You are on page 1of 4
SUTTER ey le SUMO Re Ceo eae clas, hombres, mujeres y nifios presenciaron el aterri- Pern Uc CuCeCa Ree Le cuir OCT CU ace Etec CM Am vidaron una extrafa piedra roja compuesta de un ma- terial que no existe en ree) 1] la WTS ICME y Frere en el pueblo gaditano de Co- LCOS NUT militar ri) Cadiz Looe eu} ORCS UIE Cet LOSSES CUMS UN cor Me Om eT PEC rales ae uC ue PSC MEP M Auer Cem UI eetel ECU peculan ya con los encuentros en la tercera fase. Los Ee ECR cucu eM UUEN eee Sa aaa Do LCL cea Sey DRC) Dee ae DO ee eC vuelto a mirar al suelo. De ce Pe oc So ena cielo esperando volver a ver una pista, una prueba que les confir- Coe Ce ney eee er eed Picci seach ae ees Re un ces Cee Aus ime NU nog Pe ee et kau Tee ee Te nu ty CRORE ey ee eee tiembre, los nifios apuraban sus PS ees aes tuna gran bola de luz surcé el cie- Pek Cee ae Pee WORT a rei a ba, el color del objeto se tornd a ROC mc) Cos Ec digna de la mejor pelicula de Ste- See et arc Bee os ae ca Ce ee mn aa Oe Lad CT mee eee ‘se abrié una escotila y s2- lieron una, dos o tres criaturas con formas humanas, asf como un pe- quefio robots. Nunca nadie vio ojos tan desmesuradamente abiertos en Voronezh como los de las cientos de personas que se agolparon alrededor del piatilo Volante. Las mujeres agarraron a Us hijos mientras &stos sonreian © lloraban, segin el estado de emocién. Muchos salieron cortiando; otros aguantaron para- lizados por el miedo sintiéndose protagonistas de uno de los mo- rmentos trascendentales de la hu- rmanidad con permiso de la His- toria Noticia oficial Los presuntos extraterestres median «tres 0 cuatro metros de alto» —segiin los testigos consul tados por la agencia—, pero te- nian la cabeza muy pequefian Estos hechos se desarrollaron en ‘apenas cinco minutos. Después de realizar un paseo alrededor de la extrafia nave, los tres extra- terrestres cavaron un pequefio hhoyo, tomaron unas muestras del terreno y regresaron a la misma escotila de la que habian saiido. Un ruido atronador lo envolvié todo antes de que el piatilo des- ppegase de nuevo hacia los confi- nes del espacio. Durante el resto de la noche, los cientos de testi- {gos relataron una y otra vez lo que habian visto, tratando de conven cera los mas escépticos. La noticia de este encuentro hubiera quedado olvidada en los 18 archivos de los utblogos sino hu- biese sido transmitida a todo el mundo por la agencia oficial de prensa de la URSS, Tass. Pero la contirmacién del hecho no acaba aqui. Cientificos del Labo- ratorio de Geofisica de Voronezh afirmaron piblicamente la exis- tencia del avistamiento tras en- contrar «pisadas de alienigenas {que dieron un paseo por él par- que». Seguin declaré Genrij St- lakov, jefe de este Laboratorio, la forma humana hemos identiticado el lugar del aterrizaje mediante sistemas de biolocalizacién. Detectamos un circulo de veinte metros de did- ‘metro, en el que se ven cuatro hendiduras de cuatro o cinco Centimetros de profundidad y de catorce 0 dieciséis centimetros de didmetro cada una situadas €en los cuatro puntos de un rom- bo». Silakov afiadi6 que el camino que clentificamente detectaron como el recorrido de los supues- tos alienigenas coincide con la descripcién hecha por los test- gos, asi como otras circunstan- cias del aterrizaje. Segin los tes- tigos, el OVNI hizo aquel dia va- rias apariciones, como minimo tres, después de anochecer. Sin ‘embargo, la prueba mas palpable de la presencia extraterrestre en la ciudad la constituye una peque- fia piedra roja encontrada junto tuna de las huellas de la nave, cuyo andlisis mineralégico, segin el mismo investigador, no ha po- dido determinar su auténtica na- turaleza: «Lo tinico que podemos decir acerca de este tema es que en la Tierra no existen sustancias ‘anélogas. El material que la com- ‘pone es desconocido para noso- tos, aunque necesitaremos més investigaciones para afirmarlo con rotundidad.» Sin embargo, mientras los Mi- risterios del interior y de Defensa 8 mostraban escépticos respec- to 2 este posible aterizae, fuen- tes dela Milcia (Policia Uniforma- da) afirmaron que se vieron OV- Nis y seres extraterrestres #¢ esos dias en la ciudad, y (que mucha gente llamé a sus de- pBendencias