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INDICE
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
2.1. EL PROBLEMA ECONÓMICO: LA ESCASEZ……………………………10
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
Capitulo1
Las personas necesitan alimentarse, vestirse, recibir una educación, etc.; para ello tienen unos
recursos o ingresos que siempre son insuficientes a la hora de conseguir todos los bienes y
servicios que desean para satisfacer sus necesidades. También el conjunto de personas, o sea
la sociedad, tiene necesidades colectivas, como las carreteras, la defensa, la justicia, etc., y, al
igual que ocurre con las personas individuales, también tiene más necesidades que medios
para satisfacerlas. La Economía se ocupa de las cuestiones que se generan en relación con la
satisfacción de las necesidades de los individuos y de la sociedad. En el Esquema 1.1 aparece
una tipología de las necesidades humanas.
Así, por ejemplo, en la producción, la empresa tiene que decidir qué bienes son los que va a
elaborar y qué medios son los que va a utilizar para producir dichos bienes. En el caso de una
empresa que produce automóviles los gerentes tienen que decidir qué modelo de automóvil
lanzan al mercado y si lo van a hacer con una tecnologia muy robotizada o con otra en la que se
emplee más mano de obra.
Por lo que respecta al consumo, las familias tienen que decidir cómo van a distribuir los
ingresos familiares entre los distintos bienes y servicios que se les ofrecen para satisfacer sus
necesidades. Así, una familia concreta, a la hora de decidir comprar un televisor o un lavaplatos,
tendrá en cuenta: sus necesidades, los precios de ambos bienes y sus propias preferencias, de
forma que el resultado de la elección sea el más apropiado.
Ante todos los problemas que se plantean a los individuos y a las empresas, de naturaleza
similar a la esbozada, lo que pretende la Economía es ofrecer un método para ordenar y
establecer las prioridades, a la hora de tomar decisiones sobre las necesidades individuales o
colectivas que se desea satisfacer. Por eso algunos autores la han denominado también la
Ciencia de la elección.
Así pues, lo que caracteriza a la Economía no es tanto su campo de estudio como el método de
análisis aplicable al comportamiento humano y a las instituciones sociales, políticas y
económicas, a través de las cuales los individuos se relacionan entre sí. A este respecto resulta
oportuno recordar las palabras de J. M. Keynes cuando al referirse a la Teoría Económica
señala que «es un método más bien que una doctrina, un aparato (o disciplina) de la mente,
una técnica de pensar, que ayuda a las personas que tienen que sacar conclusiones
concretas».
Definición de Economía
De lo señalado en párrafos anteriores resulta que la Economía estudia la forma en la que los
individuos y la sociedad efectúan las elecciones y decisiones para que los recursos disponibles,
que siempre son escasos, puedan contribuir de la mejor forma a satisfacer las necesidades
individuales y colectivas de la sociedad..
Esquema 1.1 Las necesidades humanas
La Economía no se ocupa directamente ni del tipo de instituciones políticas que los individuos
crean ni de ciertos aspectos del comportamiento de éstos, tales como las prácticas religiosas.
Tampoco se dedica a estudiar la estructura de la sociedad en que vivimos. Estos asuntos son la
base de estudio de otras ciencias sociales, como son la política, la sociología o la teología.
De forma intuitiva puede decirse que la Economía se ocupa de la forma en que los individuos
«economizan» sus recursos, es decir, de cómo emplean su renta de forma cuidadosa y sabia
en orden a obtener el máximo provecho. Desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto,
la Economía trata de cómo los individuos alcanzan el nivel de bienestar material más alto
posible a partir de los recursos que ellos tienen disponibles.
La ciencia económica mide y describe el aspecto material de la vida, si bien su principal objetivo
es comprender cómo funcionan las economías de los distintos países. Esta comprensión exige
contar con teorías que expliquen el funcionamiento de los fenómenos económicos, y para ello
hay que recurrir a la abstracción. Sólo de esta forma podremos formular predicciones y
responder a preguntas del tipo: «qué sucedería si»..
De hecho todo análisis implica una abstracción. Es necesario idealizar, omitir detalles y
establecer hipótesis y esquemas lógicos que permitan relacionar los hechos. Ello no significa que
el análisis económico no tenga un profundo contenido empírico.
• Una teoría es una explicación del mecanismo que subyace en los fenómenos observados.
Las teorías
Las teorías pretenden explicar el porqué de ciertos acontecimientos o justificar la relación entre
dos o más cosas. Teorizar no es un lujo, sino una necesidad. La teoría económica provee una
estructura lógica para organizar y analizar datos económicos. Sin teoría los economistas lo único
que podrían hacer sería observar y describir lo que ven. Con la teoría pueden tratar de
entender el funcionamiento de la Economía. Sin teorías tendríamos una masa informe de
observaciones sin ningún sentido. La teoría es lo que utilizamos para poner en orden las
observaciones de los hechos económicos, con el fin de explicar de qué manera están
relacionados. Las teorías son necesarias para poder interpretar los datos y los hechos, ya que
proveen los conceptos y las hipótesis de comportamiento de las variables y de los agentes
económicos, haciendo posible el análisis y la explicación de los hechos de forma sistemática.
Además, al concebirse las teorías como un conjunto de definiciones explicativas del significado
de cada uno de los supuestos acerca de cómo funciona el mundo, permiten, mediante un
simple proceso de deducción lógica, descubrir las implicaciones de tales supuestos. Estas
implicaciones son las predicciones de las teorías. Las teorías, por un lado, pretenden explicar
por qué se observan en el mundo real determinados acontecimientos o por qué se da una
relación entre dos o más variables, y, por otro, facilitan la predicción de las consecuencias de
algunos acontecimientos.
Es frecuente, sobre todo entre los que no han estudiado Economía en profundidad, establecer
una falsa distinción entre teoría y política. En realidad no existe tal divorcio, pues es
precisamente la preocupación por la política lo que hace que la teoría sea tan necesaria e
importante. Si no hubiese posibilidad de influir sobre la actividad económica a través de políticas
económicas, con objeto de cambiar ciertos sucesos que consideramos desfavorables, la
Economía sería una disciplina meramente descriptiva e histórica. Es una profunda preocupación
por la política económica lo que fuerza a los economistas a tratar con posibilidades que de
hecho no han tenido lugar, en un intento de evaluar los efectos de las medidas de política. Sólo
este tipo de análisis justifica actuar sobre la actividad económica y, en definitiva, llevar a cabo
intervenciones que permitan tratar de reformar el curso de los acontecimientos económicos.
Para tratar de influir sobre la actividad económica, los economistas se deben preocupar de
relaciones causa-efecto y este tipo de problemas sólo se puede afrontar en base a un
razonamiento teórico y a un análisis de los datos históricos sobre las variables económicas
relevantes. Los economistas, para entender el funcionamiento de la Economía y para expresar
las relaciones causa-efecto, usan modelos económicos.
