y “otros particulares”. Menciona ademas la existencia de renteros que arrendaban a corto plazo parcelas de los nobles y de fos labradores de los barrios mejor dotados de tierras. También se usaba queel rey asignara a los nobles, no en perpetuidad sino temporalmente, macehuales que les prestaban los servicios debidos al soberano de trabajo agri-. cola y de llevar lefia y agua.(Zorita 1941:145). - Como se ha dicho muchas veces, los esclavos (tlacotin) cran realmente gente que empefiaba su fuerza de trabajo; tenfan sus propios derechos y,-en contraste con la antigtie- tlad clasica, no entraban. en. Ja. categoria. de“casa” (Bosch Garcia 1944). Algunos esclavos parecen haber sido escogi- dos de entre los cautivos de guerra, salvandoselos del sacri- ficio que era el fin acostumbrado de éstos (Lehmann 1974:224-225). Motolinia (cap. 41) describe la situacién de los esclavos ocupados en trabajo agricola y tareas domésticas de manera semejante a los que Zorita (1941:143-144): llama mayeque. Padrones antiguos de Morelos indican la existencia de criados y esclavos, miembros del grupo doméstico de un labrador acomodado o un noble, a quien ayudaban en ta- reas productivas, asi como de parientes y arrimados que re- cibian tierra de un labrador por la cual le ayudaban a pagar el uributo (Carrasco 1976a). Todo esto muestra claramente la existencia de divisiones importantes en la poblacién ma-_ cehual, que se basaban natal qu recibf el tributo (datoani, teuctli o pilli) o indicaban distintos grados de dependencia politica o personal (Hicks 1974). Es importante hacer notar que segun Zorita (1941:87, 142), las 31 distintas categorias de gente macehual, como teccaleque y ai tesanos, existian dentro de los barrios 0 calpulli, y documen: tos detallados lo confirman. También era posible obten trabajadores mediante un trato con et soberano.Jocal. Un documento de San Sebastian: Atlixuca, por ejemplo, n dice de una duefia de terrenos que pagé 4 tlatentli (cenefas al tlatoani de Citlaltepec para que le enviara 30 trabajado para desyerbar, a quienes daba de comer tortillas y atole." No hay suficiente base documental para postular la existen: cia-de segmentos importantes de poblacién servil desconec tada de la organizacién en barrios. En_lo referente al trabaj agricola se menciona también la ayuda mutua. Hay poci datos que indiquen la existencia de trabajadores asalariad en el campo. Los padrones de Morelos registran individu sin tierras.que no pagaban tributo; pueden haberse alqui lado como peones (Carrasco 1976a). Si se menciona la exis tencia de individuos que se alquilaban en el tianguis de Mé: xico como cargadores y artesanos (H. Cortés 1963:76 Zuazo 1971:361). El hecho de que ofrecieran sus servici en ef mercado podria indicar que se alquilaban para traba jes ocasionales. : El grupo doméstico Si nos preguntamos cuales eran las unidades en las que Aogal Hevaba_a cabo la praduccién, encofitramos primero é] hogai lel macehual, quien recibia tierras como miembro de u Galpulli que tributaba al tlatoani, 0 como sujeto de una casa sefiorial (teccalli). Estas tierras las cultivaba para su-sustent f2i pismo tiempo tenia que dar tributo y servicios persona~ les. Se puede habiar de estas unidadés"dé produccién, ‘hogares de los plebeyos, como una actividad econémita pri vada, o al menos mas privada que otras, pero el domin politico siempre estaba presente por el hecho de que er: tierras controladas en ultima instancia por el tatoani. El de recho que el macehual tenia en su parcela requeria el cul tivo continuo de ella -la perdfa si dejaba de cultivarla por ™ AGN, Tierras, vol. 20, 2a. parte, exp. 4, f. 5v. Dato comunicado por: Luis Reyes. Sospecho que los trabajadores de Iztepexi mencionados en el} anfeulo 2 de Berdan también se deben haber conseguido mediante este Pl limiento m4s que como asalariados individuales. 