para informar sobre el extrafio episodio. Pereverzeg, funcionaro de la Milicia Local, dijo que habia acompafiado a los cien- tions de la seccién de estudios de fenémenos animados de laciu- dad, quienes encontraron en la zona de aterrizae escorias de un metal desconocido que no reac- céona con écido alguno. Adema los medidores Geysers que lev ban descubrieron que la radiact- vided era triuy at, y no precisa- mente por la cercania de la Cen- tral Termonuclear Para el periodista Enrique de Vicente, especializado en los te- mas relacionados con las. ano- malias cientiicas y experto en los ocurridos en la Unién Sovié- tica, «este encuentro, aunque es ‘muy importante, no es el prime- 10, El fenémeno NLO (el equiva- lente en ruso a OVNI) empezo 2 oficiaimente en este pais des- ‘pués de la Segunda Guerra Mun- dial Hasta 1965, en plena ‘guerra ‘ria’, las informaciones oficiales ‘ban destinadas a acusar a Esta- dos Unidos de espionaje. Sin ‘embargo, desde entonces se han venido creando diversos comités de estudio y seguimiento de este fendmeno, hasta el punto de que Rusia es el tinico pais de! mun- do que tiene una Organizacion ienttica no miltar y oficial para estos temas». Alerta en la Armada Trece dias antes de que tuvie- ra_lugar este fendmeno en la URSS, los habitantes de Conil de la Frontera, en Cadiz, notaron la presencia de dos helicépteros y tna fragata de la Armada espa- fiola, que patrullaban intensa- mente la zona. El hecho sorpren- did y alarmé a los vecinos del pueblo gaditano, que no acerta~ ban a explicarse el motivo de la inusual vigilancia, Pocos dias después se desve- I6 el misterio de la alerta de la Ar- mada espafola, no confirmada en la Comandancia de Marina de Cadiz, para la cual el hecho en- traba dentro de la rutin normal de vigilancia de la estratégica ras escuchar el relato de los jévenes, dos y una fragata de la Armada espafiola recorrieron la zona del Estrecho En las fotos de la izquierda, OVNIS fotografiados con camaras de ifrarrojos. Un testimonio que se ‘acomparia —sobre estas lineas— con el ibujo de un extraterrestre que viene a coincidir con el dibujo de los nifios de Conil. zona del Estrecho. Cinco jove- nes, de edades comprendidas entre los 14 y los 22 afios de edad —Loli, Isabel, Pedro, Lé- zaro y un segundo Pedro— ha- bian estado viendo durante quin- ce dias luces extrafias en el ho- rizonte nocturno del lugar. La prudencia habitual de la Marina en estos casos de avista- miento de OVNIs no dejé tras- cender la realidad del aumento de vigilancia en la zona, donde, ssegin los jévenes de Conil de la Frontera, se produjo el fenéme- ‘No y que segin sus protagonis- tas tuvo su culminacién el pasa- do 29 de septiembre. «De repente —cuenta uno de ellos—, dos seres de més de dos ‘metros’ de altura, cubiertos por tuna ampliatinica blanca y con la cabeza de! mismo color apare- Gieron en la orila como nacidos de la nada, a unos treinta o cua- renta metros de nosotros.» « En la foto de la derecha, cara del tripulante de un OVNI segun testigos aseguran haberlos visto. que El fenémeno de los OVNIs comienza a * e+ Segin la declaracién de los jovenes, los extraterrestres se dirigieron, con movimientos sincronizados, en direccién per- pendicular a la costa, donde esté situado el pueblo. Pero al sentir- se observados, cambiaron la di- reccién sibitamente para irl en- aEs la primera Vez? Lo ocuri- do en esa pe- quefia ciudad Provinciana de Veronezh, ces el ensayo gene- Sees Aa Gol Gren En Fase com le Iglesia, =_BWlos milagros con "Gis smva. No se puede es- “pera gut la docta Academia “fe Genos Sovetic lance as ‘campanas al vuel, cuando to- davia el asunto no esta nada lato, aunque no haya sido la vez. Hasta ahora, las huellas de pa gran nave que se posa = See de nuevo, son en cientos de infor- - ales, fas mismas huellas, ero siempre alejadas de ni- ‘eos de poblacion importan- tes. Y en cuanto ala vision de los visitantes, cuando se han dejado ver, ésta varia, entre mil formas corporeas que van desde el gigantismo de este ti- timo avistamiento hasta el ex- ‘remo contrario del ya tipico y ‘pico hombrecilo verde de » tener caracteres cientificos. uentro del grupo. Pero los dos Pedros y sus amigos no les es- peraron. Dando