De acuerdo con lo señalado, cabe afirmar que cuanto más sencillo sea el modelo económico
que planteemos, más fácil resultará utilizarlo para dar respuestas generales a las preguntas del
tipo «qué sucedería si», pero menos detalladas serán las predicciones obtenidas.
Los economistas, como cualquier otro colectivo, discrepan sobre lo que es justo y sobre cuáles
deben ser los objetivos y las prioridades de la sociedad.
La Economía, como antes señalamos, es una ciencia con un profundo contenido empírico. Esto
es algo que se reafirma al analizar la forma en que se suele desarrollar la investigación
económica. El investigador económico frecuentemente se inspira, para formular sus hipótesis o
generalizaciones, en el análisis de la realidad, y en particular en el estudio de los casos
individuales. En cualquier caso, sin embargo, debe señalarse que el conocimiento científico
propiamente dicho comienza en el momento en que se formulan hipótesis, cualquiera que sea
la fuente que haya inspirado al científico, que son contrastables, y de las que se pueden
derivar una serie de relaciones con otras hipótesis, así como predicciones.
En Economía se emplea tanto el método inductivo (entendido como aquel que parte de la
observación de la realidad para obtener principios generales) como el deductivo (esto es, aquel
que consiste en el empleo de deducciones lógicas extraídas de axiomas «a priori» sin recurrir a
la observación empírica). Así, a partir de la observación de los fenómenos naturales, mediante
procedimientos inductivos extraemos las hipótesis sobre el comportamiento económico, y
posteriormente mediante la deducción formulamos teorías y leyes. Estas teorías y leyes no
están aisladas de la realidad, sino que es preciso contrastar sus predicciones con la evidencia
real con objeto de verificar su validez. Para ello debemos descubrir si ciertos acontecimientos
tienen las consecuencias pre-dichas por la teoría.
De esta forma se evidencia la relación continua existente entre los modelos y los hechos, pues
éstos proporcionan las relaciones que estamos tratando de explicar y, posteriormente, una vez
formuladas las teorías, de nuevo se recurre a los datos para comprobar las hipótesis que
sugieren éstas y para tratar de medir las relaciones de las que dependen sus predicciones. Un
esquema del proceso metodológico normalmente seguido en Economía puede ser el contenido
en el Esquema 1.3.
Observación
Teorías, leyes
Verificación Contrastación
Observación
A lo largo de este curso se expondrán las hipótesis y se derivarán de ellas las implicaciones
necesarias para explicar los fenómenos que se estudien. Para llevar a cabo la formulación de
las relaciones entre las variables que intervienen en las hipótesis, así como las deducciones
que se obtengan de ellas, se utilizarán distintos procedimientos: el verbal, el matemático y el
geométrico, o una mezcla de los tres.
El procedimiento verbal o literario se basa en el sentido común y, si bien suele ser fácil de
comprender, tiene grandes limitaciones por lo laborioso que resulta y porque en muchas
ocasiones es casi imposible exponer sólo verbalmente las implicaciones lógicas que los
supuestos de la teoría permiten deducir. Los procedimientos geométricos emplean la
representación gráfica. Los instrumentos gráficos permiten representar de forma intuitiva las
relaciones funcionales sencillas entre dos o tres variables. Los instrumentos analítico-
matemáticos se caracterizan por la generalidad y, aunque son menos intuitivos, permiten
expresar con precisión ideas muy complejas que requerirían una expresión verbal muy larga.
CAPÍTULO 2
Existen países donde la gente tiene unos niveles de vida más_elevados que en otros. En los
primeros, existen abundantes alimentos y bienes matenáles. mientras que .en algunos países
atrasados millones de personas viven en la más absoluta pobreza v muchos mueren de
hambre.
Teniendo en cuenta esta situación parece extraño que en Economía se hable de la escasez
como de un problema universal, esto es, como un problema que afecta a todas las sociedades.
Ello se debe a que la Economía considera el problema de la -escasez relativa, en el sentido
de que los bienes y los servicios son escasos en relación a los deseos de los individuos.
Como los recursos con que se cuenta son escasos, solamente se puede satisfacer una
necesidad si se deja de satisfacer otra. No hay suficientes recursos materiales, ni trabajo, ni
capital para producir todo lo que desea la gente.
Los gobiernos tienen que decidir entre construir más colegios o comprar más helicópteros para
la policía. Las familias deben elegir entre comprar a sus hijos juguetes o gastar sus recursos en
una nueva lavadora.
Así supongamos que factores utilizados para extraer una tonelada de hierro se pudieran haber
utilizado para cultivar 10 quintales de cebada. El coste de oportunidad de una tonelada de
hierro es, pues, los 10 quintales de cebada que se podrían haber producido.
Los recursos son los factores o elementos básicos utilizados en la producción de bienes y
servicios, por lo que se les puede denominar factores de la producción.
Tradicionalmente, estos factores se clasifican en tres grandes categorías: tierra, trabajo y
capital.
• El factor trabajo se refiere a las facultades físicas e intelectuales de los seres humanos
que intervienen en el proceso productivo. El trabajo es el factor productivo básico. Los
trabajadores se sirven de las materias primas que se obtienen en la naturaleza. Con la
ayuda de la maquinaria apropiada las transforman hasta convertirlas en materias
básicas, aptas para otros procesos, o en bienes de consumo.
Mientras que los bienes de consumo se orientan a la satisfacción directa de las necesidades
humanas, los bienes de capital, o bienes de inversión, no están concebidos para satisfacer
directamente las necesidades humanas, sino para ser utilizados en la producción de otros
bienes.
Esquema 2.1
o real
Tipos de
capital
Consideremos una economía con una tecnología dada que dispone de una dotación fija de
factores productivos, que supondremos plenamente utilizados, y en la que se producen solo
dos bienes: trigo y algodón. Si a partir de una situación dada se decide producir más trigo y se
orientan los esfuerzos en esa dirección, se tendrá que estar dispuesto a producir menos
algodón.
A 0 7.5
B 1 7.0 0.5
C 2 6.0 1.0
D 3 4.5 1.5
E 4 2.5 2.0
F 5 0 2.5
FIGURA # 1
Trigo 7.5 A B
7.0
6.0 C
4.5 D
2.5
E
1 2 3 4 5 Algodón
Como hemos señalado, el hecho de que los factores productivos estén disponibles en
cantidades limitadas y que las necesidades humanas sean prácticamente ilimitadas plantea la
inevitabilidad de la elección. La necesidad de elegir se evidencia al considerar los tres problemas
fundamentales a los que toda sociedad debe dar respuesta: ¿qué producir?, ¿cómo producir? y
¿para quién? .
¿Qué producir?