32 . . i : A 4 4 miis de dos afios— y ademas tenia que dar tributos y servi- dios, Uay algunos informes, desgraciadamente no muy deta- Wados, que dan a entender que’ todos los, plebeyos. duramente explotados como rentéros de sus senor forme dé Oviedo (1855, III:536) dice de tributos iban a los campos en tiempos de la cosecha, dejaban lo estrictameénte Tecesario para el sustento del labrador y se Wevabant todo To demas. Segui otros informes el tributo.en especie Fecibia él hombre de ¢lacalaquilli, “lo metido en tasa”; tanto labriegos como artesanos y comerciantes paga- han un tercio de lo que producian. El servicio personal para las obras-publicas, como el servido militar, se daba “sin tasa y sin limitacién ninguna”. EI tributo se tasaba mediante pro- «edimientos variables segin las regiones. En el centro de México predominaba el pago en proporcién a la cantidad «le tierra ocupada, pero en algunos lugares pagaban por ca-. heza.!s EI hogar de labradores j-artesanos era una unidad com- pleja que ia comprender varias parejas de casados, ge- neralmente emparentadas, y ademas en ..GASOS_ Cria- dos y ‘eclavet Cooperaban todos ellos en la produccién destinada al Consumo del hogar, a los cambios en el merca- do y al pago de tributos en especie; también cooperaban, tur- nindose, en la prestacién de servicios personales. La divi~ sion del trabajo dentro del hogar, encomendaba al hombre- cl cultiyo y casi todas las artesanias. La mujer se ocupabaéh hilar y tejer, ademas de atender a los nifios y_a la cocina, y por ee con ef pre , podemos pensar q i cn otras artesanias, como la fabricacién de papel o la alfare- ria, aunque faltan informes antiguos detallados (Carrasco 1976b). Los labradores, como en Ja actualidad, se prestaban ayuda4 mutua Mamada entonces macoa,'4 expresién semejante a la , moderiia “dar mano”. Faltan, sin embargo, detalles acerca de la posible extensién de estas formas de cooperacién bien.’ conocidas en la actualidad. El campesino obtenja su tierra por herencia dentro de su 'S M. Cortés [1563]: 443-444; cfr. Zorita 1941: 146 ss., 152. ‘« En Molina: macoa, nite, ayudar a otro porque me ayude, tlamacouhqus, cl que llama a otro para que le labre su heredad, con condicién que des- pués labrara él la suya. . . : 33 comunidad, pero también era posible cambiar de residend y. obtenerla Ee Tas autoridadés locales aceptando la obligj ‘Gdn de tributar. La organizacién y la composicién de la f milia parecen haber estado influenciadas por el control po| tico de la tierra como fuente de tributo (Carrasco 1976b). Los macehuales estaban organizados por sus barrios q cuadrillas de 20 0 miltiplos de 20, bajo la direccién d mandones encargados de recoger el tributo y de llevar as dependientes a las obras publicas. . E] promedio de los macehuales practicaba actividades q versas para su propio consumo. “En cualquier parte ~did Motolinfa— hallan estos indios con qué cortar, con qué atal con qué coser, con qué sacar lumbre . .. Todos saben labi una piedra, hacer una casa simple, torcer un cordel.e w soga, € otros oficios que no demandan sotiles instrumentd o mucha arte” (Motolin{fa: cap. 60). Habja, sin embargo, ag tesanos especializados que producian para el mercado y q a en especié 0 eM trabajo Conforinie a sii ofitio. E algiinios Cass Tos artesanos de cada oficio, s parades dé lq labradores de sus barrios, estaban organizados en cuadrilld de especialistas para la aportacién de tributos y servicid personales. Las especializaciones principales eran las d carpinteros, canteros, albaniiles, alfareros, canasteros, p teros y huaracheros, qué fabricaban objetos de uso genera -ys€ encontraban en la mayoria de los pueblos. De distribi cié6n més limitada eran los dedicados al trabajo de la ob: diana, la fabricacién de sal o la-de papel. Las artesanias ma finas que se practicaban én buéna parte én palacio eran la de