media vuelta echaron a correr hasta que una luz destellante, en el horizonte, Ies hizo detenerse. En la perpen- dicular de los dos seres blanque- cinos aparecié entonces «una estrella fugaz que tenia una cola parecida a la de los cometas», que desapareceria pocos metros antes de alcanzar a los dos ex- trafios seres. Pedro resalta que w/a pareja extraterrestre permanecio impa- sible ante este fenémeno y no @/ da del gran encuentro ‘cabeza grande y ojos saltones, ‘como E:T. YY ademas, si es que de ver- dad existen unos seres re- ‘corriendo los espacios interes- telares, una de cuyas naves se osd en Rusia, a la luz de laf sica actual no podrian tener otra apariencia. Para moverse en espacios intergaldcticos, a fantasticas velocidades, estarian someti- dos a minimas fuerzas de gra- vedad que alargarian las es- tructuras seas, tal y como comprobaron los soviéticos con la dilatada permanencia de sus astronautas en las es- taciones espaciales. El cere- bro del hombre del arto 100,000, serd, si sobrevive para entonces la humanidad, mas pequefio que el actual porque no necesitaré acumu- far en él experiencias ni prag- ‘matismos convertidos en ins- tintos, ya que el mundo de las superoomputadoras se encar- gard de millones de tareas ru- tinarias, que hoy ocupan a llones de nuestras hormonas.. Existen, solo en nuestra ga- laxia, nada menos que 400.000 milloneséde estrellas, €s decir, de soles con posibi dad de planetas girando a su alrededor, como lo hace la Tierra. Proolamar que somos os Unicos es retroceder a la Edad Media, cuando era here- jfa negar que la Tierra fuese e! centro del universo. Y si éste de ahora es el primer contacto oficial de los viajeros del espa~ cio con la humanidad doliente, No es desde luego el primer aterrzaje real Del espacio que nos rodea, de las estrellas que asoman cada noche, no sabemos practicamente nada. Y menos ain de lo que hay detras de peas seins era taba ahi, tan cerca, y s6lo ahora hemos sabido de sus satélites. {En qué momento una cadena de atomos de carbono que se entrelazan para formar una proteina constituyen vida? Silos que aterrizaron en Ve- ronezh son extraterrestre: bienvenidos. Les estébamos esperando y ya tardaban de- masiado. (*) Piloto de lineas aéreas Autor de Mistica y misterio de los OVNIS, E n Rusia, los centificos encontraron una piedra roja cuyo material no existe en la Tierra y que se esta analizando a ie aaa realiz6 ningun tipo de movimien- to brusco; parecia como si fuese algo normal para ellos». Inme- diatamente después, los alieni- genas llevaron a cabo un ext fo rito: «Se pasaron de mano en mano, varias veces, una especie de esfera liminosa y en seguida ‘se tumbaron en la arena como si quisieran ocultarse de noso- tros.» Tras haber hecho una e ecie de surco a su alrededor, ‘ocurrié algo que nadie ha podido olvidar todavia: «Los seres se le- vantaron convertidos en huma- ‘nos. El era rubio y vestia un pan- talon vaquero y una camisa, ‘mientras que ella tenia el pelo largo y moreno y llevaba una fal- a y una camisa amplia.» ‘Al terminar la ceremonia, una ‘especie de nebiina se acercé ala orila a gran velocidad. Pedro ob- serv6 a través de los prismaticos ‘aun ser, de mayor estatura que los anteriores, y que vestido de negro se desplazaba sobre el ‘mar sin realizar ningin tipo de movimiento. Al legar a la arena de la playa se desiiz6 sobre ella, como si fuese sobre unos pat- nes», y se perdié en la noche Cuando los jévenes quisieron darse cuenta, los dos extra- terrestres que habian tomado la forma humana habian desapare- cido también. ‘Como prueba de que lo que ha- bian visto no era una alucinacién, ‘quedaron marcadas sobre la are- ‘a unas enormes huellas deformes asi como los surcos que ultiizaron para ocultar su supuesta transfor mmacién. La dimension de las pisa- das era de 45 centimetros de lar- go por 15 de ancho «y el hueco era casi de dos metros de longitud Yd casi uno de ancho». Después de su aventura, ls jé- \enes regresaron a sus casas con el me propdsito de guardar el so- cteto, pero no fue posible. La voz se corrié como un requero de pél Vora por el lugar. La presencia mi lta fue el culmen. Desde entonces ‘algo ha cambiado en Conil. i

You might also like