¿Qué bienes y servicios se van a producir y en qué cantidad? ¿Se producirán muchos bienes
de consumo, como vestidos, o se le prestará una mayor atención a los bienes de inversión,
como fábricas, que permitirán incrementar el consumo en el futuro? ¿Se van a producir muchos
vestidos de escasa calidad, o pocos de una calidad muy buena? ¿Se incrementará la
producción de bienes materiales, tales como alimentos y automóviles, o se potenciará la
producción de servicios destinados a ocupar el ocio, tales corno conciertos y espectáculos
teatrales?
¿Cómo producir?
¿Cómo se producirán los bienes y servicios? ¿Con qué recursos y con qué técnica producirán
las empresas? ¿Qué personas desarrollarán cada una de las distintas actividades? ¿La energía
a emplear procederá de centrales hidráulicas, térmicas, nucleares o solares? ¿La producción
será prioritariamente artesanal o muy mecanizada, incluyendo la utilización de robots? ¿Las
grandes empresas serán propiedad privada o propiedad pública?
¿Para quién?
¿Para quién será la producción? ¿Quiénes consumirán los bienes y servicios producidos? En
otras palabras, ¿cómo se va a distribuir el total de la producción nacional entre los diferentes
individuos y familias? ¿Se va a tender a que la distribución de la renta sea igualitaria o, por el
contrario, se permitirá que se produzcan diferencias de renta muy acusadas?
Estos problemas son comunes a todas las sociedades. Las menos evolucionadas resuelven
estos problemas acudiendo a la tradición. Las costumbres son las que ordenan los aspectos
fundamentales del comportamiento humano. No sólo hay que pensar en la antigüedad, sino
que incluso en nuestros días ciertas tribus del Amazonas, numerosas comunidades de Asia, y
en algunas islas de Oceanía adoptan reglas de comportamiento que descansa de modo
fundamental en las costumbres, transmitiéndose de padres a hijos los roles que cada individuo
desempeña en la sociedad.
En las economías más desarrolladas, sin embargo, la forma en que se da respuesta a los
problemas de la sociedad no descansa en la tradición. De hecho en la actualidad, son
básicamente dos los sistemas económicos que se presentan como alternativos: el sistema de
economía de mercado y el de planificación centralizada.
EL INTERCAMBIO
Además de la producción y el consumo, hay otra actividad que también es común a cualquier
sistema económico y que tiene una gran importancia: el intercambio. La foma que adopta el
intercambio es_diferente_en cada sistema, e incluso dentro dé un mismo sistema a lo largo del
tiempo, pero la lógica económica que lo genera es algo comun.
Un individuo aislado debe obtener por si mismo todo lo que necesita, por lo que su consumo
estará restringido a lo que tiene a su alcance o a lo que puede transformar por sus propios
medios.
Cada sujeto sin embargo suele poseer habilidades y recursos distintos y deseará
consumir bienes diversificados, y por ello la tendencia natural es a ponerse en con
tacto entre si para cambiar aquello que se posee en abundancia por lo que no se tiene
v beneficiarse mutuamente del intercambio.
a) la especjalización,
Todos estos factores favorecen el aumento de la producción por persona. Un ejemplo que
se ha hecho famoso en la literatura económica y que evidencia las ventajas de la
división_del_trabajo_es el presentado por A. Smith (1776) en su obra La riqueza de las
naciones. Este_ejemplo_se refiere a la descnpción de la fabricación de alfileres.
A. Smith argumentaba que un trabajador no especializado en la producción de alfileres y
trabajando de forma aislada difícilmente podría fabricar más de 20 alfileres al día. Sin embargo
en la práctica, los obreros_gue_producían alfileres eran especialistas, no ya en la producción
de alfileres si no en algunas de las diferentes operaciones. Una persona preparaba el hilo
metálico, otra lo enderezaba, una tercera !p cortaba, una cuarta lo afilaba... El resultado era
que diez personas podían fabricar más de 48000 alfileres al día, de forma que cada obrero
producía 4800 alfileres.
La especialización y !a división del trabajo precisan de un sistema con el que los individuos
puedan vender sus_excedentes y adquirir lo que necesiten. La forma más primitiva del
intercambio es el trueque, por el que cada uno intercambia un bien por otro.
El trueque
El trueque realizado de esta forma tiene serjos inconvenientes. Por un lado, llevaria mucho
t¡emipo, ya que__exige que cada individuo encuentre alguien que desee adquirir
precisamente lo que él pretende intercambiar; o sea, que el trueque requiere una coincidencia
de necesidades. Otro inconveniente del trueque se deriva de la
indivisibilidad de algunos bienes. Cuando e! intercambio involucra a muchós partici-
pantes se vuelve muy complejo y. las limitaciones básicas del trueque -coincidencja
de necesidades e indivisibilidad- lo hacen prácticamente inviable.
FIGURA #2
Trigo
Carne
El intercambio y el dinero
Las limitaciones del trueque desaparecen cuando el intercambio se realiza con la intervención
del dinero.
El dinero es todo medio de pago generalmente aceptado que puede intercambiarse por bienes
y servicios y utilizarse para saldar deudas.
El ganadero, por ejemplo, puede cambiar sus reses por dinero y lo mismo puede hacer el
agricultor. Ambos satisfarán sus necesidades sin preocuparse de que alguien desee
precisamente aquello que ellos pretenden intercambiar.
Al introducir el dinero no sólo desaparece la estrecha relación bilateral entre los participantes
en el mercado, sino también se eliminan los problemas derivados de la indivisibilidad.
FIGURA # 3
Trigo
Pago monetario
Arado Carne
Aunque es concebible diseñar una economía que responda a un modelo puro de mercado o
bien de planificación central, a la hora de tomar decisiones fundamentales ante los problemas
económicos, esto es, qué, cómo y para quién, en la economía real hay una mezcla de mercados
y gobierno en la toma de decisiones. En cualquier caso, debe señalarse que los sistemas
económicos evolucionan al compás del desarrollo de las fuerzas productivas, por lo que sería
un error pensar que las comunidades humanas eligen uno de los posibles sistemas y lo
adoptan de una vez por todas. La opción por un sistema u otro es fruto de todo un proceso
histórico, siendo, por tanto, complejo el análisis de los factores que determinan la elección de un
sistema económico por una comunidad concreta.
El sistema de producción capitalista moderno con alto grado de división del trabajo necesita de
un conjunto de mercados donde se compren y vendan los bienes producidos.
• Un mercado es toda institución social en la que los bienes y servicios, así como los
factores productivos, se intercambian libremente.
Tal como señalamos, debido a la existencia del dinero el intercambio es indirecto: un bien se
cambia por dinero y éste, posteriormente, por otros bienes.