orfebres, plumajeros, entalladores, escultores, lapidario y pintores. Los floristas y tabaqueros hacian ramilletes y cq futos de fumar que se consumfian principalmente en las cq lebraciones de los sefiores (Sachse 1966; Carrasco 1974a). Sahagiin (1956, II1:81) describe tres tipos de plumajeros caseros (calla amanteca), de la recaudaduria (calpixcan aman teca) y de palacio (tecpan amanteca). Podemos pensar qu shubiera una division semejante entre otros artesanos. caseros trabajaban en sus hogares y llevaban sus produ al mercado. No hay buenos datos sobre la manera en qui los artesanos que trabajaban por su cuenta obtenfan las ma ‘terias primas necesarias. En base a la reducida informaciéy de las fuentes y de analogias con artesanias modernas d técnica semejante podemos pensar que las obtendrian en e| 34 mercado. donde sabemos que algunas se ofrecian en venta (Sahagun, libro VIII, cap. 19), que las extraérian ellos mis- mos -por ejemplo, los alfareros y petateros— o que se las suministrarian los clientes. Informes de Hernan Cortés que se refieren a la comarca de la ciudad de México explican que _Jos_artesanos_estaban en los distintos barrios mantenidos por los vecinos labrado- res y tenifan que contribuir para Jas obras y fiestas de los sefiores:_ er ” .. dems de los tributos ... tienen obligacién algunos de los barrios y aun algunos vecinos particulares de sostener con estas tierras otras gentes que son oficiales de todos oficios mec4nicos ¢ cazadores, pescadores, maestros de hacer rosas ..., otros que inventan cantares ..., otros que hacen farsas, otros que juegan de manos, otros que hacen titeres y otros juegos; y éstos tiene cada barrio o parroquia obligaci6n de tener tantos para las obras y para las fiestas que el sefior quisiere hacer, y dan esto por adehalas, demas de los tributos que pagan por las tierras. Estas gentes estan y residen en estos pueblos y barrios a costa de los vecinos de ellos y estén el tiempo que quieren segtin se lo pagan, y vanse cuando quieren y como se les antoja a donde mejor partido les hacen.' . Xochimjlco_era un importante centro artesanal y hay buenos datos de 1548 y 1561 que todavia se pueden tomar como representativos de la organizacién prehispanica (Scho- les y Adams 1958:102-116; Carrasco Ms. b). Muchos = nos tenfan también tierras, de modo que no dedievien ala artesania sino parte dé si Gempo. En 1561 todavia se orde- naba que los mercaderes y artesanos no pudiesen ejercer sus oficios sin que primero labrasen o hiciesen labrar en sus tierras, si las tenfan, un minimo de veinte brazas en cuadro. EI artesano recibia tierra, al menos en algunos casos,como recompensa por el ejercicio de su oficio. Asi en un caso se dice decun Thdio-que haba recibidos tierra del cacique de lecpan Xochimilco “porque le servia de zurrar cueros para las cutaras” (AGN, Tierras 1525, exp. 5). Los artesanos da- ban prestaciones en trabajo especializado, productos o di- nero para los caciques y otros funcionarios y para la casa de comunidad.'* Por otra parte, recibfan mantas de los caci- 'S HL Cortés [1538]: 541-542. Modernizo la ortografia. ‘* La casa de comunidad es aqui una institucién colonial pero que conti- nuarfa las funciones de la calpixcan y el petlacalco prehisp4nicos. 35 ques, quienes las habian obtenido como tributo. Los artes: nos transmitian sus oficios a sus hijos, que heredaban la ca con igaciones de prestar los servicios propios del o: cio, También en 1561 si un artésano, corio’c er otri macehual, moria sin sucesién, el gobernador tomaba “el q a él le pareciere para poner en su lugar” (Scholes y Ada 1958:107), lo cual parece indicar un intento de tener un; cuota fija de cada ocupacion. 