Así pues, en todo mercado en el que se utiliza el dinero existen dos tipos de agentes bien
diferenciados: los compradores y los vendedores. En los mercados de productos es típico
distinguir entre consumidores y productores. En los mercados de factores existen quienes
desean adquirir factores, y quienes desean vender o alquilar los recursos de la producción que
poseen. El mercado es el lugar en que ambos tipos de agentes se ponen en contacto.
El precio de mercado
Los compradores y vendedores se ponen de acuerdo sobre el precio de un bien de forma que
se producirá el intercambio de cantidades determinadas de ese bien por una cantidad de
dinero también determinada.
Fijando precios para todos los bienes, el mercado permite la coordinación de compradores y
vendedores y, por tanto, asegura la viabilidad de un sistema capitalista de mercado.
Tipos de mercado
LA DEMANDA
El simple análisis de. la realidad nos dice que la cantidad que un individuo demandará
de un bien, en. un momento determinado de tiempo. Dependerá dé su precio.
Cuanto mayor sea el precio que se cobra por un bien, menor será la cantidad que
cada índividuo estará dispuesto a comprar. Alternativamente cuanto menor sea el
precio.mayor será el numero de unidades demandadas.
Lógicamente, la cantidad que cada individuo demanda de cualquier bien — digamos. por
ejemplo el número de kilos de naranjas a la semana — no dependerá del precio de las
naranjas, sino también de una serie de factores, entre los que cabe destacar sus gustos o
preferencias, la renta de |a que dispone y los precios de otros bienes relacionados con las
naranjas, como, por ejemplo, las manzanas.
Para simplificar la exposición, supongamos que todos estos factores, exceptuando el precio de
las naranjas, permanecen constantes. En este caso, obtenemos lo que en Economía se conoce
como Curva de Demanda Individual, es decir la relación existente, entre el precio de las
naranjas y la cantidad demandada de éstas por parte de un individuo, durante un período de
tiempo determinado
Si sumamos, para cada precio, las cantidades de naranjas que cada uno de los individuos
estaría dispuesto a comprar obtenemos la Curva de Demanda del Mercado de «naranjas».
La curva de demanda del mercado muestra la relación entre la cantidad demandada de un bien
por todos los individuos y su precio, manteniendo constantes otros factores (gustos, renta,
precio de bienes relacionados).
El Cuadro # 2 presenta la relación existente entre los precios de venta de las naranjas y el
número de kilos que todos los consumidores demandan a la semana.
Asi. si el precio es 100 usd, se demandarán 20 kilos a la semana, mientras que si el precio es
70 usd, el número de kilos de naranjas demandados a la semana sera 50.
Existen dos tipos de razones por las que, cuando el precio de las naranjas aumenta, la cantidad
demandada por todos los consumidores disminuye. Por un lado, cuando aumenta el precio de
las naranjas algunos consumidores que previamente las tomaban dejarán de hacerlo y
buscarán otros bienes por ejemplo, las manzanas.
También existen consumidores que, aun sin dejar de consumirlas, demandarán menos
unidades de naranjas por dos razones: porque se han encarecido respecto a otros bienes cuyo
precio no ha variado y porque la elevación del precio ha reducido el poder adquisitivo de su
renta, y esto hará que se pueda comprar menos de todos los bienes y, en particular, de! que
estarnos considerando.
CUADRO #2
Tabla de demanda de naranjas
A 100 20
100
100
B 70 . 50 ,
C 40 80
D 20 110
E 10 130
FIGURA # 4
Precio
100 A
70 B
40 C
20 D E
20 50 80 110 130 Cantidad
LA OFERTA
La relación numérica entre el precio de las naranjas y la cantidad ofrecida es la tabla de oferta.
La expresión gráfica de esta relación se conoce en economía como Curva de Oferta
Individual.
Si sumamos para cada precio las cantidades de naranjas que cada uno de los agricultores
estaría dispuesto a ofrecer, obtenemos la Curva de Oferta del Mercado de «naranjas»
La Curva de Oferta del Mercado muestra la relación entre la cantidad ofrecida de un bien por
todos los productores y su precio, manteniendo constantes otros factores (tecnología, precio
de factores productivos...).
CUADRO # 3
F 100 150
100
100
G 70 . 120 ,
H 40 80
I 20 40
J 10 20
FIGURA # 5
precio 100
70
40
20
10
La tabla y la curva creciente de oferta muestran cómo la cantidad ofrecída aumenta al crecer el
precio, reflejando el comportamiento de los productores.
CUADRO # 4
Cantidad Cantidad
40 80 80
20 110 40
10 130 20 '
FIGURA # 6
Precio
Por el contrario, si el precio es menor que el de equilibrio, por ejemplo, a 20 usd. los 1000 kilos
de naranjas, la cantidad que los demandantes desean adquirir (110 kilos) es mayor que la
ofrecida por los productores (40 kilos), es decir, hay exceso da demanda. En este caso los
compradores que no hayan podido obtener la cantidad deseada del producto presionarán al
alza el precio tratando de adquirir la cantidad deseada.
EÍ precio de equilibrio es aquel para el que coinciden los planes demandantes o consumidores
y de los oferentes o productores.
De estos factores, los más importantes, tal como vimos en el apartado anterior, son: la renta de
los consumidores, los precios de los bienes relacionados y los gustos de los consumidores.
Cuando tienen lugar aumentos en la renta, los individuos pueden consumir más, cualquiera
que sea el precio, por lo que la curva de demanda se desplazará hacia la derecha. Por el
contrario, cuando la renta se reduce cabe esperar que los individuos deseen demandar una
cantidad menor, para cada precio, con lo que la curva se desplazará hacia la izquierda.
Así pues, cuando se alteren los ingresos lo normal será esperar movimientos en la demanda en
la misma dirección. Sin embargo, hay excepciones a esta regla; pensemos, por ejemplo, en un
individuo que repentinamente ve incrementar de forma apreciable sus ingresos; es de esperar
que ante su nuevo nivel de renta altere sus patrones de consumo y, por ejemplo, adquiera una
menor cantidad de ciertos bienes, como las patatas, mientras que incremente su dieta a base
de carne y pescado. Si esto sucede, el incremento del ingreso ocasionará una reducción en la
cantidad demandada de patatas, por lo que su curva de demanda se desplazará hacia la
izquierda.
• Bien normal: cuando al incrementar la renta la cantidad demandada a cada uno de los
precios se incrementa.
Bien inferior: cuando al aumentar la renta de los consumidores la cantidad demandada
disminuye.
De nuevo, el sentido del cambio permite introducir una nueva clasificación de los bienes:
A nivel del mercado los desplazamientos en la curva de demanda, motivados por las
alteraciones en alguno de los factores antes mencionados, determinarán modificaciones en la
situación de equilibrio. Si el desplazamiento de la curva de demanda es hacia la derecha, el
precio de equilibrio y la cantidad demandada y ofrecida de equilibrio aumentarán, si la oferta no
se desplaza, pues los productores reciben incentivos para incrementar su producción. Lo
contrario ocurriría si el desplazamiento de la curva de demanda fuese hacia la izquierda.
Del análisis de los desplazamientos de la curva de demanda se infiere que las fuerzas del
mercado hacen que el productor se acomode a las alteraciones experimentadas por los
demandantes. Gráficamente, un desplazamiento hacia la derecha de la curva de demanda se
recoge en la Figura #7.
Ante alteraciones en el ingreso, los precios de otros bienes relacionados o las preferencias, la
curva de demanda se desplaza y, en este caso, hacia la derecha. Es decir, para cualquier
precio la cantidad demandada tras el desplazamiento es mayor. El nuevo equilibrio se logra
para precios y cantidades mayores.
Los consumidores no son, sin embargo, los únicos que condicionan la evolución del mercado,
los productores también influyen. El mercado recoge un conjunto de interrelaciones en las que
los vendedores responden a los deseos de los compradores, a la vez que los compradores
también reaccionan ante la voluntad de los productores.
Para analizar las alteraciones en la oferta recordemos que la curva de oferta muestra
exclusivamente los efectos de variaciones en los precios sobre la cantidad ofrecida, pues se
estableció la cláusula «ceteris paribus», esto es, que todas las demás variables permanecen
constantes. Las variables más significativas que afectan a la oferta, además del precio, son:
• la tecnología.
De este modo, si, por ejemplo, tiene lugar una reducción en el precio de los fertilizantes, los
agricultores se sentirán dispuestos a producir más cereales que al precio anterior a la
disminución. En términos gráficos, este deseo de producir más, para cualquier nivel de precios,
implica un desplazamiento de la curva de oferta hacia la derecha.
Por otro lado, si el precio del maíz disminuye es probable que los agricultores reduzcan su
producción de maíz y se decidan, por ejemplo, a dedicar una mayor parte de sus tierras a la
producción de cebada. En este caso, pues, la curva de oferta de cebada se desplaza hacia la
derecha como consecuencia de la reducción del precio del maíz.
• Tecnología existente
Asimismo, una mejora en la tecnología puede, por ejemplo, contribuir a reducir los costes de
producción y a incrementar los rendimientos, lo que hará que los empresarios ofrezcan más
productos a cualquier precio y, en consecuencia, tendrá lugar un desplazamiento hacia la
derecha de la curva de oferta.
Como parece lógico, las alteraciones de signo contrario a las analizadas harán que la curva de
oferta en vez de desplazarse hacia la derecha lo haga hacia la izquierda. Lo relevante es que
ante alteraciones en determinados factores distintos del precio que influyen en la oferta se
producirán desplazamientos en la curva de oferta. Estos desplazamientos alterarán las
condiciones de equilibrio, esto es, el precio y la cantidad demandada y ofrecida.
Ante alteraciones en el precio de los factores productivos, la tecnología y los precios de bienes
relacionados, la curva de oferta se desplaza y, en este caso, lo hace hacia la derecha. Entonces,
a cada precio, la cantidad ofrecida será mayor o, para ofrecer en el mercado igual cantidad, el
precio disminuirá con respecto a la situación inicial.
Sin embargo, si se desplazan ambas curvas, los efectos no son perfectamente predecibles. Por
ejemplo, en el caso de que tanto la oferta como la demanda se desplacen hacia la derecha
sabremos que la cantidad de equilibrio ha aumentado, pero no podemos decir si el precio ha
experimentado un aumento o una disminución, pues ello dependerá de la intensidad de los
desplazamientos relativos de ambas curvas (Figura 9).
Una interpretación precipitada de esta relación podría hacer pensar que se está refutando la ley
de la demanda en el sentido de que entre E0 y E1, tiene lugar un aumento simultáneo del
precio y de la cantidad demandada.
Un análisis más detallado mostraría que cuando el precio aumenta no se mantienen constantes
las demás condiciones, esto es, no se ha cumplido la cláusula «ceteris paribus», ya que
aumentó al mismo tiempo la renta de los consumidores originando un desplazamiento hacia la
derecha de la curva de demanda.
Conviene, pues, distinguir entre un aumento en la demanda o en la oferta, que tiene lugar
cuando se produce un desplazamiento de la curva de demanda o de oferta, y un aumento en la
cantidad demandada u ofrecida; en este último caso lo que tiene lugar es un movimiento a lo
largo de la curva de demanda o de oferta (Figura 10).
Conjuntamos ahora desplazamientos en la oferta y demanda. Los efectos, como puede comprobarse, no son
predecibles, asi, si ambas curvas se desplazan hacia la derecha (aumentan), la cantidad demandada habrá
aumentado, pero no podemos afirmar nada del precio, pues éste dependerá de la intensidad de los
desplazamientos. El precio aumentará si la nueva curva de oferta es O2, y se reducirá si es O3..
P0
P1
0 Q0 Q1 Q2 Q
Por tanto, habrá mayor producción de pantalones vaqueros. Este incremento en la producción
de pantalones vaqueros se podrá deber a la entrada de nuevas empresas en la producción de
dichas prendas o a una ampliación de la capacidad de producción de las ya existentes.
Para incrementar su producción se_ necesitará emplear más trabajo y capital en esta actividad,
que se podrán obtener de los que estaban empleados en la producción de sombreros.
En el sistema de economía de mercado lo esencial es que todos los bienes o servicios tienen
su precio. Por tanto el tipo de ajustes descrito ocurre en los mercados de_bienes de consumo y
en los de factores de producción. De este modo, se
dispone de un sistema de tanteos y aproximaciones sucesivas a un conjunto equilibra
do de precios mediante el que se resuelven los tres problemas económicos básicos
(qué producir, cómo_producirlo y para quién) de forma simultánea e interdepen-
diente.
-Los consumidores revelan sus preferencias en el mercado al comprar unas cosas y no otras.
Los votos de los_consumidores condicionan a los productores y de esta forma se decide qué
cosas han de producirse
• La cornpetencia entre los distintos productores en busca de beneficios decide cómo han de
producirse los bienes. La competencia impulsará a las empresas a buscar las combinaciones
de factores que les permitan producir el bien de que se trate a un mínimo coste.
Se elegirá el método de producción que resulte más adecuado, tanto desde el punto de vista
del coste como del. rendimiento, pues el único camino para hacer frente a los precios de la
competencia será reducir los costes y adoptar métodos cada vez más eficaces.
- La oferta y la demanda en los mercados de los factores productivos determinan el para quién.
La distribución resultante dependerá en buena medida de la distribución inicial de la propiedad
y de las capacidades adquiridas o heredadas y de las oportunidades educativas.
FIGURA # 11
Mercado de productos
Demanda y oferta de productos en función de los precios
QUE
COMO
PARA QUIEN
Mercado de factores
Oferta de factores
Demanda de factores
CAPÍTULO 4
En la economía, la diversidad de papeles que desempeñan los agentes económicos, esto es,
las familias o economías domésticas, las empresas y el sector público, se pueden clasificar
distinguiendo tres grandes sectores:
• El sector primario abarca las actividades que se realizan próximas a las bases
de recursos naturales, esto es, las agrícolas, las pesqueras, las ganaderas y las
extractivas.
• El sector secundario recoge las actividades industriales, mediante las cuales
son transformados los bienes.
• El sector terciario, o de servicios, reúne las actividades encaminadas a
satisfacer necesidades de servicios productivos que no se plasmen en algo
material.
LAS EMPRESAS
La empresa es la unidad de producción básica. Contrata trabajo y compra otros factores con
del fin de hacer y vender bienes y servicios.
En las sociedades primitivas, sin embargo, la producción la solían llevar a cabo personas
individuales de forma artesanal. Hoy día las empresas son las máximas responsables de la
producción, ya que sólo ellas son capaces de obtener las ventajas de la producción en masa.
Además sólo las empresas tienen capacidad por organizar los complejos procesos de
producción y de distribución que las sociedades modernas exigen. Así, piénsese que, según
recientes estudios, para producir automóviles de forma eficiente el tamaño de la planta o
fábrica deberia ser tal que produjese como mínimo 250.000 automóviles al año.
Los distintos agentes económicos se pueden dividir en privados o públicos. Los agentes
privados básicos son las familias y las empresas.
Las funciones de las familias consisten, por un lado, en consumir bienes y servi
cios y, por otro, en ofrecer sus recursos —esto es, trabajo y capital— a las empre
sas.
Suponemos que las familias que pretenden maximizar la satisfacción que obtie
nen en el consumo, y esto lo hacen limitadas por el presupuesto de que disponen.
Las familias o economías domésticas, por un lado, consumen bienes y servicios, y por otro,
ofrecen sus recursos fundamentalmente trabajo y capital a las empresas
EL SECTOR PUBLICO
Por sector público se entiende bastante más que el Estado-Nación de las modernas
organizaciones politicas. Es el conjunto de órganos y administraciones públicas.
En cualquier sociedad moderna, sea cual sea su configuración política, el sector público
realiza funciones económicas de importancia fundamental. Hasta principios de[ sig!o XX era
frecuente señalar que el gobierno debería cuidar fundamentalmente de la seguridad y defensa
de los ciudadanos y de sus derechos de propiedad. Asimismo, debería garantizar las
condiciones para que las actividades puramente económicas se desarrollaran sin obstáculos.
En resumen, se. creía que la función del Estado consistia en el establecimiento de un marco
juridico-institucional, en tanto que los individuos y los grupos privados serian los verdaderos
responsables de la actividad económica del sistema.
A lo largo del siglo XX las funciones públicas se han ampliado y diversificado en materias tales
como sanidad, educación y demás servicios públicos. El Estado ha dejado de ser un mero
guardián del buen desarrollo de la actividad económica para convertirse en un verdadero
agente económico. Con frecuencia el sector público actúa como empresario y ofrece ciertos
bienes, los denominados bienes públicos..
Un ejemplo típico de bien público son los servicios de defensa nacional que la empresa privada
no puede ofrecer y debe, proporcionarlos el Estado.
Él sector público, asimismo, coordina y regula el mercado a la vez que establece la_política
económica, tratando de alcanzar unos objetivos generales, como pueden ser un crecimiento
estable del producto nacional, el pleno empleo de los recursos y la eficiente asignación de los
mismos, la estabilidad de los precios, y una justa distribución de la renta.
El creciente protagonismo del sector público a lo largo del presente siglo se ha concretado en
una serie de actividades que van desde el desarrollo de un marco legal, para proteger la
economía de mercado, hasta la preocupación por estabilizar la economía. Esquemáticamente,
las funciones acometidas por el sector público son las siguientes:
C) Establecer impuestos.
E) Redistribuir la renta.
F) Procurar la eficiencia económica.
Las agencias de regulación del Estado son activas en muchas áreas del proceso económico,
estableciendo controles de precios a algunas industrias, regulando los monopolios y tratando de
proteger al consumidor en temas relacionados con la publicidad, sanidad, contaminación, etc.
Aunque en algunas áreas y hasta ciertos límites la regulación es algo difícilmente discutible, en
otras ocasiones los resultados finales no son los esperados y por eso algunos defienden la
conveniencia de un proceso de desregulación. En ocasiones, los problemas se derivan de que
los responsables de la reglamentación están sometidos a fuertes presiones políticas por parte de
las industrias reguladas. En estas circunstancias no es de extrañar que se obtengan
reglamentos de interés particular en vez de normas de interés general.
Existen una serie de bienes que el Estado está en mejores condiciones de ofrecer que los
particulares. Asi sucede con la defensa, la seguridad y determinados servicios que se ofrecen en
condiciones monopolísticas, como el servicio de correos. La creciente actividad productiva del
Estado, que produce, entre otros, los denominados bienes públicos (esto es, aquellos bienes que
incluso aunque sean consumidos por una persona pueden ser consumidos por otras), se debe
a que la sociedad ha ido encomendando al Estado cada vez más parcelas del bienestar público,
a medida que al aumentar el nivel de desarrollo se generaban nuevas necesidades.
Algunos de estos servicios, como por ejemplo la defensa, los suministra sin cobrar nada
directamente, de modo que se financian con cargo a los presupuestos del Estado. Otros, como
la educación, los financian en parte los usuarios, y otra parte corre a cargo de los presupuestos
del sector público. En el caso de los servicios de transporte, es frecuente que los paguen los
usuarios de forma directa y que, de esta forma, se financie completamente el coste del servicio.
• Las transferencias
Dentro del epígrafe general de gastos públicos existen dos categorías bien definidas: compras
de bienes y servicios, y transferencias del sector público a los particulares. Cuando el sector
público realiza una compra de bienes y servicios, hace una demanda directa sobre la capacidad
productiva de la nación.
• Las transferencias son pagos por los cuales los que los reciben no dan en
contraprestación ningún bien o servicio.
Ejemplos típicos son los gastos de la seguridad social, los subsidios de vejez y desempleo, o las
ayudas familiares según el número de hijos. Los pagos de transferencias no representan una
demanda directa por parte del sector público sobre la capacidad productiva de la nación. Debe
señalarse, sin embargo, que este tipo de transferencias afecta a los patrones de consumo,
pues cuando el sector público recoge las contribuciones a la seguridad social de los
empresarios y trabajadores y paga pensiones a los jubilados y subsidios a los parados, estos
últimos verán aumentar sus ingresos netos, mientras que los trabajadores dispondrán de
menos ingresos para gastar, lo que condicionará el consumo de unos y otros. Las subvenciones
a un número creciente de personas sin trabajo, las ayudas económicas a industrias en
dificultades, los programas de inversión pública y de reconversión industrial hicieron que
aumentaran los gastos del Estado en los últimos años, originando en muchos países unos
déficit públicos considerables.
C) Establecer impuestos
El sector público, para poder financiar sus gastos, se ve obligado a establecer impuestos.
Aunque el objetivo primordial de los impuestos es el de cubrir los gastos públicos, también se
pueden utilizar para otros propósitos, tales como desalentar la producción de determinados
bienes, estableciendo impuestos adicionales que elevan el precio del producto en cuestión y
hacen que la cantidad demandada se retraiga; o para modificar la distribución de la renta,
haciendo que, por ejemplo, los colectivos con niveles de renta más elevada paguen
proporcionalmente una mayor cantidad de impuestos.
Los impuestos pueden ser proporcionales, progresivos o regresivos, según que de las rentas
altas absorban una fracción igual, mayor o menor que de las rentas bajas.
• Un impuesto es progresivo cuando a medida que aumenta la renta detrae un porcentaje cada
vez mayor; el impuesto es regresivo si detrae un porcentaje de la renta cada vez menor a
medida que la renta aumenta, y el impuesto es proporcional cuando detrae un porcentaje
constante de la renta.
Los términos progresivo o regresivo se refieren exclusivamente a las proporciones en que los
impuestos recaen sobre rentas diferentes.
Desde otra perspectiva, los impuestos se clasifican en directos e indirectos. Los impuestos
indirectos son los recaudados sobre los bienes y servicios y, por tanto, sólo afectan
indirectamente al contribuyente. Un ejemplo típico es el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
Los impuestos directos recaen sobre el contribuyente y no sobre los bienes. El ejemplo más
característico de este tipo de impuestos es el Impuesto sobre la Renta.
Sólo ante situaciones concretas, por razones poderosas, el sistema impositivo debe interferir en
el mercado.
Asimismo, a un sistema fiscal se le pide que sea simple. De esta forma su aplicación práctica
no planteará excesivas dificultades y los objetivos recaudatorios se lograrán alcanzar.
Una vez analizadas algunas características del sistema impositivo, podemos preguntarnos por
la incidencia de los impuestos, es decir, ¿quién paga en última instancia?
Esta pregunta es difícil de contestar para el conjunto del sistema impositivo por las siguientes
razones: en primer lugar, porque incluso en el caso de impuestos claramente progresivos, cabe
la posibilidad de trasladar la carga a otros colectivos; en segundo lugar, porque junto a
impuestos progresivos hay otros que son proporcionales y otros incluso claramente regresivos,
y, en tercer lugar, porque hay numerosos subterfugios tributarios, tales como las
desgravaciones tributarias, que permiten la reducción de los pagos por impuestos y que son
particularmente ventajosas para los colectivos de rentas superiores
Los gobiernos se han preocupado de forma creciente por estabilizar la actividad económica
evitando que las macrovariables más significativas de toda economía, tales como el nivel de
empleo, el producto nacional y el nivel de precios, experimenten fluctuaciones excesivas.
Para ello suelen poner en práctica políticas estabilizadoras que tienen como objetivo suavizar
los ciclos económicos (Figura # 12). ; Los ciclos económicos, consisten en fluctuaciones de la
producción total acompañadas de fluctuaciones del nivel de desempleo y de la tasa de
inflación.
Para combatir las fluctuaciones cíclicas, las ;autoridades económicas suelen controlar los
impuestos, el gasto público y la cantidad de dinero. Así, si la actividad económica se ha
reducido fuertemente, las autoridades económicas pueden optar por aumentar el gasto público
con la esperanza de que esta acción pública pueda contribuir a reactivar la economía.
El Estado puede emplear los impuestos y el gasto público para redistribuir la renta. El
funcionamiento del mercado, asigna generalmente los recursos de forma eficiente y, en
términos de la Frontera de Posibilidades de Producción, conduce a la sociedad a una posición
no interior sino en la frontera .Puede, sin embargo, que la distribución de renta resultante no sea
en absoluto equitativa, de forma que unas personas estén viviendo en una situación de
opulencia y otras no tengan lo suficiente para subsistir. Téngase en cuenta que en el mercado
los bienes se canalizan hacia quien paga por ellos y no en función de las necesidades
individuales. Si un país gasta más recursos en bebidas alcohólicas que en la lucha contr a la
pobreza, se estará ante una distribución de la renta inadecuada, pero el mercado estará
funcionando correctamente, si es eso lo que los individuos con capacidad monetaria demandan.
Si una sociedad no está de acuerdo, por razones éticas o políticas, con la distribución de renta
que resulta del funcionamiento del mercado, puede tomar medidas para tratar de alterarla. Para
ello acudirá a algunos de los instrumentos que se han ido analizando, esto es, los impuestos y los
gastos públicos, y, en particular, las transferencias. Así, mediante los impuestos, el Estado puede
detraer una mayor fracción de la renta a los ricos que a los pobres. De forma similar, el gasto
público puede utilizarse para redistribuir la renta, por ejemplo, haciendo inversiones públicas en
regiones donde los niveles de renta son inferiores. Alternativamente pueden utilizarse los pagos
de transferencia, canalizando recursos hacia colectivos especialmente necesitados, como los
disminuidos físicos, los jóvenes desempleados, o la tercera edad.
El logro de un nivel mínimo de bienestar para todos los individuos de la sociedad es el objetivo
que de forma específica orienta la actuación de la Seguridad Social.
Si los mercados asignan los recursos eficientemente, ¿por qué debe intervenir el Estado en la
economía? La intervención del Estado se debe a que, en ocasiones, los mercados no asignan
los recursos eficientemente y en esos casos el Estado puede mejorar los resultados
económicos.
• Bienes públicos.
• Externalidades.
En condiciones de competencia imperfecta las acciones de las empresas pueden incidir sobre
los precios de los bienes. En estas circunstancias las empresas pueden fijar unos precios por
encima de los costes, lo que hará que los consumidores demanden una menor cantidad de
estos bienes. En estos casos, el Estado puede intervenir para regular el comportamiento de las
empresas, y defender a los consumidores.
Como antes se ha apuntado, las empresas privadas no se ven motivadas a producir los
llamados bienes públicos, aunque sin embargo éstos pueden reportar un gran beneficio a la
sociedad. Piénsese en el caso de un faro de mar. La iniciativa privada no ofrecerá este tipo de
bienes y servicios, ya que los beneficios se reparten entre una gran parte de la población, de
forma que ningún individuo se verá motivado a pagar por él. Todos los individuos esperan que
el servicio se ofrezca pero que pagen «los demás». En estas circunstancias ninguna empresa
estará dispuesta a ofertar el bien.
Para suplir esta insuficiencia en la provisión de bienes públicos, los Estados suelen decidirse a
intervenir y ofrecer este tipo de bienes y servicios.
Otro tipo de fallos de mercado es el provocado por las externalidades. Estas surgen cuando la
producción o el consumo de un bien afecta directamente a empresas o a consumidores que no
participan en su compra ni en su venta y cuando esos efectos no se reflejan totalmente en los
precios de mercado.
La presencia de externalidades puede justificar una serie de actividades del Estado tendentes a
que las empresas internalicen los costes de los efectos externos que generan.
Tal como hemos visto, el Estado desempeña un papel fundamental en las economías mixtas
modernas. Los recursos se asignan no sólo a través de los mercados, sino también a través
del proceso político.
La toma de decisiones por parte del Estado a la hora de aprobar una ley o de llevar a cabo un
determinado gasto público no puede expresarse de una manera tan sencilla, tal como se ha
supuesto que actúan las empresas y las economías domésticas. En cualquier caso en este
apartado vamos a esbozar la llamada teoría de la elección pública que pretende, precisamente,
presentar la toma de decisiones por parte del sector público, suponiendo que los gobiernos y
los políticos en general también tienen una función objetivo que tratan de optimizar.
La elección pública
La teoría de la elección pública estudia cómo el gobierno toma decisiones sobre los impuestos,
los gastos, la regulación y otras políticas económicas. Como en el caso del mercado, los
políticos tienen que atender las demandas de la gente de bienes y servicios públicos, teniendo
en cuenta la capacidad de la economía para ofrecerlos.
Por ello, la teoría de la elección pública puede considerarse como aquella rama de la economía
que trata de responder a preguntas tales como, ¿qué tipos de bienes compran los gobiernos?,
¿cómo se producen los bienes y servicios ofrecidos por el sector público?, ¿cómo se distribuyen
los beneficios de los programas del gobierno? En otras palabras, la teoría de la elección pública
se pregunta por el qué, el cómo y el para quién en relación con las decisiones del sector público.
Dado que la teoría de la elección pública describe cómo la sociedad decide qué acciones
colectivas se deben llevar a cabo, cabe considerarla como un juego, el juego político. Unos
jugadores son los votantes, cuyas necesidades y deseos se supone que una democracia debe
servir.
Los otros jugadores son los políticos. Estos, al igual que los empresarios en la teoría de la oferta y
la demanda, interpretan los deseos de los demandantes, si bien ahora se trata de la demanda
de bienes colectivos, y encuentran la forma de ofrecerlos.
Así pues, la diferencia fundamental radica en el objetivo de los agentes que actúan en uno y otro
caso: mientras que los empresarios pretenden maximizar los beneficios, «los empresarios de la
política» tratan de maximizar el número de votos y así ganar las elecciones. Los votantes
expresan sus preferencias por los encargados de tomar las decisiones públicas, esto es, los
legisladores y los miembros del ejecutivo elegidos por los votantes. La tarea de éstos consiste en
tomar decisiones básicas relacionadas con el gasto y con los impuestos, aprobar nuevas leyes y
establecer regulaciones. El electorado expresa por medio de su voto sus preferencias por los
diferentes conjuntos de medidas que han presentado los partidos políticos en sus programas
electorales.
Los legisladores y los miembros electos del ejecutivo son los que establecen las reglas del
juego a los funcionarios públicos y demás empleados de la administración, y éstos son los que
de hecho recaudan los impuestos, administran el gasto público, aplican las leyes y ponen en
práctica las reglamentaciones.
Mediante el proceso esbozado, la teoría de la elección pública explica cómo los gobiernos toman
decisiones sobre los impuestos, los gastos de regulación y otras políticas. De forma similar a como
funcionan los mercados, en el caso de la política se ha de procurar encontrar el equilibrio entre la
demanda de bienes y la capacidad de la economía de atender dicha demanda.
La incidencia de los grupos de presión
A lo largo de todo el proceso de elaboración y puesta en práctica de las decisiones públicas, los
votantes y las organizaciones de intereses que se ven afectados ejercen presiones sobre los
legisladores y los miembros de la administración pública para canalizar las actuaciones públicas
en el sentido que a ellos más les interesa. Cuando grupos de votantes logran actuar en bloque,
la probabilidad de que alcancen sus objetivos particulares es mayor.
Así pues, entre los votantes y los políticos se sitúan los grupos de presión. Estos representan a
individuos o empresarios que actúan conjuntamente para defender sus intereses particulares.
Cuando los grupos de presión consiguen privilegios para los miembros del grupo en contra del
interés general, se está ante un gobierno no representativo.
En línea con lo indicado al analizar la incidencia de los grupos de presión, debe señalarse que lo
mismo que el mercado puede funcionar mal en el proceso político también pueden surgir fallos.
Los fallos del Estado (o de la elección pública) tienen lugar cuando el Estado fracasa en su
intento por mejorar la eficiencia económica.
En este sentido no debe olvidarse que los agentes que toman las decisiones públicas suelen
tener sus propios objetivos y tratan de maximizar su propio interés. Lo deseable es que esta
maximización se alcance haciendo coincidir sus objetivos y los de la colectividad.
En otras ocasiones los políticos se limitan a perseguir sus objetivos particulares, tales como
volver a ganar las elecciones o ascender en la jerarquía de la administración pública,
olvidándose de los intereses de la colectividad. Un sistema de toma de decisiones públicas
bien diseñado será aquel en el que las personas que gobiernan se vean condicionadas a
perseguir los intereses de la colectividad cuando persigan sus propios objetivos.
En este sentido, cabe destacar que un hecho peculiar y diferenciador del juego político reside en
que hay que agregar millones de opiniones en una única decisión. Así, puede que cada uno
tenga su propia idea sobre cómo se debería regular el medio ambiente, pero al final habrá una
única ley estatal que lo haga. De forma contraria a las decisiones privadas, la elección pública
contiene una indivisibilidad esencial con un único resultado sobre cualquier hecho concreto.
Las sociedades democráticas confían en la regla de la mayoría para tomar decisiones. Bajo
este sistema una ley se aprueba cuando más de la mitad de los votantes lo hacen.
Aunque las virtudes de la regla de la mayoría son evidentes, ésta puede conducir a una
situación de «tiranía» por parte de la mayoría. La mayoría puede imponer su voluntad política
sobre las minorías. Para tratar de evitar estos peligros se suele exigir una mayoría cualificada
para la aprobación de determinados asuntos de especial interés. Esto ocurre no sólo a nivel
político, con la aprobación de determinadas leyes, sino también en el mundo empresarial. Así, a
los consejos de administración de las empresas se les puede exigir que determinados temas,
tales como el cambio de estatutos, se aprueben por mayoría cualificada.
BIBLIOGRAFIA