4 En todos los casos -tanto de labriegos como de artesano: en, la produccién doméstica destinada al mante nimiento de la familia, n pds un excedsnte para el interca’ bio con otras unidadés domésticas y para el pago de tribu en especie. Era fundamental ademés la prestacién de 3 ios personales para los trabajos en comun, bien fuera ei tierras dedicadas a los gastos comunes del barrio, a un sefi ) © al rey, asi como para obras publicas de varios tipos, decir para la organizacién de unidades de produccién complejas que el grupo doméstico.” - : Dada la gran demanda de servicios personales en est: ramas de la produccién dirigidas por el estado o sus depe dencias, se puede decir que las tierras asignadas a cada fe milia macehual eran la manera de proveer al manteni miento de los trabajadores que el estado necesitaba, es di cir, a la reproduccién de la fuerza de trabajo. El barrio Pasando a unidades productoras mas complejas que familia, se encuentran otras én Tas que su naturaleza politi es mucho mis evidente. En los “eal li o comunidades campesinos, ademas de las parcelas dadas a cada miemb abia campos del ‘comiin ‘cultivaban para produiir | “necesario a las actividades ‘def calpuli en su totalidad: Ad ‘mas, e) jefe del. calpulli tenia su propia parcela que le cul yaban los miembros del calpulli.'" Sabemos también que laj telpochcalli, casas de solteros aparentemente asociadas a loi istintos bariios, donde vivian todos los j6venes para parti cipar en obras publicas y adiestrarse en la guerra, tanbed podian tener tierras que se cultivaban con el trabajo de lo’ solteros (Zorita 1941:111). "7 Zorita 1941:'142; Motolinia, 2a. parte, cap. 4. 36 Fundandose en la obra del oidor Zorita, se ha generali- zido en casi todos los estudios de la sociedad prehispanica el concepto de calpulli como comunidad campesina igualita- tia con base en el parentesco; incluso se ha pensado que el calpulli fuera un clan.'® Desde el punto de vista e¢onémico el calpulli habria sido una corporacién en posesién comunal de la tierra distribuida igualitariamente entre sus miembros para el uso familiar. Aunque la descripcién de Zorita con- ticne rasgos de este tipo, preciso es reconocer que las inter- pretaciones modernas han estado influenciadas por los con- ‘cptos que surgieron en la antropologia del siglo xix, que unterpretaron a las comunidades campesinas como restos de i supugsto comunismo primitivo, y que consideraron al clan caracteristica universal de todas las sociedades primiti- vas, ambas ideas hoy dia insostenibles. ‘ Los estudios mas recientes demuestran que hay qué co- tregir ese cuadro y que, sin desechar los datos de Zorita, hay que buscar interpretaciones algo distintas a las que han prevalecido hasta ahora. Ante todo hay que insistir en que lu terminologia nahua en cuanto a calpulli y otras palabras no tiene la precisién sociolégica necesaria para sumar todo lo que denota uno de estos términos como si se refiriera a una institucién tinica (Carrasco 1971). La palabra calpulli_se aplica a subdivisiones politico-territoriales en distintos niye-. les déSégmentacion. En Tos niveles superiores sé puede aplicara 5 que también se ha llamado pueblos nahuatlaca, » a las cuatro parcialidades en que estaba dividida la ciudad ile México, 0 a los seis componentes de tipo étnico (mexica, colhua, huitznahua, tepaneca, tlailotlaque y chimalpaneca) «ue coexistian en Tetzcoco y otras ciudades del Acolhuacan. Fstas parcialidades tenian importantes funciones politicas y ceremoniales y estaban internamente diferenciadas, puesto que incluian linajes nobles. Aunque se atribuya a unidades de este tipo la posesién de la tierra, no se las puede conside- tar comunidades campesinas sino segmentos térritoriales de la unidad politica que incluyen‘dentro de sf distintos niveles, de la estratificaden social. En “los niveles inferiores dé segmentacion social si se eficuentran calpulli con poblacién fundamentalmente campesina, pero aun aqui hay cierta di- ferenciacion interna entre Tos jefes del barrio y el comin. \ Monz6n 1949. Discuto este problema en Carrasco 1971, 1976c. 37 Los informes de Zorita no explican claramente de qui tipo de unidad social se trata aunque, como las funcione: que describe atarien a la tenencia de la tierra y el tributo, s ha pensado siemipre-que describian comunidades campesi nas. A eéte respecto los estudios recientes sugieren un ma: yor control de la divisién de la tierra dentro de las aldea: por parte de las autoridades politicas de lo que se habi pensado, y que tanto Zorita como los autores modern crearon un cuadra idealizado_que oscurece el control efec: tivo de Ta distribucion dela tierra. desde niveles_superiore le Ia sociedad y el uso de la nizacién local de como Organo local de la istracién_ pata la recoleccic él uto y el reclut ite de crabaladores. Hay otr: ‘uentes que insisten mas que Z n el fuerte control d los campesinos ejercido por sus sefiores. Creo que el in{ forme de Hernan Cortés es el mas claro de todos y merec citarse: - La orden general es mayormente en las comarcas de esta ci dad [de México] y casi en todo lo demas de la tierra, que todas las tierras donde los vecinos de los pueblos tienen sus branzas y heredades, estan antiguamente repartidas entre ello: con cargo de cierto tributo que por ellas dan al sefior... Y h 10 este repartimiento por los barrios o colaciones del puebla quedan perfectamente en aquellos en quien se repartieron, co la carga del tributo en sus hijos y nietos y todos los que de descienden, sin que el serior se las pueda quitar por ningu: cosa en tanto que pagaren aquel tributo que les fue impuesto. los vasallos no las pueden enajenar por venta'ni troque ni por otra via alguna, sin expresa licencia y mandado del sefior e si que el tequitato de aquel barrio... asiente en-la matricula copia que tiene de las tierras y vecinos de aquel barrio de aqué que deja las tales tierras do es el que nuevamente las toma y si satisfaga que ...pagara aquel tributo con que el otro las tenia. ¥ porque acaesce muchas veces que algunas destas tierras que- dan vacas, o porque el que las tenia murié sin herederos 0 yi que los dejé no quisieron tomar las tierras con aquella carga sobre si, 0 porque se quiso ir a vivir a otro pueblo; en tal caso ef tequitato... hace relacién al sefior 6 a su mayordomo cémo. aquellas tierras quedan vacas para que las dé a quien quisiere, con aquella carga; y entre tanto todos los vecinos de aquel ba trio son obligados a beneficiar aquellas tierras para que de elJas se pague el tributo al sefior y toman aquello para sus gastos publicos y pagan aquel tributo hasta tanto que viene otro vecino 38 a quien se den con la misma carga... (H. Cortés (1538]:540- 541). : Esta descripci6n de Hernan Cortés ~corroborada y am-; pliada en documentos locales de Morelos— (Carrasco lovéa, 1976b) confirma el concepto del barrio, llamese colpulls ode otra manera, mo una uni rativa con as eee Td eis cién comunal “de la tieria y respontabilidad colectiva pore la tierra y responta lad colectiva por el pag go de. utos; sé ve, sin embargo, que se trata de una unidad local administrada desde. arriba, mas sus. § de una comiinidad democratica ¢ El palacio Estudios recientes demuestran Ja suma importancia de Ja casa_sefiorial o palacio (teccalli o san) como guided socal, politica y econémica. y econémica.'® Aunque Ta menciona Zorita, nunca se le Ha-dado Ta atencién que merece. El Elletcoti comprendia com) un linaje rel sefior de la casa (te put, que ag abl encase ate, le to schorgs anteriores, Contaba también con macehuales seer tos a Ea casa, llamados. mte de la casa seriorial. En lo conémico el. cosa wate Terao distribuidas en. par: celas Para.cl teuctli y para los pipiltin, asi como para los ma- cchuales residentes en’ distintas Sie o barrios que tenfan obligaci6n de contribuir tributos y trabajo al sefior de la casa. Estas aldeas sujetas a un "s dad territorial contigua sino que estaban di r todo el territorio. nig, del aeRS. ET ieccalli, aie Ponta entre sus depend jentes con artesanos de diversos oficios. Como hace notar Zorita, los sefiores tenian sus teccaleque organiza- dos en calpulli. El sefior o teuctli era miembro. del | gru: bernante_en la orgamizacion politica y. ceremonial de la ciudad-estado. El tlatoani o rey de una ciudad Gra eljelede la casa sefiorial FHHajeé WOvIe-Mr4s importante y como tal tenia tierras patrimoniales; ademas controlaba las tierras reales (tatocamilli) asignadas a su cargo. Todas las tierras y los macehuales en ellas asentados, tanto labradores como artesanos, adscritos a: un ¢tlatoani o 9 Carrasco 1963, 1966, 1971, 1976b; Reyes 1977; Olivera 1978. 39 teuctli, constituian la base de complejas unidades de produc cién, semejantes en sus rasgos fundamentales, pero de! enorme variedad en cuanto a su tamafio, segtin se tratara@ del palacio de un rey poderoso o de un feuctli en un sefiori de menor categoria. : La hacienda publica estaba organizada hasta cierto punt como una extensién del hogar del soberano. El palacio del dateani y en menor medida -pero de gran importancia- lo: palacios de los sefiores de menor categoria, eran unidad no sdlo para la administraci6n sino también para la produc. cién. Los reyes y sefiores tenian mayordomos encargados dé organizar la produccién en base al trabajo de los plebey: asignados al palacio que cultivaban la reserva senorial También era posible dar algunas de estas tierras a terrazgo; Desgraciadamente no tenemos detalles abundantes acerc de hasta qué punto las tierras de una reserva sefiorial s cultivaban asignando parcelas separadas a cada macehua que la cultivara por su cuenta para el sefior, o si los mayor. domos organizaban grandes equipos de trabajadores qui todos en comun fueran a trabajar las tierras de la reserva, Por el momento no sé de ninguna fuente que dé detall ‘acerca de la importancia relativa de estos dos sistemas di trabajo.?° Pero, en todo caso, las tierras asignadas al me’ Watoani o teuctli y las prestaciones en trabajo indican la im portancia del palacio como unidad de produccién. La produccién artesanal también era parte de la econo: mia de los palacios. En la corte habia funcionarios a carg de los principales oficios, como un cazador mayor, un guar. dajoyas, un mayordomo de los plumajeros, asi como un en: cargado de los libros histéricos, todos los cuales cuidaban d los artesanos de su rama (Torquemada, 11:544). En el cas de los plumajeros ya se mencioné que, ademas de los que' trabajaban en sus propias casas, habfa los calpixcan amanteca, que trabajaban en la recaudaduria de tributos, y los tecpa’ amanteca, que trabajaban en el palacio. Todos ellos elabora- rian la materia prima aportada por los mayordomos del rey; a los almacenes reales llegaban plumas como.tributo y ade-! més habia en palacio pajaros en cautividad que igualmente; suministrarian plumas. También como tributo llegaba algo- *° En Tlaxcala, ya después de la conquista, cada diez terrazgueros se juntaban para cultivar la sementera destinada a su sefior. Archivo Munici- pal de Tlaxcala, nam. 94. . 40 dén que tejerian todas las mujeres, concubinas y criadas del palacio. Entre los: artesanos de palacio se contaban adetnas Jos lapidarios, escultores y talladores de madera (Sahagun, libro VIIL, cap. 14, 16). Los sefiores dependian también del trabajo de sus ma- cehuales para la construccién y reparacién de sus palacios. Los sujetos de un sefior prestaban ademas servicio domés- tico de limpieza y cocina y aportaban agua, lefia y viveres para el uso diario (Zorita 1941:145; Carrasco 1963). Puede decirse que la cocina de un palacio era también una unidad, de produccién organizada politicamente. Sahagan nos dice que de la cocina de Moteuczoma comia todo el personal del palacio, y esto incluia a los miembros de-todos los consejos, a los mayordomos que acudian a recibir érdenes, a los arte- sanos de palacio, etcétera (Sahag&n, libro VIII, cap. 13). Las obras piblicas Finalmente, ¢l gobierno dirigia las grandes obras piibli- cas; la construccién de palacios, templos, monumentos, cal- zadas y albarradones para el control te las aguas. Todo esto se hace en base al trabajo de la gente comun o de grupos de especialistas también controlados desde palacio. Si al tla- lant Se Te antojaba que habia que esculpir su efigie-en Cha- pultepec o decidia que habia que construir un nuevo templo © reparar un albarradén, ordenaba el reclutamiento de los trabajadores necesarios. Habia en palacio una sala —el calfix- cacall 0 texancalh— donde los mayordomos de los distintos pueblos recibian érdenes de reclutar tantos 0 cuantos traba- Jadores para Jlevarlos a hacer tal o cual obra publica,?! En otra sala de palacio -la cuicacalli o “casa de los cantos”— se juntaban los mandones de los mancebos (telpochtlatoque) a aguardar lo que les mandaba el rey para llevarlos a las obras publicas, como hacer zanjas o cultivar la tierra (Sahagun, libro VIII, cap. 14; libro III, cap. 5). Todos estos mayor- domos_y mandones organizaban la produccién. Disponian de los Benes acumutados-como-parte tet tribute: materias primas y alimentos para mantener a los trabajadores. Por otra parte, ordenaban a trabajadores de distintos oficios que 31 Sahagiin, libro VILL, cap. 14. Cédice Mendocino, £. 70r. . 41 acudieran a dar su trabajo: los carpinteros recibian orde: de ir al monte a cortar la madera y labrar las vigas necesa: rias; los canteros de ir a Ja cantera a labrar la piedra. Habi: ademas ,cantidad de gente comin para cuando se trata simplemente de trabajo no calificado, por ejemplo, é transporte de materiales de construccién. Las cuadrillas di tributarios reclutados de distintos pueblos-yBarnios Sp traci por Uurnos. bajo por turmos. “por su rueda y tanda”, como se de urante la colonia, cuando continud el mismo sistema. mismos mayordomos o mandones de las cuadrillas de traba: jadores actuaban como capatacesy_directores de Tas Obras A lgs trabajadores se er durante la duracié: S te ne de su turno, y sabemos que en algunos casos, si el sefio: uedaba especialmente contento con el trabajo realizado, ba premios extraordinarios a los mandones de los artesa~ nos, como por ejemplo cuando los escultores labraron efigie de Huehue Moteuczoma en Chapultepec (Tezozomoc 1975:668-669). | Entre las grandes obras publicas del valle de México re-; salta la construccién de obras hidrdulicas: las calzadas y al+ barradones que fueron rrecesar 08 | comiunicar Ja ciudad! istefia con la terra firth; pa rotegerla contra las inunda- Giones y para defender la zona chinampera dé sus alrededo-' Fés contra Tas aguas salobres"det Tago de Tetzcoco (Palérm 1973). La intervenicion det estado en estas obras és signo evidente del dominio politico de la economia. Estas obras constituian parte esencial de la infraestructura que hacia posible la conservacién y expansién del sistema productivo. No hay datos precisos acerca de la manera en que se cons- truyeron las chinampas y otras tierras, como bancales, que representaban una inversién permanente de trabajo. No:sa- bemos si también fueron construidas mediante’ grandes ‘obras publicas 0 si quedaron a cargo de grupos de campesi- nos como unidades familiares o barrios. Las obras de gran magnitud se asocian al desarrollo del poderio tenothca; su construccién marca la maxima extensién de la agricultura chinampera al incorporar a ésta los alrededores de la capital mexica que, asentada en la parte mas vulnerable de la cuenca, hizo asimismo necesaria la construccién de obras de proteccién. [> Habia por lo tanto una organizacién politica de las obras publicas a base de mayordomos (calpixque y tequitlatoque